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Reporte de Investigacion

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Universidad Autónoma de Baja California.

Facultad de Ingeniería.

Trabajo Final. Reporte de investigación.

Equipo.

Martinez Perez Jesus David.

Quiroz Mendoza Victor Omar.

Grupo.

111

Fecha.

Mexicali, Baja California a 30 de Noviembre de 2018.


I. Introducción.

II. Antecedentes

La “depresión” como la conocemos ahora surgió durante el siglo XIX, para referirse a
una alteración en el sistema nervioso cuyas características más sobresalientes
reflejaban pérdida de energía, interés o placer, dificultad para concentrarse, pensar y
decidir, y la pérdida del apetito, sueño o actividad, tristeza, desadaptación social y
deterioro funcional (Berríos, Porter R, 1995; Berríos, 2008).

En 1980 se publica el DSM-III, donde por primera vez se incorpora la depresión


mayor entendida como una entidad igual donde, dado su origen y síntomas, muchos
aspectos psicopatológicos se descartan (Desseilles, Chang, Piguet, Bertschy y
Dayer, 2012).

En psiquiatría, el término “depresión” puede referirse a un síntoma, a un síndrome, y,


también, a una entidad nosológica (Masson, 1978). En su forma más amplia y
genérica, el término “depresión” abarca en sí mismo una población heterogénea de
trastornos (Masson, 2003), encontramos el trastorno distímico en uno y, en el
opuesto, el trastorno depresivo mayor, cuya modalidad más grave está representada
por la melancolía.

El síndrome depresivo existe desde que la humanidad se reconoce como tal.

En el trastorno distímico, a diferencia del trastorno depresivo mayor, los síntomas


tienden a superar los signos (depresión más subjetiva que objetiva). Esto significa
que las alteraciones del apetito y la libido no son características, y que no se observa
agitación o retraso psicomotor. La disminución de la latencia y la mayor densidad de
los movimientos rápidos de los ojos dos marcadores del estado depresivo en ambos
polos del espectro.

Se han identificado estructuras neuroanatómicas específicas y factores genéticos, y


se han acumulado suficientes indicios clínicos que indican que los trastornos del
estado del ánimo se asocian con pérdida de la regulación heterogénea de las aminas
biogénicas; hay coincidencia entre los síntomas del trastorno del estado del ánimo.
Se ha identificado compromiso directo de los sistemas de regulación neuroendocrina
(ejes suprarrenal y tiroideo) y de aquéllos que implican directa participación de
neurotransmisores, aminoácidos y péptidos neuroactivos; hay evidencia cada vez
mayor de que muy posiblemente también están involucrados los sistemas de
segundos mensajeros y los de regulación neuroinmunitaria, y se acepta también que
el estrés que acompaña al primer episodio provoca cambios persistentes de la
biología cerebral que, a su vez, pueden modificar los estados funcionales de los
neurotransmisores y los sistemas de señales intraneuronales. De otra parte, resulta
imposible ignorar y descartar la importancia de los denominados factores
psicoemocionales y de personalidad (Freud, 1973; Racker, 1977).

En la actualidad, los sistemas clasificatorios se han mostrado insuficientes para dar


cuenta del fenómeno clínico de la depresión. Así, el concepto de “depresión mayor”
parece no ser una entidad suficientemente válida y confiable por lo que, en
consecuencia, no otorga un campo sólido sobre el cual se puedan elaborar teorías
etiopatogénicas o discutir acerca de la respuesta diferencial de los tratamientos
(Parker, 2005).

Aspectos epidemiológicos han calculado que en Latinoamérica la enfermedad mental


es responsable del 8% de la carga de los DALY (disability adjusted life years), es
decir, los años de vida afectados por discapacidad, y del 33% de los YLD (years lived
with disability) o años vividos con discapacidad. Se prevé que hacia el año 2020 –
como ya se señaló– se va a producir un cambio significativo, ya que se espera que
los trastornos psiquiátricos sean responsables del 21% de la carga total de
enfermedad y que la depresión mayor alcance el segundo lugar entre todos los
trastornos considerados (Mosquera, 2006).

