Fefer ARGUMENTOS
Fefer ARGUMENTOS
Fefer ARGUMENTOS
DE LA FISCALÍA
La fiscalía imputa a Eva Bracamonte Fefer y Liliana Castro Mannarelli haber contratado al
delincuente colombiano Alejandro Trujillo Ospina para asesinar a Myriam Fefer Salleres. El
crimen ocurrió entre las 11 p.m. del 14 de agosto y la 1 a.m. del 15 de agosto, en la
habitación de la víctima, en la vivienda ubicada en la calle Paul Harris, San Isidro.La
acusación fiscal sostiene que el lucro es la razón por la que Eva Bracamonte Fefer y
Liliana Castro Mannarelli planearon el crimen por el que deberán ser sentenciadas.El
objetivo de ellas era apropiarse de la herencia que Enrique Fefer Rotstein le dejó a su hija
Myriam Fefer a través de su nieta Eva Bracamonte. Un tercio del total de la herencia, que
era de libre disposición, debía pasar a nombre de la nieta.Para la fiscal, una evidencia del
trato que hicieron Bracamonte y Castro para matar a la empresaria por lucro fue que “de
un momento a otro y sin mayor evaluación de idoneidad profesional”, la primera nombró a
la segunda relacionista pública y después gerenta administrativa de una empresa de la
víctima.La acusación también sostiene que Bracamonte Fefer y Castro Mannarelli
realizaron viajes a Argentina para pagar al delincuente colombiano Trujillo Ospina por el
crimen.También se incluye en la acusación que Trujillo Ospina llamó al celular de
Bracamonte desde el celular de Myriam Fefer minutos después de haberla asesinado en
su dormitorio. La fiscalía sostiene que en esta llamada Trujillo le confirmó a Bracamonte
que el trabajo estaba concluido. Según el reporte remitido por la empresa Telefónica
Móviles S.A., la llamada fue realizada a la 1:36 a.m.
ARGUMENTOS DE LA DEFENSA
Marco arenas Un horrible crimen sacudió las portadas de los diarios en noviembre de
2013. María Rosa Castillo (54), una próspera empresaria panadera, apareció calcinada en
un descampado de la zona de Manchay, tres días después que sus familiares denunciaron
su desaparición.La muerte de María Rosa Castillo conmocionó al país, pues en un inicio se
culpó del mismo a la galopante inseguridad ciudadana en Lima. Sin embargo, el caso tomó
después un giro macabro: todo apuntaba a que el crimen lo cometió su hijo, Marco Arenas.
[Parricidio: Tres casos de jóvenes que asesinaron a sus madres a sangre fría]María Rosa
Castillo desapareció el 5 de noviembre de 2013. Toda su familia, incluso su hijo Marco
Arenas –que hasta entonces lucía conmovido por la noticia– clamaba a las autoridades
que encuentren a su madre lo más pronto posible.El 7 de noviembre de 2013 apareció el
auto de María Rosa Castillo totalmente violentado y un día más tarde por fin aparecería la
empresaria pero, para la tristeza de su familia, solo se ubicaron sus restos.María Rosa
Castillo había sido asesinada y no solo eso, fue calcinada aún con señales de vida y
abandonada en un descampado en Manchay. Y lo peor para sus familiares aún estaba por
venir.[Marco Arenas acusó a Fernanda Lora de ayudarlo a quemar restos de su madre]El
sentimiento de culpa hizo lo que las investigaciones no pudieron hacer en ese momento. El
10 de noviembre, 5 días después de la desaparición de la empresaria, Marco Arenas, su
hijo de 22 años, confesaba haber matado a su madre.Para colocar elementos aún más
escalofriantes a esta historia, el asesino explicó que el crimen fue planeado y ejecutado
junto con su joven novia Fernanda Lora Paz.A partir de allí, Marco Arenas dejó el
anonimato para convertirse en el protagonista del caso de parricidio que dejaría en el
olvido, por un momento, a los que envolvieron a Giuliana Llamoja (acusada de matar a su
madre en 2005) y Miriam Fefer (empresaria asesinada, presuntamente, para el beneficio
de uno de sus dos hijos).