Derecho Penal Parte Especial
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3º La Doble
êndice
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1. Homicidio y asesinato. Circunstancias (alevos’a…) ÀC—mo se sanciona al que
interviene en un asesinato pero desconoce la existencia de la circunstancia agravante
que cualifica el tipo?
2. Diferencia entre los tipos de colaboraci—n y cooperaci—n necesaria al suicidio y
eutanasia. Relevancia penal del consentimiento en la disposici—n de la vida.
3. RŽgimen jur’dico de la impunidad de algunos casos de aborto.
4. Delitos de lesiones. Modalidades t’picas. Diferencia entre falta y delito. Concursos.
5. Delitos de lesiones: supuestos agravados. Problemas de imputaci—n subjetiva.
Concursos.
6. C—mo diferenciar el delito de homicidio en grado de tentativa y las lesiones
consumadas. Doctrina jurisprudencial.
7. Delitos contra la libertad: contenido de injusto, modalidades t’picas, concursos.
8. Concepto y clases de amenazas. Identifique y defina el riesgo t’picamente relevante
en el delito de amenazas (en tŽrminos de imputaci—n objetiva).
9. El delito de detenci—n ilegal. Modalidad b‡sica, atenuada y agravada. Concursos.
10. El delito de violencia domŽstica del art. 173.2: elementos t’picos. Sujetos activo y
pasivo del delito.
11. Concepto de armas o instrumentos peligrosos (y operatividad en los delitos que
prevŽn dicho elemento).
12. Relación entre los tipos de los delitos de agresión sexual, abuso sexual y acoso
sexual. ¿En qué medida cabe delito continuado en estos casos?
13. Abusos y agresiones sexuales: contra menores de trece a–os; y contra menores e
incapaces.
14. Delitos contra el honor: contenido de injusto, modalidades t’picas, concursos.
Relevancia de la exceptio veritatis.
15. Elementos t’picos del delito de allanamiento de morada. Concursos.
16. Modalidades t’picas b‡sicas del delito de descubrimiento de secretos.
17. Concepto de prevalimiento (en los delitos que prevŽn dicha circunstancia).
Problemas que puede plantear.
18. Delitos patrimoniales: propuesta de construcci—n de un sistema en torno a las
situaciones de la v’ctima en casos de violencia (e intimidaci—n) y error de hecho (y
de Derecho).
19. Delitos patrimoniales de apoderamiento: doctrina sobre el momento consumativo.
20. Delitos de hurto, estafa, apropiaci—n indebida: naturaleza doctrinal de la cuant’a legal
de 400 € y sus consecuencias.
21. Delitos patrimoniales: concepto, funci—n y relevancia pr‡ctica del ‡nimo de lucro.
22. Robo con fuerza en las cosas: sentido y función del elemento “fuerza en las cosas”.
23. Robo con fuerza en las cosas: sentido y funci—n de la agravaci—n por cometer el delito
en local abierto al pœblico. Concursos.
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24. Robo con violencia e intimidaci—n: problemas concursales y aplicativos por el uso
de armas, casos de menor entidad…
25. Hurto y robo de uso de veh’culos de motor: funci—n, sentido, modalidades t’picas.
26. ÀQuŽ significa defraudar en el c—digo penal? An‡lisis en los diversos delitos que
prevŽn defraudaci—n.
27. Estafa: sentido y relevancia del enga–o exigido en el tipo.
28. Estafa y apropiaci—n indebida: semejanzas y diferencias.
29. Delito de da–os patrimoniales: sentido y funci—n, modalidades t’picas... Concursos.
30. Delito de usurpación de inmuebles: modalidades típicas, concursos…
31. La receptaci—n y blanqueo de capitales: contenido y funci—n, modalidades y
distinciones...
32. Falsedades documentales: contenido y protecci—n del bien jur’dico fe pœblica,
concepto de documento, modalidades de los delitos de falsedad.
33. Delitos de falsedad en documento oficial, pœblico y mercantil: tipos delictivos,
modalidades, casos atípicos… En concreto, la falsedad del particular en documento
mercantil.
34. Sentido y finalidad de los delitos de peligro (tr‡fico de estupefacientes, contra la
seguridad vial…): facetas estructural y político-criminal.
35. Delito de tr‡fico de estupefacientes: bien jur’dico, tipos, agravaciones, problemas
concursales (contrabando y delitos contra la vida o integridad física)…
36. Delito de tr‡fico de estupefacientes: problemas de tipicidad y posibles atenuaciones.
37. Delitos contra la seguridad vial: Imputaci—n objetiva, concepto y clases de peligro,
situaciones de concurso entre peligro y resultado de lesión …
38. Delitos contra la seguridad vial: problemas de las modalidades de desobediencia
(conducci—n sin carnet y negativa a someterse a pruebas de detecci—n de alcohol).
39. Panorama de los delitos contra la Administraci—n Pœblica (modalidades t’picas,
contenido de injusto, concepto de funcionario…).
40. Delitos contra la Administraci—n Pœblica: Delito de cohecho (elementos, contenido,
clases, concursos).
41. Delitos contra la Administraci—n Pœblica: Delito de malversaci—n de caudales
pœblicos (elementos, contenido, clases, concursos).
42. Delitos contra la Administraci—n Pœblica: Delito de prevaricaci—n (elementos,
contenido, clases, concursos, distinci—n con otros supuestos de prevaricaci—n).
43. Panorama de los delitos contra la Administraci—n de Justicia (funci—n, bien jur’dico,
contenido y modalidades t’picas).
44. Delitos contra la Administraci—n de Justicia: Delito de prevaricaci—n judicial.
45. Delitos contra la Administraci—n de Justicia: Encubrimiento y quebrantamiento de
condena. Distinci—n con otros delitos.
46. La cuesti—n general de la participaci—n de un extraneus en delitos especiales.
47. Delitos que exigen elementos subjetivos del injusto: concepto, contenido, problemas
aplicativos...
48. La cuesti—n general de la compatibilidad e inherencia de circunstancias.
49. Concepto, sentido y funci—n del bien jur’dico en Derecho penal.
50. Responsabilidad penal de las personas jur’dicas.
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HOMICIDIO
El homicidio es un tipo penal que viene a proteger la vida humana tras el nacimiento.
El tipo objetivo exige la producci—n de la muerte de una persona viva ya nacida, mediante
la creaci—n de un riesgo t’picamente relevante que se realiza en el resultado. Esta
destrucci—n de la vida de persona humana (vida humana tras el nacimiento), puede
producirse ya sea por medios materiales (bala…) o morales (provocar un infarto a una
persona que tiene problemas de coraz—n).
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ASESINATO
Gran parte de la doctrina entiende, que las circunstancias previstas en el art. 139 no deben
entenderse como meras agravantes, sino como elementos del tipo. Bastar‡ con que estŽ
presente una de ellas para entender que estamos ante un delito de asesinato (sin perjuicio
de que concurran varias cumulativamente en cuyo caso dar’a lugar a la agravaci—n de la
pena). Si bien el delito de asesinato es m‡s grave, la necesidad de castigar en el homicidio
y en el asesinato es la misma.
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de cualificaci—n. Es discutido si cabe el asesinato con dolo eventual, puesto que las
circunstancias parecen exigir dolo directo.
-homicidio+ delitos contra la seguridad de los trabajadores (arts. 316 y 317 CP)
-homicidio imprudente+ delitos contra la seguridad del tr‡fico (art.383 CP)
-homicidio y suelta de animales peligrosos (art.631 CP)
-homicidio y terrorismo (art.572 CP)En el caso de que haya una pluralidad de v’ctimas
puesto que en estos dos delitos se atenta contra bienes jur’dicos personal’simos considerar
la existencia de un solo delito con varios resultados supondr’a tratar la vida humana e
integridad f’sica como algo meramente cuantificable, sumable, totalmente incoherente
con la dignidad humana que tiene en cuenta el ordenamiento jur’dico. Acudiendo a los
criterios valorativos o normativos propios del Derecho penal concluimos que el contenido
de injusto y el desvalor de la conducta no queda suficientemente abarcado si se aplica un
solo precepto o tipo pues se trata de bienes jur’dicos personal’simos. No cabe apreciar
concurso ideal porque supondr’a tratar la vida humana y la integridad f’sica de las
personas como algo de menor entidad ni tampoco apreciar delito continuado. Por lo tanto
habr’a que aplicar un concurso real.
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Por cooperación entendemos prestar ayuda, previa o simultánea, a la comisión del delito
del autor, y ésta puede ser cooperación necesaria o complicidad, según sea o no necesaria
la ayuda aportada para la realización del delito. Atendiendo a la teoría de los bienes
escasos, estaremos ante cooperación necesaria cuando se proporcione un medio de difícil
obtención por el autor; si acudimos a la teoría de la imprescindibilidad, la cooperación
necesaria vendrá determinada por la condicio sine qua non. En este punto se puede hablar
además de la teoría de los bienes escasos; si es un bien abundante como una cuerda
entonces estamos ante un caso de complicidad, y si es un bien escaso como una pistola
nos encontramos en una situación de cooperación necesaria. En la cooperación, a
diferencia de la coautoría, no hay dominio del hecho.
Cabe tener en cuenta que ante situaciones como suicidio y la eutanasia se produce una
colisión entre intereses colectivos en la protección de la vida humana y algunos derechos
individuales.
Por suicidio entendemos la producción de la propia muerte conservando el sujeto el
dominio del hecho. Si bien el suicidio no está previsto como tal en el CP, no es delito, y,
por tanto, el que intenta suicidarse queda impune (obedece a razones de política criminal),
el legislador ha tipificado de forma expresa la participación como conducta delictiva
puesto que, al no haber hecho antijurídico, se excluiría la participación penal del partícipe.
Obviamente no existe un derecho a disponer de la propia vida garantizado
constitucionalmente, un derecho fundamental a morir, por ello el legislador no está
obligado a a facilitar ni promocionar tales actos.
Si hay una colisión entre las medidas destinadas al mantenimiento de la vida y derechos
fundamentales este debe solucionarse en favor de la preeminencia de estos últimos. Pero
hay excepciones, como en el caso de centros penitenciales, pues entran en conflicto
intereses adicionales.
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Al intentar evitar dichos padecimientos por enfermedad grave debemos estar ante una que
produzca la muerte o padecimientos permanentes y difíciles de soportar. Resulta dudoso
un caso como el del Alzheimer, pues en ese caso el enfermo no es consciente de su
situación.
Además la petición expresa, seria e inequívoca debe ser reciente y siendo consciente de
las consecuencias que va a haber, no basta el consentimiento presunto. Con la máxima
actualidad posible.
La eutanasia indirecta también queda fuera del tipo, es decir, aplicar medicamentos
analgésicos que proporcionan alivio al enfermo pero que tienen como efecto secundario
la anticipación del momento de la muerte.
La eutanasia pasiva, que también queda excluida, consiste en la no iniciación o la
interrupción de un tratamiento del que depende la vida del enfermo. Al hablar por ejemplo
de desconexión de aparatos que mantienen la actividad cardiorrespiratoria cabe señalar:
– La desconexión tras solicitud expresa de una persona consciente pero incapaz de
mantener por si misma sus constancias vitales no es punible.
– Si se le interrumpe a una persona en estado de inconsciencia si es en principio un
acto punible, teniendo en cuenta: a) no son típicas las interrupciones en las que las
medidas terapéuticas han fracasado y el enfermo se encuentra en un estado
vegetativo claramente irreversible. Al haber fracaso no se puede hablar de
interrumpir un curso salvador. b) la impunidad de las interrupciones
fundamentadas en manifestaciones de voluntad del paciente inconsciente
efectuadas previamente es objeto de fuerte controversia doctrinal.
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Con respecto al rŽgimen de punibilidad del aborto, el legislador espa–ol ha optado por
un sistema mixto de indicaciones y plazos. El sistema de indicaciones no est‡ previsto
en el C—digo Penal sino que fue introducido por v’a de Ley Org‡nica en la reforma de
2010 con la LO 2/2010 de 3 de marzo de salud sexual y reproductiva y de la
interrupci—n voluntaria del embarazo, quedando derogado el antiguo art. 417 bis
previsto en el C—digo Penal de 1973 y estableciendo un rŽgimen de impunidad del
aborto en ciertos casos.
Entre otros aspectos, esta introducci—n del sistema de plazos sido objeto del recurso de
inconstitucionalidad de dicha ley, todav’a pendiente de resoluci—n por el TS.
la LO 2/2010 derog— el antiguo art 417 bis CP 1973, y estableciendo un rŽgimen de
impunidad del aborto en ciertos casos conocidos como indicaciones (terapŽutica,
eugenŽsica y jur’dica). Las indicaciones exigen elementos comunes y espec’ficos de
cada una de ellas.
Estos requisitos comunes y cumulativos1 son:
a) Que se practique por un mŽdico especialista o bajo su direcci—n;
b) Que se lleve a cabo en centro sanitario pœblico o privado acreditado;
c) Que se realice con el consentimiento expreso y por escrito de la mujer embarazada o,
en su caso, del representante legal (en el caso de las mujeres de 16 y 17 a–os, el
consentimiento para la interrupci—n voluntaria general aplicable a las mujeres mayores
de edad, pero al menos uno de los representantes legales, padre o madre, personas con
1
Es decir, se tienen que cumplir TODOS estos requisitos.
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patria potestad o tutores de las mujeres comprendidas en esas edades deber‡ ser
informado de la decisi—n de la mujer.
Junto a Žstos se prevŽn requisitos espec’ficos y alternativos2:
1) a petici—n de la embarazada, dentro de las primeras catorce semanas y cuando haya
sido previamente informada sobre sus derechos y prestaciones y despuŽs de haber
transcurrido al menos tres d’as.
2) por causas mŽdicas:
-dentro de las 22 primeras semanas de gestaci—n y exista grave riesgo para la vida o
salud de la embarazada y as’ conste en un dictamen emitido por mŽdico especialista
distinto al que practique o dirija la intervenci—n. En caso de urgencia por riesgo vital
para la embarazada se podr‡ prescindir del dictamen.
-dentro de las 22 primeras semanas de gestaci—n cuando exista riesgo de graves
anomal’as en el feto y as’ conste en dictamen emitido por dos mŽdicos especialistas
distintos al de la intervenci—n
-cuando se detecten anomal’as fetales incompatibles con la vida y as’ conste en un
dictamen emitido con anterioridad por un mŽdico especialista distinto del que practique
la intervenci—n, o cuando se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e
incurable en el momento del diagn—stico y as’ lo confirme un comitŽ cl’nico.
As’ pues, el rŽgimen general es que el aborto se permite siempre que concurran
cumulativamente los 4 requisitos del sistema de indicaciones y se practique dentro de
las 14 primeras semanas de gestaci—n. No obstante, ese plazo se prolonga (hasta las 22
primeras semanas de gestaci—n) para los casos en que concurren causas mŽdicas (grave
riesgo para la vida o salud de la embarazada y riesgo de graves anomal’as en el feto) e,
incluso, se suprime (no hay plazo) en caso de anomal’as fetales incompatibles con la
vida.
De esta manera, el aborto ser‡ punible:
1) En caso de que no medie consentimiento de la mujer o Žste se obtenga mediante
violencia, amenaza o enga–o (se sanciona al que produce el aborto, art.144 CP).
2) En caso de que se produzca el aborto con el consentimiento de la mujer pero fuera de
los casos legalmente permitidos (en este caso se sanciona tanto al que lo produce, como
a la mujer que produjere su propio aborto o lo consintiere; art.145 CP).
3) Dentro de los casos legalmente permitidos (en estos casos no se sanciona a la
embarazada. Art.145 bis.):
-sin haber comprobado que la mujer recibi— la informaci—n sobre derechos, prestaciones
y ayudas pœblicas de apoyo a la maternidad.
-sin haber transcurrido el periodo de espera
-sin dict‡menes previos preceptivos
2
Es decir, basta con que se cumpla uno de estos requisitos.
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Art’culo 147.1: “El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesi—n
que menoscabe su integridad corporal o su salud f’sica o mental, ser‡ castigado, como reo
del delito de lesiones con la pena de prisi—n de tres meses a tres a–os o multa de seis a
doce meses, siempre que la lesi—n requiera objetivamente para su sanidad, adem‡s de una
primera asistencia facultativa, tratamiento mŽdico o quirœrgico. La simple vigilancia o
seguimiento facultativo del curso de la lesión no se considerará tratamiento médico.”
1. Bien jur’dico protegido: Salud e integridad individuales, f’sica y ps’quica. Amplitud
del concepto de salud individual. Se trata de un delito de resultado
Tras la reforma del CP (LO 1/2015) el Libro III del C—digo ha sido derogado y, con ello,
las faltas. Son delitos leves las infracciones que la ley castiga con pena leve (13.3 CP).
Son concretamente los tipificados en el art’culo 147.2 CP –“ El que, por cualquier medio
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Delitos que atentan contra bienes jur’dicos personal’simos: Ser‡ concurso real
(vida humana, integridad física…).
Concurso de normas:
¬ lesiones al feto+ aborto = criterio de consunci—n (pretende lesionar pero le
acaba matando)
¬ tentativa de aborto+ lesiones al feto= criterio de subsidiariedad
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Tipos agravados:
Por la condici—n de la v’ctima o el medio empleado (art.148 CP): El art. 148 CP configura
tipos cualificados con respecto al art.147.1 CP y, en consecuencia, la subsunci—n t’pica
exige la previa concurrencia de los requisitos del tipo b‡sico (ver apartado y NT anterior).
3
Principales reformas: penas/eliminan las faltas/Introduce el requisito de procedebilidad (Art.147.4)
(denuncia por parte del particular) respecto a los apartados 2 y 3, salvo en los casos de violencia de
género y doméstica/Introducción de imprudencia menos grave y las cometidas por imprudencia leve se
å special
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Art. 148 CP: “Las lesiones previstas en el aptdo 1 del artículo anterior podr‡n ser
castigadas con la pena de prisi—n de dos a cinco a–os, atendiendo al resultado causado
o riesgo producido:
2¼ Ensa–amiento o alevos’a.
