Rosario de La Virgen de Guadalupe
Rosario de La Virgen de Guadalupe
Rosario de La Virgen de Guadalupe
R. Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros, los pecadores, ahora,
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
R. Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros, los pecadores, ahora,
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
R. Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros, los pecadores, ahora,
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza
nuestra: Dios te salve.
Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre.
Ruega por nosotros santa Madre de Dios, para que seamos dignos de
alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Santa María.
Estrella de la Evangelización.
Reina, tú que nos pides la solidaridad cristiana con los hermanos más
pobres.
R. Perdónanos, Señor
R. Escúchanos, Señor
ORACIÓN:
ORACIÓN:
CONSAGRACIÓN A MARÍA:
ORACION FINAL:
Porque eres para todos los mexicanos una Madre que nos escucha,
consuela y atiende nuestras necesidades.
Eres alivio en el dolor, luz que ahuyente nuestros temores; nos acoges
siempre como a pequeñitos y delicados.
Dulce Madre
Dulce Madre, no te alejes,
tu vista de mi no apartes,
ven conmigo a todas partes
y solo nunca me dejes.
POR LA SEÑAL……..
Primer Misterio: La Virgen de Guadalupe se
presenta a San Juan Diego.
“Sabe y ten entendido, tú, el más pequeño de mis hijos, que soy yo la
siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive;
del Creador, en quien está todo; y es Señor del cielo y de la tierra. Deseo
vivamente que se me erija aquí un templo para en él mostrar y dar todo
mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy su piadosa Madre”
Rezar el Gloria:
“Oye hijo mío, el más pequeño, ten entendido que son muchos mis
servidores y mensajeros a quienes puedo encargar que lleven mi
mensaje y hagan mi voluntad, pero es de todo punto preciso que tú
mismo solicites y ayudes y con tu mediación, que se haga mi voluntad.”
Rezar el Gloria:
“Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te
asusta y aflige; no se turbe tu corazón; no temas a esa enfermedad ni
alguna otra angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás
bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi
regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa,
no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella. Está
seguro de que ya sanó.”
Rezar el Gloria:
“Juan Diego trajo a la Señora del Cielo las diferentes rosas que fue a
cortar; las que, así como las vio, cogió con sus manos y se las echó en el
regazo diciendo: “Hijo mío, el más pequeño, esta diversidad de rosas es
la prueba y señal que llevarás al obispo, le dirás en mi nombre que vea
en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador,
muy digno de confianza.”
Rezar el Gloria:
PETICIONES
Ofrecemos este rosario por...
Segundo Misterio: San Juan Diego comparte
a La Virgen su humildad.
“Te ruego encarecidamente, Señora y niña mía, que alguno de los principales, conocido,
respetado y estimado, le encargues que lleve tu mensaje para que le crean, porque yo soy un
hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente
menuda.”
Rezar el Gloria:
Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo, Jesús
me podrá escuchar.
Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá el trabajo
una y mil veces más.
Préstame Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierta con tu manto
al Cielo he de llegar.
Préstame Madre a tu Hijo, para poder yo amar. Si tu me das a Jesús, qué más
puedo yo desear y ésta será mi dicha por toda la eternidad.
Amén.