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TP Liderazgo Stalin

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FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y

EMPRESARIALES

Trabajo práctico

Gerencia y Liderazgo

Profesor: Jorge Ayoroa

Integrantes del Grupo: Aldana Amaya Mat. 4601-1819

Antonella Manzanares Mat. 4601-1369

Mariela Domingos Mat. 4601-0171

Mariana Gonzalez Navoni Mat. 4401-2396

Temática: Jossif Vissariónovich Dzhugashvili


INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo de investigación, correspondiente a la materia Gerencia y


Liderazgo, vamos analizar la vida del ruso Jossif Vissariónovich Dzhugashvili,
mejor conocido como Joseph Stalin, exponente del Comunismo en Rusia.
Si bien se hará hincapié en su carrera política, el objetivo es abordar su vida no
sólo desde el mencionado plano, sino también en el aspecto personal, pasando por
su infancia junto a sus padres (Vissarión Dzhugashvili y Yekaterina Gueladze) en
Gori (Georgia), incursionando por su paso en la Escuela Teológica, su participación
en el Partido Socialista contra el régimen zarista hasta llegar a ser Secretario
General del mismo, y convertirse posteriormente en el Gobernador de la Unión
Soviética.
El objetivo es poder conocer en profundidad no sólo al ex líder de la URSS, sino
también a la persona detrás del personaje. Por tal motivo, se realizará una
investigación a través de distintas fuentes (libros, entrevistas, páginas web, entre
otras) para poder reconstruir toda su vida personal, y así poder relacionar la teoría
planteada por la cátedra con Stalin.
STALIN

(Iosif o Jossif Vissariónovich Dzhugashvili, también llamado Josef o Joseph


Stalin; Gori, Georgia, 1879 - Moscú, 1953) Dirigente soviético que gobernó
férreamente la URSS desde 1929 (año en que se erigió como sucesor de Lenin
tras el exilio de Trotsky) hasta su fallecimiento en 1953. Al precio de una
represión sanguinaria y de inmensos sacrificios impuestos a la población, Stalin
logró convertir la Rusia semifeudal en una potencia económica y militar capaz
de contribuir decisivamente a la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial
(1939-1945).

SUS PRIMEROS AÑOS

Stalin fue una de las figuras más controvertidas y enigmáticas. De padre


zapatero, pobre, alcohólico; y madre hija de un campesino, Iósif Dzhugashvili
nació el 21 de diciembre de 1879 en Gori, Georgia, en el seno de una familia
humilde.
Ciertas fuentes, sin embargo, mencionan que su madre siendo una mujer
severa y religiosa, a menudo recurría a los castigos físicos, que consideraba
parte obligatoria en la educación de sus hijos. Las relaciones entre Stalin y su
madre eran muy tensas, de hecho manifiestan que no asistió a su funeral el
día del fallecimiento en el año 1937; aunque medios afirman que su ausencia
en la ceremonia fue causa de los asuntos urgentes que tenía que atender en
calidad de jefe del Estado (coincidía con los años en que se desarrollaron las
purgas y juicios a militares).

Antes de continuar con el relato histórico sobre la vida del protagonista de


nuestro trabajo, Stalin, nos detendremos para enfocarnos con mayor
profundidad en la relación del mismo con sus padres.

Los padres de Stalin eran Vissarión "Beso" Dzhugashvili y Ekaterina “Keke”


Gueladze y se puede decir que su hijo nacido como Iosif Vissariónovich
Dzhugashvili fue el milagro de ese matrimonio, debido a que los dos hijos que
tuvieron anteriormente habían fallecido. A causa del miedo que ambos tenían
de que el recién nacido no superara sus primeras semanas de vida, realizaron
una especie de peregrinación hacia un santuario cercano para dar gracias a
Dios por el alumbramiento y para que protegiera a la criatura de las
enfermedades y la muerte.
La relación de Stalin con su padre la podemos calificar como ambigua; su
padre era un zapatero alcohólico y extremadamente violento que llegaba a
agredir a su mujer y a su hijo. A modo de ejemplo podemos mencionar dos
hechos que acontecieron en torno a la figura de su padre. Uno de ellos fue
durante la permanencia de Stalin en el seminario, en dicha situación, su padre
fue a buscarlo para pedirle dinero, lo que molestó de tal modo a Stalin que ni
siquiera reaccionó y le exigió inmediatamente que abandonara aquel lugar.
El segundo hecho se cuenta que en ocasiones, en cambio, Stalin hablaba bien
de su padre, tal es así que siendo ya el dictador que todos conocen comentó
orgullosamente que su padre era un excelente zapatero, incluso ya en su vejez
le gustaba llamarse así mismo “zapatero” siendo así como una especie de
tributo final a su padre.
Finalmente la muerte de Vissarión está rodeada de incógnitas algunos afirman
que murió enfermo de tuberculosis, mientras que por otra parte, la hija de
Stalin, Svetlana, afirmaba que su abuelo murió durante una pelea en una
taberna (hipótesis que podría ser cierta ya que las peleas de Beso con otros
borrachos en bares eran muy comunes)

A pesar de que evidentemente el carácter violento y problemático de su padre


fue esencial en su forma de ser posterior, la persona que más influyo como
pilar esencial de Stalin fue su madre.
Keke Djugashvili podría ser caracterizada como una mujer muy inteligente,
aunque también descarada y atrevida a la hora de expresarse; cualidades que
fueron heredadas. Stalin del que se decía que era el vivo retrato de su madre;
durante su juventud era una persona muy apegada a ella y siempre estaban
juntos, además a modo de curiosidad debemos señalar que el sueño de ella
era que su hijo llegara a ser obispo y para lograrlo llegó a poner todo su
empeño en que así fuera, trabajando de lo que podía para que su hijo estudiara
en contra de la voluntad de su marido, quien a su vez quería que Stalin
trabajara en la zapatería. Una vez que Stalin se metió de lleno en asuntos
políticos se distanció bastante de su madre a la que apenas visitaba.
Sin embargo a pesar de ello Stalin le enviaba pequeñas cartas cortas. Algunas
que hemos encontrado manifiesta lo siguiente:

“¡Mamaíta te deseo que vivas diez mil años! Muchos besos Tu Soso." 
                                      
                                                                  1 de enero de 1923
 “Mamá, sé que estas decepcionada de mí, pero ¿qué puedo hacer? Estoy
muy ocupado y no puedo escribirte demasiado a menudo. Día y noche voy de
cabeza por culpa del trabajo. Muchos besos de tu Soso” 

                                                          25 de enero de 1925


“Mamá, ¿qué tal estás? Hace mucho que no me escribes. Quizás estás
enfadada conmigo. ¿Pero qué puedo hacer? Estoy ocupadísimo. Te mando
ciento cincuenta rublos, no puedo mandarte más. Si necesitas más dime
cuánto te hace falta. Tu soso” 

La última vez que su hijo la visitó fue en el año 1936. En esa ocasión ella
aprovechó para decirle a su hijo que le hubiera gustado que fuera sacerdote.
Mientras su madre estuvo viva Stalin, ya en el poder, le enviaba siempre
dinero, medicinas o ropa. Como dato final decir que Keke murió en el año 1937
y Stalin ni siquiera fue a su entierro, únicamente se molestó en enviar una
corona con un breve mensaje “A mi querida y amada madre, de su hijo Iosiv
Djugashvili”

Continuando con el desarrollo sobre los primeros años de Stalin, resumimos


que, por petición de su madre, Stalin ingresó en la escuela teológica de Gori,
donde se graduó en 1894.

Pese a sus problemas de salud, el joven Stalin terminó la secundaria como uno
de los mejores alumnos y fue premiado con una beca en el seminario teológico
de Tbilisi. Cuando estudiaba en el seminario, se incorporó a una organización
política secreta llamada “Messame Dassy” (Tercer Grupo) donde conoció por
primera vez las teorías de Karl Marx.
En mayo de 1899 Stalin fue expulsado del seminario por no haber justificado
su ausencia a los exámenes. Sin embargo hemos encontrado datos de
historiadores que afirmaban que la causa de tal decisión fue la propaganda de
marxismo que llevaba a cabo entre los seminaristas.

Luego de abandonar el seminario, Stalin estuvo desempleado varios meses y


mientras tanto para ganar algo de dinero daba clases particulares a niños de
clase media. Sin estudios ni trabajo, Joseph fue aceptado por el observatorio
de Tblisi como empleado, donde encontró el tiempo suficiente para compaginar
su trabajo con la política. Así fue como se convirtió en un orador, aunque el
discurso nunca fue su punto fuerte. Luego gracias a sus dotes como gestor, fue
elegido como líder de un grupo de obreros industriales y ferroviarios que por
primera vez en Georgia celebraron el día del trabajador en el año 1900.En ese
lugar además conocería a quien luego se convirtió en su mejor amigo, un
revolucionario, Kliment Voroshilov. Y finalmente también escribió artículos para
el periódico socialista de Georgia.

Se unió entonces a la lucha clandestina de los socialistas rusos contra el


régimen zarista; cuando en 1903 se dividió el Partido Socialdemócrata, siguió a
la facción bolchevique que encabezaba Lenin.
Como un pequeño apartado haremos referencia concretamente sobre las
principales características del régimen zarista, para comprender cómo fueron
los primeros pasos de Stalin.
Hasta 1905, el régimen zarista era una monarquía absoluta; la última de
Occidente. En ese mismo año como respuesta a un levantamiento popular, se
incorporó una especie de Parlamento pero sin poder real.
Luego en el año 1917, el zar Nicolás es derrocado y se asiste a la constitución
de un gobierno provisional, conformado por liberales, socialdemócratas
moderados (mencheviques), populistas y socialistas revolucionarios
(bolcheviques). El presidente del gobierno provisional, que asume la forma de
una República Parlamentaria, es el liberal Kerensky. 
Finalmente en abril de ese mismo año, Lenin postula sus famosas tesis, según
las cuales demuestra que Rusia está en condiciones de realizar una revolución
socialista. 
Continuando con el relato sobre la vida de Stalin, quien fue un militante activo y
perseguido hasta el triunfo de la Revolución bolchevique de 1917,( época
además de la que procede su sobrenombre de Stalin).
La lealtad que tenía hacia Lenin y la falta de ideas propias le permitieron
ascender en el Partido Comunista hasta llegar a secretario general en 1922.
Stalin emprendió un enfrentamiento con Trotsky por la sucesión de Lenin, que,
ya muy enfermo, moriría en 1924.
Aunque el líder de la Revolución había indicado su preferencia por Trotsky (a
causa de que consideraba a Stalin como una persona demasiado cruel).
Stalin maniobró aprovechando su control sobre la información y sobre el
aparato del partido, aliándose con Zinoviev y Kámenev hasta imponerse a
Trotsky. La lucha por el poder se disfrazó de argumentos ideológicos,
defendiendo cada bando una estrategia para consolidar el régimen comunista:
fue la construcción del socialismo en un solo país (Stalin) contra la revolución
permanente a escala mundial (Trotsky).

Pero realmente el verdadero móvil de Stalin era la ambición de poder; una vez
que mandó al exilio a Trotsky en 1929, a quien luego hizo asesinar en 1940, se
liberó también del ala izquierda del partido (Zinoviev y Kámenev, ejecutados en
1936) y del ala derecha (Bujarin y Rikov, ejecutados en 1938) e instauró una
sangrienta dictadura personal, apropiándose de las ideas políticas que habían
sostenido sus rivales.

LA URSS BAJO STALIN

Stalin gobernó la Unión Soviética de forma tiránica desde los años treinta hasta
su muerte, implantando el régimen más totalitario que haya existido jamás;
pero también hay que atribuirle el hecho de haber llevado a cabo el proyecto
socioeconómico comunista en Rusia, la extensión de su modelo a otros países
vecinos y la conversión de la URSS en una gran potencia capaz de ganar la
Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y de compartir la hegemonía con los
Estados Unidos en el orden bipolar posterior. Con inmensas pérdidas humanas
logró, sin embargo, un crecimiento económico grandioso, mediante los planes
quinquenales;  en ellos se daba prioridad a una industrialización acelerada,
basada en el desarrollo de los sectores energéticos y la industria pesada, a
costa de sacrificar el bienestar de la población, quien fue sometida a durísimas
condiciones de trabajo y a grandes privaciones en materia de consumo.

STALIN Y LOS CAMBIOS EN LA SOCIEDAD SOVIÉTICA

 INDUSTRIALIZACIÓN

Dentro de los cambios que acaecieron en la sociedad, fue la


implementación  de los planes quinquenales a partir de 1928. Estos
perseguían ansiosos programas de industrialización,
de colectivización y estatización de la agricultura.
El objetivo de la industrialización era adecuar las viejas fábricas y empresas
industriales, de tecnología atrasada y en estado de abandono, como
construir una potente industria pesada. Este proceso era considerado
fundamental en la construcción del socialismo, ya que garantizaría la
alianza obrera-campesina como base de la dictadura del proletariado, la
defensa de la URSS y elevaría notablemente el nivel de vida de la
población.

El gobierno de Stalin financió la industrialización a partir de la ganancia que


obtenía por las fábricas y empresas del Estado, el comercio, los bancos y
el transporte.

En la década de 1930 se consiguió la producción por primera vez en la


historia de la Unión Soviética, de una amplia gama de nuevos productos,
entre los cuales se destacaban motocicletas, relojes y cámaras fotográficas,
como asimismo las máquinas y herramientas necesarias para producir
estos y otros bienes. En la industria química se produjo el desarrollo de la
industria de los plásticos, en metalurgia se desarrollaron nuevos tipos de
aleaciones de alta calidad y diversos metales no ferrosos fueron
manufacturados por primera vez.

 COLECTIVIZACIÓN

Stalin promovió la colectivización de la agricultura, lo que generó


cambios sociales radicales. El fin era aumentar la producción agrícola a
partir de granjas mecanizadas en gran escala, lo que permitía mantener
a los campesinos bajo un control político más directo y así la
recaudación de impuestos fuera más eficiente. Durante la colectivización
forzada se formó la asociación obligatoria de todas las granjas en los
llamados koljós (o granja colectiva), una estructura centralizada. La
eliminación de los derechos de propiedad sobre la tierra fue una
consecuencia de la forma como se decidió resolver el antiguo conflicto
de la lucha de clases. Además, de acuerdo a la visión económica de la
época, las granjas colectivas debían trabajar con mayor eficiencia
debido a la aplicación de tecnología y a la división del trabajo para luego
entregar al estado su producción, como consecuencia de los planes
específicos a los que fueron obligados a adherirse. Estas medidas
trajeron como consecuencia una drástica caída en la calidad de vida de
los campesinos y la producción agrícola.

.DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL A LA GUERRA FRÍA

Adolf Hitler invadió la URSS, arrastrando a Stalin a la guerra en 1941. Stalin


movilizó eficazmente las energías del país apelando a sus sentimientos
nacionalistas; proclamó la Gran Guerra Patriótica, para ello organizó la
evacuación de la industria de las regiones occidentales hacia los montes
Urales, adoptando una estrategia de tierra quemada. Con ayuda del clima, de
las grandes distancias y de la lucha guerrillera de los partisanos, debilitó a los
alemanes hasta recuperarse y pasar a la contraofensiva a partir de la batalla de
Stalingrado (1942-1943). Después el avance ruso sería arrollador hasta llegar
más allá de Berlín.
En la Conferencia de Teherán (1943), pactó con el primer ministro
británico Winston Churchill y con el presidente norteamericano Franklin D.
Roosevelt la estrategia de la guerra. Reforzado por la victoria, Stalin negoció
con Estados Unidos y Gran Bretaña el orden internacional de la posguerra
(Conferencias de Yalta y Postdam, 1945), obteniendo el reconocimiento de la
URSS como gran potencia (con derecho de veto en la ONU, por ejemplo). Los
aliados tuvieron que aceptar la influencia soviética en la Europa oriental, donde
Stalin estableció un cordón de Repúblicas populares con regímenes
comunistas satélites de la URSS.

Stalin mantuvo la pasividad de la guerra, retrasando la desmovilización de su


ejército hasta el momento en que pudo disponer de armas atómicas (1951) y
fomentando la extensión del comunismo a países en los que existieran
movimientos revolucionarios autóctonos (como Grecia, Turquía, China y
Corea). La resistencia norteamericana a sus planes dio lugar a la guerra fría,
clima de tensión bipolar a escala mundial entre un bloque comunista y un
bloque occidental capitalista.

Formalmente, el período más agudo de la guerra fría culminó con la muerte de


Stalin; su sucesor, Nikita Jruschov (1953-1964), impulsó la doctrina de la
coexistencia pacífica de las dos grandes potencias, que resultó ser una ficción
retórica: los conflictos abiertos o subterráneos a través de terceros países
continuaron, y la guerra fría perduraría hasta la caída del muro de Berlín (1989)
y la disolución de la URSS (1991).

URSS Y LA ARGENTINA

La Unión Soviética había establecido relaciones diplomáticas con Argentina en


el año1946. En la breve y concreta entrevista concedida por Stalin al
embajador de ese momento, Leopoldo Bravo (Enviado de Perón), se trataron
diversos temas.

El embajador le planteó los intereses para que de esa manera quedara claro el
motivo económico desafiado en su momento. Bravo le comentó que el
Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina le hizo entrega en Buenos
Aires al embajador Rezanov, de un memorando que contiene una lista de los
productos que Argentina quisiera comprar en la Unión Soviética y de los que
podríamos vender. En primer lugar, Argentina quisiera comprar equipos para la
perforación petrolera, petróleo y maquinaria para la agricultura. Por nuestro
lado, la Argentina podría ofrecer cuero, lana, aceites y una gran cantidad de
productos agrícolas, ante lo cual, Stalin manifestó tener relaciones comerciales
satisfactorias con nuestro país.

En dicha entrevista Bravo hace referencia también al interés que tenía nuestro
país de poseer una mayor relación cultural y deportiva con la URSS, hablando
por ejemplo, sobre la posibilidad de que ambos seleccionados de fútbol se
visitaran próximamente.
Como para concluir, observamos que a partir de la entrevista seleccionada
pudimos conocer aunque sea en una pequeña cómo eran las relaciones entre
nuestro país y la Unión Soviética.
Comenzando a redactar un análisis profundo sobre su liderazgo en la historia,
nos parece apropiado comenzar a referirnos sobre sus características
personales y comportamiento individual, para luego adentrarnos en la
comparación de diversos temas vistos en clase.

En primera instancia consideramos importante destacar cuestiones que ha


vivido Stalin en su infancia y que de alguna manera marca las actitudes que ha
tenido posteriormente.

Con respecto a la personalidad, entendemos que la misma es el crecimiento y


desarrollo del sistema psicológico y la suma de las formas en que un individuo
se comporta y reacciona. Sin embargo la personalidad se ve determinada por
varios factores entre ellos hereditarios, ambientales y situacionales. En este
punto nos detenemos para remarcar cómo fue la infancia de Stalin y el contexto
en el cual se fue su crianza. Stalin en principio fue el único de cuatro hermanos
que consiguió sobrevivir, aunque era muy propenso a la enfermedad y por esa
razón su madre lo sobreprotegía aunque siendo una mujer severa y religiosa,
su madre a menudo recurría a los castigos físicos, que consideraba parte
obligatoria en la educación de sus hijos, por ende las relaciones entre Stalin y
su madre eran tan tensas que él ni siquiera asistió a su funeral, sin embargo
relatos de su historia cuentan que su madre fue quien más influyó como pilar
esencial de Stalin. Con respecto a la relación con su padre, quien era un
zapatero pobre y alcohólico de la región de Georgia, sometida a la Rusia de los
zares, era más ambigua.
A partir de la información, inferimos que tuvo una infancia ardua desde el
punto de vista familiar, además de su propensión a las enfermedades, por lo
tanto una infancia quizás un tanto infeliz, con padres que lo subestimaban.

Sin embargo más allá de lo mencionado anteriormente, pudo sobrepasar esa


situación y terminar siendo uno de los mejores alumnos.

La madre de Stalin quería que él fuese sacerdote, por lo tanto ingresó al


seminario, y luego cuando ya estudiaba allí, se incorporó a una organización
política secreta llamada “Tercer Grupo”, donde conoció por primera vez las
teorías de Karl Marx. A partir de ese momento comenzó a priorizar la lucha
clandestina de los socialistas rusos contra el régimen zarista; así cuando en
1903 se escindió el Partido Socialdemócrata, siguió a la
facción bolchevique que encabezaba Lenin.
A continuación relacionaremos las características duraderas y habituales que
describían el comportamiento de Stalin, a partir del modelo de los cinco
grandes.
 EXTROVERSIÓN: Este rasgo se caracteriza principalmente por la
comodidad en las relaciones interpersonales, por lo tanto consideramos
que Stalin, fue una persona que a pesar de los hechos que tuvo que
atravesar en su infancia, en cuanto a su salud y a la relación con sus
padres, no se convirtió en una persona retraída e introvertida, sino que
todo lo contrario, logró imponerse ante la voluntad de ellos y orientarse
hacia la política aún estando en el seminario y así siguiendo las teorías
de Karl Marx e involucrándose con los Bolcheviques.

 CONFORMIDAD: Es un rasgo característico de aquellas personas que


tiene la aptitud de plegarse a los demás, y aceptar opiniones de los
demás, por tal motivo, creemos que Stalin se caracteriza en ello, debido
a la lealtad que tenía hacia Lenin y la falta de ideas propias, ambos
elementos en conjunto le permitieron llegar a ser secretario general en el
año 1922. Es decir logró ascender en el poder apropiándose de las
ideas políticas que habían sostenido sus rivales.

 ESCRUPULOSIDAD: Es una característica y medida de confiabilidad.


Las personas con dicho rasgo son organizadas, persistentes y
detallistas. Tal es así que si lo relacionamos con la vida del protagonista
de nuestro trabajo podemos observar que fue muy persistente en sus
ideales desde muy chico cuando tan sólo había ingresado al seminario
como tanto deseaba su madre. Tal es así que descubrió su interés por la
política y luchó contra todas las adversidades que se impusieron en su
camino para lograr lo que pretendía.

 ESTABILIDAD EMOCIONAL: Aptitud de manejar los niveles de tensión,


lograr calma, sentir confianza en sí mismo y seguridad. Desde su
infancia, Stalin logró manejar todos sus niveles de ira, y diversas
emociones que sentía de acuerdo al entorno en el que fue creciendo
durante sus primeros años de vida. Maltratos, violencia, indiferencia,
entre otros. Todo logró manejar para convertirse luego en una persona
segura de sí para lograr lo que tenía en mente.

 APERTURA A LA EXPERIENCIA: Esta dimensión aborda al rango y a la


fascinación de alguien con lo nuevo. La gente es abierta en extremo,
creativa, curiosa, y con cierta sensibilidad artística. A nuestro criterio
relacionamos dicho rasgo pero en este caso por una medida nueva que
implementó Stalin en Rusia luego la convertiría en una gran potencia
mundial, eso se logró a través de los planes económicos y productivos a
realizar en 5 años, con la finalidad de lograr una rápida y efectiva
industrialización. Esto ayudó al desarrollo rápido de la industria pensada
fundamentalmente, siendo el plan propuesto por Stalin.

Continuaremos profundizando más aún sobre la personalidad de Joseph pero


en esta oportunidad nos centraremos en los indicadores adecuados para
predecir en qué lugar las personas brindarían mayor utilidad de acuerdo a los
atributos de la personalidad. Para ello nos vamos a enfocar en los siguientes:
Maquiavelismo, autoestima, disposición a correr riesgos y personalidad de tipo
A.

 MAQUIAVELISMO: Este atributo se caracteriza por ser personas


manipuladoras, siempre querer más en menos tiempo, mantener en todo
momento cierta distancia emocional, pragmáticos, entre otras. Dicho
esto, entonces, observamos en Stalin, una persona pragmática, siempre
queriendo lograr lo que pretendía a su debido tiempo, donde creía
además que el fin justifica los medios. De hecho la campaña de
represión desatada en la Unión Soviética fue crucial para consolidar en
el poder a Joseph Stalin. Si bien los soviéticos justificaron
posteriormente esta feroz medida, argumentando que de esa manera se
despejó el camino de elementos saboteadores para la futura guerra con
la Alemania Nazi, una gran cantidad de las víctimas eran miembros del
Partido Comunista y líderes de las Fuerzas Armadas. Otros sectores de
la sociedad que sufrieron la persecución fueron los profesionales,
los kuláks (campesinos burgueses) y demás minorías.

 AUTOESTIMA: Este atributo refleja que las personas difieren en el grado


en que gustan o no de sí mismas y de si se consideran capaces o
eficaces. La personas que la tienen positiva se agradan a sí mismas, se
perciben eficaces y con el control de su entorno. Mencionado esto,
inferimos que Stalin era una persona que se creía capaz en todo
momento, ya sea desde niño, con su entorno familiar inestable, nada
pudo contra él, ya que finalizó sus estudios siendo el mejor alumno. Y
luego ya cuando ingresa al mundo político logró siempre lo que
procuraba, controlando todos los factores externos que pudieran impedir
o complicar sus intenciones.

 DISPOSICIÓN A CORRER RIESGOS: Las personas difieren en su


voluntad por correr riesgos, la propensión a aceptarlos o rechazarlos
tiene un efecto en el tiempo que les lleva a las personas tomar una
decisión y en la cantidad de información que requieren para hacerlo.
Podemos resumir dicho atributo, como la capacidad de asumir
situaciones de riesgo y tomar decisiones con cierta incertidumbre. Tal
fue así, cuando Stalin y la mayoría de los miembros del Buró Político del
Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética iniciaron la
gran purga con el fin de eliminar toda posible fuente de oposición a la
transición del socialismo al comunismo. De esta manera, se aseguraban
que todos los miembros del partido seguirían las órdenes emanadas del
centro. El protagonista de este proceso fue Stalin, quien tomó la decisión
de implementar purgas para así, eliminar física y sistemática a todos los
cuadros sospechosos tanto dentro del movimiento Bolchevique, como
así también las fuerzas armadas y otros sectores de la sociedad que al
largo plazo pusieran en duda su liderazgo.

 PERSONALIDAD TIPO A: Para relacionar a Stalin con el atributo citado,


nos enfocamos en que los individuos que poseen este tipo de
personalidad, se involucran en una lucha incesante y crónica para lograr
más y más en cada vez menos tiempo y, si se requiere, contra los
esfuerzos en oposición de otras cosas o personas. Tal fue así desde el
momento en que Stalin se comenzó a involucrar en la política; se lo
puede relacionar por el hecho de que Lenin, el líder de la Revolución
previo en aquel momento que asumiera Joseph, había indicado su
preferencia por Trotsky (a causa de que consideraba a Stalin como una
persona demasiado cruel). No obstante Stalin aliándose
con Zinoviev y Kámenev logró imponerse a Trotsky; y así la lucha por el
poder se disfrazó de argumentos ideológicos, defendiendo cada bando
una estrategia para consolidar el régimen comunista. Durante muchos
años al mando de la Unión Soviética el verdadero móvil de Stalin era la
ambición de poder. Luego una vez alcanzado el mismo, llevando a cabo
las purgas, planes quinquenales fue logrando más y más todos los
objetivos que se había propuesto, entre ellos provocar un crecimiento
que hiciera a la URSS una gran potencia industrial.

EJERCICIO DEL PODER EN EL ÁMBITO SOCIAL

A continuación trataremos cuál era el tipo de poder que ejerció Stalin en el


transcurso de su vida en los diversos ámbitos que debió enfrentar.
Por lo tanto, con respecto al ejercicio de poder entre las personas, el tipo de
influencia directa que consideramos es la autoridad y dentro de las indirectas
persuasión.
En el caso del primer tipo de influencia directa reparamos que se presenta en
Stalin, siendo él, muy exigente en la mayoría de los casos. Sus órdenes y
directivas mostraban a los mandos cuáles eran sus fallos y limitaciones como
un medio para lograr sus propósitos. Por otra parte, la segunda forma de
influencia directa que observamos fue la coerción, que no es más que la
autoridad pero en este caso sumando una amenaza para ampliar y forzar la
aceptación y así se materialice el tipo de influencia. Este tipo lo reconocemos
por la represión y violencia con la cual se actuaba para eliminar no sólo a los
discrepantes o sospechosos, sino a todo aquel que pudiera poseer algún
prestigio o influencia propia, para ello lanzó contra sus compañeros comunistas
sucesivas purgas. Aquello lo utilizaba para perpetuar el poder, y consistía en
disponer la pena capital para las actividades antisoviéticas. Bastaba tan sólo
un pequeño pretexto para tachar a cualquier persona de “enemigo del pueblo” y
someterla a un largo ciclo de persecución pública que a menudo terminaba con
interrogatorios, torturas, deportación o incluso la muerte.

Según Eugenio Gómez autor del libro Stalin, de la editorial Elite:

Haciendo mención al informe de Kruschev quien expreso: Stalin era “Dueño de


un poder ilimitado, su despotismo no tuvo límites y fue capaz de aniquilar a los
hombre moral y físicamente”

Según el libro de Sheila Fitzpatrick “ El equipo de Stalin, los años mas peligros
de la Rusia soviética , de Lenin a Jrushchov”

“Uno de sus colaboradores lo describió como una persona rápida y enérgica,


humilde y sabedora de que su educación había sido deficiente. Mas adelante
se destaco a menudo, más que por su humildad, por su dureza y la tendencia a
acosar e intimidar físicamente a los subordinados”

En cuanto a la persuasión, una forma de influenciar indirectamente, fue


durante su gestión quería de alguna manera demostrar su actuar, así Stalin
reemplazó la nueva política económica de la década de 1920 por
una economía más bien planificada, centralizada y por planes
quinquenales que iniciaron un período de industrialización y de colectivización
económica en el campo. La principal consecuencia de ello fue que, la Unión
Soviética pasó de ser una sociedad mayoritariamente agraria a una gran
potencia industrial, siendo ésta la base de su espectro como segunda mayor
economía del mundo después de la Segunda Guerra Mundial.
Es decir, llevando a cabo dichas medidas, sectores de la población estaban
conformes y así de alguna manera lograba atacar los modelos mentales. Los
cuales son la imagen que cada persona posee sobre el mundo que lo rodea,
comprendido por valores, creencias, temores, esperanzas, etc.

Según la entrevista que concedió Stalin al escritor Wells, este en un momento


lo interroga diciéndole “¿Podemos ignorar el echo, que para cambiar el mundo
se tiene que estar en posición del poder político?” Ante lo cual, Stalin respondió
con otra pregunta para comenzar a explicar su criterio: “¿Que puede hacer esa
gente, aún con las mejores intenciones del mundo, si no está en condiciones
de plantearse la pregunta del poder, y no está, ella misma, en posición del
poder? En el mejor de los casos, puede apoyar a la clase que tome el poder,
pero no puede cambiar el mundo por su propia fuerza.

LIDERAZGO

Para comenzar el análisis en mayor profundidad sobre el liderazgo de Stalin,


nos remitiremos en principio, a la definición de Adalberto Chiavenato, que dice:
“El liderazgo es la influencia interpersonal ejercida en una situación y dirigida a
través del proceso de comunicación humana a la consecución de uno o
diversos objetivos específicos”.

VISIÓN

Entendiendo por visión a la representación de un futuro deseado, en cuya


consecución se debe intervenir en forma directa y así poder materializarla.
Dicha situación futura además debe alcanzar a una parte o a toda una
comunidad. Y finalmente para concretar una breve definición de “visión”
diremos que debe ser casi como una obsesión, es decir, se debe estar
dispuesto a entregar recursos propios, tales como tiempo, interés, contactos,
dedicación y otros para alcanzarla.

En el libro Stalin de Eugenio Gómez, este hace alusión al concepto de “Enrolar


gente en su visión” Diciendo:

“Se puede reconocer como norma, que mientras conserven el contacto con las
grandes mazas del pueblo, serán invencibles, y al contrario, en cuanto se
desliguen de las mazas y pierdan contacto con ellas, perderán toda su fuerza y
quedaran anulados”

El conjunto de propósitos de Stalin, conllevaron al sistema estalinista, el cual


estaba compuesto por diversos objetivos y premisas que en un todo,
condujeron al poder que alcanzó Joseph. La implantación del marxismo-
leninismo se alcanzó a través de la nacionalización y colectivización forzada y
controlada de la economía, sobre todo dirigida hacia los grandes latifundistas y
pequeños terratenientes, con un fuerte predominio de la administración del
Estado. Además se construyó una economía socialista (también llamada
"economía planificada", o dirigida por el Estado), que confeccionaba planes
quinquenales para planificar la producción agrícola e
industrialización acelerada con el objetivo de construir las infraestructuras
necesarias.

Resumiendo podemos, por lo tanto, mencionar que el propósito de Stalin fue a


través de su política impulsar una economía y una sociedad colectiva, con el
objetivo de provocar un crecimiento que hiciera de la URSS una gran potencia
industrial, aunque otro pilar fue su política represiva. A través de las purgas
eliminaron a opositores del partido y el ejército.
De esa manera el terror masivo afectó sobre todo a los campesinos que se
resistían a la colectivización y fueron deportados a campos de concentración y
trabajo forzado.

En la entrevista realizada por el escritor Wells, Stalin le mensiona (Haciendo


refencia a lo dicho anteriormente) “ Entre el individuo y el colectivo, entre los
intereses del individuo y la comunidad no existen antagonismos incompatibles,
o por lo menos no deberían de existir ya que el colectivismo, el socialismo no
niega los intereses individuales, si no que, al contrario los une con los intereses
del colectivo. El socialismo no puede separarse de los intereses individuales.”

CARACTERÍSTICAS DE LOS LÍDERES DINÁMICOS

 CONOCERSE A SÍ MISMOS: Esta característica implica que cada


persona conoce sus talentos, sabe cómo desplegarlos mejor, cuestionan
sus propias creencias y aprenden de experiencias. Se relaciona además
con una administración propia, mediante una conjunción de premisas
como, valorarse, decidir siempre y ser flexible.
Dicho esto podemos observar a Joseph como una persona que
reconocía sus puntos fuertes, sabía cómo, con quiénes aliarse para
conseguir alcanzar cada cuota de poder que está disponible en cada
oportunidad.

 APERTURA AL FEED – BACK: Es la gran habilidad de todo


comunicador social, es decir, consiste en una devolución de los
liderados a todo aquello que entrega el líder. No hay una buena gestión
si no se vigila las reacciones de los liderados, es decir, un líder
entrenado deberá capacitarse para detectar hasta los gestos y
microgestos del auditorio. Resumiendo el líder debe interactuar y vigilar
permanentemente las diversas reacciones.
Ahora bien, si relacionamos dicha característica con Stalin, no la
podríamos identificar. Él, implementaba sus políticas para alcanzar su
propósito, pero a nuestro parecer no interactuaba para ver cómo
respondían a las mismas. Si lo caracterizamos como un dictador, debido
a que implementó medidas represivas, inferimos que todo lo hacía a su
parecer.
Según el libro de Eugenio Gomez, nos dice “ Siempre sobre el terreno y
con pleno conocimiento de los problemas económicos, políticos y de los
hombres involucrados en ese proceso”.
“Esto significa estudiar las condiciones del desarrollo de la industria,
dirigir de un modo concreto y no general”
“Hay que estudiar a las personas que trabajan en las instituciones . Se
debe no solo enseñar a las masas sino aprender de ellas manteniendo
un contacto vivo”

 ANSIEDAD POR APRENDER Y MEJORAR: Dicha característica supone


aprender algunas cosas y mejorar otras. Son grandes indagadores e
interlocutores, tienen una gran propensión al cambio, siempre les gusta
buscar información y no ser sorprendidos por algo que no se vieron
venir. Los líderes dinámicos no pueden estar si no sacaron de ellos una
enseñanza tanto de sus éxitos como también de sus fracasos.
 CURIOSOS Y ARRIESGADOS: Significa que tienen fascinación por
nuevos pensamientos, ideas, corren riesgos y en muchas ocasiones
desobedecen órdenes contra la visión. Se puede vincular dicha
característica con Stalin, con motivo a la implementación de medidas y
diversas políticas sin medir el grado de cambio radical que podría
conllevar a nivel social, es decir obtuvo todos los logros que tenía en
mente pero a costa de una represión sin precedentes que dejó más de
veinte millones de muertos.

 CONCENTRADOS EN EL TRABAJO: Teniendo en cuenta el trabajo del


líder, el mismo es, liderar y supervisar y analizar el ambiente creado por
él. Ese ambiente del cual hacemos mención debe ser adecuado para
que cada liderado sea eficaz. Él se dedicaba principalmente a alcanzar
sus objetivos, y para ello destinaba su energía con motivo de que Rusia
sea una potencia, independientemente de la forma en que lo alcanzó.
Según Vorochilov en su libro “ Stalin y las fuerzas armadas de la URSS”
decía: “ Era necesario ser Stalin, con esa clarividencia genial que le era
propia para resolver las especiales cuestiones militares inherentes de
entonces ( Se refiere a Tsaritzin en 1918, que luego se llamo
Stalingrado) extremadamente difícil y desenvolverse en todos los
detalles sin tener especial preparación militar”

 APRENDER DE LA ADVERSIDAD: Se relaciona en parte con la


característica “conocernos a nosotros mismos”, pero a su vez se
presenta dicha característica cuando una persona ha pasado por
momentos complejos. Es decir de todo ello se aprende y luego lo que
trasladan a su actuar diario.
En el caso de Stalin, la coyuntura ardua que debió atravesar durante su
infancia, a nuestro criterio, marcó un punto neurálgico, ya que a pesar de
todo ello que vivió, logró sobrellevarlo y lograr su propósito, superando
todas las adversidades y llevando a cabo todas las acciones que según
a su conveniencia le permitiría alcanzar el poder que tanto anhelaba.
 EQUILIBRAR CAMBIO Y TRADICIÓN: El concepto fundamental que
desea transmitir dicha característica es el tipo de cambios que se
deberían llevar a cabo para que no impacte de tal manera en la cultura.
Tal es así que las modificaciones deberían ser del tipo “gatopardistas”,
esto tiene su origen en una paradoja. “Si queremos que todo siga como
está, es necesario que todo cambie”. Sin embargo para conservar
algunos valores no se debe ignorar que algo debemos entregar a los
“transformadores”.
Con respecto al accionar de Stalin, percibimos que fue un impulsar de
grandes cambios a nivel económico, político, y que ocasionó un fuerte
impacto en diversos sectores sociales. La obsesión por alcanzar su
propósito hizo que no se midiera la dimensión e implementación de los
cambios. Ejemplo de ello fue la gran purga del año 1937, la medida más
radical adoptada por Stalin, cuando decidió limpiar a todos aquellos
enemigos e incluso amigos que pudiesen hacerle sobre a su poder.

 POSEEN UN ESTILO ABIERTO: La característica citada se refiere a las


“puertas abiertas”, esto es, que el líder atiende a cualquier liderado en
cualquier momento sin que éste haya solicitado previamente tener un
encuentro con el líder.
Relacionando lo ante dicho con Stalin, podemos observar que es una
persona contrariamente a lo que hemos descripto, posee un estilo más
bien por el centralismo, es decir, un estado de este tipo es aquel en el
que sólo el gobierno central tiene el poder de tomar decisiones,
contemplaba según entrevista….
En dicha entrevista Luis le hace referencia a que la en la URSS todo lo
que se decide es a través de personas individuales, sin embargo Stalin
le responde : “No, las personas individualmente no pueden decidir. La
decisiones de los individuos son siempre, o casi siempre decisiones
unilaterales. En todo cuerpo colectivo hay personas que pueden
expresar sus opiniones equivocadas. Cada uno tiene una oportunidad de
contribuir con su experiencia. Si este no fuera el caso, si las decisiones
fueran tomadas solo por personas individuales abría errores muy serios
en nuestro trabajo”.
 TRABAJAN CON SISTEMAS: Esta característica hace alusión al
sistema socio-técnico, es decir, lo que una persona realiza le puede
impactar a los demás.

 SERVIR COMO MODELO: Debe ser una característica deseable y


necesaria para un líder formal. Sin embargo en el caso de Stalin estaría
dividido de acuerdo a los diversos sectores de la sociedad. Medios
informan que luego de una encuesta el 38% de la población, considera a
Stalin como una persona grandiosa. Sin embrago otro porcentaje
importante, no lo considera como un modelo, considerando que eliminó
aproximadamente al mismo número de personas que Hitler y con
métodos como; fusilamientos y los campos de concentración; tras
una supervivencia media de cinco años, morían a causa de los
trabajos forzados, el frío o el hambre. El número de reclusos de los
“campos de trabajo correctivos” (Gulag) superó los diez millones, y
los muertos los dos millones.

Resumiendo cómo fue Stalin en su rol de líder, inferimos nombrando algunas


características en términos generales.

Un líder depende de las necesidades de la organización, la cultura de la misma


y de las características de su gente, concluimos que el liderazgo es la
capacidad de convertir una visión en realidad, con la colaboración de los
seguidores. A pesar de lo polémico que puedan ser sus métodos, finalmente
tienen un liderazgo, tienen fieles liderados y consiguen sus objetivos por más
cuestionables que éstos sean.
Según una entrevista del escritor Wells, pudimos extraer un breve párrafo
donde hace referencia al tema mensionado:
Wells: Si hay alguien que entiende algo de revolución, del lado practico de la
revolución es usted ¿ Acaso se han sublevado alguna vez las masas? ¿No es
una verdad innegable, que todas las revoluciones son echas por una minoría?
Stalin: Para ser una revolución, es menester una minoría revolucionaria
dirigente; pero la minoría mas capacitada, mas abnegada, y mas energica,
quedaría desvalida si no pudiese basarse en el apoyo por lo menos pasivo de
millones.
Wells: ¿Por lo menos pasivo? ¿ Tal vez subconsiente?
Stalin: En parte también el apoyo semiinstintivo, y semiconsiente pero sin el
apoyo de millones, aun la mejor minoría seria impotente.

Un historiador irlandés, llamado “Geoffrey Roberts”, describió en una nota


información relevante sobre el protagonista de nuestro trabajo. “El liderazgo de
Stalin constituyó un factor indispensable para la victoria soviética. Un análisis
detallado de su actividad durante la guerra revela que, como comandante
supremo, Stalin era muy eficiente y logró mantener unido el esfuerzo bélico
soviético” de esto se infiere que en el caso de que hubiese actuado mal, la
resistencia a la invasión alemana podría haber fracasado.

Los generales soviéticos que trabajaron en forma directa con Stalin durante la
guerra lo consideraban como un gran comandante. Según Zhúkov, “Stalin
dominaba la organización de operaciones del frente y de operaciones de
grupos de frentes, a los que guiaba con maestría”. Alexander Vasilevski —
entonces jefe del Estado Mayor— estaba profundamente convencido de que
“Stalin era la figura más notable y fuerte del comando estratégico”. Tanto Stalin
como también otros mandos militares soviéticos no prestaron mucha atención
al costo humano en su lucha contra los nazis, lo que causó muchas bajas entre
las tropas soviéticas. Finalmente no debemos olvidar hacer mención a los
cambios que convirtieron a Rusia en una gran potencia mundial.
Conclusión

Con la información recopilada y plasmada para el presente trabajo práctico


pudimos conocer con más énfasis al ex líder de la Unión soviética Lossif Stalin.
Desde su humilde infancia, donde hicimos más énfasis en la relación del mismo
con sus padres. Stalin tenía una tensa relación con su madre según fuentes
cercanas que conllevo a que no asistiera al funeral y su ambigua relación con
su padre, quien a pesar de ser alcohólico y generar maltratos físicos hacia su
familia lo cual puede explicar la personalidad con la cual se desarrolló Stalin ya
que fue criado en un seno familiar tenso y violento. Característica que sin
siquiera notarlo reproduciría ante millones de personas como dirigente de un
país

Sin Estudios y sin trabajo Losif pudo encontrar el camino a la política en el


observatorio Tblisi convirtiéndose en un orador y escalando de allí en más
hasta convertirse en cabeza de la Unión soviética y uno de los referentes más
importantes de Rusia

Una de sus labores más importantes fueron los planes quinquenales y


financiamiento de la industrialización, así como también el desarrollo de la
agricultura y tecnología, siendo esto el comienzo de un cambio radical que
cambiaría la Rusia que hasta entonces se conocía a nivel industrial y
económico

Nos ocupamos en detalle de poder relacionar su vida, personalidad y


acontecimientos con los temas tratados en la cátedra. Tales como
personalidad, liderazgo, poder e influencia entre los más importantes

Stalin, a modo conclusión, era un personaje escrupuloso y maquiavélico, quien


se propuso a lograr un objetivo a travesando todos los obstáculos que se
interpusieran sin importar los medios para concretarlo. Sin embargo, pese a
estos rasgos que lo caracterizan por como actuó a modo dirigismo político por
las medidas que tomo, a nivel personal según varias fuentes consultadas era
un hombre humilde, centrado, inteligente. Del cual uno quizás, no sospecharía
encabezaría una revolución de tremenda magnitud bajo estos estándares de
escrupulosidad y maquiavelismo.

Su línea directa de liderazgo o bien sus liderados eran directamente su círculo


de poder a nivel político militar a quien Stalin delegaba decisiones e imponía
órdenes directas, para que estos a su vez la transmitieran al resto de la
cadena. Para los grandes personajes de las fuerzas Stalin era sin lugar a
dudas un LIDER digno de obedecer en ese entonces

Pensamos a nivel grupal que, Pese a su personalidad y a los medios que utilizo
para llegar al máximo poder casi la mitad de la población rusa considera que
hizo cosas buenas como malas. Las malas están aclaradas, fue impulsor de
campañas represivas y torturas que recayeron en la población. Si tenemos que
hablar de lo bueno Stalin a través de sus políticas económicas, sociales y
políticas llevo a Rusia a ser lo que es hoy en dia; una potencia. Esto se refleja
actualmente en la población Rusa quien si bien están en desacuerdo y
repudian los actos maléficos encabezados por Stalin también lo mira desde un
lado de respeto o hasta incluso algunos sectores con admiración.

ANEXO

ENTREVISTAS

Entrevista concedida por Stalin al embajador Leopoldo Bravo (Enviado de


Perón)

Poco antes de su muerte y pese a su costumbre, el dictador soviético concedió


al embajador argentino Leopoldo Bravo -enviado de Perón- una sorpresiva
audiencia, cuyo contenido sale, cincuenta años después, por primera vez a la
luz
  El 7 de febrero de 1953, una noticia llegada desde Moscú sorprendió a las
cancillerías europeas y americanas. Leopoldo Bravo (tenía 33 años por
entonces), joven embajador argentino del régimen peronista ante la URSS, se
había entrevistado con el todopoderoso jerarca soviético Josef Stalin, ante la
vigilante mirada del canciller ruso, Andrei Vishinsky. Esta inusual reunión
despertó todo tipo de especulaciones políticas y un inventario de las supuestas
intenciones aviesas, tanto por parte de Perón como del mismo Stalin, que
mereció inclusive una opinión adversa del canciller norteamericano John Foster
Dulles.
Pero vamos por partes. ¿Qué hacía Bravo en Moscú? Leopoldo Bravo era un
joven abogado sanjuanino -nacido el 15 de marzo de 1919-, afiliado desde su
juventud al Partido Bloquista ( partido político provincial argentino fundado en
la Provincia de San Juan). Como diplomático, había llegado a Moscú a fines de
1946, cuando se establecieron las relaciones diplomáticas con la URSS,
desempeñándose hasta 1949 como consejero de la embajada argentina en ese
país, y luego en carácter de encargado de negocios. Como enviado especial y
ministro plenipotenciario había recorrido otros destinos detrás de la Cortina de
Hierro, tales como Rumania y Bulgaria, hasta que el 16 de enero de 1953
presentó ante el Kremlin sus cartas credenciales como embajador de la
Argentina en Rusia.

Pocos días después de haberse acreditado ante el gobierno soviético, el recién


llegado Bravo conmovió a las cancillerías occidentales. El 7 de febrero, Radio
Moscú hacía saber que el embajador había sido recibido ese día en audiencia
por el propio Stalin, que conversó con el diplomático argentino durante 45
minutos. Conocida la proverbial reticencia de Stalin a la hora de conceder
entrevistas (por lo general contestaba preguntas que se le enviaban por escrito)
y en un momento en que sus largos retiros en su dacha de Kuntsevo
provocaban crecidas sospechas acerca de su salud, los ambientes
diplomáticos quedaron azorados por el encuentro. Ya en un artículo del 10 de
febrero, La Esfera de Caracas, Venezuela, registraba que informaciones de
fuentes extranjeras afirmaban que en la entrevista de Stalin y Bravo se había
conversado sobre "la posibilidad de la guerra o de la paz", obligando al
embajador argentino a declarar a France Presse que sólo habían tratado en la
entrevista asuntos que interesaban a la Argentina. Según Bravo, ésta sólo se
trató de una visita de cortesía, haciéndole llegar a Stalin los saludos del
presidente Juan Domingo Perón y los deseos de éste de acrecentar el
comercio entre ambos países.
En aquella edición del 10 de febrero, La Esfera de Caracas insistía con el tema
asegurando que a Bravo, Stalin le "causó la mejor impresión posible, y que
físicamente parece gozar de la mejor salud". El diario venezolano
venenosamente sugería la intención aviesa de Stalin, insinuando que sólo
había tenido tan inusual reconocimiento al diplomático argentino para estimular
la posición antinorteamericana de Perón. Reseñaba el diario que Stalin vestía
en el acto chaqueta verde y sólo ostentaba la condecoración de Héroe del
Trabajo Socialista.

Una rareza

Un poco más mesurado, el Manchester Guardian se refería al tema el 10 de


febrero y afirmaba que constituía una rareza que Stalin recibiera a un
representante extranjero, por lo que podría interpretarse como de especial
significación su entrevista con Bravo. Al mismo tiempo, el diario aseguraba que
el diplomático argentino mencionó el deseo de incrementar las relaciones
económicas entre los dos países como el motivo de la reunión, afirmando que
"no hay razones para dudar de sus palabras". Claro que luego, el diario
británico se volvía suspicaz al recordar las denuncias de Perón contra el
"imperialismo norteamericano".
El 3 de marzo, el Excélsior, de México, citaba a un supuesto diplomático
argentino (que se reservaba su nombre) que afirmaba que la entrevista
descolocó al gobierno de Perón, que estaba empezando a cambiar su
tradicional política hostil -al menos en forma declamatoria- frente a los Estados
Unidos. Señalaba el periódico mexicano que "la publicación de la entrevista
causó mal efecto en los Estados Unidos, donde el nuevo canciller John Foster
Dulles había dicho que el comunismo y el fascismo se unían para atacar a los
Estados Unidos y que dicha unión era perjudicial para el desarrollo de la
política de buena vecindad."
Citando al diplomático argentino que se reservaba su nombre, el Excélsior
aseguraba que era significativo que "desde que llegó a la asamblea de las
Naciones Unidas, el canciller rojo Andrei Vishinsky demuestra cierta deferencia
hacia la delegación argentina. En años anteriores, Vishinsky clasificaba a los
argentinos entre lo que él llama "los aduladores de los círculos imperialistas de
Wall Street".
Por décadas, el contenido de este encuentro que tantas expectativas generó en
el enrarecido clima de la Guerra Fría se mantuvo en reserva, salvo las
explicaciones formales que el embajador Bravo había dado en su momento.
Recientemente, al cumplirse cincuenta años de la muerte de Stalin, por primera
vez se publicaron en Rusia, por parte de la Nezavisimaia Gazeta, los archivos
oficiales de esta conversación, que se produjo justo en el tiempo en que Stalin
se regocijaba por haber aplastado el supuesto "complot de los médicos
asesinos".

En la entrevista que hoy conocemos al detalle quedaba bien en claro el motivo


económico esgrimido por Bravo en su momento. Stalin le preguntaba entonces:
"¿Cuál podría ser el objetivo fundamental de las relaciones comerciales entre la
Argentina y la URSS? ¿Qué podría la Argentina vender a la URSS y que
quisiera comprar?". "El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina
-contestó Bravo- le hizo entrega en Buenos Aires al embajador de la URSS,
Rezanov, de un memorando que contiene la lista de los productos que
Argentina quisiera comprar en la URSS y de los que podríamos vender. En
primer lugar, Argentina quisiera comprar equipos para perforación petrolera,
petróleo y maquinaria para la agricultura. Por nuestro lado, la Argentina podría
ofrecer cuero, lana, aceites y una gran cantidad de productos agrícolas". A esta
afirmación, el camarada Stalin contestó: "El gobierno soviético va a estudiar
esta oferta. La URSS está interesada en tener las mejores relaciones
comerciales con la Argentina".
Luego vendría una serie de diplomáticas adulaciones de Bravo a la URSS, que
afirmaba: "Desde niño estuve interesado en la URSS" a la vez que alababa la
modernización de la industria de ese país. Luego vendría el consabido elogio al
régimen justicialista por parte del embajador, que afirmó que Perón "empezó el
movimiento por la independencia del país". Seguramente con esa falsa
ingenuidad y el aire campechano que a veces desplegaba, Stalin se preguntó:
"¿Ahora la Argentina no es un país independiente?". A ello, Bravo contestó: "La
Argentina es una nación independiente, pero había muchos monopolios que
dominaban en las esferas de la economía. El presidente Perón realizó su
campaña por la nacionalización de las empresas extranjeras y ya nacionalizó
algunas. Sin la independencia económica no hay soberanía política". Stalin
asintió a la exposición de Bravo y agregó: "Estoy de acuerdo. Para la Argentina
será bueno si su independencia económica se consolida".

Intercambio deportivo
Bravo, que a lo largo de la entrevista se refería a su interlocutor como
"Generalísimo", pasó a mencionar el deseo de acrecentar las relaciones
culturales y deportivas con la URSS, hablando sobre la posibilidad de que
ambos seleccionados de fútbol se visitaran próximamente.
Luego, Bravo mencionó que la Argentina poseía una industria petrolera
nacionalizada, que pertenecía al Estado, rica en sus pozos de petróleo, pero
que carecía de equipo de perforación, quejándose a la vez de la explotación del
capital británico sobre la industria de la carne. Stalin se hizo eco del tema y
señaló: "Antes, en los tiempos del zar, toda la industria de Leningrado y toda la
flota del Báltico consumían el carbón inglés, pero ahora la situación ha
cambiado porque echamos a los ingleses. Por eso ellos están molestos y nos
están regañando". Agregó luego el dictador: "A los anglosajones les gusta
explotar a los demás. Tenemos que acabar con esto".
Curiosamente, el mismo déspota cuyas divisiones blindadas ahogaban hasta el
más leve espíritu de independencia en Polonia, Hungría y los otros países que
se hallaban detrás de la Cortina de Hierro afirmó en la entrevista con Bravo:
"Cada nación, aunque sea muy pequeña, quiere vivir su propia vida".

Posteriormente, Stalin le preguntó al embajador argentino por las posibilidades


de crear una unión de países latinoamericanos, a lo que el embajador argentino
contestó: "Parece que los países latinoamericanos tienen este deseo, pero en
cuanto algún país empieza a luchar por la independencia económica, los
Estados Unidos abren una campaña hostil en la prensa contra ese país
intentando acusarlo de connivencia con el comunismo y de estar bajo la
dependencia de la URSS" (tal vez, Bravo tenía en mente no sólo a la Argentina
de Perón, sino a la Guatemala de Jacobo Arbenz). Stalin, por su parte
contestó: "Esto demuestra solamente la pobreza de los argumentos de las
administraciones de los Estados Unidos, quienes tienen mucho dinero y muy
poco en la cabeza. Normalmente a los presidentes norteamericanos no les
gusta pensar, prefieren usar la ayuda de los "trust cerebrales", en particular, en
los casos de Roosevelt y Truman".
Terminando ya la entrevista, manejada siempre en un plano llano y cordial,
Bravo entró otra vez en el terreno de las adulaciones, para afirmar: "Me alegro
de ver al Generalísimo Stalin, sano, joven y fuerte". Astuto como siempre,
Stalin se preguntó entonces, con falsa modestia: "¿Qué represento yo para que
un hombre joven como usted esté alegre de verme?". Concluyendo enseguida:
"Unos me alaban, otros me regañan, por ejemplo, Winston Churchill". La
entrevista había terminado, y la polémica se había instalado. Hoy sabemos que
Leopoldo Bravo, que luego seguiría una prolongada carrera política y
diplomática (volvió a ser embajador en la URSS y Mongolia entre 1976 y 1981),
no faltó a la verdad en las declaraciones que hizo tras este singular encuentro,
allá por los tiempos más duros y sombríos de la Guerra Fría.

Entrevista concedida por Stalin a escritor estadounidense Wells.

Wells: Le estoy muy agradecido, Sr. Stalin, por darme la


oportunidad de conversar con Ud. Hace poco estuve en los Estados
Unidos. Tuve una larga entrevista con el presidente Roosevelt, y en
ella traté de averiguar, por cuáles ideas se deja guiar él. Ahora
vengo con Ud. para preguntarle, qué hace para cambiar el mundo.

Stalin: No tanto.

Wells: Viajo por el mundo como hombre sencillo, y como hombre


sencillo observo lo que sucede a mi alrededor.

Stalin: Hombres de la vida pública de su importancia, no son "gente


sencilla". Naturalmente, sólo la historia pronuncia el juicio definitivo
acerca de la importancia que tal o cual hombre haya tenido
efectivamente; pero en todo caso, Ud. no contempla el mundo con
los ojos del "hombre sencillo".
Wells: No finjo modestia. Lo que quiero decir es, que trato de ver el
mundo con los ojos del hombre sencillo, y no con los de un político
de partido o de un alto funcionario de administración. Mi visita a los
Estado Unidos me ha dado más de un estímulo para nuevas
reflexiones. El viejo mundo financiero allí se está derrumbando; la
vida económica del país va siendo reorganizada según nuevos
principios. Lenin dijo: "Debemos aprender a manejar nuestros
asuntos, debemos aprender de los capitalistas". Hoy, los capitalistas
deben aprender de ustedes, y asimilar el espíritu del socialismo. Me
parece, que los Estados Unidos se encuentran en un profundo
proceso de reorganización, está naciendo una economía
planificada, una economía socialista. Ud. y Roosevelt parten de
posiciones diferentes. ¿Pero acaso no existen, a pesar de eso,
puntos de contacto entre lo que se piensa en Washington y lo que
se piensa en Moscú? ¿No existe un cierto parentesco entre las
respectivas ideas y necesidades? Las mismas cosas me llamaron la
atención en Washington como ahora aquí: se constituyen oficinas,
se crea una serie de nuevos órganos reguladores del Estado, se
organiza el servicio estatal que hace tiempo hacía falta. Lo que se
necesita allí como aquí es la posibilidad de intervenir con medidas
directivas.

Stalin: Los Estados Unidos persiguen un fin diferente al nuestro en


la URSS. El fin que persiguen los Estados Unidos se ha dado como
resultado de los problemas económicos, de la crisis económica. Los
americanos quieren encontrar una salida a la crisis, con medidas del
capitalismo privado, sin cambiar la base económica. Intentan limitar
a un mínimo el daño, las pérdidas que resultan del sistema
económico actual. Con nosotros, en cambio, la vieja base
económica ha sido, como Ud. sabe, destruida, y en su lugar fue
creada una base económica nueva, completamente diferente.
Aunque los americanos, a los que alude, alcanzaran su meta en
parte, es decir, si lograsen limitar las pérdidas a un mínimo, no
eliminarían las raíces de la anarquía inherente al sistema capitalista.
Protegen el sistema económico que origina, forzosa e
inevitablemente, anarquía de la producción. Para ellos no se trata,
por lo tanto, de una reorganización de la sociedad, de abolir el viejo
sistema social, del cual nacen la anarquía y las crisis, sino, a lo
sumo, de restringir determinadas desventajas, de restringir
determinados abusos. Subjetivamente, los americanos tal vez
tengan la opinión de estar reorganizando la sociedad; pero
objetivamente protegen la base actual de la sociedad. Por eso,
objetivamente no habrá ninguna reorganización de la sociedad. Y
tampoco una economía planificada. ¿Qué es la economía
planificada? ¡Veamos algunas de sus cualidades! La economía
planificada tiene como meta abolir la desocupación. Supongamos,
que manteniendo el sistema capitalista, fuese posible limitar la
desocupación a un cierto mínimo. Con seguridad, ningún capitalista
aprobaría la eliminación total de la desocupación, la abolición del
ejército de reserva de desocupados que está destinado a ejercer
presión sobre el mercado de trabajo, y constituye una garantía de
mano de obra barata. Ahí tiene Ud. una de las contradicciones de la
"economía planificada" de la sociedad burguesa. ¡Sigamos!
Economía planificada significa, impulsar la producción en aquellas
ramas industriales, cuyos bienes son de especial importancia para
la masa del pueblo. Pero Ud. sabe que, en el capitalismo, la
ampliación de la producción se lleva a cabo de acuerdo a reglas
totalmente diferentes, que el capital afluye a aquellos sectores
económicos, en los que el pago de utilidades sea mayor. Nunca
podrá Ud. inducir a un capitalista a que se inflinja pérdidas a sí
mismo, y a que se contente con un pago de utilidades más bajo,
para satisfacer las necesidades del pueblo. Sin que desaparezcan
los capitalistas, sin que sea abolido el principio de la propiedad
privada de los medios de producción, es imposible edificar una
economía planificada.