4¼ V’ctima es o fue esposa o mujer que estŽ o hubiere estado ligada al autor por una
an‡loga relaci—n de afectividad, aun sin convivencia.
Por lo tanto habr‡ que atender al resultado causado o riesgo producido como criterios
delimitadores de la aplicaci—n o no de la forma agravada; elementos que deber‡n ser
abarcados por el dolo del sujeto, y en el caso en que efectivamente se hubieran producido
resultados muy graves, estaremos probablemente ante los supuestos de los arts.149 y 150.
4
Los supuestos de lesiones consistentes en un menoscabo de la integridad corporal incluidos en el
art.149, así como todos los del art.150 tienen como elemento común la nota de permanencia, esto es, la
imposibilidad de curación o el mantenimiento de una secuela física relevante más allá de la curación, sin
perjuicio de una posible intervención reparadora extraordinaria.
5
(STS 5087/2005 de 21 de julio de 2005, ponente: Diego Antonio Ramos Gancedo).
6
Nuestra jurisprudencia ha realizado una distinción casuística entre lo que es órgano principal y no. Se
estima como miembro principal las extremidades, brazos, antebrazos, manos, codos, la lengua y los
órganos vitales pares así como el estómago y el hígado. No tiene carácter principal la pérdida del bazo,
vesícula, dedos o falanges de éstos.
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Art.149.1 CP: “El que causare a otro, por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o
inutilidad de un —rgano o miembro principal, o de un sentido, la impotencia, la esterilidad,
una grave deformidad, o una grave enfermedad som‡tica o psíquica”
Art.149.2 CP hace referencia a la mutilaci—n genital como causa de agravaci—n en
cualquiera de sus manifestaciones; aludiendo a la posible aplicaci—n de una pena de
inhabilitaci—n especial en el caso de que se ejerciese la patria potestad, tutela, guarda o
acogimiento por tiempo de 4 a 10 a–os, siempre y cuando el juez lo considerase oportuno
para el interŽs del menor o incapaz.
Art.150 CP: “El que causare a otro la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro no
principal así como la deformidad”.
Problem‡tica tipicidad subjetiva
Tanto el delito de lesiones como las faltas son posibles en modalidad dolosa y en
modalidad imprudente (Art 152 CP: .1 imprudencia grave, profesional o haciendo uso
de veh’culos a motor en delito de lesiones/ .2 (al desaparecer la falta) se introduce por
imprudencia menos grave)7
Con respecto a los elementos subjetivos no s—lo se exige que el agente obre con dolo, es
decir, que se represente el riesgo t’picamente relevante desplegado con su conducta (si
bien se admite que el agente estŽ en error sobre los elementos del tipo, incurriendo en
imprudencia y tambiŽn se admite el dolo eventual) sino que, adem‡s, debe obrar con
animus laedendi,8 esto es, con ‡nimo de lesionar, de menoscabar la salud e integridad
f’sica o ps’quica de la persona individual (bienes jur’dicos protegidos).
No obstante, el dolo no s—lo debe abarcar el riesgo t’pico de lesiones sino tambiŽn el
desvalor del resultado, es decir, el agente no s—lo debe representarse lesionando, sino
tambiŽn el resultado concreto producido. Esto se explica porque las diversas modalidades
de lesiones atienden a si el resultado afecta a la movilidad, pŽrdida, inutilidad, esterilidad
o deformidad (problem‡tica de la tipicidad subjetiva).
î Esto se ve muy claro con las lesiones preterintencionales [lesionar con dolo y
producir lesiones no dolosas (*delito de resultado), el agente se representa que
est‡ lesionando pero no se representa un resultado concreto como puede ser la
pŽrdida de un ojo (miembro principal)]: soluci—n concursal ideal entre dos delitos
de lesiones (uno, doloso, y el otro, imprudente)
Concursos:
Concurso de delitos: posible concurrencia del delito de lesiones con delitos de robo,
coacciones, agresión sexual…
7
Las lesiones cometidas por imprudencia leve se derivan hacia la vía civil (Art. 1902 CC)
8
Problema de distinción con la tentativa de homicidio: animus necandi o animus laedendi
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Ser‡ concurso real cuando se trate de delitos que atentan contra bienes jur’dicos
personalísimos (vida humana, integridad física…). No cabe apreciar concurso ideal
porque supondr’a tratar la vida humana y la integridad f’sica de las personas como algo
de menor entidad.
-Delito de lesiones cometidas con medio peligroso
No hay concurso entre la posesi—n del instrumento peligroso y las lesiones del art.148 CP
(tipos agravados por la condici—n de la v’ctima o el medio empleado)
-El art.148 prevalece sobre el art.147.1, siempre que se consumen; pues las del art.148
exigen producir el menoscabo propio del art.147.1; problema si no se consuman las del
art.147.1 pero se han empleado los medios del art.148: soluci—n del concurso (ideal creo,
pero en el libro do pone nada) entre lesiones agravadas y lesiones b‡sicas en tentativa
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En los delitos que nos conciernen se protege en primera instancia la vida y en segundo
lugar la integridad humana as’ como la salud de los individuos. As’ mismo, al ser bienes
jur’dicos protegidos distintos se recogen en art’culos diferentes, el delito de homicidio en
el titulo primero (art. 138) y el de lesiones (arts. 147-156) en el tercero, ambos en el libro
2¼.
3º La Doble
Atendiendo a los elementos t’picos expuestos podemos concluir que la diferencia entre el
delito de homicidio en grado de tentativa y el delito de lesiones consumadas no debe
centrarse en el resultado producido sino m‡s bien en el riesgo t’picamente relevante que
el agente despliega con su conducta (puede ocurrir que el agente despliegue un RTR en
el sentido de delito de homicidio pero produzca un resultado de lesiones o viceversa).
Para distinguir ambos RTR acudimos al ‡nimo con el que obra el sujeto: en caso de
apreciar animus laedendi nos encontraremos ante un delito de lesiones, mientras que si
se el agente obra con animus necandi, se tratar‡ de un delito de homicidio. Sin embargo
esto nos plantea un problema, y es que el ‡nimo con el que obra el autor es algo interno,
es un elemento subjetivo. Por ello debemos deducir el elemento subjetivo en atenci—n a
la percepci—n intersubjetiva del peligro, esto es, a partir de los elementos objetivos y las
circunstancias que rodean la acci—n: el instrumento o medio empleado, las zonas vitales
que se atacan (si son —rganos principales o no), la reiteraci—n en los golpes o impactos, el
comportamiento anterior y posterior a la agresi—n (quŽ dice y c—mo se comporta el
agente)… Será a partir de estos elementos cuándo podremos determinar el ‡nimo con el
que actuaba el agente, es decir, si el agente, al llevar a cabo su conducta, se estaba
representando cometiendo un delito de lesiones o de homicidio.
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Tipo objetivo
Para que una conducta despliegue un riesgo relevante en el sentido del tipo de detención
ilegal o de secuestro es necesario que le agente instaure un obstáculo al ejercicio de la
libertad ambulatoria de la víctima. Una vez tenemos como base esta conducta nuclear
común, podemos diferenciar dos modalidades en el delito.
• Detención ilegal: se concreta en encerrar o detener a alguien
◦ ¿Encerrar y detener es lo mismo? NO detener lleva consigo la el encerrar (privar de
libertad a una persona en un lugar), y encerrar consiste en introducir a una persona en un lugar
que no puede salir
• Secuestro: consiste en privar a alguien de libertad exigiendo el cumplimiento de
una condición para ponerla en libertad. Qué se entiende por condición, el TS lo
dice de forma confusa (habla de que está en manos de un 3º) No hace falta que se
cumpla la condición para que se consume el delito
Tipo subjetivo
Delito de comisión dolosa, no cabe la imprudencia. La privación de libertad, dice la
jurisprudencia del TS, debe ser real y efectiva, no simulada ni que el sujeto piense que
sobre la situación
Atenuaciones posibles
i. Dar libertad al encerrado o detenido dentro de los tres primeros días de su
detención, sin haber conseguido el propósito
ii. Particular que, fuera de los casos permitidos por las leyes, aprehendiere a una
persona para presentarla inmediatamente a la autoridad (solo previsto para el
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En estos supuestos podemos encontrar problemas de delimitación con otros delitos que
implican cierta privación de libertad para ser realizados (agresiones sexuales, coacciones,
lesiones, robo...). Posibles soluciones:
• Delitos que revisten el carácter de formas específicas de atentar contra la
libertad: concurso de normas
• Delitos que de por sí llevan consigo cierta privación de libertad para ser
consumados: concurso de normas, salvo que el agente limite o anule la libertad
deambulatoria más allá de lo imprescindible para la realización del delito
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Puede operar como anticipación en la tutela de los bienes jurídicos protegidos por otros
delitos, de forma que la posterior ejecución del mal amenazado absorbería el desvalor de
la amenaza.
En cuanto a la naturaleza del tipo, nos encontramos ante un delito de peligro (en los que
la consumación del tipo exige la creación de una situación de peligro que ha de ser
efectivo, concreto y próximo al bien jurídico que se protege) y de mera actividad (no
existe resultado, la mera acción consuma el delito)
Sujeto pasivo: persona capaz de percibir el mensaje amenazador. El sujeto del mal
anunciado puede ser distinto del sujeto amenazado (ej. anunciar que se causará un mal a
sus familiares)
Tipo objetivo
Concepto de amenaza: valoración en términos de imputación objetiva de un mensaje
suficientemente intimidante (acción sobre la formación de la voluntad), dotada de la
suficiente verosimilitud, concreción y seriedad en el contexto intersubjetivo en el que se
emite. Este anuncia de un mal por parte del autor a la víctima puede realizarse de diversas
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maneras, no siendo necesaria una verbalización explícita de dicho anuncio, siempre que
pueda deducirse tácitamente de la conducta del sujeto. Se exige además idoneidad ex ante
del mal anunciado para restringir la libertad del sujeto pasivo: sería inadecuado atender
sólo a la percepción subjetiva de la víctima (lo relevante es la percepción intersubjetiva,
si el contexto intersubjetivo percibe la conducta como restrictiva de la libertad de la
víctima), como también sólo al desvalor ex post. Por tanto, no son típicos como amenazas,
los mensajes intimidantes que no llegan a la víctima o que esta no percibe como tales.
Clasificación:
i) Amenazas graves
a) Amenaza con un mal constitutivo de delito, sean condicionales o no condicionales.
El mal anunciado tiene que ser constitutivo de delito de homicidio, aborto, lesiones,
contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, libertad e indemnidad sexual,
intimidad, honor, patrimonio y orden socioeconómico (art. 169 CP).
b) Intimidación leve a una persona especialmente vulnerable que conviva con el autor
(art. 171.4)
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d) Amenazas leves atenuables: las leves, en función de las circunstancias del autor y del
hecho.
En cuanto a la naturaleza del delito, nos hallamos ante un delito de resultado (requiere
que la acción vaya seguida de la causación de un resultado, separable espacio-
temporalmente de la conducta)
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Modalidades típicas
i) Tipo básico: impedir a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe; o compeler a
realizar lo que no quiere, sea justo o injusto. La coacción tiene un componente de
privación de libertad, hasta tal punto que una conducta no se sabe si encaja a la detención
ilegal, se incluye en el delito de coacciones.
Elemento del tipo es el ejercicio de fuerza física, con el problema que surge con la fuerza
física con efectos intimidatorios. La fuerza puede ser propia (alteración del uso normal
de las cosas mediante su deterioro o destrucción) o impropia (violencia sin alteración del
uso normal de las cosas). Es el único caso del CP que violencia no se interpreta como
violencia a las personas, sino también como violencia en las cosas
iv) Coacciones residuales: de carácter leve que no constituye otras modalidades (ni
graves ni leves), ni se resuelven por otras vías (exige denuncia por parte de la víctima) de
resolución del conflicto (salvo si se trata de amenaza leve doméstica)
Elemento negativo: sin estar legítimamente autorizado. Los elementos negativos hacen
desaparecer el delito, ya que si se dan suponen una causa de justificación.
Tipo subjetivo: sólo cabe la comisión dolosa
Diferencia coacción-amenazas
" Coacción: delito de resultado que supone atentar contra la libertad de obrar
conforme a la propia decisión pues consiste en impedir a otro con violencia hacer
lo que la ley no prohíbe o compeler a realizar lo que no quiere, sea justo o injusto.
Implica el uso de fuerza física
" Amenazas: delito de mera actividad y de peligro que consiste en el anuncio de un
mal que atenta contra la libertad del sujeto pasivo, ya sea contra la libertad de
3º La Doble
Concursos de normas:
-coacciones+ amenazas condicionales (atenten contra la libertad de formación de la
voluntad, suponen limitación a la libertad de obrar)= amenazas condicionales (criterio de
especialidad).
En este momento surge la duda de si hacía falta este delito, ya que encaja perfectamente
en el tipo de coacciones (compeler a hacer lo que uno no quiere); y además contamos con
el delito de trata de seres humanos (art 177 bis: transportar, llevar a un sitio, asistir... todo
para que ejerzan la esclavitud, trasplante de órganos u obligarle a contraer matrimonio)
2.- Acoso (art 172 ter)
3º La Doble
El artículo además especifica los actos contratos de actos de la víctima, no cabiendo otras
modalidades de acción (alternativamente, que se de uno es suficiente para ello):
• 1º Vigilar, perseguir o buscar la cercanía físicaLa vigile, la persiga o
busque su cercanía física.
• 2º Establezcer o intentar establecer contacto con ella a través de cualquier
medio de comunicación, o por medio de terceras personas.
• 3º Mediante el uso indebido de sus datos personales, adquirir productos o
mercancías, o contratar servicios, o haga que terceras personas se pongan en
contacto con ella.
• 4º Atentar contra su libertad o contra su patrimonio, o contra la libertad
o patrimonio de otra persona próxima a ella.
Admite además dos agravaciones posibles: en caso de que la víctima sea especialmente
vulnerable por razón de su edad enfermedad o situación; y en contextos domésticos, a las
personas descritas e el artículo 173.2
art 173.2 CP: “quien sea o haya sido su cónyuge o sobre persona que esté o haya
estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o
sobre los descendientes, ascendientes o hermanos por naturaleza, adopción o
afinidad, propios o del cónyuge o conviviente, o sobre los menores o personas con
discapacidad necesitadas de especial protección que con él convivan o que se
hallen sujetos a la potestad, tutela, curatela, acogimiento o guarda de hecho del
cónyuge o conviviente, o sobre persona amparada en cualquier otra relación por
la que se encuentre integrada en el núcleo de su convivencia familiar, así como
sobre las personas que por su especial vulnerabilidad se encuentran sometidas a
custodia o guarda en centros públicos o privados"
Las penas previstas en este artículo se impondrán sin perjuicio de las que pudieran
corresponder a los delitos en que se hubieran concretado los actos de acoso. Por tanto, sin
infringir el non bis in idem, cabe imponer la pena de acoso más la que corresponda al
delito (todo en concurso real)
Para poder perseguir estos hechos, debe haber denuncia de la persona agraviada o de su
representante legal, salvo en los supuestos de las personas del 173.2CP.
3º La Doble
3º La Doble
3º La Doble
Dentro de los delitos contra la libertad, cabe apreciar que cada tipo penal viene a proteger
un tipo de libertad distinta. En el caso de los delitos de detenci—n ilegal (arts. 163 y
165.167 CP) y secuestro (arts. 164-167 CP) se trata de proteger el bien jur’dico de la
libertad deambulatoria, es decir, la libertad de movimiento.
Si bien en sede de la tipicidad objetiva ambos delitos requieren una conducta nuclear
comœn que consiste en instaurar un obst‡culo al ejercicio de la libertad deambulatoria, es
decir, privarle a alguien de la libertad de movimiento, caben dos modalidades:
3º La Doble
Atenuantes: dar libertad dentro de los 3 primeros d’as sin haber logrado el objeto
propuesto.
3º La Doble
Es importante distinguir ambos delitos de otros como pueden ser las coacciones, la
agresión sexual, el robo…que también implican privación de libertad para ser realizados.
Por ejemplo, en el caso del robo en que se ata al propietario de la casa, el TS considera
que la detenci—n est‡ incluida en el robo si tienen igual duraci—n.
Con respecto a la diferencia entre la detenci—n ilegal y las coacciones se nos plantea un
problema y es que encerrar o detener a una persona implica obligarle a hacer algo que no
quiere, que es estar encerrado, o impedirle hacer lo que quiere, que es moverse libremente
de un lugar a otro. Pues bien, el Tribunal Supremo entiende que la detenci—n ilegal es una
forma espec’fica de coacci—n, el cual ser’a el tipo genŽrico. Ambas atentan contra la
libertad individual, pero la detenci—n ilegal se concreta en la privaci—n de la libertad
deambulatoria mediante los verbos t’picos de detener o encerrar. Adem‡s, la
jurisprudencia considera que la coacci—n se lleva a cabo con una finalidad espec’fica, para
lograr algo, mientras que la detenci—n ilegal no va dirigida a un fin espec’fico.
Otra diferencia radica en que en la coacci—n se doblega la voluntad de la v’ctima para que
realice ciertos actos en contra de su voluntad pero sin privarle de la libertad de
movimiento (por coacciones entendemos impedir a otro con violencia realizar lo que la
ley no proh’be o compelerle a efectuar lo que no quiere, ya sea justo o injusto, art.172
CP), mientras que en la detenci—n ilegal no se le doblega, sino que se le impone esa
privaci—n de libertad de movimientos (STS 728/2008 de 18 de noviembre de 2008,
ponente: Juan Ram—n Berdugo G—mez de la Torre).
Concursos:
-pluralidad de v’ctimas detenidas: concurso real
-otro delito + detenci—n ilegal o secuestro: concurso de normas (es lo que ocurre con la
detenci—n ilegal y las coacciones que se resuelve en virtud del principio de especialidad
a favor del delito de detenci—n ilegal).
-delitos que atentan contra otros bienes jur’dicos: concurso de delitos (abarcar todo el
desvalor de la conducta).
- Concurso de normas: delitos que de por s’ llevan consigo cierta privaci—n de libertad
para ser consumados. En caso de que el agente limite o anule la libertad deambulatoria
m‡s all‡ de lo imprescindible para la realizaci—n del delito pasar’amos a aplicar un
concurso de delitos.
3º La Doble
10. Delito de violencia domŽstica del art. 173.2 CP: Elementos t’picos.
Sujetos activo y pasivo del delito.
Este tipo penal trata de proteger el bien jur’dico de la dignidad de la persona, en cuanto
exige integridad f’sica y moral as’ como ejercicio de la libertad de la persona. Se dirige a
los c—nyuges o aquellas personas que est‡n ligadas por una an‡loga relaci—n de
afectividad. Cabe destacar adem‡s que la integridad f’sica y moral est‡ contenida en
nuestra constituci—n espa–ola, con el car‡cter de derecho fundamental, que le otorga una
especial protecci—n por su relevancia. El C—digo Penal trata de proteger el ‡mbito m‡s
amplio posible por lo que, a efectos del C—digo, Çan‡loga relaci—n de afectividadÈ
equivaldr’a a ser c—nyuges. Se trata de un delito especial: s—lo pueden ser sujeto activo y
pasivo del delito las personas en quienes concurran alguna de las circunstancias descritas
en el precepto.
Atendiendo al canon hist—rico, el legislador prevŽ este tipo penal para responder a las
necesidades actuales de que los tratos degradantes en contextos domŽsticos queden
tipificados como tales. Es decir, no se trata œnicamente de proteger la integridad f’sica o
ps’quica del sujeto pasivo sino de proteger tambiŽn sus valores y derechos fundamentales
como la dignidad, la seguridad o el libre desarrollo de su personalidad as’ como la paz
familiar.
Tipicidad objetiva:
3º La Doble
Por œltimo, debe mencionarse la cl‡usula concursal que aparece en el art. 173.2: “sin
perjuicio de las penas que pudieran corresponder a los delitos en que se hubieran
concretado los actos de violencia física o psíquica”.
Diferencia entre los delitos de los arts. 173.2 y 153 CP. Es el requisito de la habitualidad
el que permite diferenciar una conducta que despliega un riesgo relevante en el sentido
del tipo de violencia domŽstica del art.173.2 CP de aquella que despliega un riesgo
relevante en el sentido del tipo de lesiones aut—nomas o especiales del art.153 CP.
3º La Doble
Concursos de delitos. Es frecuente que el art.173.2CP estŽ en concurso con otros delitos.
Los m‡s comunes son los arts.153 CP o 148.4 CP + 173.2CP. Como hemos mencionado
anteriormente se tratar‡ de un concurso de delitos ya que protegen bienes jur’dicos
diferentes.
(Leer art’culos)
3º La Doble
1)Los delitos de agresi—n sexual recogidos en los art’culos 178-180 protegen el bien
jur’dico de la libertad en el ‡mbito de la determinaci—n de la conducta sexual y la
indemnidad sexual, cuando la v’ctima es menos de 16 a–os o se encuentra necesitada de
especial atenci—n.
La tipicidad b‡sica, trata el ataque con violencia o intimidaci—n contra la libertad sexual
sin acceso carnal, ni introducci—n de miembros u objetos (art 178). Desaparece la tipicidad
cuando hay consentimiento del sujeto pasivo. El tipo cualificado se produce cuando se
da el acceso por via vaginal, anal o bucal o introducci—n de miembros corporales u objetos
por via vaginal o anal (art 179). El uso de armas agrava el tipo. Los tipos agravados se
dan por la concurrencia de las circunstancias del 180.1.1 al 180.1.5 . El articulo 180.1.5
recoge lo siguiente “ Cuando el autor haga uso de armas u otros medios igualmente
peligrosos, susceptibles de producir la muerte o alguna de las lesiones previstas en los
art’culos 149 y 150 de este C—digo, sin perjuicio de la pena que pudiera corresponder por
la muerte o lesiones causadas”.
Las conductas del art’culo 180.1, ser‡n castigadas con las penas de prisi—n de cinco a
diez a–os para las agresiones del art’culo 178, y de doce a quince a–os para las del art’culo
179. Segœn el art. 180.2 CP las penas previstas en el 180.1 se impondr‡n en su mitad
superior “si concurriesen dos o más de las anteriores circunstancias”.
El fundamento de la agravaci—n se encuentra en el mayor peligro que entra–a para la
v’ctima una agresi—n sexual, en la que se usan armas o medios peligrosos.
2)El tipo b‡sico de robo violento o intimidatorio del art 237 CP que consiste en el
apoderamiento de cosa mueble con ‡nimo de lucro mediante violencia o intimidaci—n, se
agrava por los modos de acci—n, es decir, por el empleo de armas o instrumentos
peligrosos que el agente emplea al cometer el delito, o para proteger la huida o para atacar
a quienes acuden en defensa ( art 242.3). Este articulo no solo se refiere al empleo de
armas sino a cualquier instrumento susceptible de ser empleado para violentar o para
doblegar la voluntad.
Al sujeto activo le corresponder‡ una pena de prisi—n de 2 a 5 a–os.
3) Los delitos de lesiones del art 147.1 CP vienen a proteger la integridad y la salud-f’sica
y ps’quica de la persona. Abarcan delitos de muy diversa gravedad. El delito de lesiones
requiere un m’nimo de relevancia, por debajo de la exigencia objetiva de tratamiento
mŽdico, adem‡s de una primera asistencia facultativa, se tratara de un delito de lesiones
leves ya que las faltas han pasado a ser delito. El CP configura el art’culo 148.1 para
agravar la modalidad t’pica por la condici—n de la v’ctima o el medio, el cual, se refiere a
3º La Doble
11.2 Operatividad
El c—digo penal tipifica en los arts. 242.3 y 148.1.1¼ el empleo de armas o instrumentos
peligrosos como tipos cualificados de los descritos en los arts. 237 y 147.1,
respectivamente. TambiŽn tipifica en el 180.1.5 el empleo de armas en los tipos
cualificados del 177-180.
La cualificaci—n se da cuando las armas o medios son efectivamente utilizados y no por
su mera exhibici—n, a no ser que Žsta provoque ya una m’nima intimidaci—n, en cuyo caso
concurrir‡ dicha cualificaci—n.
El TS entiende que los medios no son peligrosos en funci—n de su finalidad o naturaleza,
sino por su potencialidad lesiva en manos del autor que crea un riesgo para el sujeto
pasivo, y disminuye la capacidad de oposici—n y defensa de la v’ctima (STS de 5 de
octubre de 1993). En esta l’nea, se han considerado armas o instrumentos peligrosos: los
martillos, los ladrillos, los destornilladores, los tenedores, etc., aœn cuando su uso
ordinario es l’cito. Acerca de la cuesti—n de cu‡ndo se puede considerar un medio como
arma o instrumento peligroso , la STS de 2 de julio de 1986 proporciona una definici—n
ampl’sima incluyendo, adem‡s de las ya citas, las armas de fuego (la STS de 28 de
septiembre de 2005 afirma que "el uso de armas de fuego constituye la modalidad m‡s
usual de superioridad medial ya que representa para el que la porta una situaci—n de
superioridad frente a la correlativa debilidad en el agredido, pues a nadie escapa la
desigualdad de fuerzas con que se enfrentan una persona armada y otra inerme), las armas
blancas (cuchillos, pu–ales, navajas, hachas...), las hondas, los arcos, las ballestas, las
hoces, las guada–as, los palos, las estacas... e incluso un veh’culo en marcha, como ha
manifestado el TS en su sentencia de 2 de julio de 1999.
No son armas, en cambio, las jeringuillas taponadas o sin aguja. Respecto de la expresi—n
del art.242.2 "hacer uso", no se aplica cuando el arma utilizada se encuentra en el lugar
del robo (in situ) y no fue llevada hasta all’ por el autor (STS de 18 de septiembre de
1998). En suma, la doctrina entiende que la conducta constitutiva de la agravaci—n ha de
realizarse antes de la consumaci—n del apoderamiento (en el art.242: robo violento), y
dirigirse, por tanto, a lograrla.
3º La Doble
Respecto del empleo de armas en el mismo precepto 242.3, la doctrina ha se–alado que
este tipo agravado por las armas se dar‡ casi siempre en el robo con violencia; no as’ en
el robo con intimidaci—n, en el que cabe que el arma sea incluso simulada (en tal caso no
se puede apreciar la agravaci—n).
Respecto del empleo de armas y otros medios peligrosos en el precepto 148.1.1¼, no se
aprecian problemas sobre la tipicidad, tan solo conviene aclarar que, adem‡s del dolo
respecto de la figura del 147, se exige ahora un dolo adicional respecto de la causa, por
medio de la acci—n peligrosa descrita en el tipo agravado. Uno y otro pueden ser dolo
directo o eventual, incluso no coincidentes. Es apreciable tambiŽn la tentativa en su caso,
por no haberse producido el resultado de peligro t’pico.
Asimismo, un sector doctrinal considera que no es comunicable (en los tŽrminos del art.
65) a los part’cipes que conozcan del uso de armas por otros autores en delitos de
homicidio o lesiones, pues de algœn modo es inherente a la producci—n de los resultados
el empleo de estas armas o medios peligrosos.
3º La Doble
12. Relaci—n entre los tipos de los delitos de agresi—n sexual, abuso
sexual y acoso sexual. ÀEn quŽ medida cabe delito continuado en estos
casos?
12.1. Relación entre los tipos de agresión, abuso y acoso sexual.
a) Bien jurídico protegido.
Los arts. 178-184 CP comparten el bien jurídico que persiguen amparar: la libertad e
indemnidad en el ámbito de la determinación de la conducta sexual, que conectan con los
derechos fundamentales a la integridad moral (art. 15 CE), a la libertad (art. 17 CE) y a la
intimidad (art. 18 CE).
Agresión sexual (art.178): ataque con violencia o intimidación contra la libertad sexual, sin
acceso carnal, ni introducción de miembros u objetos.
Abuso sexual (art.181): ataque de contenido sexual contra víctima que no consiente por
hallarse en error, exigiéndose que la conducta posea suficiente o relevante sentido sexual y
que la víctima no consienta por hallarse en error o engaño (se exige que no se haya empleado
violencia ni intimidación, pero sin que la conducta sea consentida).
Acoso sexual (art.184): comportamiento de solicitar favores de contenido sexual para sí o para
un tercero a cambio de evitar o causar un mal relacionado con las legítimas expectativas de la
víctima, que afecta a la dignidad de la persona al condicionar su libertad de decisión y a sus
legítimas expectativas profesionales en un contexto laboral, siendo precisa la repetición de la
solicitud tras la negativa, además de ser de suficiente entidad para producir una situación
objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante.
Conductas típicas:
3º La Doble
c) Delitos comunes.
No se prevé que los sujetos activos y pasivos reúnan ninguna cualificación específica. Sin
embargo, en el caso de la agresión sexual se prevé un tipo cualificado (art 179) por violación o
agresión agravado por acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros
corporales u objetos por vía vaginal o anal. En el delito de abuso sexual (art 182.1), con engaño
o abuso de una posición reconocida de confianza, autoridad o influencia sobre la víctima de
entre 16 y 18 años. En el caso de acoso sexual, se prevé tipo cualificado (art 443) cuando son
cometidos por autoridad o funcionario público.
f) Punibilidad y procedibilidad.
Una pluralidad de acciones, que en sí mismas ya tienen sentido típico, son aunadas bajo una
sola denominación dotada de sentido típico propio. Así pues, se aplica a casos en los que se
reitera la acción de un tipo, y pretende dar un sentido unitario más grave a una pluralidad de
hechos que ya poseen sentido por sí mismos, pero que resultan menos graves por separado.
3º La Doble
5. Que no atentan contra bienes jurídicos personalísimos, salvo en las infracciones contra el
honor y la libertad e indemnidad sexuales.
Se exige que la ofensa vaya dirigida contra el mismo sujeto pasivo, pues parece que unificar la
infracción como delito continuado tratándose de una pluralidad supondría menospreciar la
dignidad de los bienes jurídicos tutelados por el Derecho penal.
3º La Doble
Sujeto pasivo.
El sujeto pasivo es el menor de 16 a–os que no tiene libertad para poder decidir
sexualmente (hasta la reforma de 2015, menor de trece a–os); el CP no le reconoce
capacidad para moverse en el terreno de la sexualidad con plena autonom’a, y por ello, se
castiga toda relaci—n sexual que un adulto mantenga con un menor de diecisŽis a–os
(imponiendo la misma pena cuando mediante violencia o intimidaci—n compeliere a un
menor de diecisŽis a–os a participar en actos de naturaleza sexual con un tercero o a
realizarlos sobre s’ mismo). A esa concepci—n se debe que se hable de integridad e
indemnidad sexual, en vez de libertad sexual.
Tipicidad objetiva.
3º La Doble
¬ Tipos agravados (art 183.3 CP): Çacceso carnal por v’a vaginal, anal o
bucal, o introducci—n de miembros corporales u objetosÈ por v’a vaginal o
anal.
¬ Tipo hiperagravado (art 183.4 CP): se aplican las penas previstas para los
casos anteriores en su mita superior cuando ocurra alguna de las
circunstancias siguientes:
- situaci—n de total indefensi—n de la v’ctima por su escaso
desarrollo intelectual o f’sico de la v’ctima, o padecer un trastorno
mental, o cuando es menor de cuatro a–os.
- realizaci—n conjunta de los hechos por dos o m‡s personas.
- car‡cter particularmente degradante o vejatorio de la violencia o
intimidaci—n ejercidas.
- prevalimiento de una relaci—n de parentesco o superioridad con la
v’ctima.
- puesta en peligro de la vida o salud de la v’ctima, de forma dolosa
o por imprudencia grave.
- comisi—n del hecho en el seno de una organizaci—n o grupo
criminal o que se dedicare a la realizaci—n de tales actividades.
3º La Doble
b. Elemento subjetivo del injusto: intenci—n o finalidad buscada m‡s all‡ de los
hechos (es decir, obrar a fin de).
Sanciones.
Adem‡s, el juez puede privar de la patria potestad, tutela, curatela o empleo pœblico
al sujeto que cometa este delito (art. 192.3 CP).
Concursos.
Punibilidad y procebilidad.
‚ Para proceder contra estos delitos, bastar‡ la denuncia del Ministerio Fiscal
(art. 191.1 CP).
3º La Doble
Los tipos de los delitos de calumnias e injurias (arts. 205-216 CP) pretenden
guardar el honor de las personas (art. 18 CE), por cuanto entronca con su dignidad como
seres sociales (no s—lo se trata de un aspecto de su precepci—n social, fama, reputaci—n
o autoestima).
3º La Doble
c) Agravaciones comunes.
ÇEl acusado por delito de calumnia quedar‡ exento de toda pena probando el hecho
criminal que hubiere imputadoÈ.
3º La Doble
10 Se procederá de oficio cuando la ofensa se dirija contra funcionario público, autoridad o agente
de la misma sobre hechos concernientes al ejercicio de sus cargos (art. 215.1 CP).
3º La Doble
Nos encontramos ante uno de los delitos que protege el bien personal’simo de la
intimidad, un bien entendido como elemento intr’nseco de la dignidad personal del sujeto
pasivo.
As’, el bien jur’dico protegido que protege dicho delito es la intimidad de la persona, que
se refiere no tanto al sentido comœn de la palabra de defensa de la persona a travŽs de un
muro que proh’be publicar o dar a conocer datos sobre su vida ’ntima, sino a un ‡mbito
de la morada, como un espacio delimitado en el que la persona desarrolla su personalidad
con la facultad de aislarse respecto de terceros. El derecho a vivir en paz en su casa, lugar
seguro de amenazas, invasiones y hechos violentos.
El bien jur’dico protegido es de gran ayuda para distinguirlo del delito de usurpaci—n (art.
245 CP), que protege el derecho de propiedad sobre la vivienda que no constituya morada.
Debe tenerse en cuenta que el tipo que recoge el art’culo 245 CP se crea espec’ficamente
para los casos de ocupaci—n de viviendas ajenas. Por tanto, es clave diferenciar entre las
conductas de “entrar” (pasar de fuera adentro) y “ocupar”(tomar posesión). Y es que el
delito de usurpaci—n atenta contra el patrimonio en propiedad o posesi—n, porque al no
estar habitadas, no hay intimidad que vulnerar. Son dos tipos alternativos; o es usurpaci—n
o es allanamiento.
El objeto material es, como bien recoge el propio delito, la morada. Por la que se entiende,
lugar en donde se vive, es decir, aquel espacio cerrado destinado al desarrollo de
actividades propias de la vida privada donde el sujeto pasivo habita y desarrolla su vida
’ntima y familiar, aunque no se encuentre efectivamente ocupada en el momento del
allanamiento. Segœn la jurisprudencia abarca espacios como caravanas, tiendas de
campa–a, habitaci—n de pensi—n... Pero no los veh’culos.
3º La Doble
Posibles concursos:
Ü Concurso de leyes con el delito cometido por los funcionarios pœblicos contra la
inviolabilidad domiciliaria (art’culo 534.1). La principal diferencia respecto al delito
de allanamiento de morada es que la entrada en el domicilio se realiza mediando causa
por delito. Art’culo 534.1: (...) la autoridad o funcionario pœblico que, mediando
causa por delito, y sin respetar las garant’as constitucionales o legales: 1¼ Entre en
un domicilio sin el consentimiento del morador.
Ü Concurso de leyes con la modalidad agravada del robo con fuerza en las cosas o con
violencia o intimidaci—n cometido en casa habitada (art’culo 241). La ejecuci—n del
delito de allanamiento de morada frecuentemente origina la comisi—n de otros il’citos,
un claro ejemplo: el robo en casa habitada. En estos supuestos hay que determinar si
la antijuricidad de la conducta queda suficientemente abarcada con la pena impuesta
por una de las normas penales. Lo que subyace al problema del concurso de normas
es la regla ne bis in idem: diversas normas son aplicables, pero dar entrada a m‡s de
una supondr’a una sanci—n desproporcionada por excesiva.
El concurso de normas debe resolverse en virtud del criterio de especialidad, art’culo 8.1
CP. En este sentido, se considera que la norma del delito de robo con fuerza en las cosas
cometido en casa habitada describe la conducta realizada de forma m‡s espec’fica que el
delito de allanamiento de morada, en este sentido m‡s general.
3º La Doble
Nos encontramos ante uno de los delitos que protege el bien personal’simo de la
intimidad, un bien entendido como elemento intr’nseco de la dignidad personal del sujeto
pasivo.
As’, el bien jur’dico protegido, como en el caso del delito de allanamiento de morada es
la intimidad de la persona, pero en este caso, la intimidad entendida como requisito para
el libre desarrollo de la dignidad de la persona, necesario para la preservaci—n del sujeto
y sus actos del resto de seres humanos.
En virtud de la regla de subsidiariedad del Derecho penal, existen otras v’as de protecci—n
de la intimidad no penales.
Los delitos de descubrimiento y revelaci—n de secretos se encuentran regulados dentro
del t’tulo dedicado a los delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la
inviolabilidad del domicilio, ocupando los art’culos 197 a 201 CP, de entre los que se
destacan 3 grandes tipos objetivos:
I. El acceso y apoderamiento de datos; cuyo objeto material, es decir, la realidad
f’sica sobre la que recae la acci—n t’pica, recae sobre elementos materiales concretos
como papeles, cartas, mensajes de correo electr—nico, otros documentos o efectos
personales. Aunque en otros casos tambiŽn puede recaer sobre elementos
inmateriales como los datos reservados personales o familiares recogidos en
soportes o ficheros o las telecomunicaciones.
- Modalidades b‡sicas:
A) Apoderamiento de elementos materiales (art. 197.1): Elementos del
tipo: 1) apoderarse papeles, cartas, correos electr—nicos... o interceptar
telecomunicaciones, 2) sin consentimiento del titular de la intimidad
vulnerada, 3) con un elemento subjetivo espec’fico: para descubrir los
secretos o vulnerar la intimidad de otro.
B) Apoderamiento de elementos inmateriales (art. 197.2): 1) apoderarse,
utilizar o modificar datos reservados registrados en ficheros o soportes
inform‡ticos, electr—nicos o telem‡ticos, 2) en perjuicio de tercero, 3) sin
estar autorizado (Žste œltimo es un elemento normativo, es decir, un
tŽrmino legal que exige una valoraci—n, una decisi—n sobre su contenido.
Siguiendo a Mezger, cabe decir que "los elementos normativos se
refieren a aquellos datos que no pueden ser representados e imaginados
sin presuponer lógicamente una norma”).
C) Acceso indebido a archivos o registros pœblicos o privados (art.
197.2.II): 1) acceder, alterar o modificar datos reservados registrados en
archivo o registro pœblico o privado, 2) en perjuicio de tercero, 3) sin estar
autorizado (elemento normativo).
- Tipo atenuado (art. 197.3.II): partiendo de la agravaci—n por difusi—n del art.
197.3 se prevŽ un subtipo atenuado en el mismo precepto: el que, con
conocimiento de su origen il’cito y sin haber tomado parte en su descubrimiento,
3º La Doble
II. El acceso a sistemas inform‡ticos. En este caso el objeto material del delito recae
sobre sistemas de informaci—n o programas inform‡ticos (elementos inmateriales).
- Modalidades b‡sicas:
A) Acceso il’cito a programas inform‡ticos (art. 197 bis 1): 1) acceder a
un sistema de informaci—n o mantenerse en Žl, 2) sin autorizaci—n, 3)
vulnerando las medidas de seguridad -los dos œltimos son dos elementos
normativos necesariamente cumulativos-.
B) Captaci—n de transmisiones no pœblicas de datos inform‡ticos (art. 197
bis 2): 1) captar transmisiones no pœblicas, 2) mediante artificios o
instrumentos tŽcnicos 3) sin estar debidamente autorizado (elemento
normativo).
Elementos en comœn a los tipos anteriores:
‚ Los actos preparatorios (art. 197 ter): 1) quien, con la intenci—n de facilitar la
comisi—n de alguno de los delitos del art. 197.1-2 o del 197 bis, 2) sin estar
debidamente autorizado, 3) produzca, adquiera para su uso, importe o facilite a
terceros, por cualquier medio, 4) un programa inform‡tico, concebido o adaptado
principalmente para cometer dichos delitos; o una contrase–a de ordenador, un
c—digo de acceso o datos similares que permitan acceder a la totalidad o a una
parte de un sistema de informaci—n.
‚ Modalidad hiperagravada: hechos cometidos en el seno de una organizaci—n
criminal (art. 197 quarter).
3º La Doble
III. Revelaci—n de secretos (art. 199), cuyo objeto material, no se plasma en objetos
materiales (documentos, mensajes de correo electr—nico, efectos personales…) como
los tipos anteriores, sino en el secreto mismo, como informaci—n, el cual existe porque
hay una voluntad -expresa o t‡cita- de mantener algo al margen del conocimiento de
los otros. Este caso se subdivide en dos tipos:
A) Revelaci—n de secretos comœn (art 199.1): cualquier persona (no cualificada)
que revelare secretos ajenos (importante: el concepto de secreto incluye la no
autorizaci—n para revelarlo) de los que tenga conocimiento por raz—n de su oficio
o relaciones laborales. Posible perd—n del ofendido.
B) Revelaci—n de secretos por sujeto cualificado (art. 199.2): El profesional
(sujeto activo cualificado) que, con incumplimiento de su obligaci—n de sigilo o
reserva, divulgue los secretos de otra persona. Posible perd—n del ofendido.
- Situaciones concursales:
Concurso de delitos: Revelaci—n de secretos referentes a la defensa nacional, que
afectan a un bien jur’dico distinto, hecho que permite la concurrencia de un
concurso ideal de delitos (con una misma conducta delictiva atento contra dos
bienes jur’dicos distintos).
No se da concurso con los delitos de calumnias e injurias, por exigir Žstos (excepto
en injurias graves referentes a juicios de valor) la falsedad de las afirmaciones,
elemento que impide afectar a la intimidad; lo cual no impide un posible concurso
real de delitos.
Elementos en comœn a los 3 tipos:
Cabe destacar que la tutela penal de los secretos en el CP no se limita a los art’culos que
acabamos de estudiar, sino que se extiende a otros ‡mbitos de nuestro texto punitivo en
los que se protegen intereses distintos al de la intimidad, como sucede, por ejemplo, en
art. 277 a 278, 413 a 418, 442, 466, 534 a 536 y 598 a 603.
3º La Doble
17. Concepto de prevalimiento o abuso (en los delitos que prevŽn dicha
circunstancia). Problemas que puede plantear.
As’, distinguimos en este campo la superioridad f’sica (por ejemplo, del adulto contra
el menor, del sano contra el enfermo o del grupo contra el individuo), que implica que
el autor, por su propia condici—n f’sica, es m‡s fuerte que la v’ctima, de la llamada
superioridad instrumental (por ejemplo del atacante armado contra la v’ctima indefensa)
en la cual el autor del delito se sirve de un objeto que efectivamente le eleve a una
posici—n de mayor fuerza frente al atacado.
17.3. Prevalimiento de la confianza que la v’ctima otorga al autor (art. 22.6 CP).
3º La Doble
17.4. Prevalimiento del cargo, funci—n o potestad pœblica detentada por el culpable (art.
22.7 CP).
17.5. Prevalimiento de una relaci—n de parentesco entre v’ctima y autor (art. 23).
3º La Doble
Los delitos segœn el Derecho Penal tienen dos formas de comisi—n: a) por violencia
b) por ignorancia. Se deben analizar las posibles situaciones de la victima en cada uno
de los distintos casos. En caso de existir violencia esta puede ser vis absoluta (fuerza
f’sica) o vis moralis cuando se trata de intimidaci—n, que tambiŽn entra dentro de los
delitos cometidos con violencia. Por otro lado en cuanto a los delitos por ignorancia
se aprecian por un lado los casos de error de hecho (error de tipo) y por el otro los
casos de error de antijuricidad ( error de Derecho).
Este sistema comœn para la mayor’a de los delitos tiene como contraposici—n los
delitos contra la administraci—n publica. Aqu’ la teor’a no se rige por la existencia o
no de ignorancia o violencia sino por la desobediencia de un deber por lo tanto solo
ciertos sujetos pueden cometer este tipo de delitos. Esto llevado al extremo, hace muy
complicada la imputaci—n por participaci—n en dichos delitos puesto que esta figura
(la de la participaci—n) fue creada para delitos cometidos por violencia o ignorancia.
1. Caso de violencia f’sica o vis absoluta: Cuando una persona le pega un empuj—n a
otra y le arranca el bolso, est‡ ejerciendo sobre ella fuerza fisica impidiendo la
volici—n de la victima que no puede hacer nada para evitarlo.
2. Caso de intimidaci—n o vis moralis: Cuando una persona amenaza a otra con una
pistola para que saque dinero de un cajero con la tarjeta de crŽdito. En este caso la
victima si tiene volici—n es decir capacidad de actuar de otra forma pero le falta
voluntariedad puesto que se encuentra en una circunstancias muy concretas, con
miedo por su propia vida lo que no le permite actuar libremente.
3º La Doble
4. Caso de error de tipo o de hecho: Cuando la victima tiene un error sobre la entrega
en s’. Por ejemplo le dejo un cuaderno a un amigo para que me lo devuelva pero el se
lo queda porque cree que se lo he regalado, asi que me lo roba. Lo he donado por error
porque yo no conoc’a que lo estaba donando cuando lo entregue.
3º La Doble
3º La Doble
Si antes de conseguirse la disponibilidad sobre los objetos substra’dos (por tanto, antes
de alcanzarse la consumaci—n del delito de hurto), se ejerce violencia o intimidaci—n, Žstas
se integran en el apoderamiento y transmutan el hurto o el robo con fuerza en robo
violento o intimidatorio. As’ lo ha entendido el Pleno del TS de 21 de enero 1 de 2000,
en el que se lleg— al acuerdo mayoritario de que la violencia f’sica producida o ejercida
antes de la consumaci—n delictiva, y como medio de conseguir el apoderamiento, integra
el delito de robo violento.
3º La Doble
Concluimos que no es un elemento del tipo, sino que se trata de una condici—n objetiva
de punibilidad. Ello determina que el hurto, la estafa o la apropiaci—n indebida se comete
tanto si la conducta es constitutiva de delito de más de 400 € o de menos, también se
aplican los tipos agravados con independencia de la cantidad.
La punibilidad se refiere a aquellos elementos de los que depende la necesidad o no de
castigar, aunque la relevancia penal de un comportamiento depende del desvalor de la
conducta realizada, de su antijuricidad, pueden existir algunas consideraciones que
afecten a la conveniencia o no de castigar. Son cuestiones de pol’tica criminal. Aqu’ se
entiende que si la cuantía no excede de 400 € no hay necesidad de castigar con la pena de
prisi—n, es decir, la necesidad de castigar disminuye, pero como se ha mencionado, el
hurto, la estafa y la apropiaci—n indebida se cometen.
Los factores que dan lugar a la condici—n objetiva de punibilidad, puesto que son objetivos
y no vinculados a la conducta, i) no deben ser abarcados por el dolo de quienes pueden
beneficiarse de ella; igualmente, ii) por su car‡cter objetivo, afecta a todos aquellos que
toman parte en el delito (autores y part’cipes). As’ pues, al no tratarse de un elemento del
tipo, el dolo del autor no tiene que abarcar la cuant’a de lo sustra’do.
Sin embargo, respecto al artículo 235.3º CP, la “especial gravedad del delito” sí es un
elemento del tipo, puesto que en este caso no se exige que el dolo abarque una cuant’a
determinada para poder hablar de delito, sino que abarque simplemente la existencia de
una “especial gravedad del delito”. En el art. 235.3¼ CP la cuant’a si aporta relevancia al
riesgo, porque permite agravar la pena.
En conclusi—n, en el caso de que la cuant’a fuera considerada como elemento del tipo,
exigir’amos que el dolo del agente la abarcara en el momento de cometer el hurto, la
estafa o la apropiaci—n indebida. Pero si sostenemos que la cuant’a es una condici—n
objetiva de punibilidad, no ser‡ necesario que el dolo abarque la cuant’a hurtada, sino que
bastar‡ con que se cumplan los elementos del tipo (apoderamiento de cosa mueble, ajena
contra la voz de su due–o y con ‡nimo de lucro) y la cantidad de dinero servir‡ para
distinguir el delito b‡sico del leve, bas‡ndonos en consideraciones de pol’tica criminal
que afectan a la conveniencia o no de castigar.
3º La Doble
22. Robo con fuerza en las cosas: sentido y función del elemento “fuerza
en las cosas.
El delito de robo con fuerza en las cosas, es un delito perteneciente al mismo gŽnero que
el delito de Hurto, puesto que en ambos se realiza un apoderamiento patrimonial sobre
un victima en error (se dice que la v’ctima est‡ en error porque, en teor’a, desconoce que
se le est‡ sustrayendo un bien, por lo que el acto no puede verse como un leg’timo acto
jur’dico de disposici—n de la cosa. Aunque en algunos casos, aun sabiendo la victima
que est‡ siendo desapoderada, no pude hacer absolutamente nada. Por ejemplo si no est‡
en ese momento en la ciudad pero le comunican los de su sistema de seguridad que ha
entrado en su casa). La diferencia es que en el robo con fuerza en la cosas, este queda
cualificado como de mayor gravedad por el MODO DE REALIZACIîN. Este modo de
realizaci—n implica el acceso o la salida con fuerza en las cosas a lugar donde se
encuentran los bienes que se pretenden sustraer. Por lo tanto, segœn delictum, su
naturaleza es la de un hurto agravado, y no la del robo, que debe reservarse para el
empleo de violencia o intimidaci—n.
-En su modalidad b‡sica este delito exige el apoderamiento de una cosa mueble con
‡nimo de lucro (elemento subjetivo del injusto) m‡s fuerza en las cosas.
Por lo que no cualquier tipo de apoderamiento patrimonial implica que este se ejecute
con fuerza en las cosas. El concepto con fuerza en las cosas no tiene significado literal,
sino que para que pueda cumplirse, ha de darse estrictamente conforme a los requisitos
que ha establecido el legislador.
En este caso fuerza en las cosas significa cometer el robo mediante alguno de los
modos descritos estrictamente en el tipo penal, sea para acceder o abandonar el
lugar en el que las cosas se encuentran. Por esto mismo se dice que este concepto es
un concepto normativo: solo es fuerza en las cosas lo que estrictamente el legislador ha
dispuesto que lo es, aunque a veces no exista tal fuerza en sentido literal.
Para constituir fuerza en las cosas, esa fuerza, debe aplicarse sobre las cosas que
impiden el acceso o la salida libre y deben ser los siguientes mŽtodos:
a) Escalamiento: entrar por v’as distintas a las usadas por el propietario como acceso.
b) Fractura Exterior: implica el rompimiento de pared, techo o suelo, o fractura de
puerta o ventana
c) Fractura interior: fractura de armarios, arcas u otra clase de muebles u objetos
cerrados o sellados, o forzamiento de sus cerraduras o descubrimiento de su claves para
sustraer su contend’ sea en el lugar del robo o fuera del mismo.
d) Uso de llaves falsas: es un concepto jur’dico que incluye
-Ganzœas u otros instrumentos an‡logos,
-Las llaves legitimas perdidas por su propietario u obtenidas por un medio que
suponga una infracci—n penal.
-Cualesquiera otras que no sean las destinadas por el propietario para abrir la
cerradura violentada por el reo.
-Las tarjetas, magnŽticas o perforadas, los mandos o instrumentos de apertura a
distancia y cualquier otro instrumento tecnol—gico de eficacia similar.
e) Neutralizaci—n de sistemas de alarma.
3º La Doble
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https://books.google.es/books?id=Eb7RuTHlxoMC&pg=PA122&lpg=PA122&dq=fundamento+de+la+agr
avacion+de+local+abierto+al+publico+robo&source=bl&ots=j09VqnPrWM&sig=i5xg48pxIs0ZTwoS27zJ1
g_RUbs&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjx1O7_mOjLAhWJRhQKHdUbC-
IQ6AEILTAD#v=onepage&q=fundamento%20de%20la%20agravacion%20de%20local%20abierto%20al%
20publico%20robo&f=false
3º La Doble
-En relaci—n a los concursos, el delito de robo con fuerza en las cosas puede entrar en
diferente concurso con el delito de da–os, el de allanamiento de morada.
a) La concurrencia de robo con fuerza y delito de da–os se resuelve con un
concurso de normas, en la que hay una posibilidad de consunci—n en atenci—n a
la gravedad del robo y al da–o cometido.
b) en caso de que concurran robo con fuerza y allanamiento nos encontramos
ante un concurso de leyes en favor del robo agravado. Aunque aqu’ hay que
hacer una matizaci—n en relaci—n al local de negocio, ya que, la jurisprudencia,
en atenci—n al ‡nimo que mueve al sujeto, distingue dos situaciones:
si el sujeto solo entra a robar, se le imputa el delito de robo.
Si el sujeto entra para robar y adem‡s allanar el local, se le imputa el robo y el
allanamiento complementariamente.
3º La Doble
3º La Doble
hubiera puesto en riesgo la vida o la integridad f’sica de las personas, esto es, cuando la
intimidaci—n ejercida fuera de escasa entidad, y, sin embargo, la pena resultante fuera
desproporcionada. En todo caso, siempre se tendr‡ que atender a las circunstancias
espec’ficas del caso.
Para ambas modalidades del robo se prevŽn actos preparatorios de conspiraci—n,
proposici—n y provocaci—n (art. 269).
Este delito puede concurrir con otros delitos como el de homicidio (concurso de delitos);
con el delito de lesiones (concurso de delitos si pueden separarse por la din‡mica comisiva
o por la entidad de las lesiones; podr’a considerase concurso de leyes si se trata de
violencias menores durante la fase ejecutiva); con allanamiento de morada (concurso de
leyes); con las detenciones ilegales (concurso de delitos si la detenci—n se prolonga m‡s
all‡ de lo estrictamente necesario para el apoderamiento); tenencia il’cita de armas
(concurso de delitos).
3º La Doble
3º La Doble
La primera modalidad que encontramos se recoge en el art. 248 bajo el t’tulo de estafa.
Cometer‡n estafa los que, con ‡nimo de lucro, utilizaren el enga–o para producir error en
otro, induciŽndolo a realizar un acto de disposici—n en perjuicio propio o ajeno. El bien
jur’dico protegido es el patrimonio, ya que las facultades de disponer del mismo se ver’an
perjudicadas por el enga–o. Adem‡s, la doctrina propone el concepto personal de
patrimonio vinculado a la facultad de disposici—n como proyecci—n de la libertad, ya que
el enga–o supone una instrumentalizaci—n del sujeto pasivo.
Cuatro son los elementos esenciales que componen la estafa en el tipo b‡sico:
i)Producci—n de enga–o -> manifestaci—n contraria a la verdad para producir en otro una
visi—n falsa de la realidad. Esta ha de ser bastante, es decir, que no basta con que sea
causal o previa al error y al desplazamiento patrimonial del disponente, sino que ha de
originar un riesgo t’picamente relevante en el sentido del tipo. Protege a la persona y sus
facultades de disponer.
ii)Error -> producido por ese enga–o y no por otros factores. Surgen problemas con
conceptos como la credibilidad de la víctima, la desidia (falta de autoprotección)…
Tendremos que acudir a la doctrina jurisprudencial para evaluarlo.
iv)Perjuicio patrimonial -> disminuci—n del valor del patrimonio, en perjuicio propio o
de tercero.
El delito se entender‡ consumado en el momento en el que se constituya un perjuicio
patrimonial.
3º La Doble
Para imputarlo subjetivamente, deber‡ existir dolo y ‡nimo de lucro. Existe confusi—n
acerca de la distinción entre el delito de estafa y los negocios “civiles criminalizados”.
Junto al tipo b‡sico, tambiŽn se incluyen los tipos asimilados(248.2), que no se tratan
propiamente de estafas porque carecen de algunos elementos esenciales, pero han de
interpretarse de acuerdo a la l—gica de la protecci—n del patrimonio en sentido personal.
Se trata de conductas que se valen de una manipulaci—n inform‡tica para lograr
transferencias no consentidas, fabricaci—n o utilizaci—n de programas inform‡ticos para
cometer estafas o valerse de tarjetas de crŽdito, dŽbito o cheques de viaje de su titular
para realizar operaciones de cualquier clase en perjuicio de su titular.
Estos tipos penales, al igual que la estafa b‡sica, pueden estar sujetos a agravantes por
distintas razones:
a) car‡cter del sujeto activo: ya sea funcionario o autoridad valiŽndose de las
funciones pœblicas, abusando de las relaciones personales entre victima y
defraudador, aprovechando su credibilidad como empresario o por
multireincidencia.
b) Objeto de la acci—n: cosas de primera necesidad, abusando de la firma de otro,
recaiga sobre bienes art’sticos, culturales.. TambiŽn cuando revista especial
gravedad por la entidad del perjuicio o la situaci—n econ—mica en la que deje a la
v’ctima, afecte a un gran numero de personas, estafa procesal..
c) Hiperagravaci—n por el objeto y la acci—n, cuando estas coincidan.
Podr‡n ser sujetos activos tanto las personas f’sicas como las jur’dicas.
Existe la posibilidad de que existan situaciones concursales:
a) frente a las estafas espec’ficas no opera el criterio de especialidad(concurso de
leyes), sino que la estafa desplaza a los otros tipos(o bien estafa, o bien otra
modalidad de fraude)
b) concurso con falsedad documental. Si la falsedad es en documento pœblico,
concurso medial de delitos.
3º La Doble
ii) m‡s la negativa del autor de cumplir su obligaci—n o devolver o negar haberlo recibido.
En este caso, el desplazamiento patrimonial se realiza de buena fe, y es despuŽs de haber
entregado el bien cuando el autor se niega a cumplir la obligaci—n. El elemento esencial
es el abuso de confianza, basado en la relaci—n jur’dica previa, y se entender‡ consumado
cuando no se devuelva el bien.
Subjetivamente, el tipo exigir‡ dolo pero NO ‡nimo de lucro. Adem‡s, se prevŽn para la
apropiaci—n indebida las agravaciones del delito de estafa. Las obligaciones que recaen
sobre el sujeto constituyen un motivo de cualificaci—n del tipo, por lo que solo podr‡ ser
autor el sujeto cualificado, y part’cipes el resto.
No se concibe concurso de delitos y la punibilidad estar‡ sujeta a criterios espec’ficos.
Asumido que no son casos de defraudaci—n por enga–o seguido de error, puede entenderse
como una modalidad espec’fica de apropiaci—n indebida, en cuanto abuso de relaciones
de confianza depositadas por el titular del patrimonio en el administrador. La conducta
del administrador no ser‡ t’pica si no supone un riesgo en el sentido del tipo, si no es
grave en tŽrminos cuantitativos y cualitativos. Este dato es fundamenta ya que se admiten
conductas abarcadas por el riesgo permitido.
Rige lo previsto para la apropiaci—n indebida en cuanto al tipo objetivo, subjetivo, as’
como a la punibilidad y concursos.
3º La Doble
3º La Doble
Art. 248.1 CP: “Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante
para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio
propio o ajeno”
Con respecto al tipo básico, la estructura esencial de la estafa exige cuatro elementos de
acuerdo con esta secuencia: 1) engaño que provoca 2) error en otra persona, quien
realiza un 3) acto de disposición patrimonial que origina un 4) perjuicio patrimonial,
económicamente evaluable.
Uno de los cuatro elementos que exige este tipo básico es la producción de un engaño.
Este es el elemento propio de la estafa y supone la instrumentalización del sujeto
pasivo, es decir, una manifestación contraria a la verdad para producir en otro una
visión falsa de la realidad. De acuerdo con la expresión legal, este engaño debe ser
bastante. Dicha expresión (“engaño bastante”) se ha interpretado en términos de
imputación objetiva; es decir, que no basta con que el engaño sea causal o previo al
error y al desplazamiento patrimonial del disponente, sino que ha de originar un riesgo
típicamente relevante en el sentido del tipo. Y el tipo de la estafa no viene a proteger el
patrimonio sin mas (el Derecho Civil puede hacer mucho), sino a la persona en sus
facultades de disponer.
“El engaño típico en el delito de estafa es aquél que genera un riesgo jurídicamente
desaprobado para el bien jurídico tutelado y concretamente el idóneo o adecuado para
provocar el error determinante de la injusta disminución del patrimonio ajeno. La
doctrina considera como engaño «bastante» a los efectos de estimar concurrente el
elemento esencial de la estafa, aquel que es suficiente y proporcional para la efectiva
consumación del fin propuesto, debiendo tener la suficiente entidad para que en la
convivencia social actúe como estímulo eficaz del traspaso patrimonial, valorándose
dicha idoneidad tanto atendiendo a módulos objetivos como en función de las
condiciones personales del sujeto engañado y de las demás circunstancias concurrentes
en el caso concreto”
3º La Doble
3º La Doble
art 248 CP: "Cometen estafa los que, con ‡nimo de lucro, utilizaren enga–o bastante
para producir error en otro, induciŽndolo a realizar un acto de disposici—n en perjuicio
propio o ajeno".
art 253 CP: "...los que, en perjuicio de otro, se apropiaren para s’ o para un tercero, de
dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble, que hubieran recibido en dep—sito,
comisi—n, o custodia, o que les hubieran sido confiados en virtud de cualquier otro t’tulo
que produzca la obligaci—n de entregarlos o devolverlos, o negaren haberlos recibido".
Ambos delitos son formas de defraudaci—n. El bien juridico protegido en ambos casos es:
el patrimonio. Adem‡s en ellos hay un desplazamiento patrimonial que supone un
enriquecimiento del delincuente con el correspondiente empobrecimiento de la v’ctima.
en la estafa, aparte de proteger el patrimonio, se protege adem‡s las facultades de disponer
de la v’ctima. Y, por su parte, en la apropiaci—n indebida tambiŽn se encarga de penar,
aparte del perjuicio patrimonial, el abuso de confianza por parte del autor.
3º La Doble
Las agravaciones que se pueden dar, tanto en la estafa como en la apropiaci—n indebida,
son las mismas ( art 253.1), salvo una peque–a excepci—n:
3º La Doble
c) o por estas dos œltimas a la vez, como hiperagravaci—n por el objeto y la acci—n
(art. 250.2)
En cuanto al sujeto activo, ambos delitos pueden ser cometidos por personas f’sicas, pero
s—lo la estafa puede ser cometida por una persona jur’dica. En el art. 251 bis se establece
la responsabilidad penal de las personas jur’dicas por la comisi—n del delito de estafa. Sin
embargo, no se prevŽ nada para la responsabilidad penal de las personas jur’dicas por
apropiaci—n indebida.
Mientras que la apropiaci—n indebida cuenta con una cl‡usula concursal de exclusi—n: o
bien es un delito o bien es otro, de modo que no puede entrar en concurso de delitos, el
delito de estafa da lugar a las siguientes situaciones concursales: frente a estafas
especificas no opera el criterio de especialidad ( concurso de leyes), sino que la estafa
desplaza los otros tipos ( por exclusi—n: el hecho constituye o bien estafa, o bien otra
modalidad de fraude). As’, donde hay un fraude de subvenciones, defraudaci—n de
Hacienda Pœblica... no se aprecia estafa, aunque la pena de aquellas es menor que la que
corresponder’a en esos casos por estafa.
3º La Doble
Es aplicable tambiŽn en ambos delitos la excusa absolutoria por parentesco entre autor y
perjudicado, sin incluir a los extra–os que participen en el mismo. (art.268). Existiendo
el delito, se suprime su sanci—n por un motivo distinto a la descripci—n de la conducta.
Afecta s—lo a la punibilidad, dejando intactas la tipicidad y la antijuricidad (de ah’ que
respondan penalmente sin problemas los participes que no sean parientes.)
Además, en ambos casos se prevé que hasta el importe de 400€ la pena es menor. Se
plantea si dicho elemento cuantitativo es un elemento del tipo o de una condici—n objetiva
de punibilidad: si es elemento del tipo, el agente deber‡ conocer ese dato (aunque sea
solo con dolo eventual); mientras que no, si es condici—n objetiva de punibilidad. Es
defendible que esa cuant’a no es elemento del tipo (se comete estafa o apropiaci—n
indebida con independencia de la cuant’a).
3º La Doble
Tipo cualificado: por el objeto del delito ( destinado a fines militares: art 265)
3º La Doble
2) el sabotaje inform‡tico (art 264 bis: " sin estar autorizado y de manera grave,
obstaculizara o interrumpiera el funcionamiento de un sistema inform‡tico ajeno").
Ambos prevŽn tipos agravados (arts.264.2-3 y 264 bis 2-3, respectivamente): as’ por
ejemplo si se hubiese cometido en el marco de una organizaci—n criminal, si se hubiese
ocasionado da–os de especial gravedad o afectado a un nœmero elevado de sistemas
inform‡ticos, si el hecho hubiera perjudicado gravemente el funcionamiento de servicios
pœblicos esenciales o la provisi—n de bienes de primera necesidad, si los hechos hubiesen
afectado al sistema inform‡tico de una infraestructura cr’tica o se hubiera creado una
situaci—n de peligro grave para la seguridad del Estado, de la Uni—n Europea o de un
Estado Miembro de la Uni—n Europea... (considerando infraestructura cr’tica al elemento,
sistema o parte de este que sea esencial para el mantenimiento de funciones vitales de la
sociedad, la salud, la seguridad, la protecci—n y el bienestar econ—mico y social de la
poblaci—n cuya perturbaci—n o destrucci—n tendr’a un impacto significativo al no poder
mantener sus funciones).
A su vez, ambos tipos admiten una agravaci—n compatible con estas: si se han utilizado
de manera il’cita datos personales de otra persona para facilitarse el acceso al sistema
inform‡tico o para ganarse la confianza de un tercero. ( arts 264.3 y 264 bis .3)
Asimismo, se prevŽ el tipo consistente en actos preparatorios espec’ficos ( art 264 ter ) :
la conducta del que, sin estar debidamente autorizado, produzca, adquiera para su uso,
importe o, de cualquier modo, facilite a terceros: a) un programa inform‡tico, concebido
o adaptado principalmente para cometer da–os inform‡ticos; b) una contrase–a de
ordenador, un c—digo de acceso o datos similares que permitan acceder a la totalidad o a
una parte de un sistema de informaci—n, con la intenci—n de facilitar la comisi—n de alguno
de los delitos a que se refieren los arts 264 y 264 bis.
Para los delitos de da–os inform‡ticos se prevŽ que puedan ser hechas responsables las
personas jur’dicas, de acuerdo con lo dispuesto en los art 31 bis y ss.
3º La Doble
En cuanto a la tipicidad subjetiva el delito de da–os se comete con dolo genŽrico, directo,
indirecto y eventual, siendo admisible la forma culposa en el supuesto previsto en el art.
267. Dado que en algunos tipos se prevŽ la producci—n de resultados ulteriores de los que
depende la gravedad de la conducta ("cuando el resultado producido fuera grave",
"ocasionando da–os de especial gravedad"...), hay que distinguir si se trata de meras
condiciones de punibilidad o de elementos del tipo. En este œltimo caso, es preciso abarcar
dicho efecto al menos con dolo eventual.
Se prevŽ la modalidad imprudente ( por imprudencia grave: art 267 ), pero s—lo para da–os
cuya cuantía sea superior a 80.000€ (razones de política criminal). Dada la redacci—n del
precepto, los da–os por imprudencia grave se refiere a todos los del cap’tulo IX; pero la
imprudencia es incompatible con algunos elementos de la descripci—n legal ( por ejemplo,
no es compatible por su propia definici—n con la organizaci—n criminal, o el dise–o de un
programa capaz de de producir los da–os descritos).La modalidad imprudente grave solo
ser‡ perseguible previa denuncia de la persona agraviada o de su representante legal. El
Ministerio Fiscal tambiŽn podr‡ denunciar cuando la persona agraviada sea menor de
edad, persona con discapacidad necesitada de especial protecci—n o una persona
desvalida. El perd—n del ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la
acci—n penal, atendiendo a lo dispuesto en el art. 130.1 5¼ CP.
3º La Doble
El Capítulo V del Título XIII, bajo la rúbrica “De la usurpación”, se ocupa de una serie de
atentados contra el ejercicio de la posesi—n o de cualquier otro derecho real sobre los bienes
inmuebles. Comprende los delitos de ocupaci—n, alteraci—n, y distracci—n del curso de las
aguas (art’culos 245,246 y 247 del CP). !
El bien jur’dico que protegen este conjunto de delitos es el del patrimonio, en este caso,
propiedades inmuebles y derechos reales inmobiliarios. Existen dudas sobre la admisibilidad
de este delito, debido a que puede plantear contradicciones con el principio de “última ratio”
e intervenci—n restringida que inspiran el Derecho penal (subprincipio de subsidiaridad).
Esto se debe a que el ordenamiento ya prevŽ la ocupaci—n de inmuebles y la adquisici—n de
la propiedad mediante la “usucapión”, por lo que no debería tipificarse la ocupaci—n.
Adem‡s, el Derecho civil permite recuperar la posesi—n en tales casos (interdictos). Por ello,
la soluci—n que se propone consiste en restringir esta tipicidad a los casos m‡s graves: uso de
violencia o intimidaci—n, graves repercusiones de la conducta, etc. !
El delito de ocupaci—n de inmuebles est‡ contenido en el art’culo 245 del CP. Dentro de
este art’culo el legislador establece diferencias en funci—n de si concurre violencia o la
conducta es pac’fica. El delito del art. 245.1 consiste en ocupar una cosa inmueble o en
usurpar un derecho real inmobiliario ajeno concurriendo violencia o intimidaci—n en las
personas (aunque a la violencia o intimidaci—n ejercidas se le impondr‡n separadamente las
penas que le correspondan). En ambos casos se requiere una apropiaci—n (y la
correspondiente desposesi—n) del inmueble o derecho real, y que la misma goce de una cierta
permanencia. Adem‡s, como la pena se determina con arreglo a la utilidad obtenida y al
da–o causado, deben concurrir ambas cosas (aunque la relevancia de una de ellas sea
menor). !
!
El art. 245.2, por su parte, tipifica una modalidad atenuada para las ocupaciones de
bienes inmuebles en las que no concurra violencia o intimidaci—n. Se tutela esta conducta
tambiŽn por el Derecho penal debido a que se considera una forma de violencia la oposici—n
del titular a la ocupaci—n del inmueble. Segœn este precepto cometer‡ delito el que ocupe, sin
la debida autorizaci—n, inmuebles, viviendas o edificios ajenos que no constituyan morada o
se mantenga en ellos en contra de la voluntad de su titular. Se trata del supuesto de los
denominados “okupas”, cuya criminalización ha sido puesta en duda por un sector de la
doctrina, que considera que el derecho tiene ya medios suficientes para solucionar el
problema sin necesidad de intervenci—n penal. Se requiere por tanto que el bien inmueble no
constituya morada, y que se llegue a habitar de forma indebida (aunque sea
espor‡dicamente). Si se ha ejercido fuerza en las cosas para entrar en el inmueble sigue
siendo de aplicaci—n este precepto. !
!
Por otro lado, el 246 del CP incrimina las conductas consistentes en alterar tŽrminos o
lindes de pueblos o heredades (o cualquier clase de se–ales o mojones), destinados a fijas los
l’mites de propiedades o demarcaciones de predios contiguos, ya sean de dominio pœblico o
privado. La pena de este delito debe determinarse con arreglo a la utilidad reportada por la
alteraci—n. Si Žsta excede de 400 euros la pena a imponer ser‡ la prevista en el art. 246.1 CP;
si es igual o inferior, la del art. 246.2 CP. !
La alteraci—n puede producirse de diversos modos (por ejemplo, desplazando o
arrancando las correspondientes se–ales), y no exige violencia o intimidaci—n, pero en todo
caso es necesario que se provoque inseguridad sobre el tŽrmino de la finca que se–alaban, o
que se convierta en imposible su determinaci—n. !
Por œltimo, el 247 CP castiga a quien, sin estar autorizado, desv’e las aguas de uso
pœblico o privativo de su curso, o de su embalse natural o artificial. Al igual que en el tipo
3º La Doble
anterior, la pena de este delito debe determinarse con arreglo a la utilidad reportada. Si Žsta
excede de 400 euros la pena a imponer ser‡ la prevista en el art. 247.1 CP; si es igual o
inferior, la del art. 247.2 CP. !
En cuanto a la tipicidad subjetiva, es necesario: el conocimiento de que el inmueble o el
derecho real es ajeno, y ‡nimo de lucro para conseguir la ocupaci—n o usurpaci—n. !
En el estadio de punibilidad, s—lo resulta aplicable la excusa absolutoria del art. 268 CP,
por el cual est‡n exentos de responsabilidad penal y sujetos a responsabilidad civil los
c—nyuges no separados, ascendientes, descendientes, hermanos por naturaleza o adopci—n,
los afines en primer grado si viviesen juntos, por los delitos patrimoniales que se causaren
entre s’, en la modalidad atenuada de la ocupaci—n. S—lo se prevŽ para la modalidad del
245.2 CP, es decir, para aquellas conductas en las que no concurra violenta o intimidatoria.
En estas conductas (245.1 CP), se impondr‡n adem‡s las penas en que el sujeto incurriere
por la violencia ejercida. !
En cuanto a la posible situaci—n concursal con el allanamiento, Žsta no es posible puesto
que ambos tipos se excluyen (son alternativos). El concurso se elude, en primer lugar,
porque los bienes jur’dicos protegidos son distintos. En los dos delitos est‡ prevista su
comisi—n pudiendo emplear violencia o intimidaci—n en las personas; sin embargo, la
principal diferencia radica en si el bien inmueble constituye morada o no. La usurpaci—n se
prevŽ para casos que no constituye morada, que no es residencia de otra persona. En cambio,
el allanamiento est‡ previsto para los casos en los que un particular entra o permanece en la
residencia de otra persona. Por tanto, pese a que la penalidad puede llegar a ser semejante, es
clave -a la hora de determinar cu‡l es el tipo penal aplicable- diferenciar las conductas de
ÇentrarÈ o Çmantenerse enÈ frente a las de ÇocuparÈ.!
3º La Doble
El bien jur’dico protegido por estos delitos es el patrimonio. Lo propio es que se afecta
al bien jur’dico del delito previo, cuya protecci—n se ve puesta en duda no s—lo por el
delito previo sino tambiŽn por el subsiguiente de receptaci—n, en cuanto impide o dificulta
la restituci—n del bien objeto del delito previo.
Dicho tipo tendr‡ por objeto material todos los efectos que procedan de un delito contra
el patrimonio o el orden socioecon—mico, y podr‡ ser colmado por cualquiera que no haya
intervenido ni como autor ni como c—mplice del delito del que proceden los efectos.
3º La Doble
- Receptaci—n de delitos:
- Modalidades de receptaci—n:
a) Ayudar a los responsables a aprovecharse de los efectos del delito (auxilio o
colaboraci—n).
b) Recibir, adquirir, u ocultar tales efectos (formas indirectas de ayuda por
existencia de relaci—n entre receptador y efectos).
En cuanto a la tipicidad subjetiva, ser‡ necesario que haya dolo, que incluye el
conocimiento de la procedencia il’cita (de delitos contra el patrimonio u orden
socioecon—mico). El conocimiento de la comisi—n de un delito previo presupone que el
receptador tenga por cierto el origen il’cito de los efectos, pero no se requiere un
conocimiento preciso de la concreta figura delictiva ni basta con la simple sospecha. Se
suelen tomar en consideraci—n la actividad desplegada por el vendedor, el valor de los
efectos adquiridos y el precio pagado, y la naturaleza y estado de los efectos.
Y tambiŽn se requerir‡ ‡nimo de lucro. El ‡nimo de lucro es lo que distingue la
receptaci—n del encubrimiento del art. 451 CP.
- Punibilidad:
3º La Doble
Receptaci—n de delitos: debe tenerse en cuenta art. 298.3 CP: en ningœn caso puede
imponerse una pena privativa de libertad que exceda de la se–alada para el delito
encubierto. Si la pena del delito encubierto no fuera la de prisi—n se sustituir‡ por la
de multa de 12 a 24 meses, que se impondr‡ en su mitad inferior si la pena del delito
encubierto fuera igual o menor que dicha multa.
Se entender‡ por delito de blanqueo de capitales todas las conductas que tienen en
comœn el contacto con bienes que tienen su origen en una actividad delictiva.
No existe unanimidad sobre el bien jur’dico protegido por este delito. Un sector afirma
que es la correcta circulaci—n de bienes en el mercado; otro que, adem‡s, hay otros
intereses afectados como la Administraci—n de Justicia, la Hacienda Pœblica y la libre
competencia; reprimir determinadas formas de criminalidad organizada.
Recoge el art. 301 CP que lo comete “el que adquiera, posea, utilice, convierta o
transmita bienes, sabiendo que Žstos tienen su origen en una actividad delictiva, cometida
por Žl o por cualquiera tercera persona, o realice cualquier otro acto para ocultar o
3º La Doble
El objeto material son los bienes que tengan su origen en un delito. No significa que
tales bienes hayan de ser el objeto material del delito, basta con que sean los bienes en
que se traduzcan las ganancias de aquŽl.
Al no estar hablando de un delito especial, cualquiera podr‡ colmar el tipo, aunque haya
participado en el delito del que originariamente provienen los bienes (autoblanqueo), en
cuyo caso existir‡ un concurso real de delitos.
Para colmar la faceta subjetiva del tipo es necesario que el sujeto activo obre sabiendo
cu‡l es el origen de los bienes, de un delito o de un acto de participaci—n en el mismo (si
lo desconoce puede entrar en consideraci—n la modalidad imprudente: Žsta deber‡
limitarse a aquellos supuestos en los que ciertas personas se hallen especialmente
obligadas a cumplir los deberes de cuidado). La jurisprudencia entiende que basta con la
conciencia de la anormalidad de la operaci—n y la razonable inferencia de que el bien
procede de un delito. Son indicios aceptados: a) el incremento inusual del patrimonio;
b) la inexistencia de negocios l’citos que justifiquen el incremento o las
transmisiones; c) la constataci—n de v’nculos con actividades delictivas.
3º La Doble
El art. 301. 1 establece que, adem‡s de la pena de prisi—n, los jueces o tribunales,
atendiendo a la gravedad del hecho y a las circunstancias personales del delincuente,
podr‡n imponer tambiŽn a Žste la pena de inhabilitaci—n especial para el ejercicio de su
profesi—n o industria, y acordar la medida de clausura temporal o definitiva del
establecimiento o local. Si la clausura fuese temporal, su duraci—n no podr’a exceder de
5 a–os.
En el art. 301.2 se castiga, con las mismas penas, las conductas de ocultaci—n o
encubrimiento de la verdadera naturaleza, origen, ubicaci—n, destino, movimiento o
derechos sobre los bienes o su propiedad a sabiendas de que proceden de algœn delito.
Si el culpable de dicho delito hubiera obtenido ganancias, las mismas ser‡n decomisadas
conforme a las reglas del art. 127 CP.
- Agravaciones:
a) Si el blanqueo es de bienes relacionados con el narcotr‡fico.
b) Cuando los hechos se realicen por personas que pertenezcan a una organizaci—n
dedicada al blanqueo de bienes (art. 302).
3º La Doble
Para poder hablar de delito de falsedad es necesario que la alteraci—n afecte realmente a
la funci—n del documento. No toda alteraci—n de la realidad es delictiva. Debe inducir a
error.
Los delitos de falsedad documental se encuentran recogidos en los art’culos 390-399 bis
CP.
El bien jur’dico protegido son las propias funciones del documento. Funci—n de
perpetuaci—n, funci—n de garant’a y funci—n probatoria, siempre y cuando entrŽ en el
tr‡fico jur’dico .Importantes consecuencias pr‡cticas: documentos nulos, falsedad burda,
fotocopias, placas de matr’cula. Mediante la protecci—n de estas se protege la fe pœblica.
Atendiendo al art’culo 26 CP, entendemos por documento "todo soporte material que
exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro
tipo de relevancia jur’dica", puede ser documento electr—nico, pœblico, oficial, mercantil,
secreto, y privado. Tradicionalmente los requisitos de los documentos se limitaban a la
forma escrita y a la materialidad del soporte, sin embargo el TS, en la sentencia 19 de
abril de 1991, aclar— que pod’a entenderse por documento algo diferente a un papel, pues
existen otros soportes f’sicos que declaren la voluntad.
3º La Doble
á La originalidad
3º La Doble
Los sujetos activos de este delito son los facultativos, la autoridad o funcionario pœblico
y los particulares. Engloba diversas conductas como la de librar certificado falso,
falsificaci—n de certificaci—n por un funcionario, falsificaci—n de certificado por un
particular y hacer uso a sabiendas de la certificaci—n sin haber falsificado, o traficar con
ella.
El objeto material de este delito lo componen las tarjetas de crŽdito o dŽbito y cheques de
viaje.
3º La Doble
En este delito se puede exigir una posible responsabilidad a las personas jur’dicas.
No nos encontramos ante un delito especial, pues este tipo pueden realizarlo tanto
particulares alterando o simulando un documento o suponiendo un acto en la intervenci—n
de personas que no la han tenido, como una autoridad, o funcionario pœblico en el
ejercicio
de sus funciones. Podr‡n tambiŽn los responsables de confesiones religiosas.
3º La Doble
El bien jur’dico protegido son las espec’ficas funciones de los documentos: perpetuaci—n
(estabilidad del contenido del documento), garant’a (autenticidad) y probatoria
(veracidad). Estas funciones tienen importantes consecuencias en la pr‡ctica,
(documentos nulos, fotocopias, falsedad burda, placas de matrícula….)
Tipos delictivos:
3º La Doble
Artículo 390 CP, regula un tipo delictivo específico de falsedad documental, aplicable al
funcionario público o autoridad en el ejercicio de sus funciones. Dispone que será
castigado quien cometa falsedad de manera que induzca a error sobre su autenticidad.
Alude a cuatro grandes conductas que las podemos resumir en dos grandes bloques.
- Falsedades materiales: implican una intervenci—n del autor sobre el soporte material del
documento, que lesiona la funci—n de garant’a. Art 390.1.1¼ alterando un documento en
alguno de sus elementos o requisitos de car‡cter esencial, y 390.1.2¼ simulando un
documento en todo o en parte, de manera que induzca a error sobre su autenticidad.
“ L
creación del mismo, configurándolo de tal modo que produzca una apariencia de
veracidad por su estructura y forma de confección. Debe afectar a la garantía del
documento.
3º La Doble
En el delito especial de falsedad en documento oficial, el sujeto activo debe ser las
autoridades, funcionarios públicos y responsable de confesiones religiosas. *Art 24 CP:
el que por sí solo o como miembro de alguna corporación, tribual u órgano colegiado
tenga mando o ejerza jurisdicción propia. Tienen que estar en el ejercicio de sus
funciones, si no hablaremos de falsedad de particular.
3º La Doble
- Peligro abstracto: no se requiere la efectiva situaci—n de peligro sino que basta con la
peligrosidad de la conducta ex ante. Art 379: conducci—n bajo la influencia de
estupefacientes.
FACETAS:
A) Estructura:
B) Pol’tico-criminal
El legislador anticipa podr’a optar por imputar la conducta en tentativa, sin embargo,
estar’amos llegando tarde, cuando ya se comienza a poner en peligro el bien jur’dico
mediante una conducta como tal, lo m‡s probable es que el resultado se acabe dando. El
legislador podr’a imputar la conducta cuando hay resultado: ya se ha da–ado el bien
jur’dico. Pero la respuesta del legislador en este caso es no esperar para tipificar, sino
adelantar la barrera de punici—n que ya hab’a roto con los actos preparatorios punibles.
Criminaliza porque se trata de conductas que estad’sticamente ya sabemos que van a
producir el resultado (exceso de velocidad, conducción bajo los efectos del alcohol…).
Se prevŽn en los delitos contra la seguridad colectiva, contra recursos naturales y contra
la seguridad vial. Las materias protegidas son los veh’culos, los medicamentos y las
armas. El motivo es la alta probabilidad de que las conductas relacionadas con estas
materias acaben en resultado lesivo. No se proh’ben del todo puesto que de esta manera
3º La Doble
BIEN JURêDICO
- Bien jur’dico individual cl‡sico: delitos contra bienes jur’dicos colectivos (la
seguridad…), intereses difusos (el medio ambiente…) o principios generales (la
solidaridad…). Si así fuera, los delitos de peligro se caracterizarían, no por poner en
peligro esos mismos bienes, sino por su efectiva lesi—n. El bien jur’dico ser’a lo que con
la consumaci—n se da–a. Ciertamente, al generalizar el concepto y la definici—n se ampl’an
las posibilidades de “lesionarlo”. Depende del punto de vista y del objeto al que se refiera
el tŽrmino lesi—n, y no se abarcar’a todo el desvalor de la conducta s—lo castigando la
lesi—n quedar’a impune la conducta peligrosa. Por otro lado parece dif’cil fundamentar la
existencia de un injusto penal por el grado de adelantamiento de la protecci—n.
3º La Doble
3º La Doble
reacci—n frente a la polic’a, circunstancias de la persona (ten’a una gran suma de dinero
en efectivo encima, no trabaja pero tiene un Mercedes…)
Supuestos agravados:
Agravaciones 1 (art.369):
a) En raz—n del sujeto afectado: Suministro a menores de 18 a–os, a disminuidos
ps’quicos o a personas sometidas a tratamiento de deshabituaci—n o rehabilitaci—n.
b) En raz—n del sujeto activo: i.) Culpable fuere autoridad*, funcionario* pœblico,
facultativo, trabajador social, docente o educador y obrase en el ejercicio de su cargo,
profesi—n u oficio. ii.) El culpable participare en otras actividades organizadas o cuya
ejecuci—n se vea facilitada por la comisi—n del delito.
c) En raz—n del lugar de comisi—n: i) En centros docentes, en centros, establecimientos
o unidades militares, en establecimientos penitenciarios o en centros de deshabituaci—n o
rehabilitaci—n, o en sus proximidades. ii) Que los hechos fueren realizados en
establecimientos abiertos al pœblico por los responsables o empleados de los mismos.
d) En raz—n del medio empleado: i.) Empleo de violencia* o exhibici—n o uso de armas*
para cometer el hecho. ii) Adulteraci—n de las sustancias, manipulaci—n o mezcla entre s’
o con otras, incrementando el posible da–o a la salud.
e) En raz—n de la cantidad: Cantidad de notoria importancia: cfr. Acuerdo del Pleno TS
19 de octubre 2001.
Situaciones concursales:
A) con el delito de contrabando: Supuesto de hecho, caso de los muleros (llevan droga
en el est—mago pero la polic’a les para en el aeropuerto, no han llegado a meter la droga
en el pa’s). Existe debate entre dos posibilidades:
3º La Doble
a) Concurso ideal de delitos: porque afecta a dos bienes jur’dicos distintos (la salud
pœblica y el interŽs del pa’s).
b) Concurso de normas: s—lo se aplica en el tr‡fico de drogas, es el criterio por el
que se ha inclinado la jurisprudencia (APTS 25 noviembre de 1997 y 19 de julio
de 2000).
B) con posibles delitos de homicidio o lesiones (por sobredosis). Concurso de delitos
por tratarse de bienes jur’dicos distintos: el homicidio afecta a la vida (bien personal’simo)
y el tr‡fico de estupefacientes a la salud pœblica.
C) con lavado de capitales: concurso de delitos.
3º La Doble
3º La Doble
B) Atenuaciones.
1. Art’culo 368, p‡rrafo II: “No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, los
tribunales podr‡n imponer la pena inferior en grado a las se–aladas en atenci—n
a la escasa entidad del hecho y a las circunstancias personales del culpable. No
se podr‡ hacer uso de esta facultad si concurriere alguna de las circunstancias a
que se hace referencia en los artículos 369 bis y 370”. Se trata de una atenuaci—n
sobre el tipo b‡sico, potestativa en atenci—n a la escasa entidad y a las
circunstancias, como el entorno, si es drogodependiente etc. Adem‡s no debe de
haber agravaciones.
2. Art’culo 376, colaboraci—n con la Administraci—n de Justicia:
! Abandono del sujeto de sus actividades delictivas voluntariamente.
! Colaboraci—n activa con las autoridades o sus agentes:
1. Para impedir el delito
2. Para obtener pruebas decisivas para la identificaci—n o captura de otros
responsables
3. Para impedir la actuaci—n o el desarrollo de las organizaciones o
asociaciones a las que pertenec’a.
3. Tratamiento de desintoxicaci—n: El reo que siendo drogodependiente cuando
cometi— los hechos, acredite suficientemente que ha finalizado con Žxito un
tratamiento de deshabituaci—n. Siempre que la cantidad de drogas t—xicas,
estupefacientes o sustancias psicotr—picas no fuese de notoria importancia o
extrema gravedad.
3º La Doble
3º La Doble
Imputaci—n objetiva
Los delitos contra la seguridad vial relativos a la conducci—n se dividen en cuatro tipos
de conductas: de peligro, at’picas, delitos de lesi—n e infracciones administrativas.
Dentro delas conductas de peligro nos encontramos con el tipo b‡sico (art. 379), el grave
(art. 380) y el muy grave (art. 381).
Dentro del tipo b‡sico se engloban tres conductas t’picas diferentes que no exigen una
puesta en peligro concreta para la vida o integridad de las personas, lo que se conoce
tambiŽn como delitos de peligro abstracto (art.379): conducir un veh’culo de motor o
ciclomotor con velocidad superior en 60 Km/h en v’a urbana o 80 Km/h en v’a
interurbana a la establecida; conducir un veh’culo motor o ciclomotor bajo la influencia
de drogas t—xicas, estupefacientes, sustancias psicotr—picas o bebidas alcoh—licas. La
exigencia de que el sujeto activo conduzca “bajo la influencia” de las sustancias referidas
puede excluir la tipicidad por falta tipicidad material si la ingesta de sustancias no afecta
a la conducci—n relevantemente. Se establecen controles preventivos de alcoholemia, en
los que se realizan pruebas de detecci—n con independencia de si se ha conducido de
manera irregular o peligrosa; o bien conducir un veh’culo motor o ciclomotor con una
tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o tasa de alcohol
en sangre superior a 1,2 gramos por litro. El delito se consume en el momento en el que
se inicia la conducci—n.
Como tipo agravado se prevŽ la conducci—n manifiestamente temeraria en el art’culo
380 CP: “el que condujere un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad manifiesta
y pusiere en concreto peligro la vida o la integridad de las personas”. Se trata de un
delito de peligro concreto. El tipo penal requiere dolo, es decir que el sujeto ha de
conocer que conduce de forma temeraria. Hablaremos de temeridad manifiesta cuando
concurran las circunstancias del art’culo 379.1y 379.2. Puede concurrir tambiŽn con una
actuaci—n imprudente con respecto del eventual resultado lesivo que puede producirse
como consecuencia de la conducci—n temeraria.
Por œltimo, nos encontramos con el tipo muy cualificado del art. 381. Para encontrarnos
ante un caso muy cualificado se requiere que se trate de una conducci—n manifiestamente
temeraria con manifiesto desprecio hacia la vida de los dem‡s. La doctrina jurisprudencial
entiende que este delito requiere dolo eventual respecto del peligro y del resultado. Se
concibe como una tentativa de homicidio con dolo eventual. Se recoge tambiŽn un
subtipo atenuado si no hay peligro concreto para la vida. Es incompatible con la
aplicaci—n de aquellas circunstancias eximentes o atenuantes que toman en consideraci—n
el hecho de que el sujeto haya cometido el delito bajo los efectos del alcohol o drogas,
d‡ndose as’ el problema de inherencia de circunstancias. Se trata de una manifestaci—n de
la regla ne bis in ’dem por la cual aquellos datos que pertenezcan a la descripci—n del
hecho t’pico no pueden tomarse en cuenta adem‡s como circunstancias modificativas.
PENAS:
3º La Doble
385 ter: Posibilidad de atenuaci—n facultativa en atenci—n a la menor entidad del riesgo
causado y a las dem‡s circunstancias del hecho. No del autor. S—lo para la pena de prisi—n.
Conductor profesional que rebasa velocidad, se podr’a alegar que hay una menor entidad
del riesgo causado por el hecho de que tiene mayor control, no es s—lo una circunstancia
del agente sino que influye en el riesgo.
Reincidencia; circunstancia del agente, es reincidente cada uno. No se atenœa. Adem‡s se
prevŽ como forma de agravaci—n, no tendr’a sentido.
En este supuesto podr’amos incluir por ejemplo: era de noche y no hab’a nadie en la
carretera.
3º La Doble
Conductas at’picas en relaci—n con los delitos contra la seguridad vial pero t’picas en
virtud de los delitos de lesiones. (Homicidio, lesiones, daños… en sus modalidades tanto
dolosas como imprudentes)
Art 382: En caso de producirse resultado lesivo se aplicar‡ la pena m‡s grave en su
mitad superior. Referido a los art. 379, 380 y 381.
Supuesto:
‚ Imputaci—n por el 381CP: 2-5 a–os.
‚ Homicidio imprudente: 1-4 a–os.
Se aplicar‡ la agravaci—n del grave, en este caso el 381.
3º La Doble
3º La Doble
Regulado en el art. 384 CP. Consiste en un delito de peligro abstracto. El elemento b‡sico
del tipo es la conducci—n sin permiso o sin licencia por pŽrdida de puntos. Puede darse el
supuesto de que el sujeto haya sido previamente privado del permiso o licencia por
decisi—n judicial y la conducci—n en este caso podr’a constituir un delito de
quebrantamiento de condena en el que el bien jur’dico protegido es la Administraci—n de
justicia. Ahora bien, el p‡rrafo segundo del art. 384 CP recoge esta posibilidad y por lo
tanto ser’a de aplicaci—n sin necesidad de entender la existencia de un concurso de delitos.
Al ser un delito de peligro abstracto el Código penal sanciona una conducta que normalmente es peligrosa.
Basta con la peligrosidad de la conducta para sancionar penalmente. Comúnmente se consideran delito tres
situaciones: a) Que le hayan quitado todos los puntos del carnet. b) La persona condenada que realizare la
conducción tras haber sido privada cautelar o definitivamente del carnet o permiso por decisión judicial. c)
Conducir un vehículo sin haber obtenido nunca carnet o permiso de conducir.
El resto de infracciones relativas al permiso de conducir deber‡n resolverse por la v’a del
derecho administrativo sancionador.
3º La Doble
El bien jur’dico protegido: En primer lugar, para poder explicarlo, tenemos que
conocer las posibles interpretaciones del concepto. Son dos; 1)Administraci—n Pœblica,
no entendida como principio de autoridad que se protege con la tipificaci—n de otros
delitos (atentados, desobediencia…) Nos referimos a delitos cometidos por funcionarios
ayudados en alguna ocasi—n por los particulares. 2) administraci—n (minœsculas)
entendida como el buen funcionamiento de los —rganos de la Administraci—n Pœblica en
sentido funcional, como instrumento al servicio de los ciudadanos.
Contenido de lo injusto
En los delitos estudiados hasta aqu’, son delito que pueden cometerse por violencia o por
error. (Bis absoluta/fuerza y bis ps’quica/miedo)
En los delitos contra Administraci—n Pœblica sin embargo, no se sigue este esquema. Lo
que se analiza es la DESOBEDIENCIA como infracci—n del deber. El contenido de lo
injusto se constata en la infracci—n de los deberes del funcionario; el atentado contra la
objetividad, el saltarse la ley y el derecho, etc…
Las barreras en estos casos entre comisi—n y omisi—n se diluyen. El injusto reside ahora
en la infracci—n del deber.
3º La Doble
cometer estos delitos puesto que carecen de este deber de actuar y quedan por tanto
quedan fuera de la autor’a pudiendo responder como part’cipes.
Otros delitos en los que el funcionario incumple gravemente sus funciones. Estos
son: 1) Abandono de destino y de la omisi—n del deber de perseguir delitos. 2)
Desobediencia y denegaci—n de auxilio. 3) Infidelidad en la custodia de documentos y
violaci—n de secretos.
3º La Doble
Entre los delitos contra la administraci—n publica, se incluyen una serie de tipos dirigidos
a garantizar el cumplimiento de las leyes penales, sea para impedir delitos, sea para
perseguirlos o hacer cumplir las leyes. En la medida en que van dirigidos a asegurar el
cumplimiento de las normas penales, los supuestos de omisi—n de perseguir est‡n
dirigidos a tutelar la Administraci—n de Justicia.
3º La Doble
3º La Doble
ejercicio de la funci—n pœblica. TambiŽn se prevŽ una modalidad de cohecho activo para
las personas jur’dicas.
Existen dos excepciones al tipo objetivo general:
- Tipo privilegiado: Se prevŽ una rebaja de pena para los casos en los que el soborno se
produce en causa penal y para favorecer al reo, siempre que se haga por el c—nyuge o
persona ligada de forma estable por an‡loga relaci—n de afectividad, ascendiente,
descendiente o hermano por naturaleza, por adopci—n o afinidad. Su justificaci—n podr’a
estar en su semejanza a un estado de necesidad exculpante.
- Punibilidad: se prevŽ exenci—n de pena del particular (no del funcionario pœblico) si,
tras acceder ocasionalmente a la solicitud de la d‡diva, denuncia antes de la apertura del
procedimiento y en el plazo de 2 meses desde los hechos. Se trata de una excusa
absolutoria por razones de pol’tica criminal (fomentar la denuncia).
- Tipicidad subjetiva: s—lo se prevŽ en su modalidad dolosa.
- Concursos: cabe la posibilidad de concurso ideal de delitos con el de inducci—n al delito
correspondiente en supuestos en que la d‡diva, presente, ofrecimiento o promesa se
encuentran orientados a la comisi—n de un delito efectivamente realizado (en los casos de
cohecho activo, que cabr’a entender como concurso medial).
En lo que se refiere a las diferencias con el tr‡fico de influencias, el instrumento
empleado para conseguir el acto inherente al cargo de funcionario (o su omisi—n) es una
situaci—n personal o jer‡rquica: se emplea, por tanto, el influjo ps’quico, no una d‡diva,
favor, retribuci—n, ofrecimiento o promesa.
3º La Doble
El objeto material del delito son los caudales o efectos pœblicos. Por tales hay que
entender cualquier bien o valor realizable econ—micamente que pertenece a la
Administraci—n. La noci—n de pertenencia se interpreta en sentido amplio, como
afectaci—n al servicio pœblico. No se requiere que sean de propiedad pœblica bastando al
efecto que se hallen en el circuito pœblico, afectos a una determinada finalidad. Dichos
caudales o efectos habr‡n de estar a cargo de la autoridad o funcionario pœblico por raz—n
de sus funciones.
Se trata de un delito especial por lo que requiere, para poder ser autor, una espec’fica
cualificaci—n en el agente. As’, el sujeto activo s—lo puede ser la autoridad o funcionario
pœblico definido a efectos penales en el art’culo 24 del CP. El particular que cometa la
acci—n no puede realizar este tipo, pero s’ otro (de administraci—n desleal o de apropiaci—n
indebida).
En cuanto a las modalidades t’picas:
1) Se regulan las conductas de malversaci—n. La LO 1/2015 modifica el eje vertebrador
de la regulaci—n, que pasa a ser la distinci—n entre conductas de administraci—n desleal
(art 432.1 CP con referencia al art 252 CP) y conductas de apropiaci—n indebida (art
432.2 CP con referencia al art 253 CP). La malversaci—n tiene como pena base la de
prisi—n de dos a seis a–os e inhabilitaci—n especial para empleo o cargo pœblico y para el
derecho de sufragio pasivo de seis a diez a–os.
El art 432.3 CP prevŽ una importante agravaci—n de la pena que pasa a ser de cuatro a
ocho a–os de c‡rcel y de diez a veinte de inhabilitaci—n absoluta en dos casos: a) cuando
se cause grave da–o o entorpecimiento al servicio pœblico y b) cuando el valor de los
bienes o efectos apropiados exceda de 50.000 euros. En caso de que el valor exceda los
250.000 euros la pena se impondr‡ en su mitad superior, pudiŽndose llegar a la pena
superior en grado lo que supone una pena privativa de libertad de ocho a doce a–os.
Por el contrario, cuando el perjuicio o el valor de los bienes apropiados es de menos de
4.000 euros, el art 433 CP prevŽ la rebaja de la pena a la de prisi—n de dos a–os, multa de
tres meses y un d’a a doce meses e inhabilitaci—n especial para empleo o cargo pœblico
para el derecho de sufragio pasivo de uno a cinco a–os. El art 343 CP introduce una nueva
cl‡usula premial conforme a la cual se rebajar‡ en uno o dos grados la pena a quienes
reparen de forma completa y efectiva el perjuicio causado o colaboren activamente con
la obtenci—n de pruebas decisivas para esclarecer los hechos o identificar o capturar a
otros responsables de los mismos.
3º La Doble
En el art 435 CP el legislador establece que las disposiciones relativas a ambos delitos
sean aplicables a sujetos que quedar’an fuera del concepto funcionario. Se trata, por tanto,
de una cl‡usula de extensi—n de la autor’a: a) a cualquier sujeto que, por cualquier
concepto, se encargue de fondos, rentas o efectos de las administraciones pœblicas b) a
los part’culas designados por la ley depositarios de caudales o efectos pœblicos c) a los
administradores o depositarios de dinero o bienes embargados, secuestrados o
depositados por autoridad pœblica d) a los administradores concursales, con relaci—n a la
masa concursal o los intereses econ—micos de los acreedores.!
3º La Doble
- Caracter’sticas del tipo: Estas infracciones se consideran delitos especiales ya que s—lo
pueden ser cometidos por sujetos cualificados. Cuando intervienen sujetos no
cualificados se plantean problemas de imputaci—n. En virtud del art. 65.3 CP, estos
particulares podr‡n ser imputados como part’cipes, ya que en ningœn caso tendr‡n la
condici—n de autores.
TambiŽn es un delito de tipo residual; que se ve desplazado por otros que se refieren al
mismo comportamiento en ‡mbitos determinados (en materia de ordenaci—n del territorio,
patrimonio hist—rico, etc), cometidos por sujetos m‡s espec’ficos (prevaricaci—n de jueces
y magistrados), o que consisten en conductas m‡s concretas (propuesta, nombramiento o
dar posesi—n para un cargo pœblico a persona que no reœne los requisitos, art. 405 CP).
3º La Doble
Comisi—n por omisi—n: por la v’a del art. 11 CP (cl‡usula de equivalencia); requiere
resultado. La jurisprudencia se lo ha planteado y en Acuerdo del Pleno del TS ha
determinado que s’. Hay que reconocer entonces que el delito de prevaricaci—n
administrativa es de resultado, opini—n que no es un‡nime.
Se prevŽn actos preparatorios de conspiraci—n, proposici—n y provocaci—n para cometer
los delitos contra la Administraci—n Publica (art. 445)
- Concurso: El delito de arrogaci—n de funciones pœblicas, 508.1, est‡ absorbido en el
prevaricaci—n y no permite concurso de delito. Existe concurso de leyes entre la figura
genŽrica de prevaricaci—n y la prevaricaci—n espec’fica, que se resuelve a favor de la
espec’fica, por aplicaci—n del principio de especialidad.
- Otras modalidades:
- Art. 405 CP, nombramiento ilegal: Delito especial previsto para el funcionario que
nombre a sabiendas de que la persona carece de los requisitos exigidos para el cargo.
Delito doloso.
- Art. 406 CP, aceptaci—n del cargo ilegal: Delito comœn previsto para el particular que
acepte el cargo sabiendo que no tiene los requisitos necesarios para el mismo.
- Diferencias con el tr‡fico de influencias:
- Elemento t’pico: Aprovechamiento, por funcionaros o particulares, de su influencia
(predominio o fuerza moral) sobre funcionarios para conseguir de estos una resoluci—n
con fines de enriquecimiento propio o ajeno.
Delito de mera actividad que no exige que se dŽ la resoluci—n o el beneficio pretendidos
(si se consiguiere: tipo agravado).
- Sujeto activo: Previsto para funcionarios pœblicos que influyen en funcionarios, as’
como para particulares que influyen en funcionarios. Asimismo cabe imputar
responsabilidad a la persona jur’dica.
- Concursos: puede plantear dudas concursales con el cohecho y la prevaricaci—n que se
resolver‡n en funci—n del caso concreto.
Con la prevaricaci—n, puede resolverse a favor de Žsta. En el caso de que fuera un
particular quien “influyera” se le podrá imputar únicamente como inductor a la
prevaricaci—n (ser’a concurso de normas).
3º La Doble
1.Justicia: Bien jur’dico etŽreo, que puede ser entendido como valor constitucional o
como sentimiento. Entendido como sentimiento no puede ser un bien jur’dico penal. La
Justicia, (con mayúsculas) como; dar a cada uno “lo suyo”: aún es demasiado incompleto,
incluye tambiŽn lo civil mercantil etc. estamos en el plano de lo penal, necesitamos una
mayor concreci—n.
4.El bien jur’dico de la Administraci—n de justicia es el bien jur’dico que ha sido da–ado
con el cometimiento de la conducta del tipo. Este concepto se entiende como NORMA
DE RESGUARDO.
NORMA DE RESGUARDO.
Ejemplo: hay un delito de prevaricaci—n judicial de una sentencia que se refiere a un
homicidio, en este caso el bien jur’dico es el mismo que el del homicidio, la vida.
3º La Doble
Un delito de resguardo protege el bien jur’dico del delito al que se adhiere. Por ello
podemos llamar a alguno de estos delitos: TIPOS SUBSIGUIENTES (no est‡n todos en
el T’tulo XX y no todos los aqu’ recogidos lo son)
MODALIDADES TêPICAS: clasificaci—n
i) Contra la persecuci—n
i. Omisi—n del deber de perseguir (408)
ii. Encubrimiento (451-454)
3º La Doble
Para la NT suficiente hasta aqu’. Lo siguiente ha sido explicado en clase (el a–o
pasado) y podr’a entrar como temario de preguntas cortas.
455. Realizaci—n arbitraria del propio derecho. Vulgarmente: tomarse la justicia por
su mano. Lo espec’fico de este delito es la libertad. Exige violencia, intimidaci—n y fuerza
en las cosas (es el binomio del robo).
450: Omisi—n del deber de impedir ciertos delitos. Responde a la estructura de la norma
de resguardo. Protege los bienes jur’dicos que pueden verse lesionados si no se impiden
estos delitos.
1. El que, pudiendo hacerlo con su intervenci—n inmediata y sin riesgo propio o ajeno,
no impidiere la comisi—n de un delito que afecte a las personas en su vida, integridad o
salud, libertad o libertad sexual, ser‡ castigado con la pena de prisi—n de seis meses a
dos a–os si el delito fuera contra la vida, y la de multa de seis a veinticuatro meses en los
dem‡s casos, salvo que al delito no impedido le correspondiera igual o menor pena, en
cuyo caso se impondr‡ la pena inferior en grado a la de aquŽl.
3º La Doble
Nos encontramos ante un delito de tipo omisivo que se establece un deber de impedir
delitos antes de su comisi—n o durante la misma. (Podr’a ir con el art. 195 CP de omisi—n
de socorro. Ambos se tipifican en 1997).
Antes de la comisi—n del delito hay deber de impedirlo o comunicarlo, sin embargo, si el
delito ya se ha cometido y no se denuncia, no se est‡ incurriendo en el tipo del 450 CP.
Quien lo ha presenciado no tiene deber de denunciar; no tiene deber penal aunque s’ existe
un deber en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (259, 264). Es importante que la infracci—n
se prevea en la LECr para que as’ el legislador aclare que la conducta no es irrelevante y
debe ser sancionada pero no a travŽs de un delito. El modelo de reparto de cargas entre
ciudadanos y Estado referido al momento post-delictivo es pro libertate, el comœn de los
mortales no tiene un deber de actuar una vez ya cometido el delito. Hay libertad del
ciudadano pero no para los funcionarios. Se busca asegurar el hacer ejecutar lo juzgado.
3º La Doble
La prevaricaci—n judicial est‡ recogida en los art’culos 446 a 449 CP. El bien jur’dico
protegido es la confianza del ciudadano en el buen funcionamiento de la Administraci—n
de Justicia, pero tambiŽn las funciones de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado,
encomendadas al Poder Judicial por la Constituci—n.
Tipo objetivo: Se castiga al juez o magistrado que dicte sentencia o resoluci—n injusta
(art. 446):
Juez o magistrado: Se trata de un delito de mera desobediencia, que œnicamente
puede ser cometido por el sujeto cualificado (el extraneus nunca podr’a ser autor).
Es un delito especial propio sin correspondencia por tanto con otro delito comœn
para particulares.
Sentencia o resoluci—n: Hay que recordar que existen tres tipos de resoluciones:
‚ providencia (no resuelve, la injusticia es poco probable),
‚ auto (decide cuestiones como el sobreseimiento, admisi—n o inadmisi—n de
demandas… cabe injusticia) y
‚ sentencia: toda sentencia es resoluci—n pero hay resoluciones que no son
sentencias.
Injusta: no significa con error o incorrecci—n, pero tampoco ilegal, la ilegalidad se
ventila en los recursos. El juez es prevaricador muy pocas veces: cuando adopte
una sentencia que sea insostenible desde cualquier tipo de interpretaci—n jur’dica
en un Estado de Derecho, apart‡ndose de las opiniones jur’dicamente defendibles..
No ser‡ por tanto sostenible desde:
3º La Doble
Existen diferentes penas para este delito, por ejemplo la hay para sentencias contra
reo en causa criminal por delito grave o menos grave, si la sentencia no hubiera
llegado a ejecutarse. El tipo cualificado se dar‡ si se ha ejecutado. Asimismo, se
prevŽn distintas penas (menores) en caso de sentencia injusta contra reo dictada
en proceso por delito leve, o cuando dictara cualquier otra sentencia o resoluci—n
injustas.
Adem‡s del dictado de sentencias o resoluciones injustas, este cap’tulo contiene otros dos
tipos:
- La denegaci—n de justicia (art. 448): cometido por el Juez o Magistrado que se
negase a juzgar, sin alegar causa legal, o so pretexto de oscuridad, insuficiencia o
silencio de la ley. No hay denegaci—n de justicia cuando concurre alguna de las
causas legales de abstenci—n del art. 219 LOPJ (ej.: El v’nculo matrimonial o
situaci—n de hecho asimilable y el parentesco por consanguinidad o afinidad
dentro del cuarto grado con las partes, ser o haber sido denunciante o acusador de
cualquiera de las partes, tener pleito pendiente con alguna de Žstas, amistad ’ntima
o enemistad manifiesta con cualquiera de las partes, tener interŽs directo o
indirecto en el pleito o causa…).
- Retardo malicioso en la Administraci—n de Justicia (art. 449.1): es un delito de
naturaleza omisiva por parte del Juez, Magistrado o Secretario Judicial. En cuanto
a la tipicidad subjetiva, ha de haber dolo: el retardo ha de ser malicioso, para
conseguir cualquier finalidad ileg’tima. L’mite con la sanci—n disciplinaria.
! Tipo atenuado (art. 449.2): retardo imputable a un funcionario distinto a
los del art. 449.1.
3º La Doble
La norma de resguardo es aquella que asegura un delito que, estando vigente, requiere
de reafirmaci—n. Ejemplo: 1. Norma primaria: prohibido matar. 2. Norma secundaria:
cast’guese con pena de prisi—n. 3. Norma terciaria: Àc—mo garantizar que se va a
castigar? La œnica manera de asegurar normas es con otras normas. Prohibido, por tanto,
encubrir o entorpecer.
- Delito de encubrimiento (arts. 451–454 CP): hasta 1995, el encubrimiento era una
forma de participaci—n post-delictiva. Es decir, de los delitos respond’an los autores,
c—mplices y encubridores. El legislador se da cuenta de que no es posible la
participaci—n en un delito que ya ha sido consumado, por lo que a partir de 1995 se
tipifica como un delito aut—nomo contra la Administraci—n de Justicia.
Es un delito subsiguiente que, como ve’amos, protege el mismo bien jur’dico que el
delito anterior. En general, se precisa: i) Que se conozca la comisi—n de un delito:
conocimiento anterior a la realizaci—n de la conducta encubridora. ii) No haber
intervenido en el mismo como autor o c—mplice. iii) Que el hecho previo sea
antijur’dico (accesoriedad limitada): Para ser part’cipe es necesario que haya un hecho
t’picamente antijur’dico (accesoriedad cualitativa) que haya dado comienzo
(accesoriedad cuantitativa). La culpabilidad del autor no es relevante (453 CP), lo
importante es la antijuridicidad de la conducta.
- Modalidades:
3º La Doble
- Que el hecho encubierto sea constitutivo de traici—n, homicidio del Rey/ Reina/
Pr’ncipe/ Princesa de Asturias, de cualquiera de sus ascendientes o descendientes,
genocidio, rebeli—n, terrorismo u homicidio.
- Que el favorecedor haya obrado con abuso de funciones pœblicas (art. 451.3).
- Punibilidad: estar‡n exentos de penas los c—nyuges o personas ligadas por an‡loga
relaci—n de afectividad, ascendientes, descendientes, hermanos, por naturaleza o por
adopci—n o afines (art. 454 CP). No quedar‡n exentos en los supuestos de auxilio
complementario del art. 451.1 CP. La pena privativa de libertad no puede exceder de la
se–alada para el delito encubierto (art. 452 CP).
En relaci—n con el delito del art. 450 CP (omisi—n de los deberes de impedir delitos o
promover su persecuci—n), Žste tambiŽn requiere no haber intervenido y la comisi—n de
un hecho t’picamente antijur’dico por otros. Se trata de un concurso de normas resuelto
por alternatividad: nunca puede ser ambos a la vez.
3º La Doble
-Tipo atenuado
+Si el sujeto no est‡ privado de su libertad ambulatoria (art 469.1 in fine)
+Si existe relaci—n de parentesco con el evadido (aunque puede haber problema de
compatibilidad con la circunstancia atenuante del art. 23)
-Tipo agravado
+(468.2 CP) establece que la pena agravada de seis meses a un a–o de prisi—n se
impondr‡ necesariamente en el caso de que el quebrantamiento tenga por objeto alguna
de las penas privativas de libertad del art’culo 48 CP, medida cautelares o de seguridad
y Žstas hayan sido impuestas por la comisi—n de un delito de violencia domŽstica o de
gŽnero, y en el caso de que el quebrantamiento tenga por objeto la medida de libertad
definida en el art’culo 106 CP.
+(469 CP): se restringe a los sentenciados o presos, cuando en la fuga mediare violencia
o intimidaci—n, fuerza en las cosas o tomando parte en un mot’n. Predomina el principio
de absorci—n: cualquier tipo de conducta encaminada a quebrantar la condena, prisi—n,
conducci—n o custodia y que entra–e violencia o intimidaci—n en las personas, fuerza en
las cosas o acuerdo previo, pierde sustantividad y queda absorbido por el
quebrantamiento propiamente dicho, sin que pueda sancionarse por separado.
Tipo agravado (470.2 CP): por mediar violencia o intimidaci—n, fuerza en las cosas o
soborno.
Tipo atenuado: si se tratare de alguna persona de las citadas en el art’culo 454 (c—nyuge,
persona ligada de forma estable por an‡loga relaci—n de afectividad, ascendientes,
descendientes y hermanos), se establece un rŽgimen penol—gico atenuado que puede
llegar, segœn el arbitrio del juez, a la pena correspondiente a los da–os causados o a las
amenazas o violencias ejercidas.
3º La Doble
La norma de resguardo es aquella que asegura un delito que, estando vigente, requiere
de reafirmaci—n. Ejemplo: 1. Norma primaria: prohibido matar. 2. Norma secundaria:
cast’guese con pena de prisi—n. 3. Norma terciaria: Àc—mo garantizar que se va a
castigar? La œnica manera de asegurar normas es con otras normas. Prohibido, por tanto,
encubrir o entorpecer.
- Delito de encubrimiento (arts. 451–454 CP): hasta 1995, el encubrimiento era una
forma de participaci—n post-delictiva. Es decir, de los delitos respond’an los autores,
c—mplices y encubridores. El legislador se da cuenta de que no es posible la
participaci—n en un delito que ya ha sido consumado, por lo que a partir de 1995 se
tipifica como un delito aut—nomo contra la Administraci—n de Justicia.
Es un delito subsiguiente que, como ve’amos, protege el mismo bien jur’dico que el
delito anterior. En general, se precisa: i) Que se conozca la comisi—n de un delito:
conocimiento anterior a la realizaci—n de la conducta encubridora. ii) No haber
intervenido en el mismo como autor o c—mplice. iii) Que el hecho previo sea
antijur’dico (accesoriedad limitada): Para ser part’cipe es necesario que haya un hecho
t’picamente antijur’dico (accesoriedad cualitativa) que haya dado comienzo
(accesoriedad cuantitativa). La culpabilidad del autor no es relevante (453 CP), lo
importante es la antijuridicidad de la conducta.
- Modalidades:
- Que el hecho encubierto sea constitutivo de traici—n, homicidio del Rey/ Reina/
Pr’ncipe/ Princesa de Asturias, de cualquiera de sus ascendientes o descendientes,
3º La Doble
- Que el favorecedor haya obrado con abuso de funciones pœblicas (art. 451.3).
- Punibilidad: estar‡n exentos de penas los c—nyuges o personas ligadas por an‡loga
relaci—n de afectividad, ascendientes, descendientes, hermanos, por naturaleza o por
adopci—n o afines (art. 454 CP). No quedar‡n exentos en los supuestos de auxilio
complementario del art. 451.1 CP. La pena privativa de libertad no puede exceder de la
se–alada para el delito encubierto (art. 452 CP).
En relaci—n con el delito del art. 450 CP (omisi—n de los deberes de impedir delitos o
promover su persecuci—n), Žste tambiŽn requiere no haber intervenido y la comisi—n de
un hecho t’picamente antijur’dico por otros. Se trata de un concurso de normas resuelto
por alternatividad: nunca puede ser ambos a la vez.
-Tipo atenuado
+Si el sujeto no est‡ privado de su libertad ambulatoria (art 469.1 in fine)
+Si existe relaci—n de parentesco con el evadido (aunque puede haber problema de
compatibilidad con la circunstancia atenuante del art. 23)
-Tipo agravado
3º La Doble
+(468.2 CP) establece que la pena agravada de seis meses a un a–o de prisi—n se
impondr‡ necesariamente en el caso de que el quebrantamiento tenga por objeto alguna
de las penas privativas de libertad del art’culo 48 CP, medida cautelares o de seguridad
y Žstas hayan sido impuestas por la comisi—n de un delito de violencia domŽstica o de
gŽnero, y en el caso de que el quebrantamiento tenga por objeto la medida de libertad
definida en el art’culo 106 CP.
+(469 CP): se restringe a los sentenciados o presos, cuando en la fuga mediare violencia
o intimidaci—n, fuerza en las cosas o tomando parte en un mot’n. Predomina el principio
de absorci—n: cualquier tipo de conducta encaminada a quebrantar la condena, prisi—n,
conducci—n o custodia y que entra–e violencia o intimidaci—n en las personas, fuerza en
las cosas o acuerdo previo, pierde sustantividad y queda absorbido por el
quebrantamiento propiamente dicho, sin que pueda sancionarse por separado.
Tipo agravado (470.2 CP): por mediar violencia o intimidaci—n, fuerza en las cosas o
soborno.
Tipo atenuado: si se tratare de alguna persona de las citadas en el art’culo 454 (c—nyuge,
persona ligada de forma estable por an‡loga relaci—n de afectividad, ascendientes,
descendientes y hermanos), se establece un rŽgimen penol—gico atenuado que puede
llegar, segœn el arbitrio del juez, a la pena correspondiente a los da–os causados o a las
amenazas o violencias ejercidas.
3º La Doble
3º La Doble
normal los delitos especiales prevŽn una pena mayor) se traslada al part’cipe, aunque en
el no concurra la cualidad exigida del tipo.
Finalmente, en virtud de una expresa cualificaci—n legal del art. 65.3, es posible
atenuar en un grado la pena del sujeto no cualificado que participa como inductor o
cooperador necesario en el delito especial, cuando no concurre en Žl el fundamento de la
tipificaci—n. Esta atenuaci—n no es esencial al concepto de participaci—n, es decir NO es
autom‡tica, sino facultativa y deber‡ motivarse en la sentencia. Dicha atenuaci—n resulta
muy oportuna en muchos casos, por ejemplo, en los delitos de funcionarios, donde quien
no sea tal carece de una de las razones que llevan al legislador a prevenir las conductas
de los servidores pœblicos. ObsŽrvese que la atenuaci—n en un grado no significa que se
convierta al inductor o cooperador necesario en c—mplice (siempre con pena inferior en
grado).
3º La Doble
3º La Doble
3º La Doble
3º La Doble
3º La Doble
3º La Doble
Bien jur’dico es aquella realidad valorada socialmente por su vinculaci—n con la persona
y su desarrollo. As’, se encuentran bienes jur’dicos tales como la vida, la salud, la
integridad, la libertad, el patrimonio y dem‡s bienes individuales, es decir, bienes
jur’dicos que pertenecen a una persona o grupo de personas individualizables. Pero,
adem‡s, se ofrece protecci—n a bienes supraindividuales, como lo son la Administraci—n
pœblica, entendida por tal el conjunto de circunstancias de funcionamiento de la
Administraci—n que posibilitan el desarrollo de las personas, la Administraci—n de
Justicia, el medio ambiente, la salud pœblica y otros. Actualmente, el Derecho Penal
protege bienes jur’dicos personal’simos pero tambiŽn otros, como el patrimonio o los
bienes jur’dicos supraindividuales o colectivos, como el medio ambiente, la salud pœblica
(se habla de intereses difusos, por ser una realidad que afecta a varias personas sin hallarse
encarnada en objetos tangibles) y dem‡s.
3º La Doble
interpretaci—n, el bien jur’dico permite precisar con exactitud cu‡l es el telos o fin de
la norma.
› Funci—n pol’tico-criminal: en cuanto que sirve para establecer l’mites a la acci—n del
legislador a la hora de tipificar conductas como delitos. Es decir, en un ordenamiento
jur’dico con un Derecho Penal garantista, resulta adecuado establecer l’mites y
barreras al uso del ius puniendi y no permitir, en cambio, un uso desmedido, no
sometido al ius poenale. De esta manera, el bien jur’dico actœa como barrera en cuanto
no es posible la creaci—n de delitos sin un bien jur’dico, en cuanto que no pueden
constituir conductas delictivas las que atenten solamente a intereses pol’ticos,
ideol—gicos y no a realidades valoradas socialmente.
3º La Doble
3º La Doble
3º La Doble
modificaci—n legislativa: supone una previsi—n muy novedosa que exige replantear las
bases de la responsabilidad penal, al menos para los casos en que se aplica a personas
jur’dicas. En la elaboraci—n de este nuevo Derecho penal para personas jur’dicas trabaja
actualmente la doctrina penal.
Conclusi—n: A las personas jur’dicas si se les hace responsables penalmente del delito
de las personas f’sicas pero NO COMENTEN DELITO.
Ejemplos: delito contable tributario, estafa… y tráfico de órganos*
*Cabe destacar el de tr‡fico de —rganos ya que no tiene ninguna semejanza con los otros
delitos previstos para las personas jur’dicas. Àpor quŽ se a–adi—? Porque cuando el
legislador iba a introducir estos delitos hubo un caso de tr‡fico de —rganos.
3º La Doble