2 Reyes
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2 Reyes
2 REYES 5:1
Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y
lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era
este hombre valeroso en extremo, pero leproso.
Y lo más incomparable de este milagro es que no hay participación directa por mano
de un hombre, no. Eliseo no acompaña a Naamàn al río Jordán, no lo hace, si es el que
da la Palabra de DIOS.
Porque después de un milagro DIOS sigue obrando, el milagro de los diez leprosos que
fueron sanados por JESÚS, y solo uno vuelve en agradecimiento, es este caso en cual
DIOS transforma, muchas veces las personas reciben un milagro y después se olvidan
de DIOS, no se rinden, no se entregan. Y DIOS no obra en gran profundidad hasta que
hay rendición incondicional, por eso Naamàn cambia de dios a DIOS y hará sacrificios
en su honor. Siempre el milagro lo hace DIOS, en su soberanía, es su plan, si usa nexos,
instrumentos para lograr su voluntad, somos instrumentos rendidos ante DIOS, prestos
a proclamar sus bondades y poder, dejando de lado nuestro egoísmo, porque la criada
que recomendó a Naamàn a Eliseo era una sierva cautiva de Israel. Y sus criados le
dijeron obedece cuán importante es oír la voz de los humildes. El buen sirvió trae
dignidad a su señor, el mal siervo, como Giezi termina cargando su codicia a cuestas y
enferma su ser de maldad. Una lección para no olvidarme jamàs
DEVOCIONAL BÌBLICO: 2 Reyes 5:1
Oración:
Padre santo obras en maravillas y gran misericordia, solo quieres un corazón rendido
incondicionalmente en disposición para traer tu salvación, tu sanación sobre nosotros,
permítenos ser tus instrumentos, agradecidos, humildes, desprovistos de todo
egoísmo en tu amor perfecto, trae tu bendición en tu fidelidad perpetua y te
serviremos en santidad.