III. Planteamiento del problema.

3.1 Objetivo General.

Analizar signos de depresión en estudiantes de la Universidad Autónoma de


Durango; campus Benito Juárez; Mexicali.
3.2 Objetivo Específico.

 Buscar información documental y electrónica a cerda de los signos de


depresión.
 Ubicar en un mapa de Mexicali, Baja California, el consultorio psicológico
“sanando emociones”.
 Solicitar una entrevista a la psicóloga Aline Abarca experta en la materia de
psicología.
 Analizar la información obtenida de la entrevista a la Psicóloga Aline Abarca.
 Visitar la Universidad Autónoma de Durango, campus Benito Juárez, Mexicali.
 Solicitar autorización al director de la Universidad Autónoma de Durango
campus Benito Juárez, Mexicali, para la aplicación de encuestas.
 Elaborar encuestas con el objetivo de identificar los signos de depresión en
estudiantes de la Universidad Autónoma de Durango.
 Aplicar encuestas a los estudiantes de la Universidad Autónoma de Durango,
campus Benito Juárez, Mexicali.
 Analizar la información obtenida de las encuestas utilizando una herramienta
estadística.
 Determinar los signos de depresión presentes en los jóvenes de la
Universidad de Durango, campus Benito Juárez, Mexicali.
 Listar los diferentes signos de depresión.

3.3 Justificación.

IV. Hipótesis.

1.- Hi: Los alumnos de la Universidad Autónoma de Durango campus Benito Juárez
en Mexicali, Baja California presentan signos depresivos. Debido a qué ¿??

2.-HI: Los alumnos de la Universidad Autónoma de Durango campus Benito Juárez


en Mexicali, presentan signos de depresión debido al estrés académico. IGUALES
_:::::
V. Fundamento teórico.

Depresión.

La depresión definida desde sus raíces etimológicas proviene de latín “depressus”,


que significa abatido o derribado. La organización mundial de la salud (OMS), en el
año 2012, estimó que a nivel mundial hay 350 millones de personas que padecen
depresión, infiriendo que para el año 2020 se convertirá en la segunda causa de
incapacidad a nivel mundial, después de las enfermedades isquémicas. Últimamente
este diagnóstico se ha utilizado de manera indiscriminada para mencionar o
catalogar a nuestras “tristezas pasajeras”, siendo la desinformación el principal
causante de esta equivocación. Varios autores han definido a la depresión, pero
todos coinciden en que interactúan diversas modalidades: somática, afectiva,
conductual y cognitiva. Considerando que las distorsiones cognitivas en el análisis y
procesamiento de la información, son la causa principal del desorden a partir del cual
se desatan los componentes restantes. En el manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales (2014) se menciona que “el rasgo común de todos estos
trastornos es la presencia de un ánimo triste, vacío o irritable, acompañado de
cambios somáticos y cognitivos que afectan significativamente a la capacidad
funcional del individuo. Lo que los diferencia es la duración, la presentación temporal
o la supuesta etiología.”

Biológicamente encontraremos que la depresión se encuentra asociada a una


pérdida de los neurotransmisores de indolamina, serotonina y las catecolaminas,
norepinefrina y dopamina. A diferencia de la manía donde hay un exceso de estas.
Siendo los mejores antidepresivos los que utilicen los inhibidores de la recaptación
de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y
noradrenalina (ISRSN). (Gómez, R. & Cols., 2008). Teniendo esto en cuenta
podremos observar que la depresión no es solo una etiqueta, sino un trastorno que
afecta orgánicamente al sujeto, y presenta un deterioro en las tres esferas: biológica,
psicológica y social (bio-psico-social), cuando se tiene identificado lo ideal es un
tratamiento donde se contemple el uso de medicación (antidepresivos) y un proceso
terapéutico.
Los episodios de depresión deben de tener una duración de dos semanas aunque la
mayoría de los episodios duran bastante más) que implican cambios claros en el
afecto, la cognición y las funciones neurovegetativas, y remisiones inter-episódicas.
Es un trastorno recurrente y no episódico, por lo cual con el tiempo se ira agravando.

Tipos de depresión:

En el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (2014) menciona


que “los trastornos depresivos son el trastorno de desregulación disruptiva del estado
de ánimo, el trastorno de depresión mayor (incluye el episodio depresivo mayor), el
trastorno depresivo persistente (distimia), el trastorno disfórico premenstrual, el
trastorno depresivo inducido por una sustancia/medicamento, el trastorno depresivo
debido a otra afección médica, otro trastorno depresivo especificado y otro trastorno
depresivo no especificado”.

Las características que encontraremos son:

1. Accesos de cólera graves y recurrentes que se presenten verbalmente.


2. Los accesos de cólera no concuerdan con la edad cronológica.
3. Los accesos de cólera se producen, normalmente, tres o más veces por
semana.
4. El estado de ánimo entre estos episodios de cólera es persistemente irritable o
irascible la gran parte del día y es observable por parte de otras personas.
5. Los criterios 1 y 4 han estado presentes durante un año o más.
6. Estos criterios están presentes al menos en dos de tres contextos (por
ejemplo en casa, escuela, amigos, entre otros) y son graves.
7. El primer diagnóstico no se debe realizar antes de los 6 años o después de los
18 años.
8. Por la historia o la observación, los criterios empiezan antes de los 10 años.
9. No existe un periodo bien definido de más de un día durante el cual se hayan
cumplido todos los criterios sintomáticos, excepto la duración.
10. Los comportamientos no se producen exclusivamente durante un episodio de
trastorno de depresión mayor y no se explican mejor por otro trastorno mental.
11. Los síntomas no se pueden adjudicar a los efectos fisiológicos de una
sustancia o de otra afección médica o neurológica.

Trastorno de depresión mayor: Encontraremos en esta categoría cinco o más de


los síntomas presentes durante el mismo período de dos semanas y representan
un cambio del funcionamiento previo. Un estado de ánimo deprimido la mayor
parte del día, disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas
las actividades, pérdida importante de peso sin hacer dieta o un aumento de este,
insomnio o hipersomina casi todos los días, agitación o retraso psicomotor,
pereza o pérdida de energía casi todos los días, sentimiento de no ser útil o
culpabilidad excesiva o inapropiada, disminución de la capacidad para pensar o
concentrarse, pensamientos de muerte recurrentes (no sólo un miedo a fallecer),
ideas suicidas recurrentes. Estos síntomas causaran un malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas.

Trastorno depresivo persistente (distimia): observaremos que el estado de ánimo


deprimido durante la mayor parte del día, presente más días de los que está
ausente, hay presencia durante la depresión de dos o más de los siguientes
síntomas:

 Poco apetito o sobrealimentación


 Insomnio o hipersomina
 Poca energía o fatiga
 Baja autoestima
 Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones
 Sentimientos de desesperanza

Esto debe de ser presentado durante un período de dos años (un año en
niños y adolescentes).

Trastorno disfórico premenstrual: Se presentara este diagnóstico bajo los


siguientes criterios, en la mayoría de los ciclos menstruales, mínimo se deben
de presentar cinco en la última semana antes del inicio de la menstruación,
empezar a mejorar unos días después del inicio de la menstruación y hacerse
mínimos o desaparecer en la semana después del periodo.

 Labilidad afectiva intensa


 Irritabilidad intensa, o enfado, habrá aumento de los conflictos
interpersonales
 Estado de ánimo fuertemente deprimido, sentimiento de desesperanza
o ideas de auto rechazo.
 Ansiedad
 Dificultad para concentrarse
 Poco interés para las actividades cotidianas
 Letargo
 Cambio significativo en el apetito
 Alteraciones en el sueño
 Sensación de estar agobiada
 Sintomatología física como dolor o tumefacción mamaria, dolor articular
o muscular.

Trastorno depresivo inducido por una sustancia/ medicamento: Se presenta una


alteración persistente del estado de ánimo (cumpliendo las características antes
mencionadas en el diagnóstico de depresión) y estos síntomas son desarrollados
durante o poco después de la intoxicación o abstinencia de una sustancia o después
de la exposición a un medicamento. Afectan las tres esferas: bio-psico-social. En el
CIE-10-MC se mencionan las siguientes sustancias que pudieran causarlo: alcohol,
fenciclidina, otro alucinógeno, inhalante, opiáceo, sedante, hipnótico o ansiolítico,
anfetamina (u otro estimulante), cocaína u otra sustancia desconocida.

