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7-2-2014
DOI: 10.25148/etd.FI14071152
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Recommended Citation
Cabrera, Raul, "El Posnacionalismo en la Narrativa Cubana Actual: Reivindicación de lo Privado y lo Homoerótico" (2014). FIU
Electronic Theses and Dissertations. 1537.
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FLORIDA INTERNATIONAL UNIVERSITY
Miami, Florida
DOCTOR OF PHILOSOPHY
in
SPANISH
by
Raúl Cabrera
2014
To: Interim Dean Michael Heithaus
College of Arts and Sciences
This dissertation, written by Raul Cabrera, and entitled El Posnacionalismo en la
Narrativa Cubana Actual: Reivindicación de lo Privado y lo Homoerótico, having
been approved in respect to style and intellectual content, is referred to you for
judgment.
We have read this dissertation and recommend that it be approved.
____________________________________
Maida Watson
____________________________________
Melissa Baralt
____________________________________
Guillermo Grenier
____________________________________
Santiago Juan-Navarro, Major Professor
Date of Defense: July 2, 2014
The dissertation of Raul Cabrera is approved.
_________________________________
Interim Dean Michael Heithaus
College of Arts and Sciences
_________________________________
Dean Lakshmi N. Reddi
University Graduate School
Florida International University, 2014
ii
DEDICATORIA
iii
AGRADECIMIENTOS
gustaría agradecer a la Dra. Maida Watson por sus sagaces observaciones y carácter
desenfadado. Mis reconocimientos para la Dra. Melissa Baralt por su constante apoyo
mis elogios al Dr. Guillermo Grenier por sus valiosas sugerencias y por mantener la
expresar mi gratitud a la Dr. María Asunción Gómez por sus palabras de aliento e
amigos que se desvelaron revisando una y otra vez el manuscrito sin desmayar:
Alejandra, Cielo, Erja, Eloy, Griselda, Linet, Marilyn. Ellos compartieron muchas
y a las muchas horas que dedicó a revisar el manuscrito y a recopilar información este
iv
by
Raul Cabrera
Miami, Florida
latinoamericana. Sus orígenes se sitúan en los noventa, como parte de una narrativa que se
rebela contra la llamada literatura del Boom originada en los sesenta. Los escritores
grandes utopías son otros fenómenos que explican la emergencia de una narrativa que
del Muro de Berlín, los jóvenes escritores cubanos comienzan a incluir una retórica
diferente en sus creaciones: eluden el compromiso político militante, evitan los mensajes
v
de los proyectos literarios de tres escritoras cubanas contemporáneas: Ena Lucía Portela,
Anna Lidia Vega Serova y Karla Suárez. Además de sus cuentos, se analizan las novelas
“Djuna y Daniel”, de Ena Lucía Portela; “Ánima fatua”, de Anna Lidia Vega Serova y
“La viajera” de Karla Suárez. Estas novelas, además de ser ejemplos de la existencia en
revolucionario. Los protagonistas de estas nuevas ficciones, por lo general mujeres, son
vi
ÍNDICE
CAPÍTULO PÁGINA
INTRODUCCIÓN 1
vii
CONCLUSION 244
VITA
viii
INTRODUCCIÓN
económica que vivía Cuba, muchos jóvenes escritores, nacidos después del triunfo de la
criticada por los medios de difusión cultural de la isla, pues destapa por primera vez en la
aventura socialista temas apartados y censurados hasta el momento. Por ejemplo los
fraudes en las becas, el deterioro del compañerismo y las relaciones entre individuos, el
poblando el vacío gris que desde hacía un decenio existía en la expresión poética
nacional. El desafío a los patrones literarios imperantes evade los tonos morales o
por esperado menos dramático, tuvo un enorme impacto en todos los aspectos de la vida
quedado sin asideros. El “hombre nuevo” brilla por su ausencia,1 y la distancia que se
1 Elllamado hombre nuevo fue el concepto usado para referirse a los seres humanos que crearía la
Revolución: seres ideales, carentes de intereses materiales y dedicados a la construcción del socialismo.
Ernesto “Che” Guevara en su ensayo “El socialismo y el hombre en Cuba” es quien primero aplica el
término a la realidad cubana: “Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que
hacer al hombre nuevo” (2).
1
produce entre la realidad del pueblo y la realidad “oficial” que se había logrado imponer
convocatoria.
puestas en circulación acerca del fracaso de los grandes relatos (“La narrativa cubana”
53). En estos crudos y desesperanzados nuevos tiempos, los “hombres nuevos” que los
“nuevos escritores” van a reflejar son seres marginales dentro de un mundo alienado. La
euforia del apoyo a la Revolución que se vivió luego de la toma del poder en 1959 (El
estante vacío 24). En resumen, señala Ana Chover Lafarga, se observa “la
entonces inexistentes” (22), que serán explorados bajo formas narrativas poco explotadas
Se parte de la tesis de que los autores cubanos, para ser integrados al canon
nacional, han debido supeditar sus obras a la causa mayor de la Revolución y la Patria.
Con la embriaguez que acompañó al triunfo revolucionario se creyó por muchos años
concretada, amén de ser impuesta por decreto en los documentos oficiales, la utopía de la
2
El antecedente de este tipo de creación literaria es el llamado realismo socialista, en el cual el objetivo
fundamental de la obra era comunicar un “mensaje social” y donde se recreaba un mundo idílico de
proletarios y campesinos y se ignoraban los problemas generados por ese sistema.
2
definida por Jorge Fornet como la aparente despreocupación de los escritores de los
de repente del área a la que estuvo conectada por tres décadas, habitante de un espacio y
un tiempo imprevistos, y en las antípodas del esquema delimitado por los fundadores del
parámetros imaginativos hasta entonces exigidos como los únicos válidos. Emergen
modos de vida y actitudes históricamente excluidos de la creación literaria, así como los
contenidos se salen del espacio físico nacional. Entre los contenidos que se agregan a la
narrativa de ficción a partir de esa década podemos mencionar la dura crisis económica,
la prostitución, el mundo de las drogas, el SIDA, las salidas ilegales del país, etc., temas
todos propios del desencanto, el pesimismo y la amargura de la época, con sus personajes
agónicos y marginales.
década, es el erotismo otro tema que inicia un camino ascendente, destacando dentro del
3
Véase el ensayo de Jorge Fornet Los nuevos paradigmas. Prólogo narrativo al siglo XXI. La Habana:
Letras cubanas, 2006.
3
oficial nacionalista. Más que a través de una oposición frontal contra el sistema, estos
márgenes o sitúan sus historias fuera de los límites de la isla, así como fuera del tiempo
de la Revolución.
significado ser diferente con el riesgo del rechazo social, la demostración última de
derecho tantas veces’ denegado por el que hay que luchar, sino que se manifiesta como
uno más entre otros de los motivos de inspiración de estos nuevos narradores.
importancia, sobre todo los ensayos recogidos en su libro El insomnio de Bolívar (2009).
Allí explica cómo los jóvenes escritores latinoamericanos (nacidos a partir de 1960), a
4
sistema y son indiferentes a los temas de índole social o pública, interesándose solamente
estudio de caso (2006) tendrá un peso teórico importante. La literatura, de acuerdo con
globalizado de hoy. A pesar del crecimiento de las interdependencias entre las culturas y
las sociedades en el último siglo, las identidades colectivas e individuales son todavía
determinados programas narrativos críticos, según las axiologías que articulen esos
paradigmas.4 De ahí se entienden los ajustes o tachaduras a los que son sometidos para
extenso en este trabajo, en especial por sus aportes al pensamiento crítico para repasar la
política y la cultura contemporáneas en Cuba. Entre otras, se recoge su tesis acerca del
5
cambiante, y no como un mito establecido o categoría política, pues esta última entorpece
y fija para siempre de manera arbitraria la relación del pueblo con su pasado. Por tanto, el
ingreso a la cultura del propio país no puede estar dado por una convicción política (El
arte de la espera 55). Se repasan de este autor igualmente otros conceptos como el de la
sacralización de la figura de José Martí y el arraigo del mito martiano, así como la
su destino último; el de la euforia del desencanto que invadió a la sociedad cubana luego
los noventa con un nuevo paradigma que propugna las alteridades sexuales, genéricas,
sobre grandes obras de la narrativa cubana que tienen al cuerpo como centro, sirven para
situar el contexto histórico de las obras estudiadas en esta tesis. Se aprovecha de Fowler
Se establece un orden que comienza con los primeros empeños del devenir
intelectual y las tendencias nacionales hasta arribar al análisis de las obras y trayectorias
5
Mientras no se especifique lo contrario, en este trabajo utilizaremos el término Revolución (con
mayúsculas) para referirnos indistintamente al régimen político, es decir el Estado y sus instituciones, que
ha fungido en Cuba desde 1959 hasta la actualidad, bajo el poder de Fidel Castro primero y de su hermano
Raúl a partir de 2008.
6
de tres escritoras contemporáneas de renombre: Ena Lucía Portela, Anna Lidia Vega
Serova y Karla Suárez. Los capítulos dedicados a cada una de ellas se centran
especialmente en aquellas novelas más relevantes en relación con el tema de esta tesis:
Djuna y Daniel, Ánima fatua y La viajera, respectivamente. Estas novelas son ejemplos
latinoamericanos. Las une además el hecho de haber logrado no solo publicar, sino
Mediante el estudio de la obra de estas autoras (sin dejar de traer a colación otros
desafiado para reescribir y revisar los límites de la nación. Es decir, el sujeto homosexual
tradición afirmativa, así como las que se presentan como sus contrapartidas o
7
por épocas, en aras de una mejor comprensión de la evolución literaria nacional, hasta
llegar a las más novedosas tendencias surgidas a finales del siglo XX. Se analizan los
revolución como conceptos indistintos.6 Como bien apunta Rafael Rojas: “Lo
la cultura nacional como Roberto Fernández Retamar y Lisandro Otero” (El arte de la
espera 55). Esta tesis se hace eco de la metodología de Mabel Moraña, cuando señala que
“más que la nación como unidad significante y unificadora se estudian sus fronteras y
márgenes, y los estratos que la atraviesan como espacios de tránsito cultural y producción
6
Conviene aclarar que en este trabajo los términos lo cubano, cubanidad y cubanía se utilizarán de manera
intercambiable mientras no se indique lo contrario. Fue el estudioso cubano Fernando Ortiz en su ensayo
“Los factores humanos de la cubanidad” (1940) quien primero intentó establecer una distinción entre
ambos vocablos: “Pienso que para nosotros los cubanos nos habría de convenir la distinción de la
cubanidad, condición genérica de cubano, y la cubanía, cubanidad plena, sentida, consciente y deseada;
cubanidad responsable, cubanidad con las tres virtudes, dichas teologales, de fe, esperanza y amor” (3).
Veánse “Cultura, cubanidad y cubanía” de Abel Prieto y “A Willingness of the Heart: Cubanidad,
Cubaneo, Cubanía” de Gustavo Pérez-Firmat para más información sobre este tema.
8
La complejidad y los desafíos que plantea el tema del posnacionalismo, así como
lo novedoso e inexplorado del mismo son tan formidables que lamentablemente reducirán
el esfuerzo investigativo a una aproximación. Interesa dejar claro además que, como en
ilusión, muy del marketing norteamericano, de que el próximo “post” será algo realmente
nuevo, radical, que borrará todo lo anterior y lo sustituirá” (“Cien años de soledad
cuarenta años después”). Nada más lejos del propósito de este trabajo. Aclarado esto,
tanto por aquellas vertientes defensoras de una entidad “nacional”, como por aquellas que
la evitan a toda costa. Se pretende demostrar que no todo lo que escribe un cubano se
Revolución o cuanta homofobia queda por vencer. Interesa exponer por el contrario, la
tendencia cada vez más abierta y amena en la cual el autor posnacional (casi siempre “la”
7
Ajiaco es el nombre popular en Cuba que identifica una sopa que mezcla carnes con vegetales y verduras
de diferentes tipos y procedencia, algunas de la cultura indígena cubana y otras traidas por los españoles,
los negros africanos y los chinos.
9
alejamiento del nacionalismo, nada nos garantiza que no vuelva a él. Así, cuando se habla
del nacionalismo como algo superado, debe entenderse que se trata de una cosmovisión
que ha dejado de ser acatada por la mayoría de los creadores y estudiosos, pero no que
carezca de adeptos y seguidores, y mucho menos que haya sido descartada. Sirva de
ribetes religiosos, resucitada a partir de los noventa luego de tres décadas de oficialismo
marxista-leninista en los que se persiguieron las ideas religiosas. Armando Hart Dávalos
en su ensayo “José Martí: la tradición ética de la nación cubana”, no solo pone sobre el
tapete la sensibilidad cristiana de Martí cuando recoge una célebre frase del “Apóstol” de
la cruz todos los días” y exigir de esta manera más sacrificio y entrega a la “causa
de la moral cristiana cuando en fecha reciente cita anacrónicamente las palabras del
dirigente cubano en uno de sus discursos a raíz de la toma del poder: “Quién traiciona al
8
Armando Hart Dávalos (1930) es el actual Director de la Oficina Nacional para el Programa Martiano y
de la Sociedad Cultural José Martí. Fungió como Ministro de Educación desde 1959 hasta 1965, y desde
1976 hasta 1997 se desempeñó como Ministro de Cultura.
10
génesis y desarrollo del discurso nacionalista desde sus orígenes en el siglo XIX hasta
por Manuel de Zequeira y Arango, quien inaugura el canon cubensis por el lado oficial,
pero quien también viene a ser una de las fuentes de la que beberá la vertiente
José Antonio Saco López Cisneros, quien fue uno de los pioneros en el acercamiento al
corriente anexionista a favor de los Estados Unidos. Se repasa la figura de José Martí por
recientes se han acercado a la figura y la obra del hombre y escritor que fue Martí
soslayando su imagen mítica. Se pasa luego al estudio de una figura que puede
11
Casal, quien nos revela que ser cubano puede ser mucho más rico y complejo, y también
Lezama Lima y Virgilio Piñera respectivamente.9 La segunda parte del segundo capítulo
abarca el período a partir del triunfo de la Revolución en 1959 hasta la actualidad. Como
expresara el cantautor Carlos Puebla en una famosa tonada, con la llegada de los
parar”. Es el momento a partir del cual se desatan las grandes utopías de la construcción
cultura en general, y de las letras en particular. Del intelectual como conciencia crítica de
Con la caída del Muro de Berlín, Cuba entra en los noventa en una bancarrota
profunda crisis, los escritores cubanos buscan nuevos retos donde abrirse y abrir al país.
9 Orígenes (1944-1956) fue una publicacion cultural dirigida por José Lezama Lima y José Rodríguez Feo.
Se publicaron cuarenta números y salía trimestralmente. La revista Ciclón (1955-1957) fue fundada por
José Rodríguez Feo luego de la ruptura de este con Lezama Lima. Salieron trece números. Ambas fueron
defensoras de “un reducto de la alta cultura conquistada por y para minorías” (Lobato Morchón 75).
12
Se desata una corriente de autores que no teme tratar explícitamente un tema tabú como
profano, rediseña la estructura y los conceptos sobre la sociedad y sus patrones que por
social y, con ella, la transformación de las viejas formas de relación humana que han
criterio y con ella la necesidad de replantearse conceptos modernos como los de Estado–
real y el descrédito de las utopías, aspectos que han influido en la manera en que los
podría enlazarse con el adjetivo de posnacional que se aplica en este trabajo a la narrativa
cubana, pues como aquella, también esta rehúsa a ser limitada por sus orígenes
10
La crisis de identidad en las sociedades actuales es de tal envergadura que permite formular al historiador
Eric Hobsbawm: “todos los vínculos tradicionales de la comunidad se han evaporado, a excepción de la
capacidad más residual o metafórica para definirnos. Todos somos personas desarraigadas” (“Identidad”
16).
13
y culturales.
paz” en los primeros años de los noventa, cuyas características más generales son tratadas
en este capítulo.11 El “Período especial”, si bien desde el punto de vista económico fue
cruelmente duro, trae cambios que beneficiaron a los creadores literarios, pues al
deteriorarse el modelo asistencial del Estado, paradójicamente se abren espacios para que
los narradores viajen y sean editados en el exterior. En estas nuevas condiciones Cuba se
interés por parte de los agentes literarios y casas editoriales foráneas, fenómeno que
ayuda a que a finales de la década llegue a hablarse de un “new Cuban boom” (Whitfield,
Cuban currency 55). Entre los temas que se subrayan, además de la dura crisis
económica, se pueden mencionar la drogadicción, el SIDA, o las salidas ilegales del país.
narrativa, también se está dando (y permitiendo) en otras artes como son el teatro y el
11
Denominación creada por el gobierno cubano para explicar los drásticos recortes a programas sociales y
educacionales, nivel económico y en general, la caída abismal de la calidad de vida del pueblo. Se inaugura
con el discurso del 28 de enero de 1990, cuando Fidel Castro introduce la frase que luego serviría para
designar toda una época: “¿Qué significa ‘Período especial en tiempos de paz’? Que los problemas fueran
tan serios en el orden económico. . ., tan graves, que nuestro país tuviera que afrontar una situación de
abastecimiento sumamente difícil” (“Discurso en la clausura del XVI Congreso de la CTC”). Esta época se
cierra extraoficialmente con otro discurso del propio Castro en marzo de 2005: “el ‘Período especial’
durísimo que vamos dejando atrás” (cit. en Whitfield 159). El país estuvo al borde de un colapso propio de
una nación en guerra, exceptuando las acciones s bélicas.
14
este sector tiene, por otra parte, costos, entre ellos: la pérdida de autonomía y el control
del reducto más privado del individuo que es la libre práctica de su elección sexual. Los
nuevos narradores a través de una ficción que reniega de los límites nacionales y perciben
la nación sin una identidad fija, se adentran en el delicado tema del homoerotismo.
investigación recrea cómo en los propios inicios de la literatura cubana la cara oculta de
autores canónicos como Zequeira, Martí, Heredia o Casal, si bien tangencialmente, tiene
ellos solo recientemente están siendo recuperados). De entre todos estos se comenta
brevemente la obra de Alfonso Hernández Catá, así como la de Carlos Montenegro, y con
algo más de detalle, las de Lezama Lima, Virgilio Piñera, Reinaldo Arenas y Senel Paz.
escritoras de la isla: Anna Lidia Vega Serova, Karla Suárez y Ena Lucía Portela quienes
revisitan el concepto de pareja y su relación con la sociedad cubana actual. Se les dedica
un capítulo por separado a cada una de ellas, en donde se ofrece una visión panorámica
de sus obras y características literarias, así como de los puntos en común entre sus
poéticas. Las tres transitan por una prosa donde lo homoerótico, la marginalidad y la
15
CAPÍTULO I
Desde sus inicios, las letras cubanas han estado profundamente politizadas. En
nuestros días, el prejuicio a que se encuentran sometidas las obras literarias viene dado
literatura incluida, han existido iniciativas que no acatan la cuasi obligada cosmovisión
capítulo (importante sin duda) de una historia continental mucho más larga y fecunda. En
un estudio más ambicioso podría compararse, por ejemplo, con el caso argentino o
16
nuestras latitudes cuando enuncia: “El nacionalismo está tan profundamente arraigado en
caducos” (4).
La literatura fue desde muy temprano, y continúa siendo, uno de los factores más
de las narrativas patrias (Guerrero 75). Con respecto a la poética cubana en específico, el
tratamiento del tema en los dos últimos dos siglos, ha sido un discurso y una práctica
cultural monopolizados por ciertas élites criollas, sobre todo blancas y mestizas. Estos
más abierto y cosmopolita. Aun cuando en las últimas dos décadas el Estado, con la
cultura política pretende definirse desde un nacionalismo cada vez más intransigente. . .,
Morán—, “es un canon ante todo político, y por lo mismo construido a expensas de lo
literario. En esto radica su aberración” (Julián del Casal o los pliegues del deseo 25).
17
Relacionado con esta cuestión de fijar imágenes, obras y autores que pasan (o no)
delineado por Walfrido Dorta Sánchez. Para este autor, hay ciertos textos literarios que
permiten ilustrar la relación entre discurso literario y discurso crítico a partir de “las
tachaduras o ajustes a las que son sometidos, en virtud de lo que podría llamarse su
productividad ideológica, a saber, la capacidad que tienen como textos, según las
axiologías que articulan esos discursos críticos, para sostener determinados programas
narrativos críticos” (1). De esa manera, las tachaduras o ajustes, que podrían llegar a ser
tradición afirmativa del ser cubano que se extiende de José Martí a Cintio Vitier”,
pasando por Félix Valera, José de la Luz y Caballero y Jorge Mañach (Énfasis añadido,
Isla sin fin 106). Es decir, la pertenencia (o no) de textos y autores a la condición de
políticamente por aquellos que controlan el aparato cultural. Algunos rasgos específicos
en los cuales esta tradición afirmativa ha puesto el acento son: el independentismo, el uso
predominantemente han pasado a formar parte del panteón literario nacional, sus
18
ninguneada por los que controlan la difusión de la cultura y las ideas. Este discurso
identificará con el discurso “oficial”), tiene como principal rasgo su visión irónica y
desconfiada de los grandes relatos que forman la nación. A esto habría que sumar una
vocación anárquica y una levedad del tono (Del Risco 5). Por último, la autonomía del
nacionales y los mitos que la sostienen, son otras importantes características del mismo.
arte ha sido utilizado como un instrumento más dentro del arsenal político del Estado
para certificar los valores de la “auténtica cubanía”. Morán se refiere a esa intromisión
del régimen en la creación artística como “intervención totalitaria de la cultura” (25). Esta
remoza según la conveniencia o presión política del momento. La posición oficial está
ávida no solo de exaltar lo humano del sistema, sino también de ocultar los desaciertos
cada vez más profundos del mismo. A la par, trata de soterrar (o atraer a la orilla
19
estos últimos, no hubo prácticamente cabida durante las primeras tres décadas de la
escuela alternativa quienes han adquirido la mayoría de los espacios literarios en donde
encajar sus expresiones individuales por tanto tiempo relegadas. Y esto a través de una
literatura vibrante y poderosa, pues en la isla se cumplen bien las palabras de Rafael
Rojas cuando asegura, “[l]a desilusión teórica que se vive en nuestros días, en vez de
restringir la creatividad cultural y política, la desafía y, por tanto, la estimula” (El arte
52).
I. 1. Antecedentes
como tema ante una mirada en la que se entremezclan los contornos y caracteres de la
realidad con la fabulación” (Historia de la literatura cubana 1:7), y las narrativas que
explican la isla se han visto coloreadas por la constante herramienta de la política. Baste
chinos, etc., quienes dieron al traste con las aspiraciones del indígena nativo exterminado,
multiculturales que resultó en lo criollo. Colón exclama lo bello de nuestras costas en sus
escritos enviados con prontitud a la metrópoli, asegurando haber llegado a las Indias,
20
alimentar la imaginación de los peninsulares” (Historia 1:7), y del resto de Europa para
siempre.
todos los órdenes sociales, y que se convirtió, usando un término culinario popular, en un
negros esclavos traídos de África, los mulatos, los contingentes de inmigrantes chinos
corrobora Rafael Rojas “toda nacionalidad. . . tiene un origen cultural, no político. Cuba
aparece lo criollo reflejado en las letras a partir del secuestro del Fray Juan de las
Cabezas Altamirano por el pirata galo Gilberto Girón, asesinado luego por el esclavo
Salvador Golomón. Esta acción, convertida en poema en 1608 con el título Espejo de
Paciencia, pasó a convertirse en el tema central del primer texto acreditado y el único en
Cuba de poesía épica renacentista, al estilo de los poemas americanos como La araucana
o el Arauco domado. La autoría del poema se le concede a la pluma del escribano del
21
La obra se mantuvo oculta o perdida, y no fue hasta 1836 (es decir más de
doscientos veinte años más tarde) que el investigador José Antonio Echeverría descubrió
entremezclados con otros documentos. No está de más salpicar con un grano de sal esta
última observación, pues los originales del supuesto manuscrito nunca han sido
encontrados, así como tampoco se conserva la copia que José Antonio Echeverría hiciera
discusiones acerca de la veracidad de dicho documento, que bien podría haber sido un
tremendo engaño literario. Por ejemplo, el ensayista y poeta Jorge Luis Arcos se resiste a
incluir esta obra como parte del canon literario de la isla “en tanto aceptemos la hipótesis
de que El Espejo de paciencia fue una invención del círculo delmontino para dotar de un
principio coherente, una suerte de Troya tropical, a nuestra literatura” (Énfasis añadido,
“Notas sobre el canon” 42). Otro punto a destacar es que si bien en última instancia fuera
verídica, vendría a ser la primera obra de literatura escrita en Cuba, no la primera cubana.
grecolatinos con la flora, fauna y vestimentas nativas. Como bien apunta Cintio Vitier en
22
intención ni conciencia del autor, por la sola fuerza de los nombres) un rasgo elemental
todas sus cerradas formas” (cit. en Sarduy, Escrito sobre un cuerpo 69-70). Es decir, lo
cubano incluye lo ligero, lo simple, lo intrascendente. Esa “suave risa” que surge de la
yuxtaposición de lo heterogéneo.
que olvida las jerarquías sociales. Esa relación entre los hechos históricos concretos e
por el discurso oficial para acuñar el término “poesía de la participación”, mecanismo que
sugiere la existencia en el texto de una voluntad integradora más allá del individuo, lo
que refuerza el pensar la nación en términos colectivos. Se arriba así al siglo XIX,
de la cultura cubana. Ocurre lo mismo cuando se pretende valorar al artista según sus
morales. Ese ir “más allá arrastra consigo una desestimación del hecho literario
23
(24).
sector literario de escritores a los que continuar dependiendo de España o pasar a los
Estados Unidos no era prioritario. Apetecían antes la expresión sincera de los cotidianos
problemas personales y no decidir qué hacer con una Cuba que expandía y desarrollaba la
potencialidad y economía criolla, y por ende, las bases para romper el cordón umbilical
Zequeira y Arango (1764 – 1846), poeta, ensayista, primer director del diario Papel
Zequeira nació en La Habana, estudió en el seminario San Carlos y luego formó parte de
una clase militar instruida, llegando a participar como militar defendiendo los intereses
12
Papel Periódico de la Havana (1790-1805) fue una publicación periódica creada a partir de los intereses
económicas de la sacarocracia criolla. Fundada por Luis de las Casas, a la sazón gobernador colonial, la
publicación logró expresar “desde una nueva concepción social de la prensa, una imagen ideológicamente
significativa de la sociedad colonial cubana”. El Criticón de la Havana fundado en1804 por Zequeira fue
importante por sus numerosos artículos de crítica social y de costumbres (Historia de la Literatura Cubana
I, 58, 63)
24
Como recoge la antología Historia de la literatura cubana, “[e]n general ha sido muy
menos cierto que. . . pueden encontrarse los gérmenes de algunas formas de significar ‘lo
poesía cubana, considera a Zequeira “el primer poeta cubano en el tiempo, por su calidad
la piña”, por un lado, y el menos citado conjunto de décimas “La ronda. Verificada la
noche del 15 de enero de 1808”, por el otro. En este apartado, siguiendo el formato
discurso oficial, representada en este caso por su oda “A la piña”, mientras que en el
25
...............................
Para Mirta Aguirre, es con ese poema con el cual abren “todas las selecciones
antológicas de la poesía cubana al llegar a indiscutida tierra firme”, y agrega que “la
primera conquista poética cubana es, pues, una conquista frutal” (“Poesía y cubanía” 45-
6). En esta misma línea se ubica Cintio Vitier, quien atribuye al mismo poema “un
emociones patrias más entrañables”, y más adelante califica a Zequeira como uno de los
olores, sabores y sonidos. Al final del poema, la piña se convierte, según Vitier, en
principio, aun cuando esto requiera un poco de malabarismo, con este poema. Similar
lectura desarrolla Enrique Sainz: “detrás de las alusiones cultas y del ingenuo fervor de
un lenguaje hedonista y de una sintaxis de definida simplicidad, hay una devoción criolla
que habla por sí misma del sentido de lo autóctono”. Y más adelante: “la oposición y
alabanza de los dones de la naturaleza cubana frente a los de otras regiones es. . .una
reafirmación de lo propio, símbolo de una cubanía que habría de madurar con los años”
(Énfasis añadido, cit. en Dorta Sánchez 4). De esta manera la oda “A la piña”, sobre todo
26
con ese fervoroso final “la pompa de mi patria”, desbroza el camino para una
mismos críticos, notable por lo insólita, de otra obra mayor del bardo: su poema en
es el uso de lo que Vitier refiere como “zumba o chacota”, que luego devendría en el
conocido “choteo”. Otro dato curioso es la tendencia de los versificadores anónimos que
universal.13 Testimonios de lo anterior vendrían a ser las fábulas “La víbora y el majá”,
“El tabaco verde y el gusano”, y “La guacamaya, el carpintero y el cao”. De este último
Guacamaya y Carpintero
Divisó la Guacamaya,
caracterización del paisaje urbano, sobre una base de fina ironía y velada crítica (Vitier,
13
Cubanizar, de acuerdo con Gustavo Pérez-Firmat “is to make Cuban something that isn´t Cuban to begin
with, . . . cubanizar names the appropiation of the foreign, the reduction of a terra incognita into something
as familiar as your own backyard” (5)
27
Crítica 62-3). Los mencionados, junto a José María Heredia, Plácido o José Martí
primero velada, y luego abierta, acusación contra el régimen colonial. Sirva como
de Oro, revista para niños creada y dirigida por él en Nueva York en 1889, coincidiendo
dos tomos de Cecilia Valdés o La loma del ángel, del escritor y anexionista Cirilo
Amar la vida nacional, amarla en todas sus fases históricas, amarla verdadera,
profundamente, es condición primera para la dicha y prosperidad del porvenir. La
tradición del pensamiento, la herencia de los padres, hay que guardarlas con cuidado y
cariño, no divorciándose nunca del pasado.
Arturo Farinelli (cit. en Chacón y Calvo 16).
escritor, periodista y ensayista José María Chacón y Calvo expresa la importancia que le
conexión del mismo con los ideales de independencia, en los siguientes términos:
28
que la formación de una literatura nacional haya sido uno de los ideales
un tipo propio de cultura, con una unidad espiritual clara y definida. (17)
los “criollos” lo eran a partir de su nacimiento en suelo cubano, aunque hubiesen abierto
los ojos a la semana de la migración de su padre desde Canarias o Madrid. Ser criollo en
fuese católico y descendiente directo de españoles (Anderson 92). Por otra parte, un
esclavo. Los criollos tampoco eran masacrados como los indios nativos ni tiranizados
como los esclavos traídos de África y sus descendientes. Una gran mayoría de los
La obra poética de José María Heredia (Santiago de Cuba 1803 - México 1839)
29
primer gran poeta romántico y exiliado cubano, quién también fue ensayista y
la crítica oficial en Cuba, siempre pronta a descubrir y destacar lo que de político y épico
bien conocido “Himno del desterrado”: “¡Dulce Cuba! en tu seno se miran / En su grado
más alto y profundo, / La belleza del físico mundo, / Los horrores del mundo moral” (cit.
en Padura, José María 143). Ejemplo seguido por Nicolás Guillén, arquetipo del poeta
quien con el mismo tono escribe en 1947: “Mi patria es dulce por fuera, / y muy amarga
por dentro; / mi patria es dulce por fuera, / con su verde primavera, / y un sol de hiel en el
centro” (204). Versos que hacen evocar, una vez más, aquellos otros del “Himno del
Heredia es el primer poeta cubano—de acuerdo con Vitier—más que todo por
“[e]sa profunda y delicada identificación entre sus ideales, entre su vida emocional y sus
convicciones políticas” (Énfasis añadido, Crítica 1:4). Este Heredia político, tornadizo y
30
liberación de los pueblos. Sin embargo, Heredia es también el abanderado del desencanto
héroe Simón Bolívar, escribe una composición poética que desde su título “Desengaños”
lo indica todo: “de mi Patria los ojos un momento / atraje sobre mí... ¡Delirio insano!... /
/ y prefiero vivir simple, olvidado, / de fama y crimen y furor seguro” (Heredia 92).
Cecilia Valdés o La Loma del Ángel destaca los atributos de la mulata para imprimirle un
según los críticos el autor conocía muy bien, pues residió sus primeros años de vida en el
ingenio familiar, en donde estaba vigente el sistema esclavista, institución que llegó a
odiar profundamente.
asiduidad a las tertulias de Domingo del Monte y colaboró con numerosas publicaciones,
entre las que se cuentan Recreo de las Damas, Aguinaldo Habanero, La Cartera Cubana,
31
Habana (Márquez Sterling 77). Fue un patriota nacionalista, y junto al General Narciso
López y otros, el progenitor de la bandera nacional cubana actual. Hay que apuntar que
Narciso López, perseguía la anexión de Cuba a los Estados Unidos, y aunque no hay
Cecilia Valdés o La loma del Ángel es considerada como una de las más
representativas de la cubanía tanto por sus temas como por su argumento; asimismo, se
puede considerar la primera novela cubana y casi todos los críticos coinciden en situarla
como “la más importante de nuestro siglo XIX” (Historia 1:395). Su argumento, típico de
una época en que las discrepancias entre los nativos y los españoles se acrecientan, versa
sobre los años de 1830. Novela en dos tomos, el primero fue publicado en 1839, pero el
segundo no vio la luz hasta 40 años después, cuando se publica la obra completa. Esto
ocurrió en Nueva York en 1879, ciudad en la que residió el autor casi permanentemente
luego de su exilio forzoso desde 1849, cuando escapó de la cárcel por conspirar contra la
transversal de todos los estratos sociales que la componían entonces, empezando por el
límite racial, que parece que divide a la sociedad en dos espacios claramente delimitados
entre negros y blancos, se va haciendo más borroso a medida que avanza la narración, la
32
múltiples digresiones marginales para destacar que “el método realista que Villaverde
dividida y subdividida” (Énfasis añadido, Perfil histórico de las letras cubanas 2:398).
escénico de la zarzuela, en una obra del mismo nombre compuesta por Gonzalo Roig y
llevada a las tablas originalmente en 1932, con tal éxito que aún es considerada la obra
cumbre del teatro lírico cubano. En 1982 fue adaptada al cine por el cineasta cubano
Humberto Solás, quien, entre otros cambios, pone el peso de la obra en las tensiones
históricas y políticas de la época en que transcurre la trama novelesca (entre 1812 y 1832
incomprensiones y los ataques a la versión del director de cine a raíz de la exhibición del
filme en 1982, con los años ha venido a ser considerada un clásico del cine cubano.
En 2012, a treinta años del estreno, el crítico de cine Rafael Grillo menciona
edípico de la díada padre-hijo, con la madre como eje primordial del deseo’”, se hizo con
33
original, y en las que el propio Cirilo Villaverde figura también como personaje14. Por su
parte, el escritor cubano Reinaldo Arenas hizo su propia versión de la novela, en su obra
de corte satírico La Loma del Ángel. Se puede afirmar que Cecilia Valdés es representada
José Antonio Saco López Cisneros (Bayamo 1797 - España 1879) fue un
española como a la corriente anexionista a favor de los Estados Unidos. Sus principales
educación, así como en trabajar intensamente en busca del desarrollo e interacción entre
la educación y la economía. La figura de Saco es una de las más controvertidas del siglo
casos totalmente opuestas, sobre sus ideas. Para algunos, Saco fue un anti abolicionista,
defensor de la esclavitud. Para otros, un portavoz del reformismo cubano, pues sus
escritos aspiran a obtener por parte de España concesiones políticas pero sin llegar
14
Daína Chaviano (Cuba 1960) reside en Miami desde 1991. Su obra La isla de los amores infinitos
recibió la Medalla de Oro en el certamen Florida Book Awards 2006 al Mejor Libro en Lengua Española.
La obra ha sido publicada en 25 idiomas y es la novela cubana más traducida de todos los tiempos.
34
Saco es el letrado que por primera vez esboza el concepto de nacionalidad cubana,
y aunque se niega a dar una definición explícita sobre el término: “[c]onfieso, que no es
sentimiento, los sentimientos se sienten, pero nunca se esplican [sic] bien” (Obras 2:119),
“toda nación supone nacionalidad. . . , toda nacionalidad no constituye nación, por que
[sic] hay muchas naciones que se componen de pueblos diferentes, teniendo cada uno de
ellos una nacionalidad propia” (Obras 2:120).15 Dirigió Saco la Revista Bimembre
Cubana desde 1832 hasta su clausura dos años más tarde, momento en que también fue
Otra arista de José Antonio Saco fue su oposición a la aceptación del negro como
cubano. Para Saco, el cubano no podía ser negro. El discurso de Saco es en este sentido
podía ser sustituido por los pequeños campesinos, inmigrantes de España peninsular o de
las Islas Canarias. Además propugnaba que la faena debería llevarse a cabo por
reserva contra el anexionismo fue el peligro que podría sufrir la cubanidad de los
15
Para más información sobre este tema, véanse los ensayos de Saco “Ideas sobre la incorporación de
Cuba en los Estados Unidos” de 1848 y “Réplica de Don José Antonio Saco a los anexionistas que han
impugnado sus ideas sobre la incorporación de Cuba a los Estados Unidos” de 1850.
35
difiere mucho de la nuestra por su origen, por su lengua, su religión, sus usos y
costumbres; y que desde que se sienta con fuerza para balancear el número de los
sus ideas conclusivas son que Cuba no solo fuese rica, ilustrada, moral y poderosa, sino
Paredes, Santa Ana, flores ¡Qué dolor Saco mío! ¡Qué semilla! ¡Oh Dios!
¡Por Dios hombre; no me digas que deseas para tu país esta nacionalidad!
Por diferentes que hayan sido las aproximaciones políticas (a la figura de Martí)
existe una especie de consenso. Empujar el mito (de Martí) en una misma dirección:
aquella desde la que se le pueda sacar el mayor partido político independientemente de la
perspectiva ideológica desde la que se le enfoque.
36
¿Qué papel juega en este repertorio mítico la figura, recurrente, de José Martí?
Por más de medio siglo, la muerte de Martí en 1895 frente a las tropas españolas fue
entendida, por la mayoría de los cubanos, como un sacrificio apostólico que debía ser
vengado por el regreso de un Mesías que, por fin, daría término a la “revolución
inconclusa” y alcanzaría la libertad de Cuba. Una buena parte de ensayistas recientes han
estudiado el deterioro cada vez mayor de esa invención en el ideario nacional. Entre ellos
está Rafael Rojas, quien alude al arraigo de esos mitos en la simbología del orden
totalitario. Para el crítico cubano residente en México, los bandos antagónicos que
de Martí. En una conversación sostenida con el periodista Ernesto Hernández Busto así lo
certifica: “Castro cree haber cumplido esa promesa [la de dar término a la revolución
embargo, ese mito es una construcción de los lectores y ‘discípulos’ de Martí” (43).
acción armada, el entonces incipiente líder llega a asegurar que la memoria y las
doctrinas de Martí son tan importantes que “hay jóvenes que en magnífico desagravio
vinieron a morir junto a su tumba, a darle su sangre y su vida para que él siga viviendo en
el alma de la patria. ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!” (43). Si
aun las naciones más liberales y democráticas siguen apuntalando sus identidades en
apologías fundadoras, no es de extrañar que el propio Fidel Castro se apropiara del mito
martiano para afirmar su programa revolucionario luego del ataque al Cuartel Moncada.
37
16
Mito que ha prevalecido casi incólume desde el triunfo revolucionario. Y esa práctica se
retomó con mayor fuerza luego del descalabro del campo socialista, cuando la solidaridad
para ilustrar cómo la Revolución vino a cerrar el círculo del ideario martiano:
cubanidad” 2)
acercado a la figura y la obra del hombre y escritor que fue Martí soslayando su imagen
16
El asalto al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, fue parte de una acción armada llevada a cabo el 26
de julio de 1953 bajo el mando del entonces abogado Fidel Castro. El propósito era tomar el cuartel y
llamar al levantamiento popular para derrocar al gobierno del presidente Fulgencio Batista. La acción
fracasó y Fidel Castro resultó preso.
17
Abel Prieto (1950), escritor y político cubano, era a la sazón presidente de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC). Ministro de Cultura por quince años (1997 – 2012), es actualmente asesor del
presidente Raúl Castro.
38
mítica. Por ejemplo, Antonio José Ponte llama la atención sobre la violencia del estilo de
José Martí, “muchas de sus páginas tienen la vehemencia que tienen las imágenes en el
cine mudo”, estilo que además es tan “arrasador, sublime, grave, que puede a veces
llamarse, peyorativamente patético” (“El abrigo de aire” 49). Ese estilo fue una de sus
dos pasiones. La otra—continúa Ponte—fue “fundar Cuba”. De ahí que “lo que escribió y
añadido, 50).
de la ideología revolucionaria y sus estatutos, el que dice “Yo quiero que la ley primera
de nuestra república sea / el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”, estrofa
adoptada como ley a la Constitución cubana de 1976, es ese extraño político que también
desea que lleguen “los días buenos, del trabajo después de la redención. . ., días de buena
fe para evitar el exceso de política” y que admite, incluso, que “la política es una
profesión enojosa de la que, a veces, se puede desertar” (cit. en R. Rojas, “El intelectual y
la revolución” 81).
las ideas martianas. Cualquier identidad entre su invención nacional y alguna de las
construcciones estatales que registra la historia de Cuba, desde su muerte hasta hoy, se ha
convertido en un rito más dentro de nuestra cultura. El temor actual del oficialismo
cubano es evocar a Martí desde una óptica radicalmente diferente que pueda hacer
que el gobierno revolucionario, que ha esgrimido como bandera al apóstol desde 1953
39
Como se sabe, el proyecto revolucionario cubano es, desde los días del
respaldado por Martí: la denuncia del sustento del orden colonial, la apelación a la
Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi
Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras
tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio
ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para
estas tres prioridades: la unidad de todos los cubanos como nación en el proyecto cívico
40
estadounidense.
Antonio José Ponte, para definir la ascensión a partir de los noventa del
abanderado del Centro de Estudios Martianos, como su mejor adalid. Ponte expresa sobre
años. . . Cintio Vitier mayoreaba la fiesta. . . . [S]i el vacío material se había expresado en
las escrituras de [Eliseo] Diego a través de un tono sombrío y penoso, para Vitier es todo
lo contrario ya que el poeta aprende a sacar soberbia y energía de la escasez que lo rodea”
En el tono “grave” más que en sus declaraciones explícitas, Vitier propone que lo
comprometido y lo trascendente no es una opción entre otras propuestas por Martí, sino
la única que le permitirá al cubano arribar a su destino prometido (Del Risco 58-9).
Como un fiel sacerdote del martianismo, Vitier atribuye a Martí una cubanidad esencial,
de la cual se considera el eje o la cifra. Es decir, velar por Martí es velar por la esencia
nacional. Cierto que lo que Vitier intenta no es trazar explícitamente el perfil de una
cubanía típica, sino que aspira a que seamos capaces de sentirlo o presentirlo, cobrando
conciencia de su magia, de su azar y su deseo. Para Rojas “una cosa es vislumbrar Cuba
como historia abierta, lectura, práctica, habla o escritura, a la manera de Fernando Ortiz;
y otra, muy diferente, es asumirla como fundamento poético, sustancia, cifra, emblema,
ideología, lenguaje, al estilo de Cintio Vitier” (Isla sin fin 97). La invención de Cuba en
cubana.
41
Casal vivió para el arte, que no por el arte; eso hay que respetarlo, eso es de raíz
sagrada. Tiene que ver mucho con mi generación: no estaba el dólar e íbamos al ICAIC
aunque no tuviéramos trabajo, íbamos a hablar de cine, nos metíamos ocho, diez horas
hablando de cine; nueve décadas atrás Casal con sus amigos hablaba de poesía. Es
extraordinario que en un país joven tuviéramos a alguien así, conozco naciones más
antiguas que no los tuvieron.
Dean Luis Reyes
fueros independentistas y las luchas entre criollos y españoles, una renovación se produce
en las letras cubanas, esta vez a través de la pluma innovadora de un joven poeta: Julián
del Casal y de la Lastra (La Habana, 1863 - 1893), pionero y mejor exponente—junto con
rica y compleja la definición de lo cubano que lo que hasta hace poco se había inculcado.
Una imagen como la que Casal proyecta no se aviene al prototipo del hombre viril
sacrificado en aras de la patria y el bien común. Por el contrario, Casal es el prototipo del
artista que se consagra a su arte pues “fuera del Arte, nada interesa en la vida” (Julián del
Casal. Poesía completa 339) y bien valdría para él lo que escribió acerca del pintor
Eduardo Menocal: “amando el arte por encima de todo, no solo por alcanzar la gloria;
sino por los goces íntimos que proporciona a los elegidos; teniendo confianza en sus
propias fuerzas, que se desarrollan cada día y le aseguran el triunfo definitivo” (Julián del
42
que las nuevas generaciones se enfrenten a textos que consideran “los tiempos modernos.
. . abominables, no solo por sus ideales utilitarios, sino por los millones y millones de
lugares comunes que, acerca del amor, de la política, de la religión y de otras cosas más,
propugnadores de la tríada patria-arte-virilidad, una figura tan desacorde con ese canon,
libros favoritos, concluir el poema empezado o verter sus lágrimas amargas” ha resultado
difícil de incorporar, y por lo mismo ha sido dejado en los márgenes. No obstante, cada
día son más los seguidores y admiradores de este poeta (Julián del Casal. Poesía
nacional que reconozca a Casal como su mejor representante o centro. Quizás esté cada
vez más cerca el día en que se reconozca fehacientemente el valor de los “raros”. La
influencia de la obra de Casal es cada vez más pujante. De suerte con esto, el poeta y
ensayista Jorge Luis Arcos señala que “toda la crítica marxista que demeritó a Casal
(Desde el Légamo 43), para luego aseverar que “Casal acaso. . ., es el poeta cubano más
producción literaria de Julián del Casal se ubica dentro del panorama literario que se
43
permite decir que “no hay un modernismo, hay una pluralidad de modernismos, de
amplias vías abiertas dentro de un cauce común. Esta pluralidad no solo se da de autor a
viene a ser—agrega Oviedo—el “haber establecido como principio esencial del arte la
libertad para crear y alcanzar ese ‘reino interior’ del que hablaba Darío” (218).
antes de cumplir los 30 años, Casal publica los tres libros que constituyen sus obras
completas: Hojas al Viento (1890), Nieve (1891) y Bustos y rimas en 1893. Ya antes, el
poeta Juan Clemente Zenea, nacido en Bayamo en 1832 y fusilado en 1871 víctima de la
política del XIX, y frustrado ante la realidad nacional, había marcado en 1861 una nueva
días de esclavitud”:
44
Antología 199)
Pero es ciertamente Julián del Casal quien con mayor maestría expresa esa
sombría relación con la historia, elevándola al nivel de una ética de la indiferencia o del
desdén. Es un ente que nada ansía, que se aparta de las aspiraciones típicas de los
del bardo: “Amor, patria, familia, gloria, rango, / Sueños de calurosa fantasía, / Cual
nelumbios abiertos entre el fango / Solo vivisteis en mi alma un día” (Julián del Casal.
Tuvo que dedicar Casal muchas horas a la actividad periodística para subsistir. Y
el modernismo finisecular, alcanza a los mejores poetas de todo el siglo XX cubano. Para
45
Vitier en su artículo “Casal como antítesis de Martí” apunta que Martí encarna en
nosotros las nupcias del espíritu con la realidad, con la naturaleza y con la tierra misma,
mientras Julián del Casal encarna todo lo contrario (cit. en Julián del Casal. Prosa 91).
canon en la literatura cubana. Rojas demuestra cómo pueden colocarse en dos galerías
representan “lo autóctono”, lo “sincero”, “lo propio” y, del otro, los que reflejan “lo
raro”, “lo artificial”, “el nihilismo”. Martí y Julián del Casal encabezarían una y otra
actual está necesitado de reinventarse, por lo que cediendo y abriendo espacios a aquellos
ha dejado de ser el correcto y las inquietudes se alzan frente al muro del imaginario
impuesto.
atrapar por una postura filosófica encerrada o una corriente en particular. De ahí su
46
se pretendía imponer a la isla. Simpatizó la mayor parte de su vida con el positivismo sui
generis que se manifestó en América Latina, pero también supo dejarlo a un lado y
superarlo cuando comprendió sus limitaciones: “¿Y si tropezamos con el Ave Fénix, con
ocasión a que el tiempo cercene y fatalmente ha de cercenarle sus perfecciones. Que sirva
finalizar se une al movimiento autonómico y reinicia sus actividades literarias las que se
Filosóficas sobre Lógica, Psicología y Moral”; más tarde, ante el fracaso como diputado a
las Cortes de España representando a Cuba, rompe con el autonomismo. En 1915 Varona
que pensamos haber domeñado resucita. La sierpe de la fábula vuelve a reunir fragmentos
monstruosos que los tajos del héroe habían separado. Cuba republicana parece hermana
pensamiento de Varona estuvo muy marcado por las influencias de su época, al principio
18
La Guerra de los Diez Años o Guerra Grande, es como se conoce el período comprendido entre 1868 y
1878, declarada la primera guerra de independencia cubana contra la metrópoli española. Comenzó con el
Grito de Yara el 10 de octubre de 1868, llevado a cabo por Carlos Manuel de Céspedes, y concluyó
formalmente con el Pacto del Zanjón.
47
fue la huella dejada por Félix Varela y José de la Luz y Caballero, los que influenciaron
un pensamiento humanista, idealista, con una marcada postura positivista. Sin embargo, a
Que se haga descansar toda la obra de nuestra enseñanza sobre una base
Compartió las tesis spencerianas de la defensa del individuo frente al Estado, pero
las luchas políticas en Cuba lo llevaron a cambiar de opinión y a considerar que al menos
en la situación cubana el Estado debía ser centralizado con energía por el poder ejecutivo.
48
la justicia, especialmente la defensa de los derechos humanos. Sabía que los gobernantes
I. 8. Conclusiones parciales
manera: “El lazo entre política y literatura se reafirmó de una forma explícita por medio
de las teorías de Herder. Desde entonces el lazo de la literatura con la nación no era ya
reivindicaba como un logro” (142). La literatura que emerge en el transcurso del siglo
XIX procura una expresión estética de voz propia, actuando a modo de fragmento de la
construcción de una modernidad a partir de la lectura crítica y abierta del canon europeo
identidad nacional” (134). Desde sus inicios, las letras cubanas han estado profundamente
politizadas y consecuentemente han imaginado una nación utópica auxiliada por un arte
nacionalista como patrón. En los dos últimos siglos el tratamiento del tema ha sido un
discurso y una práctica cultural monopolizados por ciertas élites criollas, sobre todo
49
Francisco Morán “el canon oficial literario cubensis es un canon ante todo político, y por
políticamente por aquellos que controlan el aparato cultural. En nuestros días, el prejuicio
a que se encuentran sometidas las obras literarias está dado principalmente por la censura
reconocer que han existido iniciativas que no acatan la cuasi obligada cosmovisión
los que controlan la difusión de la cultura y las ideas. Este discurso alternativo, en
discurso “oficial”), tiene como principal rasgo su visión irónica y desconfiada de los
grandes relatos que forman la nación. Son precisamente los representantes de la escuela
han acercado a la figura y la obra del hombre y escritor que fue Martí soslayando su
50
imagen mítica. Para esos investigadores la obra y vida de Martí se comienzan a alejar de
o centro. La influencia de la obra de Casal es cada vez más pujante, cada vez está más
cerca el día de la incorporación plena de los “raros”, encabezados por Casal, en la cultura
nacional.
51
CAPÍTULO II
ETAPA.
Pregunta: Más que ocasionalmente usted hizo periodismo, ¿Por qué se desligó de
él; no son compatibles el periodismo y la poesía?
Respuesta: Por los años 45 colaboraba con la prensa. Hice periodismo por espacio
de catorce años, dejé de escribir cuando a Cuba llegó la Revolución.
Dulce María Loynaz (Entrevista con Yamilé Ferrán)
del siglo XX manifiestan las ansias de ser los representantes de la identidad cubana.
¿Quiénes somos y adónde vamos? La literatura, las artes y la filosofía resurgían luego de
la euforia y el optimismo, con énfasis en la literatura y las artes escénicas, teatro crítico y
realista, representando la tragedia política de una isla ocupada por los Estados Unidos en
1898 y desde 1906 hasta 1959 plena de gobiernos corruptos, cuyos momentos de máxima
segunda década republicana y continuarán durante toda la década siguiente (con Miguel
de Carrión, José Antonio Ramos y Carlos Loveira entre los casos más notables), la crítica
se centraba sobre la idea de la revolución, o para ser más precisos sobre la idea de
revolución puramente política y sobre el tipo de líderes que habían emergido de éstas
52
como insurrección armada contra los poderes establecidos con la de proceso radical de
transformaciones políticas, sociales y económicas (Del Risco 196). Por su parte, para la
económica, tendrá una dimensión cultural, estética y creativa (Del Risco 199). Glosando
a Rafael Rojas y situando también a Anderson, se puede asegurar que a partir de 1959, en
con la posibilidad de usar el poder para realizar sus anhelos. La pertinencia es mayor en
la medida en que incluso los revolucionarios más decisivamente radicales heredan, hasta
cierto punto, el Estado del régimen derrocado, y mientras algunos de estos legados son
aceptación implícita pero aún negada a nivel oficial, del debilitamiento de las doctrinas
El miedo estatal se compensa con una inflamación de la retórica nacionalista (R. Rojas,
(Foucault, Derrida, Lyotard, Habermas, Bell, Rorty, Vattimo) había cuestionado los
53
políticas culturales de fines del siglo XX, alentadas por intelectuales como Néstor García
la representación de una subjetividad que se diferenciaba más allá o más acá de los
busca lo común, lo anodino. De acuerdo con Chatellus las prosas de hoy “abandonan las
ideologías, las normas los –ismos de todo tipo. Desaparecen la política, las utopías y la
religión. Las escuelas literarias tampoco existen, y los textos incluso abandonan los
54
siglos, la inglesa a los reinados, la española por generaciones. ¿La cubana? Pascale
que estructuran el espacio mundial son las mismas que las que oponen a
centrales. (150)
¿Qué diría de Fidel Castro una hipotética Enciclopedia Británica a fines del siglo
XXI?
Oscuro dictador que vivió en una isla del Caribe en tiempos de Lezama Lima.
Gastón Baquero (cit. en Hernández Busto “Gastón Baquero”).
55
arremeter y proponer como bandera una literatura ligada, desde la temática hasta los
Vitier, García Marruz, Eliseo Diego y García Vega, tenía un fuerte componente religioso.
propio hombre moderno, de la gracia y la caridad”, posición acompañada por “una cierta
reticencia ante otras cosas que se caracterizan. . . por su tendencia a dejar de ser medios
para convertirse en fines: el sexo, el dinero, el intelecto, los bienes materiales”. Es decir,
hay una preocupación ante la pérdida de la inocencia del acto poético, al caos de la vida
como una catástrofe que ha dado al traste con un orden cimentado por la fe, la caridad y
20
Origenista es llamado todo aquel fundador y colaborador de la revista Orígenes.
56
nación cubana que los origenistas erigieron desde su estética. Con estos propósitos, desde
sus páginas, Ciclón acercaba una fresca mirada nacional desde perspectivas
además añade que la revista no solo se ciñó al rechazo a la política republicana, y no solo
debe entenderse como una denuncia coyuntural restringida a la sociedad cubana del
momento (80).
quejoso, lo que llamó “la nación que nos falta”. La manera en que Virgilio expresa esa
descrédito. Cuba como país sin apenas historia, sin pasado. Es en su poema “La isla en
condición de estar rodeado por mar convierte la existencia en un agobio: “la maldita
circunstancia de estar rodeado de agua por todas partes / me obliga a sentarme en la mesa
del café. / Si no pensara que el agua me rodea como un cáncer / hubiera podido dormir a
pierna suelta” (6). Cuba se refleja en su poema como un pueblo infantil, joven, y la
mío, tan joven, no sabes ordenar”! ¡Pueblo mío, divinamente retórico, no sabes relatar!”
(32).
También menciona Piñera ese sol brutal del mediodía que embota los sentidos y
no permite pensar. La circunstancia insular impide entender lo que pasa afuera. Interesa
57
destacar también la irreverencia del poema en tanto texto que propugna un concepto
conceptos de sus contemporáneos origenistas (entre ellos Lezama Lima y Cintio Vitier),
esclarecimiento del concepto: “¡País mío, tan joven, no sabes definir!” (10). Este poema,
considera Reinaldo Arenas “es la base de toda la obra piñeriana; él nutre y fundamenta lo
desesperación, el vacío y la asfixia de todo un pueblo” (“La isla en peso” 39). Se entiende
mejor ahora, como asevera Mark Weiss con fino humor, que “Piñera seems to have been
most comfortable at the margins, and he would have been resistant to inclusion in any
circumscribed cubanidad. I imagine him, if asked, echoing Groucho Marx: ‘I would not
join any club that would have someone like me for a member’” (3).
A Vitier, una de las voces críticas más autorizadas dentro del discurso canónico
después de la publicación de “La isla en peso” expulsa del canon de la literatura cubana
al irreverente texto de Piñera: “Es obvio en el tono y en la tesis de este poema el influjo
sangre, nuestra tradición, nuestra historia. . . nos impulsan por caminos muy distintos”
(Énfasis añadido, cit. por Juan Padrón 4). Pero no por mucho tiempo los caminos serán
muy distintos. Justamente son los nuevos autores los que imitan y reverencian “la lengua
58
desmitificación del arcadismo social, geográfico, poético, tienen una fuerte impronta
piñeriana (“Virgilio Piñera: una poética” 5). Pero también recogen de Piñera su nihilismo
lezamiana se había puesto a prueba antes, en 1941, en su pieza teatral Electra Garrigó.
lector y/o espectador, tanto como al crítico, a descifrar las claves estratégicas no solo de
Electra Garrigó, sino de todo su teatro. Del Risco sostiene que los valores indiscutibles
de esta pieza y de su autor se deben a que Piñera trasciende como el más consistente
de Casal, en la medida que acoge el patriotismo débil que antes encarnaba el poeta
El protagonista de las obras de Piñera, a veces trasunto del propio autor, es por lo
contempla bañado (o anegado) por una claridad que lo refleja y obsede, [y] está
59
conde[nado] a perecer si se rebela y a desaparecer si acepta” (“La isla en peso con todas
sus cucarachas” 31). Es decir, los antihéroes de Piñera no tienen salida o escapatoria
como un buen ejemplo del desasosiego existencial que afecta al hombre más allá de los
aparentemente situada en una ciudad cualquiera, que sin mucho esfuerzo puede ser
directo, los nombres de las personas, incluyendo sus apodos, son típicos del país, los
60
modismos y expresiones no pueden ser más cubanos” (Arenas, “La isla en peso” 35). Si a
Delphi (anagrama de Fidel), que resulta al final ser una piedra falsa sin ningún valor,
lanzado finalmente al inodoro, se puede colegir que cuando la “travesura” fue descubierta
por las autoridades cubanas “los ejemplares de Presiones y diamantes, retirados de todas
las librerías, sufrieron más o menos la misma suerte que el apócrifo Delphi”( Arenas, “La
isla en peso” 36), y su autor no pasó de ser un anónimo traductor hasta su muerte en
1979.
Antonio José Ponte resume la obra de Piñera cuando expresa: “Nos legó un
repertorio de frases que decir en las guaguas o las paradas por donde no pasan, en las
policíaca, el secreteo y el grito del solar. Como personajes suyos hablamos en Piñera
clásico, hemos caído en la lengua de Virgilio” (“La lengua de Virgilio” 59). Lo antes
mencionado puede explicar el repunte acelerado del aprecio y del estudio entre los
psicología y aporta una alquimia expresiva que no provenía de nadie. Julio Cortázar fue
José Lezama Lima sigue trascendiendo más allá del tiempo y las fronteras. Muchos
61
notorio sea quizás el de Severo Sarduy, que postuló su teoría del neobarroco a partir del
barroco de Lezama.
Roberto Méndez Martínez considera que “la obsesión principal del escritor [se
refiere a Lezama Lima] fue esa teleología que es la penetración de la poesía en la historia
para conformar un destino” (“Paradiso, cuarenta años” 10). En la obra de este importante
escritor hay una voluntad de búsqueda en la cultura cubana del “mito que nos falta”. La
insularidad, que para Piñera funcionaba como una maldición y un agobio, en Lezama es
un reto y acicate para que la isla cree su propio mito que no puede ser medido con los
diseñar un sistema poético, que es a la vez una filosofía y un programa estético (Méndez
Martínez 7).
alzándose de paso con una de las obras maestras de la narrativa del siglo XX cubano,
cuando fue publicada a principios de 1966 por primera vez en las librerías cubanas, fue
a negar no solo la condición de novela sino hasta la más general de texto literario”
(Méndez Martínez 5). Lezama corrió una suerte similar a la de Piñera, y a principios de
los 70 y hasta su muerte acaecida en 1976 fue apartado del sistema, mientras toda su
62
Rodríguez Monegal ha llamado a Lezama el único barroco de verdad en Cuba “con toda
la carga de significación que lleva esta palabra, es decir, tradición de cultura, tradición
entiende que una novela como Paradiso “podría leerse como una desplegada Soledad
cubana. . ., todo el aparato discursivo de la novela, tan complejo, no es más que una
lezamiana con una visión integradora “que trascienda los límites de la anécdota, de las
imagen portadora de una solicitud gnóstica que sobrepasa la inmediatez referencial” (“La
Una novela cubana debe hacer explícitos todos los estratos, mostrar todos
63
para ilustrar sus ideas sobre la esencia de la lírica. Observa Víctor Fowler que en este
ensayo “Lezama trabaja con el mito que narra el descenso de Orfeo a los infiernos y hace
que el fracaso del amante. . . quede transformado en una gigantesca victoria para la
poesía” (cit. en Álvarez-Borland 445). En efecto, la trágica historia de Orfeo exhibe los
del objeto deseado mediante la imagen (la creación de la poesía). Para Lezama, el deseo o
ensayos sobre la lírica, Lezama describe la poesía como escenario del deseo o el lugar
donde el objeto querido estaba siempre ausente. Según él, la salvación del poeta estaba en
su capacidad para recrear imágenes y su horror en la falta de ellas (Álvarez Borland 445).
En resumen, Lezama estructuró un sistema poético del mundo pues quiso explicar
el conocimiento del mismo desde la otra orilla, desde lo desconocido, y en ese recorrido
leninista (1971-1992)
Con la caída de Batista y la toma del poder por el nuevo gobierno, el vocablo
64
que se produjeron a partir de 1959 y en los años sucesivos, sino a un persistente conjunto
de términos como Patria, Nación, Estado, y hasta Comandante en Jefe, que llegaron a
cada vez más radicales. Los artífices de la Revolución se han apropiado del adjetivo
una manera revolucionaria de hacer las cosas, una ética revolucionaria, una actitud
incluye también la literatura. Como dice Del Risco, a partir de 1959 “el término
revolución dejó de ser una referencia histórica y política para adquirir una dimensión
había contado en los inicios con el apoyo y la euforia de la mayoría de los sectores
sociales, comenzó una serie de reformas, en los inicios de manera tenue y luego bien
correlación de fuerzas se puso a favor mayoritariamente del nuevo régimen, las palabras
desparecer.
65
(178). La Revolución cubana, definida por Rafael Rojas de acuerdo a su mitología más
profunda, en poco tiempo pasó a ser “no únicamente sus ‘logros sociales’, el gobierno
revolucionario o la figura de Fidel Castro [sino] ante todo la unidad del caudillo y del
imperialismo yanqui, y sus posibles aliados en la isla” (cit. en Del Risco 212).
nación. Este discurso constituyó desde entonces la referencia más autorizada a la hora de
No obstante, hay que advertir que luego de la toma del poder, el régimen de Fidel
Castro intenta desligarse, mientras se aseguraba las riendas del poder, de la clasificación
Camagüey, afirma:
66
1959)
cubano Rafael Rojas con motivo de la aparición de su libro Tumbas sin sosiego (2006),
este plantea en relación a la destrucción del orden republicano luego del triunfo
revolucionario:
67
Carlos Puebla21 como “La Reforma Agraria”, “Duro con él”, “Ya ganamos la pelea” y
la canción “De Cuba traigo un cantar” se muestra bien claro este papel asignado:
Ya en el propio 1959, con la creación del Instituto Cubano del Arte y la Industria
21
Carlos Puebla (1917-1989) fue un cantante popular, conocido como el cantor de la revolución por sus
loas a las actividades revolucionarias y a sus dirigentes.
68
con la intelectualidad, y en el que se debatía si la política cultural iba a ser regida por la
artística (alocución conocida luego como Palabras a los intelectuales), Fidel Castro,
aunque no precisa una impronta para la escritura del momento, la resume bajo el
“contra” se llevó de una manera arbitraria y voluntariosa. Aquella máxima sirvió como
social como personal (Del Risco 230). En un principio, este acontecimiento no inhabilitó
idea del intelectual como conciencia crítica de la sociedad y con cierta autonomía de
criterios. No obstante, las referencias de los creadores debían tener cada vez más como
el olmo para que diera peras” y hasta recomendaba, en descubierta eugenesia comunista,
“impedir” que aquella generación “pervirtiera a las nuevas” (cit. en R. Rojas, “El
intelectual” 87).
22
Denominada así por las ideas propugnadas por Che Guevara y vertidas principalmente en su folleto El
socialismo y el hombre en Cuba.
69
Con la creación en 1967 del Instituto Cubano del Libro23 se endurece el control
ideológico riguroso por parte del Estado de la política cultural. Se pasa entonces a la idea
encona la polémica sobre el papel social del intelectual, elemento que se torna bien
visible durante la entrega de los premios literarios de la UNEAC en 1968 (el famoso
conciencia crítica frente a ella” (cit. en Rodríguez Coronel 21). Es lo que Rafael Rojas
al Estado para, a cambio, obtener una precaria libertad: la libertad de sobrevivir (El arte
160).
de la férrea censura constituida por estas fechas en que se persiguen las inmoralidades y
institucionaliza el giro dogmático24. Escuchar rock, tener el pelo largo, vestir de cierta
23
Heredero de la Imprenta Nacional de Cuba creada en marzo de 1959, el Instituto Cubano del Libro se
funda en abril de 1967.
24
Anunciado en marzo de 1968 en uno de los habituales discursos de Fidel Castro, la Ofensiva
Revolucionaria fue el término con que se conoció el proceso de confiscación masiva de pequeños
establecimientos y negocios. Se calcula que en ese año de 1968 se confiscaron más de 55 500 negocios de
esas características. Además de las confiscaciones de la propiedad se aplicó la nacionalización de los
derechos de autor y de la propiedad intelectual, con lo cual se eliminó solicitar la autorización para divulgar
una obra que se consideraba de interés para el país, así como el pago a los creadores por su obra. Véanse
“La ofensiva revolucionaria de 1968, 44 años después” de Oscar Espinosa Chepe y “Diccionario del
castrismo cotidiano”.
70
para ser enviado a campos de reeducación. Los homosexuales, entre otras víctimas por
justamente una década después de sus famosas Palabras a los intelectuales, la extensión
cierra con una férrea mordaza. En este evento Fidel Castro sentencia:
¿Concursitos aquí para venir a hacer el papel de jueces? ¡No! ¡Para hacer
claro. Y más claro que el agua. Y las revistas y concursos, no aptos para
París ellos desprecian, porque los miran como unos aprendices, como unos
25
Las UMAP fueron campos de trabajo forzado que se establecieron en Cuba y estuvieron en
funcionamiento entre 1965 y 1968. Se calcula que más de 30.000 jóvenes fueron obligados a trabajar en
estos, en labores agrícolas por más de 60 horas semanales. Los más perjudicados por esta política fueron
los homosexuales, los testigos de Jehová y los grupos marginales. Veáse el interesante ensayo sobre este
tópico de Joseph Tahbaz “Demystifying las UMAP: The Politics of Sugar, Gender, and Religion in 1960´s
Cuba” .
71
“se arriba a una mayor madurez ideológica y estética en lo que concierne a la recreación
de la realidad socialista” (Rodríguez Coronel 23). Los grandes temas, los únicos avalados
y permitidos, son los que giran alrededor del presente y el porvenir de la realidad
el artístico.
producen sus obras”, para luego aclarar que la literatura revolucionaria no se constriñe a
las obras en que explícitamente aparece la Revolución como tema pues “más allá del
tema, más en lo hondo, está la perspectiva, la visión: no es lo que se mira, sino cómo se
mira lo que define tal carácter revolucionario” (Énfasis añadido, cit. en Rodríguez
Coronel, La novela 17). Las premisas de las regulaciones para la literatura se inscriben
dentro de una labor mayor: la de una sociedad en revolución “en un siglo cuya marca
principal viene dada por las transformaciones hacia una etapa superior en el desarrollo de
(Énfasis añadido, Rodríguez Coronel, La novela 7). Las narrativas deberían tener en
grandes rasgos, podemos decir que entre 1971 y 1992, la política cultural se vio limitada
72
Revolución ha sido la obra más trascendente de la cubanía. Logró cambiar para siempre
todos los símbolos patrios, las figuras más representativas de la nación cubana y hasta del
26
“Cultura, cubanidad, cubanía” es el nombre con que se conoce la ponencia dictada por Abel Prieto, a la
sazón presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en la primera conferencia La nación y la
emigración, celebrada en La Habana los días 22, 23 y 24 de abril de 1994. Asistieron “invitados”, es decir
previamente autorizados por el gobierno cubano, algo más de 200 cubanos residentes en el exterior. En
1995 se celebró la segunda de dichas conferencias y luego en 2004 una tercera.
73
Hasta aquí se pueden identificar, de manera simplificada para cumplir con los
objetivos de esta investigación, dos grandes percepciones muy marcadas (sobre todo en el
alternativa. Tomando el término prestado a Ambrosio Fornet, se podría decir más bien
“esencia” de lo cubano.
Revolución Traicionada o Inconclusa, elaborado por Julián B. Sorel. Según su tesis, los
promotores de este mito afirman que con el triunfo revolucionario de 1959 se lleva a feliz
término lo que hasta entonces había sido un conjunto de traiciones a un continuum ideal
revolucionario que se remonta a las guerras del siglo XIX. En el imaginario político de la
Revolución, el fracaso del empeño separatista se debió “no tanto a las características del
Empieza en 1959:
todos los revolucionarios, tiene a los militares honorables. ¡Es tan grande
74
Y remata en 1968:
10 de octubre de 1968”)
Rojas, Isla sin fin 87). Este enfoque instituye igualmente la noción de que patria y
como vehículo de cambio. Del Risco menciona además que características propias de este
discurso son el tono mesiánico, una comprensión teleológica de la historia y una vocación
autoritaria (5). Los mejores representantes de esta línea de pensamiento repasados en este
trabajo son: Félix Varela, José de la Luz y Caballero, José Antonio Saco, José Martí,
75
(Del Risco 5). El afán del mismo es universal, mundano, y como consecuencia la nación
difuminadas rivalidades oponen, dentro del mismo espacio literario nacional, a los
escritores nacionales y los escritores que recurren al modelo autónomo. Para los nuevos
imperialista en el sentido de que todo lo odiado se asimila para luego, como dice Edward
76
W. Said, “repetir sus mismos errores ante las individualidades discrepantes con la
(cit. en Castany Prado 179). Luego el crítico y profesor advierte de “los peligros de la
en conciencia social, no pasará de ser más que una extensión del imperialismo, y cita a
Franz Fanon cuando plantea que “la violencia del régimen colonial y la contra violencia
valores, los símbolos, las ideas, las prácticas y las instituciones del nacionalismo
revolucionario experimentan un agotamiento fatal” (R. Rojas, Isla sin fin 217). En la
constante búsqueda de una “jerga franca” donde poder abrir al mundo una puerta a los
enigmas, los escritores hurgan desde el siglo XIX en su realidad personal. Pretenden
supone Cuba y ser cubano, en un diálogo íntimo y ameno, o abierto y problemático, pero
siempre individual, con las circunstancias en que les toca vivir. El contexto cubano
impone nuevos retos a los escritores del siglo XXI, en una sociedad que desde la caída
77
nuevos espacios culturales para los “no convencionales”, sigue encontrándose con los
mismos escollos. Es decir, apertura sin apertura. Si por una parte se puede disfrutar de
artistas cubanos que viajan a los Estados Unidos, en la isla no se permite la presentación
artistas de la diáspora en ningún formato. Y así pasa con prácticamente todos los artistas
Como comenta Rojas, “en las últimas [décadas], el exilio interior ha sido un
mecanismo de reproducción de la cultura más socorrido y eficaz que el éxodo” (Isla sin
fin 187). Hablar de Marx o Lenin en Cuba ahora es como advertir que Buster Keaton
existió o la película La guerra de las galaxias ganó el Oscar por efectos especiales, es
decir cosas del pasado. Camilo y el “Che” son pinturas hippies en pulóveres y paredes. El
los aparatos ideológicos del Estado, ocurrido luego de la caída del campo socialista, se ha
visto compensado por una inflamación de la retórica nacionalista. Raúl Castro, en fecha
tan reciente como el 1ro de enero de 2014, insiste en que el triunfo de la Revolución “es
el triunfo del mismo ideal de los mambises que en 1868, con Céspedes a la cabeza,
iniciaron la guerra por la independencia del yugo español; de Maceo y Gómez, con
quienes José Martí en 1895 retoma la gesta libertaria”, para luego agregar que “[e]s
27
Pánfilo es el nombre del protagonista de un programa humorístico de la televisión cubana:“Vivir del
cuento” interpretado por el comediante Luis Silva.
78
Mella, Rubén Martínez Villena, Guiteras y Jesús Menéndez, por solo mencionar a
imaginada, irreal y subjetiva, cargando a rastras la pesada carga, casi insoportable, de una
evidente de una desigualdad cada vez más pronunciada, la nación se concibe con un
mayoría de sus compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la
supuestamente se ve obligada a lidiar con los problemas diarios. Y por último, se imagina
soberana porque el concepto nació en una época en que la Revolución destruyó la tiranía.
es decir: “un conjunto de discursos y prácticas que, a partir de una imagen exaltada de los
otros nacionalismos más suaves, que conforman un archivo de reservas cívicas: “ese
en Ordoqui 1). Son precisamente estos nacionalismos más suaves—o leves, como los
79
nombra Del Risco—los que se entrecruzan con las coordenadas en las que se sitúa la
literatura posnacional. Rafael Rojas con su importante libro Isla sin fin contribuye a
desmitificar la cultura cubana y sus leyendas y reinterpreta la historia nacional desde una
aras de perpetuar el poder. Sin embargo, gradualmente Lezama Lima, Virgilio Piñera y
que pasan a ocupar altares donde el dominio de los artífices nacionales parecía intocable.
la radicalización política del arte que la respuesta posnacional, íntima o nihilista está
Rafael Rojas, la periodista Julieta Campos se pregunta con el autor: “¿Por qué, a
diferencia de las otras literaturas latinoamericanas, la de Cuba sigue tan atada a lo que él
80
llama el ‘relato cultural de la nación?’”, y concluye Campos en que “la respuesta está
donde él la encuentra: en que no han cesado las condiciones que inducen a seguir
añadido, 97). En otra parte del mismo libro—siempre siguiendo a Campos—Rojas apunta
formación de la conciencia cubana, iniciada a principios del siglo XIX con auspicios
treinta y cuarenta del XX, la esencia caudillista de la ‘ficción republicana’, junto con la
costra jurídico-formal trajeron como consecuencia lo que Mañach acuñó como ‘conato de
Estado en una patria sin nación’” (Campos 97). En todo caso, la conciencia de ser isla y
de ser débiles asedió a los cubanos en los siglos XIX y la primera mitad del XX. Entre la
destino han vivido los cubanos (dentro y fuera de la isla) la segunda mitad del siglo XX.
individualidad. Retamar admite sin ambages que no hay espacio para la individualidad
creadora, sino para la creación colectiva y asevera: “mi poesía no se ‘inserta’ en la poesía
forma explícita (a veces mediante un lenguaje sucio y profano), estos nuevos escritores
81
rediseñan la estructura y los conceptos que sobre la sociedad y sus patrones existieron por
género, que inunda las librerías con literatura posnacional. Es la última manifestación de
retornando a las ideas de Rojas, el siglo XX podría resumirse en las etapas siguientes:
Batista.
los 70.
82
CAPÍTULO III
ciudad industrial”, puede ser aprovechado como alegoría del nuevo modo de hacer
literatura en Cuba. En el prefacio, el autor esboza el desfase que se da entre la vida y las
fantasías con que el protagonista nutre su anodina pero alegre existencia: “en medio de la
todavía la naturaleza?” (Calvino 1). Esta especie de fábula del hombre moderno, sitúa la
83
apostar por Zequeira como rimador ambiguo, a Martí bardo nihilista, a Heredia cantor
erótico e incluso a Casal juglar nacionalista. Se pretende en este capítulo desligar las
lecturas nacionales oficialistas que algunos de nuestros prosistas han llevado escritas
ambigüedad, los temas, las atmósferas y las innovaciones formales de algunos de esos
textos permiten que los mismos entren en un terreno resbaladizo y extraño, propicio para
III. 1. La aproximación alternativa a los orígenes del canon: Zequeira. Heredia. Martí y
Casal
que nos hemos referido antes es el poeta, corresponsal y militar Manuel de Zequeira y
Arango. ¿Por qué? ¿Qué hay en este poeta militar que lo hace curiosamente equívoco?
Nos interesa precisamente porque los “gérmenes” de significar “lo cubano” que parten de
84
habla por sí misma del sentido de lo autóctono” (cit. en Dorta Sánchez 4), ahora se
prefiere insistir en lo que “tiene del aquelarre y del grotesco” la obra de Zequeira, donde
Para Jorge Luis Arcos “fue Zequeira, antes que Heredia, el primer poeta nacido en
Cuba que tuvo una sutil y profunda conciencia de su destino de poeta (‘Nadie nos oye,
sufro, soy poeta’, dice en ‘El barquero’)”. Arcos se refiere a la condición de Zequeira,
aun habiendo nacido en Cuba, como “español de ultramar”, todavía moviéndose dentro
el crítico—. Aunque escriba la frase ‘patria mía’, se sentía habanero, tal vez. Pero
también español” (“Notas sobre Cuba y España”). Es decir, Zequeira queda un poco entre
dos aguas, es una figura escindida en la que se debaten lo que Fina García Marruz
En la crítica a la obra de Zequeira llevada a cabo por los defensores del canon
oficial (v.g. Vitier, Sainz, García Marruz y Mirta Aguirre), es notable la omisión por
parte de estos de otra obra mayor del bardo: “La ronda”, poema sin embargo rescatado y
puesto en primera plana para ingresar en el canon por literatos y ensayistas de la talla de
Lezama Lima y Jorge Luis Arcos. Lezama llega incluso a afirmar que esta composición
de Zequeira “es para mí uno de los más verídicos momentos que puede ofrecer nuestra
85
poesía”, para luego agregar: “si se hiciese una selección de nuestros mejores veinte
poemas, “La ronda” tendría que ser incluido entre ellos” (“Prólogo a una antología” 345).
Con este poema –advierte Dorta Sánchez— “se observará en el discurso crítico de
poesía de Zequeira”, para inmediatamente añadir que Lezama “es quien se dirige a
aquella zona de la poesía de Zequeira olvidada y hasta denostada por la crítica del XVIII
y del XIX, para refundar una axiología” (Énfasis añadido, 5). A continuación unos
Y esqueleto a lo viviente.
.....................
.......................
Gritando nos dá [sic] el quien vive (251, 252, 253). (Severino Boloña
86
El protagonista, una suerte de fantasma en atuendo militar, circula por los puestos de
confusamente en esqueleto, en fantasma, en muerto, en sapo, etc. Pasa por toda una
odisea: es apaleado, mordido por perros, confundido por extranjero. En resumen, se trata
prácticamente demencial.
temas que parecen de comparsa” (Énfasis añadido, “Prólogo” 345). Es decir, desde su
con otra composición igualmente destacada que permite identificar otra manera de ser
cubano, donde lo destacado es lo vago, lo siniestro, y lo individual, más allá del discurso
que Arcos distingue en Zequeira al antecesor de los otros dos líricos más importantes del
siglo XIX, José Martí y Julián del Casal, con estas palabras: “‘La ronda’ es el texto más
raro para comenzar una literatura nacional: con un ‘yo’ inicial que puede anticipar el de
Versos sencillos de Marti’”. Y agrega que Zequeira siente, a la vez, “ese frío que muchos
87
años después distinguirá a Casal” (Énfasis añadido, “Notas sobre Cuba y España”). Se
Arcos cuando plantea que en “La ronda” hay “otra manera de leer de nuevo nuestra
policía tenía establecido que “ninguna persona andara [sic] por las calles disfrazada, ni
con el rostro cubierto o enmascarado, pena de diez ducados” (cit. en Ciencia y poder en
Cuba 40). De esta estricta norma se libraban los que realizaban las patrullas nocturnas
por las garitas que rodeaban la ciudad, pues “este recorrido de policía era efectuado por
su composición como “el poder mismo se ejercía como voluntad de travestimiento” (40).
