Tema 16
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FORMA
LAS BACTERIAS
Las bacterias son un amplio e importante grupo de microorganismos del reino Monera,
caracterizados por su organización procariota. Su tamaño entre 0,5 y 50 m, hace que se
puedan visualizar tanto en microscopios ópticos como en electrónicos. La mitocondria de la
célula eucariota se aproxima al tamaño de algunas bacterias.
Este reino presenta una amplísima diversidad y distribución. Son organismos ubicuos, lo que
significa que los podemos encontrar en todos los ambientes del planeta: desde los hielos
antárticos, pasando por el océano, las aguas termales, hasta el interior de nuestro intestino.
ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN BACTERIANA
La ausencia de núcleo celular y de la mayoría de orgánulos eucariotas, unido a la presencia de
una pared celular rígida de mureína (un peptidoglicano) en casi todas las especies, y de
ribosomas 70S, son las principales características diferenciales respecto a una célula eucariota
Transformación: hay una transferencia de ADN desde el medio, sin que sea necesario
el contacto entre las células receptora y donadora.
Transducción: el intercambio de ADN conducido por un virus bacteriófago, que es el
tipo de virus que infecta a las bacterias.
Conjugación: hay una transferencia de un fragmento de ADN, en forma de plásmido,
con contacto entre la célula donadora y la receptora a través de pelos o pili.
FUNCIONES DE RELACIÓN EN BACTERIAS
Las bacterias son capaces de responder ante determinados estímulos del medio que les rodea.
Así, las bacterias fotosintéticas se desplazan hacia la luz (fototactismo). Otras especies móviles
acuden a o se alejan de determinados estímulos químicos (quimiotactismo).
Una de las respuestas más importantes ante los cambios de condiciones ambientales es la
formación de endosporas en situaciones desfavorables. Las bacterias esporuladas, como
Bacillus o Clostridium, producen estas estructuras de resistencia, internas y en posición
variable, que al ser liberadas soportan temperaturas más elevadas que las células vegetativas
(hasta 80 ºC). También sobreviven con déficit de nutrientes, falta de agua o en presencia de
radiaciones u otras condiciones transitoriamente inadecuadas. Así pueden permanecer cientos
de años, hasta que las condiciones vuelven a ser óptimas, activándose en ese momento el
metabolismo y transformándose en células vegetativas.
CICLO LÍTICO
Es el más frecuente. El virión infecta a la célula y se multiplica en su interior para
liberar nuevos viriones al medio.
Consta de las siguientes fases:
Fijación o adsorción: se establece el contacto entre la cápsida y receptores de
la célula que va a parasitar. Aquí reside la especifidad de los virus por un tipo
celular concreto. Unos pocos virus carecen de esta fase y penetran
directamente.
Penetración o entrada: los genes virales atraviesan la membrana plasmática de
la célula infectada y entran en ella. La mayoría de las veces las proteínas de la
cápsida se quedan fuera, aunque en algunos casos la capsidación o
desnudamiento tiene lugar en el citoplasma. La entrada puede ser por
inyección (fagos), por endocitosis o por fusión de membranas (en el caso de
virus envueltos)
Replicación o eclipse: en esta fase el virión ha desaparecido como tal. En esta
fase, el virus se aproxima más a las funciones asociadas a la vida.
se producen dos procesos:
- Replicación de los genes virales para perpetuar la información genética en
los nuevos virus. Intervienen las polimerasas del virus
- Síntesis de las proteínas víricas a partir del genoma viral. Se sintetizan tanto
las enzimas específicas necesarias para la multiplicación viral como las
proteínas estructurales de la cápsida.
Ensamblaje o maduración: las copias del genoma viral, junto a las proteínas
virales sintetizadas, se reúnen para conformar los nuevos virus
Liberación: los nuevos viriones salen de la célula infectada. En algunos casos lo
hacen con la ruptura y muerte de la célula hospedadora (lisis) y otras por
exocitosis. Los virus se llevan consigo parte de la membrana de la célula
hospedadora para conformar su envoltura. Una vez fuera de la célula pueden
comenzar un nuevo ciclo infectivo.
CICLO LISOGÉNICO
Determinados virus, como el VIH, y algunos herpes y fagos, tienen la capacidad de
integrar sus genes dentro de los cromosomas de la célula hospedadora sin matarla.
Permanecen en estado latente durante un tiempo variable, sin producir nuevos
viriones. Esta fase se denomina provirus. Algunos factores externos hacen que, en un
momento, el virus comience un ciclo lítico infectivo.
PARTÍCULAS SUBVIRALES
Existen biomoléculas de carácter infeccioso que tienen como particularidad su
capacidad de replicación de los tejidos. Estas partículas no son consideradas
microorganismos. Hay dos tipos:
Priones: son agentes infecciosos constituidos por proteínas anómalas que
producen alteraciones degenerativas en el sistema nervioso central.
Se cree que en la superficie de las neuronas hay determinadas proteínas (PrPc)
relacionadas con la identificación celular. Los priones modifican estas proteínas,
provocándoles cambios conformacionales, o en la actividad de los genes que
las codifican. Estos cambios se manifiestan en el tejido neuronal formando
huecos, que le dan apariencia de esponja y el resultado es una muerte neuronal
progresiva
Viroides: son moléculas de ARN monocatenario circular que provocan
infecciones en plantas.