Trastorno depresivo debido a otra afección médica: Se presentara un lapso


significativo y persistente de estado de ánimo deprimido o una disminución notable
del interés, se presentan pruebas a partir de la historia clínica que el trastorno es la
consecuencia fisiopatológica directa de otra afección médica.
Personas a las que afecta la depresión.

Barradas, M. (2014) menciona que algunos estudios han demostrado que en México
han padecido de este diagnóstico alrededor del 9 y 13% de adultos.

En el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales 5ª edición (2014)


encontraremos que será común encontrar este diagnóstico de desregulación
disruptiva del estado de en menores que acuden a consultas de salud mental siendo
el motivo de consulta irritabilidad grave, persistente y crónica, infiriendo una mayor
incidencia en hombres y niños de edad escolar que en mujeres y adolescentes. Las
estadísticas cambian al hablar sobre depresión mayor, observando que las personas
entre la edad de 18 a 29 es tres veces mayor que la prevalencia en sujetos de 60
años o más. Las mujeres presentaran una estadística que llegan a ser 1.5 a 3 veces
mayores que los varones, iniciándose el trastorno en la pubertad.

Factores de riesgo.

Si hablamos del área académica encontraremos que como menciona Guadalupe


Galaz-Sánchez, M., & Cols. (2012) “influye la carga académica, la falta de apoyo y
orientación de parte del docente para desarrollar la práctica clínica…la depresión en
los estudiantes es multifactorial, progresiva y que el propio alumno no le ha dado la
importancia que se merece. Probablemente por el estigma relacionado a la
enfermedad mental, la falta de cultura del autocuidado y otros estilos de vida
saludables.”

Diferentes circunstancias pueden ayudar a desencadenar la depresión. Los


principales factores que aumentan el riesgo de caer en una depresión son:

 Haber sufrido algún episodio depresivo antes.


 Tener antecedentes familiares de este trastorno.
 Pérdida de seres queridos.
 Soledad.
 Estrés continúo.
 Tener problemas para relacionarse con los demás.
 Situaciones conflictivas en el entorno (por ejemplo, el trabajo u hogar).
 Haber sufrido traumas físicos o psicológicos (maltrato físico, abuso sexual,...).
 Padecer una enfermedad física seria o problemas crónicos de salud.
 El consumo de algunos medicamentos (por su acción a nivel químico).
 Abusar del alcohol o consumir otras drogas.
 Tras el parto, algunas mujeres son más vulnerables a la depresión post-parto.
Los cambios hormonales y físicos junto con las nuevas responsabilidades con
el recién nacido pueden ser difíciles de asumir.
 Tener una personalidad con alguna cualidad extrema (inseguridad,
dependencia, hipocondría, perfeccionismo, autoexigencia) predispone a
padecer depresiones.
 Temperamentales: Será un factor de riesgo para los niños que presentan una
irritabilidad crónica y suelen presentar historias psiquiátricas complicadas.
 Pobre manejo emocional
 Antecedentes familiares referentes a trastornos mentales
 Pérdida del trabajo, salud o extremidades

Alternativas de intervención en la depresión.

El paso más importante es reconocer y buscar ayuda para poder trabajar en este
trastorno, Barradas (2014) menciona que se puede trabajar mediante el uso de
medicación, en especial antidepresivos con ISRS y ISRSN, al conjunto de procesos
terapéuticos, siendo los que han mostrado estadísticamente una mejoría los
siguientes:

 Terapia con el enfoque psicodinámico


 Terapia con el enfoque cognitivo
 Terapia con el enfoque gestáltico
 Terapia con el enfoque narrativo

Consecuencias funcionales:
Se podrá observar que las consecuencias provienen de los síntomas individuales. El
desgaste puede ser muy ligero, por lo cual muchas personas que interactúan con las
personas que presentan este diagnóstico no son conscientes de los síntomas. Pero
el deterioro puede llegar hasta a la incapacidad completa, de modo que el paciente
deprimido va a ser incapaz de atender sus necesidades básicas de autocuidado.
Presentarán más dolor, más enfermedades físicas, disminución del funcionamiento
en las áreas biológicas, sociales y personales.

Depresión en estudiantes universitarios:

Las condiciones de la salud mental de los estudiantes cuando ingresan a la


universidad se puede ver mermada con el aumento de las exigencias académicas,
las dificultades en el desarrollo del aprendizaje y la adquisición de destrezas
poniendo en situaciones de fracaso o éxito, como menciona Rodas & Cols. (2010) “el
ritmo de estudio, la intensidad horaria, la exigencia de los docentes, las presiones de
grupo, la competitividad entre compañeros, lo cambios en los horarios de
alimentación y los cambios en el ciclo sueño-vigilia, pueden alterar esas condiciones
de salud.”

Jiménez & Cols. (2015) en su estudio grupal nos muestran que en una muestra de
2127 estudiantes universitarios se presentó un 12% con un puntaje que los califico
dentro de la categoría de síntomas clínicamente significativos de un probable
episodio depresivo mayor, observando que la población con el índice más alto era la
femenina.

VI. Método.

a) Búsqueda de información:

Se buscó información documental y electrónica a cerca de los signos de la


depresión y además se consultó con la psicóloga Aline Renee Abarca Mattar,
quien nos recomendó consultar la base de datos EBSCO para la obtención de
artículos referentes al tema de investigación, se utilizó el Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales Edición 5 Texto Revisado, siendo este
obtenido en biblioteca de la Facultad de Ciencias Humanas en la Universidad
Autónoma de Baja California.

b) Muestra y población:

La población son todos los alumnos de la universidad Autónoma de Durango


Campus Benito Juárez en Mexicali, Baja California; que se encuentren en la
modalidad escolarizada que son 674 alumnos (Beltrán, 2018). Se calculó una
muestra de 20 alumnos con un error de .066 (Hernández, 2012).La selección de
la muestra se realizó a través del método tómbola.

c) Instrumento de medición:

Se elaboró una encuesta con un total de 12 preguntas, 2 de ellas fueron abiertas,


una cerrada y el resto son compuestas, el contexto de aplicación se llevó a cabo
a través de entrevista (semi estructurada)

d) Análisis de resultados:

Se analizó la información obtenida de la aplicación de las encuestas utilizando


herramientas estadísticas descriptivas y el software Excel.

VII. Resultados.

VIII. Conclusiones.

IX. Referencias.

Botto, A; Acuña, J. y Jiménez, J. P. (2014). La depresión como un diagnóstico


complejo. Revista médica de Chile. 142 (10). Recuperado el día 19 de octubre del
2018. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=231018668005

Hernández, G. (2007). Fenomenología de algunos síntomas de la depresión. Revista


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American Psychiatric Association (2014). “Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales 5ª edición DSM-5”. Editorial medica panamericana.

Gómez, R.; Hernández, B.; Rojas, U.; Santacruz, O. y Uribe, R. (2008) “Psiquiatría
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Editorial Javeriano.

Guadalupe Galaz-Sánchez, M., Remedios Olivas-Peñuñuri,M. & Jesús Luzania-Soto,


M. (2012). Factores de Riesgo y niveles de depresión en estudiantes de enfermería
de la universidad de Sonora. Boletin clínico hospital del Estado de Sonora, 29 (2), 46-
52.

Jiménez Tapia, A., Wagner, F., Rivera Heredia, M.E., & González-Forteza, C. (2015).
Estudio de la depresión en estudiantes de la Ciudad de México y del Estado de
Michoacán por medio de la versión revisada de la CES-D. Salud Mental, 38 (2). 103-
107.

Rodas, J., Vélez, L., Isaza, B., Restrepo, E. & Quintero, L., (2010). Depresión en
estudiantes universitarios y su asociación con el estrés académico. CES Medicina,
24 (1), 7-17.

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