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Consejos Raúl García

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Consejos Raúl García

www.trombonbajo.com
La importancia del estudio de técnica básica en
los instrumentos de metal.
Una de las primeras impresiones que tengo cuando llego como profesor
a un curso o algún estudiante nuevo llega a mis clases, es que en la
muchos casos no se le presta demasiada importancia a la técnica
básica, dándole más importancia a tocar muchos conciertos, muchas
veces demasiado difíciles para su nivel. Esto no es del todo criticable ya
que es una forma de estimular la auto-superación pero por desgracia no
es tocando conciertos donde la mayoría de trombonistas, sobre todo, se
ganaran la vida, sino tocando en orquestas y en bandas.
Lo más importante a mi entender y por propia experiencia es:
- Conseguir un sonido grande y con calidad en todos los registros.
- Conseguir una articulación limpia y definida en todas sus
variables ( ligado, picado, combinaciones de ambos, doble picado,
etc...)
La combinación de un buen sonido tanto en fuerte como en piano, junto
con una buena articulación, confiere una solidez al interprete con la
que manejarse en cualquier circunstancia, tanto en pasajes de orquesta
como en conciertos.
El 50% del tiempo de estudio debería estar dedicado a ejercicios como
notas largas, flexibilidad lenta y rápida, escalas, arpegios, intervalos,
etc...y todo esto efectuado con el máximo rigor posible.
Y por supuesto, el principal factor para que todo esto funcione está en
el control del aire.
La base de este control del aire debería ser una buena respiración,
profunda y al mismo tiempo relajada. Particularmente, siempre intento
respirar como si estuviera pronunciando una O hacia dentro, pero, por
supuesto sin que haya ni sonido ni fricción del aire al respirar.
Hacer ejercicios de respiración, para controlar la fluidez del aire tanto
en la inspiración como en la espiración, es un buen sistema de empezar
a trabajar y además es un método bastante efectivo de tocar más
relajado.
Como ejercicio de control de aire, también enfocado a la calidad del
sonido, recomiendo encarecidamente el estudio de notas largas y lo
ideal sería incorporarlas al estudio personal diario.
- Ej: Este es un patrón de estudio que suelo hacer a menudo:
Calentamiento - pausa - estudios de flexibilidad con una progresión de
menor a mayor dificultad y tesitura 20 a 25 minutos - notas largas,
primero fuerte y la misma nota en piano ( hay que hacer las notas
largas sin prisas y repitiendo la nota si el resultado no es
satisfactorio) 10 a 15 minutos - pausa 10 a 15 minutos - Más
flexibilidad o escalas 25 a 30 minutos - otra serie de notas largas.
Realmente el patrón de estudio de notas largas depende de cada uno de
vosotros pero lo importante es hacerlas bastante a menudo.
El estudio de vocalizaciones de Marco Bordogni o Rochut, en diferentes
octavas o transportados a diferentes tonalidades según las posibilidades
de cada uno, es también un muy buen ejercicio tanto para el control del
aire, como para mejorar los legatos.

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Este tipo de ejercicios, así como todos los relacionados con la
articulación son más importantes de lo que nos podemos imaginar, ya
que tanto en una audiciones para una orquesta sinfónica y en el propio
trabajo diario de una orquesta, se nos va a juzgar básicamente por
nuestro sonido y por nuestra articulación.

No creo que en este pequeño articulo esté descubriendo nada nuevo ya


que es de dominio público, pero lo importante es recordarlo y tenerlo
presente en cada día de estudio.

La importancia del aire


El aire es la base, la gasolina, el motor de los instrumentos de viento,
por lo que siempre tenemos que tener el depósito lleno de aire y sobre
todo de buena calidad.
Al hablar de calidad del aire, me refiero a la utilización de un aire cálido
y continuo tanto el la respiración como en la expulsión de este. Sin
golpes y sin acentos involuntarios, los cuales se producen con
demasiada frecuencia cuando tocamos notas largas o grandes frases en
legato.

El aire caliente se mueve a mayor velocidad que el aire frío y las


vibraciones que genera tienen mayor número de armónicos.
Debido a esta cuestión física, al utilizar un aire frío y muchas veces
descontrolado, el sonido es agrio, descentrado y demasiado brillante,
sobre todo cuando tocamos fuerte o fortísimo.

Hay que pensar que a mayor calidad del aire que introduzcamos dentro
del trombón, menor esfuerzo necesario para lograr un sonido grande y
agradable.

La respiración debe ser profunda y rápida, pero sin ningún tipo de


tensión. Hay que llenar al máximo la capacidad de nuestros pulmones,
empezando por la parte inferior de estos.
No tenemos que caer en el error de pensar que el diafragma es un
músculo que nos va a proporcionar la presión necesaria para expulsar
el aire, ya que el diafragma es una membrana que sirve para separar los
pulmones de las vísceras inferiores.
El diafragma se expande como un globo cuando respiramos y se relaja
cuando expulsamos el aire
Una buena manera de actuar cuando se expulsa el aire o se introduce
dentro del trombón, es pensar que este aire al salir crea una línea
ligeramente ascendente, en la que la presión que se ejerce en los
músculos intercostales y abdominales sobre la bolsa de aire es
progresiva y sin tensiones innecesarias.
El aire debe se expulsado de manera fácil, acompañando la columna del
aire, no forzándola a salir, sino, aparece la sobre tensión que causa el
efecto contrario al deseado, bloqueando la columna de aire y generando
una sensación de agarrotamiento en la zona abdominal.

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En ningún caso hay que forzar la garganta o los músculos del cuello.
Hay que dejar paso libre al aire tanto a la entrada como a la salida.

Debemos pensar que en cualquier circunstancia “natural” como


caminar, hablar o dormir, el aire nunca se detiene dentro de los
pulmones, se respira y se expulsa el aire de manera natural e
involuntaria. Nunca nos paramos a pensar, ahora voy a respirar, ahora
voy a expulsa el aire.
Respirar y expulsar el aire dentro de un trombón no debería ser
diferente de este proceso natural. El aire debería entrar y salir de la
misma forma que actúa un columpio, o del modo que llegan y se van
las olas del mar en la playa en un día calmado.
Pensar en este movimiento de vaivén, nos va a proporcionar un estado
de relajación ideal para conseguir un aire más natural y calido en el
momento de tocar.
El objetivo final de este y cualquier proceso de aprendizaje basado en el
buen uso del aire debería ser, no pensar en la respiración, sino que
respirar y expulsar ese aire cálido y continuo que se va a introducir
dentro del trombón sea una cosa natural e inconsciente.

Más notas largas

Siempre hemos oído hablar de la necesidad de estudiar notas largas,


pero muchas veces no nos han dicho porqué o que ganaremos con ello.
En resumidas cuentas, las notas largas son la base de todo lo que
queremos hacer o tocar con nuestro instrumento.
La base o fundamento de una nota larga es un sonido mantenido, sin
vibraciones, golpes, fluctuaciones del sonido o acentos involuntarios.
En principio tocar una nota larga parece fácil, pero la cuestión no es
tan sencilla, ya que para conseguir esto “ tan fácil” es preciso conseguir
una columna de aire sólida y estable de principio a fin, así como una
posición de los labios que permita una vibración fácil y continua de
estos.

Si descomponemos cualquier pasaje de orquesta, estudio, concierto,


etc.… en su base fundamental o primigenia, podremos ver que
utilizando secuencias de notas largas bastarán para crear el fraseo,
presión en la columna del aire y cantidad de aire necesario para realizar
el pasaje deseado con la mayor homogeneidad. Después solo tendremos
que introducir la articulación necesaria y los valores métricos del pasaje
original.

Como ya he comentado en el apartado de “la importancia del aire“,


aplicar un buen aire (cálido, continuo y sin tensiones innecesarias) al
estudio y ejecución de las notas largas, nos beneficiará enormemente ya
que el sonido se verá favorecido, siendo más agradable al oído y con
mayor cantidad de armónicos.
El sonido cambiará de direccional a envolvente llenando la sala de
nuestro sonido con mucho menos esfuerzo.

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¿Por qué se deben estudiar escalas y arpegios?


Al igual que he comentado en el apartado de “notas largas”, la mayoría
de los pasajes que tengamos que ejecutar se pueden descomponer o
están basados en escalas o arpegios.
Un factor a tener en cuenta es que, al igual que los instrumentistas de
cuerda o pianistas, nosotros con la vara necesitamos tener “memoria
muscular”.
Si trabajamos todo tipo de escalas y arpegios conseguiremos una gran
agilidad mental y muscular.
Llegará el momento que tengamos que tocar cierto pasaje “x” (en
principio visualmente difícil) con muchas notas y a una velocidad
elevada; si hemos trabajado bien todas las escalas y arpegios solo habrá
que aplicar las notas del pasaje “x” a la memoria adquirida y el pasaje
se ejecutará sin problemas.

Por otro lado el estudio de escalas y arpegios utilizando más de una o


dos octavas (siempre con la máxima homogeneidad tanto en el sonido
como en la articulación) nos proporciona flexibilidad, facilidad y
resistencia en la ejecución.

El trombón bajo tiene una particularidad especial respecto a otros


instrumentos de metal, y es la gran tesitura que puede abarcar.
No tenemos que conformarnos en utilizar de manera fácil y cómoda la
tesitura medio-grave, sino que debemos movernos libremente y con
facilidad en tesituras agudas como el trombón tenor y grave-pedal
como la tuba. Somos el puente entre ellos dos, esto no significa que no
podamos movernos en su tesitura libremente.
Hoy en día, conciertos para trombón bajo como el de la americana
“Ellen Taaffe Zwilich” o como el catalán “Joan Albert Amargós” utilizan
registros hasta hace poco impensables para un trombón bajo, por lo
que tenemos que estar al día y no conformarnos con la parte más
cómoda de nuestro trabajo.

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