Perros de Caza
Perros de Caza
Perros de Caza
Tipos[editar]
Según la clasificación de la FCI, seis de sus diez grupos corresponden exclusivamente a
perros de caza, en sus distintas modalidades y dentro del grupo V también encontramos razas
que son usadas en la caza. Así encontramos perros sabuesos, lebreles, terriers, perros de
muestra, perros cobradores, perros de agua, perros levantadores o Spaniels, perros nórdicos
de caza.
Sabueso[editar]
Whippet
Artículo principal: Lebreles
Los lebreles son perros adaptados para la carrera, localizan a sus presas mediante la vista y
tras una rápida persecución la alcanzan y matan. Están incluidos en el grupo X de la FCI.
Perro de caza caracterizado por las formas esbeltas, los miembros largos y el volumen
reducido de la caja craneal. Su constitución física les hace estar muy bien dotados para la
carrera, en la que pueden tomar grandes velocidades. Suelen ser más altos que largos, la
cabeza es estrecha y las orejas semierectas y presentan un gran sentido de la vista, al revés
que la mayoría de razas caninas. Se usan para la caza mayor en jaurías y para la caza
del conejo y la liebre, de donde toman su nombre genérico.
En Asia menor se cazaban a caballo gacelas mediante la ayuda de galgos saluki, que la
descubrían y perseguían por el desierto hasta que la mataban o era abatida por halcones.
Terrier[editar]
Artículo principal: Terrier
Los terriers son razas originarias del Reino Unido en su mayoría. Poseen un carácter muy vivo
y audaz. Han sido utilizados para la caza de alimañas en su propia madriguera. Las razas que
pertenecen a este tipo están incluidas en el Grupo III.
Los más difundidos son los perros de la familia terrier y los teckel alemanes, todos ellos perros
de cae, que entran bajo tierra y hacen salir la presa.
Aunque todavía se siguen utilizando perros pequeños para la caza, tal como se venía
haciendo desde siempre, muchas de estas razas a consecuencia de su pequeño tamaño, han
pasado a desempeñar tareas de compañía, y ello a pesar de su carácter obstinado.
El adiestramiento de los perros de madriguera es muy sencillo, no hace falta motivar a los
perros para la caza del tejón o del zorro, ya que casi todas las razas muestran una aversión
instintiva por estas especies animales.
Hay adiestradores que preparan túneles artificiales, zanjas tapadas con plaquetas de madera,
por ejemplo, con un pasillo de entrada, un distribuidor central, y algunas galerías, disponen en
la parte final de una sucesión de puertas, que constituyan jaulas móviles para poner el animal
vivo con el que se quiere entrenar al perro. Cuando el perro siente el olor de la presa y ladra
ante la puerta que los separa, se abre la posterior para que se aleje la toma del perro y ser
nuevamente cerrada más atrás, permitiendo al perro avanzar y ladrar de nuevo.
La guarida real suele estar en cualquier zona donde el terreno facilite su excavación, pero
también puede localizarse en el hueco del tronco de un viejo árbol o entre sus raíces.
Naturalmente, el éxito de la caza en madrigueras depende no solo de la experiencia del
cazador y del perro, sino también de la densidad de piezas en un determinado territorio de
caza.
Perro de muestra[editar]
Su habilidad principal es su capacidad para buscar y traer sin dañar a las presas caídas al
suelo que los cazadores no hayan podido recoger.
Como las aves aún tras el disparo vuelan y a veces hay una gran distancia (incluso llena de
obstáculos del terreno difícilmente franqueables) entre el lugar de su caída y el del cazador se
requiere que el perro recoja la caza allí donde el cazador no puede llegar y la transporte hasta
este.
Muchas de las razas de muestra comparten el instinto de cobro, pero no todas. Así como
los bracos son cobradores innatos, los setters y los pointers deberán ser adiestrados para el
cobro; aun así algunos nunca llevarán las piezas.
El hombre ha obviado este inconveniente seleccionando razas especializadas en el cobro,
como los perros cobradores, que actúan junto a perros de muestra cobrando presas abatidas
durante la cacería.
Perro de agua[editar]
Artículo principal: Perro de agua
Estos perros tienen una especial preferencia por el agua, siendo muy utilizados como perros
cobradores en la caza de aves acuáticas. Los perros de agua son un grupo de razas caninas
caracterizadas por ser de tamaño mediano y tener el pelo de consistencia lanosa y rizado. Se
suelen utilizar para el cobro de aves en zonas pantanosas y marinas.
Perro levantador[editar]
Spaniel Bretón.
Este tipo de perros hacen salir al animal de caza fuera de su escondite, para que el cazador
los pueda ver.
Los perros spaniel son especialistas en hacer levantar el vuelo a las aves, históricamente
antes de que aparecieran las armas de fuego, cuando eran utilizados para la caza con
halcones. En lugares donde la caza está escondida es necesario un perro que haga volar a
las aves.
1. Localización de la presa.
2. Recogida.
3. Llevar la presa al dueño.
4. Posicionamiento ante él.
5. Soltar la presa a la orden.
El localizar la presa requiere de un conjunto de habilidades que se desarrollan
progresivamente, en relación directa con la adquisición de experiencia. El guía solo debe
permitir que su perro acumule vivencias y debe fomentar que desarrolle su creatividad, su
capacidad de adaptación a las circunstancias y su ingenio para la improvisación.
Pero, como las otras fases del cobro deberán ser realizadas siempre de la misma manera, es
preferible que el guía enseñe a su perro interviniendo desde el principio. Hay que construir un
aprendizaje con visión de conjunto, no olvidando que el cobro es un todo dinámico y que la
transición entre las diferentes etapas teóricas debe ser fluida y llena de naturalidad.
Todos los perros de caza pueden someterse al test de la "mariposa", para valorar sus
condiciones innatas de muestra y de toma. La mariposa es un artefacto que se arma utilizando
una caña de pescar con hilo, en este extremo se sujeta un cebo que, preferiblemente no debe
ser una pieza real para evitar que, si el cebo sufre un desagradable contratiempo y se enrede
al hilo mal manejado, por ejemplo.
El paso siguiente es dejar que jueguen fuera de su madriguera con el artefacto al completo,
dejado en el suelo (un palo con unos 40 cm de seda de pescar y un trapitos ligado al
extremo), para que se acostumbren a él. Ya en este momento los cachorros que muestren
miedo revelarán que difícilmente servirán para cazar en grupo.
A continuación, uno o dos días después, separados del grupo los tímidos, el examinador
manejará con el palo del cebo, moviendo primero para generar impulso de caza y deteniendo
repentinamente. Ahora se ha de observar el comportamiento del resto de la camada. Aquel
que se muestra en la primera y, después, busca con su olfato la presa artificial es sin duda el
mejor. Se acabó la prueba para él. Y el resto de los hermanos mostrará el observador experto
un buen número de características que representan de forma directa las actitudes
genéticamente heredadas. Estará aquel que se haga el listo y corte el movimiento del trapo, el
que no pare y se lance sobre él, el que lo muerda con codicia y lo retenga contra el suelo, el
que lo sujete con suavidad, el que lo ladre nerviosamente, etc.