Ud7 - Ensayos Mecánicos y Su Aplicación A La Caracterización de Uniones Soldadas (IV)
Ud7 - Ensayos Mecánicos y Su Aplicación A La Caracterización de Uniones Soldadas (IV)
Ud7 - Ensayos Mecánicos y Su Aplicación A La Caracterización de Uniones Soldadas (IV)
OBJETIVOS
Adquirir las competencias necesarias para el reconocimiento de los aspectos más relevantes de
los ensayos de uniones soldadas y de soldabilidad.
CONOCIMIENTOS
Cualquier ensayo, por lo tanto, nos va a dar unos resultados de una cierta zona de la unión,
o bien un valor medio del total o parte de la soldadura. Los resultados que se obtengan
deberán ser interpretados teniendo siempre en cuenta estas circunstancias.
Otro factor a considerar a la hora de seleccionar un tipo de ensayo es el coste del mismo y el
tiempo preciso para efectuarlo. Por ejemplo: es sabido que los ensayos de tracción y de dureza
nos dan una indicación de la resistencia. El ensayo de dureza es más sencillo de llevar a cabo y
más barato, pero no es adecuado si lo que queremos determinar es la resistencia real de una
determinada soldadura, siendo, por otro lado, perfectamente satisfactorio para conocer si un
determinado tratamiento térmico ha sido efectuado en las condiciones establecidas. Cada ensayo
tiene sus propios límites de aplicabilidad, que habrá que conocer para que los resultados
obtenidos sean realmente representativos de la característica que se intenta evaluar.
Los ensayos de tracción, dureza y doblado son los que, con mayor frecuencia se emplean
para determinar la resistencia a la rotura y la ductilidad de un material. Por el soldeo se
modifica la estructura metalúrgica, siendo importante conocer el efecto de estos cambios
sobre las propiedades mecánicas. Por ello, estos ensayos pueden indicarnos las características
más importantes de una unión soldada, empleándose también para cualificar los
procedimientos de soldeo y los soldadores según es requerido por la mayoría de los códigos.
En el caso de querer tener los datos reales sobre una soldadura determinada,
no hay otra solución que efectuar el soldeo en idénticas condiciones a como se
va a ejecutar durante la fabricación y estimar, en estas condiciones, el porcentaje
de dilución en función de las características del proceso empleado.
Probeta
Transversal
Por ello, este tipo de ensayo es solamente válido para conocer la resistencia a la tracción de
la soldadura y valorar su “rendimiento” en términos de resistencia únicamente. En este
sentido, son exigidos por diferentes códigos para las cualificaciones de los procedimientos de
soldeo, indicando que sólo se reflejen los valores de carga de rotura obtenidos y la zona en
que la rotura se produce.
Los resultados de los ensayos de dureza nos facilitan información sobre las modificaciones
metalúrgicas debidas al fenómeno del soldeo. Por ejemplo:
Los valores de dureza nos pueden informar de cómo han sido utilizadas estas variables.
También se han utilizado los valores de dureza como representativos del comportamiento en
servicio de los conjuntos soldados y, en muchos casos, se han especificado valores máximos en
distintas zonas de las soldaduras. Este es un hecho que tiene su mayor importancia cuando existe
el riesgo de la presencia de hidrógeno. Existen casos de rotura que se han atribuido a la
negativa combinación de elevadas durezas y altos contenidos de hidrógeno.
Se puede decir que los ensayos de dureza son de gran utilidad para conocer con bastante
aproximación las características de ductilidad y resistencia de la unión. Es además un
ensayo muy versátil y generalmente de bajo coste.
Existen diferentes tipos de ensayos de doblado que se emplean para evaluar la ductilidad y
detectar la posible presencia de defectos en las uniones soldadas. Las probetas pueden ser
longitudinales o transversales al eje de la soldadura y son sometidas al doblado mediante
utillajes que les permitan libertad de movimientos, doblado libre, o que limiten la deformación si
este es dirigido o guiado.
Donde:
t
e= ⋅ 100 e = % de alargamiento.
2R + t t = espesor inicial del material.
R = radio de curvatura de la superficie interior.
Los ensayos con probetas transversales son normalmente empleados para calificar operarios,
debido a que, de esta forma, se suelen hacer patentes posibles defectos de ejecución que no son
revelados mediante el ensayo de tracción. No hay que olvidar que, al igual que las probetas de
tracción transversales al eje de soldadura, la forma de doblar puede ser distinta, en función de
las distintas propiedades a la flexión que tienen las diferentes partes que componen la probeta.
Cuando las propiedades entre las distintas zonas de una soldadura difieren
considerablemente, o se sueldan distintos materiales entre sí, es conveniente utilizar una
probeta de doblado longitudinal, es decir con su eje en la misma dirección que el de soldadura.
En este caso el eje de doblado es perpendicular al de la soldadura y tanto el material base, como
la zona térmicamente afectada y el metal de aportación, sufren el mismo esfuerzo de doblado.
Con el fin de poder facilitar la rotura de las probetas, la norma permite realizar una ranura en
la soldadura.
En la figura se muestra el
ensayo que se utiliza para
conocer la calidad del
cordón depositado en
ángulo.
Dichos ensayos utilizan probetas de tracción en las que se ha practicado una cierta entalla y
a las que, artificialmente, se aporta hidrógeno. Las probetas se someten a una carga
constante y se mide el tiempo que tardan en romper.
Las comparaciones entre diferentes materiales, mediante este ensayo, se efectúan sobre la
base del número de veces que ocurre la rotura a una carga determinada y sobre la magnitud
resultante del esfuerzo crítico inferior.
Existen otros ensayos cuya aplicación es menor que los anteriormente expuestos, pero
también son aptos para determinar ciertas características que interesa conocer de las uniones
soldadas. Muchos de estos ensayos han surgido en centros de investigación o de trabajo y su
ejecución no está aún normalizada, ni son generalmente exigidos por los códigos o
especificaciones de fabricación.
Ensayo Lehigh
Evalúa la resistencia al desgarre laminar. Los resultados de este ensayo son reproducibles y
proporcionan unos valores cuantitativos de la susceptibilidad de los aceros al desgarre.
Mientras se aplica la carga, un dispositivo de medición de esfuerzos permite conocer los que se
producen a través del espesor de la chapa en ensayo, el esfuerzo al cual se reproduce el
desgarre se denomina nivel de sujeción crítico de la soldadura que se mide en MPa.
Las cargas externas pueden aplicarse en cualquier momento durante el soldeo y ser
mantenidas por períodos establecidos, lo que hace que este ensayo sea de mayor versatilidad.
Después de realizar diferentes series de ensayos, la Universidad de Lehigh llegó a las siguientes
conclusiones:
• Evaluar:
− El efecto del metal de base.
− El efecto del metal proyectado.
− La preparación de la superficie de la pieza.
− Las condiciones de proyección sobre la adherencia de las capas metálicas.
• Controlar las operaciones de metalización.
La probeta está constituida por una parte cilíndrica, la extremidad de la cual ha recibido el
recubrimiento metálico, y de una cabeza de tracción que le une a aquella mediante un adhesivo
con el fin de poder aplicar una carga de tracción sobre el recubrimiento.
La cara plana de la parte de la probeta de ensayo, constituida por un metal base especificado, se
prepara para recibir la capa de proyección, a continuación se proyecta el metal de aportación para
obtener un depósito mínimo de 0,6 mm.
Las superficies metalizadas se nivelan antes de la unión. Durante esta operación es importante
no producir tensiones térmicas o mecánicas y asegurarse de que la superficie acabada es
perpendicular al eje de la probeta de ensayo y de que la capa proyectada, en su estado final, tiene
un espesor de al menos 0,5 mm.
Después de que la capa proyectada se ha nivelado, se une al depósito la cabeza de tracción, de tal
forma que se obtenga un esfuerzo de tracción perpendicular a la superficie de adherencia.
Se define soldabilidad como la aptitud de un metal para ser unido por soldadura. La
amplitud de propiedades que esto supone, hace que no exista un determinado ensayo con el que
se pueda evaluar esta característica, dada la diversidad de variables que influyen en una unión
soldada, tales como:
• Composición química.
• Microestructura.
• Naturaleza de los óxidos.
• Dimensiones.
• Rigidez.
• Posicionado.
• Acabado superficial.
• Condiciones de servicio.
• Etc.
A pesar de lo anterior, se efectúan una serie de ensayos que proporcionan datos útiles, los cuales
permiten conocer con cierto grado de confianza valores a considerar durante la ejecución de
las soldaduras, tales como:
• Proceso adecuado.
• Precalentamiento.
• Aporte térmico.
• Diseño de la unión.
• Etc.
Para predecir la dureza de la zona afectada térmicamente a partir de la composición del metal
base, se pueden emplear fórmulas del carbono equivalente junto con la ecuación del flujo
térmico aplicable a una determinada soldadura. Los resultados de este ensayo son que si los
valores de dureza, de la zona afectada térmicamente, son inferiores a 300 Vickers, el
agrietamiento en frío o por la acción del hidrógeno no va a suponer problema alguno, mientras
que si la dureza supera los 400 Vickers, existe dicho riesgo de agrietamiento.
El ensayo se efectúa sobre una serie de probetas de doblado entalladas que se someten a una
austenitización a 1150 ºC. Posteriormente se enfrían de forma tal que se consigan unos valores
de dureza iguales a los que se esperan en las zonas afectadas térmicamente. Si estas probetas
pueden soportar un doblado entre 10 y 20 grados se las considera suficientemente dúctiles para la
mayoría de las aplicaciones.
Ensayos Simulados
Para reproducir el efecto del calor durante el soldeo, y por lo tanto realizar un ensayo
simulado de soldabilidad, se emplean dos sistemas:
• Calentar y enfriar una probeta a lo largo de un ciclo térmico exacto al que se producirá en
una determinada soldadura.
• Además de someter las probetas al ciclo térmico anterior aplicar una carga controlada en
diferentes momentos del ciclo térmico.
Estos ensayos facilitan una valiosa información sobre las propiedades mecánicas de
diferentes áreas dentro de las zonas afectadas térmicamente, tanto durante el soldeo como
una vez finalizado el mismo. Lo que no consideran son las tensiones residuales, captación de
hidrógeno y otras condiciones que pueden originarse en soldadura.
Existen una amplia gama de ensayos que se efectúan sobre soldaduras con el fin de predecir
tanto la soldabilidad de un material como la compatibilidad entre materiales, aportes y
procesos utilizados que conduzcan a uniones soldadas satisfactorias.
Esto hace que los ensayos de soldabilidad se dividan en dos grandes grupos:
Nos vamos a centrar en el primer grupo, es decir, aquellos donde se pretende determinar la
compatibilidad metalúrgica entre el metal y el proceso a utilizar.
• Ensayo Murex.
• Ensayo Varestraint.
• Ensayo Tigmajig.
• Ensayo en T.
Ensayo Murex
La susceptibilidad al agrietamiento
en caliente se mide en función del
agrietamiento que experimente el
metal aportado sometido a diferentes
estados de tensión mientras solidifica.
Ensayo Tigamajic
Pueden utilizarse bloques con diferentes radios y producirse la flexión cuando el baño de
fusión esté parcialmente solidificado, completamente solidificado o solidificado y parcialmente
enfriado.
• Ensayo Lehigh.
• Ensayo del parche circular.
Ensayo Lehigh
Mientras el metal se deposita, la configuración circular actúa aumentando las tensiones sobre el
metal de soldadura debido a su propia contracción térmica. La rigidez del conjunto puede
modificarse variando el espesor a soldar, el tamaño de la chapa y el diámetro del parche.
El ensayo de Lehigh descrito anteriormente puede ser utilizado también para determinar la
susceptibilidad al agrietamiento por hidrógeno, así como al agrietamiento que pueda producirse
una vez terminada la soldadura.
El nivel de esfuerzos de los implantes puede variarse independientemente a través de todas las
posibles estructuras de la zona afectada térmicamente. También es posible controlar el hidrógeno
aportado modificando la atmósfera protectora de la soldadura.
El ensayo se efectúa cargando estáticamente las probetas con unos esfuerzos por debajo del de
tracción de la entalla, bien al terminar la soldadura o cuando ya se ha enfriado. Si las tensiones
son superiores a las del nivel crítico la probeta romperá. Según aumentan las tensiones se acorta
el tiempo de incubación de la grieta que provoca la rotura, por lo que los esfuerzos críticos y el
tiempo que transcurre hasta que el fallo se produce nos dan una indicación relativa de la
susceptibilidad a una posterior rotura.
Actualmente, el ensayo mediante implantes no se utiliza, si bien se hace constar aquí ya que fue
muy importante al ser la base de todos los estudios de precalentamiento para evitar el
hidrógeno en los aportes.
Como el hidrógeno presente en las soldaduras depende del tiempo en que se produce el
enfriamiento, variando el espesor de las chapas se consiguen diferentes velocidades de
solidificación y enfriamiento, pudiendo llegar a conocerse la velocidad a la cual el contenido de
hidrógeno produce agrietamientos.
Para que este ensayo sea reproducible debe ponerse especial atención en la preparación de las
superficiales en contacto y en el acoplamiento entre ellas.
Los documentos básicos para la realización e interpretación de los ensayos mecánicos son
las normas que describen como llevarlos a cabo y registrar los resultados que se obtengan.
Relacionar todas las normas internacionales que los regulan sería prácticamente interminable.
Por ello, a continuación sólo se indica una selección de las normas nacionales existentes
sobre ensayos mecánicos de materiales.