Actividad 10
Actividad 10
Actividad 10
Marcas del narrador en el enunciado: las marcas suelen ser sutiles y no tan
evidentes, pero aun así se puede rastrear su presencia. Las marcas del narrador
involucran frecuentemente al narratario, que a veces tiene un espacio en el propio
texto, es decir, se lo interpela y a veces manipula, al intentar que comparta dudas
o certezas, o que acuerde en un juicio de valor, usando, por ejemplo: una primera
persona del plural inclusiva. Además, estas marcas permiten rastrear de qué
manera se filtran las opiniones, puntos de vista o ideología del autor.
El matadero: Esteban Echeverría escribe “El matadero”, como crítica por la
situación bélica que padece la Argentina. Este relato, emplea la ironía para
realizar una crítica social y una denuncia política de Rosas y el régimen
federal, intenta describir lo general a partir de lo particular. Los personajes
son descritos en dos grupos opuestos: unitarios y federales. Los militantes
del partido federal, cuyo caudillo era Rosas, son representados como
personas crueles y brutales, bárbaros y brutos, estableciéndose analogía
entre los personajes federales y animales como buitres, lobos y tigres, con
gusto por la sangre, actitud depredadora y dominación por el terror y la
violencia. En cambio, los unitarios, con los que se identifica el narrador, son
presentados como personas cultas y amantes de las luces, y civilizados.
El autor utiliza esta narración para poder expresar su mensaje poético, de
una forma apropiada, organizada y armónica. Además, la narración busca
permanentemente la complicidad ideológica del lector.
La fiesta del monstruo: El Monstruo es una designación atribuible al Gral.
Perón, ya que se hace referencia a él y a su discurso como "gran laburante
Argentino que es" y a la "marchita que es nuestra bandera".
Este cuento, deja entrever claramente la ideología de los autores, como si
el peronismo fuera la rencarnación de la “barbarie”. Esta crítica, sobre el
gobierno de perón, es sobre los valores que representa “el pueblo”
(seguidores), su antisemitismo y la exacerbación nacionalista.
Similitudes entre ambos textos literarios: El cuento “La fiesta del monstruo”
alude al movimiento peronista ya que en el camino hacia la fiesta del monstruo, en
este caso la celebración del “día del trabajador” organizado por Perón, los
trabajadores en el micro de camino hacia la celebración se cruzan con un joven
universitario judío. A este joven lo obligan a saludar la pintura del monstruo
(Perón) y este se niega. Al negarse a saludarlo, lo matan. Este suceso es parecido
al del Matadero ya que los federales al encontrarse con el unitario lo torturan y
este muere. Podemos decir que es considerado como una versión actualizada del
matadero ya que contiene ciertas similitudes que harán que su argumento central
sea el mismo. Las similitudes con El matadero son: el Monstruo encarnado por los
“tiranos” Rosas y Perón; los gauchos y matarifes federales asimilados a los
“bárbaros” partidarios peronistas; el joven unitario emparentado como víctima y
símbolo de la civilización con el universitario judío; el matadero y el acto en la
Plaza de Mayo como espacios físicos de la degradación. En ambos relatos las
fuerzas parte de la sociedad sale del lugar marginal a que están sometidos en la
escala social y toman como blanco principal de su agresión en las clases
superiores. Es decir, a aquellos que, según el juicio de los autores, expresaron de
forma más acomodada la idea de civilización.