El documento describe las principales tendencias teatrales del siglo XIX en Europa: el teatro romántico se centraba en temas medievales y héroes dominados por las pasiones, el melodrama se convirtió en el género más popular representando villanos y heroínas en situaciones extremas, y el naturalismo reflejaba detalles realistas y problemas sociales inspirándose en la ciencia para mejorar la vida.
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El documento describe las principales tendencias teatrales del siglo XIX en Europa: el teatro romántico se centraba en temas medievales y héroes dominados por las pasiones, el melodrama se convirtió en el género más popular representando villanos y heroínas en situaciones extremas, y el naturalismo reflejaba detalles realistas y problemas sociales inspirándose en la ciencia para mejorar la vida.
El documento describe las principales tendencias teatrales del siglo XIX en Europa: el teatro romántico se centraba en temas medievales y héroes dominados por las pasiones, el melodrama se convirtió en el género más popular representando villanos y heroínas en situaciones extremas, y el naturalismo reflejaba detalles realistas y problemas sociales inspirándose en la ciencia para mejorar la vida.
El documento describe las principales tendencias teatrales del siglo XIX en Europa: el teatro romántico se centraba en temas medievales y héroes dominados por las pasiones, el melodrama se convirtió en el género más popular representando villanos y heroínas en situaciones extremas, y el naturalismo reflejaba detalles realistas y problemas sociales inspirándose en la ciencia para mejorar la vida.
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6) TEATRO DEL SIGLO XVIII
El teatro del siglo XVIII era, básicamente, y en gran parte de Europa, un teatro de
actores. Estaba dominado por intérpretes para quienes se escribían obras ajustadas a su estilo; a menudo estos actores adaptaban clásicos para complacer sus gustos y adecuar las obras a sus características. Las obras de Shakespeare, en especial, eran alteradas hasta no poder ser reconocidas no sólo para complacer a los actores sino, también, para ajustarse a los ideales neoclásicos. A El rey Lear y Romeo y Julieta, por ejemplo, se les cambiaron los finales trágicos por unos felices, anulando por lo tanto la intencionalidad del autor. 7) TEATRO DEL SIGLO XIX A lo largo del siglo XVIII ciertas ideas filosóficas fueron tomando forma y finalmente acabaron fusionándose y cuajando a principios del siglo XIX, en un movimiento llamado romanticismo. TEATRO ROMÁNTICO El romanticismo apareció en primer lugar en Alemania, un país con poca tradición teatral antes del siglo XVIII, aparte de rústicas farsas. Alrededor de 1820, el romanticismo dominaba el teatro en la mayor parte de Europa. El teatro romántico español buscó la inspiración en los temas medievales y presenta a un héroe individual dominado por las pasiones, ya sean éstas virtuosas o viciosas. Se recuperan las formas y estructuras del teatro del Siglo de Oro pero con una maquinaria escénica y efectos escenográficos suntuosos y aparatosos. La voz engolada y el verso rotundo triunfa en el teatro romántico español. Su gran figura es José Zorrilla, el autor de Don Juan Tenorio. El tema del burlador es retomado con gran libertad por Zorrilla y en su entusiasmo romántico hace que sea el amor quien redime al seductor. La fuerza y encanto de este personaje y obra ha conseguido que nunca haya dejado de representarse en algún teatro español. MELODRAMA Las mismas fuerzas que condujeron al romanticismo también, en combinación con varias formas populares, condujeron al desarrollo del melodrama, el género dramático más arraigado en el siglo XIX. El melodrama como literatura es a menudo ignorado o ridiculizado, cuando menos desdeñado por los críticos, porque aporta imágenes de villanos que se atusan el bigote o heroínas sujetas a vías de tren. TEATRO BURGUÉS Proponía una recreación de lo local y de la vida en el hogar. El espectador debía tener la impresión de asistir a un hecho real y a ello vino a contribuir el escenario de tres paredes con el objetivo de que el público observe a través de la imaginaria cuarta pared. NATURALISMO Y CRÍTICA SOCIAL A mediados del siglo XIX el interés por el detalle realista, las motivaciones psicológicas de los personajes, la preocupación por los problemas sociales, condujo al naturalismo en el teatro. Acudiendo a la ciencia en busca de inspiración, los naturalistas sintieron que el objetivo del arte, como el de la ciencia, debía ser el de mejorar nuestras vidas. Los dramaturgos y actores, como los científicos, se pusieron a observar y a retratar el mundo real. APARICIÓN DEL DIRECTOR El naturalismo es responsable en gran medida de la aparición de la figura del director teatral moderno. Aunque todas las producciones teatrales a lo largo de la historia fueron organizadas y unificadas por un individuo, la idea de un director que interpreta el texto, crea un estilo de actuación, sugiere decorados y vestuario y da cohesión a la producción, es algo moderno. REALISMO PSICOLÓGICO Las obras demuestran problemas sociales como la enfermedad genética, la ineficacia del matrimonio como institución religiosa y social, y los derechos de las mujeres, pero también son valiosos por sus convincentes estudios de individuos.