Experiencia Estética y Hermenéutica en Jauss PDF
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Doctor
Diego Pineda
Decano Académico
Facultad de Filosofía
Apreciado Diego.
Por medio de esta carta quisiera presentar el trabajo de grado de Diana Castello cuyo
título es Experiencia estética y hermenéutica literaria en Jauss. La configuración de
un receptor activo, para optar al título de Filósofa.
Tomando como punto partida la posición crítica que Jauss asume con relación a las
teorías literarias de su tiempo, Diana desarrolla la teoría de la recepción del filósofo
alemán exponiendo la difícil articulación que éste establece entre experiencia estética y
hermenéutica literaria. A la luz de esta articulación, la autora de este trabajo configura,
de un modo cuidadoso, la teoría jaussiana de un receptor activo que es capaz de recrear
la obra una y otra vez.
Este es un trabajo juicioso que presenta paso a paso la difícil relación entre la filosofía y
la literatura en Jauss. Por tanto, considero que cumple a cabalidad las condiciones para
ser defendido.
Atentamente,
5
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS ..................................................................................................... 5
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 8
CAPÍTULO PRIMERO
CONTEXTO Y NACIMIENTO DE LA ESTÉTICA DE LA RECEPCIÓN .................................... 11
CAPÍTULO SEGUNDO
LAS TRES MODALIDADES DE LA EXPERIENCIA ESTÉTICA EN JAUSS.............................. 23
CAPÍTULO TERCERO
HERMENÉUTICA LITERARIA: UN PUENTE HACIA LA COMPRENSIÓN DEL OTRO ............. 32
CAPÍTULO CUARTO
HORIZONTE DE EXPECTATIVAS: EL ENCUENTRO ENTRE EL LECTOR Y EL TEXTO........... 46
CONCLUSIÓN .............................................................................................................. 59
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 64
INTRODUCCIÓN
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hermenéutica filosófica y la hermenéutica literaria. En la segunda sección, se explicarán
las nociones claves de la hermenéutica filosófica de Hans-Georg Gadamer de las que
Jauss se apropia y a partir de las cuales se inspira para crear su teoría de la hermenéutica
literaria. Con estas bases claras, se pasa en la tercera sección, a la hermenéutica literaria
y al vínculo que guarda con la experiencia estética. La relación entre ambas será
determinante para comprender completamente la figura del receptor activo. Por último,
se mostrará cómo la hermenéutica literaria permite la aproximación a mundos diferentes
y ajenos, este encuentro entre mundos es también placentero.
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CAPÍTULO PRIMERO
CONTEXTO Y NACIMIENTO DE LA ESTÉTICA DE LA RECEPCIÓN
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posibilidad de considerar las condiciones históricas específicas de los receptores.
Además, introduce una nueva concepción de la recepción al conectar las
interpretaciones de una obra que se han dado en el pasado, con las que se dan en el
presente o las actuales y establecer así un lazo con las que surgirán en el futuro. Es
precisamente esta conexión que se da entre varias épocas históricas lo que lleva a que el
sentido de la obra pueda ampliarse, enriquecerse y transformarse. Con respecto a la
dimensión histórica y temporal, la estética de la recepción le otorga igual importancia a
la dimensión sincrónica y a la diacrónica.
No se puede dejar de lado la concepción marxista del arte para hacerse una idea
adecuada del programa de la Escuela de Constanza. El marxismo afirma que la historia
del arte y la de la literatura están inmersas en el proceso general de la historia, por este
motivo, estas se relacionan con la producción material de los hombres y con su vida
social. De lo anterior, se puede concluir que el marxismo sí considera el aspecto
histórico de la ciencia literaria. No obstante, a la estética de la recepción: ―no le parece
acertada la equiparación de los fenómenos culturales a los económicos y sociales, ni por
supuesto la teoría del reflejo‖ (Iglesias, 1994, p. 46). Considera que la estética marxista
al reducir el arte a una función reproductora de la realidad recurre sobre todo a
elementos que van más allá de la obra para poder explicar cómo tiene lugar el goce
artístico. En especial, el marxismo es limitado porque no estudia la influencia que tienen
las obras de arte sobre la sociedad y los cambios que son capaces de generar.
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detallado de las obras literarias en cuanto a su estructura, forma y contenido. Pero, este
análisis no tenía en cuenta al lector ni la reacción que una obra literaria podía generar en
él. Tampoco, consideraba la dimensión temporal dentro de sus reflexiones. Por los
motivos anteriores, la Escuela de Constanza debía tomar distancia.
Para concluir este apartado sobre la posición de la Escuela de Constanza con relación
a los movimientos literarios en boga en su tiempo, es importante resaltar la integración
que hace de los elementos pertenecientes al formalismo y al marxismo. Del primero,
acoge la preocupación central por la estética y, del segundo, el interés por la historia. A
partir de esta unión fundamental entre estética e historia es que tendrá lugar la propuesta
de una nueva historia de la literatura. Para poder entender los cambios que ocurrieron
desde el Renacimiento hasta mediados del siglo XX, Jauss introduce la noción de
paradigma que toma de Kuhn y modifica para hacer un esquema de la evolución de la
ciencia literaria. Lo anterior, con el propósito de distinguir la estética de la recepción del
resto de paradigmas que se habían planteado hasta ese momento.
14
La estética de la recepción como un nuevo paradigma: entre la
literatura y la historia
Teniendo esta noción clara, se empieza a entender por qué Jauss cree que la estética
de la recepción puede representar un nuevo paradigma. Pues, la ruptura que genera el
paradigma emergente en los años sesenta con respecto a los paradigmas anteriores se
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produce porque las propuestas de éstos resultan insuficientes para responder a los
nuevos interrogantes que surgen con relación al público lector: la Escuela de Constanza
aparecerá para llenar este vacío.
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por el cual hay un cambio de énfasis con respecto al paradigma anterior es porque se
quiere entender qué tipo de relación tiene la literatura contemporánea con la literatura
antigua, como lo afirma Capdevila i Castells (Cfr, Capdevilla i Castells, 2005, p. 27) en
su tesis. A lo anterior, este autor responde, siguiendo a Jauss, que es imposible medir las
expresiones artísticas de épocas tan diferentes con el mismo criterio de perfección y
belleza. La razón es que es imprescindible en la apreciación de la belleza y el arte, el
aspecto histórico. En otras palabras, las condiciones históricas, los gustos y costumbres
de las personas de una época y un lugar determinado influyen notablemente en la
percepción de los objetos bellos y en su enjuiciamiento según los cánones vigentes.
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que existe entre la obra de arte y el mundo, de manera que aquélla ya no se conciba
como un objeto aislado. Este aspecto reduccionista del formalismo ya había sido
identificado por Spitzer quien propone un método basado en la comprensión que
permita unificar el pasado con el presente. El segundo reto, sugerido por Werner
Krauss, hace referencia a la comprensión del arte que tiene el marxismo.
Específicamente, Krauss critica la unilateralidad de la teoría del arte como reflejo de la
sociedad. Como consecuencia, busca que se tome en consideración la influencia del arte
sobre la sociedad. Por último, el tercer reto sugiere aproximarse a los estudios literarios
desde la perspectiva diacrónica y sincrónica, resultando así, un análisis novedoso con
respecto al formalismo y al estructuralismo que sólo consideraban la dimensión
sincrónica. Jauss afirma, siguiendo a Frye, que al tener en cuenta las dos dimensiones es
posible acceder al significado de las obras.
De acuerdo con los aportes de los tres retos es preciso que la ciencia literaria cambie
su manera de analizar las obras; surge así el nuevo paradigma. Con éste se integrarán a
la experiencia estética los siguientes aspectos, a saber: el temporal, el social y la historia
de los efectos o los efectos producidos por la obra literaria. La estética de la recepción,
como lo menciona Jauss en el prólogo de Experiencia estética y hermenéutica literaria,
es una praxis estética con tres funciones básicas: poiesis, aisthesis y catarsis. En otras
palabras, la función productiva, receptiva y comunicativa de una obra de arte. Según la
teoría de este filósofo los tres aspectos de la praxis estética proporcionan placer al
receptor. Además de los elementos que se han mencionado, la estética de la recepción
resulta novedosa, en especial, porque es una teoría dirigida al ámbito de la vida de la
cual se hablará más adelante. No es simplemente una teoría que reflexiona en torno a
una característica específica que determina a la obra de arte como lo hacían los
movimientos literarios anteriores. De igual manera, la pregunta que Jauss formula es
nueva porque es la primera vez que se incluye dentro de la historia de la ciencia literaria
al receptor y su aporte en la interpretación de una obra de arte.
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experiencia estética se caracteriza, en primera instancia, por una curiosidad que aporta
una nueva forma de ver al objeto que es considerada como una función descubridora y
que también genera placer; en segunda instancia, por su ―rebeldía‖. Este carácter que el
mismo Jauss describe como rebelde presenta una ambigüedad, a saber: por un lado, su
función trasgresora que desafía al orden establecido (sociedad burguesa o autoridad
religiosa), por otro lado, su fuerza imaginativa que le permite a los lectores idealizar
situaciones concretas para olvidar los sufrimientos mediante las satisfacciones que
proporciona el placer estético. Jauss establece una conexión cercana entre la ―rebeldía‖
y la libertad de la experiencia estética, es decir, la capacidad mediante la ficción de
sugerir cuestiones indiscretas que son capaces de impactar y generar un cambio en una
cosmovisión específica. Para complementar lo anterior, habría que decir que la
experiencia estética es la apertura a otro mundo más allá de la realidad cotidiana y esto
será indispensable para la liberación del ánimo de los lectores y de los espectadores.
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Pero, de forma paradójica, son dos de los pensadores más citados por la escuela de
Frankfurt los que le van a dar la clave a Jauss para la defensa del placer estético y
consecuentemente para plantear con ello las experiencias de la poiesis, la aisthesis y la
catarsis. Estos pensadores son Marx y Freud. No es la intención de este trabajo ahondar
en la concepción de placer de cada uno de ellos, sino retomar algunas de sus ideas como
directrices en la postulación de la experiencia estética de Jauss.
1 ―El significado más antiguo de Geniessen (= disfrutar) – «usar y beneficiarse de algo» –tiene hoy
un uso obsoleto o reservado a los lingüistas. […] El significado de «participación y apropiación»,
inherente al término alemán, y el sentido específico de «alegrarse por o de una cosa» se mezclan, en esta
época formando una unión característica‖ (Jauss, 1986, p. 59). La historia de este término ha llevado a
una separación entre el placer y la vida cotidiana. Precisamente la misión de Jauss consiste en recuperar
este significado antiguo y volver a introducir el placer en el ámbito de la vida.
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acontecer histórico para crear nuevas manifestaciones artísticas. La siguiente cita
complementa esta idea: ―Por primera vez al artista no le es suficiente con representar:
debe crear, contribuir a la creación de una sociedad nueva, un hombre nuevo, capaz de
pensar y sentir de otra manera‖ (Bozal, 1999, p. 166). Esta idea de la creación será
fundamental para el aspecto productivo de la experiencia estética en el pensamiento de
Jauss.
Así como la estética marxista 2 se proyecta hacia un futuro, con Freud la estética
psicoanalítica remite a un pasado y, por consiguiente, es una vuelta a lo reprimido por el
sujeto, vuelta de la cual se puede obtener placer estético. Esta propuesta psicoanalítica
se puede entender desde una dimensión estética que tiene como centro el recuerdo y el
reconocimiento de las experiencias pasadas. Según Freud, esta experiencia del pasado
que resulta placentera cumple la función de generar una distancia estética, ya sea de
desahogo o de defensa y es análoga a lo que sucede en una obra de teatro o en una obra
literaria. Ahora bien, la distancia estética permite que el espectador o el lector disfrute
de aquello que usualmente en la vida cotidiana no le es posible disfrutar. A partir de esta
distancia es que Freud propone la ilusión estética como una manera de satisfacción en el
placer estético que ocurre, principalmente, porque el espectador no se encuentra
involucrado de forma directa con en el sufrimiento de las situaciones representadas y es
consciente de que es un juego del cual no se van a derivar daños para su seguridad
personal. Es precisamente por la ilusión estética y el placer estético de la identificación
que se abre la posibilidad de sentir experiencias ajenas. Finalmente, la estética
psicoanalítica de Freud tiene para Jauss una cualidad especial: recuperar el tiempo
perdido.
2
Entrando más en detalle, la estética marxista es un conjunto de tendencias que se extraen del
pensamiento de Marx y Engels por lo que admiten varias interpretaciones, como lo afirma Bozal en su
artículo Estética y marxismo. Lo anterior, se debe en gran medida a que las reflexiones que hacen estos
dos filósofos acerca del arte, la literatura y la estética presentan un carácter fragmentario y no componen
de ninguna manera un sistema. Aun así es posible rastrear en las diversas manifestaciones de la estética
marxista un interés por las relaciones sociales y la manera en que el arte las manifiesta, o si se prefiere,
pretenden entender a través del arte la relación entre hombre y mundo.
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segunda al futuro y juntas confluyen para generar una experiencia en el presente que es
capaz de enriquecer el significado de las obras de arte a través de una interpretación
renovadora que va de la mano de una situación histórica concreta. Además, ambas
estéticas ayudan a comprender nociones como la fusión de horizontes y la hermenéutica
literaria en la medida en que vinculan el presente con el pasado y el futuro. La
aproximación que hace Jauss a éstas dos estéticas y a la hermenéutica hace manifiesta la
historicidad que este filósofo quiere integrar en su pensamiento.
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CAPÍTULO SEGUNDO
LAS TRES MODALIDADES DE LA EXPERIENCIA ESTÉTICA EN JAUSS
24
hombre, ―es la primera vez que se tematiza la alegría de producir, ‹‹el cantar al cantar››‖
(Jauss, 1986, p. 97). Lo anterior, hace alusión a la libertad y al placer que siente el poeta
al producir. Adicionalmente, la poesía expresa aquello que había permanecido en
silencio por mucho tiempo porque había sido reprimido u olvidado. Mediante esta
actividad estética el poeta tiene la capacidad de hacer recordar. Con lo que de nuevo se
hace evidente la importancia de retomar el pasado para la creación de la experiencia
estética.
25
creador de la obra. Finalmente, es por la actividad productiva de los receptores que las
obras de arte de la modernidad son placenteras.
26
tiene para la estética el saber poiético, es decir, un saber que se basa en la sensación, la
sensibilidad, la imaginación y el recuerdo para la creación de una obra. No se puede
dejar a un lado el hecho de que con el desarrollo del arte moderno la obra se vuelve
polifacética, por lo que ella no está completamente establecida y con diferentes
interpretaciones y aproximaciones es posible actualizarla y renovar sus contenidos de
forma constante.
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que esta parte de la experiencia estética debe ser abordada detenidamente debido a que
ha sido poco desarrollada en la historia del placer estético. De igual modo, el filósofo de
la Escuela de Constanza quiere descubrir los efectos de la experiencia estética que han
sido ignorados en el pasado. Para aproximarse a la categoría de la catarsis se basa en las
definiciones y reflexiones que hacen Aristóteles y Gorgias al respecto, para luego hacer
un recuento histórico de cómo ha ido cambiando la concepción del placer catártico en
las diferentes épocas. Para Jauss:
Es por medio de esta experiencia que es posible liberar el ánimo del espectador de sus
intereses prácticos y de las opresiones de la realidad cotidiana y permitirle, de esta
manera, sentir placer con una obra o con la representación de una situación particular en
el teatro. Esta experiencia tiene, también, una función social que consiste en la
comunicación, inauguración y justificación de normas de conducta como lo menciona el
filósofo alemán (Cfr. Jauss, 1986, p. 76). Asimismo, esta función tiene la capacidad de
cuestionar modelos de conducta tradicionales y reemplazarlos por otros nuevos. Si bien
la experiencia catártica puede abrir a los individuos hacia la sociedad y promover las
relaciones entre ellos, tiene otro matiz que involucra exclusivamente al observador y su
placer en el objeto. Basándose en los rasgos anteriores, Jauss proclama a la catarsis
como la función comunicativa de la experiencia estética que hace evidente el carácter
intersubjetivo de la misma.
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propósito de efectuar la purificación. De aquí que, lo imaginario tenga un lugar
privilegiado en la concepción aristotélica de la catarsis.
Durante la modernidad hay una crisis de la experiencia catártica y con ella surgen
dos posiciones que la asumen de manera diferente. En primer lugar, Rousseau
reinterpreta la noción cristiana de la compasión y termina por entenderla como la única
virtud natural necesaria para los hombres en estado de naturaleza. En otras palabras, la
compasión es una virtud particular que le permite a los hombres mantener un lazo social
y evitar así que su instinto de conservación prevalezca y que el género humano
desaparezca. Por este motivo, la compasión es primordial para fomentar la solidaridad
entre los hombres. De cualquier modo, Rousseau critica la catarsis aristotélica porque
cuestiona que se pueda reproducir en el escenario un sentimiento natural como la
compasión. Más aún, considera que la capacidad catártica del arte es un método poco
apropiado para comunicar y promover la compasión y la solidaridad entre los
individuos. Lo anterior, porque este filósofo afirma que el teatro no es capaz de cambiar
la mala situación social, sino todo lo contrario, refuerza las situaciones y las relaciones
existentes (Cfr. Jauss, 1986, p. 176). Finalmente, Rousseau rechaza tanto al teatro como
al arte en general y aspira hacia una vida sencilla que no involucre al arte ni a la
imaginación como lo menciona Jauss en su obra Experiencia estética y hermenéutica
literaria.
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catártica Brecht considera que es necesario crear un arte dramático no aristotélico. La
crítica que le hace a la catarsis aristotélica le resulta interesante a Jauss porque: ―la
reduce a una postura de ‹‹simpatía hacia los personajes representados››, y, por tanto, a
una aceptación irreflexiva de sus normas de conducta o ‹‹imágenes del mundo››‖ (Jauss,
1986, p. 177). A partir de esta crítica el escritor se pregunta por la manera en la que el
teatro moderno pueda ser didáctico y entretenido a la vez. Brecht busca un modo eficaz
de presentar las normas de conducta y de motivar al espectador, mediante la
representación teatral, a un transición de una reflexión crítica solitaria a una actuación
solidaria.
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Luego de que la experiencia estética ha comunicado su significado, el receptor puede
optar entre dos caminos: el primero, consiste en seguir actuando de la misma manera
que lo hacía antes de percibir la obra, lo que significaría que perseveró en la
contemplación placentera y solitaria de la obra. El segundo, modifica su vida práctica,
es decir, cambia su actuación diaria, su comportamiento y sus relaciones con los otros.
Para seguir este camino la obra tuvo que haber impactado al espectador con el propósito
de hacerlo pasar por el momento placentero de la contemplación a la función social de
la experiencia catártica. Únicamente, se llega a esta fase cuando el mensaje se transmite
de manera efectiva y logra convencer al observador de seguir la propuesta de lo
ejemplar y de imitar un modelo de conducta sugerido. En suma, los efectos
comunicativos de la experiencia estética catártica tienen la capacidad de modificar la
conducta de los hombres, por lo que una obra de arte tiene un poder transformador que
no se puede pasar por alto.
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CAPÍTULO TERCERO
HERMENÉUTICA LITERARIA: UN PUENTE HACIA LA COMPRENSIÓN DEL
OTRO
Aproximación a la hermenéutica
Una tendencia muy distinta es compartida por aquellos estudiosos que optan por la
hermenéutica. Los pensadores que prefieren este enfoque tienen como antecedentes a
filósofos de la historia y de la interpretación.
3
La traducción es mía. ―Poetics, on the other hand, is a metalinguistic, descriptive or prescriptive
discipline that lays claim to scientific consistency" (Paul de Man, 1982, p. ix).
4
La traducción es mía. "Hermeneutics is, by definition, a process directed toward the determination of
meaning; it postulates a transcendental function of understanding, no matter how complex, deferred, or
tenuous it might be, and will, in however mediated a way, have to raise questions about the extralinguistic
truth value of literary texts". (Paul de Man, 1982, p. ix)
33
griega hermeneia que significa originariamente expresión, interpretación o traducción.
El nacimiento de la hermenéutica suele asociarse con el mito de Hermes. Hermes es un
dios griego que se encarga de trasmitir el mensaje de los dioses a los hombres en un
lenguaje que puedan comprender. De esta manera simboliza la mediación.
Con Schleiermacher se propone por primera vez la idea de que la hermenéutica tiene
como objetivo la comprensión del otro. La pregunta que se formula es cómo entender
los pensamientos y las experiencias de otras personas (Bruns, 1998, p. 397). Por
consiguiente, lo que se pretende es acceder a un punto de vista ajeno. Este interés
propuesto por el teólogo en el siglo XIX será uno de los elementos más importantes en la
propuesta de la hermenéutica literaria de Hans-Robert Jauss como se verá más adelante.
Por otro lado, la hermenéutica del siglo XX cambia de énfasis con la filosofía de
Martin Heidegger. El paso decisivo del filósofo de Ser y tiempo es que toda
aproximación filosófica a los problemas es hermenéutica, de hecho, este filósofo
concibe la comprensión como la manera de relacionarse con el mundo. No obstante,
este planteamiento no permite que los intérpretes salgan de su entorno histórico y
cultural, como tampoco, de sus esquemas y prácticas en las cuales las cosas adquieren
sentido, como lo menciona Bruns. De esta manera, Heidegger deja sin responder la
preocupación originaria de la hermenéutica, a saber: cómo comprender aquello que no
hace parte de nuestro mundo que supera nuestros parámetros habituales de comprensión
y que se nos presenta como completamente otro.
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A partir de esta limitación de la filosofía de Heidegger, Gadamer elabora su
hermenéutica filosófica. El centro de su propuesta va a ser, precisamente, la pregunta
que Heidegger deja sin responder. En la formulación de su filosofía, como parte de la
hermenéutica contemporánea, se percibe cómo la noción de la interpretación se amplía
en la medida en que establece una relación íntima entre la hermenéutica, el lenguaje y el
mundo. Ahora es momento de detenerse en los aspectos de la filosofía de Hans Georg
Gadamer que para Jauss van a ser fundamentales en la formulación de su teoría de la
estética de la recepción.
