Sucesion Anomala
Sucesion Anomala
Sucesion Anomala
Sucesores anómalos: Son aquellos que en ocasión de haberse ordenado la devolución por
una donación o un testamento del de cujus y el testamento resultare nulo, esos bienes
entonces se van a devolver a los herederos legítimos. Es aquella sucesión que no sigue las
reglas comunes por las cuales se rige el derecho sucesorio.
Sucesiones anómalas.
Llamamos Sucesión Anómala a la Reversión Legal, la cual está prevista en el artículo 747
del Código Civil Dominicano: “Los ascendientes heredan, con exclusión de los demás,
cuando se trate de cosas cedidas por ellos a sus hijos y descendientes muertos sin
descendencia, siempre que aquéllas existan en naturaleza en la sucesión. Si los objetos
expresados hubiesen sido enajenados, recibirán los ascendientes el importe a que pudieren
ascender; también suceden en la acción de reversión, que pueda tener el donatario”
De igual manera, el artículo 357 del Código Civil, modificado por la ley 5152 de 1959,
expresa “Si el adoptado muere sin dejar descendientes, las cosas dadas por el adoptante o
recogidas en su sucesión y que existan aun en naturaleza en el momento del fallecimiento
del primero, se devuelven al adoptante o a sus descendientes, a cargo de pagar las deudas y
sin perjuicio de los derechos de los terceros. Los demás bienes del adoptado pertenecen a
sus propios parientes, y éstos excluyen siempre, aun para los mismos objetos especificados
en este artículo, todos los herederos del adoptante con excepción de los que sean sus
descendientes”.
De conformidad con el artículo 951 de Código Civil, el donante podrá disponer del derecho
de reversión de las cosas donadas, por haber muerto antes el donatario solo o él y sus
descendientes, derecho que podrá estipularse en beneficio exclusivo del donante.
Cosas cedidas a los hijos y descendientes que mueren sin descendencia. En tal caso, los
ascendientes heredan con exclusión de los demás, siempre que las cosas existan en
naturaleza en la sucesión. Si los objetos hubieran sido enajenados, los ascendientes
recibirán el importe a que pudieran ascender, cosa que también sucede en la acción de
reversión que pudiera tener el donatario.
Si el adoptado muere sin dejar descendientes, las cosas dadas por el adoptante o recogidas
en su sucesión y que existan aún en naturaleza al momento del fallecimiento del primero, se
devuelven al adoptante o a sus descendientes a cargo de pagar las deudas y sin perjuicio de
los derechos de terceros, es lo que expresa el artículo 357 del Código Civil, texto legal
ampliado por las disposiciones de la ley 5152 de 1959.
La reversión legal tiene efecto si los bienes donados no han pasado a otras manos, porque si
han sido enajenados por el difunto no opera la reversión. La reversión convencional
aniquila las enajenaciones que haya realizado el donatario y en consecuencia el donante
puede reivindicar las cosas donadas.
La reversión legal deja subsistir los derechos reales que gravan a los inmuebles donados, la
reversión convencional los hace desaparecer.
La reversión legal obliga al que sucede al pago de las deudas del difunto, la convencional
no.
El donante que estipula la reversión puede insertar la modalidad como le plazca, no hay
fórmulas sacramentales pero, cuando se trata de la reversión legal, los efectos no pueden
modificarse a voluntad de los interesados, en razón de que los pactos sobre sucesión futura
están prohibidos.
En caso de sucesión anómala, al ocurrir la muerte del causante, podríamos decir que se
abren simultáneamente dos sucesiones: la ordinaria y la anómala. Los bienes que serán
objeto de reversión forman una masa aparte, de donde se derivan las siguientes
consecuencias:
Aunque las dos secesiones sean recibidas por una misma persona, el sucesor único podría
aceptar una y repudiar la otra.
Si el de cujus ha dejado sucesores reservatorios, los bienes que integrarán la masa sujeta a
reversión no se toman en cuenta para la cuota disponible.
Los bienes de un esposo fallecido sin posteridad sobre los cuales se abre el derecho de
reversión, no están comprometidos en la masa sobre la cual se calcula el usufructo del
cónyuge superviviente.
El sucesor anómalo no está en indivisión con los herederos ordinarios, ya que su derecho no
recae sobre los mismos bienes. Por lo tanto, el sucesor anómalo no tiene el derecho o
acción en partición contra los sucesores ordinarios.
Los bienes objeto de la reversión deben existir en naturaleza en la sucesión, por lo que la
reversión no puede ser ejercida en los casos siguientes:
Cuando el bien donado ha desaparecido, bien por causa fortuita o por falta del donatario,
sea la pérdida parcial o total, no pudiendo el sucesor anómalo reclamar indemnización.
Cuando la cosa o el bien han sido enajenado por acto entre vivos, sea a título gratuito u
oneroso.
Hay casos en los cuales, no obstante haberse enajenado la cosa, se puede ejercer el derecho
de reversión, como los siguientes:
Cuando el precio del bien enajenado se debe, en cuyo caso el sucesor anómalo tiene un
derecho de crédito con relación al precio.
Si los objetos hubiesen sido enajenados, los ascendientes recibirán el importe al que
pudieran ascender. También suceden en la acción en reversión que pueda tener el donatario.
Hay casos que impiden la reversión a favor del ascendiente, como los siguientes:
Cuando los bienes no se encuentren en naturaleza por un caso fortuito o de fuerza mayor.
Por la falta del donatario quien los hizo desaparecer total o parcialmente.