2 Samuel 1 • Pagina 1

David se entera de la muerte de Saúl:

Texto • 2 Samuel 1:1-4

1Aconteció después de la muerte de Saúl, que vuelto David de la derrota
de los amalecitas, estuvo dos días en Siclag.
2Al tercer día, sucedió que vino uno del campamento de Saúl, rotos sus
vestidos, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra
e hizo reverencia.
3Y le preguntó David: ¿De dónde vienes? Y él respondió: Me he
escapado del campamento de Israel.
4David le dijo: ¿Qué ha acontecido? Te ruego que me lo digas. Y él
respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo
cayeron y son muertos; también Saúl y Jonatán su hijo murieron.

Hermanos, el capítulo 1 de 2 Samuel continua donde dejamos la semana

pasada en el capítulo 31 de 1 Samuel. Como vimos la semana pasada los
filisteos mataron a Saúl y a sus 3 hijos; Jonatan, Abinadab, y Malquista.

David tenía 2 días en Siclag, después de haber derrotado a los amalecitas.

Aunque David sigue viviendo en tierra de los filisteos, su corazón esta
entregado una vez más a Dios. Como vimos en el capítulo 30:6, David se
fortaleció en Jehová su Dios.

En si, David esta esperando noticias sobre la batalla entre Israel y los
filisteos. Y en el verso 2, David recibe las noticias.

Hermanos cuando David ve a este joven del campamento de Saúl, con

vestidos rotos y tierra sobre su cabeza; David supo en seguida que este joven
traía malas noticias.

El romperse los vestidos y aventar tierra sobre la cabeza era una costumbre
común para demostrar angustia y lamento por la muerte de una persona.

Este joven le da los resultados a David sobre la batalla y no son los

resultados que David quería escuchar. Muchos israelitas han caído muertos
contra los filisteos incluso el rey Saúl y su hijo Jonatan han muerto en la
batalla.

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2 Samuel 1 • Pagina 2
Texto • 2 Samuel 1:5-10
5Dijo David a aquel joven que le daba las nuevas: ¿Cómo sabes que han
muerto Saúl y Jonatán su hijo?
6El joven que le daba las nuevas respondió: Casualmente vine al monte
de Gilboa, y hallé a Saúl que se apoyaba sobre su lanza, y venían tras él
carros y gente de a caballo.
7Y mirando él hacia atrás, me vio y me llamó; y yo dije: Heme aquí.
8Y me preguntó: ¿Quién eres tú? Y yo le respondí: Soy amalecita.
9El me volvió a decir: Te ruego que te pongas sobre mí y me mates,
porque se ha apoderado de mí la angustia; pues mi vida está aún toda
en mí.
10Yo entonces me puse sobre él y le maté, porque sabía que no podía
vivir después de su caída; y tomé la corona que tenía en su cabeza, y la
argolla que traía en su brazo, y las he traído acá a mi señor.

Aquí llegamos a un poco de controversia, podemos ver en el verso 5 que

David le pregunta al joven, ¿Cómo sabes que han muerto Saúl y Jonatán
su hijo?

El joven entonces le cuenta su versión de cómo casualmente vino al monte

de Gilboa y hallo a Saúl apoyado sobre su lanza. Saúl entonces le ruega que
lo mate, porque la angustia se ha apoderado de el. Y de acuerdo a la versión
de este joven, el es quien mata a Saúl y toma la corona y argolla del rey a
David como prueba.

Pero como vimos la semana pasada en el capítulo 31, Saúl se echo sobre su
espada ya que su propio escudero no lo quiso matar. Incluso el verso 5 del
capítulo 31 nos dice, Y viendo su escudero a Saúl muerto, él también se
echó sobre su espada, y murió con él.

Ahora, en todo caso: suponiendo que la historia de este joven es verdad, solo
nos da un más trágico final a la vida de Saúl.

Si regresamos a 1 Samuel 15:3, veremos que Dios le ordeno a Saúl,

Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades
de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas,
camellos y asnos.

Y Saúl desobedeció este mandamiento de Dios.

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2 Samuel 1 • Pagina 3

Los amalecitas eran descendientes de Esau. (Génesis 36:12)

Muchos comentaristas han comparado a los de Amalec con la carne.

Y en lo personal creo que es una buena comparación. Quiero que veamos las
siguientes comparaciones:

Tal como nuestra carne, Amalec enfoca su ataque en los cansados y

débiles. ( Deuteronomio 25:17-18) 17Acuérdate de lo que hizo
Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto;
18de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la
retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú
estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios.
Tal como nuestra carne, Amalec no tiene temor de Dios.
( Deuteronomio 25:18)
Tal como nuestra carne, Dios ordena una guerra permanente contra
Amalec. (Éxodo 17:16) Por cuanto la mano de Amalec se levantó
contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de
generación en generación.
Tal como nuestra carne, Obtenemos la victoria en la batalla contra
Amalec solo cuando buscamos a Dios en oración. (Éxodo 17:11)
11Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía;
mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.
Tal como nuestra carne, Dios promete que un día raera del todo la
memoria de Amalec. (Éxodo 17:14) 14Y Jehová dijo a Moisés:
Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del
todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.
Tal como nuestra carne, Josué deshizo a Amalec. (Éxodo 17:13)
13Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.
Tal como nuestra carne, Amalec fue cabeza de naciones más al fin
perecerá para siempre.
Tal como nuestra carne, Amalec esta aliado con otros enemigos en
batalla para ir en contra del pueblo de Dios. (Jueces 3:13)
13Este juntó consigo a los hijos de Amón y de Amalec, y vino e
hirió a Israel, y tomó la ciudad de las palmeras

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2 Samuel 1 • Pagina 4
Tomando estos ejemplos, vemos que la desobediencia de Saúl de no destruir
a los amalecitas, resulto en tragedia, cuando un amalecita dio muerte al rey
Saúl.

De igual manera cuando nosotros no nos ocupamos en destruir las

pasiones de la carne y desobedecemos los mandatos de Dios en nuestras
vidas, tal como sucedió con Saúl, la carne nos puede dar un golpe
mortal.

Debemos vestidnos de Cristo, Colosenses 3:12-13:

12Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
paciencia; 13soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si
alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó,
así también hacedlo vosotros

Texto • 2 Samuel 1:11-12

11Entonces David, asiendo de sus vestidos, los rasgó; y lo mismo
hicieron los hombres que estaban con él.
12Y lloraron y lamentaron y ayunaron hasta la noche, por Saúl y por
Jonatán su hijo, por el pueblo de Jehová y por la casa de Israel, porque
habían caído a filo de espada.

Hermanos, Saúl demostró odio, envidia y rencor contra David. Saúl le robo a
David su familia, su hogar, su carrera, su seguridad, le robo los mejores años
de su vida. Sin embargo la Palabra de Dios nos dice que David lloró,
lamentaba y ayuno por la muerte de Saúl.

Hermanos, aquí debemos ver y aprender de este ejemplo que nos da David.
Cada uno de nosotros escogemos el odiar, el tener envidia, el estar
amargados, escogemos el no perdonar. Estos sentimientos no se nos
imponen, sino que nosotros mismos nos los imponemos.

A pesar de todo el mal que Saúl le causo a David, David escogió ser un
hombre bueno y no un hombre amargado y vengativo.

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2 Samuel 1 • Pagina 5
Han pasado cerca de 20 años desde que David fue ungido rey de Israel por el
profeta Samuel, y ahora por fin esta disponible el reino para David. Y en si
acabamos de ver que este amalecita ha venido a coronar a David con la
corona del rey Saúl.

Y David no esta interesado en ser coronado, David no esta enfocado en si

mismo, sino en Saúl, en Jonatan, y en la nación de Israel.

Texto • 2 Samuel 1:13-16

13Y David dijo a aquel joven que le había traído las nuevas: ¿De dónde
eres tú? Y él respondió: Yo soy hijo de un extranjero, amalecita.
14Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para
matar al ungido de Jehová?
15Entonces llamó David a uno de sus hombres, y le dijo: Ve y mátalo. Y
él lo hirió, y murió.
16Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu misma boca
atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová.

En el verso 13 David le pregunta al joven: ¿De dónde eres tú?

Creo que el joven talvez pensó que David estaba a punto de recompensarlo
por haberle dado muerte a su enemigo mortal.

Imaginémonos lo que sintió este joven cuando David le hizo la pregunta:

¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido de
Jehová?

David tuvo varias oportunidades en defensa propia de matar a Saúl, pero no

lo hizo. David sabia que Dios había puesto a Saúl sobre el reino y solo Dios
lo podía remover. David no iba a extender su mano para matar al ungido de
Jehová.

Y el verso 15 nos demuestra que David realmente lamentaba y lloraba por

Saúl, al ordenar la muerte de este joven. David muy fácil pudo fingir un
falso dolor, para solo después recompensar al joven por haber matado a
Saúl.

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2 Samuel 1 • Pagina 6
Texto • 2 Samuel 1:17-18
17Y endechó David a Saúl y a Jonatán su hijo con esta endecha,
18y dijo que debía enseñarse a los hijos de Judá. He aquí que está
escrito en el librob de Jaser.

Hermanos el dolor y el lamento de David fue sincero, tanto que les compuso
un canto a Saúl y a Jonatan para expresar sus sentimientos. Este canto
fúnebre es conocido como el Canto del Arco. Y dice así:

Texto • 2 Samuel 1:19-27

19 ¡Ha perecido la gloria de Israel sobre tus alturas!
¡Cómo han caído los valientes!
20 No lo anunciéis en Gat,
Ni deis las nuevas en las plazas de Ascalón;
Para que no se alegren las hijas de los filisteos,
Para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
21 Montes de Gilboa,
Ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas;
Porque allí fue desechado el escudo de los valientes,
El escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite.
22 Sin sangre de los muertos, sin grosura de los valientes,
El arco de Jonatán no volvía atrás,
Ni la espada de Saúl volvió vacía.
23 Saúl y Jonatán, amados y queridos;
Inseparables en su vida, tampoco en su muerte fueron separados;
Más ligeros eran que águilas,
Más fuertes que leones.
24 Hijas de Israel, llorad por Saúl,
Quien os vestía de escarlata con deleites,
Quien adornaba vuestras ropas con ornamentos de oro.
25 ¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla!
¡Jonatán, muerto en tus alturas!
26 Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán,
Que me fuiste muy dulce.
Más maravilloso me fue tu amor
Que el amor de las mujeres.
27 ¡Cómo han caído los valientes,
Han perecido las armas de guerra!

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2 Samuel 1 • Pagina 7
Hermanos yo quiero suplicarles a ustedes y a mi mismo, que analicemos
nuestra vida profundamente. Hay veces que examinamos solo por encima y
dejamos muchas cosas escondidas.

No dejemos pasar otro día más en nuestras vidas, cargando sentimientos de

amargura, de envidia, de venganza, de odio, sentimientos de no perdonar.
Seamos obedientes a la Palabra de Dios y despojémonos del viejo hombre
para vestirnos del Señor Jesucristo. (Romanos 13:14)

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