Anatomía y Fisiología de Los Labios.
Anatomía y Fisiología de Los Labios.
Anatomía y Fisiología de Los Labios.
ESCUELA DE ODONTOLOGÍA
MATRICULA: 15-UOD-0136
INTRODUCCION...........................................................................................................................................3
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DE LOS LABIOS....................................................................................................4
FISIOLOGÍA DE LOS LABIOS..........................................................................................................................4
Consideraciones anatómicas...................................................................................................................5
Topografía labial:.....................................................................................................................................5
Músculos de los labios.............................................................................................................................6
CONCLUSION...............................................................................................................................................7
Consideraciones anatómicas...................................................................................................................7
BIBLIOGRAFIA..............................................................................................................................................8
INTRODUCCION
Los labios son uno de los tejidos más sensibles del cuerpo. Carecen de células protectoras,
glándulas sudoríparas, grasa, melanina y queratina. Muy vulnerables a los efectos del sol,
pierden humedad y se resecan con facilidad. Son muy propensos a sufrir infecciones.
Los labios son tan importantes y los usamos tan habitualmente que no solemos darnos cuenta ni
tomar conciencia de las necesidades de cuidarlos. Como son uno de los tejidos más sensibles del
cuerpo, los receptores táctiles y la conexión con la corteza somatosensorial son muy profusos,
mucho más que otras partes.
Los labios designan la parte externa de la boca. Son dos estructuras (una superior y otra inferior)
conformadas por piel y músculo, que dan entrada a la cavidad oral.
Los labios son tan importantes y los usamos tan habitualmente que no solemos darnos cuenta ni
tomar conciencia de las necesidades de cuidarlos. Como son uno de los tejidos más sensibles del
cuerpo, los receptores táctiles y la conexión con la corteza somatosensorial son muy profusos,
mucho más que otras partes.
El control tan asombroso que tenemos de los labios, que nos permite besar, hablar o silbar, se
debe precisamente a esas capas musculares, sencillas pero muy desarrolladas. Tanto, que han
convertido una parte minúscula del rostro en una de las zonas más importantes de nuestra vida.
El área rojiza recibe el nombre de rojo o bermellón de los labios, y debe su color característico a
la abundancia de capilares sanguíneos bajo una capa de tejido epitelial transparente. Es una zona
de transición entre la piel queratinizada y la mucosa oral. Como no hay glándulas sebáceas ni
sudoríparas, los labios deben humedecerse con saliva para evitar su resecamiento.
Un pliegue en la zona media de los labios conocido como frenillo labial une la zona interna de
cada uno de ellos con la encía.
La piel de los labios está perfectamente adaptada para recibir ciertos estímulos y proteger al
organismo. Como es más delgada, ricamente irrigada e inervada, percibe mejor la temperatura, el
gusto y la textura de los alimentos. La coloración rojiza proviene de los vasos sanguíneos
subyacentes, motivo por el cual suelen sangrar tan fácilmente cuando se lesionan.
El movimiento y apertura de los labios están condicionados por una serie de músculos
controlados por el nervio facial. El más importante de ellos es uno de forma circular,
denominado orbicular, que trabaja coordinadamente con la compleja red muscular del rostro,
mandíbulas y parte superior del cuello.
La función de los labios es facilitar la articulación y manipulación de los alimentos que llegan a
la cavidad bucal, pero también participan de la vocalización, la expresión facial y la
comunicación. Gracias a un esfínter polivalente pueden adoptar multitud de formas.
Consideraciones anatómicas
El labio superior comprende el bermellón, o labio propiamente dicho, y la zona que se
encuentra entre este, la base de la nariz y los surcos nasogenianos.
El inferior está formado igualmente por el bermellón y la zona de piel limitada por la
continuación de los surcos nasogenianos e, inferiormente, por el comienzo del mentón, en el
surco mento-labial.
Topografía labial:
1) Labio superior: porción cutánea.
2) Columna del filtrum.
3) Surco del filtrum.
4) Arco de Cupido.
5) Línea blanca del labio superior.
6) Tubérculo central de la porción
mucosa del labio superior.
7) Comisura labial derecha.
En el labio inferior, la elevación y protrusión de la parte central es producida por los músculos
mentonianos (10), mientras que su descenso se debe a la acción de los músculos cuadrados del
mentón (9), que nacen del borde inferior de la mandíbula.
La inervación motora de tan compleja arquitectura muscular es proporcionada por las ramas del
VII par craneal o nervio facial, mientras que la inervación sensitiva corre a través de las ramas
del nervio trigémino.
El riego arterial viene de las arterias labiales superior e inferior y de las ramas de la arteria facial,
mientras que el drenaje venoso se efectúa por las venas que derivan a la vena facial. El drenaje
linfático de los labios se dirige hacia las cadenas submaxilar y submentoniana.
CONCLUSION
La función de los labios es facilitar la articulación y manipulación de los alimentos que llegan a
la cavidad bucal, pero también participan de la vocalización, la expresión facial y la
comunicación. Gracias a un esfínter polivalente pueden adoptar multitud de formas.
Consideraciones anatómicas
El labio superior comprende el bermellón, o labio propiamente dicho, y la zona que se
encuentra entre este, la base de la nariz y los surcos nasogenianos.
El inferior está formado igualmente por el bermellón y la zona de piel limitada por la
continuación de los surcos nasogenianos e, inferiormente, por el comienzo del mentón, en el
surco mento-labial.
La piel de los labios está perfectamente adaptada para recibir ciertos estímulos y proteger al
organismo. Como es más delgada, ricamente irrigada e inervada, percibe mejor la temperatura, el
gusto y la textura de los alimentos. La coloración rojiza proviene de los vasos sanguíneos
subyacentes, motivo por el cual suelen sangrar tan fácilmente cuando se lesionan.
El movimiento y apertura de los labios están condicionados por una serie de músculos
controlados por el nervio facial. El más importante de ellos es uno de forma circular,
denominado orbicular, que trabaja coordinadamente con la compleja red muscular del rostro,
mandíbulas y parte superior del cuello.
BIBLIOGRAFIA
https://es.wikipedia.org/wiki/Labio
https://es.wikipedia.org/wiki/Arteria_labial_inferior
https://es.wikipedia.org/wiki/Arteria_labial_superior
https://es.wikipedia.org/wiki/Nervio_infraorbitario
https://www.macroestetica.com/cosmetologia/fisiologia-y-anatomia-de-los-labios