La Identidad de Dios Sobre El Pueblo - 8 Agosto
La Identidad de Dios Sobre El Pueblo - 8 Agosto
La Identidad de Dios Sobre El Pueblo - 8 Agosto
1 Pedro 2:9-10 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para
que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo
no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero
ahora habéis alcanzado misericordia”
Linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, son títulos grandes, son calificativos muy
profundos. Se necesita una vida diaria de comunión con Dios para que estos atributos se pongan de manifiesto,
se necesita un hombre-mujer-niño-anciano que esté dispuesto a consagrarse completamente a Dios.
En estos versículos Pedro hace un énfasis que para aquellos que creen, Cristo viene hacer de gran valor porque han
abrazado la palabra de Dios y la atesoran como lo más valioso en sus vidas.
Para Dios somos el equipo más valioso del mundo y es por eso que ha reservado:
Debemos sentirnos honrados a lo que Pedro escribe “Más vosotros”, eso significa que somos considerados
parte de la familia de Cristo, esto es el mayor privilegio que un ser humano pudiera tener sobre la tierra.
Y lo mejor de todo es que no solo eres parte de la familia de Dios, si no que ahora Dios te ha dado un nuevo
status y una nueva identidad, veamos como Pedro la describe:
Mas vosotros sois linaje escogido : En el pasado Dios escogió un pueblo para que sea santo y salvo por la
sangre de un cordero, pero hoy Jesús, el cordero perfecto, a través de su sacrificio todo aquel que lo recibe
puede pertenecer a la familia de Dios. No importa tu nacionalidad, raza ni color, a través de la obra de Cristo
venimos a ser parte de ese linaje escogido, de ese pueblo que Dios reservó para sí.
Pedro en estos versículos les está recordando a los creyentes cuál es su verdadera identidad. Y lo mismo pasa
hoy en día, estos versículos necesitan ser recordados en el corazón de una persona que ha sido insertada en su
pueblo y ahora pertenece a la familia de Dios. Tú también necesitas recordar cómo tu fe en Cristo te hace
parte del linaje de Abraham y que recibirás una herencia incorruptible, inmaculada, que no se marchitará, que
está reservada en los cielos.
Es importante que cada día demos gracias a Dios por adoptarnos en su familia, por darnos un lugar en su mesa
y por las infinitas bondades que recibimos del Padre.
Real sacerdocio. Los oficios de realeza y sacerdocio eran separados celosamente en Israel, pero Jesús, quien es
nuestro Rey y Sacerdote, lo ha juntado para su pueblo.
Jesús ha abierto la entrada a su presencia a través de su sacrificio y ahora tenemos acceso pleno a Él. No
necesitamos de un sacerdote para que sirva de intermediario para llevar nuestra alabanza o para recibir perdón
de nuestros pecados, no necesitamos de un mediador terrenal para estar en contacto con Su Palabra. ¡El Rey
del universo nos ha abierto las puertas para que corramos a Él!
Nación santa.- Dios ha escogido personas dispersas, diferentes, de todo tipo de raza para unirlos en una sola
nación. La nación de los que han sido santificados por la sangre de Cristo. Nos ha apartado y nos ha separado
del mundo en cuanto a nuestra manera de vivir, pero nos mantiene segregados en medio del mundo para que
Su santidad sea evidente y podamos reflejar Su carácter a los que nos rodean.
Pueblo adquirido por Dios: En el pasado el pecado era tu dueño, vivías sujeto a sus demandas y todo lo que
hacías era para complacerle a satanás. Pero Dios no te dejó esclavizado, él pagó el más alto precio para
comprar tu libertad. Ahora eres parte del pueblo que Dios ha adquirido para sí, eres parte de los que corren a Él
como hijos y se rinden a su voluntad en completa libertad. Ahora eres especial porque le perteneces a Dios.
ANUNCIAR las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable .- El propósito de la nueva
identidad que has adquirido en Cristo es que ahora puedas manifestar el carácter de Dios en tu vida. Que cada
día proclame la bondad de Dios. Que tu manera de vivir demuestre que Dios nos ha liberado de las tinieblas
para conducirnos a Su luz admirable, que tu conducta sea como las redes sociales que anuncien al mundo que
has sido rescatado por Su misericordia y amor.
Recordemos siempre que estos privilegios que Dios nos da no es para que nos llenemos de orgullo, sino para
que anunciéis las virtudes de aquel quien ha hecho grandes cosas por nosotros.
Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios: Nosotros éramos antes,
extranjeros, sin privilegios y lejos de ser un pueblo ante Dios. No habíamos visto la misericordia de Dios, pero
ahora por el sacrificio de Cristo Jesús hemos alcanzado Su misericordia.
Pedro nos dice “Vosotros sois”, “ustedes son”, en esta mañana el consejo que puedo darte es que no te veas
como los demás te ven sino que empieza a verte como Dios te ve.
Mírate al espejo y ponte los lentes del Evangelio y encontraras que eres un hijo de Dios, eres posesión suya, has
sido escogido y apartado para El, tienes libre acceso ante su trono, puedes correr a su presencia confiadamente
y anunciar las virtudes de aquel que te salvó Jesús nuestro Señor.
Conclusión
La identidad que se nos ha otorgado no tiene comparación. Debemos sentirnos felices y gozosos. No tengas temor
ni vergüenza, sino que vive lo que significa ser un hijo de Dios, Dios me sacó de las tinieblas y me trajo a la luz. Me
hizo su hijo. Me hizo parte de su familia escogida. Me apartó para Él.
Oración
Algunas veces, como creyentes olvidamos porque estamos aquí. Olvidamos que somos especiales a los ojos de
nuestro Padre, y que tenemos un propósito en la vida, para el Señor somos:
1. Linaje escogido. Usted no necesita luchar por ocupar un lugar en la casa del Señor, ya que Él le escogió
2. Real sacerdocio. En el Antiguo Testamento, un rey no podía ser sacerdote, y un sacerdote no podía ser rey. Las
dos funciones estaban separadas y eran distintas. Pero, en Cristo, Dios ha puesto a cada creyente en una nueva
categoría. Ahora somos hijos del Rey, y tenemos acceso libre y personal al Dios todopoderoso.
3. Nación santa. El Espíritu Santo nos ha sellado como hijos de Dios
4. Posesión de Dios. ¿Está consciente de cuán valioso es usted para Dios? Vale tanto que compró su salvación a un
gran precio: La vida de su Hijo unigénito
Señor gracias por darme la oportunidad de pertenecer a tu familia. Gracias por darme una razón para vivir y seguir
adelante. Gracias por sacarme de las tinieblas y traerme a tu preciosa luz. Te pido que mi vida sirva para que otras
personas puedan ver lo maravilloso que es pertenecer a Tu Reino. Te pido que abunden tus cualidades en mí y que
mi testimonio sea conforme a tu voluntad. Perdona mis pecados mi Dios. En Cristo Jesús te lo pido. Amén.