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RAMÓN MARGALEF
Catedrático de Ecología
de la Universidad de Barcelona
VII
los libros fuertemente motivados y parciales (en la selección del mate-
rial o de los puntos de vista) que los que pretenden proporcionar una
visión neutra, aséptica y equilibrada de una ciencia. La Universidad
necesita creatividad y cierta dosis de provocación a la polémica. Nin-
guna ciencia es estática. Pero este es también un punto de vista per-
sonal, como el que ha conducido a la selección y ordenación del
material.
En estos últimos tiempos se está haciendo gran propaganda a favor
de la conservación de la naturaleza. Es oportuno y ello aconseja cla-
rificar las ideas y contribuir a la introducción de puntos de vista
ecológicos en la enseñanza y en la formación de diversos profesionales,
lo cual puede hacerse por medio de un libro suficientemente general,
como es el presente. El capítulo 24, sobre explotación por el hombre,
regresión y conservación, representa una concesión especial a la co-
rriente de actualidad mencionada; pero deliberadamente he rehusado
asociarme a las exageraciones de la propaganda sensacionalista. Creo
que la Ecología debe mantenerse en la tradición de una disciplina cien-
tífica y no dejarse deslizar por la vertiente de la burocracia oficial ni
por la vertiente opuesta de la truculencia.
Las razones expuestas pueden explicar, si no excusar, algunas de
las limitaciones en la selección de las materias que se incluyen en
el libro, y en la forma como son tratadas. En realidad no es un manual
completo de Ecología, ni tampoco se circunscribe a lo que el autor
piensa debe ser la genuina Ecología. Todos encontrarán a faltar algo
y quizá alguien se sienta defraudado por la poca extensión que se
dedica a aspectos prácticos; pero se ofrecen numerosos puntos de
partida donde enlazar temas de aplicación, que, por otra parte, no
pueden constituir la parte principal de un libro de Ecología.
Para mí la Ecología es la biología de los ecosistemas, es decir, lo
que se abarca en los capítulos lOa 27; pero el deseo de hacer un texto
adecuado a los estudiantes de determinada Universidad ha llevado a
complementar la Ecología estricta con una serie de materiales de base
que son necesarios, y que los alumnos no han tenido ocasión de estu-
diar previamente. Estos materiales se reunen en los capítulos 2 a 6
(estudio del ambiente, Autoecología), que han de explicar por qué cier-
tos organismos pueden vivir en determinados ambientes, y 7 a 9 (Bio-
geografía), que han de dar razón de los fenómenos históricos: por qué
ciertas estirpes han llegado hasta donde se las encuentra.
Si la Ecología, en sentido estricto, es la biología de los ecosistemas,
las observaciones y experimentos se tendrán que interpretar buscando
regularidades a nivel de sistemas y las regularidades encontradas, en
muchos casos, no son solamente propias de los ecosistemas, sino de
sistemas, en la acepción más general de este término. Probablemente
ésta es la más estimulante de las relaciones entre la Ecología y las
otras ciencias y, como es natural, conduce a un lenguaje matemático.
De esta forma ha de interpretar el lector la frecuencia grande con
que se hace uso de expresiones matemáticas. Muchas de éstas son
una simple expresión taquigráfica de razonamientos que se podrían
presentar también de otra manera; pero parece que abreviadas en
forma de símbolos descarnados invitan más a la reflexión. Cuando se
habla de ecología matemática, se suele pensar con demasiada exclu-
sividad en aplicaciones de la estadística; pero para mí son aún más
importantes otros aspectos de la Matemática. No hay que temer la
abstracción; pero tampoco confiar demasiado en sus resultados. Afor-
tunadamente, el contacto con la Naturaleza hace ver continuamente la
limitación de nuestros esquemas y lo poco que sabemos.
Quizá sea indiferente el orden seguido en la exposición. En Eco-
logía todo estro tan relacionado que no es esencial por dónde empeza-
VIII Prólogo
mos, cómo seguimos y por dónde acabamos. Lo importante es aplicar
sucesivamente una serie de criterios o puntos de vista al examen de
unos mismos hechos, para describir, sistematizar y explicar la biosfera.
En este libro se proponen sucesivamente los siguientes puntos de vista:
el descriptivo (capítulos 10 a 12), el trófico o concerniente al ciclo de
materia y energía (capítulos 13 a 16), el demográfico o cuantificado
por individuos (capítulos 17 a 20), la consideración del ecosistema en
el tiempo (capítulos 21 a 24) y en el espacio (capítulos 25 y 26). No
es posible extenderse a la consideración de tipos particulares de eco-
sistemas; es decir, se prescinde de una Ecología descriptiva. El plan
propuesto representa un proceso cíclico, pues sólo después de entender
la organización del ecosistema en el espacio se está en condiciones
de intentar su descripción sinóptica, de manera que, después del capí-
tulo 26 debemos retornar al 10. El capítulo final es solamente un poco
más especulativo que los anteriores. Me ha parecido que podía ser útil
como resumen y, especialmente. para tender un puente hacia otras
ciencias que estudian sistemas. Este capítulo además, sugiere lo que
podría ser una ecología comparada, el día que se conozcan sistemas
vivos en otros astros asequibles a la investigación desde la Tierra.
Es difícil preparar una lista de referencias bibliográficas que sea
adecuada para un libro como el presente. Probablemente hay demasia-
da bibliografía para el estudiante medio, y el profesional encontrará
olvidos imperdonables. Se ha procurado incluir los artículos de sín-
tesis, útiles para ampliar los temas debatidos en las distintas secciones
del libro, más aquellos de los que se ha sacado información y ejemplos
que se reproducen, así como trabajos recientes con puntos de vista
interesantes y que todavía no han encontrado su camino hasta los
textos usuales de Ecología.
Una lista de referencias da la medida de la gratitud que ha de
sentir todo autor hacia los científicos que han laborado acopiando los
materiales que utiliza. En realidad, el autor de un libro como éste
trata de ordenar un gran número de piezas de un rompecabezas, preo-
cupado por una visión muy personal de la figura que cree ha de
aparecer una vez ensamblados los fragmentos. La testarudez del que
arma el rompecabezas le lleva con frecuencia a descabalar las piezas
que manipula, de manera ofensiva para los trabajadores que las han
proporcionado. En sus introducciones, los autores suelen decir que
agradecen la información utilizada, a la vez que se declaran los solos
responsables por el mal uso que hagan de ella y por los errores en
que incurran. A veces se trata de una simple fórmula de cortesía;
pero en casos como el presente, donde la presentación de las líneas
generales de una disciplina requiere una severa simplificación de los
datos y, luego, la síntesis de los datos implicados. desde puntos de
vista muy ajenos a los de los científicos que proporcionaron el material
básico, la fórmula indicada es una de las verdades más seguras que
el libro contiene. Lo dicho es aplicable asimismo a las ilustraciones
tomadas de otros autores, que han sido dibujadas de nuevo, modificadas,
adaptadas o combinadas en grado diverso.
Como es natural, muchas ideas se han generado en conversaciones
con estudiantes e investigadores y me es grato reconocerlo. En un
aspecto más material, pero igualmente importante, he de agradecer la
cooperación del editor, que ha tolerado muchas mo<;lificaciones en el
texto y ha aceptado de grado un gran número de figuras, cuya prepa-
ración ha requerido considerable esfuerzo.
RAMÓN MARGALEF
Prólogo IX
Indice de materias
Prólogo . VII
1. Introducción histórica
Geografía del paisaje. Aplicaciones prácticas. Fisiología y etología.
Demografía y ecología cuantitativa. Ecología acuática. Ecología total
o de síntesís.
3. La atmósfera . . . . . . . . . . . . . . . .. 81
Características generales de la atmósfera. Composición de la atmósfera.
El agua en la atmósfera. Materiales sólidos. - La humedad del aire en
la vida de los organismos. Plantas. Animales. Humedad y temperatura.
XI
5. Mecánica de las envolturas fluidas . . . . . 159
Propiedades mecánicas. Densidad y compresibilidad. Presión. Vis-
cosidad. Organismos suspendidos en un medio fluido. Movimiento
activo de los organismos. Ondas longitudinales en el medio fluido. -
Interfases. - La circulación atmosférica y la oceánica. Circulación
atmosférica. Consecuencias directas de la circulación atmosférica
sobre los organismos. Circulación marina. Los sistemas oceánicos de
circulación. Circulación estuarina. Paleooceanografía física. Lagos.
Mareas, olas y estructuras hidrográficas transitorias. Efectos directos
del movimiento del agua sobre los organismos.
Segunda parte
Biogeografía
7. Configuración de las áreas. . . . . . . . .. 237
Algunas generalidades sobre biogeografía. Areas. Síntesis coroló-
gica. - Regiones biogeográficas. - Diseminación o dispersión.
Medios de dispersión. Especies invasoras. - Extinción. - Fronteras.
Barreras. Competencia con especies vicarias. Heterogeneidad de la
especie y de sus fronteras.
Tercera parte
Ecología descriptiva
10. Evaluación de las poblaciones. . . . . . .. 317
Censos. Muestras. Muestras seleccionadas. Métodos indirectos.
Unidades. - Censos extendidos en el tiempo. Marcado y recupera-
ción. Depredación selectiva. Depredación progresiva. - Distribucio-
nes. Significado del espacio. Transformaciones. - Características
cuantitatívas de las poblaciones no expresadas en números de indi-
viduos. Distancias entre los individuos. Orientación.
Cuarta parte
Ecología trófica
13. Producción primaria . . . . . . . . . . . .. 435
Organización y función de los sistemas fotosintetizadores. - Facto-
res que definen y limitan la producción primaria. Concentración total
de clorofila. Concentración relativa de pigmentos en la planta e índices
foliares. Composición cuantitativa de los pigmentos. La luz. Satura-
ción. Elementos químicos. Temperatura. - Producción relativa.
Rendimiento decreciente en la producción. Eficiencias. - Métodos
de estudio y algunos resultados. Comunidades acuáticas. Plancton.
Comunidades bentónicas. Vegetación terrestre. Producción primaria
de la biosfera. - Control del ecosistema por la vegetación.
Sexta parte
El ecosistema en el tiempo
21. Fluctuaciones . . . . . . . . . . . . 681
Composición de series aleatorias temporales. - Fluctuaciones atri-
buibles a interacción entre especies. Interacción entre subpoblaciones
de una misma especie. - Fluctuaciones atribuibles a impactos am-
bientales de distribución irregular. - Estabilidad. Relación de la esta-
bilidad con otros conceptos ecológicos. Variación latitudinal en la
intensidad de las fluctuaciones.
Sé pti ma parte
El ecosistema en el espacio
25. Organización y extensión en los ecosistemas. 823
La organización del espacio en el estudio estadístico de muestras.
Expresiones de regresión que no tienen en cuenta el espacio. Super-
ficies de tendencia y mosaicos sencillos. - Organización derivada
de simples procesos de crecimiento. - Plancton. Heterogeneidad
vertical. Heterogeneidad horizontal. Estructuras reticuladas y com-
plejas. - Organización del espacio por una especie. Territorialismo.
Formas diversas de agregación. Pistas y otras estructuras heredadas.
Otros aspectos dinámicos de la organización del espacio. Modifi-
cación de las ecuaciones diferenciales de interacción entre especies.
Octava parte
Síntesis
27. Teoría ecológica. . . . . . . . . . . . . . . . 881
Por qué y para qué una teoría ecológica. Niveles de teoría ecológica.
Riesgos en la ruta de los modelos hacia los metamodelos. - Con-
clusiones de los capítulos precedentes. Primera parte: Autoecología.
Segunda parte: Biogeografía. Tercera parte: Ecología descriptiva.
Cuarta parte: Ecología trófica. Quinta parte: Ecología demográfica.
Sexta parte: El ecosistema en el tiempo. Séptima parte: El ecosistema
en el espacio. - Organización. Termodinámica. Sistemas disipativos
de energía. Sistemas protobióticos. Proyección de organismos y eco-
sistemas sobre un modelo de disipación de energía. Principios gene-
rales de organización. La «flecha del tiempo» en ecología. Modelos
y metamodelos.
Indice de materias XV
1
Introducción histórica
Introducción histórica
con cierta abstracción, se pudo ver lo que tenían Ecología, habida consideración de su carácter
de común. Hace falta un considerable proceso de multidisciplinario, fue el que trabajaran juntos
síntesis para reunir temas tan dispares como la científicos de distintas especialidades en grandes
descripción del paisaje y la demografía humana. expediciones y en laboratorios comunes. Es la
Sin embargo, ya se puede suponer que el grado fecha en que tuvo lugar la expedición del «Cha-
de abstracción y de generalización que los diver- lIenger» y en que fueron creados los primeros
sos autores creen conveniente en la Ecología varía laboratorios costeros. La cooperación entre botá-
enormemente. Para unos conviene hacer un es- nicos, zoólogos, fisiólogos, químicos y geólogos
fuerzo importante hasta el establecimiento de fue más estrecha entre los estudiosos del medio
principios o generalizaciones; para otros, por lo acuático -quizá porque debieron convivir en un
menos en la etapa presente, hay que limitarse a espacio más reducido- que entre los del medio
la acumulación de «hechos» y no permitirse de-
masiadas especulaciones teóricas. Estos puntos de
vista se manifiestan en todos los aspectos. En el
matemático, por ejemplo, los empíricos conside-
ran que la mejor aportación de la Matemática a
la Ecología está en el campo de la Estadística y,
de usar expresiones analíticas, las prefieren he-
chas para cada caso, aunque tengan poco sentido
biológico, y sean más bien funciones de interpo-
lación. Por el contrario, los más teóricos aspiran
a expresiones muy generalizadas y en las que
pueda encontrarse sentido biológico, aunque pue-
dan ajustarse menos a cada caso concreto; pro-
bablemente aspiran a una Ecología rigurosamente
deductiva, casi como la Física, o, por lo menos,
la creen hasta cierto punto posible.
Aunque el autor de este libro más bien tiende
a inclinarse hacia el bando de los teóricos o ge- Figura 1-1 El Marine Laboratory, en Plymouth.
neralistas, reconoce que el progreso se origina Gran Bretaña.
por la aportación de materiales muy concretos.
En realidad toda ciencia avanza con un proceso
de acopio de datos, generalizaciones, desarrollo
de principios teóricos, deducción de consecuen- terrestre. Sea por esta razón, sea por la circuns-
cias y exposición a prueba de las deducciones de tancia que el agua permite mejor darse cuenta de
la teoría; pero sólo puede hablarse de ciencia los ciclos de elementos y de las interacciones entre
si hay cierto grado de abstracción, y ésta es siem- distintas especies, pero probablemente por las dos
pre necesaria en un libro, pues de otra forma razones a la vez, el caso es que la Ecología de
dicho libro se convierte en un simple catálogo de medios acuáticos se anticipó a la terrestre en
datos. Pero aun supuesto este último caso, las desarrollar conceptos dinámicos de producción,
reglas seguidas para ordenar el catálogo revelan biomasa y equilibrio. No en vano un trabajo de
que no hay ausencia de teoría. El carácter de 1887, de S. A. Forbes, se titula «El lago como
confluencia de varias disciplinas que tiene la microcosmos», y en la misma década del 1880,
Ecología casi obliga al desarrollo de principios Victor Hensen, a través del estudio del plancton,
teóricos que proporcionen unión a materiales muy trata de trazar un balance de la producción de
dispares. los mares.
Las viejas raíces de la Ecología, como se ha Los oceanógrafos por una parte y los Iimnólo·
dicho, son múltiples. Aunque forzando un poco gos, o estudiosos de las aguas continentales, por
las cosas, se pueden reconocer por lo menos otra, siguieron su camino de manera un tanto
cuatro: 1) Descripción y ordenación del paisaje independiente. Ambos basaron parte de sus in-
geográfico; 2) cuestiones prácticas de agricultura, vestigaciones en materiales acopiados por descrip-
ganadería, etc.; 3) fisiología y etología, y 4) de- tores que habían seguido la tradición de los anti-
mografía, con introducción de puntos de vista guos microscopistas y que, en el estudio del
matemáti.cos. Estas distintas direcciones de estu- plancton y de otros organismos acuáticos, encon-
dio tienden a fusionarse hacia el último tercio traban solaz y hacían trabajo útil. El estudio de
del siglo pasado, que es la fecha de nacimiento las aguas dulces era menos costoso y menos duro
de la Ecología como tal. Probablemente, un cata- que el de los mares. Recientemente se ha operado
lizador muy importante para la constitución de la una nueva aproximación entre oceanógrafos y
Introducción histórica
Iimnólogos, con beneficios mutuos. Una de sus relaciones ecológicas a un lenguaje de computa-
manifestaciones es el establecimiento de revistas dora (Watt 41) y establecer un modelo lógico con
comunes, como «Limnology and Oceanography» numerosas conexiones. Este método constituye
(a partir de 1955). una prueba excelente del valor de las hipótesis
No se debe olvidar la aportación a la Ecología de Ecología.
de los economistas. El ejemplo de Malthus ha Numerosísimas personas han contribuido a la
sido repetido hasta la saciedad; pero no es este constitución de la Ecología actual, algunos traba-
un caso aislado, sino que aún más importante jando como ecólogos, otros cultivando disciplinas
pudo ser la contribución al desarrollo del con- periféricas y en conexión con la Ecología. Este
cepto de producción y de optimación de ciertas breve resumen histórico menciona unos pocos
situaciones o estructuras. Sin embargo, la influen· nombres que sirven como referencia de fechas
cia ha sido en parte desorientadora, pues hizo y para proveer una conexión con la historia
olvidar a veces que no es lo mismo la optimación de la biología en general; pero es injusto por
a favor del hombre que explota el sistema, que silenciar los nombres de los más, aunque algunos
la optimación en el interior del ecosistema. de ellos se podrán encontrar en las referencias
A partir de 1930 se consolida la Ecología ge- bibliográficas al final de cada capítulo.
neral, en la que ya no se hace distinción entre
ecología animal y ecología vegetal, división mons-
truosa que se había arrastrado durante cierto Geografía del paisaje
número de años, ni entre ecología acuática y eco-
logía terrestre, división algo más justificable, por Toda descripción y clasificación de tipos de
el funcionamiento distinto de los respectivos eco- país y de paisaje implica tomar en consideración
sistemas y las diferentes técnicas de estudio que las plantas y los animales característicos. El pai-
requieren; pero que probablemente hay que sacri- saje entero se descompone en pequeñas piezas de
ficar, a favor de una formulación más general mosaico y es usual que la vegetación desempeñe
de los principios de la Ecología. un papel importante en su caracterización. En
este punto, el geógrafo hace la distinción entre
flora y vegetación. La flora es el conjunto de
las especies de plantas; la palabra vegetación se
refiere más bien a cómo se disponen dichas espe-
cies, a la fisonomía de la cubierta vegetal, es
decir, a un concepto verdaderamente ecológico,
la parte vegetal de un ecosistema. No infrecuen·
temente, la vegetación se puede caracterizar con
referencia a ciertas especies dominantes, otro con-
cepto ecológico reconocido de muy antiguo, como
lo prueba la existencia de nombres de lugar que
hacen referencia a colectivos de plantas (Pinar,
Pineda, Quejigar, Albareda, Poblet, etc.). Ha sido
tradicional en geografía aceptar la corresponden-
cia entre la distribución de ciertas plantas y cier-
tos tipos de clima o de ambiente en general.
Una ciencia se desarrolla cuando se ofrece la
Figura '-2 Una parte del conjunto de
laboratorios de investigaci6n en Woods Hale, posibilidad de un estudio comparado y de abstraer
Massachusetts. rasgos comunes. Es seguro que los grandes des·
cubrimientos geográficos crearon la base propicia
para el desarrollo de la Ecología. En distintos
continentes se veían bosques, praderas, etc., que,
La época actual se caracteriza por la gran can- con mostrar una fisonomía semejante, estaban
tidad de información que se acumula rápidamen- formados por especies distintas. El que se encon-
te, mediada, en parte, por nuevas técnicas de trara una u otra especie era algo accidental, un
medición automática y de registro. Las modernas capricho del Creador, si se quiere; pero el que
computadoras electrónicas proveen el requisito en todos los casos se combinaran dando conjun-
indispensable para la elaboración de una infor- tos equivalentes no dejó de pesar en el ánimo
mación abundante; pero su servicio a la Ecología de los antiguos naturalistas. En párrafos escritos
probablemente ha sido mayor en el terreno de la por algunos de los exploradores españoles de
simulación de sistemas complicados. En este sen· América (Gonzalo Fernández de Oviedo, 1478·
tido es posible pasar de un enunciado verbal de 1557; José de Acosta, 1539?-1600; etc.) trasciende
Introducci6n histórica
esta preocupación; el indicio más claro es la influencia humana desde milenios, con un como
trasposición de nombres vernáculos a otras espe- plicado mosaico de pequeños retazos diferentes,
cies de plantas y animales que tenían el mismo que para los acostumbrados a grandes extensiones
sentido o desempeñaban el mismo papel en la casi uniformes o de gradientes suaves. El desa-
estructura de los respectivos ecosistemas, a espe· rrollo de la ciencia del suelo, Edafología o Pedo-
cies vicarias, ocupantes de nichos similares, se logía, en el siglo XIX, representa un complemento
diría más tarde. del estudio de la vegetación y un elemento más
La comparación entre América y Europa sigue de síntesis ecológica. Pero en toda esta época se
siendo inspiradora para los grandes naturalistas acentúa el divorcio entre ecología vegetal yeco-
y viajeros posteriores, como George L. Leclerc, logía animal, aunque se reconoce el interés de los
animales como agentes de la fecundación de
las plantas (Christian Konrad Sprengel, 1750-
1816), o de la dispersión de las diásporas.
Casi todos los libros de geografía física lleva·
ban un capítulo de geografía botánica y, a veces,
de geografía zoológica. Las nociones de especies
vicarias y de fisonomía de la vegetación como
adaptación o respuesta a un clima se clarifi-
can considerablemente con la adopción de pun-
tos de vista evolucionistas (Darwin). Entonces
se tiende a separar lo estrictamente geográfico,
en el sentido de determinación histórica de las
características de las estirpes, y lo puramente
«ecológico», relativo a los rasgos de adaptación
a condiciones ambientales que pueden ser seme-
jantes en áreas biogeográficamente desconectadas.
Figura 1-3 J. Braun-Blanquet. en el jardín Reina, aún hoy, cierta confusión a este respecto
de la Station Internationale de Géobotanique
Méditerranéenne et Alpine (SIGMA). y quizá no sea inexacto decir que durante las
de Montpe/lier. primeras décadas' que siguieron a la obra de
Darwin, los biogeógrafos estrictos se mostraron
más darwinistas, mientras que los autores que
seguían en la tradición de la ecología vegetal
conde de Buffon (1707-1788) y Alexander von tendían, a veces inconscientemente, hacia el la-
Humboldt (1769-1859), lo mismo que lo sería marckismo.
más tarde para Charles Darwin (1809-1882). El propio Darwin es autor de excelentes traba-
En todo este período el estudio de la Ecología, jos de Ecología (Estructura y distribución de arre-
de las comunidades naturales, se centra en la cifes de coral, Fecundación de las orquídeas por
vegetación. Es más fácil reconocer la dependencia los insectos, Plantas insectívoras, Formación de
entre distribución y clima, y sistematizar luego tierra vegetal por acción de las lombrices). Alfred
las observaciones, en el caso de las plantas que R. Wallace (1823-1913) que es considerado como
en el de los animales. El padre de la botánica coinventor de la teoría de la selección natural,
sistemática, Carl Linnaeus (1707-1778) reconoce pero que en realidad se anticipó a Darwin en
expresamente la relación entre la distribución expresarla claramente, es el fundador de la zoo-
de las plantas y las características ambientales geografía basada en la evolución. Henry W. Bates
y la existencia de diferencias en la composición (1825-1892), explorador de Amazonia, contribuye
de las floras a unas mismas latitudes. Alphonse a la introducción de puntos de vista evolutivos
A. de Candolle (1806-1893) es un nombre distin- en la biogeografía y en otros aspectos de la Ecolo-
guido, aunque no esté por encima de los de una gía (mimetismo). Es notable que la impregnación
serie de ilustres botánicos ecólogos (Schroter 31, de la Ecología por las ideas evolucionistas se hizo
Warming 40, Schimper 30, Clements, Cowles, etc.), principalmente en el campo de la zoología, lo cual
que gradualmente van formalizando la descrip- posiblemente contribuyó a mantener el distancia-
ción de comunidades, hasta llegar a Braun-Blan- miento entre ecología vegetal y animal. El aspecto
quet 5, Sukachev, Tüxen y otros. Las distintas evolucionista era patente en Biogeografía; pero
tendencias o escuelas aparecen muy relacionadas esta ciencia necesitaba algunas grandes hipótesis
con las características de las regiones especial- ordenadoras, que todavía no se poseen de manera
mente estudiadas. Es natural que el enfoque completa. A este respecto hay que recordar a
resulte ligeramente distinto para los estudiosos Alfred Wegener (1880-1930), que sustituyó una
de la región alpina y mediterránea, sometida a la caótica visión de hipotéticos puentes continent~-
Introducción histórica
les para explicar las distribuciones geográficas de mejante distinción es difícil y probablemente in-
organismos terrestres, por una visión mucho más justa en el caso de la Ecología.
elegante de movimientos horizontales de placas Por una parte, la Ecología actual debe muchí-
continentales, convenciendo rápidamente a los simo a agrónomos, forestales, epidemiólogos, pa-
biogeógrafos y ecólogos. Los puntos de vista de rasitólogos, ganaderos o criadores y estudiosos de
Wegener, en lo que a la Biogeografía se refiere, las pesquerías. El estudio de insectos que consti-
fueron complementados por las ideas de Matthew tuyen plaga, y probablemente más que ninguno
acerca de las distribuciones centr~fugas alrededor el de las plagas forestales, ha proporcionado ma-
de las áreas de clima cambiante. teriales muy valiosos para el estudio de las fluc-
La Biogeografía tuvo que apoyarse en los indi- tuaciones y dinámica de las poblaciones en gene-
cios proporcionados por restos fósiles. Los gran- ral (Schwerdtfeger, etc.). Las poblaciones de peces
des cambios en la sucesión de faunas y flores, en de importancia pesquera son, probablemente, las
ciertas épocas geológicas, tienen un carácter 10 mejor censadas, y los ictiólogos pesqueros han
suficientemente brusco como para hacer pensar contribuido de manera esencial al desarrollo de
en grandes catástrofes (Cuvier); pero enseguida la teoría de interacción entre poblaciones y a una
se interpretan mejor como consecuencia de cam- teoría de la explotación, con la noción de «sobre-
bios ecológicos de la misma naturaleza que los pesca» o pesca excesiva (Russell). No debe olvi-
actuales, aunque en algunos momentos de mag- darse que Volterra, a quien tendremos que men-
nitud distinta. Pronto aparece una Paleoecología cionar muy a menudo, desarrolló sus expresiones
(O. Abel), que interpreta los fósiles no como úti- motivado por problemas de biología pesquera.
les marcadores de terrenos, sino como testigos de Contribuciones muy importantes a la Ecología
una comunidad que funcionó igual que las comu- proceden de la comparación entre parasitismo y
nidades actuales: muchos rasgos de la vida de enfermedad, del estudio de la expansión de una
especies desaparecidas se podían inferir a partir epidemia, de la descripción y explicación de los
de sus caracteres de adaptación, interpretados a complicados ciclos de organismos parásitos. Para
la luz de los conocimientos ecológicos actuales, situar estas investigaciones en el tiempo, debemos
con el complemento del estudio de pistas y otros tener presente que la biología del paludismo y
indicios. de las filarias fue aclarada en 1898.
El estudio de distribuciones geográficas llega al El estudio científico de la agricultura lleva al
descubrimiento de numerosas regularidades en concepto de ciclo de los elementos químicos, reco-
la distribución de la riqueza de especies (diver- nocimiento de los factores limitantes de la pro-
sidad) y en las características de las especies, con ducción (Justus von Liebig, 1803-1873) y de la
la formulación de reglas ecológicas, o interpre- necesidad del abonado o cierre del ciclo. Muchos
tación ecológica de las clinas de caracteres. conocimientos empíricos sobre explotación y su-
Con cierto retraso respecto a la vegetación, el cesión no se asimilan hasta los tiempos más re-
estudio de la distribución de los animales escapa cientes. Por otra parte, del cultivo en el campo
a una formulación estrictamente biogeográfica se pasa al cultivo en condiciones controladas, al
histórica y entra en una vía más «ecológica», cultivo en laboratorio y a la ecología experi-
principalmente a través de un libro de Hesse 15 tra- mental.
ducido luego al inglés, con complementos escritos La experimentación sólo es factible en peque-
por otros autores 16. Este libro influyó considera- ña escala; pero la característica de ciertos siste·
blemente en la aproximación de zoólogos y botá- mas ecológicos es precisamente su gran tamaño
nicos para la descripción de comunidades mixtas, y extensa organización. Sería muy costosa y pro-
al destacar el significado de los animales en el hibitiva la experimentación con ecosistemas na-
ecosistema. Esto parecía entonces tan nuevo que turales. Pero la intervención del hombre en la
Clements y Shelford 9 titulan su libro de 1939 naturaleza, la tala de bosques, el roturado de tie-
«Bioecología» y no simplemente Ecología. A par- rras, la regularización de ríos, la construcción de
tir de entonces, sin embargo, cualquier estudio embalses, etc., constituye' una colección de expe-
ecológico con un punto de vista geográfico y des- rimentos a gran escala que el ecólogo ha de saber
criptivo acepta tácitamente la indisolubilidad de aprovechar, relacionando la naturaleza de las
plantas y animales en la constitución de las comu- intervenciones con sus secuelas y aprovechando
nidades naturales. las regularidades observadas para construir teoría
ecológica. Por esto el ecólogo no puede dejar de
utilizar los grandes experimentos mencionados,
Aplicaciones prácticas y en modo alguno puede ignorarlos, porque hoy
día la influencia del hombre es global y apenas
En muchas disciplinas se hace una distinción quedan ecosistemas que no estén en mayor o
clara entre ciencia pura y ciencia aplicada. Se- menor grado humanizados. Y el estudio ecológico
Introducción histórica
de los ecosistemas humanizados suele proporcio- el estudio de la respiración, fue esencial para for-
nar numerosas reglas de procedimiento cuando mular mucho más tarde, el concepto de produc-
se trata de combinar cierta conservación con una ción, y también para reconocer la mutua depen-
explotación aceptable. dencia entre plantas y animales, como elementos
La aproximación entre el aspecto científico y del mayor sistema recurrente o de regulación de
el aspecto práctico de la Ecología no presenta más la biosfera. Julius Sachs (1832-1897) enriqueció
riesgo que la adopción en Ecología de las nocio- enormemente el campo de la fisiología vegetal
nes de producción, rendimiento, eficiencia, etc., en relación con la Ecología y Justus von Liebig
procedentes de la práctica. Indudablemente se (1803-1873) precisó las necesidades minerales, el
ha promovido mucho interés a favor de la eco- ciclo de la materia y la ley que establece que
logía de producción, precisamente por sus impli- cualquier proceso que depende de muchos facto-
caciones utilitarias. La ecología energética (Bor- res está realmente controlado por aquel factor que
nebusch, Lindeman) se ha inspirado ciertamente influye sobre él y que se aproxima más a un valor
en consideraciones de este tipo. Pero el ecólogo para el cual el proceso se detiene.
muy influido por consideraciones prácticas tiende Los estudios fisiológicos contribuyeron a des-
a ver en la sucesión una tendencia a producir más componer conceptualmente el ambiente en facto-
e interpreta la adecuación (fitness) genética como res de acción. Tanto este procedimiento analítico,
la aptitud a producir más descendientes, sin pen- como el desarrollo de instrumentos de medida,
sar que un sistema no sometido a explotación ca- contribuyeron al desarrollo de la Ecología, princi-
pitaliza todo lo que produce y su tendencia más palmente por conducir a la formulación de reglas
manifiesta es el aumento de organización que para relacionar la intensidad de ciertos factores
puede mantenerse con determinado uso de ener- con una respuesta fisiológica o ecológica de los
gía. Muchas veces se trata de justificar los estu- organismos. No debe sorprender que uno de los
dios ecológicos haciendo notar sus posibles aplica- factores cuya acción más se estudió fuera la tem-
ciones prácticas. Suele ser un procedimiento para peratura (René A. F. de Réaumur, 1683-1757;
tratar de conseguir recursos; pero afortunada- Jean Baptiste J. D. Boussingault, 1802-1887); si-
mente, ya no es necesario en la mayoría de los guió la luz, cuyo estudio era más difícil, pero cuya
países. Una gran proporción de los problemas importancia como fuente de energía para las plan-
prácticos en el campo de la Ecología se resuelven tas fue pronto reconocida, aunque el estableci-
mejor con un buen conocimiento básico general, miento de relaciones cuantitativas viniera mucho
conseguido en la confluencia de estrategias muy más tarde. De todas formas, el estudio de la pe-
diversas, que iniciando de intento y a partir de riodicidad de las manifestaciones vitales en rela-
cero una investigación del tema sugerido. ción con los cambios de temperatura y luz cons-
Actualmente, la propaganda a favor de la Eco- tituyó otro punto de arranque importante de la
logía se basa en que los problemas más impor- Ecología general.
tantes que tiene planteados la Humanidad son En los animales, al estudio propiamente fisio-
indudablemente de índole ecológica: Aumento de lógico se unen pronto las investigaciones sobre
la población, limitación de recursos y destrucción reproducción y comportamiento. Un gran número
acelerada de la estructura de la biosfera. El futuro de libros sobre «historia natural» o «costumbres
que nos aguarda es casi imprevisible. Aquella pro- de los animales» encierran mucha información
paganda es buena para avivar la sensibilidad del ecológica (G. L. Buffon, 1707-1788; John J. Au-
público hacia problemas en cuya solución todos dubon, 1785-1851; Alfred E. Brehm, 1829-1884;
debemos cooperar, y también para agrupar esfuer- Jean H. Fabre, 1823-1915). El estudio del com-
zos dispersos de diversos cultivadores de la Eco- portamiento en un sentido más estricto Oacques
logía; pero son de temer las exageraciones, que Loeb, 1859-1924; Herbert S. Jennings, 1868-1947;
pueden dañar el progreso de la ciencia y no sola- Tinbergen, Lorenz, etc.) tiene particular impor-
mente la imagen que el público tiene de ella. tancia, porque ni el comportamiento de una es-
pecie ni su evolución, se comprenden fuera del
marco constituido por el ecosistema en que viven.
Fisiología y etología Por otra parte, el comportamiento de espe-
cies que conviven aparece integrado de acuerdo
Buena parte de la Ecología es fisiología al aire con la naturaleza de las interacciones entre las
libre. Algunos aspectos de la fisiología pueden especies en cuestión, sean depredador y presa, o
haber sido más importantes que otros. El cono- sean especies que compiten por unos mismos re-
cimiento de la asimilación del carbono y de la cursos y que encuentran la forma de convivir,
utilización de la energía por las plantas Oan In- complementando de algún modo sus actividades.
genhousz, 1730-1799; A. Martí Franques, 1750- Esta integración es otro aspecto dinámico del
1832; J. Senebier, T. de Saussure), combinado con ecosistema.
Introducción histórica
Demografía y ecología cuantitativa estadística a la genética (Pearson, Fisher, etc.) y,
con ella, a la ecología de poblaciones.
Los cambios que acontecen en el ecosistema se Alfred J. Lotka y Vito Volterra (1860-1940),
pueden mirar como una circulación de materia y casi simultáneamente, vieron la posibilidad de
de energía; pero también evaluarlos en unidades estudiar a la vez la dinámica de dos poblaciones
discontinuas, reales, los individuos. La actividad que se influían recíprocamente, como depredador
del ecosistema aparece así expresable por una y presa, o compitiendo por un mismo recurso.
sucesión de nacimientos y muertes en cada una Volterra llevó más allá el desarrollo matemático
de las especies que lo constituyen y las variacio- que representaba tal interacción. Puede decirse
nes más insignificantes en las respectivas tasas que, desde entonces (1926), no se ha progresado
corresponden a cambios sustanciales en la com- sustancialmente en este terreno. La generalización
posición de los sistemas enteros. del problema a un gran número de especies, con
Es natural que este aspecto interesara primero sus contactos metodológicos con la mecánica esta-
en relación con la demografía humana. El hom- dística, o el considerar al problema dentro del
bre lleva registros de nacimientos y muertes des- campo de la cibernética, no superan el esquema
de hace muchos siglos y, por otra parte, la formulado por Volterra.
práctica de seguros de vida, considerablemente La comprobación experimental de las predic-
antiguos también, requería conocer algunos datos ciones de dicho modelo de Volterra ha preocu-
sobre las regularidades en la distribución de las pado a muchos ecólogos (Gause y otros) y ha
probabilidades de muerte. Su expresión matemá- planteado, a su vez, nuevos problemas, al tiempo
tica era obvia, Leonhard Euler (1707-1783) se que condujo a tratar de formular de manera más
ocupó, y no fue el primero, de aspectos matemá- precisa la noción de (<nicho ecológico», o función
ticos de la demografía humana. La idea más de una especie en un ecosistema, dándole un
importante consiste en caracterizar los distintos sentido más dinámico (Elton, Hutchinson) y apro-
procesos demográficos -nacimientos, muertes- piado a su ulterior desarrollo e incorporación a
por medio de parámetros que son característicos una teoría ecológica general.
de la población entera. Es una vía de abstracción El estudio de la dinámica de las poblaciones
esencialmente ecológica. De paso, el mismo con- es esencialmente un problema de análisis; pero la
cepto de población es esencial en el desarrollo de estadística ha tenido mayor influencia en Ecología
nuestra ciencia. que el análisis, hasta el punto que cuando se
Thomas R. Malthus (1766-1834), y un siglo habla y escribe de Ecología matemática, o Mate-
antes qlle él ,ohn Graunt, se preocupan por el mática ecológica, se hace principalmente refe-
alimento de la población humana. A este respec- rencia a aplicaciones de la Estadística. Fueron
to. la noción más importante que se introduce especialmente usados algunos métodos desarrolla-
es la imposibilidad de mantener constante cierta dos fundamentalmente para evaluar los resultados
tasa de aumento durante largo tiempo, lo cual de experimentación con fines agrícolas o ganade-
conduce a expresar la ocupación de un espacio ros. Estos métodos son útiles en ecología experi-
por lIna población por medio de una curva asin- mental; pero para la interpretación de muestras
tótica (P. F. Verhulst, 1804-1849; Raymond Pearl, de ecosistemas tropiezan con el inconveniente de
1879-1940), es decir, que no rebasa cierta capa- que en ellos no existen partes o muestras que
cidad máxima del ambiente. Tales puntos de vista se puedan considerar como duplicados unas de
sirvieron de base para numerosas experiendas otras. Por esta razón, aunque las aplicaciones de
con poblaciones experimentales de levaduras, fa- la estadística a la Ecología, concretamente en los
nerógamas, ciliados, cladóceros e insectos, que problemas de muestreo, han sido muchas, no han
permiten generalizar las nociones de tasa de multi- tenido todavía el sentido positivo que han alcan·
plicación. mortalidad, tasa neta de aumento, resis- zado, por ejemplo, en la Genética.
tencia del ambiente, etc. En fecha ya reciente, la El formalismo estadístico, por otra parte, ha
introducción de cultivos continuos, que, después ayudado a abordar los problemas de clasificación
de cierto tiempo, alcanzan un estado estacionario, y tipificación de comunidades. En este punto apa-
contribuye sensiblemente al estudio de la dinámi- recen relaciones metodológicas con la llamada
ca de las poblaciones. Taxonomía numérica.
Todos los estudios demográficos implican tener En los últimos tiempos se manifiesta una fuerte
en cuenta los errores de muestreo y las dificulta- tendencia hacia la formulación de modelos mate-
des de censo planteadas por distribuciones no máticos (Birch, Nicholson, Fisher, Slobodkin,
uniformes de los individuos. La estadística apa- MacArthur, Levins, Watt, etc.). Es la única forma
rece indisolublemente unida a esta rama de la de manejar situaciones muy complicadas y de
biología, desde Lambert A. J. Quételet (1796- probar las hipótesis de base; pero todavía no se
1874) hasta los clásicos de la aplicación de la poseen modelos matemáticos enteramente satis-
Introducción histórica
factorios en relación con la situación actual de
la Ecología.
Ecologla acuática
Introducción histórica
torios costeros, como «buques de investigación A pesar de un evidente progreso, es todavía difí-
anclados» favorecieron, lo mismo que las expe- cil coordinar las actividades de distintos especia-
diciones, el contacto entre cultivadores de distin- listas en ecología terrestre, en la forma que ocea-
tas disciplinas. La estación zoológica de Nápoles nógrafos y limnólogos han conseguido. Se trata,
creada en el año 1880 por Anton Dohrn (1840- en parte, de cuestión de escala: los árboles y los
1909) sirvió de modelo a muchas otras, algunas mamíferos son demasiado grandes. Pero los pro-
de las cuales, como la Scripps, en California blemas de conservación y explotación de la natu-
(1903) y la de Woods Hole (1930) en la costa raleza, en su conjunto, y las posibilidades de
atlántica de Estados Unidos, se cuentan entre los prospección desde el espacio o el aire han contri-
promotores más importantes de la investigación buido no poco en la labor de síntesis, manifiesta
de la ecología marina. Casi al mismo tiempo principalmente en empresas del tipo del Progra-
aparecen los primeros organismos internacionales, ma Biológico Internacional (1964-1974), una gran
al calor del Congreso Hidrográfico Internacional parte de cuyos objetivos son sustancialmente eco-
de 1899. La ciencia del mar, en efecto, ha pre- lógicos. Dicho Programa ha editado una serie de
cisado siempre, por la misma naturaleza de su manuales muy útiles como pauta para estudios
objeto de estudio, de mayor cooperación interna- ecológicos.
cional que las otras ramas de la Ecología. El libro La generalización del concepto de ecosistema,
«The Oceans)) 35, de Harald U. Sverdrup (1888- con unas características propias de composición y
1957) Y colaboradores, representa otro hito en dinamismo, expresables en forma de cambios de
la historia de la ecología marina. materia y energía y también como nacimientos y
El estudio de las aguas dulces, que suele ser muertes en un conjunto de poblaciones asociadas
conocido con el nombre de limnología, siguió un y con interacción mutua, conduce a superar la
camino paralelo. Por su menor tamaño, los lagos distinción entre ecología vegetal y ecología ani-
eran más asequibles como unidad que los océa- mal. Excelentes libros de Ecología (Warming 40,
nos, y la limnología se apoyó en pequeños labo- Hesse 15) del primer cuarto de siglo usan discre-
ratorios lacustres, cuyo prototipo fue el fundado tamente la voz ecología. En la década de los
por O. Zacharias en PIDn, en el norte de Alemania. veinte ya se usa la palabra Ecología en el título,
E. Naumann y A. Thienemann son los primeros aunque de ordinario asociada a un calificativo de
en relacionar el ciclo de la vida en los lagos con vegetal o animal (Elton 12, Pearse 28, Chapman 7,
las características fisiográficas de los mismos, Macfadyen 21, Allee y colaboradores 1). El empleo
creando la limnología regional 36, y August Thie- de la voz Ecología, sin calificativos, en la cabe-
nemann (1882-1960) 37 va mucho más allá hasta cera de los libros es cosa mucho más reciente
dar un carácter rigurosamente ecológico a la (Odum 27, Clarke 8). Limnólogos y oceanógrafos
limnología, desarrollando de paso la ecología han publicado libros sin hacer constar concreta-
general. Birge y Juday en Estados Unidos y Rut- mente la palabra ecología, que sería innecesaria,
tner 29 en Austria contribuyen considerablemente pues dichas ciencias se pueden considerar como
a desarrollar la síntesis limnológica. Es precisa- divisiones de una ecología general.
mente dentro del ámbito de la limnología donde La frecuencia de uso de la voz Ecología crece
se formula por primera vez de manera clara la exponencialmente durante estos últimos años,
noción de flujo de energía, base de la ecología pero en parte ello debe atribuirse a una moda,
trófica (Lindeman), y dos figuras señeras de la porque el aumento de los conocimientos ecológi-
Ecología moderna, Thienemann 36 y Hutchinson 19, cos no guarda proporción con aquel crecimiento.
han trabajado sustancialmente como limnólogos. Otro indicio de la mayoría de edad de la
Los intentos de mantener la calidad del agua han Ecología como ciencia propia se manifiesta con
dado gran impulso, recientemente, a la limnología la aparición de revistas con este nombre: El
aplicada. orden de aparición de algunas de ellas es el si-
guiente: lournal 01 Ecology (1913), Ecology
(1920), Zeitschrilt lür Morphologie und Okologie
Ecología total o de síntesis der Tiere (1924), Ecological Monographs (1931),
lournal 01 Animal Ecology (1932), Oikos (1949),
La ecología acuática fue la primera en tener lapanese lournal 01 Ecology (1950), Vie et Milieu
un concepto dinámico del ecosistema, como un (1950), Ekologia Polska (1953), Oecologia (1968),
todo, por una serie de facilidades intrínsecas a la etcétera.
naturaleza de los ecosistemas acuáticos; pero estas La adopción de estos nombres es síntoma de la
ideas se aplicaron casi simultáneamente o poco tendencia de los tiempos y de la madurez de la
después a ecosistemas terrestres, en los que, de ciencia ecológica; pero hay muchas otras revistas
todos modos, ya existía la experiencia agrícola que bajo nombres diversos acogen excelentes traba-
con sus nociones de fertilización y rendimiento. jos de Ecología, especialmente las que se refieren
10 Introducción histórica
A v LEEUWENHOEK (1G32."723) L1LLJEBOAG
L.SPALLANZANI(1729·1799) SAAS
CII. G EHAENBEAG (179S-1870) LAU~~~~~AN
Ecologiaacuólica M. F MAUAY l1eOG-18731 FOAEL
A THIENEMANN (1882·19GO)
Ecologialerrestre,«Natu,allstas»
JJ.AUOU80N(1785·1851) 11 U SVEAOAUP(1888·1957)
A.AclcCANDOLLE(180G·1893)
Flslologiay etologia
A. de AEAUMUA (1G83-1757)
J. INGENHOUSZ (1730·1799)
C.K. SPAENGEL (1750-181G)
J.8BOUSSINGAULT(1802·1887)
JvLIEBIG(18G3·1873)
J SACHS(1832·1897)
TINBEAGEN
J LOEB(1859·1924) LOAENZ
H.PEAAL(1879·.1940)·
Figura '-6 Esquema cronológico del desarrollo de la Ecologla. Como referencia se toman
las vidas de cierto número de investigadores esclarecidos. A la derecha, nombres de
autores mAs recientes o contemporAneos.
a ecología acuática, como Archiv lür Hydro- cuyos títulos se traducen libremente a continua-
biologie (1903), Internationale Revue der gesam- ción:
ten Hydrobiologie und Hydrographie (1908), Jour- Dinámica y regulación de las poblaciones de
nal du Conseil pour [,Exploration Scienti/ique de la ardilla Tamiasciurus hudsonicus. Factores que
la Mer (1925), Journal 01 the marine biological afectan a la interacción y distribución de las
Association 01 the United Kingdom (1900) y mu- plantas Haplopappus divaricatus y Conyza cana-
chas otras. Es significativa en el proceso de sínte- densis en campos abandonados de Carolina del
sis la aparición en 1955 de Limnology and Ocea- Norte. Cambios sucesionales en bosques nórdicos
nography. Por lo que se refiere a la ecología según resulta de la predicción por simulación de
terrestre, la mayor parte de las revistas especia- nacimientos y muertes. Investigaciones microbio-
lizadas se refieren a la parte vegetal (Vegetatio, lógicas y ecológicas sobre conos de cenizas vol-
Oecologia Plantarum) es decir, perpetúan una cánicas recientes de la Isla de la Decepción, en
división en otros campos ya superada. la Antártida. Origen, expansión y consolidación
El examen del índice del contenido de un volu- de una turbera flotante en Petersham, Massachu-
men de cualquiera de las revistas modernas de setts. Competencia interespecífica entre Drosophi-
Ecología podría preparar al lector acerca de las la melanogaster y D. simulans. Distribución de
dificultades de formular un sistema de referencia colonias de hormigas carpinteras en los bosques
común o único que permita situar e interpretar de abeto del NW de Ontario. Comportamiento
de manera armónica los resultados de investiga- de los adultos y estructura de las poblaciones de
ciones tan dispares. En el índice de uno de los la mariposa Erebia epipsodea. Efecto de los de-
últimos números de Ecology (51: 5, 1970) se predadores sobre la densidad de población de al-
encuentran, entre otros, los siguientes artículos, gunos caracoles del desierto. Un psicrómetro de
Introducción histórica 11
alambre para medir la humedad entre la vegeta- enfocarse más desde un punto de vista educativo
ción. Diapausa en las ninfas de plccópteros du- que formulando leyes y reglamentos. Conscientes
rante el invierno canadiense. Mortalidad de ani- de ello son numerosas las reuniones y los orga-
males de esteros debida al frío, en las costas de nismos internacionales que han recomendado pre·
Georgia. sentar de forma apropiada los principios funda-
La Ecología moderna se ha desarrollado no mentales de Ecología a todos los niveles de la
sólo en extensión. sino también en profundidad. educación. En este sentido se está realizando
Los problemas de conservación y explotación de actualmente un esfuerzo considerable en la ma-
la naturaleza son básicamente ecológicos y deben yoría de los países.
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12 Introducci6n hist6rica
PRIMERA PARTE
EL MEDIO
El medio líquido
EL AGUA
Propiedades moleculares
15
Tabla 2·1
Algunas propiedades del agua pura (líquida y a 1 alm dc presión si no se indica especialmenle olra cosa).
El medio liquido 17
de la densidad del agua marina. La proporción de El agua sólida
D se puede deducir también de la absorción en
el agua de las radiaciones infrarrojas. Al descender la temperatura, las moléculas del
El agua «común» es IH 2 160. La más abundante agua se disponen según una red semejante a la
de las formas restantes es HD I6 0 (agua pesada). de la tridimita (hexagona1), de constantes a =
El agua pesada tiene una densidad de 1,1053 a 4,535 A y e = 7,14 A (lA = 0,1 nm) y el volu-
20"C, alcanza la máxima densidad a 3,79°C y, a men aumenta bruscamente un 9 % respecto al del
la presión atmosférica, hierve a 101,41°C; su me· agua líquida (densidad del hielo a 0° C y 1 atm,
nor presión de vapor es importante, porque hace 0,9168 g ml- I ). Presiones muy grandes. a partir
que el ciclo del agua en el globo represente una de 2100 kg cm- 2 , dan origen a formas de hielo
destilación fraccionada, que conduce a la acumu· más «normales», es decir, con una densidad ma-
lación del agua pesada en los «posos». El agua yor que la del agua líquida. Las propiedades del
de lluvia, la nieve, las aguas llamadas dulces en hielo difieren considerablemente de las del agua
general, contienen una menor proporción de agua líquida. Por ejemplo, su conductividad térmica
pesada que las aguas marinas. El agua de las es 3,5 veces superior a la del agua. aunque si
grandes profundidades marinas, el agua del Mar está en forma de nieve, los espacios interpuestos
Muerto deberían ser especialmente ricas en deu- hacen de eficaz aislante. En general. las diferen-
terio; pero observaciones en el Pacífico contradi- cias con mayor significado ecológico entre el
cen la hipótesis más sencilla de una concentración hielo y el agua líquida tienen poco que ver con
por destilación fraccionada, y la concentra- las múltiples propiedades a escala molecular, y
ción de deuterio se encontró más elevada en agua se relacionan simplemente con la naturaleza sóli-
menos salada 79. La congelación y la fusión pue- da del hielo.
den contribuir igualmente al fraccionamiento. y La formación de una cubierta de hielo repre-
parece que el hielo marino del Ártico está relativa- senta una importante disminución de la luz.
mente enriquecido en deuterio. Por término me- mucho mayor si se acumula nieve encima. En
dio, la relación atómica H/D (o IHj2H) en las la superficie de las aguas dulces el hielo adquiere
aguas naturales queda comprendida entre 5000 y una estructura poligonal. que se origina a partir
7000. En el agua de mar normal la relación es de células de convección térmica: En virtud de
6420. La distinta presión de vapor y la menor éstas. el hielo empieza a formarse en núcleos dis-
velocidad de difusión de las moléculas con deute- continuos que. al crecer, dan origen a celdas poli-
rio determinan que su concentración sea relati· gonales. cuyo diámetro está comprendido entre
vamente menor en el cuerpo de los organismos 10 y 30 veces la profundidad del lago 198. La pre-
que en el exterior. Se han hecho ensayos de culti- sión ejercida periféricamente por una cubierta de
var organismos en agua enriquecida en deuterio. hielo en formación contribuye a alterar las orillas.
forzando así una mayor concentración de agua acumulando en ellas piedras de manera caracte-
pesada en las estructuras orgánicas. Organismos rística. Asi se forman las ((paredes» de pedruscos
ensayados aceptan sin daño una proporción eleva- que se observan en los lagos de montaña. La
da de agua pesada, si bien para concentraciones formación del hielo, junto con la desecación pe-
muy altas aparece cierto retardo en el meta· riódica y los efectos indicados de la presión, son
bolismo. manifiesto en múltiples actividades fi- factores muy importantes en la distribución de
siológicas y, curiosamente, en un retardo de los algas, plantas superiores y otros organismos de
ritmos endógenos. Sin embargo. esto acontece la zona litoral.
bajo concentraciones que jamás pueden darse En el mar. la presencia de sales introduce como
en la naturaleza. plicaciones. Cuando se menciona un punto de
Las diferencias entre los distintos isótopos del congelación para un agua de mar determinada,
oxígeno son demasiado pequeñas para que puedan se hace referencia a la temperatura a que el agua
influir sobre las propiedades del agua en un grado empieza a solidificarse, lo cual lleva consigo la
comparable a como acontece con el hidrógeno. separación de una parte de las sales, cosa que
Las siguientes concentraciones (mormales)) pue- aumenta la .salinidad del agua que queda alre-
den servir de orientación: 16 0, 99,760 %; 17 0. dedor de los núcleos de formación de hielo. Esta
0,042 %; 18 0. 0,198 %. La acumulación relativa agua líquida, para congelarse, por su mayor salio
de los distintos isótopos en el carbonato cálcico nidad. requiere una ulterior disminución de la
precipitado por los organismos o en concreciones temperatura. Por esta razón, el hielo de agua de
estalactíticas depende de la temperatura, de for- mar tiene una salinidad heterogénea y una estruc·
ma que el cociente 180j160. determinable por tura fundamentalmente granular. en la que los
espectrografía de masas. se utiliza como indicador cristales de hielo están separados por capas de
de la temperatura a que se formaron los preci- agua de elevada concentración salina; semejante
pitados (pág. 121). estructura explica las propiedades mecánicas del
18 El medio
hielo marino, mucho más plástico que el hielo
de agua dulce. En las zonas polares, junto al
hielo de agua marina, coexisten bloques o tém-
panos flotantes de agua dulce (icebergs); el
hielo de agua marina (pack) es delgado, pues
el aumento de la salinidad bajo el hielo y la
mala conductividad térmica del mismo limitan su
espesor a 1,5-2,5 m generalmente. Dicho espesor
puede aumentar algo por formación de cristales
de hielo en el seno del agua, que ascienden y
engruesan por debajo a la cubierta de hielo.
Aunque la conductividad térmica del hielo es ._. __ . - . Evapordci6n
muy superior a la del agua líquida, la rigidez del .Precipitaci6n
hielo hace imposible la conducción turbulenta que
es la más importante en el agua líquida (pág. 124).
000000000000 Escorrentia
En el agua sólida se desarrollan muchas algas
(fig. 2-6 después de pág. 560). Las del espesor del =-J-,::;~=--= ~:;i:~~~~sd:na~~aadvecci6n horizontal
pack (Frustulia, Amphiprora, etc.) son más bentó-
nicas que planctónicas y suelen producir secrecio- Figura 2-2 Representación esquemática
nes mucilaginosas que se corresponden con la es- del ciclo del agua, en miles de Km 3 por año.
tructura del hielo. Es muy verosímil que los gra- Para pasar a una expresión aproximada en litros
por m 2 o en mm de altura hay que multiplicar
dientes en la concentración de nutrientes que se por dos las cifras de la figura. Asl, por ejemplo,
producen por la segregación de sales dentro de la la precipitación media mundial es de
masa del hielo en formación, con el consiguiente 2 )( (324 + 71 + 25) = 840 mm aproximada-
flujo asociado, estimulen el crecimiento de los mente (fig. 3-6). El color indica el limite
de la biosfera (según H. Lettan, 1954, Arch.
mencionados organismos. Otros problemas que Meteoro!. Geophys. Bioklimat., Wien, A, 7:131-
conciernen a las relaciones entre los organismos 53, con modificaciones).
y el agua sólida se exponen al tratar de la tem-
peratura.
El medio liquido 19
es la esperada en base a ellos. Por otra parte,
dentro de los océanos existen numerosas dife-
rencias locales y diversos métodos coinciden en
indicarnos que el agua que ocupa algunas cuencas
oceánicas profundas dejó de estar en contacto con
la atmósfera desde hace centenares de años, mien-
tras que otras masas de agua son renovadas con
relativa frecuencia. Aparte de regular la concen-
tración de las sustancias disueltas en el agua, la
tasa de renovación de la misma tiene poca impor-
tancia, salvo en aquellos casos en que es muy
rápida y del mismo orden que la tasa de multi-
plicación de los organismos, pues entonces pasa
a ser un factor importante en la difusión y regu-
lación de sus poblaciones, en ríos, embalses, es-
tuarios y bahías sometidas a la marea.
La distribución de la vida aparece ligada al
agua y, sobre la corteza sólida, a las capas super-
ficiales hechas fecundas por el agua. Cuando
existe espesor de agua líquida, se ofrece la opor-
tunidad de colonizar no sólo la interfase sólido/
líquido, sino también las aguas libres; los pobla-
dores de dichas aguas libres constituyen el planc-
ton. El plancton se caracteriza por su capacidad
para sufrir grandes pérdidas de individuos, que
en parte se relacionan con la gravedad y en parte
con los ciclos generales del agua.
Figura 2-3 Distribución media sobre la Tierra.
Resulta instructivo comparar el grado de diver- en función de la latitud: 7) de la diferencia entre
sificación biótica en cada uno de los grandes evaporación y precipitación. 2) de la salinidad
dominios con el volumen de agua disponible. Así superficial media de los océanos y 3) de la
extensión de las ¡jreas continentales endorreicas.
se ha hecho en la misma tabla 2-2, dividiendo (Según Hutchinson a2 y G. Wüst. 7936. Fest-
el número de especies animales por el volumen schrift Norbert Krebs. Stuttgart. 347-359.)
en millares de km J • El resultado se puede inter-
pretar como un indicio de que la escasez de
agua y la vida en un medio más diversificado y
progresivamente más distinto del marino han re-
presentado un estímulo para la evolución.
Tabla 2-2
El agua y la vida
Contenido
aprox. aprox.
(en 10' km) _ en 1()21 g) Tasa de renovación ' Número de especies animales Número de especies
Distribución del agua (a) (b) anual (b/a) I Total Por 10' km) de peces óseos'"
En la corteza terrestre,
circulando bajo
la superficie- 0,25
20 El medio
El océano ofrece características muy estables,
aunque la configuración de los distintos mares
ha experimentado grandes cambios en el tiempo,
a los que aparece ligada la evolución de las es-
pecies, con las consiguientes implicaciones en su
distribución actual (pág. 292). La desigualdad de
las precipitaciones en las distintas áreas (fig. 3·6)
tiene una importancia fundamental en determinar
la distribución de los organismos terrestres y de
sus comunidades. Las aguas dulces ofrecen una
posición hasta cierto punto intermedia entre las
aguas marinas y la superficie de los continentes,
pues por una parte representan un medio acuáti-
co; pero por otra quedan sujetas a grandes dife-
rencias regionales en el flujo de agua. En reali-
dad, la diferente concentración en cloruro sódico
no es tremendamente importante, desde el punto
de vista biológico. Pero hay notables diferencias
en los mecanismos físicos de mezcla y fertiliza-
ción y en las características de los mismos en
relación con el tiempo y el espacio. La dimensión
en la que empiezan a ser importantes las conse-
cuencias de la rotación de la Tierra sobre la circu-
lación (unos centenares de km), permiten separar,
de una parte, casi todas las aguas continentales y
dulces, y, de la otra, los mares y algunos lagos
que, ecológicamente, tienen algunas característi-
cas de los océanos.
Una circulación escasa hace que los mecanis-
mos de evacuación estén poco desarrollados -re-
giones endorreicas y arreicas- y, con frecuencia,
conduce a la acumulación de sales, que se com-
bina con la desecación periódica. Las regiones
endorreicas, en latitud, se reparten en relación Figura 2-4 Fotografia aérea de una parte
con la distribución de la lluvia y de la evapora- del curso inferior del Mississippi. con formación
de meandros y restos de antiguos meandros.
ción (fig. 2-3). Tal distribución explica peculiari- que quedan como lagunas próximas al río.
dades de la expansión de las faunas y floras de
aguas continentales.
La forma y persistencia de las cubetas lacustres
tiene igualmente interés ecológico general. Es fre- Aunque los ríos. por la esencia misma de su
cuente que los lagos presenten características co- naturaleza, que es el flujo continuo de agua,
munes en vastas regiones geográficas. Los lagos dan la impresión de menor estabilidad que los
llevan implícitos mecanismos de autodestrucción, lagos, lo cierto es que los ríos largos y de gran
por erosión y sedimentación, de modo que los caudal (fig. 2-4), por ejemplo, el Paraná, consti·
lagos muy antiguos pueden estar casi rellenos de tuyen sistemas de larga persistencia y cuya com-
sedimentos, o bien sobrevivir como tales lagos plejidad puede superar a la de un lago. En efecto,
cuando se localizan en regiones de subsidencia. dichos ríos diferencian meandros, que después
Los lagos antiguos y profundos son escasos (Bai- cortan, creando en su periferia un cortejo de
kal, lagos de la fosa africana, etc.). Actualmente lagunas a distintas alturas que son inundadas con
los lagos más frecuentes han sido formados o re- diferente periodicidad, con oportunidades para
modelados por la acción glaciar, de modo que su una colonización muy variada y para un intenso
poblamiento raramente data de más de 6000 a proceso de especiación.
11 000 años, lo cual ha impuesto limitaciones a
la colonización y a la evolución de las especies.
Los ambientes de agua dulce, por tanto, tienen Obtención de muestras
una vida media relativamente breve, si se com-
paran con la mayor persistencia de las cubetas El estudio de las propiedades del agua exige la
oceánicas. toma de muestras para los diversos análisis. El
El medio liquido 21
problema no presenta dificultad especial en el
caso de aguas superficiales. sino es cuidar de
una escrupulosa limpieza y. si es conveniente.
evitar la película superficial donde se han podido
segregar y encontrarse acumuladas preferentemen.
te determinadas sustancias.
Cuando se trata de obtener agua de una pro-
fundidad determinada, sin mezclarla con la super-
ficial. se emplean recipientes de distintos tipos.
Ordinariamente se trata de botellas de material
inerte. de metal o. preferiblemente. de material
plástico. El metal. si no está recubierto. puede
tener efectos tóxicos si el agua se destina luego
a investigaciones con organismos vivos. Las bo-
tellas bajan abiertas. de forma que el agua fluye
'libremente por su interior. hasta que alcanzan la
profundidad deseada. En este momento. por me-
dio de algún dispositivo mecánico se cierra la
botella que rodea la muestra de agua de la pro-
fundidad definida. El disparador puede ser un
mensajero o peso lanzado a lo largo del cable.
que acciona el resorte de cierre o suelta la botella
que bascula y se cierra por su propio peso. o
bien una hélice que desatornilla una clavija de
retención al remontar la botella. o un dispositivo
que responde a una determinada presión hidros-
tática.
Las botellas más frecuentemente usadas en
oceanografía son las llamadas de Nansen, bascu-
lantes y a las que se pueden adosar termómetros
solidarios de la botella. Las botellas de otros tipos
no se cierran por válvulas giratorias. sino por
tapas grandes, como las botellas de Ekman y de
Ruttner. que permiten un excelente flujo del agua
durante el descenso. Si se usan botellas de pare-
des transparentes, se puede colocar un termóme-
tro en el interior, de lectura directa. cuyas indio
caciones son válidas cuando se trabaja a poca
profundidad. Hoy día son muy usadas las bote-
llas de Van Dorn. formadas por un cilindro de
plástico que cierra por medio de dos tapones
de goma (fig. 2-5).
Para ciertas investigaciones es ventajoso aspi-
rar agua de la profundidad y del lugar deseado
a través de un tubo. Esta técnica es valiosa
tanto para el estudio de la estratificación a pe-
queña escala, como para realizar análisis en con·
tinuo segú~ determinada trayectoria. Conviene
que el tubo sea de un material que no suelte par-
tículas y que no sea tóxico; esta misma norma
debe aplicarse al material de que se hacen las
botellas de toma de muestras. Silicona y teflón
Figura 2-5 Aparatos para la obtenci6n de son excelentes; la mayor parte de la goma vulca-
muestras de agua en profundidad. A. botella
Nansen dibujada en tres momentos de su opera- nizada es mala. Los mismos requerimientos se
ci6n. antes de bascular. faltando poco para que aplican a las bombas destinadas a la impulsión
llegue el mensajero. basculando. y cerrada. del agua. Las más apropiadas son las bombas pe-
después de soltar el mensajero que cerrar6 la
botella siguiente. 8. botella Van Dorn. en
ristálticas, sin partes rotativas en contacto con el
posici6n abierta. a punto de llegar el mensajero. agua.
22 El medio
SALES EN DISOLUCION Tabla 2·}
Composición relativa comparada
El contenido salino de las aguas naturales de- del agua de mar y del agua dulce,
pende de la composición del océano primitivo, en % de equivalentes
de los principales iones.
de los ulteriores aportes procedentes de la par-
cial disolución y lavado de la corteza terrestre Agua de mar Agua dulce
sólida, de los equilibrios entre atmósfera, agua y
suelo, desarrollados a lo largo del ciclo hidro-
lógico y de la separación de componentes sólidos Ca" 3,42 63,5·68,2
Mg'· 17,6 17,4-25,4
en forma de precipitados o sedimentos. 4,5·15,7
Na· 77,2
Las aguas oceánicas están muy mezcladas y su K· 1,65 1,9· 3,4
residuo salino tiene una composición iónica esta- Sr" 0,05
ble y casi uniforme, de manera que las únicas CI- 90,2 3,9·10,1
diferencias notables de un lugar a otro se hallan SO." 9,3 10,0-16,0
en la concentración total. Las aguas dulces o, HCO J - 0,39 73,9·85,4
mejor dicho, continentales, son heterogéneas. La 8r- 0,17
lluvia, mientras cae, ya incorpora sales, como por F- 0,01
ejemplo cloruro sódico, del que se encuentran
diminutos cristales suspendidos en el aire, espe-
cialmente en las proximidades de las costas. En a unas relaciones iónicas menos variables que si
el agua llovida se miden frecuentemente concen- se considera el conjunto de las aguas dulces 29.107.
traciones de 0,5 mg 1- 1 de cloruro sódico y hasta A pesar de ello, mientras que es lícito hablar
2 mg 1- 1 de sulfatos. Por la misma acción de de un agua «marina», no puede hacerse semejante
lavado de la atmósfera, el agua puede recoger generalización en relación con las aguas conti-
compuestos de nitrógeno y fósforo, con valores nentales, que presentan características de compo-
de 0,7 mg N 1- 1 Y de 1 mg P m- 3 • Estas cifras, sición muy diferentes y, con ello, propiedades dis-
dadas como ejemplo, se sitúan hacia el límite pares como ambiente para el desarrollo de la vida.
superior y debe recordarse que son" iguales o ma- El impacto de la civilización ha aumentado aún
yores al contenido del agua superficial del Medi- la divergencia de la composición de las aguas
terráneo en los citados elementos. Los compuestos continentales y la importancia relativa de las
de nitrógeno, amoniacales o nitratos parece que que se apartan de una composición (<normal».
proceden principalmente de la oxidación del amo- Como primera aproximación, en la tabla 2-3
nio; pero por mucho tiempo se ha creído que eran figura la composición relativa, y referida sola-
formados directamente del nitrógeno gaseoso, por mente a los iones más importantes, de las aguas
efecto de las descargas eléctricas. marinas y de las de composición más equilibrada
El agua llovida lava el suelo. Dicho lavado entre las dulces. Más adelante consideraremos
puede ser superficial e irregular, como ocurre con más detalle las concentraciones de algunos
en países erosionados o de cubierta vegetal pobre. elementos. Se puede decir que el agua de mar
Entonces las características de las aguas serán se caracteriza por el cloruro sódico y el agua con-
locales, más o menos puras o con carga variable tinental por el bicarbonato cálcico. Además, la
de sales solubles según sea el substrato geológico. mayoría de las aguas continentales tienen una
El CO 2 del agua, procedente de la atmósfera concentración salina total muy baja, razón por la
y de la respiración de organismos del suelo, da cual se justifica el calificarlas de «dulces». Todos
un ácido débil que ataca, en primer lugar, la ca- los elementos químicos, prácticamente, se encuen-
liza. En países de suelos maduros, desarrollados tran disueltos en una u otra forma en las aguas
en armonía con una vegetación climácica o de naturales, aunque muchos de ellos en proporciones
posición muy avanzada en la sucesión ecológica, mínimas (tabla 2·4). Su análisis, por tanto, es
la circulación del agua de lluvia a través del difícil y requiere el empleo de técnicas perfec-
suelo es lenta y va acompañada de un intercambio cionadas 26.
de iones entre el agua y la parte sólida del suelo De manera aproximada se puede hacer una
(pág. 220), con lo que la composición del agua distinción entre dos grupos de elementos quími-
depende menos de la naturaleza de la roca madre cos. En los del primer grupo, la proporción que
que del clima y de la vegetación. En estos casos guardan unos con otros varía poco. Son loa ele-
resulta una solución muy diluida y de caracterís- mentos que se califican de proporcionalidad cons-
ticas no tan dispares de un lugar a otro como tante o conservativos, cuya importancia puede
en país pelado o erosionado. La composición quí- ser muy grande para explicar adaptaciones muy
mica del agua de los grandes lagos en zonas fores- generalizadas en los organismos y la colonización
tadas y de suelos relativamente maduros tiende por ellos de áreas extensas; en tal caso se encuen·
El medio liquido 23
Tabla 2-4
Composición elemental del agua de mar, según Goldberg, con algunas modiricaciones.
Tiempo medio
dercsldencla,
Abundancia, mg 1- 1 Especies principales enai\os
H 108000 H,O
He 0,000005 He (gas)
Li 0.17 Li' 2,0 X 10'
Be 0,0000006 1,5 X 10'
B 4,6 B(OH),; B(OH),O-
C 28 HCO,-; H,CO,; CO,'-;
compuestos orgánicos
N 0,5 NO,-; NO,-; NH.'; N, (gas)
compuestos orgánicos
O 857000 H,O; O, (gas); SO.'- y otros aniones
F 1.3 F-
Ne 0,0001 Ne (gas)
Na 10500 Na' 2,6 X 10'
Mg 1350 Mgh; MgSO. 4,5 X 10'
Al 0,01 1,0 X 10'
Si 3 Si(OH).; Si(OH),O' 8,0 X 101
P 0,07 HPO.'; H,PO.; PO.'-; H,PO.
S 885 SO.'-
CI 19000 CI-
A 0,6 A (gas)
K 380 K' 1,1 X 10'
Ca 400 Ca"; CaSO. 8,0 X 10·
Se 0,00004 5,6 X 10'
Ti 0,001 1,6 X 10'
V 0,002 VO,(OHh'- 1,0 X lO'
Cr 0,00005 3,5 X 10'
Mn 0,002 Mn"; MnSO. 1,4 X 10'
Fe 0,01 Fe(OHh(sólido) 1,4 X 10'
Co 0,0005 Co"; CoSO. 1,8 X lO'
Ni 0,002 Ni"; NiSO. 1,8 X 10'
Cu 0,003 Cu"; CuSO. 5,0 X lO'
Zn 0.01 Zn'; ZnSO. 1,8 X 10'
Ga 0.00003 1,4 X 10'
Ge 0,00007 Ge(OH).; Ge(OH)IO- 7,0 X lO'
As 0,003 HAsO.'-; H,AsO.-; H1AsO.; H1AsO,
Se 0,004 SeO.'-
Br 65 Br-
Kr 0,0003 Kr (gas)
Rb 0,12 Rb' 2,7 X 101
Sr 8 Sr"; SrSO. 1,9 X lO'
y 0,0003 7,5 X 101
Zr
Nb 0,00001 3,0 X 10'
Mo 0,01 MoO.'- 5,0 X 10'
Tc
Ru
Rh
Pd
Ag 0,00004 AgCh -; AgCh'- 2,1 X 10·
Cd 0,00011 Cd"; CdSO. 5,0 X 10'
In 0,00001
Sn 0,0008 1,0 X 10'
Sb 0,0005 3,5 X lO'
Te
1 0,06 10,-; 1-
Xe 0,0001 Xe (gas)
Cs 0,0005 Cs+ 4,0 X 10'
Ba 0,03 Ba"; BaSO. 8,4 X 10'
24 El medio
Tabla 2-4 Ticmpo medio
(Continuación) dcrcsidcncia,
Abundancia, mg 1- 1 Espcclcsprincipolcs cnaños
tran el cloro y el sodio, por ejemplo. Un segundo firmada por Dittmar 39, cuando éste analizó una
grupo está formado por elementos designados serie de muestras de agua traídas de distintos
como de proporcionalidad variable, cuyas concen- mares mundiales por la expedición del «Challen-
traciones en las aguas naturales cambian de un ger». Hoy día la composición media del agua
lugar a otro y con el paso del tiempo, en parte de mar está bastante bien conocida, y se refleja
por la acción de los organismos. A este grupo en la tabla 2-4, tomada de Goldberg 64. 65 en la
pertenecen elementos, como el fósforo y el nitró· que dicho autor añade además un tiempo medio
geno, que tienen una importancia básica en la de residencia, en función de los procesos de paso
vida de; los seres acuáticos: el conocimiento de a la fase líquida y de sedimentación.
su concentración sirve para explicar la distribu- La uniformidad en la composición del agua
ción de los organismos y sus ciclos anuales. marina ha de aceptarse como una primera apro-
En lo que se reficre a estos elementos, es impo- ximación, pues no raltan en los océanos procesos
sible estudiar su ciclo en el agua sin tener en de segregación o diferenciación. Los mares más
cuenta las actividades de los seres vivos. o menos cerrados, como el Mediterráneo, difieren
La composición del agua marina es relativa· ligeramente de los grandes océanos en las propor-
mente uniforme, en lo que se refiere a los elemen- ciones iónicas. Los elementos controlados por las
tos de proporcionalidad constante, característica actividades de los organismos, como el silicio
que fue entrevista en 1819 por Marcet 115 y con- y el fósforo, muestran, desde luego, diferencias
El medio liquido 25
locales comparables solamente con la variedad sición aproximada de las aguas naturales. las fór-
de la vida oceánica en unos y otros lugares. mulas simplificadas de la tabla 2-5 pueden ser
El ciclo de estos elementos de proporcionalidad suficientes. El agua de mar preparada según una
variable o no conservativos se entenderá mejor de ellas sirve para mantener vivos muchos orga-
al estudiar el ciclo anual del desarrollo de la vida nismos; pero no es completa y mejora mucho si
en el agua. Diferencias mínimas de concentración, se le añade una pequeña proporción de agua ma-
por otra parte. pueden estar relacionadas con rina natural. o de una solución que contenga los
diferencias térmicas; a ambos lados de una super- elementos más raros.
ficie que corta un gradiente de temperatura exis- Casi todas las características del agua. físicas y
ten diferencias de difusividad y desiguales concen- químicas. dependen de la cantidad total de sales
traciones de equilibrio en las sales disueltas. No en disolución. Mientras que. en las aguas marinas.
faltan en los océanos desviaciones notables de la e! contenido total de sales es elevado y se mantie-
composición media, aunque son muy raras: Así. ne alrededor de 3,5 %. en las aguas continentales
por ejemplo. durante este último decenio se han la concentración salina es, por término medio,
descubierto masas de agua que ocupan depresio- muy inferior y. además. varía entre límites muy
nes del fondo del Mar Rojo, de elevada tempera- amplios. Es de unos 15 mg por litro en aguas
tura (45"C) y salinidad (43 por mil y aún más). muy puras. de 60 a 200 mg por litro en la mayor
y cuyas proporciones iónicas se apartan de 10 ha- parte de los lagos. y en lagunas alcalinas o saladas
bitual en el mar. Estas aguas, al parecer. no alber- puede alcanzar entre 1 y 11 g por litro.
gan seres vivos eucariotas. El conocimiento exacto deJa salinidad es par-
Como se puede suponer, el estudio de una solu- ticularmente importante en oceanografía. pues de
ción tan compleja como es el agua de mar. plantea aquella <h:,pende. la d~nsidad. un parámetro fun-
difíciles problemas de tipo fisicoquímico 80.173. damental en el estudio de la estabilidad y de la
El ecólogo puede soslayarlos, contentándose con circulación marinas. Ello ha obligado a una nor-
datos empíricos, aunque no puedan ser situados malización y formalización relativas a la salini-
exactamente en una teoría rigurosa. dad que pudieran aparecer excesivamente meticu-
El trabajo experimental con organismos requie- losas. En oceanografía se entiende por ~
re frecuentemente preparar agua ((artificiah) de (5) la cantidad total de material sólido. en gra-
determinada composición salina. Existen fórmulas mos, contenido en un kg de agua de mar, cuando
muy completas; pero desde el punto de vista prác- todo el carbonato ha sido convertido en óxido,
tico, y también para fijar en la mente la compo- el bromo y el yodo reemplazados por cloro y toda
la materia orgánica completamente oxidada. Pues-
to que los elementos de proporcionalidad cons-
tante -o aproximadamente constante- son los
Tabla 2-5 que constituyen la casi totalidad del residuo sóli-
Fórmulas simplificadas para la preparación do. en la práctica oceanográfica se estima la sali-
de ((agua artificiah). nidad aceptando la constancia de la relación entre
el contenido de halógenos y la salinidad. Se define
Agua marina '" de c10rinidad 19 por mil. lacJorinidad (CI) por el número que da la masa,
é~ gramos, de plata necesaria para precipitar los
NaCI 26,518 g
MgCI, 2.247 halógenos en 0,3285233 kg de agua de mar. Dicho
MgSO, 3,305 (6,77 g de MgSO. + 7H,O) número viene a ser equivalente al de g de cloro
C:ICI, \,\41 por kg de agua. y la c10rinidad se definió del
KCI 0,725 modo dicho para hacer posible la reproducibili-
NaHCO, 0,202 dad práctica. Si~_ha.ce referencia a volumen y
NaBr 0,083 no a peso se habla de c1orosidad. ~.L.cj()r9sidad
agua destilada, es el producto de la c10rinidad por la densidad
hasta 1000 del agua problema a 20°C. La salinidad yJa c1'?-
rinidad se relacionan mediante la expresión
Agua dulce de 100 mg l I de residuo sólido, aproxi-
mad:llllenle
5 = 0.03 + 1,805 CI
MgSO, + 7 H,O 0,02 g
NaCI 0,015 que fue calculada por Knudsen 95 a base de mues-
CaCI, 0,003 tras del Mar Báltico, con ligeras diferencias de
KCI 0,006 dilución; el término 0,03 representa el contenido
Ca(OH), 0,030 de elementos no halógenos del agua «dulce» res-
agua deslilada. hasta 1000 g ponsable de la dilución. En rigor no se puede
hacer burbujear ca, gaseoso
utilizar esta misma expresión para relacionar sali-
26 El medio
nidades y c10rinidades en otras áreas diluidas por mente en función de la actividad de fotosíntesis y
agua dulce de composición varia; en otras pala- respiración 135.
bras, dicha expresión no sirve para agUIl salobre. Es un testimonio de pereza y conformismo cien-
Hasta ahora, la mayoría de las determinacio- tíficos el que durante mucho tiempo todos los
nes de clorinidad se habían hecho tomando 15 mi datos de salinidad, en oceanografía, se basaran en
de agua (volumen de la ((pipeta de Knudsem» y la aplicación de la fórmula de Knudsen, de 1900,
valorándola con una solución de AgN0 3 086,5 g basada en pocos análisis, a las valoraciones de
en 5 1 de agua), reconociendo el punto final c1orinidad. Durante medio siglo, apenas si se han
potenciométricamente o con un indicador de cro- hecho análisis completos del agua de mar. La in-
mato potásico al 10 %, o de diclorofluoresceína. troducción de los salinómetros eléctricos ha sido
Como referencia, con los mismos reactivos y los causa de que el estudio se reemprendiera y que
mismos aparatos se valoran muestras de un agua se hicieran nuevas determinaciones verdaderas de
patrón (agua normal) de c10rinidad bien determi- salinidad 32, con el objeto fundamental de esta-
nada, preparada y distribuida por el Laboratorio blecer la relación entre conductividad y salinidad.
Hidrográfico de Copenhague. La determinación de Sin embargo, las determinaciones se siguen ha-
la c10rinidad ha de ser tal que permita calcular ciendo con referencia al agua patrón de Copen-
la salinidad con una precisión de 0,02. hague.
También se han empleado métodos físicos para En las costas, esteros y en ciertos mares par-
la determinación de la salinidad. El índice de cialmente cerrados, como es el Báltico, se mezcla
refracción es uno de ellos, pues es función de la el agua dulce con la marina, dando lugar al agua
temperatura y de la salinidad y, conocida aquella, llamada salobre que propiamente es agua marina
permite conocer la salinidad con precisión acep- diluida, puesto que el agua dulce contribuye con
table para muchos estudios. un residuo mineral relativamente pequeño, aun-
que suficiente en su variabilidad para hacer ina-
plicable la fórmula de Knudsen. Para que un agua
pueda considerarse como salobre, la relación entre
Tabla 2-6 la concentración de los distintos iones ha de ser
'ndice de refracción del agua, en función similar a la del agua marina. Algunas relaciones
de la temperatura y de la salinidad ,... (cL tabla 2-1)
molares son muy significativas de diferencia,
como, por ejemplo, las de la tabla 2-7.
Temperatura
El medio liquido 27
Las aguas con elevado residuo salino, pero de mos con que deberíamos postular una elevadísima
composición diferente a la de las aguas marinas, inversión de energía por parte de los organismos
han recibido el nombre de atalasohalinas. Suelen para mantener el equilibrio, lo que no ocurre.
contener más sulfatos y más magnesio que las Cuando no hay más complicaciones, es decir,
marinas. Estas aguas se hallan en cuencas endo- cuando el citoplasma es denso y carece de vacuo-
rreicas o arreicas. o junto a manantiales de agua los, como ocurre con cianofíceas y bacterias, los
salada, y resultan también de la evaporación y problemas osmóticos son mínimos. Bacterias y
cristalización parcial de las sales en agua de cianofíceas sobreviven entre amplios límites de la
origen marino. en charcos de la costa rocosa y en salinidad, y en estos grupos se encuentran los or-
estanques de salinas. Algunas alcanzan extensio- ganismos más eurihalinos. Microcoleus chtllono·
nes considerables, como el Mar Muerto. cuya plastes es una cianofícea que forma tapices ver-
superficie se encuentra a 980 metros por debajo des. resbaladizos. lo mismo sobre el fondo de
del nivel del mar y cuyas aguas se han concen- los estanques de las salinas que sobre rocas baña-
trado hasta una salinidad de 226 gramos por das de agua dulce 41; cianofíceas de los géneros
litro. Merismopedia. Phormidium y otros, habitan con
El estudio apropiado. comparativo, de las aguas igual indiferencia aguas de las más diversas
continentales, tanto dulces como atalasohalinas, salinidades.
requiere extender el análisis a un número de ele- La situación es distinta cuando el plasma se
mentos mucho mayor que el de los que se analizan vacuoliza. es decir, cuando se forman cavidades
corrientemente en el caso del agua marina. Exis- que contienen una solución acuosa no viva, rela-
ten numerosas técnicas para ello y para un aná- cionada directamente con la materia viva y sepa-
lisis total se puede utilizar la técnica del cambio rada del medio externo --el agua de mar o el
de iones. No se exige la precisión de los análisis agua dulce- por una membrana que tiene pro-
marinos de salinidad. porque la finalidad básica piedades definidas. En estos casos casi siempre
de eslos últimos ha sido casi siempre el deducir aparecen diferencias entre la composición iónica
la densidad del agua. relativa de los jugos internos del organismo y
el medio exterior. La diferencia en concentración
total a veces es muy grande, y entonces ocurren
Fenómenos osmóticos en biologfa mecanismos específicos de regulación. El más fre-
cuente, a nivel celular, es el sistema excretor pul-
La mayor importancia ecológica de los elemen- sátil, presente en las formas que viven en agua
tos de proporcionalidad constante no consiste en dulce, pero ausente (o de acción muy lenta) en las
que sean indispensables para la vida, pues ordi- que habitan el mar o en las especies parásitas y
nariamente están en exceso y no son limitantes. simbiontes. Si la concentración del jugo interno es
sino en su influencia sobre la presión osmótica y mayor que la del medio externo, como ocurre en
los equilibrios iónicos. Si es así. lo que interesa las aguas dulces, se absorbe agua y el agua en ex-
es simplemente la salinidad total. En fisiología ceso se segrega y luego se expulsa con trabajo me·
la presión osmótica se suele describir con refe- cánico. Volvocales y ciliados tienen vacuolos pul-
rencia al descenso del punto de congelación o des- sátiles en las formas de agua dulce; pero muchas
censo crioscópico (~), que es función de las mo- algas, de citoplasma igualmente vacuolado viven
léculas e iones dispersos en el agua. La determi- perfectamente en agua dulce sin semejantes orgá-
nación del descenso crioscópico es fácil y puede nulos contráctiles. En los protozoos. un volumen
hacerse con cantidades muy pequeñas de fluido. de agua semejante al del cuerpo fluye en 30 a
de manera que este método es perfectamente apli- 60 minutos. Dentro de una misma especie pueden
cable al estudio del medio interno de los animales darse formas con o sin vacuolos. En la volvocal
y del contenido vacuolar de las grandes células Chlamydomonas moewiusii. los vacuolos pulsáti-
vegetales. En la sangre humana el descenso es de les pueden perderse como consecuencia de una
O,56°C. El agua de mar de 19 por mil de c1ori- mutación 70 y los mutantes quedan confinados
nidad (= 34,5 por mil de salinidad) se congela a obligadamente a medios salobres o de presión
- 1,872°C y este es, naturalmente, su descenso osmótica alta. Es un ejemplo excelente de cómo
crioscópico. una simple mutación puede confinar una estirpe
El agua asociada íntimamente a la materia a un medio de determinadas características de
viva no forma una solución coloidal, sino que salinidad.
se encuentra en un estado parecido al sólido 104. En organismos pluricelulares. con la aparición
Aquí no existen problemas de tipo osmótico y si de espacios intercelulares y de un medio interno
nos empeñáramos en considerar al agua en la líquido (sangre) aumenta la complejidad del sis-
célula como un sistema tosco al que aplicar las tema. pues tenemos un escalonamiento entre:
reglas elementales de la ósmosis, nos encontraría- 1) el medio exterior. 2) el medio interno. 3) los
28 El medio
jugos de los vacuolos celulares, y 4) el agua ínti- están confinados al mar. Pero en la mayoría de
mamente asociada a la materia viva. No hay los grupos de organismos principalmente marinos,
duda que semejante aumento de complejidad del estenohalinos y poiquilosmóticos, se encuentra
sistema, con un mayor número de niveles de regu- cierto número de especies que han desarrollado
lación, es un factor positivo en la homeostasis la capacidad de regulación osmótica, invadiendo
de los organismos, y. en parte, ha sido requerido las aguas dulces, como ocurre, entre otros, con
por su aumento de tamaño; pero da origen a la celentéreos, esponjas, briozoos y poliquetos.
multiplicidad de problemas asociados con la regu- En estos últimos grupos mencionados, lo mis-
lación más o menos eficiente de la concentración mo que en los peces, se encuentra una diversifi-
salina en los distintos niveles. Aquí sólo es posi- cación indudablemente superior en el mar. En
ble referirse a los aspectos más generales y más parte se trata de una apariencia que nace de un
elementales. Otros problemas se relacionan con punto de vista ((europeocéntrico», pues, si nos
las concentraciones de las proteínas (equilibrio limitamos a los peces, en ríos tropicales y tem-
Donnan) y tienen también importancia en la plados, especialmente en los sudamericanos, se
adaptación de organismos acuáticos a medios de encuentra una gran riqueza de especies (más de
distinta concentración. 300 en el Paraná, incluyendo rayas, etc.). En
De manera general, se considera que las mem- realidad los peces tuvieron su origen en el agua
branas de los seres vivos son «semipermeables» , dulce. Es posible, pues, que la limitación sea
es decir, permiten el paso de líquidos, pero no más bien de tipo histórico que de incapacidad
el de sustancias disueltas, y la presión de sus adaptativa, es decir, dependería en buena parte
fluidos internos ha de estar en equilibrio con de la poca persistencia o continuidad que han
la ejercida por el medio externo, pues de no ser tenido los ambientes de agua dulce, explicación
así el agua circularía continuamente de la parte que puede ser igualmente válida para otros gru-
más diluida a la más concentrada. pos zoológicos 83. En resumen, sería más la falta
El equilibrio se alcanza, naturalmente, cuando de una oportunidad evolutiva que una incapaci-
la concentración es igual dentro y fuera del orga- dad fisiológica funaamental. Sin embargo, es inne-
nismo; otras veces representa un estado estacio· gable que ciertas características de las aguas dul-
nario, que resulta de un trabajo fisiológico que ces imponen limitaciones a la existencia de células
mantiene a los fluidos internos a una concentra- libres o insuficientemente defendidas, lo cual ex-
ción distinta de la exterior y, hasta cierto punto, plica la baja frecuencia de la fecundación externa
independiente de ella (animales homosmóticos). o de la existencia de larvas delicadas y despro-
Los organismos marinos cuyos fluidos internos vistas de órganos de regulación osmótica cn las
tienen una concentración -y aun una composi- aguas dulces. La esperma dc los peces se inmo-
ción- similar a la del agua marina, pueden care- viliza mucho antes en el agua dulce que en la de
cer de capacidad de regulación, de modo que la mar y los espermatóforos, en los que los esper-
concentración de sus fluidos varía de acuerdo con matozoides están más protegidos, -por ejemplo,
la del medio exterior (organismos poiquilosmóti- en copépodos- son posiblemente más frecuentes
cos). Puesto que el mantenimiento de la vida en las aguas dulces. En las gambitas del género
presupone el mantenimiento de unas condiciones Palaemonetes, las formas que viven en agua más
definidas, estos seres no pueden sobrevivir a con- desalada producen huevos de mayor tamaño -y
centraciones salinas que se apartan mucho de las en menor número- que se abren más tardíamen-
que son «normales» para ellos. Los animales te, dando larvas más avanzadas, que ya han
poiquilosmóticos (equinodermos, tunicados, etc.) superado unas fases iniciales en las que se puede
son, pues. estenohalinos, lo que significa que no pensar que su regulación osmótica no sería muy
resisten grandes cambios de salinidad. Viven ordi· perfecta.
nariamente en aguas marinas de salinidad com- La capacidad de regulación dc los organismos
prendida entre 34 y 37 por mil, por ejemplo, pero se manifiesta al comparar el descenso crioscópico
no más allá de estos límites. Dichos animales de los fluidos internos con el del medio exterior.
han evolucionado en un medio de gran constancia Se tiene información de este tipo relativa a mu-
y no han desarrollado o han perdido los mecanis- chas especies (fig. 2-8 98. 140). No existen especies
mos de regulación. En algunos casos la evolución totalmente poiquilosmóticas ni completamente
ha podido ser irreversible, por razones ((técnicas». homosmóticas, sino que todas quedan situadas
Así, por ejemplo, los equinodermos han evolucio- entre ambas situaciones ideales, aproximándose
nado en el mar y su aparato acuífero hace que el más a una o a otra. Por otra parte, la regulación
medio interno se halle prácticamente en comu- suele ser especialmente efectiva en un segmento
nicación con el externo, con lo que una adapta- limitado del ámbito de variación de la salinidad,
ción secundaria al agua desalada se hace impro- que corresponde al ambiente habitual de la espe-
bable; la consecuencia es que los equinodermos cie. Nereis diversicolor es un poliqueto de agua
El medio liquido 29
salobre, cuyo comportamiento osmótico ha sido mismo bastante estenohalinos. como Aure/ia (me-
bastante estudiado. Es isoosmótico --es decir. la dusa), Salpa (tunicado). Sepia (cefalópodo) y Maia
presión osmótica interna es igual a la extema- (crustáceo decápodo) hay menos sulfato. y. en
en el agua de mar e hiperosmótico en el agua otros casos. también menos magnesio (Phasco/o-
salobre; el calcio le es necesario porque reduce la soma, sipuncúlido; Carcinus y Pachygrapsus. crus-
permeabilidad de las membranas, de manera que táceos decápodos). Puede darse el caso de medios
en agua diluida, sin calcio. el animal se hidrata que tengan una concentración osmótica total simio
indefinidamente. En este caso. la efectividad del lar. pero con distintas proporciones iónicas. de
calcio enseña que, en realidad, siempre debería modo que sus efectos fisiológicos sobre los orga·
distinguirse entre concentración osmótica total y nismos sean diferentes. En realidad, ello no reviste
las concentraciones de los diferentes iones. Un mé- demasiada importancia para los pobladores de las
todo apropiado de investigación consiste en com- aguas marinas y salobres, todas las cuales tienen
parar la composición del plasma o del fluido celó- una concentración iónica relativa parecida, de ma·
mico obtenido directamente del animal con la nera que, en la práctica. apenas merece la pena
composición de una muestra del mismo dializada discriminar entre concentración total y concentra·
frente a agua de mar a través de una membrana ción de algunos iones determinados. aunque la
de colodión. De esta forma se tiene una idea de importancia que ello puede tener resulta obvia
la diferencia entre la distribución real de los iones si recordamos lo dicho a propósito del calcio en
y la que cabría esperar de un equilibrio pasivo 15B. Nereis. Determinadas concentraciones de Ca y
Proporciones de Na+, K+. Ca++. Mg++, CI- y Mg tienen importancia en la regulación de ani·
S04 ~ muy parecidas a la del agua marina se males relativamente independizados del medio.
observan en Arenico/a (anélido), Pecten (lameli- como son larvas acuáticas de insectos (hidrofíli·
branquio), Neptunea (gasterópodo), Marthasterias dos y efídridos 125). Animales de abolengo marino
(estrella). Ap/ysia (gasterópodo), Limu/us (jifosu- (el isópodo laera y otros) sólo invaden las aguas
ro). Pero en animales igualmente marinos y asi- dulces ricas o. por lo menos. no deficientes en
calcio, como son, por ejemplo, las de los macizos
cársticos. Se comprende que algunos autores des·
linden o traten separadament~ la regulación os·
Figura 2-8 Relación entre la concentración mótica, en general, de la regulación que concierne
del medio externo y la del medio interno de
diversos animales. en milimoles por litro. Uca a las proporciones entre iones, refiriéndose a ésta
y Palaernonetes son crustáceos Aedes y Crico- con la denominación de ropía 126. 138.
topus son dlpteros (larvas). La linea recta corres- El mantenimiento de una determinada concen-
ponde a los puntos de igual concentración tración en el medio interno. en los homosmóticos
externa e interna. (Datos combinados de diversos
autores,29, 140.) que son. a la vez. euriha/inos. es decir. capaces
de vivir en medios de concentración salina dife-
rente o fluctuante. representa un trabajo. con la
consiguiente elevación del metabolismo. Según
1000
POlts 139 el trabajo osmótico realizado en la super·
ficie del cuerpo y órganos excretores de Eriocheir
(crustáceo decápodo) y Anodonta (Iamelibran·
quio) viene a representar el 2 % del metabolismo
~ 800
E total.
Palaemonetes Dicho incremento del metabolismo es mayor en
i
~ 600
las formas eurihalinas. que viven en agua salobre
de salinidad más o menos variable, que en las
formas confinadas al medio marino. En diversos
grupos de animales se conocen especies próximas,
de las cuales unas son marinas y otras viven en
agua salobre. Así ocurre en los Gammarus próxi-
mos a la especie locusta. y en los isópodos de los
géneros Sphaeroma' y Mesidotea 108. Los trabajos
de Baltaglia y colaboradores 8 han demostrado
200 que formas de isópodos y copépodos moriol6gi·
camente muy vecinas tienen óptimos diversos en
relación con la salinidad, dependientes de su
constitución genética, lo cual indica una distinta
400 800 1200 1600 integración, según las razas, de los mecanismos
Concentración del medio externo. mMI-' fisiol6gicos de regulaci6n.
30 El medio
En todos estos casos es posible distinguir, de
manera general, formas más eurihalinas, propias
del agua salobre o desalada, las cuales pueden
sobrevivir perfectamente en agua marina, en con-
traste con fonnas, morfológicamente muy pareci-
das, que se encuentran en el mar, y tienen menor
capacidad de regulación, por lo que son incapaces,
de vivir en agua desalada. Una interpretación
apresurada de estos hechos parecería indicar supe-
rioridad de la forma eurihalina y se plantea el
problema de por qué ésta no ha eliminado a
la estenohalina. La persistencia de estas últimas
en un medio muy amplio, de condiciones cons-
tantes, se debe atribuir a su metabolismo más
bajo, comprobado algunas veces y probable en Figura 2-9 Relación entre el descenso crioscó-
otros casos, que significa una mayor eficiencia. pico del medio externo y el del medio interno
Los animales de aguas salobres realizan movi- para distintos casos posibles. A corresponderla
mientos respiratorios más rápidos y son más sen- a un animal marino piquilosmótico; 8, a una
especie de agua salobre con regulación mediana:
sibles a la deficiencia de oxígeno 189. En cierto C, a un animal de agua dulce relativamente
modo, las especies eurihalinas pagan su mayor homeosmótico.
tolerancia con la menor capacidad de competen-
cia en aguas de composición constante 34. El es-
quema de la figura 2-9 ilustra este punto de vista,
que reconoce en este caso la misma estrategia que Iismo tiene que ver más con la variabilidad que
la evolución ha seguido en relación con la adap- con el nivel.de la regulación: en el pez Coregonus
tación de los organismos a otros diversos factores sardinel/a, las poblaciones que emigran al mar
ambientales (caso de la temperatura, pág. 130). muestran un consumo de oxígeno más elevado
El resultado es la fragmentación de un tipo extre- que las formas que permanecen aisladas en
madamente eurihalino en una serie de estirpes, lagos 196.
cada una de ellas con menor capacidad de regu- Existen numerosos datos acerca de la resisten-
lación; pero que cubren, en su conjunto, la am- cia de organismos acuáticos a variaciones en la
plitud de variación total del factor considerado. salinidad. Bastantes especies marinas son más o
Esta fragmentación no da especies de la misma menos eurioicas y resisten agua concentrada hasta
amplitud ecológica, puesto que hay ambientes el doble de la salinidad marina usual, como son
particularmente fluctuantes (las aguas salobres lo Aurelia aurita, Colurel/a colurus, Polydora cilia-
son en relación con la salinidad) cuya coloniza- ta, Balanus eburneus, Penaeus duorarum, Ca-
ción requiere una eurihalinidad mucho mayor llinectes sapidus, Hydrobia ulvae, Anchoa mit-
que la necesaria para las especies que viven en chelli, Pleuronectes flessus (Hedgpeth 72 presenta
aguas marinas o dulces. En algunos de estos casos, más datos sobre la distribución de otras espe-
las formas menos eurihalinas, ordinariamente las cies). Dicho límite de doble salinidad de la
más marinas, suelen mostrar una buena relación marina es alcanzado igualmente por especies que
entre el consumo de oxígeno y la diferencia de se extienden también hacia el lado del agua salo-
descenso crioscópico entre los fluidos del animal bre, como Nereis diversicolor, Mugil cephalus,
y el medio externo. Así ocurre, por ejemplo, en el Gasterosteus aculeatus.
crustáceo Metapenaeus monoceros o en el meji- Especies eurihalinas han podido quedar aisla-
llón Mytilus edulis 140. ISO. En el mejillón de la das en aguas saladas del interior, que rápida-
costa finesa, al pasar de 30 a 15 por mil de sali- mente derivan hacia condiciones atalasohalinas.
nidad, el consumo de oxígeno aumenta más del Así, en Birket el Gessabaia, en la depresión del
doble 99. En cambio, las especies muy eurihalinas, Qaltara, al sur de Mursa Matrúh (Egipto), a
cuyos fluidos internos tienen una concentración ya 270 km del Mediterráneo, en agua de 45 por mil
muy alejada de la del medio externo habitual, de salinidad, viven, como reliquias marinas, Bala-
tienen siempre un consumo de oxígeno muy eleva- nus amphitrite, Brachidontes minimus, Hydrobia
do que es, hasta cierto punto, independiente de la ventrosa, Cardium (Cerastoderma) glaucum y
salinidad, lo cual explicaría, repetimos, su infe- Gammarus aequicauda, que es la forma euriha-
rioridad para competir con las especies marinas Iina de agua salobre del grupo del Gammarus
en su propio medio. Artemia salina es un ejemplo locusta. Balanus amphitrite, foraminíferos y algu-
de animal con metabolismo constantemente alto 61. nos otros organismos de origen marino se hallan,
Muchos otros ejemplos confirman que el metaba- en condiciones semejantes a las descritas, en el
El medio liquido 31
A
lago Salton, de California. La disminución de la na bastante diluida yagua con un 300 por mil
salinidad afecta diferencialmente a las especies de salinidad; su producción de huevos es máxima
marinas: el Báltico es un mar poco salado, con entre 60 y 150 960 S. El copépodo Tigriopus se
agua casi dulce en sus porciones interiores y la encuentra en los charcos de la parte alta de la
distribución de las especies de origen marino se costa y en acuarios, en salinidades comprendidas
relaciona con la eurihalinidad de éstas y con las entre cero y 118 por mil: entre 4,2 y 90 por mil
fluctuaciones que la salinidad experimenta de vive normalmente 149; pero por encima del último
unos años a otros 164. Se observaron máximos de límite mencionado se va quedando rígido, como
salinidad los años 1938, 1946, 1953 Y 1961 (figu- si se deshidratara y retoma a la vida activa cuan·
ra 2·10). do vuelve a pasar a salinidades más bajas. Posi-
Las especies más acentuadamente eurihalinas blemente los límites son diferentes para las dis-
resisten enormes cambios de salinidad. Así Arte- tintas especies y subespecies en que aparece frag-
mia salina en agua dulce sobrevive sólo por corto mentada esta estirpe y que, actualmente, han en·
tiempo; pero vive normalmente entre agua mari· trado en los laboratorios de genética. La diferente
32 El medio
resistencia a la salinidad puede guardar relación todas formas, el estudio del grupo de especies
con la probabilidad de desecación: es lógico que propias de agua salobre presenta un espectro muy
así sea, pues la exposición al aire representa la amplio de problemas concernientes a la historia,
evaporación de la película de agua que rodea al adaptación y evolución 69. Probablemente, las dis-
cuerpo y el aumento de la concentración salina continuidades de distribución que se concentran
externa. Así, en las algas del litoral, las que ocu- en ciertos valores preferentes de salinidad, más
pan niveles más altos, particularmente las ciano- que con otra cosa, tienen que ver con la relativa
fíceas, están expuestas a la desecación frecuente escasez de medios con dichos valores de salinidad,
y son también más resistentes a los cambios de lo cual depende del desarrollo fisiográfico de
salinidad 11 (fig. 2-11). costas y esteros que sirve de marco a la evolu-
Repetidamente se han propuesto clasificaciones ción de las especies. Es decir, cuando dos espe-
de los organismos atendiendo a su tolerancia a cies emparentadas que se distribuyen sobre un
las diferentes salinidades y a los límites de sali- gradiente ambiental compiten entre sí, es de espe-
nidad entre los cuales pueden vivir. Con referen- rar que su límite efectivo vaya a caer precisa-
cia a la tabla 2-8 se ha hablado de organismos mente hacia aquellos valores reales del factor
dulciacuícolas, oligohalobios, mesohalobios, poli- clave que son menos frecuentemente hallados en
halobios 72 y marinos, respectivamente. La razón la naturaleza. Se comprende que apenas se en-
ie proponer semejante clasificación estriba en cuentre en cantidad agua de mar ligeramente di-
que, para ciertos valores de salinidad, se acumu- luida. Por tanto, allí se forma un límite entre la
lan los límites que, por arriba o por abajo, defi- distribución de especies distintas. Tanto en Ho-
nen el ámbito de vida para diversas especies. landa como en Florida, un límite muy efectivo a
Remane 154 y otros autores han tratado amplia· la dispersión de la fauna de origen marino indu-
mente este tema. Cuando se considera como obje- dablemente relacionado con la evolución geográ-
tivo importante el establecimiento de una c1asifi· fica se halla hacia una c10rinidad de 0,01 a 0,5.
cación, los debates se hacen interminables. De La gran disminución del número de especies en
Resistencia osmótica
Concentración relativa al agua del mar ~
Especies
d d 616131~1~1~ ~ ~ ~ ~ ~~ ~ z
Cladophora spinulosa
C/adophora berto/inii
Cladophora hamosa
C/adophora laetevirens
Q)
Bangia luscopurpurea
Porphyra leucosticta
Polysiphonia pulvinata N
Chaetomorpha linum
Ceramiumberneri
Antithamnion cruciatum
Callithamnion granulatum
Cladophora utriculosa
C/adophora prolifera
Cladophoraramellosaf--_
:I::::~:::::::==:H-
-I--U
Nltophyllum punctatum
--+-+--f-+--+--+-+-----1 el:: Figura 2-11 Resistencia a los
cambios de salinidad de diversas
especies de alg8s del litoral en
Acrosorium uncinatum relacitJn con su 10calizacitJn
acostumbrada. (Según BiebI 11 .)
El medio líquido 33
condiciones hiperhalinas refleja simplemente la las costas del Golfo de México se encuentran 10
inestabilidad e incertidumbre asociados a estos especies de peces (lisas. ciprinodóntidos. anchoas)
medios que. en las condiciones actuales del globo. en agua que contiene un 75 por mil de sales.
son demasiado pero frecuentes para permitir una En los elasmobranquios marinos. la sangre
amplia evolución. contiene urea a una concentración tal que la pre-
Cualquier grupo de organismos plantea situa· sión osmótica que ejerce es similar a la del agua
ciones interesantes cuando se le examina desde el de mar. y sus branquias carecen de células de
punto de vista de su adaptación a vivir en aguas cambio de cloruros. Así. pues. los elasmobran·
má~ o menos saladas. La limitación de los procor· quios parecen especialmente adaptados a la vida
dildos al mar hace pensar en un origen marino en el mar; pero no faltan especies en los ríos
dc los precursorcs dc los cordados; pero es po· de agua dulce. pues hay varias rayas en los ríos
sible que los tunicados al.:tuales. que representan de Asia y Sudamérica. incluyendo la peculiar
una rilma muy espcdalizada. aparezcan confina- familia Potamotrigollidae. y también se han ci-
UOS al mar por razones más bien bioquímicas. tado tiburones en lagos de agua dulce; se sos·
rc1al.:ionauas wn su nel:esidad de vanadio. que pecha que los elasmobranquios pudieron originar·
por inl:apal:iuad de reguladón osmótica. Hoy día se en las aguas dulces. lo mismo que los dipnoos
se acepla que las formas primitivas de peces. y teleósteos. La vol vocal DUllaliella eleva su pre-
uc1 paleozoiw. aparccen asodadas con materiales sión osmótica intracelular con un compuesto oro
que I:orresponden a meuios no salados. En reali- gánico de peso molecular relativamente bajo. En
dau los pel.:es son homosmóticos y la concentra- este caso se trata de glicerol.
I:ión salina ue su sangre es algo menor de la Los problemas son. realmente. muy complicn·
milau de la dc1 meuio marino. En el mar. los dos y hoy día nos hace sonreír una hipótesis que
tc1eóslells se I:omporlan como hipotónicos. abo gozó de bastante predicamento 112. 146 según la
sorben sc1el:tivamenle agua y eXl:retan cloruros. cual la vida se originó en adaptación al medio
a Iravés de I:élulas ue las branquias. En cI agua marino y luego. al conquistar las nguas dulces y
ullke son hiperlónil:os y prouucen una orina muy el medio emergido. el medio interno quedó como
f1l1iua. Los fenómcnos ue regulación son muy una rcliquia oceánica. conservando características
wlllplcjllS. Hay pel:es partiwlarmente eurihalinos. del medio marino primitivo, hipótesis que casi
I:omo C¡/.\Ieruslells aculealus y FUlldulus /telero· siempre se solía ilustrar recordando que cI plasma
dillls. bla última especie ha sido bastanle estu· de nuestra sangre tiene una composición salina
uiada. Lo~ indiviuuos de F. /teteroditus a los que semejante a la del agua de mar diluida. Precisa·
se ha eXlirpado la hipófisis no se adaptan al agua mente se relacionaba la hipótesis mencionada con
duke v sólo duran de seis a siete días en ella; otra, de un gradual aumento de la salinidad en
sin en~bargo. inyecciones hormonales prolongan cI mar, ('probado» precisamente por la menor
su supervivencia 22. En especies eurihalinas. las concentración salina del medio interno de los
lélulas branquiales que excretan cloruros extra· vertebrados. que se suponía era equivalente a la
rrenalmente varían en número al aumentar la salinidad del mar en el momento en que lo aban·
wlH:enlración salina del medio (Fulldulus. Ma- donaron.
crupodlls operclllaris. 106). Las especies que más Los otros vertebrados muestran aún más clara-
necesilan ser eurihalinas. por alternar el medio mente su afinidad por las aguas dulces. especial-
marino con el de agua dulce. como son anguilas mente los batracios. aunque Rana cancrivora. del
y salmones. tienen la superficie del cuerpo poco SE asiático. vive en agua salobre. y hay cocodrilos
permeable. inc1uyendo la de las branquias. El sal· y serpientes en agua marina; la mayoría de los
món Ollcor/t)'llc/tus adulto ingiere activamente cetáceos son marinos. Los animales que retornan
más agua mientras está en el mar que mientras al medio acuático. después de haber pasado por
permanel:e en el agua dulce. lo cual se relaciona el aéreo y adquirido una regulación osmótica
con el hecho de que deja de alimentarse cuando independiente. experimentan menos dificultades
acude a reproducirse a los ríos. De esta forma. de adaptación. aunque ordinariamente dichos ani·
cierto tipo de comportamiento que parece funda- males aparecen ligados a las aguas dulces o a
mentalmente asociado con la reproducción (ali· las salobres por ciertas características menos fun·
mentarse o no alimentarse). también tiene impor· damentales de su biología y comportamiento. a
tancia en relación con la regulación osmótica. veces relacionadas con adaptaciones fisiológicas
La anguila es algo poiquilosmótica. su sangre secundarias. como son las glándulas de cloruros
contiene de 0.16 a 0.70 % d(' cloruro sódico en en aves marinas (pág. 95). que funcionalmente
el agua dulce y de 0.63 a 1.17 % de la misma recuerdan a las células de las branquias de los
sal en el mar. De una o de otra forma los peces peces y a las glándulas secretoras de sal de las
consiguen vivir incluso en condiciones conside· hojas de ciertos mangles (A vicennia) que crecen
r3blemente hiperhalinas. En la Laguna Madre de a orillas del mar.
34 El medio
Agua destilada Agua del grilo Agua salada
Las posibilidades abiertas a la evolución son (- 0.006 % NaCI) (- 0.65 % NaCI)
siempre grandes. Los moluscos pulmonados han
invadido las aguas dulces y en parte han evolu·
cionado en ellas, y algunos han pasado al mar,
como Ovatella myosotis, que se comporta como
poiquilosmótico 163. La invasión de los insectos se
ha dirigido preferentemente hacia las aguas dul-
ces, quizá porque existía allí menor presión de
competencia; pero no faltan insectos marinos:
unos pocos hemípteros y coleópteros litorales,
hemípteros patinadores (Halobates) , tricópteros y
más especies de dípteros de lo que se supone,
cuyas larvas se encuentran entre la vegetación
litoral. Todo ello atestigua que la colonización del
mar por los insectos no ofrece obstáculos funda- Figura 2-12 Extremo posterior de larvas del
mentales. Sin embargo, cada especie se encuentra mosquito Culex pipiens criadas en medios
entre límites de salinidad bien definidos y más de diversa concentración salina, mostrando un
grado diverso de desarrollo de las papilas anales
o menos amplios; así, casi todas las larvas de (Según V. B. Wigglesworth, 1965. The principies
libélulas viven en agua dulce, y sólo algunas, of insect physiology, Methuen & Co., London.)
principalmente del género Ischnura, son propias
de agua salobre (hasta 20960 S). Insectos y arác-
nidos que dentro del agua se comportan como
animales terrestres han podido invadir y explotar puras tienen las papilas anales mayores que las
aguas muy saladas, como ocurre con los pequeños especies de agua salada. El desarrollo de las papi-
coleópteros de los géneros Hydraena y Ochthe- las puede variar en los individuos de una misma
bius 85, propios de los charcos de las salinas. especie criados bajo condiciones distintas 25, como
Las larvas de los insectos, menos independien- adaptación a las diferentes concentraciones del
tes del agua que los respectivos adultos, disponen medio (fig. 2-12). Pero la función de las papilas
de mecanismos de regulación osmótica. Se trata, no parece esencial: las larvas de Aedes detritus
en particular, de células que absorben selectiva- un mosquito de agua muy salada, de papilas atro-
mente iones, y de superficies, por ejemplo, el in- fiadas, pueden regular su medio interno en agua
testino, que expulsan agua. A veces, las larvas desalada, absorbiendo selectivamente sales. Esta
son de superficie poco permeable, como parece especie, en agua menos concentrada, secreta un
ocurre entre los efídridos, uno de los cuales, Psi/o- fluido hipotónico en el recto, probablemente a
pa petrolei, consigue vivir en charcos de petróleo través de un epitelio especial que recubre una
crudo, de California, y Ephydra riparia, la mosca región de la parte anterior del mismo.
de las salinas, se desarrolla en agua hasta un Las células que facilitan el trasiego de iones
209 por mil de salinidad 91. Sin embargo, tam- en las papilas de las larvas de los dípteros son
bién se ha dicho que las larvas de Ephydra en semejantes a las que desempeñan la misma fun-
realidad no son de superficie mucho más imper- ción en las patas de los crustáceos eufilópodos y
meable que las de otros insectos 125. en las branquias de peces. Una de las semejanzas
Las larvas de Chaoborus, de culícidos y de qui- consiste en su afinidad por sustancias diversas. Es
ronómidos absorben selectivamente sales a través fácil descubrirlas con sales de plata. Además, las
de papilas anales de piel delgada. El desarrollo de especies de agua dulce, con papilas más grandes
estos órganos absorbentes se relaciona con la con- y mayor facilidad de absorción, mueren antes
centración del medio en que viven. Las larvas cuando se exponen a soluciones tóxicas 116 (ta-
de culícidos y quironómidos que viven en aguas bla 2-9).
Tabla 2·9
Tiempos relativos de muerte de larvas de dípteros, sometidos a diversos tóxicos,
en relación con el grado de desarrollo de sus papilas anales.
El medio liquido 35
las aguas dulces y su representación en el mar
se limita a unos pocos géneros (Zoslera, Pos;-
don;a, Thalass;a, etc.). Los movimientos del agua
y la presión hidrostática han podido constituir
un importante factor negativo. La salinidad como
tal no es problema. pues las plantas de suelos
salinos desarrollan elevadísimas presiones osmó-
ticas en el interior de sus células.
Existe interferencia o interacción entre la temo
peratura y la salinidad. El copépodo T;gr;opus
/ulvus 149, el anfípodo Gammarus dueben;; y el
hidroideo Cord)'/oplzora casp;a 94, a temperatura
más alta. resisten salinidades más elevadas y, a
temperatura más baja. parecen mejor adaptados
a agua más desalada. Estas especies son muy euri-
halinas. Semejante relación no es general. pues
en los crustáceos Crangoll crangon, Palaemonetes
var;ans y T;sbe reticulata 8 a una temperatura más
baja corresponde un valor más alto de la salinidad
óptima. Esto nos indica la complicada estrategia
de la evolución y lo difícil que es pretender foro
mular generalizaciones.
En muchas especies eurihalinas. quizá en la
mayoría de ellas. la fenogénesis depende de
la salinidad. Ya hemos visto un ejemplo en el
desarrollo de las papilas anales de larvas de díp.
teros. Hasta cierto punto existe una semejanza
entre los efectos de la salinidad y los efectos de
Figura 2-13 Artemia salina. Arriba, individuos la temperatura y son muy frecuentes los casos
adultos enteros, long. 6·14 mm. Abajo. extremo en que una salinidad elevada produce individuos
posterior del cuerpo en poblaciones que viven menores, lo mismo que una temperatura alta.
a salinidades crecientes. de A a D: las distintas
formas han recibido nombres de variedades:
No se trata de un simple efecto de deshidratación
A. var. principalis; 8. varo arietina; C. varo mil- de causa osmótica. Ciliados 57.109. amebas 120, fora·
hauseni; D, varo koppeniana. (Según E. Daday, miníferos 16. larvas de erizos de mar. rotfferos.
1910. Ann. Sci. Nat.• Zool.. s. 9, 11:91·489 Daphn;a y Artem;a, así como también las células
y otros autores.) de Lemna 155 son de tamaño algo menor cuando
la salinidad es alta. El foraminífero Ammon;a
beccari mide 0.54 mm a 15 por mil y 0.305 mm
La mayor resistencia a toda clase de tóxicos a 34 por mil de salinidad 16. Los huevos en desa·
de los organismos adaptados a vivir en soluciones rrollo y las larvas del arenque son mayores a
muy concentradas -y de concentración varia· salinidad baja. y contienen más agua 78 y en los
ble- es un hecho casi general. Así, por ejemplo, peces en los que varía el número de vértebras,
el alga Dunaliella, de las salinas, es mucho más se ha señalado que dicho número puede depender
resistente a los diversos hidrocarburos clorados también de la salinidad y no sólo de la temperatu·
usados como insecticidas que otras algas ensaya- ra 161 (véase página 144). En Arlem;a salina y en
das que viven en el plancton marino o de las otros organismos. las variaciones de tamaño van
aguas dulces. acompañadas de variaciones alométricas de ciertas
Por todo lo dicho, se comprende fácilmente partes del cuerpo (fig. 2·13). principalmente de la
que los pobladores de las aguas hiperhalinas y furca; su variación de forma es tan notable que
atalasohalinas tienen mayor afinidad taxonómica había dado pie para aplicar nombres diferentes a
con los de agua dulce que con los de agua marina. los distintos fenotipos o formas de reacción. Las
porque la mayor parte de ellos han seguido una diatomeas y rotíferos del suelo están representados
evolución que los ha llevado a ser homosmóticos generalmente por individuos menores que los de
y eurihalinos precisamente a través de su paso las mismas especies que se encuentran en lagos.
por las aguas dulces. lo cual se puede atribuir a la concentración gene·
Las plantas superiores han seguido un camino ralmente mayor en elementos disueltos en el agua
que recuerda al de los pulmonados y al de los que está en equilibrio con el suelo.
insectos, es decir, han invadido preferentemente Kinne 94 ha estudiado extensamente los efectos
38 El medio
Aguadulca
Fig. 2-14 Distintos aspectos del hidrozoo eurihalino Cordylophora caspia, en funci6n
de la salinidad del agua (agua dulce. 15 por mil y 30 por mil de salinidad). Se repre-
sentan las colonias. algunos p61ipos más ampliados y un esquema de las células de IJ
pared del cuerpo. la misma escala para cada carácter; los p61ipos miden de 1 a 4 mm
de altura. (Según Kinne 94.)
Tabla 2·10
Canlidad de gas en equilibrio, en mi por 1, con agua de dislinlas salinidades y lemperaturas,
a la presión de 760 mmHg = 760 Torr = 1 alm = 1013,25 mb >o. ". , ..
Nitrógeno, N 23,00 17,80 14,63 15,02 11,56 9,36 14,21 10,99 8,96
Oxígeno, O 47,50 34,90 26,60 39,90 29,30 22,80 37,90 27,90 21,70
Carbónico 1715 1118 782 1489 980 695 1438 947 677
(COJ+ HJCO I )
El medio liquido 37
tiplicada por un coeficiente de solubilidad (ta- se disuelve el precipitado añadiendo 1 mi de
bla 2-10). ácido sulfúrico o c1orhidrico concentrado y, una
En la tablilla 2-11 figura la composición normal hora después, se valora con tiosulfato sódico
de la atmósfera y los factores que debe emplearse (2,2 g de Na2S20] + 5H 20, más 0,1 g de Na2CO]
en cada caso para pasar de los valores en mi 1- 1 en 1 I de agua) empleando almidón como indica-
a mg 1- I Y mg-at 1- 1, que se usan frecuentemente dor, hasta decoloración del mismo. El número de
en Iimnología y oceanografía mi de O 2 por litro es igual al número de mi de la
solución 0,01 N de tiosulfato gastados en 50 mi
de la muestra, multiplicados por 1,124. Este mé-
todo se funda en la reacción, en medio alcalino,
Tabla 2-11
Composición de la atmósfen y factores de paso
del oxígeno disuelto con hidróxido de manganeso
en la expresión del contenido de gases recientemente preparado. La cantidad de manga-
neso que pasa a estado más alto de oxidación es
Tanlo por elenlo faelorparapa58r proporcional a la concentración de oxígeno. La
de presl6n parcial de mll-' a reacción posterior del manganeso oxidado con el
(en volumen) ma 1-' ma-all-' ioduro libera iodo en cantidad proporcional.
El indudable valor de este método tan sencillo
Nilrógcno 78,084 1,250 0,0893 puede ser disminuido en algunas situaciones inte-
Oxígeno 20,946 1,429 Id. resantes. Si hay mucho plancton, algo del iodo
Argon, Ar 0.934 1,783 liberado puede ser absorbido por él, principal-
CO, 0,033 1,976 mente por las grasas. La presencia de nitritos, de
sulfuros, de materia orgánica reductora, son causa
de interferencias que pueden obviarse modifican-
do ligeramente la técnica de análisis. Los métodos
La cantidad de oxígeno se expresa frecuente- polarográficos, empleando un electrodo goteante
mente en tanto por ciento de saturación, 100 X de mercurio, o bien el uso de electrodos sólidos,
0 1/0'1' expresión en la que 0 1 es la cantidad me- permiten una lectura directa de la concentración
dida y 0'2 la cantidad de gas en equilibrio con de oxígeno; dan buenos resultados si se opera con
la atmósfera. igual al producto de la solubilidad las precauciones debidas; pero sólo en fecha muy
en las condiciones especificadas por la presión reciente se han conseguido electrodos adecuados
parcial. En limnología debe tenerse en cuenta la para reemplazar en la práctica los métodos quío
reducción con la altura de la presión atmosférica, micos.
que pasa a ser 3/4 de la normal a 2550 metros En la tabla 2-10 se dan unos pocos valores dis-
y la mitad a los 5500 metros. A dichas alturas, continuos, insuficientes en la práctica. Existen fór-
por consiguiente, el agua saturada de oxígeno en mulas de interpolación; la más sencilla para rela-
equilibrio con la atmósfera contiene mucha me- cionar la solubilidad del oxígeno con la tempe-
nos cantidad del gas que a nivel del mar. ratura y la salinidad es la siguiente: O•. l. 760 n:mHIl
El CO 2 contenido en el agua se estudia como = (1586,6 - 8,85 5)/(33,5 + t), en la que 5 es la
componente de un sistema más amplio (pág. 48), salinidad por mil y t la temperatura, en oC (Ga-
Y el nitrógeno tiene poca importancia biológica. meson y Robertson). Esta expresión es aproxima-
Los organismos fijadores de nitrógeno molecular da, otras algo más precisas contienen términos
encuentran siempre dicho gas en exceso. Nuestra de grado superior en 5 y en t.
mayor atención recae, pues, en el oxígeno. La En un agua en reposo total en contacto con la
determinación del contenido de oxígeno en las atmósfera, la difusión del gas hacia abajo es
aguas naturales se practica corrientemente siguien- extraordinariamente lenta. Suponiendo un agua
do el método de Winkler 195. Ordinariamente se inicialmente desprovista de oxígeno, la concentra-
usan muestras de unos 100 mi, en cuya manipu- ción de este gas, al cabo de un año y a 6 m de
lación ha de limitarse el contacto con la atmós- profundidad, alcanzaría solamente 0,25 mIl- l •
fera. Por cada 100 mi se añaden, por medio de Cuando hay mayor o menor turbulencia, que suele
una pipeta que llega hasta el fondo del frasco, ser siempre, el transporte de gas es más rápido,
primero 1 mi de una solución que contiene 400 g pues pequeños volúmenes de agua se mueven en
de MnS0 4 + 2H 20 en 1 1 de agua, y, en segundo uno y otro sentido, acelerando la difusión a favor
lugar. 1 mi de otra solución, mixta, que contiene del gradiente existente. El coeficiente real de difu-
500 g de NaOH y 500 g de IK en 1 1 de agua. Se sividad (turbulenta) es de miles a millones de
cierra el frasco, para que no queden burbujas, se veces mayor que el coeficiente físico de difusión
agita repetidamente y se deja reposar el precipi- que sólo es aplicable para un agua en reposo
tado hasta que el agua de encima quede clara. total. El coeficiente de difusividad turbulenta, con
Se agita y se deja sedimentar otra vez. Luego relación a un gas, o a una sal, tiene un paralelo
38 El medio
con los coeficientes correspondientes relativos al
calor y al movimiento (viscosidad turbulenta) (pá.
gina 124).
Mientras que las distribuciones de salinidad y
temperatura, y sus variaciones en el tiempo, pue-
den servir perfectamente para calcular coeficien-
tes de difusividad turbulenta, ni el oxígeno ni
ciertos elementos de proporcionalidad variable
son adecuados para ello, porque hay una produc-
ción y un Consumo de los mismos que dependen
de las actividades de los organismos. La presencia
de fitoplancton y, en general, de vegetales acuá-
ticos, aumenta el contenido de oxígeno hasta la
sobresaturación (son frecuentes valores de 120 %
y llegan a ser todavía mayores durante las horas
de sol entre una rica vegetación litoral). La res-
piración y, de manera muy importante, una in-
tensa actividad bacteriana consumen oxígeno.
Precisamente, como estima práctica de la cali-
dad de un agua dulce, se utiliza su consumo de
oxígeno en la oscuridad, consumo debido a la
Figura 2-15 Perfiles verticales de la distribución
actividad de los propios organismos y que guarda de la concentración de oxIgeno en dos estacio-
relación con el contenido en materia orgánica. Se nes oceanográficas del este del Atlántico.
suele expresar en mg (o en mI) de oxígeno con- en agosto de 1971. El de la izquierda corres-
sumido por I durante 5 días a una temperatura ponde a un área más productiva. con fuerte
consumo de oxIgeno por la oxidación de la ma-
definida, ordinariamente de 20°C. En hidrología teria orgánica producida en superficie. El de la
aplicada se conoce este valor con el nombre de derecha es más tIpico de lo que ocurre en gran
demanda bioquímica de oxígeno (D80). parte de los océanos y muestra un mlnimo
La distribución vertical del oxígeno en el agua a unos 600 m de profundidad.
resulta de su difusión a partir de la superficie y
de la actividad de los organismos. La fotosíntesis
del plancton vegetal determina un máximo en
la zona iluminada, cerca de la superficie. A nivel iluminado por la parte superior y el agua está
del fondo, donde la intensidad de los procesos de en contacto con una atmósfera, ocurre lo siguien-
oxidación de materia orgánica es grande, suele te: el exceso de oxígeno producido por la foto-
encontrarse el mínimo. En los océanos existen síntesis en capas superiores, en parte se difunde
importantes movimientos horizontales u oblicuos hacia abajo y en parte pasa a la fase gaseosa,
del agua y el agua de fondo es renovada por agua atmosférica. La oxidación de la materia orgánica
de superficie procedente de latitudes altas; en sintetizada requiere una cantidad de oxígeno del
estas condiciones se observa un mínimo interme- mismo orden que la que produjo su síntesis.
dio de oxígeno en aquellas capas donde se des- Pero el agua sólo contiene una parte de dicho
compone la mayor parte del plancton, o donde oxígeno. por haber escapado a la atmósfera el
se acumulan animales que respiran intensamente. resto, de manera que la mencionada oxidación
En los óceanos es habitual que dicho mínimo -que de ordinario se realiza alrededor de un
se sitúe hacia los 400 metros de profundidad nivel medio situado por debajo del nivel de la
(fig. 2-15). Allí el contenido de oxígeno puede máxima fotosíntesis- se retarda y queda limitada
bajar a 1-2 mi 1- 1, que viene a ser de uno a dos por el retorno de oxígeno de la atmósfera, que
quintos del contenido normal en aguas más su- es muy lento si el agua está estratificada.
perficiales. En muchos lagos una o dos veces al año, el
El ciclo del oxígeno en el agua de lagos y mares agua se mezcla verticalmente y toda la masa se
se comprende perfectamente según el modelo si- equilibra con la atmósfera en lo que se refiere
guiente (fig. 2-16). Si tenemos un acuario unifor- a su contenido de oxígeno; cuando más tarde
memente iluminado y agitado, sin fase atmosféri- el agua se estratifica y permanece estratificada
ca, ha de existir un equilibrio entre el oxígeno durante todo el verano, la proporción en que el
que resulta de la fotosíntesis y el oxígeno respira- oxígeno se consume en las capas profundas hasta
do por todos los organismos, y el sistema se re- el final de la estación da una medida de la pro-
gula automáticamente en función de dicho equi- ductividad del lago. La variación en el perfil ver-
librio. Si el acuario no está agitado, se halla más tical de oxígeno (figs. 2-15, 16) es uno de los me-
El medio liquido 39
DíA
PalO ace*ado :
de'a:'::'~,agua!lll
F01051n111
i
I
I
1
I
I
i
~:~::l~ ~~~~~:¡,
I
I
~~l
j~
Figure 2-16 Perfiles verticales de la distribuci6n de oxIgeno en un agua con gran
consumo (oxidaci6n de mucha materia orgAnica). Los dos ejemplos de la izquierda
corresponden a dla y noche en un agua estratificada. con una capa superior. iluminadll.
rica en algas. En el ejemplo de la derecha. se supone una turbulencia elevada que tiende
a uniformizar el gradiente vertical de oxIgeno. a la vez que dispersa las algas,
,_~""
oxígeno o utilización aparente del oxígeno. Cono-
cida la actividad biológica, da idea del tiempo
transcurrido desde que el agua dejó de estar en
contacto con la atmósfera, o, conocido este tiem-
po, representa una medida de la actividad bioló- .,••• " . . . .ó ••_ _ - ,
gica en el agua.
Todas las situaciones que limitan la posibili-
dad de intercambio entre un agua profunda y la
atmósfera conducen a un consumo gradual de Figure 2-17 Le agitaci6n junto a una superficie
oxígeno que da lugar a concentraciones bajas absorbente aumenta el gradiente junto e le mi,-
de dicho gas. La presencia de agua superficial de me superficie y ece/ere le difusi6n e 'u "evls.
40 El medio
baja salinidad, en el Báltico y en el Mar Negro, dos), circulación del agua impulsada por abanicos
impide la mezcla vertical, y aunque el fondo (Chaetopterus, un poliqueto) o dispositivos más
recibe agua del exterior, el gran consumo de complejos, del tipo de la cámara paleal de los
oxígeno en la mineralización de la materia orgá- cefalópodos o del aparato branquial de los peces.
nica producida en las capas superiores hace bajar La efectividad de estos dispositivos se regula
rápidamente la concentración. En el Mar Negro el por el comportamiento de los animales. La fre-
oxígeno falta prácticamente desde unos 200 me- cuencia con que se mueven los apéndices de los
tros de profundidad hasta la máxima de 2244 m. crustáceos, o las ondulaciones del cuerpo de lar-
La descomposición de la materia orgánica produ- vas de insectos que viven en tubos mucosos, son
ce metano, SH 2 y otros gases muy solubles; otra inversamente proporcionales a la concentración
fracción de SH 2 procede de la reducción de los de oxígeno en el agua (por ejemplo, en las larvas
sulfatos por la acción de bacterias. En las aguas de Chironomus plumosus 188 y en las de los tricóp-
profundas del Mar Negro se hallan concentracio-
nes crecientes de SH 2 , hasta más de 6 mI 1- 1
sobre el fondo, lo cual hace imposible la vida
de organismos superiores en las profundidades de 100
dicho mar. Cuando aguas con SH 2 llegan a la
superficie, lo cual ocurre en áreas con ascensión
o afloramiento de agua, ennegrecen la pintura
de los barcos (ccel pintor del Callao»). Situaciones
similares de aislamiento se dan en los lagos lla-
mados meromícticos, es decir, lagos en que las
aguas no se mezclan anualmente hasta el mismo
fondo, por quedar sobre éste una capa de agua
más densa, que puede ser agua residual marina,
como en fiordos y lagos noruegos, o agua que es .~ 40
.~
de mayor densidad por otras razones.
~
El medio liquido 41
~
~
animales o de sus apéndices respiratorios por
encima del fondo constituye otra convergencia
interesante (extremo posterior del cuerpo de tubi·
•.... fícidos, tentáculos de Phyllochaetopterus y pogo·
nóforos y sifones de lamelibranquios) l.
1/ \ A Cuando se comparan especies de un mismo
~ \ grupo se observa que el desarrollo superficial de
'\ . los órganos respiratorios guarda relación con el
contenido habitual de oxígeno en sus respectivos
medios. Por ejemplo, la larva del tricóptero
Micropterna /atera/is, propia de aguas corrientes.
tiene 31 branquias a cada lado; la de Allophy/ax
dubius, que vive en charcas con poco oxígeno.
posee 385 a cada lado; la larva de Philopotamus
montanus, propia de arroyos, no tiene más que
un minúsculo grupo de branquias encima del
ano, la de Phryganea. de aguas estancadas, lleva
Figura 2·19 Larvas de dos tricdpteros de largas branquias filiformes en cada segmento (fi·
género de vida muy diferente y con un desarrollo gura 2·19). Sin embargo, las larvas de Hydropsy-
muy distinto de las branquias. A. Phryganea,
de aguas estancadas. 8, Philopotamus, che. a pesar de vivir en aguas corrientes tienen
de affOYOS (Según Hickin 15.) las branquias muy desarrolladas 75.
_ _ _ _ FUGU RUBR/PES
Q
en
_ _ ASTROCONGER MYRIASTER
_ _ _ _ _ CHAETURICHTHYS HEXANEMA
- - LATEOLABRAX JAPONlCUS I
{:30
-T- TAIUS TUMIFRONS
E SER/OLA OUINOUERADIATA - - - - - - - - - -
E en
~
¡; I
i
~
726
SCOMBER SCOMBRUS -
en
I
40
TRACHURUS JAPONICUS -
50L.----1,.+OO"....---~200~------:::300±:----400=----~500
Consumo de oxIgeno. mi h-' kg-'
42 El medio
El número de laminillas por unidad de longitud
en las branquias de los peces se relaciona con la
intensidad de metabolismo. Los peces más activos
y que consumen más oxígeno tienen laminillas
más apretadas (95a. 124a; fig. 2-20).
La capacidad de transportar oxígeno que posee
el medio interno puede incrementarse por la pre-
sencia de hemoglobinas y hemocianinas, simple-
mente disueltas en el plasma o bien, en lo que se
puede suponer un estado más avanzado de la evo-
lución, en cantidad mucho mayor y concentradas
en células completas o atróficas (glóbulos). Existe
una correspondencia entre la forma de la curva
de disociación de una hemoglobina y la concen-
tración habitual de oxígeno en la residencia pro-
pia del animal (fig. 2_2130.129). La concentración
total del pigmento, que se puede apreciar apro-
ximadamente sin necesidad de emplear aparatos
especiales, es un indicio de las condiciones en que
Presi6n parcial de oxígeno. en mm Hg
viven los animales: las larvas de quironómidos
propias del fondo de aguas sucias o de lagos --- Hemoglobina
eutróficos, con poco oxígeno, son mucho más ------ Hemerilrina
intensamente rojas que las larvas propias del ---------. Hemocianina
fondo de aguas oligotróficas -con más oxígeno- -.---- Clorocruorina
que a simple vista aparecen amarillentas o rosa- Figura 2-21 Curvas de disociación de hemo-
das. En las larvas de Chironomus, en Daphnia 52, globinas y de otros pigmentos sanguineos de
Artemia 60, el gasterópodo Planorbis 51, etc. se diversos animales marinos. Las curvas quedan
notan diferencias individuales en la concentración más a la izquierda en las especies que viven
habitualmente en medios pobres de oxIgeno.
de hemoglobina, que es función de la oxigenación (Datos de diversos autores 129.)
del agua en que se crian. La cantidad de hemo-
globina puede aumentar hasta el cuádruple, al
pasar de agua saturada de oxígeno a la que sólo
contiene del 10 al 15 % de saturación, y esta planctónicas de los lagos (Daphnia longispina.
adaptación puede ser rápida 188. Un aumento en Leplodora, Bylholrephes) no sobreviven a menos
la concentración de hemoglobina permite la super- de 0,8 mi 1- 173 . El ostrácodo Helerocypris. los
vivencia de los animales en condiciones de poco anélidos Tubi/ex y Scoloplos. las larvas de Chiro-
oxígeno, o el que se recuperen rápidamente des- nomus. son pobladores de aguas con mucha ma-
pués de un período de penuria excepcional. Tanto teria orgánica y sobreviven a concentraciones muy
el aumento de la temperatura, que acelera el me- inferiores a las señaladas.
tabolismo 53, como el aumento de la salinidad, Una concentración de oxígeno demasiado ele-
que disminuye la solubilidad del oxígeno, incre- vada, en relación con las propiedades de la he-
mentan la síntesis de hemoglobina en Artemia 60, moglobina del animal en cuestión, puede ser no-
con obvio sentido de adaptación. civa 55; pero esto raramente acontece en la natu-
En el sentido opuesto, las aguas muy oxigena- raleza. A veces, la separación de una fase gaseosa
das y frías de los mares antárticos permiten la en un agua sobresaturada representa un entor-
supervivencia de peces sin glóbulos rojos y algu- pecimiento en la función de los órganos respira-
nos de ellos incluso sin hemoglobina (familia torios, cuando, por ejemplo, las burbujas difi-
Chaenichthyidae). De todas formas se trata de cultan la circulación del agua sobre los órganos
peces poco corpulentos, de hasta unos 25 cm respiratorios.
de longitud máxima con un consumo de oxíge- Para la interpretación de lo que significa la
no de 0,0\ a 0,07 mi O 2 g-I h- I (compárese con concentración de oxígeno como factor Iimitante,
los datos de la tabla 2-12). es preciso tener en cuenta las necesidades metabó-
En virtud de sus distintas características, cada licas de cada especie. En este sentido, los carac-
especie aparece adaptada a subsistir bajo condi- teres ligados a un bajo metabolismo, como son la
ciones de oxigenación definidas. Los c1adóceros poca movilidad o el tamaño grande, tienen el
de charcas (Daphnia pulex, Daphnia magna, Si- valor de adaptaciones a una más baja concentra-
mosa vetula) toleran concentraciones de oxígeno ción de oxígeno. Una regla general es que una
de sólo 0,4 mi 1- 1, mientras que las especies misma masa de materia viva, si está dividida,
El medio liquido 43
tiene un metabolismo más intenso y gasta más Muchos insectos acuáticos -larvas de cuUci-
oxígeno que si la misma masa es indivisa. Un dos, psicódidos. sírfidos (Eristalis) y tipúlidos
kilo de peces gasta más oxígeno que un pez de a (Pseudolimnophila)- respiran el aire atmosféri-
kilo. Por esto se considera que el consumo de co, continua o intermitentemente, a través de
oxígeno es proporcional a una potencia de la tubos que conectan el sistema traqueal con la
longitud inferior a :; (en los copépodos, por atmósfera. La reserva aérea de las tráqueas les
ejemplo, dicha potencia es 2,2 151 ). Al tratar de permite continuar la respiración mientras perma-
la producción secundaria (pág. 481) se comentan necen aislados de la atmósfera. Los orificios estig-
otros aspectos del metabolismo. Aquí bastan, co- máticos suelen disponer de interesantes mecanis·
mo orientación, los datos de la tabla 2·12. mos que se abren cuando llegan a la superficie:
consisten frecuentemente en valvas hidrófugas
que, bajo el agua, están cerradas, pero al llegar
Tabla 2·12
Conliumo medio dc oxíacno dc oraanilimOli a la peUcula superficial, quedan prendidas de ella
rcprcliCntativOI dc divcl'liOli aruPOli. por tensión superficial y se abren como una flor
En mi dc oxíacno por aramo de pelO lleCO Y hora, (psicódidos. Pseudolimnophila 76). En las larvas
a la temperatura de laboratorio (15-2O"C) de culícidos (fig. 2-12) cada ventalla tiene una
pestaña que rompe la película superficial. Algu.
Bacterias 110 nas larvas de culícidos (Aedomyia, Mansonia)
Ciliados 0,5 -10 con sirón, y de otros dípteros de fondo (tipúlidos)
Animales marinos poco activos (cclen· toman su oxígeno de los tejidos aeríferos de tallos
téreos. equinodermos, anélidos) 0,005-0,02 y raíces de plantas acuáticas, como Pistia, Typha,
Copépodos 0,2 -0,9 etcétera. Mansonia. que también vive en Europa.
Crustáceos decápodos 0,1 -0,2 es vector de filariasis rural y. posiblemente, de
Peces pequeños IFundulus, Girella) 0,2 -0,24
virus patógenos. en América tropical. y sus larvas
Peces mayores 0,05 -0,1
no son destruidas con los procedimientos de lucha
que son eficaces para las de las especies de mos-
quitos que respiran en superficie.
Animales acuáticos Un número considerable de insectos acuáticos,
que respiran el aire atmosférico hemípteros y coleópteros, respiran el oxígeno del
agua a través de una masa gaseosa interpuesta.
Peces de, por lo menos, 29 géneros respiran el Es la llamada branquia de burbuja o plastrón 77.
aire atmosférico 18. El mecanismo más simple es 180.197. en cuya conformación aparecen notables
la difusión del oxígeno a través de la piel hú- convergencias entre los distintos grupos de heteo
meda, como en la anguila y en Periophthalmus. rópteros (coríxidos, notonéctidos. Aphelocheirus,
Otros peces consumen el oxígeno contenido en fig. 2-22) Y coleópteros (ditíscidos. hidrofílidos,
su vejiga natatoria, que actúa como una reserva, larvas y pupas de especies de otros grupos). Con·
. y en los dipneustas la vejiga está convertida en siste esencialmente en una superficie poco moja-
un órgano capaz de respiración atmosférica. Los ble, situada junto a las aberturas de los estigmas.
Anabantidae y Ophiocephalidae poseen cámaras Suele estar revestida por finos pelitos hidrófugos
epi branquiales respiratorias que no son muy dife- (dos millones por mm 2 en Aphelocheirus). El mi-
rentes de los pulmones de los dipneustas o peces croscopio electrónico de barrido ha producido
pulmonados. Finalmente, en otros casos, se ingiere imágenes en relieve del plastrón de diversos in-
aire y se utiliza en la respiración intestinal, loca- sectos acuáticos, muy convincentes de la adecua·
lizada en segmentos del tubo digestivo que varían ción a su función. El plastrón no es exclusivo
según los grupos. de insectos acuáticos, sino que también poseen
Los demás vertebrados son de respiración aérea, un órgano equivalente los huevos de diversas
y los de vida acuática ofrecen adaptaciones inte- especies de insectos terrestres, expuestos a una
resantes. Son notables las de los cetáceos, inten- inmersión periódica.
samente especializados a la vida en el mar 100: La burbuja de aire retenida en la superficie del
el cachalote puede permanecer sumergido por plastrón se halla en comunicación directa con el
espacio de 80 minutos y descender a profundida- aparato traqueal. Con la respiración, baja la ten·
des de hasta 1000 metros. Los pulmones quedan sión de oxígeno en la burbuja y aumenta la con·
aplastados bajo la enorme compresión, y esto es centración de CO 2 ; éste se disuelve rápidamente
posible por el pequeño número de costillas ver- en el agua. Por el consumo parcial del oxígeno,
daderas y por otras adaptaciones. Todavía no se las presiones parciales del N y del O dentro de
sabe cómo evitan los problemas que plantea la la burbuja varían, en el sentido de aumentar la
separación de nitrógeno gaseoso durante la des- primera y disminuir la segunda, conservándose
compresión. su total igual a la presión atmosférica más la
44 El medio
presión hidrostática (recuérdese que esta última
sólo interviene cuando existe una fase gaseosa,
pero no en relación con los gases disueltos). En
consecuencia, algo de oxígeno pasa del agua a la
burbuja y queda inmediatamente a disposición del
animal, y una pequeña cantidad de nitrógeno ga-
seoso se disuelve en el agua. Por esta razón, el
volumen de la burbuja decrece paulatinamente y
desaparecería si el animal no se pusiera a tiempo
en contacto con la atmósfera. El nitrógeno, que
sirve de vehículo, prolonga el período de utiliza-
ción de la burbuja mucho más tiempo que si ésta
contuviera solamente oxígeno (en Notonecta esta
relación es de 7 a 1/2 hora, es decir, en atmós-
fera de oxígeno en equilibrio con el agua, agota
la burbuja en media hora). En Notonecta, cuando
el volumen de la burbuja disminuye por debajo
de cierto límite, se desencadena un reflejo de
ascensión a la superficie 21. El mecanismo que lo
inicia es la inclinación de la base de unas cerditas
que están tangentes a la burbuja; aumentando la
presión del aire sobre el agua, se consigue desen-
cadenar el reflejo de ascensión.
En el tipo más perfecto de branquia de burbuja,
la reserva gaseosa no es necesariamente de gran
volumen, sino que constituye una delgada película
de aire retenida fuertemente por fuerzas de capi-
laridad y que conserva constante su volumen, lo
cual permite a los insectos vivir indefinidamente
bajo el agua. En agua sobresaturada de oxígeno,
como ocurre entre la vegetación litoral, la fase
gaseosa se separa primero en las superficies menos
mojables; así, por ejemplo, en un vaso de agua
fría que se mantiene a la temperatura de la ha-
bitación, aparecen burbujitas al disminuir la solu-
bilidad (tabla 2-10) y, si sumergimos en el vaso
distintos objetos, las burbujas aparecen primero
en la superficie de los menos mojables, como, por
ejemplo, parafina. Sobre la cera del plastrón, pues,
el oxígeno del agua sobresaturada se separa en
forma gaseosa.
Las pseudobranquias (fig. 5-45) de los efeme-
rópteros son como branquias de burbuja, pero con
la cavidad aerífera limitada por luera por una
pared que evita la reducción de volumen de la
fase gaseosa. El oxígeno pasa del agua al aire
El medio liquido 46
contenido en el aparato traqueal y. de 6ite. a los con una elevada proporción de nitrógeno; el que
tejidos. Una forma intermedia entre los apéndices existan o no. puede depender de ciertas condicio-
respiratorios de los efemerópteros y las branquias nes metabólicas o del medio de cultivo más que de
de burbuja son las simples branquias espiracula- la especie. Dan gran flotabilidad a las algas y con-
res, bolsas más o menos ramificadas y extensas viene saber que en material fijado con formol se
que contienen aire y prolongan el sistema tra- conservan. mientras que la fijación con iodo las
queal en larvas y pupas acuáticas de coleópteros vacía o hace perder la flotabilidad. conocimiento
y dípteros. Son típicas en simulíidos y blefarocé· de importancia práctica en el estudio cuantitativo
ridos. del plancton. Algunos rizópodos (Arcelia, Difllu-
La naturaleza de todos estos dispositivos y. 8ia) y los ácaros acuáticos del género Hydrozetes
principalmente. del más simple de ellos. la bran- secretan en su interior. con cierta rapidez y bajo
quia de burbuja libre. impide que puedan ser el influjo de estímulos apropiados. burbujas de
utilizados en aguas con una tensión muy baja de
oxígeno (aguas fuertemente polutas) y donde la
presión hidrostática es excesiva (gran profundi-
dad). Son, por tanto, exclusivos de especies que
viven en aguas poco profundas y ricamente airea-
das. Los insectos que viven en aguas profundas
respiran directamente el oxígeno disuelto en el
agua y que penetra a través de la superficie del Figura 2·23 L8rve del dIptero Chaoborus. con
cuerpo, a veces preferentemente en filamentos indiceci6n de los secos neum~ticos. Long. del
animal 6-20 mm.
branquiales. Su sistema traqueal no interviene de
manera importante en la respiración, aunque pue-
de conlener un residuo de aire (Chironomus.
Chau!)()rus l. La segregación. bajo el agua. de gas gas con función hidroslática. que ayudan a vol·
en una fase gaseosa. tiene importancia para la tear o elevar al animal. En el disco de la base
ascensión de las pupas de quironómidos desde el de Hydra puede aparecer una burbuja de gas que
fondo de los lagos hasta la superficie del agua, levanta al animal. y algunos animales del neuston
donde emerge el adulto. marino (huevos de /anthina, ciertos cirrípedos)
producen un flotador de burbujas englobadas en
una espuma mucosa solidificada. Igual aspecto
Gases. en general, tienen las puestas de diversos peces de agua dulce.
sin relaci6n con la respiraci6n Las larvas del díptero Chaoborus (fig. 2-23) tienen
un aparato traqueal residual en forma de cavi-
Cuando los animales de respiración aérea des- dades gasíferas. muy visibles en el animal vivo,
cienden y luego ascienden desde grandes profun. que por lo demás es diáfano. Son dos pares de
didades, la elevada presión determina que la sacos reniformes. llenos de aire que está en equi·
concentración del nitrógeno disuelto en la sangre Iibrio con el disuelto en el agua. y que constitu·
sea muy elevada, y luego la descompresión da yen órganos hidrostáticos como en el diablillo
origen a su separación en fase gaseosa. Ello repre· de Descartes. Las larvas de este insecto ascienden
senta riesgos importantes en la inmersión humana. de noche y de día se encuentran sobre el fondo.
unido a la narcosis del nitrógeno. que se han hasta 50 o más metros de profundidad.
tratado de obviar empleando atmósferas de como Un gran número de especies de peces poseen
posición especial (oxígeno y helio). En los cetá- una vejiga natatoria cuyo volumen suele estar
ceos el problema existe e indudablemente hay comprendido entre el 3 y el 5 % del del animal
adaptaciones fisiológicas que reducen los riesgos entero. Las vejigas cerradas tienen un interés
expresados, pues dichos animales pueden moverse especial. La composición del gas de la vejiga es
hacia arriba con gran presteza. Se ha sugerido variable. incluso dentro de una misma especie.
que la solubilidad del nitrógeno en la grasa puede De ordinario. las vejigas abiertas de los peces de
constituir un recurso efectivo; pero en realidad aguas superficiales contienen menos oxígeno y
muchos aspectos de su fisiología de la inmersión más anhídrido carbónico que la atmósfera. Los
son desconocidos. peces con vejiga cerrada son más numerosos y
En diversos organismos existen cavidades que ofrecen problemas peculiares. En ellos. la como
contienen un gas de composición parecida o dife- posición del gas de la vejiga natatoria depende
rente de la de la atmósfera. Los llamados pseudo- de la actividad de la glándula de gas. asociada a
vacuolos de las cianofíceas son acumulaciones de una rete mirabile. una densa red de capilares
vesículas cilíndricas de 0,2 a 1 J.,Lm de largo y sanguíneos --en IIl'8nguila hay más de 800 m de
alrededor de 0.07 J.,Lm de diámetro. Contienen gas capilares- que permiten la rápida producción o
48 El medio
absorción de gas. Algunos peces que poseen del 95 % de N en ejemplares pescados en lagos,
conducto neumático, es decir, de vejiga abierta, y a más de 100 m de profundidad 1. 2.169.175, lo
poseen también órganos rojos con una red capi- cual indica que no está excluido pensar en posi-
lar; pero menos desarrollados que en los peces bles mecanismos fisiológicos para el transporte o
de vejiga cerrada. La glándula cambia sólo oxí- secreción de nitrógeno molecular. La vejiga nata-
geno y carbónico, de manera que el nitrógeno no toria es un órgano hidrostático que reduce el
se transporta activamente y su concentración se esfuerzo necesario para mantener el animal a de-
equilibra con el agua. Puesto que, a gran profun- terminado nivel. Se calcula que en el salmón
didad, bajo una presión elevada, es precisa una Oncorhynchus, de no existir vejiga, el metabolis-
gran secreción de gas para mantener el volumen mo debería aumentar entre un 5 y un 10 %, según
y la fuerza ascensional de la vejiga, y solamente fuere la velocidad 2. Al descender el pez, la vejiga
oxígeno gaseoso puede separarse en la glándula se comprime, y la rápida secreción de gas, contra
de gas, la relación o: N va aumentando con la presión, mantiene la densidad del animal. Esta
profundidad. En aguas poco profundas. el oxígeno actividad representa un gasto de energía. Al as-
representa del 23 al 33 % del volumen total, pero cender el pez, la vejiga se dilata y se efectúa una
a mayores profundidades su proporción aumenta absorción del gas, con poco trabajo. En los peces
mucho. En la fauna de profundidad, hay un gran que poseen conducto neumático, el gas escapa en
número de peces con vejiga natatoria, como son forma de burbujas. Los pescadores saben bien que
los mictófidos. En especies capturadas a 1200 me- la subida de burbujas antecede a la ascensión de
tros de profundidad, se da como composición del cardúmenes de sardina.
gas, 8-46 % de N y 54·92 % de O. De todas ma- En los escómbridos, entre otros peces, pare-
neras, no hay reglas simples, pues mientras que ce que la vejiga debiera ser útil, y sin embar-
algunos Coregonus, que son salmónidos de agua go las especies de tamaño pequeño y mediano ca-
dulce, tienen concentraciones de oxígeno crecien- recen de ella. Se ha especulado que la eliminación
tes con la profundidad, como es de esperar, en de la vejiga representa una defensa (Yalden 2),
otros casos se han medido concentraciones de más pues las cavidades gasíferas dan un eco intenso
El medio liquido 47
al sonar y es indudable que muchos depredadores El aire del interior de la planta está en contacto
posibles de dichos peces, como son los cetjceos, con la atmósfera a trav~s de los estomas; pero 105
localizan a sus presas por el eco y encuentran asf hidrófitos mejor adaptados a la vida acdtica tie-
mejor a los animales más reflectores. Este incon· nen la epidermis continua, sin estomas. El oxigeno
veniente se contrarresta parcialmente en algunas producido en la fotosfntesis aumenta su presión
especies con el desarrollo de un tejido esponjoso parcial y el gas del interior de la planta suele
dentro de la vejiga. Las especies muy corpulentas contener entre un 15 y un 54 % de oxigeno (Elo-
no tienen enemigos y los escombroides y xifoides dea, Ranunculus). Si la presión es muy grande.
que rebasan 70 kg una vez desarrollados tienen escapan burbujas. La atmósfera interna tiene una
vejiga natatoria. La vejiga facilita la percepción función mecánica al dar rigidez a las plantas
de las vibraciones por parte de los peces que la y elevarlas hacia la luz. y sin duda tiene impor-
poseen y, asimismo, es un receptor de presión 147. tancia en la respiración (fig. 2·25). Las podoste-
Los cefalópodos (Sepia, Nautilus J7) poseen un monáceas de las cascadas (Cig. 2-7, después de pá-
órgano duro (<<jibión», concha) con cavidades que gina 560), carecen de lagunas aerfferas en su inte-
primero están llenas de líquido; luego el líquido rior y sus tejidos mueren rápidamente cuando el
se evacúa y quedan ocupadas por una mezcla agua se estanca. A causa de la presión hidrostática.
gaseosa. El nitrógeno se encuentra a la presión las cavidades aerfferas no persisten como tales a
atmosférica (0,8-0,83 atm) y los otros gases de cierta profundidad. Gessner 59 ha visto aquf la
regulación activa se hallan presentes en propor- razón para la escasa colonización de las aguas
ción variable: existen diferencias entre unas y marinas por parte de las fanerógamas: la violen-
otras cámaras, en las cámaras viejas de Sepia se cia del oleaje limita el crecimiento de las plantas
halla un 97 % de N. Es un órgano que equilibra a cierta profundidad mfnima. donde la presión
el peso. hidrostática impide la formación de lagunas aerf-
Los neumatóforos de los sifonóforos constitu- feras, de modo que sólo se adaptan a estas con-
yen otro ejemplo de órganos hidrostáticos (figu- diciones plantas de dimensiones pequeñas y de
ra 2·24), interesantes por una composición muy hojas delgadas y largas (Zostera, Posidonia).
peculiar del gas que contienen. secretado por una
glándula especial: N z' 69·82 %; 0z, 8-16 %; COz,
0,1-2,5 %; CO, 0,5-17 % 137. El CO es mucho
menos soluble en el agua que el COz. EL SISTEMA
Las plantas superiores poseen un rico sistema CARBONICO-CARBONATOS
de cavidades aeríferas en sus partes sumergidas.
Su tejido característico es el aerénquima, que pro- El COz ocupa una posición especial, que com-
cede de un cámbium vascular o del felógeno; parte con el SH z y con algún otro compuesto
pero hay, además, un abundante sistema lagunar menos importante en ecologfa. No es un gas ele-
esquizógeno en tallos, pecíolos y hojas sumergidas. mental, sino un compuesto, presente en la atmós-
fera y que. en el agua, forma ácido carbónico,
el cual se disocia en dos etapas. El equilibrio
entre las distintas formas puede expresarse de la
siguiente manera:
COz + HzO
Jt
HzCO J ~ HCO J - + H+
n
CO J - +H+
48 El medio
volumen de CO 2 , se comprende que el contenido de concentraciones. Pero para la comprensión de
de este gas en el agua en equilibrio será de los problemas ecológicos, es suficiente partir de los
1000 X 0,0003 = 0,3 mI 1- 1 aproximadamente equilibrios anteriores y sobre ellos relacionar las
(tabla 2-13). La cantidad puede ser considerable- concentraciones de las distintas formas de car-
mente mayor en el agua que está debajo de una bono inorgánico con la concentración de los iones
capa de hielo que retarda la difusión, especial- de hidrógeno, es decir, del pH J5. Estas relaciones
mente cuando la respiración predomina sobre la se pueden expresar adecuadamente en forma grá-
fotosíntesis (noche polar). fica (fig. 2-26), debiendo añadirse que existen
ligeras diferencias según la concentración salina
Tabla 2·13
Contenido de CO 2 + H 2CO) en agua pura
en equilibrio con una atmósfera
con un 0,033 % de CO 2 en volumen 100.-----.----r::::::--.-----r=-1
%
Temperatura mg CO, 1-' mg C 1-' mi CO,I-I
4"pH 10 12
Repetimos que, de esta cantidad total, sólo una
proporción muy pequeña, inferior al I %, está en Figura 2-26 Proporciones relativas de
CO 2 + H 2 C0 3 -, HC0 3 - y C0 3 - para distintos
forma de H 2CO J • Este ácido se disocia fuerte- valores de pH en agua dulce a 15°. Para otras
mente, debiendo considerarse las dos constantes temperaturas y concentraciones salinas las curvas
de disociación siguientes, que relacionan las dis- son un poco diferentes.
tintas concentraciones:
El medio liquido 49
Figur. 2-27 hgune de Melincu~.
Argentine. egosto de 1969. Viste
de le orille con gren centided
de restos de oSificados " precipi-
tedos celizos. El egue es mu"
elceline (pH > 9.5). epenes he"
litoplencton. eunque en les orilles
he" un considereble dese"ollo de
cienoflcees " elges verdes (Stigeo-
clonium); los enime/es mis ebun-
dentes son crustlceos (BoeckeUe.
Oephnie. Moine). insectos (efldridos.
corlxidos) " el pez Jeninsie lineete.
bonato. La falla de una zona importante en la soluciones de pH conocido. preparadas, por ejem-
quc cocxistan cantidades relativamente ~randes de plo, mezclando distintas proporciones de solucio-
carbónico y carbonato simplifica mucho los cálcu- nes de bórax y ácido bórico. En aparatos muy usa-
los que ha de hacer el ecólogo, pues prácticamente dos, los comparadores de Hellige o de Lovibond.
basta trabajar con una sola ecuación de disocia- el color de referencia está incorporado a láminas
ción. transparentes que corresponden a distintos valores
de pH y con los que se compara el problema.
Cada indicador tiene un error propio, dependien-
pH te de la concentración salina. Además, para dedu-
cir el pH verdadero, in situ. hay que aplicar
La concentración de los iones hidrógeno en el correcciones por temperatura y presión. El pH
agua se expresa por el logaritmo del inverso de la disminuye al aumentar la temperatura aproxima-
concentración. El agua pura está ligeramente diso- damente en 0,015 pH cada uC; asf, por ejemplo,
ciada en iones (H') Y (OH-). El producto de las un pH de 7 medido a 24 uC corresponde a un
concentraciones iónicas varía según la tempera- pH de 7,15 a 14°C. Se ha de considerar, además,
tura y es de 10 14 a 24 uC (tabla 2-1). El logaritmo una disminución del pH del orden de 0.25 por
de su inverso es 14, que representa la suma de cada 1000 metros de profundidad que son, apro-
pH + pOH y ambas concentraciones son iguales ximadamente. 1000 decibares.
en la neutralidad, de modo que. en dichas condi- Hoy día se prefieren métodos eléctricos, que
ciones neutras, el pH es de 7 a 24°C, 7,47 a OOC, se basan en el potencial del electrodo de hidró-
7,03 a 200C y 6,92 a 300C. En el agua de mar, geno. Como que éste no es de manejo cómodo
por la influencia de los otros iones, el producto ni aplicable en ciertas situaciones (al agua de
iónico es aproximadamente 1,75 veces mayor que mar, por ejemplo), se emplean otros electrodos,
en las aguas dulces, por lo que el pH que corres- de quinhidrona o de vidrio, calibrados por com-
ponde a la neutralidad es de 7,33 a OOC, 6.98 a paración; pero, en realidad, no dan el pH con
16°C y 6,84 a 24°C (es decir, inferior al del agua referencia a la concentración de iones hidrógeno,
pura aproximadamente en V2 loglo 1,75). sino a la actividad de dichos iones. que es un
Sencillamente, puede retenerse que el pH es el número ligeramente superior. Los medidores de
logaritmo decimal, con signo cambiado. de la pH eléctricos suelen llevar incorporado un dispo-
concentración de iones hidrógeno, expresada en sitivo para aplicar automátiCamente la corrección
átomos gramo (1 at-gr = 1.008 g) por litro. por temperatura.
Lo que en realidad se mide habitualmente y Tener en cuenta todas las complicaciones indi-
se da como pH no corresponde exactamente a la cadas llevaría al ecólogo muy lejos de su oficio.
definición dada. Una de las mejores técnicas es Afortunadamente, el pH tiene una importancia
comparar el color de algún indicador (por ejem- ecológica menor de la que exageradamente le
plo, azul de timol entre pH de 8 y 9.6, rojo de fuera atribuida hace unas décadas. aunque sus
cresol entre 7,2 Y 8,8, Y azul de bromotimol entre variaciones permiten precisar la marcha de fenó-
6 y 7.6) en el agua problema con el que da en menos importantes.
50 El medio
El pH es la resultante y expresión de fenómenos ciéndose una acumulación de iones sodio, equili-
diversos. En las aguas dulces oscila generalmente brados por bicarbonato, que alcaliniza fuertemen-
entre 6,5 y 8,7. Se encuentran valores muy bajos, te el agua y determina una abundante precipita-
desde 3, cuando hay ácidos presentes (sulfúrico, ción de carbonato cálcico. Si bien la vegetación
húmicos, aminoácidos); si suelos o fangos ricos en es pobre, la laguna está poblada por una abun-
sulfuros se inundan con agua rica en oxígeno y dante fauna, que se alimenta de materia orgánica
pobre en cationes, puede aparecer un exceso de adsorbida a las partículas de arcilla. La alcalini-
iones sulfato en solución. Esto ocurre no sólo dad del agua contribuye a dicha adsorción (pá-
cerca de instalaciones mineras, sino en áreas na- gina 218) y así facilita indirectamente la exis-
turales de Malaya, Brasil, etc. En lagos alcalinos, tencia de animales filtradores, a la vez que deter-
con gran cantidad de carbonato sódico, se miden mina la coprecipitación de elementos nutritivos
valores de más de 9. Hay aguas de este último con el CaCO].
tipo en Estados Unidos, Argentina, Hungría y En el mar, el pH varía entre límites más estre-
otros países. La vegetación de tales aguas es po- chos. Normalmente oscila entre 8 y 8,3. En cu-
bre o prácticamente inexistente. La laguna de betas del litoral rocoso, con intensa vida vegetal,
Melincué (Argentina, fig. 2-27) ocupa un área puede llegarse hasta cerca de 9 y, en aguas pro-
casi endorreica y representa un ejemplo típico. fundas, donde hay fuerte consumo de oxígeno y
Materiales húmicos neutralizados por sodio son producción de CO 2, se alcanzan valores mínimos
arrastrados de la cuenca periférica y en la laguna de 7,6-7,9. El agua marina está fuertemente tamo
la materia orgánica se consume en parte produ- ponada, de aquí que su pH varíe poco; las nuc-
- ~Etb F
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e
El medio liquido 61
tuaciones de éste, medidas con precisión suficien- el H 2BO J- además, en algunos casos los iones
te. son excelentes indicadores de los cambios de SH- y S- también, y se valora la diferencia que
CO~ en el agua, relacionados con la fotosíntesis pueda existir entre las concentraciones de H + y
de las algas y con la respiración. OH - disociados en el agua. La cantidad de ácido
Es difícil distinguir efectos específicos del pH invertido en la sustitución mide la alcalinidad o
sobre la vida acuática, de los que resultan de la capacidad de combinación de ácidos y se expresa
acción de otros factores (equilibrio de carbonatos, generalmente en equivalentes o miliequivalentes
calcio. etc.) que afectan paralclamente a los orga· por litro de agua. Prácticamente representa la
nismos y que también tienen una expresión en diferencia que existe entre los aniones fuertes
el pH. El pH tiene mucha importancia por indi- y los cationes en la composición del agua, y. en
car las proporciones entre las distintas formas de su mayor parte, es atribuible al calcio.
carbono inorgánico que las algas tienen a su dis- La alcalinidad se determina valorando el agua
posición. con ácido clorhídrico 0,01 N (agua dulce) o 0,05
Se indica que organismos sometidos a pH bajos. N (agua de mar), hasta un punto final indicado
de 1,8 a 5, perecen; pero estos valores ocurren por el viraje de determinado indicador. Si se usa
raramente en la naturaleza y, en los experimentos, como indicador fenolftaleína, que vira a un pH
se consiguen con composiciones muy distintas de de 8,3, sólo se mide la alcalinidad atribuible al
las que podrían darse en aguas naturales. Existe OH - Y al COJ~; empleando anaranjado de metilo
una nora y una fauna características de las (o una mezcla de 4 partes de verde de bromocre-
liguas ácidas. La flora se caracteriza por la gran sol y 1 de rojo de metilo) se llega hasta un pH
riqueza de algas desmidiáceas (fig. 2-28), verda· de 4,5-5 aproximadamente, y, además de los iones
derllmente asombrosa en su variedad e inexpli. indicados, se valora el HCO J-. Esta última valo·
cable si se tiene en cuenta que los medios ácidos ración da lo que se designa como alcalinidad
hoy día alcanzan una extensión muy restringida. total.
Tal vez se deban considerar como reliquias de El procedimiento que se seguía más general-
una vegetación antaño más difundida. La con· mente para el agua de mar 190 consiste en tomar
servación de materia orgánica procedente de anti· 200 mI de agua, añadir 10 mI de HCI 0,05 N,
guos bosques en lo que actualmente son yacio hacer pasar aire desprovisto de CO 2 mientras se
mientos de hulla, indica aguas ácidas y con poco calienta hasta hervir, para liberar y expulsar todo
oxígeno. en equilibrio con una atmósfera de com- el CO 2; luego se añade el indicador y se valora
posición posiblemente distinta de la actual. Indu· con Ba(OH)2 o NaOH 0,05 N. La alcalinidad se
dablemente se trataba de charcas de bajo pH. expresa ordinariamente en miliequivalentes por
Las aguas ácidas acumulan sustancias húmicas litro o por kg. La alcalinidad de las aguas dulces
que. a su vez, tienen efectos sobre la vida de los se expresa a veces en partes por millón de COJCa
seres acuáticos. bien directamente. bien como que· [1 meq = 50 ppm CalCa].
ladores de clementos metálicos. La preferencia En las aguas dulces, la alcalinidad varía entre
de las bacterias por las aguas alcalinas, de los amplios límites: en lagos de cubeta silícea, con
hongos por las aguas ácidas. está en la base de aguas muy puras, es alrededor de 0,3; en lagos
muchas diferencias ecológicas entre ambos tipos alcalinos alcanza 4.5 miliequivalentes por litro.
extremos de aguas. Existe una serie de animales Dentro de la gama de valores bajos de alcalini·
característicos de aguas ácidas (el c1adócero Ho· dad. ésta resulta ser atribuible en su mayor parte
lopedium, muchas tecamebas). Las cianofíceas. en al calcio; pero en los casos de alcalinidad muy
general, son escasas a pH bajo. aunque no faltan; alta el sodio forma una parle importante del
pero probablemente no viven a un pH inferior exceso de cationes. Estas aguas bicarbonatadas o
a 4. bicarbonatadosódicas ofrecen condiciones peculia-
Resumiendo, en el caso de las aguas dulces, res para el desarrollo de la vida.
el pH de un medio es un buen indicador de un En las aguas marinas, por la relativa constancia
conjunto de propiedades muy importantes en la de su composición iónica. la alcalinidad es menos
distribución de la vida, y las divisiones geográfi- variable y se relaciona con la c1orinidad. El co·
cas basadas en la distribución del pH de las ciente de dividir la alcalinidad, en miliequivalen-
aguas, como las propuestas para Bélgica 133 o para tes por litro. por la c1orinidad, recibe el nombre
Amazonia 166 suelen ser utilizables como base de de alcalinidad específica y vale 0,123. Pero esta
un estudio limnológico regional. relación no se puede considerar rigurosamente
constante. De manera general, aumenta algo hacia
el fondo. donde hay más calcio en disolución;
Alcalinidad'
por ejemplo, a 5000 metros de profundidad. en el
Si se trata el agua con un ácido fuerte, se susti- Atlántico, vale 0,1267.
tuyen el CO)= yel HCO)-; en las aguas marinas De todas formas, en el agua de mar la alea-
&2 El medio
~i:~~::le~~e~o;~rv~~~a~~~~ ~;e~e~~~a~~i~~~8 t:i~:: 3.5 ::~
y si de ella se deduce la parte neutralizada por
los boratos (de 0,05 a 0,1) y el pequeño exceso
de (OH -) sobre (H +), se tiene la alcalinidad que
corresponde al sistema carbónico-carbonatos. El
pH del agua de mar se aparta poco de 8,2. A este
pH la mayor parte del carbono inorgánico está
en forma de bicarbonato (tabla 2-15), de manera
que, prácticamente, la alcalinidad corregida por
los boratos y multiplicada por 12 nos da la can-
tidad de carbono inorgánico por litro, que, en
el mar, oscila alrededor de los 25 mg y está más
ligada a la salinidad que a cualquier otro factor.
En las medidas de producción primaria es de
fundamental importancia conocer la concentra-
ción de carbono inorgánico en un agua. En el
caso del agua dulce, hasta un pH de 8 no hay
cantidad apreciable de carbonato, de manera que
se puede suponer que la alcalinidad está neutra-
lizada totalmente por bicarbonato. Tenemos en-
tonces,
Tolal carbono inorgánico
El medio liquido 53
bonato, precipitándose carbonato cálcico al llegar caracterfstica aumenta su semejanza con el agua
a cieno punto. con lo que disminuye la reserva de mar (pág. 30).
alcalina. Los ácidos bórico y silícico intervienen Uno de los métodos para determinar la reserva
igualmente en el sistema amortiguador. La pre- alcalina de un agua se basa, precisamente. en la
sión parcial del CO 2 en las aguas naturales no desviación de su pH que se consigue con la adi·
siempre está en equilibrio. En zonas de anora- ción de determinada cantidad de écido o de élcali.
miento hay defecto de CO 2 • mientras que en zonas En el caso del agua de mar m a 100 mi de agua
contaminadas se observa exceso de CO 2• En estos se añaden 25 mi de écido c1orhfdrico centinormal.
casos dejando una muestra de agua en contacto Así. por ejemplo, si el pH resultante es de 3,90,
con una atmósfera confinada. el equilibrio se la alcalinidad total es 2,3; si es de 3,74, de 2,2;
restablece después de un cambio de CO 2• que se si es de 3,62, es 2,1, y si es 3,52, es de 2,0.
puede medir. entre el agua y el aire.
Las aguas con una mayor reserva alcalina son
las más tamponadas y la medida en que la adición Carbono
de ácidos o bases desvía el pH de un agua se
relaciona con su reserva alcalina 128. Las aguas La concentración de carbono en el agua es de
muy puras. de pequeña alcalinidad. están some- fundamental importancia para el desarrollo de la
tidas a oscilaciones violentas del pH. Las aguas vida vegetal 134. Tiene interés la existencia de
con una reserva alcalina moderada o conside- diferencias entre unas y otras plantas acuáticas.
rabie, mantienen su pH regulado entre 7 y 8 Y Un gran número de especies (Chlorel/a. el musgo
esto es favorable para la vida de muchos orga- ¡:ontinalis. muchas fanerógamas) sólo utilizan CO 2
nismos. La elevada reserva alcalina de las aguas o H 2CO), mientras que Scenedesmus. Kirchnerie-
marinas caracteriza un medio particularmente es- l/a. que son algas c1orofíceas, algunos musgos y
table en relación con el pH. a la vez que asegura fanerógamas (Elodea) • pueden absorber iones
un contenido constante y elevado de carbono inor- HCO)" , es decir, sus membranas son permea·
gánico a disposición de las algas. El medio interno bies al bicarbonato y tienen mecanismos de tlans·
de los animales está igualmente tamponado y esta porte específicos; luego. en el interior de la célula,
1000
2000
3000
El medio liquido 65
agua es mayor que en la atmósfera. y pasa. por ripidamente en las aguas desaladas. el carbonato
tanto. COz a la atmósfera y los equilibrios se cjlcico que se separa en las aguas salobres. aene-
corren. precipitando CaCO J. La cantidad total ralmente por acción de los organismos. procede
de Ca en disolución en las aguas dulces suele más de las aguas marinas que de las dulces. En
oscilar enlre 5 y 400 mg I l. En el agua de mar general. las condiciones óptimas para que precio
se encuentra un número de mg de Ca por kg pite carbonato cjlcico se dan cuando sube la temo
de agua aproximadamente igual a la salinidad peratura y es intensa la fotosíntesis. Parte del
multiplicada por 11.8. En el agua de mar. la rela· carbonato cálcico puede quedar en suspensión co-
ción Ca/CI, en peso. \'ale alrededor de 0.021. Esta loidal o formando complejos orgánicos.
relación no es fija y es particularmente alta en las Los carbonatos de calcio y de magnesio se pre·
aguas salobres. donde las aguas dulces contribu- sentan en fonnas distintas. pudiendo estar hidra-
yen más con Ca que con CI. tados o no. Los minerales más importantes son
El producto de solubilidad aparente [Ca' +). la calcita. CaCO J. la magnesita. MgCO) y la dolo-
ICO, I figura en la tabla 2·17. para las dos es- mita. CaMg(COJ}z. hexagonales romboédricos. y
pecies químicas principales de carbonato cálcico el aragonito. CaCO). ortorrómbico. El aragonito
y para diferentes condiciones de temperatura y es más soluble que la calcita. En aguas marinas.
salinidad. Dichos valores se pueden utilizar. con- la proporción de magnesio en el precipitado es
juntamente con la constante de disociación del grande. mientras que en aguas continentales hay
bicarbonato (J\~). para calcular la concentración calizas más puras. excepto en algunos lagos. como
máxima de calcio en distintas condiciones. el Balatón o el de Bañolas. de aguas con una
relación Mg: Ca anormalmente elevada. La pre-
sencia de Mg influye en que el precipitado sea
Tabla 2·17 más bien aragonito que calcita u. En mares cá-
ProdUCIO aparenle de iOlubilidad del [Ca" l· [co.' l. lidos se ha observado una precipitación inorgá.
en mol' I " para di'linla. condicione•. nica en forma de finos cristales de aragonito que
dan aspecto lechoso al agua.
Ar8Ronllo La precipitación suele estar mediada por orga-
nismos: cocolitoforales. foraminíferos. cianofí-
Atllla dllkc ceas. c\orofíceas (por ejemplo. Halimeda y otras
IOC 6.6 X 10 • algas verdes incrustantes de mares cálidos. que
20e 4.7 X 10 • 7~ X 10' dan una arena caliza características; en las aguas
30C 4.0 X 10 • dulces. Chara). rodofíceas (Lithothamnion y otras
Salinidad especies incrustantes. muy importantes en la for-
25ot...20"C 2,5 X 10 ' mación de arrecifes). bacterias (Achromatium).
30ot...20"C 3,5 X 10 ' madréporas. cuya actividad de depósito está ínti·
not... O"C 8,3 X 10'
mamente ligada a la actividad de fotosíntesis de
10"C 7.4 X 10'
las algas simbiontes 68 y muchas plantas y anima·
20"C 6.2 X 10-'
30"C 4.4 X lO 7 les superiores. A veces la calcificación se limita
35ot...20"C 5.8 X 10- 7 a ciertas fases de repolO (algunas dinoflageladas).
30"C 5.0 X 10
7
10.0 X 10- 7 La periodicidad o ritmos en el depósito calizo se
36%0. 25"C 6.0 X 10 7 11.0 X 10- 7 refleja en forma de bandas de características dife·
rentes que pueden utilizarse en la determinación
de la edad de las estructuras superpuestas. Según
los organismos. la fonna mineralógica del carbo-
Estas cifras son aproximadas y nos indican sim- nato cálcico depositado puede ser diferente: en
plemente que la solubilidad del calcio aumenta c\orofíceas. feofíceas. nemalionales. hidrozoos. loa
con la salinidad del agua y disminuye al aumen· foraminíferos de la familia robertináceas. mad~
tar la temperatura. En la práctica. lo más intere· poras y la mayor parte de los moluscos, está en
sante es la cantidad máxima de calcio que un forma de aragonito. En cocolitoforales. criptone-
agua puede tener en solución. En las aguas dulces miales. foraminíferos. esponjas. braquiópodol,
depende principalmente del pH. A 2oo. Y un pH equinodennos. pectínidos. ostreidos y crustáceos.
de 7. es de unos 200 mg 1- 1• a un pH de 8,2 es se encuentra exclusivamente. o en proporción do-
sólo de 30 mg 1- 1• y si el pH es de 10.2. baja a minante. calcita con más o menos magnesio. La
menos de 10 mg 1- l. En aguas muy alcalinas se presión hidrostática puede relacionarse con dife·
produce. pues. una intensa precipitación de calcio rencias en la naturaleza mineralógica del depó-
(fig. 2-27). que se deposita rápidamente. no in· sito en foraminíferos. Dentro de las anélidos y
frecuentemente sobre los mismos organismos. briozoos se observa una considerable variación.
Puesto que la solubilidad del calcio disminuye Las esponjas llamadas coralinas producen un re·
68 El medio
lleno macizo de las partes muertas a base de maciones, por ejemplo la del aragonito en calcita.
aragonito. Las condiciones de precipitación del calcio y
El carbonato magnésico se halla junto con el otros alcalinotérreos han variado grandemente en
cálcico en proporciones variables, que pueden el curso de la historia de la vida. La atmósfera
llegar hasta el 15 % del total. La presencia de primitiva, reductora, con un elevado contenido de
magnesio aumenta la solubilidad del carbonato CO 2 , mantenía una elevada cantidad de calcio en
cálcico. El aragonito contiene más magnesio y más solución en el agua. El desarrollo de la vida ve-
estroncio que la calcita. La proporción de mag- getal determinó el consumo del CO 2 y facilitó la
nesio es mayor en algas que en celentéreos y baja separación de carbonato cálcico. Se han atribuido
aun más en metazoos superiores; pero depende a estas circunstancias los depósitos masivos de
también de la temperatura y aumenta con ella. carbonato cálcico en los primeros estratos del
Tanto en foraminíferos como en cirrípedos, la paleozoico. Se encuentra plancton vegetal con
proporción de magnesio puede ser del 1 % a cero elementos calcáreos desde el primario, aunque no
grados, para subir a 5-15 % a 30D C. El estroncio se hace particularmente abundante hasta el jurá-
precipita junto con el calcio y la relación Sr/Ca, sico (cocolitoforales, etc.). Un retorno posterior a
generalmente expresada en la forma 1000 X condiciones más equilibradas llevó consigo el ries-
Sr/Ca, en átomos, es variable. Decrece desde go de corrosión de los precipitados esqueléticos,
valores de 8 a 10 en algas, opistobranquios, anfi- que aparecen protegidos por cutículas, por un
neuros, hidrozoos y zoantarios, pasando por valo- periostraco, o pasan a ser mesodérmicos. El riesgo
res de 3 a 4 en foraminíferos, equinodermos, algas de disolución es, naturalmente, mayor en ciertas
y alcionarios, hasta cifras de 1 a 2 en lamelibran- situaciones. Los moluscos de agua dulce tienen
quios, prosobranquios y braquiópodos 132. 179. La conchas particularmente poco calcificadas en las
relación Sr/Ca en el cuerpo de los organismos es aguas de países silíceos. En el mar, la solubilidad
mayor en verano que en invierno. Los organismos, del carbonato cálcico aumenta con la presión (vez
en general, discriminan contra el estroncio. En el y media a 2000 m) y con la mayor tensión de CO 2•
agua de mar la concentración de Sr es de 8 mg Los animales de gran profundidad comparados
kg- I , es decir, un 2 % en peso de la concentra- con los litorales suelen ser poco calcificados,
ción de calcio, lo que equivale a una relación ató- como, por ejemplo, el crustáceo decápodo Kaempl-
mica de 9,2 por mil, que se conserva aproximada- feria, y los caparazones calizos de foraminíferos y
mente en el aragonito precipitado del agua de otros animales se disuelven a partir de un nivel
mar, mientras que en la calcita precipitada se ob- denominado lisoC/ina, situado entre los 3800 y
serva la relación de 1,3. En la mayoría de organis- los 4200 m, según los casos. La solubilidad varía
mos dicha relación es entre 1 y 3 por mil. Sin según las cspecies. Las Hastigerina son más so-
embargo, los acantarios separan estroncio, que se lubles que las Turboratalia (foraminíferos). En
acumula en sus esqueletos en forma de sulfato cubetas menos profundas, pero más ricas en CO 2,
de estroncio. Además de los alcalinotérreos, los la disolución puede anticiparse; así ocurre en la
precipitados minerales engloban otros elementos ría de Vigo, sobre cuyo fondo casi los únicos
diversos: algunos pueden tener una función defi- foraminíferos vivos que se encuentran son de ca-
nida. Se ha sugerido que el esqueleto interno de parazones silíceos. Es notable la disolución dife-
los vertebrados ha podido tener significado tam- rencial que se observa a nivel de los fuertes
bién como precipitador y reserva de fósforo. gradientes del fondo: lns conchas muertas par-
Los carbonatos insolubles pueden atrapar y cialmente enterradas están más corroidas en los
precipitar diversos elementos. En las conchas de niveles donde la tensión del CO 2 es mayor.
los moluscos pterópodos el vehículo inmediato es La corrosión de los cnrbonatos precipitados por
el hidróxido o fosfato de hierro finamente dividi- organismos puede ser obra de otros seres, por
do 1830. El transporte hacia abajo así conseguido medios mecánicos o químicos (ataque con ácidos).
puede tener importancia en el ciclo de algunos Son muy numerosos los organismos que perforan
oligoelementos. conchas y caparazones o desgastan superficies
Las distintas formas mineralógicas de los car- calizas 27.
bonatos precipitados y las proporciones de los Las huellas dejadas por la corrosión y disolu-
distintos metales alcalinotérreos no s610 dependen ción son características de sus agentes: las delga-
de la identidad de los organismos que determinan das galerías de las Hyella y otras cianofíceas en-
la precipitación, sino también de circunstancias dolíticas, las cavidades características abiertas por
ambientales. Sería deseable poder usar la natura- la esponja Cliona, las perforaciones de las con-
leza de los precipitados como indicadores paleo- chas de lamelibranquios practicadas por los gas-
ecológicos, pero son pocos los indicios de fiar terópodos depredadores se identifican con facili-
sobre los que basar semejante utilización. Ade- dad y pueden servir para reconstrucciones paleo-
más su uso se complica por posibles transfor- ecológicas.
El medio liQuido 57
El ciclo del calcio no lie relaciooa IiOlamente sea grande. puede reponene en forma de CO,
con el sistema carbónico-carbonatos. sino tam- procedente de la reserva atmosférica; por otra
bién con el ciclo del azufre. En alguna agua parte el factor de concentración relativo al car-
ataluohalinas. de alta concentración de sulfatos. bono es el menos elevado. El carbono. por tanto,
especialmente cuando 50ft meromicticas. le o~ no suele ser Iimitante.
lierva un transporte de calcio que equivale a un El nitrógeno ocupa una posición intermedia.
transporte de energía de abajo arriba. Se ha des- Existe, ciertamente. una enorme reserva de nitró-
crito en el Mar Muerto y en algunos lagos norte- geno molecular. en forma de gas atmosférico y
americanos. En las aguas profundas. el sulfato se disuelto en el agua; pero esta reserva es sólo
reduce a sulfuro, por la acción de microorganis- asequible a un reducido número de seres, bacte-
mos como Desul/ol'ibrio aestuari;. Vibrio desul/u- rias y cianoffceas. y, de ordinario, queda fuera
ricans. utilizando energía de la materia orgánica. del ciclo.
que cede también el H necesario para la reacción El fósforo es el que ocupa una posición más
critica. porque no hay una reserva de fósforo com-
parable a la atmosférica en los casos del carbono
o del nitrógeno. Numerosos indicios atestiguan
El carbonato cálcico formado puede pasar a bi- que la concentración y el suministro de fósforo
carbonato y es mucho más móvil que el yeso. regulan, a fin de cuentas. la producción básica
disueho se difunde hacia aguas superficiales. en las aguas naturales.
donde. completando el ciclo. puede volver a pre- Las relaciones entre los tres elementos indica-
cipitar sulfato. Este proceso equivale a un trans- dos. C: N: p. en número de átomos. en el cuerpo
porte de energía. porque la oxidación del sulfhí· de los organismos es alrededor de 100: 14: 1. Estas
drico a azufre (que luego se acumula en forma mismas proporciones se han de conservar en las
coloidal en el interior de las células de ciertos distintas etapas de un ciclo cerrado. En un agua
organismos) se puede realizar. en presencia de profunda separada de la atmósfera por cierto
oxígeno molecular y más cerca de la superficie tiempo y en la que se haya descompuesto una
del agua, por bacterias quimiotróficas (Achroma- cantidad de materia orgánica. se encontrarán des-
tium. Beggiatoa, etc.) viaciones respecto al contenido inicial de dichos
La formación de sulfato cálcico. que es poco elementos que se explicarán por las proporciones
soluble. conslilUye un mecanismo fisiológico de indicadas. Así. por ejemplo, en agua profunda
descalcificación. Las desmidiáceas son algas, en del Atlántico. los enriquecimientos relativos son
general, calcífobas, y acumulan cristalitos de yeso de 105: 15: l. si se toma en cuenta el carbono del
cn sus grandes vacuolos terminales. El número de COz. 105 compuestos inorgánicos (no el gas)
cristalitos guarda relación con el contenido en de nitrógeno y los compuestos inorgánicos de fós-
calcio del medio 7 y, por tanto, no tiene el interés foro, La «mineralización. de dichos elementos,
taxonómico que algunas veces se le ha atribuido. en las proporciones atómicas indicadas. representa
una oxidación, con un consumo de 276 at de
oxígeno. La relación entre el decremento de oxí-
NITROGENO y fOSfORO geno y el incremento de fósforo: 40/4P = -276
es aceptable en la interpretación de cambios ob-
Nitrógeno. Se puede comparar' la concentra- servados en muchas situaciones.
ción de los distintos elementos en el medio (por Las desviaciones de estas proporciones nos po-
ejemplo, en el mar, según la tabla 2-4) y la nen sobre la pista de fenómenos interesantes, que
composición relativa del cuerpo de los organis- pueden ser limitantes en los ciclos biológicos de
mos que viven en aquel medio. y luego calcular producción. Ya vimos que el contacto agua/at-
un cociente entre cada par de valores. que se mósfera representa una posibilidad de pérdida
puede considerar como un factor de concentración excesiva de oxígeno para el agua, cuando hay
relativo. La concentración del H. del O. del CI. una productividad muy intensa en aguas super-
en el cuerpo de los organismos. no es mayor que ficiales, con el agotamiento de oxígeno en las
sus respectivas concentraciones en el exterior; en capas profundas de los lagos eutróficos al final
comparación con los elementos mencionados. la de la temporada, lo cual destruye la armonía del
acumulación relativa de C. N y P en 105 seres ciclo (pág. 39). Igualmente, la desnitrificación
vivos es muy grande. Así pues. estos elementos, por parte de microorganismos hace pasar nitró-
limitan el desarrollo de la vida y. a su vez, 105 geno de los compuestos inorgánicos a la forma
organismos regulan efectivamente la concentra· gaseosa; esto ocurre en aguas profundas marinas,
ción de aquellos elementos que. por tanto, figuran como en la fosa de Cariaco (Venezuela), y tam-
entre los de proporcionalidad variable. bién en lagunas litorales cuando sobra aparente-
En el caso del carbono. aunque el consumo mente nitrógeno por haber precipitado parte del
68 El medio
fosfato. Para que el equilibrio vuelva a restable- cianofíceas planctónicas fijadoras de nitrógeno
cerse tiene que intervenir nitrificación orgánica y, son muy frecuentes en las aguas dulces; pero
en dichas condiciones, los organismos que la pue- rarísimas en el mar. Quizá por esto el nitrógeno
den llevar a cabo tienen ventaja. es con mucha frecuencia factor Iimitante en el
El nitrógeno se encuentra en el agua en tres medio marino. Una de las formas de ensayarlo
formas: gas disuelto, combinaciones inorgánicas es por medio de experiencias de enriquecimiento,
y combinaciones orgánicas. La fijación de nitró- en las que muestras de agua con su plancton ori-
geno molecular por bacterias y cianofíceas tiene ginal se enriquecen con distintos elementos y se
importancia en el agua y en el suelo. Ambos observa el crecimiento a que dan lugar. En estas
grupos de organismos se encuentran bien repre- condiciones, en muestras de agua del centro de
sentados en las aguas continentales y en las mari- los grandes océanos, así como también muestras
nas. Las bacterias fijadoras pueden tener mayor de verano del Mediterráneo, aparece una prolife-
importancia en las aguas dulces que en las mari- ración de las algas planctónicas después de añadir
nas, y en medios con poco oxígeno. Es posible nitratos, indicando que el fósforo no era realmente
que existan diferencias comparables a las que se el elemento que mantenía la producción a un nivel
manifiestan en los suelos, en los cuales en ambien- muy bajo, sino el nitrógeno.
tes más cálidos y pobres en calcio predomina Bei- El nitrógeno inorgánico no gaseoso se halla
jerinckia; en regiones templadas, Azotobacter y en forma de nitratos, nitritos y amonio. La rela-
las cianofíceas pueden alcanzar una importancia ción de actividades entre iones amonio y amoníaco
relativamente mayor en aguas y suelos fríos. no disociado es de aNH 4 + /aNH 4 0H = 2,98 X
La fijación de nitrógeno en el lago Windermere 1O(9-pH) lo cual significa que solamente a pH de 9
(Inglaterra) se estima en 10 Tm N por año y más puede haber concentraciones importantes
(670 mg N m- 2 año- I ), según Fogg y Horne. de amoníaco. En condiciones normales la fracción
Se ha dicho que la fijación de nitrógeno por las de amonio no ionizado es muy pequeña.
cianofíceas contribuye a la fertilidad de los arro- Las proporciones entre las tres formas de nitró-
zales y, en países asiáticos, se ha estimulado intro- geno combinado inorgánico se comprenden hacien-
duciendo en los arrozales cultivos de cianofíceas do un experimento muy simple, que consiste en
sobre escorias volcánicas. En las cianofíceas (Alta- dejar descomponer plancton en agua (fig. 2-31)
baena, Nostoc, Cylindrospermum, Tolypothrix, Y analizar en tiempos sucesivos los iones amonio,
Calothrix), los heterocistes han sido interpretados nitrato y nitrito. La formación de amonio se debe
como órganos de asimilación del nitrógeno; en a fermentos proteolíticos bacterianos o animales,
ellos existen nitrogenasas y se ha comprobado principalmente. Estos fermentos no se liberan o no
la transferencia del nitrógeno asimilado de los actúan tan fácilmente en el medio como las fosfa-
heterocistes a células vecinas; éstas, a su vez, tasas, de manera que el retorno a la forma inorgá-
ceden compuestos de carbono a los heterocistes, nica del nitrógeno, es decir, su mineralización,
a través de los plasmodesmos 171. Pero no está es más lenta que la del fósforo. Esta característica
fuera de duda que las formas sin heterocistes, se refleja en sus respectivos perfiles verticales de
como Oscil/atoria, no puedan fijar nitrógeno. Las distribución en las aguas naturales. En el caso
MESES
Figure 2-31 Aparicidn sucesiva de distintas formas de nitrdgeno combinado (el amonio
expresado como amonIaco. NH 3 ). por descomposicidn del plancton en un acuario mante-
nido por largos perlados a la oscuridad. (Según T. van Srand. N. W. Rakestraw y
C. E. Renn. 7939. Biol. BuIL. 77:285-296.)
El medio liquido 59
\.
...... --
..... ....
10 16 20 2& NO•. Si
2 3 . 6 P. NO•• NH.
Flgur. 2·32 Di.ttibuci6n .,enic.1 de .ilicio (.ilicelo). f6,foro (fo,felo) l' n¡tr6l/eno
(nilrelo, nilrilo l' emonio) en une e,'eci6n del Alllnlico orien'e/,¡'uede e 22 °N 18 °W.
en el/o.,o de '977. Profundidede.. en melro.. e le izquierdeo Se u.en do, diferenle,
e,ce/e. pere ellpre.er le. concentrecione, de lo, di"in,o, e/emenlo,.
10 El medio
senta notable interés. En las aguas marinas mode- fato reactivo), o bien después de mineralizar con
radamente o bien estratificadas, aparte del máximo un ácido el fosfato orgánico que pudiera estar
principal o profundo de nitritos, se suele encon- presente (fósforo total).
trar un máximo secundario de N0 2 - no tan lejos El fósforo ha de proceder de la disgregación y
de la superficie, justamente donde la luz decae lavado de las rocas que lo contienen. A su vez,
rápidamente y donde existe una reserva relativa- parte del fósforo que interviene en el ciclo orgá-
mente importante de nitratos. Este máximo no nico queda inmovilizado en los sedimentos, en
corresponde a un mínimo de oxígeno y verosí- parte como fosfato cálcico o como fosfato fé-
milmente se debe a la reducción de nitrato por rrico. Si el pH aumenta por la fotosíntesis, una
fitoplancton en trance de sedimentación, reduc- fracción considerable de fosfato precipita con
ción que no va más allá, pues sostener el siguiente el CaCO). El fosfato férrico (FeP0 4 • 2H 20,
paso de nitrito a amonio requiere una energía strengita) se produce al oxidarse el ion ferro-
que sólo puede ser proporcionada por la fotosín- so que aparece en solución en condiciones de
tesis, no posible ya a este nivel. baja tensión de oxígeno. Si el sedimento vuelve
La cantidad total de compuestos inorgánicos de a estar en condiciones de reducción, puede libe-
nitrógeno en las aguas naturales varía entre lími- rarse de nuevo fósforo; en los fangos con sulfhí-
tes amplios: en las aguas marinas suele ser entre drico, la formación de sulfuros de hierro acom-
10 mg y 150 mg N m- 3 (0,6 a 10 IJ.g-at N 1- 1; paña a una solubilización de parte del fosfato.
un IJ.g-at 1- 1 es igual a 14 (peso atómico del N) Pero, generalmente, con todos estos cambios una
11g de N por Iilro, o 14 mg por m 3 ); en las aguas fracción del (l,.. roro queda inmovilizado de ma-
dulces ordinariamente es aún mayor, frecuente- nera irreversible en el sedimento.
mente alrededor de 300 mg N m- 3 y en las aguas También se pierde nitrógeno en el sedimento,
residuales todavía es más alto. La concentración en forma húmica, y de manera más importante
que corresponde a la mitad de la velocidad máxi- en las aguas ácidas. que es donde hace más falta
ma de asimilación por los vegetales del plancton por la escasez de fijadores de nitrógeno en ellas.
se estima en 0,5 a 1 IJ.g-at N 1- 1 para poblaciones No existe una correspondencia entre la inmovili-
de las áreas pobres del centro del Atlántico y zación del nitrógeno y la del fósforo y la de este
entre 2 y 5 11g-at N 1- 1 en poblaciones de aguas último elemento puede ser más importante para
costeras o de áreas más ricas. El compuesto más el ciclo general.
abundan le es el nitrato y el menos abundante el El lago eulrófico funciona como una trampa
nilrito. El agua del Mississipí contiene, por metro de fósforo en su sedimento, lo cual, desde el
cúbico, las siguientes cantidades de nitrógeno: punto de vista humano no es malo. porque reduce
200 mg en forma de nitrato, 5 mg en forma de la fertilidad de los emisarios, con disminución dcl
nitrito, 20 mg en forma amónica y 350 mg en riesgo de poluciones secundarias, que en otro caso
forma orgánica 156. En el mar son comunes rela- podrían ser más frecuentes, por ejemplo, en em-
ciones parecidas. balses. Precisamente, la eliminación del fósforo
mineralizado en un agua depurada, que se prac-
fósforo. Respecto al fósforo vale buena parte tica muy efectivamente con cloruro férrico 178 es
de lo dicho con respecto al nitrógeno 81,113. Pero un tratamiento que nunca debiera descuidarse en
su estudio es más sencillo: el ciclo ha de cerrarse previsión de ulteriores proliferaciones de orga-
con el agua y los sedimentos y no hay intercam- nismos.
bio con la atmósfera. Existe un isótopo radiac- En el mar, bajo los centros de gran producción,
tivo del fósforo, el 32p, que se ha utilizado en la con gran aporte de fósforo y baja tensión de
investigación del ciclo del fósforo en lagos 31. 82. oxígeno, así como a pH también relativamente
En los organismos, el fósforo está en forma de bajo (algo menos de 8) se depositan nódulos de
ésteres fosfóricos y la separación del fosfato des- fosforita, de fórmula general Ca lO (P0 4 , C0 3 )6
pués de la muerte es muy rápida y uniforme. La F2 _ l l83.
determinación analítica de la concentración de Todos estos fenómenos son casos particulares
fosfato reactivo en las aguas es mucho más fácil de una regularidad más general: los sistemas de
que la determinación de los compuestos de nitró- alta productividad son menos eficientes y una
geno, aunque debe atenderse a la posible interfe- de las manifestaciones de su ineficiencia relativa
rencia del arsénico. Dicha determinación se basa es la inmovilización temporal o permanente de
en la producción de un color azul (azul de molib- una parte de sus recursos fuera de los organismos,
deno) en molibdato acidificado, en presencia de en este caso en los sedimentos, lo cual puede ser
un reductor. La intensidad del color producido causa de un retardo en el ciclo. La adición de
depende de la concentración de iones fosfato superfosfato se ha usado para aumentar la ferti-
presentes. El análisis se puede hacer con la mues- lidad de bahías y lagos, como primera etapa de
tra de agua sin tratar, o simplemente filtrada (fos- experiencias de acuicultura. Aunque los resultados
El medio liquido 61
DI poIiti\'Ol. DO . . dundcroI. porque el ddo faro le -....roala ca el cu.po ele 101 orpm-.
le rqu1a ca fUDCióa del oompIc¡o de ~ u.. de ... cliferendM . . . ImporWltel _tre 101
Y paru del fóaforo aúdido le pierde ~ lIIU'aY101 1..,. ea que. ca equ61Iol. la 6rMI ele
menlC ca b -simc:ntol. El ......10 de fertilidad 1Dinermiuci6n pueden no oolncldir COIl 181 , ...
le tendría que c:onquir por proc:edimiaalOl iDdi- de aimileci6n mú in..... en vinud de 101 movl·
rcctoi. KeIerancSo d ciclo .2. mienlOl horUontalea del qua. mientru que en
El enlace entre d ácido foúórioo y la 11& 101 Iap todo el ciclo Be cumple aprodllUldamente
lkulu or¡'niui K cucata entre 101 mil f6cil· ea la miama vertical. En 101 1.... 181 "andel
mente hidroliubla. Las fOÚaLuu I0I'l ubicuu y nuctuacionea del contenido en foarato IOn fre-
actúan en variada c.ondicioncl. dentro y fuera cuentemente la conlClCUencia de la IOlubllludón
de 101 OI'JanilmOl. en el tubo dilCSlivo de 101 aRi· de foarato contenido en el lCdimento del fondo;
maln. en IUI e&crementOl y huta en el medio m. la liberación del fÓlforo contenido en 101 0.5 cm
de modo que la liberación de fOlfato. a partir de aupcriicialca de aedimento. en el cuno de una
la malma 01'J"'ica muerta. ea npidrlima. La lCmana (Línlley Pond ..). puede tener efectol muy
maleria OI'Jánica IOluble que c:cden la a"u con- maradOi IObre el dcaarrollo del f1toplancton. 51·
liene fOlfalo en canlidad notable. que le lepara tuacionea potencialmente an'lo.al le pueden en·
pronlo en elta forma. El etludio de la excreción contrar en 'real marinal. cuando la IOlubllluclón
de elcmcnl'" por pane de 101 animalel tiene ¡ran del fólforo contenido en 101 lCdimentol el capaz
imponanóa para entender 101 ciclOl de produc- de aumentar grandemente la concentración de fa.·
ción. Se comprende que la dillribución vertical fato di.uelto en el qua.
de fOlfalo inorgánico en el agua tenaa un Nlli· El UIO de fólforo radiactivo permite una eltlma
mo (fig. 2·12) liluado por encima de aquel nivel cuantitativa de la velocidad de ciclo de elte ele-
en que K libera la mayor canlidad de nitróleno. mento. En pcqUeflOI lagoa le han medido tlempol
El f",falo inorpnico ellá en IU mayor parle en de renovación o de ciclo total de ti a 17 dlu en el
forma de onofolfalo (HIPO.' • y principalmente agua y de unal diez VCCCl m'l en el Icdlmento 12.
HPO.·). La naturalcu de la fracción orpnica El fÓlforo el un factor limltante principal. del
que conliene fOlfalo el poco conocida; nilten cual lal m'l Vecel dependen la. poblaclone. de
numerosol productOl de deacompoaición. como ol'JanilmOl acu'tiCOl. A trav~. del fólforo e. po-
alelli~a la cromalograna. Pero por la f'eil hidró- lible regularlal. En general la productividad de un
h,il de 101 éllerel fodóricOl. la fracción que agua guarda relación con .u concentr.clón en
repreKnla la pane orgánica e, 1610 del orden del fOlfato. o con IU enriquecimiento periódico en
2 al 20 e", del total. bien diferentemente del cuo fOlfato. Un gráfico que rcprelenta la correlación
del nilró~eno. en que la fracción orgánica lUele poaitiva elliltente entre la concentración de fOlfa-
luperar a la inorgánica. to en el agua y la abundancia de erial de pecel
En lal agual dulcel muy pura. de lagOl 'eidOl m'l tarde. en lal COItal inglelal. le ha difundido
y lurbera. y en marca muy pobrca. como el Me- en cali todOI 101 librol de ecología. Sin embargo.
dilerráneo. IIC hallan concentracioocl de 0.5 a no IIC puede decir que la correlación lea .Iempre
5 mg P m') (IIC prefiere la ellpreaión en ~-at 1- 1• politiva. porque a Vecel hay poco fOlfato por
que IICrfa de 0.017 a 0.17 en el calO indicado). haber lido COnlumido y haber dado oriJCl1 a
En las COIta atlántic:u el de O; a 0.7 ~-at 1- 1; plancton abundante. y otra. Vecel hay poco planc-
en lagOl y marel fénilel. hasta 1,6 I1g-at 1- 1• Lu ton como conteeuencia de la limitación de fOf-
cifral indicadal le refieren a la zona iluminada. fato. Lal correlacionel. por tanto. no .Iempre le
productiva. Si IIC incluyen en el cálculo del pro- pueden eltablecer entre concentraciones••Ino que
medio lal agua profunda•• Redfield m calima el el mucho mál lignificativo buacarlal entre proce-
contenido medio de 101 océanOl mundiales en 101: por ejemplo. entre ablOreión de fOlfato '1
2.J-2.5 I1g-at 1- 1• EaLal cifru C1Ün lejOl de ICI' crecimiento del planc:ton.
las mismas en todas partes y en el Mediterráneo La concentración de 101 nutrientea tú. Impor-
IOn una diez VCCCl inferiores. tantea Y limitantea. el fÓlforo y el nitt'ÓlCDO.
Las zonas de gran fertilidad marina lOIl aque- influye primordialmente IObre 101 productora
llas en que agua rica en fOlfato uciendc a capu primariOl (P'I.....9). La concentración de dichOl
iluminadas. Un afloramiento moderado puede lle- nutrientea determina la dÍJtribución o la abundan-
var a la IUpeñicie unos 200 lIlI de P por m 2 y día cia de una o de otru ClpeCÍCI, porque ciertu
(COILaI de Venezuela; mayor en otra área). ea- ClpeCiea 1610 proIperan bajo c:oncentracionea muy
paz de sostener una producción primaria de 20 g
de carbono por mI y día. que 1610 en parte le
"tu. como li no pudieraa regular la concentr.
ción de dichol elemental en el interior de la úlu-
realiza. En la aguas pobreI. la conceotraclÓD de la: eatal organúmoI abIorben r'pidamente el
fosfato en el agua puede bajar a niveles DO detcc- fÓlforo del medio. pero lo ceden tambiál con
tablea y entoncel la mayor parte del ciclo del fÓl- mucha facilid8d IÍ Be . . . . . a un medio mu'l
IZ B m«Iio
pobre. Son las Asterionel1a, por ejemplo, así como r=:::::::;;;;;;;;;;;;;::====~~~;;;::::¡_O,1
1.4
otras diatomeas incapaces de mantenerse en un
agua con poco fosfato. Muchas otras especies, por
el contrario, viven, aunque creciendo lentamente,
en agua con bajas concentraciones de nutrientes.
porque su fisiología es capaz de asegurar la
retención de una cantidad suficiente de dichos
elementos dentro de las células. Los Ceratium y
numerosas dinoflageladas, así como posiblemente
algunas diatomeas. como son las Rhizosolenia,
se encuentran en este último caso.
OTROS ELEMENTOS
CUYA CONCENTRACIO"N
ESTA MUY INFLUIDA
POR LOS ORGANISMOS
Silicio
0,4 0,1
En el agua. el silicio se halla en formas distin-
tas y posiblemente existe un tránsito gradual en- Figura 2-33 Modelo simplificado del estado de
equilibrio en el ciclo del fósforo en un lago
tre partículas minerales muy finas. sílice coloidal. tlpico. Las cifras en el interior de los rectángulos
silicatos complejos y ortosilicato en verdadera y cIrculas, representan la cantidad de fósforo en
solución. El contenido de silicato soluble depende dicho compartimento (en solución, bacterias,
principalmente del pH. La sílice amorfa Si0 2 for- detritos, etc.) expresada en mg de fósforo por m 3 •
Las cifras junto a las flechas que unen los
ma soluciones estables de H 4Si0 4 • A pH relativa- compartimentos expresan el flujo en mg por m 3
mente bajos. como en la mayoría de los lagos, el y dla. La tasa de renovación es considerable-
ácido silícico no disociado será la forma más mente alta. El 20 % del fósforo ingresado se
abundante; en condiciones ligeramente alcalinas pierde en forma insoluble en el sedimento.
(Según W. Stumm y J. O. Leckie, 1971. Proceed.
hay una mayor proporción de HSiO] -. mientras 5th Int. Water Pollution Res. Cont., San Francis-
que el SiO] ~ sólo se encuentra en cantidades co, 3(26):1-16. Pergamon Press.)
apreciables bajo una alcalinidad extremada. Esta
situación recuerda a 10 que ocurre con el sistema
carbónico-carbonatos. Lo mismo que en aquel
caso. las aguas muy alcalinas pueden tener en del agua. Puede encontrarse un vestigio de la
solución una reserva mayor del elemento del importancia del silicio en época remota en su
anión. aquí de silicio. En lagos alcalinos sódicos. predominio en los esqueletos de grupos filogené-
en Oregón 88. de pH superior a 10. se pueden ticamente muy antiguos: radiolarios, esponjas. et-
tener contenidos de Si de 2.7 g 1- 1 (100 mg-at 1- 1). cétera. y en el hecho de que el silicio es actual-
Pero el contenido de silicio en las aguas natu- mente necesario para la calcificación (hueso). Sin
rales suele ser más bajo. entre 1 y 10 mg 1- 1 en embargo. el auge en el fitoplancton de organismos
las aguas dulces. con grandes diferencias regio- que depositan sílice (silicoflageladas, diatomeas)
nales. y de 2 a 4 mg 1- 1 en las aguas marinas. fue muy posterior y no se manifiesta plenamente
pudiendo bajar a 0.05-0.5 mg 1- 1 en las aguas hasta el terciario.
superficiales. principalmente como consecuencia Las diatomeas son los organismos que más in-
de su fijación por las diatomeas. Todos estos fluyen en el ciclo del silicio. La fijación de silicio
valores se encuentran por debajo de los de satu- va ligada a la respiración y parece que intervie-
ración, que a pH de 8 son entre 25 y 50 mg Si 1- 1 nen grupos sulfhidrilo; por 10 menos existen co-
(1 y 2 mg-at 1- 1). dependiendo de la temperatura. nexiones importantes entre el ciclo del silicio y
El sistema silícico-silicatos constituye un sistema el del azufre. Las diatomeas tienen sus membra-
amortiguador paralelo al formado por el carbóni- nas formadas por una matriz orgánica, con pec-
co-carbonatos. Aunque hoy en día es dudoso que tinas y rica en aminoácidos relacionados con la
tenga tanta importancia como el segundo 58, 165, hidroxilisina. fuertemente incrustada de sílice hi-
no cabe duda que en épocas pasadas de la his- dratada 101. La cantidad del depósito. o sea, la
toria de la Tierra. con otras condiciones de equi- robustez de los frústulos (nombre que se da a la
librio del CO 2 • pudo tener una misión funda- membrana mineralizada). depende mucho del
mental como amortiguador y regulador del pH silicio disponible. La presencia de óxido de ger-
El medio liquido 63
menos silicio, y como esta reducción puede afec-
tar a la espinulación de las espículas, que se bo-
rra en especies que normalmente tienen espículas
rugosas, la variación puede dar lugar a dificulta·
des taxonómicas. En Spongilla lacustris las espío
culas dérmicas son microspinuladas en agua con
1,5 mg Si 1- 1, pero se vuelven lisas en agua que
contenga menos de 0,2 mg Si 1- 186 • El desarrollo
masivo de diatomeas en los lagos y en el mar
rebaja rápidamente la concentración de silicio
en el agua. En el mar, en una temporada de desa·
rrollo de fitoplancton se pueden separar hasta
100 mg Si m- 3 en los 30 m de espesor de la zona
fótica superficial, yen lagos de agua dulce se dan
cifras hasta 7 veces superiores 45.
El silicio retenido en las membranas de las dia·
tomeas y otros organismos puede pasar al sedi-
mento, de manera irreversible, cuando se acumu-
lan diatomitas y radiolaritas. La presencia de
sedimentos de este tipo indica un complejo de con·
diciones especialmente favorables, como son pH
bajo, poco oxígeno y baja concentración de calcio.
En las otras situaciones, las membranas silicifi-
cadas de las diatomeas se corroen y disuelven con
Figura 2-34 Dos células de la diatomea
Corethron criophilum. ambas procedentes de los rapidez. Recuérdese que el agua está subsaturada
mares antárticos. pero con grado muy diverso de de sílice. La película orgánica que rodea por fuera
silicificaci6n. Esta es mucho mayor en la célula a las membranas y satura las valencias residuales
de la izquierda. en la que solo se ha dibujado de la sílice tetraédrica, probablemente es neceo
la base de los apéndices. (Según N. J. Hendey,
1937, Discovery Reports. 16:151-364. Cambridge saria para su conservación. El paso por el tubo
Univ. Press.) digestivo de los animales, con la consiguiente
fractura de los frústulos y digestión de la materia
orgánica acelera la corrosión de los frústulos.
Parece que si las membranas silicificadas consi-
manio en concentraciones superiores a 1,5 mg 1- 1 guen acumularse por un tiempo en los sedimentos,
impide la asimilación del silicio 102. Las diato- la sílice experimenta ciertos cambios estructurales
meas, o por lo menos muchas especies de dia· que disminuyen la facilidad ulterior de disolución.
torneas, pueden seguir multiplicándose en medios Mientras que en algunas diatomeas de rápido cre-
con muy poco silicio; en este caso sus membra· cimiento las membranas se disuelven como si se
nas resultan blandas y deformables. Sin embargo, tratase de gel de sílice; en diatomitas, ciertas dia-
por lo menos algunas diatomeas no pueden sobre- tomeas y en esponjas, el material silíceo se com-
vivir por debajo de ciertas concentraciones de porta como ópalo 90. Las diatomeas de membra·
silicio. El crecimiento de Melosira italica se frena nas poco silicificadas, como las planctónicas, se
por debajo de 0,4 mg Si 1- 1, Y el de Asterionella destruyen mucho antes que las de membrana
y Tabellaria, de membranas algo más delicadas, gruesa, aunque las cubiertas de las células resis-
a concentraciones de 0,25 mg Si 1- 1• Melosira tentes de aquéllas (hipnocistes de Chaetoceros)
granulata requiere concentraciones más altas, de perduran bien. Las membranas de algunas dia·
3 a 11 mg Si 1- 1• En el mar se comprende que las tomeas de apariencia delicada (Ethmoidiscus)
mayores concentraciones de diatomeas (y silico- tienen resistencia como de ópalo. El resultado es
flageladas) aparezcan asociadas a aguas de recien· que las formas de membranas más resistentes
te afloramiento, ricas todavía en sílice. La variabi· (Melosira del subgénero Paralia, por ejemplo)
lidad dentro de una especie se pone de manifiesto están relativamente sobrerrepresentadas en los
comparando los Corethron (fig. 2·34) antárticos, sedimentos.
crecidos en aguas muy cargadas de sílice, con las Otras algas (por ejemplo Pediastrum) se con-
formas de la misma especie que pueblan las aguas servan también en los sedimentos gracias a cierta
superficiales del Atlántico templado y aún del silicificación de la membrana, menor, en todo
Mediterráneo. Lo mismo vale para otros organis· caso, que la de las diatomeas. También contienen
mos: las esponjas de agua dulce tienen las espío algo de sfiice las loricas de varios ciliados planc-
culas del esqueleto más reducidas en aguas con tónicos del grupo de los tintínidos.
84 El medio
Un posible cambio en la importancia relativa suelto está, en su mayor proporci6n, en forma de
de los carbonatos y de los silicatos pudo tener con· ion ferroso. El bicarbonato ferroso disuelto es
secuencias paleoecol6gicas; pero desde el punto estable a un pH de 7, si el contenido de oxígeno
de vista de la historia de la vida la deposici6n es inferior a 0,5 mg 1- 1• Cuando el contenido
de esqueletos silíceos o calizos parece a veces de oxígeno es más elevado, precipita hidr6xido
cuesti6n resuelta diversamente dentro de un mis- férrico; a un pH bajo esta precipitaci6n es muy
mo grupo, con el oportunismo característico de lenta. Por esta razón, la forma ferrosa se halla
la vida. Hay esponjas calizas y otras silíceas; las en cantidad apreciable solamente en las aguas
cocolitoforáceas, que son los organismos que con- ácidas y poco oxigenadas: sea en turberas, sea en
tribuyen más intensamente a los dep6sitos calizos aguas profundas an6xicas; en estas condiciones
muy finos, se hallan estrechamente emparentadas se pueden hallar de 100 a 20000 mg Fe m3, o
con otras crisofíceas que producen piezas esquelé- sea, de 2 a 400 IJ.g-at Fe 1- t. En las aguas neutras
ticas silíceas; entre los foraminíferos, junto a una o alcalinas, normalmente hay menos de 10 IJ.g-at
mayoría de formas de caparazón calizo, se en- Fe 1- J. En el agua de mar en equilibrio, te6rica-
cuentran algunas formas silíceas (Silicotextulina. mente el hierro no puede superar concentraciones
por ejemplo) y, dentro del grupo de las tecame- del orden de una fracci6n de millonésima de mili-
bas, se encuentran organismos muy pr6ximos (del gramo por m3, porque el hierro en forma férrica,
grupo de las Quadrulella). unos con caparaz6n que es como ha de encontrarse en el mar, es muy
silíceo y otros con caparazón calizo. poco soluble.
El equilibrio entre el hierro ferroso (Fe++) y
el férrico (Fe+++) depende del potencial de reduc-
Hierro y manganeso ción y oxidaci6n, o potencial redox, El" que es
una medida de la capacidad de un sistema quí-
El hierro tiene particular interés para nosotros mico para oxidar a otro y se suele expresar en
por tres razones: es necesario a los organismos y voltios y en relación con el electrodo de hidr6·
se halla en débil concentraci6n en el agua, su geno. El potencial redox se relaciona con el pH Y
ciclo y su acumulaci6n son indicadores de pro- con el contenido de oxígeno. Para la temperatura
piedades interesantes de la respectiva masa de de 18°C se acepta: El, = 1,234 - 0,058 pH +
agua, y nos facilita la introducci6n del concepto 0,0145 loglo Po. fórmula en la que Po representa la
de potencial de reducci6n y oxidaci6n. presión parcial del oxígeno expresada en atm6s-
El hierro se puede encontrar en forma ferrosa y feras. Si el oxígeno está en equilibrio con el
en forma férrica. El hierro verdaderamente di· atmosférico y el pH es de 7, el valor de El' está
HEMATITES
L1MONITA
OXIDOS DE Mn
pH -
66 El medio
ción de hierro es mayor en los lagos eutróficos;
il : :: : ~: I
al precipitar el hierro secuestra fósforo reducien-
do las posibilidades de producción del agua. Al
final del verano, para la reducción del hierro no
basta con que baje la tensión de oxígeno, sino que
es precisa la presencia de SH 2 o de materia orgá-
nica.
También en el mar se observan en ocasiones
capas próximas al fondo turbias por la presencia f.llSlS (f'l s.t Oc No..- Dc
68 El medio
fáciles o controlables y muchos datos antiguos
carecen de valor.
El cobre se encuentra en forma iónica; su con-
centración normal en el agua de mar es de
3 mg m- 3 (O,OS IJ.g-at 1- 1), y en aguas costeras
algo superior (S a 20 mg m- 3). Se supone que
está quelado y es inofensivo, porque el cobre ióni-
co a concentraciones de 1-2 mg m- 3 ya inhibe el
crecimiento de algas 168. El cobre se encuentra en
los pigmentos respiratorios de moluscos y crustá-
ceos (ordinariamente entre 2 y 20 mg Cu por
100 mI de sangre). Se ha dicho que las larvas ve-
Iiger de las ostras, para fijarse, necesitan una con-
centración de cobre en el agua que es varias veces
superior al contenido del agua oceánica, pero que
suele quedar comprendida entre los límites de las
aguas costeras 145. Algunos organismos acumulan
cobre con facilidad, por ejemplo, ciertas plantas
terrestres (Ledum palustre 118) y los lamelibran-
quios. Crassostrea angulata. la ostra portuguesa,
donde recibe la influencia de las aguas de los
ríos Tinto y Guadalquivir, de alto contenido Cú'
prico como consecuencia de las explotaciones mi-
neras en las cuencas de sus afluentes, concentra
200 mg y aún más de cobre por 100 g de peso
seco 46; pero puede perderlo con facilidad: medio
año de permanencia en agua de concentración
normal lo reduce a su cuarta parte. La acumula-
ción de cobre por los lamelibranquios puede hacer
que estos animales sean tóxicos, si se destinan al
consumo.
Figure 2-38 Crisoflcees de egue dulce que El cobre, en general, se comporta como un
precipiten hebituelmente compuestos de hierro. tóxico y en este sentido ha sido usado por el hom-
A, Kremsstochrysis pendens, orgenismo del bre para combatir organismos indeseables. Un
neuston que deposite hierro en une delgede
pellcule orglmice que se extiende en le superficie
hilo de cobre evita que Urosalpinx y otros gaste-
del egue. B, AnthophYS8 vegetans, que deposite rópodos depredadores de las ostras atraviesen
compuestos de hierro en los pedúnculos. En hasta donde están los lamelibranquios 62. El cobre
embes especies, les c~/ules miden unes 10lLm se usa en las pinturas empleadas para evitar la
de di~metro. (Según Pescher y Bourrelly,
en P. Bourrelly, Les elgues d'esu douce, 3 vols.. adherencia de organismos a los cascos de las
Boub~e. Perís. 1966-1970.) embarcaciones: se preparan de manera que el
cobre vaya pasando lentamente al agua a razón
de 0,01-0,012 mg Cu cm- 2 día-l. El sulfato de
cobre se ha usado para combatir proliferaciones
Otrol elementol de algas en piscinas y otros depósitos; pero a pH
de 8 y más el cobre precipita antes de llegar
Muchos elementos, además de los considerados, a concentraciones efectivas, de manera que para
actúan como factores importantes en la regulación aguas alcalinas es mejor utilizar compuestos clo-
de las poblaciones acuáticas. A veces se ha que· rados con el fin de inhibir el desarrollo de los
rido deducir la necesidad de determinados oligo- organismos, o bien utilizar el cobre con algún
elementos a partir de su hallazgo en la composi- quelador apropiado. Pero la relación no es tan
ción del cuerpo de los organismos; pero, en simple, pues el pH bajo del agua determina que
realidad, se pueden encontrar allí como impure· la concentración de Cu no aumente tanto en las
zas, sin que sean necesarios. La investigación ha proximidades de la membrana de las algas como
de hacerse a base de cultivos en medios de com- en otros casos y, por lo menos en Chlorel/a.
posición controlada, de los que se suprimen a hace falta 10 veces más cobre a pH S para
voluntad unos u otros elementos. Sin embargo, la producir la misma inhibición que a pH 8 168 •
limpieza de las vasijas, la purificación de los reac- Una concentración de 60 mg Cu m- 3 es eficaz
tivos y los métodos de análisis no siempre son contra Microcystis 159, Chlorel/a resiste más, y
El medio liquido ••
también la clorofícea Pediastrum. En el lago de les. En el mar se contienen en mayor variedad
Orta, en el norte de Italia, las consecuencias y a mayores concentraciones que en las aguas
de un gran aporte de cobre (se estima que dulces. Las concentraciones son generalmente
ha recibido en total más de 20 g Cu m- 2) han mayores en el Pacífico que en el Atlántico, aunque
sido la disminución de las diatomeas y la proli- ello no ha podido relacionarse con la distribución
feración de la cianofícea Lyngbya. quedando per- de determinados tipos de organismos. Las aguas
turbado todo el ciclo del nitrógeno en el lago 182. dulces, especialmente ciertos tipos de ellas, son
El arsénico parece ser necesario para el desa- particularmente deficientes. Una forma de polu-
rrollo de las algas. Algunos animales, como la ción industrial y química consiste en la aportación
medusa Cyanea y, especialmente. diversos lameli- de metales (Cu, Fe, Zn, As, Mn, Pb, Hg, Cd),
branquios, lo concentran en notable cantidad en que pueden encontrarse asociados en desagües
sus tejidos. En lagos se pueden encontrar concen- ácidos de las fábricas. Bajo su influjo la vida se
traciones de 10-100 mg 1- 1, superiores a las del empobrece y sólo persisten organismos particu-
mar. larmente resistentes, como diversas diatomeas,
El selenio ha llamado frecuentemente la aten- euglenales y clorofíceas. Recientemente se ha pres-
ción en relación con los ecosistemas terrestres, tado particular atención a varios elementos usados
donde existen plantas que lo acumulan, con posi- cn la industria, o como plaguicidas, que llegan
bles efectos tóxicos posteriores sobre los animales a alcanzar concentraciones peligrosas en el cuerpo
que se alimentan de ellas. El análisis y distribu- de los organismos (mercurio, cadmio, plomo).
ción de algunas especies vegetales es un medio
de prospección del selenio. En ecología acuática
no se conocen hechos comparables. MATERIA ORGANICA
Los pigmentos de la sangre de las ascidias con- EN PARTfcULAS y DISUELTA
tienen vanadio; el cuerpo de algunas holoturias
y nudibranquios contiene también proporciones Materia en suspensión
relativamente elevadas de dicho metal. Puesto que
el agua de mar contiene 2 mg V m- 3, la acumu- En las aguas naturales existe una amplia gama
lación de dicho elemento no representa un trabajo de material en suspensión. Filtrando o sedimen-
de concentración mayor que en el caso del fósforo tando el agua, con o sin ayuda de la centrifuga-
o del nitrógeno. La concentración mucho más ción, se obtiene un residuo, que se ha llamado
baja o irregular de vanadio en las aguas dulces seston, en el que se reconoce una parte viva, el
ha podido ser un obstáculo a su colonización por plancton, y una fracción desprovista de vida,
los tunicados. el tripton. Parte del tripton es de naturaleza inor-
El cobalto tiene importancia como constituyente gánica y consiste, por ejemplo, en fragmentos pe-
esencial de la cobalamina (vitamina B12 ) que es queños de minerales de la arcilla, o partículas
necesaria para un gran número de organismos finísimas de sílice o de hidróxidos de hierro. Su
estudiados. Las aguas marinas contienen 0,1 mg importancia ecológica suele ser indirecta, por ab-
Co m- 3 , suficiente para lo que requieren los orga- sorción de la luz, por servir de vehículo a sustan-
nismos del plancton. En las aguas dulces hay una cias orgánicas que se adsorben a la superficie de
mayor dispersión de valores, que se sitúan entre las partículas, o por recargar el trabajo de los
0,02 y 2 mg Co m- 3 • órganos filtradores con un material no asimilable.
El molibdeno juega un papel importante en el Experiencias hechas con Dap/1I1ia magna señalan
metabolismo del nitrógeno y en las cianofíceas es que no sólo se tienen efectos mecánicos, sino que
necesario para la fijación de nitrógeno. A juzgar la naturaleza del material en suspensión puede
por los pocos datos que se poseen, raramente debe ser importante: el vidrio, la tinta china, la caoli-
ser Iimitante. nita y la i1ita son inofensivos, mientras que el
Los organismos acuáticos toman activamente carbón y la montmorillonita son más bien perju-
cinc y, en los vegetales, su entrada es aproximada- diciales, sobre todo si se han lavado con ácido
mente proporcional a la producción. Por esta clorhídrico diluido (centinorma\).
razón se ha sugerido el empleo del isótopo radiac- La porción orgánica del seston consiste en
tivo (6SZn) como medida de la actividad biológica. restos y excreciones de organismos, formando
A ciertas concentraciones es tóxico, 4 a 6 mg 1- 1 partículas de todos los tamaños, hasta llegar a
son fatales para Salmo gairdneri 67. Polytoma, micelas y moléculas orgánicas verdaderamente en
euglenales y larvas de insecto son particularmente solución. En sentido opuesto opera la aglomera-
resistentes a concentraciones altas de cinc en el ción y compactación de partículas muy finas,
agua. como ocurre en los excrementos moldeados, que
Existen diferencias de tipo general en la con- entonces se sedimentan a mayor velocidad que
centración de oligoelementos en las aguas natura- el material originario. La gradación insensible
70 El medio
dificulta hablar de materia orgánica en general, partes. En el centro del Atlántico se reconocen
sin especificar el grado de subdivisión, pues se fibras procedentes de la disociación de papel
pasa de la materia finamente dividida, o leptopelo, higiénico. Una fracción del material suspendido
a la disuelta. El material se puede repartir en las va a parar a los sedimentos.
categorías de autóctono y alóctono. El primero En las aguas dulces, el material autóctono tiene
contiene una elevada proporción de restos de orga- poco color y da una relación carbono: nitrógeno
nismos del plancton; las mudas de los crustáceos de 12: 1 aproximadamente, se acumula en un tipo
representan una aportación muy grande (pág. 523), de sedimento llamado gyttja; el material alóctono
principalmente en forma de quitina, que se des- llega al lugar en una etapa más avanzada de alte-
compone despacio. Los granitos de almidón proce- ración, tiene una relación C: N alta (hasta 50: 1)
dentes de la composición de variadas células del y es amarillo por una mayor proporción de com-
fitoplancton son un elemento muy frecuente 23. puestos húmicos. Su acumulación en el sedimento
Las madréporas arrecifales ceden al agua abun- da el llamado dy. En todos los casos, tanto en el
dante mucosidad (20 mg m- 2 h- I ) que representa mar como en las aguas dulces, hay una degrada-
el 2 % de la producción primaria y se utiliza por ción diferencial, de manera que, bien sea en las
otros seres 87. Excrementos y cadáveres conservan grandes profundidades, bien sea al final de la
al principio sus caracteres de forma, hasta que se estación, las partículas que quedan son siempre
van fragmentando y desintegrando, como conse- las más resistentes y los compuestos químicos acu-
cuencia de pasar repetidamente por el tubo diges- mulados son los menos metabolizables.
tivo de otros seres, o por la acción de bacterias que La cantidad de material detrítico, orgánico, en
se desarrollan en su superficie. En los foraminífe- suspensión en las aguas, supera a la cantidad de
ros muertos, el plasma persiste durante varios días plancton vivo. El plancton pescado con red pro-
y, durante este tiempo, descienden 50 o más me- porciona una imagen muy limpia, pero inexacta,
tros 15. Riley, Wangersky y Sutcliffe 157 han de- porque faltan los organismos pequeños y la ma-
mostrado que la materia orgánica disuelta en el yor parte de las partículas detríticas que también
mar puede aglutinarse en forma de partículas son muy diminutas. La imagen del seston aparece
amorfas que pronto son colonizadas por las bac- dominada por material detrítico, entre el que se
terias Ilo. La mayor parte de esta materia orgánica observan los organismos del plancton. En lo que
procede probablemente de la condensación en la concierne a la proporción entre materia viva y
misma superficie del agua, donde se formaría una materia muerta, la composición del ecosistema
pelfcula que las olas fragmentan, llevando hacia suspendido en el agua es más parecida a la del
abajo los pedacitos Ilo. Se atribuye el origen des- bentónico de lo que antaño se creía. En el mar,
crito a copos o f1óculos microscópicos de materia los detritos orgánicos en suspensión pesan de 0,5
orgánica que se han reconocido en distintos mares. a 4 mg 1-1 en las aguas costeras, y de 0,01 a
Se pueden teñir con reactivos histológicos 127 y sue- 0,3 mg 1- 1 en alta mar 89, 114, 136. En las aguas
len medir entre 5 y 40 ~m. En el Mediterráneo, dulces se citan concentraciones hasta varias veces
cerca de Castellón, apareció una gran cantidad de mayores, En la mayoría de los casos, esta materia
material f1oculado del 19 al 28 de febrero de 1957, detrítica tiene una masa comprendida entre una
condensado sobre diatomeas muertas y otros restos y diez veces la del fitoplancton vivo.
de seres planctónieos, después de una brusca
elevación de temperatura en aguas superficiales,
producida por vientos cálidos 74. Un origen dis- Materia orgánica disuelta
tinto tienen los copos de «nieve marina,. que se
observan a gran profundidad, en aguas tranquilas, Es muy difícil decir dónde termina la materia
y que resultan de la coalescencia que sigue al orgánica particulada y dónde empieza la disuelta.
simple contacto, de toda clase de partículas que Igualmente difícil es decidir la situación de la
flotan en el mar, como restos de diatomeas, ra- fracción coloidal, que se puede considerar como
diolarios, etc. Semejantes copos son visibles desde intermedia. La única definición posible es hablar
ingenios tripulados o se han podido fotografiar de materia que pasa a través o es retenida por un
y se disgregan a la menor agitación del agua 176. filtro de determinadas características, general-
El material alóctono, cuyo origen está más ale- mente de poro de fracción de micra (entre 0,2
jado del lugar donde luego se encuentra, es relati- y 0,5 ~m). La concentración de materia orgá-
vamente más importante en las aguas dulces, y nica disuelta es de ordinario entre dos y cien
muy especialmente en las corrientes; pero no falta veces la de la materia orgánica en partículas. Las
en las marinas. En el Mediterráneo, se encuentran únicas determinaciones que deben tomarse en
restos de diatomeas procedentes de los embalses consideración se basan en la valoración del car-
del Ebro a más de 50 km de la desembocadura bono por combustión húmeda o del nitrógeno por
de dicho rfo y el polen de pino aparece en todas el método de Kjeldahl o por medida del volumen
El medio liquido 71
del nitrógeno gaseoso resultante de la combustión ción dependen de la especie y de su estado fisio-
de la muestra. El antiguo método de reducción de lógico; las especies adaptadas a crecer rápidamen-
permanganato potásico en solución ácida en ca- te en concentraciones elevadas de nutrientes ex-
liente, es inadecuado, porque hay mucha materia pulsan una mayor proporción de lo asimilado que
orgánica que resiste a la oxidación por el perman- las poblaciones de desarrollo más lento en medios
ganato. Sin embargo. el método sigue siendo usado más pobres, tanto en algas planctónicas como en
en hidrología, como inidicador de materia orgánica poblaciones de diatomeas rivulares (Gomphone-
fácilmente oxidable en el agua poluta. ma). La mayor parte del material excretado con-
En el mar, la materia orgánica disuelta repre- siste en glúcidos, y aunque según Fogg 48 estaría
senta de 0,5 a 1,5 mg de C por litro, y algo más formado principalmente por ácido glicólico o
(2-4 mg C 1- 1) en bahías y otras situaciones muy glicolatos, no se excluye la participación de azú-
costeras. Estos valores son mucho menos varia- cares con más átomos de carbono. Concretamente,
bles que la cantidad de plancton y que la can- las Anabaena (cianofíceas) liberan considerable
tidad de materia orgánica en partículas, lo cual cantidad de pentosas.
se interpreta en el sentido de que la materia orgá-
nica disuelta está formada por una elevada frac- La identificación de los compuestos orgánicos
ción de compuestos muy estables, con tasa de disueltos en el agua es empresa erizada de difi-
renovación tan baja que se pueden considerar cultades, y poco se puede generalizar. De hecho,
fuera del ciclo biogeoquímico del ecosistema. En se han encontrado sustancias de todos los grupos
las aguas dulces se suelen dar valores mayores. que se han buscado específicamente IlO. 186. 187.
Las determinaciones de los pioneros de la Iimno- Hay, principalmente, glúcidos, aminoácidos, gra-
logía química, Juday y Birge, en diversos lagos sas y compuestos húmicos. Es notable la presen-
norteamericanos, señalan valores de 2,9 a 39,6 mg cia de sustancias tan fácilmente metabolizables
de materia orgánica por litro, que equivalen a como son los azúcares sucrosa y fructosa, detec-
1-18 mg C 1- 1 , si se usa el acostumbrado coefi- tados en lagos de Ontario en concentraciones de
ciente de conversión de 2,4 para pasar de carbono 2-10 mg y 1-5 mg por metro cúbico. respectiva-
a materia orgánica de composición media. En la mente 185. 186; en el mar se miden concentraciones
misma película superficial se pueden encontrar de glucosa de 1 a 20 mg C m-l. Es interesante el
concentraciones hasta 50 ó 100 veces mayores, hallazgo de hidrocarburos de distintos tipos, por
especialmenle de lípidos tensioactivos. lo que pueden contribuir a explicar el origen del
La maleria orgánica disuelta procede, en últi- petróleo; algunos aparecen directamente en el
mo término, de la descomposición de material metabolismo de los organismos, como el pristano
particulado, pero también de excreciones solubles (tetrametilpentadecano) que parece acumularse al
y, a este respecto, es muy importante la contribu- ser su metabolismo más retardado que el de otros
ción de los organismos fotosintetizadores 47. 48. Las compuestos Il, o el escualeno, de amplia difusión.
algas unicelulares excretan del 2 al 15 %, a veces En los aminoácidos se presenta racemización y
hasta el 30 % de lo sintetizado, en forma soluble. cuando quedan inmovilizados, en los sedimentos,
En cultivos, la excreción de materia orgánica por por ejemplo, la fracción de moléculas cambiadas
las algas suele ser máxima al final de la fase aumenta progresivamente con el paso del tiempo,
exponencial de crecimiento en células. La se- por lo que puede usarse como reloj geológico 6.
creción puede ser rápida o más lenta. Parece Así, la relación cuantitativa entre aloisoleucina
lenta en el caso de diatomeas que producen en- e isoleucina pasa de valores muy bajos (0,04 a
vollmas o cordones mucilaginosos que se desin- 0,05) para sedimentos recientes a 0,15-0,20 para
tegran lentamente. Aunque la secreción sea menos sedimentos de 100000 años y a 0,63 para los de
visible, se puede reconocer fácilmente. Cultivos de unos dos millones de años de edad 1908.
diatomeas (Tha/assiosira). por ejemplo, cuando Pero la mayor proporción de la materia disuelta
se agitan, forman espuma cuya persistencia de- es particularmente esquiva a la investigación. Se
pende de la concentración y de la naturaleza mo- trata de moléculas no muy grandes; pero muy
lecular de los compuestos orgánicos solubles que resistentes a cualquier acción de los seres vivos.
contiene. Las algas superiores del litoral excretan Es obvio que la acción continuada de la vida
igualmente parte del asimilado; se dan cifras determina una selección del contenido orgánico
máximas que representan entre el 23 y el 39 % del agua, con destrucción preferente de la materia
de la producción bruta 9l, lo cual, al cabo del orgánica metabolizable. Es muy piferente un agua
año, representa varias veces el peso de la biomasa de cloaca, rica en materia orgánica fácilmente
de las citadas algas. En Macroc)'stis, la secreción fermentable y putrescible, y un agua de un lago
forma manchas superficiales de aspecto aceitoso distrófico, que puede ser igualmente rica en mate-
(<<slieks») alrededor de los bancos de las mencio- ria orgánica; pero de tipo muy estable y relacio-
nadas algas. La cantidad y la calidad de la excre- nada con lo que vagamente se conoce con el
72 El medío
nombre de materias húmicas J77. La separación sistente en la densificación de los materiales orgá-
por paso a través de resinas y otros procedi- nicos sobre las partículas sólidas del sedimento,
mientos de análisis permiten reconocer fraccio- lo cual hace disminuir su concentración en el
nes de distinto peso molecular, desde 100 a más agua libre. con el paso de más materia orgánica
de 20000, distintas también por su capacidad de del agua que está encima del sedimento al agua
quelar el hierro y por otras propiedades. La base intersticial, y con un flujo neto de aquellos mate-
son anillos fenólicos, que pueden servir de soporte riales del agua al sedimento. La formación del
a aminoácidos y a otros residuos 142. Por razón de petróleo ha de ser un fenómeno usual y no un
dichos anillos fenólicos, se ha supuesto general- acontecimiento catastrófico. De otra forma no se
mente que los compuestos húmicos derivan de explicaría la vasta distribución de los hidrocar-
buros.
En términos generales, se puede decir que con
ciertas concentraciones de partida de los diversos
elementos en la materia orgánica y con los fac-
tores de transformación de que se dispone en el
agua, se llega a unas etapas finales de materiales
muy poco reactivos, pero que pueden diferir
unos de otros en pequeños detalles de composi-
ción. Esta situación se puede calificar como de
gran diversidad y de poca energía Iiberable (con
los recursos de los organismos).
El medio liquido 73
este proceso rápido de descomposición es también siva, como es el cobre. Los mejores queladores
la formación y acumulación de una pequeña frac- naturales son, probablemente, los "'cidos húmi·
ción de materia orgánica ((duru, de moléculas cos».
que contienen anillos fenólicos.
EFECTOS BIOQuíMICOS
EFECTOS FíSICOS
La materia orgánica fácilmente metabolizable,
La presencia de materia orgánica en el agua como la de las aguas de vertidos domésticos y
altera sus propiedades mecánicas y ópticas. La agrícolas, es utilizada directamente por bacterias.
materia orgánica es tensioactiva, se acumula en Su metabolismo, muy intenso en aguas muy ricas
la superficie libre y tiende a rebajar la tensión en materia orgánica, consume gran cantidad de
superficial: los lagos turbosos tienen una tensión oxígeno, estableciéndose condiciones difíciles para
superficial marcadamente inferior a la de otras los organismos que han de respirar el oxígeno
aguas (pág. 172) Y las grandes proliferaciones de disuelto. En esta situación prosperan solamente
plancton o el rápido desarrollo de algas costeras animales muy resistentes (Tubi!ex, larvas de ehi-
(Macrocystis) suelen ir acompañados de una caí- ronomus) o larvas de insectos que respiran el
da importante de la tensión superficial y forma- oxígeno atmosférico (psicódidos, Eristalomyia).
ción de manchas o bandas mates «((slicks»). Tam- Una serie de especies de cianofíceas, euglenales
bién puede influir sobre la movilidad y caracte- y c1orofíceas son más o menos heterotróficas y
rísticas hidrodinámicas de organismos nadadores pueden sobrevivir en concentraciones mínimas de
(Prorocentrllm 92). La tendencia a la acumulación oxígeno. Todos estos organismos se desarrollan
de maleria orgánica en las interfases explica el considerablemente en las aguas impurificadas.
mayor desarrollo de las bacterias junto a los sóli- Desde Kolkwitz y Marsson 96. 97 es tradicional el
dos sumergidos y en la película superficial. estudio de la sucesión de organismos en un río,
La absorción en el agua de la radiación ultra- a medida que se va mineralizando la materia
violada proporciona un método rápido y aproxi- orgánica introducida por un afluente. En la ta-
mado de evaluar la concentración de materia or- bla 2-18 se expone la clasificación tradicional de
gánica disuelta en agua. Se han propuesto diver- los organismos, por su tolerancia, en una serie de
sas técnicas, en las que se mide esencialmente la categorías. Además suele reservarse la designación
absorción en agua filtrada de radiación de lon- de catarobios para los que viven en agua pura,
gitud de onda entre 220 y 260 nm (=m¡J.) 5. 93, es decir, con muy poca materia orgánica degra-
empleando cubetas de 5 ó 10 cm de trayecto dable por los organismos. Algunas especies típicas
óptico. de las distintas zonas se ilustran en la figura 2-40.
Parte de la materia orgánica disuelta en el agua En otras condiciones, es decir, en la situación
es fluorescente. Históricamente la más famosa es normal en que toda la materia orgánica es poco
la denominada «sustancia amarilla» por Kalle, no metabolizable, la aportación de la misma a la nu-
identificada de manera más precisa, pero también trición de los organismos es probablemente pe-
f1uorescen los fenoles, aminas aromáticas, com- queña. Es sorprendente la escasez de cromatóforos
puestos policíclicos y polienos conjugados. El agua en determinadas dinoflageladas marinas, que hace
de los vertidos urbanos es particularmente rica pensar en que utilizan la materia orgánica disuel-
en sustancias fluorescentes, de manera que el exa- ta, aunque ésta se halle en concentración baja. La
men de la fluorescencia proporciona buenos indi- materia orgánica no puede ser utilizable eficiente-
cios sobre el grado de polución. Actualmente, la mente por debajo de una concentración tal que la
fluorescencia del agua con el plancton que con- energía que puede proporcionar sea igual a la
tiene se usa como un método rutinario para la que debe invertirse para concentrarla hasta el
determinación aproximada de la cantidad de clo- límite necesario para su utilización (pág. 496).
rofila; pero según como se use este método, deben Sin embargo, existen mecanismos auxiliares que
tenerse presentes posibles errores derivados de la pueden hacerla asequible, como es su adsorción
presencia de compuestos fluorescentes disueltos sobre partículas en suspensión que luego son inge-
en el agua que no son clorofila. ridas. A su vez, la presencia de arcilla en suspen-
Una parte de la materia orgánica disuelta fija sión puede modificar ligeramente, aunque menos
metales, actuando como un quelador. De esta de lo que podría suponerse, la utilización de
forma se solubilizan ciertos ~ementos, como el materia orgánica disuelta por microorganismos
hierro, y se regula la concentración de sus iones libres del agua 24.
libres en el agua. En otro sentido, el mismo meca- Los efectos que dependen más de la calidad
nismo inmoviliza y hace inocuos a elementos que que de la cantidad de la materia orgánica disuelta
serían tóxicos de encontrarse en cantidad exce· son muy importantes, vista la elevada proporción
74 El medio
T..... 2-18
SiItcma de 101 ..probiol. Distinción de zonas en un proceso de autodepuración,
con iadicaci6n de algunos orpnismos característicos, que, en la práctica
pueden consideranc como indicadores de distintos grados de polución.
Sqún difcrcntel autora
Consumo
bioquímico
de olllgc:no Consumo de
(CBO s) pc:rmanganalo, Baclerias
ZOna de 101 mi 01 1- 1 mi 1
01 1- por mi Organismos caraclc:ríslicos
Polísaprobios 15·100 35-100 más de 2000000 Sphaero/itus na/ans, Zooglea ramigera, Lep/o-
mi/us lac/eus, Oscilla/oria chlorina. Oikomonas
mu/abitis, Hexami/us in/la/us, Poly/oma uvella,
Euglena viridis; Vahlkamp/ia limax, Vor/icella
micros/oma, Cyclidium ci/rullus, Colpidium col·
poda, Saprodinium den/a/um, Me/opus spiralis,
Colpoda s/einii, Ro/aria nep/unia. Tubi/ex /ubi·
/ex, Asellus coxalis, Chironomus /hummi, Eris·
/alolllyia /enax, Psychoda sp.
Mesosaprobios 3.5·12 12·35 100 000-1000 000 Oscilla/oria /elluis, O. limosa, O. splendida,
Phormidiulll au/umllale, Merismopedia punc/a/a,
FusariulIl aquaeduc/um, An/hophysa vege/ans,
Chitolllonas parallleciulll, Dia/oma elonga/um,
Ilacillaria paxilli/er, Navicula cryp/ocephala.
lIulI/zschia ulIlphioxys. C1lIalllydomonas, Go·
lIiulll, Palldorilla. S/igeoclollium tenue, Clos/e·
riulll 1Il0Ilili/erulll. Pedias/rum boryallum, Allkis·
/rodeslllus /alca/us, Scelledeslllus quadricauda,
C1lIorella, Euglella, Phacus, Melloidium pelluci·
dUlll, Perallema /ricllOpllOrum; Arcella vulgaris.
Eugl)'pha alveola/a, Spiros/omulll ambiguum, Pa·
rUlIlecium cauda/ulll, Oxy/richa /allax, Vor/icella
cOllvallaria, Colpoda cucullus. Carchesium po/y·
pillUlll, S/ell/or coeruleus, Aspidisca costa/a, Co-
leps "ir/us, Ilracl¡iollus urceolaris, Lecane IUlla·
ris, Ro/aria ci/rilla, Limllodrilus claparediallus,
5/)'laria lacus/ris, Erpobdella oc/ocula/a, Daph·
lIia pulex, S/ra/iomys c"amaeleon, Simulium,
Culex. Nepa óllerea, P"rygallea, Radix ova/a,
Rarbus.
Olísosaprobios 1-3 5-12 menos de 100 000 Calo/"rix parie/illa, Phormidium papyraceum,
C/lUlIlaesipholl illcrus/ans, Meridion circulare,
Ni/zschia linearis, Dia/oma /¡iemale, Rhopalodia
gibba, EUllo/ia, Vaucheria, Tribollema, Ulo/hrix
ZOlla/a, Cladophora glomera/a, Coelochae/e scu·
la/a, Ni/ella, Ba/racllOspermum, Lemanea; Nas·
sula e1egalls, Ophridium versa/ile, Vor/icella si·
milis, Hal/eria grandinella, Crenobia alpina, Eu·
planaria gonocephala, Gammarus, Ecdyonurus,
Rhi/hrogena. Perla, Ephemera, Ancylus /Iuvia·
/itis, Margari/ana margari/i/era, Salmo /rulla.
El medio liquido 76
Figura 2-40 Unos cuantos organismos de agua dulce. entre ellos algunos de aguas
impurificadas. clasificados de acuerdo con su posición en un sistema de organismos
saprobios. A la izquierda. polisaprobios; en el centro. mesosaprobios; a la derecha.
oligosaprobios. Aumentos muy diversos, las dimensiones medias se indican en mm
o fracciones de mm alIado de las correspondientes figuras. A. Bodo; B, Chilomonas
parameeium; C, Pleumonas jaculans; D. Oseillatoria splendida; E. Oseillatoría ehalybea;
F Euglena; G. larva de Eristalomyiél; H. Sphaerotilus natans; ,. Amoeba ehaos;
J, Closterium ehrenbergi; K. Braehionus capsuliflorus; L. Seenedesmus opoliensis;
Li. Tetracladium marehalianum; M. Anisonema; N, Stentor polymorphus; Ñ, Asellus;
O. Euglena oxyuris; P, Stenostomum; Q. Frontonia leueas; R. Lesquereusia spiralis;
S, Pinnularia daetylus; T. larva de Eedyonurus; U. Ceratium hirundinella; V. Gloeoeapsa;
W, Ophioeutium; X, Spirotaenia eondensata; Y. Triehoeerea eristata; Z. Amphipleura
lindheimeri; Bacterias: H; cianofíceas: D. E. W; flagelados incoloros: A. B. C; hongos: LL;
euglenales: F, M. O; dinoflageladas: U; cloroflceas: J. L. X; heterocontas: W; diatomeas:
S. L; rizópodos: " R; ciliados: N, Q; turbelarios. P: rotlleros: K. y; isópodos: Ñ;
insectos: G, T.
que las percibe (como disparador de ciertas acti- Así, por ejemplo, en ciertos meses del año, se
vidades, por ejemplo). La coordinación entre am- acumula cobalamina; más tarde predominan los
bos procesos de selección que conduce a mensa· organismos consumidores.
jeros especializados (hormones externos, fe romo- Mucho menos conocidas químicamente son
nas) solo puede darse dentro de una especie o otras sustancias de efectos definidos. Glúcidos
entre especies que han evolucionado juntas y así disueltos en el agua, que se puede sospechar deri-
desarrollan una profunda adaptación mutua. Em- van del fitoplancton, estimulan la actividad de
pezamos a senlir cierto respeto ante la compleji- filtración en los lamelibranquios o determinan la
dad del medio acuático, que puede considerarse emisión de los nauplios en los cirrípedos. La clo-
como un verdadero plasma, asiento de numerosos rofícea Ulva lactuca. cultivada axénicamente (es
mediadores químicos entre sus pobladores 141. decir sola, sin el acompañamiento de bacterias u
Tienen particular interés varias vitaminas. ne- otros organismos) en un medio sintético crece de
cesarias para el desarrollo de muchos organismos forma insólita; la forma normal requiere la pre-
(tabla 2-19). Las oscilaciones en la concentración sencia de sustancias de tipo fenólico, que pueden
de cobalamina en las aguas naturales son corre- proceder de otros organismos (derivadas del ácido
lativas de fluctuaciones y alternancias en el desa- benzoico, por ejemplo). Igualmente, otra clorofí-
rrollo de ciertas especies y pueden ser la causa cea. Monostroma oxyspermum. para desarrollarse
de ellas. normalmente requiere la presencia de organismos
76 El medio
T"''' 2-19
AIpI.... vitami.... de agua nalurala (1 ng = 10-' g)
Tiamina (vil. B,) CIlH "N.OS· CIHC Monochr)'s;s 10 ng 1 ' 2 -35 ng 1-'
Bialina C.oH ..010¡S Amp!t;d;n;um carler; 1 ng I I 0.2- 5 ng 1- 1
Cabalamins (vil. BIl ) C.1H..O,.N ,.PCa Cyc/olella 1 ng 1- 1 0.5- 3 ng 1-'
El medio liquido 77
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80 El medio
3
La atmósfera
8'
razón de 6,50<: por cada 1000 m, y la presión
lOO
atmosférica sigue también una variación regular
10 que se puede describir con una fórmula de inter-
polación. En los libros de meteorología se pueden
encontrar fórmulas para reducir la presión atmos-
?()
férica a nivel del mar y a OOC cuando se ha ob-
servado en otras condiciones.
La atmósfera actual no puede derivar de la en-
voltura gaseosa primitiva de la Tierra, que debió
-----+----E.MratoIMuu perderse en su mayor parte, sino que seguramente
representa una segregación posterior de la corteza.
Aún en este supuesto, es seguro que la atmósfera
ha experimentado grandes cambios en su compo·
sición, probablemente más importantes que los
que han afectado a la composición de los océanos.
Se supone que la primitiva atmósfera tenía carác-
Tropo....,.
ter reductor y que fue precisamente la acción de
~ ea 70 eo·!IO 40 30 70 10 O lO 70 30 ·C los organismos fotosintetizadores, al consumir
compuestos de carbono y liberar oxígeno, lo que
Figure 3-1 Estructur. vertic.1 de ,• • tm6sfer•• dio a la atmósfera una composición semejante a
con indic.ci6n del gr.diente de ,. temper.tur. la actual 6. 11. Gran parte del nitrógeno atmosfé-
medi•.
rico puede ser también de origen biótico. El pro-
ceso de evolución de la atmósfera ha tenido, sin
duda, discontinuidades ligadas a la historia de la
nida en los primeros 1800 metros de altura, y la vida. Es posible que el desarrollo de las angios-
mitad del material sólido atmosférico (polvo) en permas hiciera subir de manera particularmente
un espesor mucho menor. La vida se desarrolla rápida la concentración de oxígeno lo cual, a su
en la parte baja de la troposfera. vez, pudo significar la extinción de animales ya
En la tabla 3-1 se dan algunos valores adop- aéreos, pero adaptados a tensiones bajas de aquel
tados por la comisión internacional para la nave- gas. Como es natural, los cambios atmosféricos
gación aérea (leAN) que tienen interés en ecolo- tuvieron que repercutir, a través de la concen-
gía. tración de anhídrido carbónico, en una serie de
Se observan varias regularidades: la tempera- características del medio acuático, principalmente
tura disminuye uniformemente con la altura, a en la solubilización del calcio.
Tabla 3-1
Promedios de las características de la atmósfera a distintas alturas. Valores aplicable.
a las condiciones medias en latitudes templadas, adoptados por la Comisión Internacional
para la Navegación Aérea (ICAN)
---------_._- -------------
o 1013,2 (= 760 mm Hg) 1,226 15
500 983,5 1,197 11,7
1000 898,6 1,112 8,5
1500 845,4 1,059 5,2
2000 794,8 1,007 21)
3000 700,9 0,910 4,5
4000 616,2 0,820 -11,0
5000 540,0 0,736 -17,5
7500 382,3 0,557 -33,8
10000 264,1 0,413 -50,0
15000 120,3 0,194 -56,5
82 El medio
Tabla 3-2
EtcaIa cuantitativa pan la e.timaci6n de la polución atmosférica en Inglaterra y Gales,
lepn la dotribuci6n de alps (Pleurococcus) y líquenes cortícolas. Según Hawkswortb
y Role l', aI¡o IÍlDplificado. Para cada nivel de fertilidad se indican especies que colonizan
preferentemente dotina niveles de los troncos.
La atmósfera 83
0,03 0,02 0,01 O
FL, cm 2 /cm:J
mosférica. Así, por ejemplo, la bromeliácea Ti- el día y la noche y en relación con la altura de las
lIandsia usneoides (clavel de aire) con respecto al plantas (fig. 3-2 32). Después de la lluvia suele
plomo: La concentración de este elemento se ser más elevada, por incrementarse la respiración
multiplica por 15 o más veces en las plantas pró- de los organismos del suelo. En el suelo se alcan-
ximas a las carreteras JOa. También por vía atmos- zan valores de 0,3 a 5 %. También es anormal-
férica el contenido de mercurio en los musgos mente alta en ciertos valles (Dieng, Java), en
puede aumentar en la misma o en mayor pro- cavidades subterráneas y como consecuencia del
porción 47. volcanismo, en situaciones muy locales. En reali-
El nitrógeno es biológicamente inerte y, para dad, la existencia de concentraciones anormal-
todos los efectos prácticos, se puede considerar mente altas de CO 2 sólo tiene interés ecológico
que su concentración en la atmósfera no varía. en el estudio de la biología del suelo (pág. 220).
La mayor parte del nitrógeno es J4N; el 0,37 % El CO 2 atmosférico se utiliza como fuente de
del nitrógeno atmosférico corresponde al isótopo carbono por la vegetación y su consumo determi-
estable J5N. El amoníaco (NH 3 ) que puede for- na gradientes más o menos fuertes de su concen-
marse en la atmósfera o pasa a ella es asimilado
rápidamente por las plantas.
Las pequeñas variaciones en la concentración
de oxígeno tienen poca importancia para la vida. Tabla 3-3
La presión parcial de oxígeno óptima para ciertas Efecto del viento sobre la concentración efectiva
actividades vitales, por ejemplo, para el desarrollo de COz en la atmósfera inmediata a una planta
de un organismo, puede no ser exactamente la que asimila. Se supone una concentración bale
presión parcial ordinaria del oxígeno; pero es de 0,03 % (300 ppm, partes por millón) de COz.
Datos de diversos autores, en Heath ZI
difícil encontrar fundamento para especular si
se debe a etapas evolutivas transcurridas bajo
Dlslancia en cm de
diferentes concentraciones de oxígeno en el pasa- Velocidad del vienlo la hoja a la que
do, o si simplemente se trata de que no es 10 a dos melros la conccnlraclón
de allura, de COz el la normal
mismo cierta función biológica particular y la en km h- I de 300 ppm
supervivencia de una especie como tal.
La concentración de CO 2 es ligeramente supe-
rior a 0,03 % Y está sometida a pequeñas varia-
ciones. La actividad de la vegetación influye sobre
°8 1,3
0,38
24 0,16
ella, de manera que se observan diferencias entre
84 El medio
tración en la periferia de las hojas. A la vez, Tabla 34
dichos gradientes limitan el acceso de CO 2 al Presión parcial del vapor de agua en la atmósfera
vegetal; las condiciones más favorables para la y cantidad máxima de agua en forma de vapor
asimilación se dan cuando la agi tación del aire para distintas temperaturas
uniformiza la concentración y establece un gra-
diente máximo junto a la planta (tabla 3-3) 21, 31. Temperatura, Presión de vapor del agua Saturación
oC milibares mm Hg g m- 3
la atmósfera 85
80
80
70
60
.D 50
E
o
o.
III
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20
pero si el equilibrio se establece con una solución en forma de vapor que por unidad de tiempo
cuya tensión de vapor sea inferior a la del agua abandona una unidad de superficie de líquido en
pura, el contenido de agua en dicha atmósfera contacto con el aire. La evaporación se puede
será menor, una fracción solamente de la hume- medir directamente por medio de distintos apa-
dad de saturación. Las tablas 3-5 y 3-6 resumen ratos. Conviene que presenten una superficie
diferentes fórmulas. Las posibilidades son mu- líquida extensa expuesta al aire. Los llamados
chas; también se usa ácido sulfúrico de dife- atmómetros tienen un vaso poroso esférico lleno
rente concentración. Pueden utilizarse recipientes de agua que se evapora por toda su superficie; de
con las soluciones, situados dentro del recinto las variaciones de nivel del depósito de agua que
experimental, o hacer pasar el aire a través de alimenta al balón poroso es fácil deducir el agua
soluciones de composición definida, para alcan- evaporada en un tiempo determinado. Pero la
zar más rápidamente el equilibrio. evaporación de agua en una superficie porosa es
Se dice que hay evaporación cuando el número muy difícil de asimilar a la evaporación en una
de moléculas que abandonan el líquido es mayor superficie continua.
que el de las que llegan a él y se expresa por la La evaporación depende fundamentalmente de
diferencia, es decir por la cantidad neta de agua la temperatura y de la cantidad de agua contenida
86 El medio
Tabla 3-6 agua, sino también por los organismos; contri-
Humedades relativas de aire en equilibrio buye de manera muy importante la transpiración
con soluciones de glicerina de distinta concentración 5 de las plantas. Entran, por tanto, factores bioló-
gicos en su determinación. La evapotranspiración
Densidad es la pérdida de agua real que debe tenerse en
de la solución Tanto por 100
de glicerina de humedad relativa cuenta cuando se consideran superficies cubiertas
por la vegetación. Como puede suponerse, la eva-
3,7
potranspiración guarda estrecha relación con la
1,260
1,255 17,0 capacidad de producción de la vegetación terres-
1,243 27,0 tre: el peso de la materia orgánica seca acumu-
1,227 39,0 lada está comprendido entre 1/170 Y 1/400 del
1,216 47,0 peso del agua transpirada. La evapotranspiración
1,191 60,0 potencial es el máximo retorno de humedad a la
1,168 70,0 atmósfera que es posible bajo determinado régi-
1,135 80,0 men térmico y con una vegetación en equilibrio
1,082 90,0
con el clima. Su cálculo es complicado 13. Una fór-
1,000 (agua pura) 100,0
mula empírica de Thornthwaite y colaboradores,
no muy satisfactoria, relaciona la evapotranspira-
ción potencial (E) con el número de horas de luz
del día (L) y ia temperatura media del aire en el
en el aire, es decir, del déficit de tensión de vapor. período de tiempo considerado (t). 1 Y a son pa-
Además depende de la turbulencia del aire, muy rámetros empíricos que dependen de la tempe-
relacionada con el viento y cuyo valor depende del ratura.
tipo de flujo en las inmediaciones. Todas las
expresiones en las que entra un coeficiente de E = 1,6 L (lO tina
turbulencia son difíciles de aplicar, porque aquel
coeficiente puede variar enormemente de unos a Cuando la cantidad de vapor de agua en cierto
otros puntos, incluso entre puntos próximos; pero volumen de aire sobrepasa el valor de satura-
indiscutiblemente es una característica muy im- ción, puede pasarse a un estado de sobresatu-
portante del microclima o clima considerado so- ración, en que el aire contiene más vapor del
bre un espacio pequeño. A un viento fuerte normalmente en equilibrio; pero esta situación
corresponde una rápida renovación del aire en dura poco y pronto aparece agua líquida sobre
contacto con la superficie de estudio, y si su con- centros de condensación. Puede tratarse de la
tenido de humedad es inferior a la saturación, se superficie de materiales sólidos extensos (suelo,
intensifica el gradiente y aumenta la evaporación. rocas, vegetación) sobre los que el vapor se con-
La evaporación aumenta aproximadamente según densa en forma de rocío o escarcha; pero normal-
una potencia 3/4 de la velocidad del viento. Si p mente se trata de pequeños centros de conden-
es la presión atmosférica, h la presión parcial del sación suspendidos en el aire, de naturaleza muy
vapor del agua, z una distancia perpendicular a diferente y que pueden consistir, por ejemplo, en
la superficie de estudio medida a partir de dicha el residuo de sal que queda de las gotitas levan-
superficie, y A un coeficiente de turbulencia, la tadas por las olas y cuya agua se ha evaporado.
cantidad V de vapor que atraviesa una unidad La condensación a baja altitud da origen a nie-
de superficie en un segundo es proporcional a blas. Si la superficie del agua es más caliente que
(A/p)(dh/dz). el aire superpuesto, aunque este aire esté satu-
Las variaciones temporales y locales son muy rado de humedad, se evapora agua y el vapor se
grandes. La evaporación potencial se estima en condensa continuamente en las capas de aire más
940 mm (o litros por metro cuadrado) anuales en frío, de modo que la superficie del mar o de los
la superficie de los océanos, y entre 200 y 6000 lagos «humea». También se forman nieblas cuan-
mm sobre los continentes. La evaporación real do una capa de aire húmedo y a temperatura alta
es menor, porque depende de la presencia de agua se desliza sobre una capa de agua fría, producién-
que hace posible la potencial; su media para toda dose condensación. Aparecen igualmente nieblas
la Tierra es de 743 mm anuales; 842 mm para la cuando se mezclan masas de aire a distinta tem-
superficie de los océanos y 504 mm para la su- peratura, o cuando la temperatura de una masa
perficie de los continentes 46. de aire baja descendiendo a un valle, o en otras
En ecología es importante el concepto de evapo- situaciones en que las capas inferiores se enfrían
transpiración, referido a unidad de superficie y considerablemente durante la noche. El tamaño
que incluye el retorno de agua a la atmósfera medio de las gotitas de agua líquida que forman
no solamente por la superficie del suelo y del la niebla es de 17,6 IJ..m, entre los límites de 5 y
La atmósfera 87
Figura 3-4 Distribución mundial del número medio de días de niebla por año.
En las regiones templadas· y polares son más frecuentes a principios de verano;
en la región cálida se distribuyen más uniformemente sobre todo el año. (Según Blüthgen 7.)
70 ¡J.m (Kohler). Se habla de niebla cuando la lida. La nieve resulta del crecimiento de crista-
visibilidad es menor de 1 km. La distribución litos de hielo. El depósito rápido de capas de agua
mundial de las nieblas se puede deducir de la sólida da lugar al granizo, que requiere un tipo
figura 3-4 7. Las nieblas pueden representar un de circulación tal que permita el mantenimiento
aporte regular y considerable de agua a ciertos en suspensión de granos durante el proceso de
niveles en las laderas de las montañas, determi- crecimiento. La nieve representa un factor ecoló-
nando la ocurrencia de pisos de vegetación ca- gico importante, como reserva de agua y aislador
racterísticos. térmico del suelo.
Pero la parte más importante de la condem¡a-
ción del vapor de agua en la atmósfera suele ir
ligada a movimientos verticales (pág. 160), con Otros materiales sólidos
cambios adiabáticos. Las nubes constituyen la
apariencia relativamente estacionaria de cambios Las partículas sólidas de otra naturaleza que
realmente más complejos. En términos generales, se encuentran en la atmósfera consisten en polvo
las nubes se pueden clasificar en estratiformes y inorgánico, organismos y detritos orgánicos. Con
cumuliformes. La observación de un mar de cú- el romper de las olas, el agua de los océanos pro-
mulos proporciona una buena idea de la estruc- vee a la atmósfera de cloruro sódico impuro, resul-
tura celular de la atmósfera. La dimensión de las tado de la evaporación de minúsculas gotitas de
gotitas de agua es menor en las nubes que en la agua. Puesto que la película superficial del agua
niebla y va de unas 8 ¡J.m en los estratocúmulos contiene muchas bacterias, el mismo mecanismo
a unas 15 ¡J.m en cúmulonimbos. Al hacerse ma- suspende en la atmósfera a numerosos microorga-
yores, las gotitas adquieren mayor velocidad y nismos. Las áreas erosionadas y los desiertos pro-
caen en forma de lluvia, las de 0,1 mm de diá- veen a la atmósfera de gran cantidad de polvo;
metro a 0,32 m seg- I , las de 0,2 mm a 0,72 m en áreas situadas a sotavento de regiones áridas,
seg- I , las de 1 mm a 4,03 m seg- I . por ejemplo entre las costas de África y las islas
La distribución media de la nubosidad, muy de Cabo Verde (fig. 3-7 16) el polvo determina un
importante en la regulación de la radiación que verdadero enturbiamiento de la atmósfera. Las
llega al suelo, y la de las precipitaciones en for- erupciones volcánicas son otra fuente importante
ma de lluvia y nieve tienen importancia funda- del material sólido en la atmósfera. Dicho mate-
mental en ecología (figs. 3-5 y 3-6), Y se relacio- rial se dispersa sobre toda la tierra y forma la
nan con la dinámica general atmosférica (pági- mayor parte de los sólidos depositados en el cen-
na 175). tro de los grandes océanos y sobre los campos de
En la atmósfera se encuentra también agua só- hielo de las regiones glaciadas. Los fuegos y la
88 El medio
Figura 3-5 Distribución mundial de la nubosidad media anual. Las cifras expresan valores
relativos. (Según Tessereinc de 80rt, en J. Braun-8Ianquet, Pflanzensoziologie, Springer,
Wien, 1951.)
industria en general introducen en la atmósfera Sobre las partículas del humo, en las ciuda-
gran cantidad de partículas carbonosas, esferillas des. se condensan nieblas, formando el llamado
de vidrio, etc., cuya concentración disminuye rá- «smog», uno de los agentes de polución atmosfé-
pidamente con la altura. rica. Las condiciones son particularmente nocivas
Algunas cifras típicas acerca de la densidad si la radiación ultravioleta convierte oxígeno en
total de partículas se compendian en la tabla 3-7. ozono y éste contribuye a oxidar S02 a ácido
En mayor o menor grado, estas partículas pueden sulfúrico. Esta atmósfera densa queda retenida fre-
funcionar como núcleos de condensación de agua cuentemente por inversiones térmicas, en forma
líquida. de cúpula sobre las ciudades. Puede estar acom-
La atmósfera 89
[J]] > 10
~>15
Figura 3-7 Distribución de valores relativos del enturbiamiento de la atmósfera por ma-
teriales sólidos durante el verano. Se debe a transporte de polvo de los desiertos y a
material procedente de humos de la industria. (Según G. A"henius, Oceanography,
AAAS, 129-148, 1961.)
pañada por pequeños cúmulos que se desarrollan no puede «defender» su reserva de agua, sucumbe
encima (pág. 812, fig. 3-8). a la deshidratación. Normalmente el agua forma
del 60 al 85 % del peso de la planta. Toda la
organización del vegetal terrestre se orienta a la
LA HUMEDAD DEL AIRE economía del agua. La sección de las vías de
EN LA VIDA DE LOS ORGANISMOS transporte de agua se relaciona con la cantidad
de agua que circula habitualmente por ellas. A
Plantas pesar del gran interés ecológico que tendría la
información, no se poseen datos de cuál es dicha
Las plantas terrestres absorben agua por las sección por m2 de superficie del suelo en los
raíces y pierden agua por transpiración. Si la eva- diferentes ecosistemas. A través de la cutícula
potranspiración potencial es muy elevada en rela- de las hojas se transpira algo; pero poco, de
ción con el agua de que se dispone, la planta, que lOa 30 veces menos por unidad de superficie
Figura 3-8 Cúpula de polvo sobre una ciudad. El aire tiende a ascender en el centro
y descender en la periferia, estableciéndose una célula de convección en la que el aire se
puede cargar progresivamente de impurezas, y que persiste hasta que el viento o la lluvia
la destruyen. (Según W. P. Lowry, Scientific American, agosto 1967:15-23.)
90 El medio
Tabla 3·7 cional a la reducción del tamaño de los estomas,
Número de partículas sólidas por cm) de atmósfera sino que decrece más lentamente. Los musgos
en distintas situaciones 26 carecen de estomas, lo cual puede significar una
mayor resistencia a la sequía, pero también limita
Partículas la productividad (pág. 450) Y hace que la trans-
Área por cm)
piración no sea regulable, sino que dependa de
la humedad externa.
Alta mar 1000 La planta se marchita si pierde más agua de
Alta montaña a más de 2000 m 1000 la que recibe. La marchitez se puede relacionar
Colinas, hasta 1000 m de altura 6000 para cada especie con un contenido mínimo de
Campos cultivados 10000
Ciudad pequeña agua en el suelo, que no es constante. Para muchas
35000
Gran ciudad 150000 plantas este límite de marchitez se halla entre
un 2,5 y un 5,5 % de agua en el suelo (pág. 220).
Se comprende que la presión osmótica de los
jugos de la planta sea un buen indicador de la
adaptación de la especie en relación con la eco-
que a través de los estomas. La transpiración nomía del agua: la planta tiende a absorber agua
a través de los estomas es desproporcionadamente y reduce su presión de vapor si aumenta la con-
grande en relación con la superficie ocupada por centración de la savia. La presión osmótica en las
los mismos, lo cual es la manifestación de una ley hojas y en la madera de árboles es de 15 a 25
general del flujo de gases a través de septos poro- atmósferas. Plantas de lugares secos, como la en-
sos. Así, por ejemplo, en una hoja de abedul, cina y el olivo, tienen presiones más altas, de 30
los estomas representan el 2,2 % de la superficie a 50 atmósferas. Aún mayor es la presión osmó-
de la hoja; pero transpiran de manera equivalente tica de los jugos de las plantas xeromorfas, o sea,
a una superficie líquida que fuera como el 67 % que externamente manifiestan su adaptación, de
de la superficie de la hoja. La abertura de los lugares muy secos o salados, que fisiológicamente
estomas es variable y permite una regulación del son también secos. Puesto que la presión osmótica
agua transpirada, con cambios diarios, estaciona- de una solución de una molécula gramo de un
les y en relación con la lluvia. Pero la reducción no electrolito ideal en cierto volumen de disol-
del agua transpirada, en virtud del indicado com- vente es igual, aproximadamente, a la presión
portamiento de los septos porosos, no es propor- que ejercería una molécula gramo de gas ence-
Resistencia a la desecación
Dar 100 de humedad relativa
Especies ~
ro ro o Z
(J)~ g "!.(J)
CDOOOO
(J) ~(J) (J) (J)'"": "!.
'<T LO
"!. '<T, CD,
g g ~' g ~ ~ r-- CD CD CD
~ ~
C") N (J)g~ggg
Porphyra laciniata
Rhodochorton floridulum
Elachista fucicola
Ulva lactuca Q)
-o
Enteromorpha linza tU
o
Cladophora rupestris N
Cladophora gracilis
Polysiphonia nigrescens
Membranoptera alata
Ptilota elegans
Dictyota dichotoma
Plocamium coccineum I I I I I I
Antithamnion plumula
II--+--I+--I+--I+-+--I+--+--+--+--+--+-----+--+-~__+___t-- ~ tU
Trailliel/a intricata 11
1L..-...L.....-.-.L- 1 ....1.-1--I----+--+-+--+-+-+--+---+--t-+-+---1~ f 1
....1.-
Halarachnion ligulatum
La atmósfera 91
rrada en el mismo volumen, una preSlOn de ble, estomas hundidos, revestimiento de tricomas
22,4 atmósferas corresponde a una disolución que limitan la turbulencia del aire en las capas
aproximadamente molar de un no electrolito. lo inmediatas a la planta, etc. La combinación de
cual, a su vez, corresponde a un descenso del los diversos recursos conduce con frecuencia a
punto de congelación de 1,858°C. Estas relaciones plantas de aspecto cactiforme, con una gran re-
pueden servir de orientación para juzgar diversas serva líquida, de presión osmótica elevada; estas
mediciones de los jugos de las plantas. plantas son de crecimiento lento, como correspon-
Las adaptaciones de las plantas a la escasez de a una transpiración limitada (pág. 450); por
de agua son muy diversas. En las algas del litoral, esto sus hojas pueden reducirse sin inconveniente,
las membranas gelificables, higroscópicas, de baja cuanto más que los tallos dilatados ofrecen una
tensión de vapor, retienen enérgicamente el agua; superficie clorofílica suficiente (cactos, ciertas
las algas que se sitúan al nivel alto en la zona euforbias, etc., fig. 3-10), o bien existen dispo-
de mareas son especialmente resistentes (fig. 3-9). siciones muy peculiares del tejido asimilador (Li-
Las plantas terrestres muestran estrategias diver- thops, Fel1estraria, etc.) asociadas, en todo caso, a
gentes. Una forma de adaptación consiste en un bajo cociente producción/biomasa. Pero lo
reducir la producción y limitar el ciclo a la época más importante en limitar la pérdida de agua es
favorable (terófitos), atravesando la época de la rigidez del tipo cactiforme, que contrasta con la
sequía en forma resistente que puede tener, ade- organización de ramas y hojas muy móviles en
más. el significado de diáspora. Sobre las piedras el seno de la atmósfera.
del desierto se encuentran algas que permanecen En el sentido indicado, cualquier retardo en el
inactivas la mayor parte del tiempo. En un sentido crecimiento representa una adaptación; las plan-
más activo, la adaptación implica adquirir un tas de lugares secos producen frecuentemente
extenso sistema radical, cutícula muy impermea- inhibidores de crecimiento volátiles. Deben te-
Figura 3-10 Plantas que resisten la aridez, en la ~eg.ión del NE. ~e V~nezuela. (De.1 ser-
vicio de fotografía y cinematografía del Centro audiOVisual del Mmlsteflo de Educación
de Venezuela.)
92 El medio
nerse en cuenta otros dos aspectos en tal ca- ción de efectos muy claros en el caso de charcas
pacidad de secreción: la sequedad del aire faci- efímeras de agua llovida.
lita el transporte y actividad de las sustancias,
que consisten en terpenos que, posiblemente, son
solubles en las cutículas de las hojas y, en segundo Animales
lugar, dichas sustancias inhiben el desarrollo de
En los animales terrestres, la conservaClOn del
agua del cuerpo ha de ser compatible con la res-
piración y la función digestiva 25,39. El cuerpo
de los animales terrestres contiene una proporción
elevada de agua (tabla 3-8). El contenido de agua
no es fijo, sino que admite cierta variación. Dicha
variación puede ser regular y depender, por ejem-
plo, de la edad, disminuyendo con ella. Así, por
ejemplo, el contenido de agua en el coleóptero
Popillia japonica es del 78 % en la larva, del
74 % en la pupa y del 67 % en el adulto 30. La
disminución es más importante todavía en el caso
de las mariposas.
Tabla 3·8
Contenido de agua, en peso, del cuerpo
de distintos animales terrestres. De diversos autores
Figura 3-11 Distribución de la presión osmótica,
Tanto por 100
en atmósferas, en una sección transversal del
Especie de agua
tallo de Ferocactus wislizenii; la parte de la de-
recha, de presión osmótica más elevada, es la
orientada al Sur. (Datos de H. Walter, Ole Hy- Allolobophora c0111planata (oligoqueto) 88
dratur der Pflanze, 1931.)
Arion e111piricoru111 (gasterópodo) 87
Pieris rapae, oruga (lepidóptero) 84
Dixippus 111orosus (ortóptero) 76
Anas bascas (ave) 70
posibles competidores de crecimiento más rápido. Melalloplus 111exicanus (ortóptero) 68
Salvia, Artemisia, Encenia, Prosopis y muchos Leptinotarsa dece111lineata (coleóptero) 64
otros géneros de parajes áridos ejercen una fuerte Hamo sapiells (mamífero) 64
acción inhibidora sobre plantas anuales 18, 33, 34, 45. Pyrrhocoris apterus (heteróptero) 64
La pérdida de agua queda siempre disminuida Blalta orientalis (ortóptero) 70
Tenebrio 111olitor (coleóptero) 57
cuando existen capas de aire fijas a la superficie
Has taurus (mamífero) 52
del organismo y éste es el significado de pelos, Sitophilus oryzae (coleóptero) 52
plumas, espinas, etc. (figs. 3-10, 11). En Stachys
lanata la transpiración aumenta un 50 % si se eli-
mina el vello que cubre la planta; sin embargo, en
Verhascum, quitar la vellosidad apenas si tiene La organizaclOn de cada especie comporta un
consecuencias en lo que a economía hídrica se trasiego de agua característico, que se relaciona
refiere. con el tamaño y con el consumo de oxígeno
Diversas plantas tienen receptáculos en los que (tabla 3-9).
se recoge el agua de lluvia, que puede ser absor- Para la continuidad de las funciones orgánicas,
bida en parte (por ejemplo, en el caso de epífitos), el contenido de agua debe mantenerse entre lími-
o queda formando pequeñas lagunas, o fitotelmas tes próximos. Según la organización de los dife-
(Dipsacus, bromeliáceas) habitados luego por rentes grupos se comprende que en unos casos los
diversos organismos acuáticos. límites están más separados que en otros. En los
Los aguaceros dispersan las semillas de diver- insectos, por ejemplo, el volumen de la hemolinfa
sas especies, lo cual es especialmente frecuente puede variar, sin afectar demasiado al grado de
en plantas de los desiertos, pero también en hidratación de los tejidos. En un mamífero la
especies de otros tipos de comunidades (ombro- situación es distinta y la proporción de agua es
hidrócoras). Las lluvias precipitan numerosos gér- algo menos variable. Los animales que viven per-
menes que se encuentran en suspensión en el aire petuamente en ambientes donde el agua es abun-
y, por tanto, constituyen un factor de coloniza- dante no requieren especiales adaptaciones para
La atmósfera 93
Tabla 3·9 de abolengo acuático, pobladores de cuevas, etc.,
Tasa de renovación del agua en diversos mamíferos. con poca capacidad de regulación) y especies euri-
En mi de agua por kg de peso del animal vivo hígricas, capaces de tolerar ambientes secos. Se-
y 24 horas lOa.
gún que los animales sean capaces de regular poco
o mucho su economía del agua tendremos, respec-
mi Hp tivamente, especies poiquilohídricas y homohí-
Especie kg- I día- I
dricas. La evolución adaptativa explica la corres-
pondencia entre estas dos categorías últimas y la
Sminthopsis crassicaudata (dasiúrido) 460 clasificación precedente: las especies eurihígricas
Notomys alexis (roedor) 192 serán, obviamente, homohídricas, es decir, ca-
80S taurus 161
paces de regular efectivamente el contenido en
Pseudomys australis (roedor) 139
Rangijer tarandus 128 agua de su cuerpo.
Alces alces 111 La capacidad de regulación se manifiesta muy
Ovis aries (raza de cola gruesa) 102 bien en la forma cómo los animales pierden peso
Camelus dromedarius 82 cuando se les coloca en una atmósfera seca (figu-
Taurotragus oryx 79 ra 6-11 38). La pérdida de agua en mg por cm 2
80S indicus 75 y hora es sólo de 0,076 en Pimelia (coleóptero),
Ovis aries 62 de 0,1 en Tenebrio (coleóptero) y de 0,16 en Ana-
Connochaetes gnou 54
cridium (ortóptero), que son insectos de lugares
Alcelaphus buselaphus 52
52
secos. Es mucho mayor en babosas, lombrices y
Capra hircus
Ovibos moschatus 35 ranas. Guarda relación con el género de vida de
la especie y existen significativas variaciones
de detalle dentro de un mismo grupo; por ejem-
plo, entre especies de colémbolos, según que vivan
en la superficie del suelo o dentro del mismo
limitar las pérdidas de agua. Pero en ambientes (fig. 6-11); formas, muy próximas entre sí, del
secos existe el riesgo de perder agua por debajo roedor Peromyscus 28 están divergentemente
de un límite que impide ya la supervivencia. En- adaptadas a ambientes de diferente aridez. La
tonces la evolución conduce a la adquisición de pérdida total de agua que un animal puede resis-
la capacidad de regulación, con una serie de adap- tir sin morir, es variable: en tantos por ciento
taciones que mantienen entre límites definidos el del peso total es del 69-70 % en lombrices y san-
contenido del agua en el cuerpo y que inciden guijuelas, del 41 % en ranas, del 24 al 31 % en
principalmente en los procesos que potencialmen- ratas. Un hombre de 70 kg perdió el 25 % del
te representan una pérdida de líquido. ' agua durante 8 días de permanencia en el desier-
El estudio comparado nos lleva a la consabida to y sobrevivió. La resistencia es mucho mayor en
distinción entre especies estenohígricas (especies animales que continúan en vida latente, como ro-
Elminius
modestus
?;: 100
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Temperatura (OC) v
o 5 10 15 20 25 30 35 40 o 5 10 15 20 25 30 3"5 40
Temperatura (OC) Temperatura (oC)
Figura 3-12 Tiempo medio de supervivencia fuera del agua (número de horas que
sobrevive el 50 % de los individuos) para tres especies de cirrlpedos, en función de la
temperatura, humedad relativa y tamaño del animal. Constituyen condiciones favorables
a la supervivencia (más de 100 horas) la baja temperatura, alta humedad y gran tamaño
de los individuos. (Según Foster 17.)
94 El medio
tíferos y larvas de quironómido (Polypedilum) 41. dad variable de agua: los vegetales tiernos contie-
En estos casos, la desecación debe ser lenta para nen del 70 al 90 %. el cuerpo de los animales del
que conduzca a una fase realmente resistente. 50 al 70 %, la madera hasta el 30 %, las semillas
Rotíferos y tardigrados, sometidos a tales condi- del 9 al 15 %, la piel seca, plumas y pelo una pro-
ciones de desecación, adoptan la forma de tonel, porción mucho menor. Suele existir cierta rela-
con una porción periférica o corteza particular- ción entre el contenido de agua en el alimento
mente protectora. El contenido de agua pasa del y en el cuerpo del animal que lo toma, es decir,
85 % al 3 0/0, el metabolismo baja y se resiste los animales que toman alimentos más jugosos
indefinidamente al frío. Es difícil explicarse cómo son más hidratados.
se conserva la organización en la materia viva que Ciertas especies pueden tomar una fracción su-
contiene menos de un 5 % de agua. En términos plementaria de agua en forma de bebida. Caraco-
generales, la resistencia de los animales en un les, arañas, insectos, reptiles, aves y mamíferos,
ambiente seco puede ser enorme: una larva de ofrecen ejemplos de animales que beben; pero no
Tenebrio resiste 210 días sin comer en un dese- de manera general. El beber es desconocido en
cador con sulfúrico. animales de zonas áridas, que no están familiari-
La pérdida de agua a través de la superficie zados con la presencia de agua líquida.
del cuerpo no sólo depende de las características Muchas especies pueden beber agua salada.
de la superficie, sino también de la forma en que Algunos roedores del desierto (Dipodomys me-
se encuentra el agua. Se suele hacer una distin- rriami, Citellus leucurus 15) toman agua de mar,
ción entre agua libre yagua combinada; ésta y mantienen el peso; pero otras especies se des-
es más difícil de separar. Al disminuir la canti- hidratan si sólo toman agua salada. Los animales
dad total de agua, lo que disminuye es el agua que toman habitualmente agua salada están adap-
libre y la cantidad total de agua combinada per- tados a desembarazarse del exceso de sales inge-
manece más constante. Sitophilus granarius, con ridas. En el cangrejo terrestre Cardisoma, la glán-
un 46 % de agua, tiene la mitad de ella (23 % dula antenal secreta activamente sal 27. Las aves
del peso total) combinada, mientras que en orugas marinas tienen muy desarrollada una glándula
cuyo cuerpo contiene hasta un 90 % de agua, nasal que secreta sal. En algunas especies es más
sólo el 5 % está combinado. Hay que añadir, sin importante que el mismo riñón en lo que concier-
embargo, que los conceptos de agua libre yagua ne a tal función. Dicha glándula se halla en la
combinada no son muy claros. Lo mismo que en parte alta del cráneo, en los surcos supraorbitales
las plantas, se observa una correlación positiva del hueso frontal 14. La pérdida de cloruro sódico
entre la resistencia a la desecación y la presión con el sudor permite, u obliga, a los mamíferos
osmótica de los fluidos internos, que se puede a tomar agua salada o sal sólida (hombre, ru-
expresar por el descenso crioscópico. Sirvan de miantes, équidos).
ejemplo dos tenebriónidos: la hemolinfa de Blaps Otros animales absorben agua por la superficie
gigas que habita en sótanos, cuadras, etc., tiene del cuerpo. Si se pulveriza con agua a babosas
un descenso crioscópico de - O,82°C; la de G na- se comprueba que aumentan de peso y lo mismo
thocerus cornutus que vive entre alimentos muy ocurre con ranas, saltamontes y los huevos de
secos, en almacenes, tiene un descenso crioscópi- éstos. La existencia de un revestimiento mucoso
co de - 1,45°C. de baja tensión de vapor facilita la hidratación.
La humedad pone en actividad a los caracoles y
luego los animales pueden aumentar de peso por
INGRESO DE AGUA absorción de agua condensada. Un caracol que
ha permanecido un tiempo en un lugar seco, du-
Para un equilibrio hídrico, deben compensarse rante 12 horas de exposición a una atmósfera
las entradas (agua contenida con los alimentos, húmeda aumenta en un valor comprendido entre
agua líquida bebida, agua de condensación, agua el 56 y el 84 % la reserva de agua que le queda-
resultante del metabolismo) y las salidas (evapo- ba al principio. Observaciones análogas se han
ración en la superficie del cuerpo yagua perdida hecho sobre diversos anfibios. La mayoría de las
con las funciones de respiración, defecación y especies son higroscópicas a partir de cierta hu-
excreción). Las adaptaciones a la vida en un am- medad atmosférica. En una atmósfera sobresatu-
biente con poca agua se reflejan en mayor o me- rada de humedad, diversos insectos pueden ab-
nor grado en las diversas actividades, y general- sorber agua atmosférica, por ejemplo, a través
mente en todas. Lo mismo que en el caso de las del recto, como ocurre en Thermobia. Cuando la
plantas, donde se habla de un «xeromorfismo», humedad del aire es superior al 92 %, los 1xodes
en los animales existe un cuadro típico de adap- (garrapatas) absorben agua directamente de la
tación al ambiente seco. atmósfera. Análogas observaciones se señalan en
El alimento de los animales encierra una canti- huevos y larvas de Chortophaga, Tenebrio y otros
La atmósfera 95
insectos. La absorción de agua por los huevos de cidos (cochinillas) formados por capas de cera y
saltamontes puede interrumpir su diapausa (pá- de cemento.
gina 727). Precisamente la capa de cera tiene la máxima
En animales que se alimentan de materiales importancia como impermeabilizante en los artró-
muy secos y no tienen a su disposición agua podos. Si se determina el gradiente de humedad,
líquida, el agua procede del metabolismo. Así se reconoce que es más intenso a nivel de dicha
ocurre en especies que comen lana (Tineola bise- delgada capa cérea. La alteración del revestimien-
liella), cera (Galleria mellonella), gras~ (Aglossa to por abrasivos artificiales o naturales (roce con
pinguinella), grano seco (Sitophilus granarius), el suelo, arenas en lugares áridos) disminuye la
cuero (Dermestes), etc. La cantidad de agua que impermeabilización; pero existen poros en la cuti-
resulta de metabalizar 100 g de cada uno de culina y a través de ellos la cera se puede renovar.
los grupos principales de compuestos orgánicos, Las ceras se reblandecen a temperatura relativa-
es la siguiente: glúcidos, 55 g; prótidos, 81 g; mente baja: primero experimentan una transición
grasas, 107 g. La grasa es, pues, la mejor reserva y luego se funden. Al fundirse la cera, la protec-
de agua para animales de ambientes secos, como ción cesa y existe una adaptación o corresponden-
son Lepisma, polillas, larvas de Anthrenus (éstas cia entre el género de vida de los artrópodos y lati
contienen hasta un 22 % de grasa), roedores de temperaturas de fusión de las ceras de sus res-
desiertos (Dipodomys, Perognathus); no está cla- pectivos revestimientos: en la pupa de Tenebrio
ro si el camello puede obtener de manera sus- es de 40°C, en la cucaracha de 55°C, en la oruga
tancial agua metabólica. En caso de sequía extre- de Pieris de 37°C, y en la pupa de la misma mari-
ma, los saltamontes comen materiales muy diver- posa de 58°C. Este último ejemplo nos muestra
sos, incluso papel; pero utilizan sólo el agua que que existen variaciones en el curso de la vida de
resulta de su metabolismo. Es natural que, en una misma especie, y siempre en relación con
estas situaciones, cuando una parte del alimento su género de vida: la pupa está más expuesta al
debe convertirse en agua, la eficiencia es muy sol y en ella la pérdida de agua sería más peli-
pequeña y el desarrollo se retarda, es decir, la grosa 4, 5. En general el punto de fusión de la
producción de agua ha de pagarse con un menor cera es más alto en los insectos de lugares áridos.
crecimiento (ejemplos en Dermestes vulpinus, Te- La naturaleza hidrófuga de la superficie de los
nebrio molitor). insectos tiene otros aspectos complementarios in-
teresantes, por ejemplo, en relación con la bran-
quia de burbuja (pág. 44). El agua líquida no
se adhiere a una superficie de cera y se retrae
PÉRDIDAS EN LA SUPERFICIE
en forma de gota de bordes convexos: se dice
que la superficie no se moja. Cuando se sumerge
La limitación de la evaporación en superficie parcialmente el cuerpo de un artrópodo en un
se consigue por impermeabilización (cutículas), recipiente con agua, la superficie de ésta se de-
revestimientos higroscópicos de baja tensión de prime junto al animal, el ángulo que hay que dar
vapor (mucosidad de caracoles y anfibios) y re- a la superficie del cuerpo del animal en relación
vestimientos de estructura tal que limitan la tur- con la superficie del agua para que en el punto
bulencia del aire junto al cuerpo (pelos, plumas) de contacto no se forme menisco es una medida
(fig. 2-17). En los artrópodos, ácaros e insectos, de la mojabilidad 24. La mojabilidad tiene interés
es notable el grado de impermeabilización que en relación con el uso de insecticidas. Algunos
se consigue con revestimientos relativamente del- insecticidas, como los ésteres fosfóricos (Mala-
gados. Más de la mitad del peso de la cutícula thion), aparte de otras acciones específicas, afec-
está formado por quitina, un glúcido nitrogenado, tan profundamente al metabolismo hídrico, ha-
asociado a proteínas. Pero la capa realmente ais- ciendo perder agua o, mejor dicho, perturbando
lante es la epicutícula, muy delgada y situada por la regulación del agua en el cuerpo.
encima. Con un espesor de apenas una micra tie- Los contactos de la superficie del animal con
ne, no obstante, una estructura compleja. Así, por cualquier superficie sólida externa facilitan la pér-
ejemplo, en Rhodnius (heteróptero) se compone dida de agua. Por esto se considera como una
de cuatro capas, una interna de cuticulina, una adaptación la existencia de espinas, cerditas rígi-
capa de cera (0,25 ¡J.m) subdividida en dos, de das u otros dispositivos que dificultan aquel con-
las que la proximal consiste en un estrato mono- tacto, adaptación que es frecuente en los insectos
molecular orientado y en estado particularmente del suelo. El mismo sentido tiene el que los Ir
fluido, y, finalmente, una capa de cemento que vos se pongan colgados de un pedicelo, sin otro
protege la cera a modo de barniz 3, 4, 5. Dicho contacto con el sustrato.
cemento es semejante a la llamada «goma laca», La piel de reptiles y mamíferos es muy poco
procedente de los escudos protectores de los cóc- permeable, en los últimos especialmente cuando
96 El medio
faltan las glándulas sudoríparas, como es general las olas: es un ejemplo el cirrípedo Chthamalus
en roedores y antílopes de regiones áridas. La depressus, especializado a sobrevivir en las costas
capa adiposa bajo la piel completa el aislamiento. mediterráneas 2. Los peces del género Periophthal-
mus y las anguilas respiran el aire a través de
la piel húmeda; el agua retenida en las cámaras
RESPIRACIÓN branquiales de las anguilas carece de importancia.
Otros peces utilizan oxígeno del aire deglutido,
La respiración contribuye a la pérdida de agua. absorbiéndolo a través de la pared intestinal (Mis-
Los animales aéreos respiran el oxígeno atmosfé- gurnus y otros). Las branquias de los anabátidos
rico. Cuando el tegumento es suficientemente fino están atrofiadas y en su lugar existen excrecen-
y permeable, la difusión se hace a través de la cias óseas de la cámara branquial, con placas
superficie del cuerpo. Si el oxígeno de una at- onduladas, cuya superficie es respiratoria mientras
mósfera no saturada de humedad ha de moverse se mantiene húmeda. Los crustáceos preadapta-
a través del agua que hidrata la periferia del dos a la vida terrestre son los que pueden cerrar
animal, obviamente dicha agua se va evaporando,
de manera que tales animales sólo pueden sub-
sistir en ambientes muy húmedos. En general, los
animales terrestres respiran por pulmones o por
tráqueas. En los pulmones (vertebrados, arácni-
dos, gasterópodos pulmonados) la superficie irri-
gada por la sangre y permeable está confinada
dentro de una cavidad en la que reina una hume-
dad elevada; la defensa del agua se procura por
la existencia de revestimientos mucosos de baja
tensión de vapor y por el mantenimiento de un
A
gradiente óptimo de humedad del interior al exte-
rior. Las tráqueas de los artrópodos conducen
directamente el aire del exterior a los tejidos, a
los que llegan las últimas ramificaciones traquea-
les: la circulación del gas por los tubos delgados
suele estar acelerada por algún sistema activo de
ventilación. Los espiráculos pueden tener dispo-
sitivos de oclusión parcial, especialmente frecuen-
tes en los insectos de localidades secas que así
pueden reducir la pérdida de agua cuando su
actividad es poca. También es un auxilio la exis-
tencia de una cámara previa, constituida, por
ejemplo, por la cavidad subelitral de los coleóp-
teros, que aumenta la longitud del gradiente de
humedad, desde los tejidos al exterior, y con ello
reduce la pérdida de agua.
e
Organismos de abolengo acuático pueden se- Figura 3-13 Plagiostomia en diversos rizópodos
guir respirando y viviendo en tierra en una atmós- testáceos del suelo. A, Centropyxis aerophila;
fera saturada de humedad, de modo que toda la B, C. aerophila varo globulosa; e, C. constricta
superficie del cuerpo o la superficie de las bran- varo minima; D, F, Plagiopyxis penardi; E, P. declivis
varo oblonga; G, P. callida. Todos a la misma
quias estén rodeados por una película de agua escala, la longitud de cada protozoo está com-
líquida. Si hay una reserva de agua en contacto prendida entre 50 y 80 !J.m. (Según Bonnet
con las branquias, particularmente bien "defendida y Thomas 8, modificado.)
de la evaporación, el animal acuático puede vivir
indefinidamente sobre tierra en un modelo inverso
de la branquia de burbuja (pág. 44). El paso de
la vida acuática a la terrestre va muy ligado a la fácilmente la cavidad branquial (braquiuros o
regulación de la economía hídrica 17. La capaci- cangrejos) como Cardisoma, Coel1obita, Birgus,
dad de resistir la desecación condiciona la distri- y los numerosos telfúsidos que se encuentran en
bución de los organismos en la zona entre mareas bosques americanos, a considerable altura sobre
(fig. 3-12) Yen las costas sin mareas regulares sólo el nivel del mar. Según Pearse 36 la adaptación a
especies particularmente resistentes pueden inva- la vida terrestre va unida a la reducción del nú-
dir los niveles mojados con gran irregularidad por mero de branquias.
La atmósfera 97
EXCRECIÓN y DEFECACIÓN primaria). Algunos animales de lugares secos, in-
cluidos homotermos, tienen un metabolismo par-
La urea a concentración elevada es tóxica y ticularmente bajo. Los insectos atraviesan la es-
requiere ser diluida con agua. Si la excreción tación seca en la forma más resistente a la dese-
nitrogenada no es de urea, sino en forma de ácido cación y de metabolismo más bajo, que puede
úrico o uratos, la orina se puede concentrar y se corresponder a distintas fases de su vida (pági-
recupera agua, como ocurre en la cloaca de aves na 726), usualmente a la de huevo o pupa, a
y reptiles, lo que da la orina sólida, característica veces de imago. Los caracoles pulmonados esti-
de los animales indicados. En los riñones de los van y muchas especies producen previamente un
vertebrados terrestres adaptados a ambientes ári· epifragma, de composición variable, que cierra la
dos, la parte resorbente (en especial el asa de abertura de la concha. Al reanudarse la actividad,
Henle) es muy larga y la porción que corresponde el epifragma se destruye: unas veces se ablanda
a la excreción de agua (glomérulo) está más redu- el borde y sale en forma de un tapón duro, o bien
cida. En los insectos se manifiestan adaptaciones se rompe por el centro y luego se resorbe el
equivalentes a las de los vertebrados: en las espe- margen (Cryptomphalus). Los rizópodos testá-
cies de lugares secos, se recupera agua en el recto, ceos del suelo se retiran al interior del caparazón,
tanto la que viene de los tubos de Malpighi des- cuya abertura tiene una forma tal que dificulta
pués de haber servido para el arrastre de las o retarda la desecación ulterior (plagiostomia, fi-
excretas, como la del contenido digestivo. Puede gura 3-13 8).
decirse que las polillas (Tinea) y los gorgojos Los animales activos a las horas del sol pier-
(Sitophilus) producen orina sólida como los rep- den más agua que los de actividad crepuscular o
tiles. En otros insectos, el extremo de los tubos nocturna, que se mueven cuando hay mayor hu-
de Malpighi se aplica a la pared rectal, aprove- medad atmosférica y el aire está más en calma.
chándose la intensa fuerza osmótica que ejercen Los crepusculares pueden aprovechar el rocío
dichos tubos para la recuperación de agua (tene- lamiéndolo (saurios) o acudir a plantas suculen-
briónidos, curculiónidos, Timarcha, larvas de mir- tas. Los animales poco corpulentos pueden esco-
meleónidos). La simple acumulación definitiva de ger condiciones adecuadas de turbulencia. Un
las excretas en forma sólida evita el gasto del animal pequeño, entre la hierba o en el suelo,
agua que sería necesaria para su evacuación. Así está mucho mejor protegido de la pérdida de
ocurre en diversos insectos. agua que otro que permanezca sobre un peñasco
El contenido de agua en los excrementos se desnudo. Y, en este caso, la exposición al sol de
relaciona con la economía del agua. Basta compa- una superficie bruñida que refleja la radiación,
rar las heces de los roedores o de los antílopes conserva el agua mejor que el presentar al exte-
propios de países más bien secos, con las de los rior una superficie más absorbente. El enterrarse
que no viven bajo condiciones tan rigurosas (bóvi- en el suelo contribuye a disminuir la evaporación.
dos, por ejemplo), o, simplemente las del ganado La regulación del comportamiento en el sentido
vacuno con las del ganado cabrío. Semejante com- indicado implica que los animales están en condi-
paración se puede igualmente hacer en relación ciones de apreciar la humedad y reconocer gra-
con los insectos y otros grupos de animales te- dientes de humedad. La humedad se detecta a
rrestres. Las características de los excrementos in- través de la velocidad de evaporación en superfi-
fluyen, a su vez, en la biología de las especies cies determinadas, como las fosas nasales, y, en
coprófagas (págs. 523 y 752). los artrópodos, porciones localizadas de antenas
(colémbolos, isópodos), tarsos (arañas) y sacos
coxales (Scutigerella).
REPRODUCCIÓN El significado de los higroperceptores se mani-
fiesta colocando a animales en un gradiente de
La reproducción de los animales terrestres ma- humedad y viendo donde se inmovilizan. Se pue-
nifiesta una serie de adaptaciones a la falta de de hablar de higropreferéndum de la misma ma-
agua: fecundación interna o por medio de esper- nera que de termopreferéndum (pág. 133). En lo
matóforos, huevos cerrados con cáscara, ausencia que se refiere a insectos, la mayor parte de los
de larvas libres de tegumentos delicados. mosquitos se concentran en la humedad máxima,
las larvas de Myrmeleon en zonas menos húme-
das, la polilla Tinea hacia un 75 % de hume-
ACTIVIDAD y COMPORTAMIENTO dad, etc. Los gradientes de humedad en la Natu-
raleza, por ejemplo, en el interior del suelo, tienen
Cualquier retardo o suspensión del metabolismo evidente importancia en la distribución y movi-
general representa una economía de agua (como mientos de la fauna (pág. 221).
10 es en las plantas la reducción de la producción La humedad influye sobre la actividad. Los
98 El medio
Humedad
100 % _ -.......ft'T"l~.......,¡¡¡¡~~---'"'"T'---~-~~-..~~~~r-- __
80
60
40
35 30 25 20 15
Figura 3-14 Tanto por ciento de mortalidad de las pupas de la polilla Carpocapsa
pomonella, en función de la temperatura y la humedad. La menor mortalidad (- 10 %)
se observa alrededor de los 25 oC y del 75 % de humedad, que pueden considerarse
como condiciones óptimas para la vida del insecto, durante esta fase de su desarrollo.
(Datos de V. Shelford, IlIin. Nat. Hist. Survey Bul!., 16:307-440, 1927.)
Humedad y temperatura
La atmósfera 99
los insectos, la humedad y la temperatura apare- de los animales: a una misma temperatura, un
cen tan ligadas que es prácticamente inútil refe- aumento de humedad puede acelerar el desarrollo
rirse a uno solo de estos factores, sin considerar en unas especies (Sitones lineata, coleóptero 1),
debidamente el otro (fig. 3-14, desarrollo de Car- y retardarlo en otras (Typographicus, otro coleóp-
pocapsa pomonella 40,44). Existen combinaciones tero 22). De ordinario la velocidad de desarrollo
óptimas y, alrededor de éstas, una humedad baja, es máxima a una humedad óptima, que varía de
a mayor temperatura, equivale frecuentemente a una a otra especie. Las diferencias en la propor-
una humedad mayor con una temperatura algo ción sexual en función de la humedad, en el lepi-
más baja, lo que indica la importancia decisiva del dóptero Aporia crataegi 24, se pueden atribuir a
factor agua. En parte se comprende si se toma diferente probabilidad de muerte de los indivi-
como referencia la presión parcial del vapor de duos de uno y otro sexo durante el desarrollo.
agua en la atmósfera (tabla 3-4). Todo esto tiene Se ha dicho que insectos y vertebrados pueden
importancia en la consideración de los climas: presentar una coloración más oscura bajo una
un descenso de temperatura reduce la evapora- humedad más elevada. Algunos ejemplos son dis-
ción y puede ser biológicamente equivalente a un cutibles, otros más seguros, como es la intensidad
aumento de humedad. de color de la mosca tse-tsé Glossina pallidipes
Por esta relación tan estrecha entre humedad y que depende de la humedad a la que se forma-
temperatura es difícil precisar exactamente la in- ron los puparios (fig. 3-15 10). Ciertas relaciones
fluencia de la humedad sobre la morfología, as- de tipo general entre la proporción de especies
pecto y actividades de los organismos. Los datos oscuras en una fauna y la latitud (regla de Glo-
acerca de la influencia de la humedad sobre el ger 37) probablemente se relacionan más con dife-
tamaño de los animales son muy diversos y aun rencias de temperatura que con diferencias de
contradictorios. Se menciona que los capullos de humedad, aunque éstas no deben excluirse del
la mariposa de la seda, así como los de otros todo. Por otra parte, su interpretación ofrece di-
lepidópteros, son mayores en una atmósfera más ficultades y puede no ser sencilla. Puesto que los
húmeda. Pero el coleóptero Anthrenus fasciatus suelos húmedos son más oscuros que los suelos
es más corpulento criado a una humedad del áridos, un color más denso en los primeros puede
30-40 % que en una atmósfera saturada o casi tener mayor valor de supervivencia; pero la apa-
saturada 23. Esta variabilidad se puede poner en rición y conservación de dicho color no tiene nada
relación con diferencias semejantes en la acción que ver con una acción directa de la humedad
de la humedad sobre la velocidad de desarrollo sobre los procesos que regulan la pigmentación.
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34 Mul1er, v..'. H. y Mül1er, C. H.: Bull. Torrey Bot.
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La atmósfera 101
4
Radiación, energía
RADIACION SOLAR
103
una estructura molecular viva; la radiación infra- el ángulo horario con respecto al Sol, R la dis-
rroja consiste en cuantos que llevan poca energía tancia media del Sol a la Tierra y r la distancia
asociada a una longitud de onda larga, esto equi- del Sol a la Tierra en el momento que se consi-
vale a decir que no pueden concentrar mucha dere.
energía en una región pequeña y que su efecto es Se han publicado mapas de la distribución de
acelerar reacciones o aumentar la movilidad mo- la radiación en la superficie de la Tierra (Smith-
lecular, de una manera general y vaga. sonian Meteorological Tables, 1951 22). Están cal-
La energía que representa la radiación solar culados sobre la constante solar y la posición en
suele expresarse en calorí~!!!!!º- [1' cal g = relación al Sol de los puntos de la superficie te-
4,1855 J(joules) = 4,1855 X 107 ergios] y, si es rrestre y la suma de radiación se representa por
por unidad de tiempo (= flujo de radiación), en medio de isopletas, por ejemplo, de 50 en 50 cal
vatios [1 W(vatio) = 1 J S-I]. La energía que al- cm -2 día -1. En la figura 4-1 se cartografía la ra-
canza las capas altas de la atmósfera se estima diación anual y en la figura 4-2 se da el espectro
en 139 mW cm- 2 = 1,99 cal-g cm- 2 min- 1 • de energía de la radiación solar, para distintas
Esta radiación, absorbida enteramente por una longitudes de onda.
capa de agua de 1 cm de espesor haría aumentar Al atravesar atmósfera e hidrosfera, la radia-·
su temperatura en unos 2°C por minuto, supo- ción se altera. Existe una absorción por las dis-
niendo que no hubiera evaporación. Al mencionar tintas moléculas, y una dispersión o cambio de
calorías simplemente, nos referiremos siempre a dirección por las mismas moléculas y partículas
calorías gramo. También se usa otra unidad, el diversas. Ambos efectos son también función de
langley (ly) que es una cal-g cm- 2, es decir, 1 ly la longitud de onda. Así, por ejemplo, el ozono
min- 1 equivale a 69,7 mW cm- 2 • Lo que se llama (0 3 ) absorbe intensamente la radiación de lon-
«constante solar» de radiación es de unos 2 ly gitud de onda comprendida entre 200 y 330 nm;
min- I , aunque es más conforme con el uso general a causa de la capa de ozono que existe a gran
en física expresarla en vatios. Las fluctuaciones altura (pág. 81) la radiación de longitud de
en el tiempo de la constante solar son del mismo onda inferior a 300 nm que llega a la superficie
orden que los errores probables de medición, de la Tierra es realmente insignificante. El agua
alrededor del 1 % del valor total. Si se considera en forma de vapor y las gotitas de las nubes
cualquier superficie horizontal en el límite de la absorben otra parte de la radiación, principal-
atmósfera, la irradiancia solar (1) será igual a mente a partir de 800 nm, es decir, un poco
más allá de donde el espectro de la radiación
1 = lo (sen q> sen 1) + cos q> cos 1) cos h) (R/r)2 solar tiene su mayor energía (fig. 4-2). El CO 2
tiene una absorción muy intensa en la zona
En esta expresión 'oes el valor de la constante del infrarrojo. La intercepción de la radiación
solar, q> es la latitud, 1) la declinación del sol, h por las partículas mayores, no corresponde a su
Figura 4-1 Intensidad de la radiación solar a nivel del mar, en kilocalorías por cm 2
y año.
104 El medio
Bandas de absorción
e e de la clorofila
O eS
1/ \.1
-O ·0
'0
~
'0
~
.o
o{
~
o
Q.
+1 ~
o{
~
o
Q.
4
Ultravioleta, ~14
I Visible, ~,4
I Infrarrojo, ~I
9 0 0 de la energía total : 42 % energía total : 49 % de la energla total
Curva de luminosidad I
Radiación solar
al nivel del mar
j
Longitud de onda 250 300 400 500 600 700 800 900 1000 nm 2 ~m 10 ~m
I I I
Frecuencia, por cm 40000 30000 20000 10000
I I I I
Energía por cuanto 8 x 10 12 6 x 10 12 4 x 10 17 2 x 10 17 ergios
Figura 4-2 Espectro de la radiación solar en el límite y en las capas bajas de la atmós-
fera. Se indica la distribución de la energía en las tres secciones en que se divide
el espectro, la absorción por el oxígeno, el ozono y el vapor de agua, la posición de los
m3ximos de absorción de la clorofila y la curva de luminosidad o sensibilidad de la visión.
(En parte, según D. M. Gates, American Scientist, sept. 1963, 327-348.)
sección geométrica, sino que ésta queda multipli- dad de la radiación a nivel del mar es aproxima-
cada por un factor que depende del tamaño de damente como 3/4 de la que reciben las capas
las partículas y de su índice de refracción. La altas de la atmósfera. Cuando el Sol está cerca
absorción de la radiación es mucho más intensa del horizonte, aquella fracción es solamente de
en la hidrosfera que en la atmósfera. 1/10. De una manera general se suele emplear
Cualquier dispersión o reflexión de la radia- la expresión
ción implica un corrimiento estadístico medio
hacia una longitud de onda mayor, es decir, hacia
una menor energía. La radiación reflejada o emi- en la cual 1 es la intensidad inicial (igual a la
tida se centra alrededor de una longitud de onda constante solar si el Sol está en el cenit), T es
media que es superior a la de la radiación reci- la turbiedad del aire, m el espesor relativo de la
bida. La Tierra recibe radiación de onda corta y atmósfera (igual a 1 cuando el Sol está en el
la emite (albedo) en forma de onda más larga, cenit, a 2 cuando su altura es de 30° y de 14,5
y esta radiación de onda larga queda absorbida cuando el Sol está justo sobre el horizonte) y
por el vapor de agua de la atmósfera. Si la atmós- am es igual a 0,128 - 0,054 log m.
fera es muy seca, la Tierra pierde mucho calor De una manera general, con referencia a un
por la noche. Se calcula que la cantidad de vapor haz de radiación, se considera una atenuación o
acuoso que corresponde a una precipitación de extinción x).., que reúne absorción y difusión, se-
10 mm ¡etiene el 72 % de la emisión de radiación gtm la expresión
terrestre.
En las condiciones más favorables, la intensi-
10& El medio
son las decisivas para evaluar los efectos ecoló-
gicos de la radiación. En los organismos más
640
pequeños (bacterias) estas moléculas decisivas son
más asequibles y son más sensibles: en los orga-
nismos mayores existe una pantalla absorbente
formada por otros materiales orgánicos reconstrui-
bIes o menos esenciales. La radiación de onda 480
corta tiene, pues, acción principalmente mutagé- en
o
nica y bactericida. E
co
La radiación ultravioleta pudo tener importan- C>
cia en la prehistoria de la vida, en una atmósfera _C
Q)
reductora, induciendo la formación de muchas o 320
en
moléculas variadas. Pero una vez los primeros Q)
~
En estos términos se podría medir la luz y
expresarla como la integral de las energías asocia-
\ I das a cada longitud de onda, teniendo en cuenta
sus intensidades respectivas, y limitando el espec-
\ I tro según como se defina la luz, por ejemplo,
I entre 400 y 700 nm, o con cualquier otro límite
elegido, lo cual ya representa cierta arbitrariedad.
No es posible usar indistintamente unidades de
energía y número de cuantos de luz, porque la
energía de cada cuanto es función de su longitud
de onda.
Más grave es la existencia de un sistema de
unidades en uso, «contaminado» de origen por
la fisiología y que, en realidad, no tiene cabida
en un sistema físico riguroso. Como unidad de
intensidad luminosa se usa la bujía o candela (cd).
Un cuerpo negro a la temperatura de solidifica-
Figura 4-4 Esquema de
un tubo de Gershun, para
ción del platino (1769°C) tiene una intensidad
medir la radiación; luminosa de 60 bujías por cm 2 • El flujo luminoso
el ángulo sólido omega emitido por una bujía en un ángulo sólido unidad
y el área (A, en negro) es un lumen. Y un lux es un lumen por metro
del fotodetector, son
características fijas del
cuadrado, unidad de iluminación, que representa
aparato. una radiancia. Pero todas las comparaciones se
108 El medio
basan en el efecto producido por la luz en los mentos más amplios del espectro es menos inexac-
órganos de la visión humanos, o en aparatos de to suponer que un lux corresponde a una cantidad
detección que tienen un espectro de acción igual- mayor de radiación.
mente parcial. De la energía total de la radiación solar, se
Cualquier medida de la luz como tal es una acepta que el 9 % corresponde a la ultravioleta,
forma de evaluación global de la radiación en el 42 % a la luz visible, entre 400 y 760 nm,
la que cada longitud de onda es ponderada de y el 49 % restante al infrarrojo; esta última pro-
acuerdo con el efecto luminoso subjetivo que porción disminuye en la atmósfera baja.
produce, o eficiencia luminosa relativa (V),J. La iluminación máxima, cuando el sdl está en
Dicha eficiencia es función de la longitud de onda el cenit, se podría pensar que llega a medio millón
y también del mecanismo fisiológico operante de lux; en realidad, en las mejores condiciones,
(visión diurna o visión crepuscular) y probable- raramente se miden más de unos 200 000 lux en
mente es diferente de una a otra especie (ta- la superficie de la Tierra. En los países mediterrá-
bla 4-2). Las medidas de iluminación convencio- neos, la iluminación meridiana es alrededor de
unos 130 000 luxo Hacia los 10000 lux se tiene
la saturación para un gran número de algas,
Tabla 4·2
Eficiencia luminosa relativa humana, para distintas y hacia los 200 lux se alcanza la compensación,
longitudes de onda es decir, no hay producción neta en los vegetales.
La visión y los fenómenos de fotoperiodicidad
Longitud Visión diurna Visión crepuscular siguen siendo posibles con intensidades mucho
de onda (fotópica) (cscolópica) más bajas, hasta de fracción de luxo
A, nm V). V' ).
Los luxómetros corrientes de fotografía y que
son utilizables en ecología tienen como elemento
400 0,0004 0,009 sensitivo una célula de selenio. Es un elemento
420 0,004 0,096 fotovoltaico, es decir, que genera un potencial
440 0,023 0,3281 eléctrico proporcional a la iluminación que recibe.
460 0,06 0,567
0,503
Tiene la ventaja de que el espectro de acción
510 0,997 (máximo)
550-560 0,995 (máximo) 0,3288 de la célula de selenio se aproxima al de la visión
610 0,503 0,033 humana.
660 0,061 0,0003 Otros tipos de sensores, como las células de
700 0,0041 sulfuro de cadmio, varían su resistencia eléctrica
730 0,00052 en función de la iluminación: su espectro de
acción es diferente. El de las células de CdS cita-
das tiene su máxima respuesta a 510 nm, que
nales representan la integral de los productos corresponde a la banda de mayor transparencia
de la energía asociada a cada longi tud de onda del agua. Al medir la iluminación en profundidad,
multiplicada por la eficiencia luminosa relativa si se usan estas células se pueden obtener trans-
propia de dicha longitud de onda, integrando para parencias mayores que si se emplean otras (de
las diversas longitudes de onda. No es posible, selenio, por ejemplo) con un espectro de sensibi-
por tanto, pasar de lux a vatios por metro cua- lidad diferente.
drado y con referencia a un espectro amplio de También pueden utilizarse fototubos electróni-
radiación, empleando siempre un mismo factor cos, en los que el flujo de fotones incidentes
de conversión, porque la relación entre las dos modifica la corriente que circula entre electrodos.
medidas es función de la longitud de onda y de Estos tubos se suelen usar con filtros apropiados
cómo la energía total se distribuye en las distintas para limitar la zona del espectro que se desea
longitudes de onda. Para 555 nm, máximo de la estudiar. Dentro del agua, a cierta profundidad,
visión fotópica, se tienen 680 lúmenes por vatio; se pueden usar también termopilas o pirhelió-
para 507 nm, máximo aproximado de la visión metros, cuyas mediciones entonces corresponden
escotópica y para esta visión, se tienen 1746 lúme- prácticamente a la energía asociada a la luz, pues
nes por vatio, con eficiencia 2 112 veces mayor la radiación de longitud de onda más larga es
(pág. 115). Para longitudes de onda que se apar- fuertemente absorbida por el agua (tabla 4-1).
tan del máximo, el número de lúmenes por vatio
decrece rápidamente. Es imposible establecer una
relación constante entre unidades de radiancia y Distribución de la luz
de iluminación, para uso en ecología. Para las
longitudes de onda próximas al máximo de vi- La distribución de la luz puede deducirse de
sión se puede aceptar que 1 lux se aproxima a los mapas de distribución de la radiación, tenien-
1,5 X 10- 7 W cm- 2 ; pero si se consideran seg- do en cuenta que la luz representa aproximada-
0t:,5=:Il==:¡2===f5::::::::1:E0:::::::::2:F0==t==~5CO~1O¡¡¡OO
agua cosIera { m ~
e
~
.
agua~é~t~I::nlcas { f----+-----::J.-c..---+~+---:~'-+--+---l60
JL------+----+--r---+~--tr--+-;C/)
1
a.>
80]
E
~
"'O
Figura 4-5 Atenuación de la luz en el agua
de mar (se toman como ejemplo valores alrededor
t-----:;,..q----+~---b,L---+--_+_---+-O 100 ~ de la longitud de onda de 465 nanómetros),
g 120 e para las distintas transparencias que correspon-
den a diferente proximidad de la costa y de
agua oceánica -o_~o- ~ desarrollo del plancton. Las profundidades hasta
pobre
{ Q..
140 las que es visible el disco de Secchi quedan en
las intersección de la linea vertical con las
"---'-------'------'----'-------1---+---'-----'160
respectivas bandas coloreadas.
mente la mitad de aquélla (fig. 4-1). La nubosi- del mar, descrito también estadísticamente. Esta
dad la reduce considerablemente a nivel del suelo correspondencia es interesante para interpretar
(fig. 3-5 Y pág. 105). observaciones del brillo de la superficie del mar
El color del cielo se debe fundamentalmente a realizadas desde un avión.
la difusión y dispersión de la luz sobre moléculas
de agua o sobre partículas de dimensión inferior
a las más cortas longitudes de onda de la radia-
ción visible. En la alta atmósfera, con poco vapor
Tabla 4-3
de agua, se ven las estrellas en pleno día. La luz Tanto por ciento aproximado
difusa tiene gran importancia y, en días claros, de la luz incidente que se refleja
representa el 15 % del total de luz que llega a la en la superficie del mar, en un día
superficie de la Tierra. Una proporción variable claro. Suma de luz directa
de esta luz está polarizada, es decir, sus ondas y difusa. La luz difusa se refleja
vibran en un solo plano, que se relaciona con uniformemente en un 17 %
la posición del Sol.
La cubierta vegetal reduce la luz que llega a Tanto por ciento
la proximidad del suelo. La luz disminuye en Altura de la luz total
del Sol que se refleja
intensidad y también varía en calidad como con-
secuencia de repetidas reflexiones en las hojas.
Finalmente, la iluminación se hace heterogénea, 3
con manchas de luz y la proporción de luz difusa 6
es mayor dentro de la luz total. En los pinares 12
llega al suelo aproximadamente la mitad de la 25
1uz, en los encinares entre 1/3 Y 1/ 10, en los bos- 40
ques tropicales es muy poca la luz que alcanza
al suelo. En todos los tipos de vegetación se
pueden describir gradientes de luz. En los bos-
ques de hoja caduca, la iluminación del suelo en
el curso del año tiende a uniformizarse, porque el La extinción de la luz en el agua es muy eleva-
follaje es denso cuando la luz es más intensa. da en relación con la extinción en el aire, y dife-
El paso de la luz del aire al agua lleva consigo rente para cada longitud de onda (tabla 4-1). En
la reflexión de una parte variable de la radiación el agua pura es mínima para el azul (A =
(tabla 4-3). Es notable el salto entre 10° y 30°; 460-480 nm, x = 0,018); en el agua marina el
cuando el Sol está bajo, se percibe una gran pro- mínimo se halla en el azul verdoso (A = 480 nm,
porción de luz reflejada y no se ve tan bien "el x = 0,026). En la práctica, los valores de extin-
color propio del agua o de los organismos que en ción son unas diez veces mayores que los que
ella están. El movimiento de la superficie del agua corresponden al agua sola, por los numerosos ma-
modifica continuamente la luz que cualquier área teriales disueltos o en suspensión que existen en
limitada refleja y la distribución estadística de las aguas naturales, con diferencias considerables
los reflejos depende del estado de la superficie entre unos y otros tipos de aguas (fig. 4-5).
110 El medio
A causa de la diferente extinción para las di- dicha capa fótica se reduce aún más. Son pocos
versas longitudes de onda, la composición espec- los vegetales que llegan a más de 120 metros de
tral de la luz, o sea su calidad, varía con la pro- profundidad y ello tan sólo en aguas muy trans-
fundidad. Al profundizar, la luz se hace en con- parentes.
junto más azulada o más azulado-verdosa. A la En lugar de medir la iluminación a distintas
vez, la proporción de luz difusa aumenta, de ma- profundidades, puede ser más exacto medir la
nera que hace menos desigual la cantidad de luz iluminación en superficie y calcular la ilumina-
que llega a un punto según las distintas direccio- ción a distintos niveles en función de la extinción
nes comprendidas en un plano vertical. Es difícil de la luz en el agua, medible en un espectrofotó-
interpretar las medidas de iluminación bajo el metro de cubetas con trayecto óptico suficiente-
agua obtenidas con aparatos sencillos y la óptica mente largo. Un método aproximado y muy senci-
de las aguas naturales es complicada. llo para medir la extinción media de la luz en el
El color azul del agua se explica por la disper- agua consiste en ver la profundidad a que desapa-
sión de la luz en las propias moléculas, es decir, rece de la vista un disco blanco horizontal que
se debe a la misma causa que el azul del cielo. se sumerge lentamente en el agua (disco de Sec-
Dentro del agua una fracción importante de la chi). Se suele hacer de 30 cm de diámetro, pero
radiación está polarizada y el plano de polariza- puede ser menor en aguas poco transparentes, en
ción principal tiene importancia, lo mismo que las que desaparece de la vista antes de que el
en la atmósfera, en la orientación de los movi- ángulo de visión de su diámetro se haga muy
mientos de los animales. El color fundamental del pequeño. Se acepta que el coeficiente global de
agua queda modificado por una serie de materia- extinción es igual a cierta constante partida por
les. Existen sustancias orgánicas disueltas de color la profundidad en metros a la que el disco deja
amarillento y que además suelen ser fluorescentes. de verse. Diversos autores atribuyen a la mencio-
La importancia de las partículas en suspensión nada constante valores distintos, que se escalonan
varía mucho según su tamaño. Veamos dos casos entre 0,61 y 1,9 157, pero los más adecuados se
extremos; para partículas pequeñas, de bajo índi- hallan hacia 1,7.
ce de refracción y en relación con la longitud de El uso del disco de Secchi o de simples medi-
onda larga (roja), el área eficaz de intercepción ciones de iluminación no dan idea adecuada de
de los rayos es del orden de un 10- 7 de la sec- la distribución fina de los coeficientes de extin-
ción real de las partículas; para partículas gran- ción en una masa de agua. Es normal que, alre-
des, de 0,2 a 0,6 lJ,m, de elevado índice de re- dedor de una termoclina, se encuentre un estrato
fracción relativo al agua, y en relación con la de extinción muy aumentada, principalmente por
radiación de onda corta (azul), el área eficaz de llevar más partículas en suspensión. En sentido
intercepción es cerca de 4 veces la sección geo- horizontal, la extinción aumenta al aproximarse
métrica 36. La presencia de partículas en suspen- a la costa.
sión hace pasar el color del agua de azulado a La luz es un factor ecológico de extraordinaria
verdoso o amarillento, independientemente del importancia. Según la forma en que se utiliza, las
color de las partículas, las cuales, por supuesto, relaciones a que da lugar se pueden agrupar en
pueden ser ellas mismas verdosas o amarillentas, los apartados siguientes: Efectos sin receptores
como es el caso de los organismos del fitoplancton. definidos, fotosíntesis, visión y, finalmente, la
Los organismos del plancton son responsables, a producción de luz por los propios organismos.
veces, de coloraciones peculiares del agua.
El color del agua se suele expresar comparán-
dola con patrones convencionales. La escala de
Forel, de 11 grados, consiste en una serie progre- Efectos de las radiaciones luminosas
siva de mezclas de sulfato de cobre y cromato sin mediar receptores especializados
potásico. Otras escalas consisten en concentracio-
nes progresivamente crecientes de cloroplatinato Se denomina fotocinesis el efecto directo de la
potásico. luz sobre la actividad de los animales. La luz ace-
En un mar muy transparente, como es el Medi- lera los movimientos de pequeños crustáceos e
terráneo, por medio de fotómetros se aprecia invertebrados acuáticos, así como la locomoción
cierta cantidad de luz a 800 metros de profun- de insectos (1os coleópteros Anthicus y Popillia,
didad, y a 1000 metros se pueden impresionar larvas de los dípteros Lucilia y Calliphora) y lar-
placas fotográficas. Pero la rápida extinción de vas de arenque 83. ISO, 231. En general, la velocidad
la luz (fig. 4-5) confina la vida vegetal a una es proporcional al logaritmo de la intensidad lu-
capa superficial de muy poco espesor, práctica- minosa (fig. 4-6). Puede suponerse que la radia-
mente a los primeros 50 metros. Si hay gran desa- ción absorbida se transforma en calor, de aquí
rrollo de plancton, disminuye la transparencia y la equivalencia entre luz y temperatura.
112 El medio
No es posible hablar de «reglas ecológicas» en el 12 % de la energía luminosa, o entre el 3
relación con la luz, similares a las que se han y el 6 % de la energía total recibida, la vegetación,
formulado con referencia a la temperatura (pági- en condiciones muy favorables apenas transforma
na 147), si no es cuando la luz actúa de modo que más que 1 mW cm- 2• De ello se deduce que el
equivale a una elevación de temperatura. Se ha principio rector en la evolución de los ecosistemas
supuesto cierta acción directa de la luz sobre la no ha sido maximar la energía, sino utilizar sola-
pigmentación: el color pardo oscuro de cerambí- mente la energía necesaria para el mantenimiento
cidos y otros coleópteros puede palidecer por de la máxima cantidad de organización, que per-
exposición a la luz. Una respuesta fisiológica miten los otros factores limitantes.
opuesta y bastante común induce la acumulación
de pigmento bajo una iluminación más intensa
(hombre). Taxis y visión
Tabla 4-4
Máximo de absorción en distintos pigmentos de las retinas
Longitud de onda
de absorción
Pigmento máxima Distribución
114 El medio
mas dióptricos accesorios de los que depende la otros mamíferos muestran adaptaciones extraor-
posibilidad de obtener una imagen y la calidad dinarias o suplementarias para la visión nocturna,
de ésta. Con el auge de la fotografía, la aten- en el llamado tapete y en la conformación del
ción se centró en las maravillas adaptativas de iris. El tapete es una capa reflectora que muchos
los ojos, considerados como cámaras fotográfi- mamíferos poseen detrás de la retina, con 10 que
cas; actualmente, en la época de las computado- aumenta la probabilidad de que los fotones inci-
ras, la atención se siente más atraída por el siste- dan sobre elementos sensibles (1os rayos la atra-
ma nervioso que elabora las percepciones de las viesan de ida y de vuelta). En diversos peces
células retinianas. La adaptación a reconocer pre- (priacántidos, etc.) existen capas reflectoras con
sas o depredadores, a reaccionar ante sus movi- igual significado. Los ojos de estos animales bri-
mientos característicos, cualquier posibilidad de llan en la oscuridad y, si sus pupilas están abier-
abstracción, tienen que ver con las propiedades de tas, una luz intensa los ciega. La conformación
la parte óptica del sistema nervioso. linear o en forma de hendidura de la pupila del
La eficiencia de la visión es asombrosa. Basta gato tiene un mayor campo de variación de la
que un fotón incida en cualquiera de los millo- abertura que una pupila circular, que no se puede
nes de moléculas sensibles de un bastoncito para contraer por debajo de un diámetro mínimo.
determinar una excitación nerviosa. El baston- Muchas especies poseen conos y bastoncitos
cito es un «fotomultiplicador bioquímico» de que funcionan alternativamente, situándose en el
eficiencia fantástica. La eficiencia de los conos plano visual el juego que corresponda, con lo cual
es menor; pero suficientemente alta para que los las posibilidades se amplían grandemente (visión
sistemas visuales puedan responder a iluminacio- fotópica + escotópica). En numerosos vertebra-
nes de una fracción de luxo dos, desde los peces al hombre, se manifiesta tal
En líneas generales se pueden distinguir ani- duplicidad.
males adaptados a luz intensa (fotópicos) y a Los insectos tienen la posibilidad de aumentar
luz débil (escotópicos). En los vertebrados, los la sensibilidad a poca luz, suprimiendo el aisla-
ojos adaptados a luz intensa se caracterizan por miento óptico entre los elementos de los ojos com-
el predominio de los conos retinianos, con bue- puestos, con 10 cual cada retínula percibe no sola-
na visión cromática. En estos animales el color mente los rayos que han atravesado el sistema
tiene sentido, tanto en biología sexual (página dióptrico propio, sino también los procedentes de
594) como en otras formas de comportamiento otros omatidios.
intraspecífico (territorialismo) o en relación con Los vertebrados de visión diurna poseen en la
otras especies (defensas, pág. 560). Esto vale retina una fóvea, área muy rica en conos, que pro-
principalmente para reptiles y aves; pero tam- porciona una imagen de gran detalle. Esta preci-
bién para otros grupos de vertebrados, así como sión permite que los ojos funcionen como teléme-
también para los insectos que perciben los co- tros, lo cual es importante para apoderarse de
lores (himenópteros, lepidópteros). Todos estos presas a distancias cortas o para saltar por el
animales se guían más por la vista que por el ramaje. Esta disposición implica cierta superpo-
olfato, y al caer el crepúsculo una rápida pér- sición del campo de visión de ambos ojos. Los
dida de la visión los inmoviliza. Son animales ojos dirigidos lateralmente no son forzosamente
diurnos y, frecuentemente, lucen colores vivos y independientes, aunque su área de superposición
de contraste. no puede ser grande. El campo de visión binocu-
En otra situación se hallan los vertebrados con lar abarca 2° en Trigla, 32° en la trucha, 16° en
ojos en que predominan los bastoncitos, que dan el conejo, 60° en la lechuza, 85° en el perro,
imágenes en claroscuro y que muestran gran sen- 114° en el gato, 160° en el hombre.
sibilidad a débil intensidad luminosa. Estos ojos No es la fóvea la única diferenciación de la
suelen ser voluminosos. Pero la repartición de retina. En la sardina hay una diferenciación dorsi-
conos y bastones puede ser muy diversa. Los ojos ventral 221 y una diferenciación funcional equiva-
de los anfibios y cocodrilos tienen conos y baston- lente ha de existir en animales que reaccionan de
citos, los de las serpientes muy pocos bastoncitos, manera refleja y de forma distinta según la direc-
las aves diurnas se caracterizan por conos y las ción de la luz.
nocturnas por bastones; la mayoría de las especies En una serie de peces batipelágicos pertenecien-
de mamíferos tienen más bastones que conos y tes por 10 menos a 5 órdenes, existen ojos «teles-
el grupo entero está adaptado más bien a luz cópicos» (en realidad son ojos miopes) con una
débil. Los murciélagos, los prosimios Nycticebus, lente de gran tamaño que concentra la luz sobre
Loris, Perodyctius y Galago y los monos dormi- una estrecha retina, limitada a la parte posterior
lones americanos Aotus no tienen más que bas- del ojo. Tales ojos tienen los ejes casi paralelos
toncitos, el caballo, conos y bastones, lo mismo y pueden servir para la visión binocular, con
que el gato; los ojos de este animal y de muchos posible apreciación de las distancias, facilitando el
15
10
30 60 90
Grupos según los ángulos
dar caza a otros seres. Ojos análogos se observan de múltiples mecanismos visuales se integra de
en cefalópodos y crustáceos (Sty/ocheirion) igual- modo diverso para cada especie y contribuye a
mente batipelágicos. Es notable la extraordinaria ligar al animal de una manera muy concreta al
convergencia que se observa en la estructura de mundo que lo rodea. La relación es particular-
los ojos de animales de muy diverso parentesco, mente aparente en grupos de animales marinos
tanto en ojos «normales» como en los «telescó- pelágicos con gran variedad en la conformación
picos». de los ojos y en los niveles de residencia, como
Crustáceos, insectos y cefalópodos perciben la ocurre con los eufausiáceos y los cefalópodos.
luz polarizada lO, 14,57,63, 64, 104,226. En los artró- Las situaciones no previstas por la evolución
podos el mecanismo es muy simple. La lente que plantean problemas importantes para el fisiólogo,
corresponde a cada unidad visual está formada pero de menor interés en ecología. Tal es, por
por piezas separadas de disposición radial, cada ejemplo, la atracción que un foco luminoso aisla-
una de las cuales podría actuar como un polari- do ejerce sobre muchos animales nocturnos: ma-
zador; pero en realidad parece que son los rab- riposas, peces pelágicos, etc. Radiación de onda
domas, de estructura también orientada~ los que relativamente más larga (amarilla, roja) es más
detectan el plano de polarización. Abejas, hormi- atractiva que la de onda más corta (azul) para
gas y otros insectos se guían por la polarización los cladóceros (pág. 326). La luz ultravioleta se
de la luz del cielo, cuando el Sol está oculto. Los emplea para atraer insectos.
movimientos de Daphnia, de Mysidium y de cefa- La ausencia de luz permite la supervivencia
lópodos en un plano horizontal se orientan con de animales secundariamente ciegos que, en otro
referencia al plano principal de polarización de caso, podrían ser eliminados por la selección
la luz que reciben. Puesto que este plano gira natural. En tales condiciones se encuentran los
con el movimiento del Sol, existe aquí un me- endoparásitos y los pobladores de cuevas, del
canismo para que los animales describan movi- suelo y de las grandes profundidades acuáticas.
mientos más o menos orbitales durante el día, lo Existe una llamativa diferencia entre animales
cual puede tener importancia en relación con los acuáticos de profundidad, pigmentados y con
movimientos de exploración, relacionados o no ojos, cuya existencia tiene sentido por haber luz
con la migración vertical. Los vertebrados tam- biógena en dichos ambientes, y la fauna de cavi-
bién pueden percibir el plano de polarización de dades subterráneas, despigmentada y con una alta
la luz, por lo menos el pez Zenarchopterus y algu- proporción de animales ciegos. De 86 especies
nas personas 227. de peces ciegos 210 sólo 29 son marinos y aún
La vasta gama de posibilidades de combinación muchos de estos son propios de aguas superficia-
116 El medio
les, como Typh/ogobius calijorniensis, que vive más del sistema «disuelto» en la célula, hay otro
en galerías excavadas por otros animales en la sistema luminoso sólido, en forma de cristaloides
arena de las playas. La atrofia de los ojos en a los que se ha dado el nombre de escintilones.
peces de aguas dulces subterráneas se puede colo- En organismos inferiores, la producción o falta
car en un cuadro general de retardo de creci- de producción de luz se puede comportar como
miento, con ciertas deformaciones regulares (hipo- un carácter de transmisión simple. En el hongo
telia de los barbos ciegos de África 86, 87). A este Panus stipticus y en la dinoflagelada Noctiluca
propósito hay que recordar las diferencias, en los scintillans existen sendas variedades, con posible
distintos ambientes, en la asequibilidad de vita- segregación geográfica, una productora de luz y
minas A, antes mencionadas. otra no luminosa. Por otra parte, hay bastantes
casos de especies próximas una de las cuales da
luz y otra no; para citar dos especies muy vulga-
res en el fitoplancton marino, Ceratium ¡usus es
Biofotogénesis luminoso y Ceratium ¡urca no da luz. Es fácil
hacer la observación en células retenidas sobre
La emisión de luz por los organismos es un un filtro y colocadas en una cápsula de Petri bajo
fenómeno que ha despertado una gran curiosidad el microscopio. Se apaga la luz, se excitan los
desde siemp..e 78.79, 108. 109. 154. Los organismos lu- organismos, con agua oxigenada, por ejemplo, se
minosos pertenecen a grupos muy diversos: bac- reconocen los puntos luminosos y, dando la luz
terias, hongos, dinoflageladas, radiolarios, cni- se identifican las células.
darios, ctenóforos, turbelarios (Monocelis en La luz emitida suele tener su máximo entre
América), oligoquetos (Octochaetus, de Nueva 470 y 500 nm, es decir, es verdosa y no va acom-
Zelanda), poliquetos, nemertinos, enteropneustas, pañada de emisión de onda larga, por lo que se
gasterópodos, lamelibranquios, cefalópodos, crus- la puede calificar de «luz fría», a diferencia de los
táceos, miriápodos, insectos, ofiuroideos, tunica- focos luminosos más generalmente usados por el
dos y peces. La contaminación por bacterias lu- hombre. Pero el color aparente puede estar pro-
minosas explica la luminosidad accidental de fundamente alterado por la presencia de croma-
otras especies, algunas pertenecientes a grupos tóforos o filtros delante de los órganos producto-
distintos de los mencionados. En el mar, los orga- res de luz, cuando éstos son complicados.
nismos luminosos son legión; en las aguas dulces,
son rarísimos, puesto que sólo se menciona un
gasterópodo de Nueva Zelanda (Latia neritoides) ;
y en tierra, finalmente, el fenómeno resulta muy
Superficie ventral
espectacular, principalmente en diversas especies
de coleópteros (luciérnagas y cocuyos).
Desde el punto de vista bioquímico son clási-
cos los experimentos de Dubois (1885, 1887 56)
con el lamelibranquio Pho/as: con agua caliente
se podía extraer una sustancia «combustible» la
luciferina; en frío y de manera que se conserva-
ran las proteínas, se obtenía un fermento, la luci-
ferasa. La acción de la luciferina sobre la lucife-
rasa, in vitro, producía luz. Se ha visto que este
mecanismo es bastante general: las luciferinas
son menos específicas que las luciferasas y algu-
nas de aquéllas se han aislado en forma crista-
lina; y hasta se han sintetizado, como la del
ostrácodo Cypridina que es un derivado del indol.
La reacción requiere oxígeno, ciertos iones (Mg)
y ATP. Precisamente, la reacción luciferina-Iuci-
ferasa. en tejidos de luciérnaga, cuya intensidad se
mide por la luz producida, se emplea actualmente
como un método de valoración del ATP. Pero el
mecanismo mencionado no es válido para todos
los casos, pues hay otros sistemas posibles, y en
medusas (Aequorea) y poliquetos (Chaetopterus)
Fig. 4-10 Esquema de la estructura del órgano
existen «fotoproteínas» que dan luz por reaccio- luminoso de una luciérnaga. (Según Hanson
nes químicas distintas. En las dinoflageladas, ade- y colabs., 72.)
118 El medio
muy brillantes y apagables. Bolin supone que como las del díptero Arachnocampa (Bolitophila)
cuando se encienden pueden atraer la atención luminosa que vive en cuevas de Nueva Zelanda
hacia ellos: si entonces el animal los apaga y (país que ofrece muchas rarezas en este capítulo
escapa, el atacante queda desorientado. de la producción de luz), o las de Phrixothrix,
En otros casos, la luz puede facilitar el descu- el «railroad worm» de los americanos 77, notable
brimiento de presas, como en las especies con por un órgano luminoso rojo en la cabeza y otros
ojos «telescópicos», o la atracción de las mismas, verdosos en los segmentos del cuerpo. No es po-
como en los pec6s pediculados mencionados antes sible atribuir sentido sexual a la luz producida
o en el pez Neoscopelus, que lleva un fotóforo por las larvas y se nos escapa por el momento qué
dentro de la misma boca, en la lengua. otro significado pueda tener.
Wynne-Edwards 235 se inclina a ver, en la La luz emitida por los organismos batipelágicos
producción de luz, principalmente un medio que puede medirse directamente por medio de un
facilita la agregación social o está relacionado fotomultiplicador 24, 44 (pág. 331) Y se ve que las
con la reproducción. Ello es indudable en los capas productoras de luz coinciden con las capas
poliquetos. En los sílidos la emisión de luz va reflectoras de sonar, ascendiendo en las horas
unida a la enjambrazón. La hembra produce luz nocturnas. Se ha intentado también discriminar
inicialmente poco intensa, que se intensifica, re- los destellos, relacionando en lo posible sus ca-
flejándose en la nube de óvulos que expulsa; racterísticas con las especies presentes. La inten-
si no aparece un macho, se apaga pronto. Los sidad de los destellos es muy baja, de 10- 2 a
machos son atraídos por la luz y nadan alrededor. 10- 8 ¡..t.W cm-¿. Recuérdese que un lux se apro-
La emisión de luz acaba después de la puesta. xima a 0,15 ¡..t.W cm- 2 •
Cristóbal Colón menciona ciertas luces movedizas
en el agua, observadas al aproximarse a las
Bahamas, y que probablemente eran producidas CALOR V TEMPERATURA
por poliquetos de este grupo.
En cefalópodos y peces abisales, número, dispo- Es una forma de energía que presenta dos as-
sición y color de los fotóforos son características pectos: intensidad o temperatura, medida ordina-
de la especie y, por lo menos en los mictófidos, riamente en grados Celsius (OC), y cantidad o
también del sexo, por lo que pueden utilizarse calor, apreciada en calorías. La caloría (caloría
para el reconocimiento. La posibilidad de control gramo) a 15°C se define como la cantidad de
de determinados fotóforos permite, además, con- calor necesaria para hacer pasar un gramo de
cebir la posibilidad de un comportamiento basa- agua de 14,5 a 15,5°C y equivale a 4,1855 joules
do en el intercambio de señales. (pág. 16). La diferencia entre temperatura y ca-
Entre los coleópteros la producción de luz se lor queda clara en la fusión y vaporización. Un
relaciona con la biología sexual. En la luciérnaga gramo de hielo absorbe 79,7 calorías para pasar
europea Lampyris noctiluca la hembra no vuela, al estado líquido, sin elevar su temperatura, y un
tiene 300 omatidios en los ojos y produce una gramo de agua líquida requiere 540 calorías para
luz más intensa que el macho; éste vuela y tiene pasar al estado gaseoso, sin aumentar su tempe-
2500 unidades visuales en los ojos. En otras espe- ratura. La importancia del calor y de la tempe-
cies la distribución de las funciones es distinta: ratura como factores ecológicos ha sido siempre
en los géneros Phausis, Photinus y Luciola, los reconocida y, a veces, exagerada.
machos a la vez dan luz más intensa y tienen los
ojos más desarrollados. La comunicación se esta-
blece por medio de luces intermitentes: Photinus Medición
da una señal de dos segundos (depende de la
temperatura) y la hembra responde dos segundos Los termómetros de mercurio son ampliamente
después. En ciertas especies, los machos se agre- usados en ecología. Para medir la temperatura en
gan y organizan grandes espectáculos luminosos, aguas profundas se emplean termómetros bascu-
produciendo destellos sincronizados. Son famosos, lantes, que en el momento oportuno dan la vuel-
a este respecto, los «árboles luminosos» del géne- ta, de modo que queda cortada la columna de
ro Sonneratia en las orillas de los ríos del SE de mercurio en una angostura del tubo, dispuesta de
Asia. En árboles predilectos se reunen millares forma que ulteriores cambios de temperatura no
de machos de Luciola y realizan allí sus exhibi- hacen variar ya la cantidad de mercurio despren-
ciones nupciales colectivas. dida: ésta nos da la temperatura en el momento
En la interpretación de la biofotogénesis se y a la profundidad del vuelco. Estos termóme-
mezclan, probablemente, fantasía y realidad. De tros han de ir encerrados dentro de un depó-
todas formas, resulta difícil hallar sentido a la sito de vidrio en el que se ha evacuado el aire,
producción de luz por ciertas larvas de insecto, para evitar los efectos perturbadores de la pre-
D<23 0
C
Figura 4-12 Temperatura superficial del mar, en la costa de Somalia, apreciada por
la radiación de onda larga recibida por un satélite Nimbus. Las observaciones de distintas
fechas corresponden a otras tantas fases de un proceso de afloramiento, que lleva a la
superficie agua relativamente fría, de menos de 23 oC. (Según Szekielda y otros 206.)
ston hidrostática y, además, llevan un termóme- las capas profundas del agua o del suelo, en
tro auxiliar para conocer la temperatura al hacer nidos, etc., permitiendo el registro cómodo y si-
la lectura que, si es diferente de la que marcaba multáneo de las indicaciones de muchos aparatos.
el termómetro al bascular, se utiliza para intro- De esta forma se pueden analizar detalladamente
ducir una pequeña corrección, por el cambio distribuciones muy inestables de la temperatura
de volumen experimentado por la parte despren- en el mar, como son las que se relacionan con
dida de la columna de mercurio. el paso de ondas internas. El aparato de medida
Los termómetros eléctricos se basan en el coe- consiste en cualquier medidor de resistencia, pre-
ficiente térmico de una resistencia bobinada o de feriblemente un puente de Wheatstone. Si se usa
un semiconductor (termistores) y se prestan a un voltámetro de plata o cualquier dispositivo
determinaciones de temperatura a distancia, en electrónico integrador, se mide la acumulación
.120 El medio
de temperaturas, lo cual es un dato importante razonamiento que más adelante se desarrollará;
para ciertos estudios ecológicos. pero existen otros métodos más independientes de
Para determinaciones de temperatura del cuer- la experiencia personal del ecólogo 30. El más im-
po de organismos, o en estudios microclimáticos portante se basa en la relación entre los isótopos
de mucha precisión, se usan termopares. Un ter- 16 Y 18 de oxígeno, que normalmente es de 500: 1;
mopar es un circuito cerrado formado por dos pero puede diferir algo, por ejemplo, hasta
hilos de metales diferentes -de ordinario cobre y 500: 1,05. Urey 217 prQ.pusa usar el fraccionamiento
la aleación llamada constantán- y soldados por entre los isótopos de oxígeno como un termómetro
sus extremos, con un, galvanómetro intercalado geológico. P'!rHendo de un agua con una relación
(en el cobre). El potencial generado es proporcio- de 500: 1, en carbonato cálcico precipitado en
nal a la diferencia de temperatura entre las dos la misma, la parte de 18 0 pasa a ser 1,026 a oue
soldaduras. y 1,022 a 25°e. La diferencia es demasiado peque-
También se emplean termómetros de lámina ña para que afecte apreciablemente al peso ató-
bimetálica o de otros tipos. En oceanografía y mico del oxígeno separado de los materiales; pero
limnología se emplea mucho el batitermógrafo el uso del espectrógrafo de masas permitió gene-
de Spilhaus, con un termómetro cuyo elemento ralizar el uso del método. Uno de los ejemplos
sensible es un conducto metálico fino lleno de más interesantes, estudiado por Urey y colabo-
líquido, que actúa sobre un tubo de Bourdon, radores concierne a belemnites del jurásico, en
semejante al que constituye la parte esencial de IQ~-9.!.1_~_·'la_distribución isotópica del oxígeno
un manómetro y consiste en un tubo curvado e,n la.s capas concéntric.as de la concha atestiguaba
que se endereza por la presión interna. El ex- fluctuaciones térmicas. Emiliani y otros autores
tremo del tubo lleva un estilete que marca la han r~alizado análisis, principalmente del carbo-
temperatura sobre una plaquita de vidrio ahu- nato c,álcico de los foraminíferos de los sedimentos
mado o dorado, la cual es solidaria de un émbolo marinos (pág. 302). También se ha utilizado la
cuya posición es definida por la presión del agua, determinación del oxígeno de carbonatos de pre-
de forma que se tiene un registro de la tempera- cipitación no orgánica, como son las estalactitas:
tura frente a la presión, o profundidad. Se trata en sus sucesivas capas queda registrada la fluctua-
de un aparato robusto, apropiado para uso de ción de las temperaturas en la cueva.
militares y pescadores, con el que se han obtenido
centenares de miles de perfiles verticales térmicos,
que han hecho progresar rápidamente el estudio Distribución de la temperatura
del régimen térmico de los mares. en la Tierra
La emisión de onda larga de una superficie
La mayor parte del calor en la superficie de
es proporcional a su temperatura. Por medio de
la Tierra procede del Sol, en forma de radiación
radiómetros muy sensibles es posible medir, desde
de onda larga o por conversión de la de onda
el aire, desde aviones o bien desde satélites, la
corta absorbida. Parte de la radiación se refleja
temperatura de la superficie de la Tierra o del
en las interfases. La atmósfera absorbe poco las
mar 206,225 (fig. 4-12).
radiaciones, el agua las absorbe intensamente,
Se han propuesto integradores de temperatura
y el suelo totalmente. Tiene importancia muy
de base química, que utilizan, por ejemplo, la velo-
secundaria el calor de origen químico (fuentes
cidad de descomposición de la sacarosa en fructo-
termales, vulcanismo, fermentaciones), producido
sa y glucosa en condiciones definidas 158, 191.
por reacciones nucleares, o por el trabajo mecá-
La temperatura media efectiva a que ha estado nico (trabajo muscular, cambios adiabáticos). La
sometido el vaso de reacción puede apreciarse por
desigual absorción de las radiaciones caloríficas
la cantidad del material que ha reaccionado. Este
es el motor fundamental de la circulación atmos-
método ha quedado algo postergado por las enor-
férica y marina (pág. 174) Y su importancia es
mes posibilidades que ofrece la técnica electró- enorme en la distribución de los organismos.
nica, en relación con sensores basados en varia-
ciones de resistencia o en la creación de un
potencial. Todas estas posibilidades son importan- SUPERFICIE DE LOS CONTINENTES
tes también en relación con los estudios experi-
mentales que requieren temperaturas constantes Los mapas de distribución de la temperatura
o variables según un programa definido. en la superficie de la Tierra (fig. 4-13) 25 se
La estima ,~~. temperaturas pasadas tiene gran basan en observaciones meteorológicas ordina-
int¿!és,~~Í1j)~legecología.Se puede deducir aproxi- rias. En Europa se calcula una media aritmética
madamente de la composición de las comunidades sencilla sobre 4 lecturas diarias (1, 7, 13 Y 19 ho-
y de las características individuales de las distintas ras), o bien se usan tres lecturas (7, 14, 21 h)
especies, aplicando en sentido inverso la línea de en la forma siguiente: t(7 11) + t(l4 11) + 2t(21 11) / 4.
En Estados Unidos e 1talia es frecuente usar la diaria es especialmente grande en las regiones
semisuma de la máxima y de la mínima, fórmula de atmósfera seca, que no impide la llegada de
poco adecuada para países cálidos, pues da valo- radiación durante el día ni la irradiación a partir
res demasiado elevados. La temperatura dismi- de la Tierra durante la noche. Las temperaturas
nuye regularmente al aumentar la altura sobre extremas observadas son de 70 a 80°C en la
el nivel del mar, entre 0,4 y 0,7°C por cada cien superficie de suelos secos y oscuros, con atmósfera
metros. Por las razones indicadas y otras, no es tranquila; pero a la sombra las máximas absolu-
muy fácil la coordinación y unificación de datos tas son algo menores, de 57 ,8°C, en México y
de distinta procedencia. Libia. Se excluyen, naturalmente, fenómenos de
Al hemisferio norte se le asigna una tempera- vulcanismo y fuentes termales. Las mínimas obser-
tura media de 15,2°C y al hemisferio sur de 13,3°C. vadas llegan a -77,8°C en Siberia y a -88,3°C
La distancia entre las medias de enero y julio es, en la Antártida <Yostok, polo del frío).
respectivamente, de 14,3 y 7,4°C. La oscilación En el suelo, la conducción del calor es peque-
122 El medio
ña, de manera que los gradientes verticales son en la vegetación baja, del 6 al 20 % en el bosque,
muy fuertes, sólo mitigados por la evaporación en del 5 al 10 % en el mar. Los sistemas con menos
superficie. En áreas desérticas, de escasa evapora- albedo acumulan más calor y se comportan como
ción y suelo con un gran volumen de espacios reguladores, suavizando las fluctuaciones de tem-
aéreos aislantes, se observan gradientes máximos. peratura.
En el desierto de Arizona, por ejemplo, se miden
hasta unos 70°C en la superficie, pero sólo 25°C
a medio metro de profundidad. La oscilación OCÉANOS y LAGOS
térmica diaria o anual puede ser de gran ampli-
tud. En la superficie de las dunas de las orillas En los océanos, los límites de la temperatura
del lago Michigan las temperaturas extremas en están menos separados que en la superficie de la.
un año van desde -37°C hasta +46°C. La baja Tierra, y prácticamente van de - 2°C a + 30°C.
temperatura, por solidificación del agua, limita A esta regulación contribuyen la gran capacidad
la actividad biológica, de manera que la existen- calorífica del agua, el calor latente de fusión y
cia de heladas y su frecuencia y duración consti-
tuyen parámetros de gran importancia ecológica
(fig. 4-14) 25.
El clima, tal como se deduce de las observacio- Tabla 4·5
nes meteorológicas ordinarias no corresponde al Aumento teórico de la temperatura del agua
clima en que se desarrollan las actividades de en distintos niveles por radiación,
los organismos. En este sentido se habla de micro- que corresponde a la absorción de t 000 cal cm- 2.
clima. El microclima muestra considerables hete- Agua oceánica de transparencia media 205
rogeneidades a pequeña escala. Las mismas comu-
Aumento
nidades de organismos, en particular la cobertura de la
vegetal, definen en gran parte las condiciones mi- Profundidad, temperatura.
croclimáticas. En su definición entra de manera m oC
importante el albedo, es decir, la radiación a
partir de la tierra, que es esencialmente depen- oa 1m 6,48
diente de la cobertura. La Tierra en conjunto está 1 a 2 0,72
en equilibrio térmico y emite tanta energía como 5 a 6 0,282
recibe. Pero hay diferencias locales de albedo: el 10 a 11 0,096
albedo visual (longitudes de onda en los límites 20 a 21 0,030
50 a 51 0,0024
de la luz) es del 40 al 85 % en la nieve, del 15
100 a 101 0,000011
al 31 % en el suelo descubierto, del 10 al 25 %
124 El medio
talmente que verticalmente, por la existencia de son de temporada y su desarrollo va asociado
gradientes verticales de densidad que se oponen al ciclo térmico anual. Es fácil calcular en cada
a la mezcla. período el trabajo de mezcla realizado por el
A es la resultante de la composición de muchos viento, multiplicando la masa total de agua por
fenómenos. El esfuerzo del viento en la superficie la elevación de su centro de gravedad desde
crea torbellinos, cuya energía se disipa mezclando antes de la mezcla hasta después de la mezcla,
el agua. El trabajo realizado es tanto mayor cuan- deducible a partir de los perfiles verticales de dis-
to más diversa sea la densidad de las capas de tribución de densidad. La destrucción de la ter-
agua superpuestas. Sabemos que el agua, por moclina se debe a pérdida de calor y evaporación
absorción de la radiación de onda larga, se calien- en superficie, en otoño. La circulación vertical no
ta mucho en superficie, con lo que disminuye su encuentra entonces obstáculo y se propaga hasta
densidad. En realidad, un mismo esfuerzo del el fondo. En ciertos casos existe una termoclina
viento se propaga tanto más en profundidad persistente donde la mezcla se detiene (pág. 200).
cuanto menor sea el gradiente de densidad. A Ciertos lagos tropicales tienen una estratificación
medida que el agua se mezcla va «empujando» persistente y en otros lagos llamados meromícti-
ante sí un fuerte gradiente de densidad y llega cos o de mezcla parcial, queda una capa de agua
un momento en que la potencia de mezcla del profunda a la que nunca llega la mezcla vertical,
viento no puede superar el gradiente acumulado. el llamado monimolimnion (pág. 195). En los
En realidad, la mezcla va progresando hasta un océanos suele existir una termoclina permanente
límite definido por la fuerza del viento y el gra- a gran profundidad, que puede ser el límite entre
diente de densidades preexistente, con inclusión masas de agua superpuestas que circulan con
de los cambios térmicos por radiación, evapora- distinta velocidad y dirección.
ción, etc., que ocurren durante el proceso. Las termoclinas (y, en general, las picnoclinas)
El final del proceso descrito de mezcla progre- tienen enorme importancia en ecología acuática.
siva a partir de la superficie, asociado a un trans- Por razones muy diversas sirven de referencia al
porte de calor, suele ser el establecimiento de un movimiento y a la acumulación de muchos orga-
gradiente brusco de temperatura (y de densidad) nismos (págs. 168, 832) 6. Una termoclina no
a cierto nivel, la llamada termoclina (o clinolim- sólo tiene importancia por ser el lugar de un
nion en los lagos) que es, a la vez, una picno- fuerte gradiente, sino que también es un lugar
clina (= gradiente fuerte o discontinuidad de den- de difusividad vertical disminuida y difusividad
sidad). En ella se observan variaciones de hasta horizontal aumentada, lo cual hace que, a su ni-
1°C por m de profundidad y aún más. En los vel, sea fácil el deslizamiento entre masas de
lagos la termoclina se forma generalmente entre aguas superpuestas (los límites inferiores -y su-
los 6 y los 15 m de profundidad; en los grandes periores- de las corrientes son picnoclinas) y la
lagos y en el mar, más abajo, entre 20 y 30 me- aparición de ondas (ondas internas, pág. 201)
tros. En la figura 4-16 se representa un ejemplo como en toda interfase entre fluidos de densida-
notable por el gran contraste horizontal. Unas des diferentes (fig. 4-16) 38, 125. El estudio deta-
termoclinas son permanentes; otras termoclinas llado de las termoclinas ofrece interesantes pro-
JAPON
36°
HH
35°
~
AA
139 0
140 0
141 0
142 0 143 0 144 0 145° 146 0
Tabla 4-6
Balance térmico de algunos lagos. En calorías gramo por cm 2 y año (lO 000 cal cm- 2 año- ' - tl,l W m- 2)
126 El medio
400+
Calor total
absorbido o perdido
por el lago Ontario
1
Ganancia
0- --------- ---------------
Pérdida
1
400-
N
I
1
E
(,)
cu
(,)
eQ)
o
cu
0- ------------~------------------------
(,)
Q)
"'C
200-
.~
ü:
Pérdida por radiación de onda larga
0-
200-
Evaporación
0-
200-
Intercambio de calor
con la atmósfera y con el fondo
Enero Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sept. Oct. Nov. Dic.
Figura 4-17 Balance térmico del lago Ontario, por meses. Los valores del gráfico
superior representan la suma de los de los otros tres gráficos. (Según G. K. Rodgers, en
The Great Lakes as an environment, edito D. V. Anderson, Taranta, 1969.)
128 El medio
soporta -26°C Y un pez de Alaska, Dallia cuanto las características del ambiente lo consien-
pectoralis, de unos 15 cm, resiste 40 minutos en ten. se pierde rápidamente la capacidad de resistir
agua a - 20°C, aunque, contrariamente a lo que condiciones extremadas. La temperatura. máxima
se ha escrito más de una vez, no resiste la conge- letal es modificable ligeramente por aclimatación
lación de sus tejidos. Insectos y huevos de erizo y más efectivamente por selección (en peces).
de mar pueden ser sobreenfriados a - 30°C sin El límite superior de resistencia, en líneas gene-
daño. La resistencia al frío de la vegetación es rales, se sitúa hacia 30-40°C para las algas mari-
una propiedad ecológica fundamental. Las plantas nas e invertebrados de la zona entre mareas 156;
verdes mediterráneas resisten de -8 a -10°C, en las plantas superiores terrestres entre 40 y
las perennes de la zona templada (Erica, Clobu- 50ll C, raramente hasta más de 60°C (Opuntia);
laria, Helleborus) de -15 a -20°C, las de mon- entre los insectos se dan valores de 39-42°C, con-
taña (Buxus, Rhododendron, Calluna, Empetrum, siderablemente variables según la fase de desa-
Abies) hasta -30°C. Las yemas y algunas otras rrollo y tiempo de exposición, en anfibios de
partes de las plantas pueden resistir sobreenfria- 37°C, en reptiles de 36 a 55°C; en homotermos,
das y sin formar hielo hasta - 18 a - 26°C. aves y mamíferos, alrededor de 43°C. Para perío-
dos breves y previa limitación del contenido de
agua, los musgos resisten 115°C, quistes del cilia-
Resistencia al calor do Colpoda y las larvas del quironómido Polype-
dilum hasta 100°C por lo menos. Las fuentes
Los daños que la temperatura elevada produce termales son propicias a la observación de orga-
en los organismos son irreversibles. Básicamente nismos particularmente resistentes, aunque a veces
se trata de una desnaturalización de las proteínas, se publican datos erróneos, por la dificultad en
que no es una simple consecuencia de la deshidra- la medición de gradientes térmicos muy precisos
tación, sino un proceso histórico de perturbación o en decidir si se trata de organismos vivos o
de enlaces que van alterando la disposición de muertos o inmovilizados por el calor. De to-
grupos funcionales. Quedan tan irregulares que das formas, en las termas viven bacterias y cia-
no es posible que acierten a volver a ponerse en nofíceas (Phormidium, Mastigocladus) hasta
orden de funcionar. Las proteínas de los homeo- 58-60°C 20,222, c1orofíceas hasta 35-42°C, las diato-
termos empiezan a desnaturalizarse a 45°C y del meas no pasan de 40°C. En aguas termales del
mismo orden (45 a 60°C) son los valores que se parque de Yellowstone se han reconocido bacte-
mencionan para otros grupos de animales. Si algu- rias que viven y se multiplican a 90°C. Especies
na proteína esencial tiene una temperatura de des- de ciliados nadan a 37-38°C, el crustáceo rher-
naturalización baja, puede actuar de obstáculo mosbaena de los manantiales termales del Norte
que se opone a la colonización de ambientes cá- de África e Italia aguanta hasta 45°C, algún ostrá-
lidos, y una selección global de proteínas de tem- codo (Potamocypris) resiste hasta 49°C y las lar-
peratura de desnaturalización alta garantiza la vas de efídridos (moscas) de 50 a 52°C.
supervivencia en ambientes de elevada tempera-
tura. Algunos estudios muestran que existe rela-
ción entre la temperatura de desnaturalización de Regulación térmica
determinadas proteínas y la temperatura del am-
biente donde vive habitualmente el organismo del La temperatura del ambiente afecta a los pro-
que forman parte. En el caso de la hemoglobina, cesos vitales de los organismos, principalmente
por ejemplo, la temperatura que actuando por cuando la temperatura del cuerpo sigue aproxima-
30 minutos reduce a un 50 % su actividad, es de damente a aquélla. Los procesos metabólicos, en
38-40°C para la hemoglobina del bacalao (Ca- general, determinan un aumento de una fracción
dus) , de 46-48°C para la de monos (Macaca) y de grado de la temperatura del cuerpo de un
de 60-61°C para la de lagartos que viven en se- organismo vivo sobre el ambiente, pero como el
midesiertos (Agama, Phrynocephalus) 130,219. La calor producido se difunde, la diferencia nunca es
temperatura letal, expresada como la tempera- importante. El cuerpo de una lombriz de tierra
tura a la que mueren la mitad de los individuos, tarda sólo dos minutos en ajustarse a la tempe-
guarda asimismo relación con la temperatura ratura ambiente dentro de un límite de O,05°C.
habitual del ambiente en que viven las especies Por otra parte, existen indudables ventajas en
o las subespecies 76. Aunque se suele decir en mantener dentro de límites relativamente estre-
semejantes casos, lo mismo que con referencia a chos la temperatura del cuerpo, alrededor de una
los límites térmicos inferiores, que la temperatura media moderadamente elevada. Se ha estudiado
es un factor limitante en la distribución de las la influencia de la temperatura sobre las reaccio-
especies, en realidad no es más importante que nes moleculares en los organismos; pero no se
otros en la adaptación total de la especie y, en ha desarrollado una teoría general que examine
~/
uC
bupréstidos, puede tener sentido de adaptación.
, --.;..P;.;.;;;ssse.;.....'
La circulación de hemolinfa por las venas de las
40 alas de las mariposas es parte de un mecanismo
de regulación térmica. La hormiga de bosque
Formica rufa eleva sus montones cónicos de se-
30
roja de forma que interceptan un máximo de
rayos solares y la temperatura de los hormigueros
~
Echidns
supera a la del suelo inmediato. En los campamen-
tos o vivaques de la hormiga arriera Eciton arma-
~E 20 tum de Panamá, la temperatura es de uno a dos
~
grados por encima de la ambiente, y la desviación
normal de las variaciones térmicas se ha reduci-
10 do a un tercio 98. La regulación es aún más eficaz
en los termiteros. En el de Bellicositermes nata-
lensis, el aire se calienta por contacto con los
cultivos de hongos, asciende hasta las cavidades
10 20 30 40 oC 50 más altas, donde su temperatura baja y desciende
Temperatura externa luego por canales periféricos, para completar el
circuito, en el curso del cual se observan también
Figura 4-18 Relación entre la temperatura del variaciones definidas de la concentración de
exterior y la temperatura rectal para un grupo C0 2 136 (fig. 15-14).
de mamiferos y un ave (Passer). (De diversos
autores, en Precht y cols. 161.) La heliorregulación es notoria en los reptiles.
130 El medio
40 40 40 40
~
o
Plica umbra A nolis
~M~~
r 35
d" .....
.........
Ü 35 35 35
ni
::::1
ni
Q)
o.
~
~
Figura 4-19 Relación 'entre la temperatura del exterior y la temperatura cloaca/, en varios
lagartos de un área de Belém, Brasil, en relación con su residencia habitual. En las espe-
cies que viven en lugares expuestos, la temperatura del cuerpo durante el día sube mucho
más que en los que viven más protegidos por la vegetación. (Según A. S. Rand
y S. S. Humphrey, Proceed. U. S. Nat. Mus., 125[3658J:1-17, 1968.)
El cuerpo del lagarto norteamericano Eumeces posible calcular para cada animal la temperatura
fasciatus alcanza de 20 a 29°C expuesto al sol, que su cuerpo alcanza en distintas condiciones
cuando la temperatura del aire es sólo de 12 de equilibrio de metabolismo, irradiación, viento, •
a 20°C (en primavera) 61. Cuando las rocas sobre etcétera 160 (fig. 4-19).
las que se mueven están caldeadas, otras especies Las piedras son importantes acumuladores de
(Crotophagus collaris, etc.) se elevan sobre las calor; a diferencia del suelo no hay en ellas es-
patas, postura que es más frecuente en los lagar- pacios aéreos ni evaporación, y, debajo de las
tos tropicales que en los de la zona templada. mismas, se alcanzan temperaturas superiores a las
El color de un organismo no se debe interpretar de otros puntos inmediatos de la superficie del
solamente en términos de defensa o de biología suelo. Muchas especies termófilas se congregan
sexual, sino que tiene también interés en relación bajo las piedras, así como otras lo hacen junto
con la regulación térmica. Se han estudiado la a nidos de aves o madrigueras de mamíferos.
absorbancia y la reflectancia de la piel de los El ejercicio muscular intenso aumenta la tem-
lagartos a distintas longitudes de onda 155. La peratura del cuerpo en insectos. En la esfinge
radiación difusa o reflejada de longitud de onda Deilephila la temperatura asciende a 34°C y una
larga puede ser más importante para la regula- gran actividad en los carábidos determina que
ción que la misma radiación directa del sol. Es- su temperatura se eleve 2°C sobre la ambiente.
pecies que pueden mudar de color, utilizan esta En himenópteros sociales (abejas) la producción
aptitud como regulador (Dipsosaurus); al subir la de calor muscular eleva la temperatura de la
temperatura palidecen y reflejan más -con lo colmena y la capacidad de regulación es amplia,
cual se hacen más visibles sobre la arena- antes pues se extiende a utilizar, además, la ventilación,
de retirarse a sus escondrijos, lo cual constituye moviendo sus alas junto a la entrada, con la con-
otra forma de regulación. Estos animales se han siguiente evaporación de agua y enfriamiento. Ac-
denominado ectotermos 47 por depender de fuen- tividades metabólicas inusitadas conducen a un
tes externas de calor. Teóricamente al menos, es gran aumento de la temperatura de las plantas.
132 El medio
ximadamente, del 1 % del total de especies ani- como el que corresponde a la máxima produc-
males; pero los hornotermos son dominantes in- ción de trabajo físico, como aquél en el cual
discutibles. La homotermia, sin embargo, sólo es el potencial reproductivo de la especie es má-
posible a partir de cierto tamaño. La relación ximo, o donde las probabilidades de supervi-
superficie/volumen es excesiva en los muy pe- vencia de cualquier población de la especie son
queños; por esto, entre los verdaderos homoter- mayores. Es obvio que el óptimo es función de
mos, las especies de menor tamaño superponen muchos otros parámetros ambientales, por ejem-
a su regulación fisiológica, un tanto insuficiente, plo de la humedad (fig. 3-14). Sólo en pocos am-
cierta regulación ecológica (letargo invernal de bientes (cavernas, grandes profundidades marinas)
muchos mamíferos pequeños, migración en las las temperaturas son constantes, de modo que el
aves). La resistencia de los hornotermos es, por concepto de óptimo único tiene poco sentido y lo
tanto, limitada y mueren si se exponen por cierto que tiene importancia son los límites de tempe-
tiempo a temperaturas extremas, lo cual varía ratura entre las cuales una población se mantiene
según las especies y según el estado en que se y compite con éxito. De manera general, se pue-
encuentran: los lemming activos y los murciélagos den distinguir organismos euritermos, cuyas po-
en estado de hibernación resisten temperaturas in- blaciones pueden subsistir en una zona amplia
feriores a cero. Mamíferos (Peromyscus) 193 some- de la variación de temperatura ambiente, y orga-
tidos a baja temperatura mueren antes si están nismos estenotermos, que requieren condiciones
privados de alimento, porque consumen reservas térmicas más precisas. Los homotermos son, na-
para producir calor; sin embargo, en ciertos poi- turalmente, más euritermos en términos generales.
quilotermos ocurre lo contrario, al descender su Las isotermas (fig. 4-13), isoanómalas y otras
metabolismo en tales condiciones (tabla 4-7). En expresiones resumidas de los valores de la tempe-
especies de roedores, unos mismos individuos re- ratura pueden ser adecuadas para describir la
sisten mejor las temperaturas bajas en invierno distribución de plantas y animales, es decir, de-
que si se llevan a ellas en verano, con lo que finir los bordes de sus áreas; pero generalmente
demuestran cierto grado de variación estacional no tienen el mismo valor en toda la extensión de
en la resistencia a condiciones extremas. las fronteras, bien por la diferente importancia
local de la competencia con otras especies, bien
por la descomposición de la especie en razas de
Tabla 4-7 significado fisiológico diferente en relación con
Días de supervivencia de animales privados la temperatura.
de alimento 180, 193 Con referencia a los organismos móviles se
habla de termopreferéndum, óptimo termotáctico
Serpientes Días de Roedores Horas de o temperatura preferida, para designar aquélla
Temp., oC supervivencia Temp., oC supervivencia
que el organismo en cuestión escoge cuando pue-
de moverse libremente sobre un gradiente térmico.
17 104 -25 1,6 Es fácil hacer experiencias con insectos y otros
27 47 8 17,4 animales pequeños en una caja alargada con un
36 10 20 28,1
elemento calefactor en un extremo y un refrige-
39 377
rante en el opuesto y se han obtenido numerosos
datos sobre el termopreferéndum de muchos ani-
malitos 51, 119 (tabla 4-8). En realidad, apenas se
Temperaturas óptimas y preferidas puede hablar de termopreferéndum fijo para una
especie, porque depende de la historia del indivi-
Como consecuencia de la integración de formas duo, de la temperatura a que ha estado sometido
de comportamiento y características fisiológicas en su desarrollo, y existen además diferencias ra-
en el curso de la evolución, cada especie se sitúa ciales de base verosímilmente genética: así el
entre determinados límites del margen de varia- Gryllulus domesticus de Palestina prefiere distin-
ción posible de la temperatura. Es decir, cada es- ta temperatura que el de Europa Central.
pecie tiene lo que se puede denominar su espectro Hablar de temperaturas preferidas resulta mu-
térmico, cuyos límites extremos representan la cho más difícil cuando la temperatura del cuerpo
muerte; cerca de estos límites se tienen sendos del organismo se aparta en mayor o menor grado
segmentos de rigidez o inmovilización, de los que de la temperatura ambiente, y la relación entre
el organismo puede recuperarse y, entre ellos, un ambas se establece como resultado de mecanismos
margen de variación de la temperatura en el que e interacciones considerablemente complicados.
la vida activa es posible. Dentro de éste se suele La periodicidad diaria en la actividad de mu-
hablar de un punto óptimo de temperatura, su- chos animales se puede relacionar con la búsqueda
mamente difícil de definir. Puede considerarse de una temperatura adecuada; en los climas fríos,
ª8-
"e 5000 . : ... :.
•• ::..• •e _ • • •
en las que puede ocurrir que cierto límite térmico
desencadene una forma de comportamiento deter-
minada. Por ejemplo, una temperatura del suelo
en
o de 31-38°C es condición para la migración de la
u langosta Locusta migratoria.
.Q
o 4000 La aceleración de los movimientos de los ani-
~
"~ males por el calor ha recibido el nombre de termo-
g cinesis y se manifiesta de manera distinta: El
~ curculiónido Sitona lineata recorre 3 mm S-1
"en 3000 a 10°C y 9 mm S-1 a 20°C. Saltamontes y grillos
~Q.l estridulan a partir de cierta temperatura (12-13°C
"e
";;
en Tettigonia, 23-25°C en Decticus); por encima
o de ésta, los sonidos son más o menos agudos
E 2000
en según la temperatura (fig. 4-20). En Gryllus cam-
E
Q.l
pestris, no sólo el tono, sino también el número
"<tl
de chirridos emitidos por unidad de tiempo son
"g función de la hora del día (más entre 9 y 16 ho-
1000
~
Lt
ras) y de la temperatura: son aproximadamente
50 en 10 segundos a 27°C y alrededor de la mitad
I b' , ,
1 '210' , , '3'0 I , lo de aquella cifra a 17°C.
Temperatura del cuerpo°C La actividad de captura en insectos y anfípodos
acuáticos, el consumo de oxígeno en copépodos
Figura 4-20 Relación entre la temperatura del y peces, aumentan con la temperatura 123. La res-
cuerpo y la frecuencia de los movimientos del piración de los copépodos (Temora, Centropages)
sonajero en la serpiente de cascabel Crotalus
atrox. (Según J. H. Martin y R. M. Bagly, Co-
se duplica prácticamente al pasar de 10° a 200C 68.
peia, 1972:482-485.) La respiración aparece como una función mixta
134 El medio
del tamaño del animal y de la temperatura am- I I I I
biente, comO en el gasterópodo Crepidula 122. La 3.0~ -
capacidad de filtración en lamelibranquios y otros
D
animales muestra relaciones parecidas. En la ostra
aumenta hasta unos 30o e, luego decrece 134. Véase
2.8 ~ Abril /
el resumen de Fry 65 (figs. 4-21 y 22).
~o---:;~
~~
Por lo que concierne a la velocidad de desa- e
e
Q)
rrollo, se trata de un tema que ha atraído atención Ol
~v
'xe
preferente y existe una información considerable, 2.6 - Octubre
Q)
~ O -
de la que se entresacan los ejemplos de la tabla 4-9,
~
"O
e
que son plenamente ilustrativos. "
Tanto la temperatura como la velocidad de
procesos biológicos son cuantificables y la rela- I 2,4 -
~ A9OS!
ción entre las dos se ha intentado expresar mate- §
/
máticamente, con la esperanza que del tipo apro- Enero
piado de función se pudiera venir en conocimiento
o en sospecha de la forma de actuar la tempe- 2.2 ~
siglo XVI I 1, Y más tarde otros autores propusieron 2.0 L..-_ _ L...-I_ _ . L . - I_ _ ~I_ _,L.-I~
expresiones empíricas o bien con un fundamento 5 10 15 20
razonado. Réaumur (1735) 167 Y Boussingault Temperatura oC
(1837) 29 introducen el concepto de sumación tér-
mica, según el cual, la suma de temperaturas, Figura 4-21 Relación entre la temperatura
computadas por encima de un «cero biológico» y la intensidad de la respiración, en distintas
se mantendría constante en el cumplimiento de épocas del año, en el cirrípedo Balanus balanus.
Los datos se han normalizado y se refieren a un
determinado proceso. Esta regla ha merecido con- individuo medio, de 15,8 mg de peso seco.
siderable aprecio por parte de entomólogos y pisci- (Según Barnes y Barnes 11.)
3,~ Observado a 1O ~C
0.6 Observado a 10"C
2,0
c5 I
.r::.
E 0.4
I
I
:
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I 10"C ~'I~--"""'¡""----""'--:-'lor;'l
............... 11 ,'1
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1.0 o
I
u
0.2
5 oC
0,5
Días 14 21 28 Días 14 21 28
A B
Figura 4-22 Aclimatación del mejillón, Mytilus edulis, a distintas temperaturas. A, tasa
de filtración en litros filtrados por gramo de peso seco y hora. B, consumo de oxígeno,
en mI de oxigeno por gramo de peso seco y hora. Animales procedentes del mar,
a una temperatura alrededor de 10°C, fueron sometidos a tres temperaturas distintas
y alimentados con una suspensión de algas. El efecto de las distintas temperaturas es
muy grande al principio, pero después de un par de semanas todos los lotes tienden
a mantener una filtración y un metabolismo semejantes bajo distintas condiciones térmicas.
(Según J. Widdows y B. L. Bayne, J. mar. biol. Assoc. U. K., 51 :827-843, 1971.)
136 El medio
20
.. Tortanus discaudatus
o Pseudocalanus, forma grande
A Acartia clausi
~12
>
.~
eu
(ij
a.
(JJ
o
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~
Q)
c::
(JJ
eu
O
O-+----..-~---.--.--.......----.---r-----r-----.~T--..------r- ..
i - . - ,----..--.......----.--'+-
-2°C O 4 8 12 16
Temperatura
Figura 4-23 Número de días que son necesarios para que se aviven los huevos de
copépodos de varias especies a distintas temperaturas. Se han ajustado curvas que se
convertirían aproximadamente en rectas en una representación doble logarítmica (figura
4-24, derecha). (Según MacLaren 139.)
50 A 50
40
30 30
~
20
10 ~.. ......
", 10
-f¿'/¡ne//a
Rana pipiens
Figura 4-24 Relación entre la temperatura y los dlas que necesitan para avivarse los
huevos de distintos animales (o su inverso, la velocidad de desarrollo). Rana es un anfibio
y las otras dos especies son lepidópteros. Se usan distintas escalas para las coordenadas.
En el tercer gráfico se traza la línea que corresponde a Q10 = 2. (Datos de diversos
autores.)
138 El medio
difusión puede ser limitante a baja temperatu- datos de observación. El ajuste es tanto mejor
ra y la actividad respiratoria la que define la cuanto menor es el número de datos y mayor el
marcha de un fenómeno a temperaturas más altas. número de constantes en la expresión elegida, y
Una aplicación de estos puntos de vista puede las más de las expresiones propuestas tienen el
ser, por ejemplo, la siguiente: En las plantas la carácter de fórmulas de interpolación ad hoc, sin
asimilación está limitada por procesos fotoquími- interés general.
cos y de difusión y su energía de activación es La expresión cuantitativa de las relaciones en-
más baja que en la respiración. Por tanto, al tre la duración de un proceso y la temperatura se
aumentar la temperatura se incrementa más la res- complica cuando la temperatura no es constante.
piración que la asimilación, colocando a la planta La regla de la sumación térmica admite que las
en una situación intrínsecamente más desfavora- temperaturas son sumables y que, por tanto, es
ble. lo mismo usar una temperatura fluctuante, que
En realidad se está lejos de una situación tan una temperatura constante igual a la media arit-
simplificada; aún si esta expresión fuera aplica- mética de aquélla. Esto es falso. Una temperatura
ble, la afinidad de los fermentos con los sustratos fluctuante acelera más cualquier proceso bioló-
y la concentración efectiva de las sustancias que gico que la temperatura constante igual a la me-
reaccionan varían de forma muy compleja y, en dia de aquélla (tabla 4-10). Otras observaciones
muchos casos, se amortiguan considerablemente análogas se refieren a Drosophila 168 y al pulgón
las diferencias de velocidad que serían de esperar de fa col, Brevicoryne brassicae 126. En este último
de la simple dependencia de la temperatura a caso, si las medias y las sumas se computan no
nivel molecular. Es indudable que muchos poiqui- sobre los valores directos de la temperatura, sino
lotermos acuáticos consiguen un metabolismo se- sobre estos valores después de transformados con
mejante bajo temperaturas muy diferentes 199, lo arreglo a una tabla (la transformación equivale
cual lleva a aceptar que los valores de las «cons- a usar el producto: temperatura por consumo
tantes» cambian con la edad o procedencia de específico de oxígeno a dicha temperatura), se
los individuos, o la temperatura bajo la cual se consigue un ajuste satisfactorio. Análogamente,
han desarrollado. A pesar de sus limitaciones para en las relaciones entre temperatura y tamaño de
describir de manera simplificada la complejidad los individuos, una temperatura fluctuante tiene
de interacciones involucradas en cualquier pro- el mismo efecto que una temperatura constante
ceso fisiológico y ecológico dependiente de la muy superior a la media aritmética de aquélla 131.
temperatura, la expresión de Arrhenius ha sido Este hecho tiene especi:d importancia cuando
empleada en el análisis de aquellos fenómenos, se comparan ecosistemas de igual temperatura
principalmente por Crozier y sus colaboradores 48. media y fluctuación térmica distinta, como la
Las tres formas de relacionar velocidad y tem- tundra nórdica con la alta montaña; en ésta la
peratura (fig. 4-24) se han intentado perfeccionar fluctuación térmica diaria es más amplia y, por
con distintos artificios 50, lOS, 106, 116, 120,121,208,218, consiguiente, en la zona alpina los procesos bio-
usando expresiones más complicadas, básicamente lógicos están relativamente acelerados. La migra-
exponenciales, que permiten un mejor" ajuste a los ción del zooplancton, entre capas de agua de
Tabla 4-10
Duración del estadio ninfal en el saltamontes Melanoplus mexicanus,
bajo distintas condiciones térmicas 40
Número de días,
desde el huevo
al adulto,
cakulado a partir
de observaciones
Número de días, a temperatura con.,;-
desde el huevo tante y aplicando
De las 24 horas del día pasa al adulto. la suma de
16 horas a 8 horas a observado temperaturas
60 68,5
41 47,3
107 147,0
49 75,0
Tabla 4-11
Algunas características del criptomonadal Chilomonas paramecium cultivado a diversas
temperaturas. Según Johnson y James 110
140 El medio
grasas, no varía significativamente con los cam-
bios externos de temperatura (71,6 % en invierno;
71,9 % en verano) 193.
•. ,.
La relación entre la temperatura ambiente y
.®
los lípidos no parece regular: los cambios en el
punto de fusión de los mismos se habían relacio- ¡;
)
nado, con sentido adaptativo, con la temperatura !: .
Tabla 4-13
Comportamiento fisiológico de individuos de una misma especie, de diferente tamaño,
o cultivados a distinta temperatura
A. Relación entre la asimilación y la respiración en el musgo Fontinalis.
Según Harder n, a) iluminado a 581 bujías; b) iluminado a 1017 bujías
Observado Observado
a 6·8°C a 18-20°C 0'0·
Musgos que habían sido cultivados a tem- (a) 1,97 0,51 3,86
peratura baja (b) 2,7 0,7 3,85
Musgos que habían sido cultivados a tem- (a) 8,1 2,5 3,24
peratura alta (b) 10,0 3,3 3,00
Observado Observado
a 200C a 300C 010
Observado Observado
a 200C a 300C 010
• Se comparan los cocientes asimilación/respiración; en las distintas temperaturas d.e observación varía
más la respiración que la asimilación, de modo que este 010 está influido principalmente por la respiración.
142 El medio
das por la temperatura bajo la cual se realiza el es que no se heredan caracteres, sino ciertas po-
desarrollo figura, como una más, la misma forma tencialidades, cuya variabilidad de expresión, en
de reaccionar a distintas temperaturas, la norma relación con factores externos, está más o menos
de reacción fisiológica. Dicha norma de reacción amortiguada por la dependencia respecto a otras
es ordinariamente un carácter de determinación características del organismo.
genética, pero no siempre. Individuos de parecida En los seres unicelulares, las variaciones de
constitución genética, desarrollados bajo diferen- tamaño implican cambios en el tamaño de las
tes temperaturas, tienen distinto tamaño, distinta células; en los pluricelulares, variaciones del mis-
relación superficie/volumen, y en ellos la rela- mo tipo pueden conseguirse cambiando el número
ción entre temperatura y metabolismo es también de células (que es lo que, al parecer, ocurre pre-
diferente (tabla 4-13). Los individuos criados a ferentemente en los homotermos) o el tamaño de
temperatura más alta son menores y por este sim- las células (animales de desarrollo muy definido
ple hecho muestran una mayor intensidad respi- con el número de células constante, como los
ratoria, referida a peso; y además, en todos los rotíferos o los tardígrados), aunque verosímilmen-
casos, son los organismos mayores los que incre- te ambos recursos de variación estarán combina-
mentan más su intensidad respiratoria (0 10 más dos en la mayor parte de los casos 144.
alto) al ser sometidos a un aumento de la tem- La consabida relación entre temperatura y di-
peratura. mensiones es casi general en el reino animal y las
La relación entre el consumo de oxígeno y la pocas excepciones admiten explicaciones convin-
temperatura puede depender simplemente de la centes, como las que siguen: en algunos unicelu-
estación. En Balanus existe un ritmo anual en lares (vegetales y animales), la temperatura exce-
dicha norma de reacción, que no va asociado, na- siva puede llevar a un retardo anormal en la
turalmente, a un cambio de dimensiones porque división y a un gran tamaño, que es accidental.
la duración de la vida no es tan breve 11. En los turbelarios, las variaciones de tamaño en
La relación entre respiración y temperatura en función del alimento disponible, que son muy
tejidos explantados de distintos animales no es grandes, pueden enmascarar otros efectos 173. Los
la misma que en el animal entero, pero tampoco moluscos terrestres que durante el año disponen
es idéntica para individuos de distinto tamaño o de un período de actividad y de alimentación más
criados bajo distinta temperatura, poniendo de largo crecen hasta un tamaño muy grande, poco
relieve la complicación de la regulación del meta- dependiente de la temperatura. La respiración
bolismo (peces 159, mamíferos) 117. traqueal en los insectos, los independiza de la
servidumbre determinada en otros animales por
las necesidades de aporte de oxígeno a los tejidos.
En insectos sería de esperar encontrar más fre-
Reglas térmicas cuentes las excepciones que, sin embargo, son
muy escasas.
Los efectos que se han mencionado en el apar- La relación más general entre temperatura y
tado precedente conducen a regularidades en la dimensiones, es importante en ecología y particu-
relación entre la temperatura y características de larmente en paleoec'ología, pues permite deducir
las poblaciones a ella sometidas, que han dado variaciones en la temperatura a partir de cambios
pie para formular ciertas reglas térmicas ecológi- observados en las dimensiones de los organismos
cas, de expresión morfológica. Los cambios de a ella sometidos. La fracción de foraminíferos pe-
dimensiones y otros ligados a ellas, se deben tanto queños es relativamente mayor en los sedimentos
a la influencia directa del ambiente sobre el formados en el fondo de mares más cálidos. En
desarrollo individual, como al resultado de la se- realidad, los indicios buenos se obtienen compa-
lección de combinaciones génicas, en el sentido rando siempre formas muy próximas. El conoci-
que aquéllas que dan individuos menores serían miento de tales regularidades puede ayudar a la
seleccionadas preferentemente bajo temperaturas taxonomía, cuando formas emparentadas que vi-
altas y las que resultan en individuos más corpu- ven bajo distintas temperaturas muestran una
lentos tendrían valor de selección positivo a baja variación morfológica de acuerdo con lo esperado.
temperatura. La superposición inextricable de Si las subespecies o formas de climas fríos tienen
simples modificaciones y de procesos de selec- más vértebras, o son de tamaño mayor y con las
ción, con notable paralelismo, se puede consi- proporciones corporales que corresponden a lo
derar, si se quiere, como una prueba del sentido esperado de una función de tipo alométrico de
adaptativo que tiene la reducción d~ las dimen- validez general, es verosímil que entre las dis-
siones bajo una temperatura elevada. Una norma tintas formas existan relaciones muy estrechas,
de reacción se selecciona lo mismo que un carác- pues el conjunto de ellas muestra una relación
ter de manifestación poco variable. La realidad aparentemente sencilla con la temperatura. Sin
Figura 4-26 Distribución de los valores medios del número de vértebras en la sardina
Sardina pilchardus, contadas en un gran número de lotes, distribuidos aqul por su pro-
cedencia geográfica. Se observa un gradiente aproximadamente latitudinal, de forma que
las poblaciones de áreas más cálidas o más meridionales tienden a un número medio de
vértebras alrededor de 51, mientras que más al Norte o en áreas más frias, el promedio
excede de 52. (Datos de diversos autores, recopilados por Andreu 5.)
144 El medio
BRETAÑA
VENDEA
GOLFO VIZCAYA
SANTANDER
C. VASCA
ADRIÁTICO
COSTA BRAVA
CASTELLÓN
BALEARES
VIGO 10
LEIXOES 11
MÁLAGA 12
13
CANARIAS 14
L/SBOA 15
PORTUGAL 16
17
I----------------------------------------------t 18
146 El medio
87
Figura 4-28 Isofenas o líneas de igual valor que expresan la longitud del ala del pico
carpintero Dendrocopos pubescens, especie residente, de Norteamérica. Intervalos de 1 mm;
las mayores diferencias exceden de 7 mm en los valores medios. (Según James 102.)
cidad de filtración de agua por el mejillón My- una temperatura determinada) sometidos a una
tilus calijornianus 34 procedente de distintas lati- temperatura más alta llevarían una actividad ex-
tudes, o la respiración de los cangrejos costeros cesiva; por tanto, en latitudes más bajas se lle-
Vea pugilator y Pachygrapsus pachypes, proceden- gará, por selección, a conseguir el modo de rebajar
tes también de latitudes diversas 53, 174. En todos el promedio de dicha actividad. La relación entre
los casos, los animales procedentes de latitudes temperatura y velocidad tiende, pues a estabili-
más altas, que de ordinario viven a temperatura zarse. En este caso es válida la comparación con
más baja, consumen más oxígeno (o filtran más) una representación de la estabilización de cual-
que los que proceden de más cerca del Ecuador, quier función fisiológica o ecológica (fig. 2-9).
cuando todos se observan a la misma temperatura.
Pero en habitantes de manantiales termales se
pueden presentar situaciones fuera de la regla Regla de Bergmann ampliada
general, como en el pez Arenichthys baileyi 204.
En las poblaciones nórdicas de varios gasterópo- La más antigua y la más conocida de las «reglas
dos marinos estudiados, el crecimiento resulta ser ecológicas térmicas» es la de Bergmann (1847) 19,
de 2 a 9 veces más rápido que en poblaciones según la cual, en las especies politípicas de ani-
de origen meridional, cuando todos se crían a males homotermos, las subespecies o razas geo-
una misma temperatura 52. gráficas tienen el tamaño tanto mayor cuanto más
En términos generales, se puede decir que la baja sea la temperatura media del ambiente en
tendencia es a uniformizar la actividad y hacer que viven. Esta regla vale para la generalidad de
que no aparezca tan rigurosamente ligada a la las aves y de los mamíferos, y en las figuras 4-28
temperatura. Los ejemplares de constitución nór- y 4-29 pueden verse un par de ejemplos repre-
dica (cualquiera que sea el significado que demos sentativos, uno de ellos se refiere a liebres y otro
a la palabra constitución que, posiblemente, abar- a la longitud del ala de un pico carpintero de
cará una componente genética y ciertas caracte- Estados Unidos 102. Son notables los ejemplos
rísticas dependientes de haberse desarrollado a constituidos por las zorras del Antiguo Mundo
148 El medio
En realidad, la regla de Bergmann es más ge- Se entiende por alometría la falta de relación
neral y ha de explicarse en términos diferentes, lineal entre diversas medidas tomadas en un mis-
si se encuentra en ella sentido de adaptación. Una mo organismo en el curso de su crecimiento y,
relación del mismo signo se observa, efectivamen- por extensión, en individuos de distinto tamaño
te, en algas, rizópodos, foraminíferos, radiolarios, de una misma especie 70, 95, 143, 144, 166, 209. En el
hidrozoos, tardígrados, crustáceos, insectos (Ca- crecimiento el cuerpo se «deforma» y esta defor-
rabus, Fannia, Apis, Argynnis, Simulium, Baetis, mación se manifiesta al comparar individuos de
etcétera), moluscos, entre ellos Cypraea, apen- distintas dimensiones de una misma especie. Si
dicularias, peces y ranas. Incluso los Trypano- x, y, z, son distintas medidas (longitud y anchura
soma parásitos en animales de sangre caliente del cuerpo, longitud de la espina, en Keratel/a
tienen células más pequeñas que los que viven o Brachionus; fig. 4-30) tomadas en una especie,
en poiquilotermos. En los animales marinos distri- sus valores se pueden ajustar a funciones del tipo
buidos sobre un gradiente de profundidad, los y = ax b , Z = a'x b ', etc., (log y = a + b log x, etc.)
de aguas más profundas son más corpulentos: en es decir, lo que conserva una relación fija entre sí
especies de briozoos del Mediterráneo, los ejem-
plares que viven por debajo de los 200 m son
entre un 15 y un 20 % mayores que los de aguas
superficiales y todos, en general, son menores que 180 I-lm
los representantes de las especies respectivas en
aguas atlánticas 69a. En insectos, caracoles y rep- 160 I-lm
tiles se encuentran excepciones, principalmente
140 I-lm
cuando hay largos períodos de inactividad, condi-
cionados por la sequedad o el frío, que limitan
el crecimiento, de modo que las dimensiones 120 I-lm
150 El medio
phi/a, etc.) y otros artrópodos (dientes de la sierra diferencias latitudinales en la respiración de crus-
furcal de los copépodos que la tienen), así como táceos y moluscos. Peces 76, c1adóceros (razas de
las perforaciones, relieves u otros elementos de Daphnia atkinsoni) y otros animales muestran
estructura de las cubiertas de diatomeas y fora- diferencias según la latitud en lo que se refiere
miníferos. En general, según Schilder 185, 186 si Z a la resistencia a temperaturas extremas, y distin-
es el número de piezas y L es una dimensión tas razas de Rana difieren, también, en la depen-
lineal del organismo, se puede escribir una función dencia de su fisiología de la temperatura 151. El
alométrica del tipo ZC = a L, en la que la cons- frío induce poliploidía somática en estirpes ma-
tante característica c está comprendida entre 1 y 2 rroquíes de Drosophila hydei, pero no en estirpes
y, para un conjunto de 62 grupos de organis-
mos 186 y distintos caracteres, se distribuía alre-
dedor de una media de 1,72. En otros términos,
el número de elementos, aunque es variable, es
menos variable que la longitud del cuerpo sobre
el que se disponen: Z - a' LO,6.
Las diatomeas de aguas cálidas tienen la estria-
ción algo más apretada y los poros del caparazón
de los foraminíferos son más densos o apretados
a temperatura alta. Así, por ejemplo, en Glohi-
gerina egeri se cuentan 21 poros en un cuadrado
de 45 X 45 ¡J.m a 29°C, y 11,5 en el mismo espacio
en animales que se han desarrollado y viven a
15°C. El recuento del número de poros en cuadra-
dos iguales situados en porciones homólogas del
caparazón muestra tan buena correspondencia con
la temperatura, que se puede utilizar como indi-
cador térmico en estudios paleoecológicos 15, 230.
Cuando el número total de elementos es muy Figura 4-32 Células de la desmidiácea Stauro-
bajo (de 2 a 7), como ocurre con los radios de desmus jaculiferus, con distinto número de radios.
(Según E. Teiling, Ark. f. Botanik, s. 2" 6111]:
diatomeas, silicoflageladas y desmidiáceas de sime- 467-629, 1967.)
tría radial (fig. 4-32), cualquier diferencia significa
un cambio muy aparente, por ejemplo, pasar de
simetría «radiada» a simetría «bilateral» y halla
con gran frecuencia expresión taxonómica 146. El suizas de la misma especie. Diversas razas de
paso de 2 a 3 ó de 3 a 2 implica a veces un cam- Paramecium bursaria pueden no mostrar diferen-
bio de género. Algunos datos sobre desmidiáceas cias a 18°C, pero se comportan de modo distinto
permiten suponer que un mayor número de radios a 27°C y a esta temperatura sólo sobreviven las
va frecuentemente asociado a poliploidía y, en que reaccionan produciendo individuos de menor
general, las células con mayor número de radios tamaño, que se pueden considerar como mejor
son mayores y más frecuentes en ambientes fríos adaptados 69. La gran heterogeneidad en la forma
o de latitudes más elevadas, de forma que este de reaccionar a cambios térmicos en las distintas
fenómeno de variación se puede incluir dentro poblaciones de una especie hace totalmente iluso-
de la misma rúbrica general de las «reglas térmi- ria la tarea de determinar parámetros térmicos
cas», relacionadas con la regla de Bergmann am- únicos, característicos de una especie y constantes
pliada. para todos sus individuos, y aplicarlos en estudios
El gradiente térmico es particularmente notable prácticos del tipo de predicción de los límites
en la dirección de los meridianos y en relación de vida, del número de generaciones en relación
con él es frecuente observar clinas o series de for- con el clima, etc., empresa que se ha intentado
mas emparentadas, en las que ciertos caracteres muchas veces en relación con especies de impor-
cambian gradualmente. Estos gradientes se ajus- tancia económica, principalmente con plagas del
tan, en general, a la regla de Bergmann, con sus campo.
implicaciones. Cuando existe desacuerdo entre el
gradiente morfológico y el gradiente térmico se
puede suponer que existe alguna reducción del Ciclomorfosis
flujo génico o condiciones especiales de selección,
o bien que se trata de vestigios de situaciones La variación de las dimensiones en relación
pasadas (pág. 273, biogeografía). Las c1inas tienen con la sucesión de las estaciones del año sólo
manifestación fisiológica: se han mencionado se puede observar en los organismos de vida corta,
o. cucullata
Esrom
Figura 4-33 Generaciones estiva/~s de distintas
Daphnia, que desarrollan yelmos cefálicos.
Las cifras romanas indican las sucesivas mudas.
En el lago Esrom coexisten dos formas diferentes.
(Según R. Woltereck, Variation und Artbildung,
Francke, Sem, 1919.)
152 El medio
1.0
.:.-:
.,..~1·::·
i j}{:~..~
,....~ :..---
0.5 _
0.5 1.5 mm
Longitud caparazón (B)
Mayo-Noviemhre
La relación entre longitud de la cabeza y longitud 4-33) 32. Los cladóceros con cic1omorfosis de tipo
del cuerpo, en el momento de nacer, se expresa no simplemente alométrico son propios de los
por una función de los mismos parámetros países más intensamente glaciados y que actual-
mente están sometidos a un ritmo climático anual
K¡ = 0,675 + 0,274 t + 0,054 P - 0,003 v muy marcado: Escandinavia, región báltica, Al-
pes y ciertas regiones de Norteamérica. La ciclo-
Es natural que en los embriones la temperatura morfosis en algunos insectos (hemípteros, lepi-
tenga más importancia y el alimento y el viento dópteros) escapa igualmente a la determinación
(turbulencia) tengan menos impacto que en los estrictamente térmica y está controlada por foto-
animales adultos. periodicidad (pág. 724).
Mientras que las espinas de Keratella se com- Es natural que las fluctuaciones de talla sigan
portan como un órgano alométrico sin complica- con cierto retraso a las fluctuaciones térmicas,
ciones (fig. 4-30), los yelmos y otras estructuras y que una temperatura fluctuante tenga el mismo
ciclomorfóticas de Daphnia tienen regulación más efecto que una temperatura uniforme más ele-
compleja y representan adaptaciones especiales a vada. Los individuos del copépodo marino Cala-
la estabilización o a la horizontalización de las nus finmarchicus que se encuentran en otoño,
trayectorias en determinados niveles del agua. Es desarrollados durante el verano precedente en
muy notable, a este respecto, la convergencia de agua de 15 a 16°C, tienen las longitudes mínimas
distintas especies y grupos de especies (figura de 2,8-2,9 mm y el peso mínimo de 0,4-0,5 mg;
(17,72°)
... izquierda) y decrecen de Norte a Sur, a pesar de
que la diferencia en la temperatura media entre
las estaciones extremas es solo de una fracción
de grado. Las temperaturas del agua que aparecen
6,5
sobre el diagrama de la izquierda son promedios
de O a 10m de profundidad, obtenidas en las
estaciones marcadas con aspas en el mapa,
(17,70°)
6 •
durante los meses de abril a agosto, inclusive,
que abarcan el perlado de mayor desarrollo de
26 27 2B 29
las algas
los mayores, crecidos en el agua invernal a 8 o Los distintos morfas de una especie polimorfa
goC, no se observan adultos hasta la primavera pueden ser desigualmente frecuentes según las
y miden 3,6 mm de largo y pesan 1,1 mg 28. Exis- localidades, y en relación con sus temperaturas,
ten cambios simultáneos en la composición quí- por lo que tienen el mismo valor de indicadores
mica de los animales: en verano el contenido de ecológicos y paleoecológicos que las formas de
agua es menor y distinta la reserva de lípidos (pá- reacción, a temperaturas distintas, de especies que
gina 141). En diversos rotíferos (Kellicottia, No- se suponen genéticamente homogéneas (fig. 4-35).
tholca, Keratella) si las temperaturas son muy En aquellos organismos acuáticos que pueblan
bajas, se rompe la regularidad normal, las dimen- lagos con agua estratificada y temperaturas diver-
siones vuelven a bajar y resultan individuos me- sas según los niveles, el estudio de la ciclomorfo-
nores que los desarrollados a temperaturas inter- sis presenta indudables complicaciones. Su con-
medias.
Se manifiesta ciclomorfosis aparente cuando
coexisten distintos morfas de una especie, adap-
tados diferencialmente a distintas temperaturas:
100
unos u otros dominan sucesivamente a medida
que la temperatura varía. Como que las formas
o
que predominan en verano son, por término me- ::J
u 80
dio, más pequeñas que las invernales, y existen o
las diferencias de forma habitualmente asociadas
a las diferencias de tamaño, es difícil discernir
este tipo de periodicidad de la simple ciclomor-
o
~
~ 60
..
fosis fenogenética. Cuando no existen pruebas "8
al
adecuadas, y ésta es, desgraciadamente, la situa- "O
o 40
ción más general, se suele aceptar como criterio ~
la existencia de discontinuidad morfológica entre oo-
las distintas formas o morfos que viven juntos.
Esta modalidad se observa en diatomeas (Melo- ~
l-
20 ..
sira), dinoflageladas (Ceratium) , rotíferos (Po-
lyarthra, fig. 20-10; Keratella, donde coexiste con
ciclomorfosis simple, lo que complica el proble- 20 40 60 80
ma) y quizá en quironómidos, donde se duda de Grados de latitud
si formas de Psectrocladius que se avivan suce-
sivamente corresponden a morfos separados de Figura 4-36 Tanto por ciento de individuos
de coloración oscura en muestras de ca/ém-
ciclo estacional diverso o se trata de simple ciclo- bolos del suelo de diferentes latitudes.
morfosis 234. (Según Rapopoft 166.)
154 El medio
sideraci6n sugiere posibles mecanismos de evolu- casos, también con la humedad (pág. 99). Se
ci6n. En virtud de la morfología adquirida en cita con frecuencia el ejemplo de un himenóptero,
el curso de su desarrollo, cierto grupo de indivi- Habrobracon juglandis 188 que, a temperatura más
duos de una especie puede tender a situarse en baja (16°C), tiene pigmentación más oscura que a
determinados niveles, especialmente cuando los 35°C; en la mosca tse-tsé hay indicios de la misma
caracteres variables (espinas, yelmos) influyen en tendencia. En un sentido más amplio, el tanto por
su posici6n o su natación. De esta forma, una ciento de los colémbolos oscuros en una fauna va
misma especie no subdividida genéticamente en aumentando progresivamente en función de la
morfos, puede no ser uniforme en un momento latitud (fig. 4-36) 166. Se ha intentado relacionar
dado y sus individuos mostrar una distribución esta «regla» con la regulación térmica (un organis-
heterogénea, de acuerdo con sus características. mo más oscuro absorbe más radiación de onda
Esta situación se puede perpetuar, en el caso de larga; pero también emite más), o con la defen-
animales poco móviles, como son los rotíferos, sa 91; pero esta «regla» es mucho menos genera-
pues las formas del hipolimnion darán, por ejem- lizable que la de Bergmann. En muchas aves, por
plo, descendientes más corpulentos y con las espi- ejemplo en los gorriones, las razas meridionales
nas mucho más largas, en el caso de Keratella, son de color más oscuro, y es precisamente como
que los que se reproduzcan en el epilimnion. En descripción generalizada de este tipo de variación
realidad, la interpretación de la variabilidad mor- que se formuló la regla de Gloger.
fológica de los pobladores de un lago 214 es ex- Por otra parte, el pelaje o plumaje blanco es
traordinariamente difícil: no siempre atestigua una obvia adaptación defensiva a un ambiente
diferenciación genética, pero tampoco puede ser nival de gran altura o de latitud alta, y también
adscrita, sin más, a simple respuesta fenogenética limita la pérdida de calor por radiación. Un fun-
a temperaturas distintas que hayan actuado du- damento fisiológico de la relación entre latitud y
rante el desarrollo. color se halla en el ennegrecimiento de las por-
ciones distales, expuestas a hipotermia, del cuerpo
de animales homotermos, por ejemplo, la punta
Otras reglas térmicas de las orejas o de la cola. A temperatura más baja
es de esperar una mayor extensión de las áreas
La regla de Gloger relaciona el color, o grado melánicas, en este caso, al contrario de lo que
de melanismo, con la temperatura y, en ciertos postula la regla.
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158 El medio
5
PROPIEDADES MECANICAS
Densidad y compresibilidad
A O°C la densidad del agua es 773 veces mayor que la del aire a
presión atmosférica normal y facilita en la misma medida la suspensión
de los organismos, a la vez que se opone a su movimiento en un grado
parecido.
La densidad del agua es función de la temperatura, salinidad y
presión, función que presenta anomalías en relación con las distintas
formas de agregación molecular (pág. 17; el agua pura tiene la máxi-
ma densidad a 4°C). En las aguas «dulces», la densidad depende en
primer lugar de la temperatura. En las aguas marinas no se puede
prescindir de las otras variables. La densidad es un parámetro impor-
tantísimo en el estudio del mar, porque es la base para conocer las
distribuciones de masa con las que han de estar en equilibrio las co-
rrientes marinas. En otras palabras, las corrientes marinas se calculan
indirectamente en función de la distribución de la densidad, y este
proceder requiere medidas simultáneas y muy precisas de la tempe-
ratura y de la salinidad, en puntos bien definidos, tanto geográfica-
mente como en relación con la profundidad.
Usualmente, en oceanografía, en vez de densidad (p) se emplea
como abreviatura de expresión conveniente a, definida de modo que
a = 1000(p - 1). Así una densidad de 1,0267 se escribe, sencillamente,
159
a = 26,7. El valor de a, prescindiendo de la pre.- bático, la primera al hundirse a 5000 metros se
sión, se puede considerar a O°C o a la temperatura pone a 0,41 o C y la segunda, al subir, pasa a O°C.
real, t. Es obvio que ao = f(5) = f(el). Los va- En una atmósfera seca existe un gradiente carac-
lores de ao para diferentes valores de la salinidad terístico de la temperatura en equilibrio con los
(o c1orinidad), interpolados por medio de una cambios de presión, igual a 1°C cada 100 metros;
función de tercer grado, pueden encontrarse en ordinariamente el gradiente que se observa es
las tablas de Knudsen. Para una temperatura dis- de O,65°C por 100 metros (pág. 81), es decir,
tinta de cero, a, = ao - D, siendo D una función el aire en la altura es menos frío de lo que corres-
de t y de ao que está asimismo tabulada. Una vez ponde al gradiente adiabático. La suavización de
conocido a, y la profundidad en metros de donde los gradientes esperados se debe a que la humedad
procede la muestra, se puede calcular la influen- atmosférica amortigua los gradientes térmicos,
cia de la presión y la densidad in situ. porque al ascender, el agua se condensa, cedien-
El recíproco de la densidad es el volumen espe- do calor, y al descender el aire, puede haber una
cífico, a = l/p. En hidrografía resulta práctico evaporación de superficies inmediatas que roban
trabajar con la anomalía del volumen específico, calor. Es lógico, por tanto, distinguir entre gra-
i); que es igual al volumen específico real menos diente adiabático de aire seco y gradiente adia-
el volumen específico de agua de 35 por mil de bático de aire saturado de humedad, que es
salinidad, a temperatura de O°C y colocada a la mucho menor, aproximadamente 5/9 de aquél,
misma profundidad. i) = a" .\, p - Clo. 35. p' aunque la relación varía según la temperatura
Los fluidos son compresibles. El volumen del (figura 5-1) 119.
agua disminuye aproximadamente en 40 milloné- Una masa de aire que se eleva, como ocurre,
simas por cada bar de presión. Con la compresión por ejemplo, al ser impulsada sobre una ladera
el agua se calienta algo. Si el cambio de presión se de montaña, o sobre otra masa de aire más denso,
hace de manera que no exista ganancia ni pérdida cambia de temperatura según la función o gra-
de calor --o de salinidad- por intercambio con diente adiabático seco, hasta llegar al punto de
las masas de fluidos circundantes, se dice que el rocío, a partir del cual su cambio térmico sigue
cambio es adiabático. Si una masa de agua que el gradiente adiabático del aire saturado. Si esta
tiene in situ, a la profundidad p, una tempera- masa se mueve entre otras masas de aire estables,
tura t p , es llevada a la superficie, llegará a ella llega a estar a temperatura más elevada que ellas,
con una temperatura lo, inferior a I p Y que se y, entonces, por su menor densidad ascenderá
denomina temperatura potencial. En oceanografía más y más, creando un foco de inestabilidad;
debe especificarse si se dan las temperaturas in una vez ha llegado a un nivel mínimo en que se
silu o las correspondientes temperaturas poten- produce la condensación, aparecen nubes (figu-
ciales. Estas últimas tienen interés cuando se con- ra 5-1).
sidera la dinámica de las masas de agua (ta-
bla 5-1).
En el aire, los cambios adiabáticos se compli- Presión
can por causa de la humedad. En el mar, supo-
niendo igual salinidad, un agua de superficie a Los efectos de la presión sobre la materia viva
O°C y un agua de 5000 metros a 0,41 oC se hallan son menores de los que se presintieron de antiguo,
en equilibrio indiferente, porque en cambio adia- cuando la atención se dirigió a los pobladores de
Tabla 5-1
Enfriamiento adiabático, en oC, cuando se eleva hasta la superficie
un agua que tiene in situ, a la profundidad indicada,
la temperatura que también se señala. Salinidad de 34,85 por mil 20
Temperatura
in situ, OC -2 10
Profundidad,
metros
1000 0,027 0,046 0,092 0,130
2000 0,075 0,114 0,199 0,274
4000 0,232 0,308 0,467
8000 0,910 1,192
160 El medio
grandes profundidades, sometidos a presiones quc
llegan hasta 1000 atmósferas. La presión se trans-
mite a todos los tejidos y el agua es muy poco
compresible, de modo que la dimensión de las
estructuras varía muy poco. Las adaptaciones a
escala molecular a que pueda haber dado origen
la presión alta se desconocen aunque, desde luego,
existen. Se han descrito bacterias baró/ilas (Zo-
Bell) que sólo crecen activamente cuando están
sometidas a presiones altas. En estas formas, los
efectos morfogenéticos de la presión son un tanto
comparables a los que la baja temperatura pro- .i
;;:
duce en otros organismos (mayor tamaño, retardo
en la división). Se comprende que la actividad
de los organismos sea muy pequeña cuando ac- \
túan a la vez una temperatura baja y una presión \
elevada, como ocurre en las grandes profundi- \
dades marinas. El submarino de investigación
«Alvin» se llenó de agua y se hundió a 1540 m \
de profundidad, donde permaneció desde octubre \
de 1968 hasta septiembre del año siguiente: den-
tro del submarino se encontraban unas raciones
de comida que apenas se alteraron en todo este
Temperatura ~
tiempo; la actividad bacteriana a gran profundi-
dad es, pues, muy pequeña. Al efecto combinado Figura 5-1 Gradiente adiabático para aire seco
de la presión más la baja temperatura puede atri- y para aire húmedo y condiciones que se dan
buirse también la presencia y aun el predominio en una masa de aire que se eleva. Su tempera-
tura desciende rápidamente con la altura, hasta
en aguas profundas de animales de tamaño muy I/egar al punto de rocío, en cuyo momento la
grande en relación con las dimensiones medias ulterior disminución de la temperatura se hace
de su grupo: anfípodos de más de a palmo, etc. menor. (Según Wiesner 119.)
Moluscos, anélidos y crustáceos de aguas super·
ficiales, sometidos a presiones de 500 a 1000 at-
mósferas, se inactivan o mueren. Los salmones,
en los conductos de presión de instalaciones hi· la raíz cúbica de la carga explosiva; sus efectos
dráulicas, resisten cerca de un minuto a 15 atmós· son peores si la explosión es rápida y cerca de
feras, se inmovilizan al comprimirse, y luego la superficie quedan aumentados por la onda ne-
retornan a su actividad normal al descomprimirse. gativa de presión. Los efectos varían según las
La presión hidrostática es más peligrosa cuan· dimensiones del pez y dependen, además, de
do existen espacios con gas: es un factor limitante si tiene vejiga natatoria.
en el uso de branquias de burbuja (pág. 44). En la atmósfera, los cambios de preslOn son
En los peces que viven a gran profundidad y mucho menores: la mayor parte de los insectos
poseen vejiga natatoria, su gas está muy compri- mueren cuando la presión baja a 130 mb, y en
mido y no se puede resorber con celeridad sufi· los homotermos la ebullición de la sangre esta-
ciente cuando los animales son arrastrados hasta blece otro límite riguroso hacia los 70 mb. De
la superficie, de manera que las vejigas se distien· todas maneras, las máximas alturas a las que se
den y los peces mueren por esta causa, que se han visto volar aves, unos 9000 metros 77, corres-
suma a otras causas mecánicas y térmicas. ponde a unos 400 mb; animales terrestres homo-
Los organismos del plancton responden a cam· termos (Och%na wollas/oni) alcanzan, en el Hi·
bios de presión y utilizan indudablemente la pre- malaya, 6300 metros de altura. A esta altura la
sión hidrostática como referencia en sus migra- presión parcial de oxígeno está correspondiente·
ciones 60. El anfípodo Synche/idium responde a mente disminuida, lo cual tiene importancia asi·
cambios de sólo unos 40 mb (unos 30 mm de mero mismo para los animales acuáticos, pobladores de
curio) 25. ríos y lagos de altura.
Los cambios bruscos son peligrosos. Los efectos Los animales perciben cambios en la presión
de las explosiones se han estudiado en peces, en atmosférica. Las dos ondas de presión diarias
relación con el uso de explosivos en la pesca (pág. 710) pueden dar lugar a ritmos circadiarios.
(ilegal), en prospecciones y en la demolición de Diversos autores han señalado que una depresión
chatarra. La máxima presión generada varía como atmosférica estimula la salida del adulto en pupas
162 El medio
raleza molecular de la membrana, presencia de turbulencia. La simple pequeñez se había conside-
cargas eléctricas en la misma o existencia de lar- rado como adaptación a la vida planctónica, pues
gas moléculas fuertemente hidratables e implan- aumenta la relación superficie/volumen, y en
tadas sobre la propia membrana (mucilagos). El este sentido se ha visto significado adaptativo en
cuerpo que se mueve no es el organismo sólido, la reducción estival de las dimensiones. Sin em-
sino el mismo más su envoltura de agua, con una bargo, es forzoso añadir que las células de verano,
superficie de contacto más amplia y una densidad más pequeñas, son también menos hidratadas (pá-
media menor, por lo que la velocidad de caída gina 140) y, por tanto, más densas, compensando
queda disminuida. Los organismos muertos se así una €aracterística a la otra.
sedimentan más aprisa que los vivos 102, lo que Debe insistirse en la relación íntima entre sus-
indudablemente se relaciona con cambios eléctri- pensión y nutrición, implícita en la asociación en-
cos en la membrana. En la naturaleza, los pe- tre condiciones de turbulencia y aporte de ele-
queños organismos pasivos del plancton se sedi- mentos nutritivos. Las relaciones se manifiestan
mentan a una velocidad comprendida general- en muchos aspectos (pág. 832), incluso en el ciclo
mente entre 0,1 y 0,5 mm S-1 (2 a 7 metros por de división celular; puede imaginarse que las
día). En zonas de afloramiento (pág. 188) el mo- células, al aumentar de tamaño, aumentan su
vimiento vertical del agua puede ser bastante velocidad de sedimentación, lo cual, a su vez,
intenso para contrarrestar totalmente esta caída. mejora su nutrición, y se dividen, con lo cual
El simple modelo de Stokes es inadecuado ade- su caída se retarda y así sucesivamente. Sin em-
más por otra razón. Ni el agua está inmóvil ni su bargo, cualquier modelo que podamos trazar en
flujo es laminar, sino que se debe tener en cuenta la actualidad probablemente pecará de excesiva-
la turbulencia: la existencia de trayectorias irre- mente sencillo.
gulares y de torbellinos a toda escala 87. Por la La suspensión pasiva puede conseguirse incor-
existencia de estas irregularidades, el coeficiente porando al organismo materiales o espacios de
de viscosidad turbulenta es de 1 a 1000 veces ma- peso específico inferior al del agua, de modo que
yor que el de la viscosidad laminar (pág. 124). el conjunto del cuerpo rebaja su densidad hasta
Pero la forma más simple y realista de plantear ser semejante a la del medio y, a veces, aún
el problema con referencia al plancton consiste menor. Puede tratarse de cavidades llenas de gas.
en estudiar la distribución estadística a lo largo En general, un volumen de gas como el 5 ~0 del
de una vertical y a medida que pasa el tiempo, de del cuerpo asegura la suspensión neutra. Piénsese
una población que inicialmente está localizada en que la densidad de un pez sin vejiga natatoria,
determinado nivel (fig. 25-8, pág. 832). Sin turbu- como Euthynnus affinis, es de 1,086 g cm- 3 • Se
lencia, una población pasiva formada por orga- hallan cavidades gasíferas en cianofíceas, Difflu-
nismos de densidad ligeramente superior a la del gia, sifonóforos, Chaoborus, Sayomya, cefalópo-
fluido ambiente desaparecería fatalmente, cual- dos y peces (pág. 46). Los flotadores con gas
quiera que fuera su tasa de multiplicación; en pueden ser accidentales, en forma de una espuma
este sentido la turbulencia resulta beneficiosa, tenaz, como la que aparece en el pie de algunos
pero presenta el riesgo de una dispersión excesiva cirrípedos o en las puestas de varios peces y co-
de las poblaciones. Por otro lado la turbulencia leópteros de agua dulce o del gasterópodo marino
se relaciona íntimamente con la asimilación, al Janthina. En otros casos el flotador está consti-
renovar los volúmenes de agua en contacto con tuido por cavidades con un jugo celular menos
las células. denso que el agua de mar (Coscinodiscus, Nocti-
En todo caso, las distintas intensidades de tur- luca) , o bien por un depósito de lípidos, como en
bulencia exigen distintas estrategias en la evolu- los huevos de peces, en el alga Botryococcus, en
ción del plancton (pág. 396). El punto de vista diatomeas y en la cabeza del cachalote. El fluido
tradicional era excesivamente simple. Una serie celómico de los cefalópodos pelágicos es más lige-
de características que se repiten frecuentemente ro que el agua de mar: en aquél, el amonio susti-
en los organismos planctónicos, como es la exis- tuye a buena parte de los cationes pesados. En el
tencia de prolongaciones y de formas tales que caso de existir grasa, su cantidad se regula y, ade-
hacen que la relación entre superficie y volumen más, puede cambiar lentamente la composición
resulte amplificada, se habían interpretado como química de los lípidos almacenados. Pero no son
adaptaciones que retardan la velocidad de caída; éstas las únicas posibilidades. Se ha sugerido que
pero pueden servir igualmente para reducir el la gran masa de espermaceti de la cabeza del ca-
consumo por parte de depredadores. Por otra chalote puede variar su temperatura -y por tanto
parte, las largas prolongaciones anclan a los orga- su densidad y su capacidad como flotador- por
nismos en el agua y favorecen selectivamente el medio de cambios en la irrigación sanguínea 16.
aprovechamiento de ciertas dimensiones de los En la atmósfera sólo se pueden mantener en
torbellinos y no de otras en la escala .continua de suspensión temporal partículas muy pequeñas y
164 El medio
lismo. Como término de comparaClOn se puede
añadir que el metabolismo humano total es alre-
dedor de unos 8 milivatios por gramo de peso
seco.
Tabla 5·3
Energía utilizada en la locomoción por el copépodo
marino Labidocera, de 1 a 2 mm de longitud.
En milivatios por gramo de peso seco del copépodo.
Según Vlymen 11 s
Tabla 5-4
Algunas características comparadas de insectos y aves voladoras. De diversos autores
166 El medio
volar a vela (gaviotas, fragatas), adaptadas al ali-
Energía
mento que se encuentra en superficie; en las áreas por oscilación Trabajo
de afloramiento, de agua fría y circulación atmos- (paso, etc.), realizado
J g-I mW g-I
férica descendente, hay aves genuinamente vola-
doras, como alcatraces (Su/a) y cormoranes (Pha-
/acrocorax) que capturan presas vivas a cierta correr 0,0012 0,8- 3,6
profundidad y no en la misma superficie. volar 0,0004 0,8-20
El desarrollo gradual de procesos convectivos nadar 0,0017 0,3- 4
en la atmósfera determina cierta sucesión en la
actividad de las aves; al principio sólo pueden
utilizarlos las más ligeras, luego las más pesadas.
Por ejemplo, primero se elevan los halcones des- Ondas longitudinales
cribiendo círculos de unos 12 m y al final, los en el medio fluido
buitres, cuyos círculos miden 50 metros. El des-
pegar y tomar altura requiere un espacio mínimo Las variaciones periódicas de presión en forma
y el cóndor, por ejemplo, no baja a los valles de ondas longitudinales constituyen el sonido si su
estrechos próximos a los altos riscos en que frecuencia es igualo inferior a 20000 ciclos por
anida, sino que se traslada a terreno llano aunque segundo (20 kilociclos por segundo, 20000 hertzs
sea a gran distancia. (Hz) o 20 kHz). Este límite tiene una razón fisio-
Los pterodáctilos probablemente alcanzaron un lógica, pues el oído humano normalmente no
grado de adaptación al vuelo casi comparable con percibe los ultrasonidos, que corresponden a
el de las aves actuales: las características de su ondas de mayor frecuencia. Hasta cierto punto,
esqueleto señalan un avanzado proceso de adap- tenemos aquí un análogo de la distinción entre
tación (crestas cefálicas de dirección, etc.). El calor y luz y en relación con las ondas electro-
grado de adaptación de los murciélagos al vuelo magnéticas. Desde el punto de vista ecológico la
se puede considerar como menor si se adoptan diferencia entre sonidos y ultrasonidos es intere-
como criterio características de eficiencia y ve- sante porque las vibraciones de mayor frecuencia
locidad. se propagan más rigurosamente según una direc-
La producción de trabajo por el músculo es ción, mientras que las de frecuencia más baja
de 15 a 17 W kg- 1 en el hombre, de 50 a 60 bordean los obstáculos. Los sonidos son, por
W kg- 1 en las aves y de 35 a 175 W kg- 1 en los tanto, útiles para la comunic8dón no estrictamente
músculos de vuelo en los insectos. El gran rendi- direccional; pero para el reconocimiento de la
miento de los insectos se relaciona con una ex- distribución y características de superficies sóli-
cepcional frecuencia en la contracción y con el das, los ultrasonidos ofrecen mayores ventajas
suministro de oxígeno. Existe una limitación «téc- (localización por el eco). Así se explican la diver-
nica» en el tamaño de los animales voladores, que gencia fisiológica y la evolución de los órganos
se sitúa hacia los 14 kg en las aves y hacia el sensibles a las vibraciones de los medios fluidos.
centenar de gramos en los insectos. De hecho, los La velocidad de propagación de sonidos y ultra-
mayores insectos son voladores, pero las aves más sonidos se relaciona con una serie de propiedades
corpulentas no lo son. La energía necesaria para de los fluidos y es, por tanto, variable (tabla 5-5).
el vuelo representa un tanto por ciento mucho Por esta razón es más apropiado emplear fre-
mayor que la energía invertida en la natación. En
insectos, durante el vuelo el metabolismo casi se
centuplica (abeja). Pero debe tenerse en cuenta Tabla 5·5
que el vuelo es una actividad temporal. Velocidad del sonido en distintos medios,
En los animales terrestres y bentónicos, por su a la presión atmosférica.
pequeña velocidad, la resistencia opuesta por los En metros por segundo. De diversos autores.
fluidos a su avance tiene importancia escasa en
Agua de mar,
relación con los problemas mecánicos de otros Temperatura, Agua 35 por mil
tipos que plantea su locomoción (pág. 222). oC Aire pura de salinidad·
Gold 30a señala que, si se expresa el gasto de
energía por unidad de movimiento de locomoción O 331,46 1407 1445,2
(paso, oscilación de ala, aleta o cola) y unidad 20 337 1484 1518,5
de peso del animal, para los vertebrados se ob- 30 339 1509,6 1546,2
tienen cifras del mismo orden. Multiplicando por
la respectiva frecuencia de los movimientos se
• La velocidad aumenta casi linealmente con la presión,
tiene el trabajo realizado en la locomoción por en unos 17,5 metros por cada 1000 decibares de presión (apro-
unidad de peso del animal: ximadamente 1000 metros).
168 El medio
y muchos animales en general"· D. Numerosos
aspectos del análisis del lenguaje hablado del
hombre encuentran aplicación en el estudio de
los sonidos emitidos por animales, especialmente
cuando dichos sonidos son portadores de infor-
mación.
PhyllosCopU$ rrochilus
La vista y el oído se utilizan en la vida de los
animales dentro de una misma escala de dimen-
siones, de decímetros a kilómetros (la vista. 0.1-
7000 m; el oído. 3-2500 m; el olfato, 30-4400 m).
Sin embargo existe entre ellos una diferencia fun-
damental. La vista está adaptada a percibir mo-
tivos o «Gestalten», formados por partes coexis-
tentes entre las que se pueden establecer relacio- Phylloscopus collybira
nes sinópticas; el oído y el sistema nervioso que
está detrás de él, procesa los sonidos en forma
lineal, y ha conducido. al fin, al lenguaje humano
y a las computadoras electrónicas. Indudable-
mente, las dos modalidades sensoriales. según su
preeminencia, han influido más una que otra
en la evolución de los cerebros en los distintos
grupos zoológicos. Las diferencias entre la con- Phylloscopus sibiI8t,¡X
de la comunicación sonora en el hombre, con Figura 5·4 El canto de tres especies de aves
todas sus implicaciones en la creación de una congéneres encierra motivos específicos y difiere
lógica que, de otra parte. se apoya en el sentido mucho m~s que las voces de alarma de las
del mecanismo que acompaña al manejo de uten- mismas aves (fig. 16-3). Estas fonoespectrografias
representan la distribución de frecuencias en
silios. La limitación intelectual que resulta rea- función del tiempo. (Según P. Marler. Animal
parece en problemas específicamente ecológicos. sounds and communication. Am. Inst. Biol. Sci,
como es la aplicación de distintos métodos esta- 7. 1960.)
dísticos al estudio de estructuras en el espacio.
170 El medio
estridulación de espinas, vértebras, dientes, opér- ha llevado a la adquisición, por algunos lepidópte-
culos u otras piezas duras, o por verdadera fona- ros, de la capacidad de producir interferencias
ción con ayuda de la vejiga natatoria. La produc- desorientadoras. Pero en la localización de presas
ción de sonido es más frecuente en especies ben- no sólo usan el eco, sino las propias vibraciones
tónicas y suele ir unida a instinto territorial. A de los insectos 39, 40, 41.
veces se limita al período de cría 23. Los sonidos La localización por el eco no es exclusiva
de los peces se han de percibir por medio de de los murciélagos. En el aire la utilizan tam-
hidrófonos. Los pescadores de Ghana usan un bién aves que vuelan en la oscuridad, como el
remo como hidrófono, pegando el oído al mango, guácharo (Steatornís) y la salangana (Col/oca-
para detectar la alacha 79. Sólo en casos muy raros Ha), que emplean sonidos para ello (4000 a
(por ejemplo, Pogonías) el sonido producido se 10000 Hz) 75, 76, así como roedores 91, musara-
percibe fuera del agua. ñas 32 y tenrécidos 31.
En los vertebrados aéreos los sonidos se emiten En el agua parece que los peces reconocen obs-
por dependencias del aparato respiratorio (laringe, táculos por el eco, pero las pruebas no son con-
siringe), acompañadas de resonadores, algunos de cluyentes. En cambio es seguro que los cetáceos
gran efectividad, como es el saco de la laringe utilizan ultrasonidos, corrientemente entre 50 y
en el hueso hioides de los monos aulladores 250 kHz, para el reconocimiento de obstáculos 23,
(Alouatta). Los anfibios anuros son muy ruido- 56, 57. 58, 84, 85, generalmente en forma de breves
sos, especialmente los machos, mientras que los «clics». Los mismos animales (cetáceos) utilizan
reptiles sólo emiten débiles sonidos. Los sonidos como comunicación, en señales de alarma y de
adquieren máxima importancia en la biología de otro tipo, sonidos de frecuencia más baja (2 a
las aves, en relación con la reproducción, terri- 12 kHz) 14.
torialismo y mantenimiento del contacto entre los Estos aspectos del uso de vibraciones longitudi-
individuos de un grupo. En la parte inferior de nales por los organismos han cobrado actualidad
la tráquea poseen una dilatación o siringe con un con la utilización del sonar. l?ste nos da una me-
par de membranas semilunares con músculos com- dida de la capacidad de localización de los ani-
plicados, especialmente desarrollados en los ma- males, a la vez que plantea interesantes proble-
chos de las especies propiamente canoras. Los mas. Por ejemplo, puede existir una presión de se-
sonidos emitidos por las aves varían entre 85 y lección que lleve a la desaparición de las vejigas
25 000 Hz; el canto abarca los sonidos entre 1000 natatorias (pág. 47). Los ecos se refuerzan cuan-
Y 13 000 Hz. En los mamíferos, los sonidos tienen do los individuos que los producen se encuentran
menor importancia relativa, aunque el mismo en un fuerte gradiente de densidad: a pesar de
significado en la reproducción, defensa del terri- sus otras ventajas, las termoclinas presentan este
torio y sentido disuasivo o aposemático (musara- inconveniente como lugar de residencia.
ñas); su frecuencia oscila entre 100 y 10000 Hz. Ondas de presión, de frecuencia más baja que
Los órganos perceptores del sonido tienen consi- la sonora, generadas por movimientos natatorios
derable uniformidad fundamental, sobre la que o la turbulencia del agua, pueden tener interés
se observan diversas especializaciones; una de en la detección de presas por organismos acuáti-
ellas es la asimetría de los oídos en rapaces noc- cos. También puede ser factor de agregación en
turnas (Stríx, Asío) que se orientan por el soni- los peces que embancan. La agrupación de peces
do. Otras especializaciones se relacionan con la pequeños tras un pez grande, al que siguen (por
percepción de los ultrasonidos, o con el recono- ejemplo, Trachurus tras Acipenser y otros) puede
cimiento de sonidos significativos sobre un fondo relacionarse igualmente con la detección y utili-
de «ruido». zación de torbellinos.
El sistema de la línea lateral de los peces está
formado por filas de depresiones sensitivas, o por
canales que se abren de trecho en trecho por
ULTRASONIDOS y LOCALIZACiÓN pequeños poros. Permite analizar ondas de pre-
sión y reconocer, sin verlos, objetos que se mue-
La localización por medio de ecos sonoros y ven a distancia. Disposiciones especiales de estos
ultrasonoros, en el aire y en el agua, es utilizada órganos pueden facilitar la persecución de presas.
por numerosas especies. Por lo menos desde el
siglo XVIII se sabía que los murciélagos no nece- Más de 200 especies de peces de agua dulce
sitan la vista para sortear obstáculos. Emiten una (mormíridos de África y gimnótidos de América)
serie de pulsos de ultrasonidos, de frecuencia reconocen el espacio y los obstáculos a través de
entre 20 y 50 kHz, recibiendo los ecos por los dos campos eléctricos que ellos mismos generan. La
oídos. En virtud de este principio reconocen obs- percepción se hace por elementos diferenciados
táculos y presas; la interacción evolutiva con éstas de la misma línea lateral.
172 El medio
Aire
~A
~
o
G
Agua Hiponeuston
Figura 5·7 Algunos organismos microscópicos del neuston de agua dulce. A. Chromo·
phyton rosanoffii = Ochromonas vischeri. crisofícea: 8. Botrydiopsis arhiza. heteroconta:
C. Nautococcus emersus. cJoroflcea: D. Lampropedia hyalina. bacteria: E. Navicula sp..
diatomea; F, Codonosiga bOlrvlis, craspedomonadácea; G. PVxidicoJa sp., rizópodo. Véase
también lig. 2-38-A. (Según F. Ruttner, Grundriss der Limnologie, Walter de Gruyter,
Ser/in, 1962.)
mos planctónicos que producen materia orgánica que se hunden en cl agua por debajo del nivel de
soluble (Thalassiosira) va frecuentemente acom· los tarsos aplicados a la superficie ".
pañada de formación de espuma. El grado de Crustáceos (N%dromas, Scapholeberis) y lar-
persistencia de la espuma formada agitando el vas de insecto (Al1opheles) del hiponeuston, es
agua es buen indicio de la presencia de sustancias decir, 'lue tienen el cuerpo del1tro del agua, po·
tensioactivas: en los cultivos densos de fitoplanc- seen pelos especiales hidrófugos que los sujetan
ton la tensión se halla de ordinario muy dismi· a la película superficial. Dispositivos semejantes
nuida. se limitan en otros insectos al extremo de los
Componentes de los vertidos domésticos e sifones (pág. 44, fig. 2-12). Otros organismos mi-
industriales, especialmente los detergentes, tienen croscópicos de la película superficial (Euglel1a,
intensa acción tensioactiva y en todas las aguas Chlamydomol1as, Nautococcus, fig. 5-7) producen
muy influidas por la civilización, la tensión super· laminillas mucosas, que son eficaces probable-
ficial está rebajada. mente por actuar como rebajadoras de la tensión
La tensión superficial tiene importancia en la superficial del agua. En estos organismos, la per-
biología de organismos del neuston. El neuston sistencia de tal localización es una obvia ventaja
es la comunidad que vive, precisamente, asocia- en su competencia con organismos propiamente
da a la película superficial. El cuerpo de los planctónicos, sometidos a un mayor riesgo de se-
insectos y otros animalitos hidrófugos deprime la dimentación. Un número considerable de especies
superficie formando un ángulo característico 47 de bacterias y algas, algunas tan típicas como
que es función de la naturaleza del revestimiento Ochromol1as vischeri (= Chromophytol1 rosal1ot-
del animal y de la tensión superficial. Por lo ti) que forma un polvillo verdedorado el1cima
tanto, el empuje hacia arriba del menisco que se de la superficie del líquido, son características del
forma varía según aquella tensión. Podúridos, neuston de agua dulce 4.
gerrísidos, girínidos y otros insectos se encuen- Las propiedades de las interfases se aprovechan
tran en este caso y viven mejor en aguas de en la interacción entre diversas especies. El co·
tensión superficial no rebajada, es decir en aguas leóptero Stel10dus escapa de Gerris vertiendo una
limpias corrientes. Este género de vida no está sustancia tensioactiva, que hace avanzar al coleóp-
limitado al agua dulce, pues hay hemípteros patio tero como el trocito de alcanfor a los barquichue-
nadores (Halobates en alta mar, Trochopus entre los de juguete, a la vez que inestabiliza al hemíp-
manglares) en la superficie de los mares tropicales. tero que se apoya en la película superficial. Se
El problema de la suspensión lleva asociado el puede provocar el hundimiento de los Gerris aña·
de la locomoción: en algunos insectos (Rhagove- diendo hexadecanol al agua, con lo que la tensión
lia) existen apéndices a modo de plumas (fig. 5-6) superficial baja a 35·40 dinas cm-J.
174 El medio
realiza un poco más al norte o un poco al sur zona de máxima pluviosidad (fig. 3·6), para des-
de la línea ecuatorial, y preferentemente en el sur, viarse hacia los polos y descender. Estas células
pues los océanos absorben mejor que las masas de circulación, en forma de rodillos o toros que
continentales; en el mismo Ecuador, la nubosidad rodean la Tierra son muy constantes, y se extien·
reduce la absorción. den hasta aproximadamente la latitud de 300 •
La atmósfera se puede comparar a una má- Entre dicho límite y los polos se reconocen en
quina termodinámica cuya caldera son los mares cada hemisferio otras dos células similares, pero
subtropicales y cuyos condensadores son los cas- menos claras, de forma que en las latitudes tem-
quetes polares. Esta máquina convierte calor en pladas y frías la circulación es más irregular, con
energía cinética, que promueve una circulación: predominio del tipo zonal, o sea en el sentido
la energía cinética se disipa por fricción y se de los paralelos. Se puede decir que, en las lati·
reconvierte en calor que irradia al sumidero co- tudes superiores a 300 , los vientos tienden a for-
mún constituido por el espacio. Una máquina de mar dos grandes giros o ciclos, centrados en los
estas características cumple ciertas condiciones.
El calentamiento debe efectuarse a presión más
alta que el enfriamiento. Así ocurre en la atmós-
fera: la absorción de radiación de onda larga y
la condensación del vapor de agua se verifican a
baja altitud, mientras que la pérdida de calor por
irradiación hacia el espacio se efectúa en las nu· Frente
bes altas. El vapor de agua es el fluido importante
en el funcionamiento de la máquina atmosférica.
La evaporación de agua es máxima en la super-
ficie del mar y a la latitud de los alisios, en un Alisios /') ,/') ,/')
J \S-\\
aire que es particularmente seco. En estas condi·
ciones, la evaporación alcanza valores de cerca de
140 cm por año, lo que representa una transfe-
rencia de calor de evaporación de 70 o más kilo- ~AOO' I\~
calorías por cm 2 y año. El intercambio de calor
es mayor en un mar agitado que en una superficie '--r~"_ "~ ~
-~
especular y las olas son la causa (a la vez que la
\."'. )
consecuencia) de un mayor intercambio entre at-
mósfera e hidrosfera. - (~
El mar tiene mayor importancia que la super- Figura 5-8 Esque;;,-,,"general de la circulación
ficie de la tierra, no sólo por la evaporación y las atmosférica. con tres bandas o células en cada
olas, sino también porque las aguas marinas están hemisferio. Las flechas enteras indican la circufa-
ción en fas capas inferiores; las flechas de trazos.
en movimiento y ellas mismas forman otra má· la circulación en niveles elevados. (Según
quina termodinámica paralela a la atmosférica y Wiesner 119.)
engranada con ella, contribuyendo similarmente al
transporte de calor, en cantidad variable según el
espesor de la capa superficial de mezcla y según
la intensidad de las corrientes marinas, que de· respectivos polos. Su eje es el chorro de aire
penden básicamente de los vientos dominantes. polar, de posición variable, alrededor de los 600
El mar reacciona a los cambios de la circulación de latitud y los 10000 metros de altura (fig. 5·9).
atmosférica con cierta flexibilidad, conservando Un viento que girara de Oeste a Este, según un
siempre una mayor estabilidad por la densidad paralelo, no contribuiría en nada al transporte de
del agua, su capacidad calorífica y la ingente calor, que debe hacerse según los meridianos, si
energía cinética almacenada en la circulación ma- no fuera por perturbaciones secundarias que lo
rina; en otras palabras, actúa de volante regula. hacen serpenteante, con un número bajo, aunque
dor en el sistema atmósfera/hidrosfera. Las esca- no fijo, de sinuosidades (ondas de Rossby, figu-
las de tiempo y espacio en lo que concierne a la ra 5·9). Estas perturbaciones aparecen como des-
previsibilidad son diferentes en la atmósfera y viaciones casuales que se amplifican a sí mismas,
en los océanos 8'. de manera no esencialmente distinta a los mean-
En una sección meridiana ideal de la atmós· dros de la corriente del Golfo y aun de los mean-
fera se reconoce una célula de circulación a cada dros de un río. Su número guarda proporción
lado del Ecuador (fig. 5-8). El viento a baja altura con las características del sistema entero.
se dirige hacia el Ecuador, el aire cargado de hu· El sistema, mirado desde el polo, ofrece una
medad asciende en el mismo Ecuador, dando la figura estrellada, con varios lóbulos, que llevan
a latitudes bajas aire seco polar y conducen aire perturbaciones que circulan hacia levante. bao
húmedo a latitudes altas. Los extremos de los rriendo la superficie a una velocidad comprendida
lóbulos se desprenden en forma de torbellinos generalmente entre 500 y 1500 km por 24 horas
independientes o ciclones. que se mueven hacia y que constituyen la característica más importante
el Esle girando en sentido opuesto al de las agujas de la meteorología y climatología de las regiones
del reloj, en el hemisferio Norte. Este esquema templadas.
general explica la formación de depresiones limi· No existe la simetría que cabría esperar entre
tadas por relativas discontinuidades (frentes) o los hemisferios, pues en el hemisferio austral. la
Cumulonimbos
A
,
I
I
B
176 El medio
Nagpur Pará
+24
+22,3
6'§~~~
12,i========+--"':::::~=------r"'==!
16' -1:===------===--------,.=.-----.:::,.""'---+
+24
Figura 5-11 Variación de la temperatura en función del mes del año, de la hora del dia
(y de la duración del dia, comprendida entre las dos lineas aproximadamente transversales),
el!cuatro localidades, Irkutsk a 52°16'N. es ejemplo de clima continental extremado;
Oxford, a 51°46', de clima oceánico templado; Nagpur, a 21°9'N. de clima cálido de
monzón; Pará, a 10 27'S, de clima tropical lluvioso. (Según C. rroll, Thermische
Klimatypen der Erde, Pellermanns geogr. Mili., 1943.)
corriente geostró/ica o en equilibrio con la rota- Las discontinuidades o fucrtes gradientes entre
ción de la Tierra es mucho más regular, es decir, distintas masas de aire van siendo continuamente
con menos sinuosidades, 10 que se relaciona con alterados por cl paso dc frentes. Se distinguen
la distinta distribución de tierras y mares. Esta frentes cálidos y frentes fríos. En un frente cálido
diferencia tiene gran importancia en la distribu- una masa dc aire a temperatura más alta avanza
ción de los ecosistemas y ha podido tenerla en la en plano inclinado sobre el aire más frío y se
evolución, al someter los individuos de un deter· superpone a él; en un frente frío el aire a terr
minado hemisferio -actualmente el boreal- a peratura más baja se insinúa por debajo del aire
un clima más cambiante que el del hemisferio más cálido obligándolo a ascender. El paso de una
opuesto, depresión formada por aire más ligero y de tem-
Las perturbaciones aparecen y circulan en los peratura superior comporta la sucesión de dos
límites de grandes masas de aire que se caracteri- frentes, primero un frente cálido y luego un frente
zan por su temperatura (polares, tropicales) o frío, y va acompañado de un sistema caracterís-
por su grado de humedad (aire continental, más tico de nubes (fig. 5-\0). El frente cálido va pre·
seco; aire marítimo, más húmedo). Estas masas cedido, ya desde 700 km antes de llegar al suelo,
de aire están asociadas con centros de altas o de por cirros y altostratos, y acompañado y seguido
bajas presiones, y sus características se reflejan por aitocúmulos; al pasar el aire cálido baja la
en mapas promediados para las distintas esta· presión, pasan estratos, nimbostratos y cúmulo-
ciones. nimbos y son habituales las precipitaciones. El
NAVIA (80 m)
31· 13.6·1160
23,4· VENTA de BAÑOS (720 m)
2:~·.~'20295
0,2 0
-13 0
Figura 5·12 Diagramas climáticos de cuatro localidades españolas. Para cada mes
se representa la precipitación media. en color, escala a la derecha. y la temperatura media
por la línea y escala a la izquierda. En la parte alta se indican la temperatura media
anual y la precipitación total anual. En la escala de temperaturas se indican, de arriba
abajo, la máxima absoluta. media de las máximas del mes más cálido, media de las
m/nimas del mes más fria y minima absoluta. En la parte de inferior se señala la proba-
bilidad de heladas en una escala de tres grados (ausentes, probables y seguras). (Según
J. L. Allué, Subregiones fitoclimáticas de España, Min. Agric., Madrid, 1966.)
178 El medio
Figura 5-13 Representación simplificada de la distribución mundial de los climas, según
el sistema de K6ppen. A, climas tropicales sin estación fría, temperatura del mes más frío
superior a 18 oC; Aw, un mes por lo menos en la estación más fría recibe menos de
60 mm de lluvia; Af, sin período seco. B, climas secos; Bs, climas de estepa, en los que
la precipitación anual, expresada en cm, da una cifra igual por lo menos a dos veces
la temperatura media en oC; Bw, climas desérticos, en los que la precipitación anual
en cm queda comprendida entre una y dos veces la temperatura media anual en oC.
C, climas lluviosos templados, en los que la temperatura del mes más caluroso excede
de 10 oC y la del mes más frío puede quedar entre -3° y + 18 oC; Cs, el mes más
lluvioso de la estación fría recibe tres veces o más la cantidad de lluvia del mes más seco
de verano; Cf, sin periodo seco, lluvia distribuida todo el año con pequeñas irregulari-
dades; Cw, el mes más lluvioso de la estación calurosa recibe una cantidad de agua
más de diez veces superior a la que cae durante el mes más seco de la estación fría.
D, climas boreales con la media de enero por debajo de -3 oC y la media de julio por
encima de + 10 oC; DI, sin período seco; Dw, el mes más lluvioso de la estación
calurosa recibe una cantidad de lluvia más de diez veces la calda en el mes más seco
de la estación fría. E, climas fríos, más allá del límite de los bosques, con la temperatura
media del mes más cálido inferior a 10°C.
sigue precisamente a lo largo del gradiente, y la temperaturas y lluvias, que resultan de la opera-
velocidad angular de la Tierra en el punto que ción de los principios generales que se han indi-
se considere. Esta última constituye la compo- cado. Su distribución está sometida a irregulari-
nente de Coriolis y es igual a 1/(2 w sen cp), dades, particularmente grandes en la zona tem-
expresión en la que w es igual a la velocidad an- plada, de manera que para cada pequeña área
gular de la Tierra (7,29 X 10- 5 S-I) Y cp es la de la superficie de la Tierra sólo se puede hablar
latitud. Cuanto más fuerte es el gradiente, más de promedios estadísticos, que llevan asociadas
intenso será el viento si el sistema tiene cierta sendas variancias que tienen igualmente gran im-
persistencia. Colocándose en un centro de alta portancia. Los valores medios mensuales de tem-
presión el viento alrededor de él gira en el sentido peratura y de precipitación, promediados sobre
de las agujas del reloj (anticiclón), y en sentido cierto número de años, constituyen la caracteriza-
contrario a ellas alrededor de un centro de baja ción del clima más usada en ecología. Su represen-
presión (ciclón). Esto es válido para el hemisferio tación gráfica se hace de distintas formas (fig. 5-12
Norte; en el hemisferio Sur los sentidos están Y 5-13), procurando que den idea de caracterís-
cambiados. ticas tan importantes como son la fluctuación
Aunque el parámetro más característico de las anual y el déficit de evaporación. Se han pro-
propiedades dinámicas de la atmósfera es la pre- puesto muy diversos índices para ofrecer una
sión, desde un punto de vista geográfico descrip- expresión aún más compendiada del clima. El aná-
tivo y en relación con los organismos tienen lisis de los componentes principales de los elemen-
mucha mayor importancia las distribuciones de tos del clima es el enfoque correcto del problema.
180 El medio
Figura 5-14 Concentración de sodio, en mg por litro de agua de lluvia calda en los
Estados Unidos. Las mayores concentraciones (por encima de 0,2 mg 1- 3 ) se encuentran
en las zonas mas influidas por la proximidad de mar, más extensas en el W que en el E,
por causa de la dirección preferente de la circulación atmosférica. (Datos resumidos
por T. G. Wolaver, U. S. Precipitation Chemistry, Chapel Hill, 1972.)
182 El medio
~
. \,~/\\/f'~
;/ .-" ' 1 ¡
/fY}:"----\"l)"
illlf\..~-....JII'\
{Q ~
nus. micróptero; G. Peryphys sjoestedti.
E F micróptero. Apteros. sin alas;
micrópteros. de alas vestigiales;
braqulpteros. formas de alas pequeñas
A-O 1 en las especies polimorfas.
E-G o o 10mm'0mm
(Según Salt 95.)
calidades sometidas a vientos constantes el desa- ción de los bosques, cuando rebasa los 70 km h- I
rrollo de un vegetal no es muy diferente al desgaja y derriba los árboles más débiles con lo
desarrollo de una duna (fig. 5-18), creciendo de que se producen claros.
manera asimétrica. Especialmente en las costas o En los ambientes con materiales sueltos (dunas,
en lugares de la alta montaña se manifiesta el desiertos) el viento tiene efecto abrasivo sobre las
desarrollo asimétrico de los árboles. La vegetación superficies expuestas, con particular importancia
baja y pulviniforme de la montaña es una reac- cuando puede destruir revestimientos impermea-
ción a viento de dirección menos constante. El bles (epicutícula de los insectos). Las especies que
viento tiene importancia asimismo en la renova- sobreviven en tales condiciones tienen tegumentos
OBSTAcULO
I I I 1
I I I I
1) I
3.5-t--;.-t-+-+"""-+~-tM!~c't-'IH"'-'¡-;:r-1-
10 ~hrt--+--+-+-+--t-""¡¡'-r+-rct--F"!"'.,.
la 8 9 O
184 El medio
reemplazada por agua que asciende o que viene
de alta mar a cierta profundidad. Este mecanismo
es un importante agente de fertilización en algu.
nas costas. Pues bien, los vientos más efectivos,
por la desviación indicada, no son los que soplan
f3 = O
I
Superficies lsogeopolenclales
Superlictes de nIVel Superficies de Igual
e Isobaras paralelas presión hidroslátlca
(lsogeopotenClales)
(agua en reposo)
(isobaras)
dinámico es una medida del trabajo necesario La velocidad relativa de la corriente de gra-
para mover una masa unidad entre dos superficies diente V, en cm sol es igual a
de nivel y se define de manera que no sea muy
diferente de un metro lineal. Por lo menos, cuan- D/L
do se opera con anomalías se puede considerar V=g----
que los centímetros dinámicos equivalen aproxi- 2 w sen q>
madamente a centímetros. Así, la topografía geo-
potencial de la superficie con referencia a un donde g es la aceleración de la gravedad (- 980
nivel muy profundo en el que se puede aceptar cm So,), 2 w es el doble de la velocidad angular
que existe equilibrio hidrostático en estado de de la Tierra (2 X 7,29 X \0-5 s-'), q> la latitud
y D/ L es la pendiente. Si expresamos D en metros
reposo, nos indica aproximadamente los desni-
veles de la superficie del mar. dinámicos, representando la diferencia de altura
geopotencial de dos puntos situados sobre la mis-
La velocidad de las corrientes de gradiente es
ma isobara, separados L kilómetros en una direc-
proporcional a la inclinación de las superficies
isobáricas; puesto que las diferencias horizontales ción perpendicular al eje de la corriente, se tiene
locales de densidad son máximas en superficie y
se van desvaneciendo en profundidad, dichas 6721 D
V=---
superficies isobáricas van siendo cada vez menos L sen q>
inclinadas en relación con las superficies de nivel
y la intensidad de la corriente decrece con la A una latitud media (42°12') y una pendiente
profundidad, de manera casi general. En realidad, de 1 cm por km corresponde una velocidad de
la corriente de gradiente tiene una velocidad tal \00 cm s-', que es aproximadamente de dos nu-
que la componente de Coriolis, perpendicular a dos. En cualquier texto de Oceanografía se podrá
ella, compensa las diferencias de presión hidros- encontrar una exposición menos condensada y
tática sobre dos puntos en una línea perpendi- más utilizable, si se necesita.
cular al eje de la corriente y sobre una super- Puesto que la aceleración de Coriolis depende
ficie de nivel (fig. 5-22). de la latitud, para una misma velocidad de la
186 El medio
corriente, el gradiente o pendiente de una super- ecuatorial es, por tanto, de mayor fertilidad que
ficie isobárica (D/ L) es mínimo en el Ecuador y las áreas adyacentes. La corriente geostrófica su·
máximo en los polos. El sentido de la corriente en perficial en el Ecuador va de Este a Oeste; pero
equilibrio es tal que en el hemisferio Norte gira entre unos 50 a 200 metros de profundidad, des·
en el sentido de las agujas del reloj alrededor de pués de una inversión completa, la corriente fluye
los centros de mayor altura geopotencial (antici- de Oeste a Este. En el Pacífico esta eontracorrien·
clones marinos) y en sentido contrario alrededor te ecuatorial profunda es conocida con el nombre
de los puntos más deprimidos. Ya que el equili- de corriente de Cromwell, alcanza velocidades
brio hidrostático requiere agua más densa, agua nolables, de hasta 150 cm S·1 en su eje y el agua
que asciende de las capas profundas, en las áreas que transporta es algo más de la mitad de la de
de menor altura geopotencial y viceversa, los anti- cualquiera de las más imporlantes corrientes mari·
ciclones van asociados a convergencias biológi- nas (Kuroshio y Corriente del Golfo).
camente pobres y los ciclones a divergencias fér-
tiles. La propagación del arrastre en profundidad,
con las consabidas desviaciones, permite com- Los sistemas oceánicos de circulación
prender las distribuciones de masa y de flujo,
hacia abajo, en cada uno de los dos tipos funda- En sus rasgos fundamentales, la circulación ma-
mentales de grandes estructuras marinas. En el rina a gran escala consiste en amplios torbellinos
hemisferio Sur, los sentidos de giro asociados con o circuitos anticiclónicos situados a norte y sur
las correspondientes estructuras son precisamente del Ecuador, respectivamente, en cada uno de los
inversos. En el Ecuador se observa una situación océanos principales. La extensión limitada del
singular, pues la corriente se desvía a un lado y a Océano Indico y el régimen de monzones que
otro, creando una divergencia axiaL La línea en él impera, hacen que dicho Océano constituya
1,15
0.24
26 26
1,20
2. 2.
22 2.
20 20'
18 '8
1)
Q O a
"'o "'o
l. o '6 o
-o DO -o DO
2' 22 20 18 2' 22
Figura 5-23 Topografia geopotencial de la superficie del mar en relación con la super·
ficie isobara de 100 decibares (aproximadamente 100 metros). y con la de 1000
decibares (aproximadamente 1000 m). en el NW de Africa. a fines de verano
de 1971. Los puntos señalan las estaciones hidrogrJficas. las alturas relativas están en
metros dinámicos y /as flechas indican la dirección de la corriente en equilibrio con las
distribuciones de masa. Estas corrientes deben entenderse en el ámbito del espesor
de agua al que se refiere el mapa (0-100 m, 0-1000 m). La corriente puede ir en un
sentido en las capas superficiales y en sentido opuesto si se considera su promedio
en un espesor más grande.
\ \ -==-
- --
'\ ~
- - - - - / //
/
-- ./~-/
-------- /
4000 "-.. J /
5000 "---'
6000
Figura 5-24 Sección meridiana del Océano Atlántico, donde se señalan los grandes
rasgos de la circulación, ta isoterma de 8 oC. el mlnimo de oxigeno. la termoctina
principat y la presencia de agua mediterráned (MED). Profundidades en metros.
a la izquierda.
188 El medio
la cantidad de fosfato y otros nutrientes que po- Salinidad
nen a disposición del fitoplancton es muy grande. 34,40 ,60.8035,00,20,40,60.8036.00,20.40,60,8037,00
Puede alcanzar entre 2 y 8 toneladas de fósforo
50
por km' y mes. Todo esto redunda en una gran 100 O 23
producción pesquera. Por otra parte la intensidad 25.5 22
del afloramiento muestra grandes fluctuaciones 21
según la estación y de unos años a otros y, ade·
20
más, es un fenómeno con una considerable hete-
rogeneidad local: en pocas horas o en el espacio
de varios km se observan diferencias importantes.
El afloramiento deja sentir su influencia sobre
los ecosistemas terrestres adyacentes. Puesto que
el agua que aflora es relativamente fría, la circu-
lación atmosférica es descendente, no se forman
nubes, aunque sí nieblas muy bajas sobre el mar
y, por la falta de lluvia, las costas son áridas. Las
aves marinas, especialmente pelecaniformes (pági-
na 167) constituyen grandes poblaciones, que ex-
plotan la producción marina. Dichas aves dejan
sus excrementos en tierra, lo cual puede consi-
derarse con cierto valor selectivo, pues evita en-
turbiar el agua y no entorpece la busca de sus
presas. La sequedad del clima favorece la conser-
vación de dicho material (guano), donde queda
retenida una gran cantidad de nutrientes impor-
tantes. Hutchinson 49 calcula que cada año, en
todo el mundo, por este procedimiento, se depo-
sitan o depositaban 10000 toneladas de fósforo.
Otros afloramientos son más locales o de tem-
porada, como los producidos por el impulso del
viento a que antes se ha hecho mención. Sin em-
bargo algunos de éstos ocurren con mucha regu- Figura 5-25 Relación entre temperatura y sali·
laridad y son realmente importantes, como en las nidad en agua de distintas profundidades
costas de Somalia (fig. 4-12). En las áreas fértiles -abreviadamente diagrama T-S- en una esta-
no siempre es fácil separar el efecto de vientos ción def Atfántico Sur (Mt 171). estudiada por
el Meteor. Las cifras encima del trazo princinal
locales del de movimientos de las aguas de tipo indican las profundidades en metros. en hectó·
más amplio. metros a partir de 1000 m; fas lineas finas
Una disección progresiva de las estructuras expresan los va/ores de 0,
(23.5 a 29.5) que
oceánicas permite reconocer toda una gama, des- corresponden a las distintas combinaciones
de temperatura y safinidad.
de las estructuras profundamente enraizadas con
una enorme energía cinética asociada y práctica-
mente persistentes -se estima que si los vientos
dejaran de soplar, la circulación principal no se ricos. En ellos son frecuentes convergencias su-
detenaría hasta después de varios años- hasta los perficiales, inversiones térmicas y zonas de alta
pequeños torbellinos transitorios, cuyo estudio turbulencia, todo lo cual tiene normalmente inte-
geopotencial demuestra que son muy superficiales rés en la distribución de los organismos (figu-
y, por tanto, contienen poca energía. ra 4-16).
La mayor estabilidad e inercia de las masas La circulación marina es un mecanismo de
de agua en comparación con las masas de aire transporte de calor. El agua enfriada en superfi-
y la baja compresibilidad de aquel fluido deter- cie en los polos, habiendo cedido su calor en las
minan que no existan frentes marinos perfecta- latitudes altas, se hunde en aquellas regiones,
mente comparables con los frentes atmosféricos. siendo reemplazada por agua procedente de lati-
Lo que se llaman a veces «frentes marinos» lI. tudes medias, que en parte accede con las corrien-
59. 80 representan zonas de contacto entre masas tes marginales de los océanos. El agua polar,
de agua relativamente diferentes, pero con mucha después de hundirse hasta profundidades medias
menor intensidad de cambio y con las zonas de se aproxima al Ecuador, donde asciende de nue-
fricción más estrechas (ordinariamente sólo unos vo. Es posible conocer la edad de esta agua y de
centenares de metros) que en los frente atmosfé- la más profunda (pág. 54) y, en una sección me-
ESTACIONES
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190 El medio
Día 5 de Diciembre de 1969
de turbulencia y de mezcla. Pero la estructura con decenios, se puede atribuir a que en los últimos
discontinuidades laminares no se encuentra sola- años no se ha formado agua densa en el Ártico
mente en esta picnoclina principal. Aparte de la en cantidad suficiente para colocarse debajo y
posible existencia de picnoclinas secundarias aso- hacer remontar a niveles apropiados agua nutri-
ciadas, es muy común observar en los océanos tiva.
una estructura laminar del agua. Es decir, los dis- El Mediterráneo, por muchos aspectos, -se ase-
tintos parámetros característicos del agua, como meja a un océano mundial en miniatura, y en él
temperatura y salinidad, no varían gradualmente, tiene mucha importancia la formación de agua
sino con cierta discontinuidad. Esto se atribuye fría, cosa que acontece en invierno en las costas
a que en los lugares donde se forma agua fría y de la Riviera y al norte del mar Balear 63. Los
densa, lo que ocurre generalmente en invierno, años muy fríos son también más fértiles en las
no siempre el agua resulta de las mismas carac- costas españolas, en parte porque el deslizamiento
terísticas, de forma que, después de homogenei- profundo de agua fría hace remontar unas aguas
zarse por la mezcla superficial, cuando se hunde, relativamente nutritivas hasta un nivel donde
lo hace en masa e intercalándose en el nivel que quedan al alcance de los vientos productores del
por su densidad le corresponde 19. Esto se repite afloramiento costero. El enfriamiento superficial,
en temporadas sucesivas y la nueva agua formada puede asociarse a la persistencia de situaciones
puede ir a parar encima, debajo o en un nivel ciclónicas (figs. 5-26 y 5-27) Y la mezcla del agua
muy apartado de la anterior. Esta estructura ma- bajo la acción del viento se propaga en áreas limi-
rina, en «hojaldre», tiene indudablemente impor- tadas, hasta profundidades que exceden de los mil
tancia en la traslación y en el confinamiento de metros, con la consiguiente fertilización. Una mez-
distintas poblaciones planctónicas. Según Coo- cla o «arado» tan profundo es excepcional en los
per 18, cierta disminución de la fertilidad de ma- océanos. Constituye un ejemplo de lo inextricable-
res atlánticos europeos, dentro de los últimos mente unidas que están la meteorología y la ocea-
Temperatura, "e
'0 10
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30 30
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Novbre 1965 Dicbre Enero Febrero Marzo Abril Mavo Junio
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Julio
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Octubre Novbre Dicbre
.::
Enero 1966
192 El medio
Figura 5-30 Distribución de la salinidad en el Mediterráneo. Una cuña de agua relativa·
mente salada vierte a través del Estrecho de Gibraltar y se extiende en el Atlántico
en los niveles que corresponden a su misma densidad. (Según G. Wüst, Deutsch. Hydr.
Zeitsch., 14.)
expreslOn anterior, pero F es negativo y corres- sobre cauces del fondo y los erosiona. La suspen-
pende a la evaporación. Se forma una corriente sión de sedimentos se debe a microsismos o a
superficial dirigida hacia el interior de la bahía avalanchas de causas diversas; pero una vez que
y otra profunda en sentido opuesto (fig. 5-28). el material se halla en suspensión, continúan las
En estas condiciones se puede acumular plancton corrientes por cierto tiempo. Las corrientes de
que viene con el agua superficial del exterior y turbiedad despertaron atención cuando se las re-
luego se mantiene, nadando hacia arriba en el conoció como la causa de roturas de cables tele-
agua que se hunde, Pertenecen a este tipo muchas gráficos, muy repetidas en el área de los Grandes
bahías tropicales, entre ellas las bahías Fosfores- Bancos de Terranova; también se han observado
centes, como la famosa de Puerto Rico, donde en el Mediterráneo, en Ordansville (Argelia), en
muchos de los organismos concentrados son lumi- septiembre de 1954 y en dirección a Baleares 4).
nosos. A una escala mayor, el Mediterráneo (ta· Transportan sedimentos y crean con ello dificul·
bla 5-6) se puede considerar como un estuario
negativo. Este mar se encuentra en un área donde
la evaporación supera a la precipitación, de modo
que es un mar descendente, lo cual contribuye a
Tabla 5-6
su poca fertilidad, si no es la principal razón de Balance del Mediterráneo. Valores aproximados,
ella; por el estrecho de Gibraltar entra agua su· según Schink" y aIras autores. El volumen
perficial atlántica y sale agua profunda, relativa· del Mediterráneo es de 4,24 millones de km'
mente rica en fósforo; esta agua, muy densa, se y el tiempo medio de residencia del agua
extiende a la salida del estrecho entre las capas de 170 a 180 años.
que corresponden a su densidad, formando inter-
digitaciones hasta gran distancia, hacia los \000 Cambio en millones de m l por segundo
Entradas Salidas
metros de profundidad, influyendo sobre la dis-
tribución de diversos organismos, foraminíferos y
otros (figs. 5-24 y 5-30). Atlántico 0,73 a 1,7 0,69 a 1,6
Entre las corrientes debidas a diferencias de Mar Negro 0,012 0,006
densidad están las de turbiedad. Un agua que Ríos 0,014
Lluvia 0,033
lleva en suspensión materiales sólidos se comporta
Evaporación 0,092
como un fluido de mayor densidad, que fluye
Temperatura. oC
O......-..-rT~--'I"'T"'""--.,.....".,--......- - ..........'"'T"""-_....-_"""'T""_-...--__....--..,.."..-r-""9"""T---.....--.-----,r---o-+-""T"I
1
3 •
5
15
20
25
30
194 El medio
Figura 5-32 Distribución geográfica de los distintos tipos de lagos. Se definen según
que los períodos de mezcla vertical por año sean ausentes o irregulares (oligomícticos),
o en número de uno (monomícticos), de dos (dimícticos), o muchos (polimícticos).
(Según Lóff/er 69.)
biológico. Los tipos fundamentales son los si- al fondo. Se pueden denominar también oligo-
guientes: mícticos.
Lagos fríos monomícticos. La temperatura del Desde el punto de vista biológico conviene dis-
agua profunda es cercana a 4°C y las capas su- tinguir otro tipo constituido por lagos que son
perficiales se enfrían considerablemente en invier- monomícticos templados o s..~btropicales por sus
no, pero en verano no exceden de 4°C, de ma- características; pero geográficamente están situa-
nera que el intercambio total de calor sensible dos en la zona tropical, a gran altura, en la
o balance térmico (pág. 126) es muy pequeño. Las montaña.
aguas sólo se mezclan cuando la temperatura de Finalmente, la circulación vertical puede no
superficie se aproxima a 4°C en verano, lo que a llegar hasta el fondo, dejando unas capas profun-
veces no ocurre, de modo que en ciertos años no das que no se mezclan. Estos lagos se llaman en
hay circulación vertical. general meromícticos y la capa que permanece
sin mezclarse constituye el monimolimnion. En
Lagos templados dimícticos. En verano la
realidad, estos lagos son heterogéneos. El moni-
temperatura del agua superficial es superior a
molimnion puede consistir en agua más densa,
4°C y en invierno es inferior a dicha temperatura,
por ser más salada, como ocurre en fiordos (pá-
de manera que existen dos períodos en que las
gina 192) con agua residual marina y entonces
densidades se igualan en todo el espesor del lago
permanece siglos sin mezclarse con el resto. Pero
y, por tanto, dos momentos (primavera y otoño)
otras veces, en lagos de la zona templada, se
en que es posible la mezcla o circulación vertical
trata de un volumen de agua que se formó en un
del agua por el esfuerzo del viento.
invierno suficientemente frío y permanece sin
Lagos templados y subtropicales monomícticos. mezclarse durante los inviernos suaves, hasta que
En invierno no se hielan ni la temperatura de vuelve un año frío. Esta meromixis accidental re-
superficie baja de 4°C. Existe, pues, un solo pe- fleja las fluctuaciones climáticas interanuales. La
ríodo invernal en que la mezcla vertical es po- mayor parte de los lagos templados y subtropi-
sible (fig. 5-31). cales son meromícticos en este sentido, en mayor
o menor grado.
Lagos tropicales. La temperatura superficial Un tipo especial de meromixis propio de lagos
raramente baja de 20°C y varía poco durante el cársticos, consiste en la entrada de agua en pro-
año, existiendo casi siempre un gradiente térmico fundidad, que agita y pone en suspensión mate-
moderado y extendido hasta el fondo. La mezcla rial sedimentario, de modo que las capas profun-
vertical es irregular y ocasional y raramente llega das, con material en suspensión, se comportan
Enero Febre. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos1o $ep1br. Octbr. Novbre. Dicbre.
1959
20 cm
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NIVEL OEL MAR
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- 1--- NIVEL EST~RICO
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-- 1-- o cm
Figura 5-33 Variaciones de periodo medio (dlas a años) en el nivel del mar en Castellón.
Mediterráneo Occidental. La distancia entre las dos lineas paralelas de la parte inferior
representa 20 cm. En la parle superior figura el nivel observado. debajo el nivel corregido
por los cambios de presión atmosférica. y el nivel que se deduce de los cambios
de densidad del agua (nivel estérico).
196 El medio
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+O,20f-------- -----1---1--1--+ S~c,+--+--+--1-- Ondas de marea - f - -
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-0,10
Figura 5·34 Variaciones de corto periodo (minutos a días) en el nível del mar en
CasteJlón, Mediterráneo Occídental, con mareas (una sola onda diaria, pequeña) y secas.
Escala, en metros, a la izquierda.
guen a la luna llena y a la luna nueva, son apro- Dichos ritmos han de mostrar grandes diferencias
ximadamente quincenales, y en ellas se suman los geográficas, aunque poco se sabe a este respecto.
efectos del Sol y de la Luna. Las mareas máximas Las mareas cubren y descubren una zona litoral.
se dan en los equinoccios, La amplitud de oscila- con lo que afectan a sus habitantes. El tiempo
ción de la marea es muy variable, desde unos que los organismos permanecen sumergidos es
15 cm en el Mediterráneo hasta uno a tres metros quizá el parámetro más importante, pues condi-
en el Atlántico. Se observan amplitudes mucho ciona su alimentación y su actividad en general.
mayores en parajes favorables, especialmente en El cambio de nivel del agua corresponde a un
las bahías que penetran profundamente en tierra, transporte horizontal de masas importantes del
como en la de Fundy, en Canadá, donde las mareas líquido, de manera que el fenómeno de las mareas
de equinoccio tienen una amplitud de hasta J 5,4 no puede ser comprendido sin tomar en conside·
metros, y son las mayores conocidas. En grandes ración también un factor geostrófico o sea, su
extensiones de la zona cálida prácticamente no combinación con un sistema de transporte en el
se reconoce más que una onda diaria, de amplitud que interviene la componente de Coriolis. Como
inferior al metro y, generalmente, infe"ior al me· resultado, las líneas cotidales, es decir, las líneas
dio metro. que unen los puntos que alcanzan la pleamar
El registro que proporcionan los mareógrafos simultáneamente. no siguen los meridianos, sino
(fig. 5-33) es muy complicado, pues las verdaderas que irradian alrededor de un punto (anfidrómico)
ondas de marea se asocian a cambios producidos donde la marea es nula. En realidad, cada masa
por los vientos, cambios de presión atmosférica. de agua responde al efecto de la atracción de la
microsismos, etc, En los ritmos internos de los Luna y del Sol, de modo que su superficie incli-
organismos que viven en la zona costera sometida nada gira alrededor del punto anfidrómico en
a los efectos de las mareas sólo se asimilan los sentido contrario al de las agujas del reloj. Seme-
componentes periódicos principales (pág. 716). jantes sistemas parciales se han descrito en el Mar
Tabla 5·7
Componentes periódicos de la marea. Selección de los más importantes
enlre los muchos posibles.
Período.
hor<ls y
ccnlcsimas
Símbolo Nombre de hora Coeficiente
198 El medio
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Distancia km
Figura 5-38 Espesor teórico, en metros, de la capa de mezcla superficial de los océanos,
calculado en función de las frecuencias de vientos de distintas velocidades, según
observaciones realizadas en buques y promediadas por áreas y por perlados de 3 meses.
En las latitudes bajas, la teoría no es estrictamente aplicable y los contornos se han
trazado a puntos. A, enero a marzo; 8, julio a septiembre. (Según J. R. Lumby,
Físhery Invest., s. 2, 20[2J:1-12, 1955.)
200 El medio
Prof. m. 11-12 septiembre 1971
Horas 07,309,010,15 11,3 12,014,3515,016,017,317,4518,019,120,120,220,3 20,4 20,5222,123,223,323,423,50,0501,502,1503,004,005,3
o
20
40
60
80
100
120
140
r--+--+-"4
12 17 22 27
esfuerzo se emplean en la predicción -con éxi- grueso de agua. El espesor de éste depende de la
to- del estado del mar. fuerza del viento; pero también de la estratifica-
La dimensión de las olas es variable. Su velo- ción por densidades o estabilidad que existía. Un
cidad en alta mar es de unos lOa 15 metros por mismo esfuerzo del viento mezcla un espesor ma-
segundo, excepcionalmente superior. La longitud yor de agua poco estabilizada. De ordinario, la
de las mayores es de varios centenares de metros, mezcla del agua prosigue empujando por delante
pero generalmente son más cortas. El período de la capa de mezcla, hasta cierto límite, un fuerte
suele estar comprendido entre 5 y 9 segundos, y gradiente de densidad (picnoclina) (pág. 125). Ya
las mayores alturas observadas en los mares del se ha indicado que las picnoclinas (generalmente
Sur, alcanzan 15 metros. El movimiento del agua termoclinas) suelen ser límites preferentes entre
decrece rápidamente hacia abajo; a los 30 metros corrientes superpuestas: las termoclinas constitu-
de profundidad prácticamente no se nota el oleaje. yen una barrera que cierra la transmisión de mo-
Las olas de superficie de una velocidad de 10 vimiento a capas inferiores. Aparecen complica-
a 12 m S-1 se convierten en olas largas al apro- ciones por la posible formación de termoclinas
ximarse a la costa y al pasar por la isobata de diurnas que descienden y se pueden fundir con la
unos 100 metros. Estas olas determinan sobre el termoclina principal, y también por causa de la
fondo movimientos casi en un plano horizontal, irregularidad en la acción del viento. A partir de
muy importantes como causa de ciertas formas la intensidad del viento, se ha calculado la pro-
de relieve (<<ripple marks» que, de todas maneras fundidad hasta la que debe alcanzar teóricamente
no son exclusivos de las olas, sino de cualquier la mezcla, para los cuatro trimestres y para todos
movimiento turbulento), y también por ejercer los mares (fig. 5-38). Estos mapas tienen mucho
tensiones sobre los organismos. Cuando las olas interés en relación con la biología del plancton
se aproximan oblicuamente a una costa, se retar- Las picnoc1inas son asiento de ondas internas
dan en la parte donde hay menos profundidad, de (fig. 5-39); como que estas ondas se encuentran
forma que cambian su dirección y tienden a ha- entre dos capas de agua cuyas densidades respec-
cerse normales a la costa. Las olas rompen cuando tivas no se apartan entre sí tanto como las del
la velocidad en su parte alta es mayor que la aire y el agua, las ondas internas difieren de las
velocidad en la base. superficiales por ser mucho más lentas, de veloci-
Las olas aceleran el intercambio entre la atmós- dad comprendida generalmente entre 0,3 y 0,6
fera y el mar, no sólo de movimiento y de calor, m S-I, con períodos de 5 a 15 minutos o más.
sino también de gases y sólidos. Las olas forman Las de período de hasta unos 10 minutos tienen
burbujitas de aire que, al ser llevadas hacia abajo hasta unos 6 m de altura; pero las de período
por el propio movimiento, se disuelven en virtud más largo, de una a dos horas, pueden tener
de la elevada presión hidrostática. Al mismo tiem- hasta más de 30 metros de altura 24,53, 114. En el
po, las olas pulverizan agua de mar y, por evapo- Mediterráneo se propagan ondas de estas caracte-
ración de ésta, quedan en suspensión en la atmós- rísticas, probablemente asociadas o derivadas de
fera cristalitos minerales y gérmenes de organis- las ondas internas de marea en el estrecho de
mos. Gibraltar 30'.
El esfuerzo del viento consigue la mezcla prác- Las ondas internas rompen lo mismo que las
ticamente homogénea de un estrato más o menos olas superficiales, desprendiendo grandes remoli-
202 El medio
divergencias
(mayor transferencia de energía de la atmósfera al agua)
convergencias
(acumulación de sustancias tensioactivas)
rrer por 10 menos 350 km. En las especies de te; las que derivan hacia la derecha se concentra-
peces que frezan en áreas limitadas, la acción de rían en el centro de los anticiclones, en la conver-
arrastre del viento sobre las aguas superficiales gencia subtropical (fig. 5-41). Es indudable que
puede ser decisiva para la supervivencia de una si los circuitos de circulación marina son persis-
clase anual, según que lleve las larvas a unos o tentes, pueden constituir un elemento importante
a otros lugares más o menos favorables (Cushing, de aislamiento de distintas formas genéticas (pá-
Walford). Así se comprende que se sincronice gina 280).
la cría con ciertos acontecimientos hidrográficos Las corrientes ascendentes tienen efecto indi-
apropiados, como ocurre con los clupeidos, que recto al promover la fertilidad de las capas supe-
frezan después de la destrucción de la termoclina riores, aspecto que ya se considera ampliamente
y cerca de áreas donde, por la influencia del agua en otros lugares (págs. 189 y 831). Pero en algu-
dulce, se tiene un tipo de circulación tal que dis- nos casos realiza además un transporte directo de
persa las larvas hacia zonas de producción planc- animales: en algunas localidades mediterráneas
tónica elevada. Los seres bentónicos que viven (Riviera, Sicilia) se presentan fuertes corrientes o
junto a islas, si producen larvas pelágicas suelen mezcla ascendente, que llevan hasta la superficie
concentrar su actividad reproductora cuando las y, en ocasiones, lanzan a las playas, animales
aguas convergen, lo cual se ha interpretado como batipelágicos, como los crustáceos Pasiphaea y
una adaptación para evitar su dispersión a aguas los peces Maurolicus y Argyropelecus 110,111. Ya
muy profundas, donde morirían (Islas Bermu- se ha mencionado la ascensión de elementos del
das) 10. plancton de lagos hasta la superficie acompañan-
El transporte en la misma superficie tiene ca- do a desviaciones de la termoclina (pág. 198).
racterísticas especiales. Cianofíceas aligeradas por
vacuolos de gas y otros organismos flotantes se Olas. El efecto de las olas es múltiple; obsta-
acumulan en la·s convergencias o contra las orillas culizan el desarrollo de un neuston y la existencia
de los lagos hacia las que sopla el viento. Los de organismos pequeños que deben acudir a res-
sargazos flotantes en alta mar forman filas más pirar a la superficie.
o menos paralelas, orientadas según células de La transmisión turbulenta del movimiento per-
Langmuir. Los sifonóforos neustónicos Physalia y mite a animales situados en el seno del agua reco-
Velella, avanzan y derivan bajo la acción del nocer las pequeñas olas superficiales y determinar
viento, y en cada especie hay dos morfos simé- la posición de la causa de la perturbación, que
tricos, uno que deriva hacia la derecha y el otro puede ser una presa. Es otro ejemplo de utiliza-
hacia la izquierda. Es más probable que las for- ción de ondas longitudinales de poca frecuencia,
mas que derivan hacia la izquierda arriben a las posibilitado por la línea lateral de los peces (Fun-
costas cuando las poblaciones aparecen asociadas dulusJ 98. Los girínidos y otros insectos muestran
con circuitos anticiclónicos en el hemisferio Nor- igual aptitud.
Pero lo más importante es la acclOn mecamca paleal durante la bajamar, y el volumen de dicha
de las olas sobre los organismos de la costa. Exis- reserva explica la utilidad de una forma más
te un efecto mecánico de impacto o presión, que abombada en los individuos que viven en niveles
puede alcanzar 2 y hasta 3 kg cm- 2 ; pero quizá más altos. Muchos otros moluscos tienen forma
el esfuerzo transverso de cizalla sea más efectivo más o menos parecida a las lapas (Chiton). Los
como agente de selección. La intensidad y direc- cirrípedos balanoides sueldan su placa basal ca-
ción de este esfuerzo varían localmente (figu- liza a la roca con un cemento de propiedades
ra 5-42) 89 Y de manera continuada. Sobre un verdaderamente extraordinarias. Los mejillones y
fondo desmenuzado (arena) los movimientos del otros lamelibranquios se sujetan por medio del
agua realizan un transporte parcial de los mate- biso, filamentos formados de un material con
riales; para cada velocidad de la corriente -que una alta resistencia a la tracción. En los esti-
varía de seguido y de un punto a otro-- hay una pes de algas el límite de resistencia a la trac-
dimensión mínima de los gránulos o cantos que ción es de 30-45 kg cm -2. No son raros los lame-
garantizan su estabilidad en aquellas condiciones libranquios que se adhieren a la roca por una
de agitación, y esta dimensión mínima es también amplia superficie. Tales son las ostras y Anomyia
la que admite una colonización permanente de su que se cementan por la valva izquierda y Chama
superficie por organismos. Los organismos que pellucida por la derecha. Al mismo tipo de adap-
asientan sobre partículas menores quedan destrui- tación pertenecen los gasterópodos Vermetus y
dos por roce con otros gránulos. A la vez, estas Aietes. Estos últimos animales pueden formar
partículas minerales pequeñas, en movimiento, tie- parte importante del margen de arrecifes cora-
nen efecto abrasivo sobre organismos mayores. linos.
Las adaptaciones de los organismos son múlti- Muchas especies excavan nichos en la roca, no
ples: las lapas (Patella) tienen la concha cónica sólo lamelibranquios (Lithodomus, Pholas), sino
y baja que adhiere con el pie y con gran fuerza también erizos de mar y gusanos. Si son animales
sobre la roca (3,7 kg cm- 2); la concha ajusta per- grandes, es empresa que requiere tiempo, de modo
fectamente sobre las irregularidades de la roca, que prácticamente sólo la emprenden especies de
gracias al hábito de reposar siempre en el mismo larga vida individual media (años). Algunos abren
lugar. Tal ajuste tiene, además, importancia al sus galerías en las conchas de otros animales
permitir conservar agua dentro de la cavidad (Polydora). Otros animales se refugian en grietas.
204 El medio
Todos ellos mantienen su posición en la zona más resisten mucho menos sobre conchas o cirrípedos
o menos batida. que sobre roca firme, de modo que se manifiesta
Algunos animales se dejan desprender y ruedan cierta regulación en el sentido de que, según sea
hasta otro lugar, como hacen diversos gasterópo- el tipo de sustrato, las plantas no resisten el es·
dos de concha redondeada (Lit/orina, Nucella, fuerzo del mar al alcanzar cierta dimensión (figu·
Gibbu/a) , o los nudibranquios desnudos que se ra 5-43) 7.
mueven con el agua hechos una pelota. Las'acti- Junto a todas las exigencias mecánicas señala-
nias se contraen en una masa compacta, fuerte- das, las aguas agitadas ofrecen la indudable ven-
mente adherida a la roca. Olras especies .perma·
necen firmemente sujetas a los hapterios de las
algas, como las Caprella y otros animales proviso
tos de eficaces órganos de sujeción. Los gobiesó-
cidos del género Lepadogas/er (chafarrocas) tienen
las aletas pélvicas modificadas en forma de ven·
tosas y son un ejemplo de un tipo de adaptación
que se encuentra también en otros peces.
Muchos organismos son flexibles y ceden al
movimiento del agua sin romperse, como un gran
número de algas, Ser/u/aria y otros hidroides, gor·
gonias, etc. La forma de crecimiento de las colo-
nias se relaciona con el movimiento del agua y
con el tipo de oscilaciones que impone, como se
ve en el ejemplo de Eunicella (fig. 5·42). Hay una
40
variación importante de las características mecá- Peso de la planta en 9
nicas según cómo crecen los organismos y asimis·
mo varía el esfuerzo que pueden absorber sin Figura 5·43 Fuerza requerida. en gramos, para
romperse los soportes. En Eisenia (feofícea) 15 hay arrancar plantas de Fucus vesiculosus, de dis·
diferencias locales en la elasticidad de los estipes tinto tamaño, de un sustrato de roca o de
conchas de cirrípedos. El tamaño de las plantas
y comportamiento general de la planta al esfuer· se expresa en gramos de peso húmedo o total.
zo del agua. Los hapterios de Fucus vesicu/osus (Según Barnes y Topinka 7.)
MO\limienlO oscil'lorio
MOllimienlO del flujo simple
Figura 5·42 Distribución del esfuerzo de las olas y de los tipos de corrientes generados
en distintos puntos de una costa. En relación con ellos puede verse la orientación que
adoptan en su desarrollo las colonias del antozoo Eunicella. (Según R. Riedl. Helgol. wiss.
Meeresunters.. 10:155-186. 1964.)
20& El medio
15
cmls
cm ~ 2 3 : 5
ue las partículas finas (arena) que son proyectadas vieran inmersos en la corriente propiamente di-
como un abrasivo sobre la parte basal del guija- cha. Sin embargo. tan pronto como abandonan
rro y sus eventuales pobladores. Este fenómeno aquella delgada película. pueden ser arrastrados.
se refleja claramente en la distribución de los Por otra parte. el espesor de la capa límite varía
organismos sobre los cantos de los ríos y sobre localmente. según la forma y exposición de Jos
las rocas inmediatas a playas marinas. cantos o guijarros. Es más gruesa sobre superfi-
El flujo de un río nunca es uniforme ni lami- cies irregulares. No sólo se reduce el flujo. sino
nar. El límite en el que pasa a turbulento se de- que la dirección del mismo llega a invertirse en
fine por una expresión de Reynolds. y ordinaria· algunas situaciones. como. por ejemplo. delante
mente dicho límite es superado en todas las aguas de un obstáculo que sobresale del fondo. a los
dulces. excepto en aquellas situaciones en las que lados de un canal que se dilata aguas abajo.
una película muy delgada de agua resbala conti- en cubetas marginales. etc. Es decir. hay puntos
nuamente sobre piedras. en cuya superficie se en que el agua se mueve realmente río arriba.
desarrolla una comunidad especial (higropétrica Estas características se incrementan artificialmen-
o madícola) de la que forman parte muchas algas te en la construcción de las llamadas «escaleras
y larvas de dípteros. tricópteros y de otros insec· para peces» en las obras hidráulicas.
tos. El límite para el paso a régimen turbulento. El tema de la persistencia de poblaciones en un
para un tubo de I cm de diámetro. se alcanza río ha de enfocarse como un problema probabi-
para velocidades del agua de 18 cm s -l. y para lista y de manera semejante al de la conservación
un tubo de 1 m de diámetro. para una velocidad de poblaciones planctónicas. En cualquier perfil
de 1.8 mm S-l. El agua turbulenta muestra varia- transverso del río se puede asignar a los indivi·
ciones locales e irregulares en la dirección y velo- duos de cada especie cierta probabilidad de ser
cidad de movimiento. arrastrados aguas abajo. Esta probabilidad depen.
La capa de agua próxima al límite sólido del de de la velocidad del agua. de la localización
cauce tiene una velocidad muy inferior a la del precisa de los individuos y de sus adaptaciones a
resto. Se puede definir una capa límite según sujetarse a las piedras. La probabilidad puede ser
algún criterio. por ejemplo. allí donde la velo- bastante diversa en lugares muy vecinos. Se ven.
cidad se reduce a la mitad o donde la velocidad a veces. larvas de insectos u otros animales con-
decrece más rápidamente. El espesor de esta capa centrados en manchas pequeñas y definidas. pero
es de I a 3 mm (fig. 5-44) Y es claro que los ausentes en puntos próximos. Sin embargo. estas
organismos que viven y se mueven en ella se distribuciones no se deben atribuir siempre a un
hallan en condiciones muy diferentes de si estu- arrastre selectivo. sino que pueden existir otras
:"0: o"
20S El medio
caros al parecer no tienen ciclos de colonización La corriente, según su intensidad, puede influir
tan marcados como efemerópteros y tricópteros, sobre la forma de los individuos de una misma
aunque es posible que en los ácaros el transporte especie, si ésta es plástica. En las algas, en gene-
por insectos voladores tenga cierta importancia. ral, la renovación del agua representa una mayor
En los animales nadadores, la tendencia a mover- nutrición; y las formas de crecimiento que resul-
se contra la corriente, basada en reflejos que tien- tan pueden ser características: una ramificación
den a mantener ciertas imágenes en la retina, es más densa en Cladophora, masas más o menos
otra adaptación que tiene el mismo sentido de hemisféricas en Vaucheria y otros géneros, etc.
evitar la pérdida de individuos de la población. Las algas mencionadas, al crecer intensamente,
Las adaptaciones más importantes a la vida suelen depositar carbonato cálcico que da más
en las aguas corrientes son morfológicas y algu- compacidad a sus agrupaciones. El crecimiento de
nas se han mencionado ya. Los silúridos de río briozoos y esponjas es muy sensible a la corriente,
se refugian entre las piedras y algunas especies de forma que resultan colonias compactas en
del centro de Asia y de América (Thoburnia) aguas corrientes y ramificadas en las más lentas.
muestran dispositivos de sujeción muy perfeccio- Los lamelibranquios de las aguas de mayor velo-
nados, parecidos a los de diversos renacuajos flu- cidad quedan más pequeños y redondeados, sin
viales. Las larvas de los dípteros blefarocéridos ángulos tan marcados en el borde de la concha,
poseen una fila ventral de ventosas. Las de simu- mientras que las formas de aguas más lentas tie-
líidos secretan una almohadilla de seda, a la que nen frecuentemente la concha más prolongada y,
luego se adhieren con ganchitos (fig. 14-9). Las a veces, con la parte posterior oblicuamente sa-
larvas del díptero Rheotanytarsus viven dentro liente hacia abajo.
de tubos prismáticos pegados a musgos. Las larvas Se conoce poco la distribución de velocidades
reófilas de tricópteros habitan estuches lastrados de flujo del agua sobre los organismos y el efecto
por piedrecitas o anclados por palitos salientes. que puedan tener sobre ellos los torbellinos que
Algunas larvas construyen residencias muy com- eventualmente se formen. Las náyades de Baetis
plejas, con pisos de diferente función, como las se encuentran en aguas corrientes, junto con las
del lepidóptero Aulacodes periboscalis y las del de otros efemerópteros de forma aplastada sobre
tricóptero Agapetus fuscipes (fig. 5-46). Las adap- el sustrato; pero aquéllas se elevan sobre sus
taciones son muy manifiestas cuando se comparan patas y, sorprendentemente, no parece que sopor-
especies de un mismo grupo, parte de las cuales ten un riesgo mucho mayor de ser arrastradas.
viven en aguas estancadas y otras en aguas co- El flujo puede determinar orientaciones prefe-
rrientes. Los hidrácaros de las aguas corrientes ridas según la forma de los animales: se supone
son pequeños y con las patas y sus uñas adapta- que la orientación seleccionada es la que hace
das a sujetarse a los musgos. Los ostrácodos típi- mínima la resistencia. El cuerpo de una trucha
cos de aguas fluyentes no tienen sedas nadadoras multiplica su resistencia a la corriente por 1,7
en las antenas posteriores, de modo que la acción si la corriente viene por detrás, y las náyades del
de las sedas de las antenas anteriores, al no tener efemeróptero Chirotonetes, si se invierte la orien-
antagonistas, los comprime sobre el fondo (pági- tación habitual de su cuerpo, multiplican su resis-
na 280). tencia por 1,8 117 •
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El sustrato sólido
LA INTERFASE BIOSFERA-lITOSFERA
213
entre biosfera y litosfera, en otras palabras, con- mentos a favor de aceptar una atmósfera de ca-
siderar la formación del suelo como un proceso racterísticas peculiares.
de autoorganización de una interfase. En todo proceso de formación del suelo existe
Todos los detalles o componentes elementales una dirección o evolución definida por las condi-
del proceso general contribuyen a su modo a la ciones de equilibrio y por la tendencia general a
heterogeneidad final del suelo. La disgregación reducir la energía libre, tanto en su aspecto me-
de la superficie de una roca es desigual, en parte cánico, como en el químico. En el aspecto mecá-
por la falta de uniformidad de composición; nico se manifiesta en el transporte, fraccionamien-
en parte por fenómenos inicialmente aleatorios to y sedimentación, con tendencia a disminuir las
que luego se refuerzan localmente; de este tipo pendientes y el tamaño de los fragmentos. Por 10
son la aparición de diaclasas, la formación de que se refiere al aspecto químico, las múltiples
hoyos por proyección de partículas impulsadas transformaciones conducen a unos mismos térmi-
por el viento, la regularidad en la forma, dimen- nos finales característicos: arcillas, unos pocos
siones y separación de las pequeñas cubetas de hidróxidos, ácidos húmicos, etc., un tanto inde-
disolución en la superficie de la roca caliza, etc. pendientemente del material originario. La natu-
El ataque posterior, por simple disolución, o faci- raleza de semejantes compuestos, sean inorgánicos
litado por la implantación de la vegetación, am- u orgánicos, todos ellos muy estables y situados
plía las estructuras iniciales: las depresiones y al final de una evolución que puede ser larga,
grietas son centros de una descomposición más es tal que, más que de compuestos únicos y per-
activa que las superficies lisas y salientes. La ero- fectamente definidos, se trata de grupos de com-
sión siempre es diferencial. puestos muy próximos entre sí, que ofrecen las
Apenas se concibe un proceso de formación consiguientes dificultades para una caracterización
actual de suelo en el que no jueguen un papel química precisa, como ocurre con arcillas y ácidos
muy importante los organismos; pero estos no son húmicos.
indispensables. El ataque de la atmósfera y del La sucesión de los ecosistemas terrestres va
agua sobre las rocas basta para fragmentarlas y indisolublemente ligada a un proceso de sucesión
dar origen a cierta estratificación. Cuando la vida en el suelo; pero, aún independientemente de esta
aún no se había extendido a la superficie de la correspondencia, la formación y maduración del
Tierra, los procesos de formación de suelo tenían suelo constituye realmente de por sí un proceso
que ser exclusivamente inorgánicos. Además, la de sucesión ecológica. Como en todo proceso de
composición de la atmósfera era entonces distinta, este tipo, se parte de unas condiciones iniciales,
de características menos oxidantes, lo cual impo- que en este caso consisten en las rocas y en la
nía un tipo peculiar de erosión (anoxigénica) 36. atmósfera; pero la actividad de los organismos,
Precisamente las características de la superficie controlados por el clima, y ciertos agentes del
de rocas muy antiguas han proporcionado argu- mismo clima, son los que determinan las carac-
99,9
99
Playa de grava
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214 El medio
terísticas finales. Es decir, como en todo proceso Tabla 6-1
de autoorganización, las condiciones bajo las que Límites y nombres corrientemente usados
ésta se realiza son más importantes que el punto para fracciones minerales de distintos tamaños.
de partida. La consecuencia es que en los suelos
poco formados, la roca madre tiene importancia Dimensiones Designación
en la definición de sus características, mientras
que los suelos más evolucionados muestran carac- más de 256 mm pedruscos
terísticas estrechamente relacionadas con el clima. 64 a 256 mm guijarros
El grado de organización del suelo se manifies- 4 a 64 mm grava
ta en la posibilidad de reconocer fronteras asimé- 2 a 4 mm gravilla o gránulos
1 a 2 mm arena gruesa
tricas que permiten separar regiones o estratos.
0,2 a 2 mm arena
Existen diferencias importantes a este respecto 0,02 a 0,2 mm arena fina
entre los suelos terrestres y los sedimentos sumer- 0,002 a 0,2 mm limo
gidos. En ecosistemas acuáticos, a poca profundi- menos de 0,002 mm arcilla
dad, puede manifestarse la tendencia a cementar
materiales sueltos y construir un sustrato duro
continuo, superficial. En tierra, el agua y los
organismos determinan procesos de diferencia- de las distintas fracciones en un material, se suele
ción vertical. El agua se lleva elementos solubles hacer dando los pesos acumulados en tantos por
de unas partes y los deposita en otras. La direc- ciento, en ordenadas y en escala aritmética o de
ción normal de lavado o de arrastre es de arriba probabilidad, y las dimensiones en abscisas, usual-
abajo; pero el sentido se invierte en situaciones mente en escala geométrica (logarítmica) (figu-
de aridez superficial. La vegetación separa ele- ra 6-1). Forma y posición de las curvas resultan
mentos nutritivos -y agua- a cierta profundi- características y expresivas de propiedades gené-
dad, al nivel de las raíces, y los deposita luego ticas, estructurales y otras de interés ecológico
en forma orgánica en la superficie (hojarasca, (por ejemplo, el volumen de los espacios entre
mantillo, humus). Es posible hacer un estudio los granos sólidos se puede deducir de la distri-
global del ciclo de los elementos en un suelo, bución). La abscisa en el punto que corresponde
como si se tratara de un lago 37; pero las rela- al 50 % del peso total es la mediana que define
ciones entre los procesos y el espacio son muy la posición de la curva entera. Las abscisas que
distintas. En una masa de agua la asimilación se corresponden al 25 % Y al 75 % son los cuartilos
hace en superficie y la liberación de los elementos primero y tercero y pueden servir para caracteri-
en profundidad; en el suelo, según el esquema zar la pendiente. Es posible también aplicar el
sci1alado, es al revés. En el agua la gravedad y la concepto de diversidad (pág. 370) a cualquier
tendencia a la sedimentación juegan un papel im- distribución de materiales en clases de tamaño, y
portante, junto con la extinción de la luz en expresar la forma general de la distribución por
profundidad; en tierra, la organización del espa- medio de un índice de diversidad.
cio por la vegetación es determinante. Los fragmentos no demasiado pequeños con-
sienten un estudio más detallado: el conocimiento
de la forma (angulosos o redondeados; más o me-
Componentes minerales nos alargados) y del estado de la superficie (no
desgastada; brillante con ángulos romos; formas
La superficie de la roca es colonizable por orga- más redondeadas y mates, muy pulidas) suele per-
nismos; pero la formación de un verdadero suelo mitir llegar a conclusiones interesantes sobre la
requiere la fragmentación de la roca. Las partícu- procedencia de los materiales y vicisitudes que
las sólidas que constituyen un suelo o un sedi- han atravesado (fig. 6-2).
mento se pueden separar por medio de cedazos La naturaleza de los materiales más abundantes
de mallas convencionales y, de esta forma, distri- en la corteza terrestre y los tipos de erosión a
buirse ponderalmente en una serie de fracciones. que están sometidos (ataque químico por acción
En la tabla 6-1 se dan límites y denominaciones del agua, anhídrido carbónico y oxígeno; fragmen-
comúnmente usados. Cuando se emplea una escala tación por heladas; transporte por el agua, hielo y
geométrica, ... 1/8, 1/4, 1/2, 1, 2, 4, 8... mm, viento, etc.) determinan que, en un suelo media-
resulta cómodo simbolizar la fracción por el nega- namente maduro, exista relación entre el tamaño
tivo del logaritmo de base dos de su límite supe- de los granos y la composición litológica de los
rior en mm; <1> = -log2 d. El valor de <1> basado mismos. Tanto es así, que la voz arcilla se usa
en esta convención es de uso bastante general simultáneamente para la fracción fina y con sen-
desde Krumbein (1934). tido mineralógico. Las arenas y los elementos
La representación gráfica de la participación aún más groseros están formados por cuarzo,
Esfericidad
alta
Esfericidad
baja
Figura 6-2 Escala para la clasificación de los granos de cuarzo, por su forma mAs o
menos redondeada. Arriba, índices numéricos propuestos para ser utilizados en el cAlculo
de medias en muestras de muchos granos. (Según M. C. Powers, J. Sedim. PetraL,
23:117-119, 1953.)
feldespato, piroxenos, anfíboles, mica, calizas y marinas costeras, lagunas litorales y otras aguas
diversos «minerales pesados». Los materiales más alcalinas. Los materiales procedentes de tierra y
finos suelen corresponder a los términos de la que se sedimentan en las cuencas marinas muy
erosión química y, típicamente, están representa- alejadas de la costa han sido sometidos a una
dos por los minerales de la arcilla, cuya fórmula selección muy severa. En estas condiciones se
más generalizada se podría escribir x A1 20 3, y considera como sedimento típico una «arcilla
Fe203' z Si0 2. En realidad, la fracción más fina, roja» de acumulación muy lenta. En áreas del
«arcillosa», está formada, además de los fragmen- Pacífico relativamente productivas su acumula-
tos muy finos de minerales que típicamente se ción equivale a 3,2 cm de material no compactado
presentan en granos algo mayores en forma de (=2 g/cm) en mil años 3Sa; una parte importante
arenas o limos, por hidróxidos de hierro, alúmina de dicha arcilla es de origen volcánico y se en-
y sílice coloidal, más los minerales típicos de la cuentran también esferillas de vidrio que pueden
arcilla, como son la caolinita (Si 20 s)AI 2(OH)4, la ser huecas y a las que se atribuye origen extra-
montmorillonita [Si 40 lO AI 2(OHh + nH 20] , di- terrestre, aunque esferillas semejantes y confun-
versas micas, etc. La extremada subdivisión de dibles con ellas son expulsadas por los hogares
estos materiales determina una enorme superficie industriales.
relativa (las partículas de un gramo de arcilla
tienen una superficie total de 25 a 900 m 2), 10
cual tiene gran importancia en todos los fenóme- Materia orgánica
nos de superficie, como la adsorción. Poseen gran
capacidad de retener agua y facilitar reacciones en Todo sedimento y, en especial, el suelo, con-
sus grietas. La naturaleza de la arcilla y la can- tiene una parte de materia orgánica: es ell%
tidad de agua de un suelo, le confieren importan- del peso total en suelos desérticos, el 100 % en
tes propiedades mecánicas de gran interés en eco- la turba, y el promedio suele quedar alrededor
logía, incluyendo la de poder ceder y fluir casi del 5 % (un 2 % de carbono). En sedimentos
como un líquido bajo presiones determinadas (ti- marinos profundos puede bajar hasta 0,1 %. En
xotropía, soliflucción). realidad, la cantidad de carbono orgánico retenido
La proporción de distintas especies minerales en suelos y sedimentos es muy superior al car-
se puede relacionar con la roca madre originaria bono orgánico contenido en el cuerpo de los or-
y con los procesos más o menos selectivos de ganismos. Según Szalay 39 la cantidad de carbono
separación, transporte y depósito. Estas mismas en el cuerpo de los seres vivos es de 7 X 10 11
consideraciones son válidas para sedimentos sub- toneladas, y la cantidad de carbono en forma de
acuáticos. El depósito en lagos ácidos o neutros «ácidos húmicos» es de 60 X 10 11 toneladas, es
es muy diferente del que se acumula en aguas decir, más de 8 veces más. Aunque estas cifras
216 El medio
han de acogerse con reservas, pues otras estimas ponente de las membranas vegetales que consti-
conducen a valores bastante más bajos (cerca de tuye entre el 18 y el 31 % del peso de las
la mitad) (pág. 467), es indudable que hay mucha paredes lignificadas en la madera. Ligninas y
más materia orgánica disuelta en las aguas que celulosas no son digeridas por animales supe-
en el cuerpo de los organismos planctónicos (pá- riores, si no es con ayuda de microorganismos,
gina 72) y que la cantidad de carbono orgánico y el proceso de su ataque se continúa en el
en el suelo excede frecuentemente al carbono suelo por hongos y bacterias. Los pequeños excre-
contenido en la vegetación. mentos de los pobladores del suelo constituyen
De manera general, se habla de humus (del latín centros de gran actividad bioquímica a este res-
humus = tierra, suelo) para referirse a la parte pecto y son un elemento característico de la
orgánica del suelo y de sedimentos subácueos, y estructura del suelo.
también para una categoría de materia orgánica
disuelta en el agua y muy estable. El humus deriva
de restos de organismos, de sus excreciones y se-
creciones, con todos los productos de su transfor-
mación, de modo que su composición de origen
es muy variada. La denominación de humus se
aplica una vez se ha perdido la estructura orgá-
nica microscópica original y se ve amorfo.
]~
En el proceso de humificación, o transforma-
ción del material originario en humus, juegan
todos los procesos de alteración selectiva que fue-
ron comentados en relación con la materia orgá-
nica disuelta en el agua (pág. 73). En el suelo
es posible que estos procesos se aceleren: tanto
la enorme extensión superficial de las arcillas
como el suministro de oxígeno gaseoso pueden
facilitarlos. Pero, en todo caso, se manifiesta la
misma regularidad: los materiales más fácilmente
degradables se descomponen o transforman con
mayor rapidez y el material que se acumula con-
tiene una proporción creciente de enlaces resis-
tentes a la degradación biológica, frecuentemente
formando moléculas o partes de moléculas en for-
ma de ciclos o anillos. Esta secuencia es muy
general y no sólo limitada al agua o al suelo.
Incluso tiene una manifestación o proyección filo-
genética: en la matriz orgánica de las conchas de
los moluscos, en el curso de la evolución, dismi- 3
nuye la proporción de glúcidos y proteínas y 3
aumenta la de moléculas favorables a la nuclea-
ción y a la formación de anillos con enlaces peri-
féricos que pueden fijar otras moléculas 19.
La existencia de grupos fenólicos es típica del
humus, así como también la existencia de funcio-
nes ácidas; pero, por lo demás, la composición
varía mucho y de manera indefinida. Puesto que
hay semejanzas entre los ácidos húmicos y la lig-
nina, cuyas moléculas contienen también anillos,
se supuso que los ácidos húmicos derivaban prin-
cipalmente de la lignina; pero en realidad pueden Figura 6-3 Secciones delgadas de rocas de
países áridos, con algas (indicadas en color)
derivar de un espectro mucho más amplio de sus- en microca vida des y grietas. Arriba, granito del
tancias iniciales, como lo prueba la aparición de desierto de Sonora (México); abajo, arenisca
sustancias húmicas en aguas donde no hay orga- del desierto de Negev (Israel), en esta última
nismos que pr09uzcan una cantidad suficiente de las cavidades más próximas a la superficie están
rellenas de polvo similar a loess. (Según
lignina. De todas formas, es innegable que una E. l. Friedmann, Ecophysiological foundation of
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mada por la celulosa y por la lignina, un com- Symp. USSR, 1972, págs. 182-185, Leningrad.)
218 El medio
del suelo. Al suelo le da calidad el complejo de una microsucesión complicada, con variaciones y
arcilla y humus, que forma micelas o partículas frecuente enriquecimiento de la estructura.
diversamente agregadas. Muestras de suelo en su
estado original se pueden incluir en resinas soli-
dificables para luego hacer secciones delgadas, de El agua y el aire
20 a 50 micras. Su examen al microscopio pone
de manifiesto una estructura muy rica 23. El suelo es una estructura sólida y porosa, for-
Algunos elementos de la estructura son de ori- mada por granos de diversos tamaños, que dejan
gen físico: los materiales originales están fragmen- entre sí un sistema de cavidades que ordinaria-
tados según direcciones preferentes (microdiacla- mente representa entre el 40 y el 60 ~0 del volu-
sas), o bien ha existido una selección durante el men total, ocupado por aire yagua.
transporte. La selección por tamaños decrecientes En los sedimentos o suelos subacuáticos y en
a medida que nos alejamos del lugar de proceden- los suelos terrestres anegados ( gley), el agua
cia es un elemento obvio de estructura. También ocupa todos los espacios. Puesto que el agua que
puede ocurrir una diferenciación in situ. En los se- imbibe el sedimento o el suelo no tiene la mo-
dimentos acuáticos, por razones mecánicas pueden vilidad que tendría de no existir la matriz só-
aparecer capas con posterioridad a la deposición. lida, la difusión es lenta (pág. 124) Y la oxige-
En los suelos terrestres y en los acuáticos que nación deficiente. Si el sedimento o el suelo
están sometidos periódicamente a la desecación, contiene poca materia orgánica y su parte mi-
retracciones periódicas determinadas por fluctua- neral es grosera (arena de playas), los cambios
ciones en el contenido de agua, o por la solidifi- de nivel del mar o la corriente freática facili-
cación de ésta, dan lugar a estructuras poligonales tan el flujo, y la concentración de oxígeno es
de muy diversas dimensiones. La circulación del suficiente para permitir la vida hasta a varios
agua contribuye a formar conductos capilares que centímetros e incluso decímetros bajo el nivel
son otro elemento de diferenciación. superior. Pero si los materiales son finos o exis-
Pero son los organismos los que contribuyen ten materiales finos rellenando los huecos en-
más intensamente a la estructura, y no siempre en tre los groseros, la circulación se vuelve lenta.
sentido de enriquecerla, pues tanto los tubifícidos Si dichos materiales finos contienen, además, una
en las aguas dulces como diversos poliquetos y la- parte importante de materia orgánica oxidable,
melibranquios en el mar pueden hacer desaparecer se consume mucho oxígeno y se establecen condi-
la estratificación superficial y determinar un cam- ciones reductoras, lo cual acontece comúnmente
bio importante y uniformizador en dirección ver- en suelos subacuáticos, por lo menos durante par-
tical. Las raíces de las fanerógamas, las hifas de te del año (pág. 67). Esta situación permite la
los hongos y las galerías de los animales abren conservación en el sedimento de moléculas orgá-
vías de circulación para el agua y el aire. Los nicas que normalmente serían degradadas bajo
excrementos de los animales constituyen partícu- la influencia del oxígeno y de la luz, por ejp.mpl0,
las sólidas de forma y dimensiones características, las clorofilas.
función de las especies presentes, y de gran inte- Los suelos de gley se ven abigarrados por la
rés porque dan al suelo una contextura grumosa. presencia de núcleos con hierro reducido (negruz-
Oribátidos y colémbolos ejercen una función muy co) u oxidado (rojizo) y sulfuros diversos, recor-
importante en dicho sentido. Las lombrices con- dando los suelos acuáticos indicados. Estos sue-
tribuyen a formar agregados compactos de mayor los, como asimismo los subacuáticos, se cuartean
volumen que los excrementos de los animales in- fácilmente en polígonos cuando se desecan, ates-
dicados, en los cuales queda retenida agua por tiguando así la falta de otra estructura elemental.
capilaridad, mientras que la atmósfera puede cir- Si son pobres en bases, cuando se inundan des-
cular entre unos y otros agregados, formando el pués de haber permanecido secos, se puede for-
conjunto una estructura sumamente favorable a mar ion sulfato que da acidez al agua.
la vida de muchas otras especies. Poblaciones mo- El permalrost es un suelo impregnado de agua
deradas de oligoquetos trasiegan una cantidad de y congelado. La baja temperatura retarda la des-
tierra de 0,5 a 9 kg m- 2 año-l. Esta cifra parece composición y confiere algunas propiedades parti-
notable, pero es pequeña « 1 %) en comparación culares al suelo. Cuando la temperatura aumenta,
con la capacidad de trasiego de los poliquetos ma- el suelo se deshiela empezando por arriba y fre-
rinos (pág. 498). Además las lombrices introducen cuentemente no más de medio metro, de modo
profundamente restos de hojas que toman en la que aparece una capa de agua líquida encima del
superficie y con la secreción de las glándulas de hielo impermeable, formándose grandes charcos
su molleja neutralizan el humus ácido con calcio. en los que se desarrollan animales acuáticos de
Los excrementos de todos estos animales son, a temporada (eufilópodos, larvas de Aedes, frecuen-
su vez, asiento de un ciclo de colonización y de tes en la tundra). La distribución del permafrost
o O
E
()
20 20
"ti'
ctI
'U 40 40
:.oc:
:::J 60 60
'O
~ 80 80
100 100
Mes Ene Feb Mar Abr Jun Jul Nov
220 El medio
la lluvia puede determinar cierto enriquecimiento Semanas 10 15
en Ca, Mg y K, mientras que el pH suele ser algo
más bajo cerca del tronco. ISOTÓMIDOS
El agua del suelo lleva sales en disolución, en
cantidad variable. Su concentración total se usa
para una clasificación de los suelos en perpeloides,
cuya agua contiene menos del 0,2 % de sales,
peloides, de 0,2 a 0,5 %, haloides, de 0,5 a 2 %
Yperhaloides, con más de un 2 % de sales, a cuya
última categoría pertenecen, desde luego, todos
los suelos o sedimentos submarinos. Las propie-
dades de la fase sólida de los diversos suelos re-
presentan un equilibrio con la composición de la 25%
fase líquida, de modo que alteraciones en ésta,
por ejemplo la introducción de un riego abun-
dante de terrenos salados con agua dulce, pueden
conducir a profundas alteraciones en la naturaleza
de los suelos que, en el caso indicado, llegan a
hacerse alcalinos. En los suelos más o menos sa-
lados, la separación de agua por parte de las ORIBÁTIDOS
plantas exige en éstas una mayor fuerza osmótica.
Las plantas se consideran como halófitos cuando
pueden vivir en suelos perhaloides; otros autores
incluyen en los halófitos a las de suelos haloides.
Todas las plantas necesitan un mínimo de sales
en el agua del suelo; si el agua es muy pura, las
plantas han de trasegar mucha agua para conse-
guir una producción muy baja, y la flora es muy
pobre (suelos turbosos y arenosos).
El agua del suelo está sometida a evaporación
y la pérdida de agua afecta a los organismos.
Antes de que se alcance el punto de marchitez
de la vegetación, por déficit de agua, los animales
escapan, profundizando, existiendo diferencias en
el comportamiento de unos u otros grupos. Así,
los colémbolos, de tegumentos finos, escapan antes
que los ácaros oribátidos de tegumentos gruesos. 10 15
Semanas 5
Las variaciones anuales en la distribución de la
55°n 33°n
humedad del suelo condicionan migraciones verti-
cales de la fauna (fig. 6-5) 40. Esta reacción de Humedad 0-5 cm
los animales se utiliza para extraer la fauna del Figura 6-5 Migración vertical de los individuos
suelo (pág. 322), sometiendo las muestras a una de dos grupos de artrópodos: isotómidos
desecación gradual, de manera que los animales (colémbolos) y oribátidos (ácaros), en muestras
de suelo forestal cuyo contenido de humedad
tengan tiempo de migrar al colector del aparato en los niveles superiores (0-5 cm) decrece
antes de quedar inmovilizados por una excesiva gradualmente en el curso de 16 semanas. En
pérdida de agua. ordenadas se indica el tanto por 100 de indivi-
La atmósfera del suelo se halla en comunicación duos en cada uno de los tres estratos conside-
dos (0-2,5, 2.5-5, 5-7,5 cm). (Según Vannier 40.)
con la atmósfera libre, excepto en los suelos muy
ricos en agua. En la atmósfera del suelo el aire
suele estar saturado de humedad y su concen-
tración de CO 2 es más alta que en la libre. Se ción en potasa del CO 2 que desprende una deter-
miden ordinariamente concentraciones de 0,5 % minada muestra de suelo. Menos del 20 % de
y, localmente, incluso más altas. Concentraciones dicha respiración corresponde a animales, el resto
de 3 ó 4 % tienen ya efecto inhibidor sobre diver- procede de bacterias y hongos. Las cifras obser-
sos organismos, incluyendo los hongos entre ellos. vadas en diferentes tipos de suelos 29 suelen que-
La respiración de un suelo, su producción de CO 2 , dar entre 500 y 5000 litros de CO 2 por metro
es un dato importante al trazar el balance de los cuadrado y año, aunque se han registrado va-
ecosistemas terrestres. Es fácil de medir por absor- lores mayores (hasta 12000). Aquellas cifras
CARACTERISTICAS DE ADAPTACION
DE LOS ORGANISMOS
AL SUSTRATO SOLIDO
222 El medio
A B e D
Fig';Jra 6-7 Adaptación de los dedos a substratos blandos. Izquierda, adaptación en aves
gaIlJf~rmes; A, Dendragapus canadensis; B, Pediocetes phasianellus, adaptada a la nieve.
(Segun W. C. Allee y cols., Principies of animal ecology, Saunders, Philadelphia y London,
1949.) Derecha, adaptación en antílopes; C, Tragelaphus scriptus; D, Tragelaphus spekei,
adaptado a suelos blandos. (Según Dorst y Dandelot, A field guide to the larger mam-
mals of Africa, Collins, Londan, 1970.)
reducción de las extremidades y movimientos especiales, los tenebriónidos de los desiertos po-
esencialmente serpentinos (escíncidos, calcídidos, seen tarsos dilatados, el ave Syrrhaptes tiene los
anfisbénidos). En los anfisbénidos aparecen dos dedos algo palmados y con plumas. Los saltado-
líneas de evolución que se diferencian por el plano res forman una fracción importante de la fauna
de oscilación de la cabeza y la forma de progre- de los desiertos, por ejemplo los jerbos, que
sión. Sobre la arena, las serpientes practican un tienen los dedos a los lados de la planta. Otros
tipo de locomoción característico (fig. 6-8), el mo- animales de parajes análogos se mueven muy len-
vimiento crotalino. El cuerpo es recorrido por on- tamente (el saurio Phrynosoma).
dulaciones, como en todas las serpientes; pero el Pero para la mayor parte de los animales, sea
animal se apoya sólo en algunos cortos segmentos por razones de escala, o por vivir sobre suelo
del cuerpo formando huellas oblicuas con respec- compacto, o por apoyarse en la cubierta vegetal,
to al eje mayor del cuerpo, de modo que va co- los caracteres mecánicos del suelo son menos
rriéndose sobre dichas huellas oblicuas 21. 30. Otros importantes y los problemas de la locomoción tie-
animales que viven encima del suelo tienen ex- nen poco que ver con aquél. La carga de los ver-
pansiones en las superficies de apoyo: en los tebrados sobre el suelo, en g cm- 2 , es de 5 a 10
saurios los dedos están ensanchados por escamas para animales pequeños, de 10 a 60 para aves y
Figura 6-8 V/bora del desierto, Crotalus cerastes, deslizándose oblicuamente sobre
la arena, corriendo los puntos de apoyo del cuerpo, cuya traza deja una serie de surcos
paralelos entre s/ y oblicuos a la dirección de movimiento. (Según C. Gans, Scientific
American, junio 1970, 82-96.)
Figura 6-9 Rotíferos bdeloides del suelo, muy aumentados. A, Macrotrachela ornata;
B, Habrotrocha flaviformis, contraido dentro de su red; e, Habrotrocha pusilla textrix,
animal extendido dentro de una residencia formada por dos capas, la externa mucosa
y la interna con excrementos; con dos huevos. (Según Donner 9.)
224 El medio
mencionadas se convierten en plantas terrestres.
30
Incluso en los suelos desérticos, reducidos a su 25 Bothriomo/us ba/ticus
fracción grosera o esquelética y a pesar de la 20 (Turbe/ario)
15
falta de agua, no faltan algas en la superficie de 10
las piedrecitas y granos de arena (fig. 6-3). 5
o __.,.----.---__.-- - ~-~---.L.::...1-_+__+__+_I__t_+--_;__r_1
226 El medio
~~
Thysanoptera (250)
Hemiptera-Homoptera (4800)
Crustacea (100)
Coleoptera (25000)
Hymenoptera (12000)
Lepidoptera (14000) Insectivora (200)
Diptera (20000)
Diplura (100) Amphibia (100)
Protura (208) Nemertinea Reptilia (470)
Collemb.ola (3700) OnY~70)
Pseudoscorpionida (1900) Ort~OO)
Gastrotricha
Opiliones (2200)
Tardigrada (280) Isoptera (1600) E~)
I------~-~-~-------------------------------
~O) Turbellaria (200)
0,2 20 200
Figura 6-12 Grupos diversos de animales que forman parte de la fauna del suelo.
Las líneas horizontales se extienden entre los límites de tamaño de cada grupo (adultos).
Entre paréntesis se indica el número aproximado de especies edáficas conocidas.
(Según Rapoport y Tschapek, 35, modificado.)
ASÍ, por ejemplo, en otoño, en nuestras latitudes, des de los troncos en nuestras latitudes. En su
la temperatura de las capas superiores del suelo poblamiento se puede notar cierta pobreza, debida
es más baja que la de capas más profundas. a dificultades de colonización, cuando no abun-
Por su biomasa, las lombrices (oligoquetos) dan posibles fines de etapa o estaciones interme-
superan generalmente al resto de la fauna del dias de avance. Otra vía de colonización abierta
suelo y, si no se trata de suelos inundados, des- a la fauna del suelo, consiste en las cavidades
cienden más profundamente que los otros anima- subterráneas, a las que los organismos del suelo
les. Existe segregación vertical o estratificación (endogeos) tienen acceso a través de grietas, dia-
entre las diversas formas; aSÍ, por ejemplo, Lum- clasas y raíces.
bricus se encuentra entre 1 y 1,5 m, por debajo Ciertos animales han vuelto a formar parte de
de A/lolobophora que vive en capas más super- la fauna del suelo después de una larga evolución
ficiales. en otras residencias ecológicas. Se caracterizan
De la población adaptada al suelo se pasa in- por su tamaño desaforado y cuerpo generalmente
sensiblemente a la de otros ambientes parecidos, cilíndrico que les permite girar en sus galerías.
pero que pueden diferir en la cantidad de materia Los ejemplos son numerosos: crustáceos decápo-
orgánica y de humedad. Se trata, por ejemplo, dos excavadores de las playas (Callianassa), al-
de troncos descompuestos, termiteros, madrigue- gunos heterópteros y ortópteros (Gry/lotalpa), y
ras de animales y los llamados suelos suspendi- los diversos mamíferos con morfología de topo,
dos 5, 6, que consisten en acumulaciones de man- insectívoros, marsupiales o roedores. Muchos otros
tillo y otro material equivalente sobre los árboles, roedores, reptiles, anfibios, residen casi siempre
especialmente en los trópicos y hasta 50 metros en galerías del suelo; pero su adaptación a la
de altura, aunque no faltan en pequeñas cavida- vida subterránea no es tan completa. Menos aún
228 El medio
marinas. La agricultura tradicional se basa en per- DESARROLLO, TIPIFICACiÓN
turbar reiteradamente la estructura del suelo, im- Y CLASIFICACiÓN DE SUELOS
pidiendo su evolución, lo cual representa una
fluctuación o liberación periódica de nutrientes, El suelo constituye una entidad definible por
carácter común con el afloramiento. Por otra numerosas características que, en parte, son inde-
parte, las plantas cultivadas son terófitos, compa- pendientes y, por tanto, puede ser objeto de cla-
rables a algas de rápida tasa de renovación que sificaciones adansonianas, lo cual será útil en la
son las que se multiplican en las regiones de mez- práctica; pero sin gran interés científico. Cual-
cla o afloramiento de lagos y mares. La explota- quier clasificación de tipo puramente coleccionis-
ción con extracción de una cosecha importante ta, taxonómico y nomenclatural no tiene mucha
implica la necesidad de devolver al suelo los nu- importancia en ecología general 24, 25. Desde este
trientes no renovables espontáneamente. La prác- punto de vista son más interesantes las clasifica-
tica agrícola es opuesta a la sucesión natural de ciones con criterio genético o histórico, fundadas
los suelos. en el grado de diferenciación de un suelo, funda-
Figura 6-13 Perfiles de suelos A/C. Izquierda, renzina bajo Pinus montana
y Rhododendron hirsutum, sobre dolomía, en Estiria, 1700 m alt. Centro, chernosiom
sobre loess, en una localidad de la baja Austria. Derecha, ranker de podsol, bajo matorral
de Ca!luna, sobre cuarcita, en Asturias, 1400 m. (Según W. L. Kubiena, Claves sistemáticas
de suelos, CSIC, Madrid, 1952.)
230 El medio
Figura 6-15 Perfiles de suelos
AIBIC. Izquierda, podsol ferro
húmico bajo matorral de Erica
ciliaris con robles y castaños,
sobre areniscas silíceas, en
Asturias, 300 m alt. Derecha,
tierra parda, semipodsol, bajo
bosque de hayas con matas de
arándano, sobre pizarras cloríti-
cas, en Carintia, Austria. (Según
W. L. Kubiena, Claves sistemá-
ticas de suelos, CSIC, Madrid,
1952.)
Según este esquema, a latitudes medias y áreas causas, a que los suelos tienen una evolución
menos lluviosas corresponden suelos algo menos lenta y los actuales están influidos, en parte, por
lavados que los podsoles y con el humus menos. características de suelos antiguos no necesaria-
ácido, pero con el horizonte de acumulación bien mente iguales a los actuales. Una serie de factores
marcado, que son las llamadas tierras pardas (fi- de erosión y, entre ellos, el hombre, han dado
gura 6-15). lugar a situaciones difíciles de encajar descripti-
En la misma zona climática existen otras situa- vamente en una clasificación zonal. En España,
ciones más complicadas, que se deben, entre otras por ejemplo, durante el terciario se formaron sue-
232 El medio
se tala el bosque y, por tanto, como suelo de cul- meridional de la zona de selva africana) las late-
tivo es muy pobre. ritas no parecen ser indefinidamente antiguas.
La fácil descomposición de la roca madre en En los trópicos se encuentran también otros
las condiciones locales de temperatura y humedad tipos de suelos, algunos comparables al podsol,
amplía rápidamente el espesor de la laterita hasta con un esqueleto o matriz de arena cuarzosa, sue-
decenas o centenares de metros y se ha podido los que son comunes en Sudamérica. Estos suelos
decir que la formación de este tipo de suelos es están relacionados con Íos ríos de agua «negra»,
un proceso más bien geológico que edafológico. de agua clara y con cierta cantidad de materia
Sólo en algunos casos (por ejemplo en la parte orgánica (que es amarillenta y no negra).
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BIOGEOGRAFíA
237
que está ]a especie, penetramos en e] campo de subespecies o especies vicarias, que se reemplazan
]a expresión geográfica de] fenómeno ecológico. y, precisamente, explicar por qué las mayores
Las distribuciones que no se explican simp]e- discontinuidades entre unas y otras formas se
mente por factores ambientales se escalonan en hallan precisamente donde están.
una larga serie de dimensiones: e] aspecto geo- En el desarrollo de la biogeografía pesó mucho
gráfico, si se quiere, se manifiesta en ]a forma- la observación de que bajo climas equivalentes,
ción de rodales de cierta planta en un campo, en en distintos continentes, se podían encontrar eco-
]a aglomeración del plancton en manchas o en- sistemas diferentes por estar formados por espe-
jambres; pero parece que no estamos dispuestos cies taxonómicamente distintas, a pesar de tener
a hablar propiamente de «geografía» hasta que una fisonomía general que se correspondía. Los
]a dimensión de las estructuras que deben expli- europeos lo vieron así en América y aplicaron
carse supera, por ejemplo, unas decenas de km. nombres europeos, con o sin calificativo de modi-
En realidad, la dimensión que estemos dispuestos ficación, a los seres equivalentes que encontraban
a aceptar como límite donde empieza lo geográ- más allá de los mares. Los conquistadores espa-
fico ha de depender de los organismos que esta- ilo]es de América hablan de zorros, liebres, aves-
mos estudiando; pero, en e] fondo, es la simple truces, leones, etc. Más tarde se relacionó este
extensión en el espacio de los sistemas, orgánicos aspecto meramente comparativo con la evolución,
o no, ]a que crea los problemas de índole topo- a] considerar, por ejemplo, que las diferencias en-
lógica que están en la raíz de cualquier considera- tre las faunas y floras de África y Sudamérica,
ción geográfico histórica. eran mayores que las existentes entre las respecti-
Se ha dicho que mientras que los aspectos pu- vas de Europa y Norteamérica, sugiriendo un
ramente ecológicos pueden estudiarse con un mé- tiempo más largo invertido en su diferenciación o,
todo rigurosamente experimental, los aspectos geo- según otra explicación, la existencia de potentes
gráficos, en el sentido indicado, necesitan métodos agentes uniformizadores en el hemisferio boreal, o
parecidos a los de las ciencias históricas y que una combinación de las dos causas. De esta forma,
esta diferencia metodológica es susceptible de la consideración de afinidades y diferencias entre
crear dificultades en la organización del pensa- faunas y floras totales, o entre ciertos grupos
miento y en ]a organización de los libros. Sin taxonómicos, o la comparación de ecosistemas
pretensiones de una lógica muy rigurosa, basta enteros, condujo a la elaboración de un sistema
indicar que una de las formas convenientes de jerarquizado de semejanzas y diferencias entre
avanzar en ecología es por medio de una cons- áreas continentales distintas, con el desarrollo de
trucción progresiva de modelos cada vez más am- diversos conceptos, entre los cuales los de tiempo
plios y generalizados, siguiendo un proceso apro- de aislamiento, direcciones de colonización y cen-
ximadamente cíclico. De manera que será bueno tros de creación, ocupan un lugar muy importante
que el lector retorne a este capítulo después de en la biogeografía clásica 15, 19,25.35, 37,44,48,52,
haber leído los capítulos 25 y 26 sobre las carac- 61,86,90. Con referencia a una región determinada,
terísticas espaciales en la organización de los eco- se da el nombre de flora al conjunto de las espe-
sistemas. cies de plantas, y el de fauna al de especies de
Podemos aceptar que ]a biogeografía es el es- animales. La flora más la fauna es la biota.
tudio de los fenómenos biológicos en su manifes- Un punto de vista apenas más dinámico tiende
tación espacial, considerando un espacio de di- a ver las distribuciones geográficas como el re-
mensión no muy pequeña. Fundamentalmente, se sultado de un equilibrio entre velocidad de dis-
trata de estudiar las áreas de distribución de persiqn o dilatación de las áreas y velocidad de
plantas y animales. En los textos clásicos de bio- especiación, teniendo en cuenta que ambos pro-
geografía se estudian algunas áreas cuya deter- cesos se desarrollan sobre un espacio heterogéneo.
minación no requiere factores más allá de 10 Los procesos de colonización, evolución y extin-
genuinamente ecológico. La separación de faunas ción se manifiestan más claramente en medios
de agua dulce, de agua salobre y marinas a 10 insulares, sean verdaderas islas en el mar o bien
largo de un litoral, las provincias planctónicas lagos en la superficie de los continentes. Mac-
definidas por características térmicas, de turbu- Arthur y Wilson 53 muestran cómo es posible
lencia y de nutrientes, la distribución zonal de construir una teoría rigurosa y genuinamente bio-
tipos de suelos y de vegetación, apenas requieren geográfica del poblamiento de las islas, q~e puede
consideraciones de tipo histórico. Éstas ya pesan ser el fundamento de una biogeografía dinámica.
más cuando se trata de explicar por qué encontra- De la misma manera que Sancho Panza creía en
mos especies distintas en tierras de características la existencia de ínsulas en tierra firme, el ecólogo
similares situadas a ambos lados de un brazo de ha de saber ver un sistema de islas, dando a ]a
mar, o la fragmentación de una especie, que se voz isla un sentido amplio, en el mosaico com-
extiende a 10 largo de un meridiano, en varias plicado de la biosfera.
238 Biogeografía
Areas cumentación, como para poder aceptarlas como
base de una biogeografía. Sin embargo, para otros
Los datos fundamentales se refieren a la distri- grupos de organismos menos vistosos los conoci-
bución geográfica de los individuos de cada es- mientos son muy incompletos, hasta el punto que,
pecie. La biogeografía ha de sistematizar esta in- para algunos de ellos, de amplia distribución,
formación y tratar de explicarla. El área es la las localidades en que han sido registrados coin-
representación sobre un mapa del conjunto de ciden prácticamente con la distribución geográfica
localidades donde ha sido identificada una espe- de sus investigadores o de las regiones explora-
cie. En el caso de los océanos sería más correcto das. No es posible sacar gran cosa en limpio de
hablar de volumen, pues ciertas especies están los mapas de distribución de desmidiáceas, o del
limitadas a determinados estratos y no ocurren fitoplancton marino 80. Es lamentable la escasez
en otros; pero siempre es posible proyectar dicho de datos sobre la distribución de muchas especies
volumen sobre un área. Si las áreas de muchas que se consideran «vulgares» y, por tanto, no
especies coinciden aproximadamente, se supone merecedoras de un registro preciso. Los estudios
que ciertos agentes han actuado o actúan de ma- ecológicos, cuando obligan a levantar inventarios
nera paralela sobre todas ellas. completos, contribuyen muy eficazmente al cono-
El estudio de las áreas, denominado también cimiento de la distribución de las mencionadas
corología y geonemia, es la parte más necesaria especies vulgares.
de la biogeografía, aunque parezca la de menor La representación elegida depende de la escala
atractivo intelectual. Las áreas de distribución del mapa. En su forma más completa se tendría
de las plantas superiores, mariposas, moluscos y que poner un punto para cada localidad; pero
vertebrados terrestres y de agua dulce están sufi- según sea la escala, esto equivale prácticamente
cientemente respaldadas por una abundante do- a cubrir un área extensa de un color o de un
....• ' /
~,\
.- ----'--,~'C'?/ 500 m / /
\
//
\ 20 km
,.
\
\
500 Km
240 Biogeograffa
Balcánica), etc. Puesto que la distribución de las
especies de área disyunta se explica generalmente
partiendo de la continuidad de su área en el pa-
sado, se considera que una o varias de las áreas
parciales actuales tienen el carácter de reliquias
(fig. 7-2).
A efectos descriptivos el área de distribución
se puede considerar estática; pero su interpreta-
ción ha de ser forzosamente dinámica. El área se
expande, retrae, divide y traslada continuamente y
la configuración de las áreas actuales es difícil
de poner en relación con la edad de las especies;
todos los testimonios del pasado señalan que, en
general, las áreas actuales son considerablemente
distintas de aquellas que ocuparon las mismas
especies en algún momento de máxima expansión
después de su aparición. Los límites del área de
la especie, sus fronteras, ofrecen interesantes ca-
racterísticas ecológicas, genéticas y evolutivas que
se examinarán más adelante; conviene evitar des-
de ahora el prejuicio de asimilarlas a barreras
espectaculares (ríos, cordilleras), lo cual no quiere
decir que no puedan coincidir con ellas.
Desde el punto de vista descriptivo puede ser
difícil representar las fronteras de manera precisa, Plebejus pylaon Erebis pandrose
242 Biogeografla
1,1
ALTIPLANO
1,2
en las afinidades bióticas, de modo parecido a que ello requeriría el desarrollo de métodos nue-
como se hace en la sistematización de ecosiste- vos, para representar adecuadamente el contorno
mas (pág. 401)24,42,74,75,81.85,89.95, ni de tratar de las áreas. Sin embargo, el estudio cuantitativo
de explicar la distribución de cada especie por de las áreas todavía no se ha acometido seriamen-
medio de una función establecida de intento y te. Hoy no existe siquiera un método de uso
basada en las variables climáticas o de otro tipo general para expresar cuantitativamente la seme-
de que se disponga 39. janza entre áreas (podría usarse, por ejemplo,
La esencia del problema biogeográfico se halla como índice de afinidad, la raíz cuadrada de la
un poco más allá. Se podría encontrar en la com- superficie en la que coexisten las dos especies
paración global entre distancias métricas y dis- cuyas áreas se comparan, dividida por la suma de
tancias de afinidad biótica, lo que lleva a la idea los cuadrados de las superficies en las que solo
de proyección -en un sentido genuinamente geo- se encuentra una de ellas).
gráfico- de unas estructuras sobre otras, con
una transformación necesaria que encierra en sí
la esencia del fenómeno. Por ejemplo, las distan- REGIONES BIOGEOGRAFICAS
cias de afinidad biótica menores que las métricas
indicarían mayor dispersabilidad y uniformidad La meta básica e inmediata de la corología
en ciertas áreas, y la relación inversa con grandes parece que todavía consiste en delimitar regiones,
diferencias bióticas sobre espacios breves, indi- provincias, distritos, etc. biogeográficos. Aunque
caría diferenciación rápida o una convergencia se ha polemizado y aún se polemiza sobre el tra-
secundaria en el espacio de conjuntos que estaban zado preciso de las divisorias, es cuestión que
muy diferenciados (fig. 7-4). También se podría puede mirarse con cierta indiferencia, pues todas
sacar más provecho del análisis de componentes las clasificaciones son provisionales y, en el mejor
principales en la configuración de las áreas, aun- de los casos, válidas para uno o para pocos gru-
10
~ 9
:e"""':m""~1¡
:l¡li
"I1if!,,"
'¡!f'
~ 8
~ 7
~ 6
~ 5
~ 4
~ 3
~ 2
~ 1
244 Biogeografla
Tabla 7-1
Velocidad de avance del margen del área en especies en rápida expansión.
mente como sería de esperar si fuera válida la de la velocidad con que pueden dispersarse los
analogía indicada, sino que sus límites quedan organismos cuando las condiciones de vida no
definidos por otras razones. Son pocos los casos representan un obstáculo mayor.
identificados de especies que, por algún «acci- Este es el caso de plagas u otros organismos
dente», se diseminan sin más limitaciones que que se expanden rápidamente en el paisaje huma-
las inherentes a sus medios propios de dispersión. nizado, o bien lo hacen con la ayuda de los me-
Pero estos casos, aunque constituyen monstruosi- dios de transporte humano, que los ha introducido
dades ecológicas, son interesantes por darnos idea en lugares alejados de su origen; en las nuevas
Figura 7-6 Las grandes regiones (R) y subregiones (SR) biogeográficas continentales
más generalmente aceptadas. El rayado vertical señala algunas áreas interesantes de con-
tacto (Sonora, Mediterráneo, Tibet).
246 Biogeografla
y se ha extendido hasta alcanzar Gran Bretaña. des tienen un poder propio de locomoción mayor;
Polonia, Rumania, Israel y los Pirineos 31. En su pero las barreras efectivas para ellos son muy
expansión se ha manifestado diferenciación cro- numerosas. Un elefante, por ejemplo, necesita
mosómica. tierra por donde cruzar y no puede viajar sobre
Las aguas salobres dan un contingente numero- un tronco flotante. La experiencia con animales
so de especies muy vágiles. Se supone sin muchas domésticos, en pastos, muestra la efectividad de
razones, que Mercierella procede de la India y muchas barreras más etológicas o psicológicas que
que ha sido dispersada por los buques; en el mar reales.
puede vivir, pero no se reproduce. El caso es
que hoy día se la encuentra en aguas salobres de
prácticamente todo el mundo 27. Potamopyrgus Medios de dispersión
jenkinsi 2, 6, 9. 23, 94 es un hidrobíido partenogené-
tico de origen no precisado, quizá de Australasia, No puede hablarse de una adaptación especial
donde viven formas próximas, con una gran va- a ampliar el área de distribución, porque tal apti-
riabilidad genética, unida a una notable plastici- tud en los organismos aparece como un carácter
dad fenogenética, en la forma más o menos aqui- accesorio o acompañante, de características rela-
llada de las vueltas de la concha; vive en agua cionadas básicamente con la ocupación o coloni-
salobre yagua dulce próxima a la costa y resiste zación de nuevas extensiones, dentro del mosaico
24 horas una salinidad del 18 por mil. Aparece ecológico en el que se distribuye la especie. La
en Londres en 1859, en Portugal y Marruecos en velocidad de ampliación de un área no sólo de-
1869, en el norte de Francia en 1912, en las pende del gradiente de la densidad de población
Islas Anglonormandas en 1922, en los Bajos Piri- en la periferia y de la movilidad de gérmenes,
neos y sus estanques litorales en 1948-50; también propágulos o diásporas, sino también del número
se ha citado de Italia. En España se ha encon- de dichos elementos que están en disposición de
trado en el litoral catalán y en diversas localida- ser trasladados. El transporte pocas veces es autó-
des del interior del valle del Ebro y hay ejempla- nomo y cuando es importante se suele hallar liga-
res recolectados cerca de Barcelona desde 1935
(Gasull). Se ha detectado asimismo a lo largo
de la costa cantábrica, hasta cerca de La Coru-
ña 52a y en numerosas localidades de Alicante y
Murcia 30a. En los moluscos, de los que suelen exis-
tir colecciones, resulta más fácil preferir la expli-
cación de una rápida dispersión a suponer' que lo
que ha ocurrido ha sido simplemente darse cuenta
de algo que ya existía. Pero siempre es sospechosa
la tendencia a situar en países lejanos el origen de
especies cuya aparición resulta misteriosa.
La velocidad y aún la realización de la expan-
sión de una especie, si los demás factores son
favorables a ella, guarda relación con su capaci-
dad real de movimiento o de transporte.
Pero esto no es todo. En aves y mamíferos
existen otras complicaciones 45. Estos animales.
pueden mostrar gran fidelidad local, basada en '- ........
su integración social y en el territorialismo, y su ............. _-, ............,
'''-,.,-
distribución puede aparecer como cristalizada,
por no aprovechar todas las condiciones favora-
bles que se les ofrecen de ensanchar el área. Las
aves, especialmente las que migran, tienen una
enorme capacidad de expansión que en realidad
no se refleja totalmente en su distribución ni en
su evolución, y en ellas pesan indudablemente
los factores de fidelidad local señalados. La dife-
renciación de la población aviar en las Antillas Figura 7-9 Distribución del cirrípedo austra-
ofrece un buen ejemplo de que no se puede exa- liano Elminius modestus en las costas de Francia,
España y Portugal, con indicación de la fecha
gerar la propensión de las aves a salvar barreras de las primeras observaciones en cada punto.
marinas, aunque indudablemente podrían disemi- Los circulitos indican localidades estudiadas en
narse más de lo que lo hacen. Los animales gran- 1963. (Según Barnes y Barnes 5,)
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I
I Lo. f.
I
pre-1850
Figura 7-10 Expansión del área del armadillo Dasypus novemcinctus en el SE de Estados
Unidos, dentro del último siglo. En la parte occidental se trata de una dilatación periférica
del área mexicana de la especie; en el Este, el armadillo fue introducido en Florida por
el hombre, en 1949. (Según G. D. Buchanan y R. V. Talmadge, Texas J. Sci.,
6:142-150, 1954.)
do a mOVImIentos del medio o a las actividades podo Myxodiaptomus laciniatus, 300 000 huevos
de otras especies del mismo ecosistema. Como desecables por metro cúbico. La producción de
consecuencia de todo ello, la capacidad de expan- tales gérmenes desecabIes o su recíproca, la falta
sión de una especie está íntimamente relacionada de aptitud para ello, se relaciona con el género
con su significado dentro de la estructura del de vida, con la persistencia del agua o de las
ecosistema, y en particular con su posición en la condiciones apropiadas. Los cladóceros adaptados
sucesión ecológica. a vivir en los grandes lagos no producen efipios.
Las especies denominadas pródigas, oportunis- Esto no depende solamente de que se trata de
tas, fugaces, cinetófilas o pioneras (pág. 265), son razas exclusivamente partenogenéticas y que los
propias de las primeras etapas de la sucesión y su efipios presupongan la reproducción sexual; por-
evolución ha sido tal que su éxito consiste en, la que pueden aparecer efipios asexuales, es decir,
fácil colonización de ambientes vacíos adecuados, sin necesidad de machos, en razas propias de
no siempre en continuidad espacial con las pobla- aguas árticas sometidas a grandes cambios pe-
ciones preexistentes, sino más bien separadas de riódicos. Las esponjas de agua dulce de la
ellas, por consistir en áreas «nuevas» que se abren familia Spongillidae producen gémulas desecables
de manera irregular y son de duración limitada. que sirven de diásporas; pero las esponjas que
Como parte de una adaptación total a este género viven en aguas dulces de una gran permanencia,
de vida, han desarrollado la capacidad de produ- como son las Lubomirskiidae del lago Baical, la
cir un gran número de unidades de dispersión, Ochridaspongia peculiar del lago de Ocrida en
cuyas características se relacionan con la utiliza- Yugoslavia, y las Potamolepis de ríos y lagos afri-
ción de ciertos medios de transporte. Las unida- canos, no las producen. En resumen, la produc-
des de dispersión se denominan diásporas, cual- ción de efipios y gémulas está relacionada con la
quiera que sea su naturaleza (esporas, zigotos, vida en aguas más o menos persistentes y con la
semillas, propágulos, gémulas, podocistos, esta- dispersión, y no representa una propiedad de im-
toblastos). portancia filogenética. A este respecto, se hallan
Los pobladores de las aguas dulces temporales en análoga posición a la de los frutos (pág. 253).
muestran adaptaciones extremas en el sentido Desde luego, la producción de gérmenes en un
indicado, de facilitar la dispersión de la especie; número muy elevado no es característica exclusiva
pero son las mismas adaptaciones que garantizan de los organismos acuáticos. Un cuerpo fructífero
su supervivencia, cuando el agua se evapora. Una de Fomes applanatus (hongo) pued~ producir
población del alga Sphaeroplea puede formar 5,46 X 10 12 esporas 10.
1000 millones de zigotos resistentes a la deseca- La actual influencia del hombre sobre la dis-
ción en un volumen de agua de un metro cúbico; persión de especies se ejerce principalmente en
poblaciones del cladócero Daphnia magna, tres el sentido de que el hombre degrada los ecosis-
millones de efipios por metro cúbico; del copé- temas originales y favorece la dispersión de espe-
248 Biogeografla
cies de tipo oportunista y cinetófilo, cuya disper- gradas a ecosistemas maduros. De hecho, la ac-
sión, por otra parte, él mismo asegura con sus ción progresiva del hombre sobre la Naturaleza ha
viajes y medios de transporte, por si no fuera ído confinando a un gran número de especies a
bastante la capacidad intrínseca de expansión que unas pocas áreas de supervivencia y ha extinguido
tienen aquellas especies. En algunos casos, el pro- totalmente a muchas otras (pág. 817).
ceso toma la forma de una irrupción masiva de Los medios de dispersión muy eficientes como
elementos procedentes de determinadas áreas geo- tales, capaces de alcanzar largas distancias, son,
gráficas en otras, y es particularmente visible a la vez, muy dispendiosos, porque implican una
cuando existía cierta inferioridad, difícil de defi- pérdida mayor de diásporas en el camino. En la
nir, de los ecosistemas indígenas frente a los ele- estrategia de la evolución este costo suplemen-
mentos importados. En Sudamérica y Australia la tario no es muy grande para una especie que, de
invasión de elementos extraños ha sido impresio- todas formas, es explotada. La mortalidad de
nante. En las tierras andinas de Argentina y Chile, diásporas es un precio que paga la especie; las
no sólo se han introducido muchos árboles euro- diásporas perdidas son vehículo de energía hacia
peos (álamos, manzanos) y plantas cultivadas, otros niveles tróficos, pero si van a parar lejos
sino también plantas silvestres (Ulex europaeus, y se consumen lejos, puede decirse que llevan
Rosa eglanteria, ]uniperus, etc.) y un gran nú- energía fuera del ecosistema propio. En realidad
mero de especies animales: Salvelinus fontil1alis se puede considerar como uno de tantos ejemplos
o trucha de arroyo, zorzales, liebres, jabalíes, va- de la explotación por un ecosistema más maduro
rios ciervos, etc. Algo parecido ha ocurrido en (pág. 865) de un ecosistema menos maduro, del
Nueva Zelanda, donde las plantas europeas se que forman parte las especies cuyas diásporas
han expandido como si el espacio hubiera estado sirven en parte de alimento a seres componentes
vacío (Ulex europaeus, Sarothamnus scoparius, del otro sistema.
Rubus fruticosus, Lupinus arboreus, Alnus, Salix).
Debe repetirse que, quizás en la mayoría de los
casos, la expansión de las especies se debe más ANEMOCORIA
a las perturbaciones introducidas por el hombre
en las características de las comunidades origina- En las plantas se puede comparar la disper-
rias, que abren la posibilidad de iniciar sucesio- sión del polen con la dispersión de diásporas
nes con nuevos elementos, que al transporte propiamente dichas; pero no existe una corres-
material de diásporas. Es en estos términos que la pondencia total, pues las dperáceas, por ejem-
asociación del hombre con las malas hierbas, o plo, son anemófilas (polinizadas por el viento),
las plagas en general, cobra su verdadero sentido. pero pocas de ellas son anemócoras (dispersa-
Son muchas las especies cuya área ha aumen- das por el viento), mientras que las compuestas
tado considerablemente por la acción humana son en gran parte anemócoras, pero no anemó-
(figs. 7-7 a 7-10). La apertura de canales ha facili- filas. Aparte de esta falta de superposición, la
tado la dispersión: el canal de Suez ha permitido dispersión de polen por las plantas tiene caracte-
el paso hacia el Mediterráneo de cierto número de rísticas similares a la dispersión de diásporas, y
especies (no muy grande, entre los peces aproxi- también el polen en este caso, representa una
madamente dos docenas de especies, etc.) y existe transferencia de energía y materiales entre unos
cierta preocupación sobre las consecuencias bio- y otros ecosistemas, no despreciable en algunos
geográficas que pueda tener la apertura de un casos (pág. 469).
nuevo canal marino, sin esclusas, junto al de La dispersión a través del aire es rápida y de
Panamá. Otro aspecto es importante dentro del gran alcance. En el polvo atmosférico se encuen-
mismo tema: la rotura, por el hombre, de muchas tran células vivas de numerosos organismos: a
barreras naturales, 10 cual ha promovido la hibri- pocos metros sobre las superficies líquidas se
dación de maneras muy diversas (pág. 285, in- pueden recoger constantemente algas marinas y
trogresión). de agua dulce vivas, y numerosas bacterias igual-
La explotación por parte del hombre u otros mente activas 56, 76, 84. La película superficial de
cambios que derivan, de manera general, de la las aguas contiene gran densidad de bacterias,
intervención humana, conducen a una simplifica- las olas la rompen y desprenden gotitas muy
ción de los ecosistemas y a una reducción en el pequeñas con gran densidad de gérmenes 7. Las
número de especies. De manera que si bien el diatomeas Hantzschia amphioxys y Melosira gra-
hombre favorece la expansión de unas pocas nulata se han cultivado a partir de muestras de
especies, de un tipo ecológico muy definido, al aire tomadas a 300 m sobre el suelo. Organismos
mismo tiempo conduce a la extinción de un nú- de menos de 0,1 mm, en general, ascienden con-
mero mucho mayor de especies de tipo ecológico tinuamente por las corrientes de aire de tipo local
precisamente opuesto, es decir, especies muy inte- y más tarde la lluvia los precipita. En la atmósfera
250 Biogeografla
HIDROCORIA dor, basados en asimetrías en la distribución de
fósiles de grupos de especies emparentadas.
La dispersión por el movimiento del agua es El decrecimiento de la probabilidad de coloni-
general en los organismos acuáticos y especial- zación con la distancia, siguiendo cierta dirección
mente en los planctónicos. La migración vertical, predominante, se percibe con igual claridad en
en relación con las características de estratifica- la colonización de las islas oceánicas australes.
ción del agua y las respectivas corrientes de Los grandes fondos marinos constituyen barreras
las distintas capas, ofrece enormes posibilidades para las especies litorales. En las diversas islas
de migración regular (pág. 715). Migración de de los mares del Sur (Príncipe Eduardo, Marion,
amplitud limitada, o muy regular, conduce al Crozet, Nueva Zelanda, Tristán de Acuña, Gough,
aislamiento de las poblaciones 20, Y estas cir- Bouvet, San Pablo y Amsterdam) se encuentran
cunstancias se dan con mayor frecuencia en los equinodermos que han debido salvar distancias
océanos tropicales que en los mares templados y de 1350 a 2400 km desde el continente más próxi-
fríos. mo y se ve cómo el número de sus especies de-
La fauna bentónica costera está mucho más crece progresivamente al alejarse del foco de ori-
diferenciada localmente que la pelágica, y una gen 25.
de las causás es la menor dispersabilidad de sus Organismos marinos de gran capacidad de mo-
gérmenes. Pero, de todas formas, la mayoría de vimiento combinan éste con la utilización de las
los seres bentónicos producen formas juveniles corrientes marinas y consiguen así una dispersión
que nadan libremente o son arrastradas por los verdaderamente universal. La amplia distribución
movimientos del agua. También las algas bentó- de especies como Trigla lucerna (teleósteo), Ceto-
nicas poseen formas propagativas nadadoras. La rhinus maximus (selacio), Thysanoessa gregaria
existencia de un período larvario planctónico es (eufausiáceo), Lamna cornubica (selacio), Rossia
característica de gran número de especies bentó- glaLlcopis (cefalópodo) y diversos cetáceos no
nicas y la duración de dicho período es crítica, plantea problemas especiales. Más de cien espe-
porque de ella depende la distancia adonde pue- cies de peces han sido ci tadas de todos los océa-
den llegar las larvas con el movimiento del agua, nos. Pero a veces, la dispersión lleva a las especies
o por su natación propia. La duración de la vida a áreas donde no pueden reproducirse (áreas de
larvaria varía mucho según los grupos, según las expatriación, página 241), como en el ejemplo,
especies de un grupo e incluso está sujeto a cierta tan repetido, de los cirrípedos del género Lepas,
variación en una determinada especie. Esto último que viajan sobre trozos flotEltltes de madera (o
quiere decir que las larvas de ciertas especies terrones de hidrocarburos en bruto, Lepas pecti-
pueden retrasar algo su metamorfosis y prolongar nata), hasta áreas muy alejadas de su punto de
su existencia nadadora, hasta alcanzar ambientes origen.
favorables. La duración de la vida larvaria es El canal de Suez fue abierto en 1869, tiene
suficiente para recorrer largas distancias durante 162 km de longitud, y durante el primer medio
dicha fase. Por selección local se alcanza un ajuste siglo de su existencia no ha servido de vía de
entre la fecha de producción de larvas y las con- paso a muchas especies, porque los lagos salados
diciones más propicias de la hidrografía. Las con- situados en su trayecto constituían una barrera
diciones de producción de larvas nadadoras, sus hipersalina. En 1869 existía un espesor de 13,4 m
migraciones y los requerimientos para su meta- de sal en el fondo de dichos lagos; dicha sal se
morfosis y fijación constituyen el fundamento ha ido lavando de modo que hoy apenas queda,
para interpretar la dispersión 4, 63 de las especies y se comprende que durante los últimos 40 años
bentónicas. ha atravesado el canal un número de especies
La tendencia principal en la dispersión sigue de animales 9 veces superior al de los que lo
la circulación predominante del agua. El número cruzaron durante los 60 primeros años de su
de especies se va reduciendo a medida que nos existencia. 24 especies de peces del Mar Rojo se
alejamos de los supuestos centros de origen de han establecido ya en el Mediterráneo 87. Pero
un grupo taxonómico. Fell 29 distingue abanicos hay que añadir que no todos los animales de afi-
de dispersión y de especiación hacia sotavento, nidades cálidas que se van descubriendo en el
que se extienden principalmente en la dirección Mediterráneo han tenido que venir por Suez; el
de los paralelos. En las latitudes templadas se lamelibranquio Pinctada, por ejemplo, ya en 1870
dirigen hacia el Este 28 (equinodermos), pero en se había encontrado en Túnez y no es muy pro-
el Ecuador hacia el Oeste. Si se acepta este prin- bable que viniera por el canal.
cipio, es claro que se puede aplicar a la interpre- Las corrientes marinas contribuyen también a
tación de distribuciones del pasado (ammonites), la dispersión de plantas terrestres. La drupa gi-
e incluso puede suministrar argumentos para con- gante del cocotero (Cocos nucilera) está perfec-
firmar supuestos cambios en la posición del Ecua- tamente adaptada a esta modalidad de disper-
252 Biogeografía
c1usiones en relación con los mecanismos de su Guinea dispersan plantas diversas por endozooco-
dispersión (véase también pág. 250, orquídeas). ria, entre otras la nuez moscada; mientras que
otras palomas del género Caloenas rompen la
cubierta de las semillas con su poderoso estómago
Tabla 7-3 muscular y digieren su contenido. La evolución
Peso de las diásporas de algunas fanerógamas. de las adaptaciones mutuas en el fenómeno de la
endozoocoria es muy interesante. Ciertas plantas
Especie Peso de la diáspora pueden ser endozoócoras, pero más frecuentemen-
te se dispersan pegadas al pico, como el muér-
Goodyera repens (orquídea) 0,002 rng dago (Viscum). Ciertos tipos de fruto, principal-
Agrostis 0,09 rng mente los oleaginosos, representan una tentación
Primula 0,85 rng para aves que son ordinariamente insectívoras,
Luzula 1,04 rng induciéndolas a actuar como agentes de trans-
Fagus sylvatica 0,225 g porte. Aunque la tendencia predominante en la
Iris 0,48 g
evolución de las plantas ha sido de la anemocoria
Corylus avellana 0,8 g
Quercus robur 3,85 g
a la zoocoria, no faltan ejemplos opuestos: entre
Aesculus hippocastanum 11,5 g las oleáceas zoócoras, los fresnos son anemócoros
Lodoicea maldivica 25 kg y otros ejemplos análogos existen entre las legu-
minosas.
En el barro de las patas de las aves o en el
contenido de sus respectivos buches se han encon-
El número de diásporas producidas guarda, trado gérmenes vivos de numerosos organismos
por lo general, una relación inversa con su peso. acuáticos, que luego dejan o regurgitan a distan-
El espectro de cómo se distribuyen las especies cias muy grandes. Lavando las patas de diversas
de una flora en relación con su medio de dis- aves, y no sólo de aves sino también de insectos
persión es muy significativo. La vegetación que (Notonecta y Gerris) , se recuperan en cultivo
invade áreas nuevas contiene una gran proporción una cantidad enorme de especies de diatomeas,
de anemócoras y anemófilas 18, 62, 73. También desmidiáceas, otras algas y protozoos 30, 60, 77. Efi-
hay una proporción elevada de anemócoras en pios de cladóceros, estatoblastos de briozoos y
la vegetación alpina y de garriga; pero en las gémulas de esponjas poseen dispositivos de suje-
comunidades clímax asciende rápidamente la pro- ción que favorecen su transporte. Personalmente
porción de ornitócoras (pág. 749, Quercetum) quedé convencido de su eficacia al capturar en
cuya dispersión queda vinculada a las aves del vuelo, y lejos del agua, a un hidrofílido que lle-
ecosistema del bosque, que, entonces, extiende su vaba un efipio de Daphnia magna pegado a una
área como un todo, muy a diferencia de las eta- pata. Los ácaros son acarreados por insectos de
pas iniciales o de degradación, con especies opor- diversas especies y las especies acuáticas de ácaros
tunistas de dispersión independiente. van de unas aguas a otras sobre libélulas y otros
Las semillas pequeñas se trasladan pegadas con insectos. Los ácaros pueden practicar una verda-
fango a las patas de las aves, o adheridas al pelo, dera endozoocoria; incluso especies no parásitas,
pezuñas o plumas. Arctium, Xanthium, Medicago, como Carpoglyphys lactis y Thyreophagus ento-
son ejemplos de plantas cuyas diásporas se trans- mophagus atraviesan en perfecta vitalidad el tubo
portan adheridas al pelaje de animales grandes. digestivo de ratones y gorriones 13. Los lameli-
Tribulus y algunas otras parecen más adaptadas a branquios de la zona templada producen larvas
ser diseminadas entre las pezuñas. El transporte que se dispersan sobre peces, asegurando de este
se debe, a veces, a la costumbre que tienen mu- modo que su difusión no se haga exclusivamente
chos animales de establecer reservas, como las aguas abajo (págs. 208 y 730). En el buche de
hormigas, chinchillas y ardillas. Otras semillas las aves acuáticas se encuentran gérmenes viables
viajan dentro del tubo digestivo, 10 cual exige de distintas especies, incluyendo pequeños lameli-
semillas particularmente resistentes y no siempre branquios. Los huevos de diversos crustáceos re-
pequeñas. Las plantas típicamente endozoócoras, sisten el paso a través del conducto digestivo de
es decir, dispersadas dentro del tubo digestivo, patos 69,70, Y en los excrementos de dichas aves
tienen semillas indigestibles con protección dura se han encontrado huevos vivos de Cypridopsis
o amarga, envueltas en frutos nutritivos y atrac- vidua, Macrothrix laticornis y Artemia salina. La
tivos; otras características frecuentes consisten en distribución en Estados Unidos de la fanerógama
una protección frente a una ingestión prematura, acuática Naias minor, cuyos frutos se utilizan por
consistente en destacar poco -verdes- o ser los patos, aparece tan relacionada con las trayec-
amargos o ácidos antes de la madurez. Las palo- torias seguidas por estas aves que se puede con-
mas del género Carpophaga en Indonesia y Nueva siderar que existe una relación causal 59. Una de
254 Biogeografía
Pero es posible que las propiedades genéticas más que todo biólogo debe hacerse es por qué el
interesantes no sean las que condicionan caracte- 99,999 % de las especies que han existido se han
res concretos, sino el conjunto del sistema gené- extinguido ya. Dado un tiempo suficiente, la pro-
tico y sean tanto una consecuencia como la causa babilidad de extinción de una especie alcanza la
de la expansividad. En realidad, no se pueden unidad; tarde o temprano todas se van. Después
encontrar características genéticas propias de las de un tiempo indefinido, la situación más pro-
especies invasoras en general y tal vez la única bable es que todas las especies se hayan extingui-
que se señala sea la reducción del polimorfismo do. Sin embargo la vida continúa, requiriendo
cromosómico. una hipótesis complementaria sobre la probabili-
Hay que suponer que existen ciertos rasgos ge- dad de aparición de nuevas especies. El riesgo de
nerales en la forma de realizarse la selección en extinción no se relaciona de manera estricta ni
aquellas especies cuyas poblaciones se caracteri- con el número de individuos ni con la tasa posible
zan por rápidas proliferaciones seguidas de gran- de reproducción.
des mortandades. Al aumentar la población, la El ejemplo de la isla Krakatoa, considerado
selección debe hacerse menos rigurosa y orientarse unas páginas atrás, nos ilustra cómo se coloniza
más bien a aumentar la tasa de aumento; en el progresivamente una porción limitada de tierra
máximo tendrán importancia factores dependien- por sucesivas introducciones. El número de espe-
tes de la densidad de población, luego la extinción cies crece según una función asintótica, cuyo
afecta desigualmente a la especie y deja pequeños límite superior depende mucho de la proximidad
grupos. de tierras que pueden servir de puntos de partida
No se sabe gran cosa sobre posibles cambios ge- de posibles inmigrantes y también de la extensión
néticos en el curso de la rápida expansión geogra- y diversidad de la isla que, si son grandes, ofre-
fica de una especie; pero es seguro que existen, cen acomodo a un mayor número de especies.
por lo menos en especies como el gorrión, las Con frecuencia se han establecido relaciones entre
gambusias y Daucus, y el ejemplo suministrado la extensión de la isla y el número de especies
por las distintas frecuencias de formas macrópte- de un grupo que la habitan, comparación que es
ras en insectos polimorfos es igualmente ilustra- especialmente efectiva en el caso de archipiélagos
tivo (pág. 280). Es probable que algunos de estos formados por islas de distintos tamaños, como
cambios lleven a una mayor adaptación local y en el ejemplo de las aves de las islas Canarias,
pérdida de la expansividad a las subpoblaciones ilustrado en la figura 7-11 36,91. La probabilidad
a medida que van quedando confinadas a espacios de inmigración de nuevas e~pecies disminuye a
restringidos. La escisión de una especie en formas medida que pasa el tiempo y ocurre que todas las
genéticamente distintas, después de todo, es un especies que podían llegar ya han ensayado efec-
proceso natural, cuando la supervivencia no es
ya exclusiva de las formas más generalistas.
En el extremo opuesto, la dispersión de las
especies que forman parte de sistemas más ma- TENERIFE
duros es más ordenada y de menor alcance. El 2000 FUERTEVENTURA
modelado de los sistemas genéticos de estas espe-
cies refleja el aislamiento de las poblaciones y la
1800
1600
1400
• GRA
•
ANARIA
MAD/:~A
eQ)
Mas bien avanzan en la periferia, por sucesión del 800
ecosistema entero sobre comunidades limítrofes e 700
-o
que representaban una etapa precedente de la
sucesión. j 600
500
450
400
350
EXTINCION 300 HIERRO
250
En cualquier consideración del número de es-
200
pecies presentes en un área, o de la forma del 26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46
área de cada una de las especies, al concepto Número de especies de aves terrestres
positivo de expansión se opone otro concepto,
Figura 7-11 Relación entre la extensión su-
negativo, el de extinción. La extinción es un factor perficial de cada isla y el número de especies
importante en biogeografía. Y no sólo en biogeo- de aves terrestres presentes en ella, en el archi-
grafía. Como escribe Lewontin 50, una pregunta piélago de las Canarias. (Datos de Vólsoe 36, 91.)
2,4
Colonización
2,2
tivamente SU introducción. Pero algunas de las
especies se extinguen y ello puede favorecer nue- 2,0 •
vas introducciones. ' C'll 1,8
:o
La probabilidad de extinción de algún ele-
mento de una biota es una función, probable- oa. 1,6
•
mente poco complicada, del número de especies en
•
• •
Q)
~
1,0 4-
el número de especies es distinto en diversos
territorios. Observaciones empíricas llevan a acep- 0,8
•
tar que si A es el área de una isla y S el número Extinción
de especies de un grupo determinado, se puede 0,6
escribir aproximadamente S = c· A Z, donde e y z
0,4
son constantes y z, para islas, tiene un valor com-
prendido generalmente entre 0,20 y 0,35 53 • En 0,2
el ejemplo de las aves de Canarias vale 0,25 33.
34. 36. 99.
•
o 14 21 28 35 42 49 56 63 70
El valor de z expresaría el equilibrio entre inmi- Días
gración y extinción a que se llega en las condi-
Figura 7-13 Equilibrio entre los procesos de
ciones insulares. Pero este equilibrio se configura colonización y extinción de especies, en sustratos
de manera distinta según los casos, lo que expli- flotantes inmersos en un rlo de Virginia. Los
caría la variabilidad de z. Las aves actuales de círculos indican las observaciones de coloniza-
las islas del Pacífico suministran un ejemplo de ción; los triángulos las extinciones. Al cabo de
mes y medio se alcanza una situación de equili-
rarefacción a partir del centro de origen 57 com- brio con una tasa aproximada de renovación
parable al mencionado en relación con la fauna de 1,3 especie por dla. En esta situación el nú-
marina (pág. 251). El número de especies terrestres mero total de especies es alrededor de 20. Este
decrece con la distancia al lugar presumible de estudio se refiere únicamente a especies de
invertebrados visibles a simple vista. (Según
origen. Por ejemplo, de Oeste a Este tenemos los K. L. Dickson y J. Cairns, Amer. Midl. Natur,
siguientes números de especies: Nueva Guinea, 88:68-75, 1972.)
256 Biogeografla
N
Frlo
Riesgo de extinción
en época fria
Riesgo de extinción
en época cálida
Frlo
~:~ Cálido
Cuando el clima fluctúa, la extinción depende américa, cuya consecuencia ha sido un grado de
de la facilidad de migración o de la posibilidad extinción mucho mayor en el Antiguo Mundo.
de encontrar refugios. Las fluctuaciones climáticas Al naturalista no puede dejar de llamarle la aten-
son particularmente destructivas en una isla pe- ción la gran riqueza de especies en Norteamérica,
queña, aunque en parte, dichas fluctuaciones que- manifiesta en todos los grupos, y en algunos de
den allí mitigadas por la proximidad del mar. manera extraordinaria, como en los lamelibran-
Así, por ejemplo, en las costas mediterráneas, di- quios de agua dulce. La diversidad de árboles
versas especies termófilas aparecen localizadas en los bosques americanos, por ejemplo, en las
en rocas calizas, al mediodía y cerca del mar, en Smoky Mountains, es muy superior a la de los
condiciones microclimáticas notablemente cons- bosques del Antiguo Mundo situados a la misma
tantes y favorables, condiciones que se dan tam- latitud.
bién en islitas. Si se trata de un continente, las La visión de la extinción como un simple pro-
especies pueden correr sus áreas hacia el Norte ceso aleatorio ha de complementarse tomando en
o hacia el Sur, sin extinguirse. Este mecanismo consideración otros aspectos que permiten descu-
de conservación es favorecido por la existencia de brir regularidades. La extinción es la consecuencia
cadenas montañosas extendidas en el sentido de de cambios ambientales demasiado rápidos para
los meridianos (fig. 7-14), mientras que las cordi- poder ser seguidos por los procesos normales de
lleras alargadas en el sentido de los paralelos migración y evolución. La amenaza de extinción
representan barreras frente a las cuales las extin- no es tan grave para las especies de caracterís-
ciones se repiten. ticas oportunistas y pioneras, capaces de moverse
Existe una considerable diferencia en la orien- rápidamente y de reconstruir fácilmente poblacio-
tación de las cordilleras entre Eurasia y Norte- nes numerosas. Los urganismos muy especializa-
Actual
20 15 10
Mili ares de ar'los
lO·
-~
Yacimientos de
edad conocida TJ 7
Mammut
Mammuthus·1
Equus
Tapirus
Camelops
Ul
o Tanupolama I
o
> Nothrotheriumi
~
I Megalonyx I
Paramylodon I
Platygonus
Mylohyus
Tetrameryx I
Capromery x I
Castoroides I
Ul
o { Aenocyon I
o Felis atrox
> I
·E Smilodon I
Ü
Figura 7-15 Fechas de ex-
tinci6n de cierto número de
mamlferos pleistocenos en
Templado
Norteamérica, en relaci6n
CI;ma {
Frío
/ con la densidad de yaci-
mientos en los que se hallan
I i I indicios de actividad humana.
20 15 10 Escala en millares de años.
(Según P. S. Martin 54.)
258 8iogeografla
Pleistoceno han despertado un interés conside- junto de su ecosistema, o que están ligadas a
rable 54. Es realmente impresionante el número de tcrritorios por razones de comportamiento, se di·
grandes vertebrados que se extinguen dentro de funden en realidad mucho menos de lo que sus
un período relativamente corto (fig. 7-15). Se posibilidades de dispersión consentirían. Ordina-
comprende que, vistos a mayor distancia en la riamente, el área de una especie está estabilizada
perspectiva del tiempo, episodios semejantes hi- o muestra fluctuaciones pequeñas, al compás de
cieran pensar en catústrofes o cataclismos genera- los cambios de clima, erosión, etc., y sólo se apro-
lizados (Cuvier). No se puede valorar exactamente vecha una fracción mínima de su capacidad de
la parte que tuvo el clima y la parte del hombre expansión. Un área vacía «atrae» más a las es-
en las mencionadas extinciones de edad pleisto- pecies que un área ocupada. La velocidad con
cena. El hombre, indudablemente, aceleró la extin- que se sucedieron las introducciones en la isla
ción de muchas especies, hasta el punto que se Krakatoa, por ejemplo, es impensable en una isla
le puede considerar responsable de la suerte fatal poblada con su complemento normal de especies.
de buen nllmero de estirpes; sin embargo, la po- La conclusión a que se llega es que los límites
blación humana no era entonces muy densa y no del área de una especie no tienen mucho que ver
pudo tener efectos dcstructores comparables, por con la capacidad potencial de expansión de aqué-
ejemplo, con los que ticne la población humana lla. Tenemos aquí una analogía con lo que ocurre
actual. en la reproducción; las especies que dejan más
En época más rcciente, el hombre es respon- descendientes no son precisamente ni siempre las
sable de la extinción de un gran número de espe- más numerosas. Debemos estar dispuestos a acep-
cies. Las listas que recientemente se han publi- tar que los límites de las áreas se definen a me-
cado, en relación con la propaganda a favor de la nudo, pero no siempre, por razones biológicas,
conservación de la Naturaleza, de especies extintas ajenas a la simple mecánica del transporte de
o a punto de extinguirse, son impresionantes, y diásporas.
estas listas gcneralmente no incluyen ni inverte-
brados ni plantas. A la extinción directa por
caza, o indirecta, por destrucción de los ecosis- Barreras
temas ante los avances del paisaje humanizado,
se ha añadido una acción más solapada y sutil, En biogeografía se habla de barreras, en el
a través de distintos pesticidas (pág. 805), prin- sentido de límites notorios que se oponen a la
cipalmente compuestos clorados de carbono que expansión de una especie. AltJS cordilleras. bra-
se difunden a través de la biosfera, y que, por los zos de mar, incluso grandes ríos, se oponen cierta·
mecanismos de concentración naturales alcanzan mente a la dispersión de muchas especies. Un
dosis letales en el cuerpo de determinadas espe- vertebrado terrestre de gran tamaño no puede cru-
cies, principalmente de las que ocupan niveles zar un amplio brazo de mar. Pero los insectos y
tróficos altos o son de régimen de vida muy espe- plantas tienen muchas facilidades de dispersión,
cializado. Para mencionar un solo ejemplo famo- y no digamos los animales voladores. El estrecho
so, la decadencia de las poblaciones mundiales entre África y Madagascar, por ejemplo, ha po-
del halcón común (Falco peregrinus) , una especie dido ser salvado por muchas especies, incluyendo
de amplia dispersión geográfica (en sus diversas mamíferos.
razas abarca casi todo el mundo), se atribuye a Los desiertos y las cadenas de montañas cons-
una perturbación, por los citados pesticidas, del tituyen verdaderas barreras, especialmente si son
metabolismo del calcio y de la endocrinología de gran amplitud. A veces consienten una migra-
sexual, que reduce enormemente la producción y ción muy restringida, por ejemplo, a través de
posibilidad de supervivencia de los individuos de pasos de las montañas, en el caso de una cordi-
nuevas generaciones 38. Una de las manifestaciones llera, o bien a base de relevos o fines de etapa
más visibles de los trastornos es la delgadez y localizados según una serie de oasis, tratándose
fragilidad de las cáscaras de los huevos. de un desierto. Más o menos, todas las barreras
poseen cierta permeabilidad parcial, cuya efecti-
vidad varía, naturalmente, al paso del tiempo y
FRONTERAS según los organismos que se consideren. Por esta
razón, toda barrera actúa más o menos como un
La capacidad de dispersión de las especies su- filtro, pues deja pasar a ciertas especies y a otras
pera a su dispersión real y efectiva. Las especies no. Los Pirineos, el Sahara, etc., han funcionado
oportunistas o pioneras pueden difundirse a velo- como filtros en muchas épocas, frenando en grado
cidad muy grande y prácticamente podrían hacer- variable, según los grupos, la expansión de las
se cosmopolitas en un tiempo relativamente breve. especies. Un criterio análogo se puede aplicar a
Aquéllas cuya propagación va unida a la del con- la interpretación de los archipiélagos formados
260 Biogeografía
•
Echinogammarus berilloni
o "
~
mino""n,i,
eisenlraul;
Las salamandras americanas del género Pletho- melaventris, P. glutinosus sube hasta alturas supe-
don ofrecen un bonito ejemplo de heterogeneidad riores a las habituales, dilatándose la faja de su-
de límites altitudinales. En las partes bajas de los perposición entre las dos especies.
Apalaches se halla P. glutinosus, sustituida en las
alturas por sendas subespecies de P. ¡ordani. Pues-
Heterogeneidad de la especie
to que las cumbres están aisladas unas de otras, la y de sus fronteras
diferenciación subespecífica en ¡ordani es mayor
que en glutinosus. El límite entre las poblaciones Si la especie no tiene propiedades uniformes en
de ambas especies comporta una estrecha faja en toda el área que ocupa (pág. 140, en relación con
la que las dos coexisten, pero la zona de coexis- la temperatura), lo cual depende del grado de di-
tencia no se extiende a más de 60 metros de des- ferenciación genética que la especie haya experi-
nivel dentro de la región forestada y esta estre- mentado, y si la frontera de la especie no tiene
chez se atribuye a la competencia. Hairston 32 ha propiedades uniformes en toda su extensión, pues
hecho ver que una de las diferencias que existen en cada punto depende del tipo de relaciones en-
entre las subespecies de P~ ¡ordani es su aptitud tre la especie que consideramos y sus posibles
para competir con P. glutinosus.. En ·las cumbres competidoras, que no tienen por qué ser siempre
de las Balsam Mountains, ocupadas por P. ¡ordani las mismas, comprenderemos que existe un límite
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Proyección geográfica
de la evolución
265
que en taxonomía formal se han intentado sosla- El efecto de partición de poblaciones en siste-
yar hablando de especies politípicas, que se pue- mas de islotes sobre la evolución de estas pobla-
den considerar descompuestas en varias subespe- ciones no sólo afecta a los organismos terrestres,
cies o razas, todas las cuales, juntas, forman un sino también a los marinos. En la costa yugoslava
círculo de formas o «Rassenkreis». se observa una gran diferenciación dentro del
El tipo de evolución es diferente en ambos género de feofíceas Cystoseira 21 y se puede supo-
casos y no debe extrañar demasiado que el se- ner que una costa muy recortada, con numerosos
gundo modelo, donde la separación en subespe- islotes, sometida a fluctuaciones en el nivel del
cies y en especies está más marcada, haya atraido mar como las acaecidas durante el Cuaternario,
especialmente la atención de los que consideran ha ofrecido múltiples oportunidades de fragmen-
la especiación como un aspecto principal de la tación, aislamiento y recombinación de poblacio-
evolución. Por la proyección geográfica que tiene nes, una de cuyas consecuencias ha podido ser
el proceso de especiación, la misma situación men- la aparición de un foco local de diferenciación
cionada en segundo lugar ha suministrado ejem- específica.
plos clásicos en la elaboración de la teoría biogeo- En todos estos casos, la evolución puede parecer
gráfica, especialmente cuando el aislamiento entre excesivamente rápida en comparación con la velo-
las pequeñas poblaciones ha sido muy claro. Sin cidad a que transcurre en otros ambientes. Cier-
embargo, entre uno y otro tipo de evolución no tamente, la pequeñez numérica de las poblaciones
existen diferencias más importantes que las que es un factor que debe tenerse en cuenta. Las po-
se relacionan con el contexto ecológico en que blaciones de lagartijas aisladas en los islotes son
vive la especie. Las especies se pueden considerar del orden de centenares de individuos. La peque-
como conductores de energía entre unos y otros ña dimensión de las poblaciones se h a considerado
niveles de un ecosistema, con mayor o menor in- siempre como un factor que acelera su posible
tensidad, en relación con su tasa de mortalidad cambio. En la teoría de la deriva genética, aso-
respectiva, y esta mortalidad, necesariamente im- ciada al nombre de Sewall Wright, la dimensión
plicada en su posición en el sistema, es suficiente de la población define la distribución de las pro-
para evolucionar, evolucionen o no. Por esta ra- babilidades de cada una de las desviaciones po-
zón, caen por su base muchas disquisiciones acer- sibles.
ca del costo de la selección natural 11, 41; existe Existen pruebas directas: en la mariposa Eu-
una mortalidad inevitable y lo que varía es el phydryas aurinia 27 los cambios morfológicos en el
grado y la forma como se aprovecha. Esto equi- tiempo son relativamente mayores cuando las po-
vale a repetir que la asimilación de las mutacio- blacio,nes son numéricamente muy reducidas.
nes como base de una evolución sólo se puede Igualmente se ha observado un aumento de la
entender en el marco del ecosistema. variabilidad intraspecífica en el saltamontes Schis-
tocerca cuando los grupos de individuos son pe-
queños 95. Pero semejante deriva genética no es
Pequeñas poblaciones aisladas una alternativa o algo opuesto a la selección na-
tural, sino su complemento 18. De manera que
Archipiélagos, lagos de agua dulce, cuevas y ciertas convergencias, o características de la evo-
otros ambientes de tipo insular son propicios a lución en islotes deben ser explicadas también
la diferenciación taxonómica. En las islas medi- como adaptaciones, independientemente de dar
terráneas, lagartijas, caracoles y también otros por descontada una posible aceleración del pro-
animales como las musarañas (Crocidura) 56 ceso evolutivo basada en la pequeñez de las po-
muestran una diferenciación considerable entre blaciones con el aditamento, verosímil en este
unas y otras islas y, frecuentemente, entre los dis- caso, de fijación al azar de caracteres neutros
tintos islotes de un mismo archipiélago. La evo- divergentes.
lución ha sido rápida, no sólo porque la edad de Consideremos, como ejemplo, las lagartijas de
las diferencias no puede superar a la edad trans- Ibiza 15. 20. Es notable que todas las formas resi-
currida desde que los islotes estuvieron unidos dentes en los islotes tengan, dentro de variacio-
cuando el nivel del mar era más bajo, por ejem- nes atribuibles a mutaciones aleatorias, una ten-
plo, las razas de lagartijas de los islotes de las dencia común al aumento de tamaño y al oscure-
Pitiusas y de la costa italiana tuvieron que dife- cimiento de la coloración, que aparece recargada
renciarse en no más de 10000 años, sino también de matices azules y negros, exceptuando L. pityu-
por la prueba directa del hallazgo de fósiles y sensis grueni, de un islote próximo a Ibiza, cuya
subfósiles in situ, como en el caso de los cara- coloración puede entenderse más bien como una
coles terrestres del género 1berellus de Baleares 15, adaptación con sentido críptico al color del suelo.
cuyas conchas han cambiado considerablemente Eisentraut 20 interpreta aquella convergencia por
de forma desde el Tirreniense. selección generalizada de ciertas características:
266 Biogeografía
una mayor proporclon de alimento vegetal favo- ojos 43 aumentan rápidamente la divergencia mor-
recería los genotipos con intestino relativamente fológica entre poblaciones cuyas diferencias son
más largo que, por simple correlación orgánica, probablemente pequeñas en términos del número
son también los más corpulentos. Pero también de genes cambiados.
es posible ver en la mayor corpulencia media el En consecuencia, las distintas poblaciones ais-
resultado de un aligeramiento de la presión de ladas unas de otras, por estar sometidas a pare-
selección. Aunque la cifra total de individuos de cida presión de selección -o por experimentar
las poblaciones es baja, la densidad por unidad en un mismo grado un aligeramiento en dicha
de superficie es relativamente alta en los islotes presión-, así como por conservar cierto sistema
e indica la ausencia de enemigos. En los lagartos de correlaciones orgánicas, pueden seguir una
de poblaciones que habitan islotes se observa una evolución aproximadamente paralela, aunque con
menor frecuencia de colas amputadas que en los pequeñas diferencias de detalle, que afectan muy
que viven en el continente, hasta 8 veces menos, frecuentemente a caracteres neutros o de poca
lo que se considera como testimonio de que están importancia ecológica, aunque sirven de base
sujetos a una menor depredación 92. Probablemen- para separar formas taxonómicas. El proceso de
te esta observación es aplicable también a las diferenciación por aislamiento requiere ser estu-
lagartijas de los islotes de las Pitiusas. La falta diado con enfoque ecológico.
de la presión de selección constituida por los de- La fauna de las cuevas, repartida en unidades
predadores explicaría la pérdida de la agilidad reproductoras relativamente pequeñas y muy ais-
que ocurre cuando el tamaño aumenta, así como ladas, ha conducido a una subespeciación grande,
de la coloración críptica, y, además, una prolonga- tanto mayor cuanto más antigua es la colonización
ción de la vida, sobre cuyo valor no se dispone de de la región. El paso de formas del exterior a la
datos precisos. De esta forma pueden manifes- vida subterránea se escalona a lo largo del tiempo
tarse las tendencias naturales al aumento de talla y en muchas estirpes se efectuó en fecha muy
media (por el simple hecho de dar más descen- remota. Tiene importancia que la ocupación ini-
dientes las combinaciones génicas que dan tam- cial se hiciera por un pequeño número de indi-
bién animales mayores, y por el aumento de la viduos. Las vías seguidas fueron múltiples, y para
edad media de la población) y a depositar guani- muchos grupos de organismos pasaron a través
nas y melaninas en la piel, en vez de acumularlas del suelo. Una vez ocupada una cavidad subte-
en el interior (peritoneo) o metabolizarlas, lo cual rránea, la competencia por parte de los primeros
requiere un ajuste fisiológico más complejo. Este ocupantes ha limitado indudablemente el éxito
tipo de evolución, tipificado por las lagartijas, de nuevas colonizaciones. En todos los grupos,
representa un notable paralelo con el de los ani- los organismos cavernícolas se hallan mucho más
males domésticos, en los que la supresión de diferenciados taxonómicamente que sus afines que
agentes selectivos ha dejado libre la variación viven en superficie, lo que se atribuye al aisla-
según direcciones diversas. miento o «insularidad». Anfípodos, isópodos, co-
Es un hecho general que las poblaciones insu- pépodos, anélidos, etc., de aguas subterráneas
lares de especies sobre las cuales se reduce la están subdivididos en muchas más especies o sub-
presión de depredación son bastante variables especies que los correspondientes de aguas superfi-
morfológicamente, y no sólo los animales estricta- ciales, y en especies comensales o parásitas dicho
mente ligados a tierra, sino también las aves que efecto está reforzado por la dependencia de deter-
viven en las islas. Si los agentes de destrucción minadas especies hospedadoras. No debe extrañar
continúan siendo igualmente efectivos, la con- que los ostrácodos (Entocythere, Sphaeromicola)
secuencia de la reducción numérica de las pobla- dependientes de los decápodos subterráneos (Cam-
ciones insulares bajo condiciones de selección uni- barus) americanos o de los isópodos subterráneos
formes, es más bien una pérdida de variabilidad europeos muestren una gran riqueza de especies
genética (Drosophila, Sphaeroma, etc.). vicarias.
Puesto que las regularidades de forma expresa- Los lagos, por su caracter igualmente «insular»,
bIes por la ley de alometría tienen carácter adap- son asiento asimismo de un activo proceso de
tativo (pág. 149), cambios originariamente senci- especiación. Estudios biométricos de las poblacio-
llos se manifiestan en muchas características y dan nes de cladóceros pelágicos en los lagos alpinos,
lugar a una evolución que aparenta ser muy ponen de manifiesto una considerable diversifi-
rápida, simplemente porque afecta a la vez a cación postglacial de las mismas, facilitada, sin
caracteres diversos. La evolución de las formas duda, por su naturaleza partenogenética. Los Ce-
troglobias, propias de cavidades subterráneas, ratium y muchos otros organismos planctónicos,
ofrece ejemplos aún más elocuentes que la de los principalmente las dinoflageladas, muestran con
islotes. Especialmente en peces, relaciones de cre- frecuencia características morfológicas o fisioló-
cimiento entre las diversas partes de la cabeza y gicas de distribución local, siendo de lamentar que
no se tenga información sobre su valor genético. actuales son recientes, de origen glaciar; a esta
La duración de la existencia de un lago, salvo causa se atribuye el que sean relativamente pobres
raras excepciones, es limitada, y por esto el estu- en especies. Los lagos muy antiguos, como el
dio de la flora y la fauna lacustres conduce a Baical 59 . 119, el Ocrida en Yugoslavia 101, y los de
consideraciones interesantes desde el punto de la fosa africana, como el Tanganyika y el Malawi
vista de la especiación. La mayoría de los lagos (="Nyassa) 10 albergan una vida más diversificada.
De 2113 especies animales citadas del Baical, el
90 % son endémicas. Entre los anfípodos hay mu-
chísimas especies exclusivas (fig. 8-1). Este carác-
- tctDtJ
ter tan especial de la fauna del Baical había lle-
vado a suponerle un origen marino y un carácter
residual, lo cual no es cierto, pues se trata de
una fauna genuinamente de agua dulce, aunque
muy antigua: las Lubomiskiidae son esponjas em-
parentadas con las otras de agua dulce, aunque
4•
sin gémulas, lo cual tiene explicación ecológica
(el Baical no se ha secado nunca), los Baicaliidae
son moluscos próximos a los Hydrobiidae de
todas las aguas dulces (y se conocen además del
, Je 4
plioceno de Hungría) y los anfípodos gammarinos
E
del Baical no .tienen nada de particular si no es
su diversificación frente a los otros gammarinos
de agua dulce. Por otra parte, desde el Pleisto-
ceno las orillas del Baical están siendo invadidas
por una fauna litoral banal, de características
muy generalizadas eurasiático-siberianas.
H
K L' Este ejemplo de los lagos ilustra un principio
general de biogeografía, segtm el cual el número
de especies de un ambiente tiende a aumentar a
Figura 8-2 Gasterópodos prosobranquios que medida que pasa el tiempo, lo cual suele contri-
por su apariencia parecen afines a especies buir al incremento de la diversidad (pág. 366).
marinas y que viven en el lago Tanganyika. En los lagos antiguos llama la atención la pre-
A, Spekia zonata; 8, Tanganycia rufofilosa;
e, Lavigeria grandis; D, Paramelania damoni; sencia de enjambres o grupos de especies conside-
E, Limnotrochus thomsoni; F, Chytra kirkii; rablemente afines entre sí. Muchos biogeógrafos y
G, Tiphobia horei; H, Bathanalia howesi; evolucionistas encuentran dificultades para enten-
1, Paramelania iridescens; J, Syrnolopsis minuta; der la diferenciación simpátrica, es decir, la sepa-
K, Martelia tanganyicensis; L Anceya bella.
(Según diversos autores, en Brooks 10.) ración de especies dentro de un mismo ambiente
268 Biogeografla
continuo (pág. 278), de manera que generalmente pecto a otras poblaciones descritas sobre material
se buscan explicaciones que postulan una antigua igualmente limitado, especialmente cuando se cree
fragmentación o aislamiento de las poblaciones. a priori en la diferenciación y se desea probarla.
Tanto invasiones múltiples, como el aislamiento Muchas especies descritas como nuevas del Baical
de cubetas periféricas por cambios del nivel del no resisten un examen crítico o por lo menos han
lago, han podido facilitar el proceso de especia- sido descritas de manera muy superficial. Más
ción. Los enjambres de especies de Haplochromis condenables son las razones de tipo puramente
y géneros afines en lagos africanos contrastan con comercial que han conducido a una multiplica-
la menor variabilidad de los cíclidos que han ción de nombres subespecíficos (y hasta especí-
permanecido menos especializados ecológicamen- ficos) en animales que tienen un precio de mer-
te, como Tilapia 33. Recordemos que los ríos anti- cado entre coleccionistas y aficionados a terrarios
guos, con muchos meandros abandonados, tienen y acuarios (mariposas, lagartijas).
gran capacidad de aislamiento de poblaciones en
dichos meandros y, por ello, un enorme potencial
de especiación. Indudablemente, tal mecanismo Aislamiento en medios
ha contribuido a la gran riqueza de especies en no estrictamente insulares
ríos americanos y africanos.
Como comentario adicional se puede decir que La divergencia de algunos caracteres con el
el proceso de subespeciación en ambientes discon- aislamiento no es exclusiva de ambientes insulares
tinuos -islotes, cuevas, lagos- ha podido ser como los comentados, sino que es general. Al fin
artificiosamente exagerado por las técnicas taxo- y al cabo, en un ambiente continuo el flujo génico
nómicas. El material recolectado en cuevas es, de uno a otro punto puede no ser mayor que
a veces, muy escaso y una descripción muy deta- entre los islotes de un archipiélago o entre los
llada de uno o de pocos individuos permite siem- lagos de montaña de una cordillera. Las Partula
pre encontrar algún carácter diferencial con res- (gasterópodos terrestres) de las islas de la Socie-
P. aurantia
Figura 8-3 Distribución de distintas especies y razas del caracol terrestre Partula en la
isla de Moorea (Islas de la Sociedad, Polinesia). La dimensión máxima de la isla no /lega
a 18 km. Las razas de una misma especie no se hallan juntas, sino que ocupan áreas
adyacentes; pero en una misma área se pueden encontrar varias especies diferentes.
(Según Clarke y Murray 14.)
270 Biogeografla
también pequeñas áreas discontinuas cuyo interés A la diferenciación geográfica se superpone la di-
en la diferenciación geográfica ya se ha mencio- ferenciación por hospedadores. Entre los parásitos,
nado a propósito de las salamandras del género el grado de especiación suele ser muy elevado y
Plethodon. En insectos podría contribuir a la dife- un número desproporcionadamente alto -si se
renciación una mayor proporción de formas bra- compara con el total de especies- de las especies
quípteras y micrópteras, es decir, menos transpor- de toda flora (hongos, etc.) y fauna está repre-
tables, en la alta montaña (pág. 180). Artrópodos sentado por especies parásitas. El parasitismo re-
no voladores se diferencian con mayor facilidad, quiere una adaptación muy precisa a un hospe-
como los Porcellio de las montañas de Tarragona. dador determinado y la transmisión puede quedar
En las plantas se suman como factores favorables limitada entre el pequeño número de individuos
a la diferenciación, la poliploidia, apomixis y que forman una unidad de cría de la especie
autopolinización, muy frecuentes en la flora alpina patrón. Por estas razones se piensa que los pará-
o de altura. Muchos vertebrados, como la cabra sitos son muy utilizables en biogeografía. Por
montés (Capra pyrenaica) y la gamuza o rebeco ejemplo, los insectos parásitos de aves o los copé-
(Rupicapra rupicapra) están fragmentadas en podos y tremátodos de peces 111. En caso de espe-
razas que se localizan en distintas sierras y cordi- cies muy poco diferenciadas y de identificación
lleras. difícil (merluza, por ejemplo), Szidat cree que el
Este efecto de las cumbres, como factor de ais- estudio de los parásitos podría ser particularmente
lamiento, puede dar lugar a errores de interpreta- útil para rastrear las afinidades entre las distintas
ción cuando se equiparan simplemente grado de poblaciones.
diferenciación y edad y se supone que la fauna Entre las plantas, la variabilidad genética liga-
de las cumbres pudiera ser muy antigua, por estar da a la geografía es muy grande. Numerosos tra-
más diferenciada. Esta crítica se aplica a la hipó- bajos lo atestiguan, desde las monografías clási-
tesis de considerar a los nunataks como refugio cas de Babcock sobre Crepis 3, 102, 103. Lo normal
(pág. 306); si en realidad su fauna se pudo dife- es que las distintas formas se correspondan con
renciar, en ello tuvieron que ver más la pequeñez ligeras diferencias ambientales y se han llamado
y el aislamiento de las poblaciones que el tiempo ecotipos. Hay que notar que, con frecuencia, esta
transcurrido. Los nunataks son cumbres rocosas denominación se ha empleado de manera confusa,
que sobresalen de un campo de hielo o llanura sin separar diferencias genéticas de diferencias
glaciar. determinadas por la fenogénesis en ambientes di-
La asociación muy estricta de unas especies con versos. En plantas pratenses, se ha visto que prác-
otras puede reforzar la diferenciación geográfica. ticamente hay tantos ecotipos como comunidades,
Un caso muy simple es el de la foresia (pági- definidas tanto por las localidades como por las
na 526): en ella la capacidad de dispersión de especies acompañantes 73. Por tanto, comunidades
una especie depende de otra especie y su distribu- de composición específica similar no puede decir-
ción está mediatizada por ella. El parasitismo se que sean totalmente equivalentes, pues están
constituye un factor muy efectivo de aislamiento. formadas por poblaciones unispecíficas con pro-
-;lj
piedades más o menos distintas. La utilización de micas habían demostrado una gran variabilidad
caracteres más sutiles, por ejemplo, los químicos, de las poblaciones, que se ha confirmado o refor-
permite reconocer una variabilidad aún mayor: zado aún al introducir criterios químicos (carac-
por ejemplo, el análisis de los terpenos de Juni- terísticas de las monosterasas, por ejemplo) para
perus y Ambrosía conduce a distinguir formas dis- analizar las poblaciones locales.
tintas, que se ordenan geográficamente 116 (figu- El reconocimiento de la impresionante diversi-
ra 8-5), y en el liquen Ramalina se reconocen dife- ficación genética local de las especies tiene puntos
rentes poblaciones por los ácidos liquénicos que de contacto con el debate acerca de la existen-
contienen, poblaciones que pueden vivir muy cer- cia de características (fundamentalmente bioquí-
ca unas de otras, repartiéndose un espacio peque- micas) de carácter neutro ante la selección natu-
ño (por ejemplo, un promontorio rocoso) 17 y ral. Dichas características neutras podrían ser muy
verosímilmente en adaptación a su heterogeneidad diversas según los individuos de una especie y la
local. Este caso ya linda con el polimorfismo. distribución de las distintas combinaciones, aun-
La misma diferenciación a pequeña escala exis- que no sometida a la selección natural, como con-
te en animales. Briozoos marinos de costa, de una secuencia del resultado puramente aleatorio de
misma especie, pueden mostrar diferencias bio- multiplicación y difusión, podría ser no uniforme,
químicas entre poblaciones separadas por 5 a sino con distribución de contagio (pág. 348) y,
10 km y en Drosophila, las inversiones cromosó- por tanto, tener cierta proyección geográfica. Pro-
272 Biogeograffa
bablemente en este punto llegamos al límite de comunes; pero que pueden diferir unas de otras
10 que razonablemente se puede considerar como por caracteres de poca monta. La evolución en
diferenciación genética de una especie dentro de un espacio continuo, pero que queda bajo el
su área geográfica. control de algún gradiente ecológico, conduce a
No es posible. caracterizar, por tanto, a una formas que muestran, a su vez, un gradiente en
especie por cierto tipo invariable de respuesta las características de adaptación al factor contro-
frente al ambiente, sino que dicha respuesta puede lador. Superpuesta a esta variación, y en relación
ser diferente según los puntos del área y no es con la fragmentación del grupo entero en unidades
posible interpretar las áreas estrictamente en rela- de intercría más o menos desconectadas en sus
ción con el ambiente, por ejemplo, suponiendo límites -que suelen coincidir con los lugares
que el límite de las mismas ha de coincidir con donde la especie es menos frecuente-, existe
determinada isoterma. Las características de las otra variabilidad que afecta a múltiples caracteres
poblaciones limítrofes varían, igualmente~ de un de menor importancia ecológica pero que pueden
punto a otro y no es posible aceptar un comporta- tener interés taxonómico. La relación entre carac-
miento uniforme de la especie frente a especies terísticas de los organismos y temperatura, que
vicarias de área limítrofe igualmente heterogé- se ha recogido en las numerosas reglas ecológicas,
neas. como la de Bergmann (pág. 147), tiene una expre-
sión en la especiación. Es un ejemplo típico de la
modalidad de variación que se va a comentar en
Clinas
los siguientes párrafos.
La diferenciación en biótopos de características Una cUna o gradiente de carácter 40,48 está cons-
semejantes, pero geográficamente inconexos, con- tituida por una serie de formas taxonómicas cuyas
duce a formas paralelas, con rasgos de adaptación áreas se encadenan ordenadamente, por ejemplo.
Figura 8-6 Distintas formas de Mustela frenata, que han recibido nombre subespecífico,
distribuidas a lo largo de la costa ~mericana del Pacífico. Entre u,nas y otras existe;,
pequeñas diferencias en las dimenSIOnes, cráneo y color del pelaje. Por lo menos estas
son hereditarias. (Según Ha1l 42 .)
274 Biogeograffa
nordmanni balearica schellenbergi italica
Figura S-S Variación clinal en las características del primer pleópodo del macho, en
diversas formas adaptadas a las aguas dulces del isópodo de origen marino Jaera.
J. nordmanni vive en Azores, J. balearica en Mal/orca, J. schellenbergi en Istria y J. italica
en Sicilia y en Herzegovina.
juego» para la evolución 67. El caso extremo de con ilustraciones proporcionadas por otros ani-
especies de vida corta, sometidas a un ritmo am- males. Es natural que odonatos y ortopteroides,
biental cuyo período es largo como varias gene- de vida más larga, se parezcan más a los diaptó-
raciones, produce especies de gran plasticidad midos y Cyc!ops, y que la existencia de varias
fenotípica, con poblaciones no muy diferentes generaciones anuales en muchos dípteros, hime-
unas de otras genéticamente, pero presumiblemen- nópteros y lepidópteros los haga asemejar más a
te muy heterozigóticas. Cada generación pasa a los ciclópidos de vida corta en la posible adqui-
través de un filtro selectivo diferente del que actuó sición de plasticidad y ciclomorfosis en relación
en la anterior, pero semejante al de dos o más con la temperatura o la fotoperiodicidad.
generaciones más atrás. Rotíferos y ciclópidos (es- En conclusión, diferencias biométricas simila-
pecies de los géneros Eucyc!ops y Tropocyc!ops) res entre formas próximas tienen distinto sentido
suministran muchos ejemplos; en ellos la ciclo- según los grupos. En Cyc!ops se pueden utilizar
morfosis es regular (pág. 153). Se selecciona una ciertos índices métricos para diferenciar subespe-
norma de reacción tal que el ambiente actúa di- cies o razas 60; pero el mismo método puede fallar
rectamente sobre el desarrollo, produciéndose el en Tropocyc!ops, donde sucesivas generaciones
fenotipo más adecuado a cada situación. La ma- pueden aparentar pertenecer a «subespecies» dis-
nifestación más aparente es en el tamaño: anima- tintas. Se ha insistido en este punto porque un
les grandes a temperatura baja y menores a tem- enfoque biométrico es indudablemente necesario
peratura alta. en el estudio de las clinas; pero las diferencias
En otras especies, que pueden estar estrecha- biométricas no corresponden a diferencias genéti-
mente emparentadas con las que presentan las cas y pueden tener significado distinto según los
características anteriores, pero éstas que ahora grupos.
vamos a considerar de vida más larga y fecundi- Sin embargo, la situación puede ser aún más
dad menor (por ejemplo, en diaptómidos y en complicada. A pesar de que los ciclópidos y los
Cyclops sensu stricto), todas y cada una de las rotíferos, de vida breve y muy difundibles, tien-
generaciones pasan a través de las mismas fluctua- den a formar pocas especies y muy plásticas, no
ciones ambientales y la selección conduce a resis- se anula en ellos la diferenciación genética. En
tirlas sin cambios morfológicos, que no son posi- 30 poblaciones de Acanthocyc!ops vernalis, se han
bles en el curso de la vida individual, o sólo en encontrado 7 grupos de reproducción y pequeñas
forma de distintas características según la edad y variables diferencias morfológicas entre unos y
del animal, como en las larvas acuáticas de insec- otros 91. En Keratella y en otros rotíferos, la inter-
tos que son aéreos en estado adulto. De esta forma pretación de las poblaciones naturales se complica
la especie se puede escindir en formas genética- porque, además de una intensa ciclomorfosis, pue-
mente distintas, cada una de ellas de morfología den coexistir formas con pequeñas diferencias
muy constante, y cada una adaptada perfectamen- morfológicas no ligadas a ciclomorfosis y, con
te a condiciones locales. El ejemplo relativo a los toda probabilidad, genéticamente distintas.
copépodos de agua dulce puede complementarse Dentro de una misma masa de agua, espe-
65
45
70 60 50 40 so 20 10
65
60
55
C. finmarchicus
glacialis
70 60 50 40 30 20 10 10
Figura 8-9 Distribución de tres formas del copépodo planctónico Calanus en. el Atlántico
septentrional, en mayo, deducida principalm~n~e de las indicaciones de los re.glstradores
continuos de plancton. El rayado cruzado dlstmgue las áreas donde la especie es más
abundante. (Según Matthews 76, y otras fuentes, simplificado.)
276 Biogeografla
c:P
~\~J?
tj0~
E uterpina acutifrons
Att
Tabla 8·1
Formas geográficas del copépodo planctónico marino Calanus.
Relación longitud:
anchura de las
Especie Zona Longitud, mm ramas de la furca
278 Biogeograffa
spumarius, Phromnia), en castas de hormiga, Me- tituye una forma de polimorfismo, o más estricta-
lipona y otros insectos, etc. Existen diferencias mente de dimorfismo, que aparece también en
geográficas en la distribución de las distintas for- caracoles. En G. pachyderma las formas diestras
mas de mariposas miméticas del género Papilio, están más asociadas con ambientes cálidos, y las
de coccinélidos, de caracoles, de la cigarra de siniestras con temperaturas más bajas. La forma
espuma Philaenus spumarius y de las aves Oenan- siniestra de G. truncatelinoides predomina en el
the, Garrulus y Uria 120 Desde luego, el caso más saliente o espinazo centroatlántico, y, a ambos la-
común de polimorfismo o mor/ismo 49 es el sexual, dos del mismo, predominan formas diestras. Es
que puede tener particular significado en el con- difícil atribuir al simple sentido de arrollamiento
texto que ahora se comenta, cuando la ecología y influencia sobre la probabilidad de supervivencia,
la supervivencia son distintas para los dos sexos de manera que lo que probablemente ocurre es
(quironómidos, por ejemplo). que dicho carácter va asociado con otras propie-
El diferente valor ecológico de los distintos dades de más trascendencia.
morfos se manifiesta en una selección, como re- La influencia de la selección es obvia en diver-
sultado de la cual existe una variación geográfica sas características morfológicas, algunas de las
en la frecuencia de los mismos; en determinadas cuales no están muy alejadas de la del sentido
extensiones del área total algunos morfos pueden de arrollamiento en foraminíferos y moluscos. En
faltar completamente, como se ha indicado a pro- los sifonóforos pelágicos Velella y Physalia hay
pósito de Sphaeroma. En los foraminíferos Globi- sendas formas que derivan a la derecha o hacia la
gerina pachyderma y Globorotalia truncatelinoi- izquierda bajo la acción del viento. Es natural que
des 22, 23 hay formas enrolladas hacia la derecha y la probabilidad de supervivencia y las oportuni-
otras enrolladas hacia la izquierda, lo cual cons- dades de dispersión (pág. 204) de cada una de
280 Biogeograffa
En poblaciones de Drosophila, por selección, eli- distintas especies. Una de las formas de cada par
minando simplemente los híbridos, se consigue el es parásita y la otra no. La forma que no es pará-
desarrollo de cierta incompatibilidad o esterilidad sita es neoténica o precoz, propia de ríos pequeños
entre dos estirpes. Precisamente, en formas origi- y ya no se alimenta después de la metamor-
nadas simpátricamente, la esterilidad mutua es fosis 46,47, 129. En muchos grupos se ha dado evo-
mucho más frecuente que entre formas alopátri- lución por neotenia; es posible que con tal mo-
caso Cuando estas últimas, por accidente, vuelven tivo la forma normal y la forma neoténica hayan
a ponerse en contacto, dan con frecuencia enjam- coexistido durante cierto tiempo o en cierta área.
bres de híbridos (introgresión, pág. 285). En la multiplicidad de razas de Cobitis se
Un mecanismo frecuente de aislamiento consis- podría ver un ejemplo de un fenómeno cuya rea-
te en la adopción de una época distinta de repro- lidad ha sido muy discutida, pero que ha reci-
ducción. En los peces anadromos existen razas bido un nombre, el de esquizotipia, nombre que,
diferentes de invierno y primavera (Berg). En el en realidad pertenece al pasado, como ortogénesis
arenque y, posiblemente, en la sardina, por lo me- y tantos otros. Se refiere a la escisión casi explo-
nos en ciertas regiones, la población está descom- siva de una especie en muchas formas distintas.
puesta en dos subgrupos que crían en distintos Es cierto que la facilidad con que una especie
momentos, lo cual puede indicar una diferencia- forma híbridos estériles es un factor de evolución.
ción simpátrica incipiente en la especie. En diversas áreas geográficas coinciden formas
En los esturiones del Mar Caspio, Acipenser monoicas y dioicas de Chara fragilis, con posibi-
güldenstiidti persicus y otros 7, 36 hay dos grupos lidades limitadas de autofecundación 91a. En las
que manifiestan una serie de diferencias fisioló- plantas superiores la polinización ofrece muchos
giCa,) en hibernación, voracidad, tamaño, fertili- mecanismos de este tipo, hasta llegar a la supre-
dad y conUlciones de freza. Unos aparecen en las sión de la sexualidad (apomixis).
desembol;dduras de los ríos durante los meses más Los mejores ejemplos de una especiación apa-
fríos; otros entran en primavera cuando la tempe- rentemente rápida, con fuerte radiación o diver-
ratura es más alta. En cada río existe una propor- gencia, se encuentran cuando el material de par-
ción determinada de las dos razas. Este caso ape- tida es limitado (en número de especies y en
nas difiere del polimorfismo adaptativo comenta- variabilidad genética) y hay multiplicidad de am-
do antes, excepto en una mayor efectividad del bientes colonizables. Es el caso de los Asellus del
aislamiento reproductor entre los morfos. Cono- lago de Ocrida, de los gamáridos del lago Baical,
cer las dos formas tiene interés práctico, en rela- de los pinzones de Hawaii y de las Islas de los
ción con la protección de las especies en las insta- Galápagos, de los gobíidos en las aguas dulces de
laciones de energía hidráulica o con la inducción Filipinas, de los marsupiales en Australia, etc. La
artificial de la freza. enorme especiación en el lago Tanganyika, com-
Otros peces, como Coregonus 69, Gasterosteus parado con otras aguas próximas, especialmente
y Cobitis, ofrecen otros ejemplos de especies sim- en lo que se refiere a los peces dclidos lO, 32, se
pátricas con aislamiento reproductor. En Cobitis puede explicar por fluctuaciones y aislamientos
la subdivisión es muy grande, tanto en aguas asiá- sucesivos en el sistema de ríos y pantanos perifé-
ticas como europeas. Se conocen hasta cinco razas ricos. En realidad no parece existir distinto com-
de C. taenia subsp. striata, dos de las cuales pue- portamiento evolutivo en unas u otras estirpes;
den vivir asociadas 83, 84. En España tenemos dis- todo es cuestión de oportunidades.
tintas formas (algunas exclusivas, como C. calde-
roni) cuyo comportamiento mutuo no se conoce
exactamente. Los machos híbridos de razas coexis- NÚMERO DE CROMOSOMAS
tentes son prácticamente estériles. Hay algunos
indicios de que las distintas razas están adaptadas La distribución de los genes en unos u otros
a temperaturas medias algo diferentes. Las peque- cromosomas y las condiciones mecánicas de la
ñas resisten mejor una temperatura elevada (en división y distribución de éstos, determinan que
Gambusia, Drosophila y otros organismos, las las diferencias en el complemento cromosómico
temperaturas letales varían según los genotipos), constituyan un factor muy importante de aisla-
pero no existe una relación general entre longitud miento o una manifestación de la especiación. La
y temperatura. El tamaño de los huevos también existencia de traslocaciones, por ejemplo, impide
se relaciona con aquellas características, por ejem- efectivamente el apareamiento de cromosomas y
plo, una raza de Cobitis de 60-85 mm produce por tanto la hibridación de las respectivas formas.
huevos de 1,14 mm, y otra de 50-70 mm huevos Especies simpátricas pueden mantenerse separa-
de 0,95 mm. das por traslocaciones distintas, como en Clarkia
Entre las lampreas se encuentran pares de for- y probablemente en otros géneros de plantas. Mu-
mas que viven juntas y que se consideran como chos aspectos de este problema y otros relacio-
Tabla 8-2
Distribución de la frecuencia de partenogénesis asociada
a poliploidía en el género de curculiónidos Otiorhynchus.
Según Suomalainen \08.
282 Biogeografla
regularidad general. Se trata, pues, de otra mani-
festación del polimorfismo con sentido ecológico.
Entre las rodofíceas, por ejemplo, los diploides
están mejor adaptados a una temperatura más
baja que los haploides, o bien a una diferente
salinidad. En las áreas marginales, de condiciones
extremas, puede prosperar una sola de las dos
formas, como si para la especie se tratara de un
área de expatriación. Así ocurre en algunas espe-
cies que penetran en el Mar Báltico, o en el Mar
Negro. De esta forma se puede producir cierta
divergencia genética restringida en su manifesta-
ción a una de las fases, con el resultado chocante
que en Derbesia, por ejemplo, aparentemente hay
más especies de esporófitos que de gametófitos 8.
La superioridad de la fase diploide o, en gene-
ral, de los poliploides, ha sido un factor impor-
tante en la evolución de la flora terrestre 37. Según
Tischler 113, 114, Lüwe 70 y otros 97, el número de
especies poliploides en una flora aumenta hacia Figura 8-12 Distribución de distintas formas de
Bouteloua curtipendula, gramínea. La variedad
el Norte o al elevarse en la montaña (tabla 8-3). tenuis tiene el número de cromosomas más bajo;
las variedades curtipendula y caespitosa se ex-
tienden hacia el norte (área coloreada) represen-
tadas por formas con distinto grado de poliploidía.
Tabla 8-3 (Según Gould y Kapadia, en V. Grant, Plant
Proporción de poliploides en varias floras. Speciation, Columbia Univ. Press, New York
y London, 1971.)
Tanto por ciento
Región geográfica de poliploides
Galium setaceum
284 Biogeograffa
probablemente los pocos que se conocen son di-
ALABAMA FLORIDA
ploides (peces del género Poeci!ia=Mollienisia). H. cinerea H. gratiosa
Debe indicarse que tanto estos peces, que son
exclusivamente de sexo femenino, como otros ani-
males triploides e igualmente partenogenéticos,
son genéticamente partenogenéticos, pero desde
el punto de vista de su reproducción requieren
fecundación para activar el huevo, de modo que
son «parásitos reproductivos» de especies vecinas
que han de proporcionar los machos. Esto repre-
senta un mecanismo especial de equilibrio en el
6 4 2 o 2 4 6
proceso de competencia, pues aunque la forma
partenogenética sea superior, si es ginogenética, Indice compuesto de caracteres
morfológicos y cromáticos
es decir si sus óvulos han de ser activados por un
espermatozoide, no puede llegar hasta la extin- Figura 8-14 Introgresión entre dos especies de
ción de posibles formas competidoras bisexuales ranas del género Hyla, en una zona perturbada,
que le proporcionan los machos. Semejantes situa- en Auburn, Alabama. Las diferencias entre las
poblaciones de H. cinerea e H. gratiosa se pue-
ciones especiales de competencia pueden revestir den resumir en un índice compuesto. de acuerdo
formas muy diversas (planarias poliploides gino- con el cual, las poblaciones puras de ambas
genéticas, pág. 666). especies se separan claramente. Los híbridos se
encuentran en una zona de contacto, alterada
En biogeografía tiene interés la existencia de por el hombre, y se reconocen por sus caracte-
áreas en las que abundan formas hibridógenas o rísticas intermedias. (Según Mecham, en Wa-
de origen híbrido, que ocurren cuando, por los /lace' 24.)
azares de los cambios en el trazado de las áreas
de distribución, se ponen en contacto especies dis-
tintas, pero emparentadas, que por haberse origi-
nado en áreas separadas -por ejemplo, en los en Norteamérica (fig. 8-14) 80,124. La introgresión
extremos de una clina- o por ser propias de am- implica, por tanto, lo que se ha llamado «hibrida-
bientes distintos, no habían desarrollado incompa- ción del ambiente».
tibilidad reproductora por selección negativa so- Entre especies de Daphnia y especies de 80s-
bre los híbridos. En semejantes casos, la hibrida- mina, simpátricas en el área del Báltico, se han
ción tiene la forma de la infección escalonada y encontrado supuestos híbridos 68 atribuidos a in-
progresiva de una especie por genes de la otra, trogresión motivada por cambios postglaciales.
en un área (zonas de «sutura») donde la profu- También se ha hablado de introgresión entre las
sión de formas que se originan constituye un que- formas específicas o subespecíficas del pez Gaste-
bradero de cabeza para los taxonomistas. Se ha rosteus 39, 82 e igualmente en el caso de rotíferos
dignificado a esta forma extensa y gradual de de los géneros Polyarthra y Conochilus 90. Así,
hibridismo con el nombre de introgresión (An- por ejemplo, Polyarthra dolichoptera es esteno-
dersen) y se han estudiado numerosos casos en terma, vive en agua fría a corta distancia del
plantas diversas (Acer, Quercus, Cistus). El pro- fondo y resiste una concentración de oxígeno rela-
blema se complica cuando las distintas combina- tivamente baja; su período de reproducción sexual
ciones híbridas poseen valores de selección lige- sigue a la desaparición del hielo. Polyarthra vul-
ramente diferentes en ambientes próximos; por garis es euriterma, propia de agua bien oxige-
ejemplo, en el caso de los Quercus, tanto en nada y tiene su período sexual en otoño o invier-
España como en California, ciertas formas pueden no. Sin embargo, en ambientes más peculiares, los
darse mejor en una ladera orientada al Norte, «tarns» o pequeños lagos de paredes muy escar-
otras orientadas hacia el Mediodía, etc. padas, aparecen formas intermedias, presuntos
La introgresión parece ser especialmente fre- híbridos. En general se tiende a aceptar que la
cuente como consecuencia de alteraciones postgla- introgresión, más que de la ruptura de barreras
ciales del clima o en áreas perturbadas por el (ecológicas o geográficas), depende de la creación
hombre, como ocurre con los híbridos .del caracol de nuevos tipos de ambientes en los que los híbri-
Cerion en las Antillas 79 o los del anfibio Hyla dos ya no resultan ser engendros inviables.
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100 Spoel, S. van del': Beaulortia, 9(107): 173-200, 129 Zanandrea, G.: Nature, 184: 380 (4683), 1959.
1962.
19 289
no han sido constantes. Segundo, la influencia que la ruta inversa es más improbable. El meca-
mutua entre biotas adyacentes muestra cierta re- nismo tectónico basado en placas móviles impone
gularidad. En su forma más simple se puede con- continuamente nuevos modelos de distribuciones
siderar el intercambio biótico que se establece centrífugas, que rompen la estabilidad e interrum-
entre dos regiones que difieren por la estabilidad pen el proceso asintótico de aumento de madurez
climática. Una de ellas, de clima más fluctuante, de los ecosistemas, manteniendo la vida en un
alberga ecosistemas menos maduros; la otra, de estado de creación continuo.
clima mucho más constante sobre largos períodos
de tiempo, consiente a la sucesión ecológica alcan-
Deriva continental y tectónica
zar etapas de mayor madurez. En adaptación a
de placas
dichas características, las especies que viven en
una u otra área tienen, por término medio, ca- Entre África y Sudamérica existe cierta seme-
racterísticas evolutivas diferentes. Como resulta- janza de las líneas de costa, algunos grupos de
do, el intercambio de especies entre los dos organismos se encuentran en los dos continentes,
bloques o regiones es forzosamente asimétrico. se conoce una flora fósil común a los extremos
En efecto, las especies del área fluctuante pueden meridionales de los continentes (flora de Glossop-
migrar y ajustarse a vivir en la otra región, espe- teris, característica del hipotético continente de
cialmente en períodos de clima más fluctuante de Gondwana) y, hoy día, las semejanzas biogeo-
lo normal o de alteraciones persistentes, mientras gráficas entre los extremos meridionales de Amé-
Tabla 9·1
Eras, períodos y épocas geológicas, con indicación de la edad máxima
de sus materiales, en millones de años antes de nosotros.
290 Biogeografla
18°W
rica, África y Australia persisten en la distri- América estuviera adosada al Mundo Antiguo. En
bución de grupos diversos de plantas y anima- particular, el ajuste del Brasil en el Golfo de Gui-
les lO, 20. Las afinidades entre Sudamérica y la nea, sugiriendo una rotura y desgajamiento del
región australiana están representadas por los No- continente americano, estimuló numerosas espe-
thofagus (robles australes), los peces Galaxias culaciones, desde Francis Bacon y Alexander von
(puya, también en Sudáfrica), hidrácnidos y otros Humboldt hasta Snider (1858). Wegener en
organismos. Por otra parte, existen indudables 1912 125 plantea el problema de una manera más
afinidades entre la composición de los ecosistemas concreta con su teoría de la deriva continental
de Eurasia y Norteamérica, que no se explican que, desde el principio, fue acogida con mucho
solamente como consecuencia de un empobreci- entusiasmo por los biólogos, por ofrecer explica-
miento paralelo durante el glacial, sino que dejan ciones más elegantes y sencillas que cualquier
suponer importantes afinidades de origen más complicada hipótesis de puentes intercontinenta-
antiguo. les, que, para poder dar razón de los cambios
Los hechos reseñados, entre otros, hicieron pen- bióticos, tenían que ser como puentes levadizos y
sar en la posibilidad de que, en época remota, además en número muy grande. Conviene añadir
292 8 iogeografla
Figura 9-2 Sistema de dorsales o divergencias
centrooceánicas (líneas gruesas) fragmentadas
vectivas, la fragmentación más o menos grande por fallas perpendiculares (líneas finas). (Según
de las placas continentales, han variado proba- J. R. Hirker, Scientific American, diciembre 1968,
60-70, simplificado; no se han introducido
blemente a lo largo de la historia de la Tierra, algunas modificaciones posteriores.)
de manera que un mismo fenómeno se ha podido
manifestar de manera muy diversa según las épo-
cas, es decir, no hace falta que se haya producido
un cambio regular y gradual desde la posición
primitiva de las placas continentales hasta la con-
figuración actual de los continentes, sino que han
podido ocurrir cierto número de cambios de direc- que las crestas o zonas de divergencia no sean
ción en el proceso, atestiguados, por otra parte, continuas (fig. 9-2), sino que aparezcan rotas a
por otros testimonios (indicios climáticos, indicios tiras, por fallas de proyección o de transforma-
de orientación respecto a los meridianos magné- ción, que corren normales a las mencionadas di-
ticos o al Ecuador, afinidades biogeográficas, etc.). vergencias. Estas fallas consienten movimientos
Precisamente, estos indicios indirectos se siguen notables en el sentido transversal, cuya importan-
utilizando en la reconstrucción de la forma de los cia y significado son desconocidos por el momen-
continentes en el pasado (fig. 9-3) Y el avance ha to; pero es bueno pensar que a su favor es posible
consistido solamente en el hallazgo de pruebas un considerable corrimiento «transversal» de unos
objetivas de la realidad de la deriva y en empezar continentes respecto a otros, que la combinación
a intuir sus posibles mecanismos. de datos paleontológicos y paleomagnéticos pare-
Las dificultades de proyección de una superfi- ce requerir para el Pérmico y parte del Secunda-
cie plana sobre una superficie esférica determinan rio 56. Este corrimiento podría haber sido sobre
Final del Jurásico (135 millones de anos) Final del Cretácico (65 millones de anos)
los márgenes del Tethys, un mar más o menos nica de las grandes profundidades marinas no ha
ancho, extendido de Este a Oeste, entre una masa podido evolucionar in situ un tiempo extremada-
continental nórdica y otra meridional, que persis- mente largo. Por otra parte, la temperatura del
tió con muchas vicisitudes desde el Ordoviciense. agua profunda ha experimentado cambios consi-
Tales movimientos explicarían muchas afinidades derables. A juzgar por la distribución de los
biogeográficas transversales que luego se mencio- isótopos de oxígeno en los caparazones de fora-
narán, sin necesidad de postular una «Mesogea» miníferos bentónicos, dicha temperatura habría
o continente alargado en el mismo sentido que disminuido unos 12°C desde el Cretácico 32a. Más
hubiese servido de puente. bien se piensa hoy que el talud continental puede
La deriva continental en los términos indicados representar a los más antiguos biótopos. En rea-
ha de haber tenido sobre la fauna marina conse- lidad, los verdaderos fósiles vivientes (las esponjas
cuencias de tipo más general que las que afectan coralinas, representantes actuales de los estroma-
a la dispersión y evolución de las diversas estir- toporoides y tabulados fósiles; el molusco mono-
pes. La movilidad de los fondos oceánicos hace placóforo Neopilina; el crosopterigio Latimeria;
que su sustrato sólido no sea tan persistente como diversos braquiópodos) se acumulan precisamente
se podía pensar; de hecho, el espesor de sedimen- en el margen continental. La distribución general
tos acumulados no es enorme, y la fauna bentó- de las placas continentales se ha de reflejar en
294 Biogeografla
características a escala global. Si las placas con- clano, que es cuando empiezan las importantes
fluyen, el clima es muy cambiante, pero unifor- fluctuaciones climáticas bien documentadas. Esta
memente cambiante en toda la Tierra y hay ten- teoría acepta una mayor capacidad de competencia
dencia a la regresión marina; si las placas están y expansión de los·organismos de latitudes media-
disgregadas y separadas, el clima es menos fluc- nas o, por lo menos, de los nórdicos. No puede
tuante, constante en el tiempo, pero variable en el negarse, en efecto, que los representantes de la
espacio; en esta situación, la superficie ocupada mayoría de las estirpes se corren más fácilmente
por los mares transgresivos sería mayor 117,118. de los polos al Ecuador que en sentido contrario.
La distribución de las placas continentales, por La profunda invasión de la región Etiópica por
otra parte, determina el tipo de circulación oceá- elementos procedentes de Eurasia es una prueba
nica, y las características de la misma, a su vez, de dicha tendencia. La capacidad de invasión de
definen la existencia e importancia de zonas de las formas de latitudes altas se puede atribuir a
afloramiento y otros fenómenos de gran influencia ciertas características que, en promedio, están más
sobre el desarrollo de la vida marina. En otros acentuadas en ellas que en otras, como sus dimen-
términos, la deriva de los continentes no sólo siones mayores, una mayor fertilidad y, básica-
se ha de considerar como un mecanismo que per- mente, haber pasado por un filtro selectivo rigu-
mite explicar conexiones y disyunciones terrestres roso de fluctuaciones climáticas.
y procesos de colonización y expansión de faunas Consideraciones análogas se pueden hacer bien
y floras, sino como un mecanismo de efectos con referencia al clima, en general, o bien te-
aún más amplios, que ha afectado profundamente niendo en cuenta toda la organización de los eco-
a la distribución de los climas y, en general, de sistemas. En este caso se colocan en el marco de
todas las condiciones de vida en toda la superficie las relaciones entre evolución y sucesión (pági-
del globo. na 779). La evolución aparece guiada por la suce-
sión ecológica y, en condiciones de ambiente tales
que permiten que el proceso de autoorganización
Regularidad en la dispersión de los ecosistemas llegue a límites muy avanzados,
de floras y faunas las especies se multiplican en número, con fuerte
especialización y segregación ecológica, y presen-
Sin retroceder hasta la hipótesis de Cuvier de tan características comunes de aumento de tama-
una serie de cataclismos seguidos cada uno de ño, aumento de longevidad, disminución del nú-
ellos de una creación, son varios los autores que mero de descendientes producidos, etc. La situa-
han creído ver cierta determinante ecológica de ción opuesta se manifiesta en áreas de clima
la evolución 84,73, manifestada por el paralelismo cambiante o desfavorable, de clima revoluciona-
entre el despliegue de la vida y los ciclos oro- rio, como dice Dansereau 21, o en los enclaves de
génicos. Los cambios en las características ambien- condiciones fluctuantes en áreas que, por lo demás
tales determinan la extinción de especies estabili- son uniformes y constantes, donde se conservan
zadas y especializadas y permiten la rápida expan- o aparecen especies más dispersables, con pobla-
sión de tipos plásticos y más primitivos (especies ciones sometidas a una más rápida tasa de reno-
pioneras u oportunistas) sobre áreas extensas, de vación, en general menos especializadas, aunque
las que fueron previamente eliminados sus posi- capaces de evolucionar con rapidez, incorporando
bles competidores. Las oscilaciones de las glacia- cambios sustanciales de organización.
ciones y los cambios de las líneas de costa han Si esta teoría se demostrara cierta, su proyec-
podido favorecer la aparición de nuevos genoti- ción geográfica tendría la siguiente forma: las
pos, en un proceso que contrasta con la acumula- áreas de clima estable serían áreas de acumulación
ción de sus descendientes en áreas periféricas, de estirpes de diverso origen llegadas al límite
donde la estabilidad en el tiempo de las condi- de su especialización, con una multiplicación ex-
ciones de ambiente -frecuentemente asociada con tremada de formas taxonómicas, mientras que las
una fuerte heterogeneidad en el espacio- permite áreas de clima fluctuante serían la patria de for-
el desarrollo de ecosistemas muy complejos, en mas realmente nuevas, con adaptaciones originales
los que pueden encontrar acomodo un gran nú- o con posibilidad de producirlas más tarde, y la
mero de especies. Llevada a una escala mundial, mayoría de estas formas tendrían el carácter de
esta formulación coincide con un punto de vista generalistas u oportunistas de fácil dispersión.
expuesto por Haacke en 1896 y desarrollado es- De esta forma se daría razón de distribuciones
pecialmente por Matthew 76 -yen lo que se centrífugas con gradientes de riqueza de especies
refiere al hombre por Taylor 115_, según el cual, creciente según sus radios. Gradientes de diver-
la dispersión de las distintas estirpes de animales sidad de este tipo se observan a lo largo de los
terrestres es de tipo centrífugo y habría partido meridianos (pág. 371) Y también en el mar, en
del hemisferio boreal, por lo menos desde el Ter- relación con las placas continentales 118.
Los puntos de vista expuestos tienen, por lo felinos, antropoides) son animales grandes, que
menos, el mérito de poner en guardia frente al ocupan un nivel trófico alto o están en posición
riesgo de confundir el centro de origen de un controladora al fin de cadenas alimentarias cortas;
grupo con el área en que actualmente se encuen- además, algunas de ellas pasaron de latitudes altas
tra el número mayor de especies pertenecientes hacia el Ecuador en una fase anterior de su evo-
a dicho grupo. Especialmente los botánicos, ha- lución. La gran complejidad y estabilidad de los
blan y escriben de focos de origen de géneros, ecosistemas de áreas tropicales, en las que se ha
basándose simplemente en cómo se distribuyen supuesto que las condiciones de competencia se
los números de especies en cada uno de los puntos encuentran aliviadas, ha podido servir de semi-
del área genérica 86. A veces el área cubierta llero a numerosos tipos de organización nuevos,
por el conjunto tiene forma de media luna, lo tanto en tierra como en mar. Por otra parte, en
cual hace pensar en la sugerida dispersión centrí- la flora el número de poliploides aumenta hacia
fuga a partir de un centro situado fuera del área latitudes altas (pág. 282) Ysi las formas primitivas
común actual (figs. 9-4 y 5). son obviamente las de números de cromosomas
La teoría anterior no está exenta de objeciones. más bajo, la migración acompañada de evolución
Darlington 19 hace notar que el mayor número parece haber seguido preferentemente la ruta del
de familias de vertebrados terrestres se halla re- Ecuador a los Polos. Además, los árboles caduci-
presentado en los trópicos y que las faunas de folios y los terófitos de las regiones templadas
las zonas templadas tienen las características de representan adaptaciones secundarias a un ciclo
faunas tropicales empobrecidas, lo cual sugiere climático intenso y no características primitivas.
más bien una invasión de las zonas templadas a Las posiciones extremas son siempre critica-
partir del Ecuador que viceversa. Pero la mayoría bles y, en definitiva, es la paleontología la que
de las estirpes que se han movido centrífugamente ha de proporcionar los elementos clave. tstos son
a partir del Ecuador (quizá los elefantes, grandes significativos por su unilateralidad, en el sentido
296 Biogeografía
que la evolución y escisión de estirpes en nume- quiere ser fundamentada en la interpretación de
rosas especies, un hecho ampliamente documenta- paleocontinentes y paleoclimas. También debe
do por series fosilíferas, han sido favorecidas en tomarse debida cuenta de la extinción; la acumu-
ambientes de temperatura alta y condiciones en lación de especies en ciertas áreas puede ser tes-
general estables, mientras que la aparición de timonio más bien de ausencia de extinción que
grupos nuevos, proceso indudable, pero pobre- de intensidad de especiación.
mente explícito en el material fósil, induce a
pensar, precisamente por la falta de indicios, que
debió realizarse con particular rapidez y en am- Cómo se pudo haber llegado
bientes poco constantes o poco persistentes: las a la distribución actual
aguas dulces para los peces, las áreas frías de los
continentes del Trías para los mamíferos, etc., de Según estos principios generales se comprende
donde se dispersarían hacia otras regiones donde bastante bien la génesis de las floras y faunas
experimentarían un proceso intenso de especiación terrestres actuales. Las placas continentales esta-
y de aparente «ortogénesis», al encajarse en la ban inicialmente aproximadas en uno o dos gran-
sucesión de los ecosistemas locales. des bloques (fig. 9-3); la primera dispersión cen-
trífuga importante vino primero del Sur, del con-
Como en tantos otros casos, teorías aparente- tinente de Gondwana, sometido a fluctuaciones
mente opuestas representan visiones parciales des- climáticas importantes. El centro de dispersión
de los dos extremos de una amplia gradación de del Norte funcionó desde el Terciario, por lo me-
posibilidades. Por otra parte las vicisitudes de las nos, en correspondencia con fluctuaciones de cli-
placas continentales alteraron continuamente las ma que, en el hemisferio boreal, datan ya de
reglas de juego, de manera que toda hipótesis re- mucho antes del glacial. Las zonas comprendidas
Figura 9-5 Número de especies del género Chamaeleo, saurio, dentro del área total
de distribución del género. La máxima concentración de especies se halla en Madagascar
y áreas próximas de Alrica. (Según D. Hillenius, Beaufortia, 8[89):1-92, 1959.)
298 Biogeografía
régimen especial de circulación en dicho mar, mo- materiales que se depositaron bajo un clima de-
dificando sus relaciones hidrográficas con el At- sértico. No se excluyen tampoco cambios impor-
lántico, en la época indicada y más tarde. En todo tantes en las áreas ecológicas del Brasil, quizá
caso, es indudable que tanto esta circunstancia, hasta en el Cuaternario; pero probablemente fue-
como las características térmicas del Mediterráneo ron menores que en África. La invasión de África
han contribuido a obstaculizar la entrada en dicho por elementos paleárticos se continuó durante las
mar de una fauna rica de profundidad. glaciaciones 83: en los períodos fríos, el límite del
Las glaciaciones constituyen la etapa final de bosque montano, que hoy está a 1500 m de altura,
las distribuciones centrífugas centradas sobre los había descendido a 500 m y ofrecía vías de migra-
bloques continentales nórdicos. ción casi continuas, utilizadas por muchos anima-
El hemisferio Sur no fue tan efectivo a este les, entre ellos hemípteros acuáticos 55, vertebra-
respecto, por lo menos en los tiempos cenozoicos, dos. etc. Como que en los períodos secos intergla-
y tiene un carácter más conservador. Todos los ciares quedaba cerrado el camino a la migración
biogeógrafos consideran la región Australiana inversa hacia el Norte, tenemos un mecanismo
como un asilo de formas arcaicas que cualitati- de impulsión o migración en un solo sentido
vamente han evolucionado poco aunque con una a modo de válvula y precisamente a favor de
inevitable e interesante evolución radial, al ir la teoría de Matthew, es decir, que lleva espe-
ocupando todos los ambientes disponibles (pién- cies de la región bajo clima fluctuante a la más
sese en la gran variedad de géneros de vida de estable, pero se opone a la migración en sentido
los marsupiales). Las afinidades entre Australia, opuesto. Los botánicos consideran una región Ca-
Nueva Zelanda, Antártida y extremos meridiona- pense, separable del resto de África.
les de África y América son muy antiguas, y se La región Oriental abarca la India, a partir del
conservan debilitadas en las floras y faunas re- sur del Himalaya, y el SE de Asia, hasta un lími-
cientes 11,20. La Antártida ocupó un lugar impor- te donde se acumulan los bordes de las áreas de
tante, como se demuestra por los fósiles hallados muchas especies, límite ya detectado por Wallace
en ella, y todavía lo ocupa en 10 que se refiere (se llama precisamente línea de Wallace) , pero
a la fauna marina costera, mucho más diversifi- de posición un tanto discutida en el detalle. La
cada que la de los mares árticos. Sobre esta ma- región Oriental tiene caracteres propios, aunque
yor riqueza de la fauna antártica se superponen indudables afinidades con la región Etiópica, es-
unas pocas especies bipolares de distintos grupos, pecialmente en la distribución de las plantas, por
que constituyen ejemplos de la más amplia de las lo que los botánicos se refieren a veces a una
disyunciones. región Paleotrópica, que abarcaría la Etiópica
Madagascar, por sus vertebrados, ocupa una más la Oriental. También muestra indicios de
posición especial y aislada; se trata de una fauna invasión procedente del vecino bloque paleártico.
indudablemente primitiva, por 10 menos en com- Las orillas del Tethys fueron poco afectadas
paración con la africana. por las glaciaciones; pero su aptitud para servir
Sudamérica durante el Terciario fue, por su ais- de refugio fue dañada por otras características,
lamiento, una especie de Australia. La zona tropi- principalmente por la sequía. Sin embargo con-
cal interpuesta ha dificultado una extensa migra- servan suficientes vestigios del pasado para se-
ción de la zona templada boreal a la austral y la guir mostrando ciertas características interme-
fauna templada sudamericana es notablemente po- dias, que pueden dar pie a distinguir una subre-
bre. El contraste entre África y Sudamérica es no- gión Sonorana, en México, al sur de la Neártica;
table. La flora africana es particularmente pobre y una subregión Mediterránea, como dependencia
en comparación con la sudamericana y con la ma- de la Paleártica.
laya. América del Sur forma la región Neotrópica En los libros de biogeografía se encuentran
y África, a partir del sur del Sahara, la Etiópica. numerosos ejemplos de distribuciones y listas de
África ha experimentado muchas vicisitudes cli- especies que, por su distribución, se consideran
máticas y la disposición y altura de sus montañas características de las grandes regiones y de cada
es tal, y la adherencia a territorios holárticos por una de sus subdivisiones, que, por otra parte, se
el Norte ha sido tan amplia, que las especies pa- definen de manera que varía según los autores.
leárticas han podido correrse hasta el extremo Los rasgos generales de distribución mundial que
austral. Esto ocurrió en el Terciario y la fauna se acaban de señalar bastan para un texto de eco-
fósil circunmediterránea del Mioceno constituye logía, y sirven de marco para situar cualquiera
un paralelo de la fauna actual de la sabana y de las subdivisiones más detalladas que más tarde
matorral africanos, popularizada en las películas convenga adoptar.
de «animales salvajes». La selva africana en país Los procesos de selección y extinción no han
lluvioso ocupa una extensión relativamente pe- sido uniformes en el tiempo. La observación de
queña. Parte de ella es reciente y se halla sobre grandes discontinuidades entre estratos geológi-
Tabla 9-2
Nomenclatura de las glaciaciones. Para los glaciales e interglaciales se dan tres nombres,
que corresponden, respectivamente, a los usados con referencia a los Alpes,
a Alemania y a Norteamérica. Otras estimas difieren considerablemente de las presentadas,
con edades mayores. En relación con el campo magnético de la Tierra se distingue
la época Brunhes, de magnetismo normal, a partir del Gunz/Mindel, y la Matuyama,
anterior, de campo magnético invertido.
Períodos Períodos Terrazas Culturas Edad
glaciales interglaciales marinas (tipos humanos) aproximada
Mindel-Elster-Kansas
Gunz/Mindel-Cromer- Milanziense Chelense ? 400000
Afton
Gunz-Weybourne-
Nebraska
Siciliense (Horno erectus)
(Australopithecus)
(<<pebble culture»)
300 Biogeografía
intensidad hasta dentro del llamado Cuaternario. decir (Ericson y Vollin) que mientras el fondo
Los terrenos cuaternarios se han definido y carac- del mar es comparable a una pared con sucesivas
terizado por la presencia de restos fósiles de es- capas de pintura, la superficie de los continentes
pecies que viven actualmente (Desnoyers, 1829; se parece más a una pizarra borrada una y otra
Reboul, 1833). No es necesario distinguir expre- vez. Foraminíferos, diatomeas, polen de faneróga-
samente un período Holoceno, o postglacial, sino mas, cladóceros, ostrácodos y moluscos son los
una sola época Pleistocena, que empezó hace entre organismos que proporcionan mayor información;
millón y medio y dos millones de años y en la pero t3mbién ha sido útil el examen de rizó-
que vivimos. Tradicionalmente se distinguen cua- podos y diversas algas, coleópteros y otros insectos
tro épocas principales de enfriamiento o glacia- conservados en sedimentos turbosos, etc., así como
ciones 87. Algunos de los períodos fríos fueron artefactos de la industria humana. Puesto que se
múltiples y esto se reconoce particularmente bien trata de especies que hoy viven, el conocimiento
en los últimos, o en el último·, por estar más de su ecología actual se ha aplicado a la interpre-
cerca de nosotros y disponer, por tanto, de mayor tación de los biótopos pasados. Las variaciones
información. Los efectos de las glaciaciones se en las características de los individuos de una
dejaron sentir más o menos según las áreas; las misma especie proporcionan información impor-
cuatro grandes glaciaciones se reconocen en Eura- tante. La diatomea Coscinodiscus nodulifer 2. 3
sia y Norteamérica, donde han recibido nombres tiene un diámetro medio mayor durante los pe-
distintos (tabla 9-2); afectaron también al hemis- ríodos fríos; en los caparazones de los foraminí-
ferio Sur. El hemisferio Sur es de clima más oceá- feros, los poros están más apretados durante los
nico y más estable, y esto pudo aminorar los interglaciales que en los individuos de los perio-
efectos de las glaciaciones. Sin embargo, el límite dos glaciales 126. Sin embargo, la mejor estimación
de los glaciares situado actualmente entre 4200 de las fluctuaciones climáticas procede de la ob-
y 5800 m en los Andes, descendió hasta 700 a servación de variaciones en la concentración rela-
1600 m sobre el nivel del mar, y los consiguientes tiva del isótopo 18 del oxígeno (pág. 121).
cambios ecológicos se han aducido para interpre- En un principio la cronología se basó en esti-
tar ciertas afinidades o disyunciones entre, por maciones más o menos inseguras de la intensidad
ejemplo, las tierras altas de Venezuela y el SE de depósito de sedimentos o de transporte o de
del Brasil 123a. En lo que se refiere al poblamiento cambios en el nivel del mar. Los sedimentos fina-
de los continentes australes deben tenerse presen- mente laminados, con alternancia regular de ma-
tes otras dos circunstancias: la mayor estabilidad teriales arcillosos y arenosos (;n los que se podía
climática austral ha hecho que la invasión desde ver un ritmo anual de deposición (varvas), per-
los trópicos haya podido ser más importante ha- mitieron una cronología más precisa, principal-
cia el Sur que hacia el Norte; por otra parte, las mente del postglacial 43.4.1. Pero, como puede su-
masas continentales nórdicas, más extensas, pu- ponerse, la interpretación de la variación de la
dieron constituir ciertamente una mayor reserva relación entre distintos isótopos ha sido el método
de especies, pero la migración de las mismas hacia de resultados más seguros. Se emplean las rela~
las tierras templadas australes tuvo que atravesar ciones 231 Paj230Th y K/ Ar para edades remotas,
un filtro muy riguroso tropical, solo franqueable la relación 14C/12C (pág. 55) para edades más
a lo largo de algunas alineaciones de montañas. recientes. Sin embargo, la cronología del Cuater-
Las relaciones de intensidad y sincronismo en- nario se halla todavía en estado de cierta confu-
tre los dos hemisferios no aparecen claras; por sión y las edades atribuidas a determinado episo-
lo menos la distribución de Globorotalia menardi dio varían hasta un 50 % Y aún más, según los
en los sedimentos del Pacífico, es un tanto opues- indicios que se utilicen; también es incierta la
ta a su repartición en el Norte, en especial du- sincronización de los acontecimientos en áreas
rante el Riss y en el interglacial Riss/Würm 34. distantes.
Información de tipo diverso que recientemente se
va acumulando confirma la posibilidad de que Para explicar las glaciaciones se han propuesto
las épocas frías, en cierto modo, alternaran o se distintos tipos de mecanismos. La alternancia apa-
solaparan parcialmente en el hemisferio Norte y rentemente regular de períodos fríos y cálidos su-
en el Sur, por lo menos en lo que se refiere a las giere un ritmo cósmico, sea por cambios de la
últimas glaciaciones. radiación solar, sea por interposición periódica de
La historia del Pleistoceno se ha recontruido material absorbente. Milankovich 80 propuso una
sobre la base de la interpretación del clima a curva teórica compuesta, a la que se ajustarían las
partir de efectos glaciales y periglaciales, más el fluctuaciones climáticas; pero la información acu-
examen de restos de organismos en sedimentos mulada no ha confirmado la regularidad supues-
marinos, y lacustres, en turberas y en suelos. ta. Realmente se trata de fluctuaciones cuyos pe-
Las pruebas son de valor diferente y se ha podido ríodos no son exactamente iguales, de manera que
~ ~ ~
~ 3.o-t---'--,-----L---,----rL......---I.-,---~-__+-....J.,-~----'L-~-_____,_--l...-__.-_____,-_____,-_____,r__-r__-.__-.._-,..____4_
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O
a.
tienen naturaleza estadística y es más verosímil entre el Atlántico y la cuenca polar acaba por
que se deban a osciladores (sistemas cibernéti- interrumpirse. La falta de circulación de agua
cos) más o menos complicados, que se han busca- hace que la temperatura del Ártico baje, que el
do en la propia Tierra. Los diversos autores no agua se solidifique y disminuyan considerable-
están de acuerdo en su detalle y ni aún tan solo mente las precipitaciones, provocando el retroceso
en las líneas generales del mecanismo 28-33, 35, 71. de los glaciares y el retorno a condiciones inter-
Parece que deban descartarse cambios importan- glaciales, cuyo término es la desaparición de la
tes en la situación de las placas continentales y en cubierta de hielo del Ártico, que es la situación
la posición de los polos, no hay pruebas de ello, a la que nos aproximamos. Es obvio que un me-
lo que además es de esperar por el escaso tiempo canismo como éste, o similar, puede dar razón de
transcurrido, de modo que se trataría más bien fluctuaciones casi regulares, aunque los períodos
de un mecanismo basado en relaciones entre la previstos serían demasiado cortos de no mediar
hidrosfera y la atmósfera, que reaccionarían una hipótesis suplementarias. La hipótesis indicada co-
sobre otra en una configuración continental pare- mo ejemplo, o cualquier otra 33 son criticables y,
cida a la presente. por esto, su valor puede evaluarse. Por ejemplo,
Un ejemplo de los mecanismos propuestos pue- se ha dicho que hace 11 000 a 14000 años, el
de ser el de Ewing. Supongamos el Océano Ártico Ártico no estaba libre de hielos, sino sometido a
libre de hielos (como pudo estar hace unos 20000 un clima aproximadamente como el presente 16, 17.
años, en tiempos del último período glacial); en Pero hay argumentos para creer que, en épocas
invierno su temperatura podría ser no más de glaciales, la región de Behring pudo servir de cen-
3,5°C por encima de la actual, pero la evapora- tro de dispersión hacia Asia y hacia América de
ción sería enormemente superior, de modo que ciertas especies, por ejemplo de peces de agua
durante todo el año podrían producirse copiosas dulce; lo cual implica condiciones algo menos
nevadas en el hemisferio Norte, que acumularían rigurosas.
agua sólida. Este efecto se puede reforzar a sí mis- Las glaciaciones no representan acontecimientos
mo, pues el albedo aumentado significa la absor- excepcionales, sino que se han repetido varias
ción efectiva de una menor cantidad de calorías veces durante la historia de la Tierra; quizá cada
por unidad de superficie en dichas regiones. La 200 a 250 millones de años. El período glacial
acumulación de hielo repercute en una disminu- anterior al Pleistoceno ocurrió a fines del Paleo-
ción del nivel del mar, por lo que la comunicación zoico y sus señales se encuentran en Sudamérica,
Figura 9-7 Foraminfferos cuyos caparazones son frecuentes en los sedimentos marinos
recientes y que se pueden considerar como indicadores de algunas caracter/sticas de las
aguas en que vivieron. Las especies representadas se ordenan, de menos a más termófilas,
de la siguiente manera.' G. menardii, G. dutertrei, G. sacculifer y G. ruber. El trazo blanco
corresponde a una escala de 0,1 mm. (Según M. Domingo de Miró, Los foraminiferos
planctónicos vivos y sedimentados del margen continental de Venezuela, Tesis, Barcelona,
1971.)
302 Biogeografla
Globigerinoides sacculifer
/
Globigerinoides ruber
Globoquadrina dutertrei
Globorotalia menardii
304 Biogeografla
revés, y que son las terrazas las que son sincró- Juniperus como reliquia de sus componentes ar-
nicas de climas fríos. La única excepción es la bóreos. En dichas áreas endorreicas de la meseta
de los últimos arrastres, pues los deltas se han española hay sedimentos de tipo salino, indicado-
formado sobre playas sumergidas frías; pero en res de condiciones que no fueron favorables al
esto, el hombre, como agente de erosión y defo- bosque, aunque éste pudo existir en forma de pe-
restación, pudo haber jugado un papel más impor- queñas áreas en un mosaico cambiante. Ya Penck
tante que el clima. ( 1894) suponía condiciones esteparias desde el
Todos los indicios hacen suponer que el tra- Mioceno. También en el área de los Balcanes pu-
zado de las isotermas, al tiempo que las glacia- dieron existir condiciones parecidas; pero no en
ciones, se corrió hacia el Sur, pero de manera la Península Itálica, donde el paso a una vegeta-
desigual. La temperatura descendió mucho en ción baja sería más reciente y debido al hombre.
Europa, alrededor de 6°C en verano y más de Debe tenerse en cuenta que el valle del Po estuvo
1SoC en invierno; pero mucho menos hacia el durante largo tiempo bajo el agua, aislando el
Sur, de manera que junto o sobre las penín- sur de Italia.
sulas mediterráneas se establecieron gradientes La verdadera estepa o vegetación herbosa de
muy intensos, al sur de los cuales se conservaron lugares áridos, tiene una flora y fauna propias,
muchas especies. La disposición de las isotermas con muchas especies características (Holdhaus)
no sólo explica peculiaridades del glacial, sino y de dispersión limitada, especies que faltan en las
también de la recolonización posterior. zonas desertizadas por el hombre, cuya flora y
fauna están constituidas por especies oportunistas
que los taxonomistas consideran más banales.
Disyunciones y reliquias terrestres Concretando el problema en lo que se refiere a
y de agua dulce España, se pueden adoptar dos posiciones. Reco-
nocer en nuestras especies xerófilas y endémicas
PROVINCIA LUSITÁNICA reliquias de origen antiguo, que se han conservado
en territorios persistentemente áridos; o bien su-
Actualmente las isotermas de la parte central poner que dichas faunas y floras se han dispersado
del sur de Europa dibujan un fuerte gradiente con posterioridad a las glaciaciones, o durante los
de Sur a Norte, que ha dificultado la expansión últimos interglaciales, gracias a una considerable
hacia el Norte de muchas especies. En cambio, capacidad de transporte. En España el problema
hacia Occidente, la dirección de las isotermas si- tiene más interés porque se habia supuesto que las
gue aproximadamente la de los meridianos, de áreas de vegetación esteparia eran todas debidas a
manera que ha permitido el avance hacia el Norte la acción humana. Queda testimonio de nume-
de elementos de la flora 104 y de la fauna, como rosas invasiones de organismos de condiciones ári-
los moluscos Geomalacus maculosus y Elona das, de Este a Oeste, sobre Europa, en todos los
quimperiana, que dan carácter a la llamada pro- períodos secos, empezando con las migraciones
vincia Atlántica o Lusitánica, que va desde las del Pontiense (Mioceno) en que, junto con nume-
costas occidentales de la Península Ibérica a las rosos vertebrados hoy desaparecidos, llegaron for-
de Francia e Irlanda, y a la que se suman, sin mas que se deslizaron a ambos lados de los Piri-
duda, restos de la disyunción europeo-americana neos y que hoy persisten y hasta han dado formas
que es consecuencia de la apertura del Atlántico, atlánticas. Entre ellos se encuentran muchos ani-
sin contar con que algunas de las especies pudie- males cavernícolas como los ortópteros Dolicho-
ron quedarse junto a las costas atlánticas, gozan- poda y coleópteros tréquidos 60. Invasores muy
do de un clima más suave que el propiamente posteriores son animales acuáticos del área ponto-
glacial. Añádase que dichas afinidades son en cáspica (Mar Sarmático) como diversos peces
parte una consecuencia de la posición que ocu- (Acipenser stellatus y gobíidos del género Knipo-
paba a principios del terciario la Península Ibé- witschia en el Adriático), crustáceos y moluscos
rica, doblada hacia Francia, con el Golfo de Viz- que llegan a Moravia y Cordylophora y Dreissen-
caya prácticamente cerrado, de modo que Galicia sia (páF:. 246) que ocupan gran extensión de
y Bretaña estaban aproximadas. Europa. La falta de lagos extensos en el margen
occidental de Europa limitó esta migración, que
BIOTAS DE REGIONES ÁRIDAS
se extiende a animales no acuáticos, como a la
Y DISYUNCIONES TRANSVERSAS
rata parda, a Streptopelia decaocto y a una docena
de especies de mariposas, por lo menos, así como
Se ha hecho referencia a la persistencia de a muchas plantas, en las que los hallazgos de
ciertos tipos de ecosistemas en las regiones endo- polen permiten definir con mayor precisión el
rreicas españolas (pág. 304). Se trataría de ~na proceso de ampliación de áreas. Puede ser un
vegetación abierta, asabanada, de la que persiste ejercicio fútil adscribir cada una de las migracio-
30& Biogeografla
pecialmente si se piensa que se trata de especies Numerosos insectos de distribución boreoalpi-
de isópodos y coleópteros que apenas sobrevivi- na se encuentran hoy en los Pirineos. Ejemplos:
rían en las condiciones de los actuales nunataks Aretoeorisa earinata, Helophorus glacialis (llega
de Groenlandia, de sustrato pedregoso sin o con hasta Sierra Nevada y Córcega), Otiorhynehus
poca vegetación, sujetos a baja temperatura y a morio, O. aretieus, Simulium hirtipes, Pieris ealli-
vientos violentos. Del mismo modo que por la dice, Erebia lapponum, E. epiphron, Argynnis
presencia de una mariposa se construía un ima- pales, Lyeaena orbitulus (fig. 7-2). Se pueden
ginario puente continental, por unos pelos más o indicar también algunas aves con la misma dis-
menos en las patas de un coleóptero se levanta tribución (Turdus torquatus, Lagopus mutus).
un sistema de nunataks. No es inverosímil que Se han descrito numerosos ejemplos de· disyun-
especies reducidas a poblaciones poco numerosas, ción boreoalpina entre los pobladores de las aguas
forzadas a una migración vertical, abajo y arriba, dulces. Una parte de las pretendidas boreoalpinas
mostraran una diferenciación mayor que la ordi- son simplemente especies de aguas ácidas y frías,
naria en especies similares extendidas sobre áreas pues biótopos de estas características faltan en las
mayores y continuas. La presencia en los Pirineos tierras bajas y aún más en la región Mediterránea.
de especies de alta montaña en cavernas situadas Ejemplos de tal distribución, más estenoica que
a sólo 400 metros de altitud, como es el coleóp- boreoalpina, son los coleópteros Hydroporus
tero Treehus despaxi 60 puede ser un verdadero rufifrons, Coelambus marklini, Agabus solieri y
ejemplo de reliquia glacial. Potamoneetes griseostriatus 5, varios copépodos,
Se han publicado numerosas listas de especies como son especies del género Bryoeamptus, algu-
boreoalpinas pertenecientes a muchos grupos de nos diaptómidos y ciclópidos (Megaeyc1ops venus-
plantas y animales 52, etc,. Puesto que estas listas tus, etc.) y especies de otros grupos muy diversos.
se han preparado viniendo del Norte, a medida Pero entre los crustáceos de agua dulce, los hay
que los países meridionales van siendo estudiados de origen y dispersión indudablemente nórdica,
hay que hacer frecuentes rectificaciones. La distri- como Holopedium gibberum, Daphnia longiremis,
bución de las plantas está mejor conocida y en Daphnia eueullata, Bosmina eoregoni, Euryeereus
su caso se puede aplicar con mejor conocimiento glacialis, Polyphemus pedieulus, Leptodora kind-
de causa la calificación de boreoalpinas si les tii. En el mismo conjunto se podría incluir al
conviene 7. Como ejemplos de plantas boreoal- rotífero Kellieottia longispina y a la dinoflagelada
pinas comunes en los Pirineos se pueden citar: Ceratium eornutum. El rotífero Keratella valga,
Lyeopodium selago, Festuea supina, Elyna myo- el cladócero Daphnia longispina y la dinoflagelada
suroides, Salix herbaeea, S. retieulata, Aster Ceratium hirundinella tienen también su disper-
alpinus, Gentiana nivalis, Dryas oetopetala, Saxi- sión centrada en el Norte; pero su área es menos
fraga aizoon, S. aizoides, Visearia alpina, Si/ene limitada. Todos estos organismos contrastan con
aeaulis, Loiseleuria proeumbens, Potentilla erant- otros de distribución meridional o austral, como
zii y Eriophorus seheuehzeri. Diaphanosoma sarsi, Ceriodaphnia rigaudi, Moina
Se comprende la posible penetración de especies dubia, Bosminopsis deitersi, Leydigia propinqua,
boreoalpinas más hacia el Sur: en las épocas frías, etcétera.
el descenso en altitud de los límites climáticos y Los hidrácnidos constituyen un material exce-
de vegetación sobre las montañas permitió el lente para estudios de biogeografía en las aguas
avance sobre rutas diversas, bien por la Cordillera dulces y en su distribución se reconocen muchas
Cantábrica y las Montañas de León, hasta las modalidades 121. Los genuinos boreoalpinos de ori-
montañas del Centro, bien por el Montseny y sie- gen verosímilmente nórdico son escasos en la
rras litorales catalanas, o bien por la cordillera fauna ibérica: Atraetides eonl1exus, A. breviros-
Ibérica, que ofreció una vía de penetración pro- tris, Sperehon tenuabilis. Las especies boreoalpi-
funda. Braun-Blanquet cita 27 especies boreoalpi- nas de origen presumiblemente europeo son tres
nas que alcanzan la Sierra Nevada, entre ellas veces más numerosas, por lo menos.
/uneus alpinus, Sedum annuum, Ranuneulus gla- Las especies mencionadas anteriormente como
cialis, Sibbaldia proeumbens, Viola uniflora, Are- nórdicas, en Asia desaparecen a la latitud del
tostaphylos uvaursi, Vaeeinium uliginosum, y Japón central y en Europa sólo unas pocas alcan-
Gnaphalium supinum. Algunas especies que se zan hasta los Pirineos (Polyphemus, Kellieottia).
pueden calificar igualmente de boreoalpinas lle- Algunas se extienden bastante más hacia el Ecua-
gan hasta el Atlas norteafricano y aún ciertas dor, aunque ordinariamente en localidades aisla-
especies de origen nórdico que se han identificado das (Daphnia longispina, Ceratium hirundinella).
en la región del Chad se pueden considerar como Daphnia longispina, en la parte meridional de su
reliquias glaciales o pluviales, aunque algunas de área, está representada por razas en cuya ciclo-
ellas pueden representar disyunciones más anti- morfosis no aparecen formas estivales con yelmos
guas, o bien dispersiones recientes. grandes. De entre las formas lacustres de Daph-
308 8iogeografla
quirieron la actual distribución disyunta 69, 106, 107. terglaciales- se han escindido en razas locales nu-
La disyunción de formas de agua dulce va casi merosas (Daphnia).
siempre unida a un inicio de subespeciación. En En la fauna de las regiones nórdicas son fre-
este caso se hallan copépodos (Limnocalanus ma- cuentes pares o tríos de especies próximas: una
crurus) , isópodos (Mesidotea entomon) , anfípodos propiamente de montaña, otra adaptada a aguaza-
(Gammaracanthus lacustris, Pallasea quadrispi- les y turberas, y a veces una tercera forma com-
nosa, Pontoporeia a//inis), mísidos (Mysis relicta, plementaria en otros biótopos variados, menos
que se consideró como una variedad de M. oc u- frecuentes. Entre ellas se distribuyen las resi-
lata marino), y peces (Cottus [= Myoxocephalus] dencias ecológicas, con notable segregación, a
quadricornis). Según su supuesto lugar de origen pequeña escala, entre unas y otras. Petersen 88-91
es su distribución actual: Pallasea y otros anima- se ha ocupado de los aspectos de la segregación
les se extienden más hacia Siberia; los Mysis son ecológica y eventual hibridación entre tales espe-
de dispersión muy amplia, en Inglaterra y Norte- cies. Éstas pudieron diferenciarse en distintas
américa, etc., y se supone que ha podido existir áreas y en distintos momentos del Pleistoceno y
diferenciación local. Por lo menos existe una luego, al pasar a ocupar unas mismas áreas, apa-
capacidad de regulación osmótica que no existía reció la segregación ecológica entre ellas. Se men-
en las formas de origen, o sea en las marinas. cionan ejemplos entre mariposas, libélulas y aves.
El hallazgo de flagelados marinos (Distephanus, Entre estas últimas, como ejemplo, Lagopus mutus
Gymnaster) en aguas nórdicas (Canadá) con un es la forma montana, L. lagopus y L. scoticus son
residuo sólido de solamente 80 mg por litro ha de aguazales y L. leucurus la complementaria.
sido interpretado igualmente como un paso al Pluvialis dominica es la montana, P. apricaria la
agua dulce 13; pero su supervivencia en tales con- de lugares pantanosos y P. squatarola la comple-
diciones requiere confirmación. mentaria. Según las regiones, las relaciones entre
las especies pueden variar. Así las mariposas
Pieris napi y P. bryoniae se comportan como
Diferenciación, subespecies en Escandinavia y aumentan el grado
superposición e hibridación de separación hacia el Norte y en la altura, donde
realmente son como especies diferentes; pero ha-
Los cambios de áreas durante el glacial han ido cia el Sur y el Este, están menos aisladas genética-
acompañados de un grado diverso de diferencia- mente, quizá porque no han sido forzadas a
ción, que ha sido más patente en los casos de superponerse, y, por ello, aparecen formas inter-
poblaciones poco importantes y fragmentadas en medias en dicha zona.
distintos macizos, como ocurre con los carábidos Una situación parecida ha podido ocurrir en
del género Trechus y otros insectos, con las ga- la fauna marina, en lo que se refiere a las rela-
muzas o rebecos, etc. Animales del plancton de los ciones entre Mediterráneo y Atlántico. Se dife-
lagos, al colonizar los lagos postglaciales -o in- renciaron formas subespecíficas o específicas, una
Tabla 9·3
División y nomenclatura del postglacial.
Divisiones aplicadas en el
Norte de Europa y América Flora característica Culturas
Figura 9-9 Fecha de la vendimia, tal como aparecla fijada por los bandos locales,
en diversas localidades francesas y suizas, expresada a partir del 1. o de septiembre
(escala, en dlas, a la izquierda; medias móviles de dos años). En la sección de la derecha
del gráfico se comparan las fechas de la vendimia con las temperaturas del 1. o de marzo
al 1. o de septiembre en Inglaterra, expresadas igualmente en medias móviles de dos años.
En años de verano caluroso la vendimia se anticipa, de manera que las fechas en que
da principio se pueden considerar como un indicador de las fluctuaciones climáticas en
el periodo estudiado, de 1575 a 1800. (Datos de Manley y Angot, en Le Roy 68.)
310 Biogeografla
Laminaria
saccharina
España el recalentamiento fue relativamente más fue bien sensible en el occidente de Europa, pero
intenso que en latitudes más altas. Es seguro que menos en las regiones mediterráneas. Los últi-
durante este período cálido muchas turberitas pi- mos tiempos están documentados por registros
renaicas dejaron de crecer y quedaron interrum- meteorológicos; pero también se posee una infor-
pidas por materiales detríticos (cantos). En los mación abundante, directa o indirecta sobre los
Alpes, el nivel de los bosques ascendió unos cen- inmediatamente anteriores: espesor de las capas
tenares de metros (seg!-Ín Lüdi). El período hipsi- anuales en los árboles, avance o retroceso de los
térmico ha dejado reliquias de origen meridional glaciares, fechas de la vendimia, de la floración
o termófilas en algunos enclaves nórdicos; por de los cerezos en el Japón, registradas con mucho
ejemplo plantas vivientes en acantilados calizos. cuidado, precios de productos agrícolas, etc. ISa. 68
Posteriormente ya más cerca de nosotros el cli- Documentos aparentemente ajenos pueden tener
ma vuelve a enfriarse, y se pueden distinguir va- valor considerable, así por ejemplo, la frecuencia
rias fluctuaciones importantes. El clima es benigno de los días de rogativas en Barcelona para impe-
hacia los años 1000 a 1200 de nuestra era; sigue trar el agua del cielo se puede considerar como
un enfriamiento que culmina entre 1550 y 1850, un índice de sequía 46 (fig. 9-9).
caracterizado por una desviación hacia el Sur En los últimos tiempos se manifiesta un aumen-
(de 5°C o más grados de latitud) de las vías to de la temperatura que persiste aproximada-
seguidas por las depresiones atmosféricas, lo cual mente hasta 1950. Este recalentamiento ha sido
312 Biogeografla
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34 Erieson, D. B. Y Yollin, G.: Science, 167: 1483- 1962.
1485, 1970.
314 Biogeografla
TERCERA PARTE
ECOLOGíA
DESCRIPTIVA
CENSOS
Muestras
317
o A Acer pseudoplatanus • Chaerophyllum hirsutum~~..L....L...L...I-I..J...Ju..J...J...J..+- ~
o 8 Fagus sylvatica • Cicerbita alpina
F Picea abies , Veratrum album
• Dryopteris filix mas
T Abies alba
'fI Festuca sylvatica
o V Sorbus aucuparia 1\ Valeriana montana
°w Salix spec 1ft Carex sylvatica
~ Carex digitata
d Sorbus aucuparia, retoño
+ Lysimachia nemorum
o Fagus sylvatica, retoño .•.•• Galium odoratum
~nte, informa la selección de los métodos de medida que pasan los días, se trabaja mejor 62.
na de muestras o la selección de las dimensio- La dimensión de la muestra resulta siempre de
s de las áreas o volúmenes muestreados. No un compromiso entre el deseo de mantener lo
lo la experiencia, sino factores subjetivos influ- más bajo posible el esfuerzo requerido y la ne-
n en la efectividad del muestreo: en el estudio cesidad de operar con números satisfactorios,
comunidades vegetales, por ejemplo, al avan- desde el punto de vista del método estadístico
r el día se puede perder efectividad; pero, a que se adopte. Una sonda de Kullenberg o tubo
8 Ecologla descriptiva
Figura 10-2 T,ineo pa,a la ,eco-
lección de bentos superficial; en la
derecha se ha suprimido parte
de la tela metálica superior pro-
tecto,a. (Según R. T. Hessle,
y H. L. Sande,s. Deep Sea Res"
14:65-78. 1967.)
20 Ecologla descriptiva
bién fija, de 5 6 10 cm; pero en la práctica las cula que engloba los organismos. La película
muestras obtenidas dejan mucho que desear. El puede desprenderse y montarse en preparación
mayor defecto estriba en que, al cerrarse por de- microscópica 69.
bajo, comprimen irregularmente y expulsan parte El estudio de los organismos en muestras de
del material. Desde este punto de vista son par- suelos o de sedimentos, presupone la separación
ticularmente defectuosas las dragas cerradas por de los organismos de la «ganga» constituida por
cuatro octantes de esfera (<<orange peel dredge»). la parte inanimada del suelo o del sedimento.
Los modelos diseñados para eliminar los incon- Se utilizan a tal fin diferentes métodos, tanto de
venientes señalados adquieren una complicación selección visual como más o menos automáticos.
que hace poco práctico su uso. En el material Estos últimos equivalen generalmente a introducir
obtenido de esta forma es difícil evitar una con- alguna forma de selección. En el caso del bentos,
fusión de niveles. es usual emplear un tamizado sucesivo a través de
Mejor es la situación para el estudio de comu- tamices de mallas distintas, manipulados dentro
nidades fácilmente asequibles, en la playa. Para del agua circulante o bajo una ducha. Se debe
el estudio de insectos ribereños se ha empleado proceder con especial cuidado cuando se trata
un marco de 50 cm de lado y 15 de profundidad 60 de organismos delicados y pequeños. A veces se
y para la investigación de lamelibranquios en las usan los mismos tipos de tamices empleados en
playas se han usado marcos de 100 cm de lado la separación de la fracción mineral de los suelos
y 20 cm de profundidad. En todos los casos este y sedimentos (pág. 215) pero cabe simplificar
marco limita la muestra y luego el material confi-
nado se explora sacándolo poco a poco. El mismo
método se puede aplicar también en fondos bas- Agua
tante profundos, aspirando luego bajo el agua el
sedimento o haciendo un lavado con inyección
de aire que arrastra los elementos más ligeros
del sedimento -entre ellos los organismos. Es-
Materia ~1fi.'\:
tos métodos se pueden llevar a efecto hasta pro-
fundidades considerables, gracias a la utilización
de las técnicas de inmersión, que tienen, además,
la ventaja de permitir el estudio de ambientes que
de otra forma serían inasequibles, como, por ejem-
plo. las cavernas submarinas 91. En el caso de
organismos que se desarrollan en la superficie de
rocas, cabe limitar un área determinada por medio
de un marco metálico y eliminar todo lo que
queda por fuera; luego se desprende con especial
::uidado la parte preservada dentro del marco,
::uyos organismos se pueden pesar y contar.
El empleo de muestreadores de pequeño diá-
metro (<<corers») del tipo de los de Kullenberg
) Livingstone (fig. 10-3), o simples tubos mane-
ados a mano en playas y fondos litorales, con-
¡erva bien la estratificación. Para estudios minu-
~iosos de suelos y sedimentos existe la posibilidad
ie impregnarlos con alguna resina y practicar
uego cortes finos de la masa compacta, que con-
¡erva los distintos elementos de su estructura en
iU posición natural. Si sólo interesa la estructura
lel sedimento, pero no una muestra gruesa, se
>uede limpiar una sección, verter solución comer-
:ial de polivinilo sobre ella, aplicar luego algodón
) tela y un cemento acrílico, variando el detalle
le la operación según la naturaleza del material 49. Entrada de agua
;¡ se trata de comunidades muy delgadas que
,iven sobre piedras -por ejemplo, sobre guijarros Figura 10-5 Aparato de flotación, para fraccio-
nar una muestra en porciones por su densidad.
le los arroyos-, fragmentos de las piedras se
Aumentando progresivamente el flujo, se van
leshidratan y se vierte sobre ellas una disolución separando sobre los tamices fracciones cada vez
le colodión, que al solidificarse forma una pelí- más densas.
Muestras seleccionadas
90
80
70
60
50
40
30
20
10
80 94 116 146
Figura 10-' Cuatro curvas de selectividad de otras tantas redes de arrastre, para el
Mullus barbatus, en el Mediterráneo. En abscisas, longitud de los peces;
salmonete,
en ordenadas, tanto por cierto de retención total. Las dimensiones de la malla de las redes
empleadas, medida de nudo a nudo, son las siguientes; A, 14 mm; B, lB mm;
C, 20 mm; D, 23 mm. Las flechas señalan aquellas longitudes para las que quedan
capturados, respectivamente, el 50 % de los individuos presentes. (Según P. Suau
y F. Vives, Proc. Techn. Papo G.F.C.M .. 7:227-232, 1964.)
timensiones de la malla filtrante no son las más rior a 2 nudos, se usa una red bicónica, de super·
onvenientes para el ecólogo, sino las dictadas por ficie filtrante muy aumentada en relación con la
a industria harinera. Las menores mallas usadas sección de la boca, sin que la red tenga que ser
ienen 35 I-'m de lado; pero la selección no es desmesuradamente larga. Recientemente se ha
ígida. Una red de malla fina retiene siempre un prestado mayor atención a los problemas hidrodi·
anto por ciento considerable de organismos de námicos de las redes; pero hay una serie de de·
limensiones inferiores a las de la malla, propor- fectos inherentes a este método de muestreo del
ión que es menor cuanto más pequeños son los plancton, que se empezó a utilizar hace siglo y me-
organismos en cuestión. La curva que describe dio (por V. Thompson en Irlanda, en 1828; por
1 tanto por ciento de los individuos capturados, J. Müller en Helgoland, en 1844) 76, Yque se sigue
n función del tamaño de los mismos, para cada aplicando de una manera esencialmente igual.
ed, es del mismo tipo que las curvas que se Hoy día se suelen adaptar a las redes contadores
,studian con referencia a las redes de pesca, rela- de molinete para medir el volumen del agua fiI·
ionando las dimensiones de los peces y la propor-
ión de los retenidos (fig. 10-7). Los organismos
:randes, al taponar las mallas, hacen que la red
etenga una fracción creciente de organismos pe·
lueños. Las características de las redes de planco
on varían también con el uso: en las redes viejas
a abertura útil de la malla puede ser como unos
;/4 de la de las nuevas, aumentando así su efica-
ia, si ello no es contrarrestado por la presencia
le agujeros producidos por accidente.
El volumen de agua filtrado realmente por la
ed es igual al producto de la sección de la boca
le la red por el camino recorrido y por un factor
iempre inferior a la unidad, que suele estar com-
Irendido entre 0,4 y 0,7 7;. Este coeficiente es
uperior si las redes tienen una porción cilíndrica
Figura 10-8 Sección esquemática longitudinal
le lona delante de la parte cónica de malla fina. del registrador continuo de plancton proyectado
'ara velocidad relativamente grande, aunque infe· por Hardy. (Según G/over 39.)
65 65
60 60
55 55
50 50
45 45
40 40
35 35
70 60 50 40 30 20 10 10
Figura 10-9 Rutas de operación regular del registrador de plancton a través del
Atlántico septentrional y ejemplo de los resultados obtenidos, representados como
promedios referidos a extensiones de 1° de latitud por 2° de longitud. El ejemplo presenta
la distribución de dos formas del género Calanus, copépodo; los slmbolos indican la
frecuencia relativa. Véase, además, la fig. 8-9. (Según Glover 39.)
trada. También se suelen añadir dispositivos, de por la misma razón no conviene hacer pescas
tipo muy diverso, que permiten abrir o cerrar horizontales demasiado prolongadas, pues inte-
la boca de la red, a las profundidades convenidas. gran poblaciones que pueden ser en realidad muy
El procedimiento más sencillo consiste en bajar diferentes. Se ha tratado de obtener una sucesiva
la red abierta y verticalmente, con el vértice por serie de muestras por medio de una red que tiene
delante, de modo que no pesque, luego pescar, un colector en forma de revólver, de manera que
remolcándola, y finalmente estrangular la entrada varios cubiletes pasan sucesivamente a ocupar
del agua después de haber dado por termin~da la posición de colector. Este método debe descar-
la pesca y antes de izarla finalmente a bordo. tarse si se emplea la misma red, pues organismos
El colector de Clarke-Bumpus, bastante usado, que quedan temporalmente adheridos a la tela
aunque no enteramente satisfactorio, coloca de- y luego son arrastrados falsean los resultados de
lante de la red una hélice unida a un contador manera muy notable. Son mucho mejores las redes
mecánico o electromagnético y un dispositivo de múltiples que se despliegan y pliegan una tras
abertura y cierre. Permite bajar la red a una pro- otra, entrando sucesivamente en función 75. El re-
fundidad determinada, abrirla, pescar sobre un gistrador de plancton de Hardy 47, es un aparato
trayecto horizontal, cerrarla, volverla a subir y interesante en el que el plancton se va deposi-
comprobar, por medio del contador, el volumen tando sobre una cinta de gasa que avanza lenta-
aproximado de agua que ha circulado. mente, movida por el propio deslizarse del apa-
Para una recolección del plancton por niveles, rato a través del agua. La cinta de gasa se recoge
se hacen funcionar redes a profundidades diver- en un almacén, enrollada junto con otra gasa pro-
sas, por ejemplo, hacia 2 m, hacia 10 m y hacia tectora, quedando el plancton conservado entre
50 m de profundidad, remolcándolas en dirección las dos. El aparato se ha usado remolcado por
horizontal, o bien se hacen pescas verticales u buques de las líneas comerciales de navegación
oblicuas escalonadas, entre O y 50 m, entre 50 y el análisis del material obtenido ha proporcio-
y 100 m, etc. Las pescas verticales u oblicuas se nado datos muy valiosos sobre la distribución de
suelen practicar con red de gran abertura (0,5 ciertos elementos del plancton del Atlántico (figu-
a 1 m 2 ) y hasta cierto punto amenguan o hacen ras 10-8 y 10-9) 39.
desaparecer el efecto de las migraciones verticales, En el plancton obtenido con red faltan los orga-
de manera que pueden ser ventajosas en cruceros nismos diminutos y también la mayor parte del
en los que deben compararse puntos muestreados material detrítico en suspensión en el agua, que
en hora distinta. Pero, por otra parte, esta confu- suele estar finamente desmenuzado. Las imágenes
sión de materiales puede ser un inconveniente y de la vida suspendida en el agua que proporcio-
Tabla 10·1
Tanto por ciento de las células presentes en el agua que, por término medio,
son retenidas por una red de 60 ¡.Lm de malla.
Dimensiones
Métodos indirectos
individuos vegetación
v
organismos
los para estimar las densidades verdaderas. Sin error más o menos importante), se supone que es
embargo, cuando se habla de métodos indirectos también al azar. En el caso de los animales, los
se suele suponer un mayor alejamiento entre orga- individuos se pueden asimilar a puntos y las
nismo y observador. áreas de muestreo o de estudio tienen una super-
En el estudio de poblaciones de peces, su densi- ficie considerable; en el caso de plantas y arreci-
dad se considera proporcional a la captura por fes, con aplicación del método referido en el últi-
«unidad de esfuerzo» normalizado de las barcas mo párrafo, se tienen organismos que ocupan un
de pesca que operan en el sector. El mismo mé- área considerable y muestras al azar puntiformes.
todo se ha aplicado a otros organismos: evaluar En el caso más general, se podrían considerar
la densidad de insectos por el número de los atra- superficies de cierta extensión finita y compara-
pados por unidad de esfuerzo; el número de ani- ble, tanto en las muestras como en los organismos
males de peletería cazados permite una estima de (fig. 10-12).
la densidad de la población de la que proceden; Para poblaciones de peces pelágicos que suelen
la distribución relativa de Patella, Littorina y mostrar agregación en su estado adulto, se ha
otros animales del litoral en distintas áreas se ha recurrido a recuentos de huevos en la época de
estudiado en base al número de individuos que freza. Los huevos son más numerosos que los
pueden contarse en los distintos lugares durante 5, adultos, cada hembra deja por término medio
15 ó 30 minutos. muchísimos huevos, y están más uniformemente
Este método tiene analogías formales con el de distribuidos. Tiene la ventaja de que las distribu-
bombardear una superficie con puntos al azar, ciones más sencillas son más fáciles de manejar;
según una densidad convenida, y estimar la densi- pero existe el problema de la estimación adecuada
dad de la especie por la proporción de los impac- de la fecundidad y de sus posibles variaciones
tos que dan en el blanco. Este es un procedi- locales.
miento de los llamados de Montecarlo, basado Un método indirecto que debe utilizarse con
en propiedades de distribuciones al azar, muy gran cautela consiste en la introducción de super-
aplicable al estudio de la vegetación y, en general, ficies experimentales, que luego se utilizan como
a casos en que es difícil deslindar individuos. La muestra representativa del resto de la comunidad.
probabilidad de encontrar la especie en una serie La forma más divulgada de aplicar este método
:le impactos puntiformes o de pequeñas áreas al consiste en introducir portaobjetos en el agua (figu-
izar se hace igual al grado de «cobertura». ra 10-13), y analizar luego directamente la pobla-
Dicho enfoque puede generalizarse. Se trata de ción asentada en la superficie del cristal 14. 50, 69.
~stimar cierta densidad según las probabilidades Otras modalidades consisten en dejar penetrar
le intersección entre dos sistemas geométricos in- agua (del suelo o sedimentos) en tubos capilares,
lependientes, el formado por las muestras, que dentro de los que se asientan y, en su caso, se
,e distribuyen al azar, y los organismos, cuya dis- multiplican los gérmenes arrastrados 82. Estos mé-
ribución, por hipótesis inicial (cometiendo un todos son insuficientes porque las características
de las superficies o de los intersticios experimen- daño según una escala empírica, o contar el tanto
tales son distintos de los naturales y, en realidad, por ciento de hojas roídas en brotes escogidos al
el experimento copia un proceso de sucesión. Sin azar, o el número de individuos en varios seg-
embargo son útiles para evaluar la productividad mentos del tallo de cada planta, etc. Algunos tra-
y ciertas características de composición de las bajos clásicos en ecología sobre fluctuaciones de
comunidades, en ambientes que son difícilmente artrópodos forestales se basan en un muestreo
estudiables por otros procedimientos. estratificado de este tipo, por ejemplo, del mi-
En vez de contar los individuos, se pueden crolepidóptero Eucosma tedella y del ácaro O/i-
contar manifestaciones de su actividad. Las aves gonychus ununguis lOS.
se localizan, identifican y cuentan por el canto y, Con un poco de imaginación, siempre se encon-
a veces, también, por los nidos. Las galerías y trarán indicios indirectos para evaluar la abun-
conos de excrementos de las Arenicola, los aguje- dancia de las especies. Un ejemplo: en tierras de
ros de las Vea en el fango junto al agua (figu- cultivo con poco arbolado, las águilas ratoneras
ra 25-18), los agujeros que dejan las ninfas de (Buteo) se posan sobre postes de conducciones
Magicicada al abandonar el suelo 27, los hormi- eléctricas de alta tensión y, al defecar, son causa
gueros, las toperas, las pistas y toda clase de de breves cortocircuitos que quedan registrados
huellas de vertebrados superiores, constituyen va- por las empresas de fluido eléctrico. Entre 1956
liosos datos para censar sus respectivas pobla- y 1967, en Baviera se registraron 1900 fluctuacio-
ciones. Paralelamente deben desarrollarse técnicas nes eléctricas atribuibles a Buteo, lo cual no sólo
para reconocer la edad de las señales y descartar permitió evaluar las oscilaciones de la población
las excesivamente viejas. del ave, sino también su ritmo de defecación (1a
El número de excrementos observados es un mayor frecuencia se da 16 minutos antes de salir
dato valioso en el censo de mamíferos; pero se el sol 553).
hace preciso conocer, tanto la frecuencia con que El análisis del contenido del tubo digestivo de
son producidos (de 10 a 17 «unidades» por día los depredadores puede utilizarse como indicio
en Odocoileus; unos 820 por día en el conejo en de la abundancia de sus respectivas presas. Suena
Nueva Zelanda 107), como su vida media, es decir, a paradoja, pero es más fácil capturar cachalotes
la tasa con que se descomponen. Es corriente que los grandes cefalópodos que constituyen su
realizar censos indirectos de los insectos dañinos presa. Es método que debe utilizarse con espíritu
a los bosques, basándose en las señales de su acti- crítico, como todos los métodos que se valen de
vidad. Aunque es posible contar directamente las la observación de restos de plantas y animales,
bolsas de orugas procesionarias (Thaumatopoea) y que tienen su mayor aplicación en paleoeco-
en otros casos es más conveniente estimar el logía.
(4~t&@~~~""
sólo al polen, sino a muchos otros restos orgáni-
cos, como células silicificadas de ciperáceas y gra-
míneas, algas, protozoos, etc., a todos los cuales
, .
~~"~~~~='.~'~~~
--- . <~~~~!:--\ "\
se aplica lo dicho. La gran acumulación de restos
de organismos, desde las diatomitas y radiolari-
, "\
,
I
I
tas, pasando por los yacimientos de Monte Bolca,
en Italia, tan abundantes en restos de peces, y
I
acabando por los materiales pleistocénicos del
Hill >2000 D 1000·2000
I
,
\
Rancho de la Brea, en Los Angeles, reflejan más
bien condiciones favorables a la conservación que
~ 500·1000 ~ < 500
no una especial abundancia de los organismos
respectivos o la ocurrencia de hecatombes. Fre-
cuentemente, existe cierta oposición entre restos
calizos y silíceos, por no coincidir las condiciones
que favorecen la conservación de unos y otros, lo
que se comprende por la mayor solubilidad de
la sílice en aguas de alta reserva alcalina (pági-
na 63). Aun cuando diatomeas y foraminíferos
son abundantes en todos los mares, suele existir
marcada exclusión en sus depósitos. Los organis-
mos marinos que viven en bahías muy produc-
tivas o encima de cubetas estancadas y anóxicas,
están sobrerrepresentados. Otros factores más es-
pecíficamente biológicos pueden destruir la pro-
porcionalidad en la representación. En el asfalto
del Rancho de la Brea, los carnívoros (cánidos,
Smilodon) se hallan en exceso y se supone que
acudían a cebarse en los herbívoros entrampados
(figs. 10-14 y 10-15).
En términos generales se trata de descubrir la
Figura 10-15 Distribución horizontal de frústu- relación existente entre la tanatocenosis o co-
los de dos especies de diatomeas en el sedi- munidad fósil 116 -o la tafocenosis o comunidad
mento del lago Valkiajiirvi, en Finlandia. El lago enterrada- y la biocenosis que fue su origen.
mide unos 500 m en su mayor dimensión, las Resulta útil hacer una distinción entre ejemplares
curvas de nivel corresponden a profundidades
de 5, 10, 17 y 20 m respectivamente y las cifras en buen estado y ejemplares desgastados por el
de abundancia se refieren siempre a la misma transporte después de muertos, distinción fácil en
cantidad de sedimento. Se refleja la naturaleza foraminíferos, moluscos y piezas óseas de ver-
planctónica de Tabellaria y el régimen de vida
litoral del género Achnanthes. Véase también la
tebrados. En éstos, además, el número de piezas
figura 4-35. (Según Z. Meriliiinen, Ann. Bot. del esqueleto correspondiente a cada individuo
Fennici, 8:160-176, 1971.) se considera como un buen indicio. Las especies
cuyos individuos están representados, cada uno,
por muchas piezas, es más probable que vivieran
más próximas al lugar de depósito que aquellas
TANATOCENOSIS especies cuyos individuos están representados por
huesos o dientes aislados. El objetivo ideal se
La observación de comunidades actuales puede puede expresar de manera muy abstracta. Debe-
ayudar a resolver problemas de interpretación de ríamos encontrar una función u operador que,
comunidades fósiles. El desarrollo de la palino- aplicado a la biocenosis, nos diera la tanatoceno-
logía ha conducido a examinar las relaciones exis- sis y dicho operador sintetizaría el efecto de innu-
tentes entre la representación del polen de distin- merables factores. De manera simplificada, debe-
tas especies arbóreas y herbáceas en sedimentos y ría expresar los cambios (en diversidad, por ejem-
turberas y la composición real de la vegetación plo) que resultan de la desaparición progresiva de
de que procede, en relación también con las con- los elementos más perecederos.
\jO
.0
24-
_>
1 o 100
~ 100 o 300 cuando coincide la presencia de zooplancton COI
~ 300 o 1000 fuertes gradientes de densidad, caso en el que s
1000 puede creer que el zooplancton forma estrato'
El uso simultáneo de varios ecosondadores de d
ferentes frecuencias aumenta enormemente las pe
10°
sibilidades del método. Hay que contar ademá
Figura 10-16 Evaluación de las poblaciones de con que las cavidades gasíferas de los organil
merluza. en Africa del Sur. por sondeo de eco. mas, por resonancia, refuerzan determinadas fn
Número es/imada de individuos por millón de cuencias.
metros cúbicos de agua, en el espesor de una Las poblaciones de especies que emiten lu;
braza por encima del tondo. (Según D. H. Cus-
hing. Fishery Inves!., s. 2. 25[10J:I-20. 1968.) dinoflageladas, crustáceos o peces, se pueden est
---1------~--____l30
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/!J~+JL.L-'-L..L-'--L.L-L.l.J.-L.w-l.-'--L..l.-L.l.J....L.L.J....J
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..O 50 55
i
~oo
oulter. en la parte inferior.
y número relativo de par-
300
tlculas por unidad de volu-
men de agua superficial,
1000 medido a lo largo de una
~
trayectoria entre Antártida y
Alriea. Las mayores densida-
i!¡i _\ - 00""'00'" des corresponden a las zonas
más productivas. Compárese
su posición con las figs. 5-19
y 5-24. (Según Sheldon
y Parsons 9. y J. M. San-
Feliu y R. Margale!. Bull.
Inst. royo Sci. Nat. Belgique.
44[31 JI-5. 1959.)
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1
I I
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1fI
70 ~--+--- ~--)
20 30
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Recapturas (N n ); números absolutos en la pane alta de cada casilla; debajo, valores relativos
Agosto
26 27 28 29 30 31
Total de individuos
capturados (Nc)
Existe un buen acuerdo entre la distribución distribución de plantas en una comunidad real,
observada y lo que cabe esperar si se cumple la diferencia entre lo observado y lo que sería
la ley de distribución de Poisson. Sin embargo, de esperar de la distribución de Poisson es
en el siguiente ejemplo, que corresponde a la considerable:
Para ver si la discrepancia entre los valores análogos resultan probabilidades inferiores al 1 %O,
calculados y los observados puede razonablemente que se deben considerar como indicativas de que
atribuirse al azar se pueden usar varios recursos. la distribución propuesta, es decir la de Poisson,
Uno de ellos se basa en la distribución de la fun- no es adecuada para explicar la distribución
ción estadística x2 (ji cuadrado). Si e es un valor observada.
calculado y o el valor observado, dicha función Este ejemplo tipifica las relaciones entre esta-
vale x2 = k [(e - O)2/C]. Buscando en las tablas dística y ecología, concretamente en los proble-
correspondientes el resultado de esta expresión, mas de muestreo. Cuando tenemos una serie de
calculada sobre los ejemplos anteriores, con el muestras, por ejemplo, densidades de plantas, o
número de grados de libertad apropiados, se en- de animales, en una serie de cuadrados, deseamos
cuentra la probabilidad de que pueda aparecer saber si estas diversas muestras son compatibles
como consecuencia del azar un ajuste igualo peor. entre sí, si su conjunto se puede considerar como
El número de grados de libertad es igual al nú- una caracterización adecuada de un colectivo más
mero de alternativas de elección en cada atribu- amplio del que forman parte; en otros términos,
ción, es decir, el número de clases menos una. En si después de contar las plantas en unos cuantos
este ejemplo, la conclusión es que la distribución cuadrados, podemos generalizar los resultados y
de Poisson se puede considerar como una descrip- considerar que la media resultante es aplicable
ción apropiada de la primera distribución, pero a toda una región más amplia. De entrE.da puede
no de la segunda. En efecto, la distribución de x2 afirmarse que la hipótesis de uniformidad u ho-
nos indica que en el 90 % de casos similares se mogeneidad sobre áreas amplias queda siempre
puede esperar una discrepancia igual o mayor en malparada en ecología. La homogeneidad de las
el primer caso, pero sólo en menos del 10960 poblaciones no existe ni tan sólo en una columna
en el segundo caso. Esta probabilidad es baja; de agua agitada y la cubierta viva de la Tierra
pero no excesivamente baja. En muchos ejemplos tiene el carácter de una estructura única, sin par-
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32
Figura 10-23 Diversas distribuciones
hipotéticas de 100 plantas en un cuadra-
r--!..--!'
l.
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.1 • ¡--;Lt-..r •r--·-
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do. a la izquierda. A la derecha distri-
buciones estadlsticas de las distintas
frecuencias en los pequeños cuadrados
l :. .: el.· •• que resultan de dividir el principal en
., .
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l...-"f----,j • t
•• I • '.
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otros cien (10 x 10). En el caso de la
parte inferior se propone el muestreo
. .
•
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L• l·
.J .L -; 131, separado de un área más poblada y d.
3 4 otra menos poblada. definidas arbitraria-
mente. Como ejercicio pueden buscarse
ji "" 1 s = 0,9
las distribuciones que se obtienen
censando 6 cuadrados d. 3 x 3 (lineas
......
de trazos) .
·.... ,
,:
,
,
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ji = 1,8
1 2 3
s::; 1,32
4
i = 0.2 s = 0.4 i = 1 s:.... 1.26
Tabla 10-4
Valores del cociente variancia/media en series de muestras de organismos planctónicos.
A. Fitoplancton de la ría de Vigo. 27 estaciones muestreadas. 30 de julio de 1955
Número de divi-
Especie S2/X =F siones en 24 h Movilidad
Stephanopyxis (= Skeletonema)
costatum 109,9 1a 2 inmóvil (diatomea)
Eucampia zoodiacus 4,6 cerca de 1 inmóvil (diatomea)
Ceratium turca 1,3 0,2 a 0,4 móvil (flagelado)
Generaciones
Especie por año Movilidad
3 3 3 18
Interacción, calculada por diferencia, 78,67 - (56,89 + 20,33) = 1,45
Dentro de cada grupo de 3 valores, 96 - 78,67 = 17,33
Cálculo de F
0,72
Para la interacción - - = 0,5, f 95 (2,12) = 3,89. No es significativa. El subíndice de f 95
1,44
se refiere al nivel de probabilidad; las cifras entre paréntesis son los grados de libertad
de las variancias que se comparan.
m' mne-"
Término general p(r.. l~ lJ P(~~It+11 = __ e- m P(.,,·k+l) = ---
k! k+l
la posibilidad de buscar y encontrar una c1asifi· metro, m = x = S2, la de Neyman tiene dos, m
cación mejor en la repetición sistemática de di- y n. Como es natural, es más fácil ajustar una
chos análisis ensayando agrupaciones diferentes expresión teórica a unos datos empíricos cuantos
de las muestras. más parámetros entren en la definición de la
función y algunas de las distribuciones propues·
tas, definidas por muchos parámetros, se convier-
OTRAS DISTRIBUCIONES ten fácilmente en simples fórmulas de interpola.
ción, con dudoso sentido biológico. Es posible
A veces, desviaciones significativas de la distri- hacer otras combinaciones, por ejemplo una dis-
bución de Poisson se pueden explicar con facili· tribución de Poisson de grupos, los cuales, a su
dad y de una forma que admite una expresión vez, se ajusten a una distribución al azar de otro
matemática simple. Al contar glóbulos rojos, en tipo 42. ' •. '9. 9••
suspensiones muy densas, puede haber interferen- Cuando se combinan varias distribuciones de
cias por contacto entre los que se van deposi- Poisson, cuyas medias varían según cierto tipo de
tando, de manera que el número máximo de los distribución (gamma), resulta una nueva distribu·
que se pueden acomodar en un área interviene; ción llamada de Pascal o binomial negativa, en la
pero si la suspensión se diluye y se vuelve a que la probabilidad de que una especie se presente
sedimentar, se recupera la distribución de Pois- 0, 1.2,3, ..., n, veces en una muestra viene expre·
son 111. En el fitoplancton se encuentran muchas sada por los sucesivos términos del desarrollo del
especies de células asociadas en colonias. El nú' binomio (q - p)-k, q = 1 + p, P = m/k. siendo
mero de colonias puede seguir una distribución m la media, y kpq la variancia 70. ' •• La distribu-
de Poisson; pero el número de células sigue una ción binomial negativa ha resultado satisfactoria
distribución de contagio, cuyas características de· para describir distribuciones en el espacio de lar-
penderán del número medio de células por colo· vas de Pyrausta nubilalis 70, de Bryobia rubriocu-
nia. el cual a su vez, no sólo se relaciona con la lus en árboles frutales 52, del lamelibranquio Mer·
biología del alga en aquellas condiciones, sino cenaria mercenaria 92, de diversos animales del
también con el grado de agitación y probabilidad suelo y de debajo de las piedras 53 y de la vege·
de rotura de las colonias a que haya sido some· tación de plantas superiores 43. Entre otras dis·
tida la muestra. En estos casos se puede conside· tribuciones asimétricas, la de Pareto se ha apli·
rar una distribución de Poisson compuesta, es cado a la distribución de personas físicas por su
decir una distribución de Poisson de grupos, de renta, de ciudades por su número de habitantes,
tal forma que el número de individuos por grupo y, en ecología, al estudio de la fauna del suelo 90;
sigue otra distribución de Poisson. La densidad una de sus expresiones más sencillas, que basta
de hormigueros, el número de hormigas por hor· para dar idea de su forma general, es p(x) = CX-k,
miguero y la densidad total de hormigas es otro siendo C y k constantes. Esta es una de las dis·
ejemplo de distribución compuesta. La distribu· tribuciones llamadas truncadas, sin clase de freo
ción de Neyman 77 es una distribución compuesta cuencia cero.
que ha sido usada en bacteriología, botánica y Se ha propuesto también el uso de muchas
entomología. Comparada con la distribución de otras distribuciones 2, 7, 43. 83, 86. 109, 110 que se ajus-
Poisson tiene las características indicadas en la tan más o menos bien a series de muestras de
tabla 10-6. comunidades. La distribución de las plantas en
La distribución de Poisson tenía un solo pará· una comunidad, a medida que pasa el tiempo,
Figura 10-25 Distribución al azar de 1000 cuadraditos blancos y otros tantos negros
que forman el mosaico del centro. Las otras dos distribuciones se han conseguido
cambiando solamente 100 cuadraditos en cada caso, de manera selectiva, en un caso
para conseguir un mayor contagio; en el otro, una mayor regularidad. Como ejercicio se
pueden estudiar distribuciones en submuestras y evaluarlas con ayuda de la figura 10-22.
(Según F. Laves, Die Chemie, 57, 1944.)
en en en
Q) Q) Q)
lodJ
<5 <5
a. a.
o
~
1-
~
1-
A B e D A B e D E A B e D
e/ases de frecuencia
Figura 10-26 Espectros de frecuencias para distintos tipos de vegetación: distribución
del total de especies en cinco clases por la frecuencia con que las distintas planta$
se encuentran en un gran número de cuadrados: A, del 1 al 20 %; B, del 20 al 40 %;
e, del 40 al 60 %; D, del 60 al 80 %; E. del 80 al 100 %. El espectro de frecuencia
depende tanto del tamaño de los cuadrados como de las caracterlsticas de la vegetación.
A, espectro normal para cierto número de muestras de la vegetación escandinava;
B, e, espectro de la asociación Rhynchosporetum albae, en Zugerberg; 8, estudiada
en cuadrados de 1 x 1 m; e, estudiada en cuadrados de 2 x 2 m, (Según e. Raunkjaer,
The life form of plants and statistical plant geography, Oxford, 1934; y J. 8raun-8Ianquet,
Pflanzensoziologie, Springer, Wien, 1951.)
Figura 10-27 Eiemplo del muestreo de una población de peces. a través de una pobla-
ción de barcas. A la izquierda. las barcas se distribuyen al azar. y el producto de sus
pescas se distribuye con contagio. A la derecha. la distribución de los peces sigue siendo
la misma. pero la distribución de las barcas muestra contagio y. el producto de sus
pescas, se distribuye al azar.
98
20'
Stephan pyxis ( keletone 71a) cost ~tum 1.// 95
Ría de Vigo. verano de 1955
/ 90
I
,r
/
80
70
Figura 10-28 Distribución de la /j
60
diatomea Skeletonema costatum en //' 50
el plancton de la Ria de Vigo. / ~
Los números de células en una 40
serie de muestras obtenidas en una // 30
red de puntos situados a distancias /;,V
uniformes dan distribución de con- 20
tagio. Si se toman los logaritmos ./
V
del número de células en vez de
simples números de células, los ./ 10
-k
x=----------
7tr/
-)
(1-
4 a2
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La diversidad
359
para determinarla. Casi todas ellas se basan en dad de tipo logarítmico, en la que las abun-
el estudio de una función que relaciona el nú- dancias de las distintas especies, ordenadas de
mero de especies con el área muestreada, dentro modo creciente o decreciente, se aproximan a
de una extensión homogénea o comunidad uni- una progresión geométrica, o, por lo menos, más
forme. Casi siempre el número de especies crece a una progresión geométrica que a una progre-
continuamente a medida que el área se amplía, sión aritmética 61. Si S es el número de especies
de manera que son inoperantes las propuestas de y N el de individuos, una expresión tan sim-
definir el área mínima como aquélla en la que ple como (S-1)/ln N, que expresa el número de
está representado el 80 % (u otra fracción cual- especies en función del logaritmo de la exten-
quiera) del total de especies. Un dato positivo es sión de la muestra, puede usarse como índice
de diversidad y refleja bien los atributos de
la misma, tanto en número total de especies
como en relaciones entre sus numerosidades
respectivas. También puede abordarse el pro-
Festucetum haller¡ blema estudiando el número total de especies
acumuladas (Sk) después de sacar la muestra que
hace el número k en una serie indefinida de
muestras similares. Es claro que cada vez es me-
nor el número de nuevas especies que se añaden,
y Sk+ I - Sk decrece con regularidad. Se puede
aceptar Sk = a + b k d , donde d es un índice de
diversidad 27. Este planteo tiene su recíproco:
dada una colección de individuos que pertenecen
50 100 m 2 a cierto número de especies, calcular el número
Figura 11-1 Relación entre el número de de especies que son de esperar cuando se reduce
especies identificadas y la superficie observada, progresivamente el número de individuos. Así se
para tres tipos diferentes de vegetación, desig- obtiene una curva teórica de rarefacción del nú-
nados con nombres de asociaciones. (Según
J. Braun-Blanquet, Pflanzensoziologie, 2. a ed,
mero de especies 78, comparable a la curva empí-
Springer, 1955.) rica especies/área. Aquella curva de rarefacción
se puede usar para comparar muestras desiguales
y como expresión de la diversidad.
Hacia los años treinta se manifiesta un interés
que la función emplnca indicada (relación espe- por la diversidad y por expresiones cuantitativas
cies/área) expresada en forma gráfica, da una de la misma, originariamente en Gran Bretaña
familia de curvas de notable regularidad aparen- y en el Japón. Curiosamente, la atención de los
te 23,89. Algunas especulaciones, relativamente an- ecólogos, más que a la diversidad en general, se
tiguas, acerca de las propiedades de la función dirigió preferentemente a examinar las regularida-
especies/área se aproximan al concepto de diver- des que manifiestan los números de las distintas
sidad 34a. especies coexistentes cuando se ordenan por nú-
El área mínima se podría definir de manera meros crecientes o decrecientes de individuos.
práctica y aceptable como aquélla para la cual Este tema está muy bien compendiado en un libro
la pendiente de la curva especies/área alcanzara de Williams 93.
un valor definido arbitrariamente y el mismo para Es notable la fe en la posibilidad de que una
todas las curvas. Si el número de especies se com- expresión sencilla pudiera abarcar y resumir los
para con el logaritmo del área (fig. 11-1), los resultados de un complejo tan grande de interac-
puntos se disponen aproximadamente a 10 largo ciones recíprocas y de otros fenómenos, como son
de una recta 19 o de una curva ligeramente sig- los que ocurren en un ecosistema, y cuya expre-
moide, pero poco diferente de una recta l. 29. Si sión es la aparición y conservación de ciertas rela-
se trata de una vegetación de densidad total apro- ciones numéricas entre las distintas especies. Hay
ximadamente constante, es obvio que, para com- que decir que la regularidad se observó primero
parar con el número de especies, se puede usar en el estudio de colectivos que no eran precisa-
indistintamente el logaritmo del área o el logarit- mente muestras completas de ecosistemas. Un co-
mo del número de individuos. Si suponemos a lectivo favorito estaba constituido por las mari-
todas las especies uniformemente distribuidas, es posas atraídas a la luz, durante una noche o una
claro que la relación linear entre número de serie de noches. En primer lugar, dichos lepidóp-
especies y logaritmo del número de individuos teros forman un segmento de cualquier ecosistema
indica una regularidad en la distribución de indi- completo y, en segundo lugar, acuden especies
viduos en especies, y precisamente una regulari- que no son representativas de un ecosistema uni-
1--------------r'2;9.,7
1-------------r2~~2
I-t~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ijf6¡ 203
189
1--------------r!1~~9
t==========J11~2
1-----------,-'9;11
I-----------r;r
1---------:¡Z""iP<aZ::,::;:~h:':"'i;n"-',;,Q=.a/~.:,:.::7s:..:::.;~~O;:.:i:U:.:...S--------,..,-!.101;42
1----------1::
1---------;.~~:.eQl~::~:n~te~'oT/(Uo~::"o~~;r=alo=ils-------rl6i~3
~-------~5~1
1---------------.J3~~0
1-- ~300
1--------~3648
1--------------..2....103300 1 - - - - - - - - - ; ;:
I-----------~~gg 1---------r'2~0
1 - - - - - - - - - - -....... \9 0 1-------~2025
1 7
1-- ----.....J 147
1------~11:
1-----------.,J1,O~7
1--- ---,.-----'91 1--------T'1~8
1--------~4~8 1------T1~6
1--- ......... 2
40 1--------r'1i
1-- ...,J35
1-- ~911
I----------Jli
29 8 Lagosyestanquesdela.reg ión
1---------.-'25 1-------r::-'6
centro-norte del estado de Colorado
1-- ~23
5
5 7263 individuos
1-- 66 especies
~19
5
1-------J1
1
i 4
4
Aguas corrientes de la región centro-norte
del estado de Colorado
6942 individuos
44 especies
La diversidad 361
Gadus cal/arias
Me anoarammus aegletmus I
Sebastes marmus, vlvioarus
Pol/achius virens 1
Anarhlchas uous, mmor
RemhardtlUs hiooonlossoides I
...-.. .......-_..... Hippog/ossus hippog/ossus
...-.._........,.---,.~I Brosme brosme
~
,LePidorhombus whiffiagonis
Squa/us acanthias
Limanda /imanda MAR DE BARENTS
Leionnathus solendens
Scomberomorus guttatus I
Chirocentrus dorab
Sco/iodon so. I
Sardinella gibbosa I
Lactarius /actarius I
Dussumiera hasselti
Caranx so. I
Hemirhamohus neornii J
Gerres filamentosus I
Arius so. 1
S¡IIano sihama T
Therapon quadfllmeatus I
Pe/lona sp. I
Rastrelliaer canaaurta
I
I
I
RAMESWARAM (INDIA)
10 100 1000
forme, sino de sistemas algo distintos y dispersos nida por su pertenencia a determinado grupo taxo-
sobre un área considerable. nómico.
Esta circunstancia es típica de los estudios so- En las figuras 11-2 a 11-5 se ofrecen diferentes
bre diversidad, en cuanto se pasa de un concepto ejemplos de distribuciones de individuos en espe-
teórico a mediciones prácticas. En realidad los cies, dentro de taxocenosis más o menos restrin-
estudios sobre diversidad se han realizado sobre gidas, a veces muy restringidas, que corresponden
muestras extraídas con cierta arbitrariedad de las a tipos de ecosistemas más o menos laxamente
comunidades naturales. La selección tiene un do- definidos. Estos ejemplos son representativos y
ble signo, en primer lugar uno de escala y de podrían multiplicarse con mucha facilidad.
técnica. Se estudia el zooplancton, las bacterias, La regularidad de éstas y otras distribuciones
la vegetación superior, la fauna del suelo; pero semejantes condujo al deseo de ajustar o inter-
nunca un ecosistema completo. La segunda limi- polar una función matemática. Si se trata de una
tación es de tipo taxonómico: se estudian las fane- función bastante simple, los parámetros que la
rógamas, los insectos -o un grupo de insectos-, definen se pueden usar como índices de diver-
o los vertebrados. Por causa de esta última limita- sidad.
ción es correcto decir que los datos de diversidad La distribución más simple es la propuesta por
se refieren tradicionalmente a taxocenosis. La diversos autores japoneses 61 según los cuales los
taxocenosis es aquella parte de la comunidad defi- números de individuos de las distintas especies
formarían una progreslon geométrica. Esta ley aquí que en ellos dicha curva aparezca truncada.
está implícita en la aceptación de una relación Preston ha apoyado su proposición con datos
lineal entre número de especies y logaritmo del sobre censos de aves (fig. 11-6). La adopción de
número de individuos, usada por los botánicos. logaritmos de base dos, para representar la abun-
Fisher, Corbet y Williams 16 proponen una distri- dancia de las especies, puede ser cómoda. En
bución estadísticamente más refinada, pero que plantas se observan distribuciones intermedias
postula que los valores medios de las densidades entre la progresión geométrica y la lognormal 62 ;
de las distintas especies siguen una función de la vegetación en peores condiciones se aproxima
tipo gamma. El índice alfa de estos autores ha más a la primera; en ambientes más favorables,
sido un índice de diversidad muy usado. Según a la segunda. La regularidad aparece como ex-
Preston 74, 75, la distribución sería básicamente presión estadística de gran número de fenómenos.
lognormal: si repartimos las especies en clases Alguna conclusión se puede deducir de que se
de abundancia, de manera que cada una contenga siga cierto tipo de distribución (logarítmica) y
doble número de individuos que la clase anterior, no otra.
los puntos que indican los números de especies MacArthur 43 propuso el modelo siguiente: su-
que están en cada caso dibujarían una curva simé- pongamos una recta y dejemos caer sobre ella
trica en forma de campana. Sin embargo, los s - 1 puntos, de posición aleatoria, que la cortan
colectivos estudiables son siempre incompletos, de en s segmentos. Se puede imaginar que estos
La diversidad 363
593841
2041
1
350
1
227 1
180
1
1
115
461
331
251
12 1
71
61
41
31
10 100 1000 10000
Figura 11-4 Distribución por especies de una colección de dlpteros del género
Phlebotomus, capturados en Ceará, Brasil. Las especies se han ordenado por número
decreciente de individuos, representado en escala logarltmica. (Según Deane y Deane 14.)
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AnoplodiJClyluS lentus
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A,,,,.lSIJ C'flfJtiJlJliJnt"~
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Chionf! 9rus
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Osfre.J equestris
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Po!vdota S"
NcrelS occ,denloJ¡'s
erani.) sp
L,fho/JhagablslJlciJfa
Lembos webSfcn
Caprell.) qeomefrica
Slenolhoes!J.
Syll,sgtaclhs
Individuos
La diversidad 365
son fluctuantes y, por ello, rigurosos. Las fluctua- Tabla 11-1
ciones periódicas intervienen en el sentido que Número de huevos por hembra,
cualquier muestra obtenida en un momento dado en varias especies de crustáceos decápodos
~omprende unas especies favorecidas en aquel
del Mar Negro 35.
Instante y, por ello, representadas por muchos in-
dividuos, más una serie de especies escasas, res- Carcinus mediterraneus 357 110
tos de poblaciones precedentes o inicio de otras Eriphia verrucosa 134452
futuras. En el mismo sentido la escasa partici- Macropipus holsatus 9102
Macropipus arcuatus 9000
pación de un gran número de especies se explica
Pachygrapsus marmoratus 7729
por la presencia de individuos de especies que Xantho poressa 7654
alcanzan su mayor desarrollo en otros sistemas Crangon crangon 2714
próximos: la diversidad del plancton es ligera- Palaemon adspersus 1206
mente aumentada por numerosos elementos de un Palaemon elegans 670
plancton accidental o ticoplancton, especialmente Diogenes pugilator 477
frecuentes en lagunas poco profundas. Hippolyte longirostris 209
La evolución es un factor de diversidad. Una Macropodia aegyptia 186
Athanas nitescens 138
población mixta es un pequeño modelo de la
Pisidia longicornis 124
biosfera, cuyas propiedades refleja. En la Natura-
leza existen pocas especies ampliamente distri-
buidas y representadas por muchos individuos, y
un número creciente de especies más localizadas
y que requieren condiciones de vida más estre- tura compleja. Este pensamiento ha sido expuesto
chamente definidas, representadas por menor nú- de una forma muy sencilla por Odum, Cantlon
mero de individuos. La evolución es un proceso y ~ornicker 64: «De la misma manera que una
que se acelera a sí mismo, ya que las especies sociedad humana requiere definidas relaciones
que forman poblaciones menores, o que quedan numéricas, temporalmente fijas, aunque variables
reducidas a un pequeño número de individuos en en la historia, entre personas dedicadas a las di-
ciertos momentos, ofrecen mayores oportunidades versas profesiones, en agricultura, industria y ser-
al aislamiento y a la deriva genética, de forma vicios, la organización de las cadenas alimentarias
que, cuando una estirpe entra en la vía de la y toda suerte de relaciones interespecíficas en el
especialización con la consiguiente limitación nu- ecosistema requiere cierta regularidad numérica
mérica y aislamiento de sus poblaciones de inter- y la autorregulación en el ecosistema conduce a
cría, el número de especies puede crecer en razón ella». Este punto de vista se desarrolla con mayor
geométrica. Este hecho se refleja indudablemente amplitud en el último capítulo. Aquí basta añadir
en la diversidad de los ecosistemas. que dichas relaciones no sólo determinan cierta
No es válido relacionar la diversidad con cual- regularidad en las relaciones numéricas entre
quier distribución de las tasas de multiplicación especies, cuya expresión es la diversidad, sino que
de las especies, porque no existe relación entre también imponen un límite superior a la diversi-
la tasa de multiplicación y la abundancia de las dad. Una diversidad excesiva resulta incompatible
especies; pero siempre que se habla de números con el mantenimiento de una organización, si
esta organización es dinámica, es decir, si co-
que forman una progresión geométrica o una dis-
tribución lognormal, se piensa en una distribu- rresponde a un estado estacionario en un haz de
ción más sencilla de las tasas de aumento que las procesos que se influyen mutuamente. La diver-
sidad de los organismos conservados dentro de
generan, lo cual es una ilusión. La distribución
las vitrinas de un museo no es funcional. Una
de la fecundidad en una taxocenosis recuerda a
gran diversidad casi siempre corresponde a una
menudo una distribución de individuos en espe-
débil interacción entre los elementos del conjunto.
cies, como puede verse en el ejemplo de la tabla
11-1, aunque en éste y otros casos los números
de individuos no guardan relación alguna con la
fecundidad. MEDIDAS DE LA DIVERSIDAD
El individuo como unidad
Más que con la valencia ecológica de las espe-
cies, con el resultado de la evolución, o con las Si se tiene una distribución de individuos en
tasas potenciales de aumento, la regularidad en la especies y se ajusta a una de las expresiones ma-
distribución de números de individuos en espe- temáticas que se han propuesto, algún parámetro
cies asociadas se ha de relacionar con interaccio- de la expresión elegida puede ser considerado
nes específicas de los ecosistemas. La diversidad como índice de diversidad. Pero puesto que el
es necesaria para el mantenimiento de una estruc- ajuste no siempre es perfecto, como medida usual
El valor 1 - 1 es apropiado como índice de di- Figura 11-7 Distribución de los valores de
diversidad calculados para 1073 muestras de fito-
versidad. plancton marino del NE de Venezuela. La distri-
Puede servir de índice de diversidad cualquier bución no es muy asimétrica, alrededor de los
función monótona que tenga un valor mínimo valores más frecuentes de 1,8 a 2,4 bits por
individuo.
cuando todos los elementos pertenecen a una
misma clase -todos los individuos a una misma
especie- y un máximo cuando cada elemento per-
tenece a una clase distinta -cada individuo es
expresiones anteriores. En la primera de estas
de una especie distinta-, y que, además, reúna
dos expresiones intervienen probabilidades, lo
ciertas condiciones como son: ser poco sensible
cual puede ser particularmente adecuado para el
a la extensión de la muestra y ser invariante a
estudio de la vegetación en términos de cobertura,
cierto número de operaciones de selección reali-
y cada probabilidad puede ir afectada de cierto
zadas en las muestras. Dichas operaciones pueden
intervalo de error, de forma que es posible estu-
consistir en una extracción al azar; pero también
diar la transmisión de los errores y calcular unos
en selecciones no tan aleatorias, como las repre-
límites de confianza para el valor numérico de la
sentadas por el uso de determinadas técnicas de
diversidad que resulta 70, 71. En la segunda expre-
muestreo o la elección de determinado grupo ta-
sión, tal posibilidad no existe, pues representa
xonómico. La expresión que ofrece quizá más
una función del número de combinaciones que
ventajas es la fórmula de Shannon-Weaver 79, usa-
pueden hacerse con unos elementos perfectamen-
da en teoría de la información (1957):
te definidos. En cualquier caso, la diversidad ex-
H = -:E Pi log2 Pi siendo :E Pi = 1 presa ciertas características de la división de un
esta expresión es equivalente a la de Brillouin 2, conjunto en varios subconjuntos. La expresión
que es la misma usada por Boltzmann como ex- - I.Pi log2 Pi' por su carácter logarítmico, se aco-
presión de la entropía estadística, dividida por el moda a la distribución habitual de las numerosi-
número de elementos N. En ella se emplean los dades de las especies asociadas, con el resultado
números reales de individuos N, de las distintas práctico de que cualquier serie numerosa de di-
especies, N a' N b oo., siendo N el número total de versidades calculadas sobre muestras distribuidas
individuos en la muestra en el espacio o en el tiempo en un ecosistema
N! tiene una distribución aproximadamente normal,
H = (1/ N) log2 - - - - - lo cual permite aplicarles determinados métodos
Na! N b ! .ooN)
estadísticos (fig. 11-7).
Obviamente Pi = NJ N, Y si en la segunda expre- Aunque los ecólogos cuyo espíritu está más
sión se sustituyen los factoriales por su expresión cerca de la estadística matemática se sienten más
aproximada basada en la fórmula de Stirling, se atraídos por la expresión de Shannon-Weaver,
deduce la identidad, ¡Jara Ni ~ 00, de las dos para el biólogo resulta más expresiva la fórmula
La diversidad 367
~ _ - - transición - - -
"g 100r---------¡----,---------,------,.----..---------.
iC> ~
~ ~ ~
~ ~
~ ~
g 20 ~:
i diversidad 2,65
C'Cl
Z 10r------+--i--------l:.,e_~!.--"'"74-~+_7"L+~~.,e_-+---~
en
~
"u
~ 5~===!==t===;;;¡;;:::~r--~L..--V__::;14___"71----+---------l
~
en
~
~
"O
C'Cl
"g
C'Cl
§
~ tiempo--
Figura 11-8 Si en una población mixta aumenta el número total de individuos, mante-
niéndose las mismas proporciones entre las distintas especies, la diversidad sigue siendo la
misma. Sin embargo, normalmente la diversidad descenderá temporalmente durante la fase
de transición, por cierta demora en el aumento de unas especies con respecto a otras,
tal como se muestra en este gráfico. Se supone que los números de individuos de las
siete especies consideradas forman una progresión geométrica.
menos elegante de Brillouin. Hay, por lo menos, El uso de expresiones pedidas a la teoría de la
dos razones para ello. En primer lugar, expresa información ha sugerido extensiones de esta teoría
la diversidad como una función del número de a la interpretación de las comunidades que no
relaciones que pueden construirse entre determi- siempre están justificadas. Desde el punto de vista
nadas clases de elementos. Una mayor diversidad del que hace el muestreo, una mayor diversidad
se traduce inmediatamente en un mayor número representa una mayor incertidumbre en la identi-
de tipos de relaciones de alimentación, parasitis- ficación de un individuo extraído al azar. Si sólo
mo, simbiosis y otras posibles interacciones. ,In- tenemos dos especies y ambas son equifrecuentes,
dudablemente, la complejidad de la red alimen- la incertidumbre es del 50 %, dos alternativas
taria se relaciona con la diversidad 66. En segundo igualmente posibles, y la identificación que da la
lugar, la expresión que usa factoriales es muy certeza proporciona la unidad de información,
apropiada para demostrar los cambios que expe- es decir un bit. Con cuatro especies equifrecuen-
rimenta la diversidad como consecuencia de alte- tes, la diversidad será de dos bits. La unidad de
raciones en el ecosistema. Todo cambio se reduce información es perfectamente intuitiva como ex-
a la sustitución de un individuo de una especie presión de la diversidad. También tiene sentido
por uno de otra. Supongamos que se quita un ecológico, pues es, hasta cierto punto, una medida
individuo de la especie a y se añade otro de la del grado de incertidumbre acerca de la especie
especie b. La diversidad después del cambio será a que pertenece el vecino más próximo de cual-
quier individuo de la comunidad. Lo que para el
1 N! observador externo representa una incertidumbre,
H' = - logz - - - - - - - - - - - - corresponde a una información, o a una medida
N (Na 1)! (N b + 1)! Ne'" N s de organización, si consideramos la situación co-
1 Na mo fruto de interacciones en el propio ecosistema.
H'=H+-log z - - -
N (N b + 1) Para calcular la diversidad se utilizan las tablas
de factoriales (generalmente dan loglo N!, que lue-
Es decir, la sustitución de un individuo de una go deben pasarse a logaritmos de base 2) o bien
especie rara por uno de una especie que ya era tablas de la función Pi logz Pi (fig. 11-9). Muestras
más numerosa hace disminuir la diversidad y vi- de 500 a 1000 individuos dan una aproximación
ceversa. Nótese que la diversidad ha de aumentar que es suficiente en relación con el estado actual
a medida que se constituyen cadenas alimentarias. de los problemas planteados.
Por el contrario, ha de disminuir durante cual- Sobre el valor numérico de la diversidad influ-
quier transición (fig. 11-8). yen el número total de especies y la distribución
0.5
If
I
/
" ,~
~
/ \
0.4
/
If
~ ,
I \
I \
'0.
I \
i 0.3
~ \
'0. J \
J \
J
I \
0.2 ~ \
\
I \
I \
0.1
I
I
\ ,
I 1\ Figura 11-9
I \ Valor de la función
I
,
\ -Pi log2 Pi
para todos
\ íos valores posibles
de Pi (entre O y 1).
0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 p i
de los números de individuos de las diferentes Otras hipótesis merecen comprobación y puede
especies y se ha propuesto mantener o expresar compararse la diversidad de la muestra real con
separadamente las dos características 38, 40, 50. 70. ]a diversidad de una muestra hipotética con los
La manera más simple de hacerlo es comparar la mismos números de individuos y de especies, pero
diversidad calculada sobre la muestra con la di- con la distribución de individuos en especies que
versidad máxima que podría dar el mismo con- siguiera una hipótesis determinada, por ejemplo,
junto de especies, es decir, suponiendo todas las la de MacArthur 38. Otros autores prefieren una
especies equifrecuentes. Puesto que esta hipótesis expresión de la «redundancia», de forma
de referencia es ecológicamente absurda, es posi- 37
ble que aquella distinción tenga menos valor del R= lOO (I-~)
H
que se le ha supuesto. De hecho, cuando hay más max
S9
especies, su representación es menos desigual que R= H max - H
cuando hay unas pocas. o
H max - Hmin
En relación con la forma adoptada en la última
expresión, esta hipótesis, o cualquier otra, se pue- H min es la diversidad mínima, en la hipótesis de
de analizar descomponiendo la diversidad en la que todas las especies menos una están represen-
siguiente forma tadas por un solo individuo, y la que queda por
factoriales de la ]
distribución hipotética
H =N
1 [
logz
N!
factoriales de la
+ logz - - - - - - - - -
Na! N b ! oo. N s!
distribución hipotética
24 La diversidad 369
el resto de individuos. Si se acepta como referen- solamente en el número de especies y en el de
cia cierta diversidad «ideal», el cociente entre individuos (el más sencillo de estos índices y no
la diversidad observada y la que correspondería el peor es d = (5 - O/In N). La correlación falla
a la distribución teórica se ha podido considerar cuando se presenta alguna perturbación en la se-
como una medida del grado de organización de la cuencia natural de acontecimientos. Así, por ejem-
comunidad 24. plo, en el plancton marino, la correlación deja
De ordinario existe una correlación positiva en- de ser significativa en los momentos de mezcla o
tre los índices de diversidad, calculados según la bajo la influencia de otras perturbaciones hidro-
teoría de la información, sobre los números de gráficas. De aquí se deduce que la sucesión normal
individuos de todas y cada una de las especies, en una comunidad conduce al mantenimiento de
y los índices calculados en la hipótesis de un relaciones regulares entre los números de las dis-
ajuste de la representación de las distintas espe- tintas especies.
cies a cierta distribución teórica, índices que son Existe una correlación negativa entre diversi-
más fáciles de calcular, porque en general se basan dad y manifestación de dominancia. Sólo se puede
hablar de especies dominantes (pág. 419) en
comunidades de diversidad baja. En muestras de
la vegetación superior, la correlación entre la di-
versidad y la fracción que representa la especie
0,10
dominante se ha encontrado que fluctúa entre
0,05 -0,92 y -0,98 73. El número de especies repre-
sentadas cada una de ellas por más del 10 % del
total de individuos, está inversamente relacionado
0,60
2,47 con la diversidad, de manera obvia 91.
0,50
La diversidad 371
O'
•
Diversidad de peces • • • •
• • •
• •
. •. •
,;
.,,---. • • •
• ••
Diversidad de eufausiáceos • •
•• •
• • • • •
• ••
•• • •
• • • • •
• •• .----..
• •
• •
Diversidad de copépodos
•
•
•
100
90
60 ••• •
70 • •
60 • •
•• ••
0" de copépodos zoófagos
50
40
• •
..
30
20 •
10 ~
O
34 23 16 17
Fi gura 11 -11 Diversidad de distintos conjuntos faunísticos y tanto por 100 de copépodos
zoófagos en el total de copépodos, a lo largo de una sección ecuatorial del Océano
Pacifico. Existe tendencia a un aumento de la diversidad de Este a Oeste.
(Datos comunicados por J. A. Gueredrat.)
La diversidad 373
100
5 5
c: 100
Q)
"'O ~
III "'O
~
"'O
~
'O 'O
200 Q:
Q:
200
largo tiempo con una estabilidad suficiente para norte de Borneo 30 señalan igualmente un aumento
el desarrollo de una fauna armónica (fig. 11-14). de la diversidad a medida que se desciende (figu·
En los ríos la diversidad es menor que en las ra 11-15). La diversidad puede bajar en los tramos
aguas estancadas (fig. 11-2 inf.) y aumenta, en inferiores de los ríos como consecuencia de la con·
general, aguas abajo 89a. Los datos de Harrel y 00- taminación o de la mezcla con agua salada.
rris 26 (tabla 11-2) son particularmente ilustrativos,
se refieren a invertebrados macroscópicos del La contaminación del agua determina un des-
bentos fluvial. Datos de Inger sobre la diversidad censo de la diversidad, tanto por establecer con·
de la fauna de peces en un sistema fluvial del diciones rigurosas que pocas especies pueden re·
Tabla 11·2
Diversidad de las poblaciones de invertebrados macroscópicos del bentos
en un sistema de afluentes del Olter Creek (Estados Unidos 26) •
1 744 0,40
2 189 0,87
3 39 2,14 0,6-3,7
4 7 5,04 1,2-3,3
5 2 9,57 2,1-3,8
6 (Otter Creek) 14,60 2,0-3,8
La diversidad 375
plancton marino es una pobre estima de la di-
versidad del conjunto, porque aquellos organismos
faltan casi totalmente en aguas muy estabilizadas.
Esta correspondencia se extiende a otras posi-
bles diversidades, por ejemplo, a la diversidad
en el tamaño de las partículas en suspensión, o a
la diversidad de los pigmentos. La diversidad
específica de las poblaciones de fitoplancton gene-
ralmente se puede relacionar bastante bien con
un índice que viene a expresar la diversidad de
sus pigmentos (fig. 11-17) Y.~e_ asocia con caracte-
rísticas en la utilización de la luz (fig. 11-18).
Cuando se fusionan diversos grupos, por ejem-
plo si estudiamos la diversidad de los cladóceros
y, separadamente, la de los copépodos, y luego
deseamos expresar la diversidad de los crustáceos
en general, fusionando los colectivos indicados
y quizás algunos otros, las diversidades no varían
sensiblemente, porque las especies de las distintas
Figura 11-16 Distribución de la diversidad, series se intercalan y reorganizan en una nueva
calculada sobre las especies arbóreas solamente, distribución que, las más de las veces, tiene la
en los bosques caducifolios de la parte oriental
de Estados Unidos de Norteamérica. (Según
Monk 59, calculado sobre 326 inventarios de
1,8r--T----.----.-----.-----.--........,....---.------..........
E. L. Braun, Deciduous forests of eastern North
America, The Blakiston Co., Philadelphia, 1950.) ~ 1,6 4,0
E 1,4
u
Cl 1,2 3,0
E
cializados en direcciones muy diversas, puede ser
un buen indicador de la diversidad total. Tal es i· 1,0
1
c:
ponentes tengan unas posibilidades de vida más 0,4 1,0
restringidas puede no estar correlacionada con
la diversidad de grupos menos exclusivos, o con la
:5 0,2
del conjunto: la diversidad de las diatomeas del 0,0 Mayo Junio Julio Agosto Sept. Oct. Novbre. 0,0
S. LLOREN<; _2,10 ~
Renovación media misma forma que las primitivas. Las únicas dife-
CAMARASA de la biomasa, en días rencias importantes que cabe esperar en tales si-
1,5~ _ ~ -
tuaciones es que los conjuntos que corresponden
_ 1,76
aun nivel trófico más bajo, o que representan
allANA -ESCALES
subsistemas más fluctuantes, muestren una diver-
1 L.-. ~I ....III....- ,¿""...I_....
sidad propia menor.
4 5 6 7 Al realizar semejante composición de div~rsida
0430/0665
des nos damos cuenta de que, frecuentemente, en
cada taxocenosis se tiene una determinada distri-
Figura 11-17 Relaciones entre la diversidad bución de individuos en especies; y que la repre-
calculada sobre la distribución de células en sentación de las diferentes taxocenosis elementales
especies, cociente de pigmentos D430/D665' Y tasa
de renovación del fitoplancton en varios embalses en un colectivo más amplio sigue una ley de dis-
del NE de España, verano de 1962, tribución parecida. Así, existe una diversidad
determinada, alta o baja, dentro de los ácaros, Si nos fijamos en la fórmula H = -l:.p¡log2P¡,
de los colémbolos y de los otros grupos de la fauna deduciremos que la diversidad .:..s la misma mien-
del suelo; pero al combinar los distintos gru- tras la representación de las distintas especies
pos, ácaros y colémbolos pueden estar en cabeza permanezca constante. Tal constancia es ilusoria:
y luego siguen otros grupos de abundancia pro- una muestra muy pequeña forzosamente conten-
gresivamente menor, con una distribución tal que drá una representación de pocas especies y, si tan
recuerda la de las eSp'ecies dentro de cada uno pequeña es, un solo individuo de una sola especie,
de los grupos. Semejante regularidad se mani- con diversidad igual a cero. Por otra parte, al
fiesta en las interacciones: la frecuencia de las ampliar la muestra siempre es probable encontrar
distintas especies de Bombus (en Lublin 0) se ajus- nuevas especies, además de cambios en las pro-
ta a una serie decreciente habitual, la distribución porciones de las que anteriormente existían y la
de las especies de plantas en función de la fre- tasa de decrecimiento en la adición de nuevas es-
cuencia con que se capturan abejorros en ellas, pecies al ampliar la muestra se relaciona con la
también, y las capturas de Bombus de una misma diversidad inicial 27. Encontramos aquí y en una
especie en diferentes especies de plantas no pa- forma ligeramente diferente los mismos proble-
rece ser sustancialmente diferente. Esta repetición mas que hacen confuso el concepto de área
y encajonamiento progresivo de un mismo motivo mínima. Es, por tanto, preferible, hablar de es-
de distribución sólo puede darse en distribuciones pectro de diversidad, en el que la diversidad es
de tipo logarítmico. La expresión elegida de la función del tamaño de la muestra, que de diver-
teoría de la información resulta ser la más apro- sidad a secas, sin referencia espacial alguna.
piada. por ser invariante a numerosas formas de El concepto de espectro de diversidad se puede
selección que se dan tanto en la Naturaleza como ilustrar particularmente bien con un ejemplo del
por parte del observador. plancton (figs. 11-19 y 11-20). A base de un mues-
treo muy intenso dentro de un volumen reducido,
es posible calcular las diversidades que correspon-
~sp~ctros de diversidad den a volúmenes de agua crecientes, y trazar los
Las medidas de diversidad han de hacer refe- correspondientes espectros. Estos espectros difie-
rencia a un espacio, al espacio ocupado por la ren de unos lugares a otros, y de tal manera que
muestra sobre la que la diversidad se ha calculado. su interpretación es fácil. En agua turbulenta, la
La diversidad 377
,.P E
Espectro de diversidad
.1·
I
,."
,-/
" 405
~
• / • Superficie
_.-.-. 3,84
&. 3 AO-'-'-'
-._·-:r·-· - 3.21
"O Q)
"O
Cñ
C. ~
« ~ ~ o
a..
Figura 11-20 Representación de los mismos datos que han servido en la fig. 11-19,
en forma de espectros de diversidad: los que corresponden a las regiones (A) y (E) de
la figura anterior, más otros que corresponden, respectivamente, a los ocho bloques
superficiales (O a 20 m) y a los ocho profundos (20 a 40 m). En los lugares donde
el agua y las poblaciones estaban más mezcladas, la diversidad aparece exageradamente
aumentada sobre espacios muy pequeños (efecto de Hutchinson).
diversidad sube rápidamente al aumentar el tama· muestra pequeña o normal, por ejemplo, y de
ño de la muestra y luego se estabiliza, se tiene un diversidad de motivo o div. beta (<<pauern diver-
espectro de tipo más bien rectangular. Puede sity») con referencia a la diversidad que deriva
decirse que la diversidad es excesiva sobre distan- del hecho de que pequeñas estructuras aparezcan
cias pequeñas y deficiente sobre distancias gran· diferentes unas de otras y combinadas en estruc-
des. En ello se puede ver un efecto de la turbu· turas mayores. La intensidad de «pattern» se pue-
lencia del agua, que mezcla poblaciones sobre de expresar por el resultado de dividir la diversi-
espacios considerables, uniformizándolas, a la vez dad beta por la diversidad alfa. Obviamente las
que impide la segregación local. Por el contra- comunidades naturales difieren considerablemente
rio, en agua más estable, el espectro de diversi· unas de otras a este respecto: en ciertas comuni-
dad es de tipo diagonal, aumentando gradualmen- dades, como el plancton de aguas turbulentas,
te la diversidad: puede interpretarse en el sentido una pradera, etc., la diversidad aumenta poco al
de que existen estructuras pequeñas distintas unas ampliar la muestra, mientras que comunidades de
de otras, combinadas a su vez en estructuras gran- alta organización, como la selva tropical, o el
des, distintas también unas de otras, y así sucesi- arrecife coralino, tienen un espectro de diversidad
vamente 54,55. Lo más interesante de este ejemplo constantemente ascendente, es decir, muestran una
es que para cierta dimensión de muestra se tienen alta diversidad de diseño o modelo. Hasta cierto
las mismas diversidades en los dos casos --donde punto se pueden encontrar analogías en otras
se cortan las dos curvas-; pero, en realidad, situaciones: un cuadro de los grandes maestros
dichas situaciones corresponden a motivos de or- clásicos, con muchos temas, combinados para per-
ganización completamente diferentes en las res· mitir nuevas interpretaciones a medida que se
pectivas comunidades. Este hecho, indudablemen- aumenta la superficie que se considera de la tabla,
te generalizable, aconseja cautela en la interpre- corresponde a un espectro de diversidad de tipo
tación de muchos datos sobre diversidad. diagonal, mientras que ciertas formas del llamado
Pielou considera al espectro como algo discon- «op-art» constituyen representaciones típicas de
tinuo, por lo menos en su forma de expresión, lo que puede dar un espectro de diversidad de
y habla de una diversidad de especies (diversi- tipo rectangular.
dad alfa), para referirse al nivel inferior, de una La aplicaeión de la noción de espectro de di-
10:
~
: 30
30mL..JL...J
40
t j~~ ~mU eOm
~
Cumbre Taplldc Taplldc Taplldo Banda de
Broóf,losFestucaseca Avena pratcmsis Conarla
Figura 11-21 Diversidad calculada sobre conjuntos de 33, 99 Y 209 individuos centrados
en puntos sucesivos, en una transección de la vegetación en Sant Quirze de Safaja
NE de España. Además de una escala 1 a 100 se dan las distancias en metros. La
diversidad baja mucho en un pradecillo de Avena, pero el descenso queda amortiguado
al calcularla sobre un segmento mayor de la transección. Hacia el punto 24 se tiene
un espectro más «rectangular» y hacia el 76 uno más «diagonal». (Según J. Rucabado
y J. Camarasa, inédito.)
La diversidad 379
treado. Si b¡ es la biomasa relativa de la es- Al fin y al cabo, la cubierta viva de la Tierra se
pecie i (1: b¡ = 1) Y t¡ el tiempo necesario para puede considerar como un mensaje escrito con
que sólo la mitad de los elementos iniciales per- diversidad de estilos, y, de la misma manera que
sistan en el espacio de medida (habiendo desapa- es posible una cuantificación de la información
recido los demás por mortalidad, sedimentación transmitida por un mensaje y una cuantificación
o migración), entonces la medida propuesta sería de los estilos, es posible también reconocer dife-
1 rencias locales de estilo -es decir, diferencias en
H - ---o Puesto que la turbulencia del agua la organización de unos y otros ecosistemas- y
1: b¡t¡
hasta pretender cierta medida del grado de orga-
hace muy poco probable la persistencia de un alga
nización. Pero mientras que ciertas comunidades,
en un pequeño volumen después de un tiempo, in-
como un bosque, o bentos sobre sustrato sólido,
cluso corto, la aplicación de esta expresión a los
tienen una gran permanencia, siendo comparables,
datos de la figura 11-19, desvalorizaría fuertemen-
hasta cierto punto, con un texto impreso, otras
te la diversidad del plancton de agua turbulenta.
comunidades, de las que puede servir de ejemplo
el plancton, y especialmente el de aguas turbu-
La aplicación de la expresión de Shannon-Wea-
lentas, serían comparables con un libro en el
ver- a la medida de diversidad fue sugerida por
que las letras o grupos de letras estuvieran suje-
su utilidad, en teoría de comunicación, para la
tas a cierto tipo de agitación térmica que cam-
medida de la información contenida en mensajes.
biara continuamente sus posiciones. Es claro que
este libro sería ilegible, aunque podríamos dedu-
cir el idioma en que está escrito y quizá el tema.
La diversidad, sin más, es un pobre índice de
organización: su escala se amplía y completa si
se tienen en cuenta otras dos nociones: la de
persistencia y la de espectro, la primera relacio-
150 nada con el tiempo y la segunda con el espacio.
Acumulación de petróleo
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Tipificación, clasificación
y ca rtog rafía
de las comunidades
383
Tipificación y cartografía se nos imponen por solo, de manera que, a pesar de la gran complica-
las necesidades prácticas. Se requieren mapas co- ción de los organismos, el procedimiento seguido
mo base de cualquier programa de evaluación de para su clasificación es relativamente simplificable
recursos y planificación de su uso. En virtud de y encuentra una expresión cómoda en las claves
las correlaciones de estructura y función que exis- dicotómicas habituales de las obras de clasifica-
ten en el ecosistema, la adscripción a determinado ción. En las comunidades, sin embargo, la corre-
tipo corresponde automáticamente a aceptar una lación entre las diversas características es mucho
serie de implicaciones en relación a estabilidad, más débil. Precisamente, uno de los métodos de
producción, capacidad de regeneración, explota- análisis más eficaces consiste en la búsqueda de
bilidad, etc. grupos de caracteres más o menos correlacionados
Promediar de manera significativa las caracte- entre sí (componentes principales en la explica-
rísticas de una serie de comunidades plantea un ción de la variabilidad total).
problema estadístico grave. Más difícil es todavía La tipificación y clasificación de las comunida-
sentar criterios para tomar decisiones en cuanto al des ha sido inspirada por la definición de espe-
número de grupos a formar y a cómo formarlos, cies en los organismos y su clasificación. Aparte
en base a una colección de comunidades o de la de varias diferencias fundamentales, desde el
expresión abreviada de las mismas. Este proble- punto de vista estadístico es decisiva la falta,
ma se simplifica a veces de por sí, por las limita- ya indicada en el párrafo precedente, de buenas
ciones de los datos originarios. Usualmente, los correlaciones entre los diferentes atributos de la
datos que se poseen sobre una comunidad consis- comunidad, cuando se estudian estadísticamente
ten en una lista de las especies presentes -incom- colecciones de inventarios. La decisión puede ser
pleta- con expresión del resultado del censo para arbitraria y a veces toma la forma de distribuir
cada una de ellas. Cuanto más incompleta sea la un conjunto en un número de tipos que no pasen
lista -tanto por referirse a un solo grupo taxo- de cierto número, número que se adopta a veces
nómico o por incluir determinaciones sólo hasta por simples razones tipográficas.
el género- y más pobres las cifras de densidad
-que pueden consistir simplemente en la disyun-
tiva de presencia o ausencia- menos problemas UNIDADES
se nos presentarán a la hora de hacer grupos. Sin
embargo, esto no es argumento a favor de trabajar Asociaciones
con el mayor descuido posible, sino todo ]0 con-
trario. Los ecólogos solemos ser poco escrupulosos En la práctica, se utilizan dos tipos de unida-
en la identificación de las especies, cuando debería des: asociaciones y biocenosis. Las primeras re-
requerirse la máxima precisión y no sólo hasta sultan sencillamente de la técnica de muestreo y
el nivel específico, sino hasta más allá, pues for- elaboración ulterior de las muestras. Puede decirse
mas subespecíficas pueden ser ecológicamente dis- que es una unidad operacional, como se deduce
tintas. Otras veces la simplificación del problema de los siguientes ejemplos: Se analiza a simple
viene por otro lado; cuando, por ejemplo, estudia- vista la vegetación en cuadrados de 10m de lado
mos una extensión en la que hay asomos de roca y se expresa el resultado en forma de un inven-
al lado de un suelo bien formado, con discontinui- tario, con los nomores de las especies identificadas
dad entre ellos. Es fácil entonces, reunir todos los y una estimación de la cobertura (por ejemplo en
inventarios en sólo dos montones y apenas tendre- una escala de 5 grados), más otras posibles indi-
mos situaciones intermedias que presenten prchle- caciones sobre agregación o sociabilidad. Se obtie-
mas. nen muestras de sedimento con un cilindro de
Las comunidades, o los inventarios que repre- una pulgada de diámetro y se cuentan todos los
sentan a aquéllas, son entidades con muchos atri- ostrácodos vivos presentes en las capas superfi-
butos, que requieren la aplicación de una esta- ciales. Se realizan pescas con una red de plancton
dística de muchas variables. También son enti- de malla de 60 ¡J.m y 100 cm 2 de abertura de boca,
dades con muchas variables los organismos y, remolcada a dos metros de profundidad sobre un
sin embargo, en ellos, los problemas de tipifi- trayecto de 1 km.
cación y clasificación no son tan graves como nos En los tres casos presentados como ejemplos,
los plantean las comunidades. Sin embargo, la las características de las muestras se definen ex-
«taxonomía numérica» y la sistematización de plicando la operación, y precisando los grupos
comunidades comparten muchos errores de enfo- taxonómicos de organismos que se identifican y
que. La principal diferencia estriba en que, en los cuentan. De esta forma son reproducibles y los
organismos, amplios grupos de caracteres mues- resultados obtenidos de distintas muestras se pue-
tran una fuerte correlación entre sí. Diversos ca- den comparar y reunir en un colectivo estadístico,
racteres correlacionados entre sí valen como uno que generalmente tiene la forma de una tabla, con
Vegetación arbórea
(Comunidades dependienlesl
Vegetación baja
Edafonlenelsuelol
Comunidades litofales
Plancton
Benlosprofundo
Diaphanosoma
Tropocyclops prasinus
brachyurum
Acanthocyclops bicuspidatus
Cyclops abyssofum Daphnia longispina
con la importancia de las variaciones que se anti- riores. Los autores rusos prefieren el término
cipan y luego trataremos de combinar los resul- biogeocenosis, cuyo único inconveniente es tener
tados del análisis de las muestras para tener una unas letras más, para indicar que, como en el eco-
imagen del lago, que no sólo nos sirva como una sistema. hay que incluir el medio inanimado 157.
simple descripción. sino que permita asentar sobre Por razones históricas podría discutirse la propie-
ella una teoría coherente de la función del ecosis- dad de la voz biocenosis. introducida por M6bius
tema. Siempre ha existido tendencia a tratar de en 1877 con referencia a un «banco de ostras».
descubrir y describir unidades que vinieran a definiéndola aproximadamente en los siguientes
representar unidades de función. es decir. que términos: «Cada yacimiento de ostras es una co-
correspondieran a sistemas o subsistemas lo más munidad de seres vivos que dispone de lo nece-
cerrados o autárquicos que fuera posible. defini- sario para su crecimiento y continuidad: sustrato
dos de manera que el intercambio a través de sus adecuado, alimento suficiente, la salinidad y la
fronteras aceptadas fuera mínimo. Comúnmente temperatura favorables a su desarrollo. Cada es-
dichas fronteras se hacen coincidir con las dife- pecie que vive allí está representada por el núme-
rencias grandes y bruscas en la distribución de ro máximo de individuos que pueden alcanzar la
plantas y animales (límites agua-tierra, roca-suelo). madurez en las condiciones que los rodean. La
Por ser escasas las especies cuya organización ciencia no posee (M6bius escribía en 1877) un
está adaptada a distribuir la duración de su término para designar semejante comunidad de
vida entre residencias ecológicas muy dispares. se seres vivos. una comunidad cuyo conjunto de es-
supone que los intercambios materiales entre di- pecies e individuos -estando mutuamente limita-
chos sistemas contiguos son pequeños. lo cual no dos y seleccionados bajo unas condiciones medias
siempre es cierto. de vida- se mantienen en posesión de un territo-
Puede ser conveniente dar el nombre de bio- rio determinado en virtud de su propia reproduc-
cen6sís a una comunidad o ecosistema más' o me- ción. Propongo el nombre de biocenosis «<Bioc6-
nos laxamente definido según los criterios ante- nosis») para una comunidad semejante. Cualquier
Tabla 12-1
Algunos tipos biológicos de animales de la estepa, representados por formas vicarias
en los distintos continentes (de Tischler, recopilado de diversos autores).
Formas biológicas
o biotipos Eurasia África Norteamérica Sudamérica Australia
- - - - - - - - - - - - - - ----- - --------- ---
nica de soporte, sin excluir ésta. La estructura ma una sola clase, lo cual es una consecuencia del
de la corteza muestra muchas adaptaciones, fre· punto de vista «terrestre» que informa dicha cla-
cuentemente divergentes. Las características de las sificación. La distinción de tipos biológicos dentro
hojas se relacionan con la productividad prima- del plancton vegetal es tan antigua, por lo menos,
ria (pág. 445). La vegetación que se extiende muo como la clasificación de Raunkjaer. Se basaron en
cho en dirección vertical, facilita la diferenciación las características de forma de las células, inter-
de sus componentes y conduce a una estlatifica· pretadas como adaptación a la vida en suspensión.
ción, con representación de diversos tipos bioló' SChüll 112 distingue cuatro tipos: vesiculosos, acin·
gicos. Repartir a los fanerófitos en distintas clases, tados, aciculares y erizados de apéndices, de los
según su altura, puede tener tanta importancia en que se pueden dar, como ejemplos representativos,
el estudio de la ecología de los bosques tropicales, los géneros Halosphaera, S/ropto/heca, Rhizoso·
como tiene la distinción entre geófitos y hemicrip. lenia y Chae/oceros. Esta clasificación entronca
tófitos en un prado de montaña (fig. 12-3). con la de tipos de plancton de Cleve 36, que están
Si la vegetación tropical requiere la ampliación pensados más bien con referencia a asociaciones.
y subdivisión de ciertos grupos de la clasificación Los factores que más influyen en la biología
básica, aún mayor es esta necesidad cuando nos del fitoplancton, turbulencia del agua y concen-
enfrentamos con la vegetación acuática. En la tración de elementos nutritivos, suelen ir asocia·
clasificación de la tabla 12-2, el fitoplancton foro dos y probablemente la mejor distinción de tipos
Tabla 12-3
Espectros nsionómicos de diversos tipos de vegetación. Distribución
de las especies de las respeclivas floras en los distinlos lipos biológicos
(abreviaturas según tabla 12.2), en tanlos por ciento.
De diversos autores, según Braun·Blanquet.
T H eh G Hyd
Hoggar (Sáhara) 48 10 18 14 10
Alpcs (3000 m) 3,5 68 24,5 4
Suiza central 20 50 5 JO -15- o
Cuenca de Paris 9 51,5 6,5 8 -25- 0
Hayedo (Cevennes) 51,5 4 2 40,5
Garriga (Rosmarinelalia) 17 49 29(nP) 5
~
Peridinium
~ ,(
~
biológicos que puede hacerse en el plancton ve· representan ejemplos de este tipo biológico que
getal es con referencia a la combinación habitual forma el extremo de un gradiente casi continuo.
de los factores mencionados. En aguas turbulentas En la práctica, el cociente (diatomeas)/(diatomeas
y ricas en elementos nutritivos, es inútil poder más dinoflageladas) viene a ser equivalente de
moverse, pero es esencial una gran tasa potencial un espectro biológico con referencia a los tipos
de multiplicación para resistir la pérdida de célu· indicados y la figura 12-8 nos muestra su corres-
las por difusión y sedimentación. La realización pondencia y valor indicador en relación con ca·
de una multiplicación rápida, posible por la alta racterísticas oceánicas, que no son menos impor-
concentración de elementos nutritivos, es facili· tantes que la fluctuación térmica o hígrica anual
tada por dimensiones pequeñas o medianas de los en el caso de la vegetación terrestre.
organismos. En el otro extremo, en aguas estra·
tificadas y pobres en elementos nutritivos es esen· El estudio del conjunto de las comunidades
cial poder mantener un nivel, lo cual se consigue acuáticas, y no ya sólo del plancton, requiere mul·
raramente con vacuolos de gas o de aceite y gene· tiplicar el número de tipos biológicos. Existen
ralmente por la posesión de flagelos: las células, muchas clasificaciones y se han propuesto dema·
de gran tamaño y de formas irregulares, suelen siados nombres. La tabla 12-4 viene a ser un
girar lentamente como peonzas, rompiendo los resumen de lo esencial de las divers86 clasifica·
gradientes y acelerando la absorción por la super· ciones.
ficie de la célula de los elementos nutritivos muy No es la misma la categoría de los tipos bioló·
diluidos en el medio; en estas condiciones las cé· gicos de la tabla 12-4 que la de los tipos de
lulas se dividen despacio y todas las adaptaciones Raunkjaer. En todo caso, éstos serían más compa·
contra los depredadores -tamaño grande, espinas, rabies con las subdivisiones del plancton vegetal.
toxicidad- son recogidas. En la figura 12-7 se El ecosistema de un volumen de agua, de un
-=-18
::'17.5
-17
100-~---~---------"'-'C-----;
Figura 12·8 Distribuci6n de los valores del cociente número de diatomeas/número total
de algas (limites marcados: 0.25. 0,75 y 0(95). en el fitoplancton de las costas del Perú;
el esquema representa un bloque de aproximadamente 40 millas de largo por 12 de ancho
y 125 m de profundidad, situado unos 300 km al sur de Lima, cerca de Punta San Juan.
y estudiado en abril de 1969. A la izquierda profundidades en m. a la derecha tempera-
turas en oC. Hay menos diatomeas y más dinoflageladas alll donde el agua muestra
mayor estratificaci6n térmica. (Según D. 8lasco. Inves!. Pesq.. 35:61-112. 1971.)
Ejemplos
similar de niveles tróficos y tipos biológicos; pero lógico y del de formación, ésta como entidad
las especies que representan a cada uno de éstos integrada por unos mismos tipos biológicos en
son diferentes según las áreas, en relación con combinación semejante; es decir, la formación
la historia y con las conexiones geográficas. Pre- comprende ecosistemas de igual estructura. Seme-
cisamente, la introducción y aclimatación de es- janzas del mismo tipo se observan en toda clase
pecies, con la sustitución de unas por otras, se de comunidades, y, como ejemplo, valga el de la
hace dentro del nicho ecológico o tipo biológico figura 12-2 que compara la composición del planc-
y, sin duda, la comparación de los ecosistemas ton en dos lagos muy apartados 3.
eurasiáticos y americanos y el éxito de las pri- La voz formación tiene una tradición remota.
meras introducciones de especies, de Europa a Posiblemente fue Grisebach (1838) el primero en
América y viceversa, tuvo mucha influencia en el usarla, como caracterización fision6mica de la
desarrollo y aceptación del concepto de tipo bio- vegetación, en el sentido de las «Hauptformen»
ZO"lSallitudin.les
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Figura 12-9 Distribución de las principales formaciones vegetales del globo. en función
de dos caracterlsticas climáticas fundamentales: la temperatura media anual y la precipi.
tación anual. La relación de evapotranspiración potencial depende de la temperatura
y de la lluvia: un valor igual a uno indica que, en promedio, el agua llovida es igual
a la evaporación potencial: para valores más altos la lluvia no cubre la evapotranspi-
ración posible. El descenso de temperatura media se relaciona con la latitud (izquierda)
o con la altura (derecha). (Según Holdridge• • ", .2b simplificado.)
I. Bosques formados por árboles de 5 m de altura por lo menos, con las copas en contacto.
1. Selvas tropicales ombrófilas (Pluviisilvae). Siempre verdes, yemas sin protección
especial, hojas con goteadores; muchos epífitos.
2. Bosques tropicales y subtropicales siempre verdes, pero con cambios estacio-
nales. Generalmente con protección de las yemas y reducción del follaje durante
la estación seca. En tierras bajas o pantanosas.
3. Bosques siempre verdes, en clima no tropical, con lluvias todo el año o en
verano (Laurisilvae). Generalmente en climas oceánicos.
4. Manglares (Pluviifruticeta).
5. Bosques esclerofilos y siempre verdes, en clima con lluvias invernales (Duriísil-
vae). Hojas pequeñas y frecuentemente duras, a veces pelosas. Clima medi-
terráneo.
6. Bosques de coníferas siempre verdes, en climas templados y subpolares (Acicu-
lisilvae) .
7. Bosques con árboles que pierden la hoja en la época seca (H iemisilvae). Propios
de regiones cálidas con lluvias periódicas.
8. Bosques que pierden la hoja en la estación fría, a veces con adición de especies
que conservan el follaje (Aestisilvae). Cubren gran extensión de las zonas tem-
pladas. Dos subtipos según que contengan o no plantas siempre verdes.
9. Bosques muy esclerofilos, espinosos o de plantas suculentas, en país seco.
11. Sabanas y dehesas. Arboles de 5 m por lo menos. Sus copas no se tocan, pero cubren
una superficie importante. Subvuelo herbáceo.
10. Sabanas siempre verdes.
11. Sabanas con árboles que pierden la hoja en verano.
12. Sabanas con árboles que pierden la hoja durante la estación fría.
IV. Vegetación herbácea. Praderas (Prata). Véase también 10 a 12, sabanas y dehesas.
21. Estepas y praderas de gramíneas y ciperáceas (Duriherbosa).
22. Praderas de plantas de más de 1 m de altura, en clima húmedo (Altiherbosa).
23. Pastos en zonas de clima forestal, en la alta montaña o en país más bajo; sin
estación seca marcada.
24. Carrizales y praderas influidas directamente por el agua freática, añadiendo las
plantas palustres de las orillas de las aguas y turberas bajas (Emersiherbosa).
25. Praderas y matorrales de halófitos (Litorideserta).
26. Comunidades de plantas herbáceas no graminoides. de hojas anchas, con creci-
miento secundario, en márgenes de bosques, cultivos, campos abandonados y
comunidades transitorias en cauces de ríos, desiertos, etc.
27. Vegetación de dunas (Mobilideserta).
28. Vegetación de fisuras (Rupideserta) y superficie de las rocas (Saxideserta).
o
1.'
HielospenTl8nentff
Tund".V<lgetoci6nel",ne
Bosques de conlfefH borula. lulNlpinos o montlnos (Incluidos
los bosques efr",enosde c••bos)
BOS<!UH de .... c.. boI..l.. (b,;~ dehuric.}
Bi.:'.H.~8ducifDI-' incluIdos los wda..... ocanos de NolJlol.-
P.
lagos
~:: f :=~:: ;':~:'it~~ic:'ndO: :;'d~~~~' y~""ifoliOl
~~: ~ ~=~m=:~:~.~ol~OSbosqu
18. Ül:im~ia::,lld:~.~,:-mÍ=
•. prade<'
"".Id••ud.fric.no y Ol'es 100-""'(10""
M.loneles sem,deHt1OC<K, tOll...ciones da Art.mi,~ trirknreta y
chapan.1es
M¿~II~og:rr~:n~~:;'~~~I::C~~:~n'::':;'J:~~~f~
21. .. G.rr;gil y IDm\tC'ones d. '!lPfno u alln gllmln•• s u!lMiln
22. M.~':,;":~ lf\IPittles MM~n;cO" .....,01..1.' .me<ic.nos con
Figura 12·10 Mapa mundial de los tipos de vegetación. (Según S, R. Eyre. Vegelalion
and 50ils. Amold. London. 1068. con modificaciones.)
Características de la clase
(Quereo-Fagetea) :
Rrac:llypodium sY/l'atic.:lI11t + + + 2,2 2,2 2 ') 1,2
Cornus sanguinea 2,2 + T 1,2 2,2 1,2 (+) 1,2 3,2 1,2
Lithospermum purpllreo-c.:oeruleum .L
+ + 1,2
Ulmus carpinijo/ia
3,4 3,2 2,2 +
+ 1,2 2,2 + 2,2 1,2
Euphorbia amygdaloides + + + +
Quercus X cerrioides ,- + + + +
Quercus pubescens + + -/-
Acompañantes: "
Hedera helix 3,3 4,3 2,3 4,3 3,3 1,2 + 2,3 1,2 3,4 1,2 3,4 1,2 2,2 3,3
Rubia peregrina v. peregrina + +
Ouercus ilex ssp. ilex
-+- + + + +- + + + + 1,2 +
+ + -+- + + + + + + + +
Clematis flammula + + + + +
Smilax aspera v. aspera
+ + + + 1,2 +
+ 2,2 + +
Lonicera etrusca 2,2 + +
Pteridium aquilinum
+ 1,2 1,2
Rosa sempervirens
5,5 2,2 1,2 + +
1,2 + + + +
Viburnum tinus + +
Galium maritimum
+ + +
lizar directamente en el cálculo de correlaciones. Otro sencillo coeficiente muy usado es el de
Las matrices de correlación sirven para elabora- 2C
ción posterior de los datos, pero no están libres Czechanovski 21, 41, 89,153, igual a 100 A+B'
de crítica. Especies raras, con muchos ceros, pue-
Si en el colectivo amplio la probabilidad de
den dar correlaciones excesivamente altas si por
presentarse un carácter es A/N y la de encontrar
azar coinciden 30. El coeficien~correlación es-
el otro es B/N, la probabilidad de coincidencia
tadístico entre dos variables, x, y, es igual a la
será A·B/N2, que se puede comparar con la
covariancia dividida por la media geométrica de
coincidencia realmente observada C/N. El co-
las variancias
ciente entre estas dos expresiones es un índice
l:(x-x)(y-y)
de asociación, que se ha usado en las formas
V l:(X-X)2l:(y_y)2 N.C/A·B 101, 111, C/A.B 114, o A·B/C 103, 146 Y
que es igualmente generalizable para un número
donde X, y, denotan las medias de x, y. de colectivos comparados (n) mayor de dos, en
El coeficiente de correlación de Spe~rman
(1904) se puede usar cuando no se tienen valores
muy exactos y no requiere transformación alguna.
Basta poder ordenar de más a menos cada serie de
n-IV
todos los cuales coinciden C caracteres:
A'~D ...
valores. Si n es el número de pares de valores Los índices de este tipo pueden ser corregidos por
(x,y) que se comparan y D es la diferencia de la influencia del tamaño de la muestra, empleando
rango entre valores que se corresponden (será 2, la forma
por ejemplo, para una especie que sea la 1.a en (C/VA·B) - V2vB , siendo B > A
un inventario, pero la 3.a en el otro), dicho coefi-
Este índice tiene excelentes propiedades y ha sido
ciente vale
empleado en el estudio de afinidades entre inven-
tarios de plancton 59,148. Otra modificación con-
rs =1- n(n2 _ 1) siste en usar como estima del valor de C, la ex-
presión A· B/(A + B) 58, que reduce la influencia
Este coeficiente ha sido aplicado al estudio de de las especies raras.
comunidades del suelo 64. La prueba de significación del x2 (ji cuadrado)
Otro coeficiente utilizable es el de Cavalli 32, sobre una tabla de contingencia puede generali-
re = sen (rcc/2), en que c = 21 - 1, siendo 1 la zarse a muchos aspectos de la investigación cien-
frecuencia relativa de los casos en que la desvia- tífica 186 y es aplicable al problema que nos ocupa
ción de los dos caracteres en relación con sus (tabla 12-7). Se trata de comparar la variancia de
medias respectivas tiene el mismo signo. cierta asociación de especies con la variancia espe-
Si sólo se indican presencias y ausencias, se uti- rada en la hipótesis de distribución independien-
lizarán algunos de los numerosos índices de afi- te 92. Si usamos la notación simbolizada por letras
nidad que se pueden calcular sobre tres cifras: minúsculas en la tabla, la expresión de x2 es
número de especies presentes en el inventario a n(b·e - a·d)2
(A), número de especies presentes en el inventa-
rio b (B) Y número de especies comunes a los (a + b)(e + d)(a + e)(b + d)
dos (C). Con referencia a la otra matriz se puede Obsérvese que (b·e - a·d)2 es una medida de la
hablar de inventarios en que está presente la es- a c
pecie a, de inventarios en que está presente la
igualdad o desigualdad de las razones y -¡. b
especie b y de inventarios en que ambas coinci- Si son iguales, be - ad = O.
den. La afinidad entre los inventarios a y b, -o El coeficiente v de Kendall vale
entre las especies a y b- se puede expresar por ad - be
uno cualquiera de los numerosos coeficientes pro- v=--------------
puestos 63. V(a + b)(e + d)(a + c)(b + d)
Entre los coeficientes de afinidad más simples v2 = x2/n
C La suma de valores de v para distintos caracteres
se halla el de Jaccard 88. 178, igual a - - - - - (distintas especies) se puede usar como índice más
(A + B - C)
ampliado de afinidad (Williams y Lambert).
. C . Cole 38 ha propuesto diferentes índices de aso-
o bIen a 100 , que es generalIzable
(A + B - C) ciación que guardan semejanza con el X2. El que
(n - 1)C probablemente es el mejor (C 7) toma diferentes
en la forma 100 , para ex- formas según las relaciones de magnitud. Básica-
(A + B + D ... - C)
ad - bc
presar la afinidad entre un número de colectivos mente vale y el denominador se
n mayor de dos. (a + b)(b + d)
presentes ausentes
Sierra Segundera presentes (a) 119 (b) 127 246
especies de algas ausentes (e) 208 (d) O 208
327 127 (n) 454
B. Asociación entre dos grupos de organismos: algas del género Chara y larvas de mos-
quito (cuIícidos), en una serie de 383 charcas de las Islas Baleares.
Larvas de culícidos
número de charcas en que están
presentes ausentes
Chara presentes (a) 4 (b) 40 44
ausenles (e) 34 (d) 205 339
38 245 (n) 383
383 (40 X 34 - 205 X 4)'
0,804 p < 0,5 (un grado de libertad)
38 X 245 X 339 X 44
sustituye por (a + b)(a +e) si be> ad y d;;' a, puede aplicar un análisis de la variancia de los
y por (b + d)(e + d) si be;;' ad ya> d. Estos datos. Se tiene una variancia entre localidades y
índices se han usado satisfactoriamente en el es· una variancia entre especies. Si la interacción
tudio de afinidades entre inventarios de la fauna especies X localidades es significativa, se inter-
correspondiente a diversos lagos 109. lB. 165. HuI. preta en el sentido que se trata de comunidades
bert 85 propone otro índice del mismo tipo, baso de composición diferente 63.
tante más complicado. Tanto el índice basado en El uso de la contingencia necesita sentido co-
X' como los otros similares se pueden generalizar mún y el ejemplo B nos ilustra la mayor dificultad
para comparar simultáneamente grupos de 3 o que presenta dicho método 186. En el ejemplo A
más variables (contingencia de 2 X 2 X 2). Otros el número de dobles ausencias es cero, porque
índices suponen mayor sofisticación estadística no hemos tomado en consideración más especies
pero no difieren sustancialmente de los anteriores. de algas que las presentes en las dos comunidades
analizadas. Pero podemos imaginar que esta como
La tabla 12·7 ilustra dos tipos de comparación, paración entre dos comunidades forma parte de
entre comunidades (A) Y entre especies (B) res- una comparación general en el seno de un sistema
pectivamente, y dos tipos de resultados, comunida· más amplio y, de ser así, las cifras de las tablillas
des distintas por la distribución de las especies de contingencia vendrían aumentadas por muchas
(A) y especies que se distribuyen indiferentemente, especies de algas con doble ausencia. Es cabal·
sin tener atracción o repulsión manifiesta entre mente lo que ocurre en el segundo ejemplo, donde
si (B). Se comprende que con el mismo fin se e! estudio abarca un gran número de charcas en
Inventarios
j = 2 3 Sumas marginales
i= 1 1:N 1j
NI! N I2 N 13 N I4 NI; I~;
N 2I
I:N2;
N 22 Nn N 24 N 2; 1=;
Especies
1: Ni;
Si Ni! N i2 Ni] N i4 Ni; 1=;
-- - _.. _._--------------
Sumas marginales I:N il 1: Ni; 1: 1: Ni;
I=i I=i 1=;
I:N¡;
Especificidad por inventarios H; = _ ¿
1=;
_1=_;- -
1: I:N¡j
logz
1: 1: Ni;
1=; I=j I =i J=;
Oligoltofia
M. ,/bidus
Diap/omus novamex;canus
*" 1 Salinid,¡d
Transiloriedad
A. vern,lis
o. shoshone
Figura 12·12 Relaciones entre un grupo de especies de copépodos. tal como resultan
del estudio de su distribución en aguas dulces del SE del estado de Washington.
La línea que une Eucylops serrulatus y Acanthocyclops bicuspidatus forma como un eje
del que irradian tres planos. En cada uno de estos se sitúan especies asociadas frecuen-
temente entre sI y que tienen un significado ecológico parecido. Epischura nevadensis
y Diaplomus (Leptodiaptomus) ashlandi corresponden a aguas pobres u oligotráficas;
Acanthocyclops vernalis. Diaptomus (Leptodiaptomus) novamexicanus y Oiaptomus
(Leptodiaptomus) sicilis a aguas con elevado residuo salino; Macrocyclops albidus.
Microcyclops varicans. Diaptomus (Onychodiaptomus) sanguineus y Diaptomus (Hespero-
diaptomus) shoshone son propias de aguas transitorias e inestables. Estos tres grupos
de especies forman sendos núcleos alrededor de los cuales se condensan las afinidades
globales entre los inventarios. (Según Whillaker y Fairbanks "9.)
La medida de la afinidad se reduce a una me· formado por los dos vectores que corresponden
dida de distancia, y ésta se aprecia por el teorema a las dos muestras que se comparan (fig. 18·13).
de Pitágoras. Si comparamos los sistemas A y B, En la aplicación de estas ideas a la clasifi-
Y las respectivas densidades en ellos de las espe- cación de colectivos -inventario5-. se trata
cies X, Y Y Z, son X a• Ya' Z, y X b, Y b y Zb' su de reconocer constelaciones, agrupamientos o
distancia es enjambres «<clusters»), cada uno de los cuales
X,b------.XT'")z,+~(,...Y,..,------.YTb")Z'-+~("'Z·a-"Z"'b)'
d = ,,"(.. correspondería a un tipo de comunídad. Los
Si queremos prescindir de la amplitud de la mues- procedimientos para optimar el reconocimiento
tra y sólo tener en cuenta su composición por y delimitación de tales enjambres son complica·
especies, es más práctico utilizar como distancia dos 32. 42. 117, Yen la práctica realizables solamente
una función trigonométrica (coseno) del ángulo gracias a las computadoras electrónicas.
eastanea
seotti
dislinc'a
sahfbergi
I.custris
/ _ _ Ioss.rum
turbera
Figura 12·13 Asociación entre un grupo de especies del género de hemípteros acuáticos
Corixa. en aguas del Reino Unido. estudiada mediante un Indice de Cole. Las relaciones
de afinidad expresadas por el grMico de la parte alta se superponen, en parle, a I.s
relaciones de tipo sucesional que se indican en el diagrama inferior. (Según Macan 101.)
J1350 J l'
1. . Rhill.nthu,lIl.di,eu,",u$
, .. Medingou'¡v,
Rum.#oblusilolill$
Tr'gopogon ofi.nl'/'
Avell, pubescens
Pieti! hi'f.cioides
Pimpín.lI. m.ior
'<".uti• • ,venS;$
Allium SCholllopr.sum
Het.eI.um .p.
••
••• r------~I'-------,B,ita
m.di,
G.lium V'fum
".
, .. M.dic.go lupulín.
Aven. pubescens
C.ftU e"yophyll...
Figura 12·14 Expresión. en forma de dendrograma, de las afinidades entre cierto número
de muestras de prados en Seo de Urgel (Lérida), medidas en términos de información.
Junto a las líneas que simbolizan la marcha de las fusiones (escala de información
a la izquierda) se indican los nombres de especies que en más contribuyen a la distri-
bución de la información. Las cifras junto a las bifurcaciones son simplemente para
designarlas. Las letras mayúsculas se refieren a la clasificación de los inventarios en grupos
por procedimientos más intuitivos, hecha previamente a la clasificación automática.
(Según Gonzá/ez Berná/dez y co/s. ".)
," {
o
~
0° O
O
S,
?
<;j S,
°
i
o o
o
o
o
O S,
O o o
S, o
E o o
~
Temperatura
Figura 12-17 Concepto de nicho ecológico. según Hutchinson, Dos nichos fundamen-
tales, definidos por un par de variables (temperatura, tamaño del alimento), se repre·
sentan en un espacio ecológico de dos dimensiones. La especie 5' vive a temperatura
alta y utiliza toda suerte de alimento; la especie 52 $010 come partlculas pequeñas
y puede sobrevivir también a temperatura más baja. (Según G. E. Hulchinson. Cold Spring
Harb, Symp, Q, Biol" 22:415-427. 1957.)
19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 más de 35
1123121211233211 7
los elementos restantes y proceder otra vez de la quier grupo más compacto (una asociación, por
misma manera; o bien fijarse en el elemento que ejemplo) hay un número de especies, de elevada
está más distante del primero y a su alrededor presencia, superior al que se esperaría en un gru-
cristalizar otro grupo. po de amplitud semejante extraído, al azar, del
colectivo amplio inicial.
De manera más general, se puede decidir el
Atribución a grupos ya definidos grupo con el que se va a unir un nuevo inventa-
rio aplicando el teorema de Bayes 6. Este problema
Cuando se tiene una clasificación hecha, en la
es el mismo que se presenta cuando se ha esta-
que los colectivos se han repartido en cierto nú-
blecido una relación entre enfermedades y sínto-
mero de grupos, añadir nuevos colectivos a unos
mas y, partiendo de un conjunto de síntomas defi-
u otros de los grupos existentes es un problema
nidos, se busca la enfermedad con la que mejor
de discriminación simple. Puede adoptarse el cri-
encaja dicho conjunto 170. Si tenemos j colectivos
terio de que un nuevo colectivo (un nuevo inven-
(inventarios, enfermedades), con i caracteres (pre-
tario, por ejemplo) puede añadirse a un grupo de
sencia de especies, síntomas), y para cada inter-
inventarios (una tabla de asociación), siempre que
sección de la matriz o tabla, se tiene una proba-
la adición no haga aumentar el contenido de in-
bilidad p¡¡ ('1:.p¡¡ <: 1), la probabilidad A¡ de que
formación de la tabla, apreciada por el método
de x2, por la diversidad, por la especificidad cal- un nuevo ~~~o pertenezca al grupo j viene dada
culada como en la tabla 12-8, etc. Dicha especifi- por un producto de probabilidades. Q¡ vale uno
cidad se refleja también en un carácter muy si el carácter existe en el caso que se va a clasi-
simple de apreciar: ordinariamente, en toda tabla ficar, y cero si no existe
de asociación, con muchos inventarios, las cifras
de presencia de las distintas especies se ordenan
A¡ = 1: (p¡¡)a, (1 - p;¡)(l-a¡)
en una serie similar a la formada por la distri- La forma más simple de aplicar este procedi-
bución de individuos en especies (diversidad, miento se puede ver a través del ejemplo de la
pág. 359). En latitudes templadas por lo menos, tabla 12-10 78 •
una diversidad calculada sobre dicha serie de
cifras aumenta si se incluyen en la tabla inven- La generalización de este procedimiento pre-
tarios heterogéneos (tabla 12-9). Es decir, en cual- senta un riesgo. Dado un sistema de clasificación,
Tabla 12-10
Atribución de un inventario a una de dos tablas de asociación.
Decisión basada en probabilidades.
Especie x 80 % 10 %
Especie y 70 % 20 %
Especie z 10 % 80 %
Se supone la combinación xyz
Probabilidad de pertenecer a (A) 0,8 X 0,7 X 0,1 = 0,056
Probabilidad de pertenecer a (B) 0,1 X 0,2 X 0,8 = 0,016
Se decide que es más correcto añadirla a (A)
Se supone la combinación yz
Probabilidad de pertenecer a (A) 0,2 X 0,7 X 0,1 = 0,014
Probabilidad de pertenecer a (B) 0,9 X 0,2 X 0,8 = 0,144
Se decide que es más apropiado añadirla a (B)
expresar la probabilidad que existe de que dicha grande. Es deseable reducir al mínimo el número
fotografía pueda asimilarse a alguno de los grupos de tablillas necesarias para obtener una buena
previamente establecidos o a ninguno de ellos. discriminación. La mejor clasificación de los in-
La máquina utiliza una serie de patrones fijos ventarios se obtiene cuando en cada tablilla pa-
y preparados al azar, sin relación alguna con las trón se reúnen especies que naturalmente se en-
fotografías que han de ser analizadas; pero se cuentran asociadas, de manera que cuando se
puede prever que unos determinados patrones po- presentan unas hay gran probabilidad de encon-
drán ser mejores que otros, en relación con deter- trar también las otras. Estos grupos de especies
minados temas. El grado de excelencia se evaluará son las que salen asociadas en el análisis de
teniendo en cuenta la conveniencia de que el nú- componentes principales y que se pueden llamar
mero de diapositivas patrón sea mínimo y la dis- grupos de especies características. Es decir, dentro
criminación que proporcionen óptima. de cada tablilla patrón han de acumularse las
Pasando ahora al problema de clasificar comu- redundancias, haciendo que las distintas tablillas
nidades, el criterio a utilizar ha de ser su compo- patrón no sean redundantes unas de otras o no
sición: cómo se distribuyen cierto número de es- tengan correlaciones unas con otras. Pero aún
pecies entresacadas de la reserva prácticamente eligiendo al azar las especies que irán juntas en
infinita de la Naturaleza. La tabla que representa una de las tablillas patrón, se puede conseguir
la composición de la comunidad ha de ser exami- una clasificación de los inventarios que puede ser
nada para ver su grado de superposición con adecuada, de manera que el poder obtener una
una serie de tablillas patrón, que corresponden clasificación coherente, también desde otros pun-
a las diapositivas patrón de nuestro ejemplo tos de vista, no es garantía de que los grupos de
anterior. Cada tablilla puede contener una sola especies que se han utilizado en tal empresa ten-
especie y el número de tablillas ser entonces muy gan realmente sentido ecológico. Y como se com-
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Características del orden
Vaccil1io·Piceetalia
Vaccilrium vitis·idaea 834 1410 604 551 3 235 1157 567 234
Vaccinium myrtiflus 1 19 469 887 50 83 2345 4583 856
Pyrola secunda 1 108 79 243 96 95 130 130 2
Rosa pendulina 1 2 1 1 1 3 1 19
J-1ieracium murorum divo ssp. 49 182 1 2 751 752 275 415 79
Carex alba 24 573 50 477 670 1
Rubus saxalilis 27 36 1 45 3
Goodyera repens 1 1 89 75
Vaccinium uJiginosum 198 959 610 2667
Hieracium vulgalulll ssp. 91 4
Pinus mugo 876 3644 3478 2433
Arcloslaphylos uva·ursi varo 1405 24 32
MOllolropa glabra 1
Características de la alianza
Pineto·Ericion
Erica carnea 469 6655 6872 2182 43
Polygala challlaebuxus 53 870 328 3
Gymnadenia odoratissima 95 2 18
Epipactis atropurpurea 120 77 18
Pirola rOlulldi/olia 1 108 197
Crepis alpestris ssp.
engadinensis 48 18
Pinus si!vestris ssp.
engadinensis 2500 689
Coronilla vaginalis 49 13
Características de la alianza
Vaccinio-Piceiolt
Melampyrum silvaticum 87 52 25 595 1115 1940 618 41 43
Picea excelsa 291 47 1 7136 7777 6979 6458 151
CaJamagrostis villosa 24 17 46 55 187 3 687
HOlllogyne alpina 35 7 357 714 627
Pelligera aphtosa 2 25 45 194 254 45
Luzula silvatica ssp. bieberi 2 107 169 125
Cladonia gracilis ssp. elongala 32 50 2 43 236
Lycopodiulll selago 1 1 41 3
Corallorhiza tri/ida 1 3
Lophozia lycopodioides 1 118 58 44
Veronica lati/olia 138 184 86 3
Pyro/a minor 1
I~~,"!::.r;,~g7/a~=:::i:f::e ~~::/,:,~:;,=t:;~
Ranunculus-Callilriche I
I
Pot et\CIlN de 100 /TI sobre 81 nivel del mar rlosen el llano
A) VEGETACIÓN HIGRÓFILA
1. Div. LEMNEA (MINORIS). Cormófitos y briófitos del pleuston.
1. Cl. Lemnetea W. Koch & R. Tx. enW. Koch 1954.
(? Cl. Hydrocharitetea Oberd. 1967 prov.)
11. Div. ZOSTEREA (MARINAE). Praderas de fanerógamas marinas.
2. Cl. Zosteretea marinae Pign. 1953.
111. Div. NAJADEA (MINORIS). Vegetación arraigada, de agua dulce.
3. Cl. Potamogetonetea R. Tx. & Preisg. 1942.
(? Cl. Ruppietea maritimae J. Tx. 1960).
4. Cl. Littorelletea Br.-Bl. & R. Tx. 1943.
(? Cl. Utricularietea intermedio-minoris Pietsch 1965).
IV. Div. PHRAGMITEA (COMMUNIS). Plantas de las orillas.
5. Cl. Montio-Cardaminetea Br.-Bl. & R. Tx. 1943.
6. Cl. Phragmitetea R. Tx. & Preisg. 1942.
V. Div. OXYCOCCO-CARICEA NIGRAE Hadac (1962) 1967. Vegetación de turberas.
7. Cl. Scheuchzerio-Caricetea nigrae Nordh. 1936.
8. Cl. Oxycocco-Sphagnetea Br.-Bl. & R. Tx. 1943.
VI. Div. CICENDIEA (FILIFORMIS). Pequeños terófitos en suelo temporalmente inun-
dado.
9. Cl. Isoeto-Nanojuncetea Br.-Bl. & R. Tx. 1943.
VII. Div. ARRHENATHEREA (ELATIORIS) Hadac (1956) 1967. Prados húmedos y jun-
cales.
10. Cl. Molinio-Arrhenatheretea R. Tx. 1937.
(o bien: Molinio-Juncetea Br.-Bl. 1947 + Arrhenatheretea Br.-Bl. 1947).
(? Cl. Agropyretea repentis Oberd., Th. MüIler & Gors 1967).
(? Cl. Agrostietea stoloniferae Oberd. 1967 prov.).
B) VEGETACIÓN HALOFILA
VIII. Div. SALICORNIEA.
11. Cl. Spartinetea R. Tx. 1961.
12. Cl. Puccinellio-Salicornietea Topa 1939.
(Thero-Salicornietea strictae R. Tx. 1954 + Juncetea maritimi Br.-Bl. 1952
+ Asteretea tripolium Westh. & Beeft. 1960 + Arthrocnemetea Br.-Bl. &
R. Tx. 1943 em.).
13. Cl. Crithmo-Limonietea Br.-Bl. 1947.
(? Cl. Saginetea maritimae R. Tx. & Westh. 1963).
C) VEGETACIÓN DE ARENALES
IX. Div. AMMOPHILEA (ARENARIAE).
14. Cl. Ammophiletea Br.-Bl. & R. Tx. 1943.
G) BOSQUES
XIX. Div. ABIETO-PICEEA Hadac (1962) 1967. Arboles y arbustos aciculifolios.
31. Cl. Vaccinio-Piceetea Br.-Bl. 1939 (tabla 12-11: orden Vaccinio-Piceetalia).
(? Cl. Erico-Pinetea Horvat 1959).
(? Cl. Pino-Juniperetea sabinae Rivas Martínez 1964).
XX. Div. QUERCO-FAGEA (Rivas Goday 1964) Jakucs 1967. Bosques, caducifolios y
comunidades dependientes.
32. Cl. Betulo-Adenostyletea Br.-Bl. & R. Tx. 1943.
33. Cl. Querco-Fagetea Br.-Bl. & Vlieger 1937 em.
(l.'" Alnetea glutinosae Br.-Bl. & R. Tx. 1943 + Quercetea robori-petraeae
Br.-Bl. & R. Tx. 1943 + Querco-Fagetea Br.-Bl. & Vlieger 1937; 2. a : Tri-
folio·Geranietea sanguinei Th. Müller 1962 + ?Rhamno-Prunetea Rivas-
Goday 1961 em. R. Tx. + ?Salicetea purpureae Moor 1968 + Alnetea
glutinosae Br.-Bl. & R. Tx. 1943 + Quercetea robori-petraeae Br.-Bl. &
R. Tx. 1943 + ?Quercetea pubescentis Jakucs 1961 + Querco-Fagetea
Br.-Bl. & Vlieger 1937 em.) (en el orden Prunetalia spinosae Tx. 1952, la
as. Rubo-Coriarietum, tabla 12-6).
XXI. Div. OLEO-QUERCEA (ILICIS). Vegetación esclerofila mediterránea; durisilva.
34. Cl. Quercetea ilicis Br.-Bl. 1947.
•
cetum pubescentis). tis) con claros ocupados por matorral de boj (Buxus
sempervirens) y pastizales (principalmente Euphrasio•
Plantaginetum mediae).
Robledal mesófilo (Isopyro-Ouercetum roborisj.
Bosque de Pinus sylvestris + bosquetes de Ouercus
pubescens con Buxus (Buxo-Ouercetum pubescentis)
Bosque mixto de fresno y roble (Brachypodio-Fraxine- + pastizales (Euphrasio-Plantaginetum mediae + Plan-
tum excelsioris). tagini-Aphyllanthetum) .
Figura 12-23 Mapa de la vegetación en los alrededores de San Juan de las Abadesas,
provincia de Gerona. Equidistancia de las curvas de nivel, 100 metros. (Según O. de
801ós, inédito.)
2500
2000
feros en llanuras africanas, obtenidos por fotogra- vando, hasta cierto punto, las características del
fía aérea. resto de la comunidad.
La zonación litoral y el bentos marino, en La fotografía aérea abre grandes posibilidades
general, incluyendo a los animales o tratando a la cartografía de las comunidades. En algunos
principalmente de los animales, ha recibido ma- casos impondrá restricciones a las clasificaciones
yor atención que el estudio de la fauna terres- adoptadas. Después de eliminar los efectos debi-
tre 150, 156. Autores daneses, americanos y franceses dos a la incidencia de la luz y el ángulo de la
han producido mapas muy importantes, aunque fotografía, la vegetación puede caracterizarse por
relativos a áreas de pequeña extensión. la textura y el color. Las fotografías estereoscó-
Los símbolos, colores y signaturas más apropia- picas son un excelente auxiliar para definir la
das, han sido ampliamente comentados 72; pero se textura. La reflexión o albedo de la vegetación
está lejos de haber adoptado una expresión uni- depende mucho de su composición. Para la radia-
forme. Conviene que los símbolos sean sugerentes, ción de onda larga (5 a 25 ~m) la vegetación re-
que su número no sea excesivo y que no estén fleja del 1 al 7 %, pero ciertas hojas (limonero,
demasiado recargados o aparezcan confusos. banano) reflejan hasta el 15-17 %. El color se
En las zonas fuertemente humanizadas, la falta puede apreciar sobre placas fotográficas apropia-
de coincidencia entre la vegetación real y la vege- das; pero también sobre juegos de fotografías en
tación potencial -o la vegetación que se supone blanco y negro, hechas simultáneamente usando
existía antiguamente- ha dado lugar a controver- filtros diferentes. Es muy eficaz el método de falso
sia, acerca de qué es lo que conviene representar. color, consistente en un artificio de revelado por
A veces la representación de la vegetación actual el que la impresión producida por radiaciones de
carece de sentido o es imposible; pero una repre- cierta longitud de onda (visible o invisible) queda
sentación de la vegetación potencial puede ser luego en un color arbitrario, pero constante. Este
equivocada, si la interpretación se basa en cono- método es aplicable principalmente a detectar ra-
cimientos insuficientes. Lo más honrado es repre- diaciones que quedan fuera del espectro visible.
sentar la vegetación real, indicando la vegetación La observación, desde un avión, de la vegeta-
potencial hipotética por medio de la superposición ción que acompaña a los meandros de los grandes
de símbolos adecuados. Otros símbolos pueden ríos permite reconocer un verde más tierno en las
expresar alteraciones de tipo diverso, como, por áreas recientemente colonizadas, en los márgenes
ejemplo, la plantación de árboles de ciertas espe- convexos de las orillas donde se deposita material.
cies en sustitución de los originales; pero conser- Este aspecto, apreciable a simple vista, debe refle-
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3
1939.
ECOLOGíA TRÓFICA
Producción primaria
435
memente la complejidad de los organismos y posi- recuperaclOn de energía previamente invertida
blemente también, aunque en menor grado, la de -por ejemplo, el ciclo del azufre, página 58-.
los ecosistemas. Todo ello nos lleva a pensar que, Mucho más raramente, algún compuesto exo-
en el curso del proceso de selección en virtud térmico, en equilibrio en el interior de la corteza,
del cual unos sistemas han ido sustituyendo a llega a ponerse en contacto con una atmósfera
otros, el parámetro a maximar, si alguno ha teni- oxidante y algunos organismos utilizan la energía
do tal carácter, no era precisamente la energía hecha asequible: el mejor ejemplo actual es el
que podía circular a través de las estructuras de organismos que se hallan en manantiales de
vivas, dándoles actividad, sino la cantidad de es- agua «nueva» que contiene compuestos metálicos
tructuras perdurables que consentía el ciclo de los en un grado bajo de oxidación (hierro ferroso).
elementos naturales, utilizando en la medida nece-
saria, pero sin despilfarro, la energía disponible,
que se encuentra fundamentalmente en exceso. ORGANIZACION y FUNCION
Pero conviene añadir seguidamente que la natu- DE LOS SISTEMAS
raleza de la hidrosfera, con su intensa absorción FOTOSI NTETIZADO RES
de radiaciones, establece una limitación efectiva
de la luz en aguas profundas, aunque esto no Nuestra concepción del mecanismo bioquímico
borra la imagen general trazada en relación con de la fotosíntesis ha experimentado una serie de
el carácter limitativo o no de la energía. cambios, casi caleidoscópicos, durante los últimos
Otro aspecto preliminar, aparentemente opuesto años. Va aumentando el conocimiento de la orga-
al anterior, pero en realidad complementario y no nización del cloroplasto (o a veces se habla de
menos importante en cualquier perspectiva ecoló- cromoplasto, de manera más general, cuando el
gica, es que no se puede concebir la biosfera sin color verde está enmascarado por otros pigmen-
un flujo de energía cuya sección más amplia repre- tos), organización que probablemente es decisiva
senta la producción primaria. Se ha escrito hasta por la naturaleza podríamos decir topoquímica de
la saciedad sobre las condiciones que verosímil- la fotosíntesis y el papel en ella de fenómenos
mente ofrecía la Tierra en los períodos anteriores eléctricos en medios sólidos semiconductores. Es
a la existencia de organismos tal como hoy los probable que algunas de las nociones que se
conocemos. Se piensa en un ambiente fundamen- aceptan actualmente tengan que modificarse;
talmente reductor, en el que se iban formando pero, si no descendemos a detalles, se puede
ciertos compuestos de carbono que, al acumularse trazar una imagen suficientemente coherente para
en variedad considerable, pudieron constituir los poder entender el significado de la organización
sillares de los primeros organismos. Tal como se vegetal en relación con la producción prima-
expone esta teoría con demasiada frecuencia no ria 69, 87, 109, 110.
tiene en cuenta que la vida es un sistema disipa- La energía electromagnética es captada por mo-
tivo que puede existir en estado estacionario, pero léculas pigmentadas de distintos tipos que forman
requiere un cambio continuo de energía. Por parte de los (cloroplastos) cromoplastos. Poseen
tanto, cualquiera que sea la imagen que podamos enlaces conjugados, lo que significa que algunos
formarnos de las etapas pre- y protobiónticas, no electrones son particularmente movibles. Jlay tres
puede hablarse de vida si no está organizado tipos de tales moléculas: clorofilas, carotinoides y
un sistema de disipación de energía y, proba- ficobilinas; cada tipo de sustancia capta selectiva-
blemente, dicho sistema desde el comienzo con- mente fotones que se caracterizan por las longitu-
sistió esencialmente en la aptitud para captar fo- des de onda asociadas. La energía pasa inmediata-
tones. Es difícil imaginarse Ull". sistema vivo que mente a un aceptor de electrones (NADP--+
no tenga la posibilidad de introducir energía, --+ NADPH); l~ fotosíntesis, en su aspecto bioló-
por así decirlo, en su centro, utilizando la radia- gicamente importante, es una reducción. Para
ción electromagnética. En una atmósfera reduc- cerrar el circuito hace falta un donante de elec-
tora no podía existir CO 2 y no es imaginable trones, algo que se oxide y que, en la biosfera
entonces una fotosíntesis como la actual, que actual, no es factor limitante. En una explicación
prácticamente es sinónima de reducción del anhí- a nivel elemental, y que, al mismo. tiempo, es
drido carbónico. En realidad, en una atmósfera apropiada al punto de vista de la ecología, puede
reductora, no se necesitaría energía para la reduc- decirse que la fotosíntesis mueve electrones que
ción, sino para la oxidación; sobre esta base se proceden del agua y acaban reduciendo el car-
ha especulado acerca de una posible asimilación bono del CO 2 ; pero para completar este proceso
inversa en dichas condiciones iniciales de la final y global, se atraviesan una serie de pasos
vida 29. de mayor o menor duración, en los que intervie-
La producción primaria se basa en la fotosín- nen citocromos y procesos de fosforilación (paso
tesis. La quemosíntesis representa, en parte, la de ADP a ATP) entre los términos finales de
250
30
210
190
c: 170
'0
~CI)
"O
150
CI) 130
c:
CI)
] 110
90
70
50
CO,
-0,6
Vl
g -0,4
~
!e
<>
~)(
O
+0,2 CH,O
eo H,O
~aJ
"O
+0,4
Bloqueado por DCMU
/'
(ij O2
g
aJ
(
o
a..
+0,6
+0,8
2H,O
i8.
y pigmentos accesorios.
0,3 0,3
0,2
0,1
/.. = 640 660 680 700 720 740 nm Á = 640 660 680 700 720 740 nm
FOTOSISTEMA I FOTOSISTEMA 11
= 125). Según la mayoría de los experimentos, entre 0,6 y 5 por mil y se comprende que la
hacen falta tres cuantos o fotones combinados en evolución haya seguido el camino de la óptima
un centro de reacción (longitud de onda inferior a utilización de intensidades luminosas bajas. En
690 nm) para reducir un equivalente de dinucleó- este caso la eficiencia puede ser mayor. La evo-
tido (NADP), generar medio equivalente de ATP lución del aparato fotosintetizador se interpreta
o dar un equivalente (1/4 de molécula) de oxí- como adaptación a un ambiente de luz difusa.
geno. Es de suponer que la evolución en un ambiente
La eficiencia de la fotosíntesis es, pues, aproxi- de luz muy intensa hubiera conducido a una rela-
madamente, del 25 %. Los máximos valores obte- ción mucho más baja entre el número de molécu-
nidos se aproximan al 35 %. Esta gran eficien- las de clorofila y el de centros de reacción.
cia sólo se consigue para intensidades de luz Las condiciones óptimas se conseguirían dispo-
niendo las superficies de utilización de la luz unos lO mg de clorofila por litro, medida sobre
extendidas paralelamente a la dirección de los un espesor de cubeta de 1 cm; lo cual corres-
rayol luminolOl, en un sistema de conducción ponde a unos 300 mg de clorofila por m2• Es lo
donde existe cierta probabilidad de que los rayos que tiene una hoja, por término medio y es fácil
le reflejen o difundan (fig. ll-5). Esta estructura darse cuenta de la opacidad que ello representa.
correlponde groseramente a la distribución de las Esta es una cifra máxima a la que se tiende en
hojas en la vegetación terrestre. A su vez, y a una
elCala inferior, la estructura se repite en la dispo-
llción de los cloroplastos en la hoja. En su forma Tabla 1:5-1
m's refinada correspondería a los cultivos de Concentración de clorofila por unidad de luperficie
algal en que la suspensión de organismos rodea a en divenal comunidadel veletalel.
cilindros transparentes que hacen de vehículo de
la luz, dispolición que no falta en la Naturaleza, Clorofila,
mi m- l
como en ciertas plantas suculentas fenestradas, en
líquenes del género Lecidea y en los cristalinos
del lamelibranquio Tridacna. convertidos en me- Pecton en lagos de montaña 61 2- 50
dios dióptricos que conducen la luz a las algas Embalse de Sau (promedio) 124 219
limbiontes que crecen a su alrededor. Algas sobre piedras en ríos de montaña 61. 64 300- 370
Llegamos a comprender la misma limitación a Algas sobre piedras en ríos de la montaña
media, Cataluña (original) 113- 273
través de otras consideraciones que se refieren 8 Perifiton de lagos de Masuria 119. 300
la concentración de clorofila en los organismos. Pradera marismeña de Spartina alterni/lora,
Esta concentración tiene un límite superior de Massachusetts (original) 306·2260
utilización. Es obvio que, por unidad de superfi- Comunidades bentónicas marinas m 300-2750
cie, no puede existir más clorofila activa que la Tundra ártica m 300- 770
cantidad de ella que basta para absorber prácti- Campos abandonados n 300- 600
camente toda la luz. Es f'cil calculaf dicha can- Praderas y pastos 1] 700-1000
tidad a partir de las expresiones de la tabla 10-4. Sabana 1] 600-1000
Una densidad óptica de 2 corresponde a la ablOf- Bosque de Pinus-Quercus 1] 3100
Bosque montano ombrófilo, Puerto Rico 11 2200-2670
ción del 99 % de la luz. Tiene dicha densidad
Cultivos de gramíneas y soja 1] 900-2700
óptica una dilOlución de clorofila que contiene
/'
/' - --
~'-'.-
"" arroz
'",
varían entre 0,1 y más de 2. En praderas de
Finlandia, se citan valores de 1,7 a 2,2 46 • Para
E
o
ü
Q) --------~,/~----
/ '" \
la vegetación abierta de África, en lugares más Cf)
oCf) 100
húmedos (vegetación de Crossopteryx y Elyonu- Q)
boniato
rus) es de 1,375; en localidades semiáridas con a.
O'l
vegetación de Andropogon y Nephrolepis, vale
é
3,5 31 , más que en la remolacha (4). Es mucho más -o
'0
alta en la vegetación subdesértica que en el bos- g
que tropical húmedo. En bosques caducifolios y "'O
o
de coniferas, en clima templado, es de 0,15-0,25 el:
Y en los bosques tropicales de 0,11 o menos. En
índice foliar
el bosque tropical húmedo, con un reciclado con-
tinuo en las capas superiores del suelo y una reser- Figura 13-6 Relación entre el índice foliar y la
va muy baja de elementos en el medio, no hay ni producción neta, en el arroz y en el boniato.
(Según Y. Tsuno y K. Fujise, Bul!. natu. Inst.
raíces profundas ni gran desarrollo de micorrizas agric. Sci. Tokyo, s. D, 13:1-131, 1965.
ectotrofas, es decir, el sistema de transporte subte-
rráneo está reducido y la relación entre partes sub-
terráneas y partes aéreas de la planta es baja.
Queda compensado en masa y también desde el millones de moléculas de clorofila por cloroplasto
punto de vista mecánico por el gran desarrollo de dispuestas en unos 2000 p.m 2 de lámina de tila-
la base del tronco y de raíces superficiales en coide).
forma de contrafuertes. En vegetación acuática En cuanto a la relación entre la extensión del
de Thalassia (Puerto Rico) 62 la relación partes limbo foliar y la superficie del suelo cubierta por
enterradas: partes emergentes vale de 3,9 a 7,1 la vegetación, la mayor parte de los valores se
sobre sustrato grosero con gran desarrollo y per- aproximan a cuatro, que es el índice foliar más
sistencia de rizomas y sólo 0,14 a 2,83 en fondos común. Más allá de esta relación, generalmente
fangosos. Todas estas relaciones tienen un interés aumenta mucho la respiración y la utilización de
considerable a la hora de precisar las relaciones la luz es ineficiente (fig. 13-6). Sin embargo, en
entre producción neta y producción bruta, porque condiciones de gran intensidad luminosa, especial-
todos los tejidos respiran poco o mucho, mientras mente si la vegetación es alta y se crea un am-
que solo una parte relativamente pequeña inter- biente de luz difusa, se observan índices foliares
viene en la asimilación. mayores, por ejemplo, de 6 o más (fig. 13-7) 13.
En el plancton no existe la complicación indi- También son mayores en prados abonados que en
cada; sin embargo, la concentración de clorofila los sin abonar. En bosques templados, tanto cadu-
y su actividad varían asimismo entre límites consi- cifolios como de hoja perenne, son corrientes
derablemente amplios. índices foliares de 6 a 8 32 ,72. En bosques tropi-
La concentración de clorofila por unidad de cales y húmedos se encuentran valores entre 6,5
extensión de limbo foliar (incluyendo dos caras, y 16,6 32 ,79,81,84. También para bosques de coní-
haz y envés) es notablemente poco variable. La feras (Picea, en Suiza) se dan valores de índice
mayoría de los valores quedan entre 250 y 350 foliar muy altos, de hasta 16 32 ; pero parece que
mg m- 2 (1a mitad de cuyo peso corresponde a las coníferas son algo peculiares y no perfecta-
la superficie de una sola cara de la hoja), cifras mente comparables con otras fanerógamas. El
próximas a la mayor concentración efectiva de índice foliar difiere relativamente poco entre un
clorofila calculada por unidad de superficie. bosque y un prado, lo cual indica que la produc-
Sin embargo, los resultados de todos los aná- ción primaria bruta de ambos ecosistemas es poco
lisis abarcan más, entre unos 150 y 750 mg diferente; aunque la producción neta es mayor
m- 2 (81, 122). En las plantas esclerofilas, bien ilumi- en el sistema que tiene menos masa que respira.
nadas, las concentraciones de clorofila se aproxi- Independientemente del índice foliar, el tamaño
man al límite superior indicado (tabla 13-2). El de las hojas, si son grandes o pequeñas, tiene im-
número de cloroplastos por unidad de extensión portancia ecológica. Hay plantas de hojas particu-
de la hoja en las fanerógamas es igualmente poco larmente grandes, como las palmeras, musáceas,
variable, entre 250 y 500 X 109 m- 2, lo cual co- araliáceas, etc. El tamaño de las hojas en la
rresponde a un contenido de clorofila de aproxi- evolución no es regulado solamente por el riesgo
madamente 10- 12 g por cloroplasto (cerca de 700 de desgarre bajo la acción del viento, sino posi-
.
riores. La dirección de las hojas en los distintos
• estratos se explica como una optimación de la
, . ••
necesidad de interceptar la luz (fig. 13-8) 57 Y la
planta entera aparece organizada para su óptimo
.-.... : .
El producto de la concentración de clorofila
por unidad de extensión de las hojas por el índice
. . . I
foliar, da la concentración de clorofila por uni-
dad de superficie horizontal. Muchas mediciones
1 5 10 50 100 0
0 se aproximan al valor esperado de 300 mg clor.
Intensidad relativa de la luz, °0 m -2 X 4 = 1200 g de clorofila por metro cuadra-
do (tabla 13-1). A esta cifra debe añadirse la clo-
Figura 13-7 Indices foliares de comunidades de rofila presente en los tejidos que no han sido com-
plantas naturales y seminaturales, en el Japón.
Observaciones hechas en otoño, bajo diversas putados como hojas (ramitas, corteza, etc.).
condiciones de luz. (Según T. Hiroi y M. Monsi, A los efectos de la organización de los ecosis-
J. Fac. Sci. Univ. Tokyo, s. 3, Bot., 9:241-185, temas, es interesante comparar la distribución en
1966.) altura de las partes fotosintetizadoras y no foto-
sintetizadoras de la vegetación (fig. 13-9) 72. La
distancia entre los respectivos centros de gravedad
de ambas distribuciones es una medida de la fun-
blemente, y de manera más importante, porque ción de transporte realizada por las plantas del
una hoja grande impone ciertas exigencias al ecosistema. Dicha distancia aumenta regularmente
sistema de conducción en su base, de la misma en el curso de la sucesión (pág. 773). La compe-
manera que una ciudad grande requiere un siste- tencia por la luz conduce al aumento en altura
ma de transporte de determinadas características de la vegetación. al alargamiento del sistema de
que permita mantener un flujo mínimo. En otros transporte y contribuye, en definitiva a un retardo
términos, existen limitaciones en la relación ex- en el ciclo material de todo el sistema.
tensión de las hojas/sección del xilema, relación
que es mayor en las plantas de sombra que en
las de sol. Por esta razón, el tamaño de las hojas Composición cuantitativa
es un carácter adecuado para la distinción de de los pigmentos.
tipos biológicos de plantas, en relación con el
clima (pág. 395). Existen ciertas restricciones de tipo filogenético
El índice foliar se relaciona con la estratifica- en la distribución de los pigmentos. Dejando
ción de la vegetación. Puede ser mayor en una aparte las bacterias, un conjunto de grupos dis-
vegetación más alta y obviamente existe una ópti- tintos de organismos acuáticos difieren unos de
320
280
o' 240
~ 200
"ii 160 o('1)
oO) o
CD
120 ID o
R
.lJ
~
o
80
::J
40
:;;: o
Indica 0.4 1,8 3,9 4,8 5,1 4.4 1,0
foliar
Figura 13-8 Orientación de las hojas de malz (en grados: 60-90°, 30-60°, 0-30°),
en función de la altura en la planta (escala a la izquierda) y del periodo vegetativo,
muestreado 7 veces, hasta llegar al estado final de senectud. Las cifras de la parte
inferior de los gráficos representan el Indice foliar total. (Según Loomis 57.)
o 20 4p 6.0 8p 19000
N 9 O
m
10,3
140
120 8.~
100~---+--'-'-n
I 6,3
80 P
60 f 4,3
40 F
2,3
20
60 40 20 20 40. 60 2 10 12 14
Il
20
40
';aíces
otros por los pigmentos de su sistema fotosinte- Los distintos pigmentos poseen espectros de
tizador. Además de la clorofila a, común a todos absorción (fig. 13-3) Y de acción diversos y se
los grupos, como clorofila secundaria, las eugle- supuso que en los vegetales acuáticos existía una
nales y clorofíceas tienen clorofila b, las cripto- adaptación cromática complementaria, en el sen-
fíceas, dinoflageladas, crisofíceas, diatomeas y feo- tido de que el color de los cromatóforos tendería
fíceas, clorofila e, a veces en alta proporción; las a ser complementario de la luz ambiente. Apoyaba
rodofíceas clorofila d, y las heterocontas clorofi- tal hipótesis la observación de que, en profun-
la e. La clorofila b difiere de la a en que el car- didad, donde alcanza la luz azulada, existía una
O considerable proporción de algas con cromatófo-
¡f ros amarillentos o rojizos; mientras que en aguas
bono 3 lleva el grupo -C en vez de -CH 3 ;
superficiales, donde llega una mayor proporción
"- H de radiación de onda larga (roja), los organismos
otras clorofilas son menos conocidas. Las ficobi- verdes predominan, o, por lo menos, se encuen-
linas son propias de cianofíceas, rodofíceas y tran en buena proporción. Pero tal adaptación
algunas criptofíceas. Algunos carotinoides como, puede relacionarse más con la intensidad que con
por ejemplo, el ~-caroteno, se encuentran en casi la calidad de la luz y no se excluyen otras razo-
todos los vegetales, mientras que las formas oxi- nes, por ejemplo, que la aportación de nitrógeno
dadas o xantofilas son las más diversas y algunas y mayor disponibilidad de CO 2 no disociado en
son características de determinados grupos. ciertas aguas superficiales, tal como se ve en las
Sólo uno de estos grupos, el de las clorofíceas, escolleras, favorezcan el desarrollo de algas verdes
ha invadido la superficie de los continentes, dan- muy vistosas, como Enteromorpha y Ulva. La hi-
do origen a las plantas superiores, cuya compo- pótesis de la adaptación cromática no se basa más
sición pigmentaria se encuentra por tanto, limi- que en algunos datos sobre la variación de las
tada filogenéticamente. Las plantas superiores sólo distintas proporciones de las ficobilinas (ficoeri-
contienen las clorofilas a y b, nada de ficobilinas; trina y ficocianina) en cianofíceas, según sea la
pero sí carotinoides diversos: carotenos y xanto- luz a la que se han desarrollado. En Tolypothrix
filas, A estas sustancias se añaden precursores y tenuis, la calidad de la luz, al final de un período
productos de alteración de las clorofilas. de iluminación, condiciona la síntesis de pigmento
Tabla 13·3
Concentración de elementos esenciales para la vida de las plantas en diversos materiales
naturales. Las concentraciones se dan en partes por millón (ppm), o mg por kg.
Datos recopilados por Fortescue y Marten 38.
~
~ i 1 .~
60
50 ~ ClI
40 III ~ !~ 1
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~ ~ g.
30
:1 i.;: ti) Q..
III
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I I
20 I I
I I
I I
I I
10 I I
I :
10 A·I~_·""··
20
30
40
50
60 Capa freática
~;~.~.
diferencial sobre los distintos procesos que inter- tintas, las poblaciones desarrolladas a temperatura
vienen en la producción primaria. Las reacciones más alta contienen una proporción relativamente
químicas, la difusión, son más dependientes de la más alta de clorofila (en Nitzschia closterium, por
temperatura que las reacciones fotoquímicas. A ejemplo) 59.
baja iluminación, la producción primaria aumenta
poco cuando la temperatura asciende; para ilumi-
naciones más intensas la producción primaria se PRODUCCiÓN RELATIVA
incrementa, aunque con un coeficiente térmico
menor que el de la respiración. Puesto que la Rendimiento decreciente
temperatura alta intensifica más la respiración en la producción
que la fotosíntesis (pág. 139), el aumento de la
temperatura puede ser desfavorable para la pro- Si nos fijamos en uno cualquiera de los facto-
ducción primaria neta, salvo en el caso de tratarse res, hallamos que la producción primaria mani-
de intensidades luminosas muy altas, acompañadas fiesta una relación de rendimientos decrecientes
de concentraciones de clorofila asimismo relativa- con la intensidad del factor, es decir, al aumentar
mente muy elevadas. En cultivos de algas que dan la intensidad del mismo -por ejemplo, la con·
la misma productividad bajo temperaturas dis- centración de nitrógeno combinado inorgánico-
cada vez son menores los incrementos de la pro- donde puede ser oportuno dar a K' y N' significa-
ducción, hasta alcanzar un valor de saturación, dos especiales. En particular, si llamamos V a la
a partir del cual un mayor aumento de la concen- tasa o velocidad de absorción de cierto elemento
tI'ación del nutriente no produce ya efectos posi- (V = dN/dt); V m a dicha tasa en su valor máxi-
tivos. En este momento, otros factores actúan de mo (V m = rN); S a la concentración o intensidad
freno y a ellos pasa la función limitante. Se ha del factor limitante en cuestión (o sustrato), y
hablado ya de este tipo de función asintótica (1a K s a dicha concentración cuando V = lf2 V"I' la
producción en función de un factor de produc- expresión anterior se puede escribir de la forma
ción) en relación con la iluminación (fig. 13-10) siguiente
y, en forma semejante, se puede reconocer en
relación con todos los demás factores. V=V (_S_)
m
S+K
A ello debe añadirse la limitación de tipo me- s .
k
) (l _ e- kZ ) las plantas y producción neta lo que queda de
ella: descontada la respiración de los propios ve-
getales. La producción neta es, por tanto, la pro-
10 = intensidad de la luz en superficie ducción que queda verdaderamente a disposición
5 = concentración de elementos nutritivos de los siguientes niveles tróficos. Dicho cociente
T = temperatura absoluta depende de la relación entre tejidos asimiladores
C,c = constantes. (o clorofila) y biomasa total del vegetal. En el
plancton, la respiración representa entre ellO y
k es un coeficiente de extinción de la luz y se el 40 % de la producción primaria bruta. En la
tiene en cuenta la integración de la luz que llega vegetación terrestre se aproxima al 50 % Y rebasa
a un espesor de agua (Z) en el que vive una pobla- considerablemente esta cifra en las comunidades
ción aproximadamente uniforme. Se puede hacer muy maduras (tabla 13-8). Su estudio es muy di-
que V represente la producción neta, restando la fícil por la variabilidad, entre unas y otras plan-
respiración, función también de la temperatura. tas, de la producción de CO 2 durante el día y por
Expresiones de este tipo han sido propuestas y conexiones a nivel celular entre la fotosíntesis y
utilizadas en el estudio del plancton 102, 103. la respiración (pág. 442).
Según el uso general en idiomas latinos, pro-
ductividad significa producción en relación con
Eficiencias alguno de los factores de la misma. Es adecuado
utilizar dicho término para expresar la relación
En muchas funciones con sentido ecológico o entre la producción y la biomasa, es decir, como
económico tiene interés calcular una eficiencia, si fuera una tasa de interés, deducida de la com-
que es el cociente entre dos variables: la variable paración entre el rédito (= producción) y el capi-
dependiente o de salida, dividida por la variable tal (= biomasa). Pero es igualmente correcto ha-
independiente o de entrada, o por una de ellas en blar de productividad con referencia a cualquier
el caso de ser varias. La eficiencia, por tanto, factor de producción y productividad puede sig-
tiene el significado de una derivada. Se pueden nificar eficencia. Se puede hablar, por tanto, en
calcular eficiencias sobre las expresiones propues- relación con las dos producciones, de una produc-
tas en las páginas anteriores, por ejemplo, com- tividad bruta y de una productividad neta, y ha-
parando el crecimiento o la velocidad de creci- cerlo con referencia a distintos períodos de tiem-
miento con la concentración de nutrientes. En po, horas, días, o años. Hay autores que usan
este caso, la eficiencia decrece hasta valores muy productividad o producción indistintamente.
bajos, a medida que aumenta la concentración de Si expresamos en las mismas unidades: B =
nutrientes que sirve de referencia. En el estudio = biomasa, P¡, = producción bruta, y P" = pro-
de la producción, es acostumbrado calcular dife- ducción neta, las relaciones más usadas son las
rentes eficiencias que, en cada caso, han de defi- siguientes:
nirse precisamente. Phi B = productividad bruta, flujo de energía,
En el curso de estas páginas se usarán varias de dimensión t- 1
eficiencias. En condiciones óptimas, muy alejadas p,J B = productividad neta, tasa de renovación,
de la saturación, es decir, con poca luz, teórica- «turnover», de dimensión t- 1
mente se podría llegar a una eficiencia máxima de BIP" = tiempo de renovación, «turnover time»,
la conversión de energía luminosa en energía quí- de dimensión t.
y no sólo la de las plantas, no es igual en los 15N) y, después de la incubación, se filtra el planc-
diversos frascos. Las bacterias, por ejemplo, pue- ton, contando la radiactividad retenida en el fil-
den tener y generalmente tienen mayor actividad tro. En el caso del 15N se quema el filtro y se
en el frasco oscuro que en el iluminado y las determina el isótopo mediante un espectrógrafo
mismas algas, que pueden ser más o menos hete- de masas. La producción primaria resulta de la
rotróficas, se comportan como tales a poca luz, aplicación de una simple regla de tres:
pero no bajo mucha luz (Chrysochromulina) 98.
La introducción de trazadores, primero el 14C, 14C añadido: 14C fijado: :
radiactivo, empezado a utilizar por Steemann C total presente en el agua: C total fijado (= x)
Nielsen durante la expedición del «Galathea» 115,
y más recientemente el 15N, estable, ha representa- El carbono radiactivo añadido y el fijado s'e ex-
do un gran progreso en el estudio de la produc- presan en unidades de actividad, microcurios o,
ción primaria de organismos acuáticos. No es que usualmente, en el número de partículas por uni-
el uso de trazadores sea mejor que las determi- dad de tiempo que se cuentan usando un mismo
naciones de oxígeno, pero aquel método se puede aparato (CPM, cuentas por minuto). El carbono
utilizar para producciones más bajas, es más có- total presente en el agua se obtiene generalmente
modo y el prestigio que da a los laboratorios el por cálculo, a partir de la reserva alcalina y del
uso de isótopos radiactivos ha hecho que se mul- pH (pág. 53). Debe introducirse una pequeña
tiplicaran las determinaciones, quizá demasiado, corrección por la desigual difusión de las mo-
porque no siempre se han hecho con el necesario léculas con 12C y con 14C. Este método está ex-
espíritu crítico y hay muchos datos inseguros. Se puesto con suficiente detalle en muchas publi-
procede como en el caso del oxígeno, con unos caciones 63, 125.
frascos transparentes y otros opacos, se añade Dicho procedimiento presenta las dificultades
una cantidad de trazador (en forma de bicarbo- señaladas a propósito del método del oxígeno
nato en el caso del 14C, de nitrato en el caso del (presencia de paredes, efectos de la luz indepen-
.
100°0
0,5
ducción neta suele oscilar entre el 60 y el 90 %
de la bruta. Es más elevada en el caso de diato-
meas de rápido crecimiento y menor en dinofla-
geladas de aguas empobrecidas. Por otra parte,
hay muchas algas del plancton que vierten al
0,2
medio, en forma soluble, parte de lo que han asi-
10°0
0,1
milado, y este material no se tiene en cuenta con
el método del carbono radiactivo, tal como se
AA
0,05
aplica ordinariamente, aunque existe la posibili-
A. dad de medir la radiactividad de la materia orgá-
1°0
nica disuelta. No es de extrañar que, cuando se
0,02
comparan ambos métodos, el del oxígeno arroje
valores constantemente más altos, a veces hasta
A 1 1/2 Y 2 veces mayores que los que se obtienen
con el del 14C, aun teniendo en cuenta posibles
valores elevados del cociente fosintético: oxígeno
producido/carbono reducido, en función del tipo
de compuestos orgánicos asimilados.
..
o
a. pasar solo el 10 % de la luz y los triángulos
o 0,1 Ü el resultado de las incubaciones hechas a un 1 %
1 %
Ol
~
E de la luz exterior. La distribuci6n de estos
0,05 slmbolos queda limitada superiormente por sendas
líneas. Obsérvese que a la intensidad del 1 %
de la luz, el plancton de profundidad (gráfico
0,02 inferior) tiene una mayor eficiencia -está mejor
adaptado- que el plancton de superficie
(gráfico superior).
e 12 18
Producción media
Comunidad y referencias gC m- 2 día- I gC m- 2 año- I
MAR
Mediterráneo occidental 0,06-0,50 50-85
Áreas neríticas fértiles (Mar del
Norte, Long Island Sound) 117 0,15-2 100-450
Áreas de afloramiento
(Perú, Sudáfrica) 1-4
Antoplancton, * Puerto Rico [0,9 gC m- l hora- I ]
AGUAS DULCES
Lagos oligotróficos y distróficos 0,08-0,4 10-80
Lagos mesotróficos y eutróficos 20 0,3-3 100-600
Lagos muy eutróficos y cultivos
de algas al aire libre 2-5 500-800
Cultivos en laboratorio
(sin iluminación continua) 3-10
O
10
PRODUCCiÓN
i
C3
O
z
[r
O
a:: LAGO DE BAÑOLAS
el.
31-Agosto-1970
20
NO] =
!
mg-at NII
30....o.....-_0,,1_...,.....-----r_-.-------,r- ----J
." .
células
20
\ 20 20
50 L . L . . - . L . . . - - - _ - - - - I_ _,...........J
VENEZUELA
a poco, el 14C se difunde en todos los comparti- Al adicionar bicarbonato radiactivo a un cul-
mentos del sistema y recircula, con lo cual su tivo de algas que asimilan rápida y selectiva-
eficacia como trazador se pierde. Sin embargo, es mente el bicarbonato, se obtienen producciones
imposible obtener una medición precisa después exageradamente altas cuando se calculan sobre la
de un tiempo excesivamente corto. base del contenido total de carbono inorgánico;
Las curvas que dan el contenido en 14C en un pero es aún más importante otra causa de error
plancton en espacio confinado, en función del que actúa en sentido opuesto, por el apareamiento
tiempo, se aplanan rápidamente (fig. 13-13) 4, lo de parte del bicarbonato radiactivo con diversos
cual no corresponde a una depresión igual de la cationes, lo cual hace que parte del 14C quede
producción. Conviene, por tanto, interrumpir el separado del compartimento o fondo de inter-
experimento cuando las curvas empiezan a des- cambio.
viarse de la proporcionalidad entre producción La comodidad del uso de 14C permite multipli-
(tiempo) y acumulación de 14C, es decir, no con- car las determinaciones y estudiar variaciones de
viene prolongar las incubaciones por más de un la producción a pequeña escala, así como conocer
par de horas, lo cual, a su vez, plantea la necesi- la influencia de distintos factores, por ejemplo,
dad de integrar una serie de medidas parciales de la luz (fig. 13-14). Ha puesto de manifiesto
en distintas horas para tener la producción total también la importancia de la fijación de COz
diaria. Desde luego, la suma de experiencias par- en la ausencia de luz. Prácticamente, todos los
ciales sucesivas, de dos horas de duración cada datos sobre la producción primaria planctónica
una, por ejemplo, arroja una fijación de 14C muy (tabla 13-4, y figura 13-19) están basados sobre
superior a la que da un experimento prolongado el uso del carbono radiactivo. Actualmente se
durante todo un día. conoce a grandes rasgos la distribución de la pro-
20°
10°
20°
30°
mgC/mg ciar. a día Zooplancton/fitoplancton
Enero-Junio Enero-Junio
40°..--------.,--------------,-,----, 40°.....----.-------------,--,---,
30°1------.-----."'"
20°
20°
29,6 920
30°
mgC/mg ciar. a día Zooplancton/fitoplancton
Julio-Diciembre Julio-Diciembre
8,5
1 '~
8,0
pH
00 06 12 18 00
Horas
Figura 13-20 Variación diaria del pH en tres puntos de una laguna salada rica en
cianoflceas, que desagua en la Laguna Madre de Texas. En el centro (2) el ciclo del pH
muestra muy bien la influencia alternada de algas y bacterias. (Según H. T. Odum
y cols., Pub!. Inst. Mar. Sci., Texas, 9:404-453.)
agua profunda al nivel iluminado. Debe tenerse formado por organismos muy pequeños, es pre-
en cuenta que el transporte horizontal puede mo- ferible usar campanas, transparentes y opacas res-
dificar dicho esquema (fig. 27-3). pectivamente, clavadas por su fondo abierto en el
La estratificación de los diversos organismos en sedimento, realizando los análisis en el agua con-
función de la luz es un hecho general y no se finada en ellas. Pero es difícil estimar la difusión
destruye totalmente por la turbulencia del agua. a través del sedimento, que introduce perturba-
De ordinario, la mayor parte del plancton pro- ciones. Más difícil aún es el estudio de la produc-
ductivo se encuentra en los 50 metros superficia- ción del bentos de las aguas corrientes, pues re-
les (figs. 13-16 y 13-17). Las mediciones de distri- quiere que las muestras que se están incubando
bución vertical de clorofila no acusan una estratifi- estén sometidas a una circulación del agua similar
cación tan marcada como las basadas en recuentos a la que existe en condiciones naturales.
de células sanas, por la presencia en profundidad En estas aguas f1uyentes, sea en manantiales,
de una considerable cantidad de clorofila detrítica sea en el mar, sobre arrecifes o praderas de Tha-
y, por tanto, inoperante. La figura 13-16 ofrece lassia, la medición periódica de las concentracio-
un ejemplo representativo de la distribución ver- nes de oxígeno en distintos puntos, a 10 largo de
tical de la producción, en mares y lagos 35. La la corriente, suele dar resultados aceptables, siem-
profundidad a que se anula la producción neta pre que se tengan en cuenta las correcciones nece-
se denomina profundidad de compensación y sarias por causa de la difusión e intercambio con
depende de la especie y de muchos factores, entre la atmósfera 81 (fig. 13-21).
otros de la temperatura, que gobierna la respira- Las algas y fanerógamas de gran tamaño se
ción. Así, por ejemplo, en cierto tipo de agua, prestan a experiencias de incubación, encerrándo-
a 5°C la profundidad de compensación se hallará las en frascos o en bolsas de plástico. El uso de
al nivel de un centenar de lux y a 20°C al nivel 14C es muy apropiado para reconocer luego la
de 150-400 lux. distribución local, en la planta, de la actividad
de fotosíntesis, relacionándola, si se cree intere-
sante, con la distribución de la clorofila y demás
Comunidades bentónicas pigmentos. Especialmente las plantas de hojas
o talos amplios, como Thalassia, Posidonia o
Para las comunidades bentónicas se pueden Vallisneria, se prestan a este tipo de experiencias
emplear los mismos métodos ya indicados, basa- (fig. 13-22). De interesar sólo la producción total,
dos en el intercambio entre el agua y los orga- la planta se deseca y muele y es posible quemar
nismos. Se pueden tomar organismos del fondo, el residuo y pasar directamente el material al
encerrarlos en recipientes, y medir la producción vehículo líquido para emplear un contador de
de oxígeno o la fijación de 14C, como en el caso centelleo 28.
del plancton. Sin embargo, semejante proceder Con mucha frecuencia, los datos sobre produc-
suele perturbar demasiado la estructura del sedi- ción de comunidades bentónicas se basan en la
mento; para tener determinaciones correctas el siega o corte periódico de la vegetación, estiman-
sedimento ha de recogerse y manipularse con do su producción neta por pesada.
grandes precauciones, sin alterar su estratifica- En las tablas 13-5 y 13-6 se resumen algunas
ción. cifras que dan idea de la producción bentónica
Para el estudio de la producción del bentos en aguas dulces y marinas. A escala global, dicha
Luz
~ e ..
=.
?~O~O••~O..
féricos, fundamentalmente de la concentración de
CO 2 • Esto se puede conseguir con un recinto ce-
rrado. Con material plástico es posible construir
~ :~ ~ recintos espaciosos para incluir árboles y segmen-
tos importantes de la vegetación natural 34 (figu-
~ 1 11!
> u"O
ra 13-23). De ordinario se mide la variación en
las concentraciones de CO 2 , aprovechando la ab-
sorción muy alta de dicho gas en el infrarrojo.
Pero en recintos pequeños es posible utilizar tam-
bién el método del 14C (73. 97), muy aplicable a la
vegetación de poca altura, como la formada por
RESPIRACION líquenes o musgos, o por las algas del suelo que,
1: 0,5 ". . •••.• ' • ' . .. • , con frecuencia, se suelen olvidar. En líquenes se
-~ 02 .. .' ..,' : '. ....:.::: ': .~: : .
'.' han medido producciones entre 15 y 200 mg C m- 2
...• : •.. ' ••.•• : . . . ' . .
hora -1 (1063). Este método es el único que permite
~' DIFUSION
determinar cómo se distribuye la fijación de car-
0.4 bono en los distintos estratos de la vegetación.
Dada la intercepción de la luz por las hojas,
se comprende que la asimilación por unidad de
superficie de hoja aumenta hacia arriba. En plan-
tas de sorgo, entre 60 y 100 cm de altura se
eS 1 asimilan, por ejemplo, 150 mg de C por m 2 de
~ hoja y hora, valor que llega a 500 para el estrato
entre 100 y 140 cm 37.
Horas
En atmósfera libre, con toma y análisis de CO 2
en distintos puntos, previo conocimiento de los
Figura 13-21 Utilización de las variaciones en
la concentración de oxigeno para estimar la pro-
ducción primaria. Aplicación al río Lark, Inglaterra, 1000
según datos de diversos autores. A base de las
concentraciones de oxigeno medidas en horas
diversas, se calcula el aumento o disminución
netos de este gas en el agua; la respiración se
1000
estima constante y proporcional a la biomasa,
y la difusión proporcional al grado de saturación.
Deduciendo la respiración y la difusión, la dife-
rencia representa la producción total. (Según
H. T. Odum, Limnol. Oceanogr., 1:102-117,
1956.)
750
Producción,
Comunidad y referencias g C m- 2 día- I Observaciones
• Tabla 12·4.
~
Campanas de plástico transparente
~~~
-, IUI 1-
Mezola gaseosa Aire que
de referencia se analiza
Receptores térmicos
Figura 13-23 A la izquierda, dispositivo para confinar parte de una planta en una
atmósfera limitada, para el estudio del intercambio gaseoso. A la derecha, técnica de
análisis de la concentración de C02 en aire, por espectrometría infrarroja. (Según Eckart 34.)
Producción,
Comunidad y referencias g C m- l día- I Observaciones
B 'l?.]s
\
~
ID
-0.23
~.
O,bo
nen valores del orden de 7 a 13 mg de materia
seca por dm2 de hoja y hora, lo cual, con un
índice foliar de 4 representaría una producción
..... de 1,7 g e m -2 hora -1 que se ha de considerar
como un máximo raramente alcanzado.
La medida del aumento de peso en -una comu-
nidad natural es empresa extraordinariamente
Figura 13-24 Correlaciones estadísticas entre la complicada. Hay que tener en cuenta las partes
producción de una pradera de Lolium, expresada asimiladoras, la madera, las partes subterráneas y
en peso fresco y en peso seco, y algunos valores
relativos o índices que se pueden calcular en la la hojarasca producida, así como tomar en consi-
biomasa. La producción es proporcional a la deración el consumo por parte de los animales.
concentración de clorofila, e inversamente propor- La obtención de datos y su interpretación y aco-
cional al contenido en materia seca y al Indice plamiento constituye la puesta en práctica de todo
de pigmentos 0430/0665' (Datos de C. Rigau,
tesis doctoral Univ. Barcelona.) el contenido de la ecología.
Tabla 13-7
Producción primaria neta de comunidades terrestres.
Datos combinados de diferentes autores 13, 17, 19, 32, 34,46,66,76.89,90,91. 93. 94, 95, 96,104,106,126,127.
Producción,
Cultivos g C m- 2 día- I
Biomasa. en g C m- 2
Frutos 1
Hojas 391 (2,67 g de clorofila = 0,69 %)
Ramas y corteza 2110
Madera 5810
Raíces 3010 (relación partes subterráneas: partes aéreas = 0,36)
Total II 322
Hojarasca 250
Materia orgánica en el suelo 6100
'upet'tlci.lol.1
d.1 pl.n.l'
~
Superfoc,,, Je, 000 000 km' 22 000 000 , 1 800 000 I 41 000 000 , 000 30000000 &10000000
Tot.1 prodUCCión )
km'
I
: km' :
I
km'
¡ km' I
km' km'
I I Producción tot.1
anu.1 en mlllone.
de tonel.d'l de e
36 100 O : 190 ; 16400 1 62 60 ¡ 8000 2000 86 940 mlllon.. d.
tonel.dll Inulle.
de e
Figur8 13-28 Represent.ci6n esquem.tic. de v.lore. promedio. de producel6n prlm.rl.
mundi.l. Corresponde • v.lore. entre l. produeci6n brut. y ,. net.; m•• eerc. de ,. brut.
en 101 oc~.nos. m•• cerc. de ,. net. p.r. ,. veget.ci6n te"e,tre. L••/tur. de ,., eolum-
n., de ,. p.rte superior del gr.fieo e. proporcion.1 • dich. produecl6n. Ab.jo. exten,16n
superfici.' de c.d. uno los distinto. tipo, de .mbiente y produeci6n ¡ntegr.d•.
grandes diferencias según sean los tipos de vege- fracción que es mayor en las poblaciones de
tación. Así, por ejemplo, la tasa de renovación rápido crecimiento o en los comienzos de una
del fitoplancton, es de 10 o más veces por año, sucesión. La máxima intensidad de secreción lleva
mientras que la de los bosques es de 0,08 o unas pocas horas de retardo sobre la máxima
menos, siempre por año. intensidad de fotosíntesis. Resulta particularmente
visible la secreción cuando tiene aspecto mucila-
ginoso antes de hidrolizarse y disolverse en el
CONTROL DEL ECOSISTEMA agua, como ocurre en las diatomeas planctónicas
POR LA VEGETACION Chaetoceros socialis y Thalassiosira subtilis 45.
Algo parecido ocurre con las poblaciones ben-
Aunque se acepta que la población del depre- tónicas. En primavera, las piedras de los riachue-
dador regula la de la presa y la de herbívoros los se cubren de poblaciones de Gomphonema
regula a la vegetación, en el caso de ésta, gran (diatomea) que se multiplica rápidamente y asi-
parte del control sobre la transferencia de energía mila con gran intensidad, y excreta parte de lo
a niveles tróficos superiores reside en los propios asimilado en forma de un mucílago voluminoso.
productores primarios. Este fenómeno tiene dos Al avanzar la estación, la tasa de asimilación de
aspectos, uno positivo y otro negativo: las plantas las algas disminuye y sus secreciones de material
ponen a disposición de otros niveles tróficos una mucilaginoso son mucho menos importantes, y
parte de su protlucción primaria, sin coacción tienen la forma normal de cordones (observacio-
alguna y, por otra parte, retienen una fracción nes en el Montseny, 1971; NE de España).
de su producción en una forma que es muy difícil Algunas algas pierden periódicamente partes de
de utilizar por los animales. su talo, que luego se amontonan y son lanzadas
Las algas vierten al agua, en forma soluble, una a la playa, donde se descomponen por bacterias
parte de lo que han asimilado, variable entre el o se utilizan directamente por algunos animales.
2 y el 39 % de la producción bruta (pág. 72), Las fanerógamas marinas, como Thalassia y
Tabla 13·10
Producción total de la biosfera, basada en datos de las tablas 13-4 a 13·7.
La estima de Riley 101 resultaba en una producción totai de la biosfera
de 42,38 X 109 Tm e año l. Por la naturaleza de los datos, la presente estima
puede considerarse superior a la producción primaria neta, pero algo inferior
a la producción bruta. A escala global, la producción neta está comprendida,
probablemente, entre el 55 y el 85 O/o de la producción bruta.
148 29650
Océanos 100 361 36100
Aguas continentales 100 1,90 190
-
300 al vegetal. En bosques templados, la fracción de
400 ~ hojas nutrientes que va al suelo por lavado superficial
tallos de las plantas representa cerca del 20 % del total
500 (caída de la hoja, etc.). Esta circulación tiene parti-
c::::=J raices
cular importancia cuando sobre las ramas y hojas
viven cianoficeas y líquenes fijadores de nitrógeno,
Kg/ha que son abundantes en diversos bosques tropicales.
N
PRODUCCiÓN PRIMARIA
60 NETA ANUAL
Producción secundaria.
Alimentación de los animales
ALIMENTOS
Contenido energético
473
Tabla 14-1
Valores representativos del contenido en energía de diversos organismos.
En calorías gramo por gramo de peso seco (o por gramo de peso seco
sin cenizas si así se indica). Según diversos autores.
Vegetales:
Scenedesmus quadricauda,
clorofícea 118 6023-6599 (peso seco sin cenizas)
Fitoplancton de agua dulce l1~a 1763 4893-5888 (peso seco sin cenizas)
Vegetación herbácea 79. 88
mínimo en hojas 3800-4229
máximo en semillas 5065-5474
hojas árboles 5080-5600 (peso seco sin cenizas)
Comunidades vegetales enteras
mínimo en manglares 3764
máximo en prado alpino 4790
Variaciones en el tiempo en vege-
tación de campos abandonados
mínimo en abril 3900
máximo a fines de verano 4195
Diversos animales
Daphnia, Modiolus, Schistocerca,
lombrices y ratones 79 4419-5363
17 especies representando a
5 tipos 195 moda entre 5600-5800 (peso seco sin cenizas)
Artrópodos de fuentes termales 201 4750-5936 (peso seco sin cenizas)
Metamysidopsis (mísido pelágico) 4242-6462 (peso seco sin cenizas)
Roedores 82
por g de peso seco 4363-5396
por g de peso seco sin cenizas 5020-6070
Melanoplus, saltamontes 223
animal adulto 5203
excrementos del mismo 4466
Invertebrados del suelo 53
diversas especies 5344-6247 (peso seco sin cenizas)
es un poco diferente, pues depende de los produc- una media de 11 000 cal g-l de carbono orgánico,
tos terminales de su metabolismo. Si éstos no están o, como cifra aproximada, fácil de recordar, 10
totalmente oxidados no se consigue utilizar todo kilocalorías por gramo de carbono.
el contenido calorífico; así los valores «fisiológi-
cos» son de 3850 cal g-l para los glúcidos y de
8800 cal g-l para los lípidos, cifras algo infe-
riores al valor calorífico total. Los prótidos teó- Proteínas
ricamente darían 5650 cal g-l, pero si el término
final de su oxidación es urea, y esta contiene En mayor o menor grado, según las especies,
900 cal g-I, las calorías disponibles son menos. los grandes grupos de compuestos orgánicos son
El contenido calorífico de los alimentos, tal co- interconvertibles, con algunas excepciones. Debe
mo se encuentran a disposición de los animales, tomarse nitrógeno orgánico, en forma de amino-
es fundamentalmente función de su contenido en ácidos; por 10 tanto las proteínas son on compo-
agua; algunos ejemplos se indican en la tabla 14-2. nente esencial de la dieta. Para vertebrados supe-
En material fresco, con un contenido de agua del riores se reconoce la necesidad de ingestión de
80 %, 10 cual representa un valor de hidratación 0,85 a 1 g diario de proteína por cada kg de peso
muy frecuente, se tiene aproximadamente una corporal, como condición mínima para que se
kilocaloría por gramo. Alimentos más hidratados mantenga el equilibrio de nitrógeno en el cuerpo.
quedan por debajo de este valor medio, mientras La falta de proteínas es, con frecuencia, el factor
que los que contienen muy poca agua 10 superan más importante en los síndromes carenciales en
ampliamente. En el fitoplancton se puede aceptar el hombre (kwashiorkor, etc.).
recto y corto; Chiridella que vive en profundidad siempre por carta de más, incluyendo todo lo que
y es detritófago tiene el tubo digestivo largo y parece razonablemente necesario. Pero tiene ma-
describiendo una amplia lazada. Diferencias aná- yor sentido ecológico conocer la dieta justa. A
logas se observan entre los cladóceros. esto ha de tender la preparación de piensos arti-
También tiene importancia la distinción entre ficiales. La cría intensiva de aves de corral ha
presas vivas y muertas, probablemente en relación conducido al desarrollo de excelentes dietas que
con vitaminas o sustancias activas especiales que no sólo aseguran buenos beneficios a los aviculto-
se alteran con rapidez. Especies próximas de fora- res, sino que ilustran muy bien las necesidades
miníferos (Rotaliella) pueden diferir a este res- tróficas de los animales. En el caso del pollo, se
pecto; alimentadas con Chlamydomonas, una es- considera que para 1000 Kcal, el alimento ha de
pecie las requiere vivas, pero otra se desarrolla contener 52 g de proteína, 7,8 g de Ca, 2,1 g de P,
también con algas muertas 20. 0,5 g de Na, 0,7 g de K, 12 mg de Mn, 170 mg
Un estudio preciso, en términos bioquímicos, de Mg, 7 mg de Fe, 15 mg de Zn, 0,7 mg de Cu,
de las necesidades alimentarias de los animales así como las vitaminas A, B2 , 0 3 Y ácido panto-
requiere investigaciones muy cuidadosas. En ani- ténico.
males de parques zoológicos, en ciertos animales En nivel de mayor precisión se sitúan los en-
criados para experimentos (Drosophila, etc.) tiene sayos de cultivo de algunos animales acuáticos
éxito utilizar dietas muy completas, exageradas (1os crustáceos Tigriopus, Moina y Artemia) en
Figura 14-1 Diagrama de las relaciones tróficas alrededor de una especie animal, como
base para calcular las distintas eficiencias: Por ejemplo
Es posible evaluar sucesivamente el contenido Los valores de esta tabla deben considerarse
en energía en las distintas etapas y fracciones como aproximados. Varían considerablemente con
que se pueden distinguir durante el proceso de la edad del animal, y los datos referentes a in-
utilización de ciertas sustancias como alimentos. sectos son de larvas o inmaturos; más tarde la
Así, en principio, se puede distinguir: 1) alimento eficiencia suele bajar. En el ganado vacuno, la
total ingerido; 2) alimento asimilado, igual a la cifra dada se refiere a animales que no sobre-
partida anterior menos lo no utilizado y elimi- pasan el 90 % del peso definitivo.
nado con los excrementos; 3) energía que corres- De todas formas, la tabla 14-4 permite algunas
ponde a la respiración (metabolismo); 4) excre- generalizaciones, apoyadas por otra información
ciones, mudas, etc., que contienen energía utili- que existe en la literatura de la especialidad. Por
zable; 5) crecimiento y reproducción. El concepto término medio la eficiencia es mayor en los car-
de flujo de energía, a nivel de los productores nívoros que en los vegetarianos y, en éstos, mayor
Eficiencias
asimilado producción neta producción neta
--- x
Ingerido asimilado t"gcrldo
Tabla 14-6
Destino, en tantos por ciento, de la cantidad total de N y P, tomados
diariamente por el copépodo Calanus, en abril JO.
Relación cntre
las columnas
Nitrógeno Fósforo anteriores
Eficiencia .
crecimiento (e)
42,7 % 22,3 % 0,52
asimilación (a) + (e)
miento, y a este efecto se añade que los animales Podríamos usar aquí otro cociente: respiración/
homotermos tienen un metabolismo basal muy alimento asimilado. Puesto que, aproximadamente
alto. En otros términos, la tendencia es a dismi- (fig. 14-1), respiración + crecimiento = alimento
nuir la tasa de renovación y la mayor parte de asimilado, el cociente respiración/a. asimilado es
lo que se gasta se invierte preferentemente en las complemento de la eficiencia crecimiento/a. asi-
actividades que lleva consigo la ocupación de un milado; el primero representa un carácter pro-
espacio y no en conducir energía a niveles tróficos gresivo para la especie, el segundo una caracte-
superiores. De manera que la aparente disminu- rística útil para el explotador. El cociente respi-
ción de eficiencia (cociente producción neta/a. ración/a. asimilado es mayor en los homotermos
asimilado) no debe considerarse como una regre- que en los poiquilotermos y, dentro de éstos, es
sión, sino como un progreso. más alto en las especies de vida más larga.
Aparentes contradicciones proceden de que la La figura 14-2, de McNeill y Lawton 146 resume
eficiencia es un concepto impregnado de los pre- un gran número de datos de diversos autores, rela-
juicios de la explotación humana. Las especies tivos a producción neta y a respiración en pobla-
más eficientes, en el sentido de más explotables, ciones animales, referidas a unidad de superficie
no son precisamente las que tienen una historia del suelo. De ella se deduce que no es muy co-
evolutiva más complicada ni las que se sitúan rrecto afirmar que unos organismos gastan más
en los niveles tróficos superiores. en respiración, sino que conviene mejor decir que
0100
1
Insectos
Zoes de decápodos • .:.: : • • •
..
estudios ictiológicos de rutina, relacionados con Parathemisto jóvenes
Copépodos
la investigación pesquera, suelen ofrecerse datos
sobre la alimentación de las especies, aprecián- 20 40 60 80 100 mm
,
Frottron. .,.,..r.
f
SrrombldlUm app
,11
l,
~,
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I -~,
Ij';.,,~.
PleuroneffM coron.tum
grandemente según la alimentación y también Compuestos del tipo de las vitaminas u otra.
según ciertas condiciones más o menos favorables sustancias particularmente activas pueden tener
a la destrucción de los propios carotenos. La fauna considerable interés morfogenético. En los insectos
acuática de los lagos de montaña suele ser inten- sociales, el tipo de alimentación dentro de la colo.
samente roja. Otras localidades, por el contrario, nia determina el sexo, la casta y la corpulencia
como por ejemplo el lago de Bañolas, se caracte- de los obreros. En animales comensales de insectos
rizan por una pigmentación muy pobre de las sociales es común la dilatación del abdomen (filO-
mismas especies que en otros lugares tienen color gutria).
intenso. El tipo de aHmento presente puede influir sobre
las características de adaptación al mismo en la cución y captura de presas voluminosas ha consti-
especie: En el ciliado Tetrahymena hay formas tuido un importante elemento en la evolución de
de boca grande y de boca pequeña y la presencia las estirpes. Una vez iniciada la vía de la macro-
de presas apropiadas, por medio de un principio fagia generalmente no se vuelve atrás. Se puede
activo que puede difundirse a través de membra- pensar que la disyuntiva entre microfagia y ma-
nas, induce la transformación de formas microsto- crofagia representa una decisión fatal en la evo-
mas en otras de boca grande. lución de cada grupo, generadora de divergencias
La nutrición afecta a la multiplicación de ma- que luego no hacen sino acentuarse.
nera muy directa, cuando la reproducción asexual Para decidir si un organismo determinado ha
es una simple prolongación del crecimiento, como de considerarse como micrófago o como macró-
en protozoos, hidras y rabdocélidos, y de manera fago, más que el tamaño del alimento en sí inte-
más mediata en otros casos: trips, mosquitos, resa la forma de capturarlo y las dimensiones
chinches, Calliphora (moscarda). En ésta la dis- relativas del animal y de su alimento. El ciliado
tinta fecundidad se manifiesta ya en la estructura Frontonia (fig. 14-8) de 0,2 mm de largo es ma-
de los ovarios de los individuos más o menos bien crófago, porque captura activamente diatomeas
alimentados. El número de huevos por nidada de 0,08 a 0,15 mm de largo, y una ballena es mi-
en las aves puede estar también en relación clara crófaga, porque retiene en su filtro bucal eufausias
con el alimento disponible (Nucifraga, por ejem- de 5 cm de largo. La distinción entre micrófagos
plo). En otras especies no hay una relación tan y macrófagos no es equivalente a la distinción
clara. entre vegetarianos y carnívoros, ni tampoco a la
Finalmente, puede considerarse como una in- distinción entre nivel trófico segundo y tercero,
fluencia de la alimentación sobre el comporta- aunque, a niveles tróficos superiores, los macró-
miento, no sólo la simple habituación a cierto tipo fagos coinciden progresivamente con los carní-
de alimento, sino también el que insectos polífagos voros depredadores.
desarrollados sobre determinada especie vegetal, Las especies que ingieren alimentos muy di-
una vez adultos pongan selectivamente sus huevos versos se llaman eurífagas, mientras que las que
en un medio semejante a aquél en el que se utilizan alimentos mucho más definidos se deno-
criaron 208. minan estenófagas. En general, las especies ma-
crófagas tienen tendencia a ser estenófagas, es
decir están más especializadas alimentariamente
TIPOS DE ALlMENTACION que las micrófagas y no es raro encontrar asocia-
das diversas especies macrófagas, próximas entre
Dejando aparte la limitada posibilidad de utili- sí, pero con una estricta segregación alimentaria.
zar la materia orgánica disuelta, debatida en otro Un caso extremo de estenofagia es el parasitis-
lugar (pág. 496), la principal disyuntiva se esta- mo, en el que una especie vive a expensas de otra,
blece entre un tipo automático de alimentación, fundamentalmente de materiales especialmente di-
que utiliza indiscriminadamente una gran cantidad geribles que encuentra en la misma: sangre, pa-
de material que está al alcance inmediato, y una pilla digestiva, etc. El verdadero parásito se carac-
alimentación selectiva, que exige una mayor movi- teriza además por cierta pasividad en su acción
lidad del animal y va acompañada de una mayor expoliadora, bien diferente del depredador adap-
intervención de los órganos sensoriales. Esta divi- tado a perseguir una presa definida. Tal posición
sión corresponde a los dos grupos llamados res- pasiva se refleja en la evolución de los parásitos,
pectivamente micrófagos y macrófagos. que suele comportar simplificaciones en la orga-
Los micr6fagos capturan su alimento de modo nización, y, a menudo, un aumento en la produc-
casi automático, exploran y comen continuamente ción de descendientes. Es frecuente que el ciclo
alimento que se encuentra en pequeñas porciones. vital de los parásitos se cumpla en el cuerpo de
Es frecuente que ingieran una proporción consi- hospedadores distintos y, cuando así sucede, los
derable de material con bajo valor alimenticio. parásitos tienen su ciclo superpuesto o montado
Los micrófagos pueden ser poco activos y son en paralelo con las cadenas de alimentación na-
ordinariamente de metabolismo más bajo que los turales, pudiendo considerarse generalmente como
macrófagos. testigos de una edad considerable en la integra-
Los macr6fagos seleccionan su alimento con ción de los respectivos segmentos de ecosistemas.
una actividad integrada por los niveles superiores Las ventajas de los parásitos para obtener alimen-
de su sistema nervioso, persiguen a presas que to se hallan contrarrestadas a veces porque, ha-
están dispersas en un ambiente heterogéneo, es llándose en medios con poco oxígeno molecular
decir cuyas características varían de un punto a (caso de gusanos intestinales), no pueden utilizarlo
otro. El género de vida de los macrófagos ofrece en su metabolismo, en el que los glúcidos fermen-
mayores oportunidades a la evolución: la perse- tan sin pasar de dar ácidos orgánicos en los que
(Carchesium) son filtradores, reteniendo princi- las especies de la tabla 14-7 se encuentran en
palmente bacterias (fig. 14-8) 60. Las esponjas es- condiciones aproximadamente semejantes de equi-
tán organizadas sobre la filtración, y pueden rete- librio metabólico. Parecidas circunstancias go-
ner una proporción muy grande de las bacterias biernan la alimentación de Daphnia, en cuyo
del agua 113, 136. Las partículas mayores de unas crustáceo la superficie filtrante aumenta propor-
4 (lm se ingieren por fagocitosis; las pequeñas y cionalmente a una potencia próxima al cuadrado
muy pequeñas, desde una fracción de micra, se de la longitud 53a.
pegan a los collares de los coanócitos. Las espon-
jas de los arrecifes se sustentan en parte, por La mucosidad desempeña una función más im-
este último método, de la mucosidad producida portante en otros animales vermiformes que viven
por las madréporas 185a. El mismo procedimiento enterrados. En Urechis (equiuroideo) las glándulas
se utiliza por los coanoflagelados libres y otros de la parte anterior del cuerpo producen una
flagelados con dispositivos análogos de captura. especie de embudo mucoso que, por delante, se
Numerosos poliquetos filtran con la ayuda de ajusta al diámetro del tubo o galería y, por detrás,
un penacho branquial que extienden en el agua; a la parte anterior del animal. El embudo pre-
los cilios, que recubren gran parte de la superfi- senta poros muy finos, de dimensiones molecula-
cie, determinan corrientes de agua que arrastran res, aunque es posible que en esto se haya exage·
pequeños organismos, éstos se aglutinan gracias rada. pues Urechis puede hacer circular agua
a una secreción mucosa que fluye a lo largo de a la velocidad de 30 o más mI por hora y gramo
los apéndices hasta confluir en la boca. Los datos de peso fresco del animal, y tal velocidad no se
de Dales 45, expuestos en la tabla 14-7 indican podría mantener con un poro demasiado fino.
cómo la cantidad de agua filtrada por unidad de Las partículas que el agua lleva en suspensión
'peso del animal disminuye al aumentar las di- quedan retenidas en la mucosidad transparente.
mensiones de éste; tal sistema de alimentación es, Chaetopterus es un poliqueto comparable a Ure-
por tanto, adecuado solamente para organismos chis por vivir en un tubo coriáceo o apergaminado
pequeños. Spirographis es un sabélido particular- (fig. 14·10) 135; el agua se impulsa por medio de
mente corpulento, su tamaño excepcional se rela- parápodos en forma de abanico y se filtra sobre
ciona con una ampliación del aparato respirato- una manga o colador mucoso, que secretan conti-
rio y filtrador conseguida por la asimetría de las nuamente ciertos apéndices de la parte anterior
dos mitades del mismo, y desarrollo exagerado de del cuerpo, a la vez que el extremo posterior de
una de las mitades en forma helicoidal. Si se dicho saco o manga, ya cargado de partículas
tiene en cuenta que las especies menores tienen nutritivas, es recogido de manera seguida y se
un consumo intrínseco de oxígeno más elevado, convierte en una especie de pelotilla. Aproxima·
y por tanto requieren más alimento o filtrar más damente cada cuarto de hora se detiene la opera·
agua por unidad de peso, se deducirá que todas ción, se acaba la pelotilla y ésta se traslada hasta
la boca, moviéndose hacia delante y junto al son limitados, por la delicadeza de las estructuras
cuerpo. Las redes y filamentos mucosos también y las dificultades de observación 75a.
tienen importancia en la alimentación de animales
pelágicos, pero los conocimientos que se poseen Muchos de los rotíferos más comunes (Brachio-
nus, Polyarthra, Synchaeta, Keratella) son filtra-
dores, ingiriendo generalmente células pequeñas,
de menos de 12 ó 20 \.lm, pudiendo observarse
preferencias por algunos alimentos 101, 173, 179. En
un estudio de la acción de Brachionus pli-
catilis sobre cultivos de la cianofícea Synechococ-
1,0
cus lOO, 101, en recipientes con 100 mI, la tasa de
mortalidad diaria del alga era aproximadamente
0,8 proporcional a la densidad del rotífero. La morta-
lidad del alga (m) se aproxima a 0,04 X N, sien-
do N el número total de rotíferos en 1 mI. Esto
o 0,6'
equivale a suponer que un Brachiol1uS extrae
~
"'C
.:; completamente las células de un volumen de agua
:.c de unos 0,02 mI cada día. En realidad, la cantidad
.S 0,4
de agua filtrada es mayor; pero los elementos que
o
O- tiene en suspensión no se retiran con una eficacia
total (tabla 14-8).
E ~'t1
El movimiento de las extremidades de los
E rrrC':f>
~ filópodos determina sendas zonas de succión
cd"
o 0,2 ~'t1 a cada lado de un surco ventral que está limi-
"'C
~ tado por sedas filtradoras; el agua fluye hacia
~
'+=
<:)tri
los lados y atrás, las partículas se acumulan en
(1) el surco ventral mencionado y van circulando
'0 hacia la boca. Las patas de Daphnia realizan
~O- de 200 a 450 oscilaciones por minuto. Una
~ 0,1 Daphnia, en un día, puede filtrar 80 mI de
(J)
agua 52. La distancia que separa las sedas filtra-
0,8 doras es variable según las especies: 6 a 8 \.lm
en Daphnia longispina, 5 \.lm en la especie marina
0,8 1,0 1,5 2,0 3,0 mm Penilia avirostris, unas 3 \.lm en DiajJhanosoma
brachyurum y, según Behning 11, habría una varia-
Longitud del cuerpo ción temporal y local de la distancia entre las
sedas, lo cual puede tener alguna relación con
Figura 14-11 Relación entre el tamaño del
animal y el área filtrante combinada de las patas variaciones en la índole del alimento utilizado.
3. a y 4. a en dos especies de Daphnia. Las lineas El nanoplancton vivo parece ser esencial para los
verticales indican el límite de confianza del 95 % cladóceros 92; pero también utilizan detritos, sobre
para los valores medios del área filtradora calcu- todo si son recientes y contienen abundantes bac-
lada en función de dos magnitudes del cuerpo.
(Según D. A. Egloff y D. S. Palmer, 53a.) terias. Especies que viven en charcos con arcilla
~~
(unas 600 oscilaciones por minuto en Calanus 140)
y determinan una corriente de agua que se filtra
al circular entre las series de apretadas sedas que
guarnecen las maxilas posteriores. El material re-
tenido es conducido a la boca por los enditos de
las primeras maxilas y allí se aspira por el esó-
fago. En resumen, se producen sistemas de tor-
bellinos que giran alrededor de ejes aproximada-
mente dorsiventrales, unos externos que hacen
) l~ ~ II \
avanzar lentamente al animal y otros internos en
sentido contrario, que son los que lanzan el agua
contra los filtros. Calanus linmarehieus puede se-
guir filtrando después de extirparle las antenas
anteriores 151. Las partículas muy grandes o que
«no interesan» al animal son empujadas por las
segundas maxilas hacia la corriente eferente que se
las lleva, de manera que en los copépodos existe
cierta selección 132. Según esta interpretación co-
1 B \
Tabla 14·8
Alimentación de Brachionus plicatilis en suspensiones de Synechococcus. Según datos de Ito.
La ta8a de multiplicación (r, por días) de Synechococcus se considera igual a 0,181100.101,139.
- - - - ------------.- - -- ---- ---- ---." - - - - - ---
Valor de m para Fracción del mi «limpiados»
Número ajustar la ecuación volumen total diariamente por
de Braehlonus N, = Noel'."')I, «limpiado» dlarla- Individuo de F = mV
por mI referida al alga, mente (t-e-"') Braehlonus por Individuo
(a) (b) (e) (e) : (a) (b) : (a)
0,3
2,2
3,4
°
0,122
0,132
11,5 %
12,4 0/0
° °
0,052
0,036
°
0,055
0,038
10,8 0,216 19,5% 0,018 0,020
17,2 0,253 22,4% 0,013 0,015
0,693 SO %
36,0 1,181 69,3 % 0,019 0,033
51,0 1,871 84,6% 0,017 0,037
.-_._---------_. __ ._--_.--- ----_ .. -----.---- - _ . - - - - - - - - - - - - -
algas grandes o en cadena y deja escapar las pe- a una velocidad que puede explicar la fase ascen-
queñas, aunque es seguro que ni los Chaetoceros dente de su migración vertical. Es natural que
grandes ni los Ceratium desempeñan papel alguno se haya pensado en relacionar el ritmo de alimen-
en la alimentación de los copépodos. Calanus co- tación con el ritmo de migración. El material no
me también detritos, pero no materia orgánica digerido y compactado en los excrementos se sedi-
condensada o coagulada naturalmente en el mar. menta a una velocidad unas 10 veces superior a
Entre los copépodos existen ejemplos interesan- la del seston originario. Por diversos mecanismos
tes de segregación alimentaria entre especies pró- los filtradores planctónicos aceleran la sedimen-
ximas, ligadas generalmente a diferencias en el tación de todo el material en partículas.
tamaño del animal; así por ejemplo, entre los Las piezas bucales de los ciclopoides nunca
Arctodiaptomus de agua dulce, A. salinus, de forman órganos tan eficientes para filtrar como
1-1,95 mm de largo, ingiere organismos pequeños, las de los calanoides. El alimento de los copépo-
de menos de 50 IJ.m de máxima dimensión lineal, dos de este grupo varía desde partículas muy pe-
mientras que A. wierzejskii, de 1,9-2,7 mm come queñas (Eucyclops, Acanthocyclops, Microcyclops,
elementos mayores, incluyendo grandes Surirella TropocycloPs), que recogen más bien filtrando, a
(diatomea). En los copépodos, como en los cladó- presas que cazan activamente y que consisten en
ceros, los valores de filtración (F = mV) son apro- otros crustáceos, gusanos y larvas de insecto. La
ximadamente proporcionales al cuadrado de la tendencia a la macrofagia es manifiesta en Mega-
dimensión lineal del animal y, por tanto, aproxi- cyclops y, especialmente, en Macrocyclops y Cy-
madamente proporcionales a su superficie. Se re- clops 68, 138 (fig. 14-13).
lacionan por tanto con la respiración, que también Los anfípodos del género Corophium filtran
es proporcional a la superficie 71, 72. Diaptomus cuando están dentro de galerías que excavan ellos
oregonensis filtra de 1,5 a 7,8 mI por día y ani- mismos; pero fuera de ellas se comportan como
mal 147. Diaptomus gracilis de 0,1 a .2,54 mI tam- sedimentívoros. Las eufausias filtran el agua que
bién por día y animal 112a; Calanus finmarchicus circula entre sus largas patas torácicas, guarneci-
ha sido quizás el copépodo más estudiado a este das de sedas, que constituyen una especie de nasa
respecto 141, 142, 143; pero se ha encontrado una o cesto, que retiene C/1aetoceros y otras algas,
amplia dispersión de valores, según los cuales el acumuladas allí por la corriente de agua impul-
agua filtrada diariamente por individuos varía sada por los pleópodos 155,170,171.196. L.os cirrípe-
entre (1-)10 y 100(-200) mI. Se ha dicho que dos extienden sus seis patas bifurcadas y bordea-
los copépodos marinos comen más de noche que das de sedas, como si fueran una red, y luego
de día; pero en Calanus no se observa ningún las doblan y encogen, de manera que si algo han
ritmo claro y el alimento que contiene su tubo cogido va a la boca. Pero como en casi todos
digestivo es simplemente proporcional a la den- los grupos, incluso en los más homogéneos como
sidad del fitoplancton 72. Lo cierto es que los es éste, hay especies que se apartan de lo normal:
diaptómidos de agua dulce, mientras filtran, se el cirrípedo Pyrgoma monticulariae, de Mauricio,
pueden mover lentamente ascendiendo en el agua, con un solo par de cirros, es al parecer macrófago
bio Chlorella y Dunaliella no son apropiadas 213. por los cilios vibrátiles, va recogiendo las partícu-
La masa de las heces más las pseudoheces puede las que arrastra el agua y las acumula en un cor-
alcanzar valores entre 0,05 y 0,5 g por individuo y dón mucilaginoso que aparece en el lado dorsal
día y una población de Cardium (Cerastoderma) , de la cavidad y fluye lentamente hacia el esófago,
edule de 1000 individuos por m2 puede precipitar siempre impulsado por el epitelio vibrátil. El nú-
al año un espesor de 45 cm de sedimento. mero de aberturas del saco branquial es elevado,
El gasterópodo Crepidula fornicata, de origen más de cien mil en los géneros de tamaño consi-
americano e introducido en varios lugares de derable, como Ciona y otros. Ciona intestinalis
Europa (pág. 254), filtra como los lamelibran- puede retener partículas pequeñísimas, incluyendo
quios, a través de su branquia situada en el dorso, una fracción considerable de las moléculas de
entre el animal y su concha, que es deprimida hemoglobina y hemocianina añadidas al agua; en
como la de las lapas 219, 220. El material filtrado su separación hay algo más que el simple efecto
se aglomera en pequeñas masas mucosas que luego mecánico. De manera parecida se nutre el anfioxo
son manejadas con la rádula. Crepidula es un (Branchiostoma) que permanece con el cuerpo
serio competidor de las ostras. No es el único hincado casi verticalmente en la arena. Cierto nú-
gasterópodo filtrador: mecanismos parecidos se mero de tunicados pelágicos (Salpa, Doliolum)
han descrito en Turritella, en el gasterópodo de tienen un sistema filtrador del mismo tipo, en el
agua dulce Viviparus 184 y en los Vermetus, Den- que los sifones de entrada y salida del agua son
dropoma, etc., gasterópodos sedentarios que viven aproximadamente opuestos y generan una corrien-
fijos en el agua turbulenta de los márgenes de los te en un solo sentido que sirve para la progresión
arrecifes de coral (fig. 14-14), así como también del animal. Se alimentan de nanoplancton y pue-
en pterópodos tecosomados. de ser interesante mencionar que las primeras ob-
Los braquiópodos tuvieron una diferenciación servaciones sobre los elementos más diminutos del
trófica por lo menos tan grande como los lame- plancton vegetal se hicieron precisamente en los
libranquios. aparatos digestivos de salpas.
El saco branquial de las ascidias es un filtro; Las apendicularias constituyen un grupo de tu-
en su lado ventral existe la ranura glandular del nicados pelágicos neoténicos, derivados de las as-
endostilo que produce mucosidad. ~sta, guiada cidias, en los que no se desarrolla un gran saco
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Bosmina longirostris o:
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FILTRADORES MACROFAGOS
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Thysanoessa longipes 5·7/t m
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Thysanopoda monocantha
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9·151 tm
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Nematobrachion boopis
placa lateral
placa basal
(sin barbas)
decápodos y su asimetría de función pueden com- leadora de Australia (Dicrotichus). Las redes
prenderse contemplando un bogavante (Homarus tendidas como trampas de caza se construyen
gammarus) coger moluscos con la pinza o quela ordinariamente cada día (en la madrugada), y
menor, romperlos con la más potente y luego pa- recuperan más o menos el material de la red vieja,
sarlos a la otra, para ir retirando las partes blan- al comérsela antes de construir otra nueva.
das y llevarlas a la boca 190. Algunos de estos Para tratar adecuadamente de los insectos ma-
crustáceos, además de presas vivas, comen cadá- crófagos sería necesario gran espacio. Aquí se
veres (Macropipus y otros cangrejos). seguirá un resumen de Weber 216. Se ha publi-
Los arácnidos son, en general, depredadores; cado un compendio de dietas de insectos por
están adaptados a producir concentradas secrecio- Brnes 24. Los depredadores que acechan a anima-
nes tóxicas y digestivas y poseen un esófago es- litos pequeños tienen ojos grandes, que propor-
trecho, de forma que es normal en ellos la diges- cionan un amplio campo de visión y permiten una
tión externa, con una absorción ulterior de los estimación exacta de las distancias, por lo menos
jugos resultantes. Las redes de caza de las arañas dentro del área de alcance de los instrumentos de
constituyen una adaptación muy característica de captura. Estos animales permanecen quietos en
dicho grupo; se usan de manera muy diversa, el fondo de las aguas (népidos, náyades de libé-
incluso por proyección, como en la araña bo- lulas), en las flores (fimátidos y diversos redu-
cho, son frecuentes señuelos, a veces luminosos. pecies que se alimentan de escamas, que despren-
Otras características anat6micas de los peces ma- den de otras especies de la misma familia a las
cr6fagos que parecen dispositivos ofensivos no que acosan. En el lago Malawi, Corematodus shi-
tienen la funci6n tan clara, por ejemplo, el tanto ranus come las escamas de una Tilapia con cuyos
por ciento de las presas del pez espada (X iphias cardúmenes se asocia, y a la que imita por su
gladius) que muestran señal de los efectos de color. Se adivinan relaciones entre este tipo de
su apéndice es muy pequeño 192 y se puede sospe- alimentaci6n y posibles simbiosis de limpieza (pá-
char que la espada sea, más bien, un 6rgano auxi- gina 525). Otros cíclidos están adaptados a arran-
liar de localizaci6n. car de cuajo los ojos de sus víctimas, otros peces,
Es notable la uniformidad del alimento en aunque en este caso su dieta no es tan exclusiva
especies de amplia dispersi6n, aunque ni presas como la de los que comen escamas.
ni depredadores sean especies de las más abun- Anfibios y reptiles pueden calificarse, en gene-
dantes: en el pez Alepisaurus ferox, tanto en ral, de macrófagos y depredadores; tan sólo entre
el N del Atlántico como en el S del Pacífico, las tortugas se encuentran especies vegetarianas.
más del 50 % de la dieta está formado por Di- Los renacuajos de muchos anuros son micrófagos
plospinus multistriatus, Sternoptyx diaphana y y omnívoros, sin embargo los renacuajos de algu-
Alepisaurus brevirostris, todas ellas especies de nas especies son macr6fagos, como los del hílido
peces de amplia dispersi6n, junto con otras espe- Anotheca coronata, que viven en el agua recogida
cies también comunes 66. La constancia en la com- sobre las bromeliáceas y se alimentan de renacua-
posici6n de cadenas alimentarias, a escala mun- jos de otros batracios 203. Existe un repertorio ex-
dial, entre especies de densidad de poblaci6n rela- tensísimo de adaptaciones especiales: dientes vene-
tivamente pequeña, se observa también en otros nosos, mandíbulas dislocables, lengua prensora o
casos; recordemos los cefal6podos de gran tamaño cazadora (rana, camale6n), prolongaciones de las
que constituyen un alimento muy constante en la vértebras en las culebras 06fagas, que rompen
dieta de los cachalotes. la cáscara de los huevos ingeridos, etc. Muchos
La diversificaci6n de los depredadores es ma- de estos animales (anuros, etc.) sólo reaccionan
yor que la de los micr6fagos y vegetarianos. En a las imágenes m6viles, de manera absoluta o en
los arrecifes coralinos, del 60 al 94 O/o de las relaci6n con el fondo. Las serpientes de la familia
especies de peces son carnívoras 7,8.93, Y s610 de los crotálidos (culebras de cascabel) y algunas
entre el O y el 23 % son fit6fagas y, del 6 al otras, poseen en el labio superior órganos sensi-
32 0/0, omnívoras. bles a la radiaci6n de onda larga, que les permiten
Como en otros grupos de animales, en algunas localizar en la oscuridad sus presas de sangre
familias de peces se observa una extraordinaria caliente.
radiaci6n alimentaria; entre los cíclidos 69a hay es- En muchas especies de aves se observa un cam·
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320 512 208 O O O O O O O E
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320 Na 320 O O 15 49 4 O O O 2 70 Ql
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512 ~ 512 O O 45 8 25 3 Red alimentaria Cadena alimentaria
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Contribución de cada especie a la producción de niveles tróflcos superiores
::JI. Figura 14-24 Representación en forma de matriz de las relaciones tróficas en un ecosis-
tema. Na' Nb, ... Ni' designan diversas especies. La interacción entre dos especies
se expresa en la intersección entre las respectivas filas V columnas. Puesto que cada
combinación de especies se repite, se ha aprovechado una de las intersecciones (triángulo
superior derecha) para expresar lo que la presa pierde en la interacción, V la segunda
(triángulo inferior izquierda) para indicar lo que el depredador gana en la interacción.
La diferencia es función de la eficiencia en cada transferencia. A la derecha, representación
simplificada en forma de red V otra aun más sencilla V aproximada, como simple cadena
trófica.
es decir, con animales parásitos de pcqueño ta- presar de una manera muy general por medio de
maño. Resulta así explicable la brevedad de las una matriz en la que figuran todas las interseccio-
cadenas alimentarias, de tres o cuatro eslabones o nes posibles entre pares de especies (fig. 14-24).
niveles tr6ficos, raramente con cinco, sin contar En dicha matriz, cada fila (o columna) corres-
los parásitos. ponde a una población unispecífica y en las inter-
La información reunida sobre la alimentación secciones se puede indicar si allí se manifiesta una
de los animales permite dibujar bonitos diagramas transferencia de energía. En una matriz de este
de cadenas alimentarias, como los que ilustran tipo, cada par de especies se relaciona en dos
casi todos tos libros de ecología (fig. 14-24). En intersecciones. En una de las intersecciones se
realidad, más que cadenas son redes. Sin negar expresa la energía total que una especie pierde
su utilidad, R\J~de decirse que representan un pun- ~omo resultado de su interacción con otra, y en la
~9. de vista que se está superando, pero que es otra intersección, lo que esta segunda especie con-
válido como primera orientación. sigue como producción neta en virtud de la mis-
ma interacción. La relación entre los valores que
corresponden a las dos intersecciones de la matriz
Matrices de transferencia de energía entre cada par de especies, representa una eficien-
cia y todas las eficiencias quedan expresadas en
Las conexiones en el ecosistema, fundamenta- l.a matriz. Esta constituye una representaéión
das en la producci6n secundaria" se pueden ex- apropIada para especular sobre si la evolución
Nereis persica
Nereis cf. cockburnensis
Nereis jacksoni
Platynereis dumerilii
Nereidos no identificados
Lysidice collaris
Eunice afra
Palola siciliensis
Dasybranchus caducus
Loimia medusa
Terebélidos no identificados
Diversidad de las presas
Nereis persica 21
Nereis jacksoni 6
Perinereis cf. helleri
Nereidos no identificados
Palola siciliensis 18
Eunice afra
Eunice rubra
Axiothella australis
Maldánidos no identificados
Terebélidos no identificados
Diversidad de las presas
Nereis jacksoni 41
Perinereis helleri 13 222 61 30
Platynereis dumerilii 78 2 20 5
Nereidos no identificados 10 1
Lysidice collaris 19 32
Palola siciliensis 12 13
Eunice antennata 12 4 3
Eunice cariboea 1 71 18
Eunice filamentosa 2 5
Marphysa sanguinea 2 4
Eunícidos no identificados 2 2
Lumbrinereis sarsi 27 21
Arabella iricolor 4
Nicolea gracilibranchus
Terebélidos no identificados
Cirriformia semicincta
Polid6rido no identificado 1
Anélidos no identificados 2 2 10 8 1
Diversidad de las presas 1,19 0,56 0,40 1,78 2,93 2,94 1,84
de componentes principales a la matriz. Ivlev 103 voracidad, como anticipándose a la desecación 61.
ha desarrollado ampliamente el concepto de selec- Una y otra vez se ha demostrado que las especies
tividad hacia determinado alimento, basado en la se pueden acostumbrar a cierto alimento cuando
comparación experimental entre la concentración éste es abundante, y que luego, incluso cuando
relativa de determinado material en la ración dicho alimento va escaseando, siguen prefirién-
ingerida y la proporción del mismo material pre- dolo durante cierto tiempo; de esta forma aparece
sente en el ambiente. Investigaciones de este tipo un retardo, basado en el comportamiento, en la
permiten expresar, numéricamente, el grado de correspondencia entre la abundancia del alimento
estenofagia de una especie. Se han propuesto di- en el medio y la fracción que se toma del mismo.
versos índices, y el más simple sería calcular la La acomodación a utilizar una presa frecuente
diversidad (pág. 367) del alimento; un índice poco tiene efecto regulador sobre todo el ecosistema,
más complicado ha sido usado por Bakus 9 para pues en virtud de ella, las especies raras quedan
comparar entre sí grupos de especies: de su apli- indirectamente defendidas. La habituación men-
cación resulta, por ejemplo, que los lábridos cionada se comprende fácilmente que exista en
tropicales son más especializados en su alimen- los vertebrados; pero es notable que se manifieste
tación que los de aguas templadas. La especiali- también en moluscos, decápodos y hasta en copé-
zación máxima se tendría cuando en la columna podos, es decir, en animales filtradores como Ca-
correspondiente de la matriz aparece un solo va- lanus 89. Un tipo análogo de inercia o persistencia
lor significativo y muchos ceros; entonces cada se da en los insectos criados sobre determinado
especie toma un solo alimento. Si imaginamos un sustrato, que tienden más tarde a dejar sus huevos
proceso de competencia y segregación que opera sobre sustrato de las mismas características 208.
sobre la matriz, según los principios de exclusión
que se aceptan generalmente en ecología, el tér-
mino final sería que cada especie explotaría un OPTIMACIÓN DE LAS REDES TRÓFICAS
recurso particular 13. Es decir, la cadena alimen-
taria constituye un caso límite ideal de la red Esta cuestión ofrece varios aspectos, según el
alimentaria, al que en realidad no se llega nunca. punto de vista que se adopte. La especialización
Diversos autores se han ocupado de la limitación más extremada (mínimo de diversidad de alimen-
del número de especies en función del número to, como se realiza en especies parásitas) parece
de recursos, partiendo de las fónnulas de Vol- que podría ir unida a una excelente eficiencia.
terra. Sin embargo, constituye una desventaja en un
Los índices de diversidad son perfectamente ambiente de características muy fluctuantes, don-
aplicables al estudio de este tema. Se puede ex- de, según sea la época del año, se tiene un tipo
presar la diversidad del alimento de una especie, diverso de alimento.
así como la diversidad de sus depredadores, es La evolución de especies próximas simpátricas
decir, la forma como la producción de una especie conduce a una segregación alimentaria que se ma-
se distribuye entre diversos elementos del siguiente nifiesta generalmente en una diferencia de tama-
nivel trófico. Las cadenas tróficas se caracterizan ño: en cada grupo hay una especie grande, que
por valores muy bajos de estas diversidades; sus consume determinado alimento, y otra espede
valores son más altos en las redes tróficas. pequeña adaptada a usar un alimento de menores
El estudio atento de las relaciones alimentarias dimensiones. A veces las formas son tres. Se po-
revela muchas complicaciones. La alimentación drían citar ejemplos en copépodos, mustélidos,
está sometida a ritmos. Hay numerosos estudios félidos y aves (Falco, Aquila, Accipiter) 119. En
sobre cambios anuales en la composición de la el mismo sentido, es de prever que dos especies
dieta de aves, Citellus 62, ciervos, peces y otros de «víctimas» evolucionarán dentro del complejo
animales. Especies que aparentemente están adap- del ecosistema de forma que queden sometidas
tadas de manera divergente a la utilización de a la influencia de dos espectros diferentes de de-
alimentos diferentes, como los pinzones de las predadores; no se ha buscado confirmación em-
Islas de los Galápagos, en realidad varían de pírica de esta relación que es altamente probable.
dieta a lo largo del año y todas las especies pasan Otro tipo de optimación concierne a la cadena
aproximadamente por los mismos cambios. Al dis- trófica tendida entre el productor primario y el
minuir la cantidad del alimento, la segregación último depredador: hemos visto antes que el nú-
alimenticia entre especies suele aumentar y es mero de eslabones de la cadena no podía ser muy
un hecho de observación que, si cierto alimento elevado. La cuestión fundamental está en las ven-
es abundante, son muchas las especies que lo tajas relativas de un sistema, según que la energía
toman. Entre las náyades del odonato Lestes, que fluya siguiendo una red muy determinada, o por
viven en charcos efímeros, cuando baja el nivel un sistema que admita muchas alteraciones. Mac-
del agua, baja su discriminación y aumenta su Arthur 133 considera más estable un sistema del
Producción
Biomasa (sólo 2.° nivel)
Comunidades y referencias mg C m- 2 mg C m- 2 año- 1
Tabla 14-11
Biomasas de animales y producción secundaria en el segundo nivel trófico
(primer nivel de productores secundarios) en algunas comunidades terrestres.
Valores aproximados, aplicando a los datos originales los mismos coeficientes
de conversión de la tabla 14-10.
Biomasa Producción
Comunidades y referencias mg C m- 2 mg e m- 2 año- 1
Zoófagos
Zoófagos
Fít6fagos Fit6fagos
productores
Productores primarios
1000
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COMEN8ALl8MO
521
e incluso se encuentran lamelibranquios, como (holoturia). En especies comensales que se pueden
Ostrea permollis en la esponja Stelletta gubii del asociar con diferentes hospedadores, como el po-
Golfo de México 26 y también peces como los liqueto Arctonoe pulchra. que vive con equino-
gobíidos del género Evermannichthys (California). dermos y moluscos de diversas especies 19a, cada
Se menciona un ejemplar de Spheciospongia ves- individuo está condicionado por su primer hospe-
paria, una gran esponja en forma de vaso, común dador y desarrolla una sensibilidad quimotáctica
en arrecifes del Caribe, que contenía nada menos que le hace preferir luego hospedadores de aque-
que 17 128 individuos pertenecientes a 10 espe- lla especie. Larvas de quironómidos (Cryptochi-
cies 4a, 86. Anfípodos y copépodos, entre comensa- ronomus) se han encontrado dentro de esponjas
les y parásitos, son comunes en los sacos bran- de agua dulce y en la cavidad paleal de Physa y
quiales de los tunicados. Los Pinnotheres son Lymnaea 47. Dentro de esponjas de agua dulce se
pequeños cangrejos que viven en la cavidad bran- hallan larvas de sisíridos y de algunos tricópteros
quial de lamelibranquios (Mytilus. Cardium. que se alimentan de material filtrado y de los
Pinna) a los que roban parte de los cordones propios tejidos de la esponja.
mucilaginosos de pseudoheces. Pontonia es otro En las madréporas son comunes copépodos 48.
género de decápodos, éstos macruros, que llevan Es frecuente encontrar isópodos asociados con los
análogo género de vida no sólo en lamelibran- grandes quitones tropicales del género Acantho-
quios (en particular en Pinna) sino también en pleura, implantados bajo el pie. En el recto y en
ascidias. los excrementos de la mayoría de animales se en-
Dentro de las conchas ocupadas por ermitaños cuentran flagelados, ciliados y amebas que se pue-
se hallan diversos comensales, entre ellos muchos den considerar comensales, incluyendo, por lo me-
poliquetos, y en los que salen del agua (Coeno- nos temporalmente, flagelados con clorofila y,
bita, etc.) comensales tanto de origen marino co- por tanto, potencialmente autótrofos.
mo de origen terrestre (ácaros, enquitreidos). En El número de especies de ostrácodos comen-
la cavidad branquial de braquiópodos se han en- sales es muy grande, siendo especialmente inte-
contrado anfípodos. Las galerías de filtradores resantes los que están asociados con especies de
que viven enterrados contienen comúnmente mu- isópodos y decápodos de aguas subterráneas, tes-
chos comensales: en las galerías de Urechis de las timonios de una evolución acompañada de avan-
costas del Pacífico de Norteamérica viven el poli- zada especiación geográfica, y de gran antigüedad
queto Hesperonoe advenor, los crustáceos decá- de la asociación o consorcio. Los ostrácodos del
podos Scleroplax granulata y Pinnixa franciscana, género Sphaeromicola son comensales de los isó-
el lamelibranquio Cryptomya californica y el pez podos de aguas subterráneas de los géneros Sphae-
gobíido Clevelandia ios 67. Los poliquetos del gé- romides, Caecosphaeroma y otros 90 y los Entocy-
nero Harmothoe. muy ubicuo, se hallan en las there y géneros próximos viven con decápodos
galerías de Nereis, Arenicola. Chaetopterus, Am- de agua dulce americanos y australianos 93. Estos
phitrite, Colfingia (sipuncúlido) y Leptosynapta ostrácodos filtran el agua y, además, raspan el
tejido epidérmico y la mucosidad del patrón; de
la misma manera deben alimentarse las Cypridina
que accidentalmente se acumulan en las branquias
de los peces. Existen transiciones graduales entre
esta forma de explotación y el parasitismo, que,
por otra parte, se observan también en diversos
isópodos, algunos de los cuales de manera acci-
dental o irregular aparecen en las branquias de
los peces. Algunos isópodos del género laera son
comensales de otros isópodos más corpulentos del
género Sphaeroma 116.
En las colonias de insectos sociales se halla una
variada fauna de comensales. Han sido especial-
mente estudiados los que viven en hormigueros
(unas 2000 especies de mirmecófilos) y termiteros
(unas 500 especies termitófilas); algunos son pro-
piamente comensales, otros más bien depredado-
Figura 15-1 El ciliado Ellobiophrya donacis,
res y parásitos. Son muy interesantes los que son
que vive como comensal en las branquias de capaces de influir sobre el comportamiento de sus
lamelibranquios, con una gran especialización en hospedadores, habiendo desarrollado mecanismos
los dispositivos de sujeción. Aumentando unas -secreciones específicas, movimientos específicos
1000 veces. (Según E. Chatton y A. Lwoff,
Bull. Biol. France Belgique 1929.)
acariciantes- que conducen a la cesión pacífica
MUTUALISMO
Foresia
Especie de roedores
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Q..
Q..1
Orchopeas leucopus O O 54 31 37 6 10
Ctenophthalmus pseudagyrtes O 38 O O 4 25 53
Corrodopsylla hamiltonis 47 8 O O O O O
Epitedia wenmanni O O O 9 2 2 O
Peromyscopsylla scotti O O O 6 O O O
Orchopeas howardi O O O O O 1 O
Nosopsyllus fasciatus O O O O O 1 O
Rectofrontia fraterna O O O O O 1 O
reacciones de su hospedador; los gusanos intesti- hace pensar en los himenópteros parásitos socia-
nales poseen actividad antipéptica y antitríptica, les, que también son afines taxonómicamente a
que puede ser causa de desórdenes secundarios las especies que les dan alimento y protección.
en su hospedador. Generalmente para garantizar
la supervivencia del parásito basta la resistencia Es bien conocida la simplificación de la orga-
de los tejidos vivos y la impermeabilidad de las nización y degeneración de los órganos de la vida
cutículas. activa que se observa en las estirpes parásitas
Los hongos constituyen un grupo de vegetales y que se considera como el resultado de una evo-
cuya evolución se basa por entero en la nutrición lución, más o menos larga, en conexión con su
heterotrófica y con gran frecuencia se comportan hospedador. La vida de los parásitos requiere
como parásitos, con gran especificidad. Lo mismo frecuentemente el traslado de unos hospedadores
se puede decir de las bacterias, que despiertan a otros, llamándose definitivos aquellos hospeda-
más interés a menudo como causantes de enfer- dores en los que el parásito alcanza la madurez
medades que como parásitos equilibrados. Mu- sexual, e intermediarios al otro o a los otros hos-
chos organismos unicelulares acuáticos llevan bac- pedadores. En todos los libros de zoología se estu-
terias que tienen toda la apariencia de simbiontes, dian y ponderan con admiración algunos ciclos
en la periferia de la célula (en el flagelado Peta- complicados de parásitos. Las tablas de supervi-
lomonas y otros), dentro de la célula y aún dentro vencia (tabla 18-10) de los parásitos muestran
del núcleo (euglenales, diversos ciliadas). períodos de gran mortalidad o baja probabilidad
En las plantas provistas de clorofila, el parasi- de infección, que corresponden a las fases libres,
tismo es un fenómeno secundario, y conduce en en las que se realiza el paso de unos a otros hos-
mayor o menor grado a una atrofia del sistema pedadores. La selección natural actúa ahora prin-
fotosintetizador. En las fanerógamas se observan cipalmente en dichos períodos. La presión de se-
todos los pasos desde parásitos con clorofila (Osy- lección ha llevado a un aumento del número de
ris, Viscum) a formas enteramente dependientes descendientes, reforzado en muchos con la inter-
del hospedador 60. Entre las rodofíceas, algas con calación de generaciones asexuales, que pueden
alternación de generaciones característica, existen considerarse como casos de neoteni-a.
par'ásitos de distinto tipo: unos pertenecen a fami- El desarrollo de las especies parásitas que alter-
lias diferentes de sus hospedadores; pero en otros nan entre dos o más hospedadores suele seguir
casos, las especies llamadas adelfoparásitas por las cadenas alimentarias naturales y su evolución
Feldmann 24,25, el parásito tiene gran afinidad demuestra, no sólo la antigüedad de los distintos
con su hospedador, puesto que pertenece a la hospedadores, sino también la edad de su inte-
misma familia y en realidad casi no consiste más gración en el ecosistema. Las primeras fases de
que en órganos reproductores que, a veces, son la vida del parásito corresponden a la especie
difíciles de distinguir de los del patrón, hecho que de nivel trófico más bajo y de más rápida tasa de
Especies de roedores
renovación. Entre plantas y animales se pueden paso del parásito que alberga a otro hospedador.
establecer relaciones complejas. Cuscuta es pará- Es una extensión del comportamiento seductor
sita de otras plantas: el curculiónido Smicronyx, del propio parásito. Puede servir de ejemplo de
adulto, vive sobre Cuscuta, pero su larva se en- éste el lamelibranquio de agua dulce Lampsilis,
cuentra sobre la planta patrón. También aquí se que mueve los vistosos lóbulos del manto, lo cual
observa la regla general de que la larva se encuen- se ha interpretado como un atractivo para los
tre en un nivel más bajo de la red de dependen- peces sobre los que se implantarán las larvas pa-
cias en el ecosistema 3. Ciertos aspectos sorpren- rásitas (gloquidios) del propio bivalvo 59.
dentes del parasitismo pueden interpretarse como En ciertos géneros de pulmonados, los indivi-
reliquias de antiguos ecosistemas. Los parásitos duos que albergan tremátodos parásitos muestran
constituyen excelentes indicadores de la integra- una especie de tentáculo colorado, móvil y que
ción, evolución e historia de los ecosistemas. los pájaros toman por una oruga. Cuando la
Entre las muchas adaptaciones de los parásitos almeja Macoma baltica lleva esporocistes de tre-
que atestiguan la evolución paralela de bloques mátodos, que han de continuar su desarrollo en
de especies dentro del ecosistema, se señalan el cuerpo de aves, muestra un comportamiento
como especialmente curiosas aquellas, en virtud anormal, moviéndose encima del sustrato y resul-
de las cuales, el animal parasitado muestra un tando más visible a las aves 106. El primer hospe-
comportamiento anormal y precisamente un com- dador del tremátodo Brachylecithium mosquensis
portamiento de tipo adecuado para facilitar el es un caracol (Allogona), que expulsa masas
~ ceCi!;OlOO~Uilinos.
rral, sino también sobre poblaciones naturales 17.
18 %
El hombre obtiene al año un millón de huevos de
Sterna fuscata, que es la especie más explotada,
( c r r o / (Comensalesl
a la que siguen diversas caradriformes y anse-
riformes.
Sucesores. 1 % - - - Agalla _ - - Cecidófagos Las agallas, cecidios o domacios son hipertro-
(QuercusJ
fias o neoformaciones que aparecen en tejidos ve-
Figura 15-8 Distribución, 'por diversas. catego- getales como respuesta a cierto agente (organi-
rías, del conjunto de especIes que gravIta alrede- zador) aportado por determinado animal o por
dor de la relación Ouercus-cinlpido, en Italia. Se otra planta 12, 69, 118. Las agallas constituyen un
trata de un conjunto de 177 especies. (Según
datos de G. Stegagno, Marcellia, 3:18-53, 1904.) grupo importante de relaciones muy especializa-
Figura 15-9 Organos bacterlferos de la parte anterior del intestino medio de la larva del
coleóptero Lixus paraplecticus; A, vista exterior, de lado; S, sección transversa parcial.
(Según P. Suchner, Endosymbiose der Tiere mit pflanzichen Mikroorganismen, Sirkhauser,
S asel, 1953.)
:e
Figura 15-11 El heliozoo Actinosphaerium
eichhorni, visto a unos 200 aumentos, con una
cloral/cea simbionte, Chlamydomonas actinos-
phaeri, de la que se dibujan al lado varias
células, aumentadas 600 veces. (Según H. Skuja,
Nova Acta Regi. Soco Scient. Upsaliensis, s. IV,
18[3J:1-464, 1963.)
Figura 15-12 Parte inferior derecha, Zoanthus de color intensamente verde, a poca
profundidad, en San Juan de los Cayos, Venezuela. Las restantes fotografías son de
corales, entre 8 y 14 m de profundidad, en Varadero, Cuba (Fotografías de J. Camp);
arriba, especies del género Acropora, a la izquierda A. cervicornis; a la derecha, A. palmata.
Todas ellas con zooxantelas simbiontes.
por ejemplo, el coleóptero 1ps acuminatus va aso- nismos puede compensar su dependencia trófica
ciado siempre al hongo Ophiostoma clavatum; y del patrón y la asociación se considera como una
los Scolytus con Ophiostoma ulmi 74. Los insectos simbiosis (pág. 59). El caso más divulgado es
resultan tanto o más nocivos por propagar mico- el de las bacterias del género Rhizob;um que
sis de la madera que por minarla. Las Drosophila forman nódulos en las raíces de las leguminosas.
contribuyen también a propagar levaduras que se En la fanerógama asociada se comprueba la pre-
multiplican en las exudaciones y flujos de savia de sencia de nitrógeno que ha sido fijado por la bac-
diversas plantas donde se desarrollan las larvas, teria. También aquí existe un proceso de anta-
que precisan de dichas levaduras como producto- gonismo o interacción entre la bacteria y la fane-
ras de vitaminas (B). Los «jardines de hongos» de rógama hasta llegar a un equilibrio. El peso seco
los attinos (hormigas) y termes se pueden conside- de los nódulos es entre 2,2 y 8,9 O/o del peso total
rar igualmente como simbiontes externos. Entre de la planta y por gramo de peso seco del nódulo
los termes existe cierta sustitución mutua en las se fijan entre 0,25 y 0,81 g de nitrógeno 8. Otras
especies de simbiontes, en el sentido de que las es- plantas (Myrica, Casuarina, Hippophiie y Alnus)
pecies que «cultivan» hongos no tienen o tienen llevan igualmente asociados organismos fijadores
pocos de los endosimbiontes que caracterizan a de nitrógeno, que son menos conocidos. Una plan-
los otros xilófagos. Obviamente, ciertos termes tación de Alnus puede fijar anualmente hasta
utilizan algunas especies de hongos de manera unos 200 kg de nitrógeno por hectárea y la
ocasional o no fija, pero se encuentran relaciones cuarta parte de este nitrógeno se puede encon-
simbióticas estrechas entre los macrotermitinos y trar luego en el suelo bajo los Alnus, enriquecién-
el género de basidiomicetes Termitomyces 96 (figu- dolo. Alnus también influye marcadamente sobre
ra 15-14). Estos hongos crecen sobre un sustrato la biología de las aguas próximas, a las que van
especialmente preparado por los insectos dentro a parar sus hojas, aportando nitrógeno orgánico 33.
de los termiteros, a base de excrementos y mate- La fijación de nitrógeno requiere la presencia de
rial vegetal masticado. El hongo descompone la molibdeno. Este elemento, pues, puede actuar
Iignina del sustrato; parte del material de éste como limitante en el tipo de simbiosis mencio-
ha pasado por el tubo digestivo de los termes y nado.
aparece enriquecido en Iignina, pues una fracción Es posible, en algunos casos, hablar de una sim-
de la celulosa que contenía ha sido digerida. biosis externa de animales con heterótrofos fija-
Los animales acuáticos con simbiosis fúngica dores de nitrógeno. Si una población del gaste-
son más raros. Limnor;a es un isópodo xilófago y rópodo Hydrobia come y recicla sus propios
no es seguro, aunque sí probable, que para vivir excrementos, en éstos se va fijando nitrógeno a
normalmente requiera determinada infección por expensas de un consumo más acelerado del car-
hongos de la madera. En éste y otros casos, la pre- bono, lo que conduce a una utilización más
sencia de hongos facilita a ciertos animales el ata- avanzada de un alimento inicialmente muy des-
que a la madera, por ejemplo, a briozoos (Bul- equilibrado. Cianofíceas fijadoras de nitrógeno
bella: fig. 15-15) 52. (Anabaena, Richelia) se asocian con diatomeas,
helechos (Azolla) y cicadales, y se acepta que
ambos asociados obtienen ventaja.
Fijadores de nitrógeno
2 4 Producción 3
rf~------
11 m
I~
!: I:§ ~~fm~e reproducción
____ J I
I IGilii !
para el mantenimiento
-----r~---~--------~-----
.------II:.....L..L---, : ~ COMENSALlSMO INDEPENDENCIA .
IW DE PROTECCION (la especie B no subsiste)
I (la especie B subsiste
J con una tasa
A / de renovación más baja.
_/ gracias a la protección de A)
~
COMENSALlSMO MUTUALISMO
O SIMBIOSIS
~
(la especie B recibe
ESPECIE PATRON
un suplemento (ambas especies
de recursos resultan beneficiadas.
facilitados por A) con posible reducción de
la tasa de multiplicación
necesaria para conservar
su puesto)
~
~ 1,0 /
§
/
/
~~o-
.'. /8
-0 __
o
sin partículas
de quitina
con 0.5 mg
de peptona por 1.
Ü
2 3
Días
sino simplemente retardada. Según Jannasch 51 los existen complicadas relaciones de heterotrofia,
resultados de estudios en quemostato muestran cuyo conocimiento va progresando lentamente.
que, en ciertos casos, pueden transcurrir de 20 Algunas plantas superiores carnívoras se pue-
a 200 horas entre divisiones sucesivas de una bac- den comparar con hongos zoófagos 21 o con eugle-
teria; en condiciones costeras 6 horas es un tiem- nales (Peranema) u otros organismos unicelulares
po frecuente; en alta mar quizá sc rebasen las que ingieren presas; pero en su mayor parte ab-
300 horas. El tiempo medio entre divisiones celu- sorben la matcria orgánica que resulta de la ma-
lares consecutivas de la flora bacteriana lacustrc ceración o putrefacción de cuerpos de insectos y
podría ser aproximadamente de 6 a 24 horas en las más de las veces, puesto que poseen clorofila,
lagos eutróficos y de 40 a 250 horas en los oli- se trata de una adaptación que consigue un su-
gotróficos; pero estas estimas son muy inseguras, plemento de nitrógeno combinado, pues dichas
por la escasez de información apropiada. En las plantas viven en condiciones (acidez del suelo
grandes profundidades marinas, la actividad bac- o del agua) que son desfavorables para la vida
teriana está mucho más retardada. de fijadores microscópicos de nitrógeno, lo que
Diversas algas utilizan materia orgánica soluble se combina con una escascz fundamental de
como fuente de carbono y de nitrógeno, y si la dicho elemento combinado. En las madréporas
evolución continúa en estas condiciones, se pierde con zooxantelas simbiontes la captura de anima-
la capacidad de síntesis y se llega a relaciones litos tiene probablemente un significado análogo
casi simbióticas, como en la forma Conchocelis al de la digestión por plantas carnívoras: el obte-
de Porphyra. El paso a la nutrición heterotrófica ner determinados elementos escasos (fósforo y
es obvio en las algas que han perdido sus pigmen- quizás algunos oligoelementos en el caso de las
tos (apocloróticas o apocromáticas) o incluso sus madréporas). Pero en uno y otro caso, la impor-
plastos enteros (apoplástidas), de las que se en- tancia de la función se atestigua por la conserva-
cuentran ejemplos en todos los grupos, pero espe- ción de una organización muy complicada.
cialmente entre volvocales y euglenales. Se pue- Cuando la concentración de materia orgánica
de encontrar Euglena en el recto de insectos en el medio es baja, es difícil comprender su
.acuáticos y las formas incoloras de euglenales se absorción sin algún mecanismo físico de concen-
hallan como parásitas en diversos grupos de ani- tración previa. Sin embargo, en el plancton ma-
males acuáticos. A casi cada género autótrofo rino existen dinoflageladas heterótrofas de células
corresponde uno o más géneros, de igual morfo- muy grandes (Pyrocystis), con una delgada capa
logía, pero sin capacidad de fotosíntesis (figura plasmática que se extiende por debajo de toda
15-17). Existen factores nutritivos específicos en la membrana celular. La célula está llena, en su
la determinación y en la posibilidad de la apo- mayor parte, de jugo vacuolar. Puede pensarse
clorosis 98. En euglenales, Ochromonas y hongos que la extensa superficie sirva como lugar de
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Integración y evolución
de sistemas tróficos: defensa
549
la explotación de las dinoflageladas Gymnodi- Es más frecuente que los efectos de la selección
nium (Symbiodinium) por las madréporas arreci- por acción de un depredador o un explotador
fales o las gramíneas explotadas por el hombre sean de otro tipo, favoreciendo las especies o
como cereales. En este último caso, el hombre genotipos que son menos consumidos. Es decir,
partió de formas adaptadas a ambientes fluctuan- entonces los individuos seleccionados son los que
tes, a una vegetación de temporada, y luego selec- han tenido mayores probabilidades de escapar al
cionó por producción de grano, persistencia del depredador. En este caso, en la competencia entre
mismo, facilidad de recolección, etc. Tanto en especies que están igualmente explotadas, triunfan
uno como en otro caso, la especie explotada, al las que son capaces de persistir mejor con una
ceder a la presión de explotación, ha conseguido tasa de aumento igualo aún inferior a la de otras
una biomasa muy superior a la que hubiera po- especies competidoras. Se puede decir que siguen
dido alcanzar en otras situaciones. Dichas espe- la estrategia de la K, o sea, de la persistencia
cies explotadas compiten con otras utilizando la de la máxima biomasa, siguiendo la citada clasi-
que MacArthur ha llamado estrategia de la r, ficación de MacArthur. Las adaptaciones que dis-
o sea, superando a sus competidores por la tasa minuyen el riesgo de que una especie sea comida
de multiplicación (pág. 658). se pueden considerar como defensivas y de ellas
Las cadenas alimentarias de madréporas sobre nos vamos a ocupar en este capítulo. La acción
algas unicelulares y del hombre sobre los cereales del depredador lleva a una reacción evolutiva,
son muy cortas y, precisamente por esto, son anor- defensiva, de la presa.
males. El aumento del flujo de energía como res- Esta situación es la normal cuando la dife-
puesta a la explotación es excepcional, porque rencia de organización entre depredador y presa
requiere una gran diferencia, de forma y capaci- no es muy grande: en el plancton hay copépodos
dad de control, entre ambas especies, lo que no que devoran a otros copépodos. Existen peces
corresponde a la situación ordinaria de multipli- ictiófagos, aves de presa, etc. Pero las relaciones
cidad de niveles tróficos y diversidad elevada. son similares también entre especies más dife-
Tabla 16-1
Diversos tipos de defensa que limitan la pérdida de biomasa por acción de otros organismos.
No se incluye la disuasión por simple lucha violenta, que no es muy general y se limita
a casos en que la corpulencia del depredador no supera o supera en poco a la de la presa.
C) Características químicas.
a, del propio cuerpo
b, materiales expulsados al exterior, generalmente como reacción a la proximidad
del depredador
e, inducción de ciertas actividades del depredador que sólo se pueden comprender
como fruto de una larga evolución.
Tabla 16-2
Reacción morfogenética defensiva de Brachionus calyciflorus a la presencia
de Asplanchna.
Alcaloides 53 9 38
Glucósidos 31 28 41
Esencias 21 44 35
Gusto amargo 35 26 39
Superficie áspera 13 49 38
Plantas espinosas 25 35 40
- _.- -"- -- - -
molecular) rep~len a los agresores y, a la vez, de una cadena de acciones y reacciones de indu-
ponen en guardia a los otros individuos de la dable importancia en la diversificaci6n de los
colonia 99a. ecosistemas y en la evoluci6n de las especies. Los
Otro camino posible en la evolución es la adap- insectos que explotan en exclusiva cierta especie
tación de un organismo a los tóxicos contenidos de planta se benefician de que los vertebrados no
en un determinado alimento. Si la consigue, ad- la coman, pues éstos, indirectamente, son causa
quiere una bonificación, en el sentido de disponer de la muerte de los insectos.
de una reserva de alimento sin competidores. Si una especie puede hacer inocuo un t6xico
Como se ha indicado antes, numerosas plantas que recibe con su alimento, aparece la posibilidad
contienen sustancias tóxicas y, sin embargo, son de ir más allá, utilizándolo, a su vez, en defensa
consumidas por determinadas especies de insectos. propia. Los t6xicos de los Gonyaulax se concen-
La defensa química conduce a una especialización, tran en el cuerpo de moluscos filtradores (meji-
pues obviamente, no compensa el costo el que llones, ostras, almejas), sin perjudicarlos; pero
una especie de insecto adquiera simultáneamente luego son letales para los vertebrados que comen
la capacidad de inactivar un espectro muy amplio dichos moluscos 16, 44, 63, 73, 7.5. La carne de nume-
de tóxicos. Se ha sugerido que estas acciones y rosos peces de mares cálidos (más de 325 especies
reacciones, relacionadas con el uso de metabolitos de tele6steos, entre ellos meros, pargos, jureles,
secundarios en la defensa, tienen más interés que barracudas, morenas, sangradores y hasta atunes)
cualquier otra raz6n en la diversificaci6n alimen- produce en el hombre, por ingestión, diversos
taria de los insectos fitófagos, especialmente cuan- trastornos gastrointestinales y nerviosos, que pue-
do se tiene presente que todos los vegetales tienen den ser fatales. Estos trastornos se conocen con
una composición relativamente uniforme en lo el nombre de ciguatera y se dice que los peces
que a componentes primarios se refiere 30, 31. El que la causan están ciguatos 4, 52, 55, 84. Unas mis-
grado de diversificación de los t6xicos y la consi- mas especies son siempre ciguatas en ciertas áreas,
guiente especializaci6n de los insectos ha podido no lo son en otras, y en otras pueden serlo o no.
ir más allá en unos casos que en otros. Un caso La impresión es que en las áreas de fitoplancton
extremo sería, por ejemplo, el de las leguminosas productivo, rico en diatomeas, las especies no
y algunas palmeras y las especies de brúquidos son ciguatas, ni lo son nunca las que comen
adaptados a consumir sus semillas. La diversifica- directamente plancton (clupeidos y engráulidos
ción química de la vegetación, en lo que a estos pequeños). La fórmula de la ciguatoxina 84, sería
compuestos secundarios se refiere, ha llevado a C35H650sN; se supone que dicha sustancia pro-
una diversificación de la fauna e impide el desa- cede de los organismos de que se alimentan los
rrollo de plagas omnívoras y catastróficas. tstas peces, su concentraci6n varía, por tanto, con la
sólo aparecen sobre el monocultivo o la repobla- dieta local; pero no se conoce con más detalle
ción forestal con una especie. No hay un insecto el origen preciso. Extractos de Lutjanus ciguato
capaz de expansionarse rápidamente sobre una son letales a la dosis de 0,08 lJ.g por gramo de
vegetación natural, heterogénea. Hasta cierto pun- animal testigo.
io, ·pues, la acción de los insectos promueve la Tanto las toxinas de los Gonyaulax mediadas
diversidad de la vegetación, al destruir más la por los moluscos como la ciguatera tienen gran
vegetación uniforme que la heterogénea. Se trata interés sanitario. Algunas intoxicaciones produ-
~ tr ~j
por Esox determina reacciones defensivas en Gam-
busia 34.
:5
Sustancias procedentes de la sangre (especial- p.,u. ce..u/eu.
mente renacuajos) 23,45,47, o de la piel (renacuajos
de sapo; Phoxinus y otros peces) 71, 87 de animales
acuáticos tienen acción ahuyentadora sobre otros
Ffingil/. coelebs
individuos de la misma especie, aunque sus efec-
tos varían según la concentración. Puesto que ~ 7
estas sustancias se liberan de los individuos heri-
5
dos o aplastados, se puede considerar que tienen L...- ~
Cripsis
Figura 2-7 Cataratas del Iguazú, en el confin entre Argentina y Brasil. Las rocas están
cubiertas de podostemonáceas, fenarógamas de estructura muy simplificada, adaptadas
a las aguas violentas.
Papilio jacksoni Papilio zoroastres Amauris albimaculata
A B
e D
Figura 16-6 Visibilidad de una serpiente sobre un fondo uniforme (arriba) y sobre
un fondo natural (abajo), en el supuesto de un colorido uniforme (izquierda) o del motivo
real de dibujo, en este caso de Agkistrodon mokasen. (Según Cott 17.)
~&~u
o los ruidos producidos por el paso del aire por
la boca (Acherontia atropos) o por los estigmas
(abejas, cole6pteros).
Hemisciera ~ Cato ca/a
helic6nidos.
La coloraci6n advertidora presupone un apren-
dizaje, de modo que se dirige principalmente a
depredadores de organizaci6n superior, tales como
aves y mamíferos, en cuya biología de la nutrici6n
el entrenamiento desempeña un papel extraordi-
nario, pues incluso han de aprender que las
ramitas y hojas movidas por el viento no son
comestibles. Pero la capacidad de aprendizaje se Draco
extiende a anfibios y hasta a invertebrados: en
efecto, las náyades de Aeshna no capturan los hi-
drácnidos, de coloraci6n vistosa y abigarrada que Figura 16-11 Algunos ejemplos de manchas de
se puede considerar como aposemática. contraste en diversos animales, que se descubren
súbitamente al adoptar una actitud defensiva e
Los depredadores posibles aprenden a dejar en intimidante. Las regiones vistosas son las colo-
paz a los animales señalados, sin entrar en con- readas en la figura. (Según Cott 17.)
El tamaño de las manchas de cada uno de los las representaciones pictóricas de monstruos re-
colores tiene también importancia; de ordinario pugnantes, dragones o seres infernales, de manera
está comprendido entre 2 y 20 mm. De la misma inconsciente se ha ido hacia la adopción de seme-
manera que los sonidos con significado de alarma jantes colores de contraste. Una tabla de Marto-
tienden a ser semejantes en diversas especies, rell, del siglo XIV, conservada en el museo de
también en el caso de la coloración aposemática Chicago representa a San Jorge y el dragón; en
existe una uniformidad considerable, que en parte éste se ha reunido y combinado un número inu-
viene impuesta por el reducido número de posibi- sitado de características aposemáticas (fig. 16-15).
lidades que entran dentro de la fórmula óptima Los motivos de significado no aposemático mues-
indicada. La coloración negra y amarilla o ana- tran una diversificación específica mucho mayor.
ranjada es común a animales bien defendidos de Las características aposemáticas no se limitan
todos los grupos: avispas, hemípteros (Grapho- al color y al aspecto; pueden afectar al olor o a la
soma lineatum) , mariposas helicónidas, Heloder- emisión de sonidos. Ambos caracteres coinciden
ma (el único lagarto venenoso), culebras de coral, en las musarañas, animales que no suelen ser
anfibios (Bombina; Dendrobates tinctorius, sin comidos por los otros mamíferos, probablemente
embargo en esta especie se presentan variantes a causa del sabor de su carne. En la página 558
en que el color negro contrasta con colores pálidos se ha hecho referencia a otros casos de olores
de matices bastante diversos) y hasta mamíferos repugnantes asociados a la nocividad intrínseca
(zorrillos, con líneas negras y pálidas). Diversos del animal. La estridulación del escorpión O pis-
peces de los arrecifes tienen coloraciones de este thophthalmus latimanus impone a mamíferos que,
tipo, algunos de ellos están defendidos (Acan- sin embargo, lo atacan cuando no emite el sonido
thurus) , otros lo están indirectamente por vivir que va asociado a la amenaza de su aguijón.
asociados con actinias (Amphiprion) o por ser Una serie de especies bien defendidas (inmunes)
ciguatos (pág. 555). Los nudibranquios de colora- pueden adoptar un aspecto similar. De una parte,
ción aposemática deben su inmunidad a cápsulas la semejanza se impone por la limitación de esque-
urticantes procedentes de su comida; pero algunas mas aposemáticos óptimos y por una evolución
especies desprovistas de cnidosacos producen se- semejante a la de las voces de alarma en especies
creciones ácidas o repelentes. Las mismas combi- próximas; pero también ofrece la ventaja suple-
naciones visibles han sido adoptadas por el hom- mentaria de que el conjunto de las especies que
bre: es el color de los taxis de Barcelona y, en han adoptado el mismo uniforme paga al depre-
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ECOLOGíA
DEMOGRÁFICA
Supervivencia, crecimiento
y reproducción
MORTALIDAD Y SUPERVIVENCIA
&75
MACHOS HEMBRAS JOVENES
una función de la distancia de la edad a la dura-
ción media de la vida, sino como una función
con vaga-
1960 territorio bundos simple de la edad. Es obvio que las causas de
Junio muerte varían mucho, en calidad y en intensidad,
en el curso de la edad, como puede verse en los
Julio ejemplos de la tabla 17-1.
B) Mortalidad en una población del díptero Urophora jaceana, en Inglaterra \08. Población
expresada en número medio de individuos por m 2 •
Supervivientes
Fecha (por m 2) Mueren Mortalidad, %
365. Dicha tasa de mortalidad es descomponible y éstas consisten en la acción de otros organismos
como una suma de tasas instantáneas de morta- coexistentes, como son depredadores o vectores de
lidad debidas a diferentes causas (tabla 17-2). enfe~ed~~es, los factores de proporcionalidad
Cuando se descompone una tasa de mortalidad m, m, m , oo. pueden hacerse, a su vez, propor-
en una sek'ie de sumandos, cada uno de los cuales cionales a la densidad de la otra especie que
corresponde a una causa diversa de mortalidad, en cada caso es responsable de la mortalidad, así
"" I 11 V
Sección instantánea
Tiempo - .""",.------,
Coho,,!?
de la población
~ 4
~~--~~~~~~--~----~--~~rl~~----+--'Ilr------l
.8'0
Nacimientos
111 11 11 ti 1 • 1 t 1
Muenes
Figura 17-4 Representaci6n, según Lexis, de los cambios experimentados por una
poblaci6n hipotética. Cada linea diagonal representa la vida de un individuo.
Tabla 17·3
Máxima duración de la vida observada en diversos animales. En años.
Protozoos Reptiles
Elphidium crispum 2-3 Natrix sipedon 7
Heloderma suspectum 20
Esponjas Eunectes murinus 28
Hippospongia sp. 50 56
Alligator mississipiensis
Celentéreos Testudo sp. 177
Hydra grisea 1-2
Aves
Flabellum sp. 24 4,5
Sialia sialis
Actinia equina 67 10
Coturnix coturnix
Yermes Pica pica 12
Planaria torva 1,1 Carduelis carduelis 27
Brachionus capsuliflorus 0,05 Ciconia nigra 30
Rotaria neptunia 0,1 Gyps fulvus 41
Diplogaster robustus 0,04 Struthio camelus 50
Cephalobus dubius 0,4 Ara macao 64
Lumbricus terrestris 10 Mamíferos
Platynereis dumerilii 1 Eptesicus fuscus 2
Hirudo medicinalis 27 Micromys minutus 2,5
Artrópodos Rattus rattus 4
Daphnia magna 0,2 Chinchilla laniger 7
Tropocyclops prasinus 0,3 Rengifer taralldus 12
Cyclops strenuus 0,7-1 Panthera tigris 19
Heterocypris incongruens 0,3 Megaleia rufa 22
Astacus astacus 30 Crocuta crocuta 25
Ursus arctos 34
Peces Pan troglodytes 41
Cyprinus carpio >47 Rhinoceros unicornis 47
Anfibios Elephas maximus 57
Salamandra atra 3
Rana esculenta >5
Ambystoma tigrinum 11
H yla arborea 14
van: estas curvas son de mayor pendiente que Tanto por ciento de la duraci6n mbima de la vida
las que conciernen a las porciones más duraderas
Figura 17-5 Curvas de supervivencia de pobla-
o persistentes (estolones, tallos). De esta forma ciones concretas de diversas especies de anima-
nos damos cuenta de la relación entre curva de les. Para hacer las curvas comparables, en todos
supervivencia y tasa de renovación. los casos se ha hecho igual a 100 la duración
máxima de la vida. Proa les es un rotlfero; Hydra
El análisis cuidadoso de las causas de morta- un celentéreo; Erithacus, Turdus y Larus, aves;
lidad y su distribución en el tiempo tiene interés Odoicoleus, un mamlfero. (Según Deevey 24,
en el estudio de la evolución. La mortalidad es Taber y Dasmann '04, Y otros autores.)
el instrumento de la selección. En aquellos perío-
dos de la vida en que la mortalidad es más
alta, es obvio que una combinación génica que
reduzca la mortalidad gana rápidamente ventaja. sometidos a la explotación pesquera. Resulta muy
La distribución de las mortalidades en momentos interesante examinar las diferencias entre las
sucesivos se manifiesta en la supervivencia de los curvas de supervivencia de poblaciones de una
individuos en momentos críticos, por ejemplo, en misma especie bajo diferentes condiciones de vida
su fase reproductiva. o de especies próximas que pueden competir entre
La parte inicial de las curvas de supervivencia sí. En el venado de cola blanca, Odocoileus, la
presenta una rápida caída en las especies que vida media es casi dos veces más larga en el cha-
producen un gran número de huevos sin protec- parral que en país más despejado, con vegetación
ción y, especialmente, cuando hay estadios larva- baja. Diferencias semejantes se observan en las
rios libres o formas destinadas a la infección de curvas de supervivencia del coleóptero Tribolium,
hospedadores, en los parásitos. La caída es más tan usado en estudios de competencia. La vida
suave en las que gozan de especial protección a media de T. confusum es ligeramente más larga
los descendientes. Los períodos de reposo, en los que en otras formas del mismo género 68, 10 cual
que el animal está resguardado en lugares pro- puede relacionarse con su comportamiento en
tegidos, pueden manifestarse en las curvas de su- competencia con otras especies (pág. 664). Otro
pervivencia en forma de segmentos de poca pen- ejemplo lo proporcionan las dos formas de Tisbe
diente. En los mamíferos, la parte de la curva de la figura 18-3, cuyas características demográ-
que corresponde a la vida intrauterina puede ser ficas, observadas en el laboratorio en igualdad de
de menor pendiente que después del nacimiento; condiciones, son algo diferentes. Para las plantas
aunque en aquel segmento depende también de se pueden trazar curvas de supervivencia simila-
la mortalidad de la madre. Al crecer el animal, res, aunque ello se ha hecho con menos frecuen-
pasa a ser sucesivamente víctima de los ataques cia, probablemente por la dificultad de deslindar
de depredadores diferentes, o está expuesto a individuos.
riesgos que no son uniformes, 10 que se mani- La mortalidad es función del complejo de con-
fiesta en el trazado de las curvas de supervi- diciones que rodean a la población y que varían
vencia. En poblaciones de peces, sobre las que inmediatamente al pasar a condiciones experi-
existe mucha información, la mortalidad puede mentales. Por esto la mortalidad real ha de esti-
ser alta al principio, para bajar luego y finalmente, marse a partir de datos de censos y de toda la
volver a incrementarse cuando empiezan a estar información complementaria que se pueda obte-
1 0 0 % - r - - - - - - - r - - - - - - r - - - - - - -.....----":"':'C:'~_:::=:::::;;lII--~....,
'b>~o~
eO+-------+------r--~7fI"'~~~'--~L-C),~---+-------f
~~.
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o
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w
a.
40+----++---+--
204----,I-I-------*:......,H:.......----+--------+---------1-----~
20 40 60 eo 100%
EDAD
Determinación de la edad
IV V VI VII
Figura 17-9 Escamas de Sardina pilchardus, de O a 7 años cumplidos, con anillos
anuales de crecimiento.
aquí lo que se ha dicho a propósito de los anillos osificación de las extremidades y fusión de las
anuales de los troncos: las líneas aparecen mucho suturas craneanas. En los mamíferos se utilizan
más marcadas cuando las variaciones anuales del frecuentemente la emergencia, renovación y des-
ambiente son más rigurosas. gaste de los dientes como indicio de edad (véanse
Estructuras rítmicas semejantes se encuentran tablas de resumen 100). En los mamíferos dotados
en muchos otros organismos. Los Nautilus añaden de cuernos, éstos pueden ofrecer algunas caracte-
una nueva cámara a su concha aproximadamente rísticas útiles: número de relieves anulares en
cada 13 días, y una regularidad semejante debió Ovis, número de candiles en los cérvidos. El valor
existir en los Ammonoidea fósiles. Las conchas de estos indicios es, sin embargo, relativo.
fósiles de los belemnites, las conchas de diversos En algunos mamíferos se pueden utilizar tam-
lamelibranquios (Cardium edule, etc.), las de An- bién, siempre con la debida crítica, las cicatrices
cylus fluviatilis 33, los opérculos de otros gasteró- y vestigios de los cuerpos amarillos en el ovario
podos (Babylonia japonica) 50 muestran relieves de las hembras, para deducir el número de perio-
u otras estructuras concéntricas que, previa inter- dos reproductivos e, indirectamente, la edad. Este
pretación y comprobación para eliminar posibles procedimiento se ha aplicado en el estudio de
señales espúreas, pueden utilizarse para hacer cetáceos. En los oídos de los mismos cetáceos
estimas de la edad. Estas señales se forman casi (Balaenoptera physalus) 56 se forman tapones
siempre en la estación fría, cuando se retarda el constituidos en su mayor masa por capas paralelas
crecimiento, manifestándose la máxima disconti- y estratificadas de epitelio cornificado, que permi-
nuidad al reemprenderse el crecimiento en prima- ten estimar la edad, aunque no es seguro que las
vera; en los gasterópodos son frecuentes las per- capas sean rigurosamente anuales.
turbaciones 29 y no puede afirmarse de manera Cada población particular ofrece al observador
general que las líneas correspondan a los años. ingenioso recursos que permiten la evaluación
En saltamontes y en mosquitos se reconocen capas de la edad. Así, como un ejemplo, la presencia de
diarias en la cutícula que permiten conocer el nú- ciertos parásitos puede proporcionar indicios úti-
mero de días transcurridos desde la última mu- les. Las larvas y ninfas del hidrácaro Arrhenurus
da 75, 95a; pero dichas láminas dejan de añadirse se sujetan sobre las libélulas al tiempo que éstas
cuando el insecto ha llegado al final de su creci- abandonan el agua; los ácaros atraviesan fases
miento y su cutícula está dura. En los efemerópte- bien definidas en las que varían su colorido y su
ros, el número de mudas se registra como otras tamaño, de manera que el estado de los ácaros
tantas capas en una estructura peculiar que tienen que lleva una libélula permite calcular el tiempo
detrás de la cabeza, encima del conducto diges- que el insecto lleva en estado adulto, y construir,
tivo (órgano de Palmén). sobre esta base, tablas de supervivencia 69.
Las capas de cemento de los dientes de diversos Con referencia a una población determinada,
mamíferos (zorras, musarañas, comadrejas, algu- la distribución de individuos en clases de edad
nos roedores) son indicadoras del número de años es un dato esencial. Se suele representar gráfica-
de edad, de manera más segura que el grado de mente en forma de una pirámide como las mejica-
~----~35.391---------4
~----~~~:~:I------___4
VARIACION DE LA BIOMA8A TOTAL
....... -----I20.24~---._....
DE UNA COHORTE
~----~15.19~---___f
A LO LARGO DE LA VIDA ~-----410 .141-- __
120
IA Peso medio de un gusano. mg
Figura 17-13 Aplicación de un gráfico de Al/en a una cohorte del poliqueto marino
Pectinaria hyperborea, en la costa atlántica de Nueva Escocia, Canadá. La linea de trazos
expresa el resultado del estudio de diversas muestras; la linea continua es una curva
interpolada para simplificar la interpretación. El rectángulo dibujado (tA) corresponde
a una edad de unos 200 dlas y está cerca de la biomasa máxima de la cohorte.
(Según Pee/ 82 .)
Tabla 17-5
Relación entre densidad de población, crecimiento individual
y producción total en poblaciones de carpas en estanques.
Instituto Chino de pesca de agua dulce 77.
número de
divisiones
Especie por día
Bacterias
Escherichia coli 60 86,4
Azotobacter chroococcum 3-14 4,3-20,1
Algas
Chlorella pyrenoidosa 72, 73. 99 0,48-2,7 0,69-2,88(4,0)
Euglena gracilis 0,58-1,4 0,83-2,01
Chaetoceros socialis 6S 0,6-1,3 1-2
Skeletonema costatum 81 0,6-1,2 1-2
Rhizosolenia alata 6S 0,45-0,7 0,6-1
Asterionella jormosa 61 0,5-1,7 0,5-2,5
Syracosphaera carterae 81 0,69-0,8 1-1,2
Prorocentrum micans 7. 42 0,3-0,46 0,4-0,66
Ceratium jurca 6S 0,12-0,25 0,2-0,4
Ciliados
Tetrahymena geleii 4,1 5,9
Leucophrys patula 100 2,57 3,7
Didinium nasutum 100 2,5 3,6
Paramecium caudatu11l 100 1,25-1,6 1,8-2,3
Stentor coeruleus 100 0,4-1,4 0,6-2,1
Uroleptus mobilis 16 0,69 1
real de la población de la especie que estamos de multiplicación tan altas como nunca se mani·
estudiando. fiestan en las condiciones naturales.
En diversas algas, especialmente c1orofíceas,
cada célula forma un número 2" de esporas, que
Organismos unicelulares nacen juntas y pueden quedar reunidas durante su
vida en un cenobio pluricelular. Del número de
Los organismos unicelulares que se multiplican divisiones consecutivas que anteceden a la for-
por simple bipartición constituyen el caso más mación de las esporas, depende el número de
sencillo. El momento de la división representa células del cenobio, número que es variable y se
a la vez, el término de una vida individual y distribuye alrededor de una media, que varía se-
la aparición de 2 (o de 2": Pediastrum, Chlo- gún las localidades y las fechas (fig. 17-16; ta-
,ella, etc.) nuevos individuos. Si el tiempo que bla 17·7).
media entre dos divisiones binarias es T, el aumen-
to del número de individuos en una población,
debido solamente a la reproducción, se puede Tabla 17-7
expresar de la siguiente manera Proporción de los distintos tipos de cenobios
en una población de Pediastrum boryanum
dN/dt = ,N, de Barcelona
2:~
36 40.9
1-2 24 273
2-3 17 19.3
3-4 11 12.5
M4 2'
: :¿¿¿
88 100.0
: :/;¿¿
.~~
11: :¿'¿./
17: :¿¿¿
24: :¿¿¿
36: ;¿¿..c
52: ¿¿e
77: :¿¿¿
112: :¿¿¿
Número de huevos O
100
o
Q)
E
.:::] 50
c::
~huevos
10 15
Tabla 17-8
Distribución por sexos y por edades de una serie de individuos del pez Cepola rubescens
(cinta) de las costas del Levante español. Las hembras son fértiles desde el primer año
de su edad y después se transforman en machos; los machos no maduran sexualmente
hasta el segundo año de su vida. Contando con una proporción sexual inicial de 100: 15,2
y una mortalidad anual del 85,3 °k, se consigue una proporción sexual funcional
casi equilibrada (166: 149 = 1:0,9) 109.
Distribución teórica
Distribución real a dos años
Un año de edad a los dos años de edad según el sexo original
Reptiles
Caretta caretta 2-3 120-130
Alligator mississippiensis 1 29-88
V ipera, Anguis, Lacerta 1 6-20
T errapene carolina 1 2-7
Crotalus viridis !!l 3-13
Aves (véase también tabla 17-10)
Perdix perdix 10-20
Anas platyrhyncha 7-14
Parus major 1-2 6-10
Motacilla 1 5
Larus ridibundus 1 3
Fulmarus glacialis 1 1
Diomedea epomophora !!l 1
Mamíferos
Rattus norvegicus 2 o más 12
Canis lupus 2 3·9
Sciurus carolinensis 1·2 4
Erinaceus europaeus 1 1
Eptesicus fuscus 1-3 2
Balaenoptera borealis !!l-I 2
Bison bison 1 1
Elephas maximus liJ·Yí 1
encuentros fortuitos. Entonces es posible aceptar Es posible combinar esta expresión con las ante-
diferencias en la frecuencia de los dos sexos, riores, de forma que exista un término con N
porque estas frecuencias se pueden considerar y otro con N2, positivo o negativo, que destruye
afectadas por exponentes o modificadas de otra la linealidad; positivo para densidades muy bajas
manera, de forma que la probabilidad de interac- y negativo para densidades altas. En otros térmi-
ción sigue siendo máxima. En algunos animales nos, la relación entre el número de descendientes
(quernetos, colémbolos), las probabilidades de en- producidos y el de progenitores, es una función
cuentro no se han de considerar entre individuos decreciente de la densidad de la población de
de distinto sexo, sino entre las hembras y los es- progenitores (fig. 18-6). Obsérvese que la última
permatóforos que los machos dejan más o menos expresión estampada puede escribirse igualmente
dispersos.
La proporción numérica entre los sexos no sólo
ha de interpretarse en relación con la reproduc- dN/dt = nN (-K-N)
-K- ,
ción. La distinción de sexos es un polimorfismo
como otro cualquiera, con posibilidad de segre- para densidades «normales» y altas, y esta es la
gación ecológica entre los sexos. Al estar repre- misma expresión del capítulo 13 (pág. 452) co-
sentada por individuos de dos sexos, una especie rrespondiente a la curva de Verhulst-Pearl, que
amplía su valencia ecológica y es natural encon- describe el aumento de una población cuando
trar asociada la función reproductora con un di- no es ilimitado y se aproxima a una asíntota.
morfismo mantenible por otras razones. A los efectos del estudio demográfico ha de tener-
La densidad de población afecta negativamente se en cuenta que la tasa «real» de aumento de la
a la reproducción, en el sentido de que, en pobla- población, r, es
ciones muy densas, el comportamiento puede estar
alterado y aparece disminuida la actividad repro-
ductora y, principalmente, el número de descen-
r=1l (K~N)
dientes viables producidos (véase más adelante).
En estos casos, volviendo a la expresión del donde 11 es una tasa ideal maXlma.
aumento de la población debido a la natalidad, El estudio de cómo se reconocen los sexos y los
se podría introducir un término negativo factores que afectan a la probabilidad de su apro-
ximación, no sólo tiene interés ecológico en cuanto
dN/dt = I1N - bN2 determina la probabilidad y frecuencia en la pro-
Tabla 17·10
Número medio de huevos por puesta en los representantes
de varias 5ubfamilia5 de pájaros H.
Marinos, de °a 20 m
de profundidad 95 0,476 0,226 0,084 0,142
Marinos, entre 20 y 200 m
de profundidad 94 0,534 0,289 0,110 0,145
Marinos, de más de 200 m
de profundidad 56 0,946 0,962 0,793 2,088
De agua dulce 3 0,766 0,257 0,257 0,183
Especies asociadas con
otros animales 8 0,688 0,557 0,260 0,328
(comensales, parásitos; no
están incluidos los pagúridos)
• Algunas especies han sido incluidas en dos apartados, si su distribución se superpone. En particular,
todas las de la última línea aparecen también en los otros grupos que les corresponden.
Tabla 17-12
Dimensiones, número de cromosomas, número de huevos por puesta y diámetro de los huevos
en varias especies de copépodos 14, 17,64.
La relación entre el número de huevos produ- especie dentro del ecosistema. Recuérdese que la
cidos por temporada y el tamaño de la madre es tendencia que se supone más frecuente o probable
mucho más evidente en otros animales, por ejem- en evolución es hacia aumento del número de
plo, entre los artrópodos. En copépodos 64,89.92, cromosomas.
anfípodos 35, isópodos 39, cirrípedos 8, 9, decápo- Entre los artrópodos que nos ocupan, las dife-
dos 13.40.59, misidáceos 46, eufausiáceos 74a y ara- rencias de tamaño entre los individuos de las
ñas JI, 83, el número de huevos guarda relación con poblaciones de una misma especie suelen estar
una potencia cercana a tres de alguna medida lon- relacionadas con la temperatura (pág. 150) Y de-
gitudinal, o bien con el peso del progenitor. La penden más de variaciones en el tamaño de las
relación puede variar según las localidades o se- células que en el número de células. Por esto, sor-
gún la zona del litoral, como ocurre, por ejemplo, prende encontrar que los individuos de verano o
en Balanus improvisus 9 (fig. 17-20). de lugares de alta temperatura, que son menores,
Si se acepta la relación: número de huevos por no produzcan huevos más pequeños y en igual
puesta = a· (tercera potencia de la longitud de la número, sino menos huevos y del mismo tamaño.
hembra) y se ajustan los datos empíricos de modo La regulación que puede llamarse automática del
que los cuadrados de las desviaciones sean míni- número de huevos es un tema muy poco explora-
mos, el valor de a puede ofrecer relaciones inespe- do y que ofrece indudable atractivo.
radas. Entre los anfípodos (long. en mm) es más Eñ peces (muchos trabajos sobre poblaciones
bajo en especies carnívoras (Gammarus lacustris, de peces de interés comercial 76.77), la relación
a = 0,0147), intermedio en especies salobres om- entre el número de huevos y el cubo de la lon-
nívoras (G. aequicauda, a = 0,026; G. zaddachi, gitud es también aproximadamente linear; en
a = 0,0281), algo más alto en especies marinas otros casos es difícil aceptar la relación indicada,
(G. locusta, a = 0,033) Y muy elevado en Crango- pero el número de huevos depende indudablemen-
I1YX gracilis (a = 0,097) 35, 64, elc .• En los ciclópidos te del tamaño del progenitor, como en moluscos
(tabla 17-12), el valor de a, calculado en la forma (AustralorbisJ 87, serpientes (Thamnophis) lOS, y
descrita, es función del número de cromosomas, en aves y mamíferos, tal como se ha mencionado
de manera que las especies con más cromosomas antes (reglas de Rensch 90, 91; pág. 150). En los
y núcleos mayores, a igualdad de tamaño, produ- roedores Microtus, por ejemplo, el número de em-
cen menos huevos, lo cual se relaciona también briones vivos se relaciona positiva y significati-
con una mayor longevidad. La relación es tal que vamente con el peso del cuerpo (excluido el útero
el número de huevos por cada saco (cada puesta grávido) 4J.
es de dos sacos) se puede expresar, con aproxima- En los crustáceos, el tamaño de los huevos es
ción excelente, por medio de la fórmula (15 1/11)3, menos variable que su número; sin embargo,
donde I es la longitud de la hembra, en mm, sin el tamaño no es constante, sino que también varía
las sedas en que termina la furca, y n es el nú- ligeramente (en copépodos 92, en Daphnia JO), de-
mero haploide de cromosomas. Las especies del pendiendo de condiciones de vitalidad y tamaño
grupo C. strenuus, con más cromosomas, viven de la madre. El tamaño de los huevos de los peces
mucho tiempo (un año) y son carnívoras mientras presenta diferencias raciales (Engraulis) y tam-
que, en el extremo opuesto, los Eucyclops y Tro- bién puede variar según la estación del año o
pocyclops viven unos pocos meses y se alimentan según el orden de la puesta, siendo menores en
de partículas pequeñas y diversas, siendo, a la verano, y también en general en las puestas tardías
vez, las especies con menos cromosomas. Se pue- o no iniciales 6 ,It2 (tabla 17-14). Se desconoce la
de decir 'Cl ue una diferencia en el número de cro- influencia del tamaño de los huevos sobre su via-
mosomas lleva implicada toda la posición de la bilidad; pero se sabe que el número de vértebras
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Demografía
POBLACIONES UNISPECIFICAS
39 609
un instante del tiempo), que se distribuyen en y muertes, cuando se promedian sobre largos
distintas clases de edad (limitadas por las líneas períodos, resultan ordinariamente equilibrados.
paralelas horizontales) y en cada segmento arbi- La hipótesis más razonable acerca del futuro de
trario de tiempo se puede determinar cierta fre- una población no se basa en extrapolar la tasa
cuencia de los nacimientos y de las muertes. Estas de multiplicación, sino en considerar que toda
frecuencias se expresan ordinariamente en fun- población es poco variable en el tiempo. En obras
ción del número de individuos existentes en la de divulgación se pondera la masa casi infinita
población en aquel momento; así se dice que la que paramecios, moscas y aún elefantes pueden
tasa de natalidad o de mortalidad anual es, por alcanzar en un tiempo relativamente corto, de
ejemplo, de 30 por mil habitantes. Puede ser ven- multiplicarse sin impedimento. Se trata de extra-
tajoso utilizar tasas instantáneas de mortalidad y polaciones gratuitas. Es raro que una especie
natalidad, de la forma ya introducida, es decir aumente persistentemente su población durante
r o m = (l/N) (dN/dt). En realidad ni los indi- largo tiempo; de ordinario existen fluctuaciones
viduos ni una población son diferenciables, y de los números alrededor de un valor medio. En
estas tasas instantáneas se computan sobre deter- un estudio más detallado, las causas de las fluc-
minadas distribuciones y aceptan ciertos supues- tuaciones se podrían encontrar en distribuciones
tos de uniformidad. En el tema principal de este no perfectamente superponibles de los nacimien-
capítulo, el crecimiento de los individuos tiene tos y de las muertes. Es decir, la mayor densidad
menos interés, si no es como recurso para deter- en el tiempo de los nacimientos no coincidirá con
minar la edad. la mayor densidad de las muertes. Tanto unas
Una población tiene propiedades extensivas, como otras distribuciones, en algunos casos, se
la más usada de las cuales es la biomasa o el pueden aproximar por distribuciones estadísticas
número de individuos en un momento dado, y al azar, por ejemplo, los intervalos entre aconte-
propiedades intensivas, como la tasa de renova- cimientos, o la densidad de acontecimientos en
ción de la biomasa que se relaciona con las fre- períodos iguales, pueden seguir una ley de Pois-
cuencias de nacimientos y de muertes. Nacimientos son; pero no es válido generalizar este punto de
vista estocástico, porque los parámetros estadísti-
cos e incluso el tipo de ley de probabilidad más
aplicable pueden cambiar en el tiempo.
En los estudios demográficos generalmente no
se insiste en el aspecto intensivo de las poblacio-
nes, pero en el campo de la ecología general es
indispensable hacerlo. Es decir, el demógrafo se
interesa especialmente por si una población
aumenta, disminuye o permanece estacionaria.
especies de ecosistemas
Pero para el ecólogo la tasa de renovación es
persistentes y de niveles
especies colonizadoras fundamental. Una tasa de renovación alta indica
tr6ficosaltos ode
que la población actúa con gran intensidad como
1
.g
nivelestr6ficosbajos
trasvasador de energía de unas a otras estructuras
.~ 0-1------+-+------+--+-------1 en el ecosistema y, por este mismo hecho, posee
i determinadas propiedades: sigue fácilmente cam-
III
CIl
bios en las condiciones del medio, con fluctuacio-
"O
o nes rápidas en los números de individuos y, por
:o
E consiguiente, tiene determinadas características
~
CD
"O
evolutivas.
III
Si r es la tasa de aumento y m una tasa de mor-
S
talidad, tendremos que establecer siempre dos
parámetros muy distintos: Uno es la diferencia
r - m, de la que depende la marcha de la pobla-
flujo de energla. Irl 6 Iml
ción, si aumenta o disminuye, o está estacionaria
Figura 18-1 Esquema de la relación entre los (cuando r = m). La diferencia r - m es la tasa
valores absolutos de las tasas de mortalidad (m) neta de variación o parámetro de Malthus. Otro
y de multiplicación bruta (r), en abscisas: y la parámetro es el valor absoluto de cualquiera de
variabilidad en la tasa neta de cambio de la po-
blación (r-m), que oscila alrededor de cero, dichas magnitudes, que mida la tasa de reno-
en ordenadas. Las dos curvas cerradas encierran vación.
los puntos que caracterizan, respectivamente, a El estudio de las poblaciones se suele enfocar
dos tipos de especies. Estos tipos de especies de dos maneras distintas: una mediante tablas de
representan valores extremos de un gran número
de situaciones posibles intermedias. vida, y otra con el empleo directo de tasas instan-
.. "'-'D~'
les de complejidad de los fenómenos o al grado ,I
de análisis a que se llega (fig. 18-2). La forma más \ B)I ·_·(e)
\ • I
tosca consiste en extrapolar a ojo, con una inter- \
Demografía 811
tiene sentido de regulación, porque tiende a llevar Tablas de vida
a la población hacia cierto valor promedio común.
La explotación de cualquier población acelera su Para cada especie se puede calcular una fun-
tasa de renovación, y éste es el ejemplo más sim- ción de supervivencia (1;() y una función de nata-
ple y vulgar, y de mayor importancia práctica, de lidad (n;(); 1;( da la probabilidad de que un indi-
la dependencia indicada. viduo nacido siga viviendo a la edad x, y n;(, es el
La forma más sencilla y general de introducir número de descendientes que, por unidad de tiem-
el tema de la regulación es haciendo ver que si po, produce un individuo de edad x.
bien los nacimientos y las muertes pueden tratarse La presentación simultánea de las dos (1 y n
como funciones estocásticas. las muertes son «me- en función de la edad x) ofrece toda la informa-
nos estocásticas» y dependen más que los naci- ción esencial. La integral del producto I n
mientos de la importancia numérica de la pobla- (r.lxn x = Ro) da el número total de descendien"~e;
ción y, sobre todo, de su distribución por edades que deja, por término medio, cada individuo na-
y de la forma como se ocupa el espacio. cido. Si Ro = 1, la población es estacionaria, su
A pesar de que los ecólogos, en su mayoría, número de individuos no varía con el paso del
comprenden que los cambios que experimenta una tiempo. En las especies bisexuales las tablas de
población dependen, de algún modo, de la den- vida se suelen hacer sólo para las hembras y si
sidad de dicha población, tal relación no se ha el número de machos es igual al de hembras, para
visto siempre como lógicamente necesaria. Entre tener una población en equilibrio, Ro tiene que
los diversos temas polémicos de la ecología, uno ser igual a 2. Los valores de I;(n;( cuya suma es Ro
de los que ha hecho correr más tinta es si los se distribuyen alrededor de una edad determi-
parámetros demográficos de una población que nada, o sea, el «centro de gravedad» de la dis-
se podían considerar reguladores (1a mortalidad, tribución de los descendientes define una edad,
por ejemplo) eran o no dependientes de la densi- con referencia a la madre, que se puede considerar
dad de la misma población 2, s, 48. 49, 70. Probable- como el inicio de la nueva generación. Dicha
mente el tema adquirió cierto encono porque no edad (T) representa la duración media de una
todas las especies se comportan de la misma ma- generación, de huevo a huevo. En relación con la
nera, con 10 cual se encuentran ejemplos que curva de supervivencia, se calcula una edad me-
apoyan puntos de vista dispares: las especies pio- dia que, en realidad, representa la vida probable
neras, expansivas, invasoras, que compiten con para cada individuo nacido, o esperanza de vida
(e o ) al nacimiento. Es factible calcular la espe-
su capacidad de multiplicarse, frecuentemente son
diezmadas por agentes climáticos o externos, no ranza de vida (ex) a partir de cualquier edad uti-
previstos en la organización de la especie y que, .. ., r. (Ix - Ix+ 1)x
hzando sIempre la expreSlOn eo = - - - - -
por tanto, difícilmente son conmesurables con la lo
densidad de la misma, mientras que las especies contando siempre a partir del momento inicial
de desarrollo más pausado que encuentran su escogido. La esperanza de vida, en términos de
sitio en ecosistemas bien organizados, tienen mu- cronología absoluta, va aumentando con la edad:
cho más desarrollados los mecanismos de regula- un individuo que ha superado cierta probabilidad
ción de la fertilidad en función de la densidad y de muerte, aunque siga la misma curva de super-
dispersión de la propia especie. Pero estos dos vivencia, empieza su nuevo tramo con un valor
tipos de especies, a los que tendremos que refe- de Ix = 1. La supervivencia tiene interés en cálcu-
rirnos continuamente, a veces empleando una no- los de seguros de vida y la función que la expresa
menclatura distinta (por ejemplo, estrategas de la ha merecido la atención de los matemáticos desde
r y de la K, respectivamente), no son discontinuos hace mucho tiempo 13.
ni separados, sino que forman los extremos de una En la práctica, las dificultades de cálculo son
gradación continua. Se comprende, pues, que los muy numerosas. Se ha hablado de la convenien-
factores que alteran la demografía de una especie cia de basar las tablas de vida solamente en
en dependencia de la densidad de la población de las hembras de las especies de animales bisexua-
la propia especie, operan de maneras muy diver- les, por ser más fácil poder situar los nacimientos
sas, según los ejemplos que se consideren, de sobre la duración de la vida; pero se presentan
forma que es imposible generalizar reglas senci- las complicaciones inherentes a cambios en la
llas que sirvan para la predicción demográfica. proporción sexual, y a la posible dependencia de
En resumen, la consideración de poblaciones la fertilidad de dicha proporción sexual. Por otra
unispecíficas es necesaria para los trabajos prác- parte, no hay inconveniente en considerar la po-
ticos y va a servir para presentar algunos proce- blación como un todo y dividir la producción de
dimientos de cálculo; pero cualquier predicción, nuevos individuos entre machos y hembras, en
aún relativa a una sola población unispecífica, ha 10 que concierne a edad del progenitor.
de basarse en el estudio del ecosistema entero. Hay que decidir si se opera sobre una cohorte
Tabla 18·1
Población y movimiento de la misma en España, 1963 ~¡
Edad
en el último Pohlación ("K.) Mucl'lcs (,P) Nacimientos según
cumpleaños & <? & la edad de la madre
Demografía 613
esta simple cifra tiene un valor muy pobre para partir de 1 (en demografía humana se usan mu-
predecir la evolución de la población. chas veces 100000 individuos como referencia
La curva de supervivencia se puede calcular inicial; pero según sea la unidad que se prefiera
sobre los mismos datos de la siguiente manera no hay más que correr la coma). Si tenemos
(Keyfitz). Dividiendo el total de los muertos du- lo = 1, para el valor siguiente 11 usaremos
rante un año (D) por el número de los que tenían
determinada edad en el último cumpleaños (K)
se tiene una mortalidad anual bruta M. Para hacer
referencia a determinado grupo de edad x se usa Cada uno de los productos l.>:' "q x = lId x nos da
como subíndice: M x ; se suele usar un subíndice la tasa de mortalidad d, referida no a un indivi-
anterior n para indicar la longitud de los inter- duo viviente, sino a un individuo nacido. A con-
valos, 1, 4 ó 5 años en la tabla anterior, es decir, tinuación se pueden seguir hallando las diferen-
se escribe "Dx/uK x = "M x (tabla 18-2, columna cias Ix = lx_u - I,dx-u (tabla 18-2, quinta y sexta
primera). columnas).
Una estima mejor de la mortalidad requiere
averiguar el tiempo que, por término medio, vive
"Lx es el número total de años por persona
dentro del intervalo entre censos, cada uno de los vividos en el intervalo de x a x + n, y su valor
individuos que mueren en dicho intervalo (na); depende de cómo se distribuyen las muertes du-
más adelante se explicará cómo se calcula. Pro-
rante este período. De una manera groseramente
visionalmente, se puede suponer que todos los
aproximada es la media entre Ix Y IX + II multipli-
individuos mueren en el centro del período, con cada por n, o número de años en el período; pero
lo cual podemos tener una estima de la morta- se pueden usar fórmulas que dan una aproxima-
lidad, no por años, sino por todo el período, ción mejor, como, por ejemplo,
n'nDx
uq x = . Este valor es también pro-
"Kx + V2 nDx
visional, y, aproximadamente, es como n veces el
valor IIMx (tabla 18-2). Más adelante es posible
sustituir estos valores por una aproximación
mejor.
Se trata ahora de buscar l~ valores Ix. Se puede
Tabla 18-2
Mortalidad y supervivencia para mujeres en España, 1963, calculado sobre los datos
de la tabla 18-1, según Keyfitz y Flieger 29. Véase explicación en el texto.
x 11
M ", lI 'n", I.q", 1", lid", II
L ", T", e", ,,a,,,
Ro = 2,697431 79,577176
2,6974·0,4858 = Ro ~ = 1,310414
Cociente sexual, machos/hembras = 340645/321 872 = 105,83 %
Relación hembras/total = 321 872/662517 = 0,4858
Duración de la generación, T = 79,577176/2,697435 = 29,5 años
Si se suman los valores de "Lx de abajo arriba, dencia respecto al tiempo de las observaciones
se tienen las cifras de la columna T x que expresa registradas. Todo ello resultará más claro al de-
el número total de años que en promedio quedan batir el uso de matrices.
por vivir a cada persona nacida y a partir de El cálculo de las tasas de natalidad presenta
determinada edad. Dividiendo esta cifra por la complicaciones semejantes. El cociente entre el
supervivencia (I,t) se tiene la esperanza de vida número de nacimientos (última columna de la
real para un individuo que alcanzó una edad de- tabla 18-1) Y el número de hembras en la clase
terminada. Esta esperanza de vida, sumada a la de edad correspondiente, da la tasa de nacimientos
edad que el individuo tiene en aquel momento, específica de la edad. Según cual sea el propósito
da la duración probable de su vida. Puede verse del estudio, se puede usar esta tasa de nacimien-
cómo se alarga paulatinamente. Es de 73,01 tos, que incluye los dos sexos, o bien una tasa
años al nacimiento (ea = vida media), de 75,46 propia solamente de las hembras, multiplican-
(70,46 + 5) a los 5 años, de 75,91 a los 20 años, do el número de nacimientos por el cociente
de 76,87 a los 40 años y de 79,22 a los 60 años. 321 872/(340645 + 321 872), que da la propor-
"a,t es el número medio de años vividos dentro ción de hembras en el número total de individuos.
de un intervalo por los individuos que viven en Para tener el producto l x ·n x' será preferible usar
este intervalo y se puede deducir mejor de los valores "Lx de la tabla anterior, que son el
número total de años vividos por persona en el
intervalo x a x + n, y precisamente tomar la
media entre dos valores consecutivos. De esta
forma las tasas de nacimiento, que son anuales,
se multiplican aproximadamente por 5 y resulta
Esta estima de a se puede usar para conseguir en total el número de descendientes producidos
una nueva y mejor evaluación de "qx' en un período de referencia que corresponde a la
distribución en clases de edad.
Demografla 815
suficientemente buena para la mayor parte de los Usualmente esta expresión se escribe designando
estudios. la tasa instantánea de aumento de la población
La duración así calculada de la generación es con una r en vez de una a. Sin embargo aquí se
de 29,5 años, es decir, entre nacimiento y naci- prefiere usar a = r - m, consecuentes con la nece-
miento -o entre huevo y huevo, como se dice sidad de distinguir claramente la variación de
en general-, transcurren 29,5 años. Existen dife- la población existente, a, el llamado parámetro
rentes interpretaciones de esta edad, y la diver- malthusiano, y r, que representa un flujo de ener-
gencia procede de que la edad media de materni- gía a través de la población. El cálculo de a
dad sería distinta según se considere la población a partir de los datos de las tablas demográfi-
como estable o como estacionaria. Una interpreta- cas es muy laborioso y, realmente, es mejor de-
ción aceptable es considerar que T representa los ducirlo de la última expresión dada, a pesar de
años que la población tardaría para aumentar las inexactitudes en el cómputo de T y, en gene-
en la tasa neta de reproducción (Ro), si creciera ral, de todas las variables que en ella figuran.
a la tasa instantánea de aumento a, es decir, In 1,310
Ro = eaT •
Así, en nuestro caso, a = ---- = 0,00915.
29,5
Tabla 18-4
Datos demográficos de una población de Daphnia pulex 42.
Edad,
días
n" '~n~ '~n~x·
'"
°5
6
1
1
1
°
1,67
0,96
°
1,67
0,96
°
9,18
6,24
7 0,98 2,64 2,60 19,50
8 0,98 2,07 2,03 17,25
Tabla 18-5
Datos sobre poblaciones de dos especies afines de Tisbe, criadas en el laboratorio.
Se trata de copépodos de aguas litorales de salinidad variable 72 (fig. 18-3).
Vida media,
Especie días T, días a, día Procedencia
10 500 10 500
250
Dla8 Olas 10 20 30 40 50 60 70 80
Este valor es la tasa instantánea de aumento de indicábamos que puede ser poco interesante exten-
la población (en este caso de la población feme- der a un uso ecológico general las técnicas de
nina) expresada con referencia a años. De expre- notable virtuosismo desarrolladas en relación con
sarla en días o semanas -por ejemplo, a los la demografía humana.
efectos de comparar con las poblaciones de las ta- En el mismo sentido, las expresiones teóricas
blas 18-4 y 18-5- debería dividirse por 365 y 52, que diferencian e integran lo que no es diferen-
respectivamente. En el caso de división binaria, ciable ni integrable sólo tienen el valor de una
= =
Ro 2, Y a In 21T (pág. 592). descripción general del fenómeno; pero no poseen
Las dificultades en el cálculo de todos estos mucha utilidad práctica, a pesar de ser indudable-
parámetros se comprenderán mejor después de mente bellas. La expresión más usada es la si-
examinar la cuestión de la ergodicidad. Los demó- guiente
grafos han derrochado ingenio desarrollando mé-
todos de aproximación e iteración con variados
supuestos y normalizaciones. Este esfuerzo es, 1: f e-(r-m)xlx n x dx
desde luego, meritorio y constituye un buen ejer- o
cicio seguirlo 28; pero, desde el punto de vista
ecológico, apenas es remunerador. Nos encontra- En el caso de una población estacionaria, es decir,
mos en una situación peculiar. Diferencias míni- que siempre tiene el mismo número de individuos,
mas -por insignificantes que parezcan, pues son
del orden de milésimas- en el valor de a signi- a = O, Y lxnx dx = 1. f
fican la diferencia entre la persistencia de una Se deduce de ello que, para el cálculo de la
población, su desaparición, o su expansión sobre cinética de una población basta tomar en consi-
nuevas áreas. Pero estas diferencias con su tre- deración aquellas clases o grupos de edad en los
menda realidad no se manifiestan, no se destacan que hay actividad reproductora, es decir, cuando
precisamente gracias a la aplicación de métodos n x no es cero.
refinados, porque más bien resultan de «irregula- En la práctica, la integral se obtiene por suma-
ridades» en las tasas de mortalidad o de natalidad, ción de valores que corresponden a períodos de
que pueden borrarse por los procedimientos esta- tiempo conmesurados con la duración de la vida
dísticos de tratar los datos. Es en este sentido que de la especie y con las operaciones de censo, con
Demografla 617
los consiguientes artefactos de integración que tación general. Los pequeños crustáceos de agua
en parte ya se han mencionado. En las tablas 18-4 dulce constituyen un material muy apropiado para
a 18-7 se presentan algunos ejemplos referentes a prácticas de laboratorio, y, si se trata de poblacio-
diversos animales, más co'n el fin de ilustrar la nes formadas exclusivamente por hembras parte-
variabilidad en la cinética de poblaciones que nogenéticas, como en el caso de las Daphnia (tabla
como ejemplos de procedimientos de cálculo. 18-4) se simplifica el problema, pues huelga tener
Cuando la fracción de individuos fértiles es que pensar en la proporción de sexos. Hay nu-
muy pequeña, como en el caso de los insectos merosos trabajos que contienen datos demográfi-
sociales y, además, las curvas de supervivencia cos sobre Daphnia: D. pulex 14,18,42, D. mag-
son distintas en aquéllos y en los obreros, se pre- na 1,69, D. obtusa 66, D. galeata 22, Ceriodaph-
sentan complicaciones no insuperables. Pero la nia 23. Los rotíferos son igualmente apropiados.
verdad es que ningún ejemplo se ha estudiado y Véanse curvas correspondientes a un Brachionus
desarrollado de manera satisfactoria 7. y diferentes temperaturas (fig. 18-4). Estos traba-
En las plantas es posible aplicar los mismos jos son especialmente interesantes cuando compa-
métodos y se posee información suficiente para ran en condiciones definidas, las mismas o no,
hacerlo en muchas especies. Inexplicablemente, formas próximas, de manera que los datos demo-
los botánicos han usado la forma de expresión gráficos pueden servir para averiguar cual de las
demográfica sólo muy raramente (ej., Ranuncu- formas se multiplica más aprisa, y tratar de co-
lus 57a). nocer sus ventajas respectivas en la ocupación de
Sólo es posible llevar a efecto estudios demo- nuevas áreas y en las primeras fases de la compe-
gráficos con cierta precisión en el laboratorio, en tencia. Por ejemplo, las dos especies de Tisbe de
cuyo caso no tienen más que un interés de orien- la tabla 18-5 y figura 18-3.
10
0.1
Tabla 18-6
Parámetros demográficos en distintas poblaciones
~
t
;;
10
] Por pares 360 77 0,0732
!
0,1
j
O El ejemplo de la tabla 18-6 tiene cierto interés
100 u. por hacer ver que la tasa de aumento neto de la
50 población depende de la combinación de los valo-
res de Ro, o número medio de descendientes que
0,2
deja un individuo (o una hembra) nacido, y de la
10
duración de la generación. A base de la expresión
0,1 a = In Ro/T, se pueden relacionar sobre un grá-
fico las distintas combinaciones de Ro y de T
O O que dan una misma tasa de aumento (o de varia-
25
O 10 15 ción, en general) neto de la población (fig. 18-5).
Días
Para mantener un valor fijo de a --que puede ser
Figura 18-4 Supervivencia, en escala logarít-
a = O- la evolución puede seguir diversas estra-
mica y por 100 individuos, referida a dlas y fer- tegias: alargar la duración de la generación y
tilidad, en número medio de descendientes por aumentar el número de descendientes o intercalar
hembra y hora, en poblaciones partenogenéticas nuevos períodos reproductivos, o bien acortar el
del rotífero Brachionus calyciflorus, criadas a dife-
rentes temperaturas, (Según Halbach 21.)
tiempo de generación, disminuyendo el número de
1
15 ~------t"ir----t-t----+-----i.L-----+------A
~o~
~
.....
16 I
1-
Figura 18-5 Re-
lación entre Ro, a y T
para distintos valo-
~- --+--+----+--+-+-+---+--1 res de la tasa neta
10 20 50 100 de aumento de una
Ro, número de descendientes que deja cada individuo población, a = r-m.
Demografla 819
Tabla 18-8 cultades peculiares. En el caso de Schistosoma,
Datos demográficos sobre una población del roedor el agente de la bilharziosis, por ejemplo, para
Microtus agrestis en el laboratorio. La tabla
cada generación, se puede estimar Ro = repro-
se refiere únicamente a hembras 33.
Períodos de 8 semanas. ducción neta en el molusco X probabilidad de in-
fectar un mamífero X reproducción neta en el
Edad. x
mamífero X probabilidad de infectar un caracol,
(semanas) I,,"x con la complicación de que, si hay diversos hos-
'" 11"
pedadores, debe tenerse en cuenta, la subdivisión
8 0,83349 0,6504 0,54210 de la población total en distintas subpoblaciones
16 0,73132 2,3939 1,75071 con mortalidades posiblemente diferentes (tabla
24 0,58809 2,9727 1,74821 18-10). La mortalidad del parásito aparece ligada
32 0,43343 2,4662 1,06892 a la mortalidad del hospedador -del mismo mo-
40 0,29277 1,7043 0,49897 do que la mortalidad del feto va ligada a la de
48 0,18126 1,0815 0,19603 la madre. Se comprende la evolución del para-
56 0,10285 0,6683 0,06873 sitismo: si el parásito causa la muerte del hospe-
64 0,05348 0,4286 0,02292 dador, causa su propia muerte.
72 0,02549 0,3000 0,00765
Demografía 621
Tabla 18-12
Representación en forma de matriz de los valores de mortalidad y fertilidad de la tabla 18-8.
Microtus agrestis.
Edad, x, Clases
semanas de edad I 11 111 IV V VI VII VIII IX X
tores dichos, y sumando los resultados en el caso eliminación de un número considerable de indi-
de la clase más joven (1), que estará formada por viduos de una clase de edad, fracaso de la repro-
hijos de progenitores de diversas edades, se tiene ducción durante algún período de cría, etc. Cual-
la composición de la población en el siguiente pe- quier perturbación genera una oscilación en las
ríodo de tiempo que se considere. En posesión características de la población; la amplitud de la
de los datos fundamentales (supervivencias y fer- oscilación se atenúa progresivamente.
tilidades) sería posible proyectar en el tiempo, por La condición para una población estacionaria
medio de un proceso iterativo, cualquier compo- es que a = O, ó Ro = 1. Una población puede
sición actual de una población. Este proceder co- tener representación por edades estable y no ser
rresponde al segundo procedimiento de predicción estacionaria, es decir, aumentar o disminuir. Son
de la figura 18-2. dos propiedades independientes. Una población
La idea es más atractiva teóricamente que de estable y estacionaria a la vez es la que se con-
interés práctico, porque las cifras que definen la~ serva con parecido número de individuos y con
operaciones de la matriz, las expresadas en el una semejante distribución de estos individuos en
ejemplo de la tabla 18-12, no son constantes, sino clases de edad. Cuando cambia la tasa neta de
que, a su vez, son función de las características de aumento o disminución, una población deja de
la población, como ya se ha indicado repetida- ser estable. El dilema se manifiesta claramente en
mente. Sin embargo, esta matriz ha ejercido una la población humana, que ahora no es ni estable
indudable fascinación sobre los demógrafos que ni estacionaria, ni tiene constantes sus parámetros
le han prestado gran atención 4, 5, 12,28, 32, 33, 35, de cambio. A la economía y a la política les inte-
62, 76. Es indudable que las posibilidades de cálcu- resa más una población estable, en la que se
lo de las modernas computadoras, al hacer muy conserven las proporciones de individuos de las
práctica la simulación, han renovado el interés distintas edades. Sin embargo, hoy no es posible
en matrices de transición de este mismo tipo, cuyo frenar la expansión demográfica humana sin un
uso se aplica a muchos aspectos de la ecología. reajuste de las proporciones entre las distintas
Según Lotka, cualquier población sometida a edades, es decir, sin perder estabilidad (figura
tasas constantes de supervivencia (o mortalidad) 18-10). Si se pudiera hacer la tasa de aumento
y de fertilidad, alcanza asintóticamente una distri- igual a cero, la proporción entre las clases de
bución por edades fija y determinada. Se han dado edad cambiaría todavía por un tiempo.
pruebas formales de esta afirmación que, por otra La población estable tiene una característica
parte, resulta intuitiva para el naturalista. Una muy interesante, consistente en que la relación
población que ha alcanzado tal estado de equili- entre los números de individuos en las clases de
brio, en virtud del cual la distribución de la po- edad sucesivas, permite calcular directamente la
blación total en clases de edad se mantiene inde- supervivencia (o la mortalidad) en el paso de una
finidamente igual a sí misma, se denomina estable a otra edad. En efecto, para semejante población,
(o malthusiana). Una población de este tipo recu- los individuos de la edad x + 1 actualmente pre-
pera sus características aunque experimente per- sentes son tan numerosos como los de la edad x
turbaciones pasajeras que pueden consistir en la una unidad de tiempo más tarde. Se usa y se
01
6
11 111 IV
1
Demografia 823
en que la supervivencia larval es posible y cuya coerulea) 25 la distribución por edades que se ob-
longitud es el máximo camino que puede recorrer serva durante el día es diferente a la distribución
un individuo a lo largo de su vida. Puede darse de edades durante la noche. Teóricamente se pue-
forma gráfica apropiada a este modelo (fig. 18-7) de pensar que las sardinas cogidas de día son las
siempre que sean admisibles ciertas simplificacio- que quedan de las que se observaron de noche,
nes, por ejemplo, una función regular que rela- después de estar sometidas a una mortalidad dife-
cione distancias, densidades y tasas de migración. rencial; pero es indudable que existe además una
Por estas limitaciones, el modelo resulta particu- migración activa y desigual (fig. 18-9).
larmente efectivo para poblaciones pelágicas, por Las poblaciones naturales raramente se pue-
ejemplo de sardina (fig. 18-8), en la que hay pocas den considerar confinadas o en posición fija,
restricciones a la dispersión. Pero también es apli- sino que, por lo menos, hay que incluir una
cable a la población humana: las áreas donde se dispersión al azar en una, dos o tres dimensio-
reúnen personas mayores (Florida, California, nes 31, con diferencias locales en los factores de
sur de Francia) tienen una estructura demográfica natalidad y de supervivencia. Todo ello complica
que, aparentemente, corresponde a una población grandemente cualquier expresión de la demografía
estable de baja mortalidad. de una especie. El uso de matrices de mayor nú-
En animales pelágicos, diferencias en la estruc- mero de dimensiones permite tratar simultánea-
tura demográfica se hacen patentes entre breves mente los cambios debidos a mortalidad y naci-
períodos de tiempo, cuando existe migración dife- mientos y los cambios debidos a migración.
rencial. En la sardina de California (Sardinops
./
./
./
/
/
'}.,'
./ ",
35 /
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... / ./
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1830
t GRAN BRET~~:'
1
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25
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ESTADOS UNIDOS. NEGROS __ -65
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..-- ..-- """
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./
---- -- ........-
20
/50 I --60
46 55
V,da medIa, en arloa.e.,
Figura 18-10 Relación entre tiempo medio de generación, poco variable, y vida media,
que en los últimos años se ha alargado rápidamente, en la población humana de distintos
paises. Las lineas de trazos corresponden a distintos valores en la relación entre
la segunda y la primera. Jamaica y negros de Estados Unidos fusionados en una misma
linea.
(S+ N) +
tasa de renovación y flujo de energía
a = r - 111 = logc -S--
Cuando la población de una especie se conside-
ra también como vehículo de energía (y materia)
entre poblaciones de otras especies, hay que tomar S) (,S + N)
+ logc (S + M = logc S + M
en consideración el crecimiento y tener en cuenta
la mortalidad total y no sólo las variaciones en
el número de individuos de la población. Se pueden desarrollar expresiones introducien-
Si sobre un periodo determinado, el número do la biomasa y multiplicando las frecuencias de
inicial de individuos es S + M, y el número final las clases de edad por sus biomasas respectivas.
S + N, siendo S el número de supervivientes, M La expresión de la dinámica de la población en
40 Demografia 625
términos de biomasa (B) no sólo ha de incluir la forma preferida para expresarlo dependerá de
coeficientes de natalidad y de mortalidad, sino las necesidades del estudio.
también de crecimiento, La mortalidad es la pendiente de la curva de
supervivencia. Una curva con mayor pendiente
dB/dt = rB + cB - mB, B, =B o
e(r+c-m)
corresponde a una población que deja fluir más
energía a su través. Cuando las curvas de su·
En relación con la biomasa, el valor de r es des-
pervivencia de diversas especies se dibujan super·
preciable, por la pequeña masa individual de los
puestas a la misma escala, es fácil deducir de
individuos recién nacidos, de modo que, en una
sus pendientes respectivas en qué sentido puede
población en equilibrio, estacionaria, la mortali-
fluir la energía de una a otra población.
dad se compensa prácticamente con el crecimien-
Estas consideraciones son también oportunas en
to. Si P es la producción en biomasa durante un
relación con la explotación. Toda explotación re·
período de tiempo determinado y la población se presenta un aumento de la tasa de mortalidad.
halla en equilibrio, se puede poner
Sólo hay una excepción: la obtención de la presa
en el preciso momento en que va a caer muerta
P
B = (B + P)e- m , m = loge -- +1 por otras razones; pero este caso límite es más
B bien ideal. De manera que se puede repetir, tam·
bién sobre la base de las expresiones anteriores,
En una población estacionaria el cociente pro- que toda explotación representa una aceleración
ducción/biomasa (P / B) se relaciona obviamente de la tasa de renovación de la población.
con la tasa instantánea de multiplicación 43. La relación entre la tasa de aumento necesaria
Se llega a conclusiones parecidas a través de para compensar una mortalidad y la renovación o
otros razonamientos, basados en el peso y en el pérdida de elementos en una población se visuali·
crecimiento de los individuos de cada clase de za perfectamente en un quemostato (fig. 18-11) 44.
edad, en combinación con su probabilidad de su- Un quemostato es un recipiente cuyo contenido se
pervivencia. La representación de ABen (página mantiene agitado y en el cual se desarrolla una
589) facilita directamente la misma interpreta- población; en los experimentos se usan ordina·
ción. riamente organismos unicelulares. Continuamente
De un punto de vista general, lo que interesa se introduce nuevo medio de cultivo, compensado
retener es que la mortalidad y la tasa de renova- por una salida de la suspensión de células. Este
ción de la población representan lo mismo y que flujo es regulable -en otros sistemas experimen·
medio de
cultivo
1 , 5 , . . . . - - - - - - - - -__
Suspensión
de algas
r
0,5
Figura 18-11 Un cultivo continuo con flujo (quemostato). Al lado, relación entre
la tasa de multiplicación r y las veces que se renueva el volumen por unidad de tiempo
(f) en la situación de equilibrio. La densidad de la población se ajusta automáticamente
para mantener el valor necesario de r. Si el flujo es excesivo para el valor máximo
potencial de r, toda la población es arrastrada.
Demograffa 827
dancia de otras especies. Hay que añadir que las tasa de renovación de la presa han de ser mayores
relaciones entre los elementos de un ecosistema que las del depredador. Ahora se trata de utilizar
son fundamentalmente tróficas, es decir concier- restricciones de este último tipo para hacer un
nen a la transferencia de materia y energía y a la modelo aproximado del ecosistema entero.
intensidad del transporte. Puede llegarse a un modelo aprovechable por
En el capítulo anterior (pág. 578) la mortalidad diversos caminos. La tasa instantánea de aumento
se ponía en función de las actividades de otros por individuo en una población (NI' N 2• ... , N s son
organismos. Pueden hacerse consideraciones seme- los números de individuos de las poblaciones de
jantes en relación con la fertilidad y el creci- las especies 1, 2, ... , s), puede considerarse influida
miento. En esta sección se trata de construir el por la densidad de individuos de otra especie
modelo más generalizado que sea posible, apli- cualquiera, en la siguiente forma,
cable al ecosistema por entero. Su diferencia con
respecto a la demografía de una sola población
unispecífica es esencial; en el caso de una pobla-
ción unispecífica operamos con parámetros dados
y supuestos constantes, que caracterizan a dicha
es obvio que este par de ecuaciones representa
población. Ahora, al tratar de un sistema con
piezas de construcción para un circuito recurrente
muchas poblaciones, dichos parámetros nos apa-
o sistema cibernético de retroacción.
recen determinados recíprocamente unos por
El ejemplo más sencillo de circuito estabili-
otros, en una red de dependencias mutuas, y el
zador o negativo es el constituido por una presa
conjunto puede tratarse como un sistema dotado y su depredador (fig. 18-12). Los organismos con-
de ciertas propiedades --entre las cuales cierta- ducen una gran cantidad de organización, real
mente no figuran valores fijos de los distintos
o potencial, o de información. Puesto que pueden
parámetros demográficos peculiares a cada espe- ser destruidos pero no creados de la nada, todo
cie- y sometido a un proceso de autoorganiza- mecanismo de regulación implica empezar con
ción, definido muy vagamente por las restricciones una producción excesiva de individuos, en este
que se imponen mutuamente los parámetros demo- caso, por parte de la presa. Este número queda
gráficos de cada especie. reducido más tarde por la acción del depredador.
El cambio de punto de vista queda claro con En términos descriptivos puede decirse que la
la consideración del siguiente ejemplo: Si estu- finalidad de este mecanismo cibernético es el man-
diamos dos poblaciones, un depredador y su presa, tenimiento de una constancia aproximada en el
cuando las consideramos separadamente podre- número de individuos, no sólo de la presa, sino
mos asignar a cada una cierta natalidad, mortali- también del depredador. En efecto, cualquier
dad, etc., de validez muy limitadas. Independien- aumento muy grande del número de depredadores
temente de los valores encontrados para éstas, reduce exageradamente el número de presas, hace
el sistema formado por las dos especies ha de cada vez menos probable el encuentro de presas
cumplir ciertas condiciones: la mortalidad y la y finalmente determina una elevada mortalidad
en el depredador. Lo que ocurre se puede expresar
en estrictos términos cibernéticos (fig. 18-12).
Las expresiones anteriores, suelen escribirse
CircUito
recurrente más frecuentemente
positivo
Demografla 629
SUperfiCie:/~~ _---
~~~7rfC~~t~d~: ,. :~~~:.:~::.?::~~~=::::-
//:
..~/~.~~ ..
./ ... -- --
..
..
/ / /<",.,/ edlJ
1//.¿",/f(,t:,'Q
/;?~~.
Proyección en el espacio de
M uestras en el espacio real
representación factorial
Por otra parte, se pueden introducir términos mente el espacio. La ley de acción de masas pre-
al azar, o no especificados en el modelo, de la supone una difusión instantánea de los elementos
siguiente forma, que interactúan; pero, para elementos mayores, es
decir, para individuos, de dimensiones muy supe-
dNJdt = 1: O¡¡N{iiN/ii + 1: b¡¡R¡ riores y de concentraciones mucho más bajas que
j:l
las de moléculas e iones en una disolución, las
limitaciones impuestas por la distribución y la
donde las R representan funciones aleatorias in- movilidad son considerables. Es imposible que dos
dependientes unas de otras, o hechas indepen- individuos ocupen a la vez el mismo punto y
dientes (ortogonales) si en una primera formula- existen muchas otras limitaciones topológicas
ción no lo fueran. que restringen las interacciones entre individuos
Los comentarios críticos anteriores se refieren de unas mismas y de distintas especies. La única
a la forma de considerar las interacciones entre manera razonable de atacar este punto es consi-
especies. En el momento actual es imposible tra- derar espacios de dimensiones escalonadas dentro
tarlas de manera correcta, pues aunque se pudiera del ecosistema; ciertas dimensiones serán apropia-
desarrollar una formulación más apropiada que das para estudiar unas especies, pero insuficientes
la basada en el simple producto de densidades, se para otras. Además, es obvio que para espacios
carece de la información necesaria para calcular muy pequeños existe una fuerte limitación de las
los parámetros más convenientes. especies que interactúan y el azar puede interve-
Otro conjunto de críticas se aplica a la insu- nir de manera muy importante en su interacción.
ficiencia de la expresión propuesta para reflejar Muchos problemas que se suscitan en relación con
las limitaciones impuestas por el marco de espacio la forma de ejercerse la competencia 34,38 sólo se
y tiempo en que se desarrolla el ecosistema. Las pueden resolver teniendo en cuenta la estructura
expresiones anteriores, más usadas, ignoran total- del ecosistema en el espacio, si se puede calificar
Tabla 18-13
Representación de un ecosistema en forma de un sistema de ecuaciones
diferenciales, y separación en el mismo de dos matrices, una con todos los
productos posibles (B) y otra con los coeficientes de interacción (e).
Se ha prescindido de términos aleatorios.
Demografla 831
La matriz (C) formada por los coeficientes de refieren a los mismos pre>ductos (N 1N 2 , N 2N h en
interacción define una serie de propiedades del el primer ejemplo señalado), y expresan, respecti-
ecosistema. El conjunto de sus coeficientes, ya a vamente, la pérdida para una especie y la ganan-
primera vista, da idea de lo que se debe esperar cia para la otra especie, que son resultado de la
del ecosistema a que se refiere. Coeficientes altos interacción entre ambas. Es obvio, por tanto, que
significan interacción más violenta (dominancia, la relación que existe entre ambos coeficientes
enfermedades, etc.); mientras que los coeficientes nos indica si la transferencia se hace con mucha
bajos, representativos de una interacción débil, pérdida o si es muy eficiente. Es decir, todo cam-
pueden, por otra parte, ser más correctos por ser bio representa cierta disipación de energía que no
más lineales, es decir, es más probable que en el se usa, que se pierde, y el conjunto de los coefi-
caso de interacción fuerte, la linealidad quede cientes, especialmente la relación entre los valores
destruida, lo que sería expresable afectando los de los coeficientes complementarios, puede indicar
correspondientes valores E, N, con exponentes (las la eficiencia global del ecosistema, o su comple-
Cj¡ de página 629). mento, la disipación de energía no utilizada.
Es verosímil que si esta forma de expresión es Cuando dos especies tienen coeficientes de sig-
aceptable, lo sea especialmente para ecosistemas nos iguales y valores parecidos, son especies com-
donde las interacciones sean más débiles. Toda la petidoras y cada una de ellas puede ponerse en
experiencia ecológica muestra que, en el caso de relación de circuito recurrente negativo con una
interacciones débiles, éstas son más numerosas, especie común. Esta especie común puede estar
es decir se extienden a más especies; mientras que supeditada a las dos (caso de especies que com-
las especies que actúan vigorosamente, reaccionan piten por un recurso que utilizan en común, como
directamente sólo con un pequeño número de en el ejemplo anterior, en que N 2 Y N 3 utilizan
otras especies. Es de esperar, por tanto, en los el recurso constituido por la especie NI) o, por el
ecosistemas con interacciones fuertes, encontrar contrario, ser una especie que explota a las dos
numerosos ceros en la matriz (C), compensados que están en paralelo. Tanto en uno como en
por valores muy altos de los coeficientes no nulos. otro caso, a base de dos circuitos recurrentes ne-
En lenguaje matemático, una matriz así, con mu- gativos, aparece un circuito recurrente positivo
chos ceros, tiene una canectancia baja, y esta pro- (fig. 18-12), que es la esencia de la competencia.
piedad se relaciona con ciertas características de Es posible descomponer cualquier ecosistema en
estabilidad del sistema que describe. un sistema de circuitos o lazos elementales ciber-
Los signos de los coeficientes definen el signi- néticos, positivos o negativos, los primeros (posi-
ficado de las especies en el sistema, o, si se quiere, tivos) resultado de la composición de relaciones
definen lo que se ha llamado su nicho ecológico. básicamente de tipo negativo o regulador. La
En el ejemplo anterior, la especie NI es un pro- partición del ecosistema ---o de cualquier siste-
ductor primario que está sometido a la explota- ma- en circuitos cibernéticos elementales, funda-
ción por todas las demás especies del sistema, y mentalmente negativos o estabilizadores, consti-
N 2 Y N 3 son productores secundarios que se ali- tuye un problema fundamental en ecología teó-
mentan de la primera especie, compitiendo, por rica (pág. 628). En un área más tradicional de
tanto, entre sí. Las condiciones de su competencia la ecología se relaciona con el problema de los
quedan definidas por los valores de los distintos «nichos» ecológicos. Probablemente el concepto
coeficientes, y si se pudieran determinar correc- de nicho es innecesario y puede quedar restrin-
tamente, a partir de los mismos sería posible gido a una ecología elemental, como el concepto
predecir el resultado de dicho proceso de compe- de cadenas alimentarias lineales, etc., pero de esti-
tencia. marse conveniente, su mejor definición se basa en
El tipo de circuito cibernético que aparece entre los circuitos de tipo recurrente: dentro de un
cada par de especies queda definido por la dis- mismo nicho se reunirían especies entre las cuales
tribución de signos y coeficientes. Si los signos existe un circuito recurrente positivo o disruptor
de las dos interacciones recíprocas son opuestos, o, por lo menos, no existe un circuito recurrente
con simetría sobre la diagonal de la matriz (en la negativo o estabilizador. Es innecesario recordar
misma diagonal ordinariamente todos los signos que aquella condición va ligada a una semejanza
serán negativos, expresando el efecto autoinhibi- en los signos de los conjuntos de coeficientes aso-
dor de los individuos de la propia población, que ciados con las dos especies y aun a valores numé-
son un factor importante de regulación), es que ricos próximos de los mismos.
las especies están ligadas por un circuito recu- El sistema A de la tabla 18-13 puede conside-
rrente negativo o estabilizador, como acontece con rarse como un operador o una matriz de entra-
NI y N 2 , o con NI y N 3 (en el primer caso, -g das y salidas o, mejor dicho, construir sobre él
y + i y en el segundo, - h Y + /, tienen signos dicha matriz. Si tenemos un conjunto de valores
opuestos). Estos coeficientes complementarios se iniciales, E j , E j , ... N j , N j , ... N s • y un sistema
Demografía 633
curvas de supervivencia de diversas especies aso- te problemas ecológicos, en términos que derivan
ciadas destaca una regularidad ya mencionada sin más complicaciones de la formulación adop-
(pág. 581). Las relaciones reales o posibles de tada, sea en números, sea en biomasas. Quizá la
dependencia o interacción entre dos especies se ventaja principal sea poder pasar directamente
pueden deducir de la comparación de sus curvas del razonamiento o expresión ecológica al lengua-
de supervivencia (fig. 27-7). Su pendiente es je de la computadora, y usarlo como base de
tanto mayor cuanto más bajo es el nivel trófico interpretación o de simulación. De ordinario los
al que pertenezca la especie en cuestión; en las modelos utilizables son muy simplificados, en re-
presas, la pendiente es mayor que en los depreda- lacióJ). con el modelo generalizado de interaccio-
dores. Se manifiestan relaciones peculiares, aun- nes recíprocas (tabla 18-13) 23,57,74.75. Lo impor-
que sin dificultades de interpretación, en algunas tante es que los modelos incluyan los factores
relaciones de parasitismo y en especies de los que se suponen clave o decisivos y permitan exa-
niveles tróficos más altos con la mortalidad acen- minar los resultados de diferentes acciones. En la
tuada en la época final de la. vida, y que, una práctica, los modelos abarcan solamente partes
vez muertas, son utilizados por heterótrofos. del sistema, y por ello se pueden reducir a los
Cualquier matriz de dependencias mutuas pue- modelos de depredador/presa (capítulo 19) o de
de admitir una expresión directa en términos de especies en competencia (capítulo 20).
biomasas y producciones. El modelo propuesto
para el estudio de poblaciones de peces pelágicos
Representación en un espacio
de las costas de California puede servir de ejem-
ecológico
plo 55. Las distintas categorías o compartimentos
ecológicos son: 1) Larvas de sardina (Sardinops Cualquier sistema formado por la combinación
sagax) (SL), 2) larvas de anchoa (Engraulis mor- de varios elementos, en números definidos, se
dax) (AL), 3) individuos de sardina del año (SY), puede simbolizar por un punto en un espacio
4) individuos adultos de sardina (SA), 5) indivi- multidimensional, en el que cada una de las di-
duos adultos de anchoa (AA), 6) competidores de mensiones representa a uno de los elementos com-
SA y AA (Co), 7) depredadores pertenecientes a ponentes. Cada dimensión, por tanto, correspon-
niveles tróficos altos (CP), 8) pesca (Fy). Para dería a una especie, y el valor cuantitativo de la
completar el balance se considera también una misma se podría expresar en número de indivi-
partida de la biomasa que el sistema pierde. To- duos o en biomasa, según lo que convenga. Un
dos los valores se expresan en biomasa. Se trata, mismo conjunto de ecosistemas se puede repre-
fundamentalmente, de preparar una matriz de sentar de dos maneras, bien en un espacio cuyas
transición que nos da la probabilidad de que una dimensiones sean números de individuos, o bien
biomasa que pertenece a un compartimento i (1 a en otro en que sean biomasas. Las dos repre-
9, en el esquema anterior) al tiempo t, se encuen- sentaciones han de guardar cierta corresponden-
tre en otros compartimentos al tiempo t + 1. Se cia y una de ellas se puede considerar como
trata de distribuir una biomasa en fracciones que una proyección de la otra. Cualquiera de estas
representan probabilidades de transición, inclu- conYenciones resulta apropiada para el estudio
yendo una fracción que no cambia de comparti- comparativo de ecosistemas: la afinidad entre
mento. Las probabilidades de transición se esta- los mismos se puede hacer inversamente pro-
blecen en función de las tasas de mortalidad, porcional a la distancia que separa los puntos
crecimiento, eficiencias, etc. Dichas probabilida- que, respectivamente, los representan dentro del
des cambian con el tiempo y se han de basar en espacio ecológico, y la distribución de amplios
observaciones extendidas sobre un largo período conjuntos de puntos, si no es hiperesférica, con-
de manera que estrictamente no es aplicable un duce a descubrir asociaciones entre especies y
modelo markoviano estacionario. Es decir, el mo- al análisis de componentes principales en la com-
delo es aplicable en primera aproximación y su posición de los ecosistemas (pág. 409). También
defecto es el general a todo este conjunto de pueden introducirse dimensiones que correspon-
modelos que estamos tratando: su rigidez y poca dan a factores del ambiente, o estudiar sepa-
capacidad para acomodar cambios nuevos o crea- radamente espacios que correspondan a factores
dores que alteran sistemas de probabilidades. El abióticos y a la composición por especies, exami-
desarrollo del modelo indicado permite hacer una nando luego la correspondencia entre unos y otros
serie de predicciones razonables, aunque existe (análisis canónico) 54.
inseguridad considerable en los valores de algunos Esta forma de representación, útil en el aspecto
parámetros que deben entrar en el cálculo. estático y descriptivo, plantea dificultades cuan-
La generalización del uso de computadoras elec- do se quiere hacer referencia rigurosa al espacio
trónicas, con la introducción de lenguajes lógicos, de muestreo. Cada punto corresponde a cierta
ha permitido utilizarlos para formular directamen- combinación entre números definidos de las dis-
Demografla 83&
que invierte el sistema en la ocupaclOn de su te ningún sistema complejo para poder darles una
espacio es menor. Existen razones para creer que base concreta. Sin embargo, pueden ser de utili-
algo o mucho de esto se aplica con propiedad a dad en el desarrollo de los conceptos fundamen-
los ecosistemas (págs. 741 y 904). Semejantes pun- tales de la ecología. Existen suficientes indicios
tos de vista son muy pertinentes cuando se consi- para creer que el campo vectorial que representa
deran los sistemas biológicos como osciladores, las tendencias al cambio en la composición de los
asociando con su funcionamiento cierta disipa- ecosistemas, está asociado con el campo escalar
ción de energía. La idea de temperatura talándica que define una tasa de renovación en cada punto,
reaparece entonces, tanto a nivel celular como a en el sentido que el cambio se dirige precisamente
nivel de ecosistemas 17. a maximar o minimizar ciertos valores suscepti-
La expresión básica en el estudio de la diná- bles de representación en dicho campo escalar.
mica de un ecosistema es dNJdt = f (E, Ni' Como anticipación se puede sugerir que los vec-
Ni' oo.). Esta expresión general es correcta, pero tores convergirían hacia las regiones de mínima
cuando la función se hace explícita y se adopta, producción primaria por unidad de biomasa total.
como se hace habitualmente, una sumación de Así considerado, el modelo resulta atrayente, y
términos, se cae en una serie de imprecisiones. De conduce a una elegante formulación de las tasas
todas formas, es indudable que en una situación de cambio, que escapan a la limitación de la
definida por determinados valores de E, N¡, Ni' ... habitual representación por polinomios. En otras
etcétera, es posible asignar un vector de cambio palabras, aunque el modelo puede parecer exce-
que resulta de la composición de dE/dt, dNJdt, sivamente teórico, ofrece un punto de partida lógi-
dN 2 /dt, '" El cálculo de dicho vector nos enfrenta camente más sólido que las habituales ecuaciones
de nuevo con los problemas prácticos de hacer diferenciales. Es más, si se confirma la relación
explícita la función, con las dificultades e inco- entre el campo vectorial y el escalar mencionados,
rrecciones consiguientes. Lo único seguro es que sería posible proceder a una interpretación más
las variaciones de las distintas variables están aso- correcta de los cambios previsibles, aun dentro del
ciadas y dependen del conjunto de valores de las esquema de los mencionados polinomios. No debe
propias variables; si es así, se puede imaginar, en perderse de vista que puede establecerse, además,
cada punto del espacio ecológico que considera- una correspondencia entre el espacio que repre-
mos, un vector de cambio ideal que define la senta las especies y el que representa los factores
situación más probable en el siguiente instante de del ambiente, y que en virtud de dicha corres-
tiempo (fig. 19-2). El sistema de vectores define pondencia aparecen numerosas limitaciones que
sistemas de trayectorias en la evolución de los conciernen a la adaptación de las especies y tam-
ecosistemas, de forma que esta representación es bién a la organización del espacio (fig. 18-13).
muy pertinente en el estudio de la sucesión. Es Discontinuidades notables se presentarán en espe-
posible especular sobre la existencia de áreas de cies que migran entre ecosistemas muy distintos.
convergencia que corresponderían a ecosistemas El problema conexo del límite superior de com-
«estables» (espacios con gran densidad de puntos plejidad (diversidad) de los sistemas, requiere la
poco móviles ya) y, naturalmente, el concepto de introducción de otras consideraciones 35, 40 Y podrá
temperatura talándica se asocia a la configuración ser debatido con más fruto en otra sección (pági-
probabilística de campos vectoriales en cada re- na 900).
gión determinada. Entonces, la repartición de la
nube de puntos en el espacio, según su densidad,
daría idea de qué cambios son más verosímiles y MODELOS SIMPLIFICADOS
cuales menos probables.
Este hipotético sistema vectorial describiría La representación de un ecosistema por medio
cambios en la coml,osición de las poblaciones, es de un conjunto de ecuaciones diferenciales, que
decir, cambios netos, correspondiendo a a = consisten en sumas de términos representativos
= (r - m) en la convención que hemos venido de interacciones lineares, se puede someter a mu-
siguiendo. El otro parámetro importante, m, no chas críticas; pero tiene ciertas cualidades. Cuan-
se representa por un campo vectorial, sino por do se trata de tener idea de los cambios en en-
un campo escalar. Se entiende que este «m» no tornos muy limitados, aquella aproximación puede
se refiere a especies determinadas, sino al con- ser válida. Cualquier interacción múltiple, para
junto del ecosistema, es decir, es una tasa de re- estos segmentos limitados, se puede descomponer
novación global, más relacionada con el cociente adecuadamente en una suma de interacciones
producción primaria/biomasa total que con cual- binarias. De manera que, sin excesivos entusias-
quier otra característica. mos, la expresión general dNJdt = 1: a¡iN¡Ni, co-
Todas estas representaciones son de momento mo forma de concretar la formulación aun más
hipotéticas, pues no se ha estudiado suficientemen- amplia dNJdt = f (Ni' Ni' oo.), puede aceptarse,
De esta forma, la densidad de una especie (N;) La cantidad total cosechada, igual a E· V, será
es expresable en función de los números de indi-
viduos de las demás especies, y de la intensidad
de factores del ambiente. Aquí puede encontrarse EU = r ( ~) - b (~) = ~ (rvE - v2E2)
una justificación de los modelos de regresión, en
los que la densidad de una especie se estudia esta- Si las tasas de natalidad (r) y de mortalidad por
dísticamente y se expresa por un polinomio de re- pesca (v) son constantes, hipótesis que está implí-
gresión. En otras palabras, una hipótesis funcional cita en la adopción del modelo estacionario, las
del ecosistema lleva a postular una regresión múl- relaciones más interesantes se pueden expresar
tiple. El' ajuste de una expresión estadística de gráficamente (fig. 19·3). El máximo rendimiento
regresión ha de servir para aceptar o rechazar por unidad de esfuerzo, la máxima eficiencia si se
Demografía 637
quiere, se consigue con un esfuerzo de pesca muy ingresos de energía al ir aumentando su número
bajo. Pero la optimación de la pesca total (máximo o su acción expoliadora, no existiría el mecanismo
del producto EU) corresponde a un esfuerzo de selectivo apropiado para mantenerlos en una den-
pesca intermedio y a una eficiencia, en el sentido sidad intermedia. Cualquier construcción lógica
indicado, del 50 %, como era de esperar por en ecología ha de postular mecanismos de regu-
analogía con sistemas físicos 51. lación de este tipo. Sin embargo, en el caso de las
Este modelo matemático no añade sustancial- pesquerías el modelo pierde mucha utilidad por-
mente nada nuevo a lo que se puede entrever in- que raramente se puede considerar estacionario al
tuitivamente, a saber, que es razonable esperar sistema. Se puede pensar que son más adecuados
una cosecha máxima con una explotación inter- los procedimientos que estudian la interacción
media. Ello es esencial en todo mecanismo de entre peces y pescadores como un modelo diná-
regulación: si los parásitos no disminuyeran sus mico de interacción entre presas y depredadores.
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Demografía 639
19
41 641
MODELO DE VOLTERRA V LOTKA dador podrá localizar incluso a ejemplares raros y
dispersos. Como primera aproximación, las expre-
El estudio matemático de la dinámica de pobla- siones se escribirán de la forma indicada. El
ciones data fundamentalmente de Volterra 50, 51, sistema constituido por las dos especies se man-
52, 53, Lotka 30, 31, 32 Y Gause 14, 15,25. Las observa- tiene estacionario si r = m en cada caso, o sea,
ciones de d'Ancona 1 sobre las pesquerías del si
Adriático, especialmente sobre la posible relación
entre los cambios de las poblaciones de peces y
las variaciones de explotación durante la Primera
Guerra Mundial, constituyeron el incentivo del Es razonable tratar el problema sobre la hipótesis
trabajo teórico de Volterra que, matemáticamente, de que el sistema, aunque muestre fluctuaciones,
fue mucho más allá de un modesto objetivo eco- se mantiene en equilibrio durante cierto tiempo.
lógico; Lotka había enfocado casi simultánea- Si no fuera así, el sistema ya hubiera degenerado
mente problemas análogos, pero con resultados en tiempos pasados, reduciéndose a una sola es-
más limitados. Pero conviene añadir que el acuer- pecie o a ninguna. El considerar la población
do aparente entre las observaciones y su interpre- estacionaria o casi estacionaria justifica, además,
tación matemática, fue más bien casual; semejan- prescindir de los términos de regulación de una
tes coincidencias se manifiestan a veces en la población unispecífica con Ni o N p2 •
ciencia y no dicen nada en detrimento de los Los valores K p y Kd serán los valores de N
modelos matemáticos utilizados. En este caso, por que corresponden a una población mixta en es-
lo menos, puede decirse que no han sido mejora- tado estacionario, por lo tanto, K p = mdl w, Y
dos en medio siglo. Kd = rplv. Si, además, hacemos NplKp = n p,
Si N p es la población de la presa y N.tJ la pobla- y N di Kd = nd Y volvemos a las ecuaciones dife-
ción del depredador, de estar ambas separadas se renciales que representan los cambios de po-
puede aceptar que blación,
............... -
t-
,
Q)
o
a.
Q)
¡ '- sean los valores iniciales, con tal que no varíen
r P' rd, m p ' md, los números medios de individuos
/
"
......
" .......
Presa
~
/ \
de las poblaciones unispecíficas se mantienen se-
mejantes a sí mismos en el modelo determinista.
Cuando los valores son bajos hay que introducir
consideraciones estadísticas, en términos de pro-
Figura 19-2 Representación generalizada de la babilidad de extinción de la especie o de las es-
tendencia al cambio en un sistema formado por pecies.
depredador y presa, por medio de vectores que 3) Regla de las perturbaciones medias. Si se
convergen en una región restringida y que, en destruyen de manera uniforme y proporcional los
este caso, darían ciclos. (Según R. H. MacArthur
y J. H. Connell, The Biology of Populations, individuos de ambas especies, la media del nú-
John Wiley and Sons, inc., New York, 1966.) mero de individuos de la especie comida aumenta
y disminuye la población media del depredador.
Esta regla tiene mucha importancia práctica y se
puede deducir de manera muy sencilla, partiendo
te. Se pueden formular, siguiendo a Volterra, de las ecuaciones diferenciales iniciales y recor-
en forma de unas cuantas reglas sencillas. dando que, en caso de equilibrio,
1) Regla de los ciclos periódicos. Cuando exis-
ten fluctuaciones, son periódicas y dependen sola-
mente de los valores de rp y md, así como de la
Ahora, si N p Y N d se multiplican ambos por un
número k, menor que uno,
i
Q)
"O
blaciones por causas exteriores al sistema, es de-
cir, independientes de la densidad de las propias
poblaciones), la población del parásito resulta
O
Vl
O relativamente más diezmada. En la zona margi-
U
@
nal del área de distribución de un parásito y su
III hospedador, las fluctuaciones de población son
U
Vl
Q)
a.
más frecuentes y la incidencia del parásito puede
Q)
"O
quedar disminuida.
O 4) Las fluctuaciones de corto período son
isócronas y su período T = 9,06~; (9,06 =
Q)
:J
Vl
UJ Captura por unidad de esfuerzo (U = VN,) = 27t /ln 2) es proporcional a la media geométrica
proporcional a la densidad de la población explotada (NI)
del tiempo durante el cual la presa, dejada sola,
duplicaría su población (t p ) y del que tardaría la
Figura 19-3 Relación entre la densidad de una población del depredador para quedar reducida a
población explotada y la intensidad de explota- la mitad por mortalidad «natural» (td)' Esta regla
ción. El máximo rendimiento para el pescador o permite relacionar el período de las fluctuaciones
el depredador se consigue manteniendo una
situación intermedia de equilibrio. Si se toma en con la fecundidad y longevidad de las especies.
consideración la energía que cuesta la extracción Sistemas formados por especies de vida corta y
u obtención del recurso, la explotación óptima que dejan muchos descendientes experimentan
consiste en mantener la densidad del recurso fluctuaciones de período más corto. La introduc-
un poco por encima de la mitad de la máxima
densidad (sin explotación). ción de una demora más o menos larga en la res-
IV
~
IV
~.,
~
.,
'e 50
~
~
u
I
10 15 20 25 30 35 40 45 50
Intensidad de pesca en millares de días de clipper 4
Figura 19-4 Relación entre la captura total (E.U de la figura anterior) y el esfuerzo
de pesca (E de la figura anterior, lineal e inversamente proporcional a la captura por
unidad de esfuerzo). Datos referentes al túnido Thunnus albacares (<<yellowfim».
Las lineas continuas unen los puntos observados correspondientes a los años sucesivos,
indicados por las dos últimas cifras, del 1934 al 1960. La linea de trazos central corres-
ponde a la parábola calculada, las dos lineas de trazos laterales a sus limites de confianza.
La captura anual máxima que consiente la población no seria superior a unas 90 000
toneladas. (Según M. B. Schaefer, J. Fish. Res. Bd. Canada, 14:669-681, 1957.)
puesta de la población del depredador a los cam- anularse para valores muy grandes de N P' Al
bios en la población de la presa modifica algo el aumentar la flota pesquera y el esfuerzo de pesca
modelo 54. (N 11), la biomasa de peces se reduce, hasta que
5) La destrucción uniforme del depredador llega un momento en que la pesca no es remu-
acelera las fluctuaciones, y la de la presa las nerativa, lo cual lleva consigo un descenso del
retarda. esfuerzo de pesca; ello conduce a una recupera-
ción de la población de peces, seguida de la rea-
nudación de una pesca más intensa. Las conclu-
Ejemplo de aplicaciones siones de Volterra son perfectamente aplicables:
8 problemas pesqueros las fluctuaciones dependen de r p (incremento de
Puede anticiparse el interés práctico de estas la población de peces) y de mh (costo de mantener
reglas. una unidad de pesca en acción); el tipo de fluc-
En las investigaciones pesqueras, el modelo de- tuación a que se llega es independiente del estado
predador/presa es mucho más adecuado que el inicial, cualquier agente perturbador que destruya
estudio del destino de cohortes (pág. 587) o que peces e impida la pesca (una guerra, por ejemplo)
la hipótesis del estado estacionario (pág. 637). Se resulta relativamente menos dañino para la pobla-
puede representar sobre un sistema de coordena- ción de peces que para la de pescadores, y las
das (fig. 19-2) 55 en el que las ordenadas represen- fluctuaciones son de período más corto en las
tarán el esfuerzo de pesca y las abscisas la especies de vida breve y muy prolíficas, o cuando
población de peces. Si se parte de un sistema no la movilidad económica -por existir oportunida-
explotado, la población de peces N p alcanzará su des en tierra o en otros oficios- permite a la
valor máximo. Pero este valor máximo estará población de pescadores una regulación rápida,
definido por otros mecanismos de regulación, por con poca inercia, del esfuerzo de pesca. Para estu-
ejemplo, podremos en este límite usar la expresión dios económicos puede ser interesante la segunda
más completa en la que ecuación, que generalmente no llega a escribirse,
y que podría tener la forma
dNp/dt = r'"Np - bN/ - vNpN", dNh/dt = -md N " + wNp(t_ .)Nhu --.)
de forma que N" (población de pescadores) = O en la que, N p Y N" representan, respectivamente,
Yla tasa efectiva de aumento a r' - bNp puede= las poblaciones de peces y de pescadores, md es
4500
4000
3600
3000
2500
2000 40
1600 30
1000 20
500 10
2500 ~ 50
T. occldentalts 40
2000
1500 30
20
500 10
0~~"""""''''''''''''''''''':''';''''';'~~''""T''''''l''''''''''''''''''''''''''~r-T""~~~:;!.;:.~...,.....,............~~~$~
Ola 10 20 30 10 20 10 20 30 10 20 30 10 20 30 10 20 30 10 20
Me!l Julio Agosto Septiembre Octubre NOViembre DICIembre Enero Febrero
160
140
rJ)
Q.l
Q) 120
"a.
Q.l
100
"'O
rJ) 80
Q.l
10 60
Figura 19-6 Ciclos en la den-
~ 40 sidad de las poblaciones de
20
liebres y linces, censadas indi-
rectamente a través de las
cipturas que sostienen la in-
1845 1855 1865 1875 1885 1895 1905 1915 1925 1935 dustria peletera, CanadA.
Años (Según Keith 24.)
Pd Pp
--<--,
Bd Bp
pero esta expresión es aplicable aun con mayor que no indica nada con respecto a la relación
amplitud si hablamos, no de depredador y presa, entre B d / Bp , la cual de ordinario es inferior a
sino de especie controladora y de especie contro- la unidad. Sin embargo puede aproximarse a la
lada, respectivamente. En este caso salvamos la unidad -y teóricamente puede exceder de ella-
dificultad planteada por ejemplos de parasitismo; - cuando la tasa de renovación de la presa es mu-
pero no se trata de una pura justificación formal, chísimo más alta que la del depredador. En el
sino que tiene sentido más profundo (pág. 873). plancton la relación entre la biomasa del fitoplanc-
El modelo de Volterra, expuesto en el contexto ton y la del zooplancton es frecuentemente baja,
de la demografía, se aplica a conjuntos de indi- no raramente alrededor de uno. A su vez, la rela-
viduos discontinuos; pero se puede formular de ción entre la biomasa del zooplancton y la bio-
nuevo para magnitudes continuas, considerando masa de los peces planctófagos es a menudo infe-
caracteres extensivos (biomasa, B) y caracteres rior a uno (entre 0,11 y 1,2 en 10 de 11 casos
intensivos (tiempo de renovación de la biomasa, estudiados en estanques de agua dulce) 19, entre
B/P, o su recíproco). Se requiere que los cocien- 0,3 y 0,5 en áreas del Mediterráneo occidental 34.
tes P/ B sean diferentes en las especies que actúan Sin embargo, en los casos mencionados última-
una sobre otra como depredador y presa. Una mente puede pensarse que los peces no obtienen
mayor velocidad de cambio significa fluctuacio- su alimento exclusivamente del plancton animal,
nes más amplias o de mayor frecuencia, de ma- sino también del plancton vegetal y de detritos.
nera que aquí es oportuno otro símil: la especie No debemos olvidar la exagerada simplificación
controlada conduce más energía, lo mismo que la implícita en la noción de cadenas alimentarias
radiación de onda más corta, y puede transferirla lineales.
a la especie controladora, de tal forma que las La relación inversa,
oscilaciones se atenúan y tienen tendencia a alar-
garse.
La asimetría de las relaciones entre depredador
y presa, el carácter de rectificador o de estabiliza-
dor que tiene cualquier unión entre dos oscilado- puede ocurrir en parásitos (considerados como
res, quedan implícitos en esta manera de ver el depredadores, d), por ejemplo en Trypanosoma,
sistema formado por un depredador y su presa. en bacterias, etc., pero solamente a condición que
De esta forma se esquivan las limitaciones im- Bd « Bp•
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Competencia
656
lA
en
Q)
e
tA
8
lA
Q.
en
Q)
fA
8
Figura ~O-1 Correlaci0n.es entre una serie de variables relativas a poblaciones
planct?mcas y a_su amblent.e en un área del Caribe (NE de Venezuela). A, tiempo
= peTlodo del ano; profundIdad de la muestra de agua; distancia a partir de un punto
tomado como referencia, a lo largo de un gradiente orientado aproximadamente E- W.
B, variables elementales. e, variables que dependen tanto de las caracterlsticas hidro-
gráficas como de la actividad de los organismos. D, caracterlsticas de los organismos.
L~s ~~fra~ indican cor~elaciones, positivas = o negativas -; solo se han representado las
slgmflca ti vas. Las vaTlables rodeadas por una doble circunferencia son los logaritmos de
los valores medidos. Entre cada tres variables hay relaciones posibles y otras imposibles.
De la misma manera, en conjuntos de especies con relaciones reticuladas, hay situaciones
estables y otras inestables. La situación inestable tlpica es la de dos especies que depen-
den de un mismo recurso exclusivamente y que se interfieren entre si.
ComDetencia 657
o pluscuamperfecta: hay una inhibición de las importante la diversa estructura por edades, la
especies, de forma que su biomasa total es menor distribución a pequeña escala y otras circunstan-
de la que podría dar cada especie si se desarro- cias que complican el modelo. Lo más práctico es
llara independientemente. La competencia hiper- ver las consecuencias de la introducción de crite-
perfecta significa que hay inhibición mutua o rios estocásticos empleando métodos de Monte
lucha, alta reactividad entre las especies que ac- Carlo; pero esta vía ha sido menos seguida.
túan recíprocamente. Por consideraciones de tipo El modelo de Volterra es muy interesante al
general, en relación con la marcha de la compe- mostrar que el resultado de la competencia va
tencia, es de suponer que los fenómenos de com- asociado a la diferencia (r¡v¡ - r¡v¡). El resultado,
petencia hiperperfecta serán siempre transitorios. pues, no depende sólo de las tasas de aumento
La competencia perfecta ha sido la más estu- potencial r, sino también de V, que se puede con-
diada teóricamente, por ser el modelo más siderar como una expresión del grado en que la
fácil s, 9, 10,22,33,116. Volterra desarrolla su modelo otra especie es inhibida o, en general, afectada.
sencillo, según las líneas siguientes: En otros términos, la capacidad de aguante de
una especie interviene 10 mismo que su capaci-
dad de ocupación de espacio.
La forma preferida por Gause es interesante
porque introduce el límite superior de la pobla-
ción K y describe el aumento creciente de la inhi-
d log NJdt = r¡ - v¡(h¡N¡ + h¡N¡) bición, según la fórmula (pág. 452):
bN/dt = rN - K -
K- N]
v¡(d log NJ dt) - v¡(d log N¡/ dt) = [
Nv. Esta expresión, referida a dos especies que com-
= r¡v¡ - r¡v¡ = d log N ~v: /dt piten, toma la forma
1
Tabla 2Q.1
Valores de r y K (en cultivos unialgales) e índice de efectos ectocrinos D
(véase texto), para cuatro especies de clorofíceas, enumeradas por
el orden de dominancia en cultivos mixtos 68.
Competencia 659
Tabla 20-2
Composición del fitoplancton de la ría de Vigo, mayo de 1953. Representación de las especies
más importantes en tantos por ciento de la población total. Sobre estas cifras se han calculado
las tasas netas de cambio (r - m, por días, columna de la derecha) y las diversidades
(última línea).
Leptocylindrus danicus 48,5 57,4 63,5 74,6 62,1 86,1 78,8 79,8 +0,057
Rlzizosolenia stolter/othi 14,8 14,3 19,7 9,4 9,3 6,1 4,1 2,2 -0.19
Rlzizosolenia alata 1,2 3,2 1,5 6,3 6,3 1,5 10,3 8,2 +0,23
Eucampia zoodiacus 8,5 5,6 5,4 1,0 0,4 0,7 0,2 0,6 -0,39
Skeletonema costatum 5,0 1,7 0,9 O 1,9 0,5 1,0 0,3 -0,28
Thalassionema nitzschioides 0,4 O 1,1 1,1 3,1 1,1 0,6 1,1
Clzaetoceros sp. 17,6 10,4 5,4 4,3 11,7 1,1 O 3,5
Diversidad, bits/célula 2,0 1,7 1,5 1,2 1,6 0,7 0,8 0,9
preparado con agua destilada. Un valor positivo atribuible fundamentalmente a los efectos de la
indica efecto estimulante del extracto de la espe- marea, que se puede considerar como igual en
cie j sobre la especie i; si es negativo, efecto todas ellas. De manera que aquí, como en el
inhibidor. Para cada especie puede calcularse un ejemplo de Cladophora, el valor de r sería deci-
índice de dominancia compuesto, según la ex- sivo. En cambio, en un cultivo mixto de especies
presión planctónicas en un quemostato con un desarrollo
considerable de las paredes, la aptitud para adhe-
Di = Jjj + Jik + ... - Jji - hi - ... rirse más o menos a las superficies sólidas y redu-
cir así la pérdida por arrastre pasa a ser más im-
(tabla 20-l). De todas formas, la marcha de la portante 70.
competencia es compleja. Así, por ejemplo, en
una población mixta de Scenedesmus obliquus y Otro ejemplo muy interesante relativo a algas
Stichococcus bacillaris, esta segunda especie puede de agua dulce es la competencia habitual entre
mostrar un incremento muy rápido al principio, algas filamentosas zignemales y Cladophora. En-
pero queda inhibida más tarde por el desarrollo tre las zignemales hay especies, principalmente de
de Scenedesmus. La historia detallada del proce- los géneros Spirogyra y Mougeotia, que se multi-
dimiento de cultivo es tan importante aquí como plican con suma rapidez y llenan el agua de las
la modalidad de la resiembra lo es en los cultivos charcas de filamentos verdes. Pero en aguas de
de Drosophila. ciertas características (algo alcalinas), Cladophora,
Cladophora glomerata varo crassior (C. crispa- que se desarrolla más lentamente, es la que domi-
tal y C. fracta varo rivularis son dos clorofíceas na al final. Este ejemplo tiene interés, además,
de agua dulce que, de ordinario, se excluyen y se porque la especie dominante condiciona hasta
comportan como dominantes en sendas comuni- cierto punto las acompañantes. Las zignemales,
dades bien caracterizadas. Se pueden intercam- en parte por crecer rápidamente, en parte por la
biar ejemplares, manteniéndolos dentro de tubos naturaleza mucilaginosa de las capas externas de
de cristal abiertos, lo cual permite comprobar que la membrana, admiten pocos epífitos y aun estos
el alargamiento de los filamentos es diverso y en pocos son muy especializados (por ejemplo, los
todo caso, para cada especie, es mayor en el Chrysopyxis, con un aro o anillo que rodea al
ambiente donde habitualmente se la encuentra. filamento del alga). Cladophora admite un gran
Esta diferencia de r explica la segregación ecoló- número de epífitos por tener la membrana des-
gica de las dos especies de Cladophora. General- nuda, y el enorme desarrollo de los mismos hacia
mente las situaciones son complejas y es difícil el final de la estación reduce la luz e incluso los
establecer criterios generales. En las algas del nutrientes a disposición del alga. A su vez, las
suelo las relaciones tampoco son sencillas 88. características de las especies subordinadas influ-
El ejemplo de la tabla 20-2 se refiere a la suce- yen sobre la fauna de micrófagos: entre Spirogyra
sión observada durante unos días en la composi- habrá más filtradores, pues la capacidad nutritiva
ción del plancton de la ría de Vigo. La tendencia del agua se invierte en pequeñas algas sueltas,
general viene indicada por los valores de aumento mientras que en el caso de Cladophora, predomi-
neto, que son la diferencia entre la tasa de aumen- nan los animales que raspan epífitos en la super-
to propia para cada especie y una tasa de pérdida, ficie de los filamentos. Es un ejemplo típico de
Competencia 661
Poblaciones separadas Poblaciones juntas
6
Paramecium aurelia
5
z
C>
S2
..
-4
~
0>3
1:2
r =1,05
K= 671
12 28 32
días
6
Paramecium caudatum
5
Paramecium caudatum
~
~
O>
..Q
r =1,07
:" K =366
4 8
2 :
r = 0,47
K = 230
8
8 12 16 20
~ 4 Blepharisma Sp
Z
4
Blepharisma Sp ~ . .: .'
~3
O>
..Q
3 I
.." .
:.-
2
.' .. .. ,
r =0,91
K=194
4 8 12 16
A B
Competencia 883
manera diferente; Oryzaephilus está en desventaja
porque es menos voraz que los otros e igual de
....-r pselJd=O vulnerable que ellos; no ataca a los otros, pero
1100 \\
\
sus propias pupas son destruidas por la actividad
de Tribolium. En tales condiciones, la destrucción
\
1000 \
\ \ de larvas y pupas decide el resultado de la com-
900 \ \ petencia y, por esto, la adición de refugios donde
\: \ Oryzaephilus puede pupar al abrigo de las depre-
J
~
800
\
~EqUilibrio
daciones de Tribolium favorece a las poblaciones
'll
700 de aquél. Si las crías no se hacen en medio reno-
\ vado, smo en harina que se deja envejecer, la
!
600
!\ \ limitación del alimento y el acondicionamiento
es 500 " \ de la harina por acción de los metabolitos pueden
400
",\ dar resultados diferentes de los obtenidos con las
'\,,,,r willis =0 técnicas normales de cría. En efecto, la harina
300
'\ , en que viven estos insectos cambia gradualmente
\ " sus propiedades, y no sólo como consecuencia
200
\ ' ........
100 \".. .............. ,
del consumo de alimento. En medios de harina,
copos de avena y levadura, Tribolium confusum
domina sobre Gnathocerus cornutus y éste, a su
200 400 600 800 1000
vez, sobre el derméstido Tragoderma versicolor.
Orosophila pseudoobscura En las diversas combinaciones se encuentra una
confirmación de un fenómeno general: la especie
Figura 20-5 Competencia entre Drosophila que al principio aumenta más rápidamente no es
pseudoobscura y D. willistoni. Las coordenadas
representan las densidades de las respectivas la que perdura al final: tal es el comportamiento
especies y las dos curvas marcadas r pasan por de Sitotroga, por ejemplo, frente a Rhizoperta, lo
aquel/os puntos que representan una densidad cual permite calificar a la primera de pionera,
total de población que inhibe el aumento de la o especialista de las primeras etapas de la suce-
especie a que se refiere la curva r. Las dos
especies juntas pueden persistir en una situación sión.
de equilibrio que queda por dentro de la recta Estudios muy interesantes se han centrado sobre
que une las densidades máximas (K) de cada especies más afines, de un mismo género, y aun
especie separada. Es un ejemplo de competencia sobre razas de una misma especie. Investigaciones
hiperperfecta. (Según M. E, Gilpin y E. K. Justice,
Nature, 236:273-301, 1972; sobre datos - de este tipo se han realizado con alimentación
de F. Ayala.) normalizada, sobre distintas cepas de Tribolium,
por la escuela de Park 4,57,81,87. Las diferencias
en el comportamiento de unas y otras cepas son
pequeñas, de manera que los resultados son in-
ciertos y el modelo determinista debe ser sustitui-
cies de Drosophila (por ejemplo, D. serrata y D. do por otro probabilístico (tabla 20-4).
nebulosa 2a y otros pares, fig. 20-5).
Numerosas investigaciones se han realizado con
insectos de la harina 22, 57, 83, 85, 8é, 87. Los resul-
tados acostumbran a ser reproducibles siempre Tabla 20-4
que se trabaje en las mismas condiciones; es decir, Tanto por ciento de poblaciones en que al final
se puede predecir el resultado de la competencia, predomina una u otra especie, en la competencia
aunque los detalles de su marcha suelen ser ines- entre dos especies de Tribolium, estudiada bajo
perados. Las especies más usadas son el bostrÍ- diferentes condiciones de temperatura y humedad 84.
quido Rhizoperta dominica, los tenebriónidos Tr;-
Tanto por ciento de
bolium y Gnathocerus, el cucúyido Oryzaephilus poblaciones en que domina
surinamensis y la polilla Sitotroga cerealella (fi- Tribolium Tribolium
gura 20-6). Rhizoperta elimina a Sitotroga por Condiciones de cría conlusum castoneum
una tasa de multiplicación suficiente y por la
acumulación de adultos que viven más tiempo. Caliente y húmedo 100 O
Tribolium confusum domina sobre Oryzaephilus Templado y húmedo 86 14
en harina; pero ambas especies pueden coexistir Frío y húmedo 29 71
Templado y seco 13 87
en trigo o en harina en que se encuentren tubitos
Caliente y seco 10 90
que sirvan de refugio a las pupas del cucúyido. Frío y seco O 100
Adultos y larvas atacan a huevos y jóvenes de
fORMAS DE EJERCERSE
LA COMPETENCIA
Comoetencia 8A~
colonias de hormigas 75 y se puede seguir su mar- coexisten en el Lago Maggiore, del norte de Italia
cha observando la variación de los límites. ofrecen un ejemplo comparable. Una de ellas es
En las selvas tropicales, especies de los géneros poliploide y cualquier unión hace fecundos a sus
Ficus, Clusia y algunos otros nacen en forma de óvulos, pues sólo se precisa la acción activadora
epífitos sobre árboles, a los que rodean luego con del espermatozoide. En cambio, la forma diploide
tallos descendentes que arraigan en el suelo, aca- necesita ser fecundada precisamente por esperma-
bando generalmente (1os Ficus) por «estrangular» tozoides producidos por la forma diploide. En
y matar al árbol que les ha servido de soporte. 1958 la forma poliploide era más frecuente, pero
La competencia por el espacio puede ser más la diploide sobrevivía en algunos puntos (datos de
concreta en algunos casos, por ejemplo, entre aves Mirolli). Ejemplos comparables se han descrito
que buscan agujeros y troncos huecos donde ani- en peces (pág. 285).
dar. En las especies territoriales la competencia El hombre compite por procedimientos análo-
por el espacio se combina con el asegurarse una gos con algunas plagas, cuando propaga machos
reserva de alimento; pero tal competencia tiene estériles o esterilizantes de las respectivas especies.
sentido principalmente a nivel intraespecífico. Pe- Diversas especies compiten indirectamente a
queños avances en la fecha de ocupación de los través de parásitos. La presencia de tripanosomas
territorios, en las especies que migran, pueden re- y de la mosca tsetsé en extensas zonas africanas
presentar una ventaja notable en la competencia. favorece a los artiodáctilos indígenas en compe-
Son pocas las especies que manifiestan comporta- tencia con las especies importadas 40. Un fenómeno
miento territorial frente a otras especies, y cuando análogo, aunque inverso, se manifiesta en las ma-
es así, el mecanismo tiene valor en la competencia riposas americanas Pieris protodice y P. oleracea,
interespecífica, por ejemplo en los colibríes norte- en relación con la inmigrante europea P. rapae,
americanos Calypte anna y Selasphorus sasin 96. que ha eliminado a aquéllas sobre grandes exten-
La competencia se ejerce a menudo a través de siones 7. P. rapae llegó a América sin sus pará-
sustancias ectocrinas, lo cual es frecuente en vege- sitos, y las especies parásitas del país, adaptadas
tales, y no sólo entre los inferiores 77,78,79, pues a vivir sobre especies del género Pieris, atacan a
de este tipo son ciertas formas de competencia sus poblaciones con cierto retraso, cuando aqué-
entre labiadas (Salvia) y Artemisia, y gramíneas llas tienen ya considerable importancia numérica.
y otras anuales. Esta forma de competencia puede P. rapae forma poblaciones numerosas y sirve de
ser hiperperfecta. vehículo y reservorio para que los parásitos que
Las plantas pueden competir por sus poliniza- antes estaban confinados a las especies indígenas
dores, con evolución de características atractivas se multipliquen en gran cantidad, afectándolas de
y de sincronización. manera más intensa que antaño. En resumen, las
Hay numerosos ejemplos de competencia sexual poblaciones de P. rapae han encontrado una ven-
y reproductora. El faisán gusta de poner huevos taja suplementaria en su competencia con las
en nidos de perdiz y, de esta forma, perturba la Pieris americanas.
cría de ésta en beneficio de su propia pobla- Al considerar estas constelaciones más comple-
ción 110. El anfípodo eurihalino Gammarus due- jas, es oportuno añadir que la influencia pertur-
beni resulta fácilmente eliminado por la compe- badora del hombre, alterando ciertas condiciones
tencia de otras especies (G. salinus y G. zadda- de vida, actúa como factor decisivo en el curso
chi) en agua salobre; en el agua dulce por G. de muchos procesos de competencia. La ardilla
pulex, que en Inglaterra extiende su área, desalo- Sciurus carolinensis en Inglaterra resiste mejor
jando aG. duebeni de las aguas dulces que éste la influencia del hombre que la ardilla roja indí-
todavía ocupa 50. G. duebeni es más eurioica y, gena, S. vulgaris, lo cual explica la expansión de
hasta cierto punto, se comporta como especie fu- aquélla que, en realidad no tiene otra ventaja com-
gitiva. Los machos de G. salinus y G. zaddachi petitiva 106, 107. La influencia del hombre ha sido
precopulan con hembras de G. duebeni; pero los muy grande al favorecer los procesos de compe-
machos de esta última especie jamás precopulan tencia de toda clase de plagas y malas hierbas
con las hembras de otras. Las hembras de G. contra poblaciones originales de otras especies.
duebeni que han sido precopuladas por machos
extraños no se reproducen, pues permanecen su- SUSTITUCION y SUPERPOSICION
jetas por ellos hasta la puesta y los huevos son
DE ESPECIES
infecundos. En otras especies hay un exceso de POTENCIALMENTE COMPETIDORAS
machos que se emplea para inutilizar hembras de
G. duebeni 52, lo cual contribuye a explicar la Especies fugaces o fugitivas
posición de inferioridad en que esta especie se
encuentra. El resultado de la competencia suele consistir
Dos formas del turbelario Dugesia lugubris que en la sustitución de una especie por otra; pero
Competencia 887
no sólo éstas, sino también especies más separadas pero en lo que concierne la luz, las plantas de
y de biología muy parecida se hallan en el mismo sombra necesitan la cubertura de otras y no pue-
caso. Si se examinan algunos de los numerosos den sobrevivir si las excluyen.
ejemplos conocidos en detalle se ve que, en reali- Los tocones que quedan en el suelo, en Ingla-
dad, la competencia no llega al límite extremo, terra 9, son colonizados por diversas hormigas,
porque si bien, dada su organización, las distintas con ligera segregación; si hay poca competen-
especies próximas pueden utilizar recursos comu- cia, Myrmica rubra se puede hallar dispersa
nes, de ordinario esto sucede sólo en parte, o sobre toda la madera o más densamente agrupada
cuando hay algún recurso muy abundante que en la parte orientada al Sur; pero en presencia
no es limitante, y una gran parte de su sustento de Formica fusca, que domina y ocupa densamente
o de las condiciones de vida son más o menos la parte del Mediodía, M. rubra se retrae a la parte
diferentes. Se trata, por tanto, de ejemplos de de la madera que mira al Norte, sobreviviendo
competencia imperfecta (pág. 657). Como es natu- ambas especies en un mismo tocón; sin embargo,
ral, es extraordinariamente difícil construir un en ciertos casos Myrmica scabrinodis se introduce,
modelo matemático adaptable al complejo de si- compite con M. rubra y generalmente la sustituye,
tuaciones. La extensión de cada una de las espe- y puede también ocurrir que F. fusca elimine a las
cies depende siempre de la presencia o ausencia Myrmica y ocupe su espacio. En ésta y en otras
de otras competidoras parciales. Si existen éstas, hormigas (Acanthomyops) 75 el progreso de la
cada una se queda con una población más res- competencia se puede reconocer en los cambios
tringida. Podemos comentar una serie de ejemplos de los límites entre los territorios de hormigueros
instructivos por diversas razones. adyacentes. Relaciones semejantes se reconocen
En las plantas, la competencia por la luz es entre especies diversas del género Lasius, en su
distinta de la competencia por los nutrientes. Las colonización de un terreno desigual, con eleva-
especies capaces de vivir con una menor concen- ciones y depresiones.
tración externa de nutrientes sobreviven a las La rata negra, Rattus rattus, vivía en Europa
que los requieren en concentración más elevada; por lo menos desde la Edad Media y es un inmi-
grante de procedencia oriental. La rata parda,
Rattus norvegicus comenzó su invasión de Europa
en el siglo XVIII, procedente también del Este. Se
ha ido extendiendo a expensas de la rata negra;
puede decirse de un modo general que compite
favorablemente con ella; pero la competencia no
es perfecta, da lugar a cierta segregación y per-
mite la coexistencia. La rata parda prefiere o se
desarrolla mejor en las partes bajas y en lugares
húmedos, mientras que R. rattus se desenvuelve
mejor en las alturas de los edificios; de esta for-
ma ambas conviven y las dos se extienden de
unas a otras casas, la primera por las alcantari-
llas y la segunda por las conducciones y alambres
suspendidos. La rata parda, muy adaptable, inva-
de otros habitáculos cuando no existen competi-
dores: así, en numerosas localidades sustituye a
D~
la rata de agua (Arvicola) en lugares cenagosos y
en la isla de Chipre sustituye en los árboles a las
ardillas que allí faltan.
Este último ejemplo es similar al de varios
e crustáceos de agua salobre que remontan los
cursos de agua dulce, solamente donde la fauna
de éstos es muy pobre en especies propias, como
sucede, por ejemplo, con Sphaeroma hookeri y
Figura 20-7 Cuatro copépodos diaptómidos Onychocamptus mohammed en Ibiza, y con Gam-
pobladores de una misma charca de temporada marus duebeni en Irlanda. Las áreas de aguas
en la Réghaia, Argelia. Su coexistencia es,
sin duda, posible por la rápida sucesión y por salobres y de salinidad fluctuante, como el Bál-
las grandes diferencias de talla entre las especies. tico 105, suelen ser pródigas en ejemplos de este
A, Hemidiaptomus (Gigantodiaptomus) ingens; tipo (pág. 260).
8, Diaptomus cyaneus; e, Mixodiaptomus lillje- La competencia se establece en la mayoría de
borgi; D, Eudiaptomus numidicus. (Según
H. Gauthier, en Hutchinson 49.) los casos en relación con el alimento y los ejem-
~ ~
tivos. Si en un grupo de especies se inicia una
especialización divergente, las especies segregadas'
HAWAII
siguen compartiendo parcialmente una parte de
los recursos. Diversas especies de estrigiformes
Loxops virens Loxops sagittirostris
muestran diferencias en el régimen alimentario;
pero cuando abunda cierta especie de roedores,
~ ~
todas ellas los aprovechan. Tanto las Geospiza
de las islas de los Galápagos 55,56 como los dre- KAUAI
panídidos de las islas Hawaii son aves de orga-
nización prácticamente uniforme, que han experi-
Loxops virens Loxops parva
mentado una evolución radial como adaptación
a distintos alimentos, manifiesta fundamentalmen-
te en la forma de sus picos y que se supone es el Figura 20-8 Divergencia morfológica de Loxops
virens en dos islas, en las que tiene como
resultado de una presión de selección particular- competidores en potencia a otras dos especies
mente intensa en las épocas de escasez, porque de caracterlsticas diferentes. (Según Rothschild,
cuando determinados alimentos son abundantes, en Lack 56.)
varias especies los utilizan indistintamente a pe-
sar de las especializaciones divergentes de sus
picos. Si el alimento, o en general el ambiente,
es variable, pueden coexistir varias especies y la las sedas de los aparatos filtradores. Daphnia y
segregación entre ellas no alcanza un grado tan Diaphanosoma pueden coexistir porque, si bien
avanzado como cuando el ambiente es de carac- ambas son filtradores de características parecidas,
terísticas más constantes. Otro ejemplo intere- Diaphanosoma puede utilizar partículas muy pe-
sante es el de los peces del género Haplochromis queñas que escapan a Daphnia. Entre los diaptó-
en el lago Victoria, básicamente con la misma midos es frecuente encontrar juntas a dos especies
fisiología y hábitos, pero que manifiestan una que suelen diferir mucho por su tamaño (figura
radiación de tipo alimenticio con diversos tipos 20-7) 49, 102 y, si son menos distintas, como las es-
de dientes y bocas más o menos extensibles. En pecies de Arctodiaptomus, tienen, no obstante, di-
otros vertebrados, la segregación alimentaria afec- ferencias notables en su alimentación. Diferencias
ta principalmente al comportamiento, pues no interpretables en el mismo sentido existen también
existen diferencias morfológicas o adaptaciones en especies congéneres y asociadas de rotíferos,
divergentes; sin embargo suelen ser frecuentes como Keratella, Conochilus, Notholca y Polyar-
diferencias de tamaño que condicionan todo lo thra 14, 92. En la figura 12-16 se representa la dis-
demás: así, por ejemplo los cormoranes Phala- tribución de varias especies de rotíferos de un
crocorax carbo y Ph. aristotelis están adaptados lago, en función de componentes principales (pá-
a un alimento bastante distinto, 10 mismo que gina 413) que corresponden a una segregación en
diversos pares de aves de presa (Lack). Las di- el espacio y en el tiempo. Las especies congéneres,
versas especies de colibríes en una fauna, de en este caso, quedan apartadas, es decir no coinci-
noctúidos, etc., proporcionan be1l0s ejemplos de den o coinciden poco en su época de mayor desa-
segregación ecológica apoyada en caracteres mor- rrollo o en el nivel del lago que ocupan; pero
fológicos. especies de géneros diferentes, con alimentación
Los Conus son gasterópodos carnívoros muy también diferente, pueden hallarse asociadas. Hut-
especializados 54 y diversas especies pueden co- chinson supone que una razón de longitudes de
existir, si es diferente su sustento (tabla 14-9). 1,35 basta para fundamentar una diferencia sus-
Las especies del género Busycon, igualmente un tancial en las condiciones de nutrición. La segre-
gasterópodo, se presentan a pares (B. contrarium gación ecológica es notoria en los parásitos, y
y B. spiratum en las costas americanas a baja probablemente es en ellos donde la competencia
latitud; B. canaliculatum y B. carica más al Norte) llega a límites más rigurosos. Basta examinar cui-
y están adaptadas, respectivamente, a comer lame- dadosamente la biología y los ciclos de especies de
libranquios de concha gruesa y concha fina 82. un mismo grupo (por ej., nemátodos) parásitas
En las Drosophila que utilizan los flujos de savia, todas en una misma especie, para descubrir su
y microorganismos que en e1l0s viven, se han for- especialización divergente (se encuentran localiza-
mado distintos grupos con cierta segregación ali- das en distintos órganos del hospedador, tienen
mentaria, pero sin 1Iegar a una gran especializa- diferente actividad bioquímica, otras fases de su
ción 25. Entre los animales planctónicos se observa vida transcurren en hospedadores diferentes, etc.).
frecuentemente segregación alimentaria. El caso En algunos de estos casos se ha hecho notar
más simple consiste en una distinta densidad de que, cuando dos especies próximas aparecen jun-
Competencia 689
tas, se manifiesta una tendencia hacia desarrollos individuos de áreas diferentes donde vive una
opuestos -representando una especialización di- sola especie.
vergente- de ciertos caracteres estrechamente En poblaciones experimentales de los copépodos
relacionados con la utilización del recurso por el Tisbe clodiensis y T. reticulata Sa se ha visto que
que se compite. A este fenómeno se le ha llamado las frecuencias génicas en equilibrio en la primera
divergencia de caracteres (<<character displace- especie, difieren según que dicha especie viva sola
ment») 11. Parece que ocurre en relación con el o en competencia con la segunda. Es una prueba
tamaño en algunos diaptómidos 49, en lo que se directa de la presión de selección generada por la
refiere a características del pico y corpulencia en coexistencia de formas próximas.
aves S6 y también se ha creído reconocer, quizá sin El alivio de la competencia es más fácil de
mucho fundamento, en las formas primitivas de explicar cuando las especies emparentadas no
homínidos africanos (Horno y Paranthropus), en coexisten exactamente en realidad, sino que entre
el sentido de que la morfología del primero ten- ellas hay cierta separación en el tiempo y en el
dería a diverger especialmente de Paranthropus espacio. Como en el caso mencionado de los rotí-
precisamente en las áreas de coexistencia con feros (fig. 20-10), especies próximas pueden ali-
él 103 (figs. 20-8 y 20-9). Un factor de psicología mentarse u ocupar determinadas posiciones en
taxonómica puede contribuir a exagerar la diver- períodos alternos, lo cual es factible si tienen
gencia de caracteres: cuando dos especies o for- migraciones no coincidentes o aún opuestas, como
mas parecidas viven separadas, no se pone tanto es el caso de algunos animales del plancton. En
cuidado en buscar caracteres diferenciales como los países con intensa fluctuación climática, espe-
cuando ambas formas se hallan juntas. Este co- cies de tipo más «meridional» pueden sustituir
mentario crítico no pretende discutir la realidad durante el verano a las especies de tipo más
del fenómeno. También se encuentra divergencia «nórdico» que ocupan el mismo lugar durante la
de caracteres en relación con el aislamiento re- estación fría 109. Ello es muy visible en la susti-
productor: en algunas aves paseriformes y anfi- tución de especies de vida breve, como en los
bios anuros, las exteriorizaciones sonoras de es- animales del plancton, o en insectos. En muchos
pecies próximas difieren más entre sí en el área casos la segregación sólo se extiende a la fase de
de superposición de dichas especies que entre actividad reproductora y entonces es claro que
tiene menos sentido trófico y más bien es inter-
pretable como aislamiento genético, pero pueden
combinarse ambas causas de segregación. En ani-
males superiores la competencia puede condu-
cir a una selección activa y divergente del lugar
de residencia 108. En muchas mariposas nocturnas
de los grupos de noctúidos y geométridos hay
segregación alimenticia de la larva y, además,
los adultos de las diversas especies vuelan en
fechas sucesivas, por ejemplo, en los géneros
Gnophos, Agrotis, Mamestra, Larentia 67. Tam-
bién en Drosophila, a una nutrición ligeramente
distinta puede asociarse un turno de actividad a
distintas horas del día. Diversas especies de las
ranitas arborícolas Eleutherodactylus coexisten en
Puerto Rico, con distintas preferencias en cuanto
30
29 Is. "ph,on...
a residencia (en las bromeliáceas o en diversos
lugares de las palmeras) y a alimentación.
E
!. 27 Todas estas relaciones pueden ser extraordi-
¡s. Is.
1s.
c: n.um.y" "ph,onel.
E 25
nariamente complicadas. Dos especies de cigarras
"5
u n.um.y.,
de 17 años (Magicicada septendecim y M. cassi-
23 ni), aunque ordinariamente viven en ambientes
21
ligeramente diferentes, pueden coexistir, y donde
coinciden pueden tener sincronizado su ciclo
vital 27. Tal sincronización puede considerarse
Figura 20-9 Divergencia morfológica en dos
especies de Sitta. En el área geográfica donde ventajosa por ofrecer un mecanismo eficaz de
se superponen, sus caracteres varían: el pico de defensa contra los depredadores, basado precisa-
S. neumayer se hace más pequeño y el de mente en la extrema longitud y número primo
S. tephronata mayor que en el resto del área (no divisible en periodos menores) de los años del
de las respectivas especies. El culmen es la parte
superior del pico. (Según Vaurie, en Lack 56.) ciclo.
Figura 20-10 Distribución de tres especies del rotlfero Polyarthra en una sección
transversa del brazo sur del lago Skarshult, Suecia, entre las 14 h Y las 15h50 del dla 7
de agosto de 1950. Las lineas de puntos limitan el metalimnion o gradiente principal de
temperatura (11°C linea inferior, 18 oC linea superior). Número de individuos por litro.
P. majar tiende a quedar confinada en las capas mAs profundas. (Según 8. Berzins,
Rep. Inst. Freshw. Res. Drottningholm, 39:5·22, 1958.)
Competencia 671
1400 1300
30 0
Tarletonbeania crenularis
1200 1100
Hygophum reinhardti
que con una gran plasticidad fenotípica. La prefe- tos morfos pueden variar irregularmente; pero
rencia por una u otra solución en la estrategia basta que se intensifique la presión de compe-
de la vida probablemente depende del motivo de tencia entre ellos para que las frecuencias diver-
distribución en el mosaico ambiental y de las ca- jan localmente, como ocurre en Cepaea y en otros
racterísticas de la estirpe, incluyendo la duración caracoles. En diversas especies de mariposas mi-
media de una generación. Ya a priori se puede méticas, cuyos diversos morfos mimetizan otras
suponer que han de darse condiciones precisas tantas especies, cada uno de estos morfos predo-
para la evolución y conservación del polimorfis- mina en el área donde el modelo es más frecuente.
mo ecológico 59, 60, 62, incluyendo el dimorfismo Otras veces la segregación de morfos puede ser
sexual, cuando las características ecológicas de más pasiva y mecánica, pero con igual interés
los dos sexos no son idénticas. Fundamentalmen- ecológico, como en los celentéreos neustónicos
te, el polimorfismo reposa en el carácter imper- Physalia y Velella, con sendos pares de morfos
fecto de la competencia entre los morfos. caracterizados por su simetría y por la dirección
Diversos crustáceos, insectos y moluscos terres- en que se mueven impulsados por el viento: unos
tres ofrecen buenos ejemplos de polimorfismo, derivan hacia la derecha y otros hacia la izquier-
regulándose las proporciones entre los distintos da, siempre un ángulo de unos 41 0 aproximada-
genotipos por las condiciones locales de compe- mente. Las formas que derivan a la izquierda es
tencia (pág. 278). Las proporciones de los distin- más probable que vayan a parar a la parte exte-
Bosque pantanoso
43 Competencia 673
a distancia y raramente se encuentran asociadas cluyen. Darwin escribe 24: «Puesto que las espe-
entre sí. Se ha admitido que esto se debe a la cies de un mismo género tienen usualmente, aun-
competencia, particularmente intensa entre tales que no siempre, mucha semejanza en costumbres
formas afines. La competencia excluiría a unas o y constitución, y siempre en estructura, si llegan
a otras, de manera que en cada ecosistema local a competir entre sí, la lucha será generalmente
quedaría al fin una sola especie para cada <<fun- más severa entre ellas, que entre especies de gé-
ción». Esta especie, en las condiciones precisas neros diferentes.» Después de comentar algunos
de aquel ecosistema, sería capaz de excluir a las casos de sustitución de unas especies por otras
demás. del mismo género como resultado de la competen-
En las páginas precedentes se han comentado cia, añade: «Sólo de manera velada comprende-
una serie de ejemplos de exclusión o segregación mos por qué la competencia ha de ser más severa
ecológica entre especies próximas cuando viven entre formas afines; pero probablemente en nin-
en un mismo ecosistema. Todo el planteo del gún caso podemos precisar por qué una especie ha
problema ha supuesto precisamente que lo natural vencido a otra.»
es que los pares o grupos de especies que compi- Posteriormente, las mismas ideas encuentran
ten o pueden competir no se encuentran juntas una expresión más formal: según el principio de
ni próximas en el espacio. Monard 93, en un medio uniforme, limitado en el
La proyección sobre el espacio del resultado de tiempo y en el espacio, cada género tiende a
la competencia está documentada por numerosos estar representado por una sola especie. Cabrera 13
ejemplos. Uno de ellos se refiere a los turbelarios lo expresa así: «Las formas afines son ecológica-
fluviales: Dugesia gonocephala puede vivir entre mente incompatibles y su incompatibilidad es tan-
8,5° C y 20° C y D. montenegrina entre 6,6° y to más profunda cuanto más estrechamente afines
17° C; pero si las dos habitan un mismo río no son.» No se trata de una simple impresión, sino
hay superposición, y el límite entre ambas se de un hecho que se puede estudiar estadística-
halla entre 13 y 14° C. De una parte sólo vive mente: Elton 28 pondera la composición de comu-
una especie, y de la otra, la restante 6. Entre nidades animales y halla que la representación de
Crenobia alpina y Polycelis felina parecen existir más de una especie por género es inferior a la
relaciones análogas de exclusión; pero el factor teórica que cabría esperar de una submuestra al
decisivo aquí es la velocidad de la corriente, de azar del conjunto de especies en géneros de la
manera que Crenobia compite con ventaja en las fauna de todo el país, lo cual interpreta como
aguas más rápidas. Las salamandras americanas prueba de la regla de la incompatibilidad ecoló·
del género Plethodon (capít. 8):J1l ofrecen otro gica y exclusión consiguiente de especies congé-
ejemplo muy interesante. El mismo fenómeno se neres. Williams 115 ha examinado, desde el mis-
manifiesta en la zonación de comunidades litora- mo punto de vista, la relación entre géneros y
les, donde a la variación gradual de gradientes especies en diversas comunidades naturales, ha-
ambientales corresponde una distribución discon- llando que no siempre se justifica creer que la
tinua de las especies, por ejemplo, de las algas competencia determina una exclusión muy intensa
feofíceas. de especies del mismo género.
Ejemplos como éstos se podrían multiplicar in- La regla de la exclusión de especies afines ha
definidamente. De hecho, los mejores ejemplos son sido desarrollada con más rigor por Gause 33, 34,
de dominio vulgar: las diversas especies de pinos 35, 36 Y Hutchinson 48, 65. En su forma extrema
suelen formar bosques unispecíficos, en cada tipo postula que si dos especies coexisten, es que ocu-
de ecosistemas hay un repertorio de «oficios» pan nichos diferentes. Pero si se le da esta expre·
-el carnívoro de tipo gato, el carnívoro mayor, sión, se convierte en una tautología: si dos espe-
etcétera (pág. 391 )-. Ecosistemas de estructura cies afines, a pesar de todo, coexisten, se supone
semejante se encuentran en distintas partes del que pertenecen a distintos nichos y la definición
mundo, con especies equivalentes, aunque algo de nicho pasa a convertirse en especulación teó-
diferentes cuando se desciende a un análisis más rica 36, 53, 91, 118.
fino. Sin embargo, las polémicas subsiguientes sue·
Las distintas formas de un grupo taxonómico len deformar las ideas de los proponentes de la
se extienden pues, en una capa tenue, general- teoría de la exclusión dentro del nicho. Hutchin-
mente unispecífica, a través de un ambiente he- son, define el nicho en el seno de un espacio
terogéneo o, si se quiere, de un conjunto de eco- ecológico cuyas dimensiones representan otras tan-
sistemas. Pueden verse algunos ejemplos relativos tas propiedades (fig. 12-17). Pero también se pue-
a ostrácodos 97, lagartos (fig. 4-19) 98 Y monos (fi- de considerar como un nodo en un sistema de
gura 20-12) 80. funciones de transferencia de energía 100. Cual-
Se acepta generalmente que, dentro de un eco- quier «cartografía» de las relaciones entre espe·
sistema limitado, las especies congéneres se ex- cies, en dicho espacio ecológico, conduce a pos·
Comoetencia 875
Tabla 20-6 de dinero y abandonan la partida al perderlo
Distribución de las larvas de cuatro especies todo. La situación final más probable es que
del díptero Chaoborus en 40 masas de agua,
quede un solo jugador en cada mesa de juego,
en Holanda. La distribución no es sensiblemente
distinta de la que se esperaría del azar, habida lo mismo que en la competencia perfecta. El caso
cuenta de la frecuencia de las distintas especies 90. varía si complicamos el modelo haciendo que
cada jugador intervenga simultáneamente en va-
Número de especies que Número de casos rias partidas que se desarrollan en otras tantas
se encuentran juntas en que esto ocurre mesas. Así ocurre en el plancton, donde en virtud
de los movimientos del agua, los jugadores (las
Una 29 especies) no tienen relaciones fijas entre sí. Es
Dos 9 fácil demostrar que un sistema de este tipo per-
Tres 2 siste más tiempo con un mayor número de juga-
Cuatro O dores y es posible construir modelos de persisten-
cia indefinida. La alta diversidad del plancton,
especialmente en aguas agitadas, ha sido designa-
da por Hutchinson 47 con el nombre de paradoja
ción de las especies. En otros términos, no hay del plancton y se refleja excelentemente en los
exclusión de las especies y así se ha probado, por espectros de diversidad (fig. 11-20).
lo menos para los géneros Ceratium y Chaetoce- En ciertos casos, la presencia de enjambres con-
ros, con un material muy extenso del Mediterrá- genéricos admite una explicación particular. En
neo y del Caribe, aunque dentro de una general las aguas rojas con Gonyaulax coexisten frecuen-
indcferencia hay un pequeño contraste entre am- temente varias especies, cuatro en la «purga de
bos géneros, con ligera tendencia a la exclusión mar» de las rías gallegas 69. Si las especies son
en Ceratium y a la asociación en Chaetoceros. más o menos tóxicas y, como es natural, cada
Las especies del fitoplancton que se encuentran especie resiste a la propia toxicidad, resiste tam-
juntas en masas de agua fertilizadas, tienen nece- bién a la de las otras especies del mismo género,
sidades semejantes y la competencia entre ellas como consecuencia de su afinidad bioquímica.
está muy atenuada. Sin embargo, con el paso del El mecanismo bioquímico de competencia actúa,
tiempo se manifiesta cierta reducción de la diver- pues, preferentemente a nivel genérico: aquí las
sidad dentro de lo que se puede considerar como distintas especies se comportan algo así como si
un mismo «nicho ecológico» (tabla 20-2). Dicha fueran morfos de una misma especie. Semejante-
reducción de la diversidad específica sería una mente, las colonias de cormoranes, de martinetes
manifestación del aumento de presión de compe- y de garcetas, por su acumulación de excremento,
tencia. Pero en el plancton raramente se llega hacen imposible la coexistencia de especies de
muy lejos. La causa se halla probablemente en otros géneros, pero permiten la vida a especies
que el movimiento del agua coloca cada peque- congéneres 110. En la sociedad humana se mani-
ño volumen de agua, sucesivamente, en condi- fiesta un alivio semejante de la competencia a
ciones distintas, modificando continuamente las través del «espíritu de cuerpo» que desarrollan
posiciones respectivas de los individuos y las determinadas profe~iones y que, a su vez, reduce
condiciones de una posible competencia. Según la eficiencia y el valor competitivo de la sociedad
Hulburt 43 la distancia a la que se extienden los más amplia a que pertenecen.
efectos de una célula algal planctónica, que ab- Las aguas dulces, y especialmente las ácidas,
sorbe elementos nutritivos, es tan pequeña que la ofrecen ejemplos donde la formación de enjam-
superposición de dichas zonas correspondientes a bres de especies congéneres llega a la exageración.
células contiguas, es decir el comienzo de aquella Los géneros Oedogonium, Tribonema, muchas
situación en que unas células quitan el alimento a zignemales, Trachelomonas, Phacus, etc., están
otras, no aparecería más que a densidades de generalmente representados por muchas especies
300 000 células por mililitro. Si fuera así, la com- próximas, que viven juntas. Este fenómeno alcan-
petencia directa tendría un papel insignificante za características extremas en las desmidiáceas. En
en la regulación de las poblaciones pelágicas. Pro- las aguas ácidas, principalmente en turberas, se
bablemente esta imagen no es muy correcta, por- pueden encontrar juntas docenas y docenas de
que 10 que se debate es la supervivencia de po- especies de los géneros Cosmarium, Closterium,
blaciones, con unas determinadas propiedades en Staurastrum y otros. Se trata de especies suma-
cuanto a la utilización de los nutrientes del medio mente parecidas y entre las que no se conocen, y
(fig. 13-12). Tal vez el enfoque más instructivo con- apenas cabe imaginar, diferencias ecológicas im-
siste en comparar las distintas especies que compi- portantes.
ten con los participantes en un juego en que los Las algas filamentosas de los grupos de las
jugadores disponen de la misma cantidad inicial zignemales, edogoniales y heterocontas se pueden
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EL ECOSISTEMA
EN EL TIEMPO
Fluctuaciones
681
ralmente se parte del deseo de encontrar perio- 3,6...; Y así sucesivamente. El diagrama que ex-
dicidades, o de expresar la serie como una suma presa la relación entre los coeficientes de correla-
de funciones periódicas. La primera etapa de la ción obtenidos y el valor de k constituye el co-
investigación suele consistir en la construcción rrelograma 39 (fig. 22-1). El procedimiento resulta
de un correlograma o periodograma. Se basa en prolijo para cálculo manual, por lo que se idea-
encontrar el valor de la correlación entre térmi- ron dispositivos analógicos eléctricos 36 y mecáni-
nos -relativos a censos de una especie o de va- cos 32 que han quedado ya anticuados por las
rias especies- de la serie, separados entre sí por modernas computadoras, que permiten calcular
un período fijo k. Así, para k = 2 se estudiará la con comodidad los correlogramas. Otro procedi-
correlación entre todos los pares de valores que miento sencillísimo 6 consiste en sumar la serie
corresponden a censos que distan entre sí dos con sí misma, corriendo 1,2, 3... lugares y viendo
unidades de tiempo, es decir, los que ocupan los si en las sumas se refuerzan ciertos períodos.
lugares 1,3; 2,4; 3,5; 4,6 ...; para k = 3, hallare- Véase el ejemplo de la tabla 21-1.
mos la correlación entre los términos 1,4; 2,5; Este ejemplo, a pesar de su modestia, ilustra un
Tabla 21-1
Busca, por simple sumación, de la existencia de periodicidad en la producción de fitoplancton
en aguas de Castellón 24. La serie fundamental consiste en valores relativos proporcionales
a las cantidades de fitoplancton en años sucesivos (1951 a 1963). Las cifras se refieren
a la cantidad media de clorofila a en superficie, en mg m- l , los meses de febrero y marzo.
0,35 0,14 0,23 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
k=2 0,23 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
0,58 0,38 0,56 0,38 0,59 0,38 0,48 0,43 0,30 0,26 0,41
0,35 0,14 0,23 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
k=3 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
0,59 0,47 0,37 0,50 0,57 0,36 0,45 0,32 0,29 0,52
0,35 0,14 0,23 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
k=4 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,)9 0,08 0,07 0,33
0,68 0,28 0,49 0,48 0,55 0,33 0,34 0,31 0,55
0,35 0,14 0,23 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
k=5 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
0,49 0,40 0,47 0,46 0,52 0,22 0,33 0,57
0,35 0,14 0,23 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
k=6 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
0,61 0,38 0,45 0,43 0,42 0,21 0,59
0,35 0,14 0,23 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
k=7 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
0,59 0,36 0,42 0,32 0,40 0,47
0,35 0,14 0,23 0,24 0,33 0,14 0,26 0,24 0,22 0,19 0,08 0,07 0,33
k=8 0.22 0,19 0,08 0,07 0,33
0,57 0,33 0,32 0,31 0,66
Fluctuaciones 883
Figura 21-1 Ejemplo de fluctuaciones con posible regularidad aparente, sacadas de una
serie al azar. La linea inferior une valores sucesivos de una serie de valores sacados
de una tabla de números al azar. La linea superior, que parece describir fluctuaciones
más regulares, se ha formado por combinación de los términos de la primera serie al azar
de la siguiente manera Nt=nt+ 2/ 3nt- 1 + (2/3)2nt-2 + (2/3) 3nt-3
Fluctuaciones 685
toda clase de sistemas compuestos de partes hete- Por otra parte, la dependencia estadística entre
rogéneas. Los ritmos (de 11 años) en la actividad variables puede estudiarse sin ninguna referencia
de las manchas solares dependen del tipo de a ciclos regulares (pág. 409).
interacción entre la fotosfera solar y porciones
más interiores, etc., de modo que toda la ritmi-
cidad del universo parece ser de tipo estadístico FLUCTUACIONES ATRIBUIBLES
y basada en la forma de componerse u organi- A INTERACCION ENTRE ESPECIES
zarse sus elementos, es decir, de base estructural.
No parece, por tanto, muy correcto hablar, en En el capítulo 19 (pág. 648) se han comentado
el contexto ecológico, de fluctuaciones o ciclos fluctuaciones periódicas observadas en diversas
falsos, aparentes o estadísticos, por la dificultad especies de mamíferos y aves, principalmente de
de encontrar ritmos de referencia que no posean regiones nórdicas, y que se han intentado explicar
dicha calidad. Este punto de vista nos prepara por interacción entre poblaciones de presas y
para esperar cierta variabilidad en las fluctuacio- depredadores, según el modelo de Lotka y de
nes de tipo estadístico y para aceptar la conve- Volterra. De ordinario, se reconocen dos tipos
niencia de no analizar inmediatamente todas las de ciclos, uno de período corto, de unos 3 años,
fluctuaciones como una suma de oscilaciones. y otro largo, de alrededor de los diez años, que
El análisis de Fourier constituye un recurso po- algunos autores consideran como muy generali-
deroso; pero es difícil concebir los fenómenos zado entre los vertebrados 16.
biológicos como resultado de una sumación sim- La detección de ciclos de período corto, de unos
ple de ciclos diversos. Aparte y por encima de la tres años, a base de censos anuales, es muy inse-
suma de series independientes, cualquier situación gura. Cualquier tabla de números al azar permite
actual es determinada por el estado anterior del calcular un «ciclo medio» no distinguible clara-
sistema. Ejemplos típicos y criticables de análisis mente de tres -dada la longitud de las series
de fenómenos biológicos por sumación de ciclos con que de ordinario se trabaja- y en este sen-
son las curvas usadas para describir variaciones tido Cole 7 ha criticado adecuadamente la admi-
en el espesor de los anillos anuales de crecimiento, sión de tales ciclos, sin más pruebas. Basta una
en árboles de Escandinavia 26, Yque se aplicó tam- ligera autocorrelación, la dependencia de la pobla-
bién a las fluctuaciones en la cantidad de bacalao ción actual de la del año pasado, para que unas
pescado en las islas Loffoden. Se mencionaron, fluctuaciones totalmente al azar se conviertan
a este respecto, ciclos de 2 3/4, 5, 8, 11, 17 1/2, en ciclos de 3 ó 4 años de período medio, sin
23 Y 57 años. necesidad de formular un modelo de interacción
Usar la suma de un gran número de ciclos para entre depredador y presa para explicarlo.
reconstruir una curva equivale a emplear series Las fluctuaciones de período más largo son más
de Taylor para ajustar una función de la que se ciertas; pero es dudoso que reposen solamente
conoce determinado número de puntos. Siempre, en dicho modelo de interacción: probablemente
n datos se pueden ajustar perfectamente con n-l hay un ajuste o interferencia con fluctuaciones
ciclos; con un número menor de componentes se irregulares del ambiente, como se comentará más
obtiene un ajuste menos perfecto, pero a veces adelante.
aceptable por el biólogo. En la práctica, el orden Son muchas las especies, de vida breve, que
de filtrado o extracción de ciclos afecta al residuo muestran fluctuaciones anuales de población. De
y a su interpretación. Por otra parte, raramente ordinario se relacionan simplemente con el ciclo
se dispone de series extraordinariamente largas. anual en la variación de los factores ambientales,
En todo caso, la piedra de toque es la predicción. sin buscar explicaciones suplementarias. En este
Si la adición de nuevos datos obliga a renovar caso, algunos autores (Schwerdtfeger, por ejemplo)
totalmente el sistema de ciclos, es mejor empren- hablan de oscilaciones. En las especies de vida
der otro camino. larga, estos cambios anuales significan simples
Todas estas realidades nos obligan a desconfiar cambios de actividad o localización; sólo para los
extraordinariamente de métodos de filtrado y ajus- de duración intermedia de la vida cabe pensar en
te o suavizado, aplicados a series en el tiempo. la posible interacción de tipo depredador/presa
como reforzador de fluctuaciones anuales. Para
Es práctica frecuente sustituir un valor n, por otro
que ello sea así, es decir, para que generen un
calculado según la expresión
n'_1 + n, + n'+1 oscilador de un año de período, se requiere que
3 sus características demográficas guarden cierta
o por otra de las numerosas fórmulas recomenda- relación; concretamente, el producto del tiempo
das. Con este proceder se puede conseguir hacer en meses en que la presa puede duplicar su pobla-
aparecer regularidades completamente fantásticas ción por el tiempo que tarda el depredador en
y es un método que debe proscribirse en ecología. reducir la suya a la mitad ha de ser de 1 3/4
o
~ Las ninfas jóvenes
penetran en el suelo
~
Cigarras (ninfas)
subterráneos
Fluctuaciones 687
en ellas pueden existir diferencias según las áreas cigarras. La estrategia de defensa se basa en
geográficas. adquirir un largo ciclo vital y en concentrar la
En otros peces, como en el arenque, los estu- emergencia en uno de los 13 ó 17 años. Adviér-
riones y quizá la sardina, existe una diferenciación tase que se trata de números primos y, por tanto,
en subpoblaciones que se mantienen separadas no pueden ser abarcados por ciclos más cortos
por la fecha de su reproducción. Se manifiesta y repetidos de posibles par~sitos, parasitoides o
cierta competencia entre estas subpoblaciones, la depredadores. En la determinación del mecanismo
misma que existe entre los morfos de una especie de estos ciclos, por lo tanto, no sólo interviene la
polimorfa (pág. 278), Ydepende de cambios en las posible competencia entre subpoblaciones de una
condiciones ambientales. En realidad, la fragmen- misma especie, sino también interacciones con
tación de la especie en subpoblaciones o morfos otras especies, si bien el carácter de esta inter-
tiene el sentido de adaptación a las fluctuaciones acción se manifiesta de manera negativa, esqui-
ambientales. Si algunas de las subpoblaciones vándola. La evolución ha conducido a prolongar
persisten siendo más o menos importantes, por su el ciclo vital, en contraposición a otros factores
inercia demográfica, el fenómeno se manifestará de cambio: si imaginamos una distribución nor-
en forma de fluctuaciones de población total. mal de la importancia numérica de subpobla-
No es seguro, pero es probable que éste sea un ciones en una corta serie de años sucesivos,
factor causal asociado con las fluctuaciones de cualquier acción de parasitoides o depredadores
las especies mencionadas de peces. sería más eficiente en cortar la «cola» de la
Relaciones análogas se encuentran en insectos distribución que la cabeza, porque el número
y son particularmente perceptibles en las espe- de aquéllos aumentaría después de los gran-
cies cuya fase larvaria dura varios años, por des máximos de la población de cigarras, de
ejemplo, en el escarabajo de San Juan (Melolon- manera que su acción tendería a hacer más corto
tha), con 4 años de vida larvaria, de forma que el período de las fluctuaciones principales; peró
se generan y perduran diferencias importantes este efecto no predomina. Puede tener interés
entre clases sucesivas. recordar que la biomasa de estas cigarras es ver-
Más complicada es la situación en las grandes daderamente notable, pues se dan cifras medias
cigarras americanas de larga vida, como Magici- de 45 000 a 65 000 individuos por hectárea, aun-
cada septendecim 21 y formas próximas, que nos que la producción que representan es relativa-
ofrecen un ejemplo de cómo se engendran fluc- mente baja por la prolongada duración media de
tuaciones de un número primo de años. Las ninfas su vida.
hacen vida subterránea, alimentándose de la savia
de las raíces de árboles caducifolios (fig. 21-2).
Hay muchas especies de este grupo, generalmente FLUCTUACIONES ATRIBUIBLES
de vida corta, que siempre tienen una abundancia A IMPACTOS AMBIENTALES
media; pero las típicas «cigarras periódicas» se DE DISTRIBUCION IRREGULAR
caracterizan por que la aparición de los insectos
adultos varía enormemente de año en año y, de Entre las polémicas de mayor vitalidad dentro
ordinario, de entre las distintas subpoblaciones de la ecología, ocupa un lugar destacado la que
paralelas, nacidas cada una con un año de dife- gira alrededor del tema de la regulación de las
rencia, hay unas pocas subpoblaciones o una sola poblaciones. Las posiciones extremas, como suele
subpoblación que predomina grandemente sobre ocurrir en casi todas las polémicas que se polari-
las otras. De aquí que desde hace tiempo hayan zan, son en realidad insostenibles. Una de estas
atraído la atención de los naturalistas. El motivo posiciones extremas consiste en considerar al eco-
de distribución es complejo, porque aunque pre- sistema como un perfecto mecanismo cibernético,
domina localmente una sola subpoblación. cuál casi como un superorganismo, dotado de gran
sea ésta precisamente, es decir, a qué año corres- poder de regulación; la otra posición extrema con-
ponde, es algo que varía de un área a otra. La siste en ver los cambios de población como el
duración de la generación y, por tanto, la periodi- resultado prácticamente impredecible de la acción
cidad de las clases especialmente abundantes de cambios externos, principalmente de cambios
difiere según las regiones, es de 13 años en el climáticos, que ofrecen tantas posibilidades de va-
Sur de Estados Unidos y de 17 en el Norte. Di- riación como para anular el funcionamiento de
versas especies de cigarras siguen el mismo tipo cualquier mecanismo especial intrínseco a la po-
de distribución y hasta coinciden localmente en blación.
los años de emergencia masiva. En este fenómeno Un punto de vista razonable ha de prescindir
se ha visto un mecanismo de escape o para des- de exageraciones y, sobre todo, saber combinar
pistar a los depredadores, impidiendo que man- las distintas causas de variación. En sistemas con
tengan una población propia que explote a las pocas especies es indudable que el acoplamiento
350
PartJ.~ malor
300
250
200
150
100
50
44 Fluctuaciones 689
lOO ....----r-"""",rT,I---r--I-~---r--I-~----,-, ......... aumento y la pérdida. Un análisis semejante se
! Dendrollmus ;;
ha aplicado al copépodo Eudiaptomus gracilis del
5Ot+--+----tt--_+_---+---+-----+-~H
lago de Constanza 11, 12.
~p
•• oI.1 i!~ En algunos insectos de interés económico, las
20 ~-+-__;+_--n-_+_---++_'f_-+-----+-.....f_411_1 estimaciones de abundancia se extienden sobre
l
1\
t
f: ~ J
tn largos períodos y han detectado cambios de po-
blación verdaderamente fantásticos, que están en
¡í· I~ ~ \ : t: :
la relación 100: 1 y aún mayor. Véanse los ejem-
qVI 1
1 ¡I~ !! plos de Dendrolimus pini, Panolis flammea y
~ '~¡'
In~;
',:r\:, ., Bupalus piniarius en Alemania 18. Las densidades
l' N'" i\ se refieren a orugas o pupas que invernan 29, 30
(figs. 21-4 y 21-5). Se comprende que ante estas
fluctuaciones tan irregulares aparezcan serias du-
das sobre la eficacia y aún la existencia de
mecanismos de regulación, es decir, se duda del
«equilibrio de la Naturaleza». Aunque se supone
a menudo que el aumento de una población es
más gradual que su caída, y hasta se habla de un
período de latencia, en especial con referencia a
plagas del campo, en que la especie va aumen-
tando lentamente «preparándose» para una inva-
sión o aparición masiva, la verdad es que tam-
Figura 21-4 Grandes fluctuaciones en la den-
sidad de las plagas forestales Dendrolimus pini poco se manifiesta tal regularidad y el aumento
y Panolis flammea (lepidópteros), en Letzlingen, puede, en realidad, ser muy brusco.
Alemania. Las densidades se computan sobre el Sin embargo, la generalidad de las especies no
número de orugas o pupas que invernan por se comporta así y no sólo en el mantenimiento de
área. (Según Schwerdtfeger 29.)
las poblaciones dentro de límites más bien estre-
chos de variación de valores, sino incluso en la
misma persistencia de las especies puede verse
una prueba de regulación. Pero se trata de un
pecies de vida breve, en las que se reconocen argumento que no se puede apurar, pues es igual-
oscilaciones anuales, en relación con el paso de mente fácil demostrar que todas las especies se
una generación, o de unas pocas generaciones,-las extinguen dado un tiempo suficiente, lo cual está
fluctuaciones superimpuestas significan que unos comprobado con creces por la paleontología.
años la mortalidad es mayor que otros, y que la La existencia de grandes fluctuaciones irregu-
población media, o la población al final del pe- lares parece que atestigua siempre la dependencia
ríodo, como se quiera, queda a diferente nivel muy grande de uno solo o de unos pocos factores
(fig. 21-3; Parus y Coleophora laricella). Se puede clave. Toda dependencia compartida de distintas
expresar la variación como la diferencia entre el variables no correlacionadas produce forzosamen-
Tabla 21-2
Influencia de una serie de inviernos muy fríos, en Dinamarca 18a.
Tempe-
ratura Animales en 0,2 m2 de suelo
media {ndice de prado. en julio Animales en dunas
de enero de la
a marzo producción Tipula Bibio EstafiH- Bibio Myrmica
Año oC de heno Lombrices paludosa lanigerus nidos Lombrices lanigerus tul/g/nosa
normal 0,4
1937 0,5
1938 3,6 75 33 44 99 20 64 272 60
1939 3,6 40 14 42 57 18 28 273 656
1940 -3,7 23 O 5 O 34 14 O 1673
1941 -2,5 18 O 9 O 18 5 4 156
1942 -5,6 25 O 11 O 20
1943 2,5 49 3 51 O 11
---.--------_._-.--
Fluctuaciones 891
en tarde: esta renovaClOn, relacionada con la frecuencia es tal que ordinariamente se repiten
producción de agua densa y fría, determina cam- varias veces en la vida media de los individuos de
bios importantes en las poblaciones, cuyos efec- una especie -por ejemplo, los mencionados gol-
tos persisten por varios años. pes de viento en relación con la vida de los
Hay gran número de lagos meromícticos y, peces- tienen mucha menor importancia como
en ellos, un invierno muy frío determina la holo- determinantes de fluctuaciones, que la influencia
mixis (pág. 192), con dispersión de la reserva de de los inviernos fríos sobre las especies cuya vida
nutrientes acumulada en el monimolimnion y, por dura varios meses.
tanto. repercute en un aumento de fertilidad. Es- Ordinariamente es posible relacionar la inten-
tos fenómenos son sincrónicos para toda una sidad del fenómeno con su frecuencia, de manera
región. Así, los inviernos fríos en la cuenca me- que se tienen frecuencias que decrecen regular-
diterránea han hecho mezclar hasta el fondo los mente para situaciones cada vez más extremadas
lagos de Ocrida en Yugoslavia y Maggiore en (lluvia, frío, sequía, etc.). Este germen de regula-
Italia, a la vez que han determinado una fertilidad ridad puede incorporarse en los modelos de pre-
también mayor para las aguas del Mediterráneo. dicción.
Los efectos han sido similares sobre la fertilidad En los comentarios que anteceden se ha hecho
de todos estos ecosistemas acuáticos. si bien a notar la sincronización de fluctuaciones en ecosis-
través de un mecanismo un tanto distinto. temas distintos, por mecanismos también diferen-
Existen otros factores de acción discontinua e tes, aunque regidos por un solo factor clave; en
irregular, cuya ley de probabilidad es distinta, y el ejemplo debatido se trataba de los inviernos
que son mucho más frecuentes que los años fríos. fríos. Hay una cierta probabilidad, aproximada-
Pueden ser, por ejemplo, vientos muy fuertes que mente constante, de que un invierno sea frío y es
mezclan con intensidad el agua. Como es natural, verosímil que, en virtud de osciladores a escala
los efectos de estos factores son diferentes según planetaria (pág. 685), exista cierta probabilidad
cuál sea la duración de la vida de las especies a de que el número de los años que transcurran
las que afectan. Acontecimientos irregulares, cuya entre inviernos particularmente fríos no se aparte
130° 130°
25° 25°
(J)
Figura 21-7 Distribución y abundancia relativa de las larv~s d.e sardina, Sar~inop~ .
coerulea, y anchoa, Engraulis mordax, en las costas de Callforma y en dos a.nos dlstm~os.
Capturas acumuladas por series de pescas. La población de anchoa se. mant~en~ o extIen-
de, mientras que la de sardina declina. (Según E. H. Ahlstrom, U.S. Flsh. Wlldhfe Serv.,
Spec. Sci. Papo Fish., 534:1-71, 1966.)
25
IV
20 111
59 61 63 65 67
mucho de cierto valor. Son numerosos los ejem- Cuando se superponen «oscilaciones» anuales
plos de fluctuaciones marinas con cierta periodi- sobre fluctuaciones de mayor período, puede ser
cidad: en el Mediterráneo occidental han sido interesante comparar no sólo las poblaciones en
muy productivos los inviernos 1950, 1955/57, años sucesivos, sino también cómo se distribuyen
1963, 1970; la afluencia de agua cálida en las en el tiempo, es decir, si de un año a otro varía
costas del Perú, o sea el fenómeno llamado «el la fase de las oscilaciones. Hay una manera muy
Niño», tuvo intensidad grande en 1923/26, 1930/ sencilla de localizar sobre el tiempo la distribu-
31, 1939/41, 1945/49, 1951/53, 1956/57, 1964/ ción de la población de una especie cuyas genera-
65 28; las temperaturas del aire o del mar en dis- ciones se suceden rápidamente. Si los censos en
tintas localidades permiten reconocer también fluc- tiempos (meses) sucesivos 1, 2, 3 .... i, nos dan los
tuaciones cuyos máximos o mínimos distan asi- valores PI' P2' P3 ... Pi. se puede calcular un
mismo 6-8 años, dentro de otros cambios que «centro de gravedad» de la distribución (t) medi-
abarcan varias décadas 17,35. Adviértase cómo este do a partir del instante en que se empieza a con-
período de tiempo es conmesurado con las fluc- tar el tiempo:
tuaciones bastante regulares observadas en aves y
mamíferos montaraces y, por tanto, puede armoni- 1PI + 2Pl + 3P3 + ipi
zarse con aquél o recortarlo. t =
Otras fluctuaciones climáticas se cumplen sobre PI + P2 + P3 + Pi
períodos mayores, de decenas a centenares de
años, y tienen gran importancia en relación con la Hemos hablado de censos, es decir, de biomasas,
expansión o contracción del área de las especies: y a ellas se aplicará de ordinario este proceder.
pero a veces tienen manifestaciones observables Por esta razón, el momento t hallado no corres-
durante la vida de un hombre. Las fluctuaciones ponde al «óptimo» desarrollo de la especie, sino
en las poblaciones de sardinas, anchoas y otras que cae un poco más tarde. Una población alcan-
especies pelágicas llevan a hablar de crisis e indu- za su número máximo cuando su razón de incre-
dablemente se relacionan con cambios lentos de mento -máxima en el óptimo- está ya decre-
características hidrográficas. Son sorprendente- ciendo. En especies que tienen dos períodos anua-
mente coincidentes sobre amplias áreas (Europa, les de abundancia (diácmicas) convendrá calcu-
California, Japón). Fischer-Piette 15 ha señalado lar dos puntos para fijar sus oscilaciones. El valor
alternancias en la «septentrionalización» y «meri- de t es un dato útil para comparar los ciclos de
dionalización» de la fauna y flora litorales del las especies en años sucesivos 23 (fig. 21-9). Exis-
noroeste y oeste de la Península Ibérica. Este tema ten bloques de especies que se comportan seme-
se trata en otra sección (pág. 312) Y aquí se re- jantemente, adelantándose o retrasándose de ma-
cuerda simp'lemente para llamar la atención sobre nera paralela. Una rápida caída en la población
la amplitud y continuidad del espectro de fluc- de la especie se manifiesta como un adelanta-
tuaciones. miento y un gran descenso de la población media.
Fluctuaciones 693
1950
51
1951
+ + 52
1952
+ + + + 53
1953
+ + + 54
I I
1954
+ + + 55
I I
1955 56
Julio Junio
Figura 21-9 Diferencias interanuales en los ciclos de diversas especies del fitoplancton
del Mediterráneo occidental. Para cada especie y año se representa el centro de gravedad
alrededor del que se distribuye la biomasa anual. (Según Margale! 23.)
El momento del ciclo anual en que se observa la lificar de estable si repetidos censos, hechos en
máxima abundancia de la especie (fig. 21-10) pue- distintos momentos, revelan aproximadamente la
de mostrar fluctuaciones o tendencias de largo misma composición. Sin embargo, en física y aún
período. en el lenguaje cotidiano, la calificación de estable
Desde el punto de vista de las técnicas de aná- implica algo más o algo distinto. Un sistema es
lisis, conviene señalar que las causas de fluctuacio- estable si, desviado del estado estacionario en que
nes tienen frecuentemente la forma de impactos permanecía, desarrolla fuerzas que tienden a vol-
discontinuos (golpes de viento, inviernos fríos, verlo a llevar a su condición original. Pero tanto
sequías) que son sustancialmente asimétricos, pues el concepto de estabilidad como el de regulación
actúan sobre una determinada población de forma no quedan muy precisos. Ashby 2 señala que la
que la acción de uno de aquellos impactos se noción de estabilidad implica algo relacionado
inicia bruscamente, pero no es instantánea, sino con el hecho de que, a pesar de que el sistema
que se puede considerar que va seguida de unos pasa por una serie de cambios, hay algún aspecto
efectos que se extinguen más o menos lentamente de él que no cambia, de forma que cualquier
(fig. 21-11). Su análisis, por tanto, no puede ser declaración sobre las condiciones generales a las
abordado a través de la sumación de ondas sinu- que se ajustan las interacciones propias del siste-
soidales simétricas y periódicas. ma es una declaración que se refiere a la estabili-
dad. Un conjunto de estados interconvertibles,
pero que no generan nuevos estados fuera de
ESTABILIDAD
este conjunto, es otro elemento a tener en cuenta,
Se puede y se suele decir que una población así como la existencia de otro conjunto de estados,
que fluctúa poco, y entre límites muy próximos, alrededor del primero, a los que el sistema no
es estable. La estabilidad es, pues, una caracterís- pasa de manera espontánea; pero, si es llevado
tica descriptiva de las poblaciones; pero también allí por alguna «perturbación», retoma al primer
se puede usar y se ha usado para significar el conjunto de estados interior (fig. 18-14). Si el
conjunto de propiedades, de mecanismos, que sistema se lleva fuera de este segundo conjunto,
hacen que una población determinada se com- resulta imposible predecir lo que va a pasar. En
porte como estable. Finalmente, en cualquiera de términos cibernéticos, un sistema de este tipo de-
estas dos formas el concepto se puede aplicar, bería contener una mayoría de circuitos recu-
sea a cada población unispecífica, sea al conjunto rrentes negativos o estabilizadores.
de poblaciones que forman el ecosistema. Pero a La representación por un grafo, o ¡1or un con-
este nivel, el concepto de estabilidad resulta bas- junto de circuitos recurrentes, equivale a la re-
tante confuso. presentación habitual del ecosistema por un siste-
Para un naturalista, un ecosistema se puede ca- ma de ecuaciones diferenciales, introducido y
60
55
Figura 21-10 Fluctuaciones interanuales (1948 a 1969) y
estacionales (meses, en abscisas) en la abundancia de los copé-
50 podos Calanus finmarchicus en el Area e 2 y Acartia clausi en el
Area e 5, según recolecciones hechas con el registrador continuo
de plancton ((igs. 10-8 y 10-9). Los tres niveles de densidad
45 marcados corresponden a 40, 87 Y 195 individuos por muestra
en Calanus y a 48, 185 Y 594 en Acartia. Las lineas paralelas
40 indican la tendencia general: ciclo estable en Calanus y ten-
dencia a anticiparlo en Acartia. Los años de máxima abundancia
35
se repiten con una periodicidad aproximada de 5 o 6 años.
(Scottish Mar. 8iol. Ass., Annual Report 1970-1971: 1-79,
20 10 10 1971.)
Fluctuaciones 695
tiempo---
tasa de aumento (r) sobre las que basan su ven- tido, una especie que puede cambiar su reglmen
taja competitiva en la resistencia (K). Es posible alimentario de acuerdo con el alimento disponible
que, algunos de estos cambios duraderos, den lu- amortigua cambios previsibles y contribuye a la
gar a una estructura tan diferente de la inicial que estabilidad. La menor eficiencia que resulta de
uno se puede preguntar si está justificado seguir su menor especialización es el costo de esta pro-
hablando del mismo ecosistema; sin embargo, el piedad estabilizadora. Los animales estenófagos
mecanismo de mantener cierto grado de comple- son más eficientes; pero las comunidades forma-
jidad actúa siempre de la misma manera, como das por especies eurífagas admiten mayores fluc-
iguales son las limitaciones impuestas por los tuaciones ambientales, sin derrumbarse.
ciclos materiales y energéticos, de manera que Cierto tipo de relaciones tróficas muy indiferen-
las propiedades fundamentales de todo ecosiste- ciadas como, por ejemplo, la vía detrítica, pueden
ma, por lo menos, se conservan. ser muy importantes para estabilizar los flujos
Entrevemos qu~ la definición de estabilidad en el ecosistema. La movilidad de los animales
es función de los caracteres por los que tenemos o la existencia de un sistema de transporte eficaz
interés. El taxónomo considera estable un ecosis- compensa diferencias locales y es otro factor
tema si siempre muestra las mismas especies. estabilizador.
Sin embargo, un ecólogo más interesado por la Tanto una como otra característica son necesa-
estructura abstracta y el dinamismo del ecosiste- rias para la supervivencia y, en la realidad, las
ma, considerará estable un sistema que consigue condiciones en que ha evolucionado el ecosistema
mantener una biomasa similar y una producción conducen a un equilibrio. Así, por ejemplo, los
similar, aunque el conseguirlo, frente a cambios medios que experimentan fuertes fluctuaciones
reiterados del medio, implique alterar continua- (plancton, tierras árticas) favorecen la estabilidad
mente las proporciones de las distintas especies. en el sentido indicado, a expensas de la eficiencia.
Más próximo a este segundo concepto, aunque Según MacArthur, es posible dar una medida
un poco intermediario, es el uso de la palabra cuantitativa de este tipo de estabilidad: es la
estabilidad por MacArthur, por lo menos en su posibilidad o libertad de escoger entre distintas
publicación de 1955 22, 10. Según él, una comuni- vías tróficas. El valor sería mínimo en una red
dad se puede calificar de inestable si el cambio trófica totalmente definida y aumentaría con el
en el número de individuos de una especie con- número de posibilidades y con las probabilidades
duce a cambios en otros elementos del ecosistema, asociadas a ellas. MacArthur propone usar la
y de estable si aquel cambio es «absorbido» de expresión que conocemos de la diversidad S ==
algún modo y se propaga poco a través de las = - IPi log2 Pi como medida. Si no hay elección
estructuras vecinas del ecosistema. En este sen- posible, Pi = 1 Y la estabilidad es cero; si hay
Fluctuaciones 697
profundamente alterados por el hombre 9, mien- diversidad y S la persistencia formulada como
tras que la composición de ecosistemas muy ricos más arriba, la expresión D - (1 / S) es una medida,
en especies permanece relativamente más igual a mejor que la simple diversidad, de la capacidad
sí misma. Explicaciones más formales se encuen- real de un ecosistema como vehículo de organi-
tran con facilidad. Básicamente todas ellas van a zación o canal de información (pág. 380).
parar a considerar que la estabilidad es función
de una red de dependencias mutuas muy compli-
cada. Sabemos que una variable dependiente de Variación latitudinal en la intensidad
diversas variables independientes entre sí, es tanto de las fluctuaciones
menos variable cuanto mayor es el número de las
variables de que depende (pág. 683) Y este prin- Las fluctuaciones de las poblaciones unispecí-
cipio, que se ha aplicado principalmente a la ficas son especialmente notables en las plagas de
dependencia con respecto a variables ambientales, monocultivos, agrícolas o forestales. También las
se puede aplicar también a las ecuaciones diferen- áreas nórdicas suministran el mayor número de
ciales que expresan los cambios de cada especie. ejemplos de fluctuaciones aproximadamente regu-
Cuanto mayor sea el número de especies de las lares. Finalmente, las especies propias de áreas
que depende el cambio -y cuanto más indepen- áridas o desérticas se caracterizan por fluctua-
dientes sean unos de otros los números de indi- ciones sumamente irregulares. No es ninguna ca-
viduos de dichas especies- tanto más amorti- sualidad que los ecólogos que se han inspirado
guadas son las fluctuaciones, por lo que se puede en el estudio de las zonas áridas (Israel, Austra-
decir que los sistemas con muchas especies o, lia) estén poco dispuestos a aceptar cualquier
por lo menos, los sistemas con muchas inter- regulación intrínseca al ecosistema y reconozcan
conexiones, cuentan con un punto de partida para más bien su dependencia de cambios climáticos
poder ser más estables o más persistentes. fundamentalmente irregulares 1, 3,4.
Sin embargo, la correspondencia entre número Se deduce que la característica con que se debe
de especies y riqueza de conexiones, expresable relacionar la estabilidad no es la latitud, puesto
por la diversidad (pág. 367) Y la estabilidad que en el desierto se tienen situaciones análogas a
(= persistencia) ni es demostrable rígidamente, ni las de la tundra a este respecto, sino el rigor y
es una tautología, sino una correspondencia que relativa imprevisibilidad de las condiciones exter-
se observa empíricamente y que presenta irregu- nas, que se manifiesta en la simplicidad de las
laridades y aun excepciones, que requieren expli- comunidades 11. Otro ejemplo interesante es pro-
caciones particulares. En medios de condiciones porcionado por el plancton, en el que se mani-
extremadas, pero constantes (manantiales terma- fiesta ciertamente un gradiente latitudinal de di-
les, por ejemplo) pueden existir comunidades muy versidad, pero asimismo gradientes transversales,
estables (persistentes), pero de diversidad muy en el sentido de diversidad creciente hacia las
baja. La evolución no ha producido un gran nú- áreas marinas de condiciones más constantes (fi-
mero de especies para ocuparlas. En otras situa- gura 11-11).
ciones, una rápida y frecuente alteración del me- En la dimensión mundial existe una correlación
dio puede conducir a situaciones de diversidad positiva muy notable entre diversidad y estabili-
aparentemente excesiva (paradoja del plancton, dad en el sentido de persistencia; pero que no se
fig. 11-20). debe aceptar como dependencia causal, ya que
La estabilidad (= persistencia) complementa a estudios a menor escala pueden señalar disconfor-
la diversidad para proporcionar una medida de 10 midades importantes, las cuales, muchas veces, se
que se puede llamar «organización». Si D es la relacionan con la organización del espacio.
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Fluctuaciones 899
22
Ritmos
701
-0.5 +0.5
o
1 •
2 •
3 •
¿--- - ...
-=============--
4 •
S
6
7
B
9
10
11 •
12
13
14
;1 :
-~-;:-.
ti ::
~~
Figura 22-1 Espectro de
~i
30
~~
:
.
•
-====_. autocorrelación de los valores
de producción de Avena
sativa, cultivada en condi-
~¡ . ciones de temperatura y luz
. iguales cada dla. Las cifras
~~
U
40
41
;~
•
•
--------_.~
:....:
------ analizadas correspondian al
peso seco a las cuatro se-
manas de desarrollo.
K en semanas.
(Según Caballero 30.)
La suspensión de actividades en coincidencia con lulas en clases, por sus dimensiones, permanece
condiciones desfavorables es un aspecto importan- constante a lo largo del tiempo. El número de
te de muchos ritmos. Es frecuente que la segrega- células puede permanecer constante o aumentar,
ción entre competidores posibles tome la forma pero en este último caso el crecimiento es gradual,
de ritmos de actividad alternativos u opuestos. sin discontinuidades; finalmente, en el recipiente
La interacción entre elementos del ecosistema se que las contiene las células muestran una distri-
basa frecuentemente en la movilidad y entonces bución vertical que permanece semejante a sí
ésta suele ser rítmica. Toda la escala de migra- misma. Otro cultivo de la misma especie ha sido
ciones aparece asociada a ritmos conmesurados sometido desde hace unos días a iluminación
en ciclo y en dimensión: es decir, las migraciones intermitente, por ejemplo, 12 horas de luz y 12
verticales suelen ser de ritmo diario, y las migra- horas de oscuridad: las células han sincronizado
ciones horizontales de ritmo más largo, a veces sus divisiones y todas se dividen de noche; por
anual. Los movimientos de los animales consti- la madrugada, el número de células es mayor y la
tuyen una especie de vibración interna del ecosis- dimensión media de las células es menor que al
tema, necesaria para el transporte trófico. Los final del período en el que han disfrutado de luz,
movimientos de los animales varían en amplitud de manera que la distribución de las células por
y velocidad. Un insecto se moverá en un terri- dimensiones y por número presenta un ritmo de
torio de unas dimensiones comprendidas entre 24 horas; en fin, las células se distribuyen verti-
1 y 10 m, un pequeño roedor entre 10 y 15 m, calmente en el recipiente de manera que, en las
un mamífero de mayor tamaño entre 1 y 10 km. primeras horas de cada día, la densidad de células
Estos movimientos contienen una parte aleatoria es mayor cerca de la superficie, que es donde asi-
y otra determinada, y su grado de superposición milan más -suponemos que el cultivo recibe la
es diverso: todo ello tiene gran importancia en luz por arriba- y donde se multiplican más
la organización espacial del ecosistema. intensamente. La distribución vertical muestra un
Variaciones rítmicas en las densidades locales ritmo sugerente de una migración vertical, pero
no son simple consecuencia de movimientos, sino es, en realidad, el resultado de la combinación
que pueden resultar de cambios demográficos, si entre una sedimentación uniforme y una multipli-
éstos son periódicos. El siguiente ejemplo plantea cación discontinua. Si existen animales en el cul-
algunos problemas de tipo general asociados a tivo, su actividad de filtración y, probablemente,
los ritmos. Supongamos dos cultivos de cierta es- su nivel preferido de residencia, estarán afectados
pecie de alga que admite una iluminación cons- por los acontecimientos rítmicos del cultivo de
tante. Uno de ellos permanece continuamente algas y, a su vez, se podrán describir como ritmos.
iluminado y las divisiones de sus células se esca- En este caso el ritmo es consecuencia de cambios
lonan al azar durante todas las horas del día. demográficos, pero no es consustancial con ellos,
Por tanto, la distribución de la población de cé- porque dichos cambios son iguales en uno y en
Ritmos 703
en estado estacionario PA = p'A' Y COMPONENTES EXOGENA
O = 0,75 PA - 0,75 PB - 0,125 Pe. y ENDOGENA DE LOS RITMOS
Se preparan las otras ecuaciones y, teniendo en Un organismo reacciona a los cambios externos.
cuenta que PA + PB + Pe = 1, se calcula la pro- Si se trata de un tipo de cambio que acontece
porción de la población que está en cada uno de frecuentemente, la respuesta adquiere un carácter
los niveles, compartimentos o estados. adaptativo en virtud de la selección natural. Tales
La falta de ritmos. es decir, la constancia en el respuestas directas constituyen frecuentemente el
tiempo de las probabilidades de transición, con- fundamento del comportamiento rítmico: por
duce a una distribución estacionaria única. Cuan- ejemplo, regulación de la actividad en función de
do estudiamos un ritmo hacemos observaciones la luz, paso a la anabiosis en protozoos, rotíferos
en distintos momentos sucesivos, y cada observa- y tardígrados al evaporarse el agua en la que
ción consiste en distribuir los individuos en «com- estaban activos, etc.
partimentos» atendiendo a la posición que ocupan En los ejemplos indicados, la respuesta guarda
-por ejemplo, en un estudio de la migración ver- una relación ecológica con la naturaleza del estí-
tical del plancton- o a la actividad que desarro- mulo. En otros casos no es así: La heterofilia o
llan. El punto de vista que interesa destacar y polimorfismo foliar de fanerógamas acuáticas tie-
que el método indicado nos facilita, consiste en ne sentido de adaptación a un desarrollo de la
sustituir la imagen rígidamente determinista de los planta en tres ambientes distintos, la atmósfera,
ritmos por una imagen estadística más flexible, la interfase aire/agua, y el interior del agua. Sin
en el sentido que lo que cambia periódicamente embargo, la inducción de una u otra forma de hoja
es un sistema de probabilidades de transición y a puede basarse en cambios de luz o de la presión
dicho cambio se ajusta gradualmente la nueva osmótica. En Hippuris vulgaris una luz de unos
distribución. Sólo de esta forma se pueden inter- 5000 lux induce brotes predominantemente acuá-
pretar correctamente, por ejemplo, las migracio- ticos; la luz de 10000 lux hace que se produzcan
nes verticales del plancton. Un modelo determi- brotes con hojas aéreas 88. En Marsilea drummon-
nista exigiría que los individuos de una misma di, se inducen formas terrestres aumentando, con
especie se movicran en bloque arriba y abajo; glucosa, la presión osmótica del agua 4. Los pe-
pero la obscrvación muestra una distribución mu- dúnculos de las flores femeninas de Vallisneria se
cho más confusa, en la que lo único registrable hacen mucho más largos cuando hay poca luz, de
son los cambios en la posición del máximo de la manera que resultan más largos de lo necesario
densidad dc población. para alcanzar la superficie del agua. En todos
El grado de determinación se puede expresar estos casos hay habitualmente una asociación
aplicando la fórmula de Shannon-Weaver, que ya entre el estímulo eficaz y el cambio respecto al
conocemos, de la diversidad, - I.p¡ log Pi, a los cual tiene sentido la morfosis producida. En efec-
valores de la matriz de transición o a los de to, la superficie del agua se caracteriza por una
PA' Pn, etc., en estado estacionario: el máximo mayor luz y el riesgo de desecación. Es como si el
valor absoluto de dicha medida, la mayor inde- organismo seleccionara, de entre una serie de es-
terminación, se tiene cuando en equilibrio la pro- tímulos que van asociados, el más seguro y más
babilidad de cada uno de los niveles o estados fácil de percibir. Ello es sostenible en tanto no
es igual, y la mayor determinación cuando la se quiebre la asociación entre dichos estímulos
aplicación de dicha fórmula da un valor cero y -que es lo que el hombre hace artificialmente,
corresponde a una inmovilidad total o a un movi- iluminando, por ejemplo, brotes sumergidos con
miento rigurosamente determinado (al pasar del una intensidad no usual.
tiempo t al t + 1, el 100 % de los individuos La puesta de los Balanus (cirrípedos) está sin-
pasa del estado A al B, o todos ellos quedan en cronizada con el desarrollo de un plancton de
el estado A, etc.). diatomeas, del que se alimentarán las larvas 11.
En realidad, todos los ritmos encierran compo- La relación se establece del siguiente modo: la
nentes deterministas y aleatorias. Recuérdese el expulsión y el avivamiento de los huevos son
caso del plancton. La turbulencia del agua repre- inducidos por una sustancia que puede extraerse
senta una componente aleatoria, la sedimentación del tejido de los animales y que éstos sueltan con
del fitoplancton o los movimientos orientados de los excrementos cuando están bien nutridos 38:
los animales, una componente más determinada, alimentando adecuadamente bálanos en invierno
los cambios demográficos, a su vez, aparecen aso- se puede provocar la emisión de nauplios 11. En
ciados con ciertos compartimentos (ejemplo del algunos estuarios cuya agua lleva siempre muchos
fitoplancton mencionado anteriormente), en el detritos, se produce esta sustancia fuera de tiempo
sentido que la reproducción es más probable en y la puesta se estimula, para malograrse, pues no
unos niveles que en otros. se ajusta a las condiciones en relación con las
Figura 22-2 Ritmo en la intensidad de la luz producida por excitación de las células
en un cultivo de la dinoflagelada Gonyaulax polyedra. (Según J. W. Hastings
y B. M. Sweeney, Biol. Bull., 115:440-458, 1958.)
cuales este mecanismo ha sido integrado por la tintos elementos del sistema biológico, cuyo con-
selección natural 38. junto tiene las propiedades de un oscilador 53,115.
Estos ejemplos ilustran sobre las muchas moda- Esta afirmación, de momento, es una hipótesis y
lidades que puede adoptar una respuesta indirecta. las pruebas a su favor son indirectas. En todo caso,
Adviértase, dentro de otro nivel, su paralelismo se trata de un aspecto de la fisiología del que, en
con los reflejos condicionados. Cierta modalidad ecología, sólo nos interesa el hecho de que es
de respuesta es recogida por la evolución, si el capaz de dotar a los organismos de un ritmo in-
estímulo fisiológicamente eficaz y el cambio res- terno aproximadamente constante. Los ritmos de
pecto al cual tiene sentido la respuesta van aso- período corto estarían más cerca de los mecanis-
ciados con una densidad suficiente. A ello se su- mos moleculares básicos. Realmente existen ma-
ma un criterio de eficiencia y economía, ya que, nifestaciones de ritmos de muy corto período,
en efecto, se selecciona el estímulo que reúne como en exteriorizaciones sonoras y, desde luego,
más ventajas. No es de extrañar que la longitud en la base de muchas expresiones culturales.
del día se haya elegido por muchos organismos Hay motivos para creer que las diversas combi-
como referencia fija. de preferencia a la tempera- naciones posibles de osciladon.:s intracelulares
tura, a pesar de que unos minutos más o menos pueden proveer toda clase de ritmos, pero que la
de luz poco importan en términos de flujo de selección natural ha recogido y reforzado aquellos
energía. En este sentido los organismos pueden mecanismos, o aquellos puntos en la estructura
sincronizar sus actividades con cambios externos rítmica general de la célula, capaces de propor-
que carecen absolutamente de importancia eco- cionar ritmos con sentido ecológico, es decir rit-
16gica directa -por ejemplo, las fases de la luna, mos que aproximadamente corresponden a los
y, en hipótesis, con cambios en la intensidad de la movimientos de la Tierra y de la Luna y, con
gravitación, magnetismo, etc.- pero que poseen ellos, a fluctuaciones ambientales, o proporcionan
el enorme valor de relojes universales, que penni- posibilidades de sincronización.
ten sincronizar actividades de los individuos de Es muy significativo que los ritmos verdadera-
una especie e incluso de especies diversas. mente endógenos no sean exactos. Un ritmo endó-
Existe otra posibilidad en los organismos, el geno se identifica sustrayendo al organismo a la
desarrollo de marcadores de ritmo o relojes inter- acción del factor con respecto al cual tiene sentido
nds, que representan osciladores de período defi- la actividad rítmica, y viendo si esta actividad
nido y, por tanto, capaces de anticiparse a cambios rítmica continúa por algún tiempo aún en ausen-
externos periódicos, siempre que consigan un sin- cia del factor que ecológicamente es importante.
cronismo adecuado con ellos. El tema de los relo- Un ejemplo típico es el de la biofotogénesis en
jes internos o ritmos endógenos es muy atractivo Gonyau/ax. Gonyau/ax po/yedra tiene cromatófo-
y se ha reunido sobre él una bibliografía muy ros, es autótrofo y se puede cultivar bien con la
extensa 6,7,23,25, 26,27,32, 34, 118, 119. Los relojes bio- alternancia de noche y día. En pequeñas muestras
16gicos presentan una serie de propiedades intere- del cultivo se puede medir la aptitud de las célu-
santes: son poco sensibles a los cambios térmicos las para emitir radiaciones luminosas, principal-
y se escapan al análisis por disección, de la misma mente bajo algún estímulo mecánico. En un cul-
manera y aún en mayor grado que descomponien- tivo normal, la curva que expresa la capacidad
do un reloj no encontramos una pieza exclusiva- de emisión de luz muestra un ritmo regular: es
mente responsable de su marcha. máxima por la noche y desciende a valores muy
En realidad, resultan de la interacción entre dis- bajos en pleno día 17b, 65,110,117,118. En su fase
46 Ritmos 705
a cierto parámetro físico desconocido y de ritmo
cósmico definido.
Para poner de relieve que el período de estos
ritmos endógenos no es exactamente de un
día, sino aproximadamente de un día, muchos
autores prefieren hablar de ritmos circadiarios y
no de ritmos diarios, lo cual es baladí, puesto que
dichos ritmos tienen importancia ecológica sólo
en cuanto pueden ser diarios. La duración del
día ha variado en el tiempo. La observación de
Figura 22-3 Sencilla disposición experimental estructuras rítmicas de componente diaria y anual
para registrar la actividad de cangrejos. Cada
recipiente de plástico está apoyado en un saliente en las calizas depositadas por madréporas 113. 130
central; al moverse el cangrejo hace que el reci- confirma el supuesto frenado de la rotación de la
piente se ladee, lo que activa un pequeño con- Tierra por las mareas. A principios del Cámbrico,
mutador. Con muchos dispositivos semejantes se hace unos 600 millones de años, la longitud del
puede estudiar estadísticamente la distribución
en el tiempo de la actividad de muchos cangre- día era de 1/425 de año, y su duración ha aumen-
jos. (Según Brown, Hastings y Palmer 23.) tado paulatinamente, siendo de 1/371 de año en
el Cretácico (hace 65 millones de años), hasta
el 1/365 actual. Se comprende que un ritmo cir-
cadiario nunca se ha podido basar en una medida
absoluta de tiempo. Hubiera sido un mal negocio
«nocturna» una célula emite de 400 a 1000 veces para los organismos adoptar un reloj demasiado
más fotones por estímulo unidad que «de día». invariable y exacto.
Este ritmo no es una respuesta directa de las célu- Una de las características esenciales de los me-
las a la presencia o ausencia de luz, sino que tiene canismos rítmicos endógenos es la existencia de
otro fundamento. Si las células se mantienen bajo un doble mecanismo, un marcador de tiempo o
iluminación constante, el ritmo se mantiene igual reloj, que funciona de modo aproximado, y un
durante largo tiempo; si se pasan a la oscuridad mecanismo de poner a hora (<<Zeitgeber»). El des-
total, también se mantiene, pero sólo por unos po- vanecimiento de los ritmos en poblaciones mante-
cos días, hasta que se desvanece. El ritmo de pro- nidas bajo condiciones constantes, no sólo en
ducción de luz en Gonyaulax tiene otra complica- unicelulares como Gonyaulax, sino también en
ción; en efecto, una cosa es la intensidad de los plantas superiores, como Kalanchoe, donde se han
destellos emitidos bajo el estímulo de los impactos estudiado en los movimientos de las flores, cuyo
mecánicos (agitación y choque de las células) y ritmo persiste aun después de separadas de la
otra cierta luminosidad más débil y continua, que planta 134, se debe más bien a que se manifiestan
también se da por la noche, pero que tiene el los efectos de una desigualdad de período en cada
máximo de intensidad más tarde, muy pasada individuo, de manera que las curvas que dan la
medianoche. En los cultivos bajo luz constante, en distribución en el tiempo de actividades equiva-
los que el ritmo persiste por mucho tiempo, se lentes en distintos individuos se aplanan. Pero
observan desviaciones ligeras del ritmo normal basta suministrar un estímulo eficaz, por ejemplo,
de 24 horas, desviaciones que están influidas si se trata de material tenido persistentemente a
por la temperatura, aunque en grado mucho me- la oscuridad, iluminar brevemente, para que los
nor y no de la manera esperada del efecto acele- ritmos de los distintos individuos se sincronicen
rador habitual de la temperatura sobre el meta- y aparezca un ritmo normal. En Gonyaulax el
bolismo. En realidad, los ritmos internos son muy espectro de acción de la luz eficaz para la puesta
poco afectados por la temperatura (tabla 22-1) en hora es como el de la clorofila, pero con
Y no cabía esperar otra cosa, pues para que ten- alguna pequeña diferencia; en otras plantas la
gan valor adaptativo necesitan precisamente estar luz roja es eficaz. El estímulo de «poner a hora»
asociados a algún mecanismo fisiológico particu- puede ser extraordinariamente impreciso y refe-
larmente insensible a la temperatura. Las hipó- rible a una «integración social» en general, como
tesis formuladas a este respecto no son satisfacto- en los machos de luciérnagas que centellean con
rias. Sin embargo, el carácter aproximado que ritmo, o cierta tendencia observada en grupos de
tiene esta adaptación, manifiesto en que los rit- mujeres, con notable interacción social entre
mos bajo condiciones constantes no son exacta- ellas, a sincronizar sus períodos menstruales 87.
mente de 24 horas (pág. 711) 32, hecho, por otra Si este fenómeno es general, sugiere inmediata-
parte, observado en muchos otros organismos, es mente una comparación con la estrategia humana
muy importante, porque prueba la realidad de un de medir el tiempo. En realidad, nuestros relojes
ritmo endógeno y no la respuesta del organismo representan un mecanismo auxiliar de los ritmos
Ritmos 707
da gradual sincronización de los destellos en los receptores de efectos magnéticos y gravitatorios.
machos de coleópteros luminosos (Pteroptyx ma- El ciclo de 35,5 días encontrado por Caballeo
laccae, por ejemplo) del SE de Asia o, en el hom- ro 29, 30 en numerosos fenómenos es del mismo
bre, el batir palmas por un procedimiento «demo- tipo, por su rigor, y se puede relacionar, provi-
crático» de arrastre hasta formar una mayoría. sionalmente, con la rotación de la masa principal
Los ri tmos endógenos están en la base de los del sol. Si se confirman ritmos de este tipo, extra-
mecanismos de fotoperiodicidad. En efecto, con- ordinariamente penetrantes en toda la biosfera,
seguido un ritmo razonablemente preciso, es posi- su mecanismo ha de ser muy simple, por lo mis·
ble determinar sobre él si cierto acontecimiento mo que es muy generalizado. Ligerísimas variacio-
se anticipa o se retarda, por ejemplo, si el día nes, por ejemplo, en la movilidad de protones o
se acorta o se alarga. La efectividad de este núcleos de hidrógeno, pueden influir sobre las
mecanismo se ha probado experimentalmente, so- velocidades de reacción y, por tanto, afectar a la
metiendo plantas a un período corto de luz y a materia viva de manera general. Sin embargo, es
un periodo muy largo de oscuridad, por ejemplo, muy posible que en la organización temporal del
a 10 horas de luz y a 62 horas de oscuridad, y ecosistema, tal como se compone y evoluciona,
luego interrumpiendo esta oscuridad por cortos dichos ritmos cósmicos pasen a lugar secundario,
periodos de iluminación (unos breves minutos). frente a los generados por osciladores verdadera-
Se puede conocer la respuesta de las plantas a este mente biológicos.
tratamiento, en términos de manifestaciones liga- La importancia relativa de los distintos tipos de
das ordinariamente a la fotoperiodicidad, y se ritmos puede considerarse como el resultado de
comprueba que las plantas de día corto responden la estrategia que sigue la Naturaleza, que puede
a una interrupción más tardía, es decir, que deja ser comparable a una estrategia humana 85: ima-
más horas de oscuridad continua, mientras que ginemos que deseamos cerrar automáticamente
las plantas de día largo, reaccionan a las ilumi- con llave la puerta de una casa una vez se hayan
naciones más tempranas, que terminan un período recogido dentro todos sus habitantes. Podríamos
más corto de oscuridad seguida. Es difícil com- ingeniar un mecanismo, que indudablemente sería
prender la coexistencia de osciladores indepen- complicado, y que llevara cuenta de las personas
dientes en un organismo, de manera que las que entran y que salen, vigilando su paso por
combinaciones de ciclos diarios y lunares, pro- medio de células fotoeléctricas, o bien que cerrara
pios de muchos organismos marinos, presuponen la puerta cuando el peso total que gravitara sobre
quizá relaciones de un tipo no muy diverso de las el piso correspondiera exactamente al del con-
que intervienen en el ejemplo de la fotoperio- junto de los habitantes de la casa. Este mecanismo
dicidad. debería ser capaz de adaptarse a los cambios de
El ritmo endógeno significa una variación dcli- peso que aquéllos experimentaran. Si los habitan-
ca de ciertas propiedades del organismo y la res- tes de la casa son de costumbres regulares y todos
puesta depende de la interacción entre el estado regresan, pongamos por caso, al atardecer, sería
determinado por cierta fase del ciclo y algún es- factible adoptar otro mecanismo, mucho menos
tímulo. En el caso de la fotoperiodicidad es la complicado, utilizando una simple célula foto-
interacción entre la llegada de la luz y cierta fase; eléctrica, que cerrara la puerta cuando la claridad
en animales del plancton, se tiende a buscar de- diurna descendiera por debajo de cierto límite
terminada intensidad luminosa o determinada fijado. Aún existe otro recurso más simple; si los
presión, que es función del momento del ciclo; habitantes de la casa se retiran a la misma hora,
en los animales en que los ritmos endógenos in- basta conectar el mecanismo de cierre a un reloj,
tervienen en la orientación se interpreta la posi- de manera que funcione siempre a una hora deter-
ción del sol o de las estrellas en función del mo- minada, y vigilar que este reloj marche sincrónico
mento del ciclo y así sucesivamente. con los relojes de las distintas personas que viven
Probablemente, la única posibilidad de separar en la casa.
entre ritmos endógenos y ritmos exógenos se basa Un ingeniero humano probablemente elegiría
en la imprecisión de aquéllos. Brown 20, 21, 23 es- esta última solución como la más sencilla, a no
pecialmente, ha realizado numerosos experimentos ser que se revelara plenamente inadecuada e in-
que parecen mostrar la existencia de ritmos muy ferior a otras, por ejemplo si los habitantes de la
regulares cósmicos, en la respiración de organis- casa regresan en verano más tarde que en invier-
mos diversos, persistentes y que coinciden con los no, en cuyo caso el sistema de respuesta a la
movimientos de los astros, y en material aparente- intensidad· de la luz diurna podría ser mejor
mente protegido de efectos más obvios de cam- -aunque fallaría hasta cierto punto en los días
bios ambientales (a temperatura, luz y aun presión de cielo cubiertü-, o bien si los movimientos de
controladas independientemente). La existencia de las personas son a capricho, lo que nos llevaría
estos ritmos plantea el problema de posibles a eligir la solución primera y precisamente la más
Ritmos 709
áreas próximas a los polos 123; sin embargo cual- por la capacidad de localizar por el eco; los
quier diferencia en el sentido expresado no puede recursos defensivos son diferentes que en los ani-
juzgarse desligada del hecho de la mayor comple- males diurnos. La biofotogénesis en animales
jidad y madurez general de los ecosistemas tro- terrestres sólo tiene sentido en especies nocturnas.
picales. Los animales nocturnos son extraordinariamente
En las plantas existe el ritmo básico de la asimi- numerosos: de noche se pueden observar activos
lación, acompañado muchas veces de ritmos acce- muchos seres que durante el día permanecían bajo
sorios de crecimiento (fig. 22-11) Y de otros, más piedras o enterrados en el suelo, especialmente
llamativos, en la posición de las hojas o de los en regiones áridas y muy insoladas. Son nocturnos
pétalos. Precisamente, la primera mención de un lombrices, ciertas arañas, escorpiones, carábidos,
ritmo endógeno se debe a un astrónomo francés 84, tenebriónidos, caracoles, estrigiformes, salaman-
que observa cómo las hojas de la sensitiva guar- quesas, musarañas, chotacabras, desdentados, roe-
dan su ritmo aunque la planta se mantenga bajo dores, lemúridos, etc. Del 61 al 69 % de las espe-
condiciones constantes en lo que a iluminación cies de mamíferos, promediados sobre distintas
se refiere: «La sensitive sent donc le soleil sans comunidades, son nocturnas.
le voir en aucune maniere.» La actividad de foto- Otras especies se pueden calificar de crepuscu-
síntesis de las plantas está sometida a un ritmo lares (aurorales y vespertinos), como chotacabras,
endógeno, coincidente con ritmos en la síntesis murciélagos, lepidópteros de diversas familias.
de pigmentos y, verosímilmente también, en otras Los ritmos diarios implican períodos de inacti-
actividades complementarias. Estos ritmos se ob- vidad. Los períodos de sueño de los animales se
servan con especial claridad en Hydrodictyon y ajustan a la periodicidad general, aunque los
otras algas, principalmente en especies planctó- animales no duermen todo el tiempo que perma-
nicas 41, lOó. 112, 126, 133 (fig. 13-15). En el plancton necen inactivos.
la intensidad de asimilación es máxima entre Pobladores de cuevas (Cambarus pellucidus) j
las 7 y las 10 de la mañana y suele existir una animales de grandes profundidades, algunas espe-
depresión al mediodía. ~n muchas algas hay un cies sociales (hormigas, termes) y aun diversos
ritmo endógeno de división; pero pueden existir insectos (Passalus, Carabus) distribuyen su acti-
diferencias dentro del mismo grupo; por ejemplo, vidad irregularmente y parecen comportarse como
las euglenas verdes lo manifiestan, mientras arrítmicos; pero estos casos son excepcionales.
que las especies incoloras del mismo grupo se La periodicidad diaria afecta a todos los elemen-
dividen sin ritmo 77. El ritmo de división sólo tos de una comunidad. Su actividad no coinci-
es preciso y general en la población cuando es dente conduce a una organización del ecosistema
conmesurado con la tasa de aumento 70. Si la- po- con frecuente segregación de actividades entre
blación se multiplica mucho más aprisa pueden especies tróficamente equivalentes, o sea, mani-
existir divisiones intercaladas o bien, en el caso festándose una especie de relevos 123. Si se man-
opuesto de multiplicación muy lenta, las divisio- tienen rígidos los ritmos, un ecosistema puede
nes demorarse, según las células, dos o más pe- albergar un número grande de especies que, de
ríodos. Este ritmo puede manifestarse solamente tener actividad dispersa, se comportarían como
entre determinados límites de temperatura 70. Tam- competidoras. Dicha rigidez depende del tipo de
bién está sujeto a ritmo endógeno el fototactismo los ritmos: los que implican una parte importante
de Euglena gracilis, que se mantiene, por lo menos, de respuestas directas, son algo más modificables:
dos días cuando se la mantiene en condiciones así, por ejemplo, los caracoles entran en actividad
uniformes lOS, lo mismo que la producción de luz en tiempo lluvioso y los roedores nocturnos se
por las dinoflageladas luminosas. hacen crepusculares y aun diurnos, especialmente
La organización de los animales está adaptada en días nublados, en un país en el que no tengan
a un ritmo diario de actividad. Los animales gran densidad de enemigos. Debe tenerse presente,
diurnos poseen ojos de visión cromática, en rela- por tanto, la coexistencia de ritmos endógenos
ción con los cuales tienen valor los recursos con respuestas directas. Ello tiene particular inte-
defensivos de cripsis, aposemasis y mimetismo rés cuando estas respuestas lo son a factores poco
óptico, condicionando todo ello particulares me- estudiados. Así, por ejemplo, existe una oscilación
dios de caza, defensa y orientación. La mayor diaria en la presión atmosférica, con doble onda,
parte de las aves, ropalóceros, dípteros, himenóp- cuyos máximos corresponden aproximadamente
teros, ciertas arañas (Lycosa chelata, etc.) son a las 10 Y a las 22 horas y los mínimos a las 4
ejemplos de seres diurnos. y a las 16 horas: experimentos en los que se con-
Los animales nocturnos requieren, a veces, pro- trola la luz, la humedad y la temperatura; pero
tección contra el exceso de radiación o de evapo- no la presión atmosférica, pueden mostrar la per-
ración, sus órganos de visión están adaptados sistencia de ritmos regulados por ésta 20.
a luz poco intensa y complementados a menudo El ritmo de las filarías parásitas (Wuchereria
Ritmos 711
(el «sexo») de los individuos cambia con regula- ritmos se pueden combinar con otros, por ejemplo,
ridad según un ritmo circadiario 12. La puesta en con el lunar (Clunio).
muchos animales se realiza a determinadas horas. Animales que se mueven sobre largas distan-
Muchos copépodos y posiblemente otros animales cias, con frecuencia utilizan las noches para via-
del plancton, que migran, ponen de noche, cuando jar. Así ocurre en insectos acuáticos (ditíscidos,
se encuentran más cerca de la superficie: los coríxidos, gerrísidos) y en muchas aves migrato-
huevos van descendiendo lentamente antes de rias (codorniz, rascón, curruca).
abrirse en niveles ecológicamente apropiados. Los
huevos del copépodo Calanus descienden unos 36
M igraci6n vertical
metros durante las 24 horas que tardan en avi-
varse 90: es natural que poner cerca de la super- El gobierno de la actividad por ritmos diarios
ficie tiene sentido de adaptación. Los peces pelá- tiene, frecuentemente, como resultado, la concen-
gicos que producen huevos flotantes, con grasa, tración de los individuos en estratos diferentes
que ascienden en el agua, ponen por el contrario según las horas del día. Cambios de este tipo
cuando están a cierta profundidad. Todo ello lleva existen en la fauna de pequeños artrópodos terres-
implicada la sincronización de diversas activida- tres, tanto en el suelo como entre la vegetación;
des que preceden a la reproducción, controladas sin embargo han sido poco estudiados 1, posible-
igualmente por ritmos internos 132, entre las que mente por dificultades técnicas.
se cuentan las exteriorizaciones vocales ya men- Existen migraciones horizontales de ritmo dia-
cionadas. Otra manifestación rítmica se manifiesta rio, aunque parecen tener poca importancia o
en la incubación de las aves: en las palomas, por menor regularidad. Con cinematografía lenta se
ejemplo, se sigue un horario riguroso: el macho ponen de manifiesto en el erizo de mar Diadema
incuba de la mañana a la tarde y la hembra el antillarum y en el crustáceo Clibanarius trico-
resto del tiempo. En el hombre, los nacimientos lor 63a, 114a, movimientos alternativos de agrega-
manifiestan clara periodicidad, con una mayor ción y dispersión que conducen a una periodicidad
frecuencia durante la noche; parece que existe en el grado de agregación de las respectivas po-
también una desigual densidad horaria de los blaciones. Sin embargo, las migraciones verticales
fallecimientos, con alguna regularidad; por lo han despertado siempre mayor atención.
menos así 10 señalan algunos datos estadísticos de En lo que concierne al plancton, raro es el
hospitales. libro que no destaca el interés de las migracio-
La salida de los insectos de sus pupas suele nes verticales y el material descriptivo acumulado
mostrar un ritmo diurno preciso 102: Bombyx mori es ingente. Usualmente dicho material consiste
abandona su envuelta pupal entre las 5 y las 8- h, en determinar el perfil de la distribución vertical
Acherontia atropos entre las 16 y las 19 h. Son de una especie a distintas horas del día y de la
particularmente numerosos los ejemplos que pro- noche 127. Sin embargo, la movilidad de cada uno
porcionan los dípteros: muchos quironómidos de los individuos es otra cosa y las distribuciones
emergen de noche, de lo que es fácil convencerse verticales observadas no son más que la resultante
explorando en verano con una lamparilla las estadística de aquellos movimientos (pág. 703).
aguas estancadas, pues las pupas, al ascender, son La mayor parte de los organismos fotosinteti-
atraídas por la luz; los simulíidos aparecen de zadores móviles ocupan durante el día niveles
día 76 (fig. 22-5); en Drosophila y Scatophaga se más próximos a la superficie que durante la no-
manifiestan ritmos semejantes. En Drosophila es- che; pero cada célula, por 10 general, recorre
tán bajo el doble control de la luz y de la tempe- menos de 10 metros durante 12 horas 64. Los
ratura, siendo más importante la primera 107. Estos ejemplos son numerosos, tanto de agua dulce
20
10
O 8 16 O 8 16 O 8 16. O 8 16 O 8 16 O 8 16 O 8 16 O 8 16 O h
Julio 1967 15 16 17 18 19 20 21 22
100 m
200 m
300m
19hoo 19h 50
100 m • - - .__.......~
200 m
7h30
como marina: Eudorina elegans, Volvox aureus, de su pequeñez, alcanzan velocidades entre 10 y
Gonyostomum semen, Prorocentrum micans, Gym- 40 metros por hora subiendo, y más aún bajando.
nodinium brevis, Glenodinium sanguineum, Peri- Eufausiáceos y los pequeños peces batipelágicos
dinium triquetrum, varios Gonyaulax y Ceratium. cambian de nivel a una velocidad entre 3 y 5 ve-
También se manifiesta cierta periodicidad diaria ces mayor que ]a de los organismos antes men-
en el nivel medio de residencia de elementos del cionados. En cambio los rotíferos no migran más
fitoplancton que no pueden moverse activamente, allá de 2-10 m por día 51.
como en Anabaena 120, que pueden ser más nume- La migración del plancton se puede estudiar
rosas cerca de la superficie hacia el final del día, muy bien por medio de ecosondadores (figu-
o en c1orofíceas 35 y en la diatomea Coscinodiscus ra 22-6). Precisamente después de la Segunda
bouvet 57 más densos hacia la superficie hacia la Guerra Mundial se despertó un gran interés por
madrugada. En estos últimos casos posiblemente ]a llamada capa de reflexión profunda (<<deep
se trata de la consecuencia de un simple ritmo scattering layen» que aparecía en los ecogramas
de división (pág. 710). destinados a detectar medios de navegación ene-
Es general que los animales desciendan de día migos. Su movilidad llamó la atención, sugiriendo
y se aproximen a la superficie cuando se acerca hipótesis disparatadas, aunque pronto se recono-
la noche. Esta migración vertical se observa en ció por los biólogos su relación con la migración
lagos y mares, y la manifiestan medusas, c1adó- vertical del plancton. Al caer el día, la capa pro-
ceros, copépodos, crustáceos superiores y sus lar- funda empieza a ascender, a veces descompo-
vas, quetognatos, tunicados, larvas de insectos niéndose en varios niveles, que remontan a dis-
(Chaoborus), peces y sus larvas, y, en menor tinta velocidad. Antes del amanecer, los niveles
grado, rotíferos y otros grupos. Ostrácodos, cumá- reflectantes vuelven a moverse hacia abajo. Hay
ceos, anfípodos, poliquetos y las mismas larvas que recordar que la intensidad del eco no es
de Chaoborus, que son o pueden ser bentónicos proporcional a la biomasa del plancton, pues las
durante el día, aparecen comúnmente en el planc- formas con vesículas de gas (sifonóforos, peces
ton, incluido el superficial, en las horas nocturnas. mictófidos) dan ecos mucho más intensos (pági-
La amplitud de las migraciones queda compren- na 331). El estudio, especie por especie, de la
dida entre decenas y centenares de metros, aunque migración vertical se basa sobre el análisis de
la velocidad de los individuos que intervienen en pescas hechas con red a distintas horas y a dis-
la migraci9. n puede ser muy diferente de la velo- tintas profundidades (fig. 22·7).
cidad apar~nte con que se traslada la capa más En la migración vertical del plancton se combi-
poblada. Copépodos y larvas de Balanus, a pesar nan diversos mecanismos. En Daphnia y posible-
Ritmos 713
mente en otros crustáceos 60.61 la migraclOn es cienden al rebajarla 56. En general, cuando aumen-
una respuesta directa, aunque compleja, porque ta la presión todos los animales nadan más aprisa
incluye una fotocinesis positiva combinada con (excepto quizá ctenóforos y peces) y esta baroci-
geotaxis negativa cuando las intensidades de luz nesis va normalmente asociada a una geotaxis
son bajas; si la luz se hace muy intensa, se mani- negativa 73. Las migraciones verticales se mani-
fiesta un reflejo que determina una horizontaliza- fiestan igualmente, con un período de 24 horas,
ción de la trayectoria y, en otra etapa, el des- en animales sin órganos fotorreceptores o que
censo del animal a niveles más profundos. La viven constantemente a profundidades en las que
actividad y la inhibición son independientes de la no existe luz solar, por ejemplo, en crustáceos que
dirección de la luz 63. Extirpando el ojo en Daph- migran entre 200 y 800 metros de profundidad l31.
Por otra parte, observaciones recientes hechas
con ocasión de eclipses solares prueban que la
mayor parte del plancton muestra respuesta di-
~ Cyclops strenuus (s. lat)
recta a la disminución de la luz, ascendiendo
durante el eclipse, como si hubiera llegado la
noche 9; pero no en otros casos 30a, de manera
que es posible que influya la hora en que empieza
el eclipse. En diversas especies se ha comprobado
que la profundidad modal, es decir, aquella que
divide a la población en dos partes iguales, corres-
Lago No;;r; ponde aproximadamente a cierta iluminación;
pero el valor de esta iluminación varía con el
Figura 22-7 Distribución vertical de la población curso del año, en Cyclops sfrenuus.
del copépodo Cyclops strenuus, a distintas horas, El movimiento se complica por la existencia de
en un lago del Japón. No se puede deducir una heterogeneidades en la naturaleza del medio. Gra-
migración vertical muy regular, aunque los crus-
táceos tienden a remontar al atardecer. dientes de densidad, particularmente las termo-
(Según Kikuchi en Hutchinson 69.) clinas, determinan un retardo de los movimientos
de los individuos a su nivel, con una acumulación
de los mismos. En otros casos, la termoclina
parece marcar una divisoria entre dos zonas en las
que la movilidad vertical es muy diferente. Se
nia magna se puede separar la fotocinesis del han citado numerosos casos en que la migración,
reflejo dorsal. Pero Daplll1ia magna muestra tam- en lagos, se limita al epilimnion 69 y los individuos
bién una componente endógena circadiaria 109a. confinados en el hipolimnion distribuyen su po-
Es obvio que un tipo de migración semejante, blación más bien de acuerdo con la tensión de
aunque frecuentemente con ocupación de diver- oxígeno.
sos niveles durante las horas de luz, puede re- Un fenómeno tan generalizado como es la mi-
sultar de numerosas reacciones que difieren en gración vertical con ritmo diario parece que ha
el detalle de especie a especie. En los diaptómidos, de ofrecer alguna ventaja. Se ha realizado un
la actividad filtradora los lleva ligeramente hacia esfuerzo considerable para interpretar dicha mi-
arriba, de manera que cuando filtran más y comen gración como una adaptación a la vida planctó-
más ascienden en el agua. Esto ocurre de noche. nica. Toda adaptación presupone conseguir unos
Existe ciertamente una componente debida a rit- beneficios o asegurar una supervivencia, que en
mo interno (Calanus, Daphnia) 62. Muy a menudo estos casos va ligada a un gasto suplementario de
se observa que los movimientos se inician antes energía, el necesario para mantener la migración.
de los cambios de luz, sugiriendo la realidad de un En productores primarios la migración vertical se
ritmo interno, y esto no sólo en animales, sino puede interpretar como encaminada a conseguir
también en productores primarios (Gonyosto- ocupar niveles óptimos para la fotosíntesis; el
mum). En ciertos casos es como si el ritmo endó- descenso nocturno representaría un simple relaja-
geno hiciera que los animales seleccionaran dis- miento de la actividad motora, con la ventaja su-
tintas profundidades a diferentes horas del día, plementaria de descender a niveles donde suele
guiándose por la presión. En otros casos el factor encontrarse una mayor concentración de nutrien-
de referencia puede ser la temperatura, con 10 que tes y absorber éstos en la medida en que es posi-
la migración se desbarata si aquella es uniforme ble hacerlo sin luz. Sin embargo dicha ventaja es
(Calanus). Animales del plancton son sensibles a pequeña, porque su migración abarca pocos me-
la presión: larvas de los crustáceos Macropipus y tras; apenas puede tener importancia más que en
Carcinus colocadas dentro de un tubo vertical, algunos lagos.
ascienden cuando se aumenta la presión y des- La migración vertical de los animales puede
Ritmos 715
Sperchon
setlger
50
40
\
\
\_,
30 \
\
\
\
\
20 \
\
10
............. ~'
O
O 12 24 12 24
horas
que puede representar menos del 2 por mil de que las aguas arrastran. Las algas microscoplcas
la respiración total 128. Si los animales que perma- del fondo del cauce son más móviles cuando la
necen parte de su vida en agua más fría son asimilación es más intensa, entonces pueden flo-
mayores y dan, por tanto, descendientes más nu- tar, arrastradas por las burbujas de gas que se
merosos, ésto simplemente podría compensar cual- desprenden; así se explican pulsos diurnos en la
quier mortalidad extraordinaria atribuible a la abundancia del ticoplancton arrastrado. Algo pa-
migración, como ocurre en las aves. recido ocurre con los animales, pero aquí el ritmo
También se ha interpretado la migración como es inverso; en efecto, muchos animales de los
mecanismo defensivo, en el sentido que durante arroyos permanecen de día bajo las piedras y de
las horas de luz, en que podrían ser más fácH- noche son más activos y se mueven sobre ellas,
mente vistos por sus depredadores, los animales de manera que la probabilidad de ser arrastrados
se dirigirían a capas más profundas. Esta hipóte- por la corriente es mayor durante la noche que
sis parece más verosímil si se piensa que en durante el día. Por tanto, los arrastres de insectos
algunos peces batipelágicos (Argyropelecus y suelen presentar un ritmo típico 98; como es na-
otros) existen cambios cromáticos, probablemente tural, el ritmo es más marcado en las especies
con significado críptico, paralelos a los movimien- más fácilmente arrastrables que están adaptadas a
tos verticales. Por otra parte, la estructura del ojo soportar una deriva mayor. Es particularmente
de los crustáceos planctónicos (y de los peces bati- instructivo el ejemplo proporcionado por especies
pelágicos) aparece adaptada principalmente a una de ácaros acuáticos del mismo género Lebertia,
luz débil, es decir, se comportarían, hasta cierto que tienen períodos de actividad opuestos (L. gla-
punto, como los animales terrestres nocturnos. bra es nocturna; L. salebrosa, diurna) y, en conse-
Menos verosímil es que la migración del plancton cuencia, predominan alternativamente en el ma-
favorezca la interacción social y, a través de ella, terial arrastrado por los ríos (fig. 22-8) 110.
regule la intensidad de reproducción, como pro-
pone Wynne-Edwards 132.
Las ventajas que confiere la migración son, RITMOS DE MAREA
sin duda, múltiples y se combinan de distinta ma-
nera en los diversos grupos de organismos. En Las oscilaciones regulares del nivel del mar, en
todo caso, la migración es una forma de compor- forma de ondas de marea, tienen una importancia
tamiento que ha evolucionado progresivamente, fundamental en la vida de los organismos que
a partir de reacciones directas y elementales a viven en las costas. En la página 707 se ha hecho
la luz. referencia a los ritmos de Hantzschia virgata
(fig. 22-9) 46, de Con voluta rocoffensis y de otros
En las aguas corrientes existen notables ritmos organismos. En ellos el ritmo de marea se com-
diarios en la cantidad de organismos suspendidos bina con el ritmo diario, porque la ascensión no
endógena, ~ 1000
:::::l
:G)
(.) OL---.....,j'---L~-_ _....JL.-+----r--~l----,~---,---,
RITMOS MENSUALES
2000
Los ritmos de período aproximadamente men-
sual pueden estar relacionados con diferentes fe- 1000
nómenos astronómicos. Como que su período es
poco distinto, su discriminación puede ofrecer
dificultades. El movimiento de la luna define el días
mes lunar o sinódico, que es el tiempo que trans-
curre entre dos momentos consecutivos en que Figura 22-9 Migración de la diatomea Hantz5chia
Luna, Sol y Tierra vuelven a ocupar las mismas virgata en el laboratorio: variación en el número
de células que se encuentran en la superficie
posiciones, y vale 29 días, 12 horas, 44 minutos y del sedimento. La línea paralela, debajo del grá-
2,8 segundos. La rotación del sol, por la desigual fico, corresponde a la noche. Esta diatomea se
distribución de las manchas, da origen a variacio- halla en las playas fangosas, donde muestra un
nes periódicas en la intensidad de radiación; su ritmo de marea que, en este experimento, per-
siste en el laboratorio, pues en ciertos períodos
periodo es de 27 días 6 horas. Sin embargo, la de luz la diatomea asciende a la superficie
rotación de 'la mayor masa del sol es más lenta, menos que en otros. (Según J. D. Palmer
de algo más de 35 días. y F. E. Round, Biol. Bull., 132:44-55, 1967.)
Ritmos 717
Tiempo en horas
4
Ingestión del alimento
• 4
tante de tiempo y esto acaece a menudo por medio cen cada 14,8 días. es decir, en cada mes lunar
de la intersección de distintos ritmos: anual, men- ocurren dos momentos de máxima oscilación en
sual y diario, de la misma manera que nosotros el nivel de las aguas, cuando se suman los efectos
expresamos una fecha con referencia a las diver- del sol y de la luna (luna nueva y luna llena).
sas unidades. Si los mecanismos que sirven de Estas fechas representan una mayor agitación de
base a los diferentes ritmos no fueran los mismos, las aguas, lo cual tiene consecuencias en la multi-
se comprende que la sincronización y determina- plicación del plancton, especialmente en bahías,
ción de un cambio fisiológico o de una actividad como en la ría de Vigo 43. Algunos pretendidos
pueden reposar en complicadas interacciones fisio- ciclos lunares en la reproducción de ostras y otros
lógicas. moluscos y en crustáceos pueden deberse, en
Por la relación entre los movimientos de la parte, a efectos indirectos como los del plancton.
luna y las mareas, se comprende que muchos seres Pero dicha explicación no se puede aplicar a
marinos, de aguas costeras, manifiesten ritmos mares sin mareas ni a las aguas dulces, ni a otras
lunares 31,39,75,89. La diferencia entre el día solar situaciones donde se han observado fluctuaciones
(24 horas) y el día lunar (24,84 horas), hace que de ritmo aproximadamente quincenal, por ejem-
las respectivas componentes de marea se refuer- plo en la producción primaria 124. Los pescadores
Lagarto Gorrión
(Lacerla) (Passer)
Tiempo de Tiempo de
Temperatura actividad en Luz actividad en
constante Período cada período, constante Período cada período,
(OC) horas horas (lux) horas horas
Ritmos 719
cisamente su aparición masiva en fechas perfecta- La diferenciación de una especie en formas lo-
mente determinadas por un ritmo cósmico hace cales de comportamiento distinto es verosímil en
rentable la operación de pescarlos. La enjambra- P/atynereis dumerilii. Ha sido mejor estudiada
zón en masa ocurre en cuarto menguante, 7 a 9 en C/unio, un díptero quironómido cuyas larvas
días después del plenilunio y en las horas de la viven entre las masas de algas que crecen junto
madrugada; cada período de enjambrazón dura al nivel del mar y que es frecuente en escolleras
unos pocos días. Cada año hay dos enjambrazo- y lugares semejantes. Las hembras son ápteras y
nes, generalmente una principal y otra menos im- poco móviles. Estos insectos ofrecen al mismo
portante, o a veces una sola, en relación con los tiempo un buen ejemplo de la sincronización de
periodos favorables, desde el punto de vista de un fenómeno como coincidencia de diversos rit-
la lunación, uno o dos, que quedan comprendidos mos: diario, lunar y anual. Se suele designar a la
en un tiempo que va aproximadamente del 10 de especie con el nombre de Clunio marinus, pero
octubre al 20 de noviembre. Si hay dos enjambra- hay indudables diferencias genéticas entre ejem-
zones en un año la diferencia entre ellas es de plares de distintas procedencias y distinto compor-
un mes lunar justo. y de 12 ó 13 meses lunares tamiento 100. En la isla de Helgoland 31 los insec-
a la enjambrazón siguiente. tos abandonan sus exuvias pupales al atardecer
Laodice lurcata, el «palolo atlántico» de las y durante la bajamar. La coincidencia de baja-
costas de Florida y Antillas 33, alcanza más de mares y atardeceres limita la salida a 3-5 días
medio metro de largo y se comporta como el cada dos semanas. Pero se trata, al parecer, de
anterior y enjambra en cantidades fabulosas el un ritmo endógeno de período lunar e indepen-
cuarto menguante después del plenilunio de junio diente de la marea y no de una simple respuesta
o julio. No hace falta que perciba la luz de la directa a la desecación de las algas en bajamar.
luna y precisamente, otra especie, Odontosyllis La forma que vive en las riberas del Mar Negro
enopla, enjambra 55 minutos después de ponerse sale de la pupa a primera hora de la mañana y
el sol y solamente cuando no hay luna, a pesar sin relación con las mareas, que no existen en
de que en todas estas especies hay un ritmo cla- dicho mar. Pero ejemplares de Helgoland trasla-
ramente lunar en el proceso de maduración sexual dados al Mar Negro mantienen su ritmo lunar,
y diferenciación de la parte epítoca del cuerpo, aunque cambian la hora de salida al meridiano
que se hace dentro de las galerías 68. Platynereis local. En Noruega, a unos 70° N, los adultos
dumerilii vive en el Atlántico y en el Mediterrá- aparecen cuando la marea está a su altura media,
neo, y parece comportarse de manera algo dis- de manera que el período de su ritmo es de
tinta en los dos mares 3,66. En el Mediterráneo se 12,4 horas; pero no se ve tan claro el ritmo
reproduce después de los plenilunios de veran<? Y quincenal de Helgoland, aunque las emergencias
según Hauenschild su ritmo está gobernado por son más frecuentes en coincidencia con los cuartos
fotoperiodicidad en relación con la luna, lo cual de la luna, o sea, cada unos 15 días lOSa. En las
es sorprendente si se piensa en lo débil de la costas del Golfo de Vizcaya se observa el ritmo
claridad lunar (0,1-0,7 lux), medio millón de veces endógeno circadiario.
más pequeña de la del sol. En los animales terrestres se conocen muchos
El gruñón (Leuresthes tenuis) es un pez de la menos ejemplos de ritmos lunares: en salaman-
costa de California que acude a las playas durante dras (Plethodon cinereus) y en venados (Odo-
la pleamar de las noches segunda, tercera y cuarta coileus hemionus) 28 se han descrito influencias
después de las mareas vivas del equinoccio de de la culminación lunar inhibidoras o estimula-
primavera 101, 104, IL2, 129. La hembra deja su freza doras sobre la actividad. En la golondrina de mar
en la arena, justo encima del nivel del mar, donde Sterna fuscata, la población de Ascensión parece
los huevos son fecundados por el macho. Las que ha sustituido el ritmo solar de otras áreas
larvas se liberan cuando llegan de nuevo las aguas por un ritmo lunar, con tiempos entre crías que
de la marea viva del novilunio próximo, más de corresponden exactamente a meses lunares 72. Se
dos semanas después de la puesta. Galaxias ma- ha supuesto la intervención de ritmos lunares en
cu/atus, de Nueva Zelanda 89 es otro pez intere- la vida de especies de insectos, pero no existe
sante porque acude a poner en agua desalada de confirmación apropiada.
estuarios inundados por las mareas vivas de pri- Los ritmos indicados son ritmos endógenos
mavera, y los huevos, como en el caso del gruñón, «circalunares» más o menos arrastrados por ritmos
se avivan a la próxima marea viva que vuelve a astronómicos y, en ocasiones, (período menstrual
inundar las áreas donde están. Este comporta- de la mujer) no arrastrados por ellos y, por tanto,
miento tiene un claro sentido defensivo, hurtando no sincronizados en los distintos individuos. Pero
los huevos a los riesgos inherentes a su desarrollo existen ritmos exógenos, muy penetrantes, con una
en el agua, si bien no se excusan numerosos ene- componente que se aproxima al mes, manifiestos,
migos en tierra 101. por ejemplo, en la respiración de plantas y otros
48 Ritmos 721
¿30te]
BEERSHEBA (270m) 19.5-227
la hipófisis secreta hormones que afectan a las
gónadas y a otros efectores. Se trata de un sistema
'O~:
complejo, no exento de múltiples influencias. En
el curso de la evolución los mecanismos se han
podido integrar de formas diversas. En los insec-
tos, el fotoperíodo controla el sistema neurosecre-
U~
u
o
tor ganglionar subesofágico, a través del cerebro.
"O
A su vez, la influencia sobre el cerebro sería me-
diada por los órganos fotorreceptores y principal-
mente por los ocelos u ojos simples (cucaracha);
KUWEIT 24,4·122 pero éstos no son absolutamente necesarios, pues
la acción directa de la luz sobre el cerebro de
~:U~:
los insectos resulta eficaz. La pupa del lepidóp-
tero Antheraea pernyi 111 posee una ventana trans-
parente encima del cerebro y que contrasta con
la opacidad del resto de la cutícula. Cubriéndola
de un barniz opaco se elimina la respuesta al
fotoperíodo.
ffiliLJ::
KHARTUM (379 mI 28,5·163
En los animales, el fotoperíodo es muy notorio
en relación con la reproducción: Ovejas, venados
y cabras corresponden a las plantas llamadas de
día corto, y su actividad sexual puede inducirse
disminuyendo gradualmente el tiempo que están
::EK]¡:
expuestos diariamente a la luz. Se supone que
el anfípodo Pontoporeia es también de día cor-
to 1I0a. Estorninos, pavos, turones y muchas aves
entran en actividad sexual al aumentar la dura-
ción del día. El gorrión es, a la vez, de día cre-
ciente y de día decreciente: las aves que disponen
varias nidadas al año no suelen estar tan estricta-
40
mente regidas por el fotoperíodo.
En los países tropicales, donde la longitud del
20 día varía muy poco, deja de existir la posible refe-
rencia al fotoperiodo. En el valle del Magdalena,
O
'--'-~-'--L-L.~L......I-.L--L....J
E. F. M.AM.J.J.A.S.O.N.O. en Colombia, con una diferencia máxima de 22
minutos entre el día más largo y el más corto del
año y con las temperaturas medias mensuales del
Figura 22-12 Epoca de cría de diversas especies
de gacelas africanas, todas ellas viviendo en el mes más frío y del más cálido no más distantes
parque zoológico de El Cairo. Se relaciona con de 2,4 0 C, de 10 aves estudiadas, 8 criaban o esta-
el clima de su país de origen (diagramas como ban en condiciones de hacerlo durante todo el
los de fig. 5-12). (Según Flower en Lieth 80.) año 93, sin más restricción que el período nece-
sario de reposo, entre cría y cría, de menos de un
año. Pero las dos especies restantes siguen un
rosos y han demostrado que reproducción, muda, ritmo regular: el fringílido Coryphosphigus pi/ea-
migración y cambios metabólicos asociados, están tus cría de julio a noviembre, antes de y durante
regulados por fotoperiodicidad. En Junco hye- la estación más lluviosa, y el hirundínido Stelgi-
malis, por ejemplo, se puede modificar el ciclo dopteryx ruficollis cría más tarde, de marzo a
reproductivo a voluntad con el uso de días arti- junio, sin que se conozcan los factores que regu-
ficiales más o menos largos. lan este ritmo. Los pájaros del género Pachyce-
La intensidad de la luz efectiva puede ser muy phala, de Oceanía, en clima constante, muestran
baja, de 17 lux en estorninos, de una fracción de una periodicidad comparable a la de las aves de
lux en el poliqueto Platynereis. En los vertebra- latitudes medias (Baker). La especie africana Eu-
dos, la percepción de la luz o la actividad física plectes franciscana aparece descompuesta en va-
que acompaña a la iluminación actuarían sobre rias razas geográficas que difieren en el plumaje
ciertos núcleos del hipotálamo, donde se sintetiza nupcial y en la época de reproducción, y es posi-
una neurosecreción, que se libera en los capilares ble que se hayan diferenciado con adaptación
del sistema porta hipotálamo-hipófisis, regulada a la distinta variación del día en diferentes lati-
directamente por el fotoperíodo. Como respuesta, tudes.
Ritmos 723
ciones, porque se sabe, por lo menos en diversas la creaclon de un clima artificial, como en los
especies de moluscos, que la dependencia del ciclo mencionados insectos sociales y en el hombre. La
reproductivo en relación con la temperatura o con migración horizontal es otro recurso. Sin embar-
la luz varía grandemente entre unas y otras loca- go, esta forma de superar las fluctuaciones am-
lidades. En otras palabras, la conservación de bientales exige grandes disponibilidades de ener-
cierto mecanismo de medir el tiempo no quiere gía y con frecuencia es insuficiente. A pesar de
decir que las actividades que por el mismo se su gran capacidad de homeostasis. las hormigas,
rigen no puedan deslizarse rápidamente bajo la y aún más los termes, no han podido invadir las
presión de la selección natural. áreas de clima particularmente riguroso.
En organismos de vida corta, las diferencias Otra reacción, muy frecuente, consiste en la
morfológicas que pueden observarse entre genera- suspensión de la actividad, reducción del meta-
ciones sucesivas son resultado de una fenogénesis bolismo a un nivel muy bajo, coincidiendo todo
bajo condiciones diferentes, siendo la temperatura ello con alguna forma de localización que dismi-
uno de los factores más importantes (ciclomorfo- nuye al mínimo la mortalidad. Con frecuencia
sis, pág. 151). Pero en ciertas especies se trata de esto último resulta facilitado porque la inactivi·
una reacción de fotoperiodicidad que, desde el dad afecta a un gran número de los componentes
punto de vista ecológico y evolutivo, presenta ana- del ecosistema, incluyendo, por tanto, a los depre-
logías con fenómenos ya comentados, con la pro- dadores; todos toman sus vacaciones anuales en
pia ciclomorfosis y con ciertos casos de inducción común. Todo el ecosistema pasa a un estado de
de diapausa, cuya probabilidad es distinta según baja actividad y las interacciones entre las distin·
las generaciones (véase más adelante). Todo ello tas especies son mínimas. La disminución estival
atestigua la dificultad de repartir los fenómenos de la fotosíntesis es bastante común en las plan·
en categorías perfectamente separables. La alter- tas terrestres y puede interpretarse, en parte,
nancia de las formas temporarias de la mariposa como una adaptación para conservar la reserva
Vanessa (Araschnia) levana depende de la lon- de agua. Como es de suponer, la depresión estival
gitud del día que ha actuado sobre las orugas. de la producción primaria es obligada en los
Orugas criadas con 18 horas diarias de luz dan veranos secos; pero también se da, en menor
exclusivamente la forma prorsa; si han sido some- grado, aunque las plantas dispongan de agua.
tidas a un día corto, de 8 horas de luz, resulta No debemos pensar exclusivamente en la dia·
la forma levana. En latitudes medias alternan la pausa o hibernación total, cuando un organismo
forma levana que vuela en primavera y la forma queda en estado de vida latente durante un tiem-
prorsa que representa la segunda generación y po determinado, sino considerar a este caso ex·
vuela en verano. En los homópteros Euscelus ple- tremo como incluido dentro de una estrategia
bejus y E. lineolatus hay un dimorfismo, o trimor- general de la evolución, que se podría formular
fismo, que afecta al tamaño general, al color y de la siguiente manera: si en un segmento de la
a ciertos detalles morfológicos y que está igual- vida de la especie, las condiciones son tales que,
mente gobernado por el fotoperíodo. aun contando con una actividad normal, no se
podría dejar cierto número de descendientes que
compensaran la mortalidad natural sufrida duo
Suspensión periódica de la actividad rante este mismo período, es ventajoso no preten·
der mantener aquella vida activa, siempre que la
El frío, la sequedad, la falta de alimento u otras inactividad pueda asociarse a un descenso de la
circunstancias desfavorables pueden ocurrir con mortalidad natural. Una menor actividad lleva
cierta periodicidad. Es frecuente que, como adap- consigo una menor mortalidad y los períodos de
tación a tal probabilidad, aparezcan ritmos en los inactividad, aún sin necesidad de caer en letargo,
organismos, que se anticipen a tales circunstancias son ventajosos en este sentido. Los animales noc-
y los pongan en condiciones de resistirlas. turnos permanecen ocultos e inactivos durante el
Esta anticipación puede consistir en acumular día, y sus riesgos de muerte son mayores durante
reservas, por ejemplo, las pikas (Ochotona) acu- la noche que durante el día.
mulan heno, aves y mamíferos establecen alma- La inactividad periódica no es siempre de pe-
cenes de frutos, ciertos insectos determinan agallas ríodo anual, sino que puede ser más corta. En
persistentes, los himenópteros sociales se han he- charcos costeros, el ciliado Strombidium alterna
cho independientes de la periodicidad en la pro- períodos de enquistamiento (l8 horas) con otros
ducción de néctar y de polen, etc. Se complementa de vida activa (aproximadamente 6 horas). Los
con la adquisición de una mayor resistencia a la cambios periódicos pueden ser respuestas directas
temperatura baja (más glicerol en la sangre). La o bien estar basadas en ritmos endógenos. La
máxima adaptación se consigue por medio de simple deshidratación en protozoos, rotíferos, taro
cultivos (de hongos, en hormigas y termes) y con dígrados, nematodos y algunos crustáceos (Ti·
Ritmos 725
realidad, se posee solamente información y no
muy completa sobre pocas especies; pero la ima.
~
gen del seguro parece válida.
c. Aquellas semillas que han de atravesar un pe.
:ti ríodo de baja temperatura para adquirir la capa-
80
o
c. cidad de germinar representan exactamente la
o misma adaptación, que, en este caso, evita una
"O
germinación otoñal que se malograría. Las semi.
llas se ponen en condición de germinar sometién.
o
~
dolas artificialmente a las fluctuaciones de condi·
"O
; ciones externas para las que están programadas
] (vernalización).
Cll
"O En relación con los insectos se ha generalizado
o
~
la designación de diapausa (Henneguy, 1904), que
o
es aplicable, desde luego, a otros organismos. La
c.
o 20
diapausa está basada en un mecanismo determi-
~ nado genéticamente y consiste en un estado de
1-
suspensión del desarrollo, inducible e interrumpi.
do por determinada combinación de estímulos
ambientales y ritmos endógenos. Las primeras
12 16 20 24
observaciones datan de más de un siglo 42 y se
Horas de luz en 24 horas
hicieron en el gusano de seda. Los huevos no se
100
desarrollaban si en invierno se tenían en una habi-
tación caldeada: era necesario que estuvieran so-
~
metidos al frío. En la misma mariposa de la seda
a. (Bombyx mori), las características de la diapausa
:ti 80 son genéticas, dependen de la madre del insecto
o
a. que las manifiesta, y los factores actuantes con-
o
"O
sisten en una combinación de la temperatura y
del foto período 74. La determinante genética de la
60
diapausa ha sido confirmada en muchos insectos,
o
~ especialmente en aquellos que están escindidos en
"O
0; distintas razas geográficas, cuyas condiciones de
] 40 vida locales plantean la necesidad de diferentes
Cll
"O programas. Así, por ejemplo, cada una de las
o
~ razas geográficas de Lymantria dispar abandona
o el huevo en el momento apropiado, en relación
a. 20
o con el brote de la planta nutricia (Goldschmidt).
~ Parece ser que la diapausa es gobernada por la
1-
fotoperiodicidad en la mayoría de los casos estu-
diados, aunque existe frecuente influencia modi-
12 16 20 24
ficadora de la temperatura 14. En relación con la
Horas de luz en 24 horas diapausa se distinguen diversos tipos de especies:
las llamadas monocíclicas o univoltinas tienen una
Figura 22-13 Efecto del fotoperíodo en la in- generación anual y en el curso de su vida se pre-
ducción de la diapausa en dos especies de senta un período de diapausa obligada, en la fase
lepidópteros. En Acronycta rumicis la exposición de huevo (ejemplos: Mantis religiosa y Melano-
de la larva a dlas cortos induce diapausa en la
pupa, 27-28 oC. En Bombyx mori, en este caso
plus femur rubrum, Lymantria dispar, Malacoso-
la raza bivoltina del gusano de seda, la exposi- ma neustria, Orgya antiqua), de larva (Euproctis
ción de los huevos a un largo perlado de luz phaenorrhea, Choristoneura fumiferana, el hime-
induce diapausa en los huevos de la generación nóptero Phytodiedus fumiferanae parásito de la
siguiente. (Según A. D. Lees, The physiology of
mariposa anteriormente citada), de pupa (el díp-
diapause in arthropods, Cambridge Univ. Press,
1955.) tero Rhagoletis completa) o en la fase de imago
(el curculiónido Otiorhynchus cribricollis y el
hemíptero Eurygaster integriceps). Algunos crus-
táceos de agua dulce son monocíclicos, con la
diapausa en estado de huevo, fecundado o parte-
nogenético.
Ritmos 727
pseudohibernación; el tejón, en invierno duerme muy diversa y las aves representan un caso ex-
más tiempo pero no manifiesta un verdadero tremo.
letargo. Las migraciones de las aves se realizan entre un
La duración de la hibernación es variable según área de cría y un área de invernada; pero la mi-
la latitud. En las regiones árticas puede ser de gración no consiste sólo en una reacción de huída
7 J¡2 meses, quedando reducida a 3 ó 4 meses en cuando la temperatura baja o en escapar del Sur
las templadas. Las especies que invernan en el cuando el alimento escasea. En general, las aves
suelo (marmotas, lirones. Citellus) no pueden ha- migran en estado de nutrición excelente. Su migra-
cerlo en las regiones de suelo congelado (perma- ción les permite aprovechar la gran producción del
frost), lo cual establece un límite a su área de verano boreal, de días prolongados y pródigos en
distribución geográfica. La estivación es rara en insectos, que toleran y estimulan una gran activi-
los mamíferos y sólo se ha mencionado en algunas dad y facilitan cebar las nidadas. El mérito de la
ardillas de pedregal del oeste americano. migración estriba en anticiparse a los aconteci-
mientos, presentándose en el área productiva al
tiempo justo, sin dar lugar al desarrollo de un
Migraciones horizontales equilibrio de otro tipo por interacción lenta entre
las especies del ecosistema al que se migra. Es
En las especies migratorias los individuos cam- general en las migraciones que las fases de rápido
bian sistemáticamente de lugar, y ello ocurre una crecimiento se sitúan siempre en los sistemas más
vez en la vida o bien de manera reiterada y cícli- fluctuantes y menos organizados, que son los que
ca, generalmente cada año. Puede decirse que ofrecen alimento con menor competencia. Du-
pasan a formar parte, alternativamente, de dos rante el invierno, las áreas tropicales o subtropi-
ecosistemas diferentes, muy alejados el uno del cales subvienen al sustento de las aves y las mi-
otro, estableciendo una forma especial de inter- gratorias se instalan entre los territorios de las
acción entre los dos. Existen migraciones a escala residentes en aquella zona. En sus viajes, las aves
suelen seguir rutas predilectas, frecuentemente
vecinas a líneas de costa (fig. 22-14) Y su orienta-
ción presenta todavía numerosos problemas muy
interesantes, relacionados con la utilización de di-
versos indicios (cielo estrellado, luz polarizada,
campo magnético). La migración de las aves puede
consistir en largos recorridos continuos, como las
aves de rapiña y las cigüeñas, que a veces dan
rodeos para aprovechar las corrientes ascendentes
y volar a vela, o bien se hace por etapas, como las
codornices, rascones y muchos pájaros pequeños,
que suelen migrar de noche, deteniéndose durante
el día a alimentarse. Las distancias recorridas
pueden ser muy grandes y es celebrado el caso
de una golondrina de mar (Sterna paradisaea)
que cría en el Ártico e inverna en los mares del
Sur, hasta la Antártida.
Ciertamente, las migraciones de las aves, en su
forma actual, datan del postglaciar, porque en el
Pleistoceno las áreas nórdicas eran inhabitables
para la mayoría de las aves que actualmente acu-
den allí a criar. Según Moreau 9S de 589 especies
de aves (prescindiendo de las marinas) que crían
en la región paleártica, el 40 % pasan el invierno
fuera de dicha región; casi todas las occidentales
se dirigen al África y de las orientales (asiáticas)
casi la mitad va también al continente africano
Figura 22-14 Migración de la cigüeña, Ciconia (fig. 22-15). África aparece, pues, como el gran
ciconia, entre Europa y A frica. La línea de pun-
tos señala la divisoria que en Europa separa las
centro de la migración paleártica. Las especies
que migran por el valle del Nilo y fosa africana, migratorias escapan a la competencia y a la pre-
en el Este, que son las más, y las que lo hacen sión de los territorios de las aves africanas y con-
a través de España y el Mogreb. (Según siguen una mayor multiplicación, que, en realidad,
E. Schütz y cols., Grundriss der Vogelzugkunde,
2. a ed., P. Pare y, Berlín y Hamburg, 1971.) es absorbida para compensar la mayor mortalidad
I:? ,..
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L. col/uno
L. Isabel/mus
L. mmor
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que va asociada con la migración. El hombre cap- efectivo por vía hormonal, adquirido y conser-
tura enormes cantidades de aves migrantes. Aparte vado por representar cierta ventaja para el con-
del hombre, ciertos depredadores estaban y están junto de la especie, pero esta ventaja es difícil
adaptados a la explotación del recurso constituido de discutir en términos de fertilidad, y más bien
por aves en migración, como los halcones Falco tiene importancia por permitir a la especie inte-
eleonorae y F. concolor. grarse en más de un sistema ecológico, de modo
El instinto territorial se manifiesta solamente en que puede conseguir una mayor regulación o con-
las regiones de cría, y la orientación de las aves trol de su futuro.
incluye el retorno al territorio en que han nacido Otros animales, principalmente mamíferos, mi-
o a sus proximidades. En algunas especies próxi- gran también al estilo de las aves; Odocoileus,
mas existe segregación geográfica en las áreas de alces, caribúes, murciélagos y pinnípedos pasan su
cría, que contrasta con su parcial confusión en vida entre áreas de verano y áreas de invierno;
las de invernada; pero esta diferencia no se puede pero sus migraciones, en general, abarcan distan-
considerar como representativa de la generalidad cias menores que en las aves. Sin embargo, la
de los casos, ni mucho menos. En algunas espe- foca Callorhinus alascanus cría en las islas Pribi-
cies (avefrías, estorninos, patos) la migración se loff y otras localidades del mar de Behring y en
complica por incluir tres viajes y no solamente invierno se la encuentra hasta la latitud de Cali-
dos. fornia, pudiendo recorrer hasta 5000 km. Una
La migración de las aves implica un aumento amplitud mucho menor tienen las migraciones de
de la mortalidad, compensada por una fertilidad animales de la zona cálida, como monos y ele-
más elevada; en resumen representa un aumento fantes, que pasan la estación seca en la selva y
de la tasa de renovación para la especie en cues- en la estación de las lluvias se trasladan a regio-
tión y, por tanto, puede discutirse si es un carácter nes de vegetación abierta que, en otra época, son
progresivo o no (pág. 891); más bien corresponde más áridas.
a un carác'ter de especie oportunista (pág. 248). Algunos insectos realizan migraciones con bas-
La migración reposa en un ritmo endógeno, tante regularidad: la mariposa norteamericana
Ritmos 729
su fase ninfal, ya empiezan a moverse contra
corriente, de modo que rebajan en un 4-6 % la
deriva pasiva aguas abajo 17a. La migración tiene
aquí la misión de mantener la localización geo-
gráfica, como en copépodos de estuarios y en
eufausias (pág. 715) 79. 97.
De manera general, las migraciones de los insec-
tos (saltamontes, libélulas, dípteros, etc.) suelen
ser irregulares y en un solo sentido. Les conviene
mejor el nombre de emigraciones, como las que
___________1 Abril ocurren también en animales de otros grupos y
como secuela a un gran aumento local de la den-
sidad de población. Dichas emigraciones son fa-
vorecidas por circunstancias ambientales (climato-
lógicas) extraordinarias. El lemming de Noruega,
Figura 22-16 Las líneas continuas unen las que habita el norte de Escandinavia presenta
fechas de llegada sincrónica de la golondrina,
Hirundo rustica, a Europa (fechas a la derecha).
fluctuaciones de población con máximos aproxi-
Las lIneas de trazos señalan el corrimiento de la madamente cada cuatro años: en los momentos
isoterma de 8,9 oC. con las correspondientes de apogeo sus poblaciones se dispersan hacia el
fechas a la izquierda. (Según H. N. Southern, Sur, avanzando hasta 200 km. Sin embargo, sus
Brit. Birds, 32:4-7, 1938.)
poblaciones no persisten en las áreas invadidas.
Fenómenos semejantes se han observado en aves
diversas: Nucifraga caryocatactes, Garrulus glan-
darius, Bombycilla garrulus, Syrrhaptes paradoxa.
Danaus plexippus, cría en la parte septentrional de Semejantes trayectorias de dispersión accidental
su área, pasando a invernar en Florida y Cali- pueden tener interés evolutivo, e indican o sugie-
fornia; los mismos individuos regresan más tarde ren cambios lentos en las rutas habituales de
hacia el Norte para criar. Se puede hablar tam- migración.
bién, hasta cierto punto, de migraciones de salta- Las migraciones de los animales marinos ofre-
montes (pág. 182). En muchos insectos de larvas cen características peculiares, pues, con frecuen-
acuáticas existe una deriva neta de los mismos cia se valen de las corrientes marinas, de modo
aguas abajo, hasta 150000 individuos por m 2 de que, con el pequeño esfuerzo de integrarse al
sección del río y 24 horas, que es compens.ada sistema de transporte elegido, pueden cubrir
por una tendencia de los adultos a volar hacia grandes distancias. La evolución de su comporta-
arriba (plecópteros, tricópteros, etc.). En algunas miento se ha hecho en estrecha relación con las
especies, las formas todavía acuáticas, al final de características hidrográficas. Algunas especies de
peces pelágicos, de pequeño tamaño, del Pacífico,
utilizan, al parecer, corrientes en distintos senti-
dos para conservar en el curso del año una posi-
j~-'
ción geográfica, de manera algo parecida a como
las eufausias, en sus migraciones diarias, se apro-
vechan de corrientes superpuestas 78. Las migra-
ciones de muchos peces, y probablemente de di-
versos cefalópodos, representan simplemente la
utilización su~esiva de áreas donde el alimento es
abundante. Las poblaciones del bacalao Gadus
callarias siguen estrechamente las concentracio-
nes de Mallotus villosus, que es uno de sus ali-
mentos fundamentales. Los movimientos de los
Mallotus, a su vez, se relacionan con la busca de
áreas adecuadas para la freza. Son muchas las
especies en que la búsqueda de un área de cría
Figura 22-17 Ciclo de colonización en un define periódicamente la migración. El arenque,
efemeróptero. Puesta sobre piedras en un seg-
mento del cauce de aguas rápidas, migración Clupea harengus, por ejemplo, pone huevos de
pasiva aguas abajo, mientras la~ ninfas. crecen, fondo; por lo tanto ha de acudir a poner en aguas
emergencia, cópula y vuelo activo del msecto costeras, mientras que más tarde puede alimen-
adulto remontando el valle. (Según A. W. Steffan, tarse en aguas más oceánicas. Los clupeidos en
Biosoziologie, Symp. Stolzenau, Weser, 1960:
65-110, 1965.) general acuden a frezar en aguas costeras, frecuen-
.--+----.,;~-+---I---+---I---+---I---+--I----11 0°
Figura 22-18 Migración del túnido Germo alalunga en el Pacifico. Las cifras romanas
indican los meses. 6 y 6 +, peces de 6 y de m~s años, respectivamente. Las flechas
en negro indican la migración. de lo~ adultos; las ."echas. en color, la de los jóvenes.
(Según T. Otsu y R. M. Uchlda, Flshery Bull., Flsh- Wlldl. Servo U. S., 63:33-44. 1963.)
Ritmos 731
Los peces que migran entre las aguas dulces si se quiere en una expresión más corriente, las
y las marinas han despertado en todo tiempo un áreas que son predominantemente de cría, se
interés extraordinario: sus migraciones son de encuentran asociadas con el ecosistema menos
distinto carácter y de distinta amplitud. Especies maduro. Esta regla tiene validez general. Quizá
marinas pueden penetrar en las aguas salobres donde mejor se comprueba es en el examen de
y aun dulces para alimentarse, como las lisas los peces que migran entre el mar y las aguas
(Mugil). Los genuinos anadromos o potamotocos dulces. En unos, el área de cría está en el mar
acuden a las aguas dulces a frezar (salmones); (anguilas); en otros, en las aguas dulces (salmo-
los catadromos o talasotocos frezan en las aguas nes). Las anguilas jóvenes se hallan en el menos
marinas (anguilas) y crecen en las dulces. maduro de los sistemas marinos, el plancton;
La vida de estos peces está lo bastante divul- y las adultas se incorporan al sistema más maduro
gada y es innecesario describirla; pero cabe seña- de los cursos inferiores de los ríos. Los salmones
lar que todavía quedan aspectos inexplicados en crían en sistemas de agua dulce de organización
la biología de ciertas poblaciones de anguilas muy poco madura, los riachuelos de montaña;
(Mediterráneo). En estas especies los adultos dejan mientras que los adultos explotan fondos marinos
de alimentarse en el área de cría, de manera que no lejanos a la costa, mucho más maduros. La
se establece un sistema especial de influencias misma relación se manifiesta en los peces que
sobre los distintos ecosistemas con los que entran migran dentro de sistemas de agua dulce, que crían
en contacto. A la migración corresponde una serie en afluentes y pasan el resto· de su vida en lagos.
de diversas adaptaciones (composición de los flui- Ya se ha recordado y ahora se repite que los
dos internos, pigmentos de la retina, formas de ecosistemas templados, donde crían las aves mi-
comportamiento, etc.) que presuponen una larga gratorias, son menos maduros que los ecosistemas
evolución. Es posible encontrar formas de transi- tropicales que constituyen las residencias de
ción a los tipos más extremos: así, hay especies invernada.
de anguilas que crían no lejos de la desemboca-
dura de los ríos (SE de Asia), y en peces de agua
dulce se manifiesta una migración periódica aguas Aspectos
arriba yaguas abajo, o entre lagos y ríos.
La migración, lo mismo que en el caso de las Los ritmos anuales se reflejan en toda la comu-
aves, exige una inversión de energía considerable nidad, que cambia en el curso del año. Para fines
y un indudable aumento de mortalidad. Pero la descriptivos y con referencia a acontecimientos
pertenencia a dos ecosistemas apartados puede importantes y de fijeza notable, se suelen definir
representar cierta estabilización. Además, el cam- aspectos de manera más formal, enumerándose
bio de ambiente elimina parásitos. Pero todas en los casos más complejos, los siguientes: pre-
las ventajas, sumadas, apenas dan razón de la vernal, vernal (primavera), estival, serotinal (fines
odisea de la anguila que se nos aparece como algo de verano), autumnal e invernal (hiemal o hiber-
maravilloso y absurdo. Es verosímil que algunos nal). En ecología vegetal, los distintos aspectos
de estos ejemplos representan reliquias que sobre- son muy aparentes en el brote, desarrollo vegeta-
viven en condiciones cambiadas, la persistencia tivo, floración y fructificación de las plantas. La
de piezas que estaban muy bien integradas a eco- clasificación de los tipos vegetales más seguida
sistemas del pasado. Así, por ejemplo, la gran hace referencia a esta aspección.
separación entre el área de cría y la de crecimiento En las latitudes templadas, el aspecto invernal
de la anguila se ha podido atribuir a un ensan- se caracteriza por el reposo de la vegetación:
chamiento del Atlántico. El mayor costo del muchos invertebrados se hallan en estado de dia-
comportamiento migratorio es obvio en la regula- pausa y algunos vertebrados en el de hibernación,
ción osmótica, movimiento, etc., y puede encon- las aves migratorias se hallan en sus áreas de
trarse fijado a nivel de raza o subespecie; es decir, invernada. Si no hay heladas intensas, diversas
las formas migratorias tienen un metabolismo arañas, miriápodos, isópodos, coleópteros, caraco-
más alto. En teoría, la sensibilidad de salmones y les y algunos mamíferos permanecen activos; du-
anguilas sería suficientemente para que estos ani- rante este aspecto se observan, por lo común,
males se orientaran en relación con el campo mag- las mayores desviaciones respecto al régimen ali-
nético de la Tierra l09b (mismo efecto que en el mentario habitual. El aspecto vernal se caracteriza
cinetógrafo geoeléctrico, pág. 185). por el rebrote de la vegetación y retorno de las
Los ecosistemas entre los que se mueve una aves migratorias que ocupan sus territorios y co-
especie migratoria raramente son equivalentes mienzan la cría. En fenología, las fechas de flora-
desde el punto de vista de su madurez (pág. 784). ción y de llegada de aves son referencias favoritas
Entonces se cumple, también aquí, la regla de que (fig. 22-16). En el aspecto estival suele observarse
las poblaciones demográficamente más jóvenes o, el máximo despliegue de vida, excepto en las
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Ritmos 735
23
Sucesión
47 737
de los gases disueltos en el agua en equilibrio con Algunas de las variaciones periódicas que afectan
la atmósfera, están regulados por la biosfera. La a ciertos segmentos del ecosistema -por ejemplo,
atmósfera primitiva era reductora, o menos oxi- el desarrollo del fitoplancton en el mar o en
dante que la actual. El desarrollo de la fotosín- lagos-, en parte por los profundos cambios del
tesis con la posibilidad de escisión de la molécula ambiente y en parte por la brevedad de la vida
de agua tuvo gran transcendencia: aumentar el de los organismos en consideración, son de natu-
oxígeno en la atmósfera, desarrollar una pantalla raleza tal que tienen el mismo carácter de suce-
de ozono defensora de la radiación de onda corta, siones. En estos casos, dentro de unos meses
y además aumentar la solubilidad de la sílice y aparecen comprimidos acontecimientos que, eco-
disminuir la del calcio en el agua. Tanto a escala lógicamente, son equivalentes a la sucesión repre-
mundial como a escala local hay una continua sentada por el desarrollo de un bosque durante
acción del ambiente sobre los organismos y una siglos. Es decir, además de fluctuaciones y ritmos,
reacción continua de los mismos organismos sobre tenemos pequeñas sucesiones, sucesiones elemen-
el ambiente. De esta forma el ecosistema va cam- tales o microsucesiones, todo ello reunido, sincro-
biando: con referencia a la comunidad de orga- nizado y armonizado en la sucesión principal.
nismos puede hablarse de una sucesión y distin-
guir en ella dos componentes, una componente Si deseamos simbolizar gráficamente los distin-
alóctona, puramente ambiental, fuera del control tos aspectos que reviste un ecosistema por medio
de los organismos, y otra componente autóctona, de una hélice, un epicicloide o cualquier otra
en que el cambio del ecosistema y de la comuni- curva que se nos antoje apropiada, veríamos que,
dad es consecuencia, más o menos lejana, de las periódicamente, se retorna a aspectos semejantes,
propias actividades de los organismos. Los orga- pero no idénticos. La curva resultante, la tenden-
nismos más eficaces a este respecto reciben el cia o el eje de la hélice, o el eje en una epicicloi-
calificativo de dinamogenéticos 10 (capítulo 12). de o sinusoidal, representa la sucesión (fig. 23-1).
La sucesión consiste en cambios que se extien- En esta misma figura se ha intentado recordar
den sobre decenios, siglos o milenios, y que se una regularidad bastante general en todas las suce-
superponen a fluctuaciones y ritmos más breves. siones. La intensidad relativa de las fluctuaciones
y de los ritmos tiene tendencia a disminuir a
medida que avanza la sucesión. En otros térmi-
nos, fluctuaciones y ritmos no sólo no retornan
a situaciones absolutamente iguales, sino que su
caracteristlcas del ecosistema
tendencia a desviarse presenta siempre rasgos co-
munes.
Desde ahora asociaremos la idea de sucesión a
una tendencia, si se quiere progresiva o direccio-
nal, observada en los cambios de los ecosistemas
sobre largos períodos. La sucesión, a efectos des-
criptivos, puede subdividirse en etapas o fases,
estas últimas de menor entidad, seriadas unas a
continuación de otras, de la misma forma que los
aspectos se suceden en el ciclo anual, pero, en la
sucesión, las etapas o fases ordinariamente no se
repiten.
El estudio comparado de dos etapas diferentes
de una misma sucesión, aun en el supuesto de no
conocer cual precede a cual, permite en muchos
casos acertar su secuencia correcta. Esto ocurre
cuando se poseen criterios adecuados de tipo
sinóptico, o relativos al conjunto, basados en con-
siderar la sucesión como un proceso de autoorga-
nización o de maduración, con ciertas caracterís-
fluctuaCIones y ntmos ticas de irreversibilidad. Sobre esta base se justi-
fica hablar de sistemas menos maduros -etapas
figura 23-1 En las variaciones de un ecosis- del comienzo de la sucesión- y sistemas más
tema se pueden distinguir dos componentes. maduros -etapas más avanzadas de la suce-
Una componente ciclica o, por lo menos, con sión-. Como trata de sugerir la figura 23-1, las
cierto retorno a situaciones pasadas, y una com- fluctuaciones disminuyen en amplitud al aumen·
ponente con dirección definida, cuyo sentido
puede ser irreversible. tar la madurez del sistema.
Sucesión 739
Tabla 23-1
Probabilidades de sustitución de un árbol de una especie por un pie de otra, en bosques
de Connecticut 91 La primera matriz da las probabilidades de transición, según observaciones
hechas en 1927 í 1937. Por ejemplo, un arce tiene el 82 % de probabilidades de subsistir
el 7 % de probabilidad de ser sustituido por un roble, etc. La segunda el cambio previ;to
para 40 años. La tercera, el cambio realmente ocurrido, según observaciones hechas en 1967.
Situación inicial
Especies
menos
Otros impor-
Arce Roble Abedul árboles tantes
~ Arce 82 % 16% 13% 7% 7%
.§ Roble 7% 72 % 2% 8% 7%
1. Cambio entre 1927 y 1937 e Abedul 2% 8%' 83 % 7% 7%
'o
'ü Otros árb. 0% 0% 2% 69% 7%
eu
E Especies
V5 menos imp. 9% 4% 0% 14% 72 %
Situación inicial
Especies
menos
Otros impor-
Arce Roble Abedul árboles tantes
JI. Probabilidad de transi- ~ Arce 53 % 35 % 32 % 22 % 28 %
ción extrapolada para
.§ Roble 16% 33 % 8% 11% 15%
40 años (matriz 1 multi- e Abedul 11% 19% 50 % 18% 18%
'o
plicada tres veces por sí 'ü Otros árb. 2% 2% 4% 26 % 11%
c;s
misma) 2 Especies
V5 menos imp. 18% 11% 6% 23 % 33 %
- ~ ~ _ . _ - - - ~ ~ ~ - -
Situación inicial
Especies
menos
Otros ¡mpor-
Arce Roble Abedul árboles tantes
Có Arce 62 % 32 % 22 % 45 % 20%
111. Transiciones realizadas .§ Roble 0% 15% 0% 0% 4%
según observaciones e Abedul 16% 23 % 54 % 10% 21 %
en 1967 'o
'ü Otros árb. 2% 7% 2% 17 % 5%
c;s
(con respecto a 1927) Especies
E
V5 menos irop. 20% 33 % 22 % 28% 50 %
Sucesión 741
Figura 23-2 Vegetaclon
de la gramínea Spartina
en las marismas de
Barnstable, Massachusetts,
julio 1960. Población
inicial muy homogenea.
larvas excavan en la misma arena, termes y otros Salicornia, sobre la que viven insectos (el díp-
insectos y algunas arañas, especialmente bajo tro- tero Thinophilus, etc.) y a veces caracoles. En las
zos de madera arrojados por el agua, y poca cosa costas con mareas la vegetación de Microcoleus
más. El amontonamiento de arena cabe a Arte- y la de Salicornia suelen ser coextensivas, en for-
misia es colonizado por Ammophila, y allí mismo ma de estratos superpuestos. A la última puede
puede iniciarse una vegetación de mayor altura añadirse Spartina (fig. 23-2), una gramínea que
(Prunus pumila, Populus). Aumenta la densidad retiene eficazmente los materiales sueltos y deter-
de diversos arácnidos e insectos, especialmente mina el aumento del nivel del suelo y, por tanto,
himenópteros excavadores (Microbembex mono- gana terreno al mar. En las costas sin mareas
donta es abundante). Muchos otros insectos se es corriente que Salicornia y Microcoleus estén
encuentran en esta etapa, algunos de ellos ligados segregadas en rodales separados, a modo de un
a las plantas dominantes. Pinos de la especie mosaico, ajustándose respectivamente a las con-
Pinus banksiana empiezan a desarrollarse y en vexidades o a las concavidades del terreno. La
este punto, Cicindela lepida es sustituida por C. salinidad es parecida a la del agua de mar y la
lecontei. Empiezan a ser comunes hormigas (La- reacción del agua es francamente alcalina. Al irse
sius) y reptiles. luniperus, Arabis y otras plantas acumulando más materiales, el suelo permanece
bajas complican la vegetación. Más adelante, los inundado menos tiempo por el mar y si existe,
pinos tienden a ser reemplazados por Quercus como es frecuente, algún aporte de agua dulce,
velutina, y la vegetación se asemeja progresiva- la salinidad va en descenso. Al final, con la acu-
mente a las comunidades de áreas más maduras. mulación de materiales en los huecos, los orga-
Un esquema paralelo puede trazarse con refe- nismos acuáticos desaparecen prácticamente y se
rencia a las costas europeas de latitud media. Su- desarrolla una vegetación con Puccinellia mari-
pongamos un área de suelo arcilloso, pobremente tima, Halimione portulacoides, etc., que puede
oxigenado, lo que se echará de ver por la presen- mostrar variantes locales, muy notorias cuando
cia de depósitos oscuros de sulfuros a cierta pro- hay hilillos de agua dulce que vienen de tierra. Si
fundidad en el fango. En las concavidades donde el suelo sigue arcilloso, ya no está tan anegado ni
suelen quedar charquitos permanentes de agua es tan pobremente aireado como en etapas prece-
salada se desarrolla un tapiz de la cianofícea dentes, y se puede comparar a un gley (cap. 6).
M icrocoleus chthonoplastes (= Schizothrix arena- Los insectos van siendo numerosos (Dyschirius,
ria) asociada con diversas especies de diatomeas; Bembidion, Scarites, etc.) y sobre las Crucianella
en el agua de los charcos nadan ciliadas (Fabrea), y Salicornia son frecuentes Euparypha pisana,
dinoflageladas, volvocales, el copépodo Cleto- Helicella y otras especies de caracoles. Las arañas
camptus y larvas de especies halófilas de mos- de los géneros Lycosa y Erigone no son raras
quitos (Aedes). En los puntos más elevados crece en estas etapas. La acción del viento y la pro-
Sucesión 743
_ _-- - -- Tamarindos
.... '.2 &;\ @Q @Q@aaA m
el tiempO
El ecosistema en
744
arraigar cuando no hay Thalassia. Dichos frutos
germinan sobre el árbol, se desprenden gracias
a un mecanismo formado por un anillo suberi-
ficado y caen verticalmente desde más o menos
altura, clavándose en el fondo. Si la profundidad
excede de medio metro aproximadamente, por
su forma describen una trayectoria curva y no se
clavan. El manglar avanza hacia el mar utilizando
también sus raíces como zancos: entre estas raíces
se deposita toda clase de materiales sedimentarios
que hacen subir el fondo, hasta que los frutos
arrigan fácilmente. Detrás del mangle rojo avan-
zan otras especies, Laguncularia racemosa, de
hoja más redondeada y Avicennia nitida (=ger-
minans) , con sus neumatóforos que sobresalen del
suelo encharcado y sin oxígeno. Las distintas es-
pecies de mangle, en realidad, constituyen co-
munidades bastante distintas (fig. 23-6) 26,82. El
manglar forma una faja litoral que puede alcan-
zar varios centenares de metros de anchura y Figura 23-5 Rhizophora mangle y su fruto
en cuyo seno existen claros y canales, estos últi- vivíparo, que se desprende por un anillo
mos generalmente se mantienen practicables por de dehiscencia.
la acción del hombre, que los utiliza como pasos
o refugios. La altura de esta vegetación litoral no
suele exceder de 8 a 13 metros. Más tarde cede las numerosas partículas que lleva en suspenSlon
paso a una nueva vegetación genuinamente te- el agua que circula entre los manglares en marea
rrestre. La naturaleza de ésta depende funda- alta. Así se encuentran ostiones (Crassostrea rhi-
mentalmente de condiciones regionales. En país zophorae) en el nivel más alto, pues resisten fácil-
bajo y poco lluvioso pueden encontrarse extensio- mente la emersión y, debajo de ellos, variadas
nes salinas con matorrales, plagadas de diver- esponjas, con frecuencia de colores vivos (figura
sos cangrejos anfibios; si el país es lluvioso y 23-6), el tunicado Ecteinascidia turbinata, el sabé-
además el terreno se eleva hacia tierra, se puede lido Sabelastarte magnificu, muchas algas verdes
pasar directamente al bosque tropical. Aquí nos (Valonia, Bryopsis, Caulerpa) , pardas (Ectocar-
referimos a los manglares americanos; en el he- pus, Padina) y rojas en menor cantidad. Si hay
misferio oriental, por delante de Rhizophora aflujo de agua dulce la vida es muy diferente,
(otras especies) avanzan las Sonneratia ya mencio- siendo frecuentes, entonces, las comunidades de
nadas a propósito de las luciérnagas (pág. 119). rodofíceas (Bostrycha). En todo caso, se encuen-
El manglar vivo suministra alimento a un nú- tran abundantes elementos menores de la fauna y
mero muy reducido de organismos de origen ma- flora y también animales nadadores que se nutren
rino, pero sus raíces ofrecen soporte a numerosas de los organismos y de las partículas detríticas en
especies marinas, principalmente filtradoras de suspensión en el agua de los canales.
~ Halimione
oIVV\
J\I\I\
" " " AN\
t:.. :":., Suadeto-Salsoletum [I:/~~ Agropyron
~ Lepturus
1If(
~ Juncus acutus ~ S. radicans (lVI VIll
~ mn I
Sucesión 745
Crassostrea rhizophorae
Figura 23-6 El desarrollo de los manglares en las costas de mares y bahías tropicales
representa en parte una sucesión, principalmente cuando hay ríos próximos que aportan
sedimento que queda retenido entre las raíces, y en parte es un agente de heterogeneidad
espacial o de formación de mosaicos de comunidades. Se indican algunos organismos
típicos del complejo de comunidades asociado al manglar. Véase también fig. 23-7,
después de pág. 560.
Sobre las raíces de mangle, fuera del nivel del una nueva constelación de exigencias y de tole-
agua, es frecuente el gasterópodo Littorina angu- rancias en la explotación del ambiente.
lijera y crustáceos decápodos (Aratus pisonii,
Grapsus) de abolengo acuático. La espesura del
mangle aloja además una fauna de origen terres- Clímax terrestre
tre, entre la que son muy ostensibles dos aves,
el canario de mangle (Dendroica petechia) y el La noción de clímax, como etapa final de una
pollo de mangle (Rallus longirostris). Esta última sucesión, ha pesado siempre en el estudio de las
especie es una raliforme que raramente vuela y sucesiones y con razón, porque se la considera
se sustenta básicamente de cangrejos (Uca, Ge- como la asíntota hacia la cual tiende un ecosis-
carcinus, Aratus y otros). En el manglar anidan tema determinado en su desarrollo. Sin embargo,
muchas aves que buscan su sustento en la peri- presenta la dificultad de definir o precisar ciertas
feria o en el agua: Florida coerulea, Butorides condiciones de referencia: de ordinario la asín-
virescens, Casmerodius albus, Pelecanus occiden- tota se coloca en lo que consiente el clima; pero
talis, etc. si existen circunstancias locales que se oponen
El ejemplo de la sucesión Thalassia-Rhizophora al desarrollo de un ecosistema complicado. como
es instructivo por la agresividad del mangle, por pueden ser una gran pendiente que-provoca con-
la rapidez con que éste crea un complejo de con- tinuos desprendimientos, o unas características
diciones totalmente distintas de las precedentes y muy peculiares de los materiales que dan origen
porque representa un cambio sustancial en la al suelo, se podría hablar de clímax edájicas, es
naturaleza del ecosistema. Thalassia es una planta decir, con una restricción impuesta por el sustrato
acuática que utiliza el carbónico presente en el en una etapa que precede a aquella en la que el
agua; los mangles son árboles que utilizan el clima empieza a echar su freno. Este tema se pue-
carbónico del aire y tienen las raíces sumergidas de comentar con mayor propiedad en relación
en agua de salinidad generalmente elevada (tam- con comunidades acuáticas, donde la turbulencia
bién se encuentran en las orillas de los tramos del agua o la circulación de la misma impiden un
bajos de los ríos), con adaptaciones consistentes avance considerable en el proceso de autoorgani-
en hojas de aspecto algo xerofilo (transpiración zación, de manera que, según cual sea el punto
relativamente no muy alta), glándulas de secre- de vista que se adopte, no sería posible en ellas
ción de sal, etc. Las etapas consecutivas son, pues, hablar de clímax.
muy diferentes. Estas discontinuidades relativas En ecología terrestre el concepto de clímax ha
en la sucesión han sido denominadas relevos por sido útil porque ha permitido visualizar la con-
Dansereau 24. En cada relevo no se trata sola- vergencia de series diversas de comunidades hacia
mente de utilizar algo más o algo menos ciertos una misma clímax. El encinar mediterráneo apa-
recursos, sino de utilizarlos de otra forma: es rece como resultado final de la evolución de la
A B
e o
Figura 23-9 Primeras etapas de la colonización por la vegetación terrestre de materiales
detrlticos coralinos en el arrecife San Cristóbal, Puerto Rico, julio 1958. A, fragmentos
de coral, 8, cocos y otras diásporas traldas por el mar, C, vegetación halófila creciendo
a unos 20 cm por encima del nivel del mar, D, vegetación halófila más desarrollada.
En otros puntos se pueden instalar mangles rojos que subsisten sólo si hay un aporte
suficiente de sedimentos.
Sucesión 747
colonias colonias algas
Figura 23-10 Diagrama que muestra las distintas zonas que se pueden distinguir en un
arrecife coralino, en alzado y planta. Los arrecifes son asiento de complejos fenómenos
de sucesión y desarrollo de heterogeneidad en el espacio. (Según H. T. Odum y
E. P. Odum, Ecological Monographs, 25:291-320, 1955.)
desarrollarse, cualquiera que sea la dirección que max, así como para demostrar que no existen se-
tome el cambio ambiental 55a. La sucesión prima- ries perfectamente separables y bien definidas,
ria es la que se basa en la estructuración gradual sino que se pueden establecer múltiples relaciones
de un ecosistema según las líneas que hemos esbo- genéticas entre numerosas comunidades, en todas
zado con referencias a comunidades de dunas o las cuales la tendencia al aumento de madurez
costeras. No existe una separación precisa entre conduce a comunidades de organización más com-
sucesión primaria y secundaria y toda definición pleja que, por lo menos fisionómicamente y, fre-
lleva implícita cierta idea de escala y de dimen- cuentemente, también del punto de vista florísti-
siones que también conviene definir. co, presentan una considerable uniformidad de
Braun-Blanquet, con su análisis detallado de las características. Estas comunidades serían las que
comunidades, ha influido considerablemente en se podrían denominar clímax. Como es natural,
llevar a sus justos límites cualquier concepto de- las series regresivas, por su mayor irregularidad,
masiado teórico de clímax. En realidad, no hay no coinciden con las series progresivas, aunque
como la necesidad de una descripción detallada conducen a tipos de comunidades que se pueden
para hacer ver la heterogeneidad local de la clí- colocar perfectamente entre las ya catalogadas en
series sucesionales.
Braun-Blanquet ha hecho ver también la inte-
gración entre los componentes vegetales de la co-
/'----" munidad y los componentes animales. La integra-
/ \ ción se manifiesta, entre otras cosas, en el papel
I , creciente de las aves y otros animales superiores
" ~ I /"'*'-, en la dispersión de las especies más características
.".-.... , '/~ /' Ú \ de etapas avanzadas y con mayor valór dinamo-
/ ~" ,~ I / e~\e/., ,
genético (tabla 23-2).
" '.:> ........~ I/ ~. I
I .... " " ) . . - - i.~.. I Datos de este tipo señalan el interés de un
, I 7 \\-__ .--~ estudio integrado de la sucesión a nivel de los
diferentes componentes del ecosistema, plantas,
t :--8- - - --
\ ..
I Serie A ClíMAX
, /\,' er¡ ~', diversos grupos de animales, bacterias. Pero este
\ /).. ,('" D-.-........... \ aspecto de la ecología está más atrasado en lo
'" r "/~r
. . ~",.( I·rr\~~~ I,\' \~ ~..... ' I
que se refiere a los ecosistemas terrestres que a
.. - - " ,..l.J.¡ . . " \ \ ~," ('l I los acuáticos. Hay pocos estudios sobre la suce-
I.~
II Cb
I
I1 \ I
\
"
?o~,\ ' . . _" I
sión de los artrópodos (tabla 23-3), de la fauna
del suelo, de las arañas de las dunas 47, Y de las
\~
-- ~' \
'-~
~I aves y venados 4. En Escocia la sucesión de éstos
tiende a ser: Capreolus - Cervus - Dama. Algunos
datos referentes a las aves se comentarán al tratar
Figura 23-11 Esquema de un complejo c!imá-
cico, formado por varias series que convergen de la diversidad en la sucesión (pág. 775). Pero
en un tipo de ecosistema que no puede llevar el estudio de la sucesión en ecosistemas terrestres
más allá el proceso de su autoorganización. se ha basado siempre en la vegetación.
(Según J. Braun-Blanquet y J. Pavillard, El estudio de la sucesión sobre grandes espa-
Vocabulaire de sociologie végétale, 3. a ed.,
Montpellier, 1928.) cios incluye una dosis elevada de especulación.
Tabla 23·2
Tipos de diseminación de las especies de cada estrato de la vegetación en el encinar
mediterráneo (Quercetum ilicis) 9.
(1)
Diszoó- (2) (4)
coras Endozoó- (3) Mirmé- (5) (6) (7,
Número de (aves y coras Anemó- COlas Autó- Hidró- Sin medios
Estralo especies roedores) (aves) coras (hormigas) coras coras especiales
Arbóreo 3 1
Arbustivo superior 29 22 3 2
Arbustivo inferior 9 3 2 1
Herbáceo 29 1 11 6
Tabla 23·3
Sucesión de animales (principalmente artrópodos) en la montaña alpina, en áreas recién
conquistadas a los glaciares 4-1.
!
Sustrato pedregoso, espe- Pardosa wagleri hirta - Nebria jokinschi - ProisotOI1lCl crassicaucla
cies rupícolas, en comuni· !
dad no estratificada Plaesiocraerus "elleri - P. w. nigra - Hypnoidus l1laritimus - Proisotol1la
schotti
!
Especies muscícolas Lithobius lucifugus - Robertus truncorul1l - R. arundilleti - Sil1lplocaria
sel1listriata - Notiophilus biguttatus - Monollchus I1Hlscorum
!
Lithobius - Meioneta gulosus - Oxypoda tirolensis
!
Suelos más formados, espe- Lithobius - Leptyphantes fragilis -
cies petrícolas Quedius alpestris - Leptojulus s.
simplex - Euconulus trochiforl1lis 1
Lithobius - Haploc/rassus signifier -
~ Pterostichus subsinuatus - Epiclmopte-
ryx pulla - Scolioplanes acuminatus -
Sucesión 749
experiencias iniciadas en 1930 por Lüdi, en Inter- cos se puede depositar mantillo y formarse una
laken y otras similares y, en parte, más antiguas, especie de suelo (suelo suspendido) 27. Un kilogra-
como las de Weaver en la pradera americana mo de este material puede contener hasta 2500
(1918). Algunas de estas experiencias se orientan artrópodos (oribátidos, colémbolos, pseláfidos, es-
a examinar los efectos de ciertos tratamientos del tafilínidos, carábidos, histéridos, arañas, pseudo-
suelo (fertilización) o de un mayor o menor pas- scorpiones, hormigas, etc.) cuyo conjunto repre-
toreo y ofrecen pocos datos interesantes sobre senta una fauna parecida a la del suelo, pero con
el mecanismo de la sucesión. predominio de formas saprófagas. Las exudacio-
nes de savia tienen una flora propia de levaduras
y una fauna característica (Drosophila, ácaros,
M icrosucesiones estafilínidos, etc.). En los troncos vivos se hallan
pulgones y otros hemípteros que chupan la savia,
Es posible un estudio relativamente detallado perseguidos por coleópteros (coccinélidos, dero-
de sucesiones muy rápidas y que afectan a áreas dóntidos) y larvas de sírfidos. La madera de los
limitadas, incluidas en forma de microsucesiones troncos es atacada por larvas de lepidópteros,
dentro de la sucesión principal. Si bien, desde cerambícidos e ípidos, que abren galerías de tra-
un punto de vista general, pueden tener menos zado característico (fig. 23-12). Los pájaros carpin-
interés, permiten reconocer los mismos mecanis- teros abren con su pico agujeros profundos, la
mos que operan en la sucesión principal. Se trata corteza cae y se acelera la desecación. En los
en realidad de sucesiones secundarias, que van troncos debilitados se desarrollan sirícidos, ceram-
reconstruyendo, como en un proceso de regenera- bícidos y bupréstidos. Los bupréstidos quedan
ción aquellos segmentos del ecosistema que han generalmente en las proximidades de la corteza
sido dañados o suprimidos por algún agente ex- y supeditados a la presencia de savia; sus larvas
terno. Estas sucesiones secundarias continuamente suelen necesitar dos años para desarrollarse y al-
ocurren, manifiestas como manchas de carácter gunos (Agrilus) son plagas forestales graves. Las
menos maduro en el seno de un ecosistema más larvas de sirícidos, cerambícidos y anobíidos, por
uniforme. Precisamente las sucesiones secundarias lo general, penetran a mayor profundidad. El
de carácter más limitado, que ocurren cuando se icneumónido Rissa parasita las larvas de Sirex y
acumula material muerto, etc., son las que hemos las galerías de los sirícidos son utilizadas por
denominado microsucesiones, integradas dentro otros himenópteros (crabrónidos) para anidar.
de la sucesión general. Veamos algunos ejemplos. Todos estos insectos de la madera tienen un desa-
Un tipo de microsucesión muy instructivo tie- rrollo bastante lento, por lo regular de uno a tres
ne como soporte la madera del bosque. En el años. En los países tropicales se les añaden pla-
árbol vivo existe ya una fauna propia que anti- tipódidos, cucúyidos y bréntidos. Los adultos de
cipa dicha sucesión. En las cavidades de los tron- algunas de estas especies se avivan y aparecen,
o E
e
Figura 23-12 Galerías de coleópteros en.'a madera.
A la izquierda, en coníferas: A, Xyloterus Imeatus, B, Dryo-
coetes autographus y Crypturgus pusillus y C. Ips acuminatus.
A la derecha, en el olmo, D, Eccoptogaster. scolytus y E,
Eccoptogaster multistriatus, (Según A. Bra,;ms,
Taschenbuch der Waldinsekten, Gustav Flscher, Stuttgart, 1964.)
Sucesión 751
, Rhagium inquisitor
Dorcus parallelopipedus
Prionus coriarius
Anisandrus dispar
do vacuno en Europa central, resumida por Tisch- húmedos, con el nivel freático alto, los Aphodius
ler 87 a base de datos de diversos autores (Schmidt, ponen menos en el estiércol pues las pupas, al ir
Hammer y Mohr) puede servir de ejemplo. La a enterrarse en el suelo, se enmohecen fácilmente
sucesión depende de la naturaleza del sustrato y perecen. Tampoco viven los Aphodius en lugares
y, en último término, de las características de la muy insolados y secos. Al endurecerse el material,
comunidad que enmarca la mierosucesión. Las aparecen Scatophaga, Mesembrina y Morellia, así
características de las boñigas se modifican rápida- como histéridos y estafilínidos. Las Hylemya
mente y en verano están totalmente secas en 3 larvíparas dejan sus larvas en boñigas de 24 horas.
a 6 semanas. La sucesión se basa en especies de Rhingia y Geosargus aparecen cuando la mayor
desarrollo incomparablemente más rápido que parte de las moscas ha concluido su puesta. Des-
en el caso descrito de la madera, aunque el meca- pués de unos ocho días, la boñiga presenta una
nismo de relevos es equivalente. También aquí corteza seca que impide la rápida desecación del
hay una heterogeneidad ambiental o de micro- interior, el cual es atravesado por galerías en todas
clima, pues la parte inferior es más húmeda direcciones. En ellas se desarrolla el micelio de
y experimenta fluctuaciones térmicas menos fuer- hongos; si la temperatura no baja de 18° C y
tes. Los dípteros Lyperosia y Haematobia apare- hay cierta humedad, se observa una sucesión
cen en primer lugar, poniendo sus huevos en que empieza con ficomicetes (Pilobolus) , conti-
la boñiga fresca. Ya a los pocos minutos acuden núa con ascomicetes y acaba con basidiomicetes
Sarcoplzaga y múscidos de diversos géneros (Cryp- (Coprinus). En condiciones distintas de tempe-
tolucilia, Musca, etc.) y, más tarde, esferocéridos ratura y humedad se altera el orden o faltan
y sépsidos. A ellos se asocian los primeros coleóp- algunos elementos en la sucesión. Además, se halla
teros, que son hidrofílidos (Sphaeridium, Cer- una flora de bacterias y levaduras que influyen
cyon) que se mueven nadando en el excremento mucho en el color y olor del material. Finalmente
semifluido. Cuando se ha secado algo, ayudada la hierba lo atraviesa y engloba, colonizando los
su aireación por la actividad de los insectos, se últimos restos los colémbolos, diplópodos, larvas
presentan los típicos escarabeidos coprófagos de elatéridos y lombrices, todos ellos procedentes
(Geotrupes, Ontoplzagus, Aplzodius) que excavan del suelo (fig. 23-13).
galerías verticales para poner sus huevos bajo el Las relaciones entre los diversos organismos
excremento, al nivel del suelo. Sus conductos son variadas. No todas las larvas de dípteros son
facilitan la circulación del aire y permiten que directamente coprófagas. Myiospila, Hydrotaea,
escurra el agua de la lluvia. En los prados muy Hebecnema, Mesembrina y Mydaea son carnívoras
48 Sucesión 753
sionl..s acuáticas, porque es más fácil mantener sión es más lenta y se manifiesta en cambios
uniformes y controladas las condiciones del me- pausados en la proporción de las distintas espe-
dio, y porque se pueden componer sistemas bas- cies: los procesos de reestructuración subsiguien-
tante completos con organismos de vida muy tes se pueden controlar, hasta cierto punto, faci-
breve, reduciendo así considerablemente el tiem- litando la introducción de nuevas especies, o, por
po preciso para darse cuenta de fenómenos esen- el contrario, manteniendo el sistema confinado o
ciales. Por otra parte, el medio líquido permite limitado a organizarse con un número de especies
o puede permitir el estudio de una doble suce- muy reducido. Todas estas posibilidades corres-
sión, la que se realiza en las aguas libres (planc- ponden a situaciones que se dan en la Naturaleza.
ton) y la que se verifica sobre el fondo (bentos): En situaciones aisladas (islas) o en medios de
ambas no son independientes, sino que se influ- características muy extremas que disponen de
yen mutuamente y aparecen combinadas en un pocas especies adaptadas a ellos, existe una res-
sistema de orden superior. tricción fundamental del número de especies que
entran en cualquier etapa y, aunque de ordinario
se manifiesta el aumento general de la diversidad
Sucesiones planctónicas hacia etapas más maduras, falta, sin embargo el
grado de especialización y segregación que se
Un modelo de laboratorio muy simple e ins- observa en tipos de comunidades más surtidos en
tructivo es el siguiente: se prepara un acuario con especies. Este tipo de experimento, al que a veces
agua y poblaciones de distinto origen y se deja se hace referencia designando las unidades como
en reposo unas semanas. Al cabo de este tiempo microcosmos o microecosistemas, se ha ido gene-
se encontrará en él una población en estado apro- ralizando 6, 18. 19.64. La sucesión se puede compli-
ximadamente estacionario, formada por cierto nú- car, no sólo con animales, sino favoreciendo deli-
mero de especies, representando distintos niveles beradamente heterótrofos como son las bacte-
tróficos. En este momento, el experimento se rias 36. Mucha información proporcionada por ex-
inicia agitando el agua y vertiendo nutrientes de perimentos del tipo indicado se puede utilizar
los que habitualmente son limitantes, o que son en el debate de las características comunes a todas
limitantes en el experimento concreto, general- las sucesiones.
mente añadiendo una solución con nitrato y fos- Estas experiencias pueden servir como modelos
fato. Las características de la población se anali- para la interpretación de la sucesión en el planc-
zan repetidamente en días sucesivos, hasta que ton de lagos y mares. Existe un número enorme
se recupera una situación aproximadamente seme- de datos dando cuenta de cambios en el plancton
jante a la inicial, antes de intervenir en el cultivo. de muchas áreas marinas y en lagos; de ordinario
Ello requiere desde unas cuantas semanas hasta consisten en descripciones de lo que se llama el
un par de meses. Este experimento constituye un ciclo anual. En otras ocasiones, observaciones re-
paralelo, en el agua, del roturado de unas tierras, petidas ponen de manifiesto pequeñas diferencias
con destrucción de la estructura del suelo y de la entre ciclos anuales sucesivos o cambios más
vegetación anterior y adición de fertilizante. Los importantes revelados por muestreos separados
cambios observados son también paralelos, aun- por varios años. Sin embargo, estos datos son
que con la ventaja de que en el sistema acuático difíciles de interpretar si no se -poseen ciclos
la sucesión es mucho más rápida (fig. 23-19). anuales completos, porque supuestas diferencias
La sucesión se caracteriza por cambios muy in- pueden depender simplemente de que ciertos años
tensos en los momentos iniciales, que se amorti- van más adelantados que otros. En principio,
guan lentamente. Al principio, unas pocas espe- pues, el material planctológico permite reconocer
cies se multiplican rápidamente; pero más tarde dos tipos de sucesiones. En primer lugar, sucesio-
aparecen especies más numerosas con una domi- nes breves, de menos de un año de duración
nancia más repartida. Los animales y heterótrofos pero que, dada la longevidad de los organismos
de toda clase se desarrollan en olas sucesivas, implicados, tienen enteramente el carácter de
después del auge de la vegetación. Al principio, sucesiones. Son como las sucesiones experimen-
la cantidad de materia producida por unidad de tales aludidas y completamente homólogas de
biomasa existente es grande, y la producción es sucesiones que duran 30 ó más años en tierra
más activa que la respiración, de forma que el pH (reconstrucción de un bosque en un claro o área
de la solución se eleva y suele existir sobresatu- talada, etc.). Estas sucesiones, a su vez, forman
ración de oxígeno. A medida que aumenta la parte de un proceso secular de cambio, usual-
biomasa y en ella la fracción de heterótrofos, mente indetectable en el caso de los océanos, pero
aumenta también la respiración, hasta que llega que con frecuencia se puede reconocer en las
un momento en que respiración y producción aguas dulces.
se equilibran. A partir de es~e momento, la suce- Tanto unas como otras sucesiones presentan
Duración en días 31 26 13 26 34 28 17 13 39 20 17 33 14 9 21 30 23 37 31 30 40 45 78 25 10 23 32 38
Temperatura media 15,6 15,1 17,3 16,9 17,5 17,6 15,8 14,7 14,7 15,1 13,8 12,1 1l,9 12,3 12,3 12,5 15,0 16,0 16,3 17,4 16,4 15,2 13,8 12,6 12,9 14,6 16,7 18,~
Densidad de plancton (unid. Harvey 1- 1) 1,5 25,8 6,2 26,5 59,1 61,5 52,7 35,7 13,6 6,3 8,8 18,6 8,9 29,9 23,8 39,3 21,3 31,5 29,3 29,2 50,6 24,4 6,8 16,2 38,9 16,9 13,2 24,1
Indicadores de etapa 1:
Skeletonema costatum 97 373 13 65 20 • 193 37 II 12 234 116 I • • 3 28 3 II 570 95 135 8 II O
Chaetoceros sociale + tragUe 114 97 2 339 92 2 89 255 36 • 43 187 20 551 520 158 210 445 • 471 • I 338 78 • 15
Nitzschia longissima + closterium 9 9 3 13 II x 34 13 10 14 69 12 • 12 2 • 7 19 • 4 22 28 I 16 x 2
Chaetoceros densus 118 x 1 47 2 1 • I 10 3 I 8 • 5 19 I I I 4 2
Rhizosolenia stolterfothi
Rhizosolenia hebetata semisp.
127
•
51
x x
• I
•
I
I .... I 13 I 2 I
• •
13 17
•
3
3 •
26
•
8 147
2 125
3
I I
•
I
4
5
26
7
21
16
Leptocylindrus danicus 312 43 2 83 302 8 16166112 32 II 61 45 3 2 17 109 26 204 44 31 I 12 II 308 289
Rhizosolenia alata gracillima 51 40 36 x 8 69 x x I I 3 22 x x 4 16 195
Indicadores de etapa 2:
Thalassiosira rotula I 2 x I I 142 51 • 123 137 20 34 2 262 3 II 6 39 7 x
Lauderia borealis 8 63 x I 29 62 3 6 121 13 20 5 29 262 27 3 • I I
Guinardia tlaccida I x x I I I x • x • x • 26 2 I • I x 4 x
Schroederella delicatula x I 22 12 • x I 8 3 20 97 106 13 4 435 II 184 281 98
Bacteriastrum hyalinum y sp. 1 3 31 7 3 107 55 1 1 I 2
Chaetoceros aflinis, compressus, curvi-
setus, decipiens, didymus, lorenzianus,
pseudocurvisetus 12 9 I 45 106 25 10 174 386 123 155 240 333 24 14 3 • 81 67 162 344 I -1
Eucampia zoodiacus 46 19 x 3 9 2 3 4 5 • 3 54 103 •• I 3 2
Cerataulina bergoni 1 3 • I I • 15 • 4 14 II 4 x •
Coscinodiscus granU 2 9 7 61 3 II I I • • 1
Nitzschia seriata + delicatissima 25 35 34 10 33 34 2 2 56 484 151 • 45 37 18 I I 20 6 195
Thalassionema nitzschioides 25 75 6 1 17 27 13 28 31 4 22 3 I 14 3 28 50 39 30 x 3
Rhizosolenia imbricata shrubsolei I I 3 x 7 • 18 13 250 6 3 17 25 4
Rhizosolenia delicatula 26 36 2 2 x x
Otras diatomeas 24 15 21 18 8 13 37119 37 58505 38 13 22 39 10 37 12 12 146 15 5 12
Indicadores de etapa 3:
Prorocentrum micans II 18 126 35 33 69 168 31 28 259 I 20 15 31 22 10 7 27 93 4 1 191 29 31 108 2
Dinophysis + Phalacroma pi. sp. 24 21 85 24 46 118 135 42 173 66 x 51 3 157 3 8 • 5 I 124 81 20 7 23 2
Peridinium pi. sp. 35 39 86 93 70 153 121 27 49 46 2 51 11 32 24 73 67 193 26 116 3 2 71 141 28
Peridiniopsis asymmetrica 3 2 • • 4 3 2 x • 108 3 21 • 2 • 4 8 2 64 9 2
Gonyaulax pi. sp. 2 8 13 2 4 58 x x II 2 • 128 I 4 3 1 16 94 26
Noctiluca scintillans x 3 214 17 3 I x x • 140 66 262 4 1 •• 2 2 26
Ceratium turca 4 6 171 95 235 383 82 6 9 23 10 71 24 20 4 • 4 13 82 28 2 53 15
Ceratium tusus 18 18 215 117 121 85 26 II 58 7 2 1 • 5 2 3 8 1 51 33
Ceratium buceros, candelabrum,
pentagonurn, tripos x x 15 146 7 I 22 16 I
Otras dinoflageladas 2 2 5 171 402 17 3 3 1 x
La distribución del zooplancton se ajusta al como es Melosira (fig. 15-6 B), cuyas poblaciones
mismo esquema. Pequeños ciliados, especialmente persisten durante el invierno en aguas profundas
especies sin loriga, y copépodos de rápida multi- de lagos de tipos muy diversos (Inglaterra, Áfri-
plicación y fitófagos son las especies que se mul- ca, Sudamérica). Más adelante se desarrollan va-
tiplican rápidamente en las primeras etapas, o riadas crisofíceas (Dinobryon) y diatomeas (Aste-
justamente alrededor del agua ascendente, como rionella, Cyclotella, Tabellaria, FragUaria,' fig. 23-
Oithona, Temora, etc.; más tarde, o a mayor 14). En etapas posteriores, homólogas de las que
distancia se muestran Calanus y otros copépodos en el mar están caracterizadas por las grandes di-
de tamaños medianos, también fitófagos y aún noflageladas, se encuentran Ceratium hirundinella
más tarde, o en posición más periférica, los adul- y diversos Peridinium, organismos capaces de
tos de los grandes copépodos depredadores y mantenerse en suspensión nadando, así como otras
otros animales planctónicos igualmente carnívoros. especies que flotan gracias a gotas de grasa o
La misma tendencia sucesional se observa más vacúolos llenos de gas, como Anabaena, Aphani-
claramente dentro de un mismo género: En el zomenon, Microcystis y Botryococcus. Todos estos
Mar del Norte, por ejemplo, el cladócero Podon organismos citados en último lugar, aparecen
leuckarti se puede considerar como una especie pues, cuando el agua es ya pobre en superficie
fugitiva y al avanzar la sucesión es reemplazado y se halla estabilizada, es decir, durante el verano
por P. intermedius que es de 1,1 a 1,4 veces y especialmente a finales del mismo. Al llegar
mayor y adaptado a un alimento de mayor ta- el otoño, la mezcla vertical pone término a esta
maño 33a. sucesión y se inicia otra. La sucesión de los ele-
mentos del zooplancton es difícil de sistematizar,
en particular por la variable coordinación o inter-
Sucesiones en el agua dulce acción entre especies con varias o muchas genera-
ciones anuales (rotíferos, cladóceros, ciertos copé-
En los lagos de agua dulce se manifiesta una podos) y otras con una sola generación (copépo-
sucesión comparable, generalmente más fácil de dos del grupo del Cyclops strenuus y los diaptó-
interpretar, porque no suele haber un transporte midos grandes), cuyos adultos son en parte carní-
horizontal notable, a causa de las dimensiones voros y se alimentan de las poblaciones de las
generalmente restringidas de lagos y estanques. otras especies de vida más corta que han ido
En las primeras etapas, es decir, después de la aumentando en el curso de la sucesión.
mezcla vertical de otoño, suelen desarrollarse Es empresa imposible sistematizar de algún
grandes poblaciones de pequeños flagelados (Cryp- modo la gran variedad de ciclos del plancton
tomonas, Rhodomonas y otros), pero también lacustre, especialmente si se quiere descender al
de diatomeas que requieren un movimiento ver- detalle de las especies. Son insuficientes las ex-
tical del agua para permanecer en suspensión, plicaciones en términos de considerar que las es-
Sucesión 757
1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972
Figura 23-15 Desarrollo de las diatomeas más importantes en el plancton del embalse
de Sau, NE de España, durante los 9 primeros años de su servicio. Las pequeñas
sucesiones que se repiten anualmente (comparar con fig. anterior) no son idénticas
y se funden en una sucesión más general, con cambios en la presencia y frecuencia de
algunas especies. (Según A. Vidal, XI Congr. International Commission on large Dams,
Madrid, 1973.)
pecies que se van sustituyendo lo hacen por su tes. Las especies pueden ser distintas, aunque no
distinta adaptación a los factores ambientales que siempre lo son: por ejemplo, en el Caribe, en
cambian más marcadamente en el curso del año, condiciones apropiadas de mezcla vertical y apor-
como son la luz y la temperatura. Se gana poco tación de nutrientes, con temperaturas altas, apa,
diciendo que las especies de primavera se desa- recen especies de las primeras etapas de la suce-
rrollan a temperatura baja y con luz intensa, sión que en trabajos clásicos llevan la etiqueta
que luego siguen las adaptadas a luz igualmente de boreales, primaverales o nórdicas. Hay que
intensa, pero a temperatura más alta, que en separar el concepto de sucesión y de ciclo anual
otoño continúa la predilección por una tempe- en el plancton de cualquier dependencia dema-
ratura alta, pero las exigencias de luz son me- siado simple en relación con la temperatura y
nores, perdurando finalmente en invierno las es- la luz. Sabemos que sucesiones terrestres se dan
pecies con exigencias mínimas de temperatura y bajo climas muy diversos, siempre con la misma
luz. Claro que no cabe negar relaciones del tendencia a un aumento de la complejidad de
tipo indicado; pero de esta forma no se explica organización y variación sistemática de caracte-
la repetición de un mismo modelo de sucesión, rísticas de producción e interacción; igualmente
según los términos indicados, en aguas de muy debemos ver en las sucesiones acuáticas procesos
diversas condiciones térmicas y lumínicas. Este de autoorganización.
mismo hecho se repite en el mar: entre lími- En los lagos de agua dulce se puede observar
tes de 3 a 16° C en las costas del norte de Euro- otra componente secular de la sucesión. Los ciclos
pa y América, y entre 13 y 27° C en el Mediterrá- anuales en años sucesivos, cada uno de los cuales
neo, o entre 19 y 25° C en el Caribe, se siguen se puede asimilar a una o varias sucesiones ele-
sucesiones absolutamente comparables en térmi- mentales, no conducen exactamente a la misma
nos de la relación de los organismos con la agi- situación, sino que todo el sistema va cambiando
tación del agua y las concentraciones de nutrien- lentamente. Se trata del resultado de una interac-
o
FUENTE
OLlGOTROFIA E
~ ':' Zooplancton
~
MUL T1PLlCADOR
V
_ _ _ _ _ RESER
o
@
SUMIDERO-=!-
Sucesión 759
con~lderar como más maduro por tener más bajo pios peces. Estas últimas características son las
el cociente producción/biomasa y por su mayor propias de ecosistemas más maduros.
diversidad biótica. Con este punto de vista con- El sedimento y las aguas profundas de los lagos
cuerdan otras características importantes. La dis- eutróficos son particularmente aptos para conser-
tribución de helmintos parásitos en peces cen- var gran variedad de compuestos orgánicos. Por
trárquidos 31a ofrece un ejemplo interesante. En esta razón la diversidad de los pigmentos preser-
lagos eutróficos hay menos parásitos y gran parte vados en el sedimento puede ser mayor en los
de ellos son adultos en aves y mamíferos, fuera lagos eutróficos que en los oligotróficos, contra-
del lago, mientras que en los lagos oligotróficos riamente a lo que cabría esperar de la composición
el número de especies parásitas es mayor y la del plancton respectivo.
mayor proporción de ellas son adultas en los pro- Las poblaciones del plancton de los ríos contie-
nen una gran proporción de elementos de origen
extraño, arrastrados por el agua del suelo, o pro-
cedentes de aguas estancadas que están en comu-
nicación con el río. Los pocos organismos que se
pueden considerar como un verdadero potamo-
Temperatura
plancton están siendo arrastrados continuamente
10 15 20 25 30 35
por el agua a medida que sus poblaciones evolu-
_ 100
::l 50 Oxígeno. cionan y, por esto, el potamoplancton de los
<ft. 01--..!lH'2-~_+--- +-__-+-_-+__+-_-+-_..., tramos sucesivos de un río representa las etapas
30 NH" sucesivas de una sucesión, un poco como las zonas
~20
::.. 10
E~~ I---,-,-t---+---+--_+--+--+----1
concéntricas de plancton marino alrededor de una
NH divergencia. Sólo los ríos de grandes dimensiones,
~ pH
gran longitud y corriente lenta, constituyen un
.1\ _ J "
~rV~-~ '-'
500 ,Bacterias, millones 'por mi
ambiente apropiado para el desarrollo de un fito-
plancton. Dicho fitoplancton está forzosamente
100 ~--+-...:::.=..-+----+---+-:-__:__+-_:_:_-t--...,
3 ia'leria gíandine/,a constituido por especies que se pueden multipli-
1 ¡:...--~-,~-t-A-"..--+l-A---+--+l':-au-c-om-a+(-c/:-.nt-:::ill;-tar-s-1 car rápidamente: Ankistrodesmus, Elakatothrix,
Melosira, Thalassiosira fluviatilis, Stephanodiscus
í'YC/idium,citruIIU¡ hantzschi, Asterionella formosa, Eudorina, Ana-
baena, entre las algas; rotíferos de los géneros
Filinia, Synchaeta y Polyarthra. Puede decirse,
por tanto, que no se va más allá de las prime-
3
1~
L J IaCinetochi/um margaritaceum
~ I I
ras etapas de la sucesión. En todos los casos, el
Vo~"a Im~I~I, i'- _t\ _I~ _ plancton de los ríos está fuertemente influido por
el de las aguas estancadas que atraviesan: espe-
...J ............ Lionotus lamella
cies que en los lagos se desarrollan de ordinarto
Telrahymena pyriformis
I IJ"\. lA. I\. _ Il una tras otra, por ejemplo, Melosira granulata y
luego Anabaena flosaquae, aparecen por este mis-
Gastrosly/a steini ....
IL L I1 mo orden en tramos sucesivos del do (Nilo Blan-
Co/poda steini
co na). Pero la sucesión en el potamoplancton ha
Co/poda crcullus [j de estudiarse también en relación estrecha con la
pl/atyophrya vorax
que se observa en las comunidades bentónicas de
los mismos ríos.
Ctl%phOSiS mucic,o/a ... ~ • La sucesión que se desarrolla en las aguas co-
13579135791357913571357135135 rrientes como secuela a vertidos de aguas residua-
Semanas
les puede compararse a las microsucesiones pro-
pias de troncos muertos, excrementos o cadáveres:
Figura 23-17 Aparición y desarrollo de las po-
blaciones de 14 especies de ciliados (de Halteria aparecen comunidades relativamente simples que
grandinella a Cyrtolophosis mucicola) en una destruyen y mineralizan la materia orgánica con
serie de experiencias paralelas con agua dulce rapidez, siendo gradualmente sustituidas por co-
y peptona (0.25 g por litro), repetidas a diferen- munidades que se asemejan más a las que pobla-
tes temperaturas, indicadas en la cabecera de la
tabla. Se indican las concentraciones de oxigeno, ban el río antes de producirse la perturbación
presencia de SH 2 , concentrac~ones de amo'}io (véase sistema de los saprobios, pág. 75). En
y amoniaco, pH y concentracIón de bac~e"as en estos casos es también difícil distinguir entre los
millones por mI. La escala de abundancIa de organismos en suspensión en el agua y los que
ciliados es la siguiente: 1, 1-50: 2, 50-250:
3, 250-1000: 4, 1000-5000: 5, mAs de 5000 conservan su posición en relación con un sustrato.
individuos por mI. (Según Münch 61.) Las sucesiones generadas por la aportación de
Suc9si6n 761
en su composlclOn que dependen de la luz y de intermedia con comunidades caracterizadas, en
la proximidad del nivel del agua. conjunto, por Cladophora y que, al avanzar más
Otras observaciones sobre la sucesión en comu- la sucesión, se escinden a su vez en nuevas zonas,
nidades bentónicas incluyen cierta proporción de caracterizadas respectivamente, de arriba abajo,
especulación, menos desde luego cuando se trata por Fucus vesiculosus, Ascophyllum y Fucus se-
de las zonas litorales fácilmente asequibles. Según rratus. En todos estos casos, se observa que uno
Shelford y colaboradores 83 la comunidad que de- de los factores más importantes que determinan la
nominan de Balanus y Littorina se desarrolla o diferenciación es la mayor variabilidad y el mayor
reconstruye en unos pocos meses. Este tiempo tan rigor de las condiciones ambientales en los niveles
breve significa que la sucesión no llega a un superiores, como en el caso ya comentado de que
estado avanzado de madurez, como corresponde allí y sólo allí los lamelibranquios excluyen a las
a las características fluctuantes del litoral junto al esponjas. Por esta razón se cae en la tentación de
ni vel del mar. La sucesión que conduce a la considerar a las comunidades de los niveles más
comunidad de Strongylocentrotus y Argobuccinum altos como etapas iniciales de la sucesión que
es más lenta y necesita más tiempo, pues para que quedan permanentemente en esta situación, o sea,
alcance estabilidad ha de formarse un sustrato en un estado de poca madurez, por razón de la
de conchilla sobre el fondo de fango o arena. inestabilidad ambiental, como ocurre también con
La disposición de comunidades en zonas para- la flora de dunas, de canchales, etc. En el mismo
lelas unas veces puede interpretarse como el re- sentido, realmente, las comunidades que viven en
sultado del progreso de una sucesión, como en un nivel inferior son más maduras, aunque no
el caso de la vegetación acuática o palustre alre- puede afirmarse que pertenezcan a la misma serie
dedor de un lago, o en las relaciones de espacio de la sucesión. En la zona entre mareas de Cali-
entre el manglar y la pradera de Thalassia; pero fornia 45 se pueden diferenciar 5 zonas con otras
la zonación vertical de comunidades sobre sustra- tantas comunidades (tabla 23-5), cada vez más
to rocoso, en una costa de erosión, no representa pobres a medida que se asciende: en realidad,
estadios que puedan seriarse en una sucesión una comunidad a un nivel determinado además
ideal, sino que es el resultado de la adaptación de sus especies propias contiene muchas especies
de un ecosistema a un ambiente heterogéneo con que vienen de niveles más altos. El estudio de
una dirección preferente en la variación de los la sucesión natural durante cuatro años en lugares
factores del ambiente. Es decir, las zonas no definidos mostró un enriquecimiento de especies
equivalen a etapas sucesivas, sino a una diferen- en los lugares elevados (comunidades de Boccar-
ciación que aumenta de grado a medida que avan- día y Phoronopsís); pero cambios insensibles o
za la sucesión. sin tendencia definida en los niveles más bajos.
Den Hartog 28 describe cómo se desarrolla la En estos casos se puede hablar de un gradiente
zonación en las costas de la parte meridional del de madurez determinado por el diferente rigor
Mar del Norte. En las primeras etapas, la mayor de las condiciones, que se combina con la adap-
parte de la región eulitoral, es decir, la región tación a condiciones locales heterogéneas. Pero
afectada más directamente por la marea, se halla estas situaciones nunca son sencillas: en comuni-
ocupada por la asociación de Enteromorpha com- dades de algas de pequeño tamaño que viven
pressa y Porphyra. Más tarde la vegetación se sobre rocas aproximadamente verticales en las
diferencia, segregándose una faja inferior con ve- costas de Puerto Rico (La Cueva), la cantidad
getación de Polysiphonia y Chaetomorpha, otra total de clorofila es de 200-450 mg por m 2 en una
faja superior con Fucus vesiculosus y una zona faja de algo más de medio metro de altura que
Tabla 23·5
Comunidades en una playa entre mareas en Tomales Hay, California 45.
° m
Platynereis (0,3-3,0) 2,0 1 pocos cambios
-1,0 m Amphipholis (2,4-3,8) 3,3
Biomasa vegetal,
g peso seco m- 2 (260-)547(-735) (1536-) 1734(-1910)
Clorofila a, mg m- 2 (208-)463(-781) (262-)697(-1095)
Clorofila a, mg g-I peso seco 0,58-1,53 0,15-0,57
Clorofila a, en mg g-I
peso seco de las hojas 0,9-4 1-1,4
Relación pigmentaria
D430/0665 2-2,23 2,31-2,44
Relación parte subterránea/
hojas (0,14-)1,8(-2,8) (4-)5(-7,1)
abarca la zona entre la que fluctúa el nivel del de estructura y paralelismo en la composición de
mar; dentro de esta banda hay un mínimo central la fauna en todas estas comunidades de fane-
que corresponde a la faja en la que es más densa rógamas marinas de hojas acintadas. Algunas ca-
la vida animal, con moluscos que roen las algas racterísticas de las poblaciones de Thalassia se
(Littorina tesselatd, Acanthopleura granulata y pueden ver en la tabla 23-6. Las comunidades
Chiton squamosus; biomasa total de estos anima- sobre sustrato grosero resultan más maduras.
les: 6 g peso seco sin cenizas por m2); la densidad En todas estas comunidades llama la atención
de estos animales no es tan grande a un lado y a el escaso número de animales que se sustentan
otro de dicha línea, la cual viene a coincidir con directamente de la planta dominante en estado
el nivel medio del mar. fresco. La casi totalidad se nutre de los epífitos,
Las fanerógamas marinas y su fauna acompa- de los restos de las fanerógamas descompuestos
ñante han sido bastante estudiadas, principalmen- por la acción bacteriana, o bien son filtradores.
te por diversos científicos franceses 34, 58,69, 70 en Este hecho invita a reflexionar en relación con
el Mediterráneo; y existe un paralelismo muy no- el concepto de filogenia de la clímax (pág. 740).
table con las características de comunidades aná- La adición de una etapa final con dominancia de
logas en otros mares, principalmente en el de las fanerógamas de origen terrestre a una sucesión
Antillas, donde las especies dominantes son dife- cuyos términos anteriores tenían algas como pro-
rentes. Las fanerógamas (Posidonia oceanica en ductores primarios es un acontecimiento relativa-
el Mediterráneo; Thalassia testudinum en el Ca- mente reciente en la historia de la vida en el
ribe; más otras especies de menor importancia o mar: en este caso, la prolongación de la sucesión,
que se encuentran en etapas anteriores, como la adición de nuevas etapas, ha sido el resultado
Cymodocea, Diplanthera, Halodula) requieren de un proceso evolutivo, pues presupone la exis-
una iluminación intensa y sólo crecen a poca tencia de fanerógamas. En un terreno más espe-
profundidad. Entre sus rizomas se deposita sedi- culativo se puede imaginar que el éxito de la
mento, de forma que la vegetación se va aproxi- invasión de plantas terrestres se explica porque
mando a la superficie del mar, dando lugar a una los animales marinos estaban menos adaptados al
especie de arrecife, pues queda una laguna de consumo de fanerógamas (con celulosas y ligni-
aguas más tranquilas entre él y la costa donde nas) que a comer algas, con las que habían evolu-
viven fanerógamas menores y algas diversas. Para cionado juntos. Este punto de vista es apoyado
que la sucesión avance hasta este punto se requie- porque los principales consumidores de faneró-
re una considerable estabilidad del ambiente. gamas acuáticas, por lo menos en los mares cáli-
Molinier y Picard consideran como clímax a la dos, son especies de origen terrestre (tortugas y
vegetación de Posidonia en el Mediterráneo y ca- manatíes) que invadieron las aguas marinas tras
racterísticas análogas poseen las praderas de Tha- las hierbas submarinas. Thalassia testudinum es
lassia en el Caribe, con la diferencia de que en la «hierba de la tortuga», y en todos los mares
estos mares tropicales la sucesión puede continuar, donde y cuando existían sirenios, su lugar propio
a través de un relevo, hacia la vegetación de eran las praderas de fanerógamas, excepto quizá
manglar (pág. 745). Existen numerosas analogías en el caso de Rhytina del norte del Pacífico. Hoy
Sucesión 763
tanto tortugas como sirenios han sido muy diez- madréporas. La vertiente posterior, en aguas cal-
mados por el hombre. mas, constituye un lugar de acumulación de frag-
Los arrecifes de coral son comunidades cuyas mentos coralinos, con Jania, Halimeda y otras
especies dominantes son madréporas que llevan algas, cuyos segmentos de talo, calcificados, con-
algas en simbiosis. Se trata de ecosistemas de gran tribuyen a la formación de la arena coralina. El
madurez que sólo se manifiestan en áreas mari- arrecife crece y se consolida preferentemente ha-
nas de condiciones muy estables. En realidad es cia mar abierto, mientras que a sotavento acumula
más la estabilidad que la temperatura lo que per- continuamente materiales que pueden dar lugar a
mite su desarrollo, pues faltan en áreas cuya tem- otras sucesiones, por ejemplo praderas de Tha-
peratura nunca baja de 20° C, cuando hay enrique- lassia y manglares. Por este mecanismo, los arre-
cimientos periódicos en nutrientes u otros cambios cifes adquieren la forma de arco con la convexi-
que pueden desarticular la mutua adaptación de dad dirigida hacia la corriente marina o el embate
celentéreos y dinoflageladas. En los arrecifes se de las olas. Son varios los arrecifes con el nombre
observan continuamente procesos de destrucción de «Media Luna» por la perfección con que desa-
y regeneración y se han descrito repetidamente rrollan esta tendencia de crecimiento, que puede
sucesiones secundarias. La fase terminal en el dar lugar a la oclusión de lagunas. Si se quiere
crecimiento de un arrecife parece estar gobernada considerar al arrecife como una clímax, se trata
por la competencia por la luz 39. Las especies que de una clímax que, entre sus características esen-
crecen con rapidez, formando expansiones am- ciales tiene la de ser heterogénea, de estar for-
plias y foliáceas, se encuentran en ventaja, excep- mada por un mosaico de comunidades diferentes,
to cuando el mar es agitado y rompe las colonias. lo cual, por otra parte, ocurre también en comu-
La orientación de las superficies de las colonias nidades terrestres. Precisamente aquí radica una
en relación con la luz y con la circulación vertical de las dificultades en el estudio e interpretación
del agua -la existencia del arrecife influye sobre de la sucesión. Un estudio suficientemente detalla-
la circulación en las áreas próximas- tiene me- do y asiduo sólo puede hacerse en un espacio
nos importancia en aguas profundas que en las limitado; pero una de las características de la
superficiales. Las distintas formas de crecimiento, sucesión es la organización del espacio, con el
en Millepora, Acropora o en las formas globosas, establecimiento de gradientes y heterogeneidades
tiene indudablemente sentido desde el punto de sobre grandes espacios. En otros términos, la
vista de la fisiología y desarrollo de cada especie clímax nunca es homogénea, sino una estructura
y de la organización de la comunidad entera. En única de grandes dimensiones, con manifiestas di-
los arrecifes del Caribe, Acropora palmata, con ferencias en unos y otros puntos.
ramas anchas que recuerdan la cornamenta de un El arrecife crece hasta la superficie, pero en
alce, es una especie que domina frecuentemente condiciones de luz excesiva y aporte de nitró-
entre la superficie y unos 6 m de profundidad. geno y fósforo puede ser invadido por algas,
Esta especie prolifera en estadios avanzados del o bien es fragmentado por el oleaje, separán-
desarrollo de la comunidad, creciendo sobre la dose pedazos que se amontonan en un talud
base formada por otras especies (M ontastrea an- y son ulteriormente divididos en fragmentos más
nularis, etc.) y expasionándose en la cresta del pequeños. Esta fragmentación resulta favoreci-
arrecife. Por la cantidad y calidad de sus pigmen- da por diversos organismos, como>algas carian-
tos, las zooxantelas que se encuentran en estas tes, animales que excavan galerías, etc.; pero la
situaciones corresponden a las características de notable destrucción que hoy se observa en arre-
un fitoplancton de elevada producción. Pero cifes cuya cresta emerge o casi emerge (fig. 23-9,
Acropora palmata es frágil y se rompe con facili- con inicio de sucesión terrestre) es más bien una
dad, apareciendo superficies denudadas, en las consecuencia de variaciones en el nivel del mar.
que crecen primero las especies pioneras de zoán- En los últimos 2000 ó 3000 años, en muchas áreas
tidos Zoanthus sociatus, Palithoa caribbaea y otros del Caribe el nivel del mar ha descendido alre-
organismos que representan el inicio de sucesiones dedor de un metro, quedando emergidas antiguas
secundarias. El arrecife de coral, en conjunto se comunidades de madréporas, fragmentadas y ero-
caracteriza por una enorme heterogeneidad (figu- sionadas, que constituyen los cayos, que bordean
ra 23-10); el desarrollo de los organismos divide las costas. En el sentido inverso, el crecimiento
el espacio en volúmenes de propiedades diferen- seguido de los arrecifes ha sido consecuencia
tes: el aspecto más general es la formación de de la subsidencia del fondo marino, según la teoría
una asimetría entre la vertiente que se enfrenta al de Darwin, que explica adecuadamente la consti-
mar y las aguas más tranquilas que quedan detrás tución de los atolones y que ha sido confirmada
del arrecife. La vertiente expuesta crece más rápi- en todos sus aspectos fundamentales. Perforacio-
damente, con más influencia de las algas incrus- nes realizadas en atolones del Pacífico (Eniwetok,
tantes llamadas «nulíporas» que de las propias en el grupo de las Marshall 76), atraviesan cons-
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tantemente depósitos precipitados por el creci- Es decir, hay una secuencia de madurez creciente
miento de madréporas hasta profundidades de aguas abajo, pero que no representa exactamente
1250 a 1400 m, cortando entonces materiales una sucesión (fig. 12-22).
basálticos que forman el basamento. Es decir, En el caso del río se superponen dos tipos de
el crecimiento de las madréporas ha proseguido comunidades, las del fondo y las de las aguas
desde el Eoceno, hace 60 millones de años, sobre libres. En realidad ambas forman como dos ·estra-
conos volcánicos subsidentes. En este largo pro- tos de un mismo ecosistema, con interacción in-
ceso aparecen inextricablemente unidos la suce- tensa. Pero las de las aguas libres se mueven
sión y la evolución de las especies. Pocos ejemplos rápidamente con el agua y representan una verda-
hay tan grandiosos de las relaciones entre estos dera sucesión a medida que el agua envejece,
dos aspectos básicos de la historia de la vida. mientras que las comunidades bentónicas corres-
Otros arrecifes, y entre ellos quizá la mayoría de ponden a un gradiente de madurez, con caracte-
los del Caribe, son relativamente recientes. Nor- rísticas limitadas de sucesión, y que sólo en un
malmente, su crecimiento actual es entre 2 y 5 mm sentido un tanto figurado consiente hablar de
por año. sucesión sobre tramos largos del río. Es cierto
que algunas comunidades que son permanentes
Bentos de agua dulce en la parte alta del cauce se asemejan a comuni-
dades transitorias que se desarrollan más abajo
La sucesión de la vegetación superior en las -por ejemplo, sobre cascos de embarcaciones,
orillas de los lagos ha sido muy estudiada (ta- o sobre plantas de vida breve- y, en general,
bla 23-7): resulta muy espectacular, especialmente los tramos superiores dan un exceso de produc-
cuando los sedimentos se acumulan aprisa y el ción que va a parar a los inferiores.
nivel del fondo sube, de forma que pueden tomar Es importante darse cuenta de la forma en que
pie plantas emergentes. El paso de la utilización los factores ambientales influyen sobre el ecosis-
del anhídrido carbónico disuelto al carbónico de tema fluvial. En el curso superior las aguas llevan
la atmósfera representa un relevo. En este caso, poca cantidad de materiales disueltos y su violen-
etapas sucesivas del desarrollo de una vegetación cia fija un límite mínimo a las dimensiones de
se disponen concéntrica y centrífugamente en re- los materiales del fondo. Poco a poco, la compo-
lación con la masa de agua. Se tiene una verda- sición local de las rocas y del suelo se refleja en
dera transcripción espacial de un proceso tempo- la composición química del agua, que es especial-
ral 78, 79. 80. Paralelamente se observan sucesiones mente regular en los países cubiertos de una vege-
de comunidades de algas, y se han descrito suce- tación terrestre madura, en equilibrio sobre un
siones análogas con referencia a los animales, por suelo maduro. El proceso de sucesión se reconoce
ejemplo a los hemípteros (fig. 12-13). en la vegetación terrestre, en los suelos y en los
En las aguas corrientes, la manifestación en ríos: la interdependencia y paralelismo dentro
el espacio del proceso de sucesión es aún más de un marco geográfico de todas las sucesiones
notable. Aguas abajo se suelen tener condiciones es otro argumento para concebir a la clímax
más estables, porque el flujo es más persistente; como una amplia organización con una hetero-
la composición del agua hace que sus variaciones geneidad esencial 77. En realidad, el río es parte
de pH estén más amortiguadas y la temperatura de un sistema más amplio, con ecosistemas terres-
es más regular. Por otra parte existe el aporte tres, de los que recibe una buena proporción de
de toda clase de sustancias y una presión de colo- materia orgánica portadora de energía.
nización de aguas arriba hacia aguas abajo, lo cual Cualquier sección del río recibe continuamente
establece que las relaciones reales entre los pobla- una aportación de organismos procedentes de
dores de sucesivos tramos de un río tengan un aguas arriba, especialmente aparente en el caso
carácter aproximadamente sucesional y muy pecu- de los insectos (pág. 730). La eliminación de
liar. Pero la zonación en los ríos no es estricta- individuos es mayor aguas arriba y en algunos
mente de tipo sucesional; lo mismo que ocurre en géneros (1os copépodos Bryocamptus, por ejemplo)
la zonación de las rocas de la costa, existen con- las especies de tramos superiores producen clara-
diciones de vida muy diferentes entre unos y otros mente más descendientes que las que viven aguas
segmentos del cauce. Las comunidades de algas abajo. Un segmento del río sólo puede hacer
con Hydrurus foetidus y Ceratoneis arcus, de la frente a esta colonización y mantener su carácter
parte alta de los arroyos, tienen ciertamente el propio cuando sus pobladores compiten con éxito,
carácter de comunidades de rápido crecimiento, gracias a un ajuste preciso a las condiciones
adaptadas a fluctuaciones, pudiendo sufrir los locales. Este flujo unidireccional de genotipos
cambios térmicos y el estiaje en verano; pero que se observa en el espacio en un río es análogo
estas especies no prosperan a temperaturas supe- al flujo en el tiempo durante la sucesión. Cada
riores a unos 8° C y faltan en tramos más bajos. etapa recibe cierta proporción de frecuencias géni-
columna de plancton,
Plancton Bentos en cm, equivalente
Fecha céls./ml céls./cm 2 al bentos
Sucesión 767
cü
~,g 500
CllCll
.~ >-400
·§e
•
-. ........ _"'"
----Á"
600,....----------b-o-s-qu-e-S-p-l-an-i-ca-d-u-c-ifo-I-¡o-S------.
::::..:::....------- ......
bosques de coníferas
" (Tsuga, Picea, Abies)
300
Q. ...
.gR
·oü 200
go>
pinares
-. . -.
'\'\
\
.~
"8 100
Q:
Altura en metros 500 1000 1500 2000
Temperatura media anual 13-,6 o-c--------g-,g·¡-:-~c---g-,3"""Tio-C----7, ~-OC
rl
......
rrollado algunos criterios, a veces no formulados suceslOn; pero hay que aceptar francamente la
explícitamente, sobre lo que se espera que ocurra crítica y añadir que la teoría de la sucesión tiene
a lo largo de la sucesión, de la misma manera que interés sólo en la medida en que es posible abs-
los evolucionistas utilizan ciertas reglas filogené- traer principios científicos de validez generaL
ticas, como la especialización creciente, el aumen- Estos principios se pueden aplicar luego con ma-
to de tamaño, etc., reglas que encierran más teoría yor o menor corrección, según la responsabilidad
que empirismo. En realidad es esta característica de cada autor, a la reconstrucción de sucesiones
la que ha hecho criticable toda la teoría de la naturales.
En la sección precedente se han presentado de
manera aparentemente un tanto confusa o desor-
denada muchos ejemplos de segmentos de suce-
60 siones, sin escapar tampoco por completo a la
crítica de mezclar realidad con fantasía. Se ha
procurado presentar ejemplos muy diversos, a fin
de que las formas de actuar comunes a todas
ellas reflejen precisamente algo que sea muy ge-
neraL Se trata de descubrir rasgos comunes en
las transiciones que ligan dos estados sucesivos
de un ecosistema. No se trata solamente de poder
formular alguna regularidad, sino de fundamen-
tarla en algún mecanismo suficiente.
No es posible formular una teoría de la suce-
sión de forma que se maxime algo para todas
las especies de un ecosistema, como un eco de
aquella frase de los economistas: «El mayor bien
para el mayor número posible.» Von Neumann
20 60 ha hecho ver la imposibilidad de aplicar un prin-
cipio semejante al estudio de la evolución de un
sistema complicado. Queda el camino de conside-
Figura 23-19 Comparación de los principales
parámetros de un ecosistema en sendas sucesiones
rar el estudio de la sucesión dentro de la teoría
en un bosque y en un pequeño acuario. La de los juegos y hacer que las funciones que se
diferencia entre la producción bruta y la respi- maximan o minimizan sean funciones macroscó-
ración representa una producción neta que, picas de todo el sistema. Las especies como tales
acumulándose, hace aumentar la biomasa hasta quedan relegadas así a un papel secundario y su
una situación de equilibrio. (De Odum 64, según
Kira y Shidei, y Cooke.) admisión o eliminación del sistema tiene que ver
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
1) Aumento de la biomasa total y muy prin-
Días
cipalmente de las porciones menos activas. Se-
guramente, el criterio de sucesión más general- Figura 23-20 Concentración de clorofila y pro-
mente aceptado es el del aumento de la biomasa. ducción primaria (escala a la izquierda), produc-
Ha sido obvio a los ojos de los botánicos y si ción primaria por unidad de clorofila e índice
algún debate ha suscitado ha sido precisamente en de pigmentos D430/D665 (escala a la derecha)
en cultivos acuáticos mixtos (<<microcosmos»).
relación con la posible existencia de etapas seni- (Según Cooke 18.)
les o senescentes de biomasa disminuida. Este
aumento de la biomasa se atribuye a una capita-
lización de la producción y su naturaleza asintó-
tica se comprende perfectamente al estudiar las en ellas, crecen especies de esqueleto esponjoso,
relaciones entre producción y biomasa. poco denso (Drulia batesi, fig. 23-23), mientras
Aquellos organismos o partes de organismos que en las aguas permanentes del cauce de los
que tienen una tasa de renovación muy lenta y un ríos hay formas que semejan madréporas de
metabolismo muy bajo aumentan relativamente esqueleto muy desarrollado (por ej., Spongilla
más que los otros. El ejemplo más conspicuo se [Stratospongilla] corallioides).
encuentra en la vegetación, donde la fracción re- En ciertos tipos de vegetación el aumento de
presentada por la madera aumenta progresiva- la relación biomasa relativamente inactiva/ bio-
mente en el curso de la sucesión. La madera for- masa total, acompaña al de la relación partes
ma una estructura adaptada al mejor aprovecha- subterráneas/ partes aéreas 59. En las fanerógamas
miento de los recursos del medio (luz, etc.) y a marinas (tabla 23-6) se observa esta tendencia,
conseguir una mejor homeostasis. Influye y deter- manifiesta igualmente en diversos tipos de vege-
mina las etapas siguientes de la sucesión de una
manera desproporcionada con la cantidad de oxí-
geno que consume. El plancton ofrece ejemplos
semejantes: las dinoflageladas de los comienzos
de la sucesión son de células pequeñas y mem-
brana sencilla; hacia el final se hallan organis-
mos de formas complicadas con una fracción muy
grande de su peso de naturaleza celulósica, en
forma de membranas, alas, etc. (fig. 23-22); lo
propio ocurre con las cocolitoforales, las formas
de etapas iniciales (Coccolithus huxleyi, etc.) tie-
nen cocolitos delgados y, a veces, sumamente
finos en las poblaciones de crecimiento rápido,
mientras que las formas del final de la sucesión
(Syracosphaera apsteini, Umbilicosphaera, etc.)
están adornadas de enormes cocolitos de forma
complicada. Los tintínidos de células desnudas Figura 23-21 Distribución vertical (escala en cm,
a la izquierda) y en el tiempo, del valor del
son más comunes en las primeras etapas, sustitui-
Indice de pigmentos D430/D665 en un cultivo
dos luego por formas loricadas. Otro ejemplo lo mixto con agua marina, en un recipiente cilín-
proporcionan esponjas de agua dulce sudameri- drico alto y estrecho. Se fertilizó dos veces,
canas, aunque aquí comparemos formas de comu- el 30 de diciembre y el 15 de enero, iniciándose
sendas sucesiones, la primera con dominancia
nidades de distinta madurez, que no están en rela- de una diatomea y la segunda (fertilizado con
ciones directas de sucesión: en las aguas de inun- más nitrato) con dominancia de una clorofícea.
dación, sobre las ramas de los árboles, sumergidas (Según R. Margalef, Inv. Pesq., 23:11-52, 1963.)
49 Sucesión 769
taclón terrestre, especialmente en regiones áridas ecosistemas y en sistemas humanos va más allá.
(pág. 445). Así, dentro de las propias organizaciones huma-
Es posible ampliar el concepto de «materiales nas, los elementos menos creadores y más conser-
poco activos» extendiéndolo a las manifestaciones vadores son más persistentes y se van acumulando
de la actividad de los seres vivos, como pistas, con tasa mayor: en cualquier centro científico, los
galerías, termiteros, etc., y aun los mismos troncos administradores tienen una tasa de aumento ma-
de árboles muertos y derribados. De diversas ma- yor que la de los investigadores, y si se quiere un
neras, estas estructuras definen o canalizan el ejemplo instrumental, las máquinas de escribir
ulterior desarrollo de la comunidad, y algunas de una tasa de aumento mayor que la de los micros-
manera muy notable. En determinados casos se copios utilizados.
puede decir que detienen la sucesión en cierto
punto. Las áreas extensamente minadas por roe- 2) Aumento de la producción primaria. Mien-
dores (por ejemplo, tucales en Sudamérica) mues- tras que los ecólogos más interesados por la es-
tran unas características ecológicas generales pro- tructura y la descripción han visto en la sucesión
pias. Los termiteros y hormigueros muy densos un proceso de aumento de la biomasa, los ecólo-
imprimen igualmente su sello al paisaje y condi- gos que preferían un punto de vista más diná-
cionan de manera muy definida la vida de otros mico han supuesto que existía una tendencia a
elementos de la fauna y de la flora. En todo caso, hacer máxima la producción, o el flujo de energía,
estos efectos se manifiestan por un incremento de regularidad que parece cumplirse generalmente,
estructuras ya no vivas. aunque no siempre 63. Algunas veces, este supues-
Este aspecto tiene importancia peculiar en las to ha sido contradecido o embarullado por perso-
especies capaces de una transmisión cultural. La nas de orientación práctica, al confundir o tratar
sucesión implica un progresivo aumento de la de igualar la producción con el rendimiento que
masa de artefactos transmitida (ciudades, maqui- el hombre puede obtener. Pero es fácil poner en
naria, vías de comunicación, libros) y la relación claro lo que ocurre. La sucesión conduce a maxi-
entre la masa de dichos artefactos y la biomasa mar la producción total, que se invierte en el
propiamente dicha va aumentando continuamente. aumento y en el mantenimiento del ecosistema;
La analogía entre aspectos de la sucesión en los por el contrario, el rendimiento que el hombre
puede extraer de un ecosistema es mayor en eta-
pas que anteceden poco o mucho a la clímax.
En otros términos, la sucesión 'representa una ma-
yor eficiencia en el sentido de uso o capitalización
Cocco/ithus hux/eyi Discosphaera tubifera en el propio ecosistema y una disminución de la
eficiencia desde el punto de vista de la explotación
humana.
equivale a suponer que la estrategia de la K, estados a otros estados posteriores que induda-
a largo plazo, resulta siempre superior a la de blemente tienen valor de selección positivo, pues
la r, lo cual es cierto, siempre que el ambiente perduran. Se acelera la tasa de renovación en
sea suficientemente previsible o controlable. niveles inferiores (agricultura, ganadería). El exce-
El retardo en la tasa de renovación debe enten- so de energía circulante se justifica por el control
derse para todo el conjunto y, en realidad, se rea- mundial que el hombre adquiere gracias a ella.
liza de manera muy desigual: el retardo es mayor Si se tiene la preocupación de construir una teoría
en los elementos controladores, de niveles tróficos ecológica de validez general que sea coherente, se
altos; pero el retardo a este nivel puede ir asocia- puede sustituir la biomasa genuina, por una mag-
do a una pequeña aceleración de la tasa de reno- nitud total que exprese la capacidad de control y
vación en los niveles inferiores. El aumento de la determinación del futuro, incluyendo los artefac-
fracción de biomasa poco activa o de estructuras tos de la civilizaci6n; entonces se puede decir que
ya no vivientes se puede expresar también como la disminución de la relación producción primaria
un aumento relativo de elementos o subsistemas / «masa total con capacidad de control sobre el
de baja tasa de renovación. futuro» tiene una validez mucho más general
A lo largo de la sucesión, la energía empleada como índice de sucesión que la relación produc-
en la sustitución de unos individuos por otros ción primaria/ biomasa total, puesto que aquélla
disminuye mucho más que la invertida en otras resulta también aplicable a los sistemas humani-
partidas del metabolismo. En consecuencia, zados.
aumenta la proporción de la energía total ingre-
sada que es usada en la respiraci6n (en el caso 4) En los productores primarios, disminución
de animales, por ejemplo, pág. 481). de la concentración total de pigmentos asimilado-
La producción primaria aumenta de manera res y de la clorofila a más que de los otros. En
asintótica y en relaci6n con la superficie hori- términos generales, la sucesión representa una dis-
zontal cubierta, pero la respiración aumenta casi minución de la producción neta: a nivel de los
proporcionalmente a la biomasa. Siempre se al- productores primarios hay un aumento mayor
canza un equilibrio entre producción primaria y de los elementos que respiran que de los que
respiración total en un punto determinado, que es producen; el contenido relativo de clorofila se
funci6n de condiciones ambientales y de la orga- relaciona con este cambio (pág. 444). Esta situa-
nizaci6n del ecosistema. ción no ocurre si la vegetaci6n está sometida a una
En los ecosistemas humanizados, la relaci6n explotación muy activa.
producción primaria/biomasa total no s610 no En el curso de la sucesión, la concentración
disminuye, sino que aumenta al pasar de unos de clorofila por unidad de superficie ordinaria·
Sucesión 771
Tabla 23·9
Diferencias en las tasas de cambio en la acumulación y descomposición
de pigmentos en vegetales.
A. Cultivos de fitoplancton. Variación del cociente en los períodos indicados 3.
Sucesión 773
sicoquímicos del medio, sin buscar interpretacio- incrustantes (Peyssonnelia) crecen intermitente-
nes en el terreno de la sucesión. mente en los diferentes puntos hasta poder recu-
Lo cierto es que en ambientes que imponen una brir uniformemente la piedrecita 13. En cualquier
movilidad alta y al azar, la sucesión no puede caso, las comunidades bentónicas avanzan más en
adelantar mucho, también por existir una conti- la sucesión cuanto más estable sea el sustrato;
nua pérdida de individuos, por difusión a capas en este sentido el sustrato rocoso o sólido permite
poco iluminadas, por ejemplo, o por sedimenta- siempre a las sucesiones avanzar más allá de lo
ción, que sólo puede ser compensada si existe un que consiente un sustrato movedizo o desmenuza-
exceso de producción. El valor elevado produc- do, que obliga a empezar de nuevo la sucesión,
ción/biomasa es una característica propia de co- o determina una pérdida constante de individuos
munidades más iniciales. Si la sucesión adelanta, que hay que reponer de algún modo, con lo que
el transporte que proveía la turbulencia del medio la sucesión queda detenida.
pasa a cargo de la movilidad de los propios orga- Cuando en un sistema coexisten elementos de
nismos. En el movimiento de los animales se sustrato como piezas de mosaico de diferente mo-
utiliza la información acumulada por las especies, vilidad -por ejemplo, cantos de distintas dimen-
que se refiere a una organización predecible del siones en el cauce de un río- la sucesión puede
ecosistema en el que aquéllas han evolucionado. avanzar más en las piedras menos móviles, que
Aumento de estabilidad vertical del agua y en general son las de mayor tamaño. El mosaico
disminución de la concentración de elementos se forma a base de distintas etapas de una suce-
nutritivos suelen ir paralelos; pero no de manera sión, como se observa en la distribución de espe-
necesaria. Aumento de estabilidad, sin agotamien- cies sobre cantos de distintas dimensiones y en el
to de los nutrientes puede desembocar en una desarrollo de epífitos sobre plantas de distinta
«purga de mar». Consumo de nutrientes sin longevidad.
aumento de la estabilidad y sin reposición de Donde coexisten o se yuxtaponen sistemas
aquéllos, puede llevar prácticamente a la desapa- planctónicos y bentónicos, los bentónicos tienen
rición total del plancton. Estas relaciones condu- carácter de mayor madurez. Sólo algunos tipos
cen a la estructuración y diferenciación en el de fondos de condiciones hidrográficas cambian-
espacio de los ecosistemas planctónicos (pág. 832). tes (costas de Chile, según Gómez Larrañeta) pre-
La movilidad de los sedimentos tiene el mismo sentan comunidades bentónicas de madurez asom-
significado para las comunidades bentónicas que brosamente baja. Hay muchos datos sobre vegeta-
la turbulencia para el plancton. Los granos de ción acuática arraigada que compite con éxito con
arena, por ejemplo, cambian de posición, de for- el plancton y hay pruebas 40. S4 de que los orga-
ma que los pequeños organismos fotosintetizado- nismos adheridos a las paredes y al fondo de los
res que viven sobre ellos van a parar a zonas de recipientes derivan a su favor los elementos nu-
sombra, o son aplastados por el roce con otros tritivos y avanzan más rápidamente en la sucesión
granos. Las algas que viven en la arena deben que las comunidades planctónicas superpuestas
tener una tasa de multiplicación elevada y por lo (pág. 865).
tanto requieren un suministro notable de nutrien-
tes. Organismos móviles y fototácticos, como dia- 7) Estructura más complicada de las comu-
tomeas pennadas, cianofíceas, euglenales, y mu- nidades y mayor segregación entre especies pró-
chas especies de dinoflageladas, principalmente ximas. Junto al aumento de biomasa y al aumen-
marinas, pueden sobrevivir en fango poco move- to de producción, el aumento de diversidad suele
dizo, con una tasa de multiplicación no muy alta, ser el tercer atributo que se menciona de la suce-
de la misma manera que poblaciones de dinofla- sión. Después de la explosión del Krakatoa en
geladas nadadoras se mantienen en el agua esta- 1883 que aniquiló la vida en la isla, el número
bilizada. de especies aumentó paulatinamente: en 1933 ya
Las piedras de mayor tamaño son poco móviles había 720 insectos y 51 vertebrados. En el curso
y permiten el desarrollo de especies grandes, con de la sucesión desaparecen algunas especies, pero
tasas de aumento muy bajas, como son las algas nuevas especies se añaden en mayor número. Hay
incrustantes, etc., que dominan a la flora micros- una ampliación vertical de la estructura de los
cópica. Las algas incrustantes y otros organismos ecosistemas (por ejemplo. en la sucesión que con-
fisionómicamente similares cementan entre sí frag- duce al bosque) y también una mayor fijeza y
mentos del sustrato, formando grandes bloques mejor predicción de futuras condiciones, que per-
que cambian difícilmente de posición. Algunos miten situar un número creciente de especies.
animales, como son los ofiuroideos, pueden mo- Aumenta el número de niveles tróficos y las redes
ver las piedrecitas que se encuentran en un sus- alimentarias se alargan y hacen más complejas.
trato fangoso, de modo que sus distintas caras se También se hacen más frecuentes las relaciones
exponen sucesivamente a la luz, con lo que algas específicas estrictas de parasitismo, comensalismo
Tabla 23·11
Número de especies de aves en las diversas etapas de la sucesión de una pradera
a un bosque de pinos SO.
Vegetación Vegetación
herbácea arbustiva Vegetación de bosque; edad:
Tabla 23·12
Número de parejas de aves por 40 hectáreas (0,4 km 2) y número de especies de aves
en las distintas etapas de dos sucesiones, en Carolina del Norte b2a.
1 288 8 I 396 9
11 270 21 11 222 12
111 331 19 111 160 18
Tabla 23·13
Diversidad biótica en aves del valle de Apurimac, Perú 86.
Vegetación
Plantación Plantación arbórea
Tipo de vegetación de cacao de café Matorral secundaria Bosque
------------
Tabla 23·14
Diversidad media de las taxocenosis de aves en distintas formaciones Sg.
Diversidad relativa
Número Número medio Diversidad en a la máxima
Formación de muestras de especies bits/indiv. H/log2S
Sucesión 775
y sinibiosis. En general, aumenta el número de Tabla 23-15
tipos biológicos representados, cualquiera que sea Diversidad, en bits por individuo, de las poblaciones
el criterio seguido para su distinción. A medida de aves en comunidades de distinta madurez
que avanza la sucesión el número de especies eli- y en áreas diferentes 45b.
minadas del sistema por unidad de tiempo va de-
I1Iinois Panamá
creciendo con regularidad.
Existe numerosa información dispersa, de la
que se presentan algunos ejemplos relativos a Vegetación baja y abierta
aves, en uno de los cuales se pone de manifiesto o explotada por el ganado 1,54 1,50
otra tendencia bastante general: una mayor repre- Bosque 3,31 3,65 a 3,73
sentación de las especies mejor defendidas (tablas
23-10/15). El aumento de recursos defensivos en
el curso de la sucesión es una manifestación del
cambio de estrategia: los oportunistas pioneros La forma más simple de expresar la variación
son especialmente prolíficos, las especies que per- de estructura es por medio de los índices de diver-
duran se multiplican menos, pero resisten más. sidad. Hay muchos datos que indican un aumento
Los ejemplos son múltiples: el aumento de partes de su valor a lo largo de la sucesión. Sin em-
no vivas o de poca actividad (lorigas en tintíni- bargo, el aumento es de tipo asintótico y no
dos y en otros protozoos, conchas en moluscos, suele rebasar cinco bits.
etcétera) a que se ha aludido, tiene frecuente- Los ejemplos relativos a aves no son los úni-
mente valor defensivo. cos. En el plancton, la diversidad suele aumentar
a medida que avanza la sucesión (fig. 23-24). En
las aguas dulces, la diversidad es muy baja en las
comunidades que inician la sucesión y en aguas
muy sucias 68 hasta el punto que se ha propuesto
usar los índices de diversidad como un criterio
de polución. En el fitoplancton marino la diver-
sidad es más baja en las comunidades poco ma-
duras que en las avanzadas (pág. 371), Y en el
agua dulce se tiene un gradiente que va de la
diversidad mínima en los lagos eutróficos hasta
una diversidad máxima que se aproxima al límite
de 5, Y aun lo rebasa, en los lagos distróficos.
En pastizales de Snowdonia, Gran Bretaña,
y en el curso de 10 años, se han observado cam-
bios en la diversidad. Contra lo esperado, la
diversidad aumentó en áreas sometidas a pasto-
reo, pero disminuyó en las protegidas 42. La diver-
sidad de los bosques aumenta hacia la clímax 60.
También se ha observado aumento de la diversi-
dad durante la sucesión que se desarrolla en
el frente de glaciares en retroceso 75.
2 La diversidad está íntimamente relacionada con
otras características del ecosistema y todas ellas
lo están con la sucesión. En el curso de la suce-
sión tienden a desaparecer las especies dominan-
tes que, con frecuencia, forman una parte muy
importante de la biomasa en las primeras etapas.
La adición de nuevos niveles tróficos más altos
3 ~ 2 contribuye a enriquecer la diversidad de los res-
Etapa de sucesión tantes niveles tróficos y del conjunto de la
comunidad. Estas relaciones se han comprobado
Figura 23-24 Valores de un índice de diversi- experimentalmente en estanques con peces 39a y
dad [(S-1) fin N J para distintas muestras de en estudios de la fauna litoral marina; pero no
fitoplancton de la Ria de Vigo, ordenadas por
la etapa de la sucesión, verano 1955. En las son generales (tabla 23-17). Si se adopta algún
etapas finales, la diversidad se estabiliza y aun convenio para definir las especies dominantes y
desciende. pero no se ha tenido en cuenta el se calcula un índice que represente el tanto por
espectro de diversidad, que probable"!ente, ciento que las especies dominantes representan
variaba monótonamente con la sucesIón.
Cociente Cociente
Tiempo clorofila e producción
transcurrido Diversidad clorofila a biomasa
Tabla 23-17
Algunas características de la sucesión de perifiton (algas microscópicas bentónicas)
en corrientes de agua experimentales o ríos de laboratorio, sin depredadores (N), Y sometido
a la acción del gasterópodo fitófago Physa girina (G) 45a.
nancia corresponde a estructuras más complejas. donde aparece la suma de términos con Ni log Ni'
Existe una correlación inversa entre algún índice relacionados con la diversidad.
de dominancia y la diversidad. La diversidad En los sedimentos se registran cambios de diver-
muestra correlación negativa con el cociente pro- sidad en la composición de las comunidades fósi-
ducción/biomasa en los pastizales de California 56, les de diatomeas, foraminíferos y cladóceros, en el
en condiciones que hacen pensar en relaciones curso de largos períodos de tiempo. No es sencillo
sucesionales o, por lo menos, en diferencias de interpretar correctamente la correspondencia entre
madurez. El mismo tipo de correlación inversa la diversidad de las poblaciones vivientes y la
se observa en el fitoplancton y, en este dominio, diversidad de sus restos, tal como se acumulan
frecuentemente se posee la información suficiente en los sedimentos. Sin embargo, parece que no
para poder considerarlas como manifestaciones hay inconveniente grave en ver en los cambios
de una sucesión. Por ejemplo, Platt y Rao 72 en de diversidad del material en los sedimentos un
una floración de plancton marino en Nueva Esco- reflejo de los cambios reales en la diversidad
cia, hallan una correlación positiva entre la edad de las poblaciones que se han sucedido. En el caso
de la masa de plancton y la diversidad, al tiempo de la sucesión de faunas de cladóceros en la-
que la productividad disminuye (tabla 23-16). gos 37, 38 la diversidad aumenta de manera general
con el paso del tiempo, pero se presentan dismi-
Las variaciones de la diversidad están implícitas nuciones de diversidad en correspondencia con
en el concepto de acción vital de Volterra 77a, que acontecimientos catastróficos (fig. 11-14). Según
podría considerarse como una función a optimar, Goulden, al principio se observa la invasión más
concretamente a minimizar, de la forma o menos gradual de muchas especies, luego viene
Sucesión 777
30 r------,I""""'"""----,.-----,-----r-----r----. de la compensación o equilibrio entre variaciones
de distinto signo. Es obvio que dentro de un gru-
po de especies que pueden competir, y que han
colonizado un tanto al azar cierto ecosistema, la
diversidad inicial puede ser grande; pero al avan-
GI 20 zar la sucesión y hacerse realidad la competencia
Sucesión 779
Especies (estrategia de la K)
Especies Invasoras (estrategia d la r) especies explotadas (estrategia de la r)
Figura 23-26 Esquema de las relaciones entre sucesión y evolución. Las especies saltan
de unos a otros sistemas, pero siempre actúa sobre ellas cierta presión selectiva que
se relaciona con las características constantes de la sucesión. Como ejemplo de sucesión
se ha aprovechado una figura de G. Schmidt (Vegetationsgeographie, Teubner, Leipzig,
1969) que esquematiza distintas etapas entre la orilla del mar y un pinar en la duna.
Sucesión 781
alimenta de detritus del fondo, sin hacer gran Todas estas regularidades no han de entenderse
selección, y tiene un consumo de oxígeno de de manera dogmática e inflexible, si bien las ex-
0,06 mI por g de peso fresco y hora. En limo fino cepciones son pocas y no hacen más que ilustrar
arenoso, a mayor profundidad, entre 70 y 100 me- el funcionamiento de los mismos principios gene-
tros, se reconoce la comunidad «Brissopsis-chia- rales. Hay formas de Tropocyclops prasinus planc-
jei», que puede considerarse más madura; un tónicas en lagos extensos, pero en ellos su fecun-
componente importante de esta comunidad es didad es muy baja, como corresponde a un am-
Amphiura chiajei, que vive más de 10 años, se biente más estable y a un ecosistema más maduro.
alimenta de manera más especializada y tiene un A la vez, hay Cyclops, como C. furcifer, de eco-
consumo de oxígeno de 0,01 mI por gramo de sistemas fluctuantes iniciales, que son excepcio-
peso en fresco, medido en las mismas condiciones nalmente prolíficos.
que en A. filiformis. La especialización en la alimentación y en
Básicamente, la diferencia se establece en rela- otras funciones se manifiesta por un mayor nú-
ción con la longevidad y la producción de descen- mero de especies estenófagas en las etapas de
dientes, de manera que se refleja en las curvas mayor madurez y, presumiblemente, en dichas
demográficas, sobre las que sería posible reco- etapas hay una mayor interdependencia entre las
nocer el grado de ajuste a determinada etapa de especies a través del medio, es decir, mayor inter-
la sucesión (fig. 18-3). A su vez, la duración de la cambio de sustancias ectocrinas y mayor depen-
vida en relación con los principales ciclos ambien- dencia de unas especies respecto a otras por razón
tales, tiene consecuencias genéticas. Si la duración de determinados metabolitos (vitaminas). Si hay
de la vida es más corta que los períodos princi- una evolución bioquímica de las deficiencias me-
pales de los ciclos ambientales, las sucesivas gene- tabólicas (pág. 476), dicha evolución ha de mar-
raciones se desarrollan sometidas a condiciones char paralelamente a la disponibilidad de los
distintas y los ciclos ambientales funcionan como diversos compuestos, lo cual quiere, por lo menos,
una serie de filtros de distinta selectividad: su cierta constancia en los productores y cierta esta-
resultado son especies relativamente plásticas, des- bilidad en el ambiente. En el caso del plancton
de el punto de vista de la fenogénesis (ciclomor- se ha especulado bastante sobre una componente
fosis, por ejemplo, págs. 151 y 727). Si la dura- de la sucesión basada en este principio: ciertos
ción de la vida se extiende a más de un periodo organismos llevan al medio sustancias, de efectos
del ciclo ambiental, las sucesivas generaciones se positivos o negativos, que influyen sobre las eta-
desarrollan bajo condiciones equivalentes y se pas siguientes, y así sucesivamente. Aunque ésta
puede seleccionar un desarrollo canalizado, una no puede ser la principal explicación de la suce-
fenogénesis menos variable. El resultado son es- sión, es ciertamente un fenómeno que la acom-
pecies de menor plasticidad, pero de mayor ten- paña. Aunque los datos son pocos y más bien
dencia a la diferenciación genética de expresión indirectos, es muy probable que la variedad de
geográfica. Un buen ejemplo lo proporcionan los las sustancias orgánicas activas disueltas en el
copépodos de agua dulce: los ciclópidos de los gé- agua y la persistencia de sus diversas especies
neros Tropocyclops y Eucyclops, propios de sis- moleculares vayan aumentando con la sucesión,
temas menos maduros, viven de 2 a 3 meses, son y lo mismo ha de ocurrir en el suelo. Precisamente
plásticos, dispersables y con características seme- en tal interacción química y en la modalidad de
jantes se extienden sobre áreas muy vastas. Por la competencia que se basa en ella, se puede
el contrario, los del género Cyclops en sentido explicar la frecuente -y paradójica- ocurrencia
restringido, o sea del grupo C. strenuus, así como de grupos de especies muy afines en etapas avan-
muchas especies de diaptómidos, viven aproxima- zadas de la sucesión (pág. 675) (Gonyaulax, Cau-
damente un año, se encuentran en ecosistemas lerpa, desmidiáceas).
más maduros y, sin haber perdido su plastici- El ejemplo del paso de la microfagia a la ma-
dad, ésta pasa a segundo término, en relación con crofagia en el plancton (pág. 514) puede servir de
una diferenciación geográfica de base indudable- modelo a muchas vías análogas de evolución
mente genética. En Ranunculus flammula las po- superpuestas a la sucesión. La presión constante
blaciones de ambientes inmaduros e imprevisibles del depredador, sobre la presa y de la presa sobre
son genéticamente homogéneas y con gran plasti- el depredador conduce a una reducción final del
cidad fenotípica; mientras que las poblaciones flujo de energía, que se consigue solamente en
más terrestres y más especializadas muestran me- ecosistemas muy organizados, es decir, maduros.
nor grado de heterofilia, pero están más diferen- La proporción de adaptaciones muy avanzadas,
ciadas genéticamente 17. Es de esperar encontrar, defensivas, de todo tipo (cripsis, mimetismo, etc.)
de manera general, un mayor polimorfismo gené- es ciertamente mayor en los ecosistemas más ma-
tico en las especies de dinámica muy retardada, duros (pág. 568). En virtud del aumento del nú-
ligadas a ambientes muy maduros. mero de interacciones y la disminución de la
Sucesión 783
recida en la interfase agua/sedimento (por ejem- y manteniéndolo a un nivel más bajo. Un suelo
plo, en las euglenales). esquelético muy inestable en una fuerte pendiente
y un sedimento marino removido por el oleaje,
tienen características semejantes. El retorno de
MADUREZ V CLíMAX períodos de clima muy riguroso no sólo determina
la suspensión de muchas actividades orgánicas,
Las características comentadas en los aparta- sino además la destrucción, sin gran provecho
dos anteriores permiten proponer una escala de para el ecosistema, de parte de la materia orgá-
madurez muy amplia, que, por lo menos teóri- nica sintetizada, que más tarde pasará a la vía
camente, permite atribuir un grado de madurez detrítica. No es de extrañar que los ecosistemas
a cada muestra de ecosistema delimitada en el propios de desiertos secos, de desiertos fríos o
espacio. La escala debe construirse de manera de desiertos rocosos, por sus características gene-
que las sucesivas etapas de una sucesión real rales, correspondan a un grado de madurez menor
observada representen grados de madurez cre- que la mayor parte de las comunidades propias
ciente. Esta escala, por otra parte, se puede am- de un ambiente más constante y equilibrado. Sin
pliar a todos los casos posibles, desde un flujo embargo, no hay inconveniente en considerar
de energía infinito a un sistema material total- como clímax a las comunidades de la tundra, de
mente estático. la taiga, de los desiertos, etc. y, en realidad,
El estudio de sucesiones reales conduce al dichas comunidades pueden mostrar valores rela-
concepto de clímax como etapa final observable. tivamente elevados en ciertos indicadores de ma-
La clímax es, por tanto, la etapa de mayor madu- durez: a veces son predecibles y pueden existir
rez en aquella sucesión; lo cual no quiere decir ritmos internos eficientes (sistemas árticos) 31, la
que sea el límite superior de madurez, ni siquiera acumulación de biomasa poco activa puede ser
que tenga una madurez muy grande. Precisamente enorme, como en las plantas de los desiertos, y
en este punto se centran todas las polémicas que el estudio de los ecosistemas de los mismos de-
se han levantado alrededor del concepto de clí- siertos enseña que su diversidad no es tan baja
max: hay comunidades, como el plancton, o la como se podría suponer y en ellos existen muchas
vegetación de las dunas, que son poco maduras y, especies con avanzadísimas adaptaciones en lo
sin embargo algunos autores hablan de la pradera que se refiere a coloraciones crípticas, venenos,
como clímax y aun aceptan una clímax en las etcétera, lo cual puede interpretarse como indicio
aguas corrientes o en el plancton, significando de una considerable edad y madurez.
simplemente que se trata de comunidades que Otro aspecto de la explotación se refiere al
ya no cambian o no avanzan más allá de cierta interior del ecosistema y tiene que ver con la
etapa. organización del mismo y, básicamente, con la
Por otra parte, la misma clímax se nos pre- forma en que se invierte el exceso de producción.
senta como una organización compleja en el espa- En la vegetación de pradera, por ejemplo, se
cio, dentro de la cual se incluyen unas manchas puede invertir en aumentar la estructura y llegar,
que son más maduras que otras. Cualquier teoría si el clima lo permite, al bosque, con una densi-
de la sucesión queda incompleta si no permite dad muy baja de vida animal. En realidad, la
comprender por qué algunas series o sucesiones acumulación de glúcidos estructurales por las
no van más allá de cierto grado, no muy elevado, plantas se produce precisamente por la dificultad
de madurez. Si se prefiere o no llamar clímax a de una rápida utilización de los mismos por parte
estas etapas terminales es una decisión que carece de los animales. Pero la pradera puede persistir
de interés científico. como tal, si hay incendios periódicos que repre-
El que la madurez no aumente más allá de sentan una forma de explotación sin beneficio.
cierto límite se debe sustancialmente a que el También puede pervivir una vegetación baja
exceso de producción del sistema va a parar fuera como consecuencia de la presencia de herbívoros,
del mismo y no se invierte o capitaliza en el seno como es el bisonte en las praderas americanas.
del ecosistema en cuestión. Esta separación de Por lo menos en regiones marginales de la pra-
parte de la producción se puede considerar como dera americana, la actividad de los herbívoros,
una explotación y la explotación humana (capí- principalmente del bisonte, tanto consumiendo las
tulo 24) presenta los ejemplos más espectaculares. plantas como por la alteración del suelo por el
Pero existe otro tipo de explotación natural, por pisoteo, han mantenido la pradera donde la vege-
ejemplo, el arrastre de una parte de los organis- tación pudiera haber ido más allá. Las madrépo-
mos de un río, la sedimentación de parte del ras mantienen en un estado de alta productividad
plancton, que puede inmovilizar definitivamente a las algas que explotan e impiden cualquier
en el sedimento una parte de los elementos nece- aumento de madurez en el nivel de los produc-
sarios para la vida, retardando así el ciclo general tores primarios del mismo ecosistema.
50 Sucesión 785
luego se borran en más o menos tiempo. Los de las lagunas y determina nuevas colonizaciones.
embalses son modelos experimentales de lagos La existencia de lagunas a diversos niveles deter-
particularmente interesantes por su aparición mina múltiples posibilidades de intercambio y
brusca y evolución acelerada. aislamiento. El resultado es que el río, con sus
Esta circunstancia ha de pesar en cualquier aguas periféricas, representa un sistema de gran
consideración de las clímax acuáticas. Uno se in- complejidad y altamente propicio a la evolución,
clinaría a interpretar a los lagos como ecosistemas que en modo alguno puede considerarse como
más maduros que los ríos; obviamente, en los más sencillo que un lago, y mucho menos desde
ríos el flujo de agua es un importante factor de el punto de vista de la teoría que considera la
inmadurez. Pero también aquí es preciso consi- complejidad como característica de toda clímax.
derar estructuras a gran escala, de la misma ma- Los grandes ríos americanos (Paraná, Mississippi)
nera que es imposible concebir una clímax sobre ofrecen ejemplos excelentes y merecen un dete-
un espacio reducido. Los ríos evolucionan hacia nido estudio antes que la acción humana los sim-
un perfil de equilibrio, aumentando la longitud plifique excesivamente. El ecosistema representa-
de su curso con la formación de meandros (figu- do por el río y sus lagunas dependientes se puede
ra 2-4). Más tarde, los meandros se cortan y considerar como una clímax equivalente a las
aíslan, quedando en forma de lagunas, en una clímax forestales. Una característica esencial de
amplia zona, a distintos niveles y a los lados del todas las clímax, repetimos, es la de una consi-
río. En las crecidas, el río invade los segmentos derable diversificación local. La clímax no es un
del antiguo lecho, arrastra parte de la población ecosistema uniforme.
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Sucesión 787
24
Explotación humana,
regresión y conservación
789
entre explotación y sucesión constituye el meollo de la Humanidad es muy pequeña. En 1968, la
de todos los problemas relacionados con la con- pesca total fue de 64 millones de Tm, de las que
servación de la Naturaleza. 40,2 (el 62,8 %) se utilizaron en la alimentación.
Probablemente es innecesario volver a debatir Esto equivale al sustento de 40 millones de per-
qué debe considerarse como más maduro: Si el sonas, es decir, el mar contribuye con poco más
sistema hombre + resto del ecosistema (aunque del 1 % a las necesidades alimenticias de la
esté más o menos degradado) o el ecosistema na- Humanidad. La explotación pesquera no repre-
tural primitivo. Basta recordar que la adición de senta más que el 1/6 por mil de la producción
un nivel trófico superior representa el rejuvene- primaria marina. No es extraño que se escriba
cimiento de niveles tróficos inferiores, es decir, con frecuencia no ya sobre los «inagotables recur-
cambia las condiciones de competeI)cia porque sos del mar», pero todavía sobre los grandes
favorece a las especies que practican la estrategia recursos no utilizados del mar. Sin embargo, es
de la r. Por otra parte, el hombre destruye eficaz- poco probable que la extracción pesquera pueda
mente competidores, a veces por medios usuales aumentar bajo su forma actual, es decir, mientras
en el funcionamiento de la naturaleza, a veces no dé paso a una acuicultura seria. En la pesca
por procedimientos que los organismos emplean actual se pueden distinguir diferentes estrategias:
con menos frecuencia (tóxicos). En virtud de este en las capturas indiscriminadas (redes de cerco,
tipo de actividades, los ecosistemas humanizados por ejemplo) el hombre se comporta como micró-
presentan un gradual empobrecimiento de la parte fago; el uso de anzuelos, basado en el comporta-
animal y, en lo que se refiere a las plantas, una miento de los peces, es comparable a la macro-
paulatina o brusca disminución de la proporción fagia.
de madera o, en general, de los tejidos menos La superficie de los continentes es de 130 mi-
activos. En cualquier clasificación u ordenación llones de km 2, de los que entre 31 y 45, según
de las comunidades naturales esto corresponde a diversas estimaciones, se consideran cultivables.
la sustitución de determinadas comunidades, a La extensión efectivamente cultivada es entre 13,7
veces clímax, por otras comunidades que son y 15 millones de km 2 y es ésta la que proporciona
parecidas, aunque nunca coinciden exactamente, fundamentalmente el alimento a la especie huma-
a las que se considera como etapas que anteceden na. Es decir, por término medio, cada persona
a aquella clímax. La designación de regresión se es sustentada por 0,4 Ha, lo cual corresponde a
refiere a este aparente paso hacia atrás. Pero debe una densidad de 250 personas por km2 de cultivo.
repetirse (pág. 738) que la regresión no es equi- Las poblaciones de antropoides en ambiente apro-
valente a un segmento de sucesión simplemente piado (diversas partes de África) y del hombre en
tomado en sentido inverso, sino que es siempre su etapa paleolítica, en equilibrio con ecosistemas
más irregular y con frecuencia catastrófico, sin naturales, son de densidad de población mucho
las características de autoorganizaCión o desarro- más baja, entre 0,3 y 4 individuos por km2, en
llo histórico que presenta la sucesión. En todo promedio, alrededor de 1 individuo por km2 y aún
caso, si se quiere estudiar la regresión como un menos. La diferencia da la medida del efecto de la
proceso histórico, debe incluirse al hombre como explotación agrícola y ganadera sobre los ecosis-
agente esencial de los nuevos sistemas. temas naturales. El hombre ha de eliminar de
ellos una cantidad de biomasa cuya respiración
sería igual al consumo de energía de la población
Consumo de alimentos por el hombre humana superpuesta. Es fácil calcular en estos
términos la medida de la regresión de los ecosis-
El consumo diario de alimento se estima en temas y comprender que la regresión es relati-
unas 3000 kcal, lo cual corresponde a cerca de un vamente mucho mayor en los ecosistemas terres-
millón de kcal por año y, aproximadamente, a tres que en los acuáticos.
1 Tm de materia orgánica anual por individuo. En la tabla 13- t O se ha estimado la producción
La Humanidad entera consume 3000 millones de primaria de los cultivos en 5250 millones de tone-
toneladas anuales de materia orgánica o, aproxi- ladas de e al año. La producción total anual de
madamente también, unos 300 millones de tone- cereales (1967-68) se eleva poco por encima de
ladas anuales de carbono orgánico, lo cual es los 1000 millones de toneladas. Los alimentos que
algo menos del medio por ciento de la producción la Humanidad ingiere son bastante menos del
primaria de la Tierra (pág. 467). A veces se ha 10 % de aquella producción primaria. La dife-
especulado sobre la pequeñez de esta cifra, para rencia procede de que una gran parte se utiliza
hacerse ilusiones irrazonables sobre la capacidad poco eficazmente (paja y otros residuos) y de que
de la Tierra para soportar más biomasa humana. otra porción pasa a través de los productores de
Aunque el mar cubre casi las tres cuartas partes carne, con lo que su energía se reduce casi a un
del planeta, su contribución al sustento biológico décimo.
U.S.A.• 52560
43800
CANADA.
35040
GRAN BRETAÑA.
BELGICA y LUXEMBURGO.
• AUSTRALIA 26280
• ALEMANIA .SUECIA
• POLONIA
U.R.S.S.• DINAMARCA
• ORUEGA
.PAISES BAJOS
17520
SUD AFRICA. • HUNGRIA
• FRANCIA
8760
Relación
muertos por
acción de guerra/
muertos
Años Campaña por enfermedad
ducto nacional bruto tal como se calcula en eco- guerras y otros fenómenos colectivos, dieron lugar
nomía (fig. 24-1) 53. Hay que recordar que los a epidemias, antes que la enfermedad se convir-
economistas suelen sumar varias veces unas mis- tiera en un parasitismo equilibrado. Las epidemias
mas partidas cuando se trata de bienes que pasan han jugado un papel importante en el pasado
por varios compartimentos en el proceso econó- de la Humanidad; basta recordar los episodios de
mico. El ecólogo lamenta este proceder, pues es las pestes históricas. Hoy su importancia ha dis-
como si sumara la producción primaria y la se- minuido, aunque no se han anulado, ante los
cundaria en una medida de la producción total. avances de la Medicina y quizá también por otras
De una forma u otra, el hombre y especialmente razones de tipo ecológico y evolutivo. En efecto,
el hombre moderno aspira energía de la Natura- hay un paralelismo entre la evolución de los
1eza con enorme voracidad e intensidad. gérmenes patógenos y la historia del hombre.
La influencia ha sido mutua y probablemente
Polución. El transporte, basado en un gran su resultado más visible es la gran dispersabilidad
consumo de energía, comporta la acumulación de las enfermedades que ya apenas forman focos
local de materiales, que perturban el ciclo de los independientes, combinada con la mayor efectivi-
ecosistemas. La ciudad extiende sus tentáculos dad de los medios de lucha contra ellas.
sobre una región extensa, importa toda clase de También en este aspecto, el desarrollo de la
recursos, los metaboliza a medias y acumula sus civilización técnica ha contribuido a uniformizar
residuos, porque nadie quiere pagar el precio la situación sobre toda la Tierra. Una medida
del retorno. También aquí, la solución económica del paulatino dominio sobre la enfermedad se
de internalizar los costos de las operaciones con- encuentra en la relación entre los muertos en
tribuiría, como en el caso de la competencia entre acción de guerra y los muertos por enfermedad
energías, a encauzar mejor posibles vías de alivio. en una serie de campañas (tabla 24-1). La reduc-
Pero, desde el punto de vista ecológico, por lo ción de la tasa de mortalidad y eliminación de
menos hasta la fecha, el hombre no es solamente las fluctuaciones de las poblaciones han sido las
el constructor de utensilios, sino también el pro- causas fundamentales del rápido aumento del nú-
ductor y acumulador de residuos. La polución, mero de los seres humanos.
como transporte desequilibrado, representa un
freno sobre los ciclos naturales que el hombre, Dinero. La invención del dinero añade otra
con sus otras intervenciones, tiende a acelerar. característica humana importante, ésta a nivel de
La polución, por tanto, constituye un elemento de la interacción intraspecífica. Actúa como amorti-
regulación, como puede serlo la precipitación de guador, regulador y suavizador en las interaccio-
fosfatos insolubles en un agua muy productiva. nes, haciendo, por tanto, más predecibles las si-
tuaciones futuras. Por esto ha podido ser recogido
Enfermedades. La movilidad de las poblacio- por la selección cultural. Ecológicamente no es
nes humanas tiene importancia, desde el punto descabellado comparar el significado del dinero
de vista ecológico, en la propagación de enferme- con el de un ritmo endógeno, o cualquier otro
dades. Al aparecer éstas en un área limitada, los mecanismo que por sí no representa un cambio
diversos movimientos humanos, especialmente de energía, pero organiza o regulariza (hace pre-
,-)
o
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Figura 24-2 Distribución de las formas silvestres de trigo (Triticum dicoccoides, discos
negros, Israel y circulitos, formas dudosas), cebada (Hordeum spontaneum, cIrculas
y rayado horizontal entramados) y Aegilops squarrosa (círculos y rayado col.or). Esta .
última especie se supone que se cruzó con trIgos cultivados para dar los trIgos hexaplol-
des que sólo se conocen en estado de cultivo. Los circulitos indican las localidades
donde se han encontrado y la parte sombreada, la zona en que se encuentran ambientes
apropiados para la dispersión de la especie (biótopos primarios). Su conjunto señala
el área de origen de la cerealicultura. (Según diversos autores, en Zohary 64.)
Ouereetum ",e,s
Ouercetum ilicis
Ouercetum cocciferae
y He¡'iln/hemum gulla/um
e
;g 70
e "E
;g
°E 15 Calcio oa.
oa. Sodio y potasio
lI)
Q)
50 Total sólidos disueltos
lI)
( Sulfato ~
Q) a.. 1880 1900 1920 1940 1960
l1J
a.. Años
1880 1900 1920 1940 1960 HURON
SUPERIOR
Años
MICHIGAN
e
g
°E 150
oa.
35 Calcio
e
;g
"E 25
ERIE
o
~15~ulfato ~ 2fO
i
Q.. °E 40
oa.
lI)
~
Q)
a..
:¡ ~ CI~ruro
1880 1900 1920
Años
:=1
1940 1960
1900 1920 1940
Años
1960 Q)
~
a..
20
10
C~
Sodio y potasio
g~
ocurren naturalmente (págs. 750 y 760) 34. Enton-
ces gran parte del ciclo en el ecosistema discurre
~~
}ij
:: Sulfato ~
/:
/'
por vía detrítica (pág. 543) con la consiguiente
pérdida de eficiencia. La polución determina una
disminución del índice de diversidad de las comu-
nidades 29, 47, 63, por dos causas que operan con
a... 10 Cloruro ~ distinta efectividad según los casos: por una parte
Sodio y potasio
se determina la muerte de una gr,an parte de las
especies, excepto de las más reslstentes, que son
1860 1880 1900 1920 1940 1960
unas pocas y, por otro lado, los efectos fertili-
Años
zantes simultáneos o subsiguientes favorecen a
las contadas especies capaces de una rápida mul-
tiplicación. El índice de pigmentos 0430/0665 al
principio sube a más de 5, por destrucdón de la
clorofila; pero luego desciende rápidamente hasta cuencia de explotaciones mineras o de la indus-
2 ó menos, al iniciarse la recuperación (fig. 24-6). tria. Entre los más destructores se encuentran
sales de cobre, cromo, cadmio, cinc, plomo y
La polución química resulta de sustancias poco mercurio. En relación con la importancia del hom-
frecuentes en estado natural o sustancias nuevas, bre sobre la movilización y ciclado, el orden sería,
a las que la vida no ha tenido ocasión de adap- de más a menos: estaño, antimonio, plomo, hierro,
tarse todavía, que penetran en las células y blo- cobre, cinc, molibdeno, manganeso, mercurio, pla-
quean determinados mecanismos fisiológicos fun- ta y níquel. Por dilución en el agua se suelen
damentales. Así se comportan muchas moléculas alcanzar pronto concentraciones inofensivas, ex-
que tienen parcialmente la configuración de com- cepto en el caso de ciertos compuesto de mercu-
ponentes de los propios organismos. Su mecanis- rio y quizá de cadmio, de efectos persistentes y
mo de acción explica que basten concentraciones nocivos. Por lo que se refiere a su presencia en
muy pequeñas para producir efectos desastrosos. la atmósfera, la acumulación de estos elementos
Según el criterio indicado, el petróleo y algu- (Pb, Hg) en el polvo depositado en las capas de
nos de sus derivados darían lugar a poluciones los glaciares atestigua un incremento reciente rá-
más bien de tipo orgánico, mientras que algunos pido, mayor en el hemisferio Norte que en el
de los detergentes usados para dispersar el petró- austral. En el sedimento de los lagos se observan
leo son causa de una polución de tipo químico. también concentraciones crecientes de mercurio.
En lagos en que se practican deportes, los hidro- Hoy día tiene mayor importancia la polución
carburos pueden producir polución notable. Debe química debida a compuestos de molécula orgá-
señalarse además que las lanchas a motor, si son nica más complicada. Son un ejemplo típico las
numerosas, determinan una agitación del agua sustancias empleadas en la limpieza. Los detergen-
con efectos definidos sobre el plancton. Actual- tes tienen efectos de superficie, que alteran y des-
mente, la contaminación por petróleo en mayor organizan la superficie de las células. Otros ceden
escala es una secuela inevitable de las grandes al agua, además, gran cantidad de fosfato que
cantidades de hidrocarburos que se transportan contribuye al aumento de la eutrofia de las aguas.
y se usan en todas partes. La extracción mundial Peores son aún las sustancias creadas de inten-
de petróleo es aproximadamente de 2000 millones to por el hombre para destrucción de organismos,
de toneladas por año. Es una cifra muy impor- los pesticidas o biocidas (insecticidas, fungicidas,
tante, también si se compara con la producción herbicidas). Toda la estrategia humana en su sín-
primaria de toda la biosfera (unos 70 000 millones tesis y uso se orienta a despistar a la adaptación
de tonelades de carbono). y a la evolución. Algunas son totalmente orgáni-
Ciertas formas de polución química se deben a cas, otras consisten en combinaciones orgánicas
compuestos metálicos que se vierten como conse- de metales (mercurio). El uso de estas sustancias
Figura 24-6 Valores del Indice de pigmentos D430/D665 en muestras de seston (agua
filtrada, cifras de la parte superior de los recuadros) y de sedimento de O a 3 cm de
profundidad (cifras en cursiva, parte baja) en distintas aguas corrientes de los alrededores
de Madrid. Promedios de distintas muestras y fechas (1960- 61). Los valores bajos corres-
ponden a muestras con mayor actividad vital: los valores altos, especialmente en el
sedimento, indican una gran proporción de materiales muertos. (Según M. Nieto, Los
pigmentos como indicadores ecológicos de las aguas corrientes del centro de España
(Madrid). Tesis Univ. Madrid, 1967.)
Tabla 24-4
Características de algunos pesticidas de importancia ecológica, con datos sobre su uso
en Gran Bretaña en 1966 39.
Tabla 24-6
Toxicidad relativa de distintos pesticidas para animales de agua dulce.
Se indica la concentración del pesticida, en mg por m 3 , (10- 9 ) , que determina la muerte
de la mitad de los individuos después de 48 horas de acción 11.
INSECTICIDAS
Endrin 0,5 0,3 1 20 26
Toxafeno 4 4 7 15 19
Dieldrin 5 6 1 250 240
DDT 5 5 16 0,4 2
Heptacloro 9 26 6 42 47
Lindano 22 53 2 460 520
Etilgution 23 2 8 3 4
Piretrinas 54 70 6 25 42
Malation 79 86 20 2 3
Diazinon 170 30 74 0,9 2
Sevin (carbaril) 2000 2500 15 6 8
HERBICIDAS
Trifluralina 11 19 4200 240 450
Sulfato de cobre 150 2800
Hidram 290 475 700
2,4-D, PGBE 1100 900 1800 3200 4900
Silvex, PGBE 1400 16600 760 2400 2000
Diuron 4300 7400 1400 2000
Fenac, sal sódica 7500 19000 80000 4500 6600
Diquat 20000 19000
Diclobenil 22000 20000 8400 3700 5800
Arsenito sódico 36500 44000 80000 1800 1400
~G~OII;Ondrinas
--. _:--- de mar
~~5'17 4,756,4<J
Detritos orgánicos
~
-7-"
Ciénaga 13 Kg Ha- 1
Fondo 0,3 Kg Ha- 1
~; ';,c,~
Aguila pescadora
(huevo)-13.S
Cladopho'fa O.OS
~-
. cj~
~
·;r _ Lophodytes 22,S
t~,_,.· Cormorán
~Iancton 0,04
- , , 26.4
---~
~
Dípteros 0.30
~M'9''''Y/'
~ Fundu/u, 1,24
Figura 24-8 Cadena alimentaria parcial de .un estuario en Long ~sla,!d ~ costa próxima
(EE. VV.), estudiada por el Brookhaven Natlonal Laboratory, con mdlcaclón de I~ con-
centración de DDT y sus derivados, en mg por kg de peso fresco (partes po.r mIllón,
ppm). La concentración aumenta regularmente a lo largo de las cadenas tróflcas y es
inversamente proporcional a la tasa de renovación. (Según WoodweI/ 62 .)
decir es que son desagradables. Compuestos orgá- daba ordinariamente entre 4 y 20 mg kg- 1 , en
nicos clorados se acumulan en el tejido adiposo fechas recientes. Basta que los animales pierdan
y se encuentran ya en animales de los más diver- grasa, para que los pesticidas se movilicen hacia
sos grupos y en todo el mundo, incluyendo el con- tejidos más sensibles.
tinente antártico. En el tejido adiposo del hombre, La presencia de DDT en el agua de mar inter-
de distintos países, la concentración de DDT que- fiere con el depósito de calcio en la concha de
las ostras 8 (fig. 24-9), pero el insecticida puede
desaparecer con un tiempo de permanencia en
agua limpia, como en el caso del cobre (pág. 69).
Está bien documentada la interferencia con el me-
tabolismo del calcio -cáscara de huevos- y
también con las funciones reproductoras en las
aves. En poblaciones que estaban ya en el límite
justo de mantenimiento, los efectos de los pestici-
das pueden ser fatales, como ocurre con el halcón
(Falco peregrinus) 26, Accipiter nisus y otras aves.
Sin embargo algunas especies no han sido tan
afectadas y algunas, posiblemente las propias de
ambientes acuáticos eutróficos, como Phalacroco-
rax aristotelis y Podiceps cristatus más bien tien-
den a aumentar sus poblaciones como consecuen-
cia de la acción humana, con o sin pesticidas.
Precisamente, el uso intensivo de herbicidas
suele resultar en un aumento de la, eutrofia de
las aguas y de las poblaciones menos afectadas
por dichos agentes (plancton y animales). Los
herbicidas son menos tóxicos que los insecticidas
para la vida animal (tabla 24-6). En Vietnam
el uso masivo de defoliantes en la estrategia mili-
tar ha sido seguido de cierto aumento de la capa-
cidad productiva de las aguas y, por tanto, de
la pesca, lo cual no debe interpretarse, ciertamen-
te, como un efecto beneficioso de la intervención
del hombre sobre la Naturaleza, en este caso par-
ticular. Entre 1962 y 1969 se trataron unos
22000 km 2 de Vietnam del Sur con defoliantes,
principalmente ácido 2,4,5-triclorofenoxiacético a
la dosis media de 1 g m- 2 y los daños producidos
no se pueden evaluar sobre la base de la informa-
ción recogida; pero se puede afirmar que han
Figura 24-10 Fotografía del bosque irradiado causado daño gravísimo a los ecosistemas natura-
de Brookhaven, Long Island, al que se refiere
el esquema siguiente. les, especialmente a algunos que se han manifes-
Las plantas superiores mueren Carex Brezos Robles Pinos Sin daño aparente
tado particularmente sensibles, como los mangla- importancia por su gran actividad. Los isótopos
res 46. A ello se suman unos 3000 km 2 arrasados radiactivos de los grupos del estroncio y del cesio
con palas mecánicas y decenas de millones de son importantes por su vida media larga (28 y 33
cráteres de bombas. años respectivamente). El iodo, el fósforo y otros,
En el momento actual, la gravedad de la situa- de vida media breve, pero emisores de conside-
ción deriva del escaso conocimiento tanto de la rable energía, pueden representar graves peligros.
tasa de inactivación de los pesticidas como de la La actividad se mide en curios (pág. 106); pero
capacidad de los reservorios naturales, existiendo la cantidad o dosis de radiación, que es una me-
incertidumbre sobre la posibilidad de catástrofes dida importante en ecología, se expresa en rads.
generalizadas, de continuar el uso masivo de los Un rad representa la absorción de la energía de
distintos productos. Conviene generalizar un ser- 100 ergios por gramo de tejido vivo. No es indi-
vicio de vigilancia basado en análisis sistemáti- ferente el tiempo durante el cual un organismo
cos del contenido de pesticidas en plantas y ani- recibe una misma dosis de radiación. La sensibi-
males, escogiendo para ello preferentemente espe- lidad se puede expresar por la dosis de radiación
cies cosmopolitas y poco viajeras. que determina la muerte del 50 % de individuos
en una población irradiada. Varía considerable-
mente de unas a otras especies. Los musgos, por
Polución radiactiva el tamaño pequeño de sus núcleos resisten mayo-
res dosis que las fanerógamas (fig. 24·11); pero
La vida probablemente no pudo invadir el me- dentro de las mismas fanerógamas hay diferen-
dio atmosférico hasta que el clima de intensa cias como entre 1 y 200 55. Existe una bibliogra-
radiación ionizante fue mitigado por el desarrollo fía considerable sobre radioecología 1, 41, 49 Y mu-
de una pantalla de ozono (pág. 81). Actualmen- cha información acerca de la concentración de
te, el hombre introduce radiactividad en la bios- diversos isótopos en el cuerpo de distintos orga-
fera desde dentro. Esta radiactividad procede de nismos. Pero como que, generalmente, no existe
las explosiones nucleares y de los usos llamados información paralela sobre la concentración de
pacíficos de la energía nuclear. Tales actividades los isótopos estables en las distintas condiciones
han aumentado enormemente la concentración de de vida, se hace difícil una evaluación ecológica
ciertos isótopos radiactivos, que ya se hallaban en correcta de los numerosos datos publicados. De
la Naturaleza, y han introducido otros nuevos. todas formas, hay que organizar o continuar la
Entre los elementos radiactivos, unos son cons- vigilancia, lo mismo que en el caso de los pesti-
tituyentes habituales de los organismos y otros cidas.
son menos frecuentes en ellos; pero aunque se La radiación daña estructuras, pero interfiere
encuentren en forma de impurezas, pueden tener menos con la renovación de las mismas. Por tanto,
/
I --- mados por depredador y presa, el depredador
resulta más dañado (fauna del suelo) 2. La resul-
90 10
/ tante ecológica de la explotación y de la tecnología
80
I 20 humanas es siempre asombrosamente uniforme.
Poblac ones
70
irradIadas 43 rads h- t En realidad, la radiación perjudica más al hom-
30
bre que a cualquier otra especie. El hombre es
60 la especie que más valora al individuo y es de
50 50
esperar que adquiera mayor conciencia del peli-
gro que representa tratar con demasiada despreo-
40 60 cupación este aspecto de la polución.
30 70
Los efectos de la radiación se podrían estudiar
excelentemente en un quemostato, con una fuente
20 80 en su interior: los efectos anteriormente indica-
10 90
dos se suman diciendo que reducen la diversidad,
como se podía predecir 33 y como se ha confirma-
12 15 18 21 24 27
do tanto en plantas 48 como en animales 22 (figura
Semanas 24-13) y aumentan, también, el cociente produc-
Figura 24-12 Marcha de la competencia entre
ción primaria/ biomasa total. Como se puede an-
Drosophila melanogaster y D. simulans, partiendo ticipar, la concentración de clorofila en algas
de poblaciones formadas por el mismo número unicelulares (Dunaliella bioculata) aumenta de
de individuos de las dos especies. Un clima de 2,1 a 3,1 llg por millón de células, al ir incre-
radiación desvía el resultado de la competencia
a favor de D. melanogaster. (Según Blaylock 4.)
mentando la radiación a que los cultivos están
sometidos de O a 8000 rads 51a. La radiación inter-
fiere con la marcha normal de la sucesión y, en
este sentido, la radiactividad es un factor de re-
perjudica más a las especies cuya ventaja se debe gresión con la misma categoría que el fuego, los
a su resistencia que a aquéllas que compiten gra- pesticidas o la erosión del suelo.
cias a su elevada producción de descendientes. La
irradiación desvía, pues, el resultado de la compe-
tencia, a favor de los estrategas de la r. Por ejem- Polución térmica y atmosférica
plo, favorece a Drosophila melanogaster frente a
La única razón de considerarlas juntas es por
la frecuente asociación de los problemas que gene-
ran. El uso del agua para refrigeración de cen-
trales térmicas y nucleares, y la adición de aguas
residuales a temperatura algo superior a la am-
biente, pueden aumentar en varios grados la tem-
peratura de ríos, lagos y pequeñas áreas costeras.
Se han publicado numerosas observaciones sobre
las alteraciones que resultan en las comunidades,
fáciles de interpretar si no hay otro efecto que el
aumento de temperatura. Si solamente se trata de
un pequeño cambio de temperatura, el proceso no
se puede considerar como una regresión. Se pue-
den presentar desequilibrios si el aumento de las
necesidades metabólicas de los peces no encuen-
tra un correspondiente aumento en la cantidad de
alimento.
Una característica importante del clima de las
ciudades consiste en la elevación de temperatura
por las actividades domésticas e industriales, uni-
da a la polución del aire. En su situación extrema
lleva a la formación de una especie de cúpula de
Figura 24-13 Influencia de diversas dosis de aire más cálido, pero con numerosas partículas
radiación sobre la diversidad de la fauna del en suspensión, lo cual contribuye a aumentar su
suelo. Suelos no estratificados sobre salientes densidad y a que no se eleve, ni se disperse si no
graníticos, al pie de los Apalaches, EE. uu. es por vientos y lluvias muy intensos (figs. 3-8 y
(Según Garret 22.)
Compuestos gaseosos
so. NO. CO
(óxidos (óxidos (monóxido H.C y
de de nitró- de (hidro-
Procedencia Partículas azufre) geno) carbono) carburos)
24-14) 32. Bolsas atmosféricas de estas caraterís- La variaclOn del rendimiento que el hombre
ticas influyen sobre la distribución de la vege- puede extraer de un ecosistema, en función del
tación, por ejemplo de los líquenes (pág. 84) Y grado de madurez de éste, se puede inferir de
tienen efectos dañinos para la salud humana, ma- lo que pasa en poblaciones más limitadas o seg-
nifiestos especialmente con un aumento muy sig- mentos del ecosistema. La pesca es ejemplo de
nificativo de las enfermedades de las vías respi- la explotación de un sistema poco simplificado
ratorias. La naturaleza y cantidad de los agentes (págs. 588 y 627). Desde el punto de vista econó-
de polución atmosférica se pueden deducir de la mico rebasar cierto esfuerzo de extracción no
tabla 24-9, en la que, naturalmente, no se incluye sólo reduce el rendimiento por unidad de esfuer-
al CO 2, que no se considera como polutante. Entre zo, sino también la pesca total extraída (figura
los componentes más dañinos se hallan los radi- 24-15). La mayor extracción es posible en situa-
cales oxidantes que resultan de la reacción del ciones intermedias (fig. 19-4) 59. El rejuvenecimien-
ozono con hidrocarburos. Entre sus efectos se
halla la oxidación de S02 para dar ácido sulfú-
rico, presente en el llamado «smog». Pero dichos
radicales son, directamente, dañinos para los teji-
dos vivos.
CONSERVACION
La conservación consiste en un esfuerzo delibe-
rado para evitar una degradación excesiva de los
ecosistemas. Las motivaciones son múltiples: de
una parte evitar la reducción del rendimiento que
puede extraerse del ecosistema; por otra parte,
razones estéticas y sentimentales. ~stas tienen una
base cultural, pues el hombre, como la rata, se
adapta fácilmente, y aparentemente sin daño, a
los ecosistemas más degradados y a un ambiente
urbano totalmente artificial. Todo programa de
conservación y defensa se orienta a revalorizar
los objetivos a largo plazo, que conciernen la
estabilidad misma de toda la biosfera y la con-
servación de un número elevado de especies, sobre
los objetivos a corto plazo de un beneficio inme- Figura 24-14 Promedio de la temperatura media
diato, pero que causan una degradación irrever- anual alrededor de Washington, para el periodo
sible. En otras palabras, el manejo y conservación 1946-1960. Las isotermas se cierran alrededor
de una isla de calor centrada en la ciudad.
de los ecosistemas ha de tratar de enmendar pro- (Según datos de C. A. Woollum
cesos y no simplemente curar unos síntomas. y del U. S. Weather Bureau, en Lowry 32.)
500
400
300
200
lOO Kilos
\
\ 500
2,0 \ f' ...\
\
I
1,6
", \ \ I
I \
\
\
400
\ I \
1,2
'W
,, 300
miles C.V.
'""'--
44 46 48 50 52 54 56 58 60
.
A
pueden dar los cereales, con plantas de altu- 80%
ra, biomasa e índice foliar óptimos y uso de .~
/
/
/
2500 {
I
Aparición de la lamprea I
I
I
I
2000 I
Coregonus II
I
el
~
I
~ 1500
1-
I
I
I
/
Salmo
I
1000
/
/
I
I
/
/"'/
----
500
--------'----- / /
_/_/_---
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EL ECOSISTEMA
EN EL ESPACIO
Organización y extensión
en los ecosistemas
823
pueden reconocer rasgos de la primitiva: ciertas
•
•• ••• • • •• • características se atenúan, otras se refuerzan.
.- ,...
.~ •
t
•
• ••
•
••
•
•
fI
••
•
Cuando se estudia la distribución de propieda-
<.les biológicas o de poblaciones, con respecto a
factores ambientales de los que obviamente de-
penden, la falta de coincidencia en las respectivas
distribuciones manifiesta posibles efectos de la
actividad biológica, como resulta muy notorio en
•
el uso de expresiones de regresión .
•". •
ti. . • ••
Por ejemplo, en un área del Caribe (fig. 25-2)
se estudiaron las relaciones entre la concentración
de clorofila y varios factores ambientales, en for-
ma de una regresión
Xl = aX2 + bX 3 + ... + R
100 m
En este caso,
Figura 25-' Esquema basado en una fotografía
aérea de un área poco profunda (1 a 2 m) de Xl = 100 log (100[0,01 + C])
la bahía de Biscayne, Florida. Las manchas
oscuras rodeadas de un halo claro son rodales C = mg clorofila a m- 3
de la fanerógama marina Thalassia; el resto del X 2 = 100 log (100 [0,01 + P])
fondo está cubierto de una delgada capa de sedi- P = J.1g-at P en fosfato 1- 1
mento, con algas. (Según J. C. Zieman, Bul!. X 3 = 10 L + 500
Mar. Sci., 22:559-574, 1972.)
L = tanto por ciento de exceso o defecto sobre la
iluminación que corresponde a una profun-
didad de visión del disco de Secchi de 17 m
X 4 = 100 log (10[0,01 + N])
N = J.1g-at N en nitrato 1- 1
y se llega a
Homalotheeium serie.
Radu/a eomp/anata
Orepanoc/adus uneinat. - - - , . , . ..........
Sr8ehytheeium C/adonia
popu/. Homa1otheeium serie.
-rIIii¡;¡¡¡¡¡¡;;;¡::;¡;;¡¡¡~--- S. rutabu/um ------t~ .....,¡.~
Amb/ystegium S. rivu/are
serpens _ _--.o...... Chi/pseyphus po/yanthus
Sryum
\)lt.riilii.;;;~~i~tCa/liergonella
eapillare,
Lophoeo/ea minor
euspidata Sraehytheeium popu/.
Mnium euspidatum
Campy/ium po/ygamum
Ca/liergone/la cuspidata
RD~---,~~~ª§¡'--Fontina/is antipyretica --~~~~~~L---"':=========rAmb/ystegiumserpens
dos mosaicos de líneas al azar o mosaicos-L 68 Según las condiciones, la distribución a manchas
consisten en piezas' limitadas por un número de es de importancia diferente, dependiendo, por
líneas rectas de dirección aleatoria, lo cual consti- ejemplo, de si hay rizomas de primer orden o
tuye un modelo muy inverosímil. El modelo de además de segundo orden (ejemplo en Trifolium).
dominios o aréolas, o mosaico-S, en el que se El estudio estadístico de la distribución de las
delimi tan áreas según ciertas reglas alrededor de plantas en pequeños cuadrados permite darse
puntos situados al azar es más razonable, pero en cuenta de la existencia de estas estructuras de
su aplicación a la ecología existe la petición de grano fino 38. No es preciso que estas manchas
principio, de definir núcleos o puntos singulares sean unispecíficas. El mismo estudio estadístico
que raramente existen como tales. puede mostrar especies positivamente asociadas
Las distribuciones observadas se apartan de los que forman pequeños elementos de estructura;
modelos aleatorios de distribución o de una corre- luego, de 3 a 7 clases de estos elementos pueden
lación estrecha con factores ambientales, en un integrar la cubierta vegetal. Los ejemplos más
grado muy diferente según los casos. Depende de simples proceden de la vegetación muy baja,
los factores biológicos determinantes, si es el sim- como, por ejemplo, vegetación de líquenes o de
ple crecimiento, la multiplicación ligada a la difu- musgos sobre piedras (fig. 25-4) 81, de algas o de
sión, movilidad o comportamiento social, etc. animales incrustantes sobre piedras o sustratos
artificiales introducidos en el agua. En estas si-
tuaciones los problemas estadísticos son relativa-
ORGANIZACiÓN DERIVADA mente sencillos 98, pues cada mancha de una es-
DE SIMPLES PROCESOS pecie se puede considerar como un individuo o
DE CRECIMIENTO una unidad.
El tamaño de las manchas tiene relación con su
En los inventarios de vegetación los fitosoció- persistencia. Cuanto mayores son, menor es el
logos suelen indicar un grado de sociabilidad, que contorno relativo y mayor la posible influencia
se refiere al tamaño medio de las agrupaciones de sobre el microclima local. Esto es esencialmente
las distintas especies. Se relaciona, desde luego, válido para una escala muy grande de dimensio-
con su forma de crecimiento. Las plantas consti- nes: manchas de Sphagnum y de hayedo, por
tuyen un mecanismo de segregación dentro del ejemplo, persisten en condiciones que se han
ecosistema. Hojas, flores y frutos se localizan a vuelto desfavorables, siempre que las áreas pobla-
distancia, según una regularidad propia de cada das hayan alcanzado unas dimensiones que exce-
especie y subdividen el espacio en lo que se refie- den de cierto límite 92. Manchas de bosque tropical
re a su utilización por los animales. La morfolo- no pueden persistir si no alcanzan una dimensión
gía de las plantas es causa de un mosaico o mínima.
motivo de distribución a pequeña escala 44,45. En otros casos no es así y un tipo de ve-
25
50
75
E
~ 100
-o
:oe 125
::J
'O 150
a:
175
200
ENE FEB. MAR ABR MAY JUN JUl. AGO. SEP. OCT. NOV DIC.
Meses
Figura 25-7 Factores que condicionan el ciclo del plancton en una localidad marina
de situación 50 0 N 145°W. El limite inferior de la capa de mezcla se encuentra dentro
de la faja de trama coloreada. El nivel critico para el desarrollo del plancton, función
de la intensidad de la luz, se encuentra dentro de la faja más ancha con líneas verticales
negras. En el momento en que las dos bandas se cruzan (marzo) se produce un rápido
aumento del fitoplancton presente. Cuando se establece la termoclina, la capa de mezcla
se estabiliza en un espesor relativamente pequeño. (Según T. R. Parsons y cols.,
J. Fish. Res. Bd. Canada, 23:539-546, 1966.)
tanto, sedimentabilidad de las células en función centración de células de una especie en cierto
de su vitalidad 55. Los animales muertos del planc- nivel se puede hacer igual a
ton se sedimentan a velocidades mayores que el
fitoplancton, en general entre 200 y 1000 metros dN/dt = rN - V(dN/dz) + Aid2N/dz2)
por día, y las masas de excremento, entre 36 y
376 metros por día 83. donde V es la velocidad vertical relativa a las
Esta velocidad es relativa con respecto al agua, moléculas del líquido, r es la tasa de aumento
y en las zonas de afloramiento en que el agua neto, por multiplicación y mortalidad, y A z es el
sube a velocidad variable, pero generalmente com- «Austausch» a la profundidad z (pág. 124). Esta
prendida entre 1 y 5 metros por día (pág. 188), expresión ha sido usada por Riley, Stommel y
los organismos pueden conservar un nivel fijo, Bumpus 74 en la interpretación de distribuciones
aun sedimentándose en el seno del agua que re- de plancton y se presta a varias deducciones de
monta. Cuando la velocidad es particularmente interés. V2 no puede ser mayor que 4 Azr, y, en
intensa, o bien las algas parti~ularmente reacias ausencia total de turbulencia, ninguna población
a sedimentarse, un área de afloramiento puede podría mantenerse por pequeño que fuera V. Esta
estar casi despoblada, como en un quemostato de conclusión no sólo es válida para el plancton en
mucho flujo. Pero esto ocurre raramente y en aguas de lagos y océanos, sino también de modo
todo caso d~ forma muy localizada; lo normal es especial para el potamoplancton o plancton de
que tanto el fitoplancton, como los detritos no cursos de agua, cuya persistencia requiere que
muy pequeños, como el zooplancton pasivo o el flujo no sea laminar, sino turbulento (páginas
muerto, desciendan, por término medio, en rela- 207 y 760).
ción con las superficies de nivel. El movimiento Este modelo se puede generalizar imaginando
del plancton según la dimensión vertical no tiene un organismo en suspensión en el medio líquido,
que ser forzosamente hacia abajo. Existen orga- sobre el que opera una velocidad media de sedi-
nismos activos que pueden moverse hacia arriba. mentación -que se puede contrarrestar por el
De una manera general, el cambio en la con- movimiento- y una componente aleatoria ligada
~--
--- Niv.1 11 inicial - - - __ ::.~. ~:~.:>: .__
"
. ...
~~::~~/" : .
1-----:::-...........- - - - - - - - - - - - l I m i t . d. lul-------------~,;,.".""..~~'-------.J
·ti
La poblaciÓn se hunde y desaparece
Población totalmente dispersa
• t l, _ . •• t , -• • • _
a la turbulencia del agua. Como que, por otra células de forma asimétrica, tiene significado aná-
parte, el agua turbulenta suele tener una concen- logo (pág. 396; fig. 12-7). En las dinoflageladas,
tración más elevada de elementos nutritivos, de el flagelo transverso cuya función es hacer girar
ordinario los dos factores asociados, turbulencia las células, es más poderoso que el flagelo longi-
+ nutrientes, definen la estrategia de las es- tudinal que sirve para mantener un nivel. El pri-
pecies en su adaptación a la vida planctónica (fi- mero se opone a formas aplanadas o irregulares
gura 25-8). En agua turbulenta sólo una parte de de la célula, como si existiese tendencia a dificul-
la población se conserva en niveles iluminados; tar el giro por una parte y a promoverlo por la
su supervivencia requiere un cociente producción/ otra 85a. Esta situación se comprende si se piensa
biomasa muy alto; en agua estratificada, de baja que lo que tiene interés de supervivencia no es
turbulencia, tiene sentido de adaptación mantener dar vueltas, sino destruir el gradiente en la peri-
un nivel y, una vez conseguido, es posible man- feria de la célula.
tener un ritmo bajo de multiplicación, especial- La estratificación o heterogeneidad vertical del
mente si se han adquirido adaptaciones defensivas fitoplancton resulta de la operación de los princi-
-gran tamaño, presencia de largas prolongacio- pios mencionados en relación con una distribución
nes. toxicidad (ejemplo las dinoflageladas; figu- no uniforme de ciertos parámetros físicos: la in-
ra 12-7). La divergencia en la evolución se puede tensidad de la luz, la concentración de elementos
describir como divergencia de estrategias. El agua nutritivos, la turbulencia, y la existencia de dis-
turbulenta y nutritiva requiere una estrategia de continuidades del tipo de la termoclina y de la
rápida multiplicación (r); la adaptación al agua superficie del agua. Esta última es muy importan-
estratificada y pobre, se consigue con una estra- te: las capas superiores de agua no reciben orga-
tegia de aguante (K). nismos de arriba, pero pierden organismos hacia
La turbulencia acelera la asimilación, al destruir abajo como las demás capas. Este simple mecanis-
o disminuir los gradientes en la concentración de mo explica la menor densidad del fitoplancton en
elementos nutritivos que se forman en la periferia superficie (fig. 13-17). La variabilidad de los fac-
de la célula, como consecuencia de la absorción. tores indicados determina diferencias en r y en V
En el agua poco turbulenta y pobre, donde las y en A z' conduciendo a distribuciones observadas.
necesidades de absorción son máximas, se reco- Estos hechos se pueden estudiar experimental-
nocen adaptaciones encaminadas a la destrucción mente en cultivos no o parcialmente agitados, de
de los citados gradientes. La sedimentación de forma que representen un ambiente heterogéneo
células inmóviles en agua estabilizada se puede (fig. 23-21). De todo lo dicho resulta claro y per-
considerar que renueva las capas de agua en con- tinente al tema de este capítulo, que las distribu-
tacto con la célula 60, pero conduce a niveles sin ciones verticales de plancton no se pueden estu-
luz, de los que es improbable regresar. En orga- diar solamente en función de condiciones físicas
nismos nadadores, el giro de las células u otro precisas en cada nivel, sino que dependen también
tipo de movimiento, particularmente efectivo en de las de niveles inmediatos y obligan siempre a
Tabla 25-1
Variación vertical en la diversidad de poblaciones de copépodos marinos. Datos de diversos
autores lO, 89.
Número total de especies (S) e individuos por m l (N) de calánidos en dos áreas del Pacífico.
Datos de Brodskii. Se usa como índice de diversidad el cociente (S-l)/logcN, teniendo en
cuenta que los valores de S no se refieren al volumen de 1 m l , sino al total de la muestra.
- ----------------------------
NW del Pacífico NW del Mar del Japón
Profundidad, m S N diversidad N diversidad
---------------- -~-----------------,---
0-180 44 O-50 4
180-275 57 7,6 50-100 7
275-550 68 8,8 100-200 10
550-730 67 11,9 200-500 11 1,2
730-920 65 11,8 500-1000 20 1,2
920-1370 70 12,2 1000-2000 25 5,7
1370-1830 67 14,0 2000-4000 42 12,0
1830-2300 24 5,3 4000-8000 24 9,5
2300-2750 14 3,3
Or----------------------
DIVERGENCIA _ _ _ _~ CONVERGENCIA
sulcata, por ejemplo, por la resistencia de sus
valvas, son relativamente más abundantes en los
sedimentos que en las comunidades vivas. 4) Cam-
bios de estructura en los sedimentos que, por
acción de animales bentónicos o de movimientos
del agua, puede homogeneizarse constantemente
100 en cierto espesor superficial, lo cual atenúa, y
m no siempre de modo uniforme, las variaciones
verticales en la composición del material sedi-
mentado 5.
Todos estos cambios son muy importantes en
paleoecología: representan la proyección de la
Distribución vertical del fitoplancton biocenosis sobre la tanatocenosis (organismos
muertos) y finalmente sobre la tafocenosis (restos
Figura 25-9 Perfiles t/picos en la distribución de organismos incorporados al sedimento). Las
vertical del fitoplancton en convergencias y di- distribuciones observadas por los paleontólogos
vergencias marinas y en situaciones intermedias. reflejan más bien la naturaleza de los filtros
La flecha blanca en fondo negro indica aflora-
miento, las otras flechas, turbulencia. En general, (condiciones de conservación) que las entradas
las flechas describen la circulación de nutrientes (las comunidades vivientes). En todo caso, los
y materia orgánica. (Según M. E. Vinogradov cambios se pueden representar en forma de ma-
y cols., Functioning of pelagic communities i~ trices de transición, con una parte determinada y
the tropical regions of the Oceans, A cad. SCI.
USSR, Moscow, 1971.) otra parte aleatoria.
Tabla 25-2
Distribución de los tubos de residencia del anfípodo marino Erichthonius braziliensis
en la recolonización de un cuadrado de 5 X 5 cm, en una superficie experimental que había
sido limpiada 18.
Días
-- ------- --
1 2 3 4 5 6 7 8 20
Número de individuos 9 14 27 40 45 44 36 33 23
Distancia media al vecino más próximo,
en centímetros 0,90 0,76 0,57 0,51 0,54 0,53 0,56 0,59 0,76
Relación entre el valor anterior y el que
cabría esperar de la distribución al azar 1,08 1,15 1,19 1,27 1,44 1,41 1,35 1,35 1,44
Tipo de distribución - - al azar-- muy uniforme
Tectarium
E
()
o
lD
Nerita
Acanthopleura
Echinometra
mg.c1orof. m-'
~ 40-eO
.J _
12
14 m
Temperatura y salinidad
Células por mi
precisamente de unas pocas especies dominantes. cantidad total de calor absorbida por una colum-
Puesto que los accidentes indicados destruyen una na de agua de altura equivalente es mayor. El
estratificación anterior, se pueden comparar con equilibrio hidrostático sobre cierto nivel profundo
árboles abatidos por el viento, o con incendios, de referencia requiere que el agua de las porcio-
en la vegetación terrestre. nes más agitadas converja sobre las manchas de
Menos frecuentes son las estructuras inversas, agua tranquila, que en superficie tienen una tem-
en forma de lentejas de agua estratificada que peratura más alta. La termoclina profunda, si
aloja un plancton más maduro, flotando en un existe, se halla a mayor profundidad bajo las
medio más mezclado. Semejantes estructuras se divergencias que bajo las convergencias. En las
manifiestan, principalmente en primavera, como convergencias se pueden acumular ciertos orga-
consecuencia de una irradiación intensa sobre nismos como Gonyaulax, Noctiluca y cladóceros;
un mar de superficie desigual. En las manchas el mecanismo de su acumulación es simple: son
naturales o artificiales de aceite o de otras sus- organismos que flotan (Noctiluca) o nadan hacia
tancias tensoactivas, el agua está menos agitada, arriba y se acumulan encima de cualquier tipo de
la pendiente media en la superficie del mar es circulación descendente (fig. 25-11). Este meca-
menor, el calor absorbido por las capas supe- nismo tiene efectividad en la acumulación de
riores establece un fuerte gradiente, pues la organismos planctónicos nadadores en bahías so-
transmisión turbulenta de calor hacia abajo es metidas a una circulación de tipo de estuario
limitada y el mismo gradiente térmico se opone negativo (fig. 5-28). ~sta es la forma más senci-
a la mezcla vertical; la radiación reflejada o lla de explicar la gran acumulación de organismos
devuelta a la atmósfera es importante. En los luminosos en ciertas bahías tropicales, pero no
lugares donde el agua está más agitada, existe un hay duda que el viento y las mareas en combi-
mayor transporte de calor de arriba abajo, se nación con movimientos verticales generan me-
devuelve una proporción menor de radiación y la canismos más complicados con el mismo resul-
l i d urno
Figura 26-12 Esquemll
de 111 operllci6n de IlIs
70 m migrllciones verticllles,
pllrll explicllr 111 IIpllrente
rellcci6n de huidll 11 /IIS
orilllls.
tado 79. En otros casos, una heterogeneidad seme- cencia entre las zonas estables o de convergencia,
jante es el resultado de la expulsión intermitente que quedan rodeando como una malla a diver-
de masas de agua poco salada, en estuarios o gencias más o menos puntiformes.
bahías, generalmente bajo la acción de la marea. La degradación de la energía de las corrientes
Pueden medir no más de 20 a 100 metros y son puede engendrar remolinos pequeños, en los que
asiento frecuente de poblaciones de dinoflageIadas la fuerza centrífuga es más importante que la ro-
que dan color rojizo al agua. tación de la Tierra. Estos remolinos representan,
La combinación de manchas de distintas carac- pues, divergencias, y entre ellos se ha de inter-
terísticas se realiza siguiendo cierta regularidad. calaor un sistema reticulado de convergencias dé-
En el mar son frecuentes familias de manchas biles e irregulares.
alargadas, dispuestas paralelamente, de decenas a Es notable la multiplicidad de mecanismos y
centenares de metros de anchura, y relacionadas procesos conducentes a la estructura alveolar o
con células convectivas o con la circulación de en panal ya señalada anteriormente, procesos que
Langmuir (pág. 202) o con ondas internas. Sobre actúan a todas las escalas. A una escala muy
las convergencias se acumulan sustancias tenso- pequeña, la propia actividad de los organismos
activas, espumas y suciedades flotantes, que les en el seno de un líquido puede determinar la
dan un aspecto mate. En virtud de los mecanis- aparición de convergencias y divergencias distri-
mos enunciados anteriormente, se segregan los buidas con regularidad. Se trata, pues, de estruc-
elementos del plancton, concentrándose los nada- turas espaciales de origen esencialmente biótico.
dores (dinoflageladas, etc.) en las convergencias La natación de Gymnodinium y de nauplius de
y las diatomeas y otros organismos de agua más Elminius 19 determina la aparición de pequeñas
turbulenta en las divergencias. Las diferencias convergencias. El movimiento ascensional de los
son muy aparatosas en los casos de purga de organismos y el aumento de densidad que repre-
mar S4, pero igualmente se manifiestan en otras senta su acumulación --como en una corriente de
situaciones 7S. Las posibilidades de agregación or- turbiedad que lleva materiales sólidos en suspen-
ganizada son más amplias en organismos móviles sión- hace que la columna de agua en la que
que en los pasivos, y mayores en los que poseen se concentran descienda lentamente. Ocurre como
receptores y mecanismos de respuesta más com- en los helicópteros, que pierden fuerza ascensional
plicados: En Daphnia se ponen de manifiesto al aproximarse o superponerse varios aparatos.
variados fenómenos de agregación, en relación Euglena, Tetrahymena, Paramecium, Polytomella
con las velocidades del agua en distintos puntos y espermatozoides dan lugar a situaciones seme-
de células de circulación inducidas experimental- jantes 31. 70, aunque el mecanismo no es siempre
mente en acuarios 84a. Todos estos procesos de exactamente el mismo.
diferenciación hidrográfica no son ni continuos La actividad de estos organismos produce una
ni regulares y la observación de cómo evolucionan serie de células de circulación adosadas unas a
las temperaturas es muy instructiva: toda la es- otras. El fenómeno es muy claro en las figuras
tructura tiende a volverse confusa y en el caso referentes a la volvocal Polytomella agilis (figu-
de bandas paralelas alternativamente mates y bri- ra 25-13) donde cada celdilla mide hasta cerca
llantes, o «slicks», se tiende a la fusión o coales- de 1 cm. En este organismo la formación de celdi-
Figura 25-15 Modelo teórico de expansión de nuevos tipos de células en una capa
continua. Se supone que las nuevas células -en el modelo, células cancerosas- se
dividen K veces más aprisa que las células normales. Cada célula da descendientes de su
mismo tipo y cuando una célula se divide, una de las seis células vecinas, escogida
al azar, se elimina, de modo que queda lugar para acomodar las dos células que resultan
de cada división. Se representa la situación que corresponde a un total de 1600 células
nuevas. Las diferencias en la configuración derivan del valor K, indicado al pie.
La configuración más convexa de la izquierda corresponde a la estrategia de la r; la forma
de contorno más sinuoso o reticulado de la derecha.. se aproxima más a una estrategia
de la k. (Según Williams y Bjerknes 9sa.)
maxlma en una guarida o lugar de residencia de las relaciones topológicas y distancias relativas
habitual 26. A esta simple consecuencia de la que se suponen entre lugares geográficos defini-
capacidad de exploración del animal y de su adies- dos. Sobre la base de las relaciones expresadas,
tramiento, se combinan las necesidades tróficas es posible ordenar los puntos de referencia en
y de contactos (sexuales y otros) o mantenimiento un espacio euclidiano 43, 86. Comparando el mapa
de cierta distancia con otros individuos de su así obtenido con el mapa geográfico real, se
especie 97. El espacio tiene gran importancia en observa que ciertas distancias aparecen compri-
etología, que aquí no nos interesa directamente; midas y otras exageradas (fig. 25-21). La proyec-
pero también la tiene en ecología, porque la utili- ción de un mapa en otro expresa la idea individual
zación y organización del espacio se manifiesta del espacio y puede admitir regularidades. Las
en la estructura de los ecosistemas y en las dimen- distancias tienden a disminuir si están muy lejos
siones medias de sus elementos de estructura. o hay poca densidad de elementos de referencia,
Los conceptos y modelos relacionados con el de manera que el hombre, y probablemente todo
estudio del espacio son todavía poco rigurosos. animal, vive en un espacio de representación
En su forma más sencilla consideran el tipo de
distribución estadística de los individuos de una
especie; puede ser iil azar, puede manifestarse
ligera repulsión entre los individuos, con lo que
su distribución es más uniforme que al azar (ta-
bla 25-2), o bien pueden tener tendencia a la
agregación (distribución contagiosa).
Territorialismo
otras ocasiones la agregación ofrece una defensa sectos y otros artrópodos bajo las piedras. En
suplementaria, como en el opilión Liobunum cac- general los individuos se concentran en los lugares
torum, de México, que se amontona en gran donde se da un retardo de la actividad, y este es
número de individuos (hasta unos 70000) en las el caso de las piedras, de la termoc1ina para el
horcaduras de los cardones (cactos), de forma plancton y también de los arrecifes artificiales
que las patas se dirigen hacia la periferia de la hechos con tranvías y coches viejos sumergidos,
masa que aparece como envuelta de una pilosidad que no aumentan la producción primaria, sino
y así limita la evaporación. En dicha situación que estimulan la concentración y favorecen el
aprovechan la escasa humedad de la transpiración alargamiento de las cadenas tróficas con especies
de la planta 91. La atracción entre los Liobunum de mayor tamaño.
es mediada por feromonas producidas por glán- Otras formas de agregación se relacionan con
dulas del cefalotórax. Algunas agrupaciones (ser- la reproducción, la muda o la migración. Las cen-
pientes, por ejemplo) 62 pueden comprender indi- tollas (Maia squinado) forman aglomeraciones
viduos de diferentes especies. con 60 a 80 individuos, verdaderos montones de
Del mismo tipo son las concentraciones de in- hasta 1 m de diámetro y medio metro de altura:
ftlN
Modificaci6n de la. ecuaciones tttx
diferenciale. de interacci6n
entre especie. Los gradientes de distribución de las distintas
especies tienen valor muy diferente. No es lo mis-
La aceptación de la desigualdad entre unas y mo el gradiente de distribución de una hierba o
otras especies, en lo que concierne a su utiliza- el de una especie de carnívoro con mucha movi-
ción del espacio, nos confirma la inadecuación de lidad. Al integrar de nuevo en relación con el es-
las expresiones de Volterra y Lotka, tal como se pacio encontraríamos que unas especies aparecen
usan comúnmente <pág. 628) Y nos sugiere una representadas prácticamente con sus densidades
posibilidad de enmendarlas. locales; pero otras 10 están por una integral.
Las expresiones mencionadas se escriben en De manera aproximada, en vez de usar la in-
forma de ecuaciones diferenciales en relación con tegral correcta, difícil de establecer a base de la
el tiempo, ignorando cualquier referencia a es- observación y difícil de calcular, se puede em-
pacio. Pero es obvio que no se pueden aplicar a plear una potencia de la densidad local, potencia
un espacio infinito; tampoco pueden referirse que será tanto mayor cuanto más móvil y más
a un espacio muy pequeño, puntiforme, donde no independiente de las circunstancias locales sea la
puede existir, si existe, más que un individuo especie. De esta manera se vuelve a la expresión
de una sola especie. Se acepta tácitamente, por ya propuesta (pág. 629).
tanto, que se refieren a algún espacio de dimen-
siones intermedias. Dentro de este espacio la in- dN;/dt = aEN¡ + bN i +
teracción previsible en algunas especies será entre + cN¡NjC¡i + dN¡N k Cik + ...
los individuos allí presentes y, en principio, no
hay objeción seria a aceptar la ley de acción de donde c¡j' Ci/c' etc., vienen a ser una medida del
masas, haciendo la probabilidad de interacción grado de interacción entre las especies j, k, etc., y
proporcional al producto de las densidades de las la especie que consideramos i. Claro que Ni puede
dos especies. Pero las especies genuinamente do- hallarse igualmente afectada por un exponente.
tadas de gran movilidad gravitan, por así decirlo, De esta forma se pueden distinguir interacciones
sobre un punto determinado con una población fuertes cuando los exponentes son altos, e interac-
mucho más amplia. Si se trata de un depredador ciones débiles, cuando los exponentes son próxi-
y la concentración de la presa en un punto es mos a 1 o inferiores a 1. Esta manera de escribir
muy grande, acuden pronto nuevos individuos del las ecuaciones diferenciales es más acorde con la
depredador y la interacción, en lo que se refiere realidad que la forma tradicional y da razón de
a la presa, no depende de la densidad inicial de que la diversidad no aumente más allá de cierto
la población del depredador, sino de una pobla- límite.
ción equivalente a una densidad mayor. Por esta Esta conclusión es también intuitiva. En un
razón, en las expresiones de Volterra, en vez de nivel trófico donde los organismos' son muy mó-
escribir las concentraciones locales de las distintas viles y pueden acudir rápidamente a cualquier
especies, se deberían escribir concentraciones po- punto en un área extensa, la competencia entre
sibles y efectivas que tuvieran en cuenta la pro- ellos es fuerte y disminuye la diversidad. En otros
babilidad de acudir, y, por tanto, tendrían la términos, a su nivel, la regulación de la diversi-
forJlla de una integral. Por esta operación, las dad tiene un mecanismo diferente del que opera
cifras de interacción efectivas sobrepasarían tanto a nivel de vegetales o de organismos poco móvi-
más las cifras de densidad de población local les. Es obvio que todas estas modalidades de inter-
cuanto más móvil fuera la especie. acción se han de reflejar en la diversidad y en el
En otras palabras, deberían rehacerse las expre- espectro de diversidad.
855
rn Escoger una nomenclatura simple y sin con.
fusión es cueslión secundaria. Las diferencias que
fundamentan esta clasificación de las fronteras
se pueden precisar a Irav~s de la consideración
de las comunidades planclónicas cuya organiza.
ción en el espacio se ha comentado en el capitulo
precedente.
La heterogeneidad en la distribución del planco
Ion, en efecto. permite introducir un estudio eom·
parado de los diversos tipos de límites o fron·
leras. Supongamos una masa natural de agua.
en el mar o en un lago. dentro de la que se
pueden inslalar tabiques sólidos. verticales y ho·
rizontales (fig. 26·2). Los primeros perturban
poco cl funcionamiento del ecosistema como tal.
Figur. 26·' Dis/in/os perfiles de vege/aci6n Reducen o anulan el posible movimiento horizon·
con limite. reclillneos y de conlJ'.ste (limes tal de las poblaciones y el transporte en general
convergens), o. po, el contra,io, in/e,digi/ados de toda clase de elementos en la misma dirección
y difusos (limes divergens). (Según van Leeu·
wen s.) horizontal; pero dado que el mencionado inler·
cambio era aproximadamente sim~trico. pues ele·
mentos equivalenles se mueven en uno y en olro
sentido, con la instalación de los tabiques no se
altera el sistema de manera imporlanle. Muy al
contrario ocurre con una divisoria horizontal. que
transición entre dos comunidades diferentes ha separe unas capas superiores iluminadas de olras
recibido el nombre de ecolonía (cap. 12); pero capas profundas. Naluralmente. el ciclo de los ele·
Shelford 24 hace notar expresamente que no usa mentos se cumplía en toda esta dimensión verlical.
esla denominación cuando las dos comunidades de manera que cualquier separación lo bloquea e
en conlaclo represenlan elapas de una misma inlerrumpe. El resultado de dicho experimento
sucesión, es decir. si son comunidades seriales. ideal sería que en la capa superior. encima de
Postula. por lanto. una dualidad de fronleras. de donde hubiéramos instalado la divisoria impero
una parle las verdaderas ecolonías. enlre dos CO· meable, se acumularía material sedimentado y se
munidades que no perlenecen a una misma serie eSlablecería un proceso de mineralización de cle·
y que pueden eslar o no en un nivel semejante mentos reconstruyéndose un ciclo complelo en una
de madurez o sucesión. diferenles por especies menor dimensión vertical. mientras que la parle
vicarias. y en segundo lugar. los Iímiles enlre ela· aislada inferior, según cual fuera su posición y
pas de dislinla madurez. Van Leeuwen s.•, igual· el grado de penetración de luz -se supone un tao
mente. distingue entre limes conve'gens y limes bique transparente- sufriría una profunda transo
divergens. Para él, son limes divergens las diviso- formación y reduciría su ciclo a valores mínimos.
rias poco bruscas. de grano fino y frecuenlemente acumulándose material orgánico en el sedimenlo.
irregulares, en el seno de sistemas de gran diver· Es claro que una divisoria horizonlal liene un
sidad y notable helerogeneidad espacial. El tipo marcado carácter asimétrico. pues separa dos sub·
de limes cOllvergens se caracleriza por una fron· sistemas que, en realidad. eran partes de un
tera más brusca. frecuentemenle rectilínea, o. en sistema más amplio y. si no es como tales, no se
todo caso. de grano grueso, asociada a pocas dife- conciben.
rencias locales y. de ordinario también, a condi- También pueden describirse en términos de re·
ciones inestables y a baja diversidad. Es desaforo gulación o capacidad de regulación: los dos sub-
tunado que van Leeuwen proponga reslringir el sistemas entre los que se extiende una frontera o
uso de la voz ecotonía para su limes convergens, interfase de tipo asimétrico actúan como los dos
porque esta asimilación tiende a ser contraria a la elementos de un circuito recurrente negativo. En
restricción deseada por Shelford, pues muchas ve- otras palabras. las poblaciones que ocupan, res-
ces limes convergells constituyen límites entre co- pectivamente. las capas superficiales y las capas
munidades que pertenecen a una misma serie o profundas están entre sí en una relación ciberné-
a un mismo complejo climácico. Pero es adecua- ticamente no muy diferente de la que liga produc-
do hablar de ecoc1ina para referirse a limes diver- tores primarios y animales, o presas y depre·
gens 10 y destacar así su carácter generalmente dadores.
más gradual o menos discontinuo que en la eco- Continuando con el ejemplo del plancton, la
tonía (fig. 26-1). diferencia entre los dos tipos de interfase o fron·
que hay uno o muchos puntos donde la especie dan dichas (pág. 835). Supongamos, además, que
alcanza una densidad máxima. Cada punto está los centros de máxima abundancia de cada una
rodeado de volúmenes más o menos concéntricos de las especies no coinciden, sino que se encuen-
en los que la densidad de población decrece de tran sembrados en el espacio, de manera aproxi-
manera aproximadamente exponencial, a medida madamente aleatoria. Una población mixta de este
que aumenta la distancia al centro. Imaginemos tipo tendrá, podo que a densidad total y forma
un sistema formado por la superposición de un de distribución de los individuos en especies se
número ilimitado de poblaciones unispecíficas, refiere, unas características bastante semejantes
cada una de ellas con las características que que- en todos los puntos de su extensión, a pesar de
NCll.~ton
1\ A
1\ 1\
A /1
A 1\
/1
A
-". "- A A A /\
BI'II'OS . Sustrato movedizo, Sustrato compacto
A 1\
A
/\ /\ 1\
""
P'od<>ccoooD"c",""
Scdlmenlo abundante
I-- ------j
Figura 26-5 Ejemplo ~e cartografla de madurez. con líneas isoentrópicas. de una transec·
ción marina. Las pequenas flechas mdlcan la transferencIa de energla qulmlca. Abajo,
dos posibilidades de sucesión de la parte del sistema que corresponde a la derecha
de la figura superior, según cual sea la variabilidad en la producción primaria V en la
acumulación de sedimento.
ALGUNOS EJEMPLOS
DE EXPLOTACiÓN
200
¡ 400
~ 600 10°·-
800
360 mIllas
volumen de agua, pero concentran sus heces y Ouo/D66S,- 4,3 D.)o/O$6~· 4,3
.~
z
tes de otros biótopos, cuando se trata de aves que
explotan niveles tróficos elevados. La migración
• •• de las aves es un fenómeno del mismo tipo, aun-
10
que de mayor amplitud, y las aves que migran
sacan mayor provecho relativo de su comporta-
miento cuando son insectívoras. En otro lugar
Area de I bosquecillo (Ha) (pág. 732) se ha señalado que, en los animales
A
migrantes, el área que se puede considerar como
explotada es siempre la menos madura y es la que
se confunde con la llamada área de cría.
En manchas de bosque situadas en país de
30
vegetación abierta, la concentración de aves que
• obtienen su alimento de las comunidades perifé-
ricas de mayor producción neta es muy grande 6
!O
:I:
o
•• (fig. 26-12). Setos o malezas en general, bordean-
do los campos 3, 17, pueden albergar un número
a. e
20
Ul
!O grande de aves. Como que éstas, en gran parte,
°fa.. • son zoófagas, constituyen un factor,de estabiliza-
• ción de la fauna en los campos cultivados vecinos.
• • Lo mismo se puede decir respecto a los mamí-
feros: muchos venados salen del bosque para
10
comer y los Sylvilagus (conejos americanos) con-
tribuyen a explotar y a mantener baja la vegeta-
ción próxima a las áreas cubiertas de matorrales
Area de I bosquecillo (Ha)
que les sirven de refugio. A través de esta
8 actividad, los mamíferos mencionados acentúan
Figura 26-12 Relación entre la densidad de el contraste entre comunidades adyacentes. Se ha-
población de aves y su diversidad, y el área bía supuesto que la discontinuidad podía deberse
de rodales de vegetación más madura (general- a sustancias producidas por varias especies de
mente bosquecillos de distintas especies) dis- los matorrales (Salvia, Artemisia, Adenostoma,
persos en campos de cultivo en la región Baccharis) de acción inhibidora sobre la vegeta-
de Turew, Koscian, Polonia, 1964-66. A, número
de especies en cada rodal, correlac~onado ción herbácea, formada principalmente por gra-
positivamente con su área. B, denSIdad de po- míneas (pág. 93); pero parece ser que los mamí-
blación, correlacionada negativamente co.n. el área: feros son agentes tanto o más importantes 1, 9a.
si el área es menor ofrece mayor superfICIe Es posible que se trate de un fenómeno complejo,
relativa de explotación de los campos vecinos.
(Según Gromadzki 6.) en el que la acción de los mamíferos se super-
··
la periferia. Los rodales de Thalassia en las aguas
poco profundas de los trópicos aparecen rodea-
dos. análogamente, de una faja particularmente
0,20
·
.·
pelada (fig. 25-0, que se ha atribuido a la acción 0,15
de peces herbívoros y de erizos de mar. Estos
. ·• ..r·.
animales y la sombra serían responsables de las 0,10
• ..
zonas casi desprovistas de vegetación que se ha-
llan entre el manglar y la pradera de Thalassia.
En todos estos casos se confirma además la
0.05 ...
....... ....
relación señalada por van Leeuwen y otros auto-
res holandeses 8, 9, 10. Las fronteras asimétricas, de
.-:.
-.
0·20
~ ... ·
61·80 81-100
mucho contraste, están sometidas a fluctuaciones
aparentes; en cambio, las ecoclinas o limes diver- % de alimento de origen animal
gens, inactivas y sinuosas, suelen representar es-
tructuras maduras, estables y permanentes. Figura 26-13 Medida de la frecuencia (ordena-
das) de aves visitantes en bosques (círculos en
La forma reticulada de la vegetación y del pai- color) y en campos (circulas neoros). para
saje humanizado parece ser la más propicia para distintos tipos de alimentación. Los carnívoros
su conservación (pág. 817) por la tendencia natu- acuden con mayor frecuencia a explotar las
ral de los sistemas de dos fases a tomar la forma áreas de vegetación descubierta. Datos combina-
dos de diversas localidades de Estados Unidos,
de panal, por la gran aptitud de los sistemas (Según " Valiela. General Systems. 16:77-84.
reticulados o alveolares para absorber cambios y 1971.)
reaccionar instantáneamente a los mismos, como
se observa en el plancton y, posiblemente, hay
otras razones suplementarias para recomendar
tal organización, entre ellas las de tipo estético y
psicológico. sentido que corresponde al avance de la sucesión,
Esto acaba con la laguna que se colmata, o la
mancha de plancton productivo que se desvanece,
consumida desde la periferia por copépodos y
GENERALIZACIONES otros animales.
Si los límites permanecen en el mismo lugar, y
Equilibrio entre explotaci6n y sucesi6n conservando las mismas características, algo ocu-
rre. La sucesión está detenida, verosímilmente por
Las interfases asimétricas entre subsistemas que explotación. Y esta explotación puede ser la de
representan etapas que se siguen en una misma la fase más madura sobre la fase menos madura.
sucesión constituyen situaciones muy favorables Es el punto de partida para comparar sucesión
para el estudio y la experimentación. Las cinturas y explotación, sobre la base de la movilidad mayor
sucesivas de vegetación que rodean una laguna o menor de las superficies isoentrópicas.
constituyen un ejemplo excelente. comparable a la En el caso del plancton, las manchas produc-
estructura concéntrica de las comunidades planc- tivas se desvanecen finalmente, aunque son explo-
tónicas alrededor de un área de afloramiento (fi- tadas; pero probablemente desaparecen a veloci-
gura 26-10). dad menor que si no fueran explotadas. Tal vez
En estos casos, como en todas las microsuce- se puede generalizar esta situación diciendo que la
siones (pág. 750) la evolución regular del sistema posición de las líneas o superficies isoentrópicas
hace variar en cada punto el valor de los pará- está sometida a los efectos simultáneos de la suce-
metros que pueden considerarse indicadores de sión y de la explotación, combinadas entre sí en
madurez (aumenta la diversidad, disminuye el todas las formas posibles, que van desde la ausen-
cociente producci6n/biomasa). En consecuencia, cia total de explotación, que implica una rápida
las líneas isoentrópicas que corresponden a valo- movilidad de las interfases, a una explotación
res definidos se corren. con el tiempo, en el total, con lo que la interfase asimétrica y activa
• > 1,6
• de 1,6 a 1,4
~ de 1.,4 a 1,2
~ de 1,2 a 1,0
~ de 1,0 a 0,8
B de 0,8 a 0,6
O de 0,6 a 0,4
O < 0,4
rias primas y objetos de arte antiguos contra un segmento de ecosistema definido por su con-
productos manufacturados, o de obreros contra tinuidad, aunque puede ocupar un volumen ma-
turistas, son otros aspectos de la geografía diná- yor o menor.
mica humana perfectamente situables dentro del Relaciones de tipo asimétrico se descubren
cuadro general de las fronteras asimétricas. entre especies como tales, por ejemplo entre de-
La extensión de los conceptos ecológicos a si- predador y presa; pero si se quiere hablar de
tuaciones humanas sirve para comprobar que el fronteras con referencia al espacio real, las divi-
concepto de intercambio a través de fronteras asi- siones que se hagan en el espacio ideal ecológico
métricas, a la vez que muy generalizable es nece- tienen que corresponder a divisiones en el espacio
sariamente muy complejo. En esta forma tan am- real. En este caso deben fijarse ciertas restriccio-
plia, no o apenas puede evaluarse simplemente en nes de proyección. Aunque nada impide que con-
términos de energía química, aunque en el caso sideremos un sistema dividido en dos subsistemas
de ecosistemas naturales probablemente dicha superpuestos, en este contexto sólo nos interesa
energía es la mejor medida sintética del sentido una clase de dichas divisiones posibles: aquellas
e intensidad de la asimetría. que coinciden con superficies en el espacio real.
En la representación propuesta (fig. 18-13) se
descubren en seguida regularidades en la combi-
HACIA NUEVAS REPRESENTACIONES nación de los sistemas. En el caso de dos subsiste-
CUANTITATIVAS mas desiguales, separados por una interfase asi-
métrica, la posición de los subsistemas en el espa-
Representación en un espacio cio ecológico no será la misma. Pero podría ser
ecológico la misma en el caso de subsistemas semejantes
separados por unos límites simétricos más o me-
Volvamos a la representación tantas veces uti- nos arbitrarios. En general, el sistema menos ma-
lizada, de un sistema formado por cierto núme- duro estará representado por un punto situado
ro de individuos en un espacio de muchas di- hacia las regiones de menor diversidad. La repre-
mensiones, cada una de las cualés representa una sentación en el espacio ecológico de un sistema
especie, de manera que cada punto se refiere a complicado, en retículo, con dos fases, puede
t------------- 7,5 cm - - - - - - - - - - - - - - - 1
t - - - - - - - - - - - - - - - - 5 km - - - - - - - - - - - - - - - - - 1
mino, controlando las vías de retorno de los ele- rectamente asimilable a una interfase asimétrica.
mentos mineralizados y oxidados, es posible ace- Diversidad. Las diferencias de diversidad a
lerar el ecosistema explotado, es decir, aumentar uno y otro lado de una interfase asimétrica suelen
su cociente P/ B, como hace el hombre con la ser notorias. La diversidad es uno de los pará-
agricultura y las madréporas con sus zooxantelas metros más interesante en la cartografía, no sólo
simbiontes o bien retardarlo. obstaculizando el de comunidades naturales. sino también de siste-
flujo -polución- o acumulando elementos en mas inanimados (sedimentos), o de comunidades
el sedimento, donde su movilización es difícil y humanas. Las líneas isoentrópicas. trazadas con
a veces requiere la construcción de un ecosistema referencia a valores de diversidad, suelen corres-
más amplio y más complejo. Hasta el advenimien- ponder bien a líneas de igual valor del cociente
to de la civilización técnica no se ha establecido P/B o PIRo
un retorno apropiado para el carbono que estaba Sin embargo, la diversidad no es una medida
acumulado en forma reducida en los combustibles correcta de la organización, porque la turbulencia
fósiles. y otros procesos aleatorios de mezcla de las comu-
Se puede desarrollar esta misma idea dentro de nidades la aumentan por encima de lo esperable.
una concepción más amplia, relacionando las dife- Por esta razón se aconseja introducir un término
rencias y los cambios en el espacio con los mis- de persistencia (S) (hasta cierto punto relacionado
mos en el tiempo. En la sucesión se tiene una con la estabilidad, según como ésta se defina), de
transición en el tiempo, en virtud de la cual el manera que la diversidad queda corregida por
ecosistema anterior, menos maduro, cede parte sustracción del inverso de dicha función (D' =
del exceso de su producción al ecosistema poste- = D - [l/S]; pág. 379).
rior, más maduro, que la utiliza en acrecentar Cuando no se establece dicha corrección, es
su organización. De manera que una transición decir, si se comparan las diversidades calculadas
en el tiempo, a lo largo de la sucesión, es per- directamente sobre la distribución de individuos
K - [D - (l/S)] = In (--i- + 1)
y con inmigración; es la diferencia que existe
entre las poblaciones humanas de Alaska y Flo-
rida, respectivamente, o entre tantas otras áreas
donde K es un límite máximo de diversidad (apro- que se podrían tomar como ejemplos ilustrativos.
ximadamente igual a 5 bits) al que tiende la di- Si la alteración es pasajera, la diversidad re-
versidad del ecosistema cuando su tasa de reno- torna a los valores primitivos; pero si existe una
vación tiende a cero. persistencia del cambio o una aceleración, la
La alteración de la diversidad como consecuen- diversidad se conserva a un nivel más bajo. La
cia del intercambio entre dos subsistemas adya- eutrofización de las aguas dulces no es la simple
centes se puede deducir, paso a paso, sobre el adición de una cantidad de elementos nutritivos
modelo de expresión factorial (pág. 368). Nor- que son incorporados al ciclo, sino una persis-
malmente los cambios son de tal tipo que equi- tencia de dicha adición, es decir, una fuerza
valen a quitar individuos de especies poco o aceleración sobre el ciclo. Se comprende que,
frecuentes del subsistema menos maduro, susti- en estas condiciones, el descenso de la diversidad
tuyéndolos por individuos de especies más fre- en el plancton de los lagos eutróficos sea persis-
cuentes, mientras que los cambios son de signo tente. En los casos de eutrofia extrema se alcanzan
opuesto en el otro lado del límite. Se comprende diversidades constantemente inferiores a 1 bit en
que el valor numérico de la diversidad se man- las poblaciones del plancton. La disminución de
tenga más bajo en el subsistema menos maduro la diversidad t:,.D, es proporcional al incremento
de los dos en contacto. del primer «compartimento», dP / dt, es decir,
La diversidad se puede interpretar dinámica- a la nutrición extraordinaria introducida en el
mente de otra manera. En el modelo más genera- lago, si la concentración de elementos nutritivos
lizable consideraremos una serie de compartimen- era limitante.
tos x, y, z, y de contenidos X, Y, Z, relacionados Es fácil visualizar estos mecanismos a base
entre sí por funciones que implican decreci- del modelo de compartimentos, simulando las
D - (l/S) + In (-f- + 1) = K
puede considerar también de una manera sugeri-
da por Regier y Henderson 23.
La misma expresión se puede escribir de la
forma
y aplicándola a espacios crecientes, puesto que K (P/B) + 1 = eK-(D-[l/S)),
no varía, si la diversidad D del conjunto se va
incrementando debe esperarse que esto correspon- eK+( l/S) )
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SíNTESIS
Teoría ecológica
56 881
cionaJas o extraídas a veces bajo la influencia como transitorias; pero encauzan y estimulan el
de preconcepciones o prejuicios teóricos. progreso de nuestro conocimiento, en la medida
No es suficiente que la teoría explique o nos que permiten asimilar nuevos datos. Cualquier
tranquilice respecto a una cuestión concreta, por- fenómeno que encaja mal ha de ser el punto de
que siempre es posible construir teorías ad hoc, partida de una reconstrucción, ampliación, o re-
sino que ha de tener valor más general. La piedra novación de la teoría. Es peligrosa la compla-
de toque de una teoría es su capacidad para cencia con un sistema teórico que se posee, y mu-
abarcar, sin forzarlos, todos los fenómenos que cho más si su comprobación escapa a nuestro
son de su pertinencia y, desde el punto de vista control constante, como ocurre con muchos mo-
empírico, su capacidad de generar predicciones delos matemáticos complicados hacia los que el
correctas. Toda hipótesis y toda teoría debe pre- ecólogo puede sentir excesivo respeto. El cien-
sentarse en una forma tal que pueda probarse tífico ha de sentirse más atraído por lo nuevo e
cierta o falsa, a través de la comprobación de insólito, que por lo que se puede archivar en los
las predicciones que de ella se desprenden 19. El huequecitos que tenemos preparados. La teoría
ti po de estas predicciones ha de guardar relación no ha de ser un sistema rígido, sino cierta actitud
con el nivel de la teoría. Es claro que una teoría mental, cierto molde donde se pueden ir colocan-
ecológica bastante amplia no puede predecir las do más datos -cuyo valor inmediatamente se
características exactas de cierta población en cier- desvanece- y donde dichos datos adquieren,
to momento futuro; pero sí el sentido en que provisionalmente, significado, es decir, no atentan
cambiarán las características del ecosistema en- a nuestra fe de que la Naturaleza sigue siendo
tero y, por tanto, es posible hacer algunas afir- comprensible.
maciones respecto al probable destino de la po- Hay teorías o modelos a niveles muy diversos.
blación mencionada, y a su posible sustitución Se pueden considerar modelos limitados y meta-
por otra especie. El verdadero nivel de atención modelos más amplios que los engloban, y sucesi-
de la Ecología es el ecosistema entero. En Eco- vamente, una jerarquía creciente de supermeta-
logía aplicada a veces se invierte mucho esfuerzo modelos, cada vez más amplios. Los metamode-
inútil en análisis de aspectos excesivamente par- los o modelos de nivel superior han de ser abier-
ciales de un ecosistema, que están bajo el control tos como todos los modelos, pero, por otra parte,
de otros mecanismos que se ignoran completa- cuanto más elevado es su nivel, más difícil puede
mente, porque sólo se reconocen y operan en un ser mantenerlos sencillos, aunque no debiera ser
nivel más amplio al que no se presta atención. así. Lo cierto es que tienden a ser más imprecisos
No es infrecuente que un conocimiento profundo a medida que su nivel aumenta. Es vana la pre-
de las regularidades que se observan a nivel del tensión de encerrar toda la Naturaleza en los
ecosistema entero, apoyado de una inspección sistemas de ecuaciones diferenciales tan caras a
muy superficial del ecosistema concreto en cues- los ecólogos y, a fin de cuentas, puede ser más
tión, pueda conducir a decisiones prácticas más efectivo sentarse a ver discurrir las aguas de un
correctas y menos costosas de obtener que las río y a escuchar el susurro de las hojas de los
resultantes de un extenso programa de estudio árboles.
muy concreto.
El marco o esquema teórico general probable-
mente jamás se genera o se inspira exclusivamen- Niveles de teoría ecológica
te en los propios datos primarios de observación.
Todo esquema teórico, aunque consista en algo El nivel teórico más elemental ha de coordinar
aparentemente tan sencillo como es una clasifi- los datos ordenados y resumidos y examinar su
cación, requiere decisiones subjetivas basadas en compatibilidad con los principios aceptados por
criterios externos o ajenos. Por esto a veces se otras ciencias. En este primer nivel suelen consi-
corre el riesgo de no querer ver lo que no entra derarse las regularidades independientes del tiem-
en las regularidades canonizadas. La teoría eco- po, es decir, es lícito extrapolar hacia el pasado
lógica es sugerida a veces por la técnica, o por o hacia el futuro. La referencia o punto de par-
las circunstancias sociales; pero también por una tida más importante consiste en aceptar que el
contemplación profunda de la Naturaleza. Hay ecosistema forma una unidad, en la que las en-
que mantener una actitud favorable a volver a tradas, salidas, almacenamientos y transformacio-
examinar una y otra vez los mismos datos desde nes han de cumplir condiciones de continuidad
puntos de vista diferentes, pues indudablemente y conservación de la materia y de la energía. Así
existen construcciones teóricas posibles y no sos- se reconoce lo que es posible y lo que no lo es. Su
pechadas que resultarán más coherentes, más sa- aspecto positivo más importante es favorecer la
tisfactorias intelectualmente, que las que ahora crítica previa a la aceptación de cualquier extra-
poseemos. ~stas deben considerarse, por tanto, polación de observaciones muy limitadas. Así,
882 Slntesis
por ejemplo, el estudio de unas cuantas muestras superior son discontinuos y se hallan en número
no autoriza extrapolaciones que ignoran la teoría limitado? ¿Por qué los individuos no forman una
estadística; los intercambios de energía en los gradación morfológica continua, sino que se dis-
ecosistemas no escapan a las restricciones impues- tribuyen en especies separadas? ¿Por qué hay
tas por las leyes de la termodinámica; la repro- tantas especies y, a la vez, por qué su diversidad
ducci6n de una especie no puede conducir a un no excede de cierto límite superior? ¿Por qué los
aumento indefinido del número de sus indivi- seres vivos producen organizaciones complicadas
duos; la mortalidad juvenil guarda relaci6n con sin utilidad evidente para ellos mismos? (¿Por
los cuidados que recibe la prole; las bacterias qué las encinas producen agallas?) ¿Por qué
que se encuentran en el agua de mares y lagos agentes que, tal como se tratan teóricaínente, den-
no pueden tener la misma actividad metabólica tro del marco de un sistema limitado, deberían
que muestran en cultivos de laboratorio, pues de simplificar los ecosistemas, como son los medios
ser así conducirían a un régimen de oxígeno dife- de defensa y la competencia, en realidad acaban
rente del que se observa; los arrecifes de coral siendo una causa coadyuvante de la infinita va-
se sostienen gracias a la fotosíntesis de sus algas riedad y complicación de la Naturaleza?
simbiontes; la cantidad de alimento que puede
consumir un animal está limitada, etc. En todos Estas y otras preguntas posibles, o algunas de
estos ejemplos, cuya enumeraci6n se podría pro- ellas, parecen más propias de la biología general
longar con facilidad, una dosis mínima de teoría que de la Ecología; sin embargo la Ecología pro-
o de simple sentido común, guía, orienta o ayuda porciona una perspectiva más apropiada para tra-
a interpretar observaciones que, sin esta modera- tar de averiguar cómo se ha llegado a las situa-
ci6n, conducirían a una concepci6n insostenible ciones que se debaten. La Ecología reconoce
del ecosistema. mecanismos y condiciones de selección, en los
Otro nivel teórico se rélaciona mejor con el que se descubren regularidades en las funciones
grupo de leyes físicas en las que el tiempo ad- que se maximan o minimizan con el paso del
quiere una dirección definida, como la famosa tiempo, y este conocimiento constituye la mayor
segunda ley de la termodinámica. Estas leyes son aproximación esperable al por qué. La Ecología,
las más interesantes en biología: es una pena que pues, puede ser más fundamental que otras ramas
algunos de los intentos de construir una biología intrínsecamente más analíticas o reduccionistas
teórica se hayan basado más bien en leyes del de la biología. Esto no significa que la Ecología
otro grupo y es igualmente lamentable la persis- deba tener una actitud antirreduccionista, si por
tencia a querer ver en la vida cierta intención reduccionismo se entiende interpretar fenómenos
maligna a escamotear o no cumplir ciertas leyes complejos por sus componentes más simples, sino
impuestas por la física. Es en este nivel que en- al contrario. Simplemente ha de ir combinando
cuentran su lugar natural algunas preguntas rela- los niveles de organización hasta el nivel donde
tivas a por qué ciertas cosas son como son y no operan las fuerzas de selección y los procesos
de otro modo. Estas preguntas de ordinario no se de selección. Sólo en dicho nivel es posible for-
explicitan, porque se cree que no se pueden o no mular una teoría predictiva, que nos ilustre sobre
se quieren contestar y no son pocos los que man- formas de operación e interacción, que es de su-
tienen la opinión -indudablemente retrógrada- poner sean modelos de otras análogas que operan
que en ciencia no conviene hacer preguntas que a todos los niveles de organización de la materia
no admitan respuesta. Muchas de estas preguntas que calificamos de viva. Cualquier teoría amplia
que interesan directamente a la Ecología se las de los sistemas vivos, de las células a los ecosis-
hace todo estudiante de biología, o, por lo menos, temas, debería poder extenderse a sistemas vivien-
debería hacérselas o deberían enseñarle a hacér- tes que puedan existir fuera de la Tierra.
selas, como, por ejemplo: ¿Por qué la vida no Las regularidades que destacan a nivel del eco-
está organizada en forma de una lámina conti- sistema, pero que luego se reconocen sustancial-
nua extendida sobre la Tierra, sino repartida en mente en la misma forma en otros niveles de las
organismos separados unos de otros? ¿Por qué organizaciones vivas, son numerosas. Conciernen
hay plantas, animales y bacterias, y no un tipo a las propiedades de sistemas con una estructura
único de organismos, con producci6n y réspira- persistente, que cabalgan sobre gradientes de di-
ci6n equilibradas? ¿Por qué hay organismos su- sipación o degradación de energía; a su diferen-
periores, si un procariota tiene todos los elemen- ciación en subsistemas que difieren unos de otros
tos de la maquinaria de la vida y todas las por una distinta tasa de renovación material y
características de la vida, y puede creerse que un distinto flujo de energía; y la regularidad en
vive muy bien? N6tese que aquí se introduce un las relaciones o intercambios que se establecen
criterio de valoraci6n, de la calidad de la vida. entre unos y otros de dichos subsistemas diferen-
¿ Por qué los tipos de células en un organismo ciados, cuya relativa ocupaci6n del espacio -gra-
884 Sintesis
La ecología no sólo es una actividad humana, son de este tipo y de la variedad optimista; a la
'sino que no puede desconectarse en su objeto de misma variedad pertenece la filosofía que inspira
la sociedad misma, por diversas razones. Los la lucha biológica contra las plagas. En su varie-
problemas prácticos más graves con que se en- dad pesimista tenemos las catástrofes extremas
frenta la Humanidad -aumento de población, li- profetizadas por la ecología truculenta, especial-
mitación de recursos, polución- son esencial- mente las que no toman en cuenta el circuito re-
mente ecológicos y la intervención del hombre currente (feedback) social, y la hipótesis de que
sobre la Naturaleza proporciona los experimentos el Universo va fatalmente cuesta abajo hacia el
ecológicos más interesantes. Diversas teorías o mo- caos o hacia la muerte térmica.
delos desarrollados en el campo de la ecología
son aplicables a todos los sistemas organizados
en general y, por tanto, a las sociedades huma- CONCLUSIONES
nas. La vía inversa es igualmente importante y la DE LOS CAPITULOS PRECEDENTES
ecología deriva sugerencias muy interesantes de
la teoría económica y de la teoría de los juegos, Un resumen de las regularidades mejor docu-
especialmente en relación con las nociones de mentadas y justificadas servirá de base para unos
provecho y de estrategia y decisión, referibles a cuantos desarrollos teóricos de un nivel más
unidades de actividad. Esta fecundación mutua no general. Existe el riesgo de haber seleccionado
carece totalmente de motivos y ocasiones de con- aquellas regularidades porque se acomodan a la
flicto. teoría que se tiene preparada o hacia la que
La teoría sobre sistemas organizados puede uno se inclina.
ayudar a entender algunas formas de relación e
interacción en la sociedad humana. Pero todas
las aplicaciones de teorías que proceden del Primera parte: Autoecología
campo de las ciencias naturales a aspectos de la
sociedad, de la civilización y de la cultura, des- La vida se presenta descompuesta en indivi-
piertan frecuentemente una reacción asociada a duos, como piezas separadas y reproducibles, que
la creencia de que el estudio y parcial explicación, se reparten en un número de clases (especies).
con método científico, de formas de comporta- La superficie de la Tierra no es uniforme, sino
miento y de organización humanas es socialmente que ofrece características que varían en función
peligroso, porque se supone que conduce a acep- del lugar y del tiempo y, ordinariamente, en
tar como naturales muchas injusticias y a quitar un área limitada y por un tiempo breve, dichas
trascendencia a la conducta pecaminosa. características no son muy variables. En vez de
La identificación de un mecanismo no justifica dar origen a organismos adaptables y plásticos,
la extrapolación de sus efectos hasta el punto de buenos para todo, lo cual hubiera sido factible o,
anular el propio mecanismo. Recuerdo haber es- por lo menos, es concebible, la vida ha seguido
cuchado, entre los argumentos antievolucionistas otra estrategia, que ha dado como resultado un
que la evolución, de ser cierta, hubiera sido igual gran número de formas genéticamente distintas,
para todos los organismos y hoy no habría más es decir, genéticamente limitadas a vivir entre lí-
que hombres y, tal vez, algunos monos. En el mites relativamente próximos en el rango de va-
germen de los debates acerca de la sucesión y riación posible de las condiciones del medio. A
la clímax se encuentra una idea parecida, con ello se añade que los mecanismos genéticos con-
cierto malestar por la gran variedad de comuni- fieren una gran constancia o resistencia a la va-
dades en distintas etapas sucesionales. En reali- riación de las características de cada especie.
dad, la persistencia de organismos «inferiores» Los organismos, y especialmente los animales,
y de comunidades «iniciales» no dice nada en son capaces de conocer, seleccionar o buscar acti-
contra de los mecanismos de evolución y de suce- vamente los ambientes apropiados dentro del mo-
si6n, sino precisamente a su favor, pues son par- saico ambiental. En un sentido aun más general.
tes de dicho mecanismo. En la manera de razo- la evolución conduce a estabilizar las poblaciones,
nar que criticamos se identifican ciertas fuerzas o combinando distintos recursos coexistentes, o bien
tendencias dentro de un sistema heterogéneo, sin sobre segmentos de espacio (gracias a la movilidad
parar mientes en que dichas fuerzas dependen de y al transporte) y de tiempo (aumentando la dura-
la propia heterogeneidad del sistema, y luego se ción de la vida individual).
declara una situación ideal que convierte a unos De esta forma se establece una correspondencia
elementos en buenos y a otros en malos, con entre las propiedades del ambiente y las caracte-
el triunfo final de los primeros. Si toda ideología rísticas de las especies, que resulta en la diver-
tiene su utopía se puede decir que la utopía de sificación única de la biosfera. La descomposi-
los ec610gos es la clímax. Las ideologías sociales Ción del ambiente, a los fines de estudio, en
886 Síntesis
La enorme diferenciación genética a todos los y descomposición, cuya tasa varía entre unas y
niveles es un factor de estabilidad, pues evita las otras estructuras de un mismo organismo, y tam-
interacciones excesivamente violentas (por ej., la bién, de manera global o en promedio, entre unas
rápida expansión de parásitos específicos). y otras especies de un ecosistema. Este ciclo ma-
El contraste entre sistemas fluctuantes y siste- terial va unido a un ciclo de degradación de
mas enmarcados en condiciones físicas más esta- energía y la luz es la forma apropiada para in-
bles, con todas sus implicaciones, tiene una ex- gresar energía en el ecosistema.
presión geográfica, en relación con los climas y El mecanismo de la fotosíntesis tiene una baja
la evolución de los mismos y ha tenido que eficacia ecológica. Dicho mecanismo es muy uni-
influir sobre la forma en que se han combinado forme en todas las plantas, pero hay indicios de
la evolución y la migración en las diferentes es- que su rendimiento se podría aumentar sustan-
tirpes. cialmente con pequeños cambios en la fisiología
celular, aunque estas posibilidades no han sido
explotadas por la vida. Debe pensarse, por tanto,
Tercera parte: Ecología descriptiva que la selección natural jamás ejerció una presión
muy fuerte para incrementar la productividad pri-
La aplicación ingenua de la estadística elemen-
maria, y que la biosfera no toma más que la
tal a la descripción de los ecosistemas es nece-
radiación indispensable para mantener una orga-
saria pero no lleva muy lejos. No hay muestras
nización tal que requiere cierto reciclado mínimo
duplicables y los promedios, que sirven para una
del material. Desde luego, no ha existido tenden-
descripción muy general y vaga, confunden la
cia a maximar la producción y el resultado es
característica más importante de todo ecosistema,
que las disponibilidades de los elementos químicos
que es el estar formado por partes ni repetidas
necesarios para la síntesis de la materia viva ac-
ni repetibles. La descripción y tipificación de los
túan, en general, como factor más limitante que
ecosistemas es probablemente útil; aunque es de
la propia luz.
esperar que tropiece con continuas dificultades,
La diferenciación de varios niveles tróficos y,
por no poderse establecer correspondencias o con-
de un modo más general, la existencia de plantas,
gruencias entre retazos separados de la biosfera.
animales y bacterias, regula los ciclos de la mate-
La descripción y comparación de los ecosiste-
ria y de la energía en el ecosistema, aquél cerrado
mas puede ser especialmente provechosa cuando
y éste abierto. Si a un ecosistema experimental
se basa en su estructura, es decir, cuando es
con plantas solas se le añaden bacterias y anima-
posible proyectar las distintas partes de un eco-
les, aumenta la velocidad de circulación de los
sistema sobre partes homólogas de otro, viendo
elementos químicos, y por esto se podría pensar
a uno de los sistemas como una deformación del
que la multiplicidad de niveles tróficos tiene como
otro, siguiendo ciertas reglas. El interés de la des-
consecuencia acelerar los ciclos. Pero si se toma
cripción se basa en la correspondencia que existe
como referencia no una planta, sino un hipotético
entre estructura y función y en esta relación se
organismo que fuera, metabólica y ecológicamen-
fundamenta el interés práctico de la descripción
te a la vez, planta, animal y bacteria, se llega a
y cartografía de los ecosistemas.
la conclusión opuesta, es decir, la descomposición
La unicidad y complejidad de la biosfera re-
o distribución de la vida en organismos diferentes
quiere una descripción de tipo jerárquico, en la
encadenados por un mismo ciclo, más bien ha
que un conjunto muy complicado se subdivide
retardado dicho ciclo.
en varios conjuntos que, separadamente, son me-
Una situación comparable se descubre si consi-
nos complicados. Pero a un mismo nivel caben
deramos el espacio que abarcan los ciclos en
comunidades diversamente organizadas: Cual-
cuestión. De una parte existe una indudable ten-
quier conjunto menos diverso, más sencillo que
dencia a que los organismos, en el curso de la
otros conjuntos de su misma extensión, se com-
evolución, tiendan a controlar los ciclos mate-
pone de elementos que se renuevan más rápida-
riales. En los ecosistemas que han dispuesto de
mente, o que actúan con más intensidad unos
más tiempo para organizarse en un ambiente casi
sobre otros, o que se hallan en situación de es-
constante, baja al mínimo la concentración en
pecial tensión o de explotación por causa del
el medio de los elementos necesarios, en el seg-
medio o de otros ecosistemas limítrofes.
mento de su ciclo que va entre haber salido
del cuerpo de un organismo y su reingreso en
Cuarta parte: Ecología tr6fica otro o en el mismo. Pero, a la vez, hay tendencia
a que los átomos del mismo elemento, por tér-
La vida tiene propiedades extensivas (biomasa) mino medio, describan una ruta más extensa,
y propiedades intensivas (tasa de renovación de la sea por aumento de las dimensiones de los or-
biomasa). La vida consiste en procesos de síntesis ganismos (árboles), sea por su movilidad. En
888 Síntesis
compiten con su pura tasa de multiplicación, se más interconectado: Si esta analogía es válida, es
eliminan más fácilmente unas a otras que si com- de esperar que el estado del conjunto tienda a
piten por su capacidad de resistencia. Las interac- persistir más semejante a si mismo a lo largo del
ciones son siempre más enérgicas entre especies tiempo, cuanto mayor sea el número de elementos
de tasa de renovación elevada. interconectados, es decir, el número de especies
Análogas situaciones, cuya apariencia paradó- en el caso del ecosistema.
jica atestigua simplemente un enfoque tradicio-
nalmente miope de la ecología, se reconocen en
otros aspectos de la competencia y de la repro- Sexta parte:
ducción. Según como se formula a veces la ade- El ecosistema en el tiempo
cuación (fitnessJ, parece que cualquier línea filé-
tica debería llegar a dar individuos reducidos casi Supongamos que un ecosistema se puede des-
al estado de sacos de huevos y de esperma o, cribir desde dentro, de manera total. Podría con-
mejor aun, de huevos de desarrollo partenogené- siderarse como una buena descripción un con-
tico. En realidad, las adaptaciones infinitamente junto de ecuaciones diferenciales que permitieran
v~!,i~rlas de la biología de la reproducción con- asignar un vector indicador de cambio a cada
ducen casi siempre a alargar la vida, a complicar uno de los estados posibles del ecosistema. A base
y retrasar muchas actividades reproductoras de estas ecuaciones se llegaría a predecir una si-
-piénsese en muchos aspectos de la biología se- tuación final estacionaria, incluyendo como una
xual- y a reducir el número de descendientes. de las posibles soluciones la desintegración del
El envite definitivo es la supervivencia y la vida sistema. Pero un modelo matemático tan com-
sigue estrategias diferentes y establece confabu- pleto no solamente es imposible, sino además inú-
laciones y treguas. Hay muchas posibilidades, en- til, porque todo ecosistema experimenta cambios
tre aumentar la tasa de reproducción para com- por agentes no incluidos y aun no incluibles en
pensar una mortalidad inevitable alta, o inver- una descripción de las interacciones del ecosis-
tirlo todo en minimizar constantemente las proba- tema.
bilidades de muerte, lo cual requiere un punto Dichos agentes se pueden calificar, por tanto,
de partida apropiado y circunstancias acompañan- de externos al sistema de ecuaciones base de
tes favorables. Es significativo que cuando la elec- nuestro modelo. Ordinariamente consistirán en
ción no es forzada, la evolución toma por el se- alteraciones del ambiente, fuera del control del
gundo camino, el de la pereza. Se refleja aquí ecosistema, o fuera de la predicción que permite
la misma tendencia a retener la mayor biomasa nuestra descripción. Constituyen impactos irregu-
posible renovándola a la menor velocidad consen- lares, cada uno de los cuales induce una res-
tida. Tal tendencia resulta particularmente reali- puesta progresivamente amortiguada. El calor to-
zable en los organismos que ocupan un nivel tal almacenado en una masa de agua, o la
trófico elevado y cuya persistencia individual co- concentración en ella de determinado elemento
rre parejas con su capacidad de control del es- químico, resulta de entradas distribuidas irregu-
pacio y del ambiente, en general. larmente a lo largo del tiempo, menos unas pér-
En los ecosistemas reales, formados por la yux- didas que son función del contenido total en
taposición e integraciólJ. de un. gran número de cada momento. Aquí se encuentra un principio
circuitos elementales, es de esperar encontrar al- de mecanismo de regulación que, como es na-
gunas regularidades globales o sintéticas, suscep- tural, se extiende a todos los pares de elementos
tibles de expresión estadística. Se podría buscar que actúan recíprocamente el uno sobre el otro,
inspiración en la mecánica estadística, que tam- sean la atmósfera y la hidrosfera, sean un depre-
bién se propone descubrir interacciones entre nu- dador y su presa.
merosos elementos que forman un sistema físico. Los ritmos cósmicos se basan en osciladores
Pero estos elementos son demasiado sencillos en que sustancialmente no son distintos de los osci-
los sistemas físicos y poco equiparables a orga- ladores mencionados en el párrafo anterior, pro-
nismos, por 10 que apurar la analogía no conduce pios de regiones más limitadas del universo. Toda
a progresos sustanciales. Sin embargo no carece la organización característica de la vida encierra
de utilidad y permite, por ejemplo, introducir en la capacidad de construir osciladores. Ciertos pe-
ecología un concepto análogo al de temperatura ríodos o ritmos son recogidos o reforzados por
en física, que representa una propiedad intensiva la selección natural, 10 que permite sustituir las
de ecosistemas y partes de ecosistemas. La compa- respuestas directas de los organismos a cambios
ración de un ecosistema con sistemas cibernéticos ambientales regulares por ritmos endógenos que
muy complicados puede ser fructífera. Los cir- anticipan los cambios externos y, al hacerlo, pue-
cuitos recurrentes sencillos se pueden considerar den aumentar el grado de puesta a punto del
como piezas de construcción de un homeostato organismo y su capacidad de supervivencia.
Niveles de referencia
(al
~l~~d!--- \
,
(b) _. (e) _
- - - - . Tiempo
890 Síntesis
novaclOn del ecosistema, es proporcional a la diversa y confluyen en etapas finales considera-
distancia o diferencia que existe entre el estado blemente homogéneas. Por otra parte, la evolu-
actual del ecosistema y una situación «ideal» a ción se visualiza como un árbol muy ramificado,
la que se tiende de manera asintótica. En el mo- o sea, por un grafo divergente. La evolución avan-
mento que se considera, dicha situación «ideal» za en el marco ofrecido por la sucesión, pero
de referencia no es más que la proyección de puede ser difícil proyectar un grafo sobre el otro;
las formas de interacción presentes, es decir, sería es decir, la evolución salta de unas a otras series
deducible de un sistema de ecuaciones que des- de sucesión y, a su vez, la sucesión combina
cribiera apropiadamente al ecosistema. En con- funcionalmente y, a veces, sucesivamente, series
cordancia con esta manera simplificada de pre- evolutivas diferentes. Tanto para la especie como
sentar la sucesión, sus primeras etapas son más para el ecosistema vale más una probabilidad alta
rápidas, en relación con la mayor distancia que de persistir, de ocupar un espacio y de anticiparse
entonces media entre la situación actual y la al tiempo, que el usar mucha energía o usarla de
situación asintótica final. Sin embargo, hay que manera muy eficiente.
añadir inmediatamente que la asíntota es aún La consideración de la sucesión conduce a una
más ideal o más hipotética que el sentido en interpretación coherente de las conclusiones de la
que hemos usado aquel calificativo entrecomi- autoecología y de la biogeografía. La heteroge-
llado: No es posible abarcar la sucesión en un neidad física de la superficie del globo y su his-
modelo sencillo, o en un sistema de ecuaciones, toria muy movida sirven de fondo a una biosfera
porque en éstas falta el germen de creación, que formada por muchas especies que se renuevan
realmente existe en forma de nuevas especies pro- constantemente, nacen, mueren y evolucionan. De
cedentes del exterior del ecosistema, o de nuevos una manera general y en la medida de 10 posi-
genotipos aparecidos por mutación dentro del pro- ble, la biosfera responde internalizando o antici-
pio ecosistema. Lo más importante es que el pro- pando los cambios regulares y aumentando el
ceso de aceptación o rechace a que se someten control del medio físico, con la formación del
tales innovaciones es función de todo el ecosiste- suelo y sedimentos, regulación del microclima y
ma y probablemente no puede ser comprendido o aun del macroclima. Todo esto dentro del marco
formulado dentro del mismo. Significa que la se- de regularidades ya entrevistas. La sucesión tiende
lección natural, aun ejerciéndose sobre los indi- a formar una biosfera adaptada, 10 que significa
viduos, opera a diferentes niveles, no sólo al nivel única y en la que apenas se encuentran porciones
de individuo, grupo o especie, sino también al de repetidas, cuando se desciende a un análisis de-
grupos de especies, y aun al de ecosistemas en- tallado. Pero continuamente 5e abren nuevas áreas
teros, pues la persistencia de ciertos ecosistemas a la colonización, ofreciendo posibilidades de evo-
como tales, con toda su organización, es condi- lución y de ensayar la integración de nuevos eco-
ción de existencia para muchas o algunas de las sistemas.
especies que forman parte de los mismos. Las El hombre es una especie que utiliza mucha
poblaciones están constantemente empujadas o energía, muy móvil y con gran capacidad de trans-
atraídas por las condiciones de vida, un poco porte y comunicación. Ha llegado a ser numérica-
cambiadas siempre respecto a las precedentes, que mente muy importante. Afecta a toda la biosfera,
resultan de las relaciones dinámicas entre los ele- contrariando la organización de los distintos eco-
mentos del ecosistema, pues la adaptación a las sistemas e intensificando las relaciones de unos
mismas es siempre precaria por llevar cierto re- con otros. La explotación directa, el transporte,
traso, retraso que, por otra parte, constituye una los contaminantes químicos y radiactivos tienden
ventaja por retener cierta variabilidad que será a simplificar los ecosistemas, a aumentar su tasa
utilizable en contingencias futuras. media de renovación, a alterar las condiciones de
La combinación al azar, o, por 10 menos, sin selección a favor de las especies más prolíficas y,
restricciones excesivas, de un número poten- en resumen, a alejarlos de la clímax o a reducir
cialmente muy alto de componentes, da una gran su madurez. El hombre es causa de una regresión
cantidad de posibles comunidades iniciales. A general de los ecosistemas naturales.
continuación se eliminan muchas combinaciones La inclusión del hombre en la biosfera requiere
y se siguen ciertas vías preferidas, lo que se puede cierta complementación o ampliación de la fun-
describir, como se ha propuesto, por la maxima- ción guía a minimizar, pues debe sustituir su ex-
ción de alguna función guía. Si la sucesión se presión
representa esquemáticamente, tal representación
energía cambiada
tendrá la forma de un grafo principalmente con-
vergente. Sus términos finales son más determina- biomasa mantenida
dos en sus características globales; es frecuente
observar sucesiones que se inician de manera muy por otra que podría tener la forma siguiente:
Esta nueva formulación es sugerida por lo que en el circuito estabilizador. Dicho ideal no es
parecen ser peculiaridades humanas, pero una vez siempre el mismo, de manera que las civilizacio-
aceptada, se observa que no pocos organismos nes pueden seguir caminos diversos y aun parcial-
que no son el hombre dependen igualmente de mente divergentes. Especialmente bajo condicio-
una energía auxiliar. La producción del plancton nes de vida más dura, es posible que la referencia
es forzada por la energía de la circulación marina, seleccionada como ideal a seguir tenga gran im-
la de las plantas terrestres por la evapotranspira- portancia en asegurar la supervivencia. Entonces
ción y el movimiento de las hojas, la del bentos la evaluación (ética) de una parte del comporta-
costero y fauna intersticial por la agitación de olas miento podría estar relacionada con requerimien-
y mareas, y las aves que vuelan a vela utilizan la tos de conservación de los sistemas naturales, de
energía de las corrientes atmosféricas ascendentes. los que forman parte desde los componentes ex-
A su vez, los organismos dejan estructuras exo- ternos al hombre hasta la propia sociedad hu-
somáticas de todo tipo y en diversos animales mana.
se puede hablar de transmisión de formas de com-
portamiento por vía no genética. De una u otra
forma se influye de alguna manera sobre el futuro. Séptima parte:
Por consiguiente, la humanización de la Natura- El ecosistema en el espacio
leza no queda fuera del modelo ampliado de su-
cesión y su límite previsible llegará cuando la Los modelos matemáticos de ecosistemas, la-
transmisión de artefactos y de cultura, en gene- mentablemente, ignoran casi siempre el espacio
ral, no asegure el control del futuro, o la posi- geométrico, lo cual es inexcusable, porque todo
bilidad de utilizar energía se reduzca en grado ecosistema ocupa espacio y la interacción entre
extremo. sus elementos es función de sus posiciones rela-
La evolución cultural humana se parece más tivas. Ni un mismo individuo o elemento compo-
a la sucesión ecológica que a la evolución de una nente puede estar en todas partes, ni dos elemen-
especie. La interpretación cibernética global de la tos pueden ocupar el mismo punto, ni todos y
sucesión halla aquí una aplicación directa e in- cada uno pueden ser equidistantes de los demás:
teresante (fig. 27-1). La conducta o reactividad el número de vecinos es limitado y ordenado. A
de las sociedades humanas puede hacerse propor- su vez, las actividades de los organismos organi-
cional a la distancia entre su situación actual y zan el espacio y uno de sus aspectos más impor-
cierta situación ideal, que hace de función guía tantes concierne al transporte de materia. Como
\ / SUMIDERO
. . . . O/"SOL------....---~----------r""T"""----- DE
/"/ \......... ENERGIA
Atmósfera.
hidrosfera
Metabolismo exosomático
Figura 27-2 La biosfera depende del gradier:te de d,isipación de en~rgla que se tiend,e
desde el sol hasta el espacio, que es el sumIdero fin/versal. La relaCIón de dependencIa
es doble: de una parte la energla captada en la fa toslntesis, de otra parte, energla que
circula por las cubiertas fluidas de la Tierra.
892 Síntesis
Dimensión mínima para movilizar la energía facilitadora
1 Km 10 Km 100 Km
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resultado, los ecosistemas suelen tener una estruc- organismos superiores se refiere, los cuales, con
tura de grano diverso, que puede ser indepen- excepción del hombre, no transportan, de todos
diente de las condiciones, uniformes o no, del modos, grandes cantidades de materia y energía.
ambiente físico, o superponerse a los, gradientes Diríase que la sucesión tiende a dar a la biosfera
que aquellas condiciones forman. la forma de una lámina diferenciada en dirección
Con el avance de la sucesión, aumenta la ex- vertical, en la que los ciclos de materia y energía
tensión del ciclo de transporte en dimensión ver- se cierran o completan en la vertical de cada lu-
tical y se reduce su importancia en dirección gar, con tendencia a retardarse paulatinamente.
horizontal, con ciertas salvedades en lo que a En el curso de la sucesión, el motivo o dibujo de
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Energía auxiliar en forma de trabalo de hombres. animales. tractores
894 SIntesis
tro de dicho recipiente, lo cual se considera que con la termodinámica genuina. La termodinámi-
conduce a un aumento del desorden. ca trata fundamentalmente de sistemas cerrados,
Se ha escrito y polemizado copiosamente acer- en los que los estados sucesivos se ordenan y se
ca de la entropía, probabilidad y orden, en rela- reconoce una función (entropía) computable so-
ci6n con los sistemas vivos. Es obvio que cuando bre cada uno de los estados que se siguen. Si con-
no se trata de las moléculas de un gas, sino de sideramos un ecosistema cerrado, que experimen-
un cuerpo s6lido, hay que cambiar la expresión ta un proceso de sucesión, es posible calcular
de algunos conceptos y, en particular, hay que cierta función guía sobre los estados sucesivos,
dejar de considerar que el estado más probable que por el hecho de sucederse se puede consi-
sea el de una distribución lo más uniforme po- derar que cada vez son más probables. Dicha
sible de los elementos. Mientras que la agitación función guía, si se encuentra y varía monótona-
de un gas puede conducir a una distribución uni- mente al pasar de un estado menos probable a un
forme de sus moléculas, las orogénesis sucesivas estado más probable en la sucesión, tendría un
han complicado la corteza terrestre hasta darle carácter análogo al de la entropía. La entropía
una disposición atómica sumamente alejada de es un ejemplo de muchas funciones computables
cualquier uniformidad y que, de aplicar ciertos sobre sistemas y, tal vez, no es más importante
criterios, se podría calificar de altamente impro- que otras.
bable. Cuando se habla de que la vida conduce Si un sistema es realmente limitado y cerrado,
a estados improbables, es claro que no se puede todo lo que pudiera ocurrir ha ocurrido ya y
basar la probabilidad en medidas estadísticas de estaríamos en el estado final más probable. Pero
distribuciones atómicas instantáneas, pues cual- en la realidad ningún ecosistema es cerrado y
quier disposici6n observada es tan poco probable por esto es tan difícil proponer una función guía
como otra cualquiera, sino que más bien se quiere sencilla. Tampoco es cerrado el Universo 10. No
indicar que la disposición de los átomos o per- es posible concebir un Universo estable, sino en
manece constante o varía según ley, y es previ- expansión. La expansión del Universo esquiva la
sible hasta cierto punto. En el ejemplo enfadoso amenaza de la muerte térmica y provee un gra-
de los monos mecan6grafos empeñados en escri- diente de disipación de energía apropiado, al que
bir el Quijote o la Biblia, cualquier texto con el se unce nuestro sistema solar y la vida entera.
mismo número de letras tiene igual probabilidad La necesidad de una expansión o de algo equiva-
de salir; lo sorprendente sería que un mismo texto lente que abra el sistema hace que se acepten
saliera repetido en ensayos diferentes, es decir sin ninguna dificultad intelectual los «agujeros
que escribieran un texto que ya se había escrito negros» en el cosmos, sumideros de materia y
una vez -como los mencionados-o La diferencia energía.
entre un cuerpo vivo y uno muerto debe enten- Si, a gran escala, nos encontramos con difi-
derse como resultado de la ruptura y desestabi- cultades en la aplicación de los conceptos fun-
lización de un sistema más amplio, que desco- damentales de la termodinámica, no faltan pro-
necta al conjunto material de un sistema disipa- blemas a una escala más pequeña. No deja de
tivo amplio. En términos estadísticos el orden del sorprender al biólogo y al geofísico que, viviendo
ser vivo está más bien en la redundancia, en la en el mundo en que vivimos, los tratadistas de
restricci6n de las probªbilidades futuras de con- la termodinámica sólo a regañadientes y en acti-
figuraciones del sistema. No parece que por este tud condescendiente, y un tanto a manera de ex-
camino se pueda ir muy lejos, principalmente si cepciones, acepten la existencia de inestabilida-
se pretende que, bajo el imperio de la vida, las des que rompen la simetría y dan origen a estruc-
cosas van de un estado probable a un estado turas disipativas, que se pueden considerar como
improbable, mientras que la tendencia de la ma- sistemas abiertos que se mantienen por intercam-
teria «bruta» es pasar de un estado improbable bio de materia y energía con volúmenes limítro-
(o de cualquier estado) a un estado más probable. fes. Admiten que la disipación de energía en
Porque por esta vía se llega a hablar de una estas áreas excepcionales puede crear o mantener
acci6n «antientr6pica» de la vida, que se opon- cierta organización sobre el espacio y en el tiem-
dría al resto del universo, el cual camina fatal- po. En realidad, el mundo no nos muestra otra
mente hasta su degradación final, en forma de cosa que estas condiciones aparentemente excep-
una muerte térmica. cionales.
Era obligado mencionar la poca utilidad y aun En esta perspectiva, los conceptos de caos, o
la poca consistencia de consideraciones de este de muerte térmica, o de que el Universo camina
tipo, que no tienen que ver con la construcción inexorablemente cuesta abajo, aparecen como ar-
científica de la termodinámica, como rama de la tefactos intelectuales. Se puede hablar de una de-
física. Pero se podrían añadir otras consideracio- gradación de la energía: pero esto es la savia
nes que pueden aparecer poco respetuosas para del Universo que siembra por doquier sistemas
l.'
A
próximas, más densas, menos móviles, por tanto
de posición más predecible y con menor capaci-
dad de transporte a favor del gradiente. Por
Frontera tanto, al sistema disipativo de energía se ajusta
Turbulencia local
(unitormizaciOn) \
1I Turbulencia local
(uniformizaciónl
un gradiente de temperatura, de una manera que
se relaciona con la modalidad de transporte de
calor y es posible prever cómo se modificará el
gradiente si se intensifica o se reduce el flujo
de energía, o si el mismo se mantiene, pero va-
riando el nivel medio de temperatura.
Por causas independientes del propio gradien-
te, pueden aparecer centros de inestabilidad, en
BACTERIA
forma de torbellinos con una componente trans-
versal, a uno y a otro lado de alguna superficie
perpendicular a la dirección del gradiente prin-
cipal, de modo que las moléculas de aquel lugar
están solicitadas por uno o por otro de torbellinos
diferentes y circulan con uno o con otro; puede
decirse que toman partido por uno u otro, de
modo que aparecen dos volúmenes excepcional-
mente uniformizados o mezclados y, entre los
BACTERIA dos, una discontinuidad más notable, a través de
ANIMAL
la cual sigue pasando energía del espacio más
Figura 27-5 Esquema de gradientes de disipa- caliente al más frío.
ción entre un manantial y un sumidero de ener- Este modelo tan simple es susceptible de mu-
g/a: A, gradiente continuo simple en la movilidad, chas variantes y complicaciones, de interés en
temperatura, presión y concentración de las mó-
léculas de un gas. B, introducción de zonas de relación con cualquier modelo conceptual de eco-
turbulencia que establecen una discontinuidad sistema. No hace falta insistir en la noción de
o un gradiente más violento. e, proyección ideal sistema disipativo: pero sí en el desarrollo de
de los componentes de un ecosistema sobre estructuras persistentes que canalizan la disipa-
un esquema del mismo tipo de los anteriores.
ción de energía, y que se pueden considerar como
la esencia del mecanismo. Aunque se trate de un
simple remolino, como en nuestro ejemplo, toda
estructura más o menos duradera tiene propieda-
que se autoorganizan y, al llegar al hombre por des comunes con las de los cuerpos rígidos, en
lo menos, llegan a hacerse conscientes. lo que se refiere a su adecuación para construir
mecanismos que obligan a pasar, de una conside-
ración microscópica del sistema, al uso de una
Sistemas disipativos de energía escala cada vez más amplia. Comparemos un gas
con una máquina compuesta de piezas sólidas\
He aquí un modelo de sistema disipativo: un Una fuerza que se aplique al gas comunica movi-
simple recipiente cilíndrico de paredes sólidas miento a sus moléculas; los pequeños torbellinos
(fig. 27-5), conteniendo moléculas de un gas, con constituyen elementos de estructura, porque impli-
una fuente de energía (térmica por ejemplo), apli- can cierto orden o previsibilidad en el movimiento
cada a un extremo y un sumidero de energía (1a simultáneo de moléculas próximas al punto que
posibilidad de irradiar, o un elemento de refrige- se considere, o en el de las mismas moléculas en
ración) en el extremo opuesto. En tanto persista tiempos cercanos. Pero es un grado ínfimo de
el gradiente (de temperatura) que implica una di- organización, porque una parte excesiva de ener-
sipación continua de calor, puede existir cierta gía se invierte en promover el movimiento desor-
heterogeneidad o grado ínfimo de organización. denado, es decir, no correlacionado, de unas mo-
Por ejemplo, hacia la parte de la fuente, las mo- léculas contra otras. En otras palabras, se invierte
léculas se moverán dentro de espacios mayores, en la producción de calor, y esta energía no se
estarán más agitadas, su temperatura será mayor, puede recuperar de manera notable o adecuada.
ejercerán una mayor presión y con sus movimien- En un mecanismo formado por palancas rígidas,
tos oscilatorios más amplios contribuirán consi- el calor aparece solamente en los límites de las
896 S/ntesis
piezas sólidas, es decir, donde hay rozamiento, poniéndose al paso de la radiación. La analogía
que se puede comparar al movimiento poco orde- más próxima sería un plancton en agua muy tur-
nado de las moléculas de un gas. El cuerpo bulenta. La energía captada por la fotosíntesis
rígido se caracteriza frente al fluido por la limi- (cap. 13) se disipa después de haber sido mo-
tación de los grados de libertad en el movimiento vida sobre un espacio muy breve y, en este
de sus moléculas; éstas se mueven ordenadamen- mismo espacio, se cumple el ciclo de los elemen-
te, mantenidas en posición por una energía aso- tos químicos. Las diversas estructuras que se ob-
ciada a la estructura, que no se degrada con el servan en pequeñas áreas circunscritas al azar,
paso del tiempo. Las distintas partes de un me- dentro del volumen general que se considera o
canismo, formado por piezas rígidas, actúan de se estudia, son muy semejantes. Estas propiedades
manera que se produce una transferencia impor- contrastan con las de un plancton más normal en
tante de energía entre partes alejadas en el espa- agua estratificada, en el que arriba predominan
cio, con pequeña pérdida. En todos los niveles productores primarios y, abajo, animales y, final-
de organización dotados de vida, o compuestos de mente, bacterias. O con un bosque con su amplio
elementos vivos, se identifican estructuras perdu- sistema de transporte, constituido no solo por
rables aunque es más común que tengan la forma raíces, troncos y ramas, sino también por los ani-
de mecanismos bioquímicos que actúan con rigi- maÍes.
dez funcional, que la de palancas sólidas. En todo Adviértase que el propósito es volver a exa-
caso se transfiere energía a distancia, pagando un minar principios muy sencillos de la Ecología,
escote relativamente poco importante. La energía introduciendo puntos de vista más universales.
asociada al mantenimiento de las estructuras me-
cánicas de los organismos suele quedar compren-
dida entre 2 y 5 kcal por mol; con una energía Sistemas protobióticos
más alta se tendría una rigidez cristalina, de ser
más baja, no podría persistir una organización Este proceder nos lleva rápidamente a ciertos
complicada. conflictos. Las hipótesis más divulgadas 24 acerca
Retornando al esquema inicial de un puente del origen de la vida y de los organismos suelen
tendido entre un manantial y un sumidero de aceptar la formación de moléculas orgánicas, con
energía, con disminución gradual de la energía una probabilidad aumentada bajo ciertas condi-
libre. se puede decir que la energía es más im- ciones de composición de la atmósfera (reducto-
portante al principio, por lo menos es más fácil ra) y clima de radiación (ultravioleta), seguida de
medir la energía de las moléculas que determinar la agrupación de parte de ellas, por mecanismos
exactamente su posición, mientras que al final, físicos y químicos, para dar pequeños sistemas
o hacia el sumidero, la posición es más determi- más complejos, en los que puede surgir un me-
nable y su poca energía hace que quizá conserven canismo elemental de copia molecular. Aparte
por cierto tiempo algunas configuraciones locales de cumplir algunas exigencias impuestas por el
poco uniformes. estado actual de la ciencia, en especial el recono-
Puesto que organismos y ecosistemas son ma- cimiento de una miniaturización en los sistemas
nifestaciones materiales del puente o ruta que va vivos, esta hipótesis es equivalente a otra que
desde la captura de fotones hasta el sumidero data de la Grecia clásica, según la cual en un
final de energía, es posible proyectar o cartogra- principio aparecieron miembros dispersos (bra-
fiar dichas entidades vivas sobre un esquema zos, piernas, narices, etc.) que se ensamblaron
como el comentado. Algunas consideraciones luego al azar, con el resultado de producir en-
complementarias ayudarán a relacionar los gra- gendros inviables, algunos monstruos y un pe-
dientes de disipación de energía con la presencia queño número de organismos perfectos que se
de estructuras. propagaron.
Un modelo físico muy simplificado de ecosis- Estas ideas son de circulación corriente, por lo
tema puede consistir en simples moléculas fluores- que se pueden sentir reparos a oponerse a ellas;
centes, en las que determinados átomos se excitan sin embargo, la Ecología obliga a exigir otras
por radiación incidente y luego ceden la energía condiciones a la teoría. La vida es, ciertamente,
que, finalmente, abandona la molécula en forma un proceso cósmico de aumento de organización.
de radiación de onda más larga que la radiación Este proceso, además de algunas condiciones en
excitante. En cada molécula, el sumidero local relación con la disponibilidad de elementos quí-
de energía está muy próximo al lugar donde se micos y aptitud de los mismos para construir es-
captan los fotones. Un sistema formado por mo- tructuras miniaturizadas y ricas en organización,
léculas semejantes apenas puede calificarse de requiere esencialmente un gradiente de disipación
organizado: sería una nube de moléculas que de energía sobre el que basar una renovación
no pueden actuar unas sobre otras, si no es inter- constante y a distinta velocidad de estructuras
898 Slntesis
Si se mide dicha propiedad intensiva en un dad» se encuentra más arriba que en el caso de
sistema, más amplio o más limitado, el valor los animales. Hay que indicar expresamente que
que se le asigne permitirá proyectar o situar el esto no significa que la energía que reciben los
sistema, o cada una de las partes del mismo, so- animales sea de calidad más baja que la luz, sino
bre un gradiente ideal de aquella propiedad. Sus simplemente que es energía más canalizada y más
límites extremos son los siguientes: tasa de reno- compatible con una organización que, por térmi-
vación infinita, o energía pura, y tasa de reno- no medio, está mucho más diversificada y renue-
vación nula, o estabilidad o persistencia total. va más lentamente sus elementos.
Se reconocen semejanzas entre un gradiente de Aceptando las convenciones que resultan de
tasa de renovación o flujo de energía, de este lo dicho, la posición de un individuo puede va-
tipo, y el gradiente ideal de disipación de energía riar en el curso de su vida y, probablemente, esta
(fig. 27-5), hasta el punto que parece posible variabilidad en la proyección es mayor en los
proyectar o asimilar el uno al otro, de manera productores primarios que en los organismos
que al sumidero de energía corresponda una tasa cuyo «centro de gravedad» colocamos más cerca
mínima de renovación de la materia acumulada, del sumidero de energía.
mientras que a las proximidades del manantial El esquema entero se convierte en un espacio
de energía se harían corresponder aquellos orga- donde practicar el tradicional juego de la Eco-
nismos o porciones de organismos en los que el logía, consistente en separar niveles, comparti-
flujo de energía por unidad de masa es mayor. mientos y nichos y la única ventaja sobre otros
Se pueden hacer numerosas críticas a la asimi- enfoques es introducir en aquella ordenación cier-
lación propuesta; pero provisionalmente la reten- ta dimensión con significado termodinámico.
dremos por su valor simbólico. Ya se sabe que el En realidad, el incentivo mayor para recomen-
contenido de energía libre por unidad de masa dar la modalidad de representación propuesta es-
en los organismos es muy uniforme (alrededor de triba en su aptitud para hacer ver la asimetría,
5 kcal por gramo de materia seca), de manera desde el punto de vista termodinámico, que existe
que no existe una relación sencilla entre el conte- entre los dos elementos de los sistemas binarios
nido calorífico de los organismos (pág. 474) Y su estudiados por Volterra. De esta forma se esta-
ecología, que admita una interpretación termodi- blecen relaciones entre una expresión en forma
námica directa; dicha interpretación requiere to- de ecuaciones diferenciales, conceptos de la ciber-
mar en consideración como parámetro esencial, nética y restricciones impuestas por la termodiná-
la tasa de renovación media. Por otra parte la mica. Comprendemos que dos elementos (depre-
vida sólo es posible entre límites relativamente dador y presa) que se relacionan en un circuito
próximos de la escala térmica. De manera que, recurrente negativo, diferirán también en propie-
con referencia a las especies, una tasa de reno- dades termodinámicas. En la forma de represen-
vación decreciente no se corresponde con una tación gráfica adoptada, el «centro de gravedad»
temperatura más baja ni con un menor contenido del depredador estará más cerca del sumidero de
de energía libre por unidad de masa. Pero dentro energía que el de su presa, lo que no excluye
de un organismo, sí que la temperatura puede que parte de los tejidos del depredador tengan un
ser más alta y mayor la energía libre que puede metabolismo muy intenso. Las propiedades del
cederse rápidamente, el'! aquellas estructuras o te- circuito pueden depender de la distancia entre
jidos que tienen una tasa de renovación más las dos especies y es posible especular acerca de
rápida. distancias mínimas para construir circuitos esta-
Se comprende que todo sistema vivo es muy bles, tanto para circuitos recurrentes negativos
heterogéneo y que para cartografiar un ecosiste- aislados, como para dos circuitos del mismo tipo
ma, y aun un organismo, sobre el esquema que en paralelo que dan como resultado un circuito
se toma como referencia, hay que disecarlo y recurrente positivo. En pares de posibles compe-
proyectarlo luego punto por punto. En primera tidores, la especie que se incline más hacia la
aproximación, podemos comprender que cada sis- estrategia de una rápida multiplicación se desvia-
tema material disipativo, grande o pequeño, pro- rá más hacia la fuente de energía, que la especie
yectado sobre el esquema adoptado, se extiende que evolucione en el sentido de una mayor resis-
sobre un espacio amplio alrededor de lo que se tencia.
puede llamar su «centro de gravedad», que viene Recuérdese que se trata de una construcción
a ser su tasa media de renovación (P /B). El orga- hipotética, basada en proyectar sistemas reales
nismo de las plantas, por ejemplo, se extiende sobre un espacio ideal y que faltan datos sufi-
desde la fuente de energía constituida por los cientes para calificar desde el punto de vista ter-
fotones hasta junto al sumidero, pues las plantas modinámico a organismos y ecosistemas, y que
emiten radiación de onda larga no recuperable las posiciones comentadas se basan en deduccio-
por la vida. Pero aun así, el «centro de grave- nes de lo que sí es medible, el flujo de energía
900 Slntesis
de influir sobre la proyecclOn de los respectivos de las membranas hay cierta uniformización de
sistemas sobre un gráfico como el que estamos las estructuras y destrucción de los gradientes,
considerando. Esto significa que pueden existir di- mientras que aquéllas son centros de circuitos re-
ferencias de carácter termodinámico entre unos y currentes, osciladores y, en la mitología termodi-
otros ecosistemas, debidos a la temperatura. Hay námica, lugares favoritos de residencia del Dia-
una restricción termodinámica elemental, eviden- bolus maxwelli. Las fronteras asimétricas, disipa-
te, consistente en que los sistemas complejos y tivas, que se suceden a lo largo de un gradiente
persistentes sólo pueden existir a temperaturas de degradación de energía son topológicamente
relativamente bajas y la vida sólo es posible, por concéntricas, sin intersecciones. A nivel de eco-
tanto, hacia el límite inferior de la escala térmica sistema es importante distinguir interfases acti-
(pág. 103). Dentro de sus límites consentidos pa- vas (intestino) y pasivas (piel) y reconocer que
rece que a una temperatura más baja los ecosis- muchas interfases potenciales se realizan solamen-
temas podrían alcanzar un grado mayor de ma- te de manera intermitente, cuando se ponen en
durez. Esta hipótesis es difícil de probar, porque contacto distintos organismos.
conviene poder separar adecuadamente la tempe- Merece la pena examinar con más atención
ratura media, que se aprecia mejor en tempera- y de manera más general la idea de organización
turas poco variables, de la variabilidad de la tem- implícita en consideraciones como las preceden-
peratura y de la combinación de otros efectos, tes. La organización va unida a cierta heteroge-
como la solidificación del agua. Hay ecosistemas neidad de estructura y a la persistencia de dicha
a baja temperatura y de gran madurez (cuevas, heterogeneidad, o a su evolución según una direc-
grandes profundidades marinas), aunque son eco- ción más o menos determinada y previsible. Al
sistemas incompletos sin productores primarios, hablar de organización con referencia a la vida
lo cual es de lamentar desde el punto de vista de se piensa en su capacidad de reconstrucción, re-
la Ecología teórica, y los ecosistemas a tempera- producción y crecimiento; pero aun más general
tura alta (bosques tropicales, arrecifes de coral) es aceptar la constante renovación de los elemen-
han gozado de una estabilidad de condiciones tos de la estructura según tasas que varían local-
muy superior a otros ecosistemas. mente.
Se puede llegar a un modelo bastante satisfac-
torio partiendo de premisas muy simples 18. Cual-
Principios generales de organización quier construcción del mundo externo se ha de
basar en acontecimientos. Un acontecimiento re-
Ya se ha indicado que es difícil proyectar presenta la interacción entre elementos, que si
idealmente un organismo sobre el esquema de
gradiente disipativo de energía. Una razón muy
simple es que todo organismo es heterogéneo y
Mortalidad nula (f)
partes distintas del mismo requieren una diferente
interpretación termodinámica. Los organismos
están formados por porciones, o sistemas molecu-
lares, que difieren unos de otros por su tasa de
renovación, su aptitud- para degradar energía y (e)
producir trabajo, su capacidad de acumular in- Pez
O.L..--------------====---=---'-'
de ellas con notable discontinuidad y asimetría. - - - Tiempo (edad)
que se manifiesta morfológicamente, en forma dc
membranas, tal como se ve en cualquier imagen Figura 27-7 Curvas de supervivencia hipotéticas
celular obtenida al microscopio electrónico. de un conjunto de especies unidas en una red
En las membranas o en otras fronteras o lími- trófica. Las flechas indican el sentido de la
tes morfológicamente menos visibles, son parti- transferencia de energía. Se señala el área de
posible fluctuación de cada una de las curvas
cularmente notorias las actividades que compor- de supervivencia. Los dos limites son: mortalidad
tan la disipación de energía. A uno y otro lado infinita (a) y mortalidad nula (f).
902 Slntesis
Tabla 27-1
Algunos sistemas formados por subsistemas unidos por una interfase asimétrica
Subsistema más
Subsistema menos organizado, tasa de
organizado, tasa de renovación más baja,
renovación más alta, situación futura
menos predecible, más determinada,
Sistemas función «trófica» función (directiva»
clara la posición peculiar de la segunda ley de de una línea que acaba convirtiéndose en una
la termodinámica. Se pueden descubrir analogías frontera genética importante. La organización
de la misma en cualquier teoría de sistemas ge- económica y política favorece los movimientos y
nerales. el intercambio en determinadas áreas, a la vez
Cualquier aumento de la información o de la que entorpece las relaciones entre naciones limí-
certidumbre significa eliminar posibilidades. En trofes, hasta el ejemplo extremo de los famosos
las fronteras asimetricas se toman continuamente «telones».
decisiones. Cualquier decisión anula alguna infor- El proceso de adquisición de discontinuidad
mación y hace desaparecer algunas probabilida- entre especies o entre individuos se estudia en
des que ya no se pueden recuperar. Así, el pro- inmunología y se funda en mecanismos ciberné-
ceso se torna irreversible. La competencia, entre ticos comparables a los mencionados. Probable-
genotipos, entre especies o entre culturas, implica mente la idea es aplicable a las relaciones entre
decisiones. Una decisión que se consideraba poco ecosistemas limítrofes y es posible el desarrollo de
probable se califica de arbitraria y, como es na- características análogas a una inmunidad de unos
tural, puede ser la más innovadora. frente a otros, que reforzaría los límites respec-
Las fronteras o interfases asimétricas no presu- tivos.
ponen necesariamente puntos singulares o discon- Puede parecer exagerado, pero no es totalmen-
tinuidades en los gradientes. Pero frecuentementé te descabellado, atribuir a procesos o mecanismos
se reconocen discontinuidades que se pueden ex- semejantes la discontinuidad que se observa en
plicar de la manera más sencilla suponiendo sen- toda la Naturaleza, desde átomos, moléculas, go-
dos procesos de mezcla o uniformización a ambos tas, cristales o dominios cristalinos, hasta torbe-
lados de la frontera que así se singulariza, como llinos, ondas de Rossby, placas continentales,
en el ejemplo ideal de la figura 27-5 B. Esto se planetas, estrellas, galaxias, cerebros y vértebras.
observa, efectivamente, en ejemplos reales. La ter- Cualquier medida de la diversidad se basa en
moclina constituye una discontinuidad que se re- la clasificación de un conjunto en subconjuntos.
fuerza con·el tiempo, pues los volúmenes de líqui- La clasificación puede estar muy influida por el
do a uno y otro lado, se adscriben a sistemas de sujeto que la hace, por su interés y por su capa-
turbulencia o de circulación diferentes y la termo- cidad de reconocer diferencias; pero se relaciona
clina se refuerza al reducirse la difusión de pro- indudablemente con la existencia y con el desa-
piedades a su través. En genética se observan rrollo de las discontinuidades, dentro del sistema
situaCiones comparables, cuando se organizan dis- cuya diversidad se trata de medir.
tintos sistemas de intercruce a uno y otro lado El modelo de organización comentado tiene
904 Sintesis
raleza. La robustez ofrece una seguridad análoga tanto, el aumento de entropía atribuible al sis-
a la que apoya los principios y regularidades que tema vivo, lo cual, por otra parte y como se ha
aparecen reiteradamente cualquiera que sea la dicho, es difícil considerar como una imposición,
forma de enfocar el estudio de un fenómeno. porque la energía fluye y la entropía aumenta
Pero la ilusión de robustez encierra una parado- de todos modos en el sistema más amplio, inde-
ja: las decisiones acerca de la aceptación de espe- pendientemente de que existan organismos.
cies y el resultado de la selección se basan en dife- Los sistemas compuestos de partes heterogéneas
rencias muy sutiles en el valor preciso de algunos comprenden más circuitos recurrentes regulado-
parámetros y de ellas dependen, pues, la sustitu- res. Su conjunto es particularmente estable cuan-
ción de especies y el cambio completo del mo- do su organización es jerárquica: sistemas am-
delo. El destronamiento de un modelo «robusto» plios descomponibles en sistemas menores que, a
por otro modelo también «robusto» se puede de- su vez, se componen de sistemas elementales y así
ber a causas «débiles». sucesivamente. Su gran complejidad va asociada
En ningún caso es posible describir un ecosis- a una baja tasa media de renovación del sistema
tema por medio de un modelo cerrado y, por entero. Otra consecuencia de su complicación es
tanto, es de suponer que la termodinámica de un mayor tamaño, lo cual es una ventaja si se
sistemas cerrados no esté en condiciones de pro- considera que la selección opera a diferentes ni-
porcionar muchas ideas para calcular alguna fun- veles. Sólo se puede influir eficazmente sobre
ción que permita dar sentido a la flecha del tiem- acontecimientos venideros actuando a través del
po. Todo ecosistema es parte de un sistema más espacio, es decir, disponiendo un escenario es-
amplio y la selección natural opera a todos los pacial que ha de tener y conservar una estruc-
niveles, de individuo, de grupo, de especie o de tura adecuada, por lo menos hasta el momento
ecosistema 6. Ciertos elementos, o constelaciones en que ha de manifestarse eficaz sobre futuras
de elementos, tienen mayor probabilidad de per- decisiones. Así se explica la evolución de organis-
sistir que otros. Si se puede hacer un repertorio mos grandes en un mundo formado inicialmente
de características que influyen positivamente en por procariotas de pequeñas dimensiones; la ven-
la selección, su síntesis puede ayudar a reintrodu- taja de los organismos grandes es obvia: invierten
cir una flecha del tiempo, pero sus relaciones con menos energía en el mantenimiento de la biomasa
la termodinámica no serán ya sencillas. y tienen mayor capacidad de organizar el espa-
Se dice que persiste lo que se conserva seme- cio. La inteligencia se selecciona por su capacidad
jante a sí mismo, por lo que se estima está mejor de guiar la acción de acuerdo con una predicción
adaptado que otras formas de organización y no de la situación futura.
es removido por ellas o no les cede su lugar. De estas y otras consideraciones se deduce que
Se retiene la tasa de renovación suficiente para ha de ser difícil encontrar una función guía de
persistir bajo las condiciones de vida habituales. expresión sencilla. Se entrevé que tendría que
Estas características de parsimonia, un paso más expresar a la vez la parsimonia en el uso de
allá, se confunden con la muerte. Cuando las con- energía y, especialmente en la renovación de es-
diciones bajo las cuales se hace la selección no tructuras materiales, más la capacidad de influen-
imponen una alta tasa de renovación, inmediata- cia sobre el espacio circundante y sobre el futuro.
mente se levanta la guardia y se sigue la vía de Provisionalmente cumple estas condiciones la
la relajación y del barroquismo, como prueban energía cambiada por unidad de biomasa man-
los ejemplos reiteradamente aducidos de la ela- tenida, calculable sobre distintos elementos o sis-
boración de los medios de defensa, biología se- temas (organismos, ecosistemas), y modificada,
xual y las hipertelias al final de las líneas filo- caso de incluir el hombre, con la inclusión del
genéticas. A nivel humano, asegurada la conser- metabolismo y de los artefactos exosomáticos
vación como especie, adquiere más importancia (pág. 892). Sometimos a prueba el valor predic-
el individuo como portador de información cul- tivo de la función P/ B en relación con la evolu-
tural que la especie portadora de información ción, con la sucesión. Ahora debe añadirse una
genética. La comunicación o transmisión de infor- nueva exigencia: que sea coherente con una inter-
mación admite una proporción creciente de ruido pretación termodinámica de la biosfera.
o confusión (demasiada información para ser uti-
lizada de manera efectiva, reducción al papel de
simples desencadenadores -slogans-, elabora- Modelos y metamodelos
ción arbitraria y cuidadosamente desorientadora).
El conservatismo, la pereza, son una meta de la La función guía que deseamos ha de propor-
Naturaleza que no requiere invocar la termodi- cionar un criterio acerca de los resultados más
námica. Aunque no siempre, las situaciones a probables en los continuos procesos de decisión
que conduce limitan el cambio de energía y, por o de selección, en los que intervienen posibilida-
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90& Slntesis
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Abel, 0.,6 Anderson, B. G., 603\ 606, 6181, Bacescu, M., 522 4a, 546
Abele, L. G., 552 81 ,571 638 de Bach, P., 6477, 654
Aberg, B., 475 1, 517, 810 1, 811 1, Anderson, D. M., 5313, 535 4 , 546 Bachman, K., 137 9 , 1409 , 155
818 Anderson, D. R., 126 4 , 155 Backus, R. H., 714 9 , 733
Abraham, B., 485 2, 517 Anderson, D. V., 126\ 155 Bacon, F., 291
Accorinti, J., 556 1, 570 Anderson, E., 285 Bacon, J. P., 598 J\ 60P6, 606
Acosta, J. de, 4 Anderson, E. A., 126 153 , 157 Bada, G. L., 72 6 , 78
Adams, R. H., 712 1, 733 Anderson, G. C., 603 22 ,606 Bagenal, M., 3523, 355
Agassiz, A., 9, 11 Anderson, J., 77 122 , 79 Bahnweg, G., 58 7 , 78
Aguesse, P., 519 Anderson, M. C., 739 2, 786 Bailey, N. T. J., 338\ 3394, 355,4146,
Ahlstrom, E. H., 672, 692 Andreu, B., 144 5, 146\ 150S, 155, 429
Ahmadjian, V., 539t. 2, 546 144 176 , 157 Bailey, V. A., 156 156 , 519
Aho, J., 651 36 ,654 Andrewartha, H. G., 12, 603 5, 606, Bainbridge, R., 116 10 , 138 1°, 155,
d'Agostino, A. S., 478 181 , 520, 603 88 , 6122, 638, 654, 698 1 , 699 165 5 • 6,209, 570, 714 56 , 734
607 Angel, M. V., 125 6, 151 6, 155 Bainbridge, V., 495 6, 517
Agrell, J., 408 1, 429 Angelíer, E., 225 2, 233 Baird, J. E., 464 11 4, 472
Albareda, J. M., 233 Angell, R. W., 585 106 , 607 Baker, G. H., 254 3, 262
Albritton, E. C., 517 Antia, N. J., 556 22 , 570 Baker, R. A., 523\ 546
Aleem, A. A., 761 1, 786 Antipa, G., 3862, 429 Bakus, G. J., 464 2,3, 471, 507 7,8,
Alexander, R. Mc. N., 47t. 2, 78, Anraku, M., 352 1 , 355 512 9 ,517,568 3,570
165 1, 209 Aramburu, R., 497 187 , 520 Bal, D. V., 605 6, 606
Alí, R. M., 493\ 517 Arbit, J., 71 P, 733 Baldi, E., 286, 3455, 355
AlIard, H. A., 721 49 , 734 Archibald, E. E. A., 348 2, 355, 360 1, Ballester, A., 4544 , 4554, 4584, 471,
AlIee, W. C., 106, 12, 16, 223, 235 1, 381 772\ 786
262, 639, 721 2, 733 Armstrong, F. A. G., 684, 74S, 78 Balogh, G., 12, 429
Allen, C. W., 155 Armstrong, N. E., 78 Banner, A. H., 570
Allen, J. A., 141 182a , 149, 157 Armstrong, R. C., 460 1, 471 Banse, K., 251 4 , 262, 356
AlIen, K. R., 515 5, 517, 588, 589 1, Arrhenius, G., 68 6\ 78, 90, 216 35a , Barber, R. A., 535 5a , 546
5901, 591, 606 233, 30}2' 3, 313 Bardach, G. E., 499 1°, 517
Allen, M. G., 720 3, 733 Arrhenius, S., 138, 1507, 155 Barker, H. A., 592 7 , 606
AlIen, P., 826 Arvidson, J., 559 26 , 570 Barlow, J. P., 715 1°, 733
Allison, J. L., 158 Asahina, E., 1288,207, 155, 158 Barnard, J. L., 409 5, 429
AlIorge, P., 306 1, 313 Aschoff, J., 705 6,7, 707, 733 Barnes, H., 100, 135 11 , 143 11 , 155,
AlIsopp, A., 704\ 733 Ashby, W. R., 694 2, 699, 703 8, 713, 205 7 , 209, 245 5, 2475, 262, 3104,
Allué, J. L., 178 906 313, 3487, 352 6 , 353, 3548, 355,
Alonso, A., 497 187 , 520 Atema, J., 848., 853 604 8,9, 605 8,9, 606, 665 3, 677,
AIstenberg, G., 42 3, 78 Audubon, J. J., 7, 11, 868 704 11 , 711
Altimira, C., 247 2, 262 Auerbach, S. l., 812 2, 818 Barnes, M., 97 2, 100, 135 11 , 14012 ,
Altman, P. L., 136 2, 155 Aurich, H. J., 276 1, 286 143 11 , 155, 245S, 247 5, 262, 310\
Alzara, L., 37pla, 381 Austin, 464 108 , 472 313, 606, 677
Ambroes, P., 471 Avinoff, A., 274 2, 286 Barnett, A., 712 12 , 733
Ambühl, H., 206 3, 207 3, 269 Ax, P., 225 Barnett, V. D., 664\ 677
Anasiewicz, A., 377°, 381 Ayala, F. J., 664 2a , 665 2, 677 Barnwell, F., 707
d'Ancona, V., 596 2,606,642 1,643 1, Ayers, J. C., 199 Barrett, G. W., 787
654, 677, 678 Azuma, M., 387 3, 3983, 429 Barth, R. H., 256 33 ,34, 262, 263
909
Barthdomew, B., 868 1, 877 Birch, L. C., 8, 12,6122. s, 6195, 6225, Braun-Blanquet, J., 5, 11, 12, 89,
Bartholomew, G. A., 132 13 , 155 638, 654, 698 1, 699 307 7, 313, 389 18 , 39414, 418, 419,
Bartlett, M. S., 648 3, 654, 6585, Birge, E. A., lO, 11, 155, 320 420 16 , 422 16 , 427 14 ' 18 , 429, 451,
677 Bischoff, J. L., 56 12 , 78 738 1°, 741 11 , 748, 767 1°, 786, 7997,
Bartos, E., 523 6, 546 Bishop, J. E., 730 17., 733 801 7,818
Bartos, J., 464 5, 471 Bjerknes, R., 843 95., 854 Bray, J. R., 405 21 , 42p2, 429, 443 13 ,
104 106 105
Ba:~~vich, N. l., 465 . , 470 , Black, J. N., 10422 , 155 444 15, 44513,448\3,46416,46517,18.1\
Blackburn, M., 355, 459 9,471,517 15, 471,517 22 ,518, 83P, 906
Bates, G. H., 853 517 Breder, C. M., 848 7. 8, 853
Bates, H. W., 5, 11, 567 5,6, 570 Blackith, R. E., 354 12 , 355 Breger, 1. A., 73
Batchelor, C. L., 748\ 786 Blanchard, D. C., 249 7, 262 Brehm, A. E., 7, 11
Batschelet, E., 354, 355\ 355 Blandford, R., 126 23 , 155 Brehm, V., 313
Battaglia, B., 30 8, 36 8, 78, 278~''', Blasco, D., 397 Brennan, R. S., 637 6, 638
286, 670 58 , 677 Blaxter, J. H. S., 3678 , 79, 156 Brian, A. D., 501 23 , 518
Bayes, T., 414 Blaxter, M. A., 11924 , 14424, 155 Brian, M. V., 618 7, 638, 658 1°, 6689,
Baylor, R., 116 14 , 155 Blaylock, B. G., 8124, 818 677
Bayne, B. L., 146 229a, 158 Blegvad, H., 606 Brisbin, J. L., 107 31 , 156, 559 1°, 570
Baudoin, R., 209 Blinks, L. R., 464 1°, 471 Brillouin, L., 367 2 , 381
Be, A. W. H., 151 15, 155 Bliss, C. A., 55486 , 571 Brnes, C. T., 518
Beadle, N. C. V., 429 Blum, H. F., 2408, 262 Brockaw, C. J., 8369,853
Beament, J. W. L., 87 5, 96 3,4, S, 100 Blumer, M., 72 1l , 78 Brodskii, K. A., 832 1°, 853
Beards, W., 733 Blüthgen, J., 72 1l , 78, 88 7, 100, 121 25 , Broida, S., 8366, 853
Beauchamp, P. de, 523 7, 546, 552 7, 123 25 , 155, 209 Brook, A. J., 518
553 7, 570 Boalch, G. T., 74 5 , 78 Brooks, J. L., 152 32 , 153 32 , 156, 164",
Beauchamp, R. S. A., 6746, 677 Bockris, J. O'M., 792 4a, 818 209, 268 10 , 281 1°, 286, 313, 552 11 ,
Beck, S. D., 726 14, 727 1\ 733 Boden, B. P., 155, 203 1°, 209, 332 56 , 570
Beeftink, W. C., 743 356 Brooks, 584
Beer, S., 786, 906 Bodenheimer, F. S., 12, 5549, 570, Brouardel, J., 457 2°, 471, 717 18 . 19 ,
Beerens, E. W., 419 9, 429 666 7, 677, 698 3,4, 699 733
Beers, Ch. D., 725 15 , 733 Boer, P. J. den, 653 8, 654, 68JS· 27, Brower, J., 567 12 . 13 , 570
Beers, R. J., 412 8, 429 699 Brown, A., 444 21 , 471
Beeson, K. C., 470 6 , 471 Boersch, D. F., 371 18 , 381 Brown, C. E., 43 124a , 79
Beeton, A. M., 800 3, 802 3, 818 Boeseman, M., 495 169 , 520 Brown, F. A., 108 33 , 156, 706,
Behning, A., 490 11 , 517 Boettger, C. R., 37 14, 78 708 22 ,23, 710 2°, 721 21 , 733
Beklemischev, K .V., 517 Bogorov, B. G., 15428 , 156 Brown, H. P., 585 15 , 606
Bcklemischev, V. N., 3881°, 429 Bold, H. C., 547, 5567°, 571 Brown, L. E., 846 11 • 12 ,853
Belehrádek, J., 137, 14017 , 155 BolI, C. D., 618 14 , 638 Brown, R. C., 246
Bell, J. O., 493 38 , 518 Bolós, O. de, 254 55 , 263, 389 12 ,404 11 , Brown, R. Z., 445 81 , 461 81 , 472
Bell, R. H. V., 500 84 , 518 423 13 , 426, 427, 429, 797 5, 818 Brown, W. L., 245 10(\ 263, 280126 ,
Bellan-Santini, 4647, 471 Boltovskoy, E., 71 15 , 78, 497 17 , 515 16 , 287, 670", 677
Bellman, R., 904 3,4, 906 517,518 Bruce, D. L., 55622 , 570
Belyaev, G. M., 329 Boltzmann, L., 367 Bruce, V. G., 733
Bénard, H., 841 2a , 853 Bond, G. de, 541'\ 546 Bruckner, E., 301 87 , 314
Bennet, M. F., 717 16 , 733 Bond, R. M., 496 18 , 518 Brues, A. M., 266", 286
Bennett, G. F., 603 1°, 606 Bondensen, P., 247 9, 262 Brundin, J., 41 19 , 78
Ben Tuvia, A., 3606, 373 6, 381, Bonetto, A., 497 19 , 518 Brundin, L., 291 1°, 292", 299 11 , 313
512 1l , 514 13 , 517 Bonner, J., 100 Brunig, E. F., 429
Bercaw, B. L., 142 197 , 158 Bonnet, L., 97 8 , 100 Bryson, R. A., 83872 , 853
Berg, K., 41\ 78, 152 18 , 155 Boretti, L., 682 6, 699 Buch, K., 3720, 78
Berg, L. S., 281, 281', 286 Bormann, F. H., 450 11 , 471, 798 6, Buchanan, G. D., 248
Berger, W. H., 431, 834 3,4, 5,853 799 6, 818 Buchanan, J. B., 781 12 ,786
Bergmann, A., 147, 147 19 , 155, 273 Bornebusch, C. H., 7, 2221, 233 Buchanan-Wollaston, H. J., 355 13 ,
Berkner, L. V., 82 6 , 100 Bornkamm, R., 677 355
Bernatowicz, A. J., 283 8, 286 Bossert, W. H., 624 15 , 638 Buchar, J., 524 10 , 546
Berner, L., 247 6, 262 Botnariuc, N., 7598, 786 Buchner, P., 533, 534 11 , 546
Berry, R. J., 286 Boudouresque, Ch. F., 464 12 , 471 Buddenbrock, W. von, 45 21 , 78
Bertalanffy, L. von, 583 11 , 606, 630 3, Bourliere, F., 430 Buechner, H. K., 356, 500 81 , 515 28 ,
638 Bourrelly, P., 69 518
Bertrand, G., 556 8, 570 Bourret, R., 8366, 853 Buffon, G. L., 5, 7, 11
Bertrand, H., 307 5, 313 Boussingault, J. B. J. D., 7, 11, 135, Buhr, H., 532 12 , 546
Berthelot, 138 135 29 , 156 Bullard, E., 292 12 , 313
Berzins, B., 503 14 , 517 Bowen, R., 121 30 , 156 Buller, A. H., 248 10 , 262
Beth, K., 719 17 , 733 Boyce, S. C., 4706, 471 Bullock, T. H., 147)4, 156
Beverton, R. J. H., 338 1°, 355, 579 12 , Braarud, T., 853 Bumpus, D. F. B. 853
587 12 , 588 12 , 606, 6224, 638 Bradshaw, A. L., 27 135 , 79 Bünning, E., 705 25 '77, 733
Beyers, R. J., 78, 460 8, 471, 7546, Bradshaw, J. S., 36 16 , 78, 477 2°, 518 Burbanck, W. D., 503 26 , 518
761 36 , 786 Bramlette, M., 216 35a , 233 Burckhardt, G., 503 27 , 518
Bick, H., 761 7, 786 Brand, Th. von, 59, 488 21 , 518, 529 9 , Burden, Ch. E., 34 22 , 78
Biebl, R. W., 33 11 , 78, 91, 1292°, 5329, 546 Burgeff, H., 540 ll , 546
155 Bratland, P., 47 175 , 80 Burkenroad, M. D., 118358 , 156
Bien, G. S., 54 17 , 55 17 , 78 Braun, H., 602 14, 606 Burkholder, L. M., 464 22 , 471
Biggley, W. H., 705 J7b , 733 Braun, J. D., 100 Burkholder, P. R., 46422 , 2J, 471, 472
Bingen-Gathy, A. L., 819 Braun, J. V., 100 Burks, A. W., 829 13 , 853
925
Anthrel:Us, 100 Atriplex, 437 Bosminopsis, 307
Antidorcas, 391 Attagenus, 598 Bostrycha, 745
Antilocapra, 391 Attheyella, 277 Botrydiopsis, 173, 224
Aotus, 115 Aturus, 301 Botryllus, 298
Aphanius, 298 Aulacodes, 209 Botryococcus, 163, 757
Aphanocapsa, 538 Aurelia, 30, 31 Bouteloua, 283
Aphanizomenon, 77, 554, 757 Australorbis, 598, 605 Brachydontes, 31, 364
Aphelocheirus, 44, 45 Avena, 379, 411, 661, 702 Brachionus, 75, 76, 77, 149, ISO,
Aphodius, 752 Avicennia, 34, después 560 (color), 485, 490, 491, 523, 551, 552, 553,
Apis, 149 745, 746 557, 580, 618, 627
Apl)'sia, 30, 499 Axiothella, 511 Brachylecithium, 531
Apodemus, 531, 846 Azolla, 398, después 560 (color), Brachypoda, 361
Aporrhais, 398, 497 535, 541 Brachypodium, 404, 422, 743, 801
Aporia, 100 Azotobacter, 59, 592 Brachythecium, 827
Apteryx, 508 Brachyuropus, 268
Apus, 604 Bracon, 128
A quila, 512 Babylonia, 586 Bradybaena, 278
Ara, 580 Bacillaria, 75 Branchinecta, 152, 260, 270, 503
Arabella, 364, 511 Bacillus, 661 Branchinella, 503
Arabis, 742 Bacteriastrum, 325, 694, 755 Branchiostoma, 494
Arachnocampa, 119 Baetis, 149, 209 Branchipus, 491
Araneus, 479 Balaenoptera, 495, 586, 599 Brania, 364
Aratus, 746 Balanoglossus. 497 Brevicoryne, 139
Arcella, 46, 75 Balanus, 31,32, 135, 143,298,364, Brevoortia, 495, 605
Archelix, 485 529, 604, 653, 665, 704, 713, 762 Brissopsis, 782
Archidoris, 499 Balistapus. 363 Briza, 411
Archisotoma, 226 Bangia, 33 Brosme, 362
Arctica (=Cyprina), 308 Barbitistes, 552 Bruchus (=Acanthoscelides), 136
Arctium, 253 Barbus, 75 Bryobia, 348
Arctocorisa, 307 Bathanalia, 268 Bryocamptus, 307, 766
Arctodiaptomus, 387, 492, 669 Bathynella, 585 Bryopsis, 538, 745
Arctostaphylos, 307, 420 Bathyphantes, 389 Bryum, 827
A rcynopteryx, 306 Batrachospermum, 75 Bubo,648
Ardeola, 525 Beggiatoa, 58, 746 Buccinum, 559
Arenichthys, 147 Beijerinckia, 59 Buellia, 83
Arenicola, 30, 328, 497, 498, 522 Belemnites, 354 Bulo, 560, 598, 600, 649
Argas, 136 Bellicositermes, 130, 540 Bulbella, 541
Argobuccinum, 762 Bellis,411 Bulinus, 621
Argynnis, 149, 307, 498 Belone belone, 32 Bupalus, 603, 690, 691
Argyropelecus, 118, 203, 562, 716 Bembidion, 742 Buphaga, 525
Arion, 93 Bengalia, 508 Busycon, 669
Arius, 362 Berghia, 499 Buteo, 328, 648
Armeria, 743 Betula, 740, 798, 799, 827 Butomus, 398
Arothron, 363, 554 Bhaawania, 364 Butorides, 746
Arrhenurus, 361, 586 Bibio, 690 Buxus, 129, 426, 799
Artemia, 31, 36, 43, 253, 270, 282, Biddulphia, 246 Bythotrephes, 43, 345
477, 478, 485, 496, 603 Biomphalaria, 621
Artemisia, 93, 556, 666, 741, 742, Birgus, 97
743, 800 B~o~ 391, 59~ 799
Arvicola, 668 Blaps, 95 Cacaecia, 727
Ascalaphus, 567 Blarina, 340, 530 Cactoblastis, 649
A scaphus, 598 Blatta, 93 Caecosphaeroma, 522
Ascomorpha, 503 Blattella, 278, 818 Caecum,364
Ascophyllum, 416, 464, 762 Blennius, 298, 846 Caesio, 363
Asellopsis, 523 Blepharisma, 662 Cakile, 252, 741
Asellus, 75, 76, 152, 515, 523, 663 Boccardia, 762 Calamagrostis, 420
Asio, 171 Bodianus, 525 Calanus, 118, 137, 153, 276, 277,
Aspidisca, 75 Bodo, 76 324, 353, 361, 479, 480, 484, 485,
Aspidontus, 525 Boeckaxelia, 268 491, 492, 512, 602, 603, 653, 695,
Asplanchna, 77, 150,412,481, 503, Boeckella, 50, 308 712, 714, 757, 836
510, 551, 552, 553 Bogidiella, 398 Calidris, 845
Astacilla, 601 Bolbometopon, 363 Calliactis, 525
Astacus, 580 Bolitophila, 119 Callianassa, 227
Astasia, 544 Bolitotherus, 711 Calliergonella, 827
Aster, 250, 307, 743 Bombina, 566 Callinectes, 31, 246, 254, 598
Asterias, 503 Bombus, 274, 377, 501, 529, 655 Calliphora, 111, 487, 753
Asterionella, 63, 252, 308, 592, 756, Bombycilla, 648, 730 Callithamnion, 33
757, 758, 760 Bombyx, 712, 726 Callorhinus, 729
Astroconger, 42 Bonassa, 648 Callosobruchus, 646,647
Astropecten, 503, 559 Bonellia, 77, 596 Calluna, 129
Astroscopus, 550 Bos, 93, 94 Callyodon, 363
Athanas, 366 Bosellia, 499 Calma, 499
Atractides, 307, 361 Bosmina, 285, 307, 387, 502, 514 Caloenas, 253
Abierto: sistema, 895, 904; población, 337 agulJon, defensa en plantas, 552
abonado, 798 agua, 15 y sigs., 886; propiedades moleculares, 16, 17;
abrasión: en agua, 204, 207; en aire, véase polvo ácida, 52; alcalina, 50, 51; artificial, 26; normal,
abundancia, 334 27; pesada, 18; sólida, 18; volumen específico y
acción: dinámica específica, 481; de masas, 629 su anomalía, 160; cantidad, 19; en la atmósfera,
acetogeninas, 552 85; de lluvia, 23,181; en el suelo, 23, 91, 219, 220;
Achelense (cronol.), 300 dulce y marina, 23; composición constante de la
aciculisilvae, 400; producción, 465 marina, 25; vieja en el mar, 20; salobre, 27; co-
ácido: bórico, 48; carbónico, 48; fenoxiacético, 807; rriente, 206; en organismos, 28, 93, 128; libre o
fúlvico, 218; gálico, 553; húmico, 218; silícico, combinada, 95, 128; en alimento, 95; metabólica,
63, 64 96; pérdida, recuperación y trasiego, 94, 96
aclarado de la vegetación, 591 aire. Véase atmósfera; acondicionadores de, 85; en el
acondicionamiento, 664 suelo, 221; polución, 812, 813
acontecimientos, 902 aislamiento de poblaciones, 203, 266, 269, 277, 280,
acoplamiento termodinámico, entre subsistemas, 902 281, 600, 670
actígrafo, 711 alarma: sonido, 169, 559; sustancias de, 554
activación, energía de, 138 alas, reducción de las, 180
activo, contacto, frontera, interfase, 858, 874 albedo, 105, 123, 428
acuático. Véase ecosistema alcalinotérreos, metales, 55
acuicultura, 802 alcalinidad, 52; determinación de, 52, 54; específica,
acumulación: elementos, 470; materiales inertes, 769; 52; valores de, 52
pesticidas, 809 alcaloides, 553, 554, 555
acuñación, 864 alcanos, 554
adaptación, 13; síndromes, 2; en sistemas, 697; en aleatorios, términos en modelos de ecosistemas, 630;
sucesión, 782 destrucción en sistemas de depredador y presa,
adecuación, fitness: 7, 889 648
adelfoparasitismo, 530 alianza, 419, 423
adherencia orgánica, jouling: 205 alimento en animales, 482; acomodación a, 512, 653;
adiabático: cambio, 160; gradiente, 160 análisis, 483; poder calorífico, 473; consumo por
advertidor, color: 565 el hombre, 790; efectos sobre características ani-
aerénquima, 48 males, 485; tipos de, 487; del zooplancton, 833
aeroplancton, 81, 325 Allen, diagrama de, 588, 589, 591
aeroseston, 250 Allen, regla de, 149
aestifruticeta, 400 Allerod (cronol.), 309
aestisilvae, 400; producción, 465 alóctona, componente de la sucesión, 738
afinidad entre inventarios, 402, 408 alometría, 149
afloramiento, 62, 184, 185, 188, 189, 203, 756, 797, alopátrica, especiación, 280
802; oxígeno en, 866 alopoliploidía, 284
Afton (cronol.), 300 altiherbosa, 400
agalla, 532, 553 altruista, comportamiento, 865
ager, 422, 797 «Alvin», submarino, 161
aglomeración media, 354 ambrosía, hongos de, 540
agregación: 346, 559, 560, 846; en actividad dismi- aminoácidos: no usuales, 553; racemización, 72
nuida, 847; en migración, 847, 848; en muda, 847; amonio, 59, 60, 61
periodicidad, 712 amortiguador, sistema, 54
agregados orgánicos. Véase materia orgánica anabiosis, 725
agricultura, 6, 228, 794, 798, 814; de desierto, 798 anadromos, peces, 732
60 937
análisis: canónico, 634; de la variancia, 346, 406 aves: dispersión por. 253; pesticidas en. 810
anemocoria, 249, 253 Aziliense (crono!.), 309
anemofilia, 249 azufre. 58, 539; compuestos en la atmósfera, 84, 89
anemohidrocoria, 250 539 '
anfidrómico, punto. 197. 198
ángulos, estadística de. 355
anhídrido carbónico: en atmósfera, 84, 221; en la Bacterias: biomasa, 543; en agua sucia, 75
medida de la producción. 463. Véase carbonato bacteroides, en Paramecium, 542
anillo crecimiento. 585 bahías fosforescentes, 193
anisotrópico. sistema. 860 bajamar. 196
Antártica (geogr.). 244. 299 balance térmico de lagos, 126. 127
antibiótico. 77 Báltico (geogr.), 32. 196
anticiclón, 179. 185; marino. 187 bancos de peces, 559. 560, 848
anticongelante. 128 bandas paralelas en la superficie del agua, 840. Véase
Antiboreal (geogr.), 244 slicks
anticipación por ritmos, 707 barométrica. Véase presión atmosférica
antófilo, 501 barbecho, 798
anual. 721 barocinesis. 714
apoclorótico. 545 barófilo, 161
apocrático. 667 barrera biogeográfica, 259
apocromático, 545 Bates. mimetismo de, 567
apoplástido, 545 batitermógrafo, 121
aposemático, 550. 565, 566 Bayes, teorema de. 414
aprender; analogía en ecosistemas, 741 beber: animales, 95; agua salada, 95
aprendizaje, 550, 565 Bénard, células de, 841
áptero. 180 belio, medida. 168
aragonito. 56 bentos, 319, 320, 321; de agua dulce, 766; diferencia.
arcilla, 214, 216, 218 ción, 783; dispersión, 241; y plancton, 864; pro-
arcillofagia, 218, 491 ducción, 461, 463, 464; sucesión, 761. 766. Véase
Arctogea (geogr.), 245 zonación
área, 239; cambio por el hombre, 800; continua, 240; Bergmann. regla de, 147, 273
disyunta, 240; mínima, 359 Bertalanffy, curva de, 583
arrastre por agua corriente, 207 bicarbonato. Véase carbónico
arrecife de coral: crecimiento, 766; forma, 764; hete- biocenosis, 386, 387, 389, 423, 877; insular, 388; zo-
rogeneidad, 828; regresión,. 801;" sucesión, 764 nal, 388
arreico, 21 biocida, 805
arrítmico, 710 bioecología, 6
arsénico, 70 bioforma, 391
Artica (geogr.), 24.. biofotogénesis, 117; ritmos, 705
ascensión de agua. Véase afloramiento biogeocenosis, 387, 388
Aschoff, regla de, 707 biogeografía, 2, 5, 6, 235. 237, 886; ibérica, 304
asociación, 384, 388, 389; abstracta. 385; biótica, 401; bioma, 399, 421, 427
complejo de, 389; entre especies, 410; nomenclatu- biomasa, 453, 575; de bacterias, 543; de una cohorte,
ra, 422; principal, 386; subordinada, 386 587, 589; gradientes, 875; humana, 789; en produc-
asocies, 427 ción y demografía, 625; de productores primarios,
asimetría, 895; en fronteras o interfases entre sistemas. 466; de productores secundarios, 515, 516; en la
856, 858, 872, 901, 902, 903; en la organización del sucesión, 769
espacio, 871 biosfera, 467, 468, 469, 876, 886, 891
asimilación: en relación con clorofila, 444; en anima- biota, 238
les, 480 biotina, 71
aspección, 732 biótopo, 388
aspecto, 427, 732, 738 bit~ unidad, 368
atalasohalino, 28, 31 bolsa-pijama en peces, 552
atenuación: luz, 106, 110; sonido, 167 boñigas, sucesión en. 752
Atlántico (crono!.), 309 Boreal (crono!.), 309
atmómetro, 86 boreoalpina, disyunción, 306
atmósfera, 81, 159; caracteres, 81; estructura, 82; his- Boreoatlántica (geogr.), 244
toria, 82; primitiva, 436; relación con la hidros- Boreopacífica (geogr.), 244
fera, 685. Véase aire boro, borato, 48
Audubon, censos, '868 bosque, 399, 400, 417, 466, 467; producción. 465,466,
Aufwuchs, 398 467; tropical, 270, 466; intercambio con prados,
Aurignaciense (crono!.), 300 868
Austausch, A, 124, 831 botella de toma de muestras de agua, 22. 320
Australiana (geogr.), 244, 245, 299 branquia, 41, 43; de burbuja, 44; espiracular, 46;
autocorrelación: en espacio, 842; en tiempo, 683, 702, en animales atmosféricos, 97
703 branquispina, 146, 150. 488
autóctona, componente de la sucesión, 738 braquíptero, 180, 280
autoecología, 2, 13, 885 brocosoma. 250
autoorganización, 737, 740 Brook, regla de, 584
autómata celular, 829 browser, 498
autopsálisis, 552 Brunhes (crono!.), 300
autotomía, 552 bujía, unidad. 108
autumnal, aspecto, 732, 733 Buxton, integrador de, 106