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Sanación Interior

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SANACIÓN INTERIOR

SEGUNDA ENSEÑANZA: SANADOS PARA AMAR I.


fruto de los que el señor hace conmigo, en este caminar y proceso de sanación.
todos tenemos situaciones que nos deprimen. Nunca compartimos nuestro
dolor. Quisiéramos que ese dolor se valla de nosotros, nuestro corazón
necesita liberarse de ese dolor que llevamos muy adentro y nos hace sufrir. Hay
que compartir, y la compartimos contándole en varias ocasiones. El pasado es
pasado, hay que sepultar el pasado. Si, es precisamente lo que tanto quiero.
¿Pero cómo hacerlo? Ese pasado nos juega muchos inconvenientes a nivel
familiar, personal y laboral, queremos estar bien y no podemos. Ejemplo, aquel
hombre que se casa y le dice a su mujer: mi amor yo no voy a repetir la historia
de mi papa, tratar mal a mis hijos como mi papa nos trató. Este hombre es
consciente de esa historia de dolor, es consciente de lo que el papa hizo él,
luego no quiero repetir esa historia. Pero esa historia nuevamente se repite.
¿Porque se repite? Porque su corazón sigue herido, su corazón está marcado
negativamente, por esos hechos dolorosos del pasado. U otro ejemplo, el
esposo le dice a su esposa: mi amor yo no te voy a maltratarte como mi papa le
pegaba a mi mama. La golpeaba, abusaba de ella, le causaba maltrato
psicológico y mucho más. ¿Y la esta historia vuelve y se repite… por qué?
¿Qué pasa? este señor es consciente de que esa situación NO se va a repetir,
pero vuelve y juega. por qué? Porque su corazón sigue herido, no ha sanado,
su corazón sigue emanando materia, y reacciona igualito que el papa. Hasta
que ese corazón SANE, podrá reaccionar de una mejor manera. Necesitamos
hacer un proceso de sanación. Es como un deportista que sufre una lesión, así
no puede competir, humanamente debe recuperarse para poder competir. Lo
que tradicionalmente decimos: lo que se hizo con la mano, lo borramos con el
codo. Son las heridas que hay en nuestra alma, en nuestro consciente, en
nuestro corazón. ¿Qué pasa si no hacemos un proceso de sanación? Se llenó
la copa, rebosó la copa. Es normal que eso suceda cuándo permitimos que
acumulemos tantos cosas o hechos, si no hacemos algo, la copa va a rebosar.
Y cuando dejamos que la copa se rebose, lamentablemente nos llevamos a
muchos por delante, a los seres que más nos ama, esposa esposo hijos etc.
Nuestro corazón acumula tantas cosas negativas es como el agua estancada,
envenena nuestros sentimientos, nuestra alma, por eso no podemos amar bien.
¿Como desocupar esa copa? Desocupemos la copa envenenada. Mediante el
proceso de sanación. Es necesario que un médico sane la herida, lavar, quitar
el tejido muerto, para que no se infecte más. Aquí es necesario hacer el proceso
de sanación no dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy. Es una
bendición para nosotros, esta sanación implica un buen tiempo. De unos pasos,
no puedo subir las escaleras de una, tengo que hacerlo peldaño por peldaño.
Así dure años, difícilmente se da, de la noche a la mañana, Dios nos guía, nos
conduce, nos acompaña paso a paso, en este proceso de sanación. El proceso
de sanación es similar a lo que hacemos con nuestro cuerpo, nos mandamos a
tomar exámenes, consultas, y incluso cirugías, y hasta que no nos curemos, no
vamos a quedar completamente bien sanos, sí quedará una cicatriz, pero no
una lesión o yaga, esta sanación, implica de un buen tiempo, meses, años…….
Con el alma pasa igual, tenemos al médico, que es JESÚS, él sabe cómo sanar
el alma, él es el médico de nuestra confianza, además es excelente especialista.
Él sabe que heridas tengo y como las he conseguido y que consecuencias ha
generados esas heridas y sabe cómo perfectamente sanarlas, Para él, todo es
posible, una cita con Jesús es una cita con a oración. Esas heridas pueden ser
recientes, remotas o muy remotas, incluso pueden venir desde el momento de
nuestra concepción. Al médico nunca le damos ordenes, nunca le decimos
usted tiene que ordenarme unos exámenes, mándeme unos medicamentos,…él
sabe lo que tiene que hacer, lo contrario sucede con Jesús, a quien siempre le
estamos dando órdenes: quíteme esa imagen, quítame esos sentimientos…Es
diferente contarle todo lo que hay en mi corazón, bueno si él lo sabe por qué no
ha hecho algo por nosotros, no el esta esperando que nosotros le hablemos,
abrámosle el corazón y dejemos todo en manos de él. Lo que le coloquemos en
sus manos, el sabe lo que tiene que hacer. Así nos gastemos el tiempo que sea
necesario, cinco días, 20 o un mes un año, más o menos… Hasta que llega ese
momento tal especial, tan esperado, Dios quien sencillamente lo va haciendo,
acaso Dios no escucha a todos, es confiarle a Jesús mi actitud, Jesús dice: es
nuestro padre quien los escucha, hay que contarle a Jesús esas heridas…
siempre me arrojare a los brazos de Jesús, es urgente darle la vuelta a esa
moneda, para que quede por la cara buena y no por la mala. Tengo que pedirle
al señor para que me dé un giro a mi historia negativa. Lo peor que e ha podido
pasar en haberme casado contigo, eliminar a un enemigo, esta es una lectura
negativa, todo lo ve en forma negativa, quiere decir que aún estamos débiles.
Cuando hay sanción en nuestras heridas, siempre se hace una lectura positiva,
quiero y perdono a todo el mundo, bendita amenaza, etc., Es importante que
Jesús nos cambie, que dé en nuestras vidas un giro de 180 grados, es un
cambio de la tierra al cielo, es diferente es necesario dejar en manos de Jesús,
que el sane nuestras heridas. Jesús dice, no necesitas médicos los que están
sanos, sino los que están enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a
pecadores. Jesús nos quiere sanar. Confiemos en él. aprendan de mí que soy
manso y humilde de corazón, mi yugo es suave y mi carga ligera. Entregare
todo al señor, tanto lo positivo como lo negativo. Si entregamos lo positivo, los
triunfos éxitos ese ego se crece, ese yo subestima a los demás. Si le entrego lo
negativo el me va a mantener equilibrado. Es dejar en manos todo a Jesús. Para
la sanación es mejor comenzar por lo mas doloroso, por lo más grave. Les
recomendamos libros como: Penitencia extraordinaria.

TERCERA ENSEÑANZA: SANADOS PARA AMAR II

cita con Jesús es Dios conduce de una manera hermosa

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