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Tarea 3 Psicoterapia

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Participante:

LEYDA ELIZA POLANCO MARTINEZ

Matricula:
12-4589

Facilitador(a):
LISSETT GARCIA

Asignatura:
INTRODUCCION A LA PSICOTERAPIA

TAREA
TEMA III
Introducción

La terapia cognitivo-conductual se basa en la idea de que tanto las emociones


como las conductas tienen su origen en el pensamiento, el cual dependiendo si es
racional o irracional, determina en gran medida el bienestar o malestar del
individuo.

Desde la perspectiva cognitivo-conductual se considera que, si se modifican los


pensamientos del sujeto, en automático cambian la manera de sentir, y por
consiguiente de comportarse.

La terapia cognitivo conductual propone una explicación biológica, psicológica y


social de la conducta y emociones humanas, partiendo de la premisa de que son
el resultado de lo que las personas piensan o creen, desde esta perspectiva no
son las situaciones las que determina como nos sentimos y actuamos, sino lo que
pensamos acerca de ellas.
Elaboración de un ensayo que contenga lo siguiente. Lectura del libro Psicoterapias
Contemporáneas de Luis Oblitas.

Terapia de conducta:

La Terapia de la Conducta es una forma de tratamiento psicológico derivado de la


investigación de laboratorio desde el enfoque de conducta. La fundamentación
empírica y teórica, sólidamente científica, se considera una característica esencial
en sus desarrollos.

Lo que hoy se conoce como la terapia de la conducta, es en realidad la integración


de varias líneas de investigación, las más notables son:

 La línea que investigaba dentro del paradigma de la inhibición recíproca,


cuyo mayor representante fue Joseph Wolpe,
 La línea que investigaba dentro del paradigma operante, cuyo mayor
representante fue B. F. Skinner,
 La línea de las terapias cognitivas, como la TREC y la TCC, cuyos
fundadores respectivos son Albert Ellis y Aaron Beck.

Joseph Wolpe publicó en 1958 su libro pionero Psicoterapia por inhibición


recíproca, que exponía una fundamentación detallada de la formación de una
amplia gama de trastornos conductuales y técnicas para superarlas. Entre los
trastornos tratados estaban la ansiedad, las fobias, los problemas sexuales, las
conductas obsesivas, amnesia, y la histeria. Mientras que las teorías neurológicas
que usaba Wolpe hoy están superadas, la tecnología desarrollada sigue estando
entre las más usadas y efectivas de la terapia de la conducta. La idea básica era
que la respuesta de ansiedad podía ser rivalizada e inhibida por una nueva
respuesta antagónica. La respuesta antagónica usada comúnmente es la
relajación, y habiendo aprendido el paciente la técnica de relajación (de Jacobson
o alguna otra), se le presenta el estímulo ansiógeno de forma paulatina, de tal
manera que el paciente vaya aprendiendo a relajarse ante el estímulo que provoca
ansiedad o situación temida. Este método se conoce hoy día como
desensibilización sistemática.

En tanto B.F. Skinner hacía desarrollos singulares en teoría del condicionamiento


operante, a la par de sus amplios estudios de laboratorio, no se implicó de lleno en
las aplicaciones clínicas de lo que llamó Análisis experimental del comportamiento.
Sin embargo, los clínicos se entusiasmaron con su modelo parsimonioso y bien
fundamentado empíricamente.

La línea de las terapias cognitivas, como la TCC y la TREC, tuvo sus inicios a
finales de la década de 1950 y prosigue hoy día, aumentando significativamente el
radio de acción y las herramientas disponibles en la terapia de conducta. El
principal aporte de ellas a la terapia de la conducta ha sido la reestructuración
cognitiva.

Hoy día las distinciones entre la terapia de conducta y otras terapias cognitivo-
conductuales se van eliminando con la creciente integración teórica y clínica.
Tanto es así que a finales del siglo veinte era claro que se trataba de un solo
metaparadigma clínico con una rica gama de variantes, toda con una amplia
fundamentación empírica.

Terapia cognitivos conductuales


La terapia Cognitivo-Conductual, también llamada Conductual, es una de las
escuelas de Psicoterapia más antiguas. Hay dos características que la definen: su
modelo de la naturaleza humana y su metodología.

En esencia, consideramos que casi el 100% de nuestra forma de ser, de nuestra


personalidad, es fruto de nuestras experiencias. Aunque nacemos con fuertes
predisposiciones genéticas o biológicas, es el aprendizaje el que nos hace que
estas potencialidades fragüen o cristalicen en una u otra dirección. Por todo ello la
infancia es de gran importancia, pero también lo es la adolescencia y la adultez.
Todos los periodos de nuestra vida son importantes porque posibilitan
experiencias y aprendizajes y se va moldeando nuestra manera de ser.
A veces, tenemos experiencias que nos hacen aprender reacciones emocionales
dañinas o dolorosas. Por ejemplo, si una persona tiene un accidente de tráfico y
aunque no se hiere se asusta mucho, puede que la próxima vez que suba a un
coche se sienta muy ansioso, con un gran miedo. Ha aprendido una fobia a
conducir. Otras veces en realidad la mayoría, el proceso de aprendizaje es más
lento. Por ejemplo, si a una persona se la educa en casa y en el colegio,
sobrevalorando la importancia de caer bien a los demás, enseñándole que gustar
es prioritario o que lo que piensen de él es crucial, puede que esa persona
desarrolle una timidez patológica o fobia social.

En síntesis, de forma rápida y concreta, o progresivamente a lo largo de los años,


nuestros problemas emocionales son fruto del aprendizaje. Cuando alguien sufre
una depresión, un trastorno de la ansiedad o un problema de alimentación, no está
loco, ni enfermo, ni es débil, sencillamente ha sido víctima de una serie de
desafortunadas experiencias.

Un psicólogo Cognitivo-Conductual es un experto en aprender y desaprender. La


terapia consiste en enseñar una serie de técnicas y estrategias psicológicas
probadas científicamente para que la persona afronte su problema emocional y lo
maneje hasta eliminarlo. El psicólogo es un entrenador y la terapia es un proceso
de entrenamiento o reaprendizaje donde se elimina el resultado de malas
experiencias.

Desde un punto de vista metodológico, la terapia Cognitivo-Conductual es una


disciplina científica. La eficacia de las técnicas o la veracidad de los modelos, no
se basan en escritos u opiniones más o menos brillantes o creativas, sino en datos
experimentales. Cuando por ejemplo se afirma que la "Exposición in Vivo" es el
tratamiento de elección para la agorafobia, se dice así porque hay cientos de
estudios que lo demuestran.
Los principios básicos de la Terapia de Conducta son cuatro:

1. Todas las conductas se aprenden y se mantienen de la misma forma; así,


los mismos procedimientos que afectan y alteran a las conductas normales
son útiles para modificar las conductas inadaptadas.
2. El ambiente, el entorno en que se manifiesta una conducta, tiene una
influencia importante en el aprendizaje y mantenimiento de todas las
conductas: la intervención sobre el ambiente puede modificar conductas
desadaptadas.
3. El objetivo del tratamiento psicológico es la conducta alterada o
desadaptada. Es necesario identificarla bien y analizar la relación que tiene
con condiciones precipitadoras (que a veces son el mismo trastorno) y
conocer bien las consecuencias que se derivan, con tal de establecer bien
los objetivos.
4. Los planteamientos y los procedimientos de la Terapia de Conducta se
fundamentan en el método científico: el tratamiento se define como un
procedimiento específico que consiste en:

 Definición clara y concreta del problema,


 Aplicación de unas técnicas determinadas y seleccionadas según el
problema a tratar y el objetivo a conseguir,
 Establecer y aplicar una secuencia particular en la aplicación de estas
técnicas y estrategias,
 Evaluación de todo el procedimiento y expresión de resultados en términos
comprensibles y cuantitativos,
 Posibilidad de repetición exacta del procedimiento y comparación de los
resultados.
d) A qué se refiere la fusión entre lo cognitivo y conductual.

La fusión entre la psicología cognitiva y la psicología conductista. Suelen


combinar técnicas de reestructuración cognitiva, de entrenamiento en relajación y
otras estrategias de afrontamiento y de exposición.

La fusión de la terapia conductual y la terapia cognitiva en la Terapia Cognitivo


Conductual cobró fuerzas a fines de la década del 80 y se encuentra actualmente
muy avanzada en Europa y en EEUU. Se trata de la terapia psicológica más
avalada en la actualidad. La Terapia Cognitivo Conductual domina la práctica y la
investigación clínica en gran parte del mundo (Rachman 1996). En Argentina
comienza a desarrollarse en los últimos años; mientras que su expansión en otros
países de América Latina se manifiesta con más vigor.

OPINION PERSONAL

El enfoque cognitivo-conductual investiga cómo aprendemos, es decir los


principios que explican el aprendizaje, tanto de comportamientos deseables como
perjudiciales. El qué aprendemos, es algo que depende de la constitución genética
y, fundamentalmente, de las experiencias de vida particular e intransferible de
cada persona.

Algunos de estos aprendizajes nos ayudan a sentirnos bien, a relacionarnos


adecuadamente con los demás y a lograr lo que nos proponemos. Otros en
cambio, nos generan dolor, resentimiento, dañan nuestra salud y nuestras
relaciones interpersonales. A ellos estará dirigida la terapia.

El objetivo de nuestro abordaje, como agentes de la salud, es mejorar la calidad


de vida de quienes nos consultan, teniendo en cuenta que éste es un concepto
altamente subjetivo donde cada sujeto impone su sentido.
Nombre:
Nidia Karina Betances Parra
Matricula:
12-2540
Facilitadora:
Lissett Garcia
Asignatura:
Introducción a la Psicoterapia
Tarea: 2

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