San Judas Tadeo Novena Breve
San Judas Tadeo Novena Breve
San Judas Tadeo Novena Breve
Siglo I
2. NOVENA BREVE
ORACIÓN PREPARATORIA
DÍAS
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9
DÍA PRIMERO
__________
DÍA SEGUNDO
__________
DÍA TERCERO
San Judas Tadeo, tan grande fue tu amor al prójimo que no te perdonaste
trabajo alguno para atraerlos a Dios. Consígueme del Señor que yo posponga
mis intereses por la gloria de Dios y por el bien de mi prójimo.
__________
DÍA CUARTO
San Judas Tadeo, fue tanta tu abnegación que desterraste el hombre viejo
de pecado para que Cristo viviera en ti. Consígueme del Señor, que
mortificando mis pasiones, viva sólo para Él.
__________
DÍA QUINTO
DÍA SEXTO
San Judas Tadeo, tu dejaste todo para seguir al Maestro. Consígueme del
Señor que yo esté pronto a sacrificar por Dios aún mi propio interés.
__________
DÍA SÉPTIMO
San Judas Tadeo, tan grande fue tu celo santo que hiciste salir de los ídolos a
los demonios. Consígueme del Señor, que detestando los ídolos que me
dominan, adore sólo a mi Dios.
__________
DÍA OCTAVO
__________
DÍA NOVENO
San Judas Tadeo, habiendo recibido el premio y la corona has hecho evidente
tu protección obrando prodigios y maravillas con tus devotos. Consígueme
del Señor que yo sienta tu protección para que pueda cantar eternamente
sus maravillas.
PÁGINAS DE LA NOVENA
> I. Días 1 a 3
II. Días 4 a 6
III. Días 7 a 9
II. DÍAS 1 | 2 | 3
DÍA PRIMERO
San Judas acompañó a Jesús por las aldeas de Israel y fue testigo de su poder
de sanación. Tal vez el vio a Jesús curar a los diez leprosos, sanar a una mujer
sufriendo hemorragias, resucitar a los muertos. Cuando el pobre ciego gritó,
"¡Jesús, hijo de David! Ten compasión de mí," San Judas probablemente oyó a
Jesús contestar: "Recobra tu vista. Tu fe te ha sanado." (Lc 18:39-42)
San Judas fue uno de los discípulos a quienes Jesús "dio poder y autoridad ... y
los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. " (Lc 9:1-2). Los envió de dos
en dos, y ellos se quedaron admirados porque "Echaban a muchos espíritus
malos y sanaban a numerosos enfermos con una unción de aceite." (Mc 6:13)
Tal vez dudamos que Dios quiera lo mejor para nosotros. Puede ser que a veces
pensemos que nuestro sufrimiento o enfermedad es un castigo de Dios por
nuestros pecados. Nos olvidamos como Jesús trabajaba incansablemente para
sanar a los enfermos. Cuando Jesús curó al hombre que nació ciego, explicó,
"Esta incapacidad no es por haber pecado él o sus padres, sino para que la obra
de Dios se manifieste en él." (Jn 9:3)
San Judas entendió que el deseo del Señor era sanar a la gente. Después de la
ascensión de Jesús, San Judas y los otros apóstoles "salieron a predicar por
todas partes con la ayuda del Señor, el cual confirmaba su mensaje con señales
milagrosas que los acompañaban." (Mc 16:18) Las palabras de Jesús durante la
última cena se cumplieron en San Judas: "Les aseguro que la persona que cree
en mi hará también las obras que yo hago, y hará otras todavía más grandes."
(Jn 12:14)
ORACIÓN
San Judas, tú fuiste testigo del poder sanador de nuestro Señor, Jesús. Tú viste
su compasión por los enfermos y moribundos. Tú mismo tocaste a los enfermos,
compartiste los dolores de los afligidos, y animaste a los desconsolados. Tú
recibiste la autoridad y el poder de Jesús para hacer maravillas, curar a los
incurables, y restaurar a los incapacitados. Te pedimos que intercedas ante
nuestro hermano, Jesús, para que envíe su gracia para sanar a los enfermos y
afligidos, para levantar a los espíritus caídos, y para infundir esperanza a los
corazones desesperados. Amén.
__________
DÍA SEGUNDO
Jesús enseñó a San Judas cómo rezar y cómo orar con una fe que puede
trasladar montañas. Su oración fue inspirada por las palabras de Jesús: "Pidan,
y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá." (Lc
11:9-10)
ORACIÓN
San Judas, por medio de oración alababas a Dios por las obras maravillosas de
Jesús. Pediste a Dios la fuerza para enfrentar los retos de tu apostolado. Pusiste
tu confianza en la misericordia de Dios, creyendo firmemente que Dios te amaba
y entendía tus penas y alegrías, tus sueños y miedos, tus triunfos y fracasos.
Comprendiste que nada es imposible para Dios. Te pedimos que ores por
nosotros delante del Altísimo para que nos llene con su fuerza, entendamos su
voluntad para nosotros, y con mucha confianza nos coloquemos en sus manos
amorosas. Amén.
Compromiso. Me comprometo de nuevo a orar con más confianza para
que siempre se haga la voluntad de Dios en mí.
__________
DÍA TERCERO
Como los demás apóstoles, San Judas sufrió un martirio por su compromiso de
llevar a cabo la misión de nuestro Señor, Jesucristo. Aceptó el reto de Jesús, "Si
alguien quiere ser discípulo mío, que se olvide de si mismo, cargue con su cruz
cada día y que me siga." (Lc 9:23)
San Judas compartió sus sufrimientos con el Señor. Le escuchó decir, "Vengan a
mi todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré
descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mi, que soy paciente
y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo
es fácil y la carga que les doy a llevar es liviana." (Mt 11:28-30)
San Judas creía que sus sufrimientos estaban unidos a los de Jesucristo y, por
eso, tenían valor redentor. San Pablo declaró, "Me alegro de lo que sufro por
ustedes; porque de esta manera voy completando en mi propio cuerpo lo que
falta de los sufrimientos de Cristo por la Iglesia, que es su cuerpo." (Col 1:24)
San Judas era humano. Sentía dolor como nosotros. Pero se acordaba del
sufrimiento de Jesús, su sentido de abandono en la cruz cuando gritó, "Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mt 27:46). Estas memorias le
ayudaron a aguantar el dolor porque él sabia que sufría en comunión con el
Señor.
ORACIÓN
DÍA CUARTO
San Judas, Campeón de Justicia y Paz
San Judas escribió en su carta, "Les ruego que luchen por la fe que una vez fue
entregada a los que pertenecen a Dios." (Judas 1:3). San Judas sí luchaba por todo
lo que Jesús trató de establecer. Como Jesús, San Judas predicaba la buena nueva
a los pobres, proclamó la libertad a los cautivos, restauró la vista a los ciegos, y
liberó a los oprimidos. (Lc 4:18)
A veces resistimos el reto del Señor para luchar por el reino de justicia y paz.
Tememos la crítica y el conflicto; buscamos la comodidad y la conveniencia. San
Judas no fue así. El trabajó por la justicia con mucho entusiasmo porque entendía
que sin justicia, no hay una paz verdadera.
Por su compromiso al reino de justicia y paz, San Judas sufrió precisamente como
Jesús había predicho, "Los odiarán a ustedes por causa mía." (Mt 10:22) Sin
embargo, él disfrutó de la paz que Jesús prometió en la última cena, "Mi paz les
dejo; mi paz les doy, pero no como dan la paz los del mundo." (Jn 14:27)
ORACIÓN
__________
DÍA QUINTO
San Judas, Servidor del Pueblo de Dios
San Judas tenía el privilegio de acompañar a Jesús diariamente. Aprendía del Señor
cómo Dios nos ama y cómo debemos amarnos unas personas a otras.
A veces queremos que otros nos sirvan, que hagan lo que nosotros queremos y que
atiendan a nuestras necesidades. Como San Judas, debemos aprender de Jesús
quien dijo, "La persona entre ustedes que quiera ser grande, deberá servir a los
demás; y la persona que quiera ser el primero, deberá ser su esclavo, como el hijo
del pueblo que no vino para ser servido sino para servir y para dar su vida como
precio por la libertad de muchos." (Mt 20:26-28)
En la última cena Jesús mostró a San Judas y a los otros apóstoles cómo deberían
servir. Les lavó los pies y luego dijo, "Yo les he dado un ejemplo para que ustedes
hagan lo mismo que yo les he hecho." (Jn 13:15)
San Judas no buscaba un premio por hacer el bien. Más bien, vivía lo que Cristo
enseñó: "Cuando ya hayan cumplido todo lo que Dios les manda, deberán decir:
'Somos servidores que no hacíamos falta, porque no hemos hecho más que cumplir
con nuestra obligación' ."(Lc 17:10)
San Judas cumplió los mandamientos señalados por Jesús como los más
importantes: amar a Dios con todo su corazón, toda su alma, y toda su mente, y a
su prójimo como a si mismo (Mt 22:27-40). Jesús quiere que nos amemos como él
nos ama: "Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes unas
personas a otras. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de
que son mis discípulos." (Jn 13:34-35)
ORACIÓN
San Judas, aunque fuiste elegido por Jesús como uno de los apóstoles, aprendiste
a no ser orgulloso, ni buscar honores o los lugares más altos. Al contrario, te
humillaste en su servicio a tus hermanas y hermanos. Pedimos que nos ayudes a
servir con un corazón más generoso y sacrificar nuestro propio interés por el bien
de otros. Intercede por nosotros con nuestro Cristo crucificado, quien se humilló en
la cruz, quien sacrificó su vida para que tengamos vida nosotros. Que lo imitemos
con una vida de servicio a los demás, una vida dedicada y desinteresada. Amén.
__________
DÍA SEXTO
Aunque fue un apóstol, San Judas era humano como todos nosotros, y el perdón no
le vino fácilmente. Pero, él aprendió de su Maestro, nuestro Señor, cómo perdonar.
Probablemente fue sorprendido al escuchar a Jesús decir, "Amen a sus enemigos y
recen por quienes los persiguen," para que "sean perfectos, como su Padre que
está en el cielo es perfecto." (Mt 5:44, 48).
Como San Pablo, San Judas predicaba que no debemos dejar que el sol se ponga
sobre nuestra ira. (Ef 4:26) Y si tenemos algo en contra de alguien, tenemos que
reconciliarnos con esa persona antes de presentar nuestra ofrenda en el altar. (Mt
5:23-24)
¿Perdonamos a las personas que nos han ofendido? Y cuántas veces debemos
perdonarlos? Cuando Pedro hizo a Jesús esa pregunta, quizás San Judas oyó su
respuesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete." (Mt
18:22)
Cuando Jesús enseñaba a San Judas y a los otros apóstoles como orar, explicó, "Si
perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el cielo los
perdonará también a ustedes." (Mt 6:14) Por esta razón rezamos con las palabras
que Jesús nos enseñó, "perdona nuestras ofensas como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden."
ORACIÓN
DÍA SÉPTIMO
San Judas, Predicador de la Buena Nueva del Reino de Dios
Jesús entrenó a San Judas y envió a él y a los demás a las aldeas lejanas para
predicar la Buena Nueva y para trabajar por el reino de Dios. Después de la
ascensión de Cristo, San Judas se dedicó a continuar la obra del Señor y se acordó
de su mandato, "Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis
discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y
enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y sepan que yo
siempre estaré con ustedes hasta el fin del mundo." (Mt 28:19-20)
Valientemente San Judas anunciaba la Buena Nueva del amor de Dios y con
entusiasmo predicaba la venida del reino de justicia, paz y amor. Recordaba las
palabras de Jesús en la última cena: "En el mundo, ustedes habrán de sufrir, pero
tengan valor; yo he vencido al mundo." (Jn 16:33)
ORACIÓN
San Judas, tú dejaste tu casa y viajaste lejos para llevar la Buena Nueva del amor
de Dios a todas las naciones. Predicaste con entusiasmo todo lo que habías
aprendido personalmente de las palabras y obras del Señor Jesús. Tú
valientemente enfrentaste la critica, el rechazo y al final el martirio. Pide al Señor
que envíe al Espíritu Santo para que podamos ser fieles mensajeros del amor,
perdón y justicia de Dios a este mundo tan egoísta, violento e injusto. Ayúdanos a
ser la sal de la sierra y la luz del mundo por la manera caritativa y compasiva que
hablamos y tratamos a los demás. Amén.
__________
DÍA OCTAVO
San Judas, Abogado en Casos Difíciles
San Judas fue más que un seguidor de Jesús; era su primo y amigo. Su estrecha
relación con el Señor no solamente cambió su vida sino que lo convirtió en un
abogado fuerte para nosotros. De Jesús llegó a comprender la profundidad de la
compasión y la fuerza del poder infinito de Dios. Aprendió a no dudar de la
sabiduría de Dios ni desconfiar de la misericordia divina.
San Judas entendía que todos queremos estar cerca de Jesús, ser su amigo, sentir
el calor de su amor, y experimentar su poder de curación. San Judas escuchó a
Jesús decir, "Yo les llamo mis amigos porque les he dado a conocer todo lo que mi
Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mi, sino yo los he escogido a
ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto
permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre." (Jn 15:15-
16)
A veces nos desesperamos del amor de Dios o por lo menos dudamos que Dios nos
oiga. Nos preguntamos: ¿Por qué me va mal? ¿Dónde está el Señor cuando lo
necesito?
__________
DÍA NOVENO
San Judas creía en la unidad e igualdad en la Iglesia. Como San Pablo, entendía
que "todos somos partes del Cuerpo de Cristo." (1 Cor 12:27). Porque todos somos
iguales en Cristo, San Judas profesó con San Pablo que "Ya no hay diferencia entre
judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque unidos a Cristo Jesús, todos
somos uno solo." (Gal 3:28)
El Señor nos llama a todos para ser miembros activos de nuestras comunidades
parroquiales, compartiendo nuestros dones y poniendo nuestros talentos al servicio
de los demás. Debemos superar nuestro miedo y egoísmo para reforzar el Cuerpo
de Cristo, que es la Iglesia. Jesús deseaba mucho que todos fuéramos uno como él
y su Padre son uno. Que trabajemos todos por la unidad e igualdad entre todos los
creyentes en Jesucristo.
ORACIÓN
San Judas, tú viajaste lejos para llevar la Buena Nueva de Jesucristo a todas las
naciones. Tú reuniste a la gente en comunidades de fe para que pudieran vivir el
evangelio del Señor, compartiendo sus vidas y recursos, uniendo sus corazones y
mentes en Cristo. Tú reconociste la dignidad de todos, la diversidad de dones, y la
igualdad entre todos los hijos e hijas de Dios. Intercede con el Señor para que
envíe a su Espíritu a cada uno de nosotros y a nuestros líderes de la iglesia para
que podamos forjar una unidad e igualdad entre tanta división y discriminación en
nuestras comunidades eclesiales. Ayúdanos a vencer nuestro miedo o egoísmo para
poner nuestros dones al servicio de nuestras hermanas y hermanos en nuestras
iglesias locales. Amén.