Cultiva La Presencia de Dios
Cultiva La Presencia de Dios
Cultiva La Presencia de Dios
En esta ocasión, vamos a hablar de una característica más de esa fe sencilla y es que esta
“cultiva la presencia de Dios”. ¿Qué entiendes tú por esto de cultivar la presencia de
Dios?
Por qué no vamos a Lucas 10:38-42 qué nos puede decir la Escritura acerca de cómo
cultivar la presencia de Dios.
ORAR
Padre, queremos agradecerte por tu Palabra, ponerla en nuestros oídos y darnos esa
gracia de escucharte. Quiero rogarte Señor que pongas en orden nuestra vida, tan
llena de cosas por hacer, tan ensimismada y aturdida por el diario vivir. Permítenos
hoy ser oidores que te obedecen, dispuestos a hacer ajustes porque saben que su
principal necesidad eres Tú. Así queremos honrarte esta noche y por siempre en
nuestras vidas. Amen.
Una de las cosas más sorprendentes del Evangelio, es que Dios, el propio creador del
universo, cuyos cielos cuentan su gloria, quien sacó a Israel de Egipto con grandes
señales y prodigios decide revelarse a la humanidad en la forma menos esperada.
Sorprendente no es solo que decida hacerse hombre y habitar entre nosotros.
Esperaríamos que el lugar donde Dios decide estar es en grandes templos, o sentado con
los mejores teólogos y maestros, o grandes líderes de la iglesia, o en la congregación
con la mejor predicación o el mejor grupo musical de adoración, no. Él decidió visitar y
andar con gente común y de a pie. Es más, el evangelio de Lucas hace un especial
énfasis en Jesús y su preocupación por la gente más ordinaria y menos valorada, pobres,
enfermos, extranjeros, niños y mujeres, viudas, pecadores. Un Jesús que agradece – en
este mismo capítulo 10- a Dios por no revelarse a sabios y a entendidos sino a quienes
son como niños, dependientes y frágiles y justo antes de este episodio-en la parábola del
buen samaritano - que nuestro prójimo es cualquiera que no importando, su condición o
estrato social, religión o educación nos ofrece misericordia.