VetOncologia Abordaje Del Paciente Con Leucemia PDF
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Las leucemias crónicas suelen tener un curso mucho menos agresivo, con
pacientes en general con signos inespecíficos y en muchos casos manejados con errores
iniciales en el diagnpostico.
Las leucemia linfocítica crónica (LLC) es un proceso linfoproliferativo originado en
la Médula ósea que afecta a perros de 7-11 años. Se describe que la incidencia es
superior en los machos, con una proporción 2:1. El proceso está caracterizado por la
infiltración de la médula ósea por linfocitos pequeños y maduros. Estos linfocitos son
morfológicamente normales, o suelen tener escaso pleomorfismo. Pueden observarse en
sangre periférica y suele y a veces ser interpretadas como linfocitosis maduras
persistentes. Los recuentos suelen ser ligeramente por encima del valor normal. Muchas
veces el hallazgo de linfocitosis en el hemograma de pacientes asintomáticos es un
hallazgo que termina en el diagnóstico de leucemia linfocítica crónica. La capacidad de
estas células de progresar e infiltrar órganos linfoides periféricos como hígado,
linfondulos y bazo es en algunos casos frecuente. La LLC es clínicamente muy distinta a
la leucemia aguda (LLA) que suele presentar recuentos muy altos de células neoplásicas
circulantes y un extenso infiltrado de la médula ósea.
El curso de la LLC es lento y progresivo, como consecuencia de infiltración de la médula
ósea por células linfoides neoplásicas. En muchos casos se diagnostica de forma casual
al realizar un análisis de rutina. En los casos en los que existe sintomatología clínica,
ésta suele ser ligera e ínespecifíca (letargia, disminución del apetito, disminución de
peso, linfoadenopatía moderada, y a veces única, poliuria-polidipsia, vómitos y/o diarrea
intermitente). Cuando aparecen, las alteraciones en la exploración física, se aprecia
linfoadenopatía que puede ser única o regional, esplenomegalia, palidez de mucosas,
fiebre). La característica fundamental de la LLC es la presencia en sangre circulante de
una linfocitosis absoluta con linfocitos pequeños y maduros, morfológicamente normales,
pero con alteraciones funcionales.
El diagnóstico definitivo de la LLC debe realizarse mediante la observación en
médula ósea de un infiltrado linfoide neoplásico. La médula ósea normal presenta un
porcentaje de linfocitos y células plasmáticas inferior al 5%. En la LLC este porcentaje
puede llegar a superar el 40-50% de las células nucleadas. El pronóstico de la LLC es
bueno, describiéndose casos de LLC con elevado tiempo de supervivencia incluso sin
tratamiento.
La quimioterapia se basa en esquemas que incluyen vincristina corticoides
ciclofosfamida o clorambucilo.
La mayoría de los pacientes alcanza una remisión. Pudiendo lograr sobrevidas muy
prolongadas de incluso varios años. Las crisis blásticas son fenómenos ocasionales que
implican un aumento del número de células neoplásicas en la médula ósea que en
ocasiones están circulando y suelen estar caracterizadas por una aparición brusca de
fiebre, linfoadenopatía, hepatoesplenomegalia y deterioro general en pacientes con LLC
controlada, apareciendo linfocitos inmaduros en sangre circulante y en médula ósea. En
estos casos se suele sumar al esquema de quimioterapia drogas como la L-
Asparaginasa o la Citarabina. Que contribuyen a una rápida disminución del infiltrado de
la médula ósea.
En el caso de la Leucemia mieloide crónica es menos frecuente que la linfocítica, y su
diagnóstico es más complicado y en muchos casos se da por descarte. Puede
confundirse con la reacción leucemoide y suelen predominar los granulocitos en
recuentos muy altos en sangre periférica.
La hidróxiurea a 50mg/kg cada 24 hs y luego cada 48 hs es la droga de elección,
debiendo monitorear el hematocrito ya que es una droga anemizante.
El busulfán y el mestilato de imatinib hoy en día son alternativas razonables ya que se
dispone de estas drogas con más facilidad.