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Galatas 4.12-20

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Lectura del texto:

Gálatas 4:12-20
12 
Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me
habéis hecho. 13 Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al
principio; 14 y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me
recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. 15 ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que
experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios
ojos para dármelos. 16 ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? 17 Tienen celo por vosotros,
pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos. 18 Bueno es
mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros. 19 Hijitos míos, por
quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, 20 quisiera estar con vosotros
ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros.
Intro:
Filipenses 3:1 => “Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. Para mí no es ninguna molestia
repetir lo que ya les he escrito, y para ustedes es útil”. Como les he dicho antes, la carta a los gálatas podría ser
expuesta en un solo sermón. El Espíritu Santo inspiró a Pablo a escribirla defendiendo la suficiencia de Cristo
para la justificación a todo aquél que cree. Esta carta no es una defensa a la doctrina preferida de Pablo, es una
exposición de una verdad central del plan salvífico de Dios. Aunque varios detalles vayan surgiendo a lo largo
de la carta, su argumento principal fluye a través de cada capítulo, desde el principio hasta el final. No diferente
en la presente sección. Aquí seguimos en el mismo flujo de raciocinio de la sección anterior, lo que puede dar la
impresión de que siempre se está hablando de lo mismo, aunque desde diferentes matices.
Al leer la carta, en lo que uno avanza, se tiene la impresión de que Pablo, al iniciar o finalizar cada sección, deja
algún tipo de reprimenda, o exhortaciones. Aunque nosotros hoy, no somos los destinatarios originales, Dios nos habla
mediante todo lo que se registró en esta carta, incluyendo las exhortaciones específicamente dirigidas a los gálatas.
Hay ciertas preguntas que debemos hacer al texto que nos ayudarán a entender como el mensaje de a los gálatas como
un todo se relaciona y se aplica a nosotros hoy. Podría sugerir que hiciéramos las siguientes preguntas al texto:
¿De qué forma yo hago esto, o, como esto o aquello describe alguna realidad en común conmigo? Por ejemplo
cap. 1:6-7: ¿Qué es lo que me está atrayendo de tal manera que gradualmente yo esté abandonando a Dios, y
rechazando el evangelio de la gracia de Cristo? cap. 1:10 – Dijo Pablo que si busco agradar a los hombres,
antes que a Dios, no soy siervo de Cristo. Nos podremos preguntar: ¿De qué manera yo me preocupo en
agradar antes a los hombres que a Dios? Semejantemente en el cap. 2:14, nos podemos preguntar ¿De qué
manera, en semejanza a Pedro y Bernabé, yo no me relaciono con los demás según la verdad del evangelio? O
el último de versículo del cap. 2, vs 21 que concluye éste capítulo diciendo: “No hago nula la gracia de Dios,
porque si la justicia viene por medio de la ley, entonces Cristo murió en vano” - La pregunta para nosotros
sería: ¿Cómo invalido yo la obra salvífica de Cristo, su vida en sacrificio, tratando de justificarme ante Dios y
los hombres con esfuerzos legalistas? En el Cap. 3:1 podríamos cuestionar ¿Qué es lo que está encantando mi
corazón al punto de opacar el resplandor y disminuir el valor de lo que Cristo hizo por mí en la cruz por mí? O,
como vimos el domingo pasado: ¿De qué manera me estoy sujetando a la esclavitud religiosa? ¿Qué es lo que
me lleva a no disfrutar de la libertad ofrecida en Cristo? ¿De qué maneras el legalismo está desfigurando mi
percepción del evangelio, al punto que llego a rendir culto a ídolos, en lugar de a Dios?
La sección que estudiaremos a continuación presenta una realidad aun más directa, aun más dramática, y
todavía más introspectiva. Las preguntas que nos deberíamos hacer al leer el presente texto son todavía más
serias y dignas de solemne autoexamen… Vayamos al texto.
Exposición del texto:
 Pablo abre la sección incitando a los gálatas a que sigan su ejemplo.
12 
Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. (…)
El apóstol empieza con una petición, con un ruego, Pablo humildemente suplica a los gálatas, a quienes él llama
de hermanos, que sigan su ejemplo. ¿Qué quiere decir con eso?   Pablo siendo un principal de entre los judío, se
ha hecho como un gentil, en humildad y amor, sin imponer sobre los gálatas las costumbres de los judío. Siendo
apóstol, no se ha impuesto con superioridad, les llama hermanos e hijitos. Pablo se relacionó con ellos de forma
evangélica, al igual que con todos. “A todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos” -
1 Corintios 9:20-22. Pero, ¿Por qué actuaba así Pablo? La respuesta a esta pregunta trae a flote exactamente lo
que él desea que los gálatas imiten. Él actuaba así porque, parafraseando al mismo apóstol, “Ya no vivía Pablo
el fariseo de fariseos, o el gran apóstol, sino Cristo, Jesucristo era quien vivía en él” Gálatas 2:20. El llamado a
imitarle señalaba a la razón motivadora de su corazón, estar satisfecho en Cristo, y gloriarse solo en Él y no en
las cosas efímeras y elementales de este mundo - Cap. 6:14 “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de
nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”. “Haceos como yo
hermanos, todo lo he tenido por basura por amor a Cristo” Filipenses 3:1-9.
 Pablo da testimonio del amor con el cual fue servido por los gálatas la primera vez que les
predicó el evangelio.
(…) Ningún agravio me habéis hecho.
Pablo les recuerda su primer encuentro, y aclara que de forma personal, ellos no le habían hecho ningún mal,
sino todo lo contrario. Da testimonio de que ellos le sirvieron con prontitud, esto quiere aclarar que el reproche
de Pablo no viene a causa de haber sido ofendido o perjudicado por los gálatas. Su reproche no es parte de una
vendetta personal, una especie de venganza por el orgullo herido.
13 
Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; 14 y no
me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un
ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
Los gálatas también son consientes que les fue una prueba, una situación de cierto modo difícil, el atender a
Pablo en su enfermedad, pero a pesar de todo recibieron a Pablo con gran honor, como si fuera un ángel, como
un enviado de Dios, lo que está en congruencia con el contexto, en lo que se refiere a la constante defensa de su
apostolado. Ellos reconocieron a Palo como un enviado de Dios, y aun más, le trataron como si fuera el mismo
Cristo. Ellos no rechazaron a Pablo como mensajero de Dios, por el hecho de haberles predicado el evangelio
del Dios vivo, estando enfermo. Ellos creían en una multitud de “dioses” llenos de pompa, ahora se les predica
sobre el único y verdadero Dios, y el mensajero que este Dios les envía no es un profeta lleno de pompa, de
gloria, sino un peregrino enfermo, que anuncia un Dios salvador, quien se encarnó, que se humilló, que se
sometió a la maldición de la ley, semejante a los hombres, y que murió en vergüenza crucificado como un
criminal, pero que también resucitó de entre los muertos y ascendió a su eterno trono. Se les presenta un
mensaje que evoca ser la única verdad, y el mensaje más importante de todos, aun así este evangelio – buenas
noticias - es totalmente inusual e incongruente para la cosmovisión pagana. Con todo, la respuesta de los
gálatas fue esperanzadora, aparentemente su respuesta era prometedora. La reacción que cualquier predicador
interpretaría como resultado, sin sombra a dudas, de la genuina obra del Espíritu Santo.
 Contexto del problema.
15 
¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis
podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.
Pablo indaga por la alegría que ellos experimentaron, aquella satisfacción con la cual reaccionaron la primera
vez que Pablo les predicó el evangelio. Pregunta: ¿Dónde está esa satisfacción que experimentasteis? Esto
indica que hubo un cambio de comportamiento de parte de los gálatas. Pablo inquiere ¿Donde está aquel gozo,
la euforia, aquella alegría y gratitud, qué les motivó a servirme con abnegación y tamaña entrega? Pablo fue
tenido con gran estima cuando les predicó el novedoso evangelio. Los gálatas recibieron y sirvieron a Pablo con
gran honor, con entusiastica gratitud, resultante de un sentido de satisfacción, por la bendición recibida de parte
de Dios mediante la predicación de Pablo. Esto muestra que cuando por primera vez recibieron la verdad del
evangelio, ellos la recibieron con gozo, con gratitud y esto les movió a un amor sacrificial que se expreso en el
reconocimiento dado a Pablo y la disposición de servirle en su enfermedad, hasta el punto de que, si fuera
posible, hubieran arrancado sus propios ojos y se los hubieran dado a Pablo.

 Evidencia critica.
16 
¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?
Pablo se dirige a ellos, una vez más con la verdad, pero esta vez, lo que antes generó euforia y afectuosidad,
ahora genera enemistad. La ultima parte muestra que la disposición de los gálatas cambió, ahora la pregunta
que Pablo lanza viene a confrontar a los gálatas, ¿Me he hecho vuestro enemigo por deciros la verdad? Antes
ustedes me amaron por decirles la verdad, ¿ahora me detestan?
Los gálatas ahora se portan con hostilidad hacia Pablo. Los que antes con amor sacrificial le sirvieron, ahora
actúan con enemistad, y no porque Pablo les esté predicando otro evangelio, contaminándoles con mentiras,
sino porque una vez más les está proclamando la verdad. ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la
verdad? La misma verdad que antes les inflamó el alma de gozo, ahora enardece el corazón de los gálatas con
enemistad. Es exactamente este tipo de respuesta negativa hacia el evangelio lo que lleva a Pablo a estar
consternado, a estar perplejo.
 Aquí Pablo hace alusión a los judaizantes, hablando de su celo mal intencionado y parcial.
17 
Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis
celo por ellos. 18 Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con
vosotros.
Todo líder debe ser celoso, todo “padre espiritual” debe cuidar a sus hijos, pero no de forma egoísta,
apartándolos de los demás por celos deshonestos, para gloria propia. El ser celoso, cuidadoso, no está mal, la
motivación de los judaizantes es lo que reprueba Pablo.

 Pablo expresa su gran amor y preocupación por los gálatas, él abre su corazón pastoral, desea
que Cristo sea formado en ellos.
19 
Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros (…)
Pablo demuestra un gran amor por los gálatas y un cuidado tan tierno que se asemeja al maternal. Sufre por
ellos por el deseo de que Cristo sea formado en ellos. Teniendo en cuenta que en toda la carta él argumenta que
Cristo es suficiente para la justificación a todo aquél que cree, entiendo que la expresión “hasta que Cristo sea
formado en vosotros” se refiere a que el sentido de que Cristo es suficiente, o que la convicción de la
suficiencia y plenitud de Cristo sea finalmente solidificada en el interior de los gálatas. Pablo les está diciendo:
“Sufro por ustedes, me duele ver vuestra condición, el rechazo que ustedes presentan a la verdad del evangelio
es la razón de mi asombro. Pero yo les amo como a mis hijos, y con la misma aflicción del principio, vuelvo a
estar angustiado, porque deseo que ustedes conozcan la verdad y nazcan de nuevo”. “Yo con el mayor placer
gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea
amado menos” 2 Corintios 12:15.
Pagaré el precio por serles útil, les predicaré una vez más, les corregiré una vez más, “Hasta que viva Cristo, y
no ustedes. Hasta que Cristo sea vuestra suficiente riqueza, que sea Él el inicio de vuestras vidas, el medio de
vuestras vidas, el fin de vuestras vidas, la razón misma de vuestras vidas, hasta que Cristo sea vuestra vida.
Hasta que Cristo sea formado en ustedes… “Sufriré los dolores de parto, hasta que ustedes nazcan en Cristo”.

Pero, a la luz del contexto de la carta, ¿cómo se entiende esta expresión “Hasta que Cristo sea formado en
vosotros”? ¿Cuál sería la evidencia externa que atestiguaría que eso ha ocurrido realmente? Como podemos
percibir, el gozo inicial, la espontaneidad, y el servicio lleno de entusiasmo, no avalaron definitivamente la
conversión de los gálatas… Se puede arrojar más luz a la expresión bajo el contexto del deseo expresado en la
apertura de esta sección, cuando Pablo ruega a los gálatas que le imiten. Pablo es un ejemplo de una vida
cambiada, reorientada, desde un estilo de vida religioso, legalista, esclavizado por la obligación religiosa y la
maldición de la ley, a la total libertad y plenitud en Cristo – Leemos: Gálatas 2:20  “Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe
del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Gálatas 6:14  “Pero jamás acontezca que yo
me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo
para el mundo”. Filipenses 3:7-9 “Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por
amor de Cristo. 8 Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer
a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, 9 y ser
hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia
que procede de Dios sobre la base de la fe”. La evidencia de que alguien ha creído al mensaje del evangelio, y
que ha recibido el Espíritu de Cristo, es que para esta persona Cristo es sobremanera valioso, su gracia es
sublime y suficiente, obviamente no de forma perfecta, pero ciertamente progresiva. En palabras de Nicolás
Tranchini: La conversión verdadera es el comienzo de un proceso interno donde se inicia un cambio de
anhelos, donde con el correr del tiempo, poco a poco pero cada vez con mayor intensidad, experimentar el
amor que Cristo me tiene, se va transformando cada vez más y más en mi tesoro. Y como consecuencia de esto
comienzo a desear lo que Jesús desea y amar lo que Él ama. Cuando esto verdaderamente sucede quiere decir
que Él se está formando dentro de mí.

En base a la aparentemente progresiva apostasía de los gálatas, el apóstol se encuentra perplejo…


 Pablo desea estar con ellos para tratar el asunto de otra manera. Está muy preocupado por el
estado de los gálatas.
20 
(…) Quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros.
¿Qué quiere decir con “quisiera estar con vosotros y cambiar de tono”? ¿En qué tono, o de qué forma, se está
dirigiendo él a los gálatas? ¿De qué modo tal perplejidad y confusión se vinculan al tono con el que se dirige a
los destinatarios?
El hecho de que Pablo esté perplejo nos ayuda a entender cuál era el tono de su argumentación. Muchas veces
el apóstol suena pesimista, rígido e impetuoso… Algunos ejemplos: “Me maravillo de lo pronto que ustedes
han abandonado al que os llamó… ¡Oh gálatas insensatos! Temo que a lo mejor he trabajado en vano por
ustedes… ¿Me he hecho vuestro enemigo por decirles la verdad? De Cristo os habéis separado, de la gracia
habéis caído, vosotros que procuráis justificarse por la ley”… La forma tierna con la que finaliza está sección
al dirigirse a los gálatas llamándoles “hijitos”, indica que él quisiera hablarles de una manera más apropiada,
quizás más delicada, más personal e intima, posiblemente para compensar la aparente gravedad del tono que
predomina en la carta.
Pablo está perplejo, asombrado al ver que hay evidencias en los gálatas de que Cristo no se ha formado en ellos,
y al parecer no se está formando siquiera, antes, todo lo contrario, ellos van en el sentido inverso. Él se
encuentra perplejo, dudoso, confundido, Pablo no está seguro si a los gálatas realmente, alguna vez, el glorioso
evangelio del glorioso Cristo les resplandeció, Pablo duda de que realmente algunas vez hayan creído en el
divino, glorioso, y eternamente suficiente Cristo. El apóstol está confundido, se encuentra perplejo… ¿Será que
fueron libres de la esclavitud diabólica del paganismo? ¿Realmente fueron adoptados por Dios? ¿Recibieron
realmente el Espíritu Santo? ¿Será que nacieron de nuevo? Pablo parece estar confundido ante el
comportamiento de los gálatas. Antes dijo que Dios envía su Espíritu al corazón de los que han creído en Cristo
como su suficiente salvador. El Espíritu Santo es como un nuevo impulso, un sentido director que guía al
creyente hacia el Padre. Pero ahora se depara con que los gálatas se están volviendo a la esclavitud diabólica del
paganismo por medio de someterse a una forma de vida religiosa legalista, motivada por la ignorante soberbia
humana que se apoya en la insuficiencia de sus “buenas obras” y en rituales religiosos, bajo la ilusa pretensión
de que son suficientes para conquistar el favor de Dios. Los gálatas que antes reaccionaron con gozo, y pronto
servicio al recibir el verdadero evangelio, ahora reaccionan de forma hostil, con enemistad al ser corregidos por
la verdad. Están rechazando, abandonando al que los llamó por la Gracia de Cristo, el verdadero evangelio ya
no es glorioso para ellos, ya no les llena de gozo… La misma verdad que antes les inflamó el alma de gozo,
ahora enardece el corazón de los gálatas con enemistad. Es exactamente este tipo de respuesta negativa hacia el
evangelio lo que lleva a Pablo a estar consternado, a estar perplejo.
El estado peligroso y urgente en el que los gálatas se encuentra conmueve a Pablo, y eso se nota en el tono con
en el que el apóstol se dirige a ellos. Pablo teme por su futuro eterno…
En resumen: Antes los gálatas experimentaron gran satisfacción al recibir el evangelio, ahora se vuelven
hostiles a Pablo por predicarles el evangelio. Esto causa una profunda y perturbadora duda en Pablo referente a
la conversión de los gálatas. El hecho de que ellos antes recibieron el evangelio con profundo gozo, pero ahora
lo rechazan, prefiriendo una forma de vida religiosa legalista, es evidencia de que ellos no tienen realmente
nueva vida en Cristo. Esta posibilidad deja a Pablo perplejo.

Aplicación del texto:


1) Creyentes:
Seguimos en el mismo flujo de raciocinio de la sección anterior. Como dije en la introducción, da la impresión
que Pablo al iniciar o finalizar cada sección, deja algún tipo de reprimenda. Aquí queda al descubierto que los
gálatas no estaban satisfechos con el mensaje del evangelio, finalmente no están satisfechos con Cristo mismo.
Ellos lo estaban abandonando prefiriendo la satisfacción egocéntrica del cumplimiento religioso. Igual que los
gálatas nosotros podemos perder de vista la gloria de Cristo en el evangelio, esta decadencia puede volvernos
hostiles a la verdad e incluso a quien la predique. Peor aún, el hecho de que un mayor aprecio por Cristo no
tenga un crecimiento en nosotros, puede significar que jamás lo hemos conocido de verdad. Hasta que seamos
iluminados por el genuino conocimiento del único Dios, siempre serviremos a los ídolos, con cuya
disimulación podemos encubrir nuestra falsa religión. Juan Calvino.
A la luz de la enseñanza de este pasaje nos deberíamos hacer las siguientes preguntas: ¿De qué forma nosotros
incurrimos en el mismo error? ¿De qué modo vemos que no estamos satisfechos con Cristo? ¿Qué podemos
hacer para cambiar eso?
El deseo, de una forma o de otra, siempre está por detrás del pecado. El deseo que más domine tu corazón, el
que más te llene, este vencerá. Fue el deseo de ser como Dios, deseo de grandeza propia, el que conquistó el
corazón de Eva. ¿Qué es lo que tu corazón más desea?

Pregúntate:
 ¿Qué es lo que ha conquistado mi corazón de modo que lo deseo más que al Dios amoroso, que
envió a su Hijo unigénito para sustituirme, para pagar el precio por mis pecados, y regalarme su infinita
justicia?
 ¿El evangelio de Cristo ha dejado de ser glorioso para mí?
 ¿Me estoy volviendo indiferente al evangelio, me estoy volviendo incluso hostil al evangelio?
 ¿Cómo reacciono cuando la verdad del evangelio me corrige?
Estas preguntas concluyen en una serie de otras preguntas aun más serias… Si en lugar de crecer en amor por
Cristo, en satisfacción en Él, y en sujeción a la corrección aplicada por su verdad a mi vida, estoy yendo en la
dirección contraria:
* ¿Tengo Cristo realmente en mi vida?
* ¿Soy realmente cristiano?
* ¿Realmente el glorioso evangelio del Glorioso Cristo me ha resplandecido?
* ¿He creído realmente, he nacido de nuevo, soy realmente hijo de Dios?
* ¿Recibí el Espíritu Santo, y fui realmente justificado?

En el mensaje escrito a la Iglesia de Éfeso, registrado en Apocalipsis 2, vemos una iglesia con una obediencia
religiosa ejemplar, pero con un corazón vacío, vemos a una iglesia que perdió su primer amor. A pesar de todas
sus cualidades exteriores, Cristo declara tener algo en contra de ella, dice: (…) “Pero tengo esto contra ti: que
has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete” (…)
El pasaje que hemos examinado, nos alerta al peligro fatalmente engañoso del legalismo. No se trata apenas de
que afecte nuestra relación con el prójimo, nos prive del gozo de la salvación, o nos esclavice, realmente el
legalismo puede engañarnos, y hacernos creer que somos realmente cristianos, en base a nuestra obediencia
religiosa, y no por tener genuino amor y fe en Cristo. Como leí antes: Hasta que seamos iluminados por el
genuino conocimiento del único Dios, siempre serviremos a los ídolos, con cuya disimulación podemos
encubrir nuestra falsa religión. Juan Calvino.
El cristianismo no se resume a una satisfacción registrada en la memoria, algo que me marcó un día lejano en
mi historia. El cristianismo es Cristo viviendo en mí, produciendo un sentido creciente, a veces lento, pero sin
duda creciente de satisfacción en Él, de aprecio y entendimiento de Su valor. La obra transformadora del
Espíritu de Cristo en el interior de una persona, produce una experiencia y un entendimiento gradualmente más
profundo de cuanto necesito a Cristo… La nueva vida es algo que crece y da frutos. Jesucristo ilustra esto con
la siguiente parábola:
Lucas 8:5-8, 11-15

El sembrador salió a sembrar su semilla; y al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las
aves del cielo se la comieron. 6 Otra parte cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía
humedad. 7 Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron. 8 Y
otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno. Y al hablar estas
cosas, Jesús exclamaba: El que tiene oídos para oír, que oiga. (…)
11 
La parábola es ésta: la semilla es la palabra de Dios. 12 Y aquéllos a lo largo del camino son los que han
oído, pero después viene el diablo y arrebata la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. 13 Y
aquéllos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen
raíz profunda; creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben. 14 Y la semilla que cayó entre
los espinos, éstos son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las
riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura. 15 Pero la semilla en la tierra buena, éstos son los que
han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con su perseverancia.
La conversión verdadera es el comienzo de un proceso interno donde se inicia un cambio de anhelos, donde
con el correr del tiempo, poco a poco pero cada vez con mayor intensidad, experimentar el amor que Cristo me
tiene, se va transformando cada vez más y más en mi tesoro. Y como consecuencia de esto comienzo a desear
lo que Jesús desea y amar lo que Él ama. Cuando esto verdaderamente sucede quiere decir que Él se está
formando dentro de mí. Nicolás Tranchini
Si has creído en Cristo como tu suficiente Salvador, y entiendes que no hay otro camino al Padre, pero
reconoces que por diversas circunstancias encuentras a tu corazón endurecido, reacio, insensible al mensaje del
evangelio, ten cuidado, arrepiéntete de tamaño pecado, y una vez más confía en la suficiencia de Cristo para tu
justificación. Pide al Señor que su Espíritu haga resplandecer el glorioso evangelio del Glorioso Cristo una vez
más en tu corazón. Ruega al Señor que este mismo sentimiento de satisfacción y urgencia que hubo en Pablo
exista en ti, que realmente puedas decir que tu ya no vives, si no que Cristo vive en ti, que lo que vives en este
mundo lo vives por amor a Él. Ruega con fe al Señor, pidiendo que el valor de lo terrenal se opaque y que el
valor de Cristo sea profundamente experimentado en tu vida. Pide humildemente a Dios, entregado en
dependencia de su gracia, que su Espíritu avive tu amor por Cristo, y que te revele su gloriosa suficiencia, y que
Cristo te satisfaga en todo. Que sea Cristo, y no tus obras tu certeza de vida eterna.

2) No creyentes: El sentido del texto es obvio al mostrar que si Cristo no es glorioso para una persona, y si la
verdad le es molesta, seas quien seas, por más religioso que demuestres ser, o más bien intencionado en
cualquier cosa que hagas, nada de eso te salvará, estás perdido, no tienes a Cristo, no tienes vida eterna, no
deberías estar tan seguro de un buen paraje eterno… Toda tu gloria es pasajera y perecerá. Tu indiferencia a
Cristo y a su verdad es una evidencia clara de que sigues muerto en vida, de que estás sumergido en tus delitos
y pecados, de que vas rumbo al infierno. Jesús es el mayor de todos los tesoros, es más glorioso que todas las
riquezas, sin Él, aun que te creas completo, y satisfecho, eres pobre y miserable.
Quiero que entiendas que Cristo se da gratuitamente a todo aquél que reconoce su miseria y suplica por su favor
y misericordia. Arrepiéntete y cree que Cristo es el único salvador, y serás salvo, serás completo plenamente
por Él, y podrás estar seguro que heredarás la vida eterna ¡Amén!

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