Para terminar con Zequeira, y apelando a una profusión de imaginación por parte del
lector, se puede apreciar en el siguiente pasaje del poema lo que bien podrían ser
88
Vi sirviendo de tintero
Y en la espesura infinita
poesías)
Heredia. El José María Heredia político, tornadizo y azaroso, ha copado casi todo
Parece que aquel “torbellino revolucionario” de la vida y obra del poeta, le apartaba de
todo lo que no se refiriera a la liberación de los pueblos y sus anhelos. Sin embargo,
durante su primera estancia en México para cursar la carrera de Derecho, los elementos
los poetas salmantinos, el clasicismo formal del siglo XVIII, que contrastan con su
espíritu y que observamos con extrañeza en su obra, pueden expresarse por el ambiente
humanístico de la época.
un tema poco recurrido de la vida y obra del poeta: su erotismo. Para el crítico, ese
89
justifica mediante el sofisma de que “muchos de los defectos de Heredia (el falso
me venderás perjura,
De esta manera, Heredia es con igual fuerza un poeta erótico y es un poeta social.
utilitarios. Y así se multiplican los ejemplos: “La estrella de Cuba”, “El himno del
desterrado”, su largo poema “Las sombras”, su oda “Contra los impíos” ofrecen el
mismo carácter. Todas estas composiciones oscilan entre el estilo prosaico y el oratorio
Heredia, poeta del presente y futuro, poeta nacional por antonomasia, escribe
Ya con vosotras
90
el fuego me devora.
prosaico.
rasgo que bien puede trazar pautas posnacionales en el proceder de Martí, pues
como la sexualidad, dejando de lado los avatares políticos. Es el hombre tras el mito,
91
épico y grandioso sobre lo sensible, envuelto en una santidad que dispersa y esconde los
expositor de otras necesidades del ser humano que ostenta a su peculiar manera. No se
dialogar con la levedad o gravedad de su discurso, sino acercar al Martí febril y precursor
Miranda 102)
Hay una poco divulgada y menos apreciada historia, plagada de riqueza espiritual,
que tiene en Martí al “hombre” sensible y apasionado desde sus primeras inquietudes y
con una sufrida vida sentimental. Hombre atormentado entre, por un lado los deseos de
ver a su patria libre del imperio español y evitar a toda costa que el imperio
norteamericano tome el lugar peninsular, y por otro llevar una vida placentera en
pasiones porque “sin pan se vive; sin amor, ¡no!” (Obras completas 21:114), Martí deja
92
mismo que va a luchar por su patria en 1895, quien, en franco abatimiento por la reciente
muerte de María García Granados, le escribe el 6 de julio del 1878 a Manuel Mercado
desde Guatemala:
Ayer mismo, sobre los ruegos de Carmen que lloraba, sobre lo que mi
patria está en tanta losa abierta, en tanta gloria acabada, en tanto honor
relativa y escasa felicidad al lado de su esposa, el silencioso amor por María García
Granados y la discreción que envolvió la relación con Carmen Miyares así lo confirman.
Cuando el capitán Enrique Satué revisa el cadáver caído en Dos Ríos, encuentra—entre
siente amado”, y esto revelado apenas un mes después del Manifiesto de Montecristi,
muy lejos del pragmatismo exacerbado en aras de la libertad, y a las puertas (el 19 de
mayo) de su muerte.
sus lides eróticas, la apreciación del organismo, los modelos sobre masculinidad y
93
deber: preferencia por el martirio voluntario, esto es el alma que asciende. Lo otro es
cuerpo que retiene. Esa clase de cuerpo que hay que vencer”. Por su parte, en su
Cuaderno No. 3, escritos entre el 1874 y el 1878, aparecen las primeras observaciones
sobre el amor sexual cuando escribe: “la amistad no excluye nunca la libertad de
Adúltera, empezada cuando contaba con 19 años y publicada dos años después. Según
sus propias palabras “a los 18 años de mi vida estuve por las vanidades de la edad,
abocado a una grave culpa” (Obras completas 28:105). Su novia zaragozana Blanca de
Montalvo le atemperó la juventud antes de partir a reunirse en México con sus padres y
hermanas. Ella fue la que le inspiró su primer cuento “Hora de lluvia”, y también se
convertirá años más tarde en memoria de sus Versos Sencillos (Santos Moray, “España”).
crudeza del invierno neoyorquino, que lo hace peregrinar hacia las frondosas montañas
de Catskill, escribe sus Versos Sencillos, donde añora aquellos primeros goces
su corola / La poca flor de mi vida” (Obras completas, “VII” 16:77). En México, Martí se
dedica al teatro y a las tertulias literarias. Su poema “Nocturno” está inspirado en su amor
por Rosario de Acuña, mujer fatal responsable del suicidio erótico y no correspondido del
lírico Manuel Acuña. El proverbio “Amor con amor se paga” lo escribió de un tirón por
significativo de conciliar el deber asumido con los sentimientos naturales: “Hago lo que
debo y amo a una mujer, luego soy fuerte” (Obras completas 20:26), tema que lo inquieta
94
y deprime. Ya desde 1876 viene tratando sobre la avenencia de las necesidades, escribe
conciliación de las fuerzas vitales” (Obras completas 6:367). La pugna interna entre
disfrutar de los placeres y el deber patrio se acrecienta en el 1887, cuando redacta para el
casi groseramente al órgano viril masculino: “¡Y tantas cosas nobles cómo pudieran
hacerse en la vida! Pero tenemos estómago. Y ese otro estómago que cuelga; y que suele
recurrente y altiva. En 1886 postula: “Solo saca de sí su fuerza entera el que vive en la
sus avatares y apoyen sus alternos estados de ánimo: “¿Debo correr aventuras que
repugno? ¿Podré yo tener todo el aliento que necesito lejos de aquella para quien lo
suelo patrio dos días después y cumplir con su mesiánico empeño de ver una nación
emancipada. Entre comunicaciones con los altos mandos de la guerra por venir y la
organización de la contienda, firma una extraña misiva a su Carmen Mantilla: “La lealtad
es la felicidad cuando no se la exagera, como yo la exageré. Los chinos dicen que en nada
debe haber exageración: ni en las virtudes” (Obras completas 19:235). Faltan aún la
95
las lindes de las relaciones lésbicas. En Nosotras dos, antología publicada en Cuba en
“cuentos de mujeres que se aman, o que tienen algún tipo de relación íntima más allá
del sexo” (7), la editora Dulce María Sotolongo aporta un ángulo nuevo a la manera
pueda encontrarse en Amistad funesta, obra que revela “cierta ambivalencia sexual
Hay que recordar que esta “noveluca”, como el mismo Martí le denominó
despectivamente (su primera y única novela), escrita “durante siete días, interrumpido
a cada instante por otros quehaceres” (Obras completas 18:192), fue hecha por
hojas, este les restó importancia con estas palabras: “guárdelas para otra ocasión. En
este momento debemos solo pensar en la obra magna, la única digna: la de hacer la
96
novela cuando la llama “puro cuento. . . que el autor piensa muy mal de él. Lo cree
inútil; y lo lleva sobre sí como una grandísima culpa. Pequé, Señor, pequé, sean
inconformidad parece que fue tanta que Amistad Funesta quedará como la solitaria
Martí “se le hizo por momentos insoportable alternar la escritura de la poesía con la
funesta entre los que “surge una relación marcada por sentimientos tan ambiguos
celos desmedidos y obsesivos de una Lucía que mucho tiene de los rasgos esquizoides
“deliberadamente o no, Martí nos propone unas fronteras muy frágiles entre las
alternan con otros en los que está extremadamente feliz o malhumorado o irritable. Como
plantea Omar Ette, este recurso lo utilizará una y otra vez en sus alocuciones y textos,
cargados de un peculiar lenguaje “oscuro y simbolista, la lengua que hablan los profetas
y los videntes” (1). Volpi, en su interesante ensayo “Yo soy una novela”, ilustra:
La idea del yo, ese incómodo testigo que al presenciar los hechos nos
97
consiste en identificarse con ese otro conjunto de ideas complejas que son
Mercado: “hoy andan de paseo las alegrías y están tenazmente despiertas las tristezas. . .,
si fueran piedra preciosa, serían ópalo” (Obras completas 20:30). Es a este imaginario
arraigado de José Martí, dentro del contexto originario, lo que Slajov Zizek cataloga
ideológica (El acoso de las fantasías 11). Las personas reales (vivas o no) son
nuevo”.
Casal. Otro tanto ocurre con Julián del Casal (1863 – 1893), quizás la figura
precursora por excelencia del escritor cubano posnacional, y uno de nuestros poetas y
prosistas más acentuados. De él se dijo en 1963 con motivo de la edición por vez primera
algunos de sus versos. Empecemos entonces citando el breve repaso de Oviedo sobre este
tópico:
Hay que sumar un hecho que ha sido velado por la crítica y solo muy
98
cuidó muy bien de revelar lo que, para sus amigos inmediatos, debió
sin señalar que había sido denunciada por ciertas prácticas sexuales
que se realizaban allí. El discreto silencio que guardó del Casal crea
modernismo” 255)
1893, le rinde escueto homenaje, edulcorando la imagen del poeta que acaba de morir,
desajustada con el modelo masculino del patriota, al enunciar: “de la beldad vivía
99
prendida su alma; del cristal tallado y de la levedad japonesa; del color del ajenjo y de las
rosas del jardín” (“Julián del Casal” 225). Sin embargo, poco nos habla la historia de ese
Julián crítico, político, arriesgado, que toma las páginas de La Habana Elegante para
fustigar, bajo el alias pretencioso de Conde de Camors, a la sociedad habanera del siglo
XIX, quizás con más valentía que ningún otro cronista. De su pluma no escapó siquiera el
Capitán General de la isla Sabás Marín, al que se refiere en una de sus crónicas de esta
desfavorablemente sus actos gubernamentales” (Prosas 1, 57). Este artículo, por cierto, le
es precisamente Casal quien pone nerviosos a los del Círculo Habanero, a tal punto que lo
rencores.
que no realiza. . . su concepción de la vida”, se refugia “en el mundo ideal de los libros”,
a partir de los cuales es capaz de crear “obras vigorosas, con vida que nada tiene de
28
Revista cubana que se publicó entre 1883 y 1896 en La Habana. Importante difusora del modernismo
hispanoamericano. Julián del Casal se incorpora en 1885 y publica en la revista, de acuerdo con Francisco
Morán, lo más significativo de su obra. Véase del propio Morán el ensayo “Nuestra historia. Surgimiento
de La Habana Elegante”.
100
ficticia”. Sin embargo, más adelante Varona ataca lo mismo que antes había alabado, es
decir, que de la cultura libresca Casal haya elaborado una obra vigorosa. Ahora, al
Aquí empieza lo insólito del caso del señor Casal, y lo que nos autoriza a
inspiración. En su espíritu flotan visiones que nada tienen que ver con
Se debe recordar para cerrar esta sección las palabras de Vitier cuando enjuicia la
voluptuosas, hijas mentales del tedio, la sed de lo extraño, y la neurosis” (Lo cubano en
la poesía 242, 268). Certeramente apunta Francisco Morán que “lo que se exige a
pecho, certificado de nacionalidad” (Julián del Casal o los pliegues 226). Se puede
percibir como el canon desde nuestros incipientes ejercicios críticos, pasa por el filtro del
101
marginación.
Preguntaba Roger Bartra en 1987: “¿Vamos a entrar en el tercer milenio con una
conciencia nacional que es poco más que un conjunto de harapos procedentes del
deshuesadero del siglo XIX?” (La jaula de la melancolía 18). Creo que nuestras últimas
generaciones de escritores nos están ofreciendo ya los elementos necesarios para que
posnacionalismo también se impone a veces por pura arrogancia. El irlandés James Joyce
y el alemán Arno Schmidt hicieron lo que nadie se había atrevido a hacer antes:
102
una narrativa que “postula una identidad mutante, que se urbaniza, se vuelve fronteriza,
vinculados entre sí, y luego de haber llevado a cabo un repaso diacrónico, siquiera breve,
cubano, a partir de ahora y en el resto de nuestro trabajo se tratan las propuestas que en
inserta, en un plano más general, dentro de la corriente posnacional que recorre el resto
que, además, considera que el alcance de la moral, la estética o la cultura debe ser
mundial y puede empezar a serlo gracias a fenómenos como el desarrollo de los medios
plantea Castany Prado “tiende a dar cuenta no tanto de una sociedad nacional como de
una sociedad mundial. Sus estrategias narrativas y estilísticas así como sus temas y
símbolos ya no cuentan la historia íntima de las naciones, sino la del mundo” (12).
103
Castany reprocha que “nos seguimos hallando con una negativa radical a replantear[nos]
(84). Es decir, los marcos para pensar la nación todavía no son totalmente globales. Cada
vez más, por otra parte, el descentramiento de lo nacional pone en tela de juicio la idea
las utopías, aspectos que han influido en la manera en que los escritores, en especial los
incluso los de sus vecinos (Volpi, El insomnio 168). El forcejeo en los límites—como se
los casos de Karla Suárez y Ena Lucía Portela—, demuestran que lo nacional no puede
ser ya un objeto de imperiosa lealtad, sino una alternativa entre las varias de las que
104
literatura contemporánea cubana actual, se ha partido del peso fundamental que los
nacional. Dicho esto, hay que reconocer que algunos escritores continúan, incluso en los
primeros años de euforia revolucionaria, expresando sus ideas y publicando en la isla sin
plegarse dócilmente a las exigencias oficiales. Para lograr lo anterior, llevan a cabo su
labor intelectual mediante lo que Ernesto Méndez y Soto denomina “las distintas formas
de evasión” (180). Dentro del marco general de evitar entrar en conflicto con el ideario
preferencia a los aspectos formales del relato, dígase el monólogo interior, el tratamiento
especial del tiempo narrativo, la narración en segunda persona y el uso del lenguaje.
obras (publicadas en Cuba algunas y otras en el exilio) en la década del sesenta, que de
una manera u otra se pueden ubicar dentro de la alternativa de la evasión, por oposición a
105
encuentra en El siglo de las luces, de Alejo Carpentier. Aunque no existe conexión causal
entre una y otra revolución, la novela no solo explica el impacto de la revolución francesa
en el Caribe, pues puede ser también entendida como una demoledora crítica contra todas
las revoluciones (de la que ciertamente la Revolución cubana no sería una excepción),
final.
primera mitad del XX, los letrados de las distintas naciones se obsesionaron—plantea
que se oponía, a veces con rabia militante, a la de los escritores “cosmopolitas”. Entre los
autores cosmopolitas que se destacaron a partir de los años cuarenta del siglo XX, Jorge
Volpi propone incluir a Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Alejo Carpentier, así como
también a Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa. Ellos son autores cosmopolitas en la
estadounidense a sus propias creaciones” (El insomnio de Bolívar 167). Como se aprecia,
por otro el cosmopolitismo, tiene larga historia en el tiempo y no está limitada al marco
106
una narrativa que rehúsa ser limitada por sus orígenes nacionales y que deliberadamente
busca un lugar de encuentro con otras tradiciones literarias y culturales (A. González,
“Más allá” 52). Los nuevos narradores evitan el romanticismo o el compromiso político
última palabra. No es ocioso aclarar que esto no significa que la nación haya
desaparecido como escenario o centro de interés, pero sí que “empieza a ser percibida
ideología que los lleva a preservar los parámetros de la literatura nacional” (Volpi, El
insomnio 176).
Esta escritura, a través de los nuevos actores posnacionales, y coincidimos aquí con
Rafael Rojas, se halla “desprovista de una sensación de legado” (cit. en Ordoqui 1). El
poeta David Lago González ha expresado limpia y crudamente, a nuestro parecer, esa
sensación de desidentidad y desafección hacia todo, pero sobre todo a lo que huela a
107
narrativa. . . buscan ir más allá de la nación como su marco principal y su razón de ser y. .
forma como en los temas que tratan. Nos referimos al concepto de cronotopo cero,
acuñado a mediados de los noventa en el Manifiesto del Crack. Quizás conviene apuntar
antes que el grupo del Crack fue un proyecto compuesto por cinco escritores y ensayistas
voluntad de distanciarse no tanto del realismo mágico propio de la literatura del boom,
como de los imitadores del posboom, y así “romper con una literatura radicada en una
América Latina exótica, y volver a una literatura exigente, tal era su proyecto” (Chatellus
159).
El concepto de cronotopo cero, de acuerdo con estos autores, “es lograr historias
cuyo cronotopo, en términos bajtinianos, sea cero: el no lugar y el no tiempo, todos los
108
todos los espacios y lugares, o que no tienen ni espacio ni lugar preciso. Obras, que en
Las relaciones entre los cambios ocurridos en las estructuras políticas de los
segunda mitad del siglo XX, fenómeno exacerbado en la última década del período como
de llevar a cabo en los estrechos marcos de esta investigación. Es preciso mencionar, sin
embargo, por la relevancia que tiene para nuestra tesis, una de sus principales
social más rápida, profunda y universal de la historia humana. Y con ello todas las viejas
evaporado”, para coronar con este cierre: “todos somos personas desarraigadas”
La cultura cubana atraviesa por una época de escepticismo ante las grandes
narrativas. Habría que añadir además, un sistema político y social en bancarrota, con un
reinventarse para seguir sobreviviendo. Como parte de la crisis del sistema, toda práctica
social, ética, cognoscitiva y estética está sujeta a fuertes presiones. Puede exponerse que
109
una fase de nihilismo explícito pasivo. Es decir, a pesar de la admisión abierta de que el
mapa político del mundo cambió drásticamente, el aparato de poder pretende imponer la
creencia de que son los demás países los que llevan un rumbo equivocado, y recurre al
En el terreno literario sin embargo, se puede afirmar que cada vez son más los
creadores que conforman el campo de los nihilistas explícitos activos (Castany Prado 84),
diversa y rica, modificable y cambiante cada vez que la realidad se muestre insuficiente.
eclipsada del todo, pues la capacidad de adaptación del régimen es vasta. Así, aunque se
aprecia cierta apertura para una parte de la producción cultural, la actividad creadora para
elocuentemente los cambios que ocurrieron en la isla en los últimos años del siglo XX:
110
más su posesión e intercambio. La disposición estuvo vigente algo más de diez años,
hasta noviembre de 2004, momento en el cual el uso del dólar fue descontinuado (aunque
finalmente por el peso cubano convertible (Whitfield 4). Otra de las medidas que vino a
extranjero.
pesar de ser una fuente potencial y evidente de ingresos en divisas para el país, se había
estado postergando por muchos años. Dicha demora ocurrió por las reticencias de la
dirección del país a abrir el intercambio directo entre el turista extranjero y el ciudadano
común debido a sus probables costos políticos, pues lo veían como una amenaza a la
provenientes de la URSS y los demás países de Europa del Este se hizo forzosa la
29
Algunas estadísticas podrían ayudarnos a comprender la magnitud del fenómeno. Si la entrada de
visitantes extranjeros en 1990 fue de 340.000 turistas, a mediados de la década esa cifra se había más que
duplicado a 745.000, superando los dos millones de visitantes en 2004, es decir casi seis veces más con
relación al principio de la década anterior. Los ingresos generados por este concepto en 1995 fueron algo
menos de mil millones de dólares, duplicándose la cifra para el 2004 (Perelló Cabrera 8).
111
function of the economic necessities of the especial period” (Whitfield 15). Este salto
ayudó a la transformación de un país cerrado y alejado del mundo occidental por tres
El auge del turismo, con las consiguientes campañas publicitarias en Europa, puso
otros productos de exportación, que la literatura comienza a jugar con las leyes del
de los turistas que visitaban el país, así como aquellos dedicados a la exportación en
y otros líderes—tenían que subsidiar las obras dedicadas al consumo interno. Aunque la
mayor parte de la edición de libros eran educativos, la narrativa de ficción debía estar
y la posterior creación en 1967 del Instituto Cubano del Libro, la cadena de producción y
distribución de libros, entre ellos los de narrativa de ficción, había estado monopolizada
por el Estado. Los creadores tenían que publicar a través de las instituciones
anterior, unido al hecho de una relativa estabilidad económica del régimen cubano
subsidiado por el resto del campo socialista, y a la existencia de un mercado nacional del
112
libro, permitía una salida a las obras de creadores siempre y cuando no fueran críticos del
sistema.
abriendo espacios para que los narradores viajen y sean editados en el exterior. Dentro
con la producción literaria fue el Decreto Ley 145 de noviembre de 1993, que autorizaba
editoriales nacionales del Estado. Este privilegio había sido otorgado hasta la fecha
García Canclini, a saber: aquel “sistema de relaciones, que incluye a artistas, editores,
régimen pierde el monopolio del que gozaba. Este novedoso escenario al que se enfrentan
113
diferencia de lo que pasó en Europa del Este y la Unión Soviética 30), puso a Cuba “de
parte de los agentes literarios y casas editoriales foráneas. Este interés, asegura Esther
Whitfield en su libro Cuban currency: The dollar and “Special Period” fiction,
hacia la isla caribeña, pero en este caso sí subordinado a los intereses editoriales del
en la isla. Mario Vargas Llosa señala al respecto: “La ficción es un arte de sociedades
donde la fe experimenta alguna crisis, donde hace falta creer en algo, donde la visión
unitaria, confiada y absoluta ha sido sustituida por una visión resquebrajada y una
incertidumbre creciente sobre el mundo en que se vive y el trasmundo” (La verdad de las
mentiras 22). Los autores cubanos (tanto los residentes en la isla como los exiliados),
30
El término que utilizó el presidente cubano para referirse la destrucción del campo socialista fue
“desmerengamiento”, es decir, el merengue que se disuelve.
31
Con un formato similar al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana es
escenario durante una semana del mayor evento literario nacional. Cabe matizar que desde el 2002, algunas
de las editoriales cubanas—Gente Nueva, Letras Cubanas, Ciencias Sociales, entre otras—, trabajan
solamente para el marco ferial. El remanente del cónclave es posteriormente enviado a librerías, escuelas y
demás.
114
continente, las obras de autores cubanos largamente silenciados por la censura: Guillermo
Cabrera Infante, José Lezama Lima y Virgilio Piñera son los más reconocidos entre ellos.
En una primera etapa, más que las técnicas literarias o las innovaciones de los
escritores, fueron los audaces temas los que vinieron a sustituir a la literatura anterior. Es
decir, lo que cambió fue el signo ideológico de la empresa. Según Arturo Arango, el
quiere saber cómo se escribe en Cuba o cómo se vive en Cuba? ¿Qué escriben los jóvenes
quiere saber qué está pasando en Cuba con lo que se podría denominar “curiosidad
periodismo criollo. Esta fue la respuesta al vacío de credibilidad en que cayó la prensa
Entre los temas que se subrayan, además de la dura crisis económica, están el
mundo de las drogas, el SIDA y las salidas ilegales del país. También sale a relucir el
cambio de las jerarquías laborales, fenómeno que ocurre cuando los que tienen acceso a
115
la divisa, ya sea por las relaciones directas con los turistas que empiezan a visitar la isla
(sin olvidar las remesas de los familiares que viven en el exterior) son mejor valorados
problemáticas abordadas son cada vez más problemáticas y todo parece indicar que los
[que] conviven con la creación de obras de la más recia arquitectura clásica” (cit. en
Rojas), no dejó de preocuparse por la forma. Estos temas van a ser explorados bajo
fuerza que aprisionaban a los creadores y les impedían expresarse libremente. Las
lo que con poca fortuna trató de imponerse en las dos décadas anteriores, el realismo
La última mujer y el próximo combate, ganadora del concurso Casa de las Américas de
1971. En ese libro, tan celebrado entonces como tan olvidado ahora se alaba, de acuerdo
116
al crítico Imeldo Álvarez “el nacimiento de una nueva conciencia [donde] se reúnen
ingredientes del héroe positivo que construye el socialismo” (La novela cubana 110). De
una conciencia socialista” (Énfasis añadido, cit. en I. Álvarez 110). La literatura como
arma, como un instrumento más del arsenal político e ideológico del régimen, como
herramienta de transformación social. Para decirlo con palabras del crítico Yuri Páporov:
“Cofiño se esfuerza por pronunciar su palabra acerca de cómo hay que vivir, trabajar y
luchar para cambiar la vida, para hacerla gozosa y feliz” (Énfasis añadido, cit. en I.
Álvarez 110).
A partir de los años 90, sin embargo, son los antiguos “perdedores” quienes, a
ideológico y una retórica nacionalista que resultan inoperantes. Como explica Margarita
Mateo Palmer:
117
contemporánea” 53)
subversión y el legado de los “raros”, (re)aparecen con una pluma transgresora, sucia y
estrategias de conservación.
de los hilos que la conectan desde los mismos orígenes de la cultura cubana hasta hoy,
de Manuel de Zequeira y Arango, José María Heredia, José Martí y Julián del Casal,
118
la exclusión.
El fracaso del socialismo y el descrédito de las grandes utopías que empieza desde
principios de los noventa, han influido en la manera en que los escritores (en especial los
reivindican el derecho a escribir novelas que puedan tener lugar en todos los espacios y
dentro de esta corriente global. Esta nueva literatura camina con pasos irregulares, unas
veces firmes, otras vacilantes. Es decir, estamos en presencia de una literatura con una
calidad desigual. La criatura que el canon afirmativo oficialista trató de abortar con su
férrea censura vio la luz y, contra todos los pronósticos, continúa creciendo: una nueva
Cuba literaria casaliana que reivindica un derecho de expresión alternativo y una cultura
119
CAPÍTULO IV
Aunque puede ser que estemos ante la presencia de un boom de este tipo de
escritores ilustres de nuestras letras del siglo XIX. Otro tanto sucede durante el XX,
período en el cual se pueden rastrear textos que tocan tangencialmente o tienen como
La maldición: Una historia del placer como conquista (1998), del poeta e investigador
empezaban a descollar. Entre los primeros cita a Miguel de Carrión, Alfonso Hernández
Catá, Carlos Montenegro, Emilio Ballagas, Virgilio Piñera, José Lezama Lima, Emilio
Bobadilla, Calvert Casey, Reinaldo Arenas, Severo Sarduy, Antón Arrufat y Abilio
Estévez. Del segundo grupo menciona, entre otros, a Senel Paz, quien con su cuento “El
120
que considera Dean Luis Reyes “la incineración de unos cuantos tabúes que han
la Cuba de ahora”, y facilitaría la entrada en una “época de oro para la evocación de los
cuerpos y las liturgias sexuales en todas sus variantes” (“La fiesta de los cuerpos”).
