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Reseña Crítica

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Análisis de la película Incendies por Alejandro Ruiz y Yesid Tarazona.

A lo largo de los años la imagen cruel representada en las producciones


cinematográficas ha ido evolucionando, y podemos decir que la película Incendies o
en español traducida como La mujer que cantaba es un claro ejemplo de esta imagen
en la contemporaneidad. El filme a nuestro parecer es bastante impactante pues
retrata sin ningún tipo de censura la muerte, la violencia y la guerra, y estos temas son
los que nos demuestran que va dirigido hacia un público maduro, probablemente
mayor de edad.
La cinta inicia con la llegada de los dos jóvenes mellizos Marwan (Jeanne y Simón)
donde un notario llamado Jean Lebel tras la muerte de su madre. El notario les
entrega dos cartas, una que su mamá le escribió a su supuesto difunto padre y otra a
su supuesto hermano, que ni sabían de su existencia. Al enterarse que su padre
estaba vivo y que tenían otro hermano, Jeanne decide encontrarlos y toma un viaje
desde Canadá hasta el país natal de su madre para encontrar respuestas.
Una serie de flashbacks nos narra a los espectadores que Nawal Marwan vivía en una
nación llevada por la guerra civil, una nación donde el poder se regía en la religión y el
pueblo cristiano estaba en guerra con el musulmán. Ella provenía de una familia
cristiana y quedó embarazada de un musulmán, sus hermanos lo asesinan y su abuela
le permite tener a su hijo, pero cuando el niño nace, le hace un tatuaje en el pie e
inmediatamente lo envía a un orfanato. Este es el punto de partida que tiene Jeanne
para seguirle la pista a su hermano. Luego se enteran que su madre se une a los
musulmanes y asesina a un líder nacionalista, esto la lleva a prisión donde es
torturada y violada. En prisión tiene a los mellizos y este es el otro punto de partida
que tiene para seguirle a la pista a su padre.
Como lo dijimos al principio, a nuestro parecer el filme es bastante impactante, sobre
todo para espectadores que no estén relacionados con este tipo de narraciones, pues
se muestra de forma muy cruda la vulneración de los derechos, la violencia y la
muerte. Nos impactó especialmente la escena del bus repleto de musulmanes, el
hecho de que les acribillen, incendien el bus y luego disparen a una inocente niña que
iba llorando a buscar a su madre es una parte que describe totalmente el tipo de
película que nos están intentando contar.
Cada personaje en esta cinta es bastante importante, cada uno tiene su forma de
pensar y es fiel a sus creencias y hay una connotación fuerte en seguir los ideales
religiosos bajo un régimen político y social. Nos pareció curioso sobre todo el
personaje de Nawal en los flashbacks, pues tiene un objetivo conciso que en este caso
es encontrar a su hijo perdido, al cual no ve hace muchos años. Ella hace todo lo
posible por lograr su cometido, así no encuentre exactamente lo que busca.
Ahora ahondando sobre la crudeza y realidad de este filme, citando lo que dice Ruben
Gubern, en su libro, ‘La imagen pornográfica y otras perversiones ópticas’, y analizado
antes en el psicoanálisis por Freud, la pulsión agresiva inherente al ser humano,
encuentra placer/repulsión en las imágenes violentas, en el caso de esta película, no
es en balde recalcar la realidad cruda que expone: asesinatos, ejecuciones,
violaciones, etc. Aunque ficcionado esto, no dista mucho de los sucesos transmitidos
por los informativos mundiales a diario, y con millones de visualizaciones en redes
sociales, como lo menciona Gubern, es un mercado de imágenes que cada día gana
más adeptos.
En Incendies, no podría llegar a decirse que por completo se referencia el snuff
cinema, ya que probablemente, como lo dice Gubern, en el contexto de la guerra, los
sicarios, son sujetos que matan por orden de otros, a estos no se les puede asociar un
placer por la muerte, el sadismo puro lo vemos en el personaje Nihad de Mayo, este
disfruta el goce de sus víctimas al violarlas, sin embargo, Nihad es un sádico que no
culmina esa excitación con el homicidio, no cambia de objeto de deseo, continúa
abusando (sin saberlo) de su propia madre.
Las violaciones a Nawal Marwan tocan un tema muy sensible, el tabú del incesto,
irónicamente de los más reprobados por la cultura judeocristiana, y a diferencia de las
secuencias de asesinatos en la película, este abuso sexual es censurado por el
recurso de la elipsis, no obstante cuando se revela la relación de Nawal con su
agresor, entendemos esas decisiones, también podría relacionarse a la insensibilidad
del espectador actual a las imágenes sangrientas, que ya han sido normalizadas, en
contraparte a las imágenes crueles relacionadas a lo sexual, que siguen ocultas en un
mercado negro que se alimenta por la alta demanda que existe.
De la crítica que se le ha hecho al cine de Hollywood, la trivialización de la muerte, el
espectáculo lleno de coreografías del cine de acción, y lo poco realistas que son estas
secuencias, en oposición está Incendies, que casi llega a ser muy parecida a la
imagen documental en ese aspecto, por eso, las ejecuciones son instantáneas y de
poco glamour, como es la muerte realmente, un instante volátil, no hay dilatación de
las imágenes, Denis Villeneuve, como director no se recata en ser explícito.
Aunque es una obra del 2010 que por medio de recuerdos nos mete un poco en
contexto de la situación política del siglo XX en el medio oriente, también expone
temas que hoy en día representan una realidad, y es aquella donde se vulneran ciertos
derechos humanos, el libre albedrio, por ejemplo, es en ciertas ocasiones una
violación de la ley, lo cual conlleva a la muerte y se ve reflejado en Incendies con las
escenas de explosiones, de disparos, de incendios, de disturbios ocurridos gracias a la
guerra civil.
Sentimos que la película es muy original, tiene puntos de giro totalmente inesperados
que llevan al espectador a imaginarse la probabilidad de encontrar un caso como este
en la vida real, también expone el contraste entre la resignación y la esperanza de
una mujer que decide continuar con su vida aparentemente normal en otro país,
alejándose de cualquier recuerdo o pasado doloroso por el que atravesó, ocultándole
hasta a sus propios hijos sucesos relevantes sobre sus comienzos y primeros años de
vida.
Finalmente, esta película termina siendo un retrato de nuestra humanidad, las historias
de la guerra; de la violencia; de las imágenes crueles, siguen y seguirán siendo
actuales, el innegable esteticismo de estas historias, combinado con los contextos
políticos y sociales de muchas latitudes, servirán para que se sigan referenciando,
algunos autores lo harán de manera crítica como Denis Villeneuve, y otros seguirán
abasteciendo esa escoptofilia sádica, exacerbada por los medios y las redes sociales.

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