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AUDIOMETRÍA

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AUDIOMETRÍA

Metodología: se emplean sonidos puros, con un rango de frecuencias entre 125 y 8.000 HZ,
siendo la intensidad del estímulo regulable en pasos de 5 dB hasta alcanzar un máximo de 120
dB para la conducción aérea y de 40-70 dB para la ósea. Se introduce al paciente en una cabina
insonorizada y se explora la vía aérea mediante la colocación de auriculares. Se determina el
umbral de audición comenzando por el oído menos patológico a priori. La primera frecuencia
estudiada debe ser 1.000 Hz, para proseguir hacia las más agudas y posteriormente hacia las
más graves. La estimulación se inicia con intensidades débiles, incrementadas en intervalos de
5 dB hasta conseguir la respuesta del sujeto (método del umbral ascendente), método más
preciso que la obtención del umbral mediante la disminución progresiva de la intensidad
(método descendente). Tras concluir la determinación de los umbrales de la vía aérea se
procede a la estimulación de la vía ósea, sustituyendo los auriculares por un vibrador que se
coloca sobre la piel retroauricular.

Interpretación: en la práctica clínica diaria se deben considerar tanto los umbrales auditivos,
con el fin de cuantificar la función auditiva, como la comparación de umbrales obtenidos
mediante la estimulación de ambas vías, con el fin de clasificarla anatómicamente (transmisiva
o perceptiva) y conocer las diferencias interaurales en los registros obtenidos, con el fin de
aclarar posibles entidades nosológicas responsables. En la gráfica audiométrica la intensidad se
anota en el eje de ordenadas, siendo el decibelio su unidad, y las frecuencias, medidas en Hz,
en el eje de las abscisas. Se anotan las respuestas los umbrales de audición, siendo la unión de
los umbrales obtenidos en las distintas frecuencias, la curva audiométrica
Audiometría normal: Cuando la audiometría es normal, ambos trazados son paralelos y
horizontales y se mantienen entre 0 y 20 dB.

Las hipoacusias pueden clasificarse en función de su localización anatómica en:

1) Hipoacusias de transmisión, producidas por lesión del complejo timpanoosicular: su


trazado de la vía ósea es horizontal, manteniéndose entre 0 y 20 dB, y el trazado de la
vía aérea desciende separándose de la vía ósea más de 30 dB en tres o más frecuencias
consecutivas (gap)

2) Hipoacusias neurosensoriales, por lesión del oído interno: en su trazado, ambas


curvas permanecen juntas y paralelas, pero la vía ósea desciende en todo o parte de su
recorrido por debajo de los 20 dB arrastrando con ella a la vía aérea
3) Hipoacusias mixtas, con lesión en ambos niveles: en esta última, ambos trazados están
separados como en una hipoacusia de transmisión y además la vía ósea desciende por
debajo de los 20 dB como en una hipoacusia neurosensorial.

Las hipoacusias pueden además clasificarse en función de su gravedad:

1) Hipoacusia leve (20-40 dB)

2) Hipoacusia moderada (40-70 dB)

3) Hipoacusia severa (70-90 dB)

4) Profunda (>90-100 dB).

TIMPANOMETRÍA

El objetivo de esta prueba es la medición de la admitancia o distensibilidad del sistema


timpano-osicular mediante el reflejo en el tímpano de un eco acústico producido por una
sonda que obtura el conducto auditivo externo y que consta de tres canales:

1) Permite variar la presión aplicada (mediada en decapascales o en milímetros de agua) en la


cara externa del tímpano, gracias a una bomba que insufla o extrae el aire del conducto
auditivo externo
2) Se dirige a un altavoz que emite un sonido de intensidad conocida a una frecuencia fija (220
Hz)

3) El tercero está conectado a un micrófono que mide el nivel acústico del conducto auditivo
externo. A partir de este nivel filtrado en relación al tono de las ondas (que corresponde a la
onda acústica residual reflejada en el tímpano), el aparato calcula la distensibilidad por medio
de un voltímetro

Para llevar a cabo la prueba se introduce la sonda en el conducto auditivo externa de forma
hermética. Se eleva la presión dentro del conducto a +200 mm de agua y, posteriormente, se
va reduciendo hasta llegar a –200 o –400 mm de agua. Se registran las variaciones de
compliancia según la presión. La curva obtenida se denomina timpanograma, quedando
registrada en un gráfico con los valores de presión (mm de agua) en abscisas y distensibilidad
(unidades relativas) en el eje de ordenadas. La curva de timpanometría normal se caracteriza
por tener forma global en “techo de pagoda”, es decir, un pico estrecho con máximo de
presión entre +50 y -100 mm de agua y una amplitud máxima del pico (compliancia) que entre
0,3 y 1,6 cc. El estudio de las diferentes curvas orienta hacia el diagnostico

CURVAS TIPO A:

- Tímpanos intactos, móviles y asociado a buena función de la trompa de Eustaquio.


- La presión del oído medio es similar a la atmosféricas
- Se observa en oídos normales e hipoacusias sensorioneurales.

CURVAS TIPO B

- Membrana timpánica rígida o de escasa movilidad, lo que indica una alta impedancia o
baja complianza.
- Se observan en oídos medios con efusión, como resultado de otitis secretoras, etc.
CURVAS TIPO C

- Representa una membrana intacta móvil con mala función de la trompa de Eustaquio.
- Se observa una exagerada presión negativa en el oído medio.

Es una técnica audiológica que, mediante el uso de diapasones, evalúa la función auditiva,
permite diagnosticar e identificar las hipoacusias de transmisión y las de carácter
neurosensorial.. Para realizar una acumetría se debe contar con un juego completo de
diapasones, que al golpear vibran emitiendo un tono puro, de frecuencia determinada, que se
corresponde con las notas do de la escala musical. Las frecuencias que deben emitir cada uno
serán: 125, 250,500 y 1000 Hz.

Rinne acumetrico: Es una prueba que consiste en comparar la audición que tiene el paciente
cuando se explora ésta por vía aérea y cuando se la explora por vía ósea (en el mismo oído). En
sujetos con oídos sanos la audición del diapasón por vía aérea es mejor que la audición por vía
ósea.
Conclusiones:

Si la vía aérea es mejor que la ósea, el Rinne es (+), nos encontramos ante una hipoacusia
neurosensorial o de percepción.

Si la vía ósea es mejor que la aérea, el Rinne es (-), nos encontramos ante una hipoacusia de
transmisión ó conductiva.

Pueden darse casos de Falso (-) cuando existe hipoacusia de percepción profunda en un oído.

Weber acumetrico: Esta prueba compara la audición por vía ósea entre los dos oídos del
paciente. La prueba consiste en colocar el tallo del diapasón vibrante en la frente del paciente
y pedirle a éste que nos informe sobre el oído por el que cree percibir el sonido. También
puede colocarse en el centro del vértex craneal o sobre los dientes incisivos superiores
centrales.

Conclusiones:

Si el oído es normal, no lateraliza (=).

Si la hipoacusia es de transmisión, lateraliza hacia el oído malo.

Si la hipoacusia es neurosensorial o de percepción, lateraliza hacia el oído bueno

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