Diagnóstico Ambiental DEL Sector Costero Quibú-Almendares, Municipio Playa, LA Habana, Cuba
Diagnóstico Ambiental DEL Sector Costero Quibú-Almendares, Municipio Playa, LA Habana, Cuba
Diagnóstico Ambiental DEL Sector Costero Quibú-Almendares, Municipio Playa, LA Habana, Cuba
Universidad de La Habana
DIAGNÓSTICO AMBIENTAL
DEL SECTOR
COSTERO QUIBÚ-
ALMENDARES,
MUNICIPIO
PLAYA, LA
HABANA, CUBA
La Habana, 2016
Centro de Investigaciones Marinas
Universidad de La Habana
DIAGNÓSTICO AMBIENTAL
DEL SECTOR COSTERO
QUIBÚ- ALMENDARES,
MUNICIPIO PLAYA, LA
HABANA, CUBA
La Habana, 2016
DEDICATORIA
A mis padres y a mi
tuvieron en mí.
i
Deseo agradecer:
A mi familia y en especial a mis padres, a mi abuelita, a mis
tíos Carlos y Tony y mis tías por el amor, la comprensión, el
apoyo y la confianza brindada durante toda mi carrera.
A mis tutores Ana María Suárez Alfonso y Eduardo
Salinas Chávez por su tiempo, paciencia y dedicación en la
elaboración
de este
trabajo. Al Centro de Investigaciones
Marinas.
A los profesores de la Facultad de Geografía por su
colaboración y consejos, especialmente a todos los que me
brindaron su ayuda, su tiempo y cooperación y en especial al
departamento
administrativo de la
Facultad. A mi tío Evelio Balado por haber sido mi
inspiración para el estudio de esta carrera y por sugerirme
esta línea de
investigación
. A todos mis
amigos en especial Luis David, Javier, Lourdes, Mey, y a todos
mis compañeros de clase por el ánimo que me
brindaron
. A todos los
institutos, centros y personas que me facilitaron
información.
A todos los que de una forma u otra hicieron posible
la preparación de esta Tesis y que contribuyeron a mi
crecimiento
como
persona,
Muchas
Gracias
RESUMEN
La zona costera del municipio Playa, entre los ríos Quibú y Almendares,
por largo tiempo ha sufrido los efectos de la urbanización acelerada y el
uso inadecuado de sus recursos, muchas veces sin tener en cuenta sus
potencialidades y sus limitaciones, lo que junto a dificultades económicas
y el deterioro en la planificación y el manejo integrado de la zona costera,
afectan la calidad de los paisajes del área. Por esto surge la necesidad de
caracterizar, determinar y evaluar el estado ambiental de la zona con el
propósito de proponer soluciones para mejorarlo. Para ello se parte de la
delimitación, clasificación y cartografía de los paisajes y la elaboración de
la matriz de impacto según la metodología de Conesa. En las unidades
del paisaje, se analizaron la vulnerabilidad y las respuestas a la actividad
humana, mediante el empleo del coeficiente de transformación
antropogénica y se identificaron los impactos ambientales que se generan
o que existen, no solo como consecuencia de los procesos naturales sino
también por la urbanización existente. Se concluye que continúan los
aportes sostenidos de materia orgánica en todo el litoral; se confirma la
influencia negativa de las aguas de los ríos en la calidad de las aguas
costeras en la zona de estudio, siendo las zonas estuarinas cercanas a la
desembocadura de los ríos las de peores condiciones ambientales. Los
impactos han ocurrido durante largo tiempo y el medio se ha adaptado a
la mayoría de ellos en busca del equilibrio y por tanto los efectos actuales
se consideran moderados.
El proceso actual del cambio climático global y sus efectos adversos en los
sistemas costeros, resaltan la importancia del conocimiento detallado del
comportamiento de la dinámica costera y sus vulnerabilidades, para la
búsqueda de soluciones sostenibles y un manejo integrado eficiente.
1
Se ha estudiado intensamente y a nivel mundial la identificación de los
problemas ambientales de la zona costera y sus posibles soluciones. Scura
et al. (1992), Clark (1996), Sorensen y Brandani (1997) y Cicin-Sain y
Knecht (1998) consideran que los principales problemas ambientales de la
zona costera están relacionados fundamentalmente con el deterioro de los
recursos pesqueros por la sobrepesca; la amenaza a la diversidad biológica
marina por factores antrópicos y climáticos; la degradación de las zonas
costeras por el desarrollo industrial, el turismo y la urbanización no
controlada, la contaminación marina por desechos domésticos e industriales
desde fuentes terrestres; la sobreexplotación de algunos recursos costeros
(petróleo y áridos); y la expansión de la transportación marítima y la
violación de las reglamentaciones. Dichos autores también trabajan en la
solución de estos problemas y, sobre todo, de la contaminación costera y
marina que es considerada uno de los problemas ambientales más serios
que afronta hoy en día la humanidad y que trasciende límites políticos-
administrativos.
Los problemas antes mencionados coinciden con los de las zonas costeras
cubanas y, específicamente, en el municipio Playa. En esta zona se han
identificado los principales problemas ambientales al realizar un
levantamiento general del estado actual del medio físico (o natural) y el
socioeconómico. Se encontró que la calidad ambiental urbana y de la zona
litoral del municipio es baja, sobre todo por problemas de contaminación del
agua (fluvial y marina), la erosión costera, la afectación a la vegetación
costera y a la fauna asociada a ella, la vulnerabilidad ante la ocurrencia de
eventos meteorológicos extremos, la sobrepesca, la presencia de vectores y
roedores por la existencia de microvertederos, el deterioro o inexistencia de
una red eficiente de alcantarillado, las dificultades con la disponibilidad de
agua potable, las afectaciones a la estética del paisaje, los residuales
líquidos y sólidos como consecuencia de los desechos domésticos e
industriales, la existencia de actividades ilícitas, la presencia de barrios y
focos insalubres, entre otros (Campos et al., 2001; Rodas et al., 2004; Mateo
et al., 2008; Carmenate, 2009, Cabrera et al., 2010; Reyes et al., 2014;
Rivas, 2015).
Otros trabajos más específicos realizados en las playas del Oeste, están
relacionados con los cambios en las playas y la dinámica costera a largo
plazo y abordan el estado y el retroceso de la línea de costa en dichas
playas en un período de 80 años, confirmando los cambios en la línea de
costa, ya sea por erosión o acumulación como consecuencia fundamental
del proceso de urbanización del área. Sosa, Rivas y Guerra (2004); Sosa et
al. (2012); Curra-Sánchez (2012) y Rivas et al. (2012).
El MIZC eficiente debe ser la meta de todo país o región que quiera
preservar los valores y beneficios de la zona costera, logrando una
interrelación equilibrada entre el componente social, económico y natural.
Esto no es posible sin estudios previos como los diagnósticos ambientales o
las evaluaciones de impacto. De ahí la importancia de los resultados de esta
investigación, que contribuirán al mejor uso y aprovechamiento de los
recursos de la zona costera, tanto por la comunidad que ahí vive, como por
la administración municipal y las empresas que forman parte del desarrollo
de la zona, de esta forma se cumplen los lineamientos de la nueva política
económica y social del país, que promueven el desarrollo local y el manejo
integrado y sostenible de los recursos.
Objetivo General:
Objetivos específicos:
El área de estudio ubicada en el municipio Playa, fue una zona propicia para
el asentamiento aborigen por su proximidad a la costa y a los ríos
colindantes. (Durand-Galano et al., 2006).
Cada país o región define y establece los límites de su zona costera según
sus particularidades y la normativa legal existente. También hay variedad de
criterios entre los investigadores para dicha zona.
Salabarría et al. (2015), definen la zona costera como “la franja marítimo-
terrestre de ancho variable, donde se produce la interacción de la tierra, el
mar y la atmósfera, mediante procesos naturales. En estas se desarrollan
formas exclusivas de ecosistemas frágiles y se manifiestan relaciones
particulares económicas, sociales y culturales”, procede posteriormente a
determinar el elemento más decisorio en tal definición, los límites de esa
zona. Aunque se apoya en el Decreto-Ley 212 para definir la zona costera y
sus límites, también plantea algunos vacíos que deja esta como por ejemplo:
que no define al Manejo Integrado de la Zona Costera (MIZC) en el contexto
cubano, ni establece sus principios, lo cual además de desorientar a los
actores sociales y no colmar sus expectativas, deja sin lineamientos básicos
que informen no solo del Decreto-Ley 212, en sí, sino a todas las
disposiciones jurídicas relevantes para el MIZC. La definición cubana de
zona costera no hace alusión a acciones administrativas, ni a límites de
jurisdicción alguna (estatal, provincial, municipal), sino se atiene a factores
geográficos sin hacer referencia a parámetros especiales, por el contrario,
declara que es variable y no define el vocablo en torno a la cuestión
patrimonial, sino a las relaciones de tipo económicas, sociales y culturales
de cada sitio. Tampoco se tiene muy claro el principio del manejo basado en
ecosistemas que define, entre otros principios, que: “Los ecosistemas deben
ser manejados dentro de los límites de su funcionamiento”. A pesar de los
problemas que presenta el Decreto-Ley 212, lo cierto es que con él, el
marco legal del MIZC en Cuba se ordenó, siendo un instrumento jurídico con
alto rango normativo.
El MIZC ha tenido una serie de definiciones, entre las que cabe resaltar la
definición de:
Knecht y Archer (1993) consideran que el MIZC tiene varios propósitos:
Analizar las implicaciones del desarrollo, los usos conflictivos y las
interrelaciones entre los procesos físicos y las actividades humanas.
Promover los vínculos y la armonización entre las actividades
costeras y oceánicas de los sectores.
Según Post y Lundin (1996) el manejo costero integrado, por lo regular, se
centra en tres metas:
Superar los conflictos asociados con el manejo sectorial.
Preservar la productividad y la diversidad biológica de los
ecosistemas costeros.
Promover una asignación equitativa y sostenible de los recursos
costeros.
Cicin-Sain and Knecht (1998) consideran que el MIZC es un proceso
continuo y dinámico a través del cual se toman decisiones para el desarrollo
y uso sostenible, así como la protección de las zonas y los recursos costeros
y marinos.
Según el Centro de Información, Gestión y Educación Ambiental (CIGEA,
2009) se considera además, un proceso de gestión integrada, que unifica al
gobierno, la comunidad, la ciencia y a los distintos intereses económicos,
con el fin de lograr la conservación de los recursos naturales y el desarrollo
económico de la zona costera.
El paisaje puede estar formado por dos grandes componentes; uno que
describe la secuencia sobre el territorio del conjunto roca-relieve-suelo, cuya
tasa de cambio en el tiempo es baja o muy baja; y el otro, que describe el
dominio bioclimático y de uso del suelo, que se caracteriza por un gran
dinamismo a varias escalas temporales (Bocco, 2009, Coord.). Ambos
componentes pueden estudiarse por separado en bases de datos
geográficos automatizadas (en el marco de un Sistema de Información
Geográfica)
Todas estas definiciones tienen como idea central que el paisaje está
conformado por el entorno natural y la interacción del hombre con este.
Autores como Jardi (1990), Aguiló et al. (2004), Mateo et al. (2008), Mateo
(2011), en sus textos definen ¿qué son? las unidades de paisaje y las
unidades ambientales y exponen los indicadores y las metodologías para la
identificación, los límites o establecimiento, el análisis y trabajo con dichos
conceptos.
Autores como: Sorensen et al. (1992), Barreto (1999), Campos et al. (2001),
Gallo y Sejenovich (2002), Caso et al. (2005), Carmenate (2009) y Rivas et
al. (2009), entre otros, que han desarrollado trabajos de evaluación o
diagnóstico ambiental donde se emplean metodologías, herramientas e
indicadores socioeconómicos, físico-químicos y microbiológicos variados, de
acuerdo al objeto de estudio, las características del mismo, su finalidad y
otros elementos de interés, resaltando la eficiencia de estas investigaciones
antes de ejecutar cualquier acción, porque permiten evaluar y tener un
control de los problemas o impactos y el grado o estado de degradación, en
que se encuentran en este caso, las unidades ambientales o de paisaje de la
zona costera o cualquiera que sea el objeto a diagnosticar.
Cuba ha brindado una significativa atención al mar y sus costas (de donde
obtiene una importante fuente de recursos), como parte de la estrategia
nacional para la protección del medio ambiente y los recursos naturales.
Como parte de la Agenda 21, fueron propuestas las bases para una
Estrategia Nacional de MIZC en 1998, la cual contenía aspectos
fundamentales para la comprensión y consecuente implementación de este
proceso; sin embargo, la referida estrategia no llegó a cristalizar. Aun así, al
amparo de las sucesivas Estrategias Ambientales Nacionales (EAN 2000-
2007 y EAN 2007-2010), varios tramos de las zonas costeras del país han
sido declaradas bajo régimen de manejo en sus diferentes categorías. La
EAN (2011-2015) reconoce expresamente la necesidad de la contribución de
la política ambiental al desarrollo sostenible; aunque no se pronuncia
expresamente en cuanto al MIZC (Ripoll-Salcines et al., 2015).
Además de estas leyes también están las Normas que son instrumentos
legales, cuyo cumplimiento es sumamente importante para el Manejo
integrado y los usos de la zona costera. Porque ellas tienen como objetivo
principal regular la calidad de las aguas terrestres desde un punto de vista
higiénico-sanitario, económico, ambiental, social, estético y cultural; evitar la
contaminación de todas las clases de aguas establecidas, entre otros
aspectos, con el fin de preservar la salud humana. Ejemplo de estos
instrumentos legales son: la Norma Cubana 22-1999 que regula los Lugares
de Baño en Costas y en Masas de Aguas Interiores. Requisitos Higiénico
Sanitarios, también está la Norma Cubana TS 360: 2004 Vertimiento de
Aguas Residuales a La Zona Costera y Aguas Marinas - Especificaciones,
entre otras leyes y normas.
CAPÍTULO II. MATERIALES Y MÉTODOS
Para identificar los principales problemas ambientales del área y obtener los
datos de las variables empleadas en el trabajo, se hizo una amplia revisión
bibliográfica y recorridos por el área donde se hicieron observaciones y
entrevistas no estructuradas a los pobladores y a científicos de diferentes
entidades que tienen relación con la investigación. El Instituto de
Planificación Física suministró información sobre los barrios insalubres, los
cambios en el uso del suelo e información cartográfica. La Maqueta de La
Habana facilitó información sobre los cambios en el uso del suelo, los
problemas ambientales de la zona y el estado general de las viviendas y la
Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) de Playa, proporcionó
la información demográfica.
26
El área de estudio se divide en dos sectores: emergido y sumergido. El
emergido se caracteriza por el desarrollo fundamental de la formación
Jaimanitas compuesta por rocas carbonatadas del Neógeno-Cuaternario.
También se pueden encontrar depósitos holocénicos marinos, en pequeños
sectores de playas y depósitos holocénicos palustres, que se encuentran
bordeando la línea de costa y cerca de la desembocadura de los ríos
(Peñalver et al., 2008).
En cuanto a los suelos es necesario señalar que la mayor parte del sector de
estudio está urbanizado por lo que una aproximación del tipo de suelo
existente en la zona según el Nuevo Atlas Nacional de Cuba (1989), son los
suelos Ferralíticos rojo y Rendzina roja y negra, poco desarrollados.
27
surcado por el paleocauce del río Quibú; el tercero, sobre el escarpe de la
terraza (veril), presenta un fondo rocoso inclinado, con parches de arena y
con numerosos accidentes que sirven de refugio a diversas especies de
peces y otros organismos marinos.
Para la elaboración del mapa de paisaje fue necesario tener en cuenta los
conceptos o definiciones siguientes:
También se elaboró el mapa con los principales usos del suelo en el sector
costero Quibú-Almendares, con las herramientas de SIG y la información del
Catastro de Cuba del Instituto de Planificación Física (IPF) con fecha de
mayo del 2013 (Figura 3).
Formula1
Se elaboró una matriz de Uso contra Uso para determinar los conflictos,
siguiendo la metodología propuesta por Cicin-Sain y Knecht (1998).
Una vez identificados los problemas ambientales y las acciones que pueden
causar impactos según la información recopilada, la observación en el
campo y la opinión de expertos y pobladores, se procedió a la confección y
análisis de la matriz de impacto. Esta se elaboró usando la propuesta
metodológica de Conesa (2006), para las unidades de primer orden. Se
utilizó una escala cualitativa de compatible, moderado, severo o crítico para
valorar el efecto del impacto; según su naturaleza (negativos o positivos), su
intensidad (baja, media, alta o muy alta), la extensión (puntual, parcial o
extenso), el momento (largo o mediano plazo, inmediato o crítico), la
persistencia (fugaz, temporal o permanente) y la reversibilidad (corto plazo,
medio plazo, irreversible) de dichos impactos (Anexo 3). El análisis
cualitativo se hizo a partir de la fórmula:
36
III.2. Caracterización y cartografía de las unidades de paisaje
Esta localidad ocupa toda la franja externa del área de estudio y está
limitada al norte por la isobata de 15 metros que coincide con el veril (parte
baja) y al sur por la costa rocosa emergida o terraza seboruco y aparece
cortada al oeste por el paleocauce del río Quibú. Está constituida por rocas
carbonatadas (calizas y calcarenitas) de la formación Jaimanitas del
Neogeno-Cuaternario. Su superficie está constituida por rocas y sedimentos
de arena gruesa o fina. Sobre ella se desarrollan parches de pastos marinos
(Thalassia testudinum Banks ex König y comunidades de invertebrados
bentónicos sésiles (corales, esponjas y gorgonias), como ejemplos de
corales se observan Acropora palmata (Lamarck, 1816), Siderastrea siderea
Ellis & Solander, 1786 y Montastraea cavernosa Linnaeus, 1766 (González-
Díaz, 2010) La localidad está constituida por tres comarcas que son:
37
2- Unidad de paisaje terrestre: Llanura litoral abrasivo- acumulativa baja (0 a
10m) plana (0 a 5º) sobre calizas arrecifales organógenas carsificadas con
suelos poco desarrollados, con uso residencial, instalaciones y parches de
vegetación secundaria.
Está constituida por una superficie baja sometida a la influencia del oleaje de
tormenta en el sector más al norte. Limitada por los valles fluviales del río
Quibú y Almendares al oeste y este, respectivamente. Representa la unidad
del paisaje más difundida y extensa dentro del área de estudio. Ocupa toda
la 1ra terraza marina de la formación Jaimanitas constituida por calizas
arrecifales organógenas carsificadas, con suelos Ferralícos rojo y Rendzina
roja y negra, poco desarrollados, con restos de vegetación de costa arenosa
y rocosa muy modificada y vegetación secundaria. Se caracteriza por la
irregularidad de sus contornos debido en gran parte a la antropización con
uso residencial e instalaciones. La localidad está dividida en cuatro
comarcas:
2.2 Superficie baja (0 a 5m) plana (0 a 2º) de la primera terraza con uso
residencial y otras instalaciones.
2.4 Superficie alta (5 a 10m) de la primera terraza plana (0 a 2º) con uso
residencial.
3.1 Plano de inundación del rio con uso residencial y otras instalaciones.
Figura 4. Mapa de Unidades de Paisaje del sector costero Quibú-Almendares.
40
El mapa de uso del suelo muestra una visión espacial de los usos
principales del área en cada unidad de paisaje y como estos usos influyen
o acrecientan algunos de los problemas ambientales en dichas unidades
(Figura 5).
41
Figura 5. Usos del suelo en el sector costero Quibú-Almendares.
42
III.3. Análisis del coeficiente de transformación antropogénica (KAN)
Para cada tipo de uso del suelo se le fija un determinado rango según
diversos autores y tomado de Mateo (2011), fueron asignados para el
coeficiente de transformación antropogénica del paisaje (ri) en la formula los
siguientes valores: forestales (áreas con restos de bosque y matorral)- (1),
cultivos agrícolas- (2), construcciones residenciales- (3) e instalaciones- (4).
Los valores de KAN obtenidos para cada unidad de paisaje de primer orden,
a partir de los coeficientes y pesos asignados fueron: 0,28 para la unidad de
paisaje marina; 4,01 para la unidad de paisaje terrestre y 4,58 para la unidad
de paisaje fluvio-terrestre; es decir, bajo para la primera y alto para las otras
dos (Figura 6).
43
Figura 6. Coeficiente de transformación antropogénica (KAM) para las unidades de paisaje del sector costero
Quibú-Almendares.
44
III.4. Usos y conflictos de uso
45
Tabla 2. Usos para el sector costero Quibú-Almendares
Uso de Extractivos Vivos Pesca 1 Artesanal
recursos Agricultura 2 Urbana
No Vivos Conservación 3 Áreas verdes
extractivos
No uso Aditivos Fijos Infraestructura 4 Red vial
de de transporte
recursos 5 Tendido telefónico y
eléctrico
Comunicación y
señalizaciones 6 Señalizaciones
viales
Infraestructura 7 Espigón y muro
costera 8 Edificaciones
particulares y
estatales
Recreación 9 Parques
10 Cines
11 Centros de baile
12 Centros de visitas
13 Centros y parques
deportivos
Turismo 14 Hoteles
15 Círculos sociales
Gastronomía 16 Cafeterías y
restaurantes
privados
17 Cafeterías y
restaurantes
estatales
Comercio 18 Kioscos
19 Tiendas
20 Gasolineras con
kioskos
Móviles 21 Vertimiento de
residuales
Disposición de domésticos
desechos o 22 Vertimiento de
residuales residuales
industriales
23 Microvertederos
No Aditivo Científicos Estudios e 24 Tesis, monitoreos y
investigaciones proyectos
Tiempo 25 Natación
libre Actividades de 26 Buceo
esparcimiento y 27 Festividades
culturales 28 Cultos religiosos
Fuente: Elaborada por la autora a partir del método propuesto por Chircop (1997).
Es importante destacar la distinción que se lleva a cabo entre el uso de los
recursos y no uso de los recursos, así como en su función, o sea, si son
usos extractivos y no extractivos (usos de los recursos) y aditivo o no aditivo
(no uso de los recursos).
y restaurantes
Microvertederos
Vertimiento de residuales
Leyenda industriales
domésticos
X Conflictivorecíproco
y culturales
privados
Hoteles
estatales
kioscos
O Beneficio recíproco
Cafetería
˄ Conflictivapara uso J
˅ Conflictiva para uso I
Gastronomía
Infraestructura Costera
Comercio
Uso de recursos Extractivos
Tiempo Libre
Turismo
I
Figura 7. Matriz de interacciones de usos del sector costero Quibú-
Almendares.
Fuente elaborado por la autora a partir de la metodología propuesta por
Cicin-Sain y Knecht (1998).
III.5. Principales problemas ambientales identificados
50
Los principales problemas ambientales que se pudieron cartografiar, permitió
tener una visión espacial de los mismos en cada una de las unidades de
paisajes y sobre la imagen satelital lo que posibilitó tener una visión más
completa de en qué parte del sector de estudio se encuentran y como
afectan el área urbanizada.
51
Figura 9. Principales problemas ambientales en las unidades de paisaje del sector de estudio.
52
En la unidad de paisaje III (fluvio-terrestre) la cual se localiza en las
márgenes de los ríos Quibú y Almendares entre los problemas detectados
está la vulnerabilidad ante la penetración del mar por eventos
meteorológicos extremos y la calidad del agua en las estaciones ubicadas
en la desembocadura es clasificada como pobre, porque las condiciones se
alejan generalmente de los niveles deseables y el índice de calidad reflejan
un deterioro significativo del agua (Gómez y Beltrán, 2013).
Todas las unidades de paisaje de primer orden están afectadas por varios
impactos pero a continuación solo haremos referencia a los principales
impactos que se repiten en las tres unidades y que obtuvieron las
clasificaciones más altas de acuerdo su importancia en moderados y
severos.
Por lo que para la zona costera del área de estudio se define la delimitación
del borde terrestre a partir del valor de penetración máxima del nivel del mar
para un escenario específico.
Con este análisis se trata de enfocar por igual los dos ambientes que se
unen en la zona costera, el marino y el terrestre, así como los elementos
naturales, económicos y sociales, para tener una visión más integradora de
la situación del sector de estudio. Lo que resulta sumamente importante ya
que según Cicin-Sain y Knecht (1998) las matrices de usos son una
herramienta muy útil como punto de partida para los tomadores de
decisiones, pues les permiten comprender la complejidad e interacción entre
los diferentes usos y recursos en un área costera. Aunque a veces las
interacciones entre los elementos de la naturaleza pueden ser más
complejas, que solo dos elementos interactuando.
Sin embargo existen interacciones del tipo conflictivo (para uno de los usos),
dentro de las cuales se destaca el vertimiento de residuales sólidos y
líquidos de origen industrial y doméstico, así como los microvertederos, por
ser las actividades que más afectan al resto de los usos que se desarrollan
en el área, incidiendo negativamente sobre los recursos naturales, tanto
bióticos como abióticos.
Es válido señalar también que en los últimos años se han realizado muchos
trabajos como el Atlas de Inundaciones Costeras por penetraciones del mar
en Ciudad de La Habana. Causas y Consecuencias, elaborado por el
Instituto de Meteorología (Pérez-Ozorio et al., 2005) y la Evaluación de
riesgos e informe final del estudio de penetraciones del mar en los
municipios costeros de Ciudad Habana (Arcos y Fors, 2005) que se basa en
los estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo (PVR) realizados para el
municipio Playa (AMA, 2005), tras la experiencia alcanzada por las
autoridades pertinentes, se ha creado un plan de contingencia contra
desastres naturales liderado por la defensa civil y los órganos de gobierno,
con el fin de minimizar las pérdidas económicas y de vidas humanas, lo cual
ha sido un logro para el país.
Resulta interesante destacar que los residentes del área perciben muchos
de los problemas ambientales que han sido identificados y en ocasiones
hasta conocen las fuentes, pero no tienen interiorizado que pueden hacer
algo para contrarrestar o disminuir los efectos de los problemas que son
ocasionados por ellos. Este hecho coincide con los resultados de trabajos
como el de Amaya-Vásquez (2015), el cual hace un análisis de las
encuestas realizadas a varios pobladores, sobre la percepción ambiental
que tienen de la zona.
Todos los impactos tienen relación directa o indirecta unos con otros. Por
ejemplo, las inundaciones de las calles por fuertes lluvias afectan la estética
del paisaje y la higiene de la ciudad y tienen entre otras causas, la ineficiente
o inexistente red de alcantarillado del área que no permite que el agua
superficial escurra además de que el drenaje natural de la zona también fue
afectado por las construcciones urbanas. A esta cadena de impactos se le
suma que esa agua pluvial que corre arrastra la basura de los focos y
microvertederos de la zona y la deposita en otros lugares o la lleva hasta el
mar o los ríos afectando también la higiene y estética del paisaje y la calidad
del agua, ya que jabas de nylon, cartón, grasas, tierra, pomos, botellas,
plásticos y otros desechos terminan flotando en la superficie del agua o en el
fondo del río o del mar colindante.
Los impactos han persistido durante largo tiempo y el medio convive con
ellos, por ejemplo los corales no han dejado de existir, por lo menos las
especies más fuertes o flexibles (González-Díaz, 2010 y Perera, 2012), han
encontrado la forma de adaptarse o sobrevivir al igual que la ictiofauna
(Aguilar y González-Sansón, 2007), no quiere decir esto que no estén muy
deterioradas con cambios en la composición, cantidad y diversidad de
especies, pero siguen presentes en el área realizando sus funciones.
Las medidas propuestas son una variante para tratar de darle solución a los
problemas ambientales y tienen como fin mitigar, atenuar o prevenir los
impactos que se generan en la zona costera y que son en su mayoría de
origen antrópico, otros autores proponen medidas semejantes en sus
sectores de estudio con igual fin (Campos, 2001; Sosa, Rivas y Guerra,
2004; Carmenate, 2009; Barragán, 2010; Gómez y Beltrán, 2013).
CONCLUSIONES
Leyenda
U.P. 1er oreden- unidades de Paisaje de primer orden
ri- rango de transformación antropogénica de los paisajes del tipo “i”
q - índice de profundidad de transformación del paisaje
n-cantidad de individuos correspondientes a los tipos de utilización en los límites de la unidad de paisaje
analizada
% área por U.P.- porciento de área por unidad de paisaje
Media Aritmética=(∑KAM)/3
Los que están por encima de 2,95 se clasifican como altos
Los que están por debajo de 2,95 se clasifican como bajos
Se seleccionó el índice propuesto por CCME Water Quality Index (CCME WQI,
2003) de Canadá, ya que el mismo es flexible respecto al tipo y número de
indicadores que serán incluidos en los análisis. Este índice fue adoptado
recientemente para ser usado de forma común por varios países de Latinoamérica
y el Caribe, entre ellos Cuba (Gómez y Beltrán, 2013).
Una vez identificados los problemas ambientales y las acciones que pueden
causar impactos, se procedió a la confección y análisis de las matrices de impacto
y de importación, con algunas modificaciones de acuerdo a los intereses de la
investigación. Las cuales se elaboraron siguiendo con la metodología internacional
expuesta en la Guía Metodológica para la Evaluación del Impacto Ambiental de
Conesa (2006), con algunas modificaciones de acuerdo a los intereses de la
investigación, con el objetivo de identificar y evaluar cualitativa y cuantitativamente
dichos impactos.
Una vez que se tienen identificadas las acciones y los factores del medio que,
serán impactos, se elabora la matriz de importancia que permitirá obtener una
valoración cualitativa al nivel requerido por una evaluación de Impacto Ambiental
simplificada.
Se caracteriza el efecto según una serie de atributos de tipo cualitativo, tales como
naturaleza (N), intensidad (I), extensión (EX), momento (MO), persistencia (PE),
reversibilidad (RV), recuperabilidad (MC), periodicidad (PR), sinergia (SI),
acumulación (AC) y efecto (EF). Para esta investigación se emplean los 6
primeros, porque se considera que son suficientes para cumplir con el objetivo
propuesto y según la propia metodología son los que no pueden faltar.
A continuación se describen solamente el significado de las variables/atributos
antes mencionados que van a ser empleadas y que conforman la ecuación tipo de
una matriz de valoración cualitativa o matriz de impacto.
Naturaleza (Signo): hace alusión al carácter beneficioso (+) o perjudicial (-) de las
distintas acciones que van a actuar sobre los distintos factores considerados.
Pueden existir algunos casos en que sea previsible pero difícil de calificar o sin
estudios específicos (dc ó +/-) que reflejen efectos cambiantes difíciles de
predecir.
Extensión (EX): Se refiere al área de influencia teórica del impacto en relación con
el entorno de estudio. Si la acción tiene un efecto localizado, se considera que el
impacto tiene un carácter Puntual (1). Si por el contrario, el efecto no admite una
ubicación precisa dentro del entorno, teniendo una influencia generalizada, el
impacto será Total (8).
Momento (MO): Plazo de manifestación del impacto alude al tiempo que transcurre
entre la aparición de la acción y el comienzo del efecto sobre el factor del medio
considerado. Cuando el tiempo transcurrido sea nulo, el momento será inmediato,
si es inferior a un año, corto plazo, asignándole en ambos caso un valor de (4). Si
es un período de tiempo que va de 1 a 5 años, medio plazo (2), y si el efecto tarda
en manifestarse más de cinco años, largo plazo, con valor asignado (1).
Formula 2
Rangos
Intensidad compatible = 0 - 10
Intensidad Moderado = 11 - 21
Intensidad Severo = 22 - 32
Intensidad Crítico = mayores de 33
Una de las escalas de valoración más utilizada para clasificar los impactos es:
(esta escala puede emplearse también sin llegar a darle valor a los impactos solo
con tener en cuenta la naturaleza, intensidad, momento extensión, etc. pero sin
darles valores a estos.)
– Compatible: carencia de impacto o recuperación inmediata
– Moderado: recuperación rápida
– Severo: necesita adecuación de prácticas de protección
– Crítico: magnitud superior al umbral aceptable. Se produce una pérdida de
la calidad ambiental sin posibilidad de recuperación incluso con medidas.
Tabla 3. Clasificación de los impactos
Imp Nat. Int Ext. Mom. Per. Rev. Clas.
Unidad I Marina
2-I Neg. 4 4 4 4 2 30 Sev.
2-VI Neg. 4 1 2 4 2 22 Sev.
6-I Neg. 4 4 4 4 2 30 Sev.
6-VI Neg. 4 1 2 4 2 22 Sev.
Unidad II Terrestre
1-IX Neg. 1 1 4 2 1 12 Mod.
1-XIX Neg. 2 1 4 2 1 15 Mod.
2-IX Neg. 2 1 2 4 1 15 Mod.
2-XIX Neg. 2 1 2 4 1 15 Mod.
4-XI Pos. 2 1 4 4 1 17 Mod.
6-IX Neg. 2 1 4 4 2 20 Mod.
6-XIX Neg. 2 1 4 4 2 20 Mod.
8-IX Neg. 4 1 4 2 1 21 Mod.
8-XI Neg. 2 1 4 2 1 15 Mod.
8-XIX Neg. 4 1 4 2 1 21 Mod.
10-XI Pos. 2 1 4 4 2 20 Mod.
13-XIX Neg. 2 2 4 4 2 20 Mod.
Unidad III Fluvio-terrestre
2-II Neg. 4 4 4 4 2 30 Sev.
2-VII Neg. 4 1 2 4 2 22 Sev.
6-II Neg. 4 4 4 4 2 30 Sev.
6-VII Neg. 4 1 2 4 2 22 Sev.