Origen Del Burro
Origen Del Burro
Origen Del Burro
Etimología
La palabra «asno» procede del término que designa a este animal en latín: asinus, y que
también es la usada en su nombre científico para designar a la subespecie doméstica. Los
términos, también latinos, que designan a su género y especie, Equus africanus, significan
literalmente «caballo africano».
La palabra «burro» o «borrico» son derivados regresivos del latín tardío burricus, que
significaba «caballo pequeño», mientras que caballus era un caballo castrado usado para tirar
o cargar. Desde el siglo I, aunque asinus seguía siendo el nombre de la especie y del asno
garañón para procrear, el asno vulgar de trabajo recibía normalmente en latín el nombre de
asellus.4
Taxonomía
En un principio los burros domésticos fueron clasificados como una especie, Equus asinus, y se
mantuvo durante mucho tiempo esta clasificación. Al demostrarse que los asnos domésticos y
los salvajes africanos, Equus africanus, pertenecían a una misma especie, tenían que tener el
mismo nombre científico. Generalmente en casos como este se aplicaría el principio de
prioridad usado en la nomenclatura científica, que establece que debe permanecer como
nombre específico el primero en haber sido registrado, siendo asinus el más antiguo. Pero la
Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica determinó en 2003 en la Opinión 2027 que
los asnos domésticos, al igual que otras diecisiete especies domesticadas, debían nombrarse
como su variedad salvaje, Equus africanus, y por lo tanto los burros domésticos debían
nombrarse como la subespecie Equus africanus asinus.2 Esta decisión se tomó para evitar la
paradoja de que linajes anteriores, los silvestres, fueran nombrados como subespecies de sus
descendientes.
Los asnos se clasifican dentro del orden de los perisodáctilos, perteneciendo a la familia de los
équidos, a la que también pertenecen el caballo (Equus ferus caballus), el onagro o el kulán
(Equus hemionus), el kiang (Equus hemionus kiang) y las cebras, en la que todos están
estrechamente emparentados al pertenecer todos al único género superviviente, Equus.
Descripción
Semental de asno de raza andaluza-cordobesa.
Los burros varían considerablemente de tamaño. La mayoría de los burros domésticos tienen
una talla que oscila entre 0,9 y 1,4 m hasta la cruz, aunque hay variedades mayores como las
razas andaluza-cordobesa, y zamorano-leonesa (que puede superar los 1,6 m), y el burro
mamut (cuyo individuo más grande llegó a medir 1,73 m)5 o el burro catalán (que llega a los
1,65 m). La coloración y longitud de su pelo también es muy variable. Su color más habitual es
el gris en todos sus tonos, llegando hasta el blanco y el negro, y también son habituales las
tonalidades pardas. A menudo tienen el pelaje de tonos más claros o blanco alrededor del
morro, la zona periocular y el vientre, y con frecuencia presentan dos franjas oscuras en forma
de cruz en su espalda. Sus crines son más cortas que las de los caballos, por lo que
permanecen encrespadas en lugar de caer sobre el cuello.
Los burros son más longevos que los caballos, llegando a vivir hasta los cuarenta años.
Alcanzan la madurez sexual entre los dos y los dos años y medio. El apareamiento puede
producirse en cualquier época del año, aunque generalmente se produce durante la
primavera. La gestación dura entre doce y catorce meses, que producirá normalmente una
sola cría, raramente dos, que será destetada cuando tenga entre seis y nueve meses.
Los burros se adaptaron para vivir en los márgenes de los desiertos, y como resultado de ello
tienen características únicas entre los équidos. Los asnos salvajes viven separados unos de
otros al contrario que los caballos y cebras, que viven en manadas. Los burros son capaces de
emitir rebuznos a un volumen muy alto que les permite mantenerse en contacto a distancia,
hasta los tres kilómetros. Sus largas orejas le sirven tanto para percibir mejor los sonidos como
para poder disipar mejor su calor corporal.
Los burros en la naturaleza se defienden dando fuertes coces con sus patas traseras, cosa que
siguen haciendo los domésticos cuando son importunados, y también pueden golpear con las
patas delanteras y dar mordiscos.
Alimentación
Los burros tienen un sistema digestivo resistente, menos propenso a los cólicos que el de los
caballos, lo que les permite consumir mayor diversidad de plantas y extraer agua del alimento
de forma muy eficiente. En promedio los burros necesitan menor cantidad de alimento que los
caballos de tamaño y peso equivalente; todo ello les permite vivir en zonas inaccesibles para
sus parientes de nutrición más exigente.
Los ancestros de los burros domésticos son las subespecies de asnos salvajes africanos nubia y
somalí.78 Los asnos salvajes se domesticaron alrededor del 5000 a. C. Los burros se
convirtieron en importantes animales de carga para las gentes que vivían en las regiones de
Egipto y Nubia, ya que son capaces de acarrear entre el 20 % y el 30 % de su peso corporal, y
también se usaron para arar y para ser ordeñados. Para 1800 a. C. los burros ya se habían
extendido a Oriente Medio, donde la ciudad comercial de Damasco es denominada la «ciudad
de los asnos» en textos cuneiformes.
Kílix griego con un sátiro sobre un burro, datado alrededor del 510 a. C.
Los antiguos griegos asociaron los burros al dios Dioniso. Los romanos también usaron los
burros como animal de carga en todo su imperio y además estaba consagrado a Príapo, por las
dimensiones de su falo, a quien era ofrecido en sacrificio, porque según la leyenda este dios
había matado uno en la expedición de Baco a las Indias por haber tenido la insolencia de
disputarle el premio de la fuerza.
Los équidos se habían extinguido del continente americano al final de la última glaciación. Los
caballos y los burros fueron introducidos en América por los conquistadores españoles. La
primera aparición del burro en el nuevo mundo se produjo en 1495, cuando Colón llevó en su
expedición cuatro machos y dos hembras. Posteriormente los colonos europeos fueron
importando burros de diversas variedades tanto de España como de Francia, principalmente
con el cometido de ser usados para producir mulas. Además de su uso tradicional en la
agricultura y el transporte, los burros fueron usados a partir del siglo XIX en la minería.
Con la aparición de la maquinaria agrícola y los medios de transporte modernos los burros
empezaron a usarse cada vez menos desde comienzos del siglo XX en los países ricos, aunque
empezaron a usarse para el turismo y como mascotas, y siguen siendo usados como animales
de trabajo en los países en desarrollo. Las razas miniatura son las más apreciadas como
mascotas.
Mitología y simbología
Los egipcios consideraban en el asno un símbolo de Tifón y trazaban su figura sobre las tortas
que ofrecían a este dios del mal. El asno era muy mal tratado en Coptos. Los habitantes de
Busiris, de Abidos y Licópolis tocaban la trompeta imitando el rebuzno del asno. Entre los
egipcios se representaba a la ignorancia con una cabeza de este animal. Cuando querían
designar una obra de poca duración, figuraban un asno a gran galope a causa de que cuando
galopa por fantasía, no es más que por un instante, volviendo a tomar muy pronto su paso
natural.
Los romanos conservaron mucha parte de esta aversión contra el asno y encontrarse con uno
se consideraba como mal presagio. Se ha conservado una fábula singular donde el asno hace
un papel de bastante importancia. Luego de que Júpiter hubo tomado posesión del imperio del
mundo y los mortales concurrieron en tropel a ofrecer incienso en sus altares, movido el dios
de su piedad les prometió atender al deseo que ellos formasen. Los hombres pidieron el don
de una eterna juventud sin pasar jamás al triste estado de la vejez. Júpiter encargó al asno
llevar este don inestimable, pero sintiéndose fatigado se acercó a una fuente para refrescarse.
La serpiente que la guardaba dio a entender al asno que para beber, era necesario que le
cediese antes el tesoro que llevaba. El estúpido animal no tuvo dificultad en cambiar por
algunos sorbos de agua un licor más precioso que el néctar. Desde entonces tienen las
serpientes el privilegio de cambiar de piel y de volver a tomar toda la frescura y vigor de la
juventud, al paso que los mortales están sujetos como antes a la vejez y la muerte.9
Aprovechamiento económico
Según relación de Galeno, Mecenas fue el primero que puso en uso la carne de este animal
entre los romanos. Los persas han comido esta carne prefiriéndola a la de la gacela, gusto que
era también el de sus antepasados. Oleario dice que en un gran festín dado en 1656 por Cha-
Abbas a los embajadores, se mataron treinta y dos asnos salvajes, que su carne era exquisita y
ordinariamente se reservaba para la mesa del monarca; y añade también que el rey de Persia
se complacía en esta caza y que enviaba los asnos que había muerto a Isfahán a la cocina de su
corte. Hipócrates y Galeno miraban esta carne como indigesta y aun peligrosa, lo que no
impidió que Plinio y otros preconizasen su eficacia contra la tisis, las enfermedades cutáneas,
etc.; al menos parece que es dura e insípida. Con todo, ha servido con frecuencia en tiempo de
carestía y también se dice que algunas veces ha sustituido a la de ternera en ciertas localidades
de Francia; por último, fue la base de los salchichones de Bolonia, buscados por los golosos; la
del borriquillo, sobre todo salvaje, se asegura que es mucho mejor.
Antiguamente, se usaban en terapéutica la sangre, la hiel, la grasa, el bazo, los riñones, los
testículos, los pelos, los cascos y hasta la orina y los excrementos de asno contra un sinnúmero
de enfermedades, tales como las calenturas, la ictericia, la parálisis y la epilepsia. En cuanto a
las Tablillas de hokiak, que los chinos llaman Ngo-kiaeo o Hoki-hao, que preparan según se
dice, con la piel de asno, no son otra cosa que gelatina muy aromatizada. Con esta piel se
hacen tambores. El ejercicio del asno o aselación ofrece, con un poco menos de actividad, las
mismas ventajas que la equitación.10
Desde comienzos de la historia, los burros han sido utilizados en Europa, Asia y África para
transportar cargas, tirar de carros y trasladar personas. A pesar de no ser tan rápidos y fuertes
como los caballos, su mantenimiento es menos costoso, tienen una gran resistencia y una larga
vida, y son más ágiles en terrenos abruptos e irregulares que los caballos. Continúan siendo de
crucial importancia económica en muchos países en vías de desarrollo.
Los burros tienen una larga reputación por su terquedad, pero esto se debe a la mala
interpretación de algunas personas de su instinto de conservación altamente desarrollado. Es
difícil forzar a un burro a hacer algo que contradiga sus propios intereses. Son animales
inteligentes, cautelosos, amistosos, juguetones e interesados en aprender. Una vez que se
haya ganado su confianza pueden ser buenos compañeros en trabajo y recreación; por esta
razón ahora son comúnmente conservados como mascotas en algunos países, en donde su uso
como animales de carga ha desaparecido. También son populares por pasear niños en algunos
lugares turísticos y de recreación.
Otra aplicación recuperada del asno es su uso como animal vigía frente a lobos y
cimarrones.12 El burro, capaz de detectar la presencia de depredadores con mayor facilidad
que el ganado, alerta con rebuznos de su presencia sirviendo de aviso tanto a ganaderos como
a los propios animales con los que convive, tal es el caso de las vacas, las cuales protegerán
mejor a sus terneros.
Los burros también son criados para consumir su carne, que forma parte de la gastronomía de
algunas regiones de España y países como China.
Situación actual
Población mundial del burro doméstico en 2003, expresada como porcentaje de su mayor
población nacional (la China, con 8 499 000 ejemplares).
En África la población de esta especie creció de 8,5 a 13,7 millones entre 1949 y 1997.
Actualmente hay 5 millones de asnos en Etiopía, 1,69 millones en Egipto, un millón en Nigeria,
678 000 en Sudán, 611 000 en Malí, 455 000 en Burkina Faso, 450 000 en Níger y 300 000 en
Kenia.
En América Latina hay 7,7 millones de cabezas actualmente, principalmente en México (3,25
millones), Colombia (710 000), Bolivia (720 000), Perú (520 000) y Venezuela (440 000).
En Asia hay más de 20 millones de burros, unos 11 millones en China; el resto está en su
mayoría en Pakistán (3,9 millones) e India (1,6 millones).
Hay países donde la población se ha reducido en gran medida hasta 1996, por diversas causas,
como la modernización de los medios de transporte; ejemplos son Irán (que pasó de 2,16
millones a 1,4 desde 1976), Irak (pasó en tres décadas de 530 000 a 145 000), Turquía
(decreció de 1,97 millones en 1966 a 800 000), Yemen (790 000 en 1976 a 500 000), Marruecos
(1,2 millones en 1976 a 880 000), Sudáfrica (de 310 000 a 100 000 cabezas en solo diez años) y
Brasil (de 1,46 millones a 1,37 desde 1976). Otra razón de esta reducción son hambrunas,
sequías, malas condiciones de vida y guerras civiles como la de Afganistán, que pasa de 1 325
000 animales en los años ochenta a 1 160 000 actualmente.
Pero la reducción más drástica se ha dado en Europa. Los burros pasaron de dos millones de
cabezas a medio millón en tres décadas.13 Las varias razas autóctonas españolas se
encuentran en peligro de extinción, en especial la raza zamorano-leonesa y la catalana. Esto ha
propiciado la aparición de iniciativas14 para su defensa,15 llegando incluso a usarlo para fines
dedicados, en principio, a caballos.16 También se ha empezado a desarrollar la burroterapia
para niños discapacitados.17
La larga historia del uso de burros por los humanos significa que hay un gran almacenamiento
de referencias culturales a éste.18
En las fábulas de Esopo la figura del burro representa el papel de los humildes en diversas
situaciones: algunas veces se cree importante y los poderosos le ponen en su lugar como en el
asno y el león o el asno y la imagen, aunque también el humilde asno da alguna lección a los
poderosos y los arrogantes como en el asno y el lobo o en el caballo y el asno. Además
representa al compañero confiado que es traicionado por un amigo malintencionado como en
el burro y la cabra o la zorra y el burro.
El asno de oro o Asinus aureus es una ingeniosa novela escrita por el autor latino Lucio
Apuleyo donde se encuentra el célebre episodio de Psiquis.
El burro ha sido por mucho tiempo símbolo de ignorancia. Un ejemplo se pueden encontrar en
Sueño de una noche de verano de Shakespeare y en la fábula de el burro flautista de Iriarte.
Pinocho es otro ejemplo claro, en donde los niños que visitaban la isla de los juegos se
convertían en asnos por dejar los estudios por la diversión y la holganza. Por este motivo se le
da el calificativo peyorativo de burro o asno a una persona ignorante o de poca inteligencia.
El burro protagoniza o aparece como fiel compañero del protagonista en muchas obras
literarias:
En la novela de 1953 Brighty of the Grand Canyon (Lucero del Gran Cañón) de Marguerite
Henry.21
Ya desde el nacimiento en Belén donde Jesús de Nazaret recién nacido está escoltado por un
asno y por un buey acorde a lo dicho por antiguas profecías.
Durante la Celebración del Domingo de Ramos, se rememora la llegada a Jerusalén de Jesús de
Nazaret montado sobre de un burro y recibido por la multitud con hojas de palma, cuyas
estatuas procesionales son conocidas popularmente en Andalucía como la borriquita. La huida
a Egipto también se representa a lomos de un burro y los asnos aparecen mencionados
muchas veces en la Biblia hebrea. La creencia de que una quijada de este animal fue el arma
homicida de Abel es sin embargo falsa. El Génesis no aclara el medio utilizado por Caín para
dar muerte a su hermano. Probablemente se deba a una confusión con el pasaje bíblico donde
Sansón acaba con un ejército filisteo armado con una quijada de ese animal.
El asno es el animal que simboliza al Partido Demócrata de los Estados Unidos frente al
elefante del Partido Republicano.
Híbridos
Un burro puede fecundar una yegua; su descendiente se llama mula o mulo. Un caballo puede
ser cruzado con una burra, en este caso el descendiente se denomina burdégano. Ambos
híbridos son casi siempre estériles porque los burros tienen sesenta y dos cromosomas
mientras que los caballos tienen sesenta y cuatro, por lo que los descendientes tienen un
número impar, sesenta y tres, lo que dificulta la formación de gametos funcionales.
Históricamente se ha preferido criar más mulos que burdéganos, porque al ser las yeguas de
mayor tamaño que las burras sus hijos son mayores y más fuertes.
Los mulos son fuertes y resistentes, por lo que desde la antigüedad el ser humano los ha
considerado especialmente útiles a la hora de llevar cargas pesadas, a largas distancias y en
terrenos montañosos. A esta característica que hace a los descendientes cruzados más
resistentes que sus progenitores, se la denomina vigor híbrido.
Razas españolas
El burro andaluz-cordobés
El burro majorero
El burro catalán
El asno mallorquín
El burro zamorano-leonés.
Expresiones relacionadas
A asno lerdo, arriero loco; remolón que se hace el tonto, castigándose irá pronto.
Al asno muerto, la cebada al rabo; suele llegar el remedio cuando ya no es tiempo de ello.
Asno con oro, alcánzalo todo; ¿qué no alcanza el hombre rico, aun cuando sea un borrico?
Asno de Arcadia, lleno de oro, y come paja; ¿de qué le sirve su riqueza al que se da un trato
mísero, como los avaros?
Asno de muchos, lobos lo comen; cosa al cuidado de muchos, está como al de ninguno.
Asno lerdo, tú dirás lo tuyo y lo ajeno; ni aun saben los indiscretos guardar sus propios
secretos.
Asno que entra en dehesa ajena, volverá cargado de leña; el que entra en lugar vedado, se
expone a ser apaleado.
Asno sea quien asno batea; reprende a los que dan empleos a personas incapaces de
desempeñarlos.
Bien sabe el asno en cuya cara o casa rebuzna; la demasiada familiaridad con inferiores, suele
dar motivo a libertades o llanezas.
Burlas con el asno, daros ha en la barba con el rabo; chanzas gastar no conviene, con quien
finura no tiene.
Burro cargado de letras; se dice del que ha estudiado mucho y no tiene discernimiento, ingenio
ni travesura, especialmente para los negocios y necesidades de la vida.
El asno que no está hecho a la albarda, muerde la atafarra; los que no están acostumbrados a
privaciones, suelen llevarlas muy mal.
Es un borrico; frase con que se denota que alguno es de mucho aguante o sufrimiento en el
trabajo. Se usa más en la acepción de ser un tonto, un idiota, un estúpido.
Mas quiero asno que me lleve, que caballo que me derrueque; mejor es contentarse con un
mediano estado, que aspirar al peligro de los grandes puestos.
No compres asno de recuero, ni te cases con hija de mesonero; está muy expuesto a salir
burlado el que toma una de estas dos cosas, por lo andadas que se suponen.
No se hizo la miel para la boca del asno; las cosas delicadas solo pueden ser debidamente
apreciadas por los que tienen gusto.
Poner a alguno sobre un borrico; frase usada para amenazar con el castigo de azotes o afrenta
pública.
Por dar en el asno, dar en la albarda; confundir las cosas sin saber lo que se hace.
Puesto en el borrico, igual da ciento que ciento y pico; dado el primer paso en alguna
resolución arriesgada, vencido el obstáculo que más cuesta, lo demás se hace menos difícil.23
Quien no puede dar en el asno, da en la albarda; hay sujetos que no pudiendo vengarse en la
persona de su enemigo, se venga en las cosas de su pertenencia.
Referencias
Wilson, Don; Reeder, DeeAnn, eds. (2005). «Equus asinus». Mammal Species of the World (en
inglés) (3ª edición). Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2 vols. (2142 pp.). ISBN 978-0-
8018-8221-0.
Rossel, S., Marshall, F. et al. «Domestication of the donkey: Timing, processes, and indicators.»
PNAS 105(10):3715-3720. March 11, 2008. Abstract
Pascual Barea, Joaquín (2016). «Asinus y asellus: los dos tipos de asno doméstico en latín
clásico». Pallas. Révue d'Études Antiques (101): 279-291.
«El burro más alto del mundo,» (en inglés). Guinness World Records. Consultado el 8 de julio
de 2016.
Guillermo D. Olmo (31 de octubre de 2010). «El último refugio del burro español». Consultado
el 24 de julio de 2011.
Internet, Unidad Editorial. «Un sevillano logra que un burro haga ejercicios de doma clásica de
caballos | Andalucía-Sevilla | elmundo.es». www.elmundo.es. Consultado el 1 de enero de
2017.
Fanjul, Sergio C. (22 de noviembre de 2019). «“Los burros son tremendamente inteligentes”».
El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 22 de noviembre de 2019.
La palabra "rucio".
asno.