Tarea 5 de Neuropsicologia
Tarea 5 de Neuropsicologia
Tarea 5 de Neuropsicologia
(UAPA)
Participante:
Matrícula:
Asignatura:
Facilitador-a:
CESARINA GARCIA, MA
11-11-
1. Realice un ensayo de 3 párrafos sobre los trastornos del neurodesarrollo.
El cerebro del niñ o no es una réplica del cerebro del adulto en miniatura, sino que es
un cerebro en continuo desarrollo, con un crecimiento a veces vertiginoso, y sujeto a
un sinfín de modificaciones y conexiones debidas a la continua estimulació n que le
proporciona el entorno en el que se desarrolla.
Es fundamental conocer el desarrollo del sistema nervioso y sus diferentes etapas
para comprender los déficits que pueden aparecer por un desarrollo anormal del
cerebro o a causa de dañ os en el mismo a edades tempranas. Dependiendo del
momento en el que se produzcan estas anormalidades o dañ os (durante el embarazo,
en el periodo perinatal o en el transcurso de la infancia), sus repercusiones variará n.
Algunos de los trastornos incluidos en esta clasificació n pueden solucionarse
completamente mediante una intervenció n adecuada. Otros son cró nicos, pero en este
caso también es fundamental una correcta intervenció n, ya que es posible mitigar en
mayor o menor grado y, en algunos casos, incluso eliminar, las consecuencias
negativas o síntomas producidos por el trastorno en cuestió n.
a) destaque la función del DSM-V en el diagnóstico de los trastornos y las
modificaciones que se han realizado en el mismo.
La reciente publicació n del Manual Diagnó stico y Estadístico de los Trastornos
Mentales (5a edició n) por la Asociació n Americana de Psiquiatría ha suscitado un gran
debate. Una clasificació n efectiva requiere un sistema fiable y vá lido de los cuadros
clínicos para facilitar la comunicació n, elegir los tratamientos, señ alar la etiología,
predecir los resultados y proporcionar una base só lida para la investigació n. El DSM-5
es una clasificació n categorial de los trastornos mentales, pero estos no siempre
encajan adecuadamente dentro de los límites de un trastorno ú nico. Hay algunas
aportaciones interesantes del DSM-5, como los capítulos de adicciones y de trastornos
de la personalidad. Las adicciones ya no se limitan a las sustancias químicas, sino que
se extienden a los excesos conductuales (por ejemplo, el trastorno del juego). Los
trastornos de personalidad no se han modificado, pero se ha añ adido un modelo
alternativo en la Secció n III basado en un enfoque dimensional que podría sustituir a
las categorías actualmente existentes. El motivo má s importante de controversia es el
aumento de diagnó sticos psiquiá tricos, así como una exigencia menos estricta para los
criterios diagnó sticos en las categorías antiguamente existentes. Se comentan
finalmente algunas cuestiones no resueltas con vista a investigaciones futuras.
Palabras clave: DSM-5, clasificació n categorial, cambios má s importantes,
aportaciones, controversias.
Estas nuevas demandas terapéuticas está n relacionadas con cambios sociales (entre
ellos, el envejecimiento de la sociedad y los trasvases de població n) y con una mayor
exigencia de calidad de vida por parte de los pacientes, pero también con la
medicalizació n de la vida diaria. De hecho, hay una tendencia erró nea por asignar a
todos los problemas un nombre clínico, unos síntomas y un tratamiento: es una
tendencia que se ve acentuada por el marketing de la industria farmacéutica dirigido a
médicos y pacientes. No deja de ser significativo, por ejemplo, que la primera edició n
del DSM contenía 106 trastornos mentales y que la actual (DSM-5, 2013) recoja 216"
(Sandín, 2013). Con cada nueva edició n los posibles trastornos mentales siempre
aumentan, pero nunca se reducen. No parece razonable pensar que en el plazo de 60
añ os los trastornos mentales se hayan multiplicado por dos (Ezama, Alonso y Fontanil,
2010). Por ello, hay que estar precavido ante la ampliació n de supuestos nuevos
diagnó sticos clínicos que incorpora el DSM-5: el trastorno disfó rico premenstrual, el
trastorno de estado de á nimo disruptivo y no regulado, el duelo patoló gico o el
trastorno neurocognitivo leve, por citar algunos de los má s llamativos.