Siglo XIX Romanticismo
Siglo XIX Romanticismo
Siglo XIX Romanticismo
A comienzos del siglo XIX los movimientos literarios comenzaron a oponerse a la herencia
neoclásica anterior como respuesta a las importantes crisis que se produjeron a partir de las
profundas transformaciones políticas, sociales y económicas que trajo consigo el
pensamiento ilustrado y su afán de progreso.
En consecuencia, el uso de la razón, tan importante durante el siglo XVIII, dejó de ser la base
para explicar el mundo y se fue dando más importancia al sentimiento, el subjetivismo y al
idealismo (libertad).
Los primeros cincuenta años del siglo XIX se caracterizan por los siguientes rasgos:
EL ROMANTICISMO
Los TEMAS generales que se derivan son los sentimientos intimistas como el amor
imposible y la angustia existencial, o sentimientos como la rebeldía y las ansias de libertad;
la naturaleza (estado anímico del poeta); el ambiente sepulcral, tenebroso y lúgubre
(noche, luna, espectros…); lo social (libertad y denuncia hipocresía social) y la exaltación de
lo local y lo nacional (el pasado del país).
La POESÍA ROMÁNTICA del siglo XIX se sumerge en la búsqueda de la libertad como motor
que impulsa la labor creativa de los artistas en eterna lucha entre su “yo” y el mundo. Una
primera etapa de esta poesía se caracteriza por contar con dos periodos poéticos
diferenciados:
En una segunda etapa, a partir de mediados del siglo XIX, se conforma un movimiento
alejado del retoricismo romántico y centrado en el intimismo, el POSRROMANTICISMO. Se
inspira en los románticos europeos y las canciones populares.
Prefiere los poemas breves de arte menor y rima asonante, apelativos (se dirigen a
un “tú”) y simbolistas. Emplea recursos de repetición próximos a la lírica popular:
paralelismos, anáforas, estribillos o repetición de palabras clave.
− ROSALÍA DE CASTRO, autora de En las orillas del Sar, Cantares gallegos, en castellano
y en gallego, donde trata temas como la idealización de Galicia, la soledad, la
muerte, la amargura, el dolor, el desamparo, el infortunio, el desengaño, la añoranza
de la tierra natal y las injusticias sociales.
Por su parte, el TEATRO del romanticismo rompe con la rigidez de las normas neoclásicas y
recrea un contexto histórico donde se proyectas los conflictos sociales y políticos del
momento. El drama romántico y sus obras se caracterizan por:
− Los temas más habituales son el amor trágico (un amor imposible, sometido al azar
que interpone obstáculos para su realización). Otros subtemas son la libertad, la
venganza, o la crítica al poder y la autoridad.
− ÁNGEL SAAVEDRA, DUQE DE RIVAS: destaca por su obra Don Álvaro y la fuerza del
sino, un drama en el que la confrontación de la realidad y los deseos del individuo
conducen a la soledad, tristeza, frustración y la muerte: Don Alfonso, que ha viajado
durante años en busca de don Álvaro para vengar la muerte de su padre y su honor
mancillado, se bate en duelo con don Álvaro, quien le hiere de muerte. Cuando
Leonor, hermana de don Alfonso y amada de don Álvaro, acude a socorrer a su
hermano, este la apuñala. Don Álvaro se suicida porque su amada Leonor ha muerto.
Finalmente, la PROSA romántica cultivó géneros como la novela histórica, los relatos
fantásticos y de terror, y el artículo periodístico. Se caracterizan por los siguientes rasgos: