Romanos 7
Romanos 7
Romanos 7
“Por lo tanto, mis amados hermanos, la cuestión es la siguiente: ustedes murieron al poder de la
ley cuando murieron con Cristo y ahora están unidos a aquel que fue levantado de los muertos.
Como resultado, podemos producir una cosecha de buenas acciones para DIOS.”
“Ahora bien, ¿acaso sugiero que la ley de DIOS es pecaminosa? ¡De ninguna manera! De hecho,
fue la ley la que me mostró mi pecado.”
“El pecado se aprovechó de esos mandatos y me engañó; usó los mandatos para matarme. Sin
embargo, la ley en sí misma es santa, y sus mandatos son santos, rectos y buenos.”.
“¿Pero cómo puede ser? ¿Acaso la ley, que es buena, provocó mi muerte? ¡Por supuesto que no!
El pecado usó lo que era bueno a fin de lograr mi condena de muerte. Por eso, podemos ver qué
terrible es el pecado. Se vale de los buenos mandatos de DIOS para lograr sus propios fines
malvados.”
“Por lo tanto, el problema no es con la ley, porque la ley es buena y espiritual. El problema está en
mí, porque soy demasiado humano, un esclavo del pecado.”