El Poder de Una Vision

LA ESCALERA DEL ÉXITO
Serie: EL Poder de Una Visión

TEXTO: Mateo 28:18-20
OBJETIVO: Empoderarle con la visión y darle a conocer La escalera del Éxito.
INTRODUCCIÓN: Al conjunto de pasos de la Visión (Ganar, Consolidar, Discipular, Enviar) los he
denominado la Escalera del Éxito, pues son como peldaños que a medida que usted avanza,
estarán en un nivel superior en su ministerio. Para consolidar una persona, primero hay que
ganarla, si no ganamos, no consolidamos, Si no consolidamos, no podremos discipular. Y si no
discipulados, no tendremos a quien enviar; de tal manera que la base es ganar. Es por esta razón,
que hay que dominar todas las áreas de la Visión convirtiéndonos en expertos conquistadores de
almas.
Desarrollo:
1. GANAR: Alguna vez se ha preguntado, ¿Por qué Jesús dijo a Simón y a Andrés: “¿Venid en
pos de mí, y os hare pescadores de hombres“? (Mateo 4:19). Para ganar un alma se requiere
de la misma destreza de los pescadores, y un pescador no se hace de la noche a la mañana,
sino que su éxito depende de la práctica. Asimismo, para que los padres puedan cuidar,
proteger, alimentar, y educar un hijo, se requiere que primero tengan a ese hijo. De lo
contrario, por más que deseen nada lograrán. De nada sirve esta Visión sino ganamos.
Marcos 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
2. CONSOLIDAR: Desde el momento en que se gana a una persona hasta que se compromete,
se implementa un seguimiento llamado Consolidación, con el fin de que ninguno se pierda
aplicando esta Visión dada por Dios.
Metodología: Es recomendable que consolide la misma persona que evangelizo, pues ya tiene
establecida una relación de confianza y amistad previa.
Por tal razón, es tan importante que cada miembro de la célula sepa cómo hacerlo. Si usted es
líder, tome tiempo para enseñarle a sus discípulos sobre la consolidación y tenga en cuenta que
este varía de acuerdo con cada persona.
Al comenzar, tomamos los datos personales de aquellos que entregaban sus vidas a Jesús y los
contactamos telefónicamente, durante las primeras 48 horas, y de manera personal, en el lugar
donde ellos estuvieron disponibles, a fin de compartir con ellos en a la primera semana.
Entendimos que el contacto debía ser inmediato, no podíamos dejar pasar quince o veinte días,
porque el fruto se perdería. Algunos pierden el fruto porque esperan demasiado tiempo para
recogerlo. No es cuestión de pedir multitudes, sino de poder el fruto porque esperan demasiado
tiempo para recogerlo. No es cuestión de pedir multitudes, sino de poder administrarlas. Al
contactar a las personas, teníamos un acercamiento.
Encuentro: El encuentro es la primera experiencia de confrontación que tendrá el nuevo
creyente con Dios, con su palabra, consigo mismo y con su pasado, donde Dios le dará su gracia
para arrancar el pecado totalmente de su vida; podrá reflexionar acerca de su diario vivir y
aprenderá a proyectarse con fe para conquistar un futuro mejor.
Job 23:3-4 “Quien me diera el saber donde hallar a Dios, Yo iría hasta su silla. Expondría mi
causa delante de él”
Hay cinco objetivos para cada encuentro:
1. Que tengan seguridad de salvación. Se confronta a las personas a ver su condición de
pecadores a través de la palabra. Lo que los lleva a un genuino arrepentimiento.
2. Que obtengan sanidad interior. - Muchas personas a lo largo de su vida han experimentado
heridas en sus emociones que el Señor quiere sanar.
3. Que reciban liberación. - Cada persona batalla con una debilidad en su propia naturaleza
carnal. Cada uno debe ser consciente de que está librando una batalla contra las fuerzas del mal
que tratan de doblegar su voluntad.
4. Que sean llenos del espíritu santo. Para que venga la llenura del Espíritu Santo, la persona
debe haberse convertido genuinamente, es decir haber recibido liberación y sanidad interior.
5. Que conozcan cada paso de la visión. Sus discípulos deben recibir la revelación de que fueron
llamados por Dios para servirle y ganar a otros para Él.
3. DISCIPULAR: Todos aquellos que recibieron la bendición de la salvación y pudieron ser
consolidados precisan de una formación, que es proporcionada por medio del discipulado o
Capacitación Destino. La meta, a través de ello, es alcanzar la plenitud de la estatura de
Jesucristo
He podido comprender que la mejor manera de formar líderes eficaces es ayudándoles a
aprender el lenguaje de la fe, a través de los sueños y las visiones. Los héroes de la fe son personas
sencillas, pero que han alcanzado una gran confianza en un Dios extraordinario. Líderes de este
calibre siempre tendrán la fuerza de conquista y podrían levantar cualquier ministerio.
Proyéctese usted mismo, no como cualquier persona, sino como un líder de multitudes. Mire las
estrellas y piense:” Señor mis discípulos serán tan numerosos como las estrellas del cielo”
Deténgase a observar la arena del mar y confiese: “Señor, gracias por que las almas que ganare
y los discípulos que consolidare serán tan numerosos como la arena del mar” Vea multitudes
entregadas al servicio de Dios, porque usted conoció la estrategia divina de ganar a través G12
4. ENVIAR: (Ministerio Celular) Tiene lugar cuando una persona ya formada y capacitada se
dispone a guiar a otros a los pies de Jesús.
David tenía la responsabilidad de cuidar a cada una de las ovejas de su padre. Él se enfrentó a las
fieras, a la inclemencia del tiempo y a muchas otras adversidades, sin embargo, nunca permitió
que se le perdiera una sola oveja. Dios primero nos prueba confiándonos una célula; si somos
fieles con ella, nos podrá confiar una mayor responsabilidad.
Así como algunos atletas viven entrenando para romper su propio récord en la siguiente
competencia, de igual manera, el líder cristiano que posee una gran pasión por ganar a los
perdidos debe mantener un espíritu de oración para que Dios le dé la gracia de influenciar cada
día a un mayor número de personas.
CONCLUSIÓN: Nuestra responsabilidad es comprometernos con Dios tomando la decisión de ser
los mejores multiplicadores, reproduciéndonos fielmente en otros. Dios nos ha llamado a
multiplicarnos. Esto pude entenderlo después que Dios nos dio la revelación del G12, ya que de
cada uno de nuestros discípulos deben salir doce, y esto se puede lograr en un año como lo dije
anteriormente.

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