Articulo 121 Constitucion
Articulo 121 Constitucion
Articulo 121 Constitucion
c) Los que constituyen el patrimonio del Estado, incluyendo los del municipio y de las entidades
descentralizadas o autónomas;170
“[…] se incluyen dentro de los bienes del Estado, los del municipio y de las entidades descentralizadas o
autónomas […] y según el artículo 260 de la misma Ley Fundamental, los bienes municipales son propiedad
exclusiva del Municipio y gozarán de las mismas garantías y privilegios de la propiedad del Estado. El
Código Municipal, por su parte, expresamente reitera que los bienes y valores que constituyen la hacienda
municipal gozan de garantías como la de no ser objeto de embargo. Queda claro, entonces, que los bienes que
constituyen la hacienda municipal tienen el mismo carácter e integran lo que la Constitución Política y las
leyes ordinarias conceptualizan como bienes del Estado […]. Asimismo, se llega a la conclusión de que, si
bien es cierto, dentro del ejercicio de sus derechos en el proceso las partes pueden solicitar y obtener medidas
precautorias que sirvan de garantía al cumplimiento de la resolución que pueda obtener en sentencia a su
favor, esa facultad no se traduce en obligación del órgano jurisdiccional de acceder irrestrictamente a lo
pedido cuando existen normas constitucionales y ordinarias que expresamente lo prohíben en resguardo de
los intereses colectivos representados en bienes y derechos públicos con características especiales, dentro de
las que destaca la inembargabilidad de que se ha hecho referencia […].”
g) Los ingresos fiscales y municipales, así como los de carácter privativo que las leyes asignen a las
entidades descentralizadas y autónomas; y174
y c) que el Estado, como ente unitario y persona jurídica distinta de los Organismos que lo integran, fuera
siempre reputado como propietario de aquellas frecuencias, para que, en ejercicio de aquella
titularidad, velara porque el adecuado uso de éstas se encamine a lograr el bien colectivo. Entender que
algunas de aquellas frecuencias pudieran quedar en propiedad de algún ente u Organismo del propio Estado,
implicaría provocar una desigualdad irrazonable entre quienes integran este último, por el privilegio que
signifi caría el tener la propiedad de alguna de las frecuencias antes dispensadas y poder ejercer respecto de
las mismas todas las facultades inherentes al dominio. Para evitar lo anterior y ante la importancia antes
determinada que para la convivencia social y democrática tienen las frecuencias radioeléctricas, el legislador
constituyente decidió que fuera el Estado, y no uno de sus Organismos, el que ostentara la calidad de
propietario de aquellas frecuencias. […] el derecho a la propiedad que el Estado tiene respecto de las
frecuencias radioeléctricas en ningún momento puede ser enajenado, puesto que ello haría totalmente inane
la regulación establecida en el artículo 121, inciso h), del texto supremo […].”
BIENES: