La Fragilidad de La Memoria
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del punto de vista del extranjero, tal es el caso del Informe de Bialet
Massé sobre el estado de la clase trabajadora en el interior de la
República, y el de las vistas cinematográficas tomadas por un
profesor italiano de nombre Ferrari, que al filmar a los niños que
realizaban el trabajo de regado de las calles públicas, desenmascaró
la representación social vigente y motivó la reacción contraria tanto
del oficialismo como de la prensa opositora; la cual, alarmada por "lo
que dirá el mundo civilizado de esta barbarie mendocina", insta al
municipio a destruir la película, sin hacerse cargo de la situación de la
niñez desvalida.
En la Mendoza de fines del siglo XIX y principios del XX -
concluye Ponte- la elite dirigente puso en marcha un operativo de
legitimación de sí misma cuyo discurso estaba asentado
fundamentalmente en el accionar urbano, con la obra del Parque
Público del Oeste como emblema. Este proceso de legitimación
"puede considerarse como un caso exitoso y como tal debe ser
asumido", a ello se debe la posterior aparición y circulación de
verdaderos mitos. Uno de ellos es el haber elevado la figura de Emilio
Civit a la de un héroe cuya hazaña habría sido fundar la Mendoza
moderna. Tal mito ha sido construido sobre una sola fuente
historiográfica: la versión que Civit dejó escrita sobre estos hechos. A
tal punto resultó exitosa que hasta los antiguos opositores difunden
hoy esa versión del surgimiento de la Mendoza moderna.
"Decía Los Andes, en aquella época, que Emilio Civit nunca
contestaba las acusaciones que se le hacían porque confiaba en la
fragilidad de la memoria social. No se equivocó Civit utilizando esta
estrategia -señala Ponte- ya que la versión Civit, paradójicamente, no
sólo terminó siendo cierta para todos los demás sino incluso para el
mismo diario Los Andes, el tradicional opositor".
La actitud, asumida por Ricardo Ponte, de desmontar algunos
supuestos del presente interrogando al pasado a fin de explicar el
mismo presente, es un hábito, hoy por hoy, poco frecuentado, tal vez
como consecuencia de la misma modernidad que logró imponer el
culto por lo efímero y fragmentario. Para contrarrestar esta carencia
vale la pena visitar y detenerse en las páginas del libro que estamos
presentando.
Adriana Arpini
Jorge Ricardo Ponte
La Fragilidad
de la Memoria
Ediciones Fundación
CRICYT
La fragilidad de la memoria
SUMARIO
INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------------- 8
CAPÍTULO I:--------------------------------------------------------------------------------------------- 28
LA PRENSA COMO ESPACIO PÚBLICO DE DEBATE ---------------------------------------------------- 28
Y DE LUCHA INTRAOLIGÁRQUICA. ---------------------------------------------------------------------- 28
6
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7
La fragilidad de la memoria
Tabla de Materias
INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------------- 8
Acerca de la época ---------------------------------------------------------------------------------------- 10
El Centenario como apogeo de un proyecto de país. ------------------------------------------------- 11
El ingreso en la modernidad ----------------------------------------------------------------------------- 17
La prensa como fuente documental. -------------------------------------------------------------------- 18
Ciudad, prensa y representaciones. -------------------------------------------------------------------- 24
CAPÍTULO I:--------------------------------------------------------------------------------------------- 28
LA PRENSA COMO ESPACIO PÚBLICO DE DEBATE ---------------------------------------------------- 28
Y DE LUCHA INTRAOLIGÁRQUICA. ---------------------------------------------------------------------- 28
La elite dirigente mendocina ----------------------------------------------------------------------------- 28
La crónica periodística como producto de la modernidad.------------------------------------------ 36
La prensa modernista en el ámbito nacional y americano. ------------------------------------------ 39
El periodismo mendocino hacia fines del siglo. ------------------------------------------------------- 42
La prensa como lugar de argumentación -------------------------------------------------------------- 44
La lucha de representaciones sociales. ----------------------------------------------------------------- 47
La prensa como campo de lucha política.-------------------------------------------------------------- 48
La alegoría periodística opositora. --------------------------------------------------------------------- 52
Conclusión. ------------------------------------------------------------------------------------------------- 61
CAPÍTULO II: ------------------------------------------------------------------------------------------- 63
PUEBLO VIEJO VERSUS CIUDAD NUEVA. -------------------------------------------------------------- 63
Los primeros tiempos.------------------------------------------------------------------------------------- 63
La ciudad criolla. ------------------------------------------------------------------------------------------ 65
La iconografía urbana hacia 1860. --------------------------------------------------------------------- 72
El terremoto y la reconstrucción (1861/63). ----------------------------------------------------------- 76
El cataclismo como metáfora del caos. La reinvención de la ciudad destruida. ----------------- 78
La ciudad “bárbara” y la ciudad “civilizada”. ------------------------------------------------------- 83
El déficit del Pueblo Viejo. ------------------------------------------------------------------------------- 85
Dos ciudades, dos proyectos. ---------------------------------------------------------------------------- 88
El contraste como argumento de la promoción inmobiliaria. --------------------------------------- 95
Un boulevar como síntesis de la contradicción Ciudad Vieja y Nueva. -------------------------- 96
CAPÍTULO III: ---------------------------------------------------------------------------------------- 101
LA REALIDAD URBANA ENTRE 1885 - 1910. --------------------------------------------------------- 101
Una nueva racionalidad para interpretar la ciudad. ----------------------------------------------- 101
La ciudad según el plano de 1885. -------------------------------------------------------------------- 104
Un nuevo sistema de acequias y el arbolado urbano como novedades de la Ciudad Nueva.- 111
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Tabla de ilustraciones.
Ilustración 1- Plano de la ciudad de Mendoza hacia 1822. ---------------------------------------------------- 66
Ilustración 2 - Litografía de la ciudad de Mendoza en 1860 por Torrecillas. ------------------------------- 73
Ilustración 3 - Plano de la ciudad en 1885. -------------------------------------------------------------------- 105
Ilustración 4 - Plano del captado del agua potable en el río Mendoza (1896) ---------------------------- 109
Ilustración 5 - Esquema de funcionamiento de las acequias callejeras a partir de 1872. ---------------- 116
Ilustración 6 - Corte transversal de la calzada mostrando la relación vereda - acequia - calzada. ---- 117
Ilustración 7 - El Paseo de la Alameda hacia finales del siglo XIX. ---------------------------------------- 237
Ilustración 8 - Parque Público del Oeste, según el diseño original del Arq. Carlos Thays (1896). ----- 275
Ilustración 9 – El Parque del Oeste hacia 1903. Detalle del plano municipal de dicho año. ------------ 276
Ilustración 10 - Plano de la Ciudad de Mendoza hacia 1903 ------------------------------------------------ 288
Ilustración 11 – Los portones al tiempo de su implantación en el Parque (1909). ------------------------ 289
Ilustración 12: El Parque del Oeste, levantado por la Dirección General de Industrias durante el
gobierno de Rufino Ortega (h) en el año 1911. --------------------------------------------- 299
Ilustración 13 – Los portones de acceso al Parque Gral San Martín en la actualidad. ------------------ 452
Ilustración 14 - Fotografía actual del monumento al "Ejército de los Andes" en el Cerro de la Gloria –
Hacia el oeste del Parque Gral San Martín. ------------------------------------------------ 456
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Ediciones Fundación
CRICYT
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INTRODUCCIÓN
8
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sobre la prensa cotidiana que brinda, al mismo tiempo, los hechos y sus
interpretaciones.1
• Una de las premisas sobre la que se asienta esta investigación es la de vincular los
procesos sociales y culturales con los espaciales, sobre todo, fijando la atención en la
relación del poder con el espacio. Como éste no es neutro, sino que está cargado de
significados, históricamente determinados, se intenta develar estas articulaciones.
1
Síntesis formulada por Christian Topalov en ocasión de presentar esta tesis doctoral en la E.H.E.S.S. de
París, 4/2/1998. Traducción del autor.
9
La fragilidad de la memoria
Acerca de la época
Desde sus lejanos orígenes, en el siglo XVI, hasta nuestros días, Mendoza se ha
constituido en una ciudad arquetípica dentro de los oasis del piedemonte andino
sudamericano. La ciudad misma constituye el soporte territorial donde se expresan las
profundas tensiones y transformaciones que se operaron en la joven república y también
en las estructuras internas de las ciudades argentinas.
El ferrocarril, que se había manifestado como una herramienta útil para el desarrollo
económico y urbanístico del país, fue también un agente de integración nacional. Por ello,
le asignamos particular importancia a su llegada a Mendoza en 1885, ya que vinculó a la
provincia definitivamente con el país atlántico y su capital, Buenos Aires. Esta
observación no deja de ser pertinente si se piensa que, por motivos históricos, culturales
y económicos la Provincia de Cuyo2, a la que había pertenecido Mendoza desde su
fundación3 por la corriente colonizadora de Chile, estuvo más vinculada al país trasandino
que al litoral argentino. Otras consecuencias locales que produjo el ferrocarril fueron la
llegada masiva de inmigrantes extranjeros que prácticamente transvasaron la población
criolla local; el arribo de mercaderías y de la tecnología industrial; maquinarias
importadas de EE.UU. y Europa; el acceso al trigo barato de la pampa húmeda y la
agonía del modelo cerealero y ganadero (de engorde) para el mercado chileno que había
predominado hasta entonces en la economía regional, para reemplazarla por una
vitivinicultura a escala industrial y con miras a los mercados del litoral argentino, con el
puerto de Rosario a la cabeza. 4
2
El término «Cuyo», de origen indígena y que significaría: «tierra de las arenas», es el nombre con que fue
conocida la región comprendida por las ciudades de Mendoza, San Juan y San Luis desde los tiempos de
la colonia española hasta 1820 en que se disgregan para crearse respectivamente las provincias de
Mendoza, San Juan y San Luis. La provincia de Cuyo fue la división político-administrativa que desde
1776, creación del Virreinato del río de la Plata hasta 1820, tuvo por capital a la ciudad de Mendoza. Por
extensión cuyano alude a las antiguas provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.
3
2 de marzo de 1561: Fundación de la ciudad de Mendoza, Nuevo Valle de Rioja por parte del capitán
español Pedro del Castillo, por orden del Capitán General de Chile, Don García Hurtado de Mendoza.
4
En 1884, la principal exportación de la provincia (72,56%) era el ganado vacuno a Chile, mientras que las
exportaciones de vino sólo constituían el 1,88% del total. En: La Provincia de Mendoza en su Exposición
Interprovincial de 1885, Tip. Bazar Madrileño, Mendoza, 1885.
10
La fragilidad de la memoria
gobiernos de la llamada generación del '80, con sus consignas de “orden y progreso".
Una política transformadora de modernización del país, había sido puesta en marcha por
una elite nacional que, previamente, había establecido acuerdos políticos y económicos
con las diferentes oligarquías5 provinciales. Entre los miembros destacados de la nueva
alianza se encontraba el mendocino Emilio Civit, la figura más prominente de la dirigencia
conservadora local. Civit, precisamente para esta fecha, acababa de finalizar en Mendoza
su segunda gobernación. Antes había sido diputado nacional, senador nacional, ministro
provincial, gobernador, ministro de la Nación, etc.
5
Entendemos por oligarquía al régimen político en el cual la soberanía real, no necesariamente la formal
que una república que, por definición, pertenece al pueblo, es ejercida por una clase restringida y
privilegiada. Por extensión, a dicho grupo.
11
La fragilidad de la memoria
La utopía del eterno progreso había tenido ya un serio traspié en la conocida como
“crisis del noventa”, en alusión al año 1890 en que se produjo una crisis económica muy
importante, con quiebras de bancos nacionales y provinciales, fruto del manejo
especulativo de la economía, la emisión de moneda sin respaldo y la impericia en el
manejo de las finanzas públicas. Este aprieto económico tuvo su correlato político con
una insurrección armada, con apoyo de elementos civiles, que fue abortada por el propio
gobierno pero que, igualmente forzó la renuncia del entonces presidente de la república,
Miguel Juárez Celman (1886-90), y la asunción del cargo por parte de Carlos Pellegrini6,
hasta entonces vicepresidente, quien terminó el período presidencial previsto en 1892. La
resolución de la crisis del ‘90 por parte de Pellegrini y el ex-presidente Roca, detrás de la
escena política, consolidó al grupo dirigente pero, puso en alerta sobre la fragilidad del
sistema político y económico de la Argentina finisecular y su proyecto de modernización.
A pesar de ello, el sistema capitalista no fue puesto en cuestión, sino que se intentó
justificar la alarma como una crisis de moralidad pública. La explicación de la época es
6
De padre italiano y de madre inglesa, Carlos Pellegrini había nacido en Buenos Aires en 1846. Se graduó
de abogado y a los veintiséis años fue diputado nacional. Fue ministro de Guerra y vicepresidente de la
Nación. Negoció en nombre del Gobierno argentino en Europa un empréstito que le dio fama de hábil
político. Fue primero aliado y luego rival interno del Gral. Julio A. Roca. Este distanciamiento fracturó a la
elite dirigente y perdió la cohesión que había tenido en el período roquista. Falleció en 1906.
12
La fragilidad de la memoria
que habrían fallado los hombres. De allí que surjan dos valores a reivindicar, los de
moralidad y ética pública, ejes que tendrán, recurrentemente, un gran espacio en la
prensa del período. La adscripción incondicional al modelo de gestión elegido por la
Argentina generó una fractura en el interior de la elite dirigente que hubo de tener otro
punto de inflexión en ocasión de celebrarse el primer Centenario en 1910. Un incipiente
nacionalismo cultural cuestionó, desde el campo intelectual, el sustento ideológico del
régimen, disidencia que luego se llevó también al campo de lo político. Hubo entonces
quienes, comenzaron a pensar la necesidad de reformular el modelo de desarrollo
económico y político hasta entonces vigente. Había un desajuste, social y político,
todavía no demasiado evidente, entre la formulación del modelo y las concreciones
efectivas hacia 1910, que fue denunciado por un creciente nacionalismo cultural, surgido
entre los grupos intelectuales de la misma elite dirigente.7 Este movimiento revisionista no
era homogéneo, ya que existían diversas visiones y tampoco sólo una expresión
argentina sino que ya tenía envergadura continental y se alimentaba también de ciertos
ejemplos foráneos como el elitista nacionalismo católico, monárquico propugnado por
Maurras, Barret y Daudet en Francia, por este mismo tiempo. Este movimiento, todavía
incipiente al tiempo del Centenario hizo crisis en el año 1930, cuando un golpe militar
produjo la primera ruptura de esta larga constitucionalidad de los gobiernos civiles
argentinos iniciada en 1853.
7
Véase al respecto: SARLO, Beatriz y ALTAMIRANO, Carlos. La Argentina del Centenario: campo
intelectual, vida literaria y temas ideológicos. En: Ensayos argentinos: de Sarmiento a la vanguardia.
Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988.
8
El Krausismo se presenta en el Río de la Plata como una prolongación de las tendencias espiritualistas,
con una extensión efectiva desde mediados del siglo XIX hasta las primeras décadas del presente siglo.
La ideología krausista es asimilada a través de las fuentes directas del filósofo alemán Karl Krause
(1781/1832), y sus discípulos Ahrens y Tiberghien, así como del significativo movimiento del Krausismo
español que irradia su influencia en América Latina. En nuestro país, el Krausismo es eclipsado y
asimilado con el surgimiento de la corriente positivista, conservando una incidencia definida en el terreno
de las ideas políticas, jurídicas y pedagógicas. En este sentido, se destaca la incorporación de esta
ideología dentro de las nuevas fuerzas políticas, como el partido radical, que propugnaron una
reformulación de la tradición liberal hacia formas democráticas y solidarias, donde cobra importancia la
actuación de la sociedad civil en la vida política nacional. Ver: ROIG, Arturo. Los krausistas argentinos.
Cájica, México, 1969; ARDAO, Arturo. Espitualismo y positivismo en el Uruguay. Fondo de Cultura
13
La fragilidad de la memoria
Dentro de la elite dirigente hubo una división, entre quienes propiciaban una mayor
participación política y democratización de los sectores medios de la Argentina y aquellos
que apoyaban la idea de continuar tal como se venía, es decir, con el fraude
institucionalizado y la exclusión de la vida política de amplios sectores de la población,
sobre todo de las capas medias y de los llegados inmigrantes. Fruto de estas
expectativas de cambio, sociales y políticas, ya presentes en el Centenario, es la reforma
que se produce en 1912, cuando se sanciona la llamada Ley Sáenz Peña de
establecimiento del voto universal, secreto y obligatorio que pondrá fin al llamado voto
cantado. El voto ya era obligatorio y universal (excluyendo a las mujeres) pero no era
secreto y esto significaba un control real, por parte de los patrones, del sufragio de los
peones que debían votar por quienes ellos aconsejaban. Por otro lado, la novedad
importante fue la utilización de los padrones militares para la confección del padrón
electoral, con lo que se depuraron las listas de sufragantes, evitándose el voto de los ya
fallecidos, etc.
Económica, México, 1950; AA.VV. El Krausismo y su influencia en América Latina. Fundación Friedich
Ebert, Madrid, 1989; BIAGINI, Hugo (Comp.) Orígenes de la democracia argentina. El trasfondo krausista,
Legasa, Buenos Aires, 1989.
9
En 1900, el presidente Julio Argentino ROCA decretó que el Himno Nacional se cantara omitiendo los
versos que referían a las luchas con España, como una manera de congraciarse con la creciente colonia
de inmigrantes españoles que arribaban como inmigrantes.
14
La fragilidad de la memoria
considerarse una de las naciones más prósperas y prometedoras de la tierra junto con los
EE.UU. de Norteamérica, el Canadá y, tal vez, Australia.
10
LLOYD’S GREATER BRITAIN PUBLISHING COMPANY. Impresiones de la República Argentina en el
Siglo Veinte. Su Historia, Gente, Comercio, Industria y Riqueza. Londres, 1911, 900 páginas. El prólogo
anticipa que para financiar esta costosa edición han debido intercalarse “fotografías comerciales”, de
personas e instituciones, a efectos de hacer menos onerosa su adquisición aunque todo hace suponer que
no sólo a ello se ha limitado la comercialización de espacios sino que también deben haberse pagado las
líneas de biografías de personajes destacados, porque hay inexplicables ausencias, y las referencias a
empresas comerciales es exhaustiva.
11
Ibídem, Prólogo.
15
La fragilidad de la memoria
“Desde hace muchos años hasta la época presente, ningún país en el mundo ha
alcanzado un lugar tan prominente, en el sentido comercial e industrial, como la
República Argentina.(...) La naturaleza ha derrochado prodigalidades en la
Argentina, dotándola de una magnífica y fértil llanura (...) y con absoluta seguridad
puede afirmarse que es la región sementera mayor que queda aún por explotar en
climas templados.(...) es imposible que se detenga a un país que produce tan
abundantes y variados frutos. Ninguna región impresiona tanto al visitante acerca
de las ilimitadas posibilidades de su suelo, como la Argentina, y únicamente una
mala y desgraciada dirección podrían impedirle que llegue a ser una de las mayores
naciones del mundo.
Por su parte, en los círculos dirigentes se deja trascender que la mayor ambición de
la Argentina es poder producir bastantes comestibles como para abastecer al mundo
entero. Los adjetivos para singularizar a la Argentina alimentan la vanidad de la novel
república: “No hay país que se haya desarrollado tan rápidamente, ni que haya atraído
tanto capital extranjero en el último medio siglo como la Argentina.”13 y respecto de la
importancia y origen de dicho capital extranjero se reproduce un dicho que afirma que “el
capital inglés y el trabajo italiano han hecho la Argentina de hoy.”14 Es entendible que en
este contexto, M. Clemenceau, expresidente del Consejo de ministros de Francia, de
visita en el país en 1910 observe en los argentinos un “argentinismo rabioso” que le
induce a pensar al estadista francés que: “...el argentino verdadero, aunque nunca lo
confiese, parece, a mi juicio, estar convencido de que su país está dotado de un mágico
elixir de juventud que brota del suelo y lo convierte en un hombre nuevo, descendiente de
nadie, pero antecesor de todas las generaciones venideras.”15
Pero, los festejos del Centenario no fueron sólo un canto celebratorio monocorde al
régimen vigente, sino que, sectores sindicales vinculados al anarquismo y al socialismo,
amenazaron con realizar una huelga general en coincidencia con los festejos oficiales
pidiendo la derogación de la denominada Ley de Residencia. El establecimiento del
estado de sitio por parte del gobierno, neutralizó, por un tiempo, las manifestaciones del
descontento popular.
12
Ibídem, p. 94.
13
Ibídem, p. 234.
14
Ibídem, p. 176.
15
CLEMENCEAU, George. En: London Observer de Londres, 19/02/1911, citado en: LLOYD’S GREATER
BRITAIN PUBLISHING COMPANY. Impresiones de la República Argentina en el Siglo Veinte.op. cit., p.
370.
16
La fragilidad de la memoria
El ingreso en la modernidad
Hacia fines del siglo XIX y comienzos del veinte, puede advertirse en la prensa la
aparición de un discurso epocal que refiere a la modernidad a la que ingresaba, o
aspiraba, la novel república de la mano de las dirigencias conservadoras, provinciales y
nacionales. La modernización como proceso de transformación de las estructuras
económicas, sociales y culturales abarcó, en gran medida, a todo el llamado mundo
occidental. Dentro del proceso de expansión del capitalismo industrial, a partir de 1880,
en la República Argentina la administración gubernamental comenzó a gestar un proyecto
nacional de modernización. