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Octubre 2018 Modulo Iii Enfoque de La Psicomotricidad

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DIPLOMADO

EN
ESTIMULACION TEMPRANA
Y
PSICOMOTRICIDAD

MODULO III

ENFOQUE DE LA
PSICOMOTRICIDAD

Mag. Hilda Campos Tito


CONTENIDOS:

I. BASES NEUROLOGICAS, PSICOLOGICAS Y PEDAGOGICAS


DE LA PSICOMOTRICIDAD.

II. MOVIMIENTO EN EL DESARROLLO DEL NIÑO.

III. LA PSICOMOTRICIDAD EN NIÑOS CON HABILIDADES


DIFERENTES.

IV. METODOLOGIA: RECURSOS Y ELABORACION DE


MATERIALES PARA LA PSICOMOTRICIDAD.
BASES TEORICAS.-

DIVERSOS ESPECIALISTAS QUE APORTAN LA ATENCION A LA


PRIMERA INFANCIA

BERNARD AUCOUTURIER

Marco para la práctica de la psicomotricidad en las escuelas


infantiles, lo que hoy conocemos como Práctica Psicomotriz,
gracias, a las aportaciones de varios predecesores, que
fueron acortando el concepto de psicomotricidad y relacionando
el movimiento con la producción de pensamiento. Entre ellos se encontró Julián de
Ajuriaguerra, neuropsiquiatra y psicoanalista vasco, pionero en vincular lo afectivo
como generador de maduración neurológica; pero sobre todo Jean Piaget, Henry
Wallon, Sigmund Freud.

ENMIE PIKLER

Motricidad autónoma y cuidados privilegiados.


La calidad y las condiciones del acompañamiento que ofrece
el adulto, desde este enfoque pedagógico, permiten que las
niñas y niños pequeños puedan desplegar una gran
variedad de actividades autónomas durante su interacción espontanea con el
entorno sin necesidad de que el adulto intervenga o dirija su actividad: el niño es
quien protagoniza su propio desarrollo psicomotor, quien conquista y ejercita por sí
mismo las posturas y movimientos que le llevarán, desde que nace, a alcanzar la
verticalidad y la marcha estable con equilibrio tónico, buena coordinación, con plena
conciencia de sí mismo y de su entorno, al tiempo que integra vivencias de éxito y
competencia, que nutren su autoestima y sensaciones de placer y bienestar, que
ansían su confianza básica en el adulto.
HENRY WALLON, aporte de Teoría Genética, aporta conceptos
como el acto motor y la relación entre tono muscular y emoción
y presentación mental.

ENRIQUE PICHO RIVIERE, partió del psicoanálisis, permitió


comprender la incidencia en el psiquismo del escenario
en que se desarrollan los vínculos en relaciones concretas de existencia.

WINNICOTT, aportó con fundamentos de la importancia la relación


Del adulto cuidador con el niño, la relación fundamental de la madre.

JOHN BOLWBY, aportó en el análisis de las conductas de apego,


de separación y de comunicación.

MYRTHA CHOKLER, profundizó sobre la autonomía y los organizadores


de desarrollo aportando con Agnes Zsanto con una propuesta para la
observación del desarrollo infantil.
I.- BASES NEUROLOGICAS, PSICOLOGICAS Y PEDAGOGICAS DE LA
PSICOMOTRICIDAD

I.1. BASES NEUROLOGICAS.-

EL TONO MUSCULAR

Es definido por Barraquer Bordas como "un estado de tensión permanente de los


músculos" de origen esencialmente reflejo, variable, cuya misión fundamental tiende
al ajuste de las posturas locales y de la actividad general, y dentro del cual es
posible distinguir de forma semiológica diferentes propiedades". Es una actividad
regida por el sistema nervioso central.

El estudio semiológico del tono comienza con la inspección del niño desnudo, que
informa a su vez, sobre su estado de nutrición y el volumen de sus músculos. La
maniobra semiológica consiste en tomar a plena mano la masa muscular en estudio-
generalmente deltoides, bíceps o gemelos-, evitando abarcar los huesos
subyacentes. Si se intenta pinzar los músculos con índice y pulgar es probable que
se mida sólo la consistencia del panículo adiposo.

La mayor o menor dificultad que presentan los músculos y tendones a la


movilización pasiva puede medirse en forma directa o indirecta.

La pasividad directa o resistencia a la movilización se aprecia actuando sobre el


segmento corporal en estudio. Para determinarla en los músculos cervicales se
moviliza la cabeza a distintas posiciones, en general, en el cuello, el plano extensor
ofrece mayor resistencia; es decir, muestra menor pasividad que el plano flexor.

Para establecer la pasividad indirecta se actúa sobre un segmento de cuerpo


proximal en relación al segmento a evaluar. Movilizándolo con suave balanceo se
mide la mayor o menor amplitud de los desplazamientos que imprime al segmento
distal. La cabeza del recién nacido y del lactante muy pequeño muestra amplia
pasividad indirecta, pero va adquiriendo firmeza semana a semana y, hacia el cuarto
mes, ya casi no se balancea al rotar el tronco.
Durante el primer año de vida, el tono muscular muestra amplias variantes como
parte del proceso madurativo. Después de la dura lucha librada durante el parto y
como respuesta al cúmulo de estímulos nociceptivos, los neonatos suelen presentar
tono muscular elevado. Sobreviene luego una etapa durante la que deben adaptarse
al mundo externo.

Normalmente hay concordancia entre las tres propiedades del tono muscular: los
lactantes con masas musculares consistentes pequeñas o voluminosas-presentan
elevada resistencia a la movilización pasiva, escaso balanceo y extensibilidad
limitada. Características inversas se asocian con los lactantes de músculos poco
consistentes.

El tono muscular evoluciona en el decurso de los meses manteniendo cierto


paralelismo entre sus varias propiedades, particularmente entre la pasividad y
la extensibilidad. La consistencia es más independiente ya que pueden modificarla
por separado factores nutricionales y metabólicos.

La calidad del tono muscular constituye una característica inherente a cada niño,


puesto que dentro de los límites normales para las distintas edades hay múltiples
matices individuales.
Los niños con músculos de consistencia elevada y pasividad y extensibilidad
escasas, mantienen en estado de vigilia una franca actitud antigravitatoria. En
cambio, los niños con tendencia a la hipotonía parecen adaptar su masa corporal a
las formas del plano sobre el que apoyan, y los miembros, abducidos, quedan
laxamente flexionados.
Las emociones se expresan a través de sutiles variantes de tono y las actitudes. Es
lo que Ajuriaguerra llama "el dialogo tónico", el lenguaje de la afectividad. Constituye
la manera de expresión fundamental del niño pequeño, cuyas huellas persisten toda
la vida, como elemento coadyuvante de la actitud y la expresión corporal (Wallon).
Pero la calidad tónica del niño no determina solamente como es visto por los demás,
sino cómo se siente a sí mismo, como asimila los datos que le proporciona su
propioceptividad para la elaboración de la imagen de su cuerpo, y a sí mismo, como
el ve y siente al mundo.

REFLEJOS ARCAICOS
Los reflejos son reacciones automáticas desencadenadas por la estimulación de
diferentes receptores y que tienden a favorecer la adecuación del individuo al
ambiente.
En el niño, los reflejos fijan el ritmo del desarrollo psicomotriz. A medida que avanza
el desarrollo neurológico (maduración del Sistema Nervioso) los estímulos que
desencadenan los reflejos, van provocando respuestas menos automáticas en las
que se detecta el componente cortical.
A partir de los reflejos arcaicos, utilizando los elementos que proveen sus esquemas
de acción, y aprovechando la experiencia adquirida al ejercitarlos, se desarrolla la
actividad psicomotriz voluntaria.
Al analizar el desarrollo psicomotor durante el primer año de vida, es posible
sustentar que gran parte de los automatismos con componentes corticales
adquiridos en el curso de la maduración, reeditan reflejos, sinergia y automatismos
arcaicos desaparecidos con anterioridad. A medida que avanza el desarrollo del
sistema nervioso, los estímulos que desencadenan reflejos, van provocando
respuestas menos automáticas en la que empieza a manifestarse la acción de
componentes corticales.
Estos automatismos arcaicos, después de un intervalo en que estuvieron ausentes,
inhibidos por la maduración cortical, reaparecen en las nuevas conductas del niño.
Al resurgir a un nivel superior, perfeccionados, enriquecidos por aportes afectivos e
intelectuales, son aún reconocibles, sugiriendo que sobre esos moldes primarios se
estructuran los nuevos logros.
Este período “silencioso” o intervalo libre para la mayor parte de la actividad arcaica,
abarca un lapso que se inicia desde principios del tercer mes y que, según el reflejo,
se extiende más o menos hasta el segundo trimestre.
El período silencioso parece brindar al organismo un compás de espera, que le
permite adquirir la experiencia corporal suficiente, para estructurar nuevos logros en
base a los moldes primarios existentes.

I.2. BASES PSICOLOGICAS DE LA PSICOMOTRICIDAD


El término psicomotricidad ha sido desde su surgimiento uno de los conceptos más
debatidos dentro del campo de la Psicología del Desarrollo, y uno de los que más
ligado suele estar a las concepciones que sobre el psiquismo infantil tienen aquellos
que se dedican a su estudio.
En este sentido, la educación psicomotriz, entendida como el sistema de influencias
educativas dirigidas a garantizar tal desarrollo psicomotor, y que fue formulado en
una época tan temprana como 1905 por Dupré, constituyó la base para un análisis
de las reflexiones acerca del movimiento corporal y su relación con el desarrollo
psíquico, y promovió el surgimiento de diversas tendencias respecto a la aplicación
de actividades para posibilitar la más plena expresión de las potencialidades físicas
y motoras de los niños, y su consecuente efecto sobre los procesos y funciones
psicológicas.
Muy en estrecha relación con estas concepciones
surge igualmente el concepto de la educación por
el movimiento, teoría surgida en la Universidad
de Lovaina. Esta consiste en una disciplina
que se centra básicamente en el desarrollo
de la personalidad, ejerciendo una acción
sobre la conducta motora del individuo mediante
su actividad corporal.

En este sentido, va a reconocer la estrecha


relación entre el psiquismo y la motricidad, y la
formación de capacidades en las que ambas funciones,
físicas y psíquicas, están íntimamente interrelacionadas y tienen un efecto para toda
la vida del individuo.
Estos planteamientos relativos a la posibilidad de ejercer una acción sobre los
movimientos corporales derivaron en tendencias relacionadas con tal ejercitación,
según A. Lapierre, que, tratando el mismo problema, lo hicieron desde enfoques y
perspectivas distintas.
Tal es el caso del concepto de neuromotricidad,
en la que se concibe la función motriz según
el nivel de maduración del sistema nervioso
central, y donde el movimiento es un acto
funcional que está determinado por un impulso
motor, proveniente de una estimulación nerviosa
periférica. Desde este punto de vista, la neuromotricidad
tiene un fuerte componente anátomo fisiológico,
donde los errores motores son consecuencia del mal
funcionamiento de la estructura orgánica correspondiente.
Por otra parte, está la psicomotricidad, que plantea una relación interdependiente de
la actividad psíquica y la función motriz, en la que el movimiento es visto como una
forma de expresión del pensamiento e inseparable del psiquismo. Este concepto
tiene una profunda base psicológica, según la cual el psiquismo determina la razón
del movimiento y, desde este criterio, cualquier alteración motora nunca es
anatómicamente localizada, y afecta a todo el sistema nervioso.
De acuerdo con este concepto, la actividad psicomotriz tiene una función
preponderante en el desarrollo de la infancia, especialmente durante los primeros
años de vida, en los que los niños descubren sus habilidades físicas y adquieren un
control corporal que les permite relacionarse con el mundo de los objetos y las
personas, hasta llegar a interiorizar una imagen de sí mismos.
Toda acción que realizan los infantes, bien sea una simple actividad con objetos, un
juego o una actividad motora, implica siempre un movimiento, una traslación, un
desplazamiento. Así, su acción psíquica y la expresión corporal gestual y afectiva
reflejan su vida interior, sus ideas, sus pensamientos, emociones, inquietudes, y
hacen evidentes los procesos internos mediante los cuales estos se llevan a cabo.
Esto está dado porque históricamente el análisis de la vida mental y la actividad
corporal se han visto como dos realidades separadas, y el concepto ha venido a
llamar la atención sobre la significación psicológica del movimiento, eliminando el
concepto dualista de la personalidad, por la integración de una unidad dialéctica del
movimiento y la vida mental.
Distinguir entre la motricidad y la psicomotricidad no significa diferenciar dos
realidades diferentes, dos facultades o sectores o tipos de actividad, sino establecer
una diferencia de puntos de vista, una diferencia de nivel de análisis de una realidad
que es indisolublemente psicológica y fisiológica. Así, la motricidad puede ser
valorada como el movimiento visto desde su perspectiva anatómica y su
funcionamiento orgánico; es el movimiento considerado anátomo fisiológica y
neurológicamente, mientras que la psicomotricidad es este mismo movimiento, visto
como una actividad del organismo total que expresa toda la personalidad; es decir,
verla, además, al nivel psicológico, por lo que un mismo acto puede ser definido
como motor y psicomotor, en dependencia del criterio de análisis.
Si esto es así, falta entonces comprender la psicomotricidad desde el punto de vista
genético, cómo se produce el movimiento en el curso de la evolución de la niñez, y
cómo se expresa el desarrollo motor, y su relación con los otros procesos mentales,
y cómo, al estimular motrizmente, se produce de manera análoga una estimulación
psicológica. Es por ello que, aceptando conceptualmente esta relación entre lo motor
y lo psíquico, no cabe establecer diferencias entre la educación motriz y la
psicomotriz.
Dentro del desarrollo integral de la infancia,
el movimiento se entiende como una vía de
relación y expresión con la realidad circundante,
así como la manifestación de los procesos de
autoafirmación y construcción del pensamiento.
Por lo tanto, el movimiento, las sensaciones, las
percepciones, la experimentación de posibilidades
de desplazamiento y equilibrio, el contraste entre
transitar en espacios abiertos y cerrados, el control
de los movimientos gruesos y finos, el cuidado
e higiene de sí mismos, entre otros procesos y
funciones, no pueden ser concebidos en forma aislada, sino en el contexto
globalizador de toda su actividad general.

Cuando un niño o niña pequeños realizan una acción con objetos, como puede ser
la construcción de una pirámide de discos superpuestos, hay un elemento
cognoscitivo en la acción que realiza (construir la pirámide), pero requiere de
determinado nivel de su motricidad fina para poder ubicar los discos, de acuerdo con
los resultados del proceso mental, y conjuntamente sienten emociones que se
derivan del proceso de su acción y de las posibilidades del éxito o el fracaso al
realizar la tarea. Pensamiento, emoción y movimiento unidos en la realización de
una actividad eminentemente intelectual.

Desde este punto de vista, cuando un niño o niña realiza una actividad de Educación
Física, en la que aparentemente solo se está ejerciendo una estimulación motora,
por ser el contenido fundamental de la actividad, se está igualmente ejerciendo una
acción sobre sus procesos psíquicos (indispensables para la comprensión y
realización de la actividad motriz), y sobre sus procesos afectivos (en la medida en
que esta provoca reacciones emocionales, relacionadas con el logro o fracaso de la
actividad que se plantea).
Entonces, ¿qué queda para las actividades psicomotrices como tales una vez que se
da esta diferenciación?

Entonces, ¿qué queda para las actividades psicomotrices como tales una vez que se
da esta diferenciación?
Aunque varían los enfoques, al revisar los programas educativos dirigidos a la
estimulación de la psicomotricidad se destacan tres aspectos cardinales para ejercer
una estimulación:
La imagen corporal.
La estructuración del espacio.
La estructuración temporal.
La imagen corporal tiene que ver con el conocimiento que los niños van
progresivamente estructurando con respecto a su cuerpo, lo cual incluye sus
características físicas y las posibilidades de acción motora que le ofrece, así como la
constitución o formación de su identidad personal y su sentido de pertenencia a un
grupo social.
La estructuración espacial se refiere a la noción que construyen a través del
movimiento, el desplazamiento y la orientación en el espacio, tomando como punto
de relación su cuerpo, respecto a los objetos, las personas y las situaciones de su
medio natural y social que los rodea, así como su ubicación espacial (cerca, lejos,
adelante, derecha, izquierda, etc.).
Por estructuración temporal se entiende la «capacidad de la niñez para ubicar
hechos en una sucesión de tiempo, noción que le permite paulatinamente adquirir
los conceptos de duración, orden y sucesión en que se dan los acontecimientos».
En realidad, esto está dado por el hecho de que, al analizar la psicomotricidad desde
el punto de vista del desarrollo del individuo, sea cual sea la posición asumida por
los educadores, se presentan dos puntos de vista:
 La psicomotricidad como categoría psicológica , en la que está presente
la concepción de la unidad de los procesos cognoscitivos, afectivos y
motores, y en la que cada acción del individuo, no importa el momento
del desarrollo que se considere, es un acto único de tales componentes.
 La psicomotricidad como categoría pedagógica , referida a la
organización del sistema de influencias educativas dirigido a la
consecución de los logros del desarrollo, y que implica considerar la
diferenciación de los distintos procesos y funciones, en la misma
medida en que se transforma la relación entre unos procesos y otros.

I.3 BASES PEDAGOGICAS DE LA PSIC0MOTRICIDAD


La Psicomotricidad es el proceso pedagógico que permite la interacción adecuada y
pertinente entre la acción motriz (movimiento) y el desarrollo cognitivo del Ser
Humano (esquema mental, intelecto del movimiento)

Bases de la Psicomotricidad Humana


Sensomotricidad
Desarrollo Motor
La Percepción

Componentes de la Psicomotricidad
·         Esquema Corporal
·         Lateralidad
·         Equilibrio
·         Coordinación
·         Espacio - tiempo
·          Ritmo
·         Motricidad: Fina y Gruesa

Esquema Corporal. 
Es el reconocimiento y conocimiento del propio cuerpo y el esquema mental que
cada individuo representa de este.
El desarrollo del Esquema Corporal proporciona el reconocimiento de las partes del
cuerpo, la funcionalidad, las interacciones que tienen entre las estructuras.
El cuerpo es el medio de expresión. Desde aquí se trabajan conceptos o nociones
arriba, abajo, adelante, atrás, adentro – afuera, las cuales deben tener directa
injerencia en el propio cuerpo.

Lateralidad.
Es el conocimiento de los lados del cuerpo (derecho, izquierdo).  Tiene estrecha
conexión con la Dominancia, la cual se da a nivel cerebral. Esta referida a que se
tienen pares e individualidades, pero que todo debe ser desarrollado motrizmente,
en igual de condiciones.
A partir del trabajo de este elemento el niño o niña identificará las nociones de
derecha – izquierda, iniciando por el reconocimiento en su propio cuerpo.  La
lateralidad contribuye con el proceso lecto-escritor.

Equilibrio.
Es la capacidad que posee el Ser Humano  para mantener el cuerpo en una posición
o adoptar diferentes posiciones. También se puede definir como esa capacidad de
conservar o mantener estabilidad corporal en  la ejecución de ciertas tareas
motrices.

Coordinación.
Es la capacidad del Ser Humano de combinar en una estructura única varias
acciones de manera fluida, armónica, eficiente y eficaz.

Espacio - Tiempo
Es la capacidad de ubicar las partes del cuerpo en relación con los objetos y los
objetos en relación al cuerpo, en un espacio y un tiempo. Además es el manejo
segmentario de las partes del cuerpo.  Es la conciencia del movimiento por unos
espacios de tiempo

Ritmo.
Es el manejo del pulso y el acento que se hace en la ejecución de las actividades
motrices.  Es la capacidad que tiene el organismo de alterar fluidamente las
tensiones y distensiones de los músculos por la capacidad de la conciencia.

Motricidad.
Es el manejo que se hace del propio cuerpo.  Esta se divide en:

 Motricidad Fina: Son movimientos que comprometen pocas estructuras


corporales. Por lo general son las actividades motrices donde están
comprometidas las vistas y las manos. Implica movimientos económicos,
precisos y funcionales como: rasgar, recortar, pintar, colorear, punzar.

 Motricidad Gruesa: Esta hace alusión a las totalidades, a los movimientos


que comprometen un número amplio de estructuras corporales.  Implica
movimientos amplios, como: reptar, gatear, caminar, saltar, correr, lanzar,
rodar, patear.
II.- EL MOVIMIENTO EN EL DESARROLLO DEL NIÑO

Moverse es esencial para vivir. Los movimientos


corporales posibilitan al niño relacionarse con su entorno
y a la vez desarrollar su cuerpo, su mente y su espíritu.
Podemos ver como evoluciona el niño a través de su
juego, y cómo se desarrollan sus habilidades psicomotoras
a través del movimiento hasta llegar a su máxima capacidad.
Las etapas del desarrollo psicomotor del niño
Descubrimiento y conquista del mundo
Durante los dos primeros años el niño “piensa haciendo”.
Es un ser actuante. Lo que percibe de sí mismo y de los
demás son las acciones y los resultados de las mismas.
A través de sus movimientos explora y comprende el entorno.
Todavía pasarán unos años hasta que desarrolle la
capacidad lingüística que le permita planificar, organizar
y analizar su acción. Mientras tanto, conviene facilitarle las cosas.
No se trata de saturarles, pero si posibilitarles la libertad de
movimientos suficientes para que vayan adquiriendo fuerza
y control en sus músculos de forma que puedan explorar, gatear,
dar sus primeros pasos, correr, saltar, modelar, dibujar, construir. Para dominar el
movimiento hay que moverse.

La psicomotricidad
La psicomotricidad es una disciplina que, a partir de la evolución corporal y del
movimiento del niño, pretende favorecer el desarrollo de todas sus potencialidades
(sensoriomotoras, afectivas, cognitivas y relacionales).
Si es con su cuerpo como el niño descubre el medio, se relaciona, aprende y se
integra socialmente, hay que proporcionarle recursos y estrategias que favorezcan
su desarrollo. El movimiento influye directamente sobre su organización psicológica,
y por ello a través de la estimulación psicomotriz, dirigida o vivenciada, se ha de
fomentar su óptimo desarrollo global.

Desarrollo normal”
Muchos padres utilizan tablas de desarrollo para saber si su hijo evoluciona acorde a
su edad. Dichas tablas, organizadas por edades, sirven como punto de referencia,
pero hay que tener cuidado a la hora de interpretarlas.
A veces los niños se apartan de la norma y no significa necesariamente que sufran
trastornos de desarrollo. Cada niño posee su propio ritmo. Antes de alarmarnos,
consultemos con un especialista. 

Interpretar las señales


Podemos ver la evolución psicomotora e intelectual del niño sobre todo a través de
su juego. Cómo va consolidando sus destrezas físicas, desde el primer juego
sensorio-motor caracterizado por chupar, golpear, apilar, tirar… hasta los juegos de
reglas en los que han de realizar determinadas acciones y evitar otras.
O cómo los retos de coordinación que antes se le escapaban, –como saltar a la pata
coja o a la comba, ahora le resultan accesibles. Naturalmente le queda un largo
camino, pero si sigue practicando llegará muy lejos.
III. LA PSICOMOTRICIDAD EN NIÑOS CON HABILIDADES
DIFERENTES.

La Psicomotricidad se ha tratado desde diferentes perspectivas; pero es a


través de la psicología y de la pedagogía que en los últimos años ha adquirido
relevancia ya que la Educación Psicomotriz se ha ocupado de establecer modos
de intervenir el desarrollo del niño desde la educación, la reeducación o la terapia,
enfocándose principalmente en diversos aspectos que van desde las
dificultades de aprendizaje hasta la potenciación del desarrollo normal.

En este sentido la Psicomotricidad es una técnica, pero también es una forma


de entender la educación, basada en una pedagogía activa que aborda al niño
desde un enfoque global y que debe atender a las diferentes etapas del desarrollo.

Desde esta perspectiva, se plantea la Psicomotricidad como una alternativa en


la acción educativa del docente de educación especial, planteada desde una
pedagogía activa, flexible y crítica que pondere el movimiento a fin de mejorar
el desarrollo de las capacidades intelectuales, afectivas y sociales.
Por lo que se pone a consideración de los docentes de educación especial, la
Psicomotricidad, con el propósito de incidir en el desarrollo de los niños con
discapacidad y coadyuvar a la adquisición de los nuevos aprendizajes, llevando al
niño a través del movimiento a la formación de las estructuras cognitivas de
atención, memoria, percepción, lenguaje y a los niveles de pensamiento
superiores que le irán permitiendo interpretar las nociones de espacialidad,
temporalidad, velocidad, entre otros, al mismo tiempo le permitirán que su
movimiento sea más autónomo y consciente a través de la expresión y del
lenguaje.

El concepto "Psicomotricidad"

Desde una perspectiva general, la Psicomotricidad estudia la influencia del


movimiento en la organización psicológica general del individuo, ya que asegura el
paso del cuerpo anatomofisiológico al cuerpo cognitivo y afectivo.
En este sentido, Molina (2010) la entiende como la "Entidad Dinámica" que se
encuentra subdividida en dos elementos: 1) de organicidad: organización,
realización y funcionamiento, sujeta al desarrollo y a la maduración, que se
constituye en la función motriz y se traduce en movimiento, y 2) el aspecto
psicológico: que se refiere a la actividad psíquica con sus dos componentes;
socio-afectivo y cognitivo. Por lo que, para esta autora, la Psicomotricidad está
formada por "la relación mutua entre la actividad psíquica y la función motriz", (p.
56).

Para García y Fernández (2006) la Psicomotricidad indica interacción entre las


funciones neuromotrices y las funciones psíquicas en el ser humano, por lo que el
movimiento no es sólo una actividad motriz, sino también una “actividad psíquica
consciente provocada por determinadas situaciones motrices”, (p. 15).
Psicomotricidad y Desarrollo

La experiencia corporal, desde las primeras edades evolutivas, se abastece de


contenidos emocionales y afectivos, lo cual permite que emerjan con mayor
facilidad las diversas funciones cognitivas y motrices claves para el desarrollo de
cada estado evolutivo. Es decir; las experiencias que el niño con discapacidad van
teniendo con su cuerpo en relación con su medio ambiente permiten, tal y como lo
señala Piaget a lo largo de sus trabajos, elaborar esquemas y éstos a su vez le
permiten diferenciar y continuar sus experiencias hasta llegar a la elaboración
definitiva de su YO corporal.

Por tanto, se hace imprescindible en las primeras etapas evolutivas, la


experiencia de emplear la totalidad del cuerpo en el juego simbólico; el
comportamiento motor, la espontaneidad, el gesto, la postura, entre otros, como
los medios expresivos básicos por excelencia y por encima de la palabra. Una vez
iniciado el crecimiento como individuo, unido a la consolidación y al mismo tiempo
a la abstracción del esquema corporal, se van uniendo las imágenes que se hacen
con respecto al cuerpo, las cuales suelen ser fruto de los reflejos que se reciben
de los objetos (mundo objetal) como de los sujetos (mundo social).

A raíz de este proceso de conjugación entre las nociones de esquema e


imagen de la corporeidad, se construye un nivel de consciencia corporal adecuado
a cada edad evolutiva por la que se atraviesa. Para Vayer (1977) el YO corporal
es "el conjunto de reacciones y acciones del sujeto que tiene por misión el ajuste
y adaptación al mundo exterior", las cuales permitirán al niño ir elaborando una
imagen mental de su propio cuerpo, es decir, su esquema corporal, (p. 18).
La Lateralidad

Es un proceso que tiene una base neurológica, y es una etapa más de la


maduración del sistema nervioso, por lo que la dominancia de un lado del
cuerpo sobre el otro va a depender del predominio de uno u otro hemisferio.
En este sentido se considera una persona diestra cuando hay predominio
del hemisferio izquierdo y una persona zurda, cuando la predominancia es
del hemisferio derecho.

Para Viciana (1997) la lateralidad “es el

dominio funcional de un lado del cuerpo

sobre el otro y se manifiesta en la preferencia

de servirnos selectivamente de un miembro

determinado (mano, pie, ojo, oído) para

realizar actividades concretas” (p. 61).

La lateralidad es por consecuencia sinónimo

de diferenciación y organización global corporal,

donde están inmersos por lo tanto la coordinación,

el espacio y el tiempo.

Siguiendo este orden de ideas, se puede expresar que no existe un buen


desarrollo de la espacialidad si la lateralidad no está bien educada. Como
hemos señalado anteriormente, es fundamental que el niño conozca su
cuerpo, pero no es suficiente si no lo estructura y lo utiliza como es debido.
Con esto se quiere decir que la organización del espacio y del tiempo debe
correr paralelamente a la maduración corporal, es decir; que conozca las
partes de su cuerpo (noción del esquema corporal) pero que éste, le pueda
ubicar adelante-atrás, arriba-abajo, a un lado-al otro, en su cuerpo, en el
JJJJH
cuerpo de los otros y en los objetos (espacialidad).
V. METODOLOGIA, RECURSOS, Y ELABORACION DE
MATERIAL PARA LA PSICOMOTRICIDAD

Antes de iniciar las sesiones de psicomotricidad, reflexionamos acerca de


lo que es la psicomotricidad y su importancia en la educación infantil. En
clase trabajamos algunos conceptos necesarios para poder iniciar dichas
experiencias. Así definimos la psicomotricidad, como el área del
conocimiento que se ocupa del estudio y comprensión de los fenómenos
relacionados con el movimiento corporal y su desarrollo. Además de ser
una forma de abordar la educación que pretende desarrollar las
capacidades del individuo, a partir del movimiento y la acción.

A continuación diseñamos un conjunto de ejercicios – actividades para


niños y niñas de 2 a 3 años, utilizando la psicomotricidad como recurso
metodológico, para desarrollar las capacidades del individuo. (motor ,
afectivo, social, cognitivo) Algunas de estas propuestas didácticas, las
realizamos en el gimnasio. Y por último evaluamos nuestra actuación y su
nivel de idoneidad, así como la elaboración de proyectos de trabajo
psicomotor para el período de la educación infantil .

JJJJH
Intención

Con el objetivo de trabajar la construcción del esquema corporal,


analizamos, en primer lugar aspectos teóricos como control postural,
tónico, respiratorio, práxico, lateralidad, equilibrio, construcción del
espacio y del tiempo, en la etapa infantil, mediante una búsqueda
bibliográfica, a continuación diseñamos propuestas de trabajo, que
favorezcan el conocimiento del sujeto y su relación con el espacio y con
los otros, para ello nuestro contenido de trabajo fueron las siguientes
nociones fundamentales:

<Intensidad: contraste absoluto o relativo como fuerte y débil


<Grandeza: Grande/pequeño, largo/corto, lejos/cerca, alto/bajo,
ancho/estrecho, grueso/delgado, gordo/flaco.
<Velocidad: Rápido / lento.
<Dirección, situación, orientación: Hacia, desde, en, dentro, fuera,
antes,después, al mismo tiempo, lejos, derecha/izquierda, delante,
detrás, encima/debajo, principio/fin, durante, más acá, más allá,
entre, primero…

Y trabajar estas nociones fundamentales de todas sus formas expresivas


(se trata de hacerle vivir, analizar, generalizar y expresar) bajo todas sus
formas las significaciones:

a)A través de gesto: expresión corporal, danza, mimo.


b)Grafismo: arte abstracto (simbólico), o racional geométrico.
c)Sonido: expresión musical
d)Lenguaje verbal.

En el gimnasio del centro llevamos a cabo los ejercicios de

JJJJH
psicomotricidad planteados. Por último evaluamos nuestra actuación, así
como la repercusión que tiene esta metodología de trabajo en la
educación infantil. Entendiendo por tanto la educación psicomotriz como
una acción psicológica que utiliza los medios de la educación física con el
fin de normalizar o mejorar el comportamiento del niño. Y cuyo proceso
se basa en la actividad motriz y en la acción corporal, vivenciada.

Palabras claves

Esquema Lateralidad
Control postural Coordinación y disociación de
Control tónico Coordinación dinámica en general:
locomoción, carrera, salto…
Control Coordinación visomotriz: ojo-mano, ojo-
Tono muscular Organización espacio – temporal
Equilibrio El ritmo
Imagen mental La grafomotricidad

Objetivo

1.- Conocer la psicomotricidad, como técnica de


intervención educativa, en el desarrollo integral del niño y la
niña.

2.- Aplicar la educación psicomotriz como medio de


exploración del ser humano que le lleva al conocimiento de sí
JJJJH
mismo y de su entorno, para situar su acción educativa.

3.- Conseguir actitudes profesionales adecuadas a la


hora de la intervención práctica con los niños de educación
infantil.

Metodología

Tras el análisis de los contenidos de psicomotricidad,


diseñamos en pequeños grupos proyectos de intervención,
elaboramos dos sesiones de trabajo, una vivencial (los niños
juegan libremente, con la mediatización del profesor) y otra
funcional para niños y niñas de 2 a 3 años (el profesor es el
que propone el juego o juegos determinados para trabajar
algún aspecto en especial).

La estructura de ambas sesiones (vivenciadas o funcionales),


está organizada por los siguientes momentos:

Estructura de las sesiones de psicomotricidad

Ritual Es el momento del encuentro del saludo, o


de entrada reconocimiento los niños explican cómo se
encuentra, su estado de ánimo, a qué les
gustaría jugar, y se recuerdan las normas
Desarrollo básicas:
Aquí hayrespeto a los compañeros,
que diferenciar entre el se canta
tipo de
desarrollo de las actividades en las sesiones
vivenciadas o sesiones funcionales
Relajación En esta parte de la sesión (que es igual en
sesiones funcionales como en las
vivenciadas), los/as alumnos/as toman
conciencia de sí mismos/as y de su cuerpo, se
Representación relajan,
En descansan,
el momento de etc., mediante algunas
la representación los
alumnos, mediante el dibujo, el modelado, las
construcciones, disfraces, música representan
experiencias vividas durante la sesión. En
ocasiones el dibujo puede ser libre y no se
limita a lo vivido en la sesión, para así poder
facilitar la representación de aspectos que
los/as niños/as necesitan exteriorizar.

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Ritual de salida En ciertas ocasiones, la representación ya se
utiliza como ritual de salida, ya que el grupo
aprovecha este momento para hablar sobre
sus dibujos o representaciones y sobre cosas
que se han hecho en la sesión. Otras veces,
el ritual de salida puede plantearse con un
mismo patrón para todas las sesiones,
consistente en la explicación, por parte de
cada alumno/a, de algún aspecto que desee

Si se opta por este último planteamiento, sería


ideal que el ritual de salida tuviese lugar
siempre en un mismo sitio, preferiblemente,
donde se realiza el de entrada.

También es positivo, para marcar la


finalización de cada sesión, el crear un tipo de
despedida común en todas las sesiones, para
Ejemplificación de una sesión vivenciada

Título “Somos indios”


Hora 1 hora apx.
Grupo Grupo – aula de 2 – 3 años
Responsable Educador/a
Objetivos 1.- Vivenciar el cuerpo propio como lugar de
de la sesión placer sensorio-motriz.
2.- Vivenciar el cuerpo de forma diferenciada de
los demás como lugar de comunicación a nivel
tónico-emocional.
3.- Adquirir la capacidad de representar en
Materiales Pelotas, aros, papel, lápices, arcilla, plastilina,

Desarrollo

Ritual de entrada: Recordar los nombres de cada uno/a (se pueden utilizar
cancines que incluyen presentación de los participantes), y las normas
principales: pasárselo bien y respetar a los otros/as compañeros/as.

Propuesta: Juego libre con materiales, motivarles al principio, botando la


pelota, pasar dentro del aro, hacerlo rodar, saltar dentro y fuera del aro.
Para luego observar y dejarles que experimenten por ellos mismos con el
material.

Relajación: A través de las indicaciones del/la educador/a, llegar al estado


de relajación, mediante la utilización de diferentes técnicas y materiales
(sentados sobre los cojines, con música relajante levantamos los brazos y
los dejamos caer, imaginamos que dormimos…).
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Representación: Dibujo se les pedirá que intenten dibujar a lo que han
jugado.
Ritual de salida: Colocamos los dibujos realizados en un mural, los niños y
niñas van contando lo que han dibujado, y como se lo han pasado. Cantamos la
canción de despedida (“Somos los indios bravos”…)

Evaluación *

Ejemplificación de una sesión funcional

Título “Con mi cuerpo yo bailo”


Hora 1 hora apx.
Grupo Grupo – aula de 2 – 3 años
Responsabl Educador Educadora
Objetiv 1.- Trabajar la lateralidad.
os de la 2.- Estimular la coordinación viso-manual
sesión 3.- Concienciarse del propio esquema
Materiales corporal.
1 pelota, cubo, mantas, CD, folios, lápices,
colores, papel de embalar, tijeras, fixo…

Desarrollo

Ritual de entrada: Presentación del taller a los/as


niños/as. Sentados en círculo, se deben ir pasando, de uno en uno, una
pelota. En el momento en el que un participante tiene la pelota debe decir
su nombre.

Una vez hechas las presentaciones, nos ponemos


de pié y nos vamos pasando la pelota, con la condición de que debemos
decir el nombre de la persona a la que se la pasamos. Si no se acuerdan
de algún nombre, pueden preguntarlo antes de pasarla. A continuación
cantamos la canción: “Con un píe yo bailo...”

Propuesta :

1) Lateralidad: el profesor indica a los niños que


deben distribuirse por la sala y seguir los movimientos que éste
indique, al compás de una música de ritmo marcado y alegre.

Trabajo unilateral del cuerpo: levantar


simultáneamente brazo y pierna izquierda.

Después lo mismo con la derecha. Repetir varias veces.

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Trabajo cruzado de los miembros: brazo izquierdo
con pierna derecha (de forma simultánea) y viceversa.

Simultaneidad de brazos, alternando con


simultaneidad de piernas (miembros superiores e inferiores)

Trabajo cruzado de los miembros: simultáneamente


la pierna derecha con el brazo izquierdo, y viceversa.
Luego, dejar un espacio para la experimentación de
este tipo de movimientos, de forma libre

2) Coordinación viso-manual. Todos, uno al lado


de otro, debe realizar los siguientes ejercicios:

Lanzar la pelota por el suelo, describiendo


una línea recta. Caminar en línea recta, botando la
pelota por el camino. Lanzar la pelota a la pared con
las manos, e intentar recogerla. Encestar la pelota
dentro del cubo.

3)Esquema corporal: El/la edulcador/a irá mostrando láminas


con diferentes partes del cuerpo los/as alumnos deben ir
adivinando la parte del cuerpo que les muestra y señalarlas en
su cuerpo, representando su función( nariz-olfateamos, boca-
acción de comer…) . Luego serán ellos los que pidan, ver
alguna lámina en concreto y representarla.

Relajación: Por parejas, jugar a lavar las cabezas, dando un


masaje… A continuación se pide a los/as niños/as que se
posicionen sentados/as o, preferiblemente, estirados/as, sobre
una de las mantas o telas y, mediante la música, y a través de
las indicaciones del profesor/a, muy poco a poco han de
conseguir relajarse (desde la cabeza. hasta los pies).

Representación: Cada uno, en un folio, se dibujará , entre


todos harán un "collage" con los dibujos, pegando los dibujos
en un trozo extenso de papel de embalar .

Ritual de salida: Se analizará el mural, entre todos, donde se


encuentra su dibujo y como se ha dibujado. Para finalizar, de
pie en círculo, cantamos: “Manos arriba, a la cabeza, luego a
los hombros con gran destreza, a las rodillas luego a los pies,
manos cruzadas luego al revés, hacemos palmas muy
despacito y luego fuerte un gran saltito, y decimos Adiós”. Nos
despedimos hasta la próxima sesión

Evaluación *

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*La evaluación se basa en la observación del juego de los/as
alumnos/as. Ésta puede realizarse de forma individual o de
manera grupal (comentando los aspectos más importantes e
incidencias, de la sesión).

Observación individual: (Posibles elementos a evaluar)

Relación con el adulto: (ignora, no acepta, evita, se aproxima,


agresiva, dominante, pasiva, posesiva, destructiva...)

Relación con los iguales: (ignora, no acepta, evita, se


aproxima, agresiva, dominante, pasiva, posesiva, destructiva...)

Relación consigo mismo: (frustración, culpabilidad,


aislamiento, sufrimiento, negación culpa a los otros,
autoculpabilización, destrucción de objetos, afirmación,
oposición, capacidad de defenderse, participación,
impulsividad, conflictos, expresividad motriz, sentimientos,
pulsionalidad, aceptación de los rituales...).

Relación con los objetos: (ignora, no acepta, explora, fijación,


destrucción, los acapara, ordena, dispersa, tiempo dedicado,
acepta la prohibición del material...).

Relación con el espacio y el tiempo: (cualquier espacio, el


mismo espacio, necesidad de ampliar, tiempo dedicado a cada
espacio, limita su espacio, acepta al otro, comparte, necesita
compañía, desplazamientos, aceptación de límites...).

Tipo de juego: (juegos de imitación, juego presimbólico, juego


simbólico, juego de intercambio, juego constructivo, juego
sensoriomotriz, juego de normas...).

El siguiente momento de nuestra experiencia se desarrolló en


el gimnasio, durante dos horas aproximadamente; donde
realizamos, la propuesta planteada en la sesión funcional “2 a 3
años). Comenzamos sentados en círculo y pasando la pelota
mientras decimos los nombres y el libro que más nos había
gustado, cantamos canciones alusivas al cuerpo, de píe.
Escenificamos la siguiente canción:

“Con un píe, con un píe yo


bailo con un píe yo bailo y lo
paso bien, Con dos píes con
dos píes yo bailo
Con dos pies yo bailo y lo paso
bien…”
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Con la misma estructura fuimos introduciendo más elementos
corporales, brazos, manos, orejas, rodillas… Luego realizamos
los ejercicios de lateralidad, coordinación ojo – manual y
esquema corporal (v er propuesta).

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En la fase de relajación utilizamos música tranquila para
favorecer la concentración, y tumbados boca arriba, fuimos
nombrando las distintas partes del cuerpo y relajándolas, unos
minutos en silencio, y después nos levantamos despacio.

Pasamos a la fase de representación cada alumno/a, dibujó en


un folio una parte del cuerpo, que luego montamos en papel
continuo. Comentamos la experiencia, cómo nos habíamos
sentido.

Para finalizar la sesión en círculo cantamos la canción: “Manos


arriba…”.

Por último, analizamos la experiencia realizada, la necesidad


de planificar, para centrarnos en la consecución de los
objetivos planteados. Y como la psicomotricidad, favorece los
procesos de enseñanza-aprendizaje (actividad, aprendizaje
significativo, globalización, clima afectivo y organización del
ambiente). Elaboramos de forma individual proyectos de
intervención psicomotor para niños/as de 0 a 3 años.

Impacto en la comunidad educativa

Esta experiencia, responde a los procesos metodológicos de la


F:P, la cual, será eminentemente activa y participativa, donde
se pondrán en marcha procesos de acción-reflexión- acción
para que el grupo aprenda a construir sus propios
conocimientos.

Gracias a la colaboración del departamento de Educación


Física, tuvimos la oportunidad de desarrollar nuestra
experiencia psicomotriz en un espacio adecuado. La
coordinación interdepartamental, y la organización general del
centro son elementos de calidad, que posibilitan la práctica
docente.

Evaluación

Al realizar la evaluación en clase destacamos, como este modo


de actuar, facilita los procesos de interiorización de las
experiencias y técnicas de tal manera que se adquiere la
instrumentación y herramientas necesarias para la intervención
educativa. Además la interacción de los/as alumnos/as, (trabajo
en grupo), permite la capacidad de análisis, reflexión,

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participación y síntesis.

Con la lecturas y comentario – análisis de algunas propuestas


de trabajo de psicomotricidad, elaborados por el alumnado,
finalizamos nuestra experiencia.

ESQUEMA PARA REALIZAR UNA SESION DE


PSICOMOTRICIDAD

ACTIVIDAD PSICOMOTRIZ O EXPRESION CORPORAL

ASAMBLEA O INICIO
Se ubica en el espacio formando media luna o una ronda, se les
presenta el material a utilizar y construyen juntos las normas para este
trabajo: uso de espacio, materiales y respeto a sus compañeros.

DESARROLLO O EXPRESIVIDAD MOTRIZ


Se le invita a los niños que hagan un reconocimiento de su cuerpo y
luego del espacio, acompañados mejor por un ritmo que el docente
marca con algún instrumento de percusión, la cual ira incrementado la
rapidez.

RELAJACION
Propicia un clima de tranquilidad, donde los niños eligen un lugar
acogedor para echar a relajarse.

EXPRESION GRAFO PLASTICA


Expresan a través de diferentes técnicas lo que vivenciaron.

CIERRE
La docente al recoger los trabajos de los niños, les preguntan sobre su
producción, felicitando sus logros.

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ESQUEMA DE SESION DE PSICOMOTRICIDAD
METODO AUCOUTURIER

PRACTICA PSICOMOTRIZ BERNARD


AUCOUTURIER

1. RITUAL DE ENTRADA
El ritual de entrada es un momento de acogida: los niños son acogidos
siempre en un mismo espacio, estos pueden venir de otras aulas o si
es una actividad extraescolar serán llevados por sus padres o tutores.
Este momento ayuda al niño en la planificación de su acción,
elaborando su proyecto de juego, favoreciendo la comunicación, el
desarrollo de la identidad. Implica sentir la presencia o ausencia de los
demás compañeros y el respeto de las normas (La Ley).

2. ESPACIO SENSORIOMOTOR
En un ambiente de seguridad el niño llevara a cabo juegos de placer
sensoriomotor: trepará, saltará, rodará, se balanceará, girará, caerá,
jugará con el equilibrio, experimentando diferentes sensaciones
kinestesicas, propioceptivas y todo esto le llevará a tener conciencia
de su propio cuerpo y de sus posibilidades de movimiento.

3. ESPACIO DE JUEGO SIMBOLICO


Es el lugar donde el niño nos mostrará su emoción y su vida
fantasmática, sus gestos, su postura, su mímica, así como la
utilización que hace del espacio, de los objetos y del tiempo. Este
espacio potencia la expresión motríz y la creatividad con un material
apropiado.

4. ESPACIO PARA LA EXPRESIVIDAD PLASTICA Y EL LENGUAJE


Posibilitar en el niño el paso de la vivencia emocional a la
representación cognitiva, facilitar la descentración afectiva y favorecer
el acceso al pensamiento operatorio. Estos objetivos son propuestos a
través de la manipulación, experimentación y conceptualización.

5. RITUAL DE SALIDA
Al finalizar la sesión, el ritual de salida supone un paso, una
adaptación a la realidad a través del lenguaje, por medio del cual el

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niño podrá expresar todo lo que ha hecho y como lo ha vivido. Prepara
al niño para pasar a otro espacio, a otras actividades u otras personas.

BIBLIOGRAFIA

1. SHARMA, Fátima Matías de Vanya. Desarrollo psicomotor en la


infancia. 2012.
2. VASCONCELLOS, María de Fátima Babu. Las etapas del desarrollo
del niño de 0 a 6 años. 2016.
3. GARCIA, Adriana da Conceicao. El juego y la psicomotricidad.
4. ROSSI 2, Alanna. Consideraciones sobre la psicomotricidad en la
educación infantil. Revista Voces del Valle. 2012
5. SILVA, Daniele Araújo. La importancia de la psicomotricidad en la
educación de los niños. 2013.
6. ARTEAGA, Ch. m. Viciana. Desarrollo de la expresividad corporal.
Tratamiento globalizador de los contenidos de representación. 1997.
7. FONSECA, V. Manual de observación psicomotriz. 1998.
8. JPL Pradillo. Fundamentación conceptual para una intervención
psicomotriz en la educación física. 2002.
9. VDa. Fonseca. Manual de observación psicomotriz; significación
psiconeurológica de los factores psicomotores. 1998.
10. MTRA. Caridad Consejo Trejo. La psicomotricidad y educación
psicomotriz en la educación preescolar.

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