Desde que Gadamer inicia sus estudios en la universidad muestra un gran interés por las
humanidades, especialmente por el arte y la literatura. A partir de esta etapa de su vida
cuestiona los métodos científicos modernos de enseñanza que se basan en la
acumulación del conocimiento y busca justificar una educación que tenga en cuenta los
puntos más relevantes de la cultura. Durante sus años de estudiante, Martin Heidegger
es su profesor y el encuentro con su pensamiento influye notablemente en el desarrollo
de sus ideas filosóficas.
35
palabras. Por otro lado, el lenguaje siempre contiene una ‹‹acepción del mundo››, como
lo menciona Garagalza, de modo que se hace manifiesta la naturaleza histórica de la
comprensión, pues se comprende por medio del lenguaje y el lenguaje siempre está
inmerso en un horizonte histórico y cultural. Como consecuencia, lenguaje e historia
son inseparables en el proceso de comprensión.
En este sentido, resulta claro que una de las grandes preocupaciones de Gadamer en la
formulación de la hermenéutica filosófica sea la tradición. Se puede entender la
tradición como la transmisión o la entrega de algo. Como un conjunto de creencias,
costumbres y prácticas que son comunicadas de generación en generación, como se
menciona en The Gadamer Dictionary. A través de la tradición pertenecemos al curso
de la historia y este estar en situación es el punto de partida de la comprensión en las
ciencias humanas.
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tradición. Con todo ello, se adentra en lo oscuro y oculto de la filosofía y de la vida del
hombre.
En conexión directa con la tradición están los prejuicios en tanto que ellos son las
ideas que entretejen, conforman, una cultura. Éstos se pueden entender como el
trasfondo que está antes de un juicio reflexivo, es decir, es una forma pre-reflexiva de
relacionarse con el mundo que posibilita los juicios reflexivos y evaluativos.
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cuando hace preguntas claves que muestran cómo se desarrolla un argumento, el
filósofo alemán resalta la idea de la conversación en su sentido cotidiano e informal, en
la cual se da un intercambio entre los puntos de vista. Más aún, la comprensión surge en
medio del diálogo y en la medida en que este transcurre se va descubriendo la verdad.
Ahora bien, la verdad se construye entre varios interlocutores. Las preguntas y el
desarrollo del argumento o del punto específico que se pone en cuestión (que vendrían a
ser las respuestas) facilitan y promueven la aparición de la misma.
Cuando se trata del diálogo con un texto, aquello que el autor quiso decir se amplía
en las múltiples interpretaciones que durante la historia el texto ha sufrido, de manera
que el lector se tiene que enfrentar a ellas. Esto es lo que Gadamer llama historia
efectual. Con el trascurrir del tiempo se va generando una distancia histórica entre la
producción de la obra y la lectura de la misma. Contrario a lo que podría pensarse, esta
distancia no es un obstáculo para la comprensión, sino que resulta productiva para ésta
porque abre más posibilidades. En la distancia surgen nuevas interpretaciones que
incorporan acontecimientos históricos y productos culturales que no existían antes.
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esta trae consigo todas las interpretaciones anteriores. De modo que debe asumir la
historia de los efectos que la obra ha generado con el paso del tiempo.
En cada comprensión está presente la historia de los efectos. Ésta determina más
completamente el sentido de un texto, anticipa aquello que va a ser problemático como
también el objeto de búsqueda. Además esta historia, tiene en cuenta las consecuencias
que un texto puede generar y que en un momento específico no se ven o están ocultas.
Todas estas condiciones determinan la situación hermenéutica del intérprete.
Finalmente, la historia de los efectos siempre acompaña a un texto y al lector, trae
consigo elementos del pasado, interpretaciones y efectos que la tradición ha suscitado
con la lectura de una obra. Igualmente, la historia de los efectos motiva en el lector
actual interpretaciones diferentes, pues al estar situado en un momento histórico
específico lo que diga acerca del texto va a determinar lo que el texto pueda significar
en el futuro.
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La traducción es mía. ―When speaking of ‗the Classical‘ one usually contrasts it with ‗the Modern‘;
the classical here refers to the intellectual production of the ancient world, specifically the world of Greek
and Roman culture‖.
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Finalmente, como ya se ha dicho, la comprensión implica una fusión de horizontes,
ya sea la unión entre el horizonte del pasado y el horizonte del presente, o entre el
horizonte del intérprete y de su objeto. Ahora es importante agregar que dicha fusión
ocurre en el flujo de una historia de los efectos, que trae consigo un significado del
pasado que se ha transmitido mediante la tradición y que se aplica al presente (Cfr.
Grondin, 2006, p. 37). Con lo anterior, se demuestra que los conceptos que Gadamer
utiliza en su hermenéutica filosófica se encuentran entrelazados intrínsecamente, y que
al referirse a uno de ellos es inevitable remitirse al resto.
El segundo punto del que Jauss se distancia de Gadamer es su posición con respecto
al método. Gadamer no considera necesario ningún método que guie su propuesta de la
hermenéutica filosófica, pues asume una actitud crítica con respecto al método
científico moderno al considerarlo insuficiente y limitado para alcanzar el conocimiento,
por ello propone una teoría que incluya experiencias de otro tipo, entre ellas sugiere a la
experiencia estética. Mientras que Jauss, en aras de la sistematización de la recepción
requiere de un método. Un método para mirar con lupa cada una de las modalidades de
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la experiencia estética, detenerse en cada momento y en sus peculiaridades. Busca
organizar y separar los diferentes aspectos de una experiencia tan amplia. En este
sentido, Jauss se encarga de estudiar lo específico, las pequeñas partes que componen
este tipo de experiencia y así poder entender lo que sucede cuando se produce y se
recibe una manifestación artística, al igual que permite estudiar los efectos que ésta
genera en una sociedad específica. Su método organiza un complejo proceso mediante
una separación analítica de los aspectos de la experiencia estética. Esta elección por el
método hace asequible al público general la teoría estética de Jauss y le permite al
filósofo explicar por qué considera que cada momento de la experiencia estética es
placentero.
Una vez establecidas las distancias, se procederá a exponer el modo como Jauss
entiende la hermenéutica literaria. Para el filósofo alemán, cuando se recibe una obra de
arte hay un encuentro entre horizontes. El horizonte del receptor que se ha creado a
partir de múltiples experiencias personales, una historia, una tradición, un contexto
social y cultural entra en contacto con el horizonte de la obra y del autor. A partir de
este momento empieza a haber un intercambio entre estos puntos de vista por medio de
un diálogo. Un diálogo en el cual el receptor siempre tendrá el privilegio de la pregunta
y el texto el de la respuesta originaria. A medida que se avanza en el diálogo hay una
fusión de horizontes. Cada vez que los elementos de un horizonte permean a los otros se
consolida con mayor fuerza esta unión.
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que la separación que se hace de ellas es sólo analítica y con fines explicativos. El
proceso a través del cual un receptor percibe una obra, establece una postura, hace una
interpretación, y finalmente su comprensión está siempre mediada por una hermenéutica
que le procura las herramientas para tener acceso a mundos diferentes del suyo, poderse
enriquecer con las experiencias ajenas y explorar épocas históricas diferentes. La
hermenéutica literaria consiste en todo lo que se acaba de mencionar y precisamente es
la experiencia estética la que tiende un puente entre el propio horizonte y el horizonte de
otro, de un tú. Una obra de arte es capaz de generar múltiples efectos que conducen a la
comprensión del otro. Esta es la tarea que Jauss se propone resolver con su filosofía de
la recepción.
Todo este proceso conduce a un goce cognoscitivo y a una cognición gozosa (Jauss,
1989, p. 20), pues un objeto estético genera placer por el libre juego de las facultades al
mismo tiempo que ocurre una comprensión de los contenidos y los significados
transmitidos por este objeto. Aunque muchas veces estén presentes a la vez el placer y
la interpretación, Jauss distingue entre una experiencia primaria y un acto reflexivo.
Para empezar: ―la experiencia primaria se realiza al adoptar una actitud ante su efecto
estético, al comprenderla con placer y al disfrutarla comprendiéndola‖ (Jauss, 1986, p.
13). Esta experiencia se refiere al placer que se siente al percibir una obra, es un placer
contemplativo del público general que se fascina y se deja deleitar por las cualidades de
la obra. El acto reflexivo tiene como base a la experiencia primaria y a partir de ella
interpreta la obra, comprende su significado y tiene la posibilidad de renovar el sentido
que se trasmite. Poniéndolo en una fórmula breve, la experiencia primaria se refiere al
reconocimiento y a la recepción, y el acto reflexivo se puede identificar con la
comprensión y la interpretación de los textos.
Sin importar a cual de los dos niveles se llegue, la experiencia estética se caracteriza
siempre por su carácter cognoscitivo, es una experiencia capaz de transmitir
conocimientos. Este es uno de los aportes más importantes de Jauss en el campo de la
estética porque a partir de la modernidad se busca consolidar un tipo de conocimiento
diferente al de la racionalidad científica. Se propone un conocimiento más amplio, que
tome en consideración las demás facultades de los hombres. La estética cree en la
42
integración entre la razón, la sensibilidad y la imaginación para conocer el mundo y
comprender la realidad.
Como lo dice esta cita, la hermenéutica literaria va examinar la distancia temporal entre
la producción de la obra y su recepción. En este aspecto la propuesta de Jauss es similar
a la de Gadamer, porque considera que la historia de los efectos, que en la filosofía de
Jauss recibe el nombre de la historia de las recepciones, es determinante en la
configuración de nuevos sentidos. Novedosa en Jauss es la idea de que cada receptor
con su historia y con sus propias ideas tiene una comprensión particular y única de la
obra, con lo cual se está actualizando constantemente. La obra es siempre abierta.
43
decir que se tiene en cuenta el lugar de la obra en el proceso general de la historia, el
momento histórico específico de su producción, los efectos que ha generado con el paso
del tiempo y su relación con otras obras que han sido creadas en diferentes periodos de
la historia. Si bien de la estética marxista retoma la preocupación por la historia y asume
que las ciencias literarias y el arte están inmersas en ella, considera necesario que se
estudie el impacto que las obras de arte tienen en la sociedad. Por último, de la estética
psicoanalítica reconoce la importancia del pasado y del recuerdo para la consolidación
de la experiencia estética placentera.
44
seguir o que adquiera conciencia acerca de sus acciones, se cuestionen sus convicciones
y se llegue a la conclusión de que se requiere un cambio en su forma de actuar.
Finalmente, esta modalidad de la experiencia estética es capaz de transformar a
individuos y sociedades al hacerlos reflexionar acerca de los contenidos de diferentes
obras, es así como se muestra su función social.
45
CAPÍTULO CUARTO
HORIZONTE DE EXPECTATIVAS: EL ENCUENTRO ENTRE EL LECTOR Y EL
TEXTO
Por ejemplo, cuando Jauss se remite a la novela policiaca entiende que este tipo de
género exige una solución determinada para cada caso, considera atractivos los
diferentes tipos de detectives que pueden aparecer y reconoce algunos rasgos
particulares de este tipo de novela:
Lo que quiere decir que esta experiencia sólo es placentera cuando hay ―una expectativa
genérica que se desarrolla entre una obra y otra, frente a la cual el disfrute del lector de
novelas policiacas se renueva con cada nueva variación del modelo fundamental‖
(Jauss, 1987, p. 81). Como se puede percibir, este horizonte de expectativas literario
vincula también a las obras entre sí y establece una relación histórica entre ellas. El
horizonte de expectativas actual de una obra siempre está determinado por obras
anteriores que son el fondo a partir del cual esta obra que está siendo leída puede surgir
y mostrar sus notas características.
Por otro lado, el horizonte de expectativas social se dirige al receptor y hace alusión
a su comprensión previa del mundo. De acuerdo con el filósofo de la Escuela de
Constanza: ―Ésta incluye sus expectativas concretas procedentes del horizonte de sus
intereses, deseos, necesidades y experiencias, condicionado por las circunstancias
sociales, las específicas de cada estrato social y también las biográficas‖ (Jauss, 1987, p.
77). Con esta definición se vuelve a la idea de que cada lector está situado en un tiempo
y en un espacio específico y, por lo tanto, se apropia, interpreta y actualiza un texto de
una manera única. A partir de este horizonte de expectativas se puede pensar en la
configuración de una historia de las recepciones porque cada persona se enfrenta a la
obra teniendo en cuenta todas las interpretaciones anteriores que se han hecho, como
también las concepciones particulares que se tienen de una obra en su propio entorno
social.
47
77). Estas son las dos partes de la relación texto-lector a las que él se remite en su obra
Experiencia estética y hermenéutica literaria y en su artículo El lector como instancia
de una nueva historia de la literatura.
Aunque muchas veces puede darse una fusión de horizontes gracias a que una obra
cumple con las expectativas de un lector, en otras ocasiones el horizonte de expectativas
literario no satisface al público o no llega a ser comprendido por ese grupo de lectores.
Según Jauss, el cumplimiento o la decepción de un horizonte de expectativas se puede
explicar a partir de la distancia estética 6. Esta definición que Jauss desarrolla en La
historia de la literatura como provocación de la ciencia literaria es fundamental para
comprender el desarrollo de la reflexión en curso, por eso se citará completa:
6
En este trabajo la noción de distancia estética ha sido usada en dos sentidos. El primer sentido, fue
explicado cuando se hizo alusión a la influencia de la estética psicoanalítica en el pensamiento de Jauss.
Se dijo que la distancia estética le permite al espectador o al lector desentenderse de su vida cotidiana y
que en la medida en la que no se encuentra involucrado directamente en la situación representada puede
encontrarla placentera. El segundo sentido, es el que se está trabajando en este capítulo que se refiere a la
distancia existente entre el horizonte de expectativas previo y la aparición de una nueva obra que puede
generar un cambio de horizonte.
48
Si denominamos distancia estética a la existente entre el
horizonte de expectativas previo y la aparición de una nueva
obra cuya aceptación puede tener como consecuencia un
‹‹cambio de horizonte›› debido a la negación de experiencias
familiares o por la toma de conciencia de experiencias
expresadas por primera vez, entonces esa distancia estética
puede objetivar históricamente en el espectro de las reacciones
del público y del juicio de la crítica (éxito espontáneo,
rechazo o sorpresa; aprobación aislada, comprensión lenta o
retardada). (Jauss, 2013, p. 180)
Sin embargo, este nuevo horizonte que genera intriga y sorpresa en un público
determinado, no continúa ejerciendo este impacto por mucho tiempo. Pues en la medida
en que se disminuye la distancia estética entre el horizonte familiar de la experiencia
estética y el introducido por la nueva obra, el horizonte que propició el cambio deja de
ser novedoso y pasa a ser familiar por la concordancia que empieza a darse entre el
horizonte de expectativas literario y el horizonte de expectativas social.
Lo anterior quiere decir que la obra empieza a ser parte del horizonte familiar y ya no
exige un cambio de actitud o un mayor esfuerzo de compresión. La obra se sitúa en un
49
ámbito de la contemplación y del gozo en el cual satisface los criterios del gusto y
cumple con las expectativas previstas. En caso de que la obra hubiese planteado
problemas morales en primer momento, con la disminución de la distancia estética,
estos quedarán asumidos. Siguiendo a Jauss, cuando la obra llega a este punto se
aproxima a la esfera del arte ‹‹de degustación›› o de entretenimiento.
La obra fue juzgada por el fiscal Pinard, para él el fragmento problemático es aquel
en el que se describe cómo se siente Emma Bovary después del adulterio:
50
Por fin iba a poseer aquellos placeres del amor, aquella fiebre
de felicidad que había perdido la esperanza de conseguir.
Estaba entrando en algún lugar maravilloso donde todo sería
pasión, éxtasis, delirio […]›› (Jauss, 2013, p. 204)
Asimismo, el matrimonio era otro de los ejes de la sociedad francesa de esa época.
Los matrimonios eran arreglados con vistas a establecer alianzas políticas, obtener
tierras y tener mayor prestigio. Con esta organización se frustraba la idea del amor
verdadero. En especial para las mujeres, el matrimonio era un paso importante en sus
vidas, pues si permanecían solteras debían servir en la casa de su hermano mayor,
realizar trabajos de poca paga que exigían mucho esfuerzo, dedicarse a la vida religiosa
o la prostitución. Como se puede ver, las mujeres se encontraban en una unión impuesta
que la mayoría de las veces frustraba sus deseos corporales y sentimentales. La
situación era otra para los hombres, ellos podían tener aventuras y amantes por fuera del
matrimonio sin que fuera mal visto. El personaje principal de la novela de Flaubert,
estaba satisfecha con su matrimonio, veía a Charles como un buen esposo, padre,
proveedor y no tenía punto de comparación para pensar lo contrario.
51
Bovary con Rodolphe Boulanger y Léon Dupuis pudieron en parte ser parodias injustas
de las actitudes de Louise Colet (2002, p. xiii).
7
La traducción es mía. ―Madame Bovary adresses major problems in human relations and ethics, the
relationship of fiction to reality, the use and misuse of language, and the art of the novel‖ (Porter, 2002, p.
xiv).
52
hay obras que, en el momento de su aparición no pueden
referirse todavía a ningún público específico, sino que rompen
tan por completo el horizonte familiar de expectativas literarias
que sólo paulatinamente puede ir formándose un público para
ellas. Una vez que el nuevo horizonte de expectativas ha
alcanzado una validez más general, el poder de la norma
estética es observable en el hecho de que el público siente como
anticuadas las obras que hasta entonces habían tenido éxito y
les retira su favor. El análisis del efecto literario adquiere la
dimensión de una historia de la literatura del lector y las curvas
estadísticas de los best-séller proporcionan un conocimiento un
conocimiento histórico sólo en la perspectiva de ese cambio de
horizonte. (Jauss, 2013, p. 183)
Dos siglos después de Flaubert aparece Beckett con sus obras de teatro, desafiando al
público, llevando la experiencia al límite y explorando lo posible. Esperando a Godot y
Not I son obras que sin lugar a dudas pueden llevar a múltiples interpretaciones y el
propio escritor afirma que se escapan de toda definición. Su arte impacta, impacienta,
genera desazón en sus espectadores y al final sólo ellos podrán darle sentido a la
representación que acaban de recibir. Como bien lo dice Beckett: ―Yo produzco un
objeto. Lo que las personas hagan de él no me incumbe […] Yo sería completamente
incapaz de escribir una introducción crítica para mis propios trabajos‖ (Worton, 2001, p.
67). 8 Sin embargo, Beckett cambia de opinión y llega a ser ambivalente porque cuando
está involucrado en la producción de sus obras quiere controlarlo todo, y los actores se
sorprenden al ver que no los deja actuar.
8
La traducción es mía. ‗I produce an objet. What people make of it is not my concern […] I´d be quite
incapable of writing a critical introduction to my own works‘ (Worton, 2001, p. 67).
9
La traducción es mía. ―Beckett had remained a writer working at the limits of the possible, always
experimenting beyond his audience´s expectations, indifferent to the imperatives of the market-place‖
(Pilling, 2001, p. xiii).
53
Not I. La representación es una gran boca iluminada por una pequeña luz que empieza a
hablar a gran velocidad, parece que contara una historia, pero lo hace con mucho afán,
se percibe ansiedad y angustia en su voz y en sus gesticulaciones, pues lo único que se
puede ver es la boca, la lengua y los dientes, no hay más partes del cuerpo involucradas
que den señales de alguna expresión. Cuando está por terminarse la obra uno se siente
perseguido, se crea tensión y de repente la boca empieza a hablar más bajo y
desaparece.
La actriz con la que Beckett trabajó en 1973 comenta que le impresiona lo grande
que se veía su boca en el escenario, el público también manifestaba su sorpresa y
preguntaba: ¿qué es esto? Adicionalmente, a tan original puesta en escena la audiencia
se ve obligada a permanecer en el teatro porque se habían apagado todas las luces,
incluso, habiéndose roto algunas reglas, se habían apagado también las luces de la salida
de emergencia y la de los corredores más cercanos, así que las personas no tenían
literalmente escapatoria. La actriz afirma que Beckett escribió una obra sobre un estado
de ánimo y pudo llevarlo al escenario y hacer que muchas personas lo reconocieran.
Ella recuerda también que el escritor era muy exigente y meticuloso porque quería que
su obra fuera perfecta. Al final lo consiguen y Beckett dice una sola palabra: milagrosa
(miraculous).
El primer día en que están esperando se encuentran con dos personajes particulares:
Pozzo y Lucky, el señor dueño de las tierras en las que se encuentran y su sirviente. La
relación entre ellos dos es terrible, Pozzo trata a Lucky de manera despreciable, le da
54
órdenes para que se mueva, le pase las cosas y descanse. El sirviente tiene amarrado a
su cuello una cuerda y cuando Pozzo quiere reanudar la marcha la hala y hace sonar su
látigo. Estragon y Vladimiro creen que Pozzo es Godot, pero desafortunadamente no es
así. En la compañía de estas dos personas el tiempo se les pasó más rápido. Cuando se
marchan, aparece un niño con un mensaje del señor Godot. Les dice que no podrá venir
esta noche, pero que mañana no faltará.
Tanto Estragon como Vladimiro quiere irse, están aburridos, no hay nada que hacer
mientras esperan, esta situación se hace crítica en el segundo acto. En este acto se
encuentran en el mismo lugar después de una fría noche, pero Vladimiro se percata de
que muchas cosas han cambiado. Para empezar, el sauce ahora tiene hojas, lo cual es
curioso porque sólo había pasado un día. Después, cuando se encuentran nuevamente
con Pozzo, él no los reconoce y está ciego. Además, Lucky ya no tiene las mismas
habilidades del día anterior, pues cuando Vladimiro le pide a Pozzo que le diga a su
sirviente que cante, su dueño le responde que es mudo. Esta afirmación causa gran
sorpresa en Vladimiro. Para terminar, el muchacho del día anterior no lo reconoce y le
da datos distintos acerca de su hermano. De repente, todo lo que Vladimiro había
percibido el día anterior se vuelve confuso y por eso Estragon le sugiere que lo habrá
soñado. En este acto empiezan a repetirse ciertas conversaciones y gestos. La obra
continúa mientras esperan a Godot, los dos están desesperados pero no pueden hacer
nada más. Al final, cae el día y los dos concuerdan que si Godot no aparece al día
siguiente se ahorcarán. Dicen que van a irse, pero permanecen allí al lado del árbol.
55
Se ha escrito mucho acerca de quién o qué es Godot. Mi propia
visión es que él es simultáneamente cualquier cosa que
pensemos que él es y no aquello que pensamos que es: él es una
ausencia, que puede ser interpretada en momentos como Dios,
muerte, el señor de la casa, un benefactor, incluso Pozzo, pero
Godot tiene una función en vez de un significado. (2001, p. 70-
71) 10
Como lo dice este autor más adelante, Godot es todo aquello que mantiene a los
hombres atados a la existencia, puede representar a la esperanza en una época en la que
no hay esperanza. Termina afirmando que puede ser cualquier ficción siempre y cuando
justifique la vida como un acto de esperar.
Con sus obras de teatro el escritor irlandés rompe con el estilo de teatro habitual
dividido en tres momentos, a saber: exposición, climax y desenlace. La estructura que
propone Beckett es circular o mejor un espiral que se desvanece. Sus obras nunca llegan
a un final definitivo y por este motivo los personajes encuentran refugio en la repetición
de sus acciones, de sus palabras y también en las de otras personas para pasar el tiempo,
como lo menciona Worton. Otro de los aspectos que llama la atención de estas obras es
que generan una red de referencias entre las obras de teatro (referencia intratextual) y
referencias a otros textos (referencia intertextual). La referencia intertextual que más
utiliza Beckett es la Biblia, pues le llama la atención cómo este texto sagrado se ha
establecido culturalmente como una autoridad. No hay que olvidar que este escritor se
10
La traducción es mía. ―Much has been written about who or what Godot is. My own view is that he
is simultaneously whatever we think he is and not what we think he is: he is an absence, who can be
interpreted at moments as God, death, the lord of the manor, a benefactor, even Pozzo, but Godot has a
function rather than a meaning‖. ( Worton, 2001, p. 70-71)
56
remite a este texto como uno entre muchos otros y lo hace desde el punto de vista de un
ateo.
Con estos dos aportes las creaciones de Beckett dejan a un lado las normas
anteriores para crear obras con formas inusuales, que cambien la percepción de los
espectadores y los deje pensando. Al introducir este nuevo estilo el escritor irlandés
rompe con el horizonte expectativas literario y abre al público a nuevas experiencias a
través de la representación en el escenario. De igual manera, la propuesta de Beckett es
consonante a la teoría de la estética de la recepción de Jauss cuando genera conexiones
entre obras del mismo género y textos diversos, con lo que el horizonte de una obra se
amplía y se puede notar en qué se diferencia de muchas otras.
Estas conexiones entre textos muestran que cuando se habla o se escribe siempre se
están usando las ideas y el lenguaje de otras personas, no se puede aspirar a comunicar
algo totalmente nuevo, como consecuencia:
Como lo menciona esta cita, la lectura de las obras de Beckett exige un receptor activo,
que utilice las referencias previas que tiene de textos que haya leído o que conozca para
comprender la obra en cuestión. Este lector debe descifrar el sentido oculto en el escaso
contenido que presenta el autor. Dependerá sólo de su interpretación y de su
conocimiento lo que obra le trasmita. Por lo tanto, este escritor invita a las
interpretaciones más diversas y no está de acuerdo con las teorías críticas que pretenden
limitar los sentidos que la obra pueda tener. Esta libertad que el autor le otorga a sus
lectores puede explicarse por el hecho de que él mismo desafía a la autoridad
11
La traducción es mía. ―What Beckett says in his plays is not totally new. However, what he does
with his saying is radical and provocative; he uses his play-texts to remind (or tell) us that there can be no
certainty, no definite knowledge, and that we need to learn to read in a new way, in a way that gives us
space to bring our contestations as well as our knowledge to our reception of the text.‖ ( Worton, 2001, p.
81)
57
constantemente y sospecha de los textos y del lenguaje. Por este motivo, cree que los
lectores pueden ser co-creadores del texto, cambiando su forma y conectando las ideas e
imágenes de diversas maneras.
Es interesante notar dos similitudes que tiene Beckett con Flaubert. La primera es
que el escritor irlandés también se inspira en sus relaciones personales para crear a sus
personajes y el vínculo que establecen entre ellos. En el caso de Beckett es su relación
con Suzanne Deschevaux-Dumesnil, en los años cincuenta le parecía difícil estar con
ella, pero no podían acabar con la relación. Finalmente, terminan casándose en 1961.
Este tipo de vínculo lo tienen Estragon y Vladimiro como se explicó antes. La segunda
similitud, es que ambos escritores reflexionan acerca del lenguaje. Beckett explora
aquello que el lenguaje puede y no puede hacer, cuestiona la posibilidad de una
comunicación completa. Ambos escritores en épocas históricas diferentes crean nuevas
formas e involucran en su estilo un toque de realismo al inspirarse en sus propias vidas
para escribir, a lo mejor, este rasgo influye notablemente en el impacto que sus obras
generan debido a que el público puede sentir las emociones que se trasmiten y
reflexionar a partir de los contenidos que se han comunicado. La combinación de todos
los elementos formales y de las temáticas que trabajan las obras de Flaubert y Beckett
lleva, finalmente, a un cambio de horizonte porque, como lo menciona Jauss en La
historia de la literatura como provocación de la ciencia literaria, hay una negación de
experiencias familiares o una toma de conciencia de experiencias expresadas por
primera vez.
58
CONCLUSIÓN
Después de una exploración profunda de las innovaciones que introduce Jauss con la
estética de la recepción es momento de resaltar los aspectos más llamativos que se han
tratado en este trabajo. Para empezar, uno de los grandes cambios que se produce con la
noción de la experiencia estética es que ésta no se detiene meramente en el arte sino que
incluye la relación de la obra con la vida cotidiana. Por lo tanto, no se refiere
exclusivamente a algún aspecto formal de las obras de arte, sino que quiere ahondar en
el vínculo que se establece entre las manifestaciones artísticas y el transcurso general de
la historia. Para cumplir con este propósito la teoría de la estética de la recepción
complementa su reflexión acerca de la experiencia estética con la hermenéutica literaria.
Es esta disciplina la que va a permitir estudiar los efectos que una obra de arte genera en
una sociedad específica, abre el campo de la ciencia literaria a la multiplicidad de las
interpretaciones, actualiza las obras del pasado, y muestra cómo las recepciones de una
obra acaban por determinar su historia a través del tiempo.
Lo particular de esta nueva teoría es toma distancia con respecto a los paradigmas
anteriores porque propone una reflexión que hace énfasis en la figura del receptor,
lector o espectador de una obra. Usualmente las teorías de la experiencia estética
tienden a centrarse en la parte productiva, pero pocas veces se llega a examinar con
detenimiento el aspecto receptivo y comunicativo, por este motivo Jauss quiere hacer
una teoría más amplia de la experiencia estética que incluya los tres aspectos. Ahora
bien, en el pasado se ha estudiado a la recepción como un tema central, sin embargo la
Escuela de Constanza es la primera que hace una sistematización teórica y
metodológica de la recepción.
Como se observó en el desarrollo de este trabajo, la característica principal de la
experiencia estética es que es placentera en sus tres modalidades, a saber: poiesis,
aisthesis y catarsis. No obstante, la noción de placer en Jauss dista mucho de ser,
únicamente, aquel placer ligado a la contemplación de un objeto bello. Para este filósofo
de la estética de la recepción el placer es mucho más amplio, abarca más elementos y
llega hasta la vida práctica de los hombres. Según Jauss, el placer estético empieza con
la producción libre del artista, que disfruta descifrando la manera en la va que a
expresar formas y contenidos de una realidad ya conocida, como también, tiene el poder
de innovar y romper con todo aquello que ha sido percibido y crear así nuevos mundos.
El siguiente momento placentero se da cuando otra persona recibe una obra. Este nuevo
mundo que tiene delante suyo hace que sus sentidos jueguen, intenten conectar los
elementos que se presentan y se pierdan, de una vez por todas, en la contemplación de
una obra. Si bien todo esto ocurre en el instante de la percepción, la recepción puede
llegar más lejos. La parte más activa de la recepción involucra al público que está
contemplando la obra. Un receptor activo, empezará a hacerle preguntas a la obra: qué
es lo que busca comunicar, qué cambios está generando, qué emociones suscita, qué
pretende que se reflexione a partir de ella, qué dicen sus contenidos para esa persona
que la está percibiendo en un contexto histórico y cultural específico, por qué tiene esa
forma, cómo se relaciona con otras obras y con las obras del pasado, qué vinculo guarda
con ellas. Un receptor activo interpela a la obra y exige respuestas. A partir del diálogo
entre la obra y el receptor tendrán lugar las interpretaciones y la historia de las
recepciones, pues es importante recordar que cuando un receptor se aproxima a la obra
lo hace desde un contexto que está impregnado de interpretaciones previas.
60
pensar. Este encuentro con mundos diferentes y la intención de comprenderlos tiene un
poder transformador porque enriquece la propia experiencia e introduce nuevos sentidos
para la obra. Es la experiencia estética la que tiende un puente hacia lo otro.
61
literario, en el cual se espera que la obra cumpla con ciertos aspectos formales generales
que se tienen en el ámbito literario en el momento de su aparición. Por otro lado, el
horizonte de expectativas social hace alusión a las diversas comprensiones del mundo y
cómo éstas influyen en la recepción de una obra, en su aceptación o en su negación.
Este horizonte de expectativas le da gran importancia al momento histórico en el que se
encuentran los receptores, al igual, que a su contexto cultural.
Existe otra variante, una obra puede reunir elementos formales que no existían hasta
ese momento en el ámbito de la literatura, impactar a sus lectores por la manera en la
que se aborda una temática, romper con todas las reglas y los cánones que existían en un
determinado género y, por consiguiente, exceder el horizonte de expectativas social. En
este caso hay un desfase entre el horizonte de expectativas literario y el horizonte de
expectativas social. Esta obra que se presenta como una forma completamente nueva y
no encuentra en el momento histórico de su aparición un público que la comprenda.
Debe esperar, con el paso del tiempo, a que aparezca su público. A partir de esta última
variante suceden los cambios de horizonte. Una obra tan original en numerosos aspectos
propone un nuevo horizonte de expectativas.
En lo que se refiere a este tema la teoría de Jauss es muy acertada porque es posible
pasar de la reflexión teórica de la recepción y de los efectos que produce una obra a lo
que en realidad ocurre con las obras literarias y los cambios que son capaces de suscitar.
Por este motivo, se trajeron a colación dos ejemplos que muestran cómo obras de
distintos tipos, de diferentes épocas y con estilos particulares irrumpen un orden
establecido y exigen ser leídas de una nueva forma. Estas obras son Madame Bovary y
Esperando a Godot.
62
Partiendo de la estética de la recepción y de su interés por establecer un vínculo entre
el presente y otros momentos de la historia, es válido preguntarse qué ocurre con el arte
actualmente. ¿Puede decirse que las obras siguen creando mundos nuevos y espacios
amplios para reflexión en torno a diversos temas? ¿Se enfrenta el arte a un público
difícil de sorprender y satisfacer? ¿Será que el público ha llegado a un punto en ha
perdido su sensibilidad con respecto a lo que los artistas quieren expresar? ¿En los
últimos años, ha habido realmente una fusión entre los horizontes de expectativas?
63
BIBLIOGRAFÍA
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Jauss, H. R. (2001). The Identity of the Poetic Text in the Changing Horizon of
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literary theory to cultural studies (pp. 7- 28). New York and London: Routledge.
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65
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New Literary History, 11(1) Anniversary Issue: II, 83-95.
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66
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Ariel.
Lawn, C., & Keane, N. (2011). The Gadamer Dictionary. London; New York:
Continuum International Publishing Group.
67
69
70
71
ANEXO 3
BIBLIOTECA ALFONSO BORRERO CABAL, S.J.
DESCRIPCIÓN DE LA TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO
FORMULARIO
FACULTAD
Filosofía
PROGRAMA ACADÉMICO
Tipo de programa ( seleccione con “x” )
Pregrado Especialización Maestría Doctorado
X
Nombre del programa académico
Carrera de Filosofía
Nombres y apellidos del director del programa académico
Luis Fernando Múnera, S.J.
TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE:
Filósofa
PREMIO O DISTINCIÓN(En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):
MATERIAL ACOMPAÑANTE
PUJ– BG Normas para la entrega de Tesis y Trabajos de grado a la Biblioteca General – Junio de 2013 1
DURACIÓN FORMATO
TIPO CANTIDAD
(minutos) CD DVD Otro ¿Cuál?
Vídeo
Audio
Multimedia
Producción
electrónica
Otro Cuál?
La estética de la recepción surge en la Universidad de Constanza como una propuesta que busca
renovar los estudios literarios y a partir del interés de estudiantes y profesores formular una
teoría en la que el receptor es el núcleo. Situado en 1960,Jauss reflexiona en torno a la
recepción por medio de la experiencia estética y la hermenéutica literaria. Por un lado, se
resalta el hecho de que la experiencia estética es siempre placentera y está compuesta por tres
modalidades fundamentales, a saber: la poiesis( el aspecto productivo), la aisthesis( el aspecto
receptivo) y la catarsis( el aspecto comunicativo). La articulación entre las tres modalidades de
la experiencia estética traerá cambios en la vida de los receptores.
Por otra parte, la hermenéutica literaria es el arte de interpretar y comprender textos. Jauss
establece un vínculo cercano con Gadamer que remite al lector a algunas nociones de la
hermenéutica filosófica como lo son: la fusión de horizontes, el diálogo, la historia de los
efectosy la tradición. Tanto la experiencia estética como la hermenéutica literaria permiten el
encuentro con un horizonte ajeno, con un horizonte de otro que enriquece el propio horizonte.
Por último, es importante resaltar que Hans-Robert Jauss estudia, asimismo, el horizonte de
expectativas literario y el horizonte de expectativas social, con la finalidad de entender más
ampliamente cómo ocurre el encuentre entre horizontes.
PUJ– BG Normas para la entrega de Tesis y Trabajos de grado a la Biblioteca General – Junio de 2013 2
the history of the effects and the tradition. So much as the aesthetic experience as the literary
hermeneutics allows the encounter with a foreign horizon, with anhorizon of the other that
enriches the own horizon.
At last, it is important to note that Hans-Robert Jauss studies, as well, the literary horizon of
expectation and the social horizon of expectation with the purpose of understanding more
broadly how does the encounter between the horizons occurs.
PUJ– BG Normas para la entrega de Tesis y Trabajos de grado a la Biblioteca General – Junio de 2013 3