Conceptos de La Virtud Masónica
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Diario Masónico
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Informativo masónico de habla hispana nº 1 del mundo
Portada » Conceptos de la virtud masónica
El trabajo que contiene el presente Tema, lleva como base principal los
conceptos Filosóficos, que se tienen acerca de la VIRTUD, circunstancia que
nos obliga a considerarlo digno de un detenido estudio, en relación a los
preceptos Morales que contiene, y que encontramos en los Rituales
Masónicos, cuyo dogma nos enseña infinidad de principios, que sirven de
norma a las cualidades humanas, mismas que deben definirse, de
conformidad con la conducta del hombre, dentro del seno de la Sociedad;
por eso consideramos a la VIRTUD, como una prenda simbólica de suma
PERFECCIÓN, en cuyo caso, viene siendo el prototipo del ideal que se
reclama y se exige, para estudiar y comprender los preceptos Masónicos.
Por lo tanto, es precisamente la VIRTUD, una de las cualidades que se requieren, para que sea
admitido a iniciación el candidato, y que además, existan los antecedentes de que sea LIBRE
PENSADOR, que tenga VOLUNTAD PROPIA, así como que sepa demostrar una DISCRECIÓN
ABSOLUTA.
Estos tres preceptos de la Etica Masónica, constituyen las principales condiciones que nuestra
Institución requiere para franquear sus puertas a los Profanos que deseen participar de las
enseñanzas impartidas por gran número de Hombres INDEPENDIENTES que forman la Logia,
puesto que es precisamente en ese recinto en donde de una manera leal y sincera, se
adquieren los conocimientos que llevan al hombre, hasta lograr la práctica de las VIRTUDES
SOCIALES.
Consecuentemente estas últimas explicaciones, contrastan con las que manera consciente, se
tienen de las VIRTUDES que se enseñaban en la Teología de San Pablo, mismas que se refieren
a la FE, a la ESPERANZA y a la CARIDAD, lo que indica de una manera elocuente, que estas
cualidades eran desconocidas por los antiguos Romanos, sin embargo, la Etica Masónica ha
admitido todas las enseñanzas, pero en forma únicamente COMPARATIVA como el símbolo de
la Moral en relación a la Contemporánea, ya que dichas frases, se encuentran grabadas en la
Escala Alegórica de Jacob.
También debemos tomar muy en cuenta, que el Masón que no acepta a las VIRTUDES, como
una norma de su conducta, que no propaga sus tendencias Morales, y que no hace de ellas el
único y firme apoyo de su vida INTIMA, PRIVADA y SOCIAL, y que además, guiado por ese
hecho, se separa de su estricta y rígida observancia, desde ese momento demuestra que
ABANDONA SU MISIÓN, y deja de cumplir con los Sagrados Principios, que JURO PROPAGAR
ante el ARA.
Sin embargo, esa es la razón por la que existen Espíritus de hombres con inteligencias
VULGARES y por lo mismo, no les es dado COMPRENDER la importancia que contiene el
estudio de los preceptos Morales, puesto que, al observar esa actitud, se apartan de la Senda
Positiva, que los conduce hacia la verdadera VIRTUD.
Ahora bien, para entrar en materia, vamos a definir el significado Filosófico y el origen de la
palabra VIRTUD; y vemos que viene de la Lengua Latina “VIRTUS-UTEM”, voz que se interpreta
como la Actividad, la Capacidad o el Poder de todas las cosas y sus causas, para manifestarse a
la vista o para producir determinados efectos; es la Actividad o la Eficacia que se demuestran
en cualquiera acción tendiente a conservar o restablecer a la Salud; indica también, a los
factores que proporcionan la Fuerza, el Valor y el Vigor propios del hombre potente y de
Criterio Firme; es la Potestad, el Poder o la Facultad intelectual, para ejecutar a conciencia, las
obras humanas; es asimismo, la Rectitud, la Integridad y la Probidad, que determina a la
BONDAD DE VIDA; igualmente significa, la disposición, el Hábito y la Costumbre del individuo
para llevar a cabo siempre, Buenas Acciones o ejecutar buenas obras; es la consumación de
los actos, con estricta sujeción a los más sanos razonamientos, o bien tomando en cuenta el
mejor proceder de la conciencia humana; es también el firme propósito del hombre para
oponerse a los VICIOS o las Bajas pasiones.
