Acuarela
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Los colores utilizados son más o menos transparentes según la cantidad de agua con
la que es mezcla, y a veces dejan ver el fondo del papel, que suele ser blanco y
que actúa como un verdadero tono.
Índice
1 Historia de la acuarela
2 Composición y técnicas
3 Tipos de soportes
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Enlaces externos
Historia de la acuarela
Todo hace suponer que la pintura a la acuarela siguió a la invención del papel en
China (atribuida al eunuco Cai Lun,2 consejero del emperador He de la dinastía Han
Oriental), en el s. II d. C. Ya en el siglo xiii los árabes introdujeron la
fabricación del papel en España y la tecnología se extendió a Italia décadas más
tarde. Algunos de los más antiguos fabricantes de papel incluyen a Fabriano (en
Italia), abierto en 1276, y Arches (en Francia), abierto en 1492.
Composición y técnicas
Tipos de soportes
El soporte más común para esta técnica es el papel, hay gran variedad de texturas,
grosores, gramajes y colores, su elección depende del estilo del artista. El papel
de acuarela se clasifica según el número de gramos por metro cuadrado , este varia
entre 190 y 800 gramos; mientras el gramaje sea mayor , más resistirá el papel al
pigmento y agua.3 El gramaje del papel es la segunda consideración para su
elección, dependerá de cuanta agua utilices, ya que el pigmento no debe correrse y
el papel no debe ondularse . Para evitar que el papel se ondule, se humedece
previamente y se pega a un cerco de madera, tensándolo.
Otro soporte menos usado es la tela o tejido. Con respecto al papel existen tres
tipos estándar:
Papel prensado en caliente (hp), tiene una superficie dura y lisa, muchos artistas
consideran una superficie demasiado resbalosa y lisa para la acuarela.
Papel prensado en frío (no), es texturado, semiáspero, adecuado para lavados
amplios y lisos.
Papel áspero, una superficie granulada, cuando se aplica un lavado se obtiene un
efecto moteado por las cavidades del papel.
La elección del grano se basa en función de tus necesidades.
El grano satinado: ofrece una superficie muy lisa, que se adapta perfectamente a
los trazos finos y al tratamiento de los detalles.
El grano fino: es la textura más frecuentemente utilizada. Su superficie, ni
demasiado lisa ni demasiado marcada, ligeramente más rugosa que el grano satinado,
es fácil de utilizar y se adapta a (casi) todas las situaciones.
El grano grueso: con su textura más marcada, que tiende a atenuar los detalles,
reclama cierto dominio técnico. Poco adaptado a los temas ricos en detalles, es
apropiado para los efectos de colores o relieves.3