La Víctima en El Proceso
La Víctima en El Proceso
La Víctima en El Proceso
Ante la situación planteada, una vez dictada la decisión por el órgano judicial que negó el
sobreseimiento en los términos planteados, será necesario un cambio de las circunstancias de
la fase preparatoria, constituido por la incorporación de las actuaciones faltantes, para que
admita la posibilidad de presentar el nuevo acto conclusivo, que como ya se ha dicho, podrá
ser incluso el sobreseimiento. De esta manera, sería inadmisible la simple presentación de un
acto conclusivo que constituya la reedición del presentado inicialmente, por haberse planteado
sobre la base de las mismas actuaciones, sin haber procedido a subsanar las omisiones de
investigación que advirtió el órgano judicial.
Lo anterior, se diferencia sustancialmente de lo establecido en el supuesto previsto en el único
aparte del artículo 305 del Código Orgánico Procesal Penal, pues, como ya se aclaró, para
ello será necesario la prosecución de las actividades de investigación con la finalidad de
subsanar las actividades omitidas, sin que pueda admitirse la posibilidad de que el Fiscal
Superior del Ministerio Público ratifique o rectifique, ante la suspensión cautelar de tal
dispositivo legal vigente en la actualidad.
Con atención a ello, la remisión hecha a la Fiscalía Superior del Ministerio Público de las
actuaciones del expediente penal primigenio con el objeto denotado, constituye una flagrante
violación al principio de independencia y autonomía judicial, así como a la tutela judicial
efectiva y el debido proceso que, ciertamente afecta de nulidad esa parte específica de la
decisión judicial bajo estudio, que no admite saneamiento ni puede ser convalidado, tal como
lo establece el artículo 179 del Código Orgánico Procesal Penal.
Asimismo, advierte esta Sala que con posterioridad a la publicación de la decisión judicial
estudiada, el Fiscal Superior del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Zulia ratificó la solicitud de sobreseimiento, lo cual fue resuelto con el pronunciamiento emitido
por el mismo órgano judicial subjetivo, mediante la declaratoria con lugar del sobreseimiento
de la causa, sin que variaran las circunstancias en las que ya había sido negado, aunque con
la mención expresa de su opinión en contrario.
Como puede observarse, el Juzgado Quinto Itinerante de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, con sede en Maracaibo, a cargo de la
misma juez, ya había resuelto dicha solicitud de sobreseimiento mediante la decisión n.° 1702-
16, dictada el 18 de octubre de 2016, mencionada con anterioridad, y el órgano fiscal no
procedió a realizar las actividades investigativas omitidas que habían denotado la falta de
exhaustividad en las pesquisas, y en esta oportunidad se trataba de una simple ratificación de
la solicitud formulada el 10 de junio de 2015 por la Fiscalía Cuadragésimo Octava del
Ministerio Público de esa Circunscripción Judicial, planteada ahora, por el Fiscal Superior.
De tal manera que, al realizar la revisión de oficio de la decisión judicial n.° 2339-17, dictada el
19 de junio de 2017, por el Juzgado Quinto Itinerante de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, con sede en Maracaibo, observa esta Sala
que, no le estaba permitido al órgano judicial de primer nivel de conocimiento resolver
nuevamente sobre el mismo asunto, con relación al cual, por falta de ejercicio de los recursos
ordinarios establecidos en la legislación adjetiva, había adquirido el carácter de cosa juzgada,
aunque sólo en su dimensión formal, con incidencia sobre el carácter de inimpugnabilidad e
inmutabilidad de ésta, lo que en definitiva constituye una afrenta al principio constitucional del
debido proceso.
En este sentido, se hace necesario traer a colación el artículo 160 del Código Orgánico
Procesal Penal, que dispone lo siguiente:
Artículo 160. Después de dictada una sentencia o auto, la decisión no podrá ser revocada ni
reformada por el tribunal que la haya pronunciado, salvo que sea admisible el recurso de
revocación.
Dentro de los tres días siguientes de pronunciada una decisión, el Juez o Jueza podrá corregir
cualquier error material o suplir alguna omisión en la que haya incurrido, siempre que ello no
importe una modificación esencial. Las partes podrán solicitar aclaraciones dentro de los tres
días posteriores a la notificación.
La disposición legal transcrita, es una expresión del principio de inmutabilidad de la cosa
juzgada, que establece un obstáculo para modificar el contenido de la decisión judicial que
haya adquirido este carácter, con el objeto de garantizar el principio de seguridad jurídica,
como uno de los fines que fundamentan la existencia de todo ordenamiento jurídico.
Aunado a lo anterior, debe agregarse que no conforme con haber incurrido en el error de
irrespetar la intangibilidad de la cosa juzgada en los términos expuestos, la decisión n.° 2339-
17 objeto de la presente revisión de oficio, modificó diametralmente lo decidido, al establecer
la procedencia del sobreseimiento solicitado por el Fiscal del Proceso, ratificado por el Fiscal
Superior, partiendo de graves errores de derecho, con fundamento en un dispositivo legal que
no le es aplicable y contraviniendo la prohibición de reforma, así como el carácter de
inmutabilidad de la cosa juzgada, lo cual menoscaba la garantía constitucional del debido
proceso, sobre lo cual esta Sala ya se pronunció en sentencia n.° 0496/2018 del 26 de julio
(caso:Gulfrido José Molina Sánchez).
Ahora bien, conforme a lo expuesto en el caso de autos, aunque en principio procedería la
declaratoria de nulidad total de las decisiones n.° 1702-16 del 18 de octubre de 2016 y la n.°
2339-17 del 19 de junio de 2017, ambas dictadas por el Juzgado Quinto Itinerante de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, con sede en
Maracaibo, y demás actuaciones posteriores, con la consecuente reposición de la causa a la
oportunidad procesal para que otro Juzgado de Primera Instancia en Funciones de Control del
mismo Circuito Judicial Penal resuelva la solicitud de sobreseimiento formulada por el
Ministerio Público, conforme a la doctrina establecida en la presente decisión y con
prescindencia de los vicios advertidos; no obstante, esta Sala observa que, mediante los
análisis expuestos, estableció la adecuación a derecho del pronunciamiento establecido en el
particular primero de la decisión n.° 1702-16 del 18 de octubre de 2016, anteriormente
señalada, lo cual, únicamente requeriría ser complementado con la instrucción adecuada al
Ministerio Público para que proceda a realizar las pesquisas faltantes, de manera que
efectivamente concluya con una investigación exhaustiva.
Es de hacer notar, que ordenar tal reposición de la causa, a sabiendas de los defectos
advertidos en la fase preparatoria por el Ministerio Público, lo que constituye un obstáculo que
impide al órgano judicial declarar la procedencia de tal acto conclusivo, haría que el proceso
penal primigenio recorra nuevamente por ese mismo trámite con el único fin de satisfacer un
formalismo en perjuicio de la justicia material.
En atención a lo cual, con fundamento en los principios de celeridad y economía procesal,
preceptuados en los artículos 26 y 257 constitucionales, así como en el precedente
establecido por este Máximo Tribunal en Sala Plena mediante sentencia n.° 155/2007 del 7 de
junio (caso: Mariauris Silva Herrera contra Edgar Lucas Rodríguez García), con el propósito de
contribuir a la eficacia de la justicia material; esta Sala anula el particular segundo de la
decisión n.° 1702-16, dictada el 18 de octubre de 2016, por el Juzgado Quinto Itinerante de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia con
sede en Maracaibo, mediante la cual acordó enviar las actuaciones del expediente penal
primigenio a la Fiscalía Superior del Ministerio Público del Estado Zulia, “… a tenor de lo
establecido en el primer aparte del artículo 305 del Código Orgánico Procesal Penal
vigente…”, quedando vigente lo dispuesto en el particular primero de la misma, mediante el
cual negó el sobreseimiento de la causa solicitado por el Ministerio Público; se anula
igualmente la decisión judicial n.° 2339-17, dictada el 19 de junio de 2017 por el mismo
juzgado, así como las actuaciones procesales posteriores a tales decisiones judiciales. Y así
se establece.
Como consecuencia de lo anterior, se repone la causa identificada con el alfanumérico VP03-
P-2015-018387 (nomenclatura del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, con sede en
Maracaibo), así como con el alfanumérico MP-47155-2013 (nomenclatura de la Fiscalía del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia), en donde aparecen como
investigados los ciudadanos Ernesto Gómez Roo, Ricardo Gómez Roo y Gerardo González,
por la presunta comisión de uno de los delitos contra la propiedad, en agravio del ciudadano
Jesús Gabriel Lombardi Boscán; a la oportunidad procesal de remitirla al Ministerio Público,
para que sea distribuida a otro Fiscal de Proceso de la Circunscripción Judicial del Estado
Zulia, diferente al Fiscal que ya conoció de la investigación, con el objeto de que continúe con
la fase de investigación y en la oportunidad que corresponda, formule el acto conclusivo a que
haya lugar, por ser esta una de sus competencias atribuidas en el artículo 285 constitucional,
concordado con el numeral 15 del artículo 37 de la Ley Orgánica del Ministerio Público; ello
con estricto cumplimiento de los requisitos de procedencia prescritos en la ley adjetiva penal;
advirtiendo que, si transcurriere el lapso establecido en la ley para la fase de investigación y
su prórroga, si esta procediere, sin que el Ministerio Público presente el acto conclusivo, o si
presentare uno distinto a la acusación, la víctima quedará legitimada para presentar acusación
particular propia con prescindencia de la representación fiscal. Y así se establece.
Asimismo, en virtud de la reposición de la causa aquí declarada y con el objeto de garantizar
la tutela judicial efectiva de las partes intervinientes en el proceso penal primigenio, en donde
resalta la afectación del derecho de las víctimas de los delitos comunes a obtener protección
del Estado, así como a procurar la reparación del daño sufrido por parte de sus responsables,
tal como lo dispone el último aparte del artículo 30 constitucional, esta Sala Constitucional,
declara temporalmente suspendido el lapso para la prescripción judicial o extraordinaria en la
causa penal identificada con el alfanumérico VP03-P-2015-018387 (nomenclatura del Circuito
Judicial Penal del Estado Zulia, con sede en Maracaibo), el cual deberá computarse, una vez
realizado el acto de juzgamiento correspondiente (vid. sentencia n.° 2.357/2007 del 18 de
diciembre; caso: Carmen B. Guerra); pues lo contrario haría nugatoria la nulidad acordada por
razones de inconstitucionalidad, sobre la base de una investigación que se pretendió declarar
concluida prescindiendo de la realización de las actividades de investigación necesarias que
pudo generar impunidad. Y así finalmente se declara.
III
OBITER DICTUM
No obstante el pronunciamiento anterior, la Sala estima pertinente efectuar las siguientes
consideraciones:
En el caso de autos se verificó la afectación de las garantías del acceso a la justicia, la tutela
judicial efectiva y el debido proceso, el derecho de las víctimas de delitos comunes a obtener
protección por parte del Estado, así como a obtener de los culpables la reparación del daño
sufrido, establecidos en los artículos 26, 49 y último aparte del artículo 30 de la norma
fundamental, respectivamente, y también se vio cuestionada la potestad atribuida al Ministerio
Público a ordenar y dirigir la investigación, así como ejercer la acción penal en nombre del
Estado, todo ello con la celeridad que el caso amerita, prevista en los numerales 2, 3 y 4 del
artículo 285 eiusdem, con motivo del incumplimiento por parte de la representación fiscal del
deber de realizar una investigación exhaustiva con relación a los hechos denunciados por la
víctima del proceso penal primigenio, y presentar un acto conclusivo que satisfaga las
exigencias establecidas en ley adjetiva penal, aún cuando quedó demostrado en el proceso
objeto de la presente revisión de oficio, el interés de la víctima en la realización de diligencias
con el objeto de reunir los medios de prueba necesarios para el ejercicio de la acción penal
contra los sujetos investigados.
En atención a ello, estima esta Sala necesario tomar en cuenta la doctrina establecida con
relación a la participación de la víctima dentro del proceso penal ordinario, cuya sentencia es
la n.° 3267/2003 del 20 de noviembre (caso: Francesco Porco Gallina Pulice), y en la cual
destaca la sentencia n.° 908/2013 del 15 de julio (caso: Francisco Javier López), que, dentro
de sus consideraciones, recogió la jurisprudencia de esta Sala Constitucional en esa materia
(http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/Julio/908-15713-2013-11-1498.html) y a tal efecto,
dispuso lo siguiente:
Del análisis minucioso de las actas que conforman el presente expediente, se observa que el
abogado Rafael Latorre Cáceres y su representado Francisco Javier López, quien figura como
víctima en el proceso penal que inició mediante denuncia interpuesta en el año 2004, contra el
ciudadano Milton Felce Salcedo, por la presunta comisión de los delitos de estafa, forjamiento
de citación, entre otros, manifiestan su temor fundando debido al tiempo que sigue
transcurriendo sin que el Ministerio Público culmine la investigación con el acto conclusivo
correspondiente, lo cual no ha sido posible en gran medida por la conducta contumaz del
procesado al no acudir a las distintas audiencias; todo lo cual conllevaría a que opere
irremediablemente la prescripción de la acción penal.
… (Omissis)…
1.- Esta Sala, dentro de su función de exhaustividad constitucional y como garante de la
administración de Justicia que es pilar fundamental de la tutela judicial efectiva, consagrada en
el artículo 26 de la Constitución, y sin que ello implique ninguna opinión sobre el fondo del
asunto, considera propicio traer a colación el criterio establecido en la sentencia N°
3267/2003, según el cual ante la ausencia de acusación por parte del Fiscal, la víctima tiene la
potestad de presentar directamente su acusación, criterio este que fue reiterado mediante
sentencia vinculante N° 1268/2012.
En tal sentido, la sentencia N° 3267 del 20 de noviembre de 2003 (caso: Francesco Porco
Gallina Pulice), estableció lo siguiente:
Ahora bien, en el nuevo proceso penal venezolano, la víctima del delito tiene extremo interés
en las resultas del proceso debido a la lesión que recibe; en todo caso, debe dársele un trato
igual que al imputado, sobre todo cuando la ley no lo prohíbe, sino que por el contrario lo
establece como principio del proceso en el artículo 12 del Código Orgánico Procesal Penal, en
virtud del derecho a la igualdad procesal de las partes como expresión del derecho a la
defensa.
… (Omissis)…
En correspondencia con el derecho a la igualdad como expresión del derecho a la defensa y el
debido proceso coexiste el derecho a la tutela judicial efectiva. La Sala, en la sentencia del 10
de mayo de 2001 (Caso: Juan Adolfo Guevara y otros), asentó:
“(…) la interpretación de las instituciones procesales debe ser amplia, tratando que si bien el
proceso sea una garantía para que las partes puedan ejercer su derecho de defensa, no por
ello se convierta en una traba que impida lograr las garantías que el artículo 26 constitucional
instaura.
La conjugación de artículos como el 2, 26 ò 257 de la Constitución de 1999, obliga al juez a
interpretar las instituciones procesales al servicio de un proceso cuya meta es la resolución del
conflicto de fondo, de manera imparcial, idónea, transparente, independiente, expedita y sin
formalismos o reposiciones inútiles”(resaltado de la Sala).
… (Omissis)…
Ahora bien, no consagra la referida norma -ni ninguna otra disposición de la ley adjetiva penal-
que la víctima, ante la inactividad del Ministerio Público de dar término a la investigación,
pueda requerir al Juez de Control la fijación de plazo al Ministerio Público, menos aún la
sanción en caso de vencimiento del lapso prudencial fijado.
Precisa la Sala que, la falta de previsión al respecto coloca a la víctima en una situación de
desigualdad ante la ley y, por ende conculca su derecho a la defensa y a la tutela judicial
efectiva.
En efecto, en sentencia del 20 de junio de 2002 (Caso: Tulio Alberto Álvarez) la Sala asentó:
“El artículo 26 de la Constitución expresa que toda persona tiene derecho de acceso a los
órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los
colectivos o difusos, y a la tutela efectiva de los mismos.
… (Omissis)…
El artículo 11 del Código Orgánico Procesal Penal, con exclusividad, otorgó la acción penal al
Estado para que la ejerza a través del Ministerio Público, quien está obligado a ello, salvo las
excepciones legales.
Tal exclusividad de ejercicio por parte del Ministerio Público en los delitos de acción pública,
no puede desplazar el verdadero interés de la víctima para perseguir penalmente al victimario,
lo que logra mediante una serie de mecanismos que le permiten instar y controlar el ejercicio
de la acción por parte de su titular; y ello ha sido reconocido por esta Sala, en sentencia de 3
de agosto de 2001 (Caso: José Felipe Padilla). Caso que así no fuere, se estaría infringiendo
el artículo 26 Constitucional”(resaltado de la Sala).
Por ello, a juicio de la Sala, dicha falta de previsión legal del Código Orgánico Procesal Penal -
que es preconstitucional- estaría limitando los derechos constitucionales consagrados a las
víctimas de delitos, a quienes igualmente debe tutelarse el derecho del ejercicio de la acción
penal.
En tal sentido, la Sala, en aras de garantizar la vigencia plena de los derechos
constitucionales de la víctima, dispone como mecanismo que le permite a la víctima instar y
controlar el ejercicio de la acción por parte de su titular -el Ministerio Público- poder requerir al
Juez de Control -sólo en los casos en que el Ministerio Público no procure dar término a la
fase preparatoria del proceso con la diligencia que el asunto requiera- la fijación de un plazo
prudencial para la conclusión de la investigación. Para la fijación de dicho plazo el Juez de
Control deberá oír al Ministerio Público y al imputado y tomará en consideración la magnitud
del daño causado, la complejidad de la investigación y cualquier otra circunstancia que a su
juicio permita garantizar los derechos de las partes. Vencido dicho plazo o la prórroga de ser
el caso, la víctima -si se tratare de delitos de acción pública- podrá formular una acusación
particular propia contra el imputado. Así se declara. (Resaltado y subrayado de este fallo).
Más recientemente, la referida Doctrina fue reiterada y extendida con carácter vinculante a los
procesos iniciados con ocasión a los delitos previstos en la Ley Orgánica sobre el Derecho de
las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, mediante sentencia N° 1268/2012 del 14 de agosto,
caso: Yaxmira Elvira Legrand, en la cual se estableció que la víctima -directa o indirecta- de
los hechos punibles investigados en dichos procesos, puede, con prescindencia del Ministerio
Público, presentar una acusación particular propia contra el imputado, cuando ese órgano
fiscal no haya concluido la investigación dentro de los lapsos establecidos en la ley especial
para hacerlo.
Como puede observarse del precedente judicial parcialmente transcrito, esta Sala
Constitucional dispuso que la víctima tiene mecanismos procesales “que le permiten controlar
el ejercicio de la acción por parte del Ministerio Público en aquellos casos en que no procure
dar término a la fase preparatoria del proceso con la diligencia que el asunto requiera”,
aplicables por supuesto a la institución del sobreseimiento, permitiéndole solicitar el plazo
fijado en el artículo 295 del Código Orgánico Procesal Penal, y una vez “[v]encido dicho plazo
o la prórroga de ser el caso, dicha víctima -si se tratare de delitos de acción pública- podrá
formular una acusación particular propia contra el imputado”.
En este orden de ideas, debe hacerse énfasis respecto al importante rol de la víctima dentro
del proceso penal ordinario, del cual esta Sala realizó una labor compilatoria en la señalada
sentencia n.° 908/2013 del 15 de julio (caso: Francisco Javier López), transcrita parcialmente.
Adicionalmente, es de hacer notar que esta la Sala sistematizó su doctrina respeto a la víctima
en el proceso especial de violencia de género, en la sentencia n.° 1.268/2012 del 14 de agosto
(caso: Yaxmery Elvira Legrand), de la cual resulta oportuno extraer:
En efecto, conforme al contenido del artículo 30 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, el Estado está en la obligación de proteger a las víctimas de delitos comunes y
de procurar que los culpables reparen los daños causados. Como desarrollo de esa garantía
constitucional, la víctima adquirió mayor relevancia, con el proceso penal establecido en el
Código Orgánico Procesal Penal, toda vez que la misma se constituyó como uno de sus
objetivos primordiales, conjuntamente con el establecimiento de la verdad de los hechos por
las vías jurídicas y la justicia en la aplicación del derecho; lo cual tiene plena correspondencia
con lo señalado artículo 3 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia, que prevé:
… (Omissis)…
Ahora bien, visto que la anterior disposición normativa no establece la posibilidad de que la
víctima (directa o indirecta) de los delitos de violencia contra la mujer pueda presentar
acusación particular propia, con prescindencia del Ministerio Público, una vez que precluya el
lapso para concluir la investigación, más las prórrogas legales en caso de que se hayan
acordado, se hace, por lo tanto, necesario extender la doctrina señalada en la sentencia N°
3267, dictada el 20 de noviembre de 2003 (caso: Francesco Porco Gallina Pulice), que
garantizan los derechos a la igualdad, acceso a la justicia y la tutela judicial efectiva de la
víctima, aplicable mutatis mutandis, a los procesos de violencia contra la mujer, con el objeto
de permitir que esta última pueda actuar, en forma directa, mediante la correspondiente
presentación de una acusación particular propia, cuando el Ministerio Público no concluya la
investigación bajo las condiciones establecidas en el citado artículo 103 de la Ley Orgánica
Sobre el Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, máxime cuando ese texto
especial establece, en su artículo 1, como objeto principal, que se debe garantizar y promover
el derecho a una vida libre de violencia, creando condiciones para prevenir, atender, sancionar
y erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos.
Además, la Sala precisa que, para el efectivo cumplimiento de la doctrina asentada en el
presente fallo, que la víctima podrá presentar la acusación particular propia ante el Juez de
Control, con el respectivo ofrecimiento de medios de pruebas, que esté conociendo la
investigación, para que éste proceda a fijar la celebración de la audiencia preliminar, conforme
a las disposiciones legales establecidas en los distintos sistemas penales procesales –de
acuerdo a la materia-; permitiéndose asimismo, que el imputado ejerza su derecho a la
defensa a través de la oposición de excepciones, medios de prueba, y descargos necesarios.
Si el Ministerio Público presenta una acusación posteriormente a la interpuesta por la víctima,
antes de la celebración de la audiencia preliminar, el Juez de Control conocerá de las mismas
y decidirá sobre su admisión en dicha audiencia. En el caso de que sea admitida la acusación
particular propia presentada solamente por la víctima, y los medios de pruebas ofrecidos, la
causa será enviada al respectivo Juez de Juicio para la celebración de la audiencia de juicio
con prescindencia del Ministerio Público. Sin embargo, dicho órgano fiscal, como parte de
buena fe, podrá coadyuvar con los intereses de la víctima, facilitando, entre otros aspectos, la
evacuación de los medios de pruebas ofrecidos por la víctima.
Lo dispuesto en tal decisión fue ratificado por esta Sala en la sentencia n.° 1.550/2012 del 27
de noviembre (caso: María Cristina Vispo López y otros), mediante la cual se resolvió la
solicitud de aclaratoria de la decisión n.° 1.268/2012 parcialmente transcrita ut supra.
Así entonces, siguiendo el criterio establecido en las sentencias señaladas, de conformidad
con lo establecido en los artículos 26 y 30 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, y 23 del Código Orgánico Procesal Penal, se extiende a todos los jueces y juezas
de la República, con competencia penal ordinaria, la posibilidad de admitir la acusación
particular propia de la víctima, en ausencia de acusación ejercida por el Ministerio Público, y
convocar a la audiencia preliminar, sin que se corra el riesgo de ser desechada por este
motivo.
De esta manera, es concluyente afirmar que si bien el numeral 4 del artículo 285 de la
Constitución le atribuye al Ministerio Público el ejercicio, en nombre del Estado, de la acción
penal en los casos que para intentarla o proseguirla no fuere necesario instancia de parte,
salvo las excepciones establecidas en la ley, competencia prevista en iguales términos en la
Ley Orgánica del Ministerio Público (numeral 6 del artículo 16); en nuestro ordenamiento
jurídico no se excluye la posibilidad de que otro sujeto procesal con gran interés sobre las
resultas del proceso penal realice esa actuación en nombre propio. Todo lo contrario, el último
aparte del artículo 285 constitucional indica que la atribución de competencias al Ministerio
Público contenidas en esa norma, no menoscaban el ejercicio de los derechos y actuaciones
que corresponden a los o las particulares, ello aunado a la garantía de la tutela judicial
efectiva, que incluye el derecho de los particulares de acceso a los órganos de administración
de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, en el contexto del proceso concebido
como un “instrumento fundamental para la realización de la justicia”, así como la garantía de
reparación de los daños a las víctimas de delitos comunes, dispuestos en los artículos 26, 256
y 30 eiusdem, respectivamente, faculta suficientemente a la víctima para ejercer directamente
la acción penal en los casos que sea necesario, con el objeto de evitar la impunidad y lograr la
justicia sustancial, como uno de los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico,
establecido en el artículo 2 ibídem.
Así las cosas, para el cumplimiento de la garantía de acceso a la justicia, así como la garantía
de “protección y reparación” a la víctima, es que este sujeto procesal se encuentra facultado
para acceder y actuar directamente en el proceso penal, con prescindencia del Ministerio
Público, en el supuesto que este no pueda hacerlo oportunamente.
Llegado a este punto, esta Sala Constitucional considera necesario traer a colación el
contenido de los artículos 295 y 296 del Código Orgánico Procesal Penal, los cuales, respecto
a la duración de la fase preparatoria en el procedimiento ordinario, prevén taxativamente lo
siguiente:
Duración
Artículo 295. El Ministerio Público procurará dar término a la fase preparatoria con la diligencia
que el caso requiera.
Pasados ocho meses desde la individualización del imputado o imputada, éste o ésta, o la
víctima podrán requerir al Juez o Jueza de Control la fijación de un plazo prudencial, no menor
de treinta días, ni mayor de cuarenta y cinco días para la conclusión de la investigación.
Para la fijación de este plazo, dentro de las veinticuatro horas de recibida la solicitud, el Juez o
Jueza deberá fijar una audiencia a realizarse dentro de los diez días siguientes, para oír al
Ministerio Público, al imputado o imputada y su defensa, debiendo tomar en consideración la
magnitud del daño causado, la complejidad de la investigación, y cualquier otra circunstancia
que a su juicio permita alcanzar la finalidad del proceso.
En las causas que se refieran a la investigación de delitos de homicidio intencional, violación;
delitos que atenten contra la libertad, integridad e indemnidad sexual de niños, niñas y
adolescentes; secuestro, corrupción, delitos que causen daño al patrimonio público y la
administración pública; tráfico de drogas, legitimación de capitales, contra el sistema financiero
y delitos conexos, delitos con multiplicidad de víctimas, delincuencia organizada, violaciones a
los derechos humanos, lesa humanidad, delitos contra la independencia y seguridad de la
nación y crímenes de guerra, el plazo prudencial al que se refiere el primer aparte del presente
artículo, no podrá ser menor de un año ni mayor de dos.
La no comparecencia de alguna de las partes a la audiencia no suspende el acto.
Vencimiento
Artículo 296. Vencido el plazo fijado en el artículo anterior, el Ministerio Público deberá
presentar el acto conclusivo.
Si vencido el plazo que hubiere sido fijado, el o la Fiscal del Ministerio Público no presentare el
acto conclusivo correspondiente, el Juez o Jueza decretará el archivo judicial de las
actuaciones, el cual comporta el cese inmediato de todas las medidas de coerción personal,
cautelares y de aseguramiento impuestas y la condición de imputado o imputada. La
investigación sólo podrá ser reabierta cuando surjan nuevos elementos que lo justifiquen,
previa autorización del Juez o Jueza.
Ahora bien, tal como se leyó en las disposiciones legales transcritas, el Ministerio Público,
como órgano con la atribución de ordenar y dirigir la investigación penal, así como de
garantizar que esta actividad se realice con celeridad, tal como lo establece el artículo 285
numerales 2 y 3 constitucional, debe finalizar la fase preparatoria y presentar el acto
conclusivo en el lapso de ocho (8) meses, a menos que la complejidad del caso amerite
continuar la investigación por un tiempo adicional. Del dispositivo legal en referencia se
observa que, si bien esta fase procesal debe desarrollarse “con la celeridad que el caso
requiera”, interpretada como una expresión del carácter “breve” del proceso,
constitucionalmente considerado como un “instrumento fundamental para la realización de la
justicia” (artículo 257), la ley adjetiva penal estableció que podría desarrollarse suficientemente
en el plazo de ocho (8) meses, por lo que este debe ser considerado el periodo dentro del cual
se debe desplegar la principal actividad indagatoria tendiente al establecimiento de las
circunstancias del hecho punible investigado.
No obstante lo anterior, en atención a la existencia de casos para los cuales resulta
insuficiente el lapso previsto para la fase preparatoria, previó el Legislador la posibilidad de
extender esa fase durante un tiempo adicional, sin embargo, esta posibilidad no está
concebida en forma genérica para todos los casos, pues, como ya se dijo, esta debe ser
realizada lo más expedita posible. En atención a lo cual, para que ese tiempo adicional
proceda, debe ser acordado en forma motivada por el juzgador con criterios de interpretación
restringida, tomando en cuenta los siguientes aspectos: 1. la magnitud del daño causado; 2. la
complejidad de la investigación, y 3. cualquier otra circunstancia que a juicio del juez permita
alcanzar la finalidad del proceso, que conforme lo dispone el artículo 13 del Código Orgánico
Procesal Penal, es el establecimiento de la verdad.
Por otro lado, si el Ministerio Público necesita continuar con la investigación una vez vencido
el lapso de ocho (8) meses previsto para la fase preparatoria, el imputado y la víctima están
legitimados para solicitar al órgano judicial la fijación de un lapso prudencial; en atención a
ello, dentro de las veinticuatro (24) horas de recibida tal solicitud, el tribunal deberá fijar una
audiencia dentro de los diez (10) días siguientes, con la finalidad de oír la representación fiscal
antes de resolver sobre el pedimento.
Es de hacer notar que, la extensión del plazo prudencial que puede fijar el tribunal dependerá
de los delitos sobre los cuales verse el proceso de que se trate, pues, en principio, podrá tener
una duración mínima de treinta (30) días y máxima de cuarenta y cinco (45) días; no obstante,
si se trata de uno de los tipos penales expresamente señalados en el catálogo contenido en el
penúltimo aparte del artículo 295 de la norma adjetiva penal, dicho plazo no podrá ser menor
de un (1) año ni mayor de dos (2).
Precisado lo anterior, con el fin de reforzar las garantías a la igualdad, al acceso a la justicia y
a la tutela judicial efectiva de la víctima, esta Sala ratifica con carácter vinculante, dentro del
marco del procedimiento ordinario, en el supuesto que el plazo prudencial a que se refiere el
artículo 295 del Código Orgánico Procesal Penal, haya sido fijado por el tribunal a solicitud de
la víctima, manifestando de esta manera su interés en el proceso, y el plazo en cuestión
transcurra sin que el Ministerio Público presente el acto conclusivo, la víctima, esté o no
querellada, podrá actuar directamente, y en consecuencia, presentar acusación particular
propia en delitos de acción pública, promoviendo los medios de pruebas correspondientes, y
en fin, cumpliendo con los requisitos exigidos a la acusación fiscal, previstos en el artículo 308
del Código Orgánico Procesal Penal. Así se establece.
De igual modo, el Código Orgánico Procesal Penal (artículo 363) estableció dentro del
procedimiento especial para el juzgamiento de los delitos menos graves, un aspecto análogo
al analizado ut supra, en los términos que a continuación se transcriben:
Actos Conclusivos
Artículo 363. El Ministerio Público, recibida la notificación del Juez o Jueza de Instancia
Municipal, acerca del incumplimiento a que se refiere el numeral 1 del artículo anterior, deberá
dentro de los sesenta días continuos siguientes dictar el acto conclusivo que estime prudente
de acuerdo a las resultas de la investigación.
Si en la oportunidad de la audiencia de imputación, el imputado o imputada no hizo uso de las
Fórmulas Alternativas a la Prosecución del Proceso, el Ministerio Público deberá concluir la
investigación dentro del lapso de sesenta días continuos siguientes a la celebración de dicha
audiencia, de acuerdo a lo previsto en el artículo 358 del presente Código.
De esta manera, se observa que en comparación con el procedimiento ordinario, el Legislador
estableció un lapso más sucinto para la duración de la fase preparatoria en este procedimiento
especial, pues dura tan solo sesenta días (60), con exclusión de la posibilidad de ser
prorrogado.
En atención a lo cual, esta Sala igualmente ratifica con carácter vinculante que, en el marco
del procedimiento especial para el juzgamiento de los delitos menos graves, si el Ministerio
Público no presentare el acto conclusivo en el lapso de sesenta días (60) continuos siguientes
a la audiencia de imputación, o, en el supuesto en que en esa oportunidad procesal el
imputado se haya acogido a la suspensión condicional del proceso, o a un acuerdo reparatorio
estipulado a plazos, y cualquiera de estos fuere incumplido, en el lapso de sesenta días (60)
continuos siguientes a la recepción de la notificación sobre el incumplimiento de tales medidas
alternativas a la prosecución de proceso, como lo dispone el numeral 1 del artículo 362 de la
referida norma adjetiva penal; la víctima podrá presentar igualmente acusación particular
propia, satisfaciendo los requisitos legales; con la advertencia que, el Tribunal de Primera
Instancia Penal Municipal en Funciones de Control deberá conceder a la víctima la
oportunidad para que presente la acusación particular propia en los términos antes expuestos;
y de no presentarse la acusación, el órgano judicial podrá decretar el archivo judicial previsto
en el artículo 364eiusdem. Así se establece.
De esta manera, la víctima podrá interponer su acusación particular propia en el lapso de
treinta (30) días calendarios consecutivos (similar al lapso mínimo previsto para el Ministerio
Público en el primer aparte del artículo 295 del Código Orgánico Procesal Penal) contados a
partir desde la oportunidad en que el respectivo Juzgado en Funciones de Control notifique a
la víctima sobre el incumplimiento por parte de Ministerio Público de la conclusión de la
investigación, dentro del lapso de sesenta (60) días establecido en el artículo 363 de la norma
adjetiva penal, en el procedimiento especial para los delitos menos graves, o dentro del plazo
prudencial establecido en el artículo 295 eiusdem, en el procedimiento ordinario. Asimismo, es
necesario indicar que para el ejercicio de esta facultad, la víctima deberá en forma alternativa,
presentarla en forma personal con la asistencia de abogado o representada por un profesional
de la ciencia jurídica debidamente facultado mediante mandato o poder, tal como lo exige el
artículo 4 de la Ley de Abogados.
En el supuesto que la víctima omita presentar la acusación particular propia dentro de
los lapsos antes establecidos, el Juzgado en Funciones de Control que conoce del asunto,
deberá decretar el archivo judicial de acuerdo con el contenido de los artículos 296 o 364 del
Código Orgánico Procesal Penal, según sea el caso.
Caso contrario, si la víctima ejerce su derecho a presentar la acusación particular propia en
forma oportuna, se celebrará la audiencia preliminar en la cual se verificará que el libelo
acusatorio cumpla con los requisitos de ley, de forma y de fondo, para su admisión. En tal
sentido, el Juez o Jueza en Funciones de Control respectivo deberá requerirle al Ministerio
Público, antes de la celebración de la audiencia preliminar, la remisión inmediata del
expediente contentivo de la investigación.
Considera necesario esta Sala precisar, que al estar regido el procedimiento ordinario por el
principio de libertad de prueba, preceptuado en el artículo 182 del Código Orgánico Procesal
Penal, la víctima tendrá la mayor amplitud en su actividad probatoria en el ejercicio de la
acusación particular propia, en cumplimiento de los requisitos de pertinencia, utilidad,
necesidad y licitud. Asimismo, en el caso de que no existieren suficientes diligencias de
investigación para proponer la acusación particular propia, la víctima podrá acudir al Juzgado
en Funciones de Control, para que, a través de la figura del auxilio judicial, se recaben
elementos de convicción que permitan la interposición del libelo acusatorio.
En este sentido, interpuesta la acusación particular propia por parte de la víctima, si el
Ministerio Público no ha acusado, podrá actuar dentro del proceso penal para facilitar la
evacuación de los medios de prueba que fueron admitidos en la fase preparatoria. Cualquier
conflicto de intereses que se presente en esta fase entre el Ministerio Público y la víctima,
deberá ser resuelto por el Juez o Jueza que conozca de la causa penal, en su condición de
director del proceso.
En el supuesto que el Ministerio Público solicite el sobreseimiento de la causa, la víctima
(previamente notificada) podrá presentar –si a bien lo tiene- su acusación particular propia, en
cuyo caso, el Juez o Jueza en Funciones de Control para decidir convocará a las partes para
la audiencia preliminar, prevista en los artículos 309 y 365 del Código Orgánico Procesal
Penal.
Para aquellos casos en que se decrete el archivo fiscal, el Ministerio Público deberá notificar al
Juez o Jueza en Funciones de Control, así como a la víctima, a fin de que esta última pueda
presentar acusación particular propia en los términos antes establecidos, o solicitar en
cualquier momento, el examen y revisión de los fundamentos que motivaron el archivo; y si el
tribunal estima procedente la solicitud de la víctima ordenará el envío de las actuaciones a la
Fiscalía Superior para que ordene a otro u otra Fiscal que continúe con la investigación, todo
ello sin perjuicio de que la víctima pueda presentar la acusación particular propia, si el
Ministerio Público no concluye la investigación dentro de los lapsos establecidos en la ley.
Finalmente, visto el carácter vinculante de la presente decisión y su interés general, la Sala
ordena la publicación de la presente decisión en la Gaceta Oficial de la República, así como
en la Gaceta Judicial, de conformidad a lo establecido en el artículo 126 de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia, con la siguiente mención en su sumario:
Sentencia de la Sala Constitucional que establece con carácter vinculante que, en el
procedimiento penal ordinario y en el procedimiento especial por delitos menos graves,
previstos en el Código Orgánico Procesal Penal, la víctima -directa o indirecta- de los hechos
punibles investigados en dichos procesos, puede, con prescindencia del Ministerio Público,
presentar acusación particular propia contra el imputado, cuando ese órgano fiscal no haya
presentado el correspondiente acto conclusivo dentro: i) del lapso de ocho (8) meses, seguido
del denominado plazo prudencial que fije el Tribunal en Funciones de Control en atención al
tipo penal objeto del proceso, establecido en el artículo 295 eiusdem, en el procedimiento
ordinario; ii) del lapso de sesenta (60) días continuos, previsto en el artículo 363 ibídem, en el
procedimiento especial por delitos menos graves.
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/diciembre/303257-0902-141218-2018-18-
0041.HTML
La Fiscalía órgano del Ministerio Público tiene la obligación de brindarle asistencia técnica, legal y gratuita a la víctima
a través de la Unidad de Atención a la Víctima
**** Las y los fiscales tienen el deber de velar por los intereses de la víctima en todo el
proceso penal y ejercer la acción civil a favor de la víctima y sus familiares
Laura Roldán
Desde 1898 se han dado cambios positivos en el reconocimiento legal a las personas víctimas,
entendiéndose por víctimas las personas que han sufrido por delitos comunes o por abuso de
poder de las autoridades; es decir, de violaciones a los derechos humanos. Venezuela ha ido
adecuando su legislación interna a los instrumentos internacionales que reconocen una serie de
derechos y garantías para la protección de las víctimas en la sociedad y en la administración de
justicia.
En tiempos pasados, a las personas víctimas no se les tomaba en cuenta y siempre las
decisiones eran tomadas a sus espaldas, negándoles así sus derechos de estar informada de los
que pasaba en el proceso penal. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el
Código orgánico Procesal Penal y la Ley de Protección de Víctimas establecen los derechos de
las víctimas en el proceso penal, entre los que podemos mencionar el derecho a la protección y
el derecho a la reparación del daño causado a la víctima de un hecho punible.
Derecho a la protección
y a la reparación.
Atribuciones del
Ministerio Público
La Fiscalía órgano del Ministerio Público tiene la obligación de brindarle asistencia técnica,
legal y gratuita a la víctima a través de la Unidad de Atención a la Víctima. Esta unidad tiene
como objetivo central orientar y canalizar los problemas de las víctimas, así como ponerlo al
tanto de sus derechos en el proceso penal, informándole también de su derecho de exigir
reparación e indemnización de los daños y perjuicios causados por el delito.
La reparación de los daños causados a la víctima es uno de los fines del proceso penal y en este
sentido les corresponde a los jueces y juezas velar porque efectivamente se cumpla y se obtenga
una reparación justa. Las víctimas de delitos comunes deben obtener una reparación económica
del delincuente (acuerdos reparatorios Art.41 COPP). Y cuando estamos en presencia de un
caso de abuso de poder, el Estado tiene la obligación de indemnizar a la persona afectada. La
victima que no estén en condiciones económicas para demandar al Estado, podrán delegar
al Ministerio Público el ejercicio de la acción civil. También le corresponde a la Defensoría del
Pueblo velar por ese derecho, cuando dicha acción no se hubiere delegado o hay sido ejercida
por la Ministerio Público (Art.54 COPP).
Retos
Sin embargo falta mucho por hacer, a pesar de la lucha emprendida desde 1999, para que se le
reconozca y se garantice a las víctimas sus derechos dentro de la Sociedad y en el proceso
penal, entendiendo que la búsqueda de justicia es una responsabilidad de todos y todas. La
víctima y su familia deben ser tratadas con respeto a la dignidad inherente al ser humano.
El Ministerio Público es la instancia a la que se le ha encargado especialmente la protección de
los derechos y la asistencia a la víctima. Las y los fiscales tienen el deber de velar por los
intereses de la víctima en todo el proceso penal y ejercer la acción civil a favor de la víctima y
sus familiares. Las víctimas de violaciones de derechos humanos deben ser indemnizadas
integralmente y resarcidas por el Estado cuyos funcionarios y funcionarias hayan sido
responsables penalmente de los daños causados.
XXXXXXXXXXXrecuadro
Protección de
las víctimas
Art.23 COPP
Las víctimas tienen el derecho de acceder a los órganos de administración de justicia penal de
forma gratuita, expedita, sin dilaciones indebidas (…). Los funcionarios o funcionarias que no
procesen las denuncias de la víctima de forma oportuna serán sancionados.
Derechos de la víctima
El reconocimiento de los derechos de las o personas que son víctima de un hecho punible, en
los marcos del proceso penal donde éste sea juzgado, constituye uno de los avances más
notorios del COPP, en torno con las más modernas corrientes doctrinales en materia de
derecho procesal penal y de derechos humanos y en consonancia con las obligaciones
internacionales de la República de Venezuela
Según el COPP, la protección y reparación del daño causado a la víctima del delito son
objetivos del proceso penal. El Ministerio Público está obligado a velar por dichos intereses en
todas las fases. Por su parte, los jueces garantizarán la vigencia de sus derechos y el
respecto, protección y reparación durante el proceso. Asimismo, la policía y los demás
organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su condición de afectado,
facilitando al máximo su participación en los trámites en que deba intervenir.
Víctima
Artículo 120. La protección y reparación del daño causado a la víctima del delito son objetivos
del proceso penal. El Ministerio Público está obligado a velar por dichos intereses en todas las
fases. Por su parte, los jueces y juezas garantizarán la vigencia de sus derechos y el respeto,
protección y reparación durante el proceso.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con
su condición de afectado o afectada, facilitando al máximo su participación en los trámites en
que deba intervenir.
2. El o la cónyuge o la persona con quien mantenga relación estable de hecho, hijo o hija, o
padre adoptivo o madre adoptiva, parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad, y al heredero o heredera, en los delitos cuyo resultado sea la
incapacidad o la muerte del ofendido u ofendida.
3. El o la cónyuge o la persona con quien mantenga relación estable de hecho, hijo o hija, o
padre adoptivo o madre adoptiva, parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad, cuando el delito sea cometido en perjuicio de una persona incapaz o de
una persona menor de dieciocho años.
4. Los socios o socias, accionistas o miembros, respecto de los delitos que afectan a una
persona jurídica, cometidos por quienes la dirigen, administran o controlan.
5. Las asociaciones, fundaciones y otros entes, en los delitos que afectan intereses colectivos
o difusos, siempre que el objeto de la agrupación se vincule directamente con esos intereses y
se hayan constituido con anterioridad a la perpetración del delito.
Si las víctimas fueren varias deberán actuar por medio de una sola representación.
Derechos de la Víctima
Artículo 122. Quien de acuerdo con las disposiciones de este Código sea considerado
víctima, aunque no se haya constituido como querellante, podrá ejercer en el proceso penal
los siguientes derechos:
6. Ejercer las acciones civiles con el objeto de reclamar la responsabilidad civil proveniente del
hecho punible.
Derechos Humanos
Artículo 123. La Defensoría del Pueblo y cualquier persona natural podrán presentar querella
contra funcionarios o funcionarias, o empleados públicos o empleadas públicas, o agentes de
las fuerzas policiales, que hayan violado derechos humanos en ejercicio de sus funciones o
con ocasión de ellas.
Asistencia Especial
Artículo 124. La persona ofendida directamente por el delito podrá delegar, en la Defensoría
del Pueblo el ejercicio de sus derechos cuando sea más conveniente para la defensa de sus
intereses.
En este caso, no será necesario poder especial y bastará que la delegación de derechos
conste en un escrito firmado por la víctima y el o la representante legal de la Defensoría del
Pueblo.
Artículo 125. En los casos de acusación privada por tratarse de un delito de acción
dependiente de instancia de parte agraviada, regirán las normas de este Capítulo sin perjuicio
de las reglas del procedimiento especial previsto por este Código.
¿QUÉ SISTEMA PROCESAL ACOGE VENEZUELA?
Con la entrada en vigencia del COPP queda derogado el antiguo Código de Enjuiciamiento
Criminal que establecía el Sistema Procesal Mixto, Inquisitivo-Acusatorio, de carácter
predominantemente inquisitorial, pero sustituido ahora por un Sistema "ACUSATORIO ORAL",
si no hay acusación, no hay jurisdicción; significando un trascendental paso hacia una reforma
estructural de nuestro sistema judicial y una transformación cultural porque cambia a las
sociedad misma en general, por su incorporación al proceso de administración de justicia,
tanto por la observación directa de sus ejecutoria en virtud de la publicidad propia del sistema
Acusatorio, como la participación activa del común de las personas en el desarrollo del
proceso, lo que se traduce en un control social de la justicia aunado a los demás principios
rectores del Nuevo sistema: presunción de inocencia, afirmación de libertad,, respeto a la
dignidad humana, defensa e igualdad entre partes, inmediación, concentración, apreciación de
pruebas, entre otros, En un sistema garantista, transparente, eficiente y oportuno; con
salvaguarda de todos los derechos y garantías del debido proceso consagrados en la CRBV,
leyes, tratados, convenios y acuerdos suscritos por la República.
El servicio que presta es totalmente gratuito. Orienta a las víctimas de delitos y, además, les
asesora, apoya, informa y educa sobre sus derechos, con el fin de garantizar su correcta y
oportuna intervención en el proceso penal.
La Unidad de Atención a la Víctima brinda atención personalizada a las víctimas sin que sea
necesaria la asistencia de un abogado.
Los ciudadanos que hayan sido víctima de un delito pueden acudir a la unidad de su localidad,
donde recibirán información, apoyo y asesoría.
La atención que brinda la Unidad de Atención a la Víctima está centrada en las áreas jurídica y
psicosocial.
Servicio a la víctima
La atención que brinda la Unidad de Atención a la Víctima está centrada en las áreas jurídica y
psicosocial.
En el área jurídica ofrece alternativas legales que permiten a las víctimas de delitos solucionar
y canalizar el problema, por medio de la aplicación de la ley. Además, se le informa a la
víctima sobre los derechos que tienen de presentar querellas e intervenir en el proceso,
conforme a lo establecido en el COPP.
Igualmente, en la citada área, se informa a los ciudadanos sobre los derechos que tienen de
adherirse a la acusación del fiscal del Ministerio Público o formular una acusación propia
contra el victimario, así como de ejercer las acciones para reclamar la responsabilidad civil
proveniente del hecho punible y sobre la facultad de delegar la defensa de sus derechos o
intereses en una asociación de protección o ayuda a las víctimas.
Mientras, a través del área psicosocial, la Unidad de Atención a la Víctima interviene cuando
se presentan situaciones de crisis para las víctimas de delitos, a fin de prestar el apoyo
necesario para la solución de las mismas. Se trata pues de dotar de fortaleza a las víctimas
durante el proceso penal.