TPN9
TPN9
TPN9
TERRERO”
1- ¿En qué sentido decimos de la Iglesia que es Santa si sus miembros somos pecadores?
Si bien sus miembros son pecadores, la Iglesia es santa porque Cristo se entregó por ella para
santificarla. Todos sus miembros, son llamados “santos”.
La Iglesia, unida a Cristo, está santificada por Él; por Él y en Él, ella también ha sido hecha
santificadora. Todas las obras de la Iglesia se esfuerzan en conseguir la santificación de los
hombres en Cristo y la glorificación de Dios. En la Iglesia es en donde está depositada la plenitud
total de los medios de salvación. Es en ella donde conseguimos la santidad por la gracia de Dios.
2- ¿Qué es la canonización de fieles? ¿Qué lugar debemos dar a los santos y a la virgen María en
nuestra vida espiritual?
Canonizar a los fieles es el acto de proclamar solemnemente que los mismos han practicado
heroicamente las virtudes y han vivido en la fidelidad a la gracia de Dios, la Iglesia reconoce el
1
poder del Espíritu de santidad, que está en ella, y sostiene la esperanza de los fieles proponiendo a
los santos como modelos e intercesores. Los santos y las santas han sido siempre fuente y origen
de renovación en las circunstancias más difíciles de la historia de la Iglesia".
La Iglesia en la Santísima Virgen llegó ya a la perfección, sin mancha ni arruga. En cambio, los
creyentes se esfuerzan todavía en vencer el pecado para crecer en la santidad. Por eso dirigen sus
ojos a María”: en ella, la Iglesia es ya enteramente santa.
Tanto la Virgen como los demás Santos, deben ocupar un importante lugar en nuestra vida
espiritual dado que son intercesores para nosotros ante Dios.
Es católica porque Cristo está presente en ella. "Allí donde está Cristo Jesús, está la Iglesia
Católica". En ella subsiste la plenitud del Cuerpo de Cristo unido a su Cabeza, lo que implica que
ella recibe de Él "la plenitud de los medios de salvación" que Él ha querido: confesión de fe recta y
completa, vida sacramental íntegra y ministerio ordenado en la sucesión apostólica.
La Iglesia es católica o universal porque ha sido enviada por Cristo en misión a la totalidad del
género humano (cf Mt 28, 19).
«Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios. Por eso este pueblo, uno y único, ha de
extenderse por todo el mundo a través de todos los siglos, para que así se cumpla el designio de
Dios, que en el principio creó una única naturaleza humana y decidió reunir a sus hijos dispersos
[...] Este carácter de universalidad, que distingue al pueblo de Dios, es un don del mismo Señor.
Gracias a este carácter, la Iglesia Católica tiende siempre y eficazmente a reunir a la humanidad
entera con todos sus valores bajo Cristo como Cabeza, en la unidad de su Espíritu» (LG 13).
Se entiende por Iglesia particular, que es la diócesis, una comunidad de fieles cristianos en
comunión en la fe y en los sacramentos con su obispo ordenado en la sucesión apostólica. Estas
Iglesias particulares están formadas a imagen de la Iglesia Universal. En ellas y a partir de ellas
existe la Iglesia católica, una y única
Las Iglesias particulares son plenamente católicas gracias a la comunión con una de ellas: la Iglesia
de Roma, que preside en la caridad, porque con esta Iglesia en razón de su origen más excelente
2
debe necesariamente acomodarse toda Iglesia, es decir, los fieles de todas partes. En efecto,
desde la venida a nosotros del Verbo encarnado, todas las Iglesias cristianas de todas partes han
tenido y tienen a la gran Iglesia que está en Roma como única base y fundamento porque, según
las mismas promesas del Salvador, las puertas del infierno no han prevalecido jamás contra ella.
Están plenamente incorporados a la sociedad que es la Iglesia aquellos que, teniendo el Espíritu de
Cristo, aceptan íntegramente su constitución y todos los medios de salvación establecidos en ella y
están unidos, dentro de su estructura visible, a Cristo, que la rige por medio del Sumo Pontífice y
de los obispos, mediante los lazos de la profesión de la fe, de los sacramentos, del gobierno
eclesiástico y de la comunión. Es importante destacar que no se salva, en cambio, el que no
permanece en el amor, aunque esté incorporado a la Iglesia, pero está en el seno de la Iglesia con
el "cuerpo", pero no con el "corazón".
La Iglesia se siente unida por muchas razones con todos los que se honran con el nombre de
cristianos a causa del bautismo, aunque no profesan la fe en su integridad o no conserven la
unidad de la comunión bajo el sucesor de Pedro. Los que creen en Cristo y han recibido el
bautismo están en una cierta comunión, aunque no perfecta, con la Iglesia católica.
La Iglesia es apostólica porque está fundada sobre los apóstoles, y esto tiene un triple sentido:
a) Fue y permanece edificada sobre el fundamento de los Apóstoles, testigos escogidos y enviados
en misión por el mismo Cristo.
b) Guarda y transmite, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en ella, la enseñanza, el buen
depósito, las sanas palabras oídas a los Apóstoles.
c) Sigue siendo enseñada, santificada y dirigida por los Apóstoles hasta la vuelta de Cristo gracias a
aquellos que les suceden en su ministerio pastoral: el colegio de los obispos, al que asisten los
presbíteros juntamente con el sucesor de Pedro y Sumo Pastor de la Iglesia.
Se llama apostolado a toda la actividad del Cuerpo Místico que tiende a propagar el Reino de
Cristo por toda la tierra.
Siendo Cristo, enviado por el Padre, fuente y origen del apostolado de la Iglesia, es evidente que la
fecundidad del apostolado, tanto el de los ministros ordenados como el de los laicos, depende de
su unión vital con Cristo. Según sean las vocaciones, las interpretaciones de los tiempos, los dones
3
variados del Espíritu Santo, el apostolado toma las formas más diversas. Pero la caridad,
conseguida sobre todo en la Eucaristía, "siempre es como el alma de todo apostolado".