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NEURPSICOLOGÌA DEL DESARROLLO INFANTIL

Sandra Milena Calderón Rondón

Lic. en Primera Infancia
2020

1. ¿Qué relación puede establecer entre el adecuado o inadecuado

desarrollo de las funciones ejecutivas y el grado de funcionalidad de los
niños dentro en una sociedad?
Funcionalmente, se describen subcomponentes de las FE como la actualización,

planificación, fluencia verbal, flexibilidad mental, la inhibición y la toma de
decisiones, que no solo permitirán una conducta eficaz y creativa sino también
aceptada socialmente. Esta es una conducta consciente que se requiere para
lograr metas a corto, mediano y largo plazo, teniendo como base procesos de
atención, memoria, lenguaje, control de pensamientos, emociones y acciones.
Estas habilidades se han relacionado con diferentes actividades de la vida diaria,
ya sea con procesos de aprendizaje, la capacidad de relacionarse con los demás,
la organización del tiempo o simplemente la capacidad de cambiar de estrategia
para buscar mejores resultados.
Así mismo, las FE se han relacionado con habilidades cognitivas, aprendizaje de
la lectoescritura y competencias matemáticas. Por tanto, cualquier alteración en el
procesos de planeación y anticipación, déficits de atención, de memoria de
trabajo, dificultad en el cambio de patrón u otras manifestaciones conductuales
relacionadas con las FE pueden conllevar a dificultades en el rendimiento
académico (RA), entendiéndolo como el nivel de logro que alcanza un estudiante
en diversas asignaturas.
Finalmente, se puede evidenciar que las funciones ejecutivas, cuentan con la
propiedad de mediar entre el medio y el individuo, ya que le permite autocontrol
frente a su conducta, porque retrasa respuestas a tendencias impulsivas y regula
la atención; en este sentido el desarrollo adecuado o inadecuado de las funciones
ejecutivas, determinan la funcionalidad del niño en sociedad, ya que el desarrollo
óptimo de las mismas, le permitirá, entre otras cosas la flexibilidad que es la
capacidad mental, para cambiar un esquema y un pensamiento en relación a la
evaluación del contexto, las condiciones del medio y las condiciones en las que se
realiza una tarea; además las funciones ejecutivas, le permiten al niño seguir
instrucciones, mantener la atención, utilizar su memoria de trabajo, dichos
procesos y los demás atributos de las funciones ejecutivas.

2. ¿Cómo las alteraciones en el proceso de lenguaje secundario a un

daño cerebral afectan la forma en que es percibido el niño dentro de su
entorno cercano, y que soluciones propone al respecto?
Las alteraciones en el proceso de lenguaje, secundarios a un daño cerebral, o

“afasia” (Medlineplus, s.f), pueden afectar la forma en que es percibido el niño en
su entorno cercano, porque se le dificulta su expresión, ya que su lenguaje no es
comprensible, o la interpretación de lo que le indican; lo que conlleva a que sea
más complejo atender sus necesidades básicas; esta situación a su vez, puede
provocar dificultades comportamentales y de respuestas emocionales
inadecuadas, al sentirse incomprendido.
En este sentido, es posible que el niño sea visto con algún tipo de dificultad,
generando en las personas que están a su alrededor posibles diagnósticos
erróneos, al identificar signos de inatención, hiperactividad, dificultades para seguir
instrucciones, entre otros, que incrementan hipótesis erradas, de la verdadera
condición del niño.
Para dar solución a una situación como esta es fundamental contar con un
diagnóstico adecuado de un profesional competente. Así mismo es importante:
 Aplicar métodos de recuperación entre las más importantes las terapias,

deporte, arte grupos de apoyo.
 Minimizar las distracciones ante las actividades que ellos pueden realizar y
mantenerlos en ambientes en los cuales se sientan cómodos.
 Respetar los momentos en los que el niño desea expresarse y asegurarse
de que nos está entendiendo en el momento de la comunicación; empezar
con frases simples y cortas.
 No aislarlos, manteniendo conversaciones naturales, teniendo en cuenta
siempre su opinión, de esta manera se evitara que el niño se sienta excluido.
 Mantener una actitud positiva frente a las complicaciones que se presenten,
pues bien se sabe que si no es fácil para quienes lo rodean, mucho menos lo
es para el niño quien es el directamente afectado.
Bibliografia.
 Fonseca, G. & Rodriguz, L. & Parra, J. (2016). Relación entre funciones
ejecutivas y rendimiento académico por asignaturas en escolares de 6 a 12
años. Revista Hacia la Promoción de la Salud, vol. 21, núm. 2. Universidad de
Caldas. Recuperado
de: https://www.redalyc.org/jatsRepo/3091/309149631007/html/index.html (Enlaces a un
sitio externo.)
 Aguilera, S. & Bustos, O. (2012). Trastornos del lenguaje. Pediatr Integral
2012; XVI(9): 683-690. Recuperado de: https://www.pediatriaintegral.es/numeros-
anteriores/publicacion-2012-11/trastornos-del-lenguaje/ (Enlaces a un sitio externo.)
 Quintanar, L. & Solovieva, Y. (2002). Análisis neuropsicológicos de las
alteraciones del lenguaje. Rev. de Psicol. Gral. y Aplic. 55 (1), 67 – 81.
Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/260169.pdf

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