CEF Técnicas de Expresión Oral y Escrita Clase 3
CEF Técnicas de Expresión Oral y Escrita Clase 3
CEF Técnicas de Expresión Oral y Escrita Clase 3
C-B
TEMAS:
DEFINICIÓN
HABILIDADES DE PRELECTURA
HABILIDADES PARA LA LECTURA DE
TEXTOS
ESTRATEGIAS PARA LA LECTURA DE
TEXTOS
RESÚMEN Y SÍNTESIS
COMPRENSIÓN LECTORA
DEFINICIÓN
literal,
inferencial,
crítico,
apreciativo,
creativo.
Estos permiten que el lector pueda comparar, jerarquizar, jugar, discutir, representar, fantasear,
encontrar un camino en el laberinto, esforzarse por llegar al final, hipotetizar, aplicar a la realidad,
auto criticarse, conocerse, abrir juicios, plantear nuevos interrogantes, en fin, sentir placer por vivir
la aventura de leer. En el siguiente gráfico se ilustran los distintos niveles de la comprensión lectora.
NIVELES
El procesamiento profundo requiere más tiempo que el procesamiento superficial. Ese tiempo
adicional contribuye a elevar el rendimiento académico: una unidad de medida de este tiempo es “la
pasada”.
Ej :
Las reiteradas "pasadas" por el texto reflejan un enfoque de procesamiento profundo de la lectura.
Si bien requieren mayor tiempo, también garantizan mejores logros.
A diferencia de muchos otros materiales de lectura, los libros o materiales educativos están hechos
para ser estudiados en profundidad. Sus autores estructuran los materiales de modo que el proceso
de estudio se facilite, y los estudiantes que comprenden el concepto de "estructura" y saben cómo
analizarla probablemente aprendan mejor que aquéllos que carecen de esa comprensión.
Los libros de texto contienen muchos elementos estructurales destinados a guiar la lectura. El más
visible de ellos es la división en capítulos, cada uno de los cuales lleva su propio título. Éste les
indica qué pueden esperar, dándoles un esquema mental general del contenido. Los estudiantes
deben aprender a usar ese esquema para asimilar con más facilidad la información. Igual función
cumplen las secciones en los materiales como la clase que estás leyendo.
Los títulos centrales y laterales y los subtítulos de párrafos dentro de los capítulos cumplen una
función similar porque ayudan a organizar la lectura en bloques. En un libro bien organizado, cada
título introduce a un cuerpo bien definido de contenidos que pueden ser leídos rápidamente.
Mientras retienen cada "porción" de contenido en la memoria de corto plazo, los estudiantes pueden
usar técnicas de procesamiento profundo para guardarla en la memoria de largo plazo. Sin un título
cada media página, o una extensión similar, los estudiantes podrían leer tantos contenidos que, al
detenerse para realizar el procesamiento profundo, ya no los recordarían.
Ej. : Los textos narrativos (por ejemplo, los cuentos, novelas y relatos folklóricos) tienen una
organización estructural diferente que la de los libros de texto. Los investigadores han constatado
que la mayor parte de los textos narrativos comparten una estructura común, que denominan la
"gramática del relato".
La primera regla simplemente determina que el relato consiste en una ambientación, un
tema, un argumento y una resolución, que por lo general se presentan en esa secuencia.
La segunda regla es que la ambientación está constituida por la presentación de los
personajes y casi siempre por la ubicación y época del cuento.
La tercer regla es que el tema de un relato está constituido por el objetivo principal y el
personaje principal... El argumento consiste en una serie de episodios, concebidos para que el
personaje principal llegue a cumplir su objetivo. Cada episodio está constituido por un subpropósito
y una resolución del intento. Después de varios episodios, ocurre algún suceso que cumple el
propósito del personaje.
Ejemplos de esas señales indicadoras son la estructura de las ejercitaciones que toma el docente,
el contenido de las clases/esquemas de repaso y los enunciados como: "presten especial atención
a..."
Por ejemplo, el estudiante que está haciendo una investigación para escribir un informe
posiblemente trabaje mejor si puede analizar los requisitos específicos del trabajo y luego
concentrar sus lecturas en la información que sea pertinente.
Subrayar es identificar las ideas fundamentales de un texto. Normalmente existe una idea básica y
otras varias de índole secundario. Estas últimas siempre dependen de la primera. Por ello, la
comprensión y memorización de la inicial facilita lo mismo de las secundarias.
El objetivo del subrayado es destacar las ideas esenciales de un texto. Posteriormente, al leer
únicamente lo subrayado se puede recordar el contenido de dicho texto y evita tener que leer de
nuevo todo el texto.
Vale aclarar que subrayar consiste en destacar en el texto alguna palabra, frase o parte del
contenido del cual deseamos apropiarnos. Por ende, mientras menos subrayes, más probabilidades
tendrás de retener en la memoria el contenido en cuestión.
Las principales teorías psicológicas de la percepción humana fundamentan esta técnica, ya que
está demostrado que la memoria se fija y recuerda más y mejor aquellas cosas que se resaltan.
Obviamente, cuando se hace referencia al subrayado como una técnica de estudio, esto implica:
- Leer y entender las ideas que se presentan en el texto. Recuerda que no sirve de nada subrayar
aquellas ideas que no has entendido.
- Seleccionar solo las partes realmente importantes. Si subrayas demasiada información, correrás el
riesgo de tener que releer todo el texto y probablemente te apropies de menos contenidos.
El subrayado es personal:
Leer un libro subrayado por otro es leer por sus ojos y
entender por su mente
Tomar apuntes, sean literales o parafraseados, requiere más esfuerzo que releer el texto o que
subrayarlo, ya que en la toma de notas intervienen la relectura y la composición; los estudiantes
necesitan aprender cuándo este esfuerzo adicional puede mejorar su aprendizaje. Los estudiantes
jóvenes, que tienen poca destreza manual, sacarán escaso o ningún beneficio de tomar notas sobre
lo que leen. Su esfuerzo estará mejor invertido en la relectura o en el subrayado. Los que tienen
buenas habilidades de escritura pero cuya atención se distrae fácilmente deben tomar notas
siempre para todas siempre, o casi siempre, que leen. Tomar notas después de leer cada párrafo u
otra unidad de texto profundiza la atención, y de esa forma mejora la comprensión lectora.
Los estudiantes que leen con buena atención son más selectivos acerca de cuándo tomar notas.
Esta actividad se justifica:
Ej : supongamos que el texto está constituido básicamente por datos, terminología e información de
fácil comprensión; en ese caso, subrayar o resaltar esa información en el mismo texto será
probablemente tan efectivo como anotarla en una hoja. Si el texto presenta una explicación o una
descripción complejas; los estudiantes pueden entonces mejorar su comprensión organizando
mentalmente esa información y escribiendo luego anotaciones que representen esa organización.
Organizar mentalmente la información bajo la forma de notas profundiza el aprendizaje al dar más
significación al texto y ayudar a los estudiantes a transferir información de la memoria de corto plazo
a la de largo plazo. Las notas ayudan también al guiar el repaso, para que la información pueda ser
fácilmente recuperada de la memoria de largo plazo.
Nuestro comentario sobre las dos técnicas precedentes —el subrayado y la toma de notas
parafraseada— se concentró en el papel que tienen en el aprendizaje de pequeñas unidades de
información contenidas en un texto. Hay varias otras técnicas que pueden ayudar a los estudiantes
a comprender cómo esas unidades de información se conectan entre sí.
La confección de esquemas es efectiva, pero sólo si los estudiantes se entrenan mucho en su uso.
Para la mayoría de los estudiantes, ese organizador gráfico será más fácil de construir que un
esquema escrito de la misma información. Y la relación entre conceptos probablemente será más
fácil de comprender y de recordar.
Diversos autores han investigado las bases teóricas de los organizadores gráficos y su efectividad
en la ampliación de la comprensión lectora. Sus versiones de organizadores gráficos son similares,
pero reciben diferentes denominaciones: redes, mapas, mapas conceptuales y panoramas
estructurados. Existen algunas evidencias de que el uso de técnicas gráficas para representar la
organización del texto mejora el aprendizaje.
Los estudiantes pueden familiarizarse con diversos tipos de organizadores gráficos que les permitan
ilustrar los conceptos y relaciones entre conceptos característicos de cada disciplina. Jones, Pierce
y hunter (1988/1989) ofrecen una buena compilación de distintos organizadores y de los tipos de
conceptos y relaciones para los cuales son útiles. Su presentación incluye telas de araña, cadenas
fácticas, escalas continuas, matrices de comparación/contraste, esquemas de problema/solución,
redes de árbol, espinas de pescado, esquemas de interacción humana y ciclos.
Este tipo de técnicas será abordada con mayor profundidad en la asignatura Técnicas de Estudio,
como apoyo para la preparación de exámenes.
Ejemplos:
La complejidad de ese proceso contribuye a explicar por qué los estudiantes desarrollan muy
lentamente sus habilidades de resumen; hay muchos universitarios que no pueden resumir textos
en forma adecuada y eficiente. La escritura de resumen de textos puede ser efectiva, pero sólo si
los estudiantes la manejan muy bien y practicarla con frecuencia.
Pero los maestros no deben esperar que los alumnos usen esa técnica para su estudio
independiente antes de convertirse en buenos lectores y escritores. Hasta entonces, pueden
realizar paráfrasis y organizadores gráficos sencillos, o subrayar y resaltar el texto, además, hay
que explicarles que los resúmenes, por su naturaleza, se concentran menos en los detalles y más
en las ideas principales, razón por la cual no deben apoyarse en ellos como única estrategia de
estudio si esperan aprender y recordar una cantidad sustancial de los detalles que aparecen en el
texto.
El resumen se realiza luego de haber leído el texto y utilizando las palabras del
autor.
Es conveniente utilizar la técnica del subrayado para poder marcar o señalar las
ideas más importantes.
o Verificación y profundización
Verificar la comprensión durante la lectura es una de las habilidades de estudio más importantes.
Un buen lector avanza rápida y regularmente mientras su comprensión del material es completa.
Pero tan pronto como siente que se le ha escapado alguna idea, que ha perdido la pista, cambia el
armonioso avance por una súbita detención. Avanzando más lentamente, busca la aclaración en el
material que sigue, al que examina en procura de la luz que pueda arrojar sobre el anterior escollo.
Si todavía no está satisfecho, vuelve al punto en el que la dificultad comenzó y relee la sección más
atentamente. Prueba y analiza frases y oraciones en busca de su sentido exacto; trata de visualizar
las descripciones abstrusas; y mediante una serie de aproximaciones, deducciones y correcciones,
traduce los términos científicos y técnicos en ejemplos concretos.
Por ejemplo, los estudiantes pueden conectar el contenido con conocimientos que ya poseen, una
habilidad que, según han constatado los investigadores, es muy usada por los buenos lectores. Si
los lectores carecen de una base adecuada de conocimientos, pueden construirse una leyendo
otras fuentes referidas al mismo tema.
Algunas fallas de comprensión se producen simplemente porque los lectores no comprenden alguna
palabra del texto. Los estudiantes pueden recurrir a diversas técnicas para solucionar ese problema:
Esta habilidad se refiere a la verificación de la comprensión durante el acto de leer un texto. Los
estudiantes pueden también verificar su comprensión después de la lectura, haciéndose preguntas
acerca de lo que han leído.
Parece razonable pensar que a medida que los estudiantes aceleran su lectura, procesan el
contenido menos profundamente, y en consecuencia, se desempeñan no tan bien en una prueba de
comprensión lectora.
Las conclusiones de varios estudios sugieren el uso de un ritmo de lectura apropiado a las
dificultades del texto.
Sq3r es el acróstico (en inglés “3 de los cinco pasos que abarca una estrategia de lectura
comprensiva desarrollada por Robinson” hace casi cien años.
Estos son:
Palincsar y Brown (1984) han desarrollado una estrategia de lectura que sintetiza en cuatro
actividades los métodos que usan los lectores exitosos: