Promesas Del Salmo Veintitrés
Promesas Del Salmo Veintitrés
Promesas Del Salmo Veintitrés
INTRODUCCIÓN
Hay un coro que dice: “Las promesas del Señor mías son, las promesas del
Señor mías son, en la biblia yo las leo y yo sé que es la verdad; las promesas
del Señor mías son”. Bueno veamos cinco de esas promesas en el Salmo 23-
1-3).
1. PRIMERA PROMESA: “Jehová es mi pastor, nada me faltará”
(23. 1).
La provisión divina incluye cosas tan variadas como alimento,
bebida, descanso, protección, restauración, compañía, aliento,
dirección, consuelo, gozo, felicidad, gloria, entre otras cosas.
David percibe que tenemos necesidades más profundas que las del
cuerpo, y sabe que solo en Dios pueden ser satisfechas.
El creyente puede decir como Pablo: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo
que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”,
(Filipenses 4. 19).
2. SEGUNDA PROMESA: “En lugares de delicados pastos me hará
descansar, (23. 2a).
Una hamaca, una silla, una cama; nos ofrece descanso físico, pero
nunca nos ofrece descanso espiritual.
Siempre es alentador saber que Dios conoce nuestras circunstancias
y las dificultades por las que atravesamos en la vida, y podemos
estar seguros de que a su tiempo nos conducirá en su sabiduría y su
bondad hasta su gracia reparadora.
Este descanso no se haya fuera de Dios, por eso Cristo dijo: “Venid
a mi, todo los que estáis trabajados y cargados y yo os haré
descansar”, Mateo 11. 18.
3. TERCER PROMESA: “Junto a aguas de reposo me pastoreará”,
(23. 2b).
A lo largo de toda su peregrinación por el desierto , al pueblo de
Israel nunca le falto el maná enviado del cielo, y el agua pura que
manaba de la roca, (1 Co. 10. 3-4). Esta fue una clara evidencia del
cuidado pastoral que Dios tuvo a favor de su pueblo durante cuarenta
años de peregrinación.
En nuestra peregrinación por el desierto, Dios quiere que
descansemos en él.
David como pastor sabía que las ovejas le tenían miedo a las aguas
caudalosas y por eso él las llevaba a aguas mansas o quietas. Dios
como nuestro pastor quiere que nosotros estemos quietos, tranquilos,
porque él es todo para nosotros.
Nuestro pastor es Jehová Jireh “el Dios que provee a su pueblo todo
lo que necesita: alimento, vestido, bebida, cuidado, consuelo,
dirección, protección, sabiduría”.