02 Cavidades Perinasales PDF
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Los senos nasales o paranasales (Imagen 1) son un conjunto de cavidades aéreas que se
encuentran en los huesos frontal, esfenoides, etmoides, maxilar y tabique nasal que comunican
con las fosas nasales. Estas cavidades son estructuras que influyen en la respiración, la fonación,
el calentamiento, el olfato y finalmente alivianan el peso del cráneo ya que son espacios llenos de
aire.
Dentro de las CPN encontramos la cavidad nasal que se caracteriza por tener techo, piso,
una pared lateral y una pared medial o tabique.
La pared medial es una estructura compuesta por hueso y cartílago. Sus componentes
principales son la lámina perpendicular del etmoides, el vómer y el cartílago cuadrangular o
septal (Imagen 2). El techo de la cavidad nasal está formado por el hueso nasal, la espina nasal
del hueso frontal y el hueso etmoides. El piso lo conforman el hueso y las apófisis palatinas de
ambos huesos maxilares, que forman en conjunto el paladar duro.
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Desarrollo de las CPN
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Imagen 3. Esquemas de representación de la pared medial de las Cavidad Nasal.
Sin embargo, la pared que más importancia tiene dentro de la cavidad nasal es la pared
lateral. En ella se encuentran los cornetes superior, medio e inferior. Tanto el cornete superior
como el cornete medio son huesos dependientes entre ellos, mientras que el cornete inferior es
independiente (Imagen 4).
Los cornetes, poseen una estructura ósea muy fina y se encuentran rodeados por mucosa
que delimitan unos espacios denominados meatos. Los meatos, al igual que los cornetes, se
dividen en meato superior, medio e inferior. La importancia de los meatos radica en que en ellos
desembocan las distintas cavidades perinasales. En el meato superior desembocan las celdillas
etmoidales posteriores y el seno esfenoidal. En el meato medio desembocan las celdillas
etmoidales anteriores, medias y el seno maxilar. En el meato inferior desemboca el conducto
nasolagrimal.
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Imagen 4. Representación de la pared lateral de la Cavidad Nasal
Sin duda, la unidad más importante que se busca analizar en un escáner de CPN es el
complejo osteomeatal. Este complejo corresponde a una unidad funcional de la cavidad nasal y es
de importancia porque es el sitio de drenaje del seno maxilar, del seno frontal y de las celdillas
etmoidales anteriores y medias al meato medio. Este complejo está compuesto por tres unidades
que son el proceso uncinado, la ampolla o bulla etmoidal y finalmente el cornete medio (Imagen
5).
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Imagen 6. Esquema de posicionamiento e imagen radiográfica de proyección Caldwell
También se pueden hacer proyecciones laterales especiales para visualizar de mejor forma
el seno esfenoidal (Imagen 8).
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Imagen 8. Esquema de posicionamiento e imagen radiográfica de proyección lateral de CPN
Como las radiografías simples entregan una buena aproximación de lo que sucede en las
CPN, el 60% de las patologías agudas se estudian bajo este método. Por ejemplo, en la imagen 9
se observa a través de la proyección de Caldwell opacidad completa en las celdillas etmoidales
del lado derecho. En la proyección de Waters se aprecia un seno maxilar derecho medianamente
opacificado, mientras que el seno maxilar izquierdo se encuentra solo con compromiso marginal
producto del engrosamiento de la mucosa sinusal.
En general, los hallazgos que al clínico le interesan y que el radiólogo debe encontrar en
el estudio de las CPN son la extensión de la enfermedad mucosa, la evaluación de las vías de
drenaje sinusal, la notificación exacta de las variantes anatómicas, la desviación del tabique nasal,
la presencia de espolones y, finalmente, evaluar cambios post quirúrgicos, si es que los hay.
Por lo tanto, para el análisis de tales hallazgos, la radiología convencional se ve muy
limitada y es necesario disponer de otras técnicas de imagen que ofrezcan una mayor resolución
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espacial y detalle de las estructuras anatómicas en diferentes planos. Dentro de estas técnicas
cobran protagonismo la resonancia magnética y, principalmente, la tomografía computada. De
hecho, la TC es el examen de elección para el estudio de las CPN, sobre todo por la alta
resolución con la que muestra el complejo osteomeatal .
Sin embargo la TC no sólo entrega información sobre el complejo osteomeatal, sino que
también arroja datos valiosos sobre los recesos frontonasales y su desembocadura.
Los planos reconstruidos en un escáner de CPN pueden ser axiales, sagitales y coronales,
siendo este último el que arroja más información sobre la cavidad nasal. En el plano coronal se
puede observar en todo su dominio el antro maxilar, las dos cavidades nasales, los laberintos
etmoidales, los cornetes, las estructuras óseas que forman las CPN y evaluar los elementos
posteriores, como el seno esfenoidal. El plano axial también es de importancia para ver la
extensión y número de celdillas etmoidales, evaluar la morfología de los tabiques esfenoidales
que puedan existir, evaluar las fosas pterigopalatinas, las que se encuentran en estrecha relación
con la parte posterior de los senos maxilares y evaluar las vías de drenaje y conductos que se
orientan axialmente, como el conducto orbitario y nasolagrimal.
Lo primero que se debe identificar en una TC de CPN son las variantes anatómicas, para
no confundirlas con algún proceso patológico. Dentro de las variantes anatómicas se tienen las
que afectan al septum, al complejo osteomeatal, y a los tabiques óseos. Sin embargo, también
pueden existir variantes anatómicas que afecten a la parte aérea de las CPN, en ese caso se habla
de variantes en la neumatización. Entre ellas se destaca la bulla etmoidal prominente, las celdillas
de Haller, las celdillas de Agger Nassi, la concha bulosa y las celdillas de Onodi.
Una variante típica del septum nasal es la desviación del tabique nasal la que puede ser
hacia la derecha o hacia la izquierda (Imagen 11). Esta desviación puede tener dos causas. En el
caso de los niños (2-3 años) la causa puede ser el disparalelismo en el crecimiento del tabique
nasal en relación a la cavidad nasal. Como el tabique nasal crece rápidamente, debe acomodarse
en el pequeño espacio que le ofrece la cavidad nasal y se desvía. La otra causa por la cual se
produce la desviación del tabique nasal es el trauma.
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El principal inconveniente de la desviación del tabique nasal es que produce estrechez de
la cavidad nasal, desviación de los cornetes y, como consecuencia, dificultad para respirar.
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Imagen 13. Corte axial y coronal donde se aprecian espolones óseos del tabique nasal.
Imagen 14. Imagen coronal y axial de CPN donde se demuestra la neumatización del tabique nasal
Las variantes del complejo osteomeatal pueden afectar tanto a sus componentes directos
(proceso uncinado, cornete medio y bulla etmoidal) o las zonas que lo circundan.
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una burbuja. Compárese con su homóloga contralateral. En la imagen derecha se pueden observar
ambos cornetes medios neumatizados.
Imagen 16. En ambas figuras se observa que el cornete nasal medio izquierdo es “cornete
paradojal” debido a que predenta concavidad hacia lateral.
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Esta última es una variante de suma importancia porque se relaciona estrechamente con la
principal vía de drenaje que es el complejo osteomeatal. Si la convexidad del meato medio es
muy pronunciada, puede llegar a obstruir el complejo y producir un proceso inflamatorio
resistente al tratamiento.
Otra de las alteraciones del cornete medio es que su tamaño sea inferior al tamaño que
ocupa normalmente en la cavidad nasal. Este caso se refiere a un cornete hipoplásico. Al igual
que el resto de las alteraciones del cornete medio, el cornete hipoplásico también afecta a la
unidad osteomeatal, pero fundamentalmente en la dirección de ésta. Ante un cornete medio
normal, el conducto osteomeatal toma una dirección más bien inclinada o vertical. Sin embargo,
cuando el cornete es hipoplásico la unidad osteomeatal tiende a horizontalizarse (cabeza de flecha
blanca imagen derecha).
Imagen 17. En ambas figuras se pueden observar que los cornetes medios se encuentran hipoplásicos, lo
que determina que el complejo osteomeatal tienda a horizontalizarse
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Otra de las alteraciones que puede observarse en el proceso uncinado es su prolongación y
desplazamiento hacia la pared medial de la órbita. En ese caso hablamos de un proceso uncinado
atelectásico debido a que se desplaza de su ubicación normal. Obviamente, este apego a la pared
medial de la órbita provoca un cierre del conducto que drena al seno maxilar y, por lo tanto,
favorece la inflamación de éste.
En la Imagen 19 se observa claramente como el proceso uncinado izquierdo se encuentra
desplazado a la pared medial de la cavidad orbitaria izquierda, bloqueando la vía de drenaje de
dicho seno maxilar, el que se encuentra completamente lleno de secreciones producto del foco
inflamatorio.
Imagen 19. Proceso uncinado izquierdo atelectásico lo que determina un seno maxilar con foco
inflamatorio
Otras alteraciones que implican una dirección del proceso uncinado fuera de rangos
normales son el proceso uncinado vertical, que se presenta cuando éste asciende superiormente
hasta la bulla etmoidal (Imagen 20, izquierda), o un proceso uncinado en gancho (Imagen 20,
derecha) que bloquea el paso de las secreciones o drenajes a nivel del hiato semilunar. Como se
puede observar, ambas alteraciones morfológicas alteran el drenaje normal del complejo
osteomeatal y se acompañan de procesos inflamatorios sinusales.
Imagen 20. A la izquierda se puede apreciar un proceso uncinado vertical y a la izquierda un proceso
uncinado derecho en gancho
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C.- Variantes anatómicas de la Neumatización.
Como se mencionó anteriormente, pueden existir alteraciones tanto de las estructuras
óseas de la cavidad nasal, así como de la neumatización de ciertas cavidades aéreas (antros
maxilares, celdillas etmoidales, seno esfenoidal o seno frontal).
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3.- Celdillas Agger Nassi.
Las celdillas de Agger Nassi corresponden a la neumatización de uno de los segmentos de
la rama ascendente del maxilar o la neumatización del hueso lagrimal. En la imagen inferior se
puede observar la neumatización de la rama ascendente maxilar y del hueso lagrimal.
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Variantes del grupo posterior
Las más importantes son:
- Los recesos pterigoideos,
- La prominencia de los agujeros redondos,
- Las carótidas prominentes y
- Tabique interesfenoideo asimétrico y septum intermaxilar.
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3.- Septum interesfenoidal y maxilar.
Esta variante apunta a la presencia de un tabique óseo que forma compartimentos o
divisiones en ambas cavidades perinasales. Estos septos pueden presentarse tanto en el seno
maxilar como en el esfenoidal.
Mencionar la presencia de tabicaciones tiene una importancia fundamental en el caso del
septo interesfenoidal. Cuando el paciente se va a someter a algún procedimiento quirúrgico
producto de un macroadenoma, la no notificación de la ausencia del septo interesfenoidal puede
provocar que el cirujano atraviese esta cavidad en su busca y, en esa búsqueda, penetrar el sifón
carotídeo. Si no se notifica su ausencia, el cirujano va a suponer que el septum interesfenoidal
está presente.
En la figura inferior izquierda se observa claramente la presencia del septo interesfenoidal
y en la figura inferior derecha la presencia de septos maxilares.
1.- Hipoplasias.
Una hipoplasia se define como una falta de crecimiento de alguna estructura. Una
hipoplasia que se puede observar en las CPN es la hipoplasia etmoidal donde se observa un
defecto en la lámina papirácea que pueden ser confundidas con algún proceso traumático o
secuela de un trauma.
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Imagen 28. Hipoplasia Etmoidal
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En la Imagen 30 se observa claramente la extensión de la pared maxilar, sin embargo, en
su porción medial, se observa una discontinuidad de ésta y su reemplazo por una delgada línea de
partes blandas, correspondiente a tejido cartilaginoso de una fontanela maxilar (flechas blancas).
Las fosas nasales y los CPN están tapizadas por un epitelio ciliado seudoestratificado que,
bajo la membrana basal y a nivel de la submucosa, está formado por glándulas mucinosas que
secretan, al día, aproximadamente 2 litros de líquido mucinoso compuesto en un 95% por agua y
un 5% de proteínas.
Existe un ciclo nasal, en base a la rica vascularización submucosa, que se va alternando de
forma intermitente aproximadamente cada 50 minutos por lado en cada cavidad. Es por lo que
muchas veces, al tomar un escáner de CPN, observamos una hipertrofia de un cornete, respecto a
su homólogo contralateral, y luego, transcurridas algunas horas, ya no está presente en dicho
cornete, pero sí en su homólogo. Eso se debe al ciclo nasal y no a una hipertrofia, la que tiene
signos característicos.
La red submucosa vascular nasal tiene funciones muy importantes entre las que destacan
la humidificación y eliminación de partículas del aire inspirado y es, basado en dichas funciones,
que existe el ciclo nasal. Durante un período la mitad derecha de la cavidad nasal está ejerciendo
esta humidificación, regulación de la temperatura y eliminación de partículas, lo que implica un
aumento en la irrigación de la submucosa y un aumento del tamaño del epitelio (lo que no debe
confundirse con hipertrofia). Posteriormente, la cavidad derecha deja de ejercer esta función y el
ciclo pasa a la cavidad izquierda y así sucesivamente. Ahora bien, ¿por qué ambas cavidades no
ejercen dicha función de manera simultánea? Si ambas cavidades están ejerciendo dichas
funciones de forma simultánea podría existir una congestión nasal y, finalmente, las vías se
obstruirían.
Los cilios de la mucosa empujan el líquido mucinoso (moco) sólo hacia las vías de
drenaje.
Las anormalidades en estos procesos fisiológicos generan distintas entidades patológicas
en las CPN, siendo las más importantes y significativas la Sinusitis Aguda, la Sinusitis Crónica,
la Sinusitis Alérgica y la Sinusitis Fúngica (Imagen 31).
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Imagen 31. Esquema de afección del epitelio de las CPN a derecha.
Imagen 32. Imagen Coronal de TC donde se aprecia nivel hidroaéreo en seno maxilar derecho
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Sin embargo, es muy importante considerar que el nivel hidroaéreo no sólo se puede
generar por un cuadro de sinusitis aguda. El nivel hidroaéreo puede formarse ante cualquier
infección de la vía aérea alta, ante la presencia de contenido hemático (contusiones sobre la
mucosa), después de lavados en pacientes intubados y finalmente en las acumulaciones de
lágrimas típicas en los niños (meses de edad), que no deben ser confundidas con sinusitis en las
radiografías de CPN.
Imagen 33. Engrosamiento Mucoso y engrosamiento perióstico del seno maxilar derecho.
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Imagen 34. A la izquierda se aprecia engrosamiento mucoso del seno maxilar derecho y a la derecha
opacificación del seno maxilar izquierdo y engrosamiento del periostio.
Imagen 35. A la izquierda se aprecia una radiografía Caldwell donde se ve una opacidad del seno
frontal derecho y celdillas etmoidales, a la derecha el corte axial de TC demuestra el compromiso de
las celdillas etmoidales y el engrosamiento de las trabéculas óseas
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Imagen 36. Corte coronal de TC donde se aprecia engrosamiento polipoídeo que obstruye
completamente a las CPN, vías de drenaje y además produce adelgazamiento óseo.
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Todos los procesos inflamatorios mencionados anteriormente pueden producir
complicaciones que, a su vez, pueden ser agudas o crónicas.
Dentro de las complicaciones agudas, véase tabla siguiente, se destacan los abscesos
subperiósticos, las celulitis periorbitaria y los abscesos intraorbitarios en el caso de la órbita. Si
estas complicaciones pasan a la cavidad craneana pueden dar lugar a meningitis, abscesos
(subdural, cerebral o hipofisiario), alteraciones vasculares (trombosis venosa, trombosis arterial o
aneurismas). Las complicaciones crónicas más comunes son el mucocele y los pólipos.
Imagen 39. Celulistis orbitaria donde existe engrosamiento de la zona palpebral derecha y
compromiso inflamatorio de las celdillas etmoidales.
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además que la afección inflamatoria obliga al globo ocular a salir de la cavidad orbitaria. Estos
hallazgos son compatibles con un absceso periorbitario.
Imagen 40. Celulitis orbitaria derecha secundaria a afección inflamatoria de celdillas etmoidales y
seno esfenoidal
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En la Imagen 42 se observa una afección inflamatoria pansinusal a nivel derecho que
produce un secuestro óseo.
Imagen 42. Enfermedad inflamatoria que produce secuestro óseo a nivel del seno frontal
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IV.- Lesiones Neoplásicas y no neoplásicas de CPN.
Dentro de las cavidades perinasales pueden existir lesiones tumorales malignas o benignas
y lesiones que, simulan serlo, pero que en realidad son entidades patológicas no neoplásicas.
Las lesiones no neoplásicas más comunes son los quistes de retención, las poliposis, el
pólipo antrocoanal y el mucocele.
Lesiones no Neoplásicas
B.- Poliposis.
Son masas polipoideas bilaterales que llenan las cavidades nasales. Se extienden a las
fosas nasales produciendo un aumento de amplitud de los infundíbulos y del ostium. También
provocan la expansión de las celdillas etmoidales, pero con preservación de los septos. En la
Imagen 45 se observan tres casos de poliposis nasosinusal, expansiva, sobre todo del laberinto
etmoidal y que provoca la amplitud del complejo osteomeatal. La característica que orienta a
pensar en poliposis es su carácter bilateral y simétrico y la expansión que provocan en las vías de
drenaje.
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Imagen 45. Casos de Pólipos Nasosinusales
Como se mencionó anteriormente, estos pólipos pueden llegar hasta las coanas y pasar a
la nasofaringe (Imagen 47).
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D.- Mucocele.
Corresponde a una cavidad sinusal obstruida ocupada en su totalidad con secreciones con
expansión y remodelación de sus paredes óseas.
La frecuencia de estos mucoceles corresponde en un 60% al seno frontal, un 25% al seno
etmoidal, un 10% al seno maxilar y un 5% al seno esfenoidal.
En la Imagen 48 se observa una expansión focal del seno frontal por obstrucción del
receso frontonasal del lado izquierdo. Las características primordiales son ocupación con
expansión y remodelación ósea.
Otro tipo de mucocele, pero en el seno etmoidal. Cuando este tipo de mucocele se forma
en la cavidad maxilar, puede comprimir la línea media a tal punto de obstruir la cavidad nasal
(Imagen 49).
Lesiones Neoplásicas
Así como existen las lesiones no neoplásicas, también existen las lesiones neoplásicas.
Dentro de estas lesiones podemos encontrar lesiones neoplásicas benignas y lesiones neoplásicas
malignas.
Dentro de las lesiones neoplásicas benignas tenemos, a su vez, lesiones que pueden ser de
partes blandas o lesiones tumorales benignas óseas. Las lesiones neoplásicas benignas de partes
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blandas más comunes son el Papiloma, con sus variantes fungiforme, invertido y de células
cilíndricas, y el Angiofibroma juvenil.
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Las lesiones neoplásicas benignas óseas, o específicamente fibroóseas, son bastante
frecuentes. Dentro de las más comunes se encuentra el Osteoma (90% de los casos), el
Osteoblastoma, la Displasia Fibrosa, el Fibroma Osificante, el Tumor de Células Gigantes, el
Quiste Óseo aneurismático, la Enfermedad de Paget y la Osteopetrosis.
C.- Osteoma.
Es la lesión más frecuente de las neoplasias fibroóseas. Se caracteriza por ser una lesión
ósea muy densa ubicada en medio de alguna cavidad paranasal.
Imagen 52. Osteoma en seno frontal (imágenes superior izquierda) y osteoma en celdilla etmoidal.
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Imagen 53. Displasia Fibrosa
E.- Osteopetrosis.
La osteopetrosis corresponde a un aumento significativo de la densidad del hueso con una
estructura más fuerte y densa. En las imágenes tomográficas se puede identificar fácilmente
porque el hueso se observa más blanco y compacto de lo normal.
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determinar el grado de extensión que va a tener la patología y de esa manera programar la
cirugía. Además la resonancia cumple un rol fundamental en la etapificación de la lesión.
Finalmente, cabe destacar que existe una serie de entidades patológicas que, al presentarse
imagenológicamente, manifiestan un signo característico y que es la destrucción del tabique
nasal.
Estas causas pueden ser tanto infecciosas como no infecciosas, dentro de las cuales
destacan:
Infecciosas:
Sifilis
Rinoescleroma
Lepra
No infecciosas
Cocaína
Sarcoidosis
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Postquirúrgico
Granuloma letal de la línea media
Granulomatosis de wegener
Imagen 58. Granulomatosis de Weneger en pared medial del seno maxilar derecho
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V.-Neuronavegación
Existe un estudio de CPN por tomografía que se solicita especificamente con protocolo de
neuronavegación para pacientes preoperatorios de las cavidades por distintas patologías, la
finalidad es orientar anatómicamente al cirujano en el abordaje de lesiones ubicadas en partes
nobles de la cabeza.
Para que el cirujano pueda utilizar esta herramienta el examen realizado en el TC debe
cumplir con los siguientes criterios:
Se debe adquirir el cráneo completo abarcando desde el paladar duro hasta el vertex en el
sentido craneo caudal y desde la punta de la nariz hasta la protuberancia occipital en el
sentido anteroposterior.
El paladar duro debe quedar perpendicular a la camilla.
El Fov debe incluir las orejas, los dientes maxilares y la punta de la nariz.
Procurar que las orejas no toquen los laterales del soporte (no usar esponjas) y que no se
aparten de su posición normal.
Iniciar la exploración por encima de cualquier intervención dental para evitar la creación
de artefactos.
El gantry debe estar en 0 grados, sin ninguna inclinación.
Las imágenes se deben reconstruir de 1/1 mm. sin traslapes, en partes blandas y ventana
ósea.
Esto es muy importante, ya que utilizando hitos anatomicos del paciente, el cirujano a
través del uso de un software hará calzar la anatomía con las imágenes obtenidas en TC.
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hitos de referencia anatómica. Luego de este proceso el navegador es capaz de traducir cualquier
punto de la anatomía del paciente en un punto dentro de las imágenes.
Todos los navegadores requieren un registro en orden para poder emplear las imágenes
preoperatorias. Los mejores puntos anatómicos para realizar este procedimiento son reparos
óseos debido a su mayor precisión y menor tasa de errores. El sistema utiliza una mascara de
superficie que se coloca al paciente como se muestra en la imagen 61.
Luego del registro viene el rastreo intraoperatorio, que se puede llevar a cabo mediante
sistemas ópticos o electromagnéticos. El sistema óptico, utiliza luz infrarroja y una cámara de
rastreo posicionada sobre la cabeza del paciente que reconoce instrumental con esferas
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reflectivas. Esto permite localizar el puntero o el material quirúrgico especializado para la
navegación y traducirlo a un punto en las imágenes de la tomografía. La estación computacional
integra la información recibida mediante los rastreos y proyecta la ubicación del puntero de
navegación en los tres planos de la imagen preoperatoria.
La navegación permite una planificación preoperatoria de la cirugía y es un apoyo
imagenológico constante durante ésta. En ningún caso reemplaza los conocimientos anatómicos
del cirujano, por el contrario, los complementa y los potencia.
A continuación se presenta un caso de una cirugía real en la cual se urilizó esta
herramienta.
Imagen 62: Osteoma frontoetmoidal. A.TC de CPN en planos sagital, coronal y axial. Se
observa osteoma etmoidal izq. Centrado en la lámina papirácea, que obstruye el receso
nasofrontal izq. y el conducto nasolagrimal, además de desplazar el músculo recto medial y el
globo ocular, con moderada porptosis. En cortes sagital y coronal se observaestrecha relación del
osteoma con la base de cráneo. B. Navegación intraoperatoria con imágenes de planeamiento
virtual preoperatorio. C. Se observa el puntero de la navegación en el espesor del osteoma para
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corroborar la localización y profundidaddel fresado. D. Fresado del osteoma. E. Visión
endoscópica de la fos nasal izquierda por resección del osteoma, se observa: grasa orbitaria que
protruye a fosa nasal, receso frontal permeable y ampliado. F. Visión endoscopica de fosa nasal
izq. pos resección del osteoma, se observa: seno maxilar, conducto lagrimal permeable, al irrigar
fluoresceína. G. Osteoma resecado en su totalida luego del fresado.
Este estudio se puede realizar sin contraste o antes y después de su administración vía
endovenosa.
El paciente se debe ubicar con la barbilla un poco levantada, para que el paladar duro quede
perpendicular a la camilla. De esta manera, los artefactos provocados por obturaciones dentarias
o elementos metálicos fijos (como implantes) no obstruirán la correcta evaluación de los senos
paranasales.
Si existe nivel hidroaéreo no es necesario realizar exploración secuencial en decúbito prono.
Diagnósticos de Referencia:
Absceso.
Lesión Tumoral (salvo tumores óseos especificados: osteocondroma, osteoma, condroma,
etc.)
Osteomielitis.
Celulitis.
La zona para estudiar abarca desde el piso del seno maxilar hasta el techo del seno frontal en el
sentido caudo craneal y las reformaciones deben incluir la nariz y abarcar completamente el seno
esfenoidal.
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Imagen 64: Limites de adquisición TC de CPN
Reformaciones:
Para realizar las reformaciones se deben utilizar los cortes mas finos que sea posible con un
traslape del 50%.
Axiales de 5/5 mm paralelos a la línea del paladar duro.
Sagitales 3/3 mm paralelos al tabique nasal.
Coronales de 3/3 mm paralelos al eje coronal de la cara o perpendiculares al paladar duro.
Cuando se solicita TC de macizo facial o de cara, se utiliza este protocolo cuidando de abarcar la
mandíbula entera (caudocranealmente y en sentido ánteroposterior). Los cortes axiales, coronales
y sagitales se hacen de 3/3 mm. Agregar VRT radial cuando sea necesario.
El VRT se realiza con giro de 180º, comenzando desde una vista lateral izquierda.
Cuando se utiliza medio de contraste se deben reformar las imágenes de partes blandas sin y con
contraste en los tres ejes con cortes de 3/3 mm (Axial, sagital y coronal).
En fase contrastada se inyectan 50 ml de contraste, manualmente y la adquisición se comienza 40
seg. posterior a su inyección.
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Axial óseo
Coronal óseo
Sagital óseo
Axial blando
Coronal blando
Axial
Contraste
Coronal
contraste
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