Por otra parte, se nos presentan las VIRTUDES SOCIALES, como factores
indispensables, para llegar a interpretar de manera sensible, a las CIENCIAS
DE LAS COSTUMBRES, por lo tanto, nos vamos a referir enseguida a la
VIRTUD MORAL, a la VIRTUD TEOLOGAL y a la VIRTUD SOBRENATURAL.
Por lo que respecta a la VIRTUD CARDINAL, es lo que pudiéramos distinguir, por medio de los
sentimientos nacidos del Corazón, para poder observar una Conducta Real, Positiva y
Consciente en el hombre de Espíritu Noble, para el fin de que pueda hacer uso libre de sus
pensamientos, para que inicie sus actos en forma razonable, y para que ejecute sus obras con
resultados imperecederos, pero sin olvidar que sus actividades deben llevar como norma, la
estricta sujeción a los dictados que le demandan la PRUDENCIA, la JUSTICIA, la FORTALEZA y
la TEMPLANZA, cuyos elevados principios, dan también origen a un cúmulo de cualidades
propias del individuo de reconocida NOBLEZA, lo que quiere decir, que todo individuo que se
guía por los sentimientos emanados de su conciencia, para juzgar sus propios actos, y para
resolver los problemas que preocupan a sus semejantes, es indudable que se distinguirá
siempre por su BONDAD o por su MAGNANIMIDAD, haciéndose estimar y respetar por la
Sociedad en que vive.
Además de que no debemos olvidar que para que exista esta cualidad Moral, debe haber
lucha entre el BIEN y el MAL, entre la RAZON y la JUSTICIA, pero sin llegar a confundir a la
VIRTUD con la HONRADEZ, ni con la BENEVOLENCIA, mucho menos con la APATIA; pues
debemos tomar en consideración que el primero de estos factores, puede manifestarse en los
INDOLENTES, el segundo en ocasiones lo encontramos en los Individuos de carácter DEBIL y el
tercero, puede conducir al hombre hasta caer en los más deplorables VICIOS; razonamientos
que claramente indican que ningún INDOLENTE, que ningún DEBIL, ni mucho menos un
VICIOSO, puede llegar a practicar la VIRTUD, y menos tratándose de los aspectos admitidos
por la ETICA MASONICA.
Por esa razón, y atendiendo a lo que determinan esos indiscutibles conceptos, resulta que la
VIRTUD, en todas sus acepciones, es lo que constituye a la SALUD, a la FUERZA y a la BELLEZA
del Alma, al igual que puede comparársele con el hábito, con la inclinación y con la disposición
de la Conciencia Humana, para PENSAR, para EJERCER, para OBRAR con justicia durante
nuestros actos de la Vida Social, siempre que haya necesidad de aplicar el Criterio de
conformidad con los más Sanos, Imparciales y Equitativos RAZONAMIENTOS.
Por lo tanto, cualquiera actividad del hombre, que se apoye firmemente en esos inmutables
principios o agentes sublimes que sostienen a la VIRTUD, como un faro luminoso para la
existencia humana; desde luego que hay que considerarlos muy SUPERIORES, a los actos que
proceden únicamente de la SANA MORAL, lo que indudablemente queda demostrado con el
hecho de que si la MORAL SOCIAL, consiste en no ejecutar malas acciones, y en retribuir o
premiar al bien que se nos proporcione, por agradecimiento al FAVOR RECIBIDO, en cambio,
todo precepto que tenga como base a la VIRTUD, lleva una única finalidad, la de conseguir un
BENEFICIO para nuestros semejantes, sin más ambición que la de ejercitar el BIEN, como una
ayuda para el prójimo; acto que debe ejecutarse, aun a costa del más grande sacrificio Moral y
Material o con peligro de la propia existencia; pero todavía podemos extendernos un poco
más, al asegurar que el Hombre VIRTUOSO, siempre procurará el bienestar o la tranquilidad
de quienes le hayan perjudicado o causado algún MAL, tomando en cuenta que para él, no
existen RENCORES, ENEMISTADES ni venganzas en contra de las personas cuya maldad sea
manifiesta en todos sus actos.
Por otra parte, si tratamos de demostrar que existe la verdadera VIRTUD en el hombre que
posee cierta preparación educativa, resulta que ese hecho lo elevaría irremisiblemente a la
calidad de un INDIVIDUO PERFECTO, sea en el sentido MORAL, en el orden MATERIAL o en el
ambiente INTELECTUAL; lo que quiere decir que esas Tres Cualidades deben encontrarse
en igualdad de circunstancia para todo hombre de bien, cosa que hasta la fecha, no ha sido
posible lograr para conseguir una adecuada orientación dentro de la Conciencia humana; y es
precisamente, porque en cada persona existen diferentes medios de vida, distintos sistemas
de EDUCACIÓN y determinadas costumbres, que la mayoría de las veces influyen de
conformidad con el influjo de los diferente USOS que de hecho dan origen a la MORAL, que se
impone a las distintas Clases, Escalas o Sectores Sociales.
Pero aun así, tenemos la seguridad de que jamás se nos podrá negar que la VIRTUD
perfecciona un tanto a los USOS y a las COSTUMBRES Humanas, cuando se propaga como una
materia de Educación Cívica entre los pueblos, ya que sus enseñanzas consisten
en saber aplicar el ejercicio más amplio que aconseja el Criterio, para encontrar la RAZON, y
ponerla en practica en toda su magnitud, de conformidad con la Conciencia, misma que la
mayoría de las veces, obliga a obedecer a los dictados de una VOLUNTAD FIRME Y PURA.
Por ese motivo debemos también, que solamente entre las personas que poseen una ALMA
NOBLE y FUERTE, es en donde indudablemente se alberga la VIRTUD, y en donde se puede
encontrar algo de PERFECCIONAMIENTO, aunque siempre será adecuado a la Categoría, al
talento o la Ilustración del individuo, puesto que es seguro que en su mente lleva la convicción
de que puede cumplir con los Postulados Sociales, que le demandan sus deberes para con la
familia, para con su raza y para con todos sus Semejantes.
Tampoco podemos negar que la grandeza del Alma de un hombre VIRTUOSO, aumenta en
proporción con el IMPETU de la pasión que está obligando a DOMINAR; por lo tanto, no cabe
duda que ese hecho da el suficiente aliento al hábito o a la costumbre de subyugar a su
VOLUNTAD, para poder apartarse de ciertas prácticas insanas, lo que indudablemente tiende a
enaltecer a las Conciencias de las personas cuya magnanimidad o su nobleza la han adquirido,
para aprender a SERVIR a sus semejantes, sin más Interés que la SATISFACCION DEL DEBER
CUMPLIDO.
En consecuencia, no hay más que reconocer y tener la seguridad, de que ninguna PASION
MORAL o MATERIAL que se SATISFAGA, nos puede proporcionar vanaglorias, ni placeres tan
PUROS y DURADEROS como el Orgullo inefable que sentimos al saber que hemos
RECONOCIDO y CORREGIDO a nuestros propios ERRORES o DEFECTOS, haciendo uso de
nuestro Libre Albedrío, puesto que nos fortalece la personalidad adquirida y nos proporciona
la suficiente VOLUNTAD para VENCERSE A SI MISMO.
Todas estas VIRTUDES, propias del ambiente Masónico, son las que de manera sincera
debemos aprender; para conservarlas y propagarlas, ante los ojos del Mundo Profano, puesto
que su sola observancia conquista a las VOLUNTADES de los hombres de BIEN, o de
reconocida moralidad, la que sin duda, será siempre reconocida dentro del ambiente en que
vive; por lo tanto, ésta es, en síntesis, la verdadera labor que el Masón debe desarrollar, en
cualquier ambiente, situación o circunstancia que se encuentre, siempre que haya logrado
COMPRENDER cuales son sus DEBERES para consigo mismo, para con sus Semejantes y para
con el Ser Supremo.
Por esa razón, cada paso que se adelante sobre esa Senda de las VIRTUDES, cada obra que se
lleve a cabo para afianzar los PRECEPTOS que nos señalan estas sublimes Cualidades, como
enseñanzas SALVADORAS de la Humanidad; es indudable que nos acercan cada día más hacia
la COMPRENSIÓN, hacia la FELICIDAD y hacia el PERFECCIONAMIENTO individual, en
consecuencia, no nos es permitido retroceder, al tratar de ALCANZAR LA CIMA, en el
cumplimiento a nuestra Sagrada Misión, puesto que, cada paso que se dé en sentido
contrario, irremisiblemente que nos conducirá por el camino de los VICIOS colectivos, en
dirección de las Miserias de los Pueblos, para ocasionar la RUINA MAS COMPLETA de la
Humanidad entera.
Para terminar, sólo nos resta establecer que éstos son los CONCEPTOS que la Filosofía Masónica
define acerca de las VIRTUDES HUMANAS, cuya práctica, como ya se dijo antes, es muy DIFICIL de
llevar adelante, si no se poseen las DOTES de Moralidad, de las Buenas Costumbres y de una
EDUCACIÓN ESMERADA.