Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
169 vistas4 páginas

La Apostasía

Descargar como odt, pdf o txt
Descargar como odt, pdf o txt
Descargar como odt, pdf o txt
Está en la página 1/ 4

Tema 162: La apostasía

Video del tema 162

Autor: Franz Hidalgo


Del diccionario bíblico ilustrado:
APOSTASIA Transcripción exacta de la palabra griega apostasía (defección, revuelta), que en el griego
clásico era un término técnico de la política; p. ej., la rebelión contra el poder gubernamental, sea el rey
o la patria. Este significado secular se conserva en la LXX ( Gn 14.4 ; 2 Cr 13.6 ; Ez 17.15 ; Neh 2.19 ;
6.6 ), traducción de la raíz hebrea mrd , «rebelarse».
El sentido religioso de apostasía es de origen bíblico. Señala en sentido amplio rebelión contra Dios. Es
decir, no obedecerlo ya sea por seguir falsos dioses (la idolatría) o desviación moral de la Ley. En la
LXX ya aparece con este significado ( Dt 32.15 ; Jos 22.18-23 ; Jer 2.19 ; 3.14 ; Dn 9.9 ). Ejemplos de
la apostasía en el Antiguo Testamento son los reyes Acaz ( 2 Cr 29.19 ), Manasés ( 2 Cr 33.19 ) y el
pueblo de Israel ( Is 1.2-4 ; Jer 2.1-9 ). En el judaísmo tardío la adopción de prácticas religiosas
paganas de los judíos se consideraba la apostasía «del pacto santo» ( 1 Mac 1.15 ), «de la religión de
sus antepasados» ( 1 Mac 2.15,19 ) y de «las leyes» ( 2 Mac 5.8 ).
Cuando nos referimos a la Apostasía dentro de la Iglesia, tenemos dos puntos que tomar en cuenta:
Alguna persona, que renuncia a su fé para irse por otra o simplemente como dicen algunos: ya no creer.
Ésta apostasía es muy común y la vemos constantemente desde Martín Lutero con más fuerza y
recientemente con tantas sectas y/o religiones que vemos nacer a cada momento. De acuerdo con el
Profesor B.J. Oropeza, Ph.D. las causas de la Apostasía pueden ser:
Tentaciones: idolatría, inmoralidad sexual, codicia, etc
Engaños: cristianos que encuentran herejías y falsas enseñanzas difundidas por falsos maestros y
profetas que amenazaban con seducirlos fuera de su devoción pura a Cristo.
Persecuciones: cristianos que fueron perseguidos por los poderes gobernantes de la época por su lealtad
a Cristo.
Entonces, La Apostasía es el abandono de la verdadera Fe para pasar a la militancia activa en contra de
la fe dejada detrás. No es un cambio de Iglesia, es una guerrilla desatada a la fe que abundante, a esto
se le llama el “Síndrome del Divorciado”. Una persona conscientemente culpable del fracaso del
matrimonio pero que no es honesta comienza a poner toda la culpa de su fracaso en la otra parte para
auto justificarse. Así lo apostatas que interiormente se siente culpables del abandono de su fe por
presiones internas o externas comienzan por echar la culpa de su apostasía a los errores de la Iglesia.
Estos se hacen militantemente agresivos y ácidos en contraste con quien encuentra una verdad que lo
hace tolerante hacia el equivocado. Estas personas “Apostatas agresivos” no quieren convencer, quieren
herir, quieren denigrar, quieren ofender a quienes su subconsciente les dice que están manteniendo una
actitud digna, es un problema espiritual y emocional.
El Apostata no oye, el apostata no quiere entender, el apostata no quiere dialogar, el apostata quiere
destruir lo que para él es un reproche interno de su fracaso.
Jesús nos avisa:
Mateo 24, 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12 y por haberse
multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será
salvo.
23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal
manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
25 Ya os lo he dicho antes. 26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está
en los aposentos, no lo creáis.
Hay una apostasía mayor, conocida como la Gran Apostasía, que Pablo nos habla de ella:
2 Tesalonicenses 2 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él,
os rogamos, hermanos, 2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os
conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día
del Señor está cerca.
3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se
manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que
se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose
pasar por Dios.
5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6 Y ahora vosotros sabéis
lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta
que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor
matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; 9 inicuo cuyo
advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, 10 y con todo
engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser
salvos.
11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12 a fin de que sean
condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Ésta gran apostasía es en realidad una señal del fin de los tiempos y ya no se trata de aquellos que salen
de la Iglesia, si no que, dentro de la Iglesia, enseñan con falsedad, tanto que dice que se sienta en el
templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. La advertencia es muy clara, pues en este
sentido después del Concilio Vaticano II han aparecido sacerdotes, laicos, teólogos y hasta obispos que
se empeñan en contradecir y enseñar doctrina diferente a la de la Iglesia, haciendo sus propias doctrinas
e interpretaciones como si fueran verdaderas. Sigue Pablo:
1 Timoteo 4,1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la
fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
Podemos leer que sigue advirtiendo los tiempos finales y lo triste es como los fieles les hacen caso y les
siguen.
1 Juan 4,1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos
falsos profetas han salido por el mundo.
Aquí no solo advierte, si no que nos pide a nosotros, a cada uno de nosotros, tener cautela y probar si es
de Dios o no, pues sus doctrinas son del mundo.
2 Juan 1, 9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que
persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
Y aquí Juan nos da una pista preciosa: Tu perseveras en la doctrina de Cristo (de la Iglesia) o te fuiste a
la primera, porque no te gustó algo o alguien y le echas la culpa, una característica del cristiano es la
perseverancia, pero cuantos hermanos se van con los primeros vientos y terminan anunciando falsos
evangelios, si perseveras en su doctrina tienes al Padre y el Hijo, si no, es hora que analices tu
situación.
1 Juan 2, 24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído
desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Juan insiste, si pones oídos en otros, en otra doctrina te alejas tu solo de la verdad que es Cristo Jesús,
pero insistes: Es que éste o aquel me enseñó la verdad . . . . y yo te pregunto ¿Cuál verdad, la suya, la
tuya, la que te conviene a título personal? Solo hay una verdad, Cristo camino, verdad y vida, y su
doctrina fue confiada a los apóstoles y esto a su vez dejaron sus sucesores.
2 Pedro 2,1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos
maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los
rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por
causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, 3 y por avaricia harán mercadería de
vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su
perdición no se duerme.
20 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento
del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a
ser peor que el primero.
21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo
conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
22 Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a
revolcarse en el cieno.
Es impresionante cómo las escrituras nos han advertido y muchos siguen ciegos. Les presentaba
primero como Cristo nos advirtió y fue tan claro que el mismo Pablo retoma el tema para cuidarnos,
para cuidar la Iglesia, Juan hace lo suyo en sus cartas y Pedro, a quien llamamos nuestro primer Papa
también lo anuncia y con palabras bien fuertes. Retoma la gran apostasía que inicia dentro de la Iglesia
a como hemos expuesto anteriormente. Su anuncio advierte aún a aquellos que conociendo la palabra,
quienes recibieron el Espíritu Santo, yo diría sin temor aquí que se refiere a Obispos, sacerdotes,
teólogos y demás maestros de la Iglesia, incluyendo a los catequistas, quienes conocieron al Dios vivo
y verdadero, pero cayeron nuevamente en el pecado y se vuelven por caminos de injusticia, impiedad y
mundanos.
Muchos enseñan su propia verdad, pero es contraria al evangelio, como ángel de luz vienen, pero con
doctrinas mentirosas, falsas. Mas Cristo nunca nos ha quedado mal y yo me confío en sus palabras:
Mateo 16, 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mateo 28, 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Juan 14, 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre
Por eso hermanos no hay que temer, agárrense fuerte de Dios, con la oración, los sacramentos, la
Palabra y sobre todo de su amor. Vendrán tiempos difíciles, mas con Cristo todo lo puedo, paz y bien.
Fuentes: La biblia. Apologética Siloé. Apóstoles de la Palabra. Diccionario Bíblico Ilustrado.

También podría gustarte