Wells: Estoy de acuerdo con Ud. en muchos sentidos. Pero quisiera


realzar, que, al decidirse un país entero por el principio de la
economía planificada, al comenzar el gobierno lentamente, paso a
paso, a imponer ese principio consecuentemente, al final habrá
desaparecido la oligarquía financiera, y se habrá alcanzado el
socialismo, en el sentido anglosajón de la palabra. El efecto que
parte de las ideas "New-Deal" de Roosevelt es extraordinariamente
fuerte para mí, esas ideas son socialistas. Me parece que en vez de
acentuar el contraste entre ambos mundos, deberíamos aspirar a
encontrar un lenguaje común para todas las fuerzas constructivas.
Stalin: Al hablar de la imposibilidad de realizar los principios de la
economía planificada, manteniendo al mismo tiempo la base
económica del capitalismo, no quiero, en lo más mínimo, rebajas las
excepcionales facultades personales de Roosevelt, su iniciativa, su
valor y su fuerza de decisión. Indudablemente, Roosevelt es, entre
todos los líderes del mundo capitalista de hoy, uno de los
personajes más vigorosos y sobresalientes. Por eso quisiera volver
a acentuar una vez más, que mi convicción acerca de la
imposibilidad de la economía planificada bajo condiciones
capitalistas no significa que ponga en duda las facultades
personales, el talento y el valor del presidente Roosevelt. Pero si las
circunstancias no lo permiten, el líder más dotado de clarividencia
no puede alcanzar el objetivo del cual Ud. habla. En un sentido
puramente teórico, por supuesto no queda excluida la posibilidad de
acercarse, bajo las condiciones del capitalismo, paulatina y
gradualmente a la meta que Ud. llama "socialismo en el sentido
anglosajón de la palabra". Pero ¿qué clase de socialismo será ese?
A lo sumo refrenaría a los representantes individuales más
desvergonzados del capital y aplicaría el principio de la intervención
en la economía nacional en un campo algo más amplio. Todo muy
bien. Pero tan pronto Roosevelt o cualquier otro líder del mundo
burgués de hoy, quiera is más allá, y quiera seriamente atacar las
bases del capitalismo, irremediablemente sufrirá un fracaso rotundo.
Los bancos, la industria, las grandes empresas, las grandes grajas
agrícolas no le pertenecen a Roosevelt. Sin excepción son
propiedad privada. El ferrocarril, la flota mercante, todo esto está en
manos de propietarios privados. Y, finalmente, aún el ejército de
obreros calificados, de ingenieros, de técnicos no está bajo el
mando de Roosevelt, sino bajo el mando de propietarios privados:
toda esta gente, sin excepción, trabaja para propietarios privados.
Tampoco nos debemos olvidar de la función del Estado en el mundo
burgués. El Estado es una institución que organiza la defensa del
país y mantiene el "orden"; es una máquina para la recaudación de
impuestos. El Estado capitalista no tiene mucho que ver con la
economía en el sentido propio de la palabra; ésta no se encuentra
en manos del Estado. Al contrario, el Estado está en manos de la
economía capitalista. Justamente por eso, Roosevelt, a pesar de
toda su energía, me temo que no logrará el fin señalado por Ud.,
siempre suponiendo que esté, efectivamente, persiguiendo tal fin.
Tal vez sea posible, dentro de algunas generaciones, aproximarse
un poco más a esa meta; personalmente, sin embargo, creo que ni
siquiera eso es muy probable.

Wells: Quizá esté yo más convencido de una interpretación


económica de la política que Ud. Los inventos y la ciencia moderna
han producido poderosas fuerzas que impulsan hacia una mejor
organización, un mejor funcionamiento de la sociedad, es decir, al
socialismo. Organización y regulación de la actividad individual se
han convertido, por encima de toda teoría social, en necesidades
mecánicas. Si empezamos por el control estatal de los bancos, y, en
un segundo paso, ampliamos el control hasta incluir la industria
pesada, luego la industria entera, el comercio, etc., entonces este
control, que lo abarca todo, equivaldrá a la propiedad estatal de
todas las ramas de la economía nacional. Este será el proceso de
socialización. Socialismo e individualismo no son contrarios como
blanco y negro. Hay muchas gradaciones. Existe un individualismo
que raya en el bandolerismo, y existen una disciplina y una
organización, que son equivalentes al socialismo. La introducción de
la economía planificada depende, en gran parte, de los
organizadores de la economía, de la inteligencia técnica bien
formada, que poco a poco puede ser ganada para los principios de
organización socialista. Esto es lo que importa. Pues organización
viene antes que socialismo. Es el factor más importantes. Sin
organización, la idea del socialismo queda siendo una simple idea.

Stalin: Entre el individuo y el colectivo, entre los intereses del


individuo y los de la comunidad, no existen antagonismos
incompatibles, o por lo menos no deberían de existir. No deberían
de existir, ya que el colectivismo, el socialismo, no niega los
intereses individuales, sino que, al contrario, los une con los
intereses del colectivo. El socialismo no puede separarse de los
intereses individuales. Sólo la sociedad socialista puede satisfacer
al máximo estos intereses personales. Más aún: Sólo la sociedad
socialista puede intervenir con decisión a favor de los intereses del
individuo. En este sentido, no existen antagonismos incompatibles
entre "individualismo" y socialismo. Pero ¿podemos negar los
antagonismos entre las clases, entre la clase poseedora, la clase de
los capitalistas; y la clase trabajadora, el proletariado? De un lado
tenemos la clase poseedora, a la cual le pertenecen los bancos, las
fábricas, las minas, los medios de transporte, las plantaciones en
las colonias. Esa gente no ve más que su propio interés: quiere
lucros. No se somete a la voluntad del colectivo; intenta subordinar
todo lo colectivo a su voluntad. Por otro lado, tenemos a la clase de
los pobres, la clase explotada, a la cual no le pertenecen ni fábricas,
ni empresas, ni bancos, que, para poder vivir, está forzada a vender
su fuerza de trabajo a los capitalistas, y que carece de la posibilidad
de satisfacer sus necesidades más elementales. ¿Cómo armonizar
intereses y aspiraciones tan contrarios? A mi parecer Roosevelt no
logró encontrar el camino hacia la reconciliación de estos intereses.
Eso es también imposible, como lo demuestra la experiencia. Por
supuesto Ud. conoce la situación en los Estados Unidos mejor que
yo, pues nunca he estado allí y me informo acerca de las
condiciones americanas, principalmente por medio de la literatura.
Pero tengo alguna experiencia en la lucha por el socialismo, y esta
experiencia me dice, que Roosevelt, si realmente tratara de servir a
los intereses de la clase obrera a costa de la clase capitalista, será
substituido, de parte de esa clase capitalista, por otro presidente.
Los capitalistas dirán: los presidentes van y vienen, mas nosotros
no nos vamos, si tal o cual presidente no representa nuestros
intereses, nos buscaremos otros. ¿Qué puede, a fin de cuentas,
oponer el presidente a la voluntad de la clase capitalista?

Wells: Me opongo a esa simplificada subdivisión de la humanidad


en pobres y ricos. Desde luego que existe una categoría de gente,
que sólo persigue afanosamente el lucro propio. Pero ¿acaso no se
le ve a esta gente como a una plaga, en el oeste tanto como aquí?
¿No existe mucha gente en el oeste, para la cual el beneficio no es
ninguna meta en sí, que dispone de ciertos medios financieros, que
quiere invertir y costear el sustento de estas inversiones, sin que
vean en esto su meta principal? Ven en las inversiones una
necesidad desagradable. ¿Acaso no existen muchos ingenieros
capaces, que cumplen con su deber, organizadores de la economía,
que encuentran el acicate para su actividad en otra cosa que no sea
el lucro? A mi parecer existe una clase numéricamente fuerte de
gente capacitada, que admite que el sistema actual es
insatisfactorio, y que jugará un papel importante aún en la sociedad
capitalista del futuro. Durante los últimos años he pugnado mucho,
he pensado mucho acerca de la necesidad de hacer propaganda
por el socialismo y el cosmopolitismo en amplios círculos de los
ingenieros, los pilotos, los empleados técnico-militares. Carece de
sentido querer acercarse a esos círculos con una propaganda de
una simple lucha de clases. Esa gente comprende, en qué estado
se encuentra el mundo. Comprende que es un maldito caos, pero el
simple antagonismo de la lucha de clases de Ud., lo toma como
algo disparatado.

Stalin: Ud. se contrapone a la subdivisión simplificada de la


humanidad en pobres y ricos. Naturalmente, existe una capa media;
existe la inteligencia técnica a la que se refirió, y existen personas
muy buenas y muy honestas en ella. También existen, en ella,
personas deshonestas y malas. Generalmente Ud. encuentra aquí
todo tipo de gente. Pero antes que nada la humanidad se divide en
pobres y ricos, en poseedores y explotados, y apartar la vista de
esta división fundamental, significa apartar la vista del hecho
fundamental. Yo no niego la existencia de capas medias,
intermedias, que se puedan poner del lado de una, o de otra de las
dos clases combatientes, o que se mantengan en una posición
neutral en esta lucha. Pero repito, apartar la vista de esta división
fundamental de la sociedad, o de la lucha fundamental entre las dos
clases principales significa cerrar los ojos ante los hechos. Esta
lucha se está librando y se seguirá librando. Cómo termine la lucha,
depende del proletariado, de la clase obrera.

Wells: Pero ¿no existe mucha gente, que no es pobre, y sin


embargo trabaja, trabaja productivamente?

Stalin: Naturalmente que hay pequeños propietarios de tierra,


artesanos, pequeños comerciantes; pero el destino de un país no
depende de esa gente, sino de las masas trabajadoras que
producen todo aquello que la sociedad necesita.

Wells: Pero tendrá que reconocer que existen géneros de


capitalistas que difieren mucho entre sí. Hay capitalistas que sólo
piensan en el lucro, sólo piensan en hacerse ricos; pero también
hay quienes están dispuestos a hacer sacrificios. Tome por ejemplo
al viejo Morgan. Sólo pensaba en el lucro; era sencillamente un
parásito de la sociedad; sólo acumulaba posesiones. Pero tome a
Rockefeller. Era un organizador brillante; ha demostrado de manera
ejemplar cómo se debe organizar la explotación del petróleo. O
tome a Ford. Desde luego que Ford busca el beneficio propio.
¿Pero no es también un organizador apasionado de la
racionalización en la producción, del cual Ud. aprende? Quiero
señalar que en los últimos tiempos se ha producido un cambio
importante en la actitud de los países de habla inglesa con respecto
a la URSS. La causa de esto hay que buscarla en la posición de
Japón y en los acontecimientos en Alemania. Pero al lado de eso
existen otras razones que no tiene su origen en la política
internacional. Existe una causa más profunda, y está, justamente,
en que mucha gente se va dando cuenta de que el sistema basado
en el lucro privado se está derrumbando. Bajo estas circunstancias
me parece que no debemos poner el antagonismo entre ambos
mundos en primer plano, sino que nos deberíamos esforzar por
unificar todas las corrientes constructivas, todas las fuerzas
constructivas, en la medida de lo posible, en una línea. Tengo la
impresión, de que mi posición es más izquierdista que la suya, Sr.
Stalin, creo que el viejo sistema está más cercano a su fin de lo que
Ud. cree.

Stalin: Al hablar de capitalistas, que sólo buscan el lucro, sólo


buscan la riqueza, no estoy queriendo decir que esa gente no tenga
ningún valor y que no sirva para nada más. Muchos de ellos
disponen, sin duda, de grandes capacidades organizativas, que no
pretendería negar ni soñando. No es poco lo que los hombres de la
Unión Soviética aprendemos de los capitalistas. Y Morgan, al cual
caracteriza de modo tan desventajoso, fue indudablemente, un
organizador bueno ya capaz. Pero si habla de gente resuelta a crear
un mundo nuevo, por cierto que no la encontrará en las filas de
aquellos que sirven fielmente a la causa del lucro. Nosotros y ellos
estamos en dos polos opuestos. Ud. ha mencionado a Ford. Desde
luego que es un organizador capaz de la producción. ¿Pero no
conoce su actitud para con la clase obrera? ¿No sabe a cuántos
obreros lanza a la calle? El capitalista está encadenado al lucro, y
ningún poder del mundo lo puede arrancar de allí. El capitalismo no
es eliminado por los organizadores de la producción, por la
inteligencia técnica, sino por la clase obrera, porque las capas que
mencionamos no tienen un papel autónomo. El ingeniero, el
organizador de la producción, no trabaja como él quiere, sino como
debe, trabaja de una manera que sirve a los intereses de su patrón.
Desde luego que hay excepciones; hay hombres en esa capa que
han despertado del delirio capitalista. En determinadas condiciones,
la inteligencia técnica puede lograr milagros y prestar grandes
servicios a la humanidad. Pero también puede causar grandes
daños. No es poca la experiencia que tenemos los hombres de la
Unión Soviética con la inteligencia técnica. Después de la
Revolución de Octubre, una determinada parte de la inteligencia
técnica se negó a colaborar en la construcción de la nueva
sociedad; se resistía a este trabajo de construcción y lo saboteaba.
Hicimos todo lo que pudimos para integrar a la intelectualidad
técnica a este trabajo constructivo; lo intentamos de una manera y
de otra. Pasó mucho tiempo antes de que nuestros intelectuales
preparados se encontraran dispuestos a apoyar el nuevo sistema
activamente. Hoy, lo mejor de esta intelectualidad técnica está en la
línea más avanzada de aquellos que construyen la sociedad
socialista. Partiendo de estas experiencias, estamos muy lejos de
subestimar tanto los buenos como los malos lados de esta
intelectualidad; sabemos que, de un lado, puede causa daño, del
otro, puede lograr "milagros". Naturalmente , las cosas serían
diferentes, si fuese posible arrancar a la intelectualidad, de un solo
golpe, del mundo capitalista. Pero eso es utópico. ¿Hay entre la
intelectualidad técnica, muchos que osarían romper con el mundo
burgués e intervenir a favor de la edificación de una nueva
sociedad? ¿Cree Ud. que haya mucha gente de ese tipo, digamos,
en Inglaterra o en Francia? No, son sólo pocos, los que estarían
dispuestos a separarse de sus patronos y empezar con la
construcción de un nuevo mundo. Además, ¿podemos ignorar el
hecho que, para cambiar el mundo, se tiene que estar en posesión
del poder político? Me parece, Sr. Wells, que subestima mucho la
cuestión del poder político, que esta pregunta, en su concepción, no
está considerada en absoluto. ¿Qué puede hacer esa gente, aún
con las mejores intenciones del mundo, si no está en condiciones
de plantearse la pregunta del poder, y no está, ella misma, en
posesión del poder? En el mejor de los casos, puede apoyar a la
clase que tome el poder, pero no puede cambiar el mundo por su
propia fuerza. Eso sólo lo puede hacer una clase mayoritaria, que
se pone en el lugar de la clase capitalista, y se convierte, en vez de
ésta, en dirigente. Esta clase, es la clase obrera. Desde luego que
hay que aceptar la ayuda de la intelectualidad técnica; y, en sentido
inverso, hay que ayudarle a ella. Pero no se debe creer, que la
intelectualidad técnica fuese capaz de jugar un papel histórico
autónomo. La transformación del mundo es un proceso grande,
complicado y penoso. Esta gran tarea exige una gran clase. Sólo
grandes barcos emprenden largos viajes.

Wells: Sí, pero para emprender un viaje largo, se necesita un


capitán y un timonel.

Stalin: Eso es correcto, pero lo primero que se necesita para un


viaje largo, es un barco grande. ¿Qué es un timonel sin barco?
Nada.

Wells: El barco grande es la humanidad, no una clase.

Stalin: Ud., Sr. Wells, por lo visto parte de la suposición, de que


todos los hombres son buenos. Yo, mientras tanto, no olvido que
también existen muchos hombres malos. No creo en la virtud de la
burguesía.

Wells: Recuerdo la situación de la intelectualidad hace algunas


décadas. En aquel entonces, la intelectualidad técnica era
numéricamente pequeña, pero había mucho que hacer, y cada
ingeniero tenía, técnica e intelectualmente, su oportunidad. Por eso,
la intelectualidad técnica era la clase menos revolucionaria. Hoy,
mientras tanto, hay intelectuales técnicos de sobra, y su mentalidad
ha cambiado muy marcadamente. El hombre con formación
profesional, que antes jamás habría prestado atención a discursos
revolucionarios, ahora se interesa mucho por ellos. Recientemente
estuve en una cena de la Royal Society, nuestra gran sociedad
científica inglesa. El discurso del presidente fue una intervención en
defensa de la planificación social y del control científico. Hoy, el
hombre que está al frente de la Royal Society, sostiene ideas
revolucionarias e insiste en una reorganización científica de la
sociedad humana. Su propaganda de guerra de clases no ha podido
adaptarse al paso de este desarrollo. El pensar humano cambia.

Stalin: Ya lo sé, sí, y la explicación de esto hay que buscarla en el


hecho de encontrarse la sociedad capitalista en una callejón sin
salida. Los capitalistas buscan un camino que los conduzca fuera de
este callejón sin salida, que sea compatible con el prestigio de esta
clase, con los intereses de esta clase, pero no lo encuentran.
Podrán salirse un corto trecho fuera de la crisis, gateando con pies y
manos en el suelo, pero no pueden encontrar un camino que les
posibilite salir con la cabeza erguida, un camino que no atentara
fundamentalmente contra los intereses del capitalismo. Esto se
comprende, naturalmente, en amplios círculos de la intelectualidad
técnica. Una gran parte de esos hombres empieza a comprender la
comunidad de intereses con la clase que es capaz de mostrar una
escapatoria al callejón sin salida.

Wells: Si hay alguien que entienda algo de la revolución, del lado


práctico de la revolución, es Ud., Sr. Stalin. ¿Acaso se han
sublevado alguna vez las masas? ¿No es una verdad innegable,
que todas las revoluciones son hechas por una minoría?

Stalin: Para hacer una revolución, es menester una minoría


revolucionaria dirigente; pero la minoría más capacitada, más
abnegada, y más enérgica, quedaría desvalida, si no pudiese
basarse en el apoyo, por lo menos pasivo, de millones.

Wells: ¿Por lo menos pasivo? ¿Tal vez subconsciente?

Stalin: En parte también el apoyo semiinstintivo, y semiconsciente,


pero sin el apoyo de millones aún la mejor minoría sería impotente.

Wells: Al observar la propaganda comunista en el oeste, tengo la


impresión, que esa propaganda, en vista de la situación actual,
suena muy atrasada, pues es propaganda para la insurrección.
Propaganda a favor del derrocamiento del sistema social por la
violencia, fue buena y justa, cuando iba dirigida contra una tiranía.
Pero en las condiciones actuales, derrumbándose solo el sistema
de todos modos, se debería de atribuir importancia al rendimiento, a
la eficacia, a la productividad, y no a la sublevación. Yo encuentro,
que el tono de sublevación es un tono falso. La propaganda
comunista en el oeste es una contrariedad para los hombres de
mentalidad constructiva.

Stalin: Naturalmente, el viejo sistema se derrumba y se pudre.


Correcto. Pero también es correcto, que se están haciendo nuevos
esfuerzos, para, con otros métodos, con todos los medios, proteger
este sistema moribundo, y salvarlo. Ud. saca una conclusión
errónea de una premisa correcta. Con razón afirma, que el viejo
mundo se derrumba. Pero se equivoca, si cree, que se derrumba
por sí solo. No, la sustitución de un sistema social por otro es un
proceso revolucionario, largo y penoso. No es un proceso
espontáneo simplemente, sino una lucha: es un proceso que se
lleva a cabo en el choque de las clases. El capitalismo se pudre,
pero no se le puede comparar sencillamente con un árbol, que esté
tan corrompido, que tiene que caer a tierra por sí solo. No, la
revolución, el relevo de un sistema por otro, ha sido siempre una
lucha, una lucha penosa y cruel, una lucha de vida o muerte. Y cada
vez que los hombres del mundo nuevo llegaron al poder, tuvieron
que defenderse de los intentos del mundo viejo de restaurar el viejo
orden por la violencia; estos hombres del mundo nuevo siempre han
tenido que estar en guardia, siempre dispuestos a rechazar los
ataques del mundo viejo al nuevo sistema. Sí, tiene razón al decir
que se derrumba el viejo sistema social; pero no se derrumba por sí
mismo. Tome por ejemplo el fascismo. El fascismo es una fuerza
reaccionaria que, utilizando la violencia, intenta conservar el viejo
mundo. ¿Qué quiere hacer con los fascistas? ¿Discutir con ellos?
¿Tratar de convencerlos? Pero así, con ellos, no se logra ni lo más
mínimo. Los comunistas no glorifican, de ninguna manera, la
aplicación de la violencia. Pero ellos, los comunistas, no tienen la
intención de dejarse sorprender, no se pueden fiar de que el viejo
mundo se saldrá del escenario voluntariamente, ven, que el viejo
sistema se defiende por la violencia y, por eso mismo, los
comunistas le dicen a la clase obrera: ¡Contestad a la violencia con
la violencia, haced todo lo que esté en vuestras fuerzas para
impedir que os aplaste el viejo orden moribundo, no dejéis que os
aten las manos, aquellas manos, con las que derribaréis el viejo
sistema! Ud. ve, por lo tanto, que los comunistas no consideran la
sustitución de un sistema social por otro simplemente como un
proceso espontáneo y pacífico, sino como un proceso complicado,
largo y violento. Los comunistas no pueden cerrar los ojos ante los
hechos.

Wells: Pero mire lo que está sucediendo en el mundo capitalista.


Esto no es, simplemente, un colapso, es un estallido de violencia
reaccionaria, que termina en el bandolerismo. Y a mi parecer, los
socialistas pueden, cuando se da un conflicto con la violencia
reaccionaria e inepta, acudir a la ley, y en vez de considerar a la
policía como su enemigo, deberían apoyarla en su lucha contra los
reaccionarios. Creo que carece de sentido operar con los métodos
del viejo y rígido socialismo de insurrecciones.

Stalin: Los comunistas se basan en ricas experiencias históricas;


esas experiencias enseñan, que una clase agotada no abandona el
escenario voluntariamente. Piense en la historia de Inglaterra en el
siglo XVII. ¿No decían en aquel entonces muchos que el viejo
sistema social estaba podrido? Pero, a pesar de ello, ¿no fue
necesario un Cromwell para anonadarlo por la fuerza?

Wells: Cromwell operaba sobre la base de la constitución, y en


nombre del orden constitucional.

Stalin: ¡En nombre de la constitución ejerció violencia, hizo ejecutar


al rey, disolvió y esparció el parlamento, hizo encarcelar o decapitar
gente! O tome un ejemplo de la historia de mi país. ¿No estaba
claro hace mucho, que se pudría, se desplomaba el sistema
zarista? Pero ¿cuánta sangre tuvo que ser derramada aún, para
abatirlo? ¿Y la Revolución de Octubre? ¿No hubo muchos que
veían con toda claridad, que solamente nosotros, los bolcheviques,
señalábamos una salida? ¿No estaba claro que el capitalismo ruso
estaba podrido? Pero Ud. sabe cuán fuerte fue la resistencia,
cuánta sangre tuvo que ser derramada para defender la Revolución
de Octubre contra todos sus enemigos, en el interior y en el
extranjero. O tome a Francia a finales del siglo XVIII. Mucho tiempo
antes de 1789 ya estaba claro, cuán podrido estaba el poder del
rey, cuán podrido estaba el sistema feudal. Sin embargo, aquello no
pudo llevarse a cabo sin un levantamiento popular, un choque de
las clases. ¿Por qué? Porque aquellas clases que tienen que
abandonar el escenario de la historia, son las últimas en creer que
su juego se ha acabado. Es imposible convencerlas de ello. Creen,
que las grietas en la putrefacta estructura del viejo orden podrían
ser remendadas, que la estructura tambaleante del viejo orden
podría ser arreglada y salvada. Por eso mismo, las clases que están
hundiéndose, acuden a las armas y se valen de cualquier medio,
para mantenerse como clase dominante.

Wells: ¿Pero acaso la Gran Revolución francesa no fue encabezada


por algunos abogados?

Stalin: Estoy lejos de querer menoscabar el papel de la inteligencia


en movimientos revolucionarios: Pero ¿fue la Gran Revolución
francesa una revolución de abogados, o una revolución del pueblo,
que logró la victoria movilizando a amplias masas populares para la
lucha contra el feudalismo, y defendiendo los intereses del Tercer
Estado? ¿Y actuaron los abogados entre los dirigentes de la Gran
Revolución francesa de acuerdo a las leyes del viejo orden? ¿No
introdujeron un derecho nuevo, burgués-revolucionario? Ricas
experiencias históricas enseñan que hasta hoy ninguna clase se ha
retirado para hacerle lugar a otra voluntariamente. Esto, en la
historia no tiene precedente. Los comunistas han aprendido esta
lección histórica. Los comunistas celebrarían que la burguesía se
retirase voluntariamente. Pero tal giro de las cosas es, como
sabemos por experiencia, improbable. Por eso, los comunistas
están prevenidos para lo peor, y se dirigen a la clase obrera con el
llamamiento de estar alerta y preparada para la lucha. ¿De qué vale
un dirigente que adormece la vigilancia de su ejército, un dirigente
que no comprende que el enemigo no va a capitular, que tiene, que
tiene que ser destruido? Quien, como dirigente, actúa de tal
manera, engaña, traiciona a la clase obrera. Esta es la razón por la
cual opino, que aquello que a Ud. la parece atrasado, para la clase
obrera es, en realidad, una norma para la actividad revolucionaria.

Wells: No niego que sea necesario hacer uso de la violencia, pero sí


es mi opinión, que las formas de lucha deberían ser concertadas
como mejor se pueda, con las posibilidades que ofrecen las leyes
existentes dignas de ser defendidas contra ataques reaccionarios.
No hay ninguna necesidad de desorganizar el sistema viejo, ya que
éste, tal como están las cosas, se va desorganizando por sí solo.
Por eso, la sublevación contra el orden viejo, contra la ley, me
parece anticuada y superada por el desarrollo. Estoy, dicho sea de
paso, exagerando conscientemente, para que la verdad se haga
visible de modo más claro. Puedo formular mi punto de vista de la
siguiente manera: primero, estoy a favor del orden; segundo, ataco
al sistema existente en tanto que no puede garantizar el orden;
tercero, temo que la propaganda a favor de la guerra de clases vaya
a alejar del socialismo justamente a aquellas personas cultas, que el
socialismo necesita.

Stalin: Si se quiere lograr un gran objetivo, un objetivo social


importante, se precisa una fuerza central, un baluarte, una clase
revolucionaria. Como próximo paso, es necesario organizar el
apoyo de esta fuerza central por parte de fuerzas auxiliares; en este
caso, dicha fuerza auxiliar es el Partido, al cual están afiliadas
también las mejores fuerzas de la inteligencia. Ud. acaba de hablar
de "personas cultas". Pero ¿en qué personas cultas pensaba? En
Inglaterra durante el siglo XVII, en Francia a fines del siglo XVIII, y
en Rusia durante la época de la Revolución de Octubre, ¿no
estaban muchas personas del lado del viejo orden? El viejo orden
tenía a su servicio a muchas personas sumamente cultas, que
defendían el viejo orden, que combatían el nuevo orden. La cultura
es un arma, cuyo efecto depende de qué mano la haya forjado, qué
mano la dirija. Por supuesto, el proletariado necesita personas
sumamente cultas. Ciertamente; los ingenuos no pueden ser de
ninguna ayuda para el proletariado en su lucha por el socialismo, en
la edificación de una nueva sociedad. No subestimo el rol de la
inteligencia; al contrario, lo subrayo. Pero la pregunta es la
siguiente: ¿de qué inteligencia estamos hablando? Porque hay
diferentes tipos de inteligencia.

Wells: No puede haber revolución sin cambios radicales en la


instrucción pública. Basta citar dos ejemplos: el ejemplo de la
República alemana, que no tocó el viejo sistema educacional, y que
por eso nunca se convirtió en República; y el ejemplo del Labour
Party inglés, que no tiene la intención de insistir en una
transformación radical de la instrucción pública.
Stalin: Muy acertado. Permítame ahora responder a sus tres puntos.
Primero: Lo más importante para la revolución es la existencia de un
baluarte social. Tal baluarte social es la clase obrera. Segundo: se
precisa de una fuerza auxiliar, aquello, que los comunistas llaman
Partido. Al Partido está afiliada la inteligencia obrera, y aquellos
elementos de la inteligencia técnica que están estrechamente
ligados a la clase obrera. La inteligencia se fuerte solamente, si se
une con la clase obrera. Si se contrapone a la clase obrera, se
convierte en una simple cifra. El nuevo poder político crea las
nuevas leyes, el nuevo orden, el cual es un orden revolucionario. Yo
no estoy a favor del orden sin más ni más. Yo estoy a favor de un
orden que corresponda a los intereses de la clase obrera. Por
supuesto, si algunas leyes del viejo orden pueden ser utilizadas en
interés de la lucha por un orden nuevo, esto debería de hacerse. No
tengo objeciones contra su postulación de que el sistema actual
debería ser atacado, en tanto que no puede garantizar el orden
necesario para el pueblo. Y, finalmente, está equivocado si cree que
los comunistas están enamorados de la violencia. Con todo gusto
renunciarían a la aplicación de violencia, si la clase dominante
estuviera dispuesta a cederle su lugar a la clase obrera. Pero la
experiencia histórica indica lo contrario de tal suposición.

Wells: Aunque también es cierto, que la historia de Inglaterra


conoce un caso, en que una clase le dejara el poder a otra clase
voluntariamente. En el periodo entre 1830 y 1870, la aristocracia,
que en las postrimerías del siglo XVIII tuvo aún una influencia
considerable, voluntariamente, sin lucha seria, le cedió el poder a la
burguesía, lo cual fue una de las causas para el sentimental
mantenimiento de la monarquía. En lo sucesivo, esta transferencia
del poder condujo a que erigiera su dominio la oligarquía financiera.

Stalin: Pero Ud. se ha pasado imperceptiblemente de cuestiones de


la revolución a cuestiones de la reforma. Eso no es lo mismo. ¿No
opina que el movimiento cartista tuvo gran significado para las
reformas en la Inglaterra del siglo XIX?

Wells: Los cartistas poco hicieron, y desaparecieron sin dejar


huellas.
Stalin: No comparto su opinión. Los cartistas, y el movimiento
huelguístico organizado por ellos, tuvieron un papel importante;
obligaron a las clases dominantes a una serie de concesiones con
respecto al derecho de sufragio, con respecto a la abolición de los
llamados "distritos electorales corrompidos", con respecto a algunos
puntos de la "Carta". El cartismo jugó un rol histórico de no poca
importancia y obligó a una parte de las clases dominantes, a menos
que hubiese querido tolerar continuas conmociones, a hacer ciertas
concesiones, ciertas reformas. En general cabe decir que las clases
dominantes de Inglaterra, la aristocracia tanto como la burguesía, se
han mostrado desde el punto de vista de sus intereses de clase, del
punto de vista del afianzamiento de su poder, ser las más hábiles,
las más flexibles en comparación con todas las otras clases
dominantes. Tome, digamos, un ejemplo de la historia de nuestros
días -la huelga general en Inglaterra, en el año 1926. En caso de
semejante acontecimiento, a saber, que el Consejo general de los
sindicatos dé la orden de huelga, cualquier otra burguesía hubiese,
en primer lugar, hecho detener a los dirigentes sindicales. No así la
burguesía británica, que con ello actuó de manera absolutamente
inteligente, desde el punto de vista de sus propios intereses. No me
imagino que la burguesía de los Estados Unidos, de Alemania o de
Francia hubiese aplicado una estrategia tan flexible. Para mantener
su dominio, las clases dominantes de Gran Bretaña no han
rehusado nunca hacer pequeñas concesiones, o reformas. Pero
sería un error tomar estas reformas por revolucionarias.

Wells: Ud. Tiene una opinión más favorable de las clases


dominantes de mi país que yo. Pero ¿existe gran diferencia entre
una pequeña revolución y una gran reforma? ¿Acaso una reforma
no es una pequeña revolución?

Stalin: A consecuencia de la presión desde abajo, de la presión de


las masas, la burguesía puede, manteniendo el sistema socio-
económico reinante, ocasionalmente conceder determinadas
reformas parciales. Al actuar así, calcula que esas concesiones son
necesarias para mantener su dominio de clase. Es pues, por este
motivo, imposible caracterizar una reforma como revolución. Por
ello, no hemos de esperar ningún cambio del sistema social que se
realice como imperceptible transición de un sistema a otro, por vía
de reformas, a través de concesiones de la clase dominante.

Wells: Le agradezco mucho por esta conversación, que para mí ha


tenido una gran importancia. Cuando me estuvo explicando diversos
puntos, posiblemente haya recordado el pasado, cuando en los
círculos ilegales antes de la revolución, solía explicar los
fundamentos del socialismo. Hay actualmente sólo dos personas
sobre la tierra, cuya opinión, cuya más mínima declaración es
escuchada todavía por millones -de Ud. y Roosevelt. Otros, que
prediquen cuanto quieran; lo que digan no será impreso ni tenido en
cuenta. Aún no puedo apreciar, cuánto ha sido logrado en su país.
Pero he visto ya las caras contentar de hombres y mujeres sanos, y
sé, que algo muy significativo se está realizando aquí. La diferencia,
en comparación con 1920, es asombrosa.

Stalin: Mucho más se hubiera podido conseguir, si los bolcheviques


hubiésemos sido más inteligentes.

Wells: No, si los seres humanos fuésemos más inteligentes. Sería


una buena cosa inventar un plan quinquenal para la reconstrucción
del cerebro humano, pues obviamente le faltan muchas cosas
imprescindibles para un orden social perfecto.

Stalin: ¿Piensa quedarse aquí para el Congreso de la Unión de


Escritores Soviéticos?

Wells: Desafortunadamente tengo varios compromisos, y me puedo


quedar sólo por una semana en la URSS. Vine con el deseo de
hablar con Ud. y estoy muy contento con nuestra charla. Pero, con
los escritores, con los que pueda encontrarme, pienso hablar de la
posibilidad de sus afiliación al PEN-Club. Es ésta una organización
internacional de escritores, que fue fundada por Galsworthy;
después de morir él, yo me convertí en su presidente. La
organización es aún débil, pero tiene grupos de afiliados en muchos
países, y, lo cual es aún más importante, la prensa informa muy
detalladamente acerca de los discursos de sus miembros. Su
principio es la libre manifestación de opiniones -también de
opiniones contrarias. Espero poder discutir este punto con Gorki. No
sé, si aquí ya se está preparado para tanta libertad...
Stalin: Los bolcheviques llamamos a eso "autocrítica". Se
acostumbra en toda la URSS. Si Ud. deseara alguna cosa, yo le
podría ayudar con voluntarios.

Wells: Le estoy muy agradecido.

Stalin: Yo le agradezco por la entrevista.

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