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Fefer ARGUMENTOS

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Fefer ARGUMENTOS 

DE LA FISCALÍA

La fiscalía imputa a Eva Bracamonte Fefer y Liliana Castro Mannarelli haber contratado al
delincuente colombiano Alejandro Trujillo Ospina para asesinar a Myriam Fefer Salleres. El
crimen ocurrió entre las 11 p.m. del 14 de agosto y la 1 a.m. del 15 de agosto, en la
habitación de la víctima, en la vivienda ubicada en la calle Paul Harris, San Isidro.La
acusación fiscal sostiene que el lucro es la razón por la que Eva Bracamonte Fefer y
Liliana Castro Mannarelli planearon el crimen por el que deberán ser sentenciadas.El
objetivo de ellas era apropiarse de la herencia que Enrique Fefer Rotstein le dejó a su hija
Myriam Fefer a través de su nieta Eva Bracamonte. Un tercio del total de la herencia, que
era de libre disposición, debía pasar a nombre de la nieta.Para la fiscal, una evidencia del
trato que hicieron Bracamonte y Castro para matar a la empresaria por lucro fue que “de
un momento a otro y sin mayor evaluación de idoneidad profesional”, la primera nombró a
la segunda relacionista pública y después gerenta administrativa de una empresa de la
víctima.La acusación también sostiene que Bracamonte Fefer y Castro Mannarelli
realizaron viajes a Argentina para pagar al delincuente colombiano Trujillo Ospina por el
crimen.También se incluye en la acusación que Trujillo Ospina llamó al celular de
Bracamonte desde el celular de Myriam Fefer minutos después de haberla asesinado en
su dormitorio. La fiscalía sostiene que en esta llamada Trujillo le confirmó a Bracamonte
que el trabajo estaba concluido. Según el reporte remitido por la empresa Telefónica
Móviles S.A., la llamada fue realizada a la 1:36 a.m.

ARGUMENTOS DE LA DEFENSA

Según la defensa de Eva Bracamonte, la fiscalía no ha tomado en cuenta que, antes de


morir Myriam Fefer, la joven ya era la principal heredera del patrimonio de su abuelo
Enrique Fefer. Agrega que una vez que Bracamonte cumplió la mayoría de edad, le otorgó
un poder absoluto y general a su madre sobre sus bienes.

Sobre la hora de la muerte de Myriam Fefer, la defensa señala que en la etapa de la


investigación policial siempre se informó que la hora aproximada de la muerte de la
empresaria fue entre las 00:30 y las 2:30 del 15 de agosto del 2006. Sin embargo, en
la acusación fiscal se informa que el asesinato se perpetró entre las 11 p.m. del 14 de
agosto y la 1 a.m. del 15 de agosto.Agrega que la fiscalía no ha tomado en cuenta los
testimonios de Ariel Bracamonte, quien dijo que estuvo en la habitación de su madre a las
11:30 p.m. del 14 de agosto, y la del propio Alejandro Trujillo Ospina, quien dijo que
ingresó a la habitación aproximadamente a la 1 a.m.Según la defensa, omitir estos
informes policiales y testimonios busca hacer coincidir la hipótesis de la fiscalía de que
Trujillo Ospina fue quien llamó desde el celular de Myriam Fefer a Eva Bracamonte.Sobre
los viajes a Argentina, la defensa señala que en el primero que realizaron a dicho país Eva
Bracamonte y Liliana Castro, entre el 22 de julio y el 2 de agosto del 2007, fue para hacer
turismo. Además, presenta como prueba que Trujillo Ospina no se encontraba en
Argentina en esas fechas, pues, según un informe migratorio, estaba en Ecuador. Sostiene
que un año después, Liliana Castro volvió dos veces a Buenos Aires para matricular a sus
hermanos menores en una universidad.

Marco arenas Un horrible crimen sacudió las portadas de los diarios en noviembre de
2013. María Rosa Castillo (54), una próspera empresaria panadera, apareció calcinada en
un descampado de la zona de Manchay, tres días después que sus familiares denunciaron
su desaparición.La muerte de María Rosa Castillo conmocionó al país, pues en un inicio se
culpó del mismo a la galopante inseguridad ciudadana en Lima. Sin embargo, el caso tomó
después un giro macabro: todo apuntaba a que el crimen lo cometió su hijo, Marco Arenas.
[Parricidio: Tres casos de jóvenes que asesinaron a sus madres a sangre fría]María Rosa
Castillo desapareció el 5 de noviembre de 2013. Toda su familia, incluso su hijo Marco
Arenas –que hasta entonces lucía conmovido por la noticia– clamaba a las autoridades
que encuentren a su madre lo más pronto posible.El 7 de noviembre de 2013 apareció el
auto de María Rosa Castillo totalmente violentado y un día más tarde por fin aparecería la
empresaria pero, para la tristeza de su familia, solo se ubicaron sus restos.María Rosa
Castillo había sido asesinada y no solo eso, fue calcinada aún con señales de vida y
abandonada en un descampado en Manchay. Y lo peor para sus familiares aún estaba por
venir.[Marco Arenas acusó a Fernanda Lora de ayudarlo a quemar restos de su madre]El
sentimiento de culpa hizo lo que las investigaciones no pudieron hacer en ese momento. El
10 de noviembre, 5 días después de la desaparición de la empresaria, Marco Arenas, su
hijo de 22 años, confesaba haber matado a su madre.Para colocar elementos aún más
escalofriantes a esta historia, el asesino explicó que el crimen fue planeado y ejecutado
junto con su joven novia Fernanda Lora Paz.A partir de allí, Marco Arenas dejó el
anonimato para convertirse en el protagonista del caso de parricidio que dejaría en el
olvido, por un momento, a los que envolvieron a Giuliana Llamoja (acusada de matar a su
madre en 2005) y Miriam Fefer (empresaria asesinada, presuntamente, para el beneficio
de uno de sus dos hijos).

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