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FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES

Carrera de Pedagogía en Lenguaje y Comunicación

Proyecto curso Investigación Educativa

Ideación suicida en estudiantes de las


Facultades de Medicina y de
Filosofía y Humanidades
de la Universidad Austral de Chile

Estudiantes: Carlos Gómez, Gustavo Anguita

Profesora: Paulina Larrosa

Fecha de Entrega: jueves 16 de agosto


Problema de investigación

El suicidio es un fenómeno que ha existido a lo largo de toda la historia de la


humanidad. El sociólogo Émile Durkheim (1928) lo define como “todo caso de muerte que
resulte, directa o indirectamente, de un acto, positivo o negativo, realizado por la víctima
misma, sabiendo ella que debía producir este resultado” (p. 5). Hoy en día, en el contexto
actual, es un problema que está en aumento a nivel mundial: según la OMS, la tasa de
suicidios ha aumentado un sesenta por ciento en los últimos cuarenta y cinco años, y
actualmente se producen ochocientos mil suicidios al año (Siabato y Salamanca, 2015).

En Chile, particularmente, en tiempos recientes se han manifestado diversos casos


de suicidios juveniles -según estadísticas de la OCDE, Chile pasó de estar en el lugar
número diecisiete en cuanto a tasa de suicidio en 2011, al lugar número trece en 2013- así
como también múltiples casos de intentos de suicidio en la población joven del país. En
este sentido, es importante investigar dicho fenómeno pues, ciertamente, constituye una
problemática derivada de factores sociopolíticos y psicológicos que es necesario estudiar.
Teniendo en cuenta que el suicidio “adquiere significados y repercusiones específicas y con
frecuencia mayores cuando quienes deciden hacerlo son personas jóvenes” (Franco et al,
2017, p. 270,); es fundamental indagar acerca de lo que piensa la población joven del país
sobre el suicidio, con el fin de develar las concepciones que pueden poseer acerca del
fenómeno.

A su vez, consideramos que es importante comprobar si la concepción educativa en


la que los estudiantes están inmersos influye en la concepción sobre el suicidio que poseen,
y si, en un contexto universitario, el entorno a nivel facultativo (por académicos y
estudiantes) tiene una influencia directa en la ideación suicida; vale decir, los pensamientos
relativos al propio suicidio, de los alumnos. Hasta ahora, se han realizado investigaciones
relacionadas con el fenómeno de la ideación suicida en jóvenes, pero no muchos que estén
focalizados en un contexto educativo.

Por lo tanto, consideramos que es necesario investigar acerca de las diferencias que
pueden existir entre distintos entornos educativos sobre este problema. Para ello, nos
enfocaremos en la Universidad Austral de Chile, sede Valdivia, comparando
específicamente dos facultades que, aparentemente, son disímiles en un sentido académico:
la de Filosofía y Humanidades y la de Medicina. Decidimos focalizarnos en dichas
facultades por razones prácticas de tiempo, pero eso no significa que más adelante otra
investigación no pueda extenderse a nivel global de la universidad.

Pregunta de investigación

¿Cómo influye el entorno educativo en la concepción sobre el suicidio y en la ideación


suicida que pueden poseer los estudiantes pertenecientes a las facultades de Medicina y de
Filosofía y Humanidades en la Universidad Austral de Chile?

Objetivo general

● Comparar la influencia del entorno educativo en las concepciones sobre el suicidio


y en el nivel de ideación suicida entre los estudiantes de las facultades de Filosofía y
Humanidades; y de Medicina.

Objetivos específicos

● Descubrir las concepciones que poseen los estudiantes acerca del suicidio.
● Contrastar la influencia del entorno educativo a través de la posible ideación suicida
que poseen los estudiantes de dos facultades distintas.
● Describir la forma en que cada facultad aborda el tema del suicidio, y las
competencias respecto al tema.

Marco referencial

El suicidio es, ciertamente, un fenómeno humano profundamente complejo que ha


sido concebido y estudiado desde diversas perspectivas a lo largo de la historia: en la
Antigua Grecia, era considerado generalmente como un acto de ignominia, pues lo
socialmente aceptado era que un hombre muriera con honor, heroicamente, cumpliendo su
deber cívico en el campo de batalla. Sin embargo, existían ciertos casos en los que era
considerado aceptable, como cuando era una orden del Estado; como en el caso de
Sócrates, quien fue obligado a beber cicuta luego de un juicio que se le realizó por
acusaciones de corromper a la juventud y negar a los dioses. Según el Fedón de Platón, el
gran filósofo pudo haber escapado de su condena, pues varios de sus discípulos le tenían
preparadas rutas de escape, pero el decidió, conscientemente, provocar su propia muerte,
aun cuando su condena haya estado fundada en causas injustas, pues así lo decretaba el
Estado y él no quería vivir sabiendo que desobedeció una orden de este y que debería
continuar su vida escapando y escondiéndose.

Desde otra perspectiva, la religión predominante a lo largo de la historia del mundo


occidental, el cristianismo, considera al suicidio como un pecado, pues lo concibe como un
atentado ante la vida, de la cual sólo Dios tiene el poder para disponer. En este sentido, al
considerarlo como un asesinato, el acto del suicidio rompe el sexto de los diez
mandamientos, el «no matarás». Ahora bien, en el siglo XVIII, el filósofo escocés David
Hume abordaba el problema del suicidio bajo la premisa de que este no suponía un acto
moral, sino que más bien uno simplemente del curso natural de las cosas, ya que en su
pensamiento el ser humano como ser tan pequeño no podría alterar el orden impuesto.

También existen perspectivas sociológicas, como la de Émile Durkheim (1928),


quien concibe al suicidio como un fenómeno social, distinguiendo cuatro tipos: en primer
lugar, el suicidio egoísta, que se da en casos en que los individuos no poseen vínculos lo
suficientemente fuertes con la sociedad; vale decir, la falta de integración social hace que el
individuo tenga libertad para concretar su voluntad de suicidarse. En segundo lugar, el
suicidio altruista, que es todo lo contrario al suicidio egoísta pues se da en casos en que los
vínculos con la sociedad son tan fuertes que el individuo es capaz de dar la vida por la
sociedad; en este tipo de suicidio no hay una falta de integración social, sino que hay un
exceso de esta.

En tercer lugar, está el suicidio anómico, que se da en sociedades en que hay una
falta de regulación, lo que lleva a que los deseos de las personas no estén limitados en
ningún sentido; por lo tanto, en este tipo de sociedades algunas personas pueden llegar a
poseer la voluntad de quitarse la propia vida, sin que la sociedad le pueda poner un límite a
dicho deseo. En cuarto lugar, está el suicidio fatalista, que sucede en sociedades en que
existe un exceso de regulación, por lo que la libertad individual de las personas se vuelve
casi nula, por lo tanto, algunos individuos pueden considerar que el único medio de escape
ante la opresión que sufren es el acto de quitarse la propia vida.

Desde una perspectiva filosófica contemporánea, existe, por ejemplo, la del filósofo
Albert Camus (2016), quien señala en su ensayo Le mythe de Sisyphe, publicado
originalmente en 1942, que el suicidio es también un problema individual y existencial.
Según el célebre pensador de mediados del siglo XX, el suicidio es el único problema
relevante de ser establecido, desde una perspectiva filosófica, y su mirada está puesta en el
suicidio no como la voluntad de morir, sino como la de dejar de vivir. A su vez,
contraponiéndose en cierto sentido a Durkheim, concibe al suicidio como un problema a
nivel del ser, y no como uno de carácter social; más bien lo considera un fenómeno basado
en la comprensión o en el tomar consciencia del sistema que domina a la existencia
humana, y en cómo el ser individual puede considerar no afrontar o negar dicha existencia.

Además, existe la perspectiva psicoanalítica de Freud, que considera dos tipos de


pulsiones en la parte inconsciente de la mente humana: Eros, la pulsión de vida; y,
Thanatos, la de muerte. El suicidio, entonces, se entiende como una acción causada debido
a que, en la mente del suicida, su anhelo de muerte es superior a su anhelo de vida (Pepiol,
2015). A su vez, desde el área de la salud, existe una predominancia por una perspectiva
biomédica que involucra estudios de disciplinas tales como la psiquiatría, la epidemiología
y la psicología.

A pesar de la presencia de diversas perspectivas de estudio, es válido considerar que


el suicidio es un fenómeno que involucra diversos factores psicológicos, sociales y
culturales; y que su comprensión en un sentido investigativo se construye a través del
estudio de las manifestaciones de la suicidalidad presente en las personas, que se expresa a
través de “ideas, gestos, e intentos, llegando incluso a la propia consumación del hecho”
(Franco et al, p. 271). Sin embargo, insistimos en que es indudable que el suicidio es “un
comportamiento complejo producto de una multiplicidad de factores que la investigación
en el tema aún no termina de precisar” (Sánchez et al, p. 4); por lo tanto, es necesario seguir
llevando a cabo estudios con respecto a este problema.

En este sentido, un concepto que es importante de estudiar es el de ideación suicida,


que se puede definir como la “presencia de pensamientos relacionados con la intención de
ocasionarse la propia muerte” (Calvo et al, p. 127). Vale decir, la ideación suicida es un
paso previo de contemplación sobre quitarse la propia vida; que puede desencadenar en un
intento o, finalmente, en la concreción misma del suicidio. Todo individuo que acaba con
su vida de manera deliberada tuvo previamente un margen de ideación suicida, es decir,
manifestó pensamientos relativos a causar su propia muerte. Por lo tanto, existe una
relación progresiva entre ideación suicida y su concreción: en palabras de Sanchez et al,

el suicidio se conceptualiza de esta forma como un proceso, pues este


implica un conjunto de acciones con las que se asume que una persona busca
quitarse la vida. Por lo anterior, es importante estudiar los procesos que
anteceden a los suicidios como son la ideación y el intento para así conocer
y atender esta problemática. (p. 5)

Actualmente se han llevado a cabo diversos estudios que hablan sobre causas,
factores de riesgo, psicopatologías, implicancias o problemas relacionados con el fenómeno
de la ideación suicida y el suicidio. Particularmente, señalando trabajos que se hayan
enfocado en la población joven y en un contexto educativo universitario, se deben
mencionar ciertas investigaciones realizadas en Colombia, como el estudio sobre los
factores asociados a la ideación suicida en estudiantes universitarios de Siabato y
Salamanca (2015), quienes analizan las relaciones existentes entre el fenómeno de la
ideación suicida y factores como depresión, eventos vitales estresantes, impulsividad o
dependencia emocional. En dicha investigación, “la prevalencia de ideación suicida en la
población objeto de estudio fue del 31%” (p. 77), dato que corrobora otras investigaciones
que señalan que al menos la cuarta parte de los estudiantes universitarios tiene
pensamientos recurrentes sobre su propia muerte.

En Chile, en un contexto educativo universitario, Micin y Bagliadi (2011) realizaron


una investigación sobre la relación entre psicopatologías y conducta suicida en estudiantes
de una universidad que acuden al servicio de salud de dicho establecimiento educativo. En
dicha investigación, señalan que “tanto las características propias del ciclo vital como las
demandas de la vida universitaria, hacen esperable la emergencia de cuadros adaptativos
como señal sintomática de tránsito a la vida adulta” (p. 63). Vale decir, el entorno educativo
puede ejercer una influencia significativa en el desarrollo de problemas adaptativos y en la
ideación suicida de los estudiantes, quienes atraviesan una etapa de vida que es de por sí
compleja.

A su vez, también en Chile existen estudios sobre factores de riesgo asociados al


suicidio: destacamos la investigación de Salvo y Melipallán (2008), quienes analizan la
relación entre la suicidalidad y diversos elementos como la edad o el género; y señalan que
factores como “la autoestima, cohesión familiar, adaptabilidad familiar y apoyo social
también se relacionan de modo significativo” (p. 118) con el suicidio, pero que no han sido
investigados a fondo.

Metodología

El enfoque de nuestra investigación es cualitativo pues lo que nos interesa es


comprender las concepciones particulares de los estudiantes, de acuerdo a sus vivencias
personales. El enfoque cualitativo nos será muy útil para ello, pues su finalidad son las
vivencias, discursos, historias y experiencias que reflejen la forma de pensar de los
integrantes del grupo de que se investiga, así como para el grupo que investiga. En palabras
de Neuman (1994) el que investiga “entiende a los miembros que son estudiados y
desarrolla empatía hacia ellos; no solamente registra hechos objetivos «fríos»”. Esta
perspectiva no solo busca que como grupo investigador describamos y exploremos la
realidad que se está observando, sino que también debemos comprenderlo y vivir dentro del
discurso en que los sujetos de investigación se desenvuelven, y cómo esto afecta a su
percepción sobre el tema que abordamos: la ideación suicida. La búsqueda por tanto estará
enfocada en entender desde una perspectiva investigativa el cómo los estudiantes llegan a
este pensamiento y el por qué sobre el discurso que manejan de la ideación suicida. Se debe
tener en cuenta que al analizar desde esta perspectiva es inevitable que la percepción de los
investigadores tenga parte en ella, por lo que deberemos tratar de reducir al mínimo esta
pero teniendo siempre en cuenta que esa percepción es necesaria.

Debido a la complejidad de la investigación y la necesidad de abordar la mayor


cantidad de perspectivas posibles respecto al problema que se investiga, es necesario el uso
de al menos tres técnicas: Observación participante, grupo focal y entrevista en
profundidad.

La observación participante será de vital importancia, esto porque nos ayudará a


comprender e interiorizar de una manera más genuina el ambiente en que los sujetos de
investigación se desenvuelven, además nos provee una visión general del panorama en
cuanto a facultad y con ello nos permite especificar en la muestra que queremos investigar.
La inserción además en aquellos ambientes nos dará la posibilidad de establecer conexiones
dentro de la facultad y con ello se nos abre la posibilidad de lo que se conoce en
investigación social como efecto bola de nieve, y así acceder a situaciones de las que no
sospechábamos. Para ello por tanto será necesario la utilización de diarios de campo que
nos permitan registrar todo lo relevante e incluso lo aparentemente irrelevante a la
investigación.

El grupo focal es necesario pues consiste en la formación de grupos que reúnen


más de una visión sobre el tema abordado, y así, se pueden generar opiniones diversas
dentro de un grupo a través de un diálogo, desde donde se pueden percibir y obtener
informaciones que no se habían esclarecido previamente. El diálogo será lo más libre
posible, pero tendrá que someterse a una pauta que lo guíe y lo mantenga dentro de la
relevancia para la investigación. Estas sesiones se establecerán en grupos pequeños (de no
más de 5 personas), las cuales durarán una hora como máximo, y para mantener todo dentro
del marco de relevancia, los integrantes del grupo funcionarán como moderadores.

La entrevista a su vez nos ayudará una vez realizadas las dos técnicas anteriores, ya
que en este grupo de entrevistados ingresarán los sujetos que hayan sido seleccionados en
base a los datos obtenidos antes, de esta forma se busca que la entrevista reúna a los
representantes de facultades y que permitan reproducir un panorama global de ambas, para
así lograr la comprensión en su máxima extensión del discurso que circula en ellas y cómo
influye en los alumnos. Utilizaremos la entrevista semiestructurada o focalizada, la cual
guía la conversación que se establece pero sin controlar en exceso el diálogo y así permitir
que podamos conocer todo lo relevante posible.

El universo son los estudiantes pertenecientes a las dos facultades estudiadas: la


Facultad de Medicina; y la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral
de Chile. Estos ámbitos fueron seleccionados, ya que, representan dos sectores que tienden
a divergir en cuanto a pensamiento y por tanto en el discurso, por lo que esto podría ayudar
en la necesidad de establecer más de una perspectiva en la investigación y otorgarle una
visión panorámica respecto a la universidad. Esto nos permite reproducir un pensamiento
generalizado y no una visión parcializada centrada en solo una forma de pensamiento.
A su vez, la muestra consiste en estudiantes seleccionados bajo ciertos requisitos:

● Estudiantes pertenecientes a las facultades de Medicina y de Filosofía y


Humanidades de la Universidad Austral de Chile, que lleven cursados al menos dos
años académicos en alguna de aquellas facultades.
● Estudiantes que hayan tenido previamente intentos o ideación suicida en sus
historias de vida.
● Estudiantes que cumplan ambos requisitos y que deseen voluntariamente participar
en la investigación.

Referencias bibliográficas

Calvo, J., Sánchez, R. y Tejada, P. (2003). Prevalencia y Factores Asociados a Ideación


Suicida en Estudiantes Universitarios. Revista salud pública. N°5 (2), pp. 123-143.
Bogotá.

Camus, A. (2016). Le mythe de Sisyphe. París: Editions Gallimard

Durkheim, E. (1928). El suicidio, estudio de sociología. Madrid: Editorial Reus.

Franco, S., Gutiérrez, M., Sarmiento, J., Cuspoca, D., Tatis, J., Castillejo, A., Barrios, M.,
Ballesteros-Cabrera, M., Zamora, S. y Rodríguez, C. (2017). Suicidio en estudiantes
universitarios en Bogotá, Colombia, 2004–2014. Ciência saúde coletiva, 22(1), pp.
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Micin, S. y Bagliadi, V. (2011). Salud Mental en Estudiantes Universitarios: Incidencia de


Psicopatología y Antecedentes de Conducta Suicida en Población que Acude a un
Servicio de Salud Estudiantil. Terapia Psicológica, 29 (Nº 1), pp. 53-64. Santiago
de Chile.

Neuman, W. (1994). En Sampieri, R., Collado, C., Lucio, P. (Ed.). Social work research &
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Investigación (5ta Ed.). McGraw – Hill Interamericana. Disponible en
http://metodoscomunicacion.sociales.uba.ar/files/2014/04/Hernandez-SampieriCap-
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Pepiol, M. (2015). Freud: un viaje a las profundidades del yo. Barcelona: Editorial Salvat.

Salvo, L. y Melipallán, R. (2008). Predictores de suicidalidad en adolescentes. Revista


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Sánchez, J. C., Villarreal, M. E., y Musitu, G. Capítulo 12. Ideación suicida. Recuperado de
https://www.uv.es/lisis/sosa/cap13/cap12-ideacion-suic-trillas-13.pdf

Siabato, E. y Salamanca, Y. (2015) Factores asociados a ideación suicida en universitarios.


Bonaventuriana: Psychologia: avances de la disciplina, 9(1), pp. 71-81.
Buenaventura.

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