Ena Lucía Portela. A ella, y a las también jóvenes promesas de los noventa (hoy mejor
consolidadas) Anna Lidia Vega Serova y Karla Suárez se les dedicarán capítulos
la literatura cubana: Las honradas y Las impuras, del escritor, medico y periodista
Miguel de Carrión (1875 – 1929). Siempre que se producen reediciones de las obras en
mantienen las mismas su vigencia. Para Alberto Garrandés “Las honradas y Las impuras
[son] un dueto novelesco de lo mejor que se ha producido en Cuba a lo largo de casi cien
años” (Garrandés La lengua impregnada 48). Aunque presentan una visión polarizada de
la mujer de principios de siglo: “la ‘buena mujer’ (casada, sexualmente pasiva, sumisa,
Victoria y Teresa, protagonistas de las Las honradas y Las impuras “son cuerpos
bellos, jóvenes, tibios y deseosos” (Garrandés La lengua impregnada 42), presa de los
exponente del naturalismo positivista, él mismo médico, se cuida de presentar las escenas
121
eróticas y de cierto morbo bajo la aureola de un aura trágica, mientras también muestra
interés por ahondar en las complejidades psicológicas que subyacen detrás del
comportamiento.
primera persona. Es una mujer de buena familia, que luego de algo más de dos años de
casada, engaña a su marido. Posee una educación conservadora típica de las mujeres en
la época, aspecto que influye en su conducta íntima con su marido, hacia el que actúa de
manera reprimida, pues es “ante todo, madre, después esposa y finalmente hija”,
derivaron todos [sus] infortunios [posteriores]” (Las honradas 143). Infortunios que
tienen como causa el contacto con Fernando Sánchez de Arco, hombre acaudalado,
enseñado a ser mujer, al poseerte por primera vez”—le asevera Fernando en un pasaje de
romance tiene su final cuando Victoria sale encinta y es obligada por su amante a recurrir
a los servicios de una comadrona para que le practique un legrado. No hay un final
trágico, y no hay una condena por las acciones de Victoria, que regresa “victoriosa” a los
maestría con que Carrión hilvana los nexos entre la moral y el instinto. Narración donde
122
viaje de Teresa, amante de Rogelio, desde un amor casto entregado sin reservas a un
homosexual del protagonista masculino Rogelio quien “mostró, desde sus primeros años,
sus mismos compañeros, que le valieron una terrible reputación; y como era osado y
mentiras” (Énfasis añadido, Las impuras 55). Esta será la única referencia explícita a la
adolescente, sin estar enamorado, cuando Florinda queda encinta desde los primeros días
de su unión y, a pesar de no “tener aún el concepto claro del compromiso que contraía. .
., se dejó conducir a la boda sin el menor disgusto” (Las impuras 56). Y así transcurre su
vida entre auto lamentaciones, “¡Qué idiota fui! ¡Qué idiota he sido siempre!” por una
123
política dispuestos a gozar sin escrúpulos de todos los placeres”, por la otra.
permiso, y viaja a Cuba con apenas tres meses de nacido. Su padre muere cuando
Hernández Cata tiene ocho años, y cuando cumple los catorce su madre lo envía a una
academia militar en Toledo, lugar que abandona pronto para dirigirse a Madrid. Allí
vivió en condiciones precarias por varios años, trabajó como ebanista y estudió idiomas y
estudio de los idiomas lo ayudó a entrar en el servicio diplomático cubano desde 1909.
Representó a Cuba como cónsul en Madrid y otras ciudades de España, así como en Le
que se respira en sus obras. Además de su vocación ecuménica, Catá se afanó en reflejar
en sus obras las pasiones humanas hasta “presentar casos psicológicos que lindan con lo
morboso”. De ahí que Salvador Bueno pueda decir que “a este escritor no le interesaba la
estaba más allá de sus apetencias literarias” (“Prólogo”, Cuentos y noveletas 10, 14). De
ahí también se puede colegir que justamente por esa condición cosmopolita “tuvo que
124
noveletas 8)
1909), Los siete pecados, El placer de sufrir, etc. En 1923 se publica en Madrid El
María Isabel es una joven habanera enviada por su padre a estudiar a Liverpool,
Inglaterra, que en una tarde lluviosa y con unos tragos de más, es violada por su profesor
de francés. Ese incidente “devastó los restos de su inocencia. Por la hazaña de aquel
hombre salaz, ‘el hombre’ perdió su belleza para siempre” De regreso a La Habana “en
su desconfianza de los hombres llegó a temer hasta de su padre, y empezó a dormir con
125
Rosalía, la hija de la negra, menor que ella tres o cuatro años; pero ya formada con esa
exuberancia que pone el trópico en sus obras” (El sembrador de sal 23).
Aquí los ingredientes de una trama explosiva para la época están presentes: el
crueles, desprecios y amenazas, que por las noches borraba con besos” (El sembrador de
ocasiones con una muchacha francesa, y cuatro meses luego del regreso a La Habana la
decisión de María Isabel no deja de sorprender. Decide regresar a París ya que “no podía
más, no sabía engañar, no tenía fuerzas para seguir viviendo a su lado” y lo único que
quiere es irse lejos de “La Habana [que] la ahogaba” (El sembrador de sal 60). Deja
claro cuando toma su decisión que no le interesa el dinero del marido, pues tendría con
libro que aborda este tópico de manera explícita en la literatura cubana. Novela que
intenta apresar la agonía íntima de un hombre cuya integración social dentro de los
126
homoerótica (M. Bobes, “El homosexualismo”). En honor a la verdad hay que ser
noventa y un años, en 2009, para que fuera editada en Cuba por primera vez. Este dato
había publicado “Tres ensayos sobre la vida sexual”, hace una defensa de la novela sobre
la premisa de que se trata de un asunto real tomado de la vida, como hace la ciencia.
tampoco un delincuente, aun cuando pueda delinquir como el individuo de sexo más
Marañón es doble, acoge el libro de Catá a la vez que se defiende de las interpretaciones
de que sus ensayos han sido víctimas, pues sus propias obras científicas o de divulgación
Marañón se adelanta a Wolfgang Iser y sus concepción sobre “el texto como una
estructura potencial que es ‘concretada’ por el lector en relación a sus normas, valores y
127
del hecho de que un texto, luego de transmitido, se desliga del productor “con
personalidad casi autónoma”, con independencia de cuales hayan sido sus pretensiones
cambio de ajustes que realiza cada lector es aún más valido cuando se trata de temas
personalidad, tan ligado a los accidentes de nuestro propio sendero, que cada cual
específicas, ni importa darlas. Puede haber sido La Habana, pero también cualquier
aspecto que la crítica ha soslayado dando por sentado que se trata de Cuba. De esa
posnacionales, en cuyas obras se desdibujan las referencias locales, y cuyas tramas son
cuatro hermanos (dos varones y dos hembras) de una familia venida a menos. La madre
ha muerto hace unos años, y el padre acaba de suicidarse para que los hijos cobren el
seguro de vida. A diferencia de su hermano menor Jaime que rezuma virilidad por todos
los poros, José-María es “pálido, aguileño, de piel marfilina y ojos verdes”, de “belleza
tímida y frágil, de flor”, y le fascinan la pulcritud y las tareas del hogar, a lo que se suma
que siempre está en compañía de sus hermanas y fantaseando sobre cosas de mujeres.
Cuando regresan del entierro del padre, José-María toma las riendas de la casa y lo
128
primero que decide es que hay que dar un baldeo a la casa, pues hace falta “limpiar esto
como Dios manda. ¡Da asco!”, luego de cuatro horas y cuando todo queda impoluto el
narrador refiere como “ella, con las arañas de sus manitas tejedoras de orden, dirigía, por
primera vez, del todo el hogar” (Énfasis añadido, El ángel de Sodoma 6).
para él mismo era una aberración: “un hombre renegado de su sexo, vilipendiándolo con
el anhelo de cada uno de sus poros, con la feminidad de sus entrañas, era odioso,
repugnante” (El ángel de Sodoma 26). Trata de endurecer el cuerpo con “media hora de
gimnasia todas las mañanas” y hacía lo imposible por aplicar los estereotipos del
heterosexual a su deseo. Comienza a fumar y a beber, todas actividades para la época que
eran privilegio masculino, pero todo es inútil para ese joven “con cutis de jazmín” (21).
última. Tal vez al contacto de la mujer la mala inclinación cediese, y triunfara para
siempre en él el hombre”, pero dicho intento fue un total fracaso, al quedar “helado de
repugnancia por el beso húmedo y penetrante con que la hembra quiso sellar petición y
promesa” (28).
deseo a lo que el narrador llama “la funesta secta de las víctimas del error de Dios”, y se
dirige a París, en donde su anonimato sería seguro. A lo mejor allí podría darle curso a
satisfacción a sus apetitos por siempre reprimidos, se lanza debajo de un tren en lo que
129
Carlos Montenegro, escritor cubano nacido en Galicia, España, en 1900 y venido a Cuba
en 1907. Montenegro estuvo preso por doce años, de 1919 a 1931, cumpliendo una
condena por asesinato. En su estancia en prisión comienza a escribir, y envía sus cuentos
a concursos y revistas cubanas. Una vez que su fama de escritor se hace manifiesta le
reducen la pena gracias a gestiones realizadas por influyentes intelectuales (entre ellos
La novela, que había sido publicada por entregas en revistas nacionales de la isla,
nunca vio sin embargo la luz como libro, pues como refiere Emilio Bejel, “fue recibida
sería exagerado decir que Hombres sin mujer fue un escándalo en Cuba aun antes de
publicarse como libro” (“Sexualidad carcelaria” 273). Como se puede apreciar, la suerte
Aquella recibió el bautismo literario en suelo cubano en 2000, aventajando a El ángel por
mientras el velo de silencio que cubrió a Catá fue parcial, a Montenegro se le mantuvo
se da en las cárceles como consecuencia de la falta de la mujeres. Esto causó una gran
“que se refieren no solo al sexo, la sexualidad y los roles de género, sino también al
130
dimensión de arte reflexivo y hasta que en los noventa el grupo de novísimos escritores
explícitas que se han publicado en español. Por ello, el régimen detuvo su publicación y
asume y resuelve el desafío del drama homoerótico de una manera descarnada y con un
entre las dos piernas, quedándole una pilosa concavidad, tensa por la
131
los cubanos de aquel entonces “le dieron la bienvenida a la Revolución cubana de 1959.
crueldad tan totales, que cualquier cambio político se percibía para bien” (239). Piñera,
edición de la obra poética de Ballagas declara en su ensayo sobre Ballagas, “y acaso por
primera vez en la historia literaria de Cuba: las tensiones de la vida bisexual, lo que el
propio Ballagas llamaba ‘mi angustia desdoblada’” (Santí 238). En una sociedad
autorrepresión hacía que hasta homosexuales (como el propio Lezama) asumieran una
postura homófoba, otro homosexual como Piñera, podía ser rechazado hasta por sus
entre ellos Reinaldo Arenas, fueron víctimas de esos extremos: “Ahora oigo como
lo que te diría, pero no puedo: me han cosido la boca con un alambre de púas y una bruja
132
que, debido a la exclusión a que fue sometido, optó por la disidencia. Su presencia
pública e intelectual le granjeó contrastadas aversiones en las más altas instancias del
persecución en su contra. Arenas solo pudo publicar un libro en Cuba: Celestino antes
del alba, que obtuvo primera mención en el concurso nacional de novela de 1965.
sino por su resuelta oposición al comunismo, elementos ambos que le cerraron cualquier
todo aquél que se atreviese a discrepar: “agente de la CIA era la etiqueta que le pegaban,
desde entonces, a cualquiera que disentía del régimen de Fidel Castro” (93), y explica
como se limitó la libertad de prensa: “los libros que pudieron ser tachados de
33
Como “diversionismo ideológico” se define cualquier acción, concepto, idea, conversación o publicación
considerada por el gobierno capaz de ‘confundir’ a la población y de ‘servir’ y ‘hacerle el juego’ a los
intereses del ‘enemigo’. Por lo general ese enemigo es el ‘imperialismo norteamericano’. Por consiguiente,
cualquier acto (o aún sospecha) de esas características debe ser reprimido y castigado. Véase “Diccionario
del castrismo cotidiano”.
133
Querido:
Las represalias contra Arenas se manifiestan también en la crítica que los voceros
simpatizantes del régimen hacen hacia su obra. Por ejemplo, la ensayista Marilyn Bobes
reduce a una suerte de persecución del placer cruelmente castigada por las instituciones y
que parece, en sus historias, socialmente aceptada y permitida por los miembros de la
34
El cuento “El lobo, el bosque y el hombre nuevo”, fue publicado en 1990 y adaptado a la pantalla grande
bajo el nombre de Fresa y chocolate por el cineasta Tomás Gutiérrez Alea tres años después.
134
propugna que el arte no debe tener una función política. Por el contrario David promulga
la idea oficialista del arte subordinado al enfoque marxista de la lucha de clases. David
propone como buen comunista la igualdad y la sobriedad; Diego, quien para David es en
Diego es un practicante católico, otro aspecto que iba en contra de los principios
santería eran incompatibles con la política oficial. Diego, gran conocedor de la cultura
cubana prerrevolucionaria, es el portador del saber cultural que fue eliminado y tildado
como decadencia burguesa por el nuevo régimen. David, educado en el socialismo, es sin
de David las que facilitan que el versado Diego se convierta en su tutor particular, no sin
vayas a decir que no fui claro. Eres de esas personas cuya ingenuidad
resulta peligrosa. Yo, uno: soy maricón. Dos: soy religioso. Tres: he
tenido problemas con el sistema; ellos piensan que no hay lugar para
mí en este país. Pero de eso, nada, yo nací aquí; soy, antes que todo,
135
El final de Diego, no por previsible menos doloroso, es que tiene que abandonar
la isla donde nació. Su condición de cuerpo “extraño” y nocivo para la nación requiere
Por fin con los noventa, y en medio de tantos cambios políticos, económicos,
sociales y de todo tipo, llegan también “vientos de cambio” para el modelo hegemónico
canon?
importancia de la ficción para coincidir con Volpi en que “escribimos cuentos y novelas
no solo porque no podemos dejar de hacerlo, no solo porque nos hagan disfrutar con la
perfección de sus frases o la fuerza de sus historias, sino porque los cuentos y las novelas
nos han hecho quienes somos” (“Yo soy una novela” 54).
136
esgrime criterios totalitarios, ideologías o banderas. Como nos expone Hannah Arendt:
“la guerra y la revolución constituyen aún los dos temas políticos principales de nuestro
constelación que plantea la amenaza de una aniquilación total mediante la guerra frente a
añadido, Sobre la revolución 3). De ahí se entiende esa permanente posición del
oficialismo que continúa imponiendo el canon nacionalista a partir de una idea ya caduca
del concepto de Revolución. Sin embargo, nuevas escritoras y escritores llevan algún
permite no solamente tematizar la diáspora cubana afuera de la Isla, sino también las
diásporas contenidas en las diferentes identidades que emergen en la crisis del sujeto
que “el discurso revolucionario, expresado como una batalla interminable en que
137
hamaca o el tajo” 49). De ahí se entiende el uso de términos que presentan al pueblo
como una masa compacta, indistinta y sobre todo como “actor masculino”: “el pueblo
pequeñas minorías, esas pequeñas y necesarias “diásporas” que conforman las diferentes
exterior que comienza a partir de los noventa, ha experimentado un rico proceso marcado
ideas y de temas poco explorados hasta entonces, por desconocidos o por susceptibles de
censuras. Se intenta seguir en este trabajo la sugerencia propuesta por Patricia Valladares
Ruiz cuando plantea que “el hecho de que en Cuba las identidades sexuales alternativas
Los escritores cubanos actuales que han abordado en sus obras los temas de las
sentido emancipador de la escritura que tiene como centro estos temas, hay que
138
“The ‘other’ is never outside or beyond us, it emerges forcefully, within cultural
ourselves’” (cit. en Valladares Ruiz 73). Eso es aún más cierto en el caso de los estudios
sobre el homoerotismo femenino. Lacarra Lanz nos advierte que “la falta de testimonios
pensado, escrito o pretendido por el autor, sea este masculino o femenino” (12).
oficialismo cubano ha optado por tomar el rumbo de las políticas de máximo efecto
139
propagandístico y a su vez con mínimos costos políticos (tales como el subsidio de las
fundamentales que desarrolla, no escapa que las acciones que lleva a cabo muestran otra
faceta más de lo que podríamos llamar “el arte de gobernar” del castrismo. Es decir, el
arte de imponer las ideas y decisiones desde el poder, y hacerlas parecer como decisiones
activamente en la vida privada del ciudadano. Es tal la prioridad que se le asigna a las
cuestiones relacionadas con la sexualidad que quien dirige esta institución es Mariela
35
Entre las tareas del CENESEX están las siguientes: Proponer, asesorar y coordinar la política cubana de
educación y salud sexual; Dirigir la Comisión Nacional de Atención a Personas Transexuales; Diseñar e
implementar productos audiovisuales y editoriales informativos y comunicacionales; Diseñar, implementar
y evaluar a nivel nacional e internacional, programas académicos de formación (“Quiénes somos”,
CENESEX).
140
Castro, hija del presidente Raúl Castro. Así se pretende enviar el mensaje a los
tratada como parte y consecuencia de la corrupción del antiguo régimen, muy peligrosa
extranjero acerca del tratamiento hacia los homosexuales: “Diré que los homosexuales no
deberían ser admitidos en posiciones en las que puedan ejercer su influencia sobre la
gente joven. En las condiciones bajo las que vivimos, debido a los problemas que
lucha, el trabajo. . . . Esta actitud tal vez no sea la más correcta, pero es lo que sentimos”
Sarduy” (I. Álvarez 32). La retórica patriarcal, masculina y homofóbica que había
asevera que “el soplo lírico o épico y el entusiasmo se prestan a un fresco revolucionario,
141
En las dos últimas décadas las cosas en este aspecto han cambiado hacia la
principal fuente de ingresos, no queda otra alternativa que echar mano de los viejos mitos
tradicionales, a tenor del imaginario nacional: “la mulata de libido voluptuosa y la isla
medio de supervivencia. Dos buenos ejemplos de lo anterior los podemos ver en una de
las historias de la película documental Suite Habana del realizador cubano Fernando
porque su trabajo a tiempo parcial como travesti en un show, es el que le aporta el dinero
mínimo para sobrellevar su vida. El sueño de Iván es que lo contraten para un gran
como transgénico. El público aplaude y se excita con las bailadoras exóticas mientras las
filme ha sido estrenado en los Estados Unidos, Alemania y España y Cuba. Aborda el
36
Suite Habana obtuvo el Premio Coral del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano (2003), evento que
se celebra en La Habana anualmente. La cinta es un documental que sigue la vida de varias familias
habaneras en un día típico. No hay diálogos, solo imágenes y sonidos. El sueño de Iván Carbonell, uno de
los protagonistas es “actuar en un gran escenario”.
142
Reinier es casado y tiene un niño pequeño, y Yosvani vive con su novia. Reinier, con el
por dinero con hombres extranjeros homosexuales, para ganarse la vida y a la vez
intentar de esa manera conseguir una vía para irse del país. Cuando avanza el filme
vemos como se desata entre los dos amigos una delirante historia de amor y pasión
distribución en la isla: “Tuvimos que convencerles [a los funcionarios del ICAIC] de que
no era una película contrarrevolucionaria. Una vez convencidos de ello, todo lo contrario,
El ensayista Emmanuel Tornés Reyes conecta a la crisis de los noventa con este
cambio de actitud cuando expone: “la crisis [se refiere a la época que comienza con el
que la cultura, incluida la cultura social, fuese más democrática, giro notable, por
literatura” (17).
143
A finales del 2012, un libro inunda el quehacer nacional como rara joya en la
literatura de la isla, aunque no era ya el primer caso, como se verá más adelante. La
Editorial de la Mujer nos trae de la mano de Julio César González Pagés Por andar
vestida de hombre, una reconstrucción sobre la historia real de la mujer suiza Enriqueta
Favez que visitó doce países, estudió medicina en La Sorbona de París y ejerció como
motivos de impía conducta fue condenada a pasar cuatro años prestando servicios en el
Ya la vida de esta doctora suiza tan vilipendiada y expulsada de Cuba había sido
recogida en otros estudios, además de novelada por Benito Pérez Rojo en Mujer en traje
‘cierta manera’, el arte de Antonio Benítez Rojo, la maestría y sensibilidad con que le
devuelve a Enriqueta Faber su rostro humano” (226). El libro de Benítez Rojo no parece
femenina en la historia de Cuba: Nosotras dos, libro que recibe las mejores críticas y
alcanza récord de ventas en el país. Expone Rodríguez Sosa que Nosotras dos es un libro
144
que en el panorama editorial cubano de hoy, reproduce relatos que cuentan sobre el amor
periódico Tribuna de La Habana. Sotolongo Carrington expresó: “En ella traté de incluir
a escritores cubanos, y a una buena cantidad de gente, en la batalla que libra el país
apenas publicitado, los severos censores hasta incluyen relatos de escritores cubanos en
la diáspora.
a hombres. En la colección hay por lo menos tres autores cuya residencia está fuera de
Cuba: Mayra Montero, Achy Obejas y Sonia Rivera-Valdés. La primera reside en Puerto
Rico y las otras dos en los Estados Unidos. Cuentos actuales, localizados todos en
En cuanto a la temáticas son variadas, entre ellas están: la insinuación del deseo
suicidio, las experiencias homosexuales femeninas en las becas, las relaciones de mujeres
145
puedan tener las reivindicaciones de González Pagés en su novela Por andar vestida de
mismo, que no se debe menospreciar. Además, es una señal del agotamiento de temas
revolucionarios.
de seguro también tiene su correlato social en la Cuba de hoy, no debe crear falsas
expectativas más allá del propio hecho cultural. Rafael Rojas en Cultura e ideología en el
comunismo cubano advierte: “En La Habana de hoy, por ejemplo, se puede ser católico,
juicios por “escándalo público” y la pérdida del puesto de trabajo no se aplicaban a todos
los homosexuales por igual. La “reeducación” podía tocarle a uno en suerte o no. Anna
37
La parametrización (también llamado parametraje o parametración) es un neologismo surgido luego del
Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura y la creación del Consejo Nacional de Cultura en 1971.
La parametrización establecía los “parámetros” de confiabilidad que tenían que cumplir los trabajadores de
la educación y la cultura para continuar ejerciendo sus puestos. Como consecuencia de la aplicación de
estas medidas muchos homosexuales fueron expulsados de sus puestos de trabajo. Para más información
véase El martillo y el espejo: directrices de la política cultural cubana (1959-1976), de Emilio José
Gallardo Saborido.
146
Veltfort, alemana que vivió en Cuba esos años, y que por su condición homosexual fue
pateada y golpeada y encima sometida a juicio, finalmente abandonando el país, hace una
valoración esclarecedora:
Ocurría todo el tiempo que la sexualidad de las personas era pasada por
alto. En un mundo pequeño, todo el mundo sabe quiénes son todos los
arremetida posnacional. La historia de Cuba ha demostrado una y otra vez que el Estado
pueda parecer que el régimen, al abrir las puertas a la inversión extranjera en los asuntos
literarios, da razón suficiente para que una literatura de nuevo signo avance y se
establezca, resulta bastante improbable. Algún que otro autor puede ser publicado tanto
en el exterior como dentro del país y tener cifras de ventas sustanciales y ganar algún que
otro premio, pero en el patio si no eres obediente y fiel de las normas oficiales y crees
147
admite como uno de ellos la exclusión de los homosexuales, pues “venimos de una
tradición machista muy fuerte. Cuando entré a la universidad, en el año 68, conocí gente
muy honesta e intelectualmente con mucha preparación, pero que eran homófo[b]os”
inauguración del VIII Congreso de la UNEAC expresó: “El mercado no puede dictar la
otro momento de su discurso, reiteró que los escritores y artistas en la UNEAC aspiraban
a un pueblo culto y retomó las palabras de Fidel “la cultura es lo primero que hay que
salvar”, con lo cual queda despejada la duda, es decir, se continuará imprimiendo lo que
esté avalado por la el oficialismo. Este escritor y político cubano obtuvo el premio Juan
mercado, el mismo que dicta pautas y del que respondió la UNEAC en la voz de su
presidente.
38
Período de severa censura y represión entre los años 1971 y 1976, también conocido como el período
estalinista.
39
Miguel Barnet es el actual presidente de la UNEAC y miembro del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba. Es un escritor premiado y reconocido, con obras como Biografía de un cimarrón y
Oficio de ángel.
148
Esta es la misma UNEAC que vetó a Reinaldo Arenas, por citar un ejemplo.
Barnet se refugia, hecho que se repite en todos los discursos, manifiestos y proclamas
oficiales desde 1961, en que nos encontramos dentro de “un país acosado y bloqueado
economicistas” que deben ser resistidos en provecho de los valores espirituales del país,
por tanto, “hay que sentar pautas de jerarquía en materia de literatura y arte”. . . . El
mercado no puede invadir nuestro mercado porque es incompatible con la cultura, con la
“En nuestro caso, como sucede en varias regiones del mundo, se perciben intentos de
oficialismo ha echado a andar su maquinaria represiva una vez más. En una clara alusión
149
adelante”)
de dividendos y luego cierra las compuertas. Así ocurrió con muchas de las paladares
funcionamiento por supuestas violaciones. Puede que no pase mucho tiempo para ser
testigos de ver como los escritores posnacionales sufren una suerte parecida.
mitad del siglo XX, como parte de la transformación “social más rápida, profunda y
150
destrucción y evaporación de los vínculos tradicionales. Con la crisis de los años ochenta
comienzan a ocupar los papeles protagónicos las historias marcadas por el desequilibrio y
que durante largo tiempo estuvo ligada dicha problemática a la idea de lo sucio y lo
impuro, relacionado con el pecado. El placer del sexo, y más si se trata del placer
acepta en la isla como intento por revitalizar los atractivos de la propuesta socialista
sus seguidores. Nos encontramos en presencia de un género que pugna por instituirse y
trascender. Sin embargo, algunas obras desarrollan una transgresión tan brutal que
151
que al final se vuelven en contra de los propósitos que se desean alcanzar. Un ataque sin
sentido no legitimiza la literatura que se desea sostener. Algunos estudios hechos en Cuba
sobre los temas antes señalados no escapan a este lastre. Igualmente se debe tener en
cuenta no tan solo las condiciones que antecedieron al surgimiento de la nueva tendencia
posmoderna entre escritores novísimos, sino además, hacer mención del impacto de los
costoso video clip musical de una Beyoncé con una artesanal producción musical nativa.
Los contornos literarios en la narrativa cubana posnacional actual propugnan, entre otros
152
CAPÍTULO V
IRREVERENCIA DE LA ESCRITURA
Parecería que la influencia de las costumbres y la cultura rusas, tan ajenas al estilo
socialista. Sin embargo, ese período todavía marca la vida de la isla. Más aún de aquellos
vinculados por lazos de sangre, como es el caso de la autora que ocupa la atención de este
capítulo.
La cita a continuación vino a ser del conocimiento del autor de este trabajo cerca
Vega Serova entre las escritoras estudiadas en esta tesis. Forma parte de una entrevista
la escritora, durante la visita de aquella a la capital cubana en fecha tan reciente como
153
Vega Serova, una gran cuentista reconocida por una narrativa que evoca
ofrece esperanza a pesar de todas las adversidades que le han tocado vivir;
Vega Serova ha sido tildada, entre otras cosas, de novelista sucia, enajenada,
hippie, lésbica, grotesca y sórdida. Sin embargo, críticos y lectores coinciden en que
escrita por manos femeninas en los finales del siglo XX y principios del XXI.
Valga como soporte a tal afirmación el hecho inusual de la reedición, en 2012, por
Letras Cubanas, del título Ánima fatua. Inusual en el sentido de la prácticamente nula
costumbre en Cuba de segundas ediciones, salvo las usuales excepciones de las obras
consideradas canónicas por el aparato cultural. Este éxito fue reflejado en la prensa
escrita por lo insólito y específico y por “su capacidad para ahondar en el drama de la
154
identidad desde sus distintas facetas: las búsquedas del Yo (identidad personal), las
La periodista Marta Rojas, quien ha gozado siempre del favor oficial por sus
vínculos con el aparato cultural de la Revolución, por su parte ha usado una expresión
concisa para describir a Vega Serova: Alma dividida. Con una singular voz femenina,
Anna Lidia Vega Serova aporta a la literatura cubana contemporánea su peculiar visión
recordar, fue muy estrecha durante treinta años en lo militar, político, ideológico y
económico en la isla, pero que asimismo (si bien a regañadientes) tuvo un impacto social.
En la novela, que recorre la niñez y juventud de un ser nacido de una madre rusa y
transita por hechos y sensaciones morales filiales y sensuales, se mezcla el trágico peso
secular de la tradición literaria rusa con el gracejo cubano. La prosa de Anna Lidia—nos
40
Se calcula que a la caída del Muro de Berlín habían vivido en la isla (sin contar los asesores militares)
cerca de 18.000 soviéticos, de los cuales una gran mayoría la abandonó tras el colapso socialista. Hoy se
estima que viven, contando a sus descendientes, cerca de 6.000. Desde el mismo 1961 y hasta 1990
estudiaron en la antigua Unión Soviética (tanto técnicos medios como en estudios graduados y
posgraduados) entre 100.000 y 300.000 jóvenes (Heredero).
155
Hay que agregar que los métodos pedagógicos aplicados en Cuba a partir de
principios de los setenta hasta principios de los noventa, fueron aquellos que venían del
Lo expuesto permite entender cómo una novela como Ánima fatua haya sido tan
bien recibida por los lectores de la isla. El caso de Vega Serova corresponde bien a una
degeneración. Otra escritora “agua tibia” que va labrándose en la isla un camino es Polina
Anna Lidia Vega Serova dirige la atención sobre el escenario desde lo femenino,
evitando tanto los clichés nacionalistas como la abierta confrontación política. Su ficción
realista formula los estragos de una generación que opone resistencia a la ya insoportable
monotonía nacionalista oficial. Por otra parte, ella pertenece a un grupo selecto de
156
creadores cubanos que también han desarrollado una obra pictórica. Como anota Luis
Rafael:
página blanca. . . .
J.D. Salinger, iluminan su indagación del ser ante la crisis de valores, sus
Marilyn Bobes, Wendy Guerra, Karla Suárez y Ena Lucía Portela, parte de la avanzada
que clama por leer el interior del ser humano, sus conflictos, alegrías y sinsabores, en una
sociedad escindida.
Se trata de una autora que tiene el poder para pregonar el cataclismo, no importa
el camino que escoja—y son varios—para expresarse. Por ejemplo, puede destacarse
desde su incursión en el realismo sucio con obras como Bad Paiting (Premio David,
1997), Catálogo de mascotas (1999) e Imperio doméstico (Premio Dador, 2005), cuyos
contextos estéticos se encuentran marcado por una visión bufa y voyeurista de la realidad
cubana, hasta su inusitado libro Mirada de reojo (2010), que se trata en más detalle
luego.
157
Serova nace en Rusia, de madre rusa y padre cubano. Con tres años, luego de la
culminación de estudios del padre, va a Cuba donde permanece por un período de seis
años. De vuelta a Rusia con nueve años, allí pasa el resto de su niñez y toda su
adolescencia. Con diecinueve años regresa a la isla caribeña para conocer a una hermana
mundo?, responde:
158
literatura es un juego”)
enajenados mediante el uso frecuente del narrador protagonista femenino, quien intenta
incursionado con éxito de crítica y público en Cuba y dirige una peña literaria en Alamar,
un barrio en las afueras de La Habana. Fue galardonada por su cuaderno de cuentos Bad
premio Casa de las Américas para narrativa experimental, novela estrafalaria y burlesca
una y otra vez a las historias dándole siempre un enfoque diferente y cambiando el
fue así como sucedió todo eso. Es muy difícil contar las cosas objetivamente, pero lo
intentaré otra vez”; “Quiero aclararles que esa gente no dijeron nada de eso. Eso fue lo
que pensaron decir. Pero en la vida real nadie dice lo que piensa decir, ni hace lo que dice
pensar. Ni siquiera yo”; “Me imagino que ustedes se imaginan que nada de eso fue así.
159
Bunny Banana se despertó con dolor en los huesos. Se pasó toda la noche
que con una tipa. Pero para la pobre Bunny que se iba a echar un perro, a
Bunny Banana con Yoswasleydis Puñales en estos términos: “Cada uno respectivamente
que practican la homosexualidad son retratadas como seres más completos y creativos.
explícitamente en varios de sus cuentos, por ejemplo “La estola” y “En familia”. En
160
ambos, los encuentros lésbicos presentan deseos y exploraciones sexuales con derroche e
irreverencia.
amoroso contado desde el punto de vista de cada uno de los tres participantes (un hombre
casado que desea a la nueva ascensorista, mientras que esta se siente atraída por la esposa
de aquel, Elsa). El protagonista masculino, de cuyo nombre solo conocemos sus iniciales
J.M., y que se siente agobiado por la vida de familia tradicional: “Elsa me asfixia en esa
obsesión suya con la fidelidad, las verdades y la seguridad doméstica”, está deseoso por
tener una aventura con la joven: “tengo ganas de enamorarme de una muchacha con ojos
violetas, así, sin compromiso, sin obligaciones, sin esclavitud, sin convivencia. Llegar un
día y decirle te amo y que pare de tejer y me sonría” (71-2). Esta actitud contrasta con la
con Elsa (esposa de J.M.) pero no solo desde la perspectiva de una aventura homoerótica
pasajera sino desde una amorosa. El homoerotismo queda planteado como posibilidad,
aparte), Anna Lidia sobrepasa la ironía y el humor amargo de sus anteriores escritos para
con maldad incisiva burlarse de todo. Muy destacable el cuento “Esperando a Elio”,
donde una mujer intenta suicidarse cuando encuentra una cana en su pubis.
Legión de sombras miserables (2005). El día de cada día de 2006 es una colección de
161
cuentos donde lo que prevalece es la reflexión sobre la soledad esencial del ser humano.
En el primer cuento del volumen “La guardiana”, la protagonista Sara repasa su vida en
los últimos años, período en el cual todos sus amigos se han ido del país, siempre con la
de las dos. Sara se convierte en la depositaria de muchos objetos de los amigos que se
marchan, y así intenta mantener viva en la memoria el recuerdo de ellos. Tiene, por otra
parte, un sentido de culpa: “Se iban todos los que la rodeaban, todos los que de cierto
modo había rozado, como si cargara con una maldición” (14). Al final un fuego destruye
el apartamento, y con ello también los recuerdos y la poca esperanza que aún le quedaba
entre ellos las reflexiones luego de una dolorosa ruptura de la autora con su novia. Aquí
también el narrador insiste en lo frágil y poco convincente que pueden ser los recuerdos.
era yo. . .
162
churre en el ojo. . . .
champán. (83)
En el cuento “El día de cada día” que da título al volumen, aunque no hay
mención directa, se detecta la realidad cubana a la que se refiere el texto: “no hay
comida—no hay dinero—no hay ropa limpia—no hay detergente para lavar la sucia—no
hay jabón para bañarse—no hay champú—no hay pasta de dientes… “para qué quieres
cepillarte los dientes si no hay comida? No hay dinero—no hay—no hay—no” (102), así
Pupo mira sus ojos hermosos, Tato aspira su olor mágico aunque no
todo.
163
Esta autora tiene varios poemarios, entre los que se cuentan Eslabones de un
tiempo muerto (2005), con creaciones elaboradas entre 2000 y 2004 y donde se aprecia el
mundo ignora que mi novia está obsesionada con los sombreros, . . . / que vivo en un
En 2010, Serova publica Mirada de reojo, libro a medio camino entre la prosa
poética y el cuento, y que por su talante podría ser confundido con un libro para niños,
está compuesto por 50 textos, de ellos 42 con títulos y 8 viñetas o intertextos. Las
narraciones, especie de mini cuentos poéticos con una extensión de entre una y tres
cuartillas y casi siempre acompañado por un dibujo de la propia autora, dialogan con el
lector mientras la autora realiza un inventario del apartamento. Cada historia lleva por
título un objeto de la casa (la cama, la mesa, la silla, el televisor) sin que falte el inodoro:
“Ha sido una ironía macabra que el recipiente que tanta mierda recoge lleve el nombre de
palpable. Ese tándem entre supuesta tozudez e inocencia con que empieza: “Sé que mi
misión es de una gran responsabilidad, aunque suene ridículo”, para luego crear un
rapport cándido con el lector cuando lo convida a “mantener oculto todo respecto a
164
excusa: “[q]uiero disculparme por mis torpes dibujos, la mala letra y las faltas de
ortografía” (11) le debe mucho al escritor francés. Es también muy íntimo, muy cercano,
y por supuesto muy individual: “necesito que tengas presenta que jamás, en ningún
momento, escribiré en nombre de la Humanidad” (Énfasis añadido, 11). Pero al igual que
Conviene transcribir íntegro uno de los mini cuentos cargado de poesía, sin título,
en el cual se presta atención a la adhesión de esta autora por su arte (el de la literatura en
este caso): “Escribo con lágrimas en las paredes y con saliva sobre mis muslos, en la nata
oscura de la noche, en las telas de araña de la esquina, en las manchas de sol. Escribo,
Su lista está íntegramente conformada por objetos físicos que hallamos en una
casa y lo que nos cuentan esos textos es su relación personal con esas cosas. Entreteje los
textos de su memoria particular de objetos con unos intertextos, que en esta ocasión no
aparecen en cursiva, sino por signos tipográficos que están carentes de presentación
previa por parte de la autora, que ahora se ha desdoblado en Alia Pérez Petrova:
Presiento que no soy la única elegida de mi raza; así como yo, debe
haber otras personas que retraten para ti y los tuyos los detalles de
mundo. Tal vez, sumando numerosos reportes, te lleves una idea más
día para hablarle directamente al lector, y que se diferenciaban por las cursivas y por
165
mantener una especie de encadenamiento entre ellos, también se usa como recurso en este
itálicas. Tal vez deseó jugar a continuar engañándonos. Esta es la viñeta que da
conclusión al libro: “He logrado acallar las voces que sonaban en mi interior, ha sido un
alivio, no sé cómo pude vivir con aquel infierno tras el cráneo. Todo se vuelve simple,
como una hoja en blanco, tan perfecto, tan puro. Hay una puerta que se abre. Luz tras el
tres décadas anteriores (“La mujer en la narrativa de la Revolución: ponencia sobre una
una veintena de libros de narrativa publicados por autoras cubanas”, para agregar que
“esto no es del todo imputable a los efectos de la contracción económica que sufre el
país”, pero sin aclarar o dilucidar cuáles eran las causas de dicha carencia (Las
cuentos y novelas escritos por mujeres se había convertido en una de las marcas de la
Las características de las obras de estas autoras que toman por asalto la fortaleza
literaria por tanto tiempo en manos masculinas son entre otros: El experimentalismo, el
creación y las refracciones del absurdo. También el abordaje de tópicos hasta entonces
166
comienzan a poblar los textos del amplio grupo de mujeres que salen al ruedo literario
insular. Entre las escritoras que la conforman se encuentran Adelaida Fernández de Juan,
Mylene Fernández Pintado, Ena Lucía Portela, Karla Suárez y la propia Anna Lidia Vega
Serova. Es esta quien se alza con el premio David en 1997 con una recopilación de nueve
cuentos alusivos a las artes plásticas en sus títulos y a veces en sus temas y personajes,
Bad Painting. De esta manera relata Vega Serova sus comienzos en las faenas retóricas
nacionales:
español. Por suerte coincidí con algunas personas del medio que me
que para mí era muy fácil, que yo podía escribir muchísimas cosas
como esas. En unos tres meses armé el libro Bad Painting y luego lo
Con Bad Painting comienza el juego literario de Vega Serova. Jorge Rufinelly
describe bien las principales características de los personajes protagónicos que desde
entonces con pocas variaciones habitan de los textos serovianos: Primero crea un
167
transitará a lo largo de su trayectoria como escritora de una manera más o menos estable.
Este protagonista es una mujer joven, habitualmente alejada de los demás, quien
establece una fobia social a medida que se relaciona con la ciudad y sus personajes,
recuerda una infancia traumática y vive el correr de los días con la angustia de la
siente esto en la ausencia de amor). A medida que pasen los años y protagonice nuevos
cuentos de nuevos libros, ese personaje “básico” tendrá parejas y relaciones (que se
disolverán), explorará la homosexualidad, etc., pero en todos los casos, la felicidad será
siempre elusiva (“Anna Lidia Vega Serova de San Petersburgo a La Habana” 43-50).
Esta narradora ha ido diseñando uno de los universos personales más inquietantes
de la narrativa cubana del momento. Como asevera Víctor Fowler: “su tratamiento de lo
habitan sus personajes, carece de paralelos entre los escritores de hoy” (cit. en Jiménez
Campo 5).
marginalidad
Al fin y al cabo, es su propia vida la cosa más cercana que cada escritor tiene para
echar mano.
Antonio Skármeta
compone de doce cuentos donde los protagonistas son figuras “raras” o marginales:
travestis, mujeres con todo el cuerpo cubierto de pelos, o del mundo de la farándula, que
168
es como se refiere comúnmente en Cuba al ambiente en que desarrollan la vida social los
desarraigo existencial que se respira en las narraciones de este volumen de esta manera:
“Su escritura [la de Vega Serova] es una zona álgida en el diálogo de la nación con su
escritora en su esfuerzo por transmitirnos la pérdida de los valores propios del idealismo.
aislada y sin recursos, hacen de Vega Serova una representante fiel del discurso nihilista,
aislacionista y cerrado, siendo las palabras el espacio donde puede plasmar el desencanto.
a pie de página (en casi cada hoja) que intentan ser confesiones íntimas donde la autora
refiere, por ejemplo, a quiénes están dedicados los cuentos, o la fuente de inspiración de
historias y personajes, o detalles de las situaciones narradas que se relacionan con sus
gustos, fobias, o anécdotas personales. Por ejemplo, el cuento que abre el libro
41
Para los que conocen la barriada periférica de Alamar (como ocurre en el caso del autor de este trabajo),
lugar donde habita Serova y donde lleva a cabo su peña poética mensual, no se necesita mucha imaginación
para reconocer en este volumen de cuentos la cultura de barrio bajo de La Habana, la sordidez de sus calles,
la mezcla underground entre prostitución, rap social, delincuencia y enajenación. Por citar un ejemplo, el
dúo de rap más contestatario y controversial de Cuba en el momento actual, Los aldeanos, proviene de allí.
169
“Esperando a Elio”, está dedicado a Manín. La autora inserta una nota al pie donde
explica quien es Manín de este modo: “Quiero decirles que Manín es un tipo fuera de
serie: yo lo admiro cantidad, aunque peleemos a menudo. Manín se llama Manuel Ávila.
en una característica de la escritura de Vega Serova. Ya desde la primera página del libro
la autora está tratando de atrapar al lector y traerlo a su mundo privado, y de esta manera
comprometerlo. El tono coloquial para calificar a Manuel Ávila primero por su apodo
“Manín” y luego como “tipo fuera de serie” al que admira “cantidad”, es una estrategia
El comentario, como bien apunta Mónica G. Zoppi Fontana, “es uno de los
juego de identidad del texto consigo mismo, como un proceso de repetición indefinida de
lo mismo” (“En los márgenes del texto” 15). Paloma Jiménez del Campo refiriéndose a
las notas al pie que aparecen en el cuento “La chica que no fuma los sábados” ahonda:
“Vemos a través de las dos primeras notas, cómo la autora emplea este recurso
paratextual con una doble función: ficcionalizar la vida (la de su amiga Lourdes [a quien
ficticio (al personaje de la joven hirsuta del cuento). Los sábados son días especiales para
Otra de las innovaciones a las que recurre Vega Serova para lograr el rapport con
los lectores son las viñetas, en este caso entendidas como textos de una cuartilla o menos
intercalados entre los capítulos, en los que supuestamente la autora nos desvela elementos
170
reales de su biografía. En su volumen El día de cada día las viñetas intercaladas sirven
como reflexión luego de la reciente ruptura con su novia. Aprovecha este recurso como
descarga íntima, sensible y lastimera de sus emociones a modo de testimonio. Así ocurre
en la segunda viñeta:
A veces me pregunto quién serás tú”. (El día de cada día 19)
Otro tanto sucede con el tema de la maternidad, que se vuelve opresiva y por tanto
Noche de Ronda: “El niño se tiró llorando sobre mí y comenzó a abrazarme. Pensé que
con otra entidad podría tener a otro hijo: rosado, gordito, limpio y con ropitas de
elemento lúdico-sexual: “‘Es un caso clínico’—llegaron a mis oídos las palabras de uno
de los policías. Me demoré mucho tiempo, incluso les pedí que me enseñaran los penes,
antes de comprender: ¿YO soy un caso clínico?” (Noche de ronda 39), o el onanismo: “se
bajó el blúmers, se sentó. Temblando de ansias y emoción sobre una roca, suspiró, cerró
los ojos, rezó un Padrenuestro a su manera y comenzó a frotarse el clítoris con la mano
171
derecha, mientras compartía los dedos de la izquierda entre la vagina y el ano” (Noche de
ronda 43).
En 2004 aparece una edición con ocho cuentos recogidos en el volumen Legión de
universitaria narra en primera persona sus fantasías eróticas con su profesora de Química,
amor que le ha faltado por años” (57), deriva en alucinaciones sicalípticas que cubren un
sin velo, editada por el Centro memorial Martin Luther King Jr. La misma se compone de
una entrevista y un cuento respectivamente de diez escritoras de la isla, entre las que se
encuentra Anna Lidia Vega Serova. De acuerdo con la compiladora, la periodista Helen
Hernández Hormilla, “el conjunto pretende una mirada global a las principales temáticas
femeninas tratadas por ellas, sus actitudes ante la feminidad tradicional, sus necesidades
42
Un ejemplo de onanismo en el cuento se puede apreciar en este pasaje: “Mi profesora de Química
difícilmente se masturbó con un cirio de iglesia, habrá usado algo menos ortodoxo, un rodillo de cocina,
por ejemplo, o el pomo del perfume que le habíamos regalado por el Día del Maestro, o un pepino que
luego cortaría en rodajas”. El bestialismo, por su parte, queda expuesto crudamente en este otro: “Paulina
[nombre de la profesora] se entrega al simio como al más preciado amante, sus olores le excitan hasta el
vértigo, su aliento acre, su salvaje olor de mono le infunden delirios” (“Capirulis menti”, Nosotras dos 57,
59). No quedan dudas de que hay una visión completamente desprejuiciada, abierta y transgresora de las
relaciones sexuales.
172
García Álvarez).
V. 4. Serova y lo posnacional
literatura de los últimos años, como una posliteratura. Es preciso mencionar que lo
posnacional en Cuba viene acompañando por el desencanto. Como dice Fornet: “el
abstracto, pero sobre todo pasa, sin duda, por el propio omphalos nativo: por el canon del
En los noventa los nuevos escritores cubanos se reiteran tanto que agobian. Gina
“parece haberse llegado a un nivel de agotamiento en que pululan hasta el hartazgo las ya
exclusivamente para las delicias de jurados (y) o las caricias de un premio” (“Los nuevos
paradigmas” 5). Por tanto, se agradece cuando, dentro del desencanto hiperbólico, una
Resulta muy difícil encontrar artistas de hoy con remembranzas mixtas inter artes
173
el arte. Es cuestionable afirmar que entre los intelectuales que dejaron Cuba en la década
generalizado.
Este desengaño y la ausencia total de nostalgia por una Cuba actual y pasada se
aprecia, por ejemplo, en Iván de la Nuez. Este intelectual que reside ahora en Barcelona,
salió de la isla en 1991, como tantos otros cubanos a partir del momento en que arrecia el
el paisaje global (2001) Iván de la Nuez abre una perspectiva del exilio cubano diferente
de la que ha protagonizado lo que él llama el “Exilio Jurásico” (28). Este autor propone la
balsa como objeto de culto de los artistas cubanos y “como hundimiento de la simbología
nacional” (28). Se proclama exiliado sin nostalgias y se propone dibujar un mapa de sal
para posicionarse “tanto frente a los fundamentalismos del comunismo vencido, como en
contra de la globalización pletórica de su victoria” (30). Por eso propone un mapa de sal
apátrida. De la Nuez plantea una visión crítica y sarcástica del mundo globalizador
occidental, pero también del paisaje poscomunista que se ha creado tras la caída del Muro
de Berlín en 1989.
174
recursos estilísticos. Para Vega Serova, el hecho de coexistir entre dos culturas que
retrógrado e impuesto, para crear una obra intimista pictórica literaria donde no parece
haber límites. Su cuentística desafía lo real y lo imaginado. Personajes que existen solo
por el gusto de hallarse a sí mismos, que aman y desacralizan su cuerpo, que viven en
curioso, es que a veces las historias de Vega Serova encierran y rebasan todo eso.
Existencia marcada en graffitis hippies que buscan la plena libertad humana, desde el
diáspora.
Ánima fatua ha regresado a las librerías cubanas. El hecho es un tanto insólito porque las
editoriales del patio no tienen el hábito de las reediciones. Cabe pensar que la lógica
triunfó por esta vez y se reconoció la necesidad de poner al alcance de nuevos lectores
una novela que se esfumó inmediatamente de los anaqueles cuando salió la primera
edición, en 2008.
Cubanow (Isla de Letras: “Anna Lidia Vega Serova”)
trasfondo de lo aparencial. Se devela una Serova en plena madurez artística, con dominio
e insolente, lanza a Serova junto a las autoras con mayor presencia en el panorama
175
literario nacional. Marilyn Bobes expone que “el hecho de que el argumento se desarrolle
en la antigua Unión Soviética permite a los lectores un esbozo tangencial de la crisis que
precipitó el derrumbe socialista en un país donde los jóvenes optaron por la desesperanza
del autor, relata la vida de Alia (simultánea o sucesivamente Alia, Alfa, Fanny o Sofía, de
progenitores: madre blanca rusa y padre negro cubano, obligada a vivir a caballo su niñez
Soviética) y Cuba, Alia es una niña y adolescente desgarrada y escindida entre dos
En la novela se desarrollan los temas del amor en todas sus manifestaciones, los
problemas de la identidad, el maltrato filial, la relación con “el Otro”, la literatura como
Perestroika, y otros. Por muy tentador que pueda parecer querer identificar la
protagonista y la autora, ¿Alia quizá como “alias” de Vega Serova?, es conveniente tener
176
solo sobre mí. Hay muchas cosas que invento o que mezclo con lo que
cubana. También resulta en una suerte de pintura expresionista matizada por las
presente que Vega Serova es pintora), y resuena algo de Rayuela de Cortázar por su
estructura fragmentaria, a base de capítulos breves que pueden ser degustados de manera
de la protagonista:
Ella era una mujer sola, muy joven y romántica; le gustaban las
cualquier puente, mirar el agua negra del Neva sobre la que trazan
pura y muy feliz, aunque creía lo contrario y lloraba por las noches,
177
visto la foto: ella, tan blanca, vestida de blanco; él, oscuro, de traje
La opinión de Marilyn Bobes según la cual “todos los demonios de Anna Lidia
Vega, y también su tierno mundo interior, aparecen reflejados en esta historia que es un
canto de amor a Cuba y un acto valiente de honestidad intelectual” (“Todos los demonios
178
de Anna Lidia Vega Serova” 4), es compartida con reservas en este trabajo. La presencia
período que transcurre entre los 3 y los 9 años de edad, en los cuales Alia vivirá con sus
padres en Cuba antes de marchar de regreso a la entonces aún Unión Soviética luego del
divorcio de aquellos. Importante porque Alia encuentra a Malena “el primer amor de [su]
vida” (10) y luego descubre en la escuela la ventaja de ser rusa: “Todos los varones
querían ser novios míos. Ser novios significaba que me llevaran la maleta, y se sentaran a
una vez desde el recuerdo nostálgico: “en la cafetería vendían piñas en conserva, algo que
me emocionó hasta las lágrimas. Compré una ración, me senté en la mesa saboreando
cada trocito de la fruta semiolvidada, cerré los ojos para reconocerla únicamente con el
paladar y olfato: ‘Cuba’” (117-8), y otra cuando visita por dos semanas a un hermano de
la actual esposa de su padre que la invita a Moscú. Allí comparte con aquel y su familia
“una latinidad casi olvidada, la música salsa y la comida criolla, mucho café negro y
la novela está en función de narrar las aventuras, o mejor dicho, las desventuras de su
sacados de un filme, sin permitirse lástima ni juicios, Ánima fatua transita como una
estereotipos. Obra donde el sexo masculino es violento, las mujeres sin embargo
179
del amante de su mejor amiga Elena “el tercer amor de su vida. . ., diez años mayor que
[ella] y muy bonita. Tenía el pelo muy negro y los ojos muy negros y la piel muy pálida”
(65), no tiene nada de romántico, sino todo lo contrario. El hombre la emborracha un fin
de año y de una manera brutal le “desgarró las entrañas”, lo que la lleva a intentar
suicidarse: “Recuerdo el dolor. Nunca antes había sentido ese dolor. Tragaba aire, pero
afeitar, pasándomela por la muñeca una y otra vez, y la sangre se abría en abanico sobre
Otro de los ambiente que recrea Vega Serova en su novela es el mundo marginal
de los hippies. Los hippies de la ex Unión Soviética que retrata la escritora solo
reproducen las formas externas de vida y conducta del movimiento de los sesenta en los
Estados Unidos, sin lograr articular la esencia. Vega, en un alarde satírico, ridiculiza a
varios de ellos, haciéndolos vagabundear sin una idea clara de lo que quieren o hacen.
Los presenta como simples imitadores de actitudes sin sentido, por el solo mero de
hacerlo, idólatras de estrellas foráneas. Por ejemplo, si la imagen de Che Guevara en casa
comunismo: seremos como el Che’”, y aún piensa que se trata de un héroe cubano, con
toda la inercia política que dicha imagen mantiene para ella, su anfitrión pronto la saca
del error y le aclara que “ese es un argentino. . ., tremendo hippie y tremendo loco” (161).
180
y rusos. Por un lado están los amiguitos cubanos de la infancia con actitudes faltas de
prejuicios, mientras que muchos en la Unión Soviética detestan a una cubana hija de rusa
blanca con cubano negro, y la primera es la madre: “¡Maldito sea el día en que te
una mujer pálida en afectos, desprovista de cariño, incapaz de mostrar la menos intención
de apoyo a su hija en medio del infortunio, quien deviene alcohólica para olvidar sus
propios fracasos.
de una propuesta de vida que resultó en catástrofe y arrastró a todos al descalabro. Anima
fatua verifica la distorsionada imagen de una sociedad que se vendía como ejemplo a
seguir y traicionó sus ideales fatuos, representa lo que pudo ser, el sueño truncado, la
Obra realizada con pericia y sensibilidad, Ánima fatua muestra a una novelista en
pleno dominio de su quehacer estético. Vega Serova llega a la raíz de los traumas de una
infancia lacerada por la falta de amor, pasa por la soledad de una adolescente condenada
termina por no saber a dónde pertenece, con una responsabilidad que no ha pedido y para
cultural no aparezca en sus páginas ni una sola vez como acusación abierta o toma de
partido evidente. En Ánima fatua todo ha sido mostrado, todo ha sido dicho.
181
V. 6. Conclusiones parciales
reconocimientos y galardones, pero todavía poco conocida fuera de los marcos de Cuba,
Serova es de las dramaturgas que han logrado un público diverso que va que desde su
círculo literario en el barrio de Alamar (de donde extrae muchas de sus innovadoras
(principalmente norteamericanas).
transitan entre una violencia rutinaria y una sordidez exacerbada, manifiestan instintos
lésbicas en sus textos, las cuales se consideran más placenteras y creativas que las
presenta como opresivo, mientras que el homoerotismo para ser reconocido no tiene que
darse como fait accompli, pues puede quedar a nivel de posibilidad, deseo y sentimiento.
182
Para Serova, ningún personaje es peor o mejor que ella misma: “Uno escribe
cosas que saca de su propia cabeza”. Sus escritos parecen no tener fronteras, desafían lo
personajes rodeados por ambientes míseros donde no hay lugar para el amor. Su
onanismo o incluso la zoofilia. Ella es además una singular voz femenina que cautiva por
alejadas de un canon que ha dejado de representar a las nuevas generaciones que hoy
la ironía hasta la nostalgia, y destaca en sus textos la relación simbiótica entre arte y
que luchan por mantenerse a flote en sus ingrávidos, enajenados y angustiosos mundos.
183
capítulo:
del bienestar social como fueron los de la URSS y Cuba, la escritora nos diluye en un
esperanzada, otras violenta, otras ajena, pero siempre lésbica y underground, Anna Lidia
Karla Suárez.
184
CAPÍTULO VI
Mi país no existe. Existe, eso sí, una isla llamada Cuba y avecindada en las aguas
poco elementales del Mar Caribe. Por lo demás, cualquier trámite no pasa de ser un
asunto más entre la geografía y yo.
Ladislao Aguado (“Polvo en el viento”)
de una manera casi total, dejó de existir como ente individual para formar parte de la
negadora y apartada de lo personal. Ese estado de cosas en el cual “es la lealtad el vínculo
característica] de todos los discursos” (R. Rojas, Isla sin fin 195), funcionó sin
contratiempos visibles por más de tres décadas. Las voces discordantes sencillamente no
la Revolución Mexicana, etc. Sirvan de ejemplo las novelas El siglo de las luces (1962),
185
revoluciones francesa e inglesa respectivamente. Pero estos casos son la excepción que
confirma la regla.
similar cuyo objetivo era acabar con el idealismo, la corrupción y otros “‘vicios
capitalistas’ como los errores del economicismo [sic] y del mercantilismo” (“Discurso” 2
de diciembre de 1986)43.
Lo que importa resaltar aquí es que de todos esos aires de cambio que se
Cuba, Amir Valle y Alberto Garrido entre otros, forman en 1984 lo que se denominó Los
seis del 80. Su pretensión, acuñada en el acta de fundación del grupo, rezaba: “Llevar a
cabo una ‘búsqueda estilística’ y realizar un trabajo novedoso y arduo en temas hasta el
“tratamiento o rescate de temas por entonces muy escabrosos, como el de los fraudes
MTT (Milicias de Tropas Territoriales)44, las anquilosadas injusticias del sistema militar,
43
Fidel Castro fusionó los dos términos con el neologismo “errores de mercachiflismo”.
44
Las MTT (Milicias de Tropas Territoriales) es parte de la llamada doctrina de la “Guerra de todo el
Pueblo”. Compuesta por más de un millón de integrantes, de ellos la mitad mujeres, consiste en una especie
186
la ética machista cubana contra la ética del homosexualismo y la ‘otra cara’ de la guerra
Ronaldo Menéndez, José Miguel Sánchez, Verónica Pérez Kónina, Ricardo Arrieta, Raúl
Aguiar, Sergio Cevedo y Karla Suárez, quien en aquel entonces era una adolescente de 18
años. El Establo, además de mantener postulados parecidos a Los seis del 80, se
distinguía por incluir temáticas centradas en la marginalidad y por un afán de ruptura más
radical en lo formal. Varios premios David fueron adjudicados a sus integrantes, con lo
que alcanzó cierto empuje nacional antes de su desintegración en 1990. Como dato
curioso, vale añadir que este grupo fue frecuentado por Ena Lucía Portela.
Estas nuevas agrupaciones y otras que no alcanza el espacio para mencionar aquí,
se forman aprovechando los espacios abiertos por el régimen. En alguna ocasión, como
revista correspondiente, el proyecto persigue una manera diferente de leer la patria. Como
su nombre indica, su propuesta incluía “trascender los límites de la nación y proponer una
71). Dorta Sánchez explica con más detalles que la revista fue:
de ejército a nivel de barrio. Tuvo su mayor auge a mediados de los años ochenta. Su esencia era en que
cada cubano tuviera un lugar, una forma y un medio en la lucha contra una agresión “imperialista”.
187
autorizada por el gobierno que daba cabida a escritores hasta ese momento
diáspora real, el exilio. Entre ellos Rolando Sánchez Mejías y Pedro Marqués de Armas,
así como un importante colaborador de la misma: Antonio José Ponte. En principio este
fue un grupo informal y sin vínculos oficiales, consciente de su papel rompedor, que
pretendió hacer temblar las convencionales tradiciones del ensayo y la poesía sobre todo,
Herederos de esta cruzada intelectual, quizás con menos rigor académico y menos
cada vez más creciente jóvenes autoras en la palestra literaria. En 1996, con la
“rompe el hielo”, que llevará a partir de entonces a una eclosión que continúa hasta hoy.
Mabel Rodríguez Cuesta en coloquio del año 2004 lo recoge de esta manera:
188
Vega). (Cuesta 2)
personajes que hacen su aparición son también extraños o “raros”, y pasan a formar parte
de los textos de una manera natural, es decir, no se produce un aprendizaje o mejora por
de su vicio. Por lo general se evitan los juicios de valor. Esta incorporación trae a su vez,
tales como sexo, (homo/hetero) sexualidad y deseo sexual” (13). Aspecto a destacar de
esta nueva literatura es el tratamiento oblicuo o lateral de las temáticas sociales, las que
se evitan ser referenciadas. Es el “yo” con sus problemas, con sus frustraciones,
Rodríguez Coronel refiere que más que la marginalidad lo que importan son los
personajes marginales. Es decir, el contexto en que se mueven los personajes puede ser
ficticio e irreconocible, de hecho en ocasiones hay una voluntad expresa por parte de los
autores de enmascarar el espacio geográfico donde ocurre la acción, pues lo que interesa
son las vicisitudes de los protagonistas. Cualquier ambiente urbano es igualmente válido.
189
autorreferencialidad al mundo intelectual. Muchas de las historias tienen que ver con el
música y de los colores. El humor de sus escritos a veces ácido, alimenta la tesis sobre la
literatura. Mas su dinámica va más allá del discurso nihilista y no queda en una prosa
complaciente o fatalista. Suárez es más que una emigrante o una viajante en continuo
desplazamiento, es, además una pertinaz observadora del íntimo universo femenino,
discurso retórico donde el peregrinar, válido en su obra y en su vida real (ha vivido en
web y de vez en vez imparte algún que otro curso de informática, especialidad de la que
190
novela, y ese mismo año se instala en Roma, donde continúa escribiendo, combinando
como son: Premio narrativa Manatí (La Habana 1997) por su cuento “En esta casa hay un
fantasma”. En 1999 en España se alza con el Premio Lengua de Trapo con Silencios, su
primera novela, traducida luego al francés, italiano, portugués, alemán y esloveno. Esta
Suárez fue seleccionada por el diario El Mundo entre los 10 escritores noveles del
año 2000 y por el Hay Festival y Bogotá Capital Mundial del Libro entre los 39 escritores
lo que se considera por algunos críticos su mejor novela: La viajera, publicada por la
Editorial Roca, libro que viene acompañando con un CD, pues la música tiene vital
191
ayudando a la promoción del libro. Seis años después trae Habana Año Cero, publicada
producción literaria de esta autora, esta novela es “divertida y amarga a la vez”, como
ella misma confiesa, y a continuación agrega: “hay algo que siempre me ha llamado la
atención, cuando las personas están en una situación límite son capaces de aferrarse a
cualquier cosa para sobrevivir y eso hacen mis personajes, intentar sobrevivir cueste lo
volumen de cuentos recogidos con el título de Espuma por Letras Cubanas, luego
años con relación a la primera edición llevada a cabo en España, la cubana Ediciones
Unión saca a la venta la colección de cuentos con el título Carroza para actores. La
francés, libro que tiene a la ciudad de La Habana como escenario y en donde se reúnen
relatos de la autora y las fotos del artista luxemburgués Yvon Lambert. Cuba, les chemins
192
Los relatos “El ojo de la noche” y “En esta casa hay un fantasma” de la colección
domicilio a París. En Francia ha recibido varias becas de creación literaria, entre ellas las
que otorgan el Centre National du Livre de Paris (CNL), la Maison des Écrivains
Ese mismo año su novela Silencios fue adaptada al teatro por la compañía de teatro
contra posición a lo que podríamos llamar el exilio cubano. Sin entrar en profundidad,
por cubano de la diáspora se entiende aquella persona que vive fuera de Cuba pero que
que se cuida de hacer ningún tipo de crítica política contra el régimen. Desde este punto
de vista, Suárez no es una exiliada, sino una cubana presidente en el exterior. Este estatus
Cuba y aceptan solo lo que se ajuste a esa idea. . . . Son como fórmulas,
193
pueden dejar de interesarse en ti. . . . Por fortuna no todos los editores son
así, hay mucha gente. . . que apuestan por un autor y publican su obra
porque creen en él. Hasta ahora he tenido este tipo de editores y la verdad
a la isla”)
contacto con la novela Ánima fatua analizada en el capítulo precedente. Al igual que en el
libro de Anna Lidia Vega Serova, Silencios puede ser considerada una novela de
escrita en un lenguaje claro y conciso, sin regodeos barrocos. Los personajes no tienen
nombre, solamente genéricos: la abuela, Mamá, Papá, el tío, Merca (la merca es una
El Poeta y Dios. Este último es muy importante en la vida del personaje principal. Es
194
tiempos, ya todos eran un poquito viejos y Dios hacía rato estaba sin
con él, mientras soñaban con ser grandes escritores o poetas. (Silencios
115)
casa, “un apartamento grande lleno de cuartos con mundos diferentes; el de la abuela, una
tía soltera, un tío masajista y nosotros tres [la madre, el padre, y la protagonista]”
sistema político-social. Que haya habido que esperar hasta el 2007 para ver la primera
edición cubana no resulta sorprendente, pues como se dijo antes, en esta novela aparecen
múltiples temas por el aparato ideológico y cultural de régimen hasta hace muy poco,
entre ellos la participación de los cubanos en la guerra de Angola, que no es vista como
una acción heroica y necesaria de solidaridad internacionalista, sino como una guerra
innecesaria que solo trajo la pérdida inútil de vidas humanas: “tantos años y al final…
del ejercito y convertido en reparador de televisores rusos, aceptará los dólares que su
exmujer trae de Argentina para poder cambiar las gomas de su carro: “gesto simbólico
que declara que a extremistas de su naturaleza no les ha quedado más que aceptar el
195
nuevo panorama social, aquel en el que solo quienes entren en contacto con la moneda
grados, para qué?, regalamos nuestra juventud, ¿para qué?, En este país hay demasiados
pelotudos con poder, y no pienso regalarles un año más de mi vida” (Silencios 202). Este
párrafo, que expresa claramente el nivel de desencanto y frustración por el fiasco y por
temas tabúes tratados; también está la drogadicción con drogas duras como la cocaína,
elemento que incluso para el autor de este trabajo resultó novedoso, pues durante la
época en que esto ocurre, este fenómeno era inusual, por no decir desconocido.
de Papá, en aquel momento un joven oficial del ejército “de esos que dieron el paso al
frente y lucían el uniforme que tanto gustaba a las muchachas, sobre todo a las
nacionalidad para que mi padre no se sintiera incómodo por andar con extranjero” (9). En
aquella época en Cuba para los militares era prohibido mantener relaciones personales
con extranjeros, y aun los ciudadanos comunes y corrientes podían verse en dificultades.
enemistó con su familia en Argentina. Silencios plantea la idea del destierro afectivo
como solución para aquellos que con igual intensidad se incluyen o disienten del
196
exactamente la misma a la que la familia de la casa grande [en realidad recuérdese que es
un apartamento] ha condenado al tío mayor (quien nunca aparece en la novela, más que
pretende llevarse a La Flaca. El tío homosexual que es expulsado de la casa por culpa de
un escándalo que se desata, nunca regresa, y finalmente abandona el país. Sus amigos
más cercanos, Cuatro ojos y El Poeta al final también se van para Europa y Miami
romance, también opta por irse del país: “esto no hay quien lo tumbe, pero tampoco quien
lo arregle, Y yo no aguanto más, ahora que abrieron las puertas, vamos a hacer una balsa
y que el último apague el morro” (221), y se insinúa a la posibilidad de que haya muerto
ahogado tratando de alcanzar las costas de los Estados Unidos, pues más nunca se tienen
noticias de él; la tía, que nunca estuvo bien de la cabeza termina en un hospital
psiquiátrico completamente loca. Sin embargo, la Flaca se niega a irse, por lo menos en
los marcos de la novela esa salida no se produce. Queda la posibilidad, como en el filme
esta escritura liberada presenta altos niveles simbólicos—comenta Cuesta—, pues resulta
difícil constatarla en la realidad, a menos que quien la lleve a cabo esté subvencionado
desde el extranjero, lo cual sería quizá lo que la autora nos insinúa estará sucediendo a La
argentina.
197
Novela del caos y el desarraigo por excelencia, donde “el amor, esa palabra que
tantas vueltas da, podría seguir dando sus giros sin acercarse a mí”, no pretende ser un
ajuste de cuentas con nada, es un dejarse llevar: “Yo no sabía exactamente qué era lo que
quería, pero estaba totalmente convencida de lo que no quería, no quería llorar y hacerme
sombra, ni achacarle mis culpas a los otros. Los seres más sensibles son los que más
sufren y los que siempre pierden. Y yo no quería perder. Nunca”. (Silencios 74).
sexualidad impuesta por patrones, sin ir más allá de la autocomplacencia, dando muestras
de que el estereotipo del “raro” puede lograr ser poderoso y subyugante en el interior del
ser.
La Flaca se desenvuelve con soltura dentro del colectivo freak de drogas, alcohol
que se vive. Aquí se da cuenta de los seres que marcaron el mundo de la infancia
habanera para los nacidos con la Revolución. Suárez narra con gran firmeza expresiva y
al mismo tiempo con gran economía de medios, la formación de una joven que se
proyecta a través de los apremios de su familia y amigos más cercanos con la sociedad y
con la historia que los ha marcado y que tanto ha exigido de ellos. Mientras, La Flaca se
mantiene en casa escribiendo sus historias en una vieja máquina que rompe el silencio.
dicho antes en este trabajo, la literatura de estos años se caracterizó por la tendencia a
198
Todos decían lo que yo podía ver con solo asomar las narices fuera de las
El autor de este trabajo coincide en este punto con la protagonista, más que
literatura a veces parecía reportaje, pero es que faltaba periodismo, faltaban las noticias,
escritores se hacían las mismas preguntas en sus textos. Si se contrasta la ficción que se
escribía en esos años con la prensa que se publicaba, la ficción va a ser una fuente más
propia cita anterior en donde la narradora critica la literatura como crónica, una de las
lecturas de Silencios lleva a los mismos resultados. Una de las lecturas de esta novela en
isla.
199
Carroza para actores, un libro de cuentos sobre historias encontradas que transcienden el
De pluma ágil y dinámica, Karla Suárez nos entrega un libro dividido en cuatro partes,
concebido como una obra teatral-musical, cada una con tres historias que van desde la
correspondido. Esta estructura, así como la división y el título de las secciones, recuerdan
elemental de conservatorio a los 15 años (I. Sánchez “Según Karla Suárez, Ellos
mienten”).
sobre la urgencia de libertad individual mediante los cuentos: “La Coleccionista”, “Joni
soledad y falta de comunicación a través de los cuentos: “Fin de siglo” [se le dedica un
espacio más abajo], “Carroza para actores” y “La baby sitter”. De la tercera entrega,
Andante, son las anécdotas “Problemas del corazón”, “La estrategia” y “El viaje”. Las
cantabile, está integrado por las narraciones “Hay días en que realmente debería
suicidarme”, “Ganas de volar” y “Las notas falsas”. En este cierre se recrean historias
200
lectores en la vida de la isla, que sentirán bajo los párpados el haber contemplado una
precisamente esto lo que los vuelve interesantes para mí. Hay enamorados
pues las cosas pueden complicarse, entonces vienen las desdichas. Pero no
me gusta decir que están marcados por la desdicha (yo les tengo cariño),
ellos simplemente viven y sí, a veces las cosas no les salen muy bien, pero
Karla Suárez se postula como experta en la soledad de las almas con su cuento
Leonardo, ¿estás ahí?, soy yo, Leonardo, acabo de entrar, voy por un
solo quería darte las buenas noches, acabo de llegar a casa, ¿estás ahí?
201
demoraste tanto esta noche?, estaba hablando con Roberto 35, y por eso no
siglo” 309)
uno puede ser quien desee, llamarse como le plazca, manejar cualquier profesión y vida.
Crear un perfecto Avatar personal para sobrellevar el peso de la vejez y soledad. Cuento
prometido no mandarse fotos nunca. Ellos serían ellos mismos sin necesidad de un rostro
imaginar los gestos que pudieran estar al otro lado de la línea” (“Fin de siglo” 310).
Cubiertos por el anonimato que significa el chat, Anais y Leonardo han tejido un
caerá como castillo de naipes: “¿Y si lo decepciono? Seguramente me cree más joven, o a
lo mejor me cree de mi edad, pero no le gusto. Si le resulto fea no será capaz de decirlo,
pero no dirá más nunca que me ama. Quizá fue un error no mandarnos fotografías, ni
desencuentro amoroso a través del éter, una vez concretado en la realidad los hace
evitarse y lo que pudo ser una historia de amor concluye en el peor de los fracasos y con
202
España, vino a ser publicado en la isla 10 años más tarde. La ciudad donde se desarrolla
la narración (no mencionada en el texto) a finales de siglo, que podría ser cualquiera de
Europa o de América Latina, está descartada que sea La Habana u otra urbanización o
pueblo del interior de Cuba. En la mayor de las Antillas en 2014 la inmensa mayoría de
los ciudadanos no tiene acceso a Internet, y mucho menos a un servicio de chat en tiempo
real. En ese sentido se puede afirmar sin temor a equivocaciones el carácter posnacional
del cuento.
En 1999 Karla Suárez incursiona con una historia que abre la colección del libro
cuento la protagonista, una joven que vive una vida bastante anodina con su enamorado:
“La siguiente noche fue como de costumbre. Jorge sudando encima de mi cuerpo y yo
acelerando el movimiento para dejarlo exhausto. Luego la pausa. El suspiro final y Jorge
echándose a mi lado boca abajo, murmurando un diminuto ‘hasta mañana’” (8), recibe un
empieza a observar cada noche a un hombre que vive en el edificio de enfrente y que
de adivinar noche por noche el misterio del vecino la lleva a reflexionar sobre su propia
203
vida: “No sé, los hombres no soportan estar solos. Él llenaba sus noches de mujeres y
luego, ¿qué? ¿qué nos cura del gusto del vacío?. . . . La noche es el gran espejo. Uno se
empeña en construir el todo con remiendos, Como partes de un mosaico infinito, pero
(11).
reinventándose historias a pesar de sentirse insignificante: “Él la acercó hacia así y supe
que se besaban sin importar que yo mirara desde acá. Yo ¿qué era? ¿qué podía
abanico de infinitas posibilidades y un futuro por crear (Cabrales 80). Karla Suárez
Historia sobre el amor verdadero observado por un catalejo, mientras reflexiona sobre su
vida, escenas que ocurren a ambos lados del catalejo y que son utilizadas para eliminar
una relación y forjar su propia libertad. Voyeur incorregibles que se repiten en su obra y
que son parte importante también de la escritura de Anna Lidia Vega Serova y Ena Lucía
Portela.
204
La viajera trata del viaje de búsqueda hacía sí mismas y hacia fuera de dos amigas
cubanas mientras buscan su propio espacio en el mundo. Una cubana que añora su
Habana natal desde la diáspora romana, frente a otra que busca con anhelo “su” ciudad,
de los personajes de la novela no viven en la ciudad que los vio nacer, nunca dejan de ser
“alguien que vino de fuera”, con todo lo que ello comporta, porque el que emigra, sea
cual sea el motivo, lleva dentro de sí parte de la ciudad natal y si vuelve a ella tampoco es
el mismo porque arrastra todo el polvo del camino. Ese parece ser el sino de la época.
En cierta manera, es lo que les pasa a los personajes, mezcla de varios lugares sin
ser nunca ciudadano del todo de uno. Como un anuncio premonitorio del
imaginario poco fiable, interferido por la nostalgia del que parte y la inconformidad del
que se queda, ambos representando la distorsión de una realidad nacional que se debate
entre dos aguas. Roberto Bolaño desarrolla este tema cuando comenta que viajar es un
detenerse: “Realmente es más sano no viajar, es más sano no moverse, no salir nunca de
casa, estar abrigado en invierno y solo quitarse la bufanda en verano, es más sano no abrir
205
la boca ni pestañear, es más sano no respirar, pero lo cierto es que uno respira y viaja”
Como se ha visto antes en este estudio, los escritores en los años noventa como
desesperanza. Sin embargo, en esta novela el autor mantiene viva la esperanza sin una
nostalgia corrosiva, a pesar del desarraigo y la soledad. La Viajera puede ser situada en el
catálogo de obras posnacionales que participan, entre otros de los nihilismos explícitos,
tanto pasivos como activos, tal y como los define Castany Prado: “Nihilista explícito
pasivo en cuestiones nacionales sería aquél que se da cuenta de que la nación es una
pero que no es capaz de sobreponerse a dicha pérdida. . . . El nihilista pasivo cree que si
la nación desaparece él ya no podrá tener una identidad clara y precisa” (94). Por su
parte:
desprenderse de una vez y por todas de esas ataduras. Laura necesita la referencia de su
206
quedaron en la isla. Circe por su parte acepta con alegría y sin tapujos la muerte de la
nación, concepto obsoleto y vacío que para ella no significa nada. En realidad la nación
que quedó atrás no tiene ninguna importancia, y para nada influye en su toma de
decisiones. A pesar de no haber llegado a ninguna parte, Circe “vagaba y vagaba, siempre
Karla Suárez pertenece al mundo de los escritores, como explica Castany Prado,
España Cristina Peri Rossi, pues aquellos “piensan que permaneciendo mucho tiempo en
la misma ciudad o país es posible que alguna vez le sean concedidas unas raíces postizas,
unas raíces de plástico, por ejemplo, pero ninguna ciudad es tan generosa”
(Cosmoagonías 139).
bien manejado por la escritora a través de sus personajes, obtuvo de La Viajera lo que
muy pocos textos de noveles escritores: una extensa cobertura por parte de la prensa
internacional. El diario Deia del País Vasco expuso que la obra era “una historia imbuida
expresaron: “Una novelista ha nacido: Karla Suárez. De origen cubano, esta prometedora
enriquecerlo con una escritura original, moderna, directa y lúcida, en un terreno tan negro
como fértil: la sociedad cubana actual”. A vous libre, refiriéndose al desarraigo comentó
207
que La viajera era “una novela marcada por la ausencia de la isla, de una verdadera casa.
. . . Es también una novela sobre el exilio y las ciudades. Tiene páginas maravillosas
sobre las ciudades de viaje de Circe y sobre la imposibilidad de sentirse de algún lugar
una vez perdido nuestro propio origen”, criterio compartido por la prensa colombiana:
“Más que una búsqueda de la ciudad que esté a la medida de sus deseos, es una búsqueda
de identidad: una identidad, podríamos añadir, personal, individual, alejada del concepto
de identidad colectiva tan querida por los protectores del nacionalismo cubano.
sentir, un tipo de estilo que Castany llama “mundialismo literario”, caracterizado por
(Literatura posnacional 356-7). La viajera nos ofrece su mirada a una Cuba errante a
208
referencia lúcida a los incidentes de una comunidad dispersa que busca su lugar en el
mundo. Libro intimista sobre la vida de dos mujeres, sus sueños, ilusiones y añoranzas,
vio nacer, con todo lo que esto comporta, aunque lleven dentro de sí parte de la ciudad
natal. Diario o relato de viajes del exiliado, contrapunteo entre dos arrastres
como una maldición local a la que pueden estar condenados solo sus
pedales donde simulas que caminas, aberrante. ¿Para qué tendrá que comprar algo que
simule los procesos naturales? Como si no fuera más fácil caminar (15).
de las entrevistas divulgadas en Cuba sobre La viajera (libro que por cierto aún no se ha
209
publicado en la isla) se le preguntó a Karla Suárez: ¿Cómo fue el viaje de este libro,
gente muy interesante. . . . Otra cosa bonita que me pasó hace poco tiempo
se encontrara el libro en español, pero los libros son así, como los hijos,
salen de casa y cada cual hace su vida, yo espero que su viaje aún no haya
una cubana que echa de menos su Habana aunque le gusta Roma, mientras que Circe es
una cubana que aún no ha encontrado su ciudad y la sigue y seguirá buscando para no
sentirse extranjera en cada lugar que pisa. La mayoría del resto de los protagonistas no
regresar a sus lugares de origen ya no se sienten autóctonos, pues han sido transformados
Circe y Lucía son dos mujeres cubanas que deciden construir su vida fuera de la
isla. Se conocen en São Paulo, Brasil, donde comparten apartamento juntas por un
210
Paulo, con el que se casa. Circe, en cambio, sigue viajando en la búsqueda de su lugar en
de Bitácora (especie de diario). El contacto entre las dos amigas se reduce entonces a las
postales que Circe envía desde las distintas ciudades que visita en su peregrinaje.
Seis años después de verse por última vez, Circe llega a Roma con un hijo (cuya
amiga. A partir de este momento, la vida aparentemente estable del matrimonio Lucía-
Bruno va a perturbarse. Lucía descubrirá la aventura vital de Circe durante los años de
separación, asistirá a un testimonio distinto del tiempo vivido en Brasil y, sobre todo, se
pasado plasmado en el Cuaderno de Bitácora de Circe. Ante los ojos del lector se traza un
de estimular con su presencia la vida de los demás, es además una mujer de difusa y
vigorosa sensualidad.
Ciudad de México, París, Madrid y Roma cambia la melodía que los personajes
escuchan. Es la ficción de un viaje en el que se delibera por qué o de qué depende que te
experimentado tanto dentro como fuera de la isla. Es por ello que Circe siempre lleva
211
relevancia de la memoria” (200) y desde ahí parte al darle razón de ser a su escritura
como un ejercicio para no olvidar. Lucía, sin embargo, lucha por mantener su identidad
Por sus características La viajera puede ser considerada una típica obra
posnacional. Nos encontramos a las puertas de un tipo de literatura en que, como diría
que descubramos que la libertad cultural y que una forma sostenible de justicia en el
mundo no tienen por qué presuponer la existencia general y uniforme del Estado-Nación.
Esta inquietante posibilidad podría ser uno de los dividendos más apasionantes derivados
género donde la escritura protagonice una nueva identidad, ahora fragmentada entre la
tribulación y la ilusión. Es una mujer errante con la mirada enfocada hacia el mundo
(interior también) y sus habitantes. Plasma por una parte el desarraigo y por otra la
212
Karla Suárez sale también del molde estrecho del nacionalismo oficial para vagar por el
mundo haciendo música, poética y arte. Es una de las voces literarias de una generación
de creadores irreverentes surgidos dentro de la Revolución cubana, pero que se alejan del
Las características básicas de los temas y personajes que Karla Suárez desarrolla
en su obra (poesía, cuentos y novelas), son de manera concentrada los de mujeres que
progresivamente se aíslan, con cuerpos no convencionales que son utilizados como arma
en la obra de Suárez.
213
resulta necesario hacer la siguiente salvedad: Karla Suárez, a pesar de la transgresión con
que dota a su cuentística, revela también la intención de rescatar valores. Amir Valle,
corroborando esta línea de pensamiento dice: “aunque comparte con algunas de sus
colegas promocionales ese afán desintegrador, burlesco, incisivo y hasta destructivo del
universo en que se mueven sus personajes e historias, se diferencia del resto por
derechos. Pero esto no lo realiza (afirmación válida también en los casos de Vega Serova
y Portela) desde una literatura de género, etiqueta que siempre ha rechazado para referirse
obstante, el denuedo que puede tener la literatura más allá de los valores estéticos: “No
creo que la literatura pueda cambiar la realidad, pero sí que puede llamar la atención
sobre ciertos aspectos, claro, en el caso de que el libro llegue a muchas manos” (cit. en
214
CAPÍTULO VII
-¡Ah, la gran incógnita!—dijo el doctor— ¿Has pensado en todas las puertas que se
han cerrado por la noche y que han vuelto a abrirse? . . . Reúne esos mil ojos en uno solo
y taladrarías la noche con el gran foco ciego del corazón.
Djuna Barnes (El bosque de la noche).
Lima fue cautivado con el encanto de los barbudos: “La Revolución significa que todos
los conjuros negativos han sido decapitados. . . . Comenzamos a vivir nuestros hechizos y
habitado por una imagen viviente, el Estado alcanza su figura” (Confluencias 339)
215
de los deseos masculinos. Son escritores, escultores, cineastas y músicos (hombres) los
que colocan los arquetipos de la mujer, quien ve relegado su hacer cultural (con sus
El icono con que quedaron identificadas las mujeres [A partir de los 60]
insiste en la idea de una posible lucha armada que se alienta hasta nuestros
días a pesar del fin de la Guerra Fría. Se trata de ese exacto enemigo
norteño a quien las federadas han de combatir, mano a mano con los
soldados, aunque para ello deban arrastrar a sus hijos al campo de batalla.
fallecimiento—no sería otra que Vilma Espín, esposa de Raúl Castro Ruz.
(Cuesta 7)
un grupo de mujeres lidiando por un espacio propio donde hacer literatura. Al mismo
hacer tambalear el monolítico bloque oficialista del arte y la literatura. Las escritoras
melodrama popular la que, dosificada, abre el espacio para que otro orden literario
avance.
216
femeninos como son aquellos provocados por la ausencia del esposo y los hijos, o los
propios de las familias marcadas por la emigración, los relacionados con las madres
embargo, la angustia contemporánea deja fuera héroes y patrones para usar como
referente, en cambio, al cubano de a pie. Bárbara Riess expone que los escritores
patrones siguientes:
los finales de los ochenta y principios de los noventa. Prueba de lo anterior es que entre
1965 y 1979, solo se publicaran en la isla dos novelas firmadas por mujeres (Cuesta 9). El
ausencia casi total de transporte público, las calles desoladas, la aparición de nuevas
jerarquías de clase y de nuevos personajes. Entre estos destaca el friqui, mezcla de joven
217
antisocial underground, generalmente asociado con una vida nocturna atiborrada por el
tatuado, con piercings, viste con ropas oscuras y botas de cuero negro, y el pelo teñido.
Este capítulo analizará la narrativa escrita por mujeres a partir de los noventa, con
el fin de mostrar los elementos que se repiten en los discursos de sus representantes. Al
principios de los noventa, momento en que Cuba sufre una vez más duras
opta por crear el imaginario renovador de una paulatina apertura temática enfocada en la
transitado hacia un lenguaje menos agresivo y coloquial en sus creaciones más recientes,
lo que se explica por la ampliación geográfica del espectro de sus lectores, que abarca
tanto a Europa como a los Estados Unidos. El nombre de Ena Lucía Portela, afirma
218
luego agrega con algo de sorna y mucho de verdad: “Portela es apenas una de las figuras
más prominentes de las letras cubanas de todos los tiempos, y con esto habrá que
preguntas capciosas”). 45
Ena Lucia Portela es conocida en el mundo de las letras nacionales desde muy
crueldad verbal” (“No me hagas preguntas capciosas”). La propia Ena Lucía, quien ha
mantenido desde joven una férrea oposición al régimen, relata como ya era censurada
219
Es Ena Lucía Portela la primera escritora cubana en tratar los temas acuciantes de
la crisis de los noventa. En la propia voz de Portela leamos las presiones a que se
país libre” (cit. Álvarez Oquendo, “No me hagas”). La subjetividad sexual atrevida y
audaz que frecuentemente habitan los textos de Portela como son los que tienen que ver
sexual, los conflictos de pareja y generacionales, junto con la marginalidad, son a duras
Cultura.
En 1990, con apenas 18 años irrumpe fuerte Portela con “Dos almas perdidas
nadando en una pecera”, cuento que para Marielena Olivera Córdova “inaugura el
una traducción casi literal de la parte de la canción Wish you were here de Pink Floyd que
reza “we’re just two lost souls swimming in a fish bowl”), las dos protagonistas, Mónica
220
una de ellas termina suicidándose. Transgredir los patrones heterosexuales se paga con la
vida, como ya vimos pasó con José-María en El ángel de Sodoma de Alfonso Hernández
Catá.
trágico final. Aquí las dos jóvenes, que se encuentran en La Habana de principios de los
narradora y protagonista, escritora por más señas y autora del cuento “Dos almas perdidas
nadando en una pecera”, se describe a sí misma como “delgada, nerviosa, tengo una cara
bastante bonita (y vulgar), no soy virgen, ni buena deportista, tengo supersticiones con las
avestruz”, Nosotras dos 27). La autorreferencialidad con la verdadera Ena Lucía Portela
es abrumadora. La narradora pareciera ser un alter ego de la escritora. Ese “borrar las
Transgresor, con una fuerte carga erótica y lúdica, elementos que ayudan a
referencias a otras obras literarias y culturales, ya sea por alusión, reflexión, citas directas
o indirectas, parodia, entre otros recursos intertextuales, este cuento es un buen ejemplo
de literatura que entretiene y deleita, y que pide un lector informado, o al menos curioso.
culturales explícitos que desfilan por el cuento, reales o apócrifos, que recorren desde el
221
Albert Camus, Raymond Raduiguet, Alain Resnais, Marguerite Duras, Pink Floyd,
Sicilia, Isis de los egipcios, Milita de los persas, Astarté de los fenicios, Mini Reina del
Cielo de los hebreos, Alillat de los árabes, Diana Febea. Como se aprecia, la literatura y
cubana, publicada en la isla en 2011, hace mención a los lugares de encuentros de los
intelectuales y de los que pretenden serlo, que frecuentan la Cinemateca de Cuba, la Casa
del Té, “donde solían reunirse ciertos personajes extrovertidos para hablar idioteces desde
Para López Cabrales, Portela con su literatura abre un diálogo sobre un tema tabú
mantiene la literatura cubana tan atada al relato cultural nacionalista como antaño, de
donde escapa apenas susceptiblemente la literatura homoerótica. Rafael Rojas refiere que
a pesar de lo que pueda pensarse, en la isla “no han cesado las condiciones que inducen a
agrega que en el último medio siglo los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla han
Aun así, las novísimas escritoras, entre las cuales Ena Lucía es pionera, enarbolan
individualidad son elementos recurrentes. Esto a pesar de que, como continúa Rojas “los
222
simbología histórica del orden totalitario” (cit. en Hernández Busto “Entre tumbas y
fantasmas”).
extranjeras. A los dieciocho años escribe el cuento “Dos almas perdidas nadando en una
Habana. Posteriormente este cuento fue insertado junto con “La urna y el nombre (cuento
jovial)”, en Los últimos serán los primeros, compilación llevada a cabo por el crítico
Doce nudos de un pañuelo, antología también editada por Salvador Redonet en Mérida,
México. “Sombrío despertar de un avestruz” fue publicado por la revista Unión No. 22,
pincel y tinta china, a la a cual se le dedica un aparte. Dos años más tarde obtiene el
premio Juan Rulfo de Radio Francia Internacional por el cuento El viejo, el asesino y yo.
223
Premio Jaén (Caja de Ahorros de Granada, 2002) por la novela Cien botellas en una
pared, que también obtiene el codiciado Premio Dos Océanos – Grinzane Cavour de la
años. Premio de la crítica cubana (2008) por la novela Djuna y Daniel. Seleccionada en la
Feria del Libro de Bogotá entre los 39 escritores más representativos de América Latina
de sus textos. Hay numerosas alusiones a libros y autores de todas las épocas, a las artes
plásticas, al cine y a la música. Se trata de una literatura culta, pero accesible; seria y
lúdica a la vez. La Cuba de hoy aparece como telón de fondo en la narrativa, mas no de
una manera burda o panfletaria. Incluso cuando se da la crítica, esta se pone al servicio de
la intención literaria. Ena Lucía Portela, es justo reconocerlo, navega por la cuentística
culto.
En el cuento “El viejo, el asesino y yo” (2000), publicado por primera vez en
editorial Siruela, y que obtuvo el Primer Premio de Cuento Juan Rulfo de Radio France
se ha mencionado antes, es la marca común entre las ficciones de Portela, Vega Serova y
Karla Suárez. Los personajes principales son una joven y un viejo, ambos escritores. A
pesar de que los dos tienen sus respectivas parejas, la joven tiene una fuerte atracción
224
perdido su encanto y que solo queda en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio
antes, los carros, los bares, los olores, la forma de vestir—el amor en La Habana tampoco
es el de antes—” (López “El viejo, el asesino y yo” 63). La narración atrapa, el viejo
escritor, centro del conflicto, es codiciado por la chica, pero el joven amante de aquel se
desde las primeras oraciones urdidas a sabiendas por la narradora, perspicaz, irónica y
maligna:
bofetada más grande que haya recibido en mi vida. Tanto es así que pierdo
Mármol frío. No hay nada bajo mis pies. Él trata de sujetarme y hay un
cómo es posible tanto dolor y de repente nada. Se acabó, final del juego.
¿Era tan fácil? A partir del segundo descanso no soy yo quien rueda por la
225
VII. 2. Siempre una extraña entre las piedras. Djuna en Nueva York
cuentos Una extraña entre las piedras. El libro está compuesto por seis narraciones que
las noches mientras el joven que le gusta comparte intimidades con un adefesio; las aulas
de una universidad que sirven de contexto para discutir sobre la poesía de García Lorca;
“Una Extraña entre las piedras” es el cuento homónimo que cierra la colección.
historia a la ciudad de Nueva York en los años ochenta. El título del cuento es tomado de
un verso del poema “Para Ana Veldford” de la cubano-americana Lourdes Casal, quién
marchó exiliada a los Estados Unidos en 196246. Esta composición, para los que viven,
46
Lourdes Casal (1938-1981) fue fundadora de Areito, revista editada en Nueva York que promovía
ensayos y estudios de intelectuales de izquierda (Aime, “Lourdes Casal para nosotros”). Recibió post
mortem el premio Casa de las Américas. Casal era lesbiana y de acuerdo con la declaración de Anna
Veltfort (alemana que vivió en Cuba en los sesenta y que conoció luego en Nueva York a Casal), “cultivaba
una personalidad pública muy ambigua: haciéndose accesible y potable a personas con ideas políticas muy
226
como vivió ella, una existencia desarraigada, tiene una carga sentimental extraordinaria.
‘Ana Veldford’”)
En “Una Extraña entre las piedras” la protagonista lleva por nombre Djuna, como
emigrante, ya mayor, que vive en Nueva York a principios de los noventa y repasa
diversas” (cit. en Martínez-San Miguel). Véase “En busca de la ‘Ana Velford’ de Lourdes Casal: exilio,
sexualidad y cubanía” de Yolanda Martínez-San Miguel.
227
“espanglish” con acento, presumiblemente cubano, pero las menciones directas a Cuba
como Andy García y otros compatriotas con gran capacidad de adaptación, en una ‘gloria
La historia gira alrededor del Clan Campbell, una “barra lésbica” donde Sombra,
prosandinista, esnob y prepotente es la líder. En sus manos cae Djuna, que ha dejado su
país no por razones políticas ni económicas, sino sencillamente “emigrando, como los
Djuna, que había sido una escritora de bastante éxito, vive, siente, piensa y
escribe desde el corazón de Nueva York, protegida por la autoritaria Sombra y con el
consuelo de las demás amigas, dentro del clan. Sin embargo, la serie de círculos
Nueva York será siempre una extraña, entre los brazos de Sombra sentirá siempre su
extrañez, así como se ha vuelto extraña para su padre, escandalizado por las preferencias
sexuales de su hija, y es extraña también para sus compatriotas a los que la ata solo el
tenue hilo del tabaco perfumado que creen fumar “en libertad” (Riccio).
“Una extraña entre las piedras” cambia el alegato con relación a lo previamente
escrito por Ena Lucía. La desarticulación del discurso adquiere mayor coherencia que por
228
automarginación. “Una extraña entre las piedras” recrea una historia intensamente
todos los mundos marginales, pero también, sobre todo, quieren pertenecer al mundo.
obrera dominicana en una fábrica de Nueva York, quien le enseñará que todos tenemos
Con El pájaro, pincel y tinta china Portela obtiene en 1997 el premio Cirilo
cultural que surge a partir de una lograda madeja intertextual que abre espacios
mundo narrativo en el cual viven personajes construidos con humor y distintos niveles de
Ena Lucía Portela es una escritora de peculiar carácter, que impregna sus
parecer abusiva. Su primera novela, El pájaro: pincel y tinta china (1998), establece
229
séptimo arte, la literatura o la historia, en una madeja que incluye lo grotesco y lo sexual.
Tómense dos apartados como muestra. En el capítulo I “Ese loco de rostro renacentista”,
tres voces griegas tuvo en sus brazos a una criatura deliciosa, más
Dynne (15). . . .
230
piromanía (22). . . .
hemorragia.
Sobre todo asco. Tan fatigada y lenta, con los senos hinchados y
231
Con este libro Lucía Portela ha otorgado ámbito y aliento mayores a ese
continuum narrativo, nutrido, ambicioso y logrado corpus de esta década, por el que
presentado el entorno social, entre bromas y humor que no perdonan a nadie ni a nada.
pared “aunque parezca aventurado afirmarlo. . . novela negra posmoderna” (I. López,
“Prologo” Cien botellas vii) se desenvuelve en La Habana de los noventa y sigue las
la ciudad, ese que no aparece en las guías para turistas. A diferencia de otros textos de la
última década del pasado siglo, donde se desmitifican “los logros” de la Revolución de
modo casi documental o hace gala el realismo sucio, Cien botellas en una pared prefiere
derribar esa concepción de una manera desenfadada, con un una buena dosis humor y
desde las locuciones coloquiales y dichos populares hasta los juegos intertextuales. A
232
clase. Les faltaba todo lo que él tenía de sobra, hasta para regalar,
para hacer dulce. ¿Pero qué se habían pensado, eh? ¿Que él había
malditos. . . .
tan campantes, los muy hijos de mala madre, con sus ojuelos
cínicos. . . .
Había que andar a cien ojos. Porque si los dejaba salirse con la
suya aunque fuera una sola vez, una solita, lo más probable era
233
cogían pa’eso! Qué va. Él tenía sus estrategias. Como decían los
Garbo. (11-15)
Porque a Ena Lucía Portela le importan sobre todo las palabras, la poesía de las
palabras, y, por supuesto, el intento soberbio de llegar con ella lo más cerca posible de la
perfección.
Abilio Estévez (Djuna y Daniel, contraportada)
234
Escritas en un lenguaje coloquial, sin dejar de ser más o menos estilizado según el
caso, las anteriores novelas de Portela, a saber, El pájaro: pincel y tinta china (1999), La
sombra del caminante (2001) y Cien botellas en una pared (2002) están ambientadas en
Cuba y en el presente inmediato. Todo eso cambia con Djuna y Daniel, cuya primera
personajes deambulan en escenarios de Europa y los Estados Unidos tan variados como
París, Londres, Berlín, Múnich, Viena, Ámsterdam, Budapest, San Francisco y Nueva
York, también faltan el barroquismo y los juegos verbales localistas de aquellas novelas
español se vuelve más estándar, y faltan también las abundantes alusiones literarias y
retóricamente: “¿Importa esto, cuándo una obra así va a ser traducida a no sé cuantos
idiomas? Y justifica esa disminución en el rigor de su escritura cuando asevera “la autora
exacerba como nunca su punto de vista universal”, lo que implica el querer llegar a
muchos más lectores (Cabrera, “Djuna Barnes resucita en una novela cubana”).
Ya en 1997, en su libro El pájaro: pincel y tinta china, había evocado a quien diez
años más tarde tomaría el papel protagónico de Djuna y Daniel: Djuna Barnes. En 1999
repite con Una extraña entre las piedras, cuento en el cual el personaje principal,
escritora cubana emigrante que vive en Nueva York en los ochenta, lleva por nombre
Djuna, y además se refiere a “la otra” Djuna Barnes durante todo el relato: “El espejo del
baño, último y fatigado espacio de los circuitos interiores, no solo era testigo, sino
235
espasmos, mortales contracciones, como diría Djuna Barnes” (El pájaro, pincel y tinta
china 13).
Ahora, en una vuelta de 180 grados, Portela se aventura por nuevos rumbos y
presenta una novela histórica posmoderna y posnacional que tiene como escenario la
Daniel se alzó con el Premio de la Crítica cubana en el 2008, en una acertada comedia
Djuna y Daniel tiene que ver con Cuba solo en el sentido de que,
236
Djuna y Daniel”)
Aquí, en esta quizás la más posnacional de todas las obras nacionales, la habitual
y siempre eficaz habla coloquial con que Portela logra sus transgresores tonos se trasmuta
en un castellano más plano, sin el abuso de tintes o jerga nativa, aspectos que le dan a la
historia un perfil internacional. Pero tampoco debemos creer a pies juntillas esa
escapan expresiones típicas del idiolecto cubano. Y sobre todo cuando estas expresiones
sirven para ofender o expresar estados de ánimo. Repasemos algunas de ellas al azar:
“¡Me cago en tu madre, maricón…!, o algo por el estilo, en francés” (15); “¡Nanay!”
(17); “¡Cara de croqueta!”; “Oye, tú, cara de culo” (27); “él no era loco ni pintoresco ni
un cojón” (32); “nunca ha podido salir así de una curda” (32); “Le pegaba la gorra a
En Djuna y Daniel, obra universal sin dudas, Ena Lucía ha planeado cada
nación se esfuma en aras de una Djuna Barnes creíble. La recreación de Portela le debe
237
mucho a la obra académica del biógrafo Phillip Herring y sirvió como base para hacerla
creíble:
legendaria Djuna Barnes. Djuna y Mahoney van por París entre todo lo que a alcohol
encuentran presentes.
dos continentes, resolvió quedarse en París” (Djuna y Daniel 11), colérico tras descubrir
que el personaje O´Connor de Nightwood (El bosque de la noche) toma como base sus
238
Romain. A partir de esta escena que entreteje la narración se suceden los saltos
temporales mediante los cuales Portela traza el retrato de una generación que se perdió.
Tomando como base la biografía de Philippe Herring sobre Djuna Barnes, Portela
metaficción la amistad que unió a Djuna con Dan Mahoney “faiseur d’anges, gozoso y
fatídico, homosexual y clown”. Blanca Riestra comenta así la obra: “Aunque el proyecto
es ambicioso, la escritura adecuada y los personajes están tratados con convicción y con
cariño. . ., el lector hubiese deseado mayor osadía por parte de Portela. Aquellos
tormenta en un vaso”).
belleza de la Rive Gauche, fotografiada por Man Ray, se eclipsó a edad temprana, y se
recluyó en Greenwich Village hasta su muerte en 1982, a la edad de 90 años, víctima del
alcoholismo, escribiendo poemas que tiraba por el suelo y cultivando una merecida fama
239
Gertrude Stein—, pero fue en el París de la década del veinte en donde se asentó junto a
su amante, la escultora Thelma Wood, y vivió su esplendor como artista y mujer. Había
sido enviada por Harper’s Magazine para escribir un reportaje acerca de los
biografía no autorizada sobre Djuna Barnes que ella misma había expresado: “No soy
incluso un embarazo abortado. Field sostiene que la falta de hijos es uno de los temas
tío abuelo Thomas Cushman Buddington, uno de los muchos espiritualistas de la familia,
publicó en 1886 un libro que trataba de Julián el Apóstata y de las relaciones entre el
hermanos Barnes que a principios del siglo XVII se trasladaron a los Estados Unidos
procedentes de Inglaterra.
escribiendo artículos, columnas o reportajes que ella misma ilustraba. Su abuela Zadel
fue una figura clave en su educación. Hanna O. Semicz explica lo siguiente sobre las
240
que entraba y salía de los despachos “como expulsado por una engrasada
fin la novela fue aprobada, Eliot dijo que quisiera reducirla más aún. Pero
protagonista, sobre lo cual T.S. Eliot afirmó en el prólogo que escribió para la primera
puede palparse. Desde la argumentación hasta los recursos narrativos empleados, la mano
241
firme de Portela acerca a Djuna Barnes a una segunda oportunidad de ser mundialmente
conocida.
tipo que se acrecentaron en la isla a partir de los años noventa las escritoras—
(López Cabrales 104). Poco a poco, escrito tras escrito, en la medida en que se amplía el
disipado cuando llega Djuna y Daniel. Los juegos verbales locales y el lenguaje coloquial
A pesar de ese cambio de estrategia escritural, no hay que olvidar que estamos en
literatura cubana, ya no tan solo como homoerotismo, sino en un campo más extenso, que
242
marginación social voluntaria o involuntaria, los friquis y las ‘jineteras’” (cit. en López
Cabrales 75-6.).
Uno puede llegar a apasionarse o a repeler sus anécdotas, ambientes y hasta la tan llevada
sorprenderse de hacia dónde van a parar algunos de sus personajes, de cuya existencia
real y cultural en La Habana de hoy a muchos no les queda duda de que la autora ha
representado fielmente en sus obras (práctica considerada desleal por algunos y para otros
solo licencia, pasatiempo paródico). Pero hay que admirar el tono de una espléndida
243
CONCLUSION
intercambio con la historia de la literatura cubana, desde el siglo XIX hasta la actualidad,
El fracaso del socialismo y el descrédito de las grandes utopías que empieza desde
principios de los noventa, han influido en la manera en que los escritores (en especial los
derecho de los creadores latinoamericanos a escribir novelas que pasan en todos los
narradores eluden el compromiso político militante, evitan los mensajes altruistas o las
necesariamente que la nación desaparezca siempre como escenario, sino que se distingue
a través de una mirada posnacional, es decir, desprovista de una identidad fija y alejada
244
controlan la difusión de la cultura y las ideas. Este discurso alternativo tiene como
principal rasgo su visión irónica y desconfiada de los grandes relatos que forman la
cuanto sitúa sus historias fuera de la isla, ya sea en un lugar geográfico enunciado que no
isla, ya sean ideológicos, históricos, económicos, etc., libera las manos y mentes de esas
escritoras para tratar cualquier tema, sortear la censura, el miedo o los prejuicios. Esta
Revolución que fuera tema obligado, marco obligado, referencia obligada desaparece en
estas obras, sin importar cuán profunda haya sido su impronta. El posnacionalismo
245
con sus prácticas profesionales en la vida cultural, específicamente en la vida literaria del
país, y refuerzan por esta vía su presencia y participación, tan necesaria en momentos de
crisis e incertidumbres.
El uso desprejuiciado del cuerpo por parte de las nuevas narradoras, constituye un
signo recurrente en sus textos, donde el disfrute sexual femenino ya no es un tema tabú.
La descripción del acto sexual y del cuerpo, su uso como centro temático, la presencia de
carácter unitario.
posicional en las mujeres, la cual no responde a criterios estáticos, sino que se caracteriza
por su diversidad y sugiere una concepción más abierta de lo que significa ser mujer,
246
rememoran; mujeres que, a pesar de todo, son capaces de afrontar sus respectivas
realidades y avanzar.
supone un desafío a las perspectivas tradicionales. Otro tema que emerge en los textos de
énfasis antes inexistente, lo que al margen de otras consideraciones, sin duda subraya la
Como hemos podido ver, en la obra de las autoras más recientes de la narrativa
cubana hay una aceleración de esa tendencia que ya describiera Octavio Paz años atrás:
“la carrera hacia el tiempo perdido, la búsqueda frenética del presente, el furor de ser
247
OBRAS CITADAS
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