La Cerámica Pintada Aguada y Su
La Cerámica Pintada Aguada y Su
La Cerámica Pintada Aguada y Su
CONTEXTO FUNERARIO
Introducción
Durante el período Medio de la Región Valliserrana (Noroeste argentino, 600-950 d.C.), la diná-
mica cultural de gran complejidad, expresada en la cultura de La Aguada, muestra intenso ritualismo,
basado en las imágenes del sacrificador, el felino y el culto al cráneo, propios de la esfera de interacción
tiwanakota en el Área Andina Meridional.
Nuestro objetivo, establecer la significación simbólica, ceremonial y social de las inhumaciones
con cerámica Aguada Pintada en el cementerio Aguada Orilla Norte, Catamarca, se basa en la hipótesis
de que los contextos funerarios y el arte cerámico indican la existencia de sectores sociales, ideologías e
interacciones entre grupos en un segmento temporal específico. Partimos de un estado del conocimiento
en la zona dado por:
a. La existencia de una población, acotada en espacio y tiempo. El sitio Aguada Orilla Norte, pre-
senta el mayor número de inhumaciones Aguada. Estudios previos indican que “...en época de
la cultura Aguada”, ...”unas 12 familias con un 71% de decesos de adultos y 29% de subadultos
se consolidaron en el área...” (Salceda et al. 2001), esta ocupación representa la existencia de
una comunidad social asentada en la localidad.
b. La existencia de culturas definidas que se desarrollan en una secuencia delimitada por fecha-
dos absolutos (González y Cowgill 1975), basada en excavaciones arqueológicas sistemáticas
realizadas durante mas de cincuenta años, en el valle de Hualfín.
c. La sectorización de La Aguada (González 1977 y 1998), que establece un ámbito occidental.
d. La definición de principios normativos decorativos de los distintos grupos cerámicos sobre aproxi-
madamente 4000 piezas en sus respectivos contextos culturales (Sempé 1993).
El Cementerio Aguada Orilla Norte, Belén, Catamarca, es el sitio tipo de la cultura Aguada. Sus
216 enterratorios fueron explícitamente analizados para definir dicha cultura (González 1964). El 96,75%
de las inhumaciones corresponden a los períodos Temprano y Medio y un 3,25% al resto de los perío-
dos. Es el único lugar de toda la Región Valliserrana que reúne una muestra constituida por 2113 piezas
cerámicas y otros materiales, asociados en contextos bien definidos y con documentación detallada de
excavación, por lo que su análisis estadístico e interpretación son de significativa importancia para el
avance del conocimiento.
1
Laboratorio Análisis Cerámico. UNLP-CONICET. E-mail: csempe@infovia.com.ar
2
Museo Etnográfico “J. B. Ambrosetti”. UBA-CONICET-UNLP. E-mail: mbaldini@netverk.com.ar
Tabla 1
Relaciones porcentuales entre grupos
Para la fase Orilla Norte de la Aguada Sempé, en base a técnicas y temas decorativos usados en
la cerámica funeraria, diferenció varios grupos dentro de las inhumaciones exclusivamente Aguada.
Estas divisiones estarían marcando sectorizaciones, según la iconografía, en los contextos funerarios
exclusivamente Aguada, (Sempé, 2000 ). Para los fines del presente los consideramos en conjunto y
diferenciamos los siguientes grupos tecnológicos:
1. Aguada Gris Grabado exclusivo (AGG) constituido por 62 tumbas.
En las fases Barrealito de Azampay y Orilla Norte de La Aguada la relación numérica y porcentual
existente entre las inhumaciones con alfarería Aguada Gris Grabado; Aguada Gris Grabado y Pintado y
Aguada Pintado es semejante, lo que podría indicar una condición estructural del grupo socio-cultural
Aguada en ambos momentos, marcando la existencia de sectores sociales cuya naturaleza, en función
de la evidencia, es aún difícil de dilucidar (Grafico nº1)
Gráfico 1
Número y porcentuales de tumbas Aguada, segun fases de contacto Cienaga-Aguada y Aguada
Al analizar las plantas de las tumbas y sus contenidos se observan variantes en el comportamiento
mortuorio, que pueden sistematizarse en las formas de ceremonialismo siguientes:
1. Entierros con objetos de fuerte capital simbólico. Las características de estos objetos son: a)
la escasez de su representación contextual, por lo que su inclusión en un ajuar es significativa
como testimonio de uso diferencial por parte de segmentos de la población, b) la importancia
simbólica, por ejemplo las hachas de metal o los morteros de piedra y c) la decoración es ico-
nográficamente emblemática, como en el caso del tema de las fauces felínicas.
2. Individuos como ofrenda. Esta modalidad surge de la observación de un escaso número de
tumbas, en las cuales las evidencias esqueletarias y/o la situación de la inhumación indican que
la muerte no fue natural y que tuvo carácter conmemorativo de un ritual, como en el caso de
individuos con cabeza cercenada o de párvulos en urna acompañando a otros individuos.
3. Ordenamiento espacial del ajuar fúnebre. Esta categoría toma en cuenta la disposición y el
número de objetos incluidos en el ajuar, cuyas regularidades muestran intencionalidad.
T. 20 T. 21 T. 23 T. 7 T. 99
GRUPO DE TUMBAS AP
T. 18 T. 26 T. 45 T. 50 T. 52
T. 62 T. 72 T. 8 T. 94 T. 95
▲ Lámina 1
T. 37 T. 112 T. 39 T. 58
T. 54 T. 71 T. 76 T. 79
T. 88 a y b T. 98 T. 86 T. 132
▲ Lámina 2
T.71 Dos adultos enfrentados en posición inversa y flectada, con cabezas al Norte y Sur. El es-
queleto Este, carece de ajuar. El Oeste, tiene ajuar a la espalda, formando dos filas cerradas
por una hilera de piedras. La externa con dos pucos grises grabados con motivos felínicos.
La interna, uno gris grabado felínico y una ollita zoomorfa pintada (561-11871).
T.76 Un joven en posición meridiana, cabeza al Norte mirando al Oeste. Al frente, a la altura de la
cabeza, un jarro dentro de un puco, ambos grises grabados. A los pies, alineados Este-Oeste,
tres objetos uno de los cuales es una jarrita pintada (577-11887).
T.88a Adulto en posición meridiana, cabeza al norte mirando al Oeste. Las ofrendas forman
dos filas. La externa de tres pucos, uno gris felínico y los otros lisos. La interna de cuatro
objetos. A la altura del cráneo dos pucos, uno geométrico dentro de otro felínico, una olla
calceiforme y un jarro ante pintado (686-11994). Al este una línea de muralla que hace de
medianera con otro entierro.
88b Un adulto, posición meridiana, cabeza al sur mirando al Este. Una línea de piedra medianera
a su espalda y otra al norte. Las ofrendas en dos filas al Este, de tres y cuatro objetos. Una
ollita pintada (687-11995), está situada a la altura de la cabeza.
T.98 Tres adultos, uno con orientación meridiana, cabeza al sur mirando al Este. Los otros
orientados ecuatorialmente, cabeza al Este mirando al Norte. Las ofrendas, de once piezas
cerámicas, un pedazo de mica y un objeto de hueso, están alineadas en tres filas de tres
objetos. La primera y segunda tienen pucos uno dentro de otro, como para hacer fila de
tres, la tercer fila igual. Las piezas pintadas son un puco con asa (763-12068), ubicado
entre los individuos Norte y Oeste, y un jarro (752-12057) ubicado a la altura de la cabeza
del individuo Sur, a su espalda.
T.101 Adulto orientado ecuatorialmente, cabeza al Oeste, flectado de espaldas. Las ofrendas a
cada lado de la cabeza. Un jarro (796-12101), pintado esta ubicado al Sur junto a un tortero
lítico.
T.103 Adulto en posición meridiana con cabeza al Norte mirando al Oeste. Cinco piezas como
ofrendas se disponen a ambos lados (espalda y frente). A la altura del cráneo un objeto en
forma de huso. Los pucos pintados (811-12115 y 813-12117), están ubicados al frente del
individuo.
T.105 Adulto en posición meridiana. Cabeza al Norte mirando al Oeste. A la espalda una línea
de piedras, sobre la que se recuesta el esqueleto. Al frente una fila de cinco ofrendas de
cerámica y piedra (un huso). Las alfarerías en disposición alterna, una gris lisa y otra
pintada a la altura del cráneo (puco 826-12130), otro puco pintado a la altura del esternón
(828-12132). El huso lítico y un puco gris grabado, con figuras humanas de tocado felínico,
ubicados a los pies.
T.132 Dos adultos, en posición ecuatorial, cabeza al este mirando al Sur. Ajuar de veinte pucos
al frente, formando dos filas en semicírculo. Solo uno es pintado (1103-12400), el resto
es gris grabado con motivos felínicos o lisos.
T.179 Adulto en posición ecuatorial, cabeza al Oeste mirando al Sur. Las ofrendas cerámicas
forman un ovalo rodeando al esqueleto, entre ellas dos piezas pintadas (258-12725 de
interior negro y 266-12732) arriba y atrás de la cabeza.
T.189 Adulto flectado de espaldas, en posición meridiana y cabeza al Norte; las ofrendas a ambos
lados y arriba del individuo. Al Oeste tres pucos geométricos, uno de ellos metido dentro
del otro. Al Este dos pucos pintados (319-1278 y 320-12782). Al Norte y Este, una línea
de piedras.
T.191 Dos adultos, en posición meridiana uno cabeza al Norte (Oeste) y otro al Sur (Este) y dos
piedras al Oeste. El Este, flectado de espaldas, sin ajuar. El Oeste con tres filas de ofrendas.
Dos con cinco pucos y un collar de malaquita. La otra con un puco con asa pintado (342-
12803).
T.198 Niño orientado ecuatorialmente, flectado, de espaldas, cabeza al Este. Tumba con cerra-
miento de tres piedras al Norte, Sur y Este. Ordenamiento de dos pucos al sur, a la altura
de los brazos, y otros dos a la altura de los pies, uno de ellos de interior negro y pintado
(420-12877).
La suma de todas ellas, mas otra de superficie interior negra, forma aguada característica y deco-
ración irreconocible, totaliza 77 piezas, lo que permite hablar de un 9,09% de representaciones humanas,
un 46,75% de felínicas, un 14,28% de aves, 22,07% de geométricas y 6,49% de auquénidos. González y
Baldini (1991) elaboraron una sistematización de “temas” iconográficos Aguada sobre distintos materiales
(cerámica, metal, arte rupestre) basada en las representaciones conocidas. En 1998 González ahonda
esta sistematización aportando con la definición de las características del estilo Hualfín Pintado. Si una
imagen puede ser leída como un texto, su carácter estará determinado por el texto de significado otorgado
intencionalmente. Así, estas “representaciones de” van concretamente a “aparecer como” determinadas
imágenes que por su frecuencia o fuerza simbólica pueden convertirse en temas.
El tema felínico es una condición sine quanon de Aguada. Tomado en general, esta constituido por
un entramado de signos donde ninguno puede ser considerado necesario y suficiente en forma aislada,
todos ellos son pertinentes (garra, fauce, cuerpo, mancha, etc.) y deben estar integrados para constituir
el felino. Solo así, a partir de la unidad “felino”, los signos pueden separarse y ser representados aisla-
damente.
La representación del felino tiene una forma canónica consistente en un cuerpo de perfil, cola curva,
cabeza con fauces, y dos patas con garras formadas por líneas curvas o rectas. Puede estar desarrollada en
forma más realista o estilizada “apareciendo como” el felino serpentizado, el felino con cuerpo de perfil
y rostro humano de frente, etc. Los distintos signos que la componen se presentan aislados formando
frisos de garras, fauces, manchas y el cuerpo; pero a su vez las fauces pueden aparecer como el felino al
constituirse como un tema en sí mismo.
Este último caso estaría ejemplificado por la pieza 11908 (Lámina 3:17) que lleva una representación
del felino con cuerpo de perfil y fauces abiertas hacia arriba. En la línea que demarca al friso se sitúan dos
pequeños ojos que, con su presencia, permiten la inversión de la imagen. Esta rotación de la figura de perfil,
la transforma en la vista frontal de la cara del felino, donde el ojo toma el rol de narina y el cuerpo el de
los belfos del felino. La interpretación, entonces, esta condicionada al conocimiento que tengamos del
sistema de representación (Stenius, 1960:93).
Cuando se conoce su origen (modelo real) y el concepto unidad, comprendemos lo que se muestra,
cuando no, la falta de conocimiento impide la comprensión.
El puco 11587 representa esta modalidad al igual que el 11509, también puede presentarse doble,
unido formando una figura dual anatrópica como en el caso del puco 12877(Lámina 3:21) o, formando
frisos de repetición como en el puco 12781.
El jarro 12468 presenta un caso particular de friso con una línea quebrada central en cuyos vértices
aparecen los ojos con fauces abiertas espaciándose con un ritmo de intercambio.
* Felino de cuerpo relleno con manchas circulares y patas con garras curvas, cabeza y cola termi-
nadas en el icono de fauces abiertas hacia arriba y la otra hacia delante: esta ejemplificado en
el puco 11520 (Lámina 3:15).
* Felino serpentiforme con una o dos cabezas: El jarro 11994 tiene el cuerpo con manchas, una
fauce que mira hacia arriba y la otra hacia abajo. Esta figura puede terminar en una sola fauce
como en el vaso 12699 donde el cuerpo forma un cuadrado que incluye la fauce (Lámina
3:20).
* Felino con cuerpo de perfil relleno de manchas consistente en una cola enroscada y una pata
delantera: con fauces abiertas hacia arriba (puco 12132). De este icono se deriva el diseño de
fauces abiertas aisladas, cuya intermediación estaría dada por el puco 11908 que dentro de esta
categoría constituye un caso especial de imagen dual ya explicado.
* Felino con cara antropomorfa: Es un puco, 12705, que lleva representado el cuerpo serpenti-
forme con cola, manchas en el interior y dos patas, la cara es humana y en vista frontal. Forma
un friso rectangular con ritmo de repetición (Lámina 3:24).
El jarro 12233 también representa el felino de perfil con cara humana de frente, pero la cola
termina con fauces abiertas hacia arriba (Lámina 3:23).
* Fauces: 13 piezas
Son frecuentes los frisos, compuestos por fauces hacia arriba con el ojo dispuesto en posición
central inferior, con o sin manchas laterales están ejemplificados con los pucos 11878, 12050, 12115,
11717.
* La fauce puede estilizarse de tal manera que quede el ojo central con las manchas laterales y
finas líneas perpendiculares al borde como en el puco 12225.
* Fauces abiertas con lengua lineal terminadas en ganchos simples o dobles: Las fauces pueden
ubicarse hacia arriba o ser dobles, mirando hacia los laterales con el ojo compartido. Forman
paneles dobles. Dentro de esta categoría se encuentran los pucos 12432 (Lámina 3:9), 11589,
11590 y la ollita de cuello recto con dos asas 11592 (Lámina 3:3).
* Fauces cerradas en negro sobre ante o en negro y rojo sobre ante, que pueden o no asociarse a
un diseño compuesto por 4 círculos dispuestos a la manera de una flor (Lámina 3:6). Pueden
formar frisos. En esta categoría se incluyen los pucos 12051, 12090 y 12704 y 11487 muy
deteriorado.
* Garras felínicas: 1 pieza La ollita con asas 11995 (Lámina 3:11), presenta el único friso de
garras existente, presenta la clásica estructura de red alterna formando rombos con figuras
incluidas. Esta consiste en una garra formada por un círculo con mancha central, rodeada de
cinco ganchos.
* Manchas felínicas: 2 piezas
Las representaciones de aves son 11 y aparecen como loros, cóndores o figuras ornito-antropo-
felínicas y plumas aisladas. Es común que se presenten en frisos de estructura de cuadrícula o
de red con ritmos de repetición, intercambio o ambas. Son esquemáticas en el caso de los loros
o llevan el cuerpo dividido en cuatro sectores, en el caso de los cóndores.
* Loros: 11576, olla con una figura estilizada de loro de doble cabeza, la cabeza de perfil y
compartiendo alas y cola, se asocia a imágenes de felino y llamas. El jarro 12280 lleva un friso
de estructura de triángulos alternos con iconos de loros incluidos que se alternan en un ritmo
de intercambio hacia arriba y hacia abajo (Lámina 3:37). El 12279 lleva un friso de ubicación
inferior, con estructura de triángulos que incluyen loros cabeza para abajo, el ritmo es de repe-
tición con un eje central de intercambio. La tacita 12751 lleva un friso de loros con ritmo de
repetición (Lámina 3:36).
Conclusiones
El cementerio de La Aguada Orilla Norte fue usado principalmente durante el Temprano y Medio
correspondiendo el mayor porcentaje de inhumaciones a la cultura Aguada.
Establecemos dos fases, Barrealito de Azampay es de contacto entre culturas (Ciénaga-Aguada-
Saujil); la más tardía Orilla Norte de la Aguada refleja ocupación exclusiva de los grupos sociales
Aguada en el valle del Hualfín. Los entierros con Aguada pintada permiten establecer su presencia en
ambos momentos. Su frecuencia es menor al de entierros con Aguada Gris Grabado, pero en el segundo
momento las tumbas con Aguada pintado prácticamente duplican su representación inicial: en la fase
Barrealito de Azampay hay 20 tumbas con 28 piezas pintadas, en la fase Aguada Orilla Norte hay 38
tumbas con 49 piezas pintadas.
La cerámica pintada tiene una iconografía compleja y de profundo sentido simbólico, los temas
presentes son el felínico (46,75%); el geométrico (22,07%); las aves (14,28%); antropomorfos (9,09%)
y auquénidos(6,49%). En ocasiones hay figuras duales y anatrópicas que pueden combinar mas de un
tema. En el tema felínico el 50% de las representaciones son de cuerpo entero, realizado en forma mas
o menos estilizada. El 36% corresponde al tema de fauces. Solo un 2,77% esta dedicado a las garras y
tanto las representaciones de cuerpo aislado como de manchas tienen un 5,55% cada una.
En este cementerio no están presentes en la cerámica pintada los temas del personaje de las ma-
nos vacías, del sacrificador, de los dos cetros, del con máscara felínica y de la cabeza cercenada, que en
la zona del valle de Catamarca están representados en el estilo Portezuelo. Excepto el personaje de las
manos vacías, el resto está presente en la serie técnica Gris Grabada.
Este sitio permite establecer un modelo de costumbres funerarias, que en las tumbas con cerámica
pintada se basa en tres variantes: con objetos de fuerte capital simbólico, con individuos como ofrendas y
con ordenamiento espacial del ajuar fúnebre. El análisis del ceremonialismo existente en las tumbas nos