Oratoria Forense
Oratoria Forense
Oratoria Forense
Sustentado por:
Matricula:
2015-0544
2017-0382
Facilitador:
Materia:
Oratoria Forense
Sección:
200
Tema:
Cualidades de un orador
Es merecedor para iniciar este trabajo ofrecer una breve y completa definición de la
palabra orador la cual es un conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos,
principalmente de manera oral, con claridad, facilidad y sin temores, ante un público
numeroso y variado, con la intención de transmitir determinado mensaje.
En este trabajo abordaremos, las cualidades del orador, y nombraremos algunos de ellos
[ CITATION Jul12 \l 7178 ]1
La oratoria forense a su vez, Es la exigida o practicada ante los tribunales de justicia, en las
vistas o audiencias en que, lista para sentencia la causa, las partes, o con mayor frecuencia
sus letrados, resumen ante el juez o los magistrados los hechos, las pruebas y los
fundamentos de derecho que apoyan su tesis y su petición de condena o absolutoria.
El orador debe tener ciertas características únicas de las que no deberá separarse; ser muy
sensato, sereno y preocuparse en cuanto a su presentación exterior, ya que el cuidado de
ello origina en el auditorio una primera aprobación. Este debe cuidar incluso su vestimenta,
1
Definición de orador (https://definicion.de/orador/)
en cualquier lugar que se encuentre, en virtud de que como luzca es lo que va a transmitir al
público.
Condiciones Físicas: no se refiere especialmente al aspecto físico del mismo, aunque este
en principio es importante de igual forma, este hace referencia al equilibrio, la firmeza, y
estabilidad que muestre ante el foro.[CITATION Cam \l 7178 ]2
La postura
La voz.
Este es uno de los elementos más significativos en el discurso; con una adecuada
impostación de la voz, el expositor convence, induce u obtiene la complacencia del
auditorio; evidentemente no todas las voces son iguales, y pueden tener tonalidad aguda o
grave.[ CITATION Mon \l 7178 ]3
La respiración.
2
2001, pág. 91
3
El orador, el discurso y el auditorio.
engalanan, e incluso si tiene conocimiento y domina a carta cabal lo necesario de la
dicción, la vocalización, la debida articulación, las acentuaciones, los aumentos en el
volumen, así como la disminución en las tonalidades de la voz, si necesita de algo
importante y trascendental, cual es, el saber respirar; consecuentemente si llegamos a
dominar las técnicas propias de la 16 respiración, sabremos también mejorar y desarrollar la
expresión oral adecuada.[ CITATION Rig \l 7178 ]4
Conocemos que la calidad de cualquier expresión, siempre está sometida a una arreglada y
correcta entonación vocal. El orador debe tener mucha atención a la articulación vocal de
los locutores de los medios de comunicación de radio y televisión, ya que se puede apreciar
en buena parte de ellos, una pronunciación apropiada y una dicción correcta.
Hay que afinar la intensidad de la voz elevándola y luego incluso aumentando su efecto,
porque con ello se incrementa el interés, y es posible también acentuar algunas palabras
pronunciándolas de forma lenta, con la finalidad de provocar reflexión o pensamientos al
respecto.
Es la habilidad de poder aumentar su volumen con el menor esfuerzo posible; para ese
efecto lo que debemos hacer es inhalar la mayor cantidad de aire de la que seamos capaces,
fortificando los pulmones y reteniéndolo en la boca del estómago y en la medida que el
orador vaya hablando, lo expulsará pausadamente fortificando también la voz. En la
impostación de la voz para efectos oratorios, existen tres tonos fundamentales:
El tono grave, la enunciación de las palabras conserva sonidos de esta clase. El tono
intermedio, es el que usamos en las conversaciones; y El tono agudo. Por consiguiente, la
impostación de la voz, es un término que se usa para demostrar que está ubicada con una
postura apropiada para modificar los tonos y ello se conseguirá realizando varios ejercicios,
como, por ejemplo, los de articular las vocales incluso con cierta exageración.
4
2016, pág. 158
Credibilidad del emisor del mensaje.
La mirada.
Un orador experimentado, cuando ingresa al lugar donde debe pronunciar su discurso antes
de iniciar su discurso, no iniciará su intervención inmediatamente y lo que debe hacer es
destinar segundos de tiempo que se recomienda sean de diez aproximadamente, dentro de
los cuales dirigirá su mirada al público, con una actitud respetuosa pero afectuosa al mismo
tiempo, recorriendo visualmente todo su contorno y si es dable se detendrá a escoger como
por casualidad en algunos semblantes conocidos.
El primer contacto visual es importante, porque anticipa la relación que el orador va a tener
con el auditorio, de modo deberá mantener un recorrido constante y alternativo con los
presentes, con lo que se crea una corriente interactiva entre el emisor y el receptor del
mensaje, tratando de evitar una mirada fija que pudiese considerarse que esta direccionada
a una persona o grupo específico y lo que se debe hacer es deslizar apropiadamente la
mirada por el auditorio, proyectando cuando el caso lo merezca, alguna expresión
agradable; de manera tal que las expresiones orales estén acompañadas de los gestos, lo que
se denomina lenguaje no verbal o gestual.
Las pausas y los silencios.
La mímica.
Entusiasmo
La oratoria no puede ser solo razón, hay que reconocer la presencia de la emoción y de los
sentimientos para poderlos regular.
El orador ha de sentir lo que dice, sonar convencido, para que pueda persuadir. Todo buen
orador busca convencer y conmover.
Es importante diferenciar estos dos conceptos, porque cuando se busca convencer se trabaja
sobre el intelecto o la razón del auditorio; y cuando se busca conmover se trabaja desde el
alma sobre las emociones.
Entusiasmo
En un juicio cuando se trata de un juez profesional para persuadirlo nos debemos dirigir
más al intelecto, a las razones probatorias y jurídicas que sustenten nuestra posición, sin
perder el entusiasmo. Con un jurado podemos acudir a lo afectivo, a los sentimientos, para
conmover, siempre sin descuidar las razones de hecho y de derecho.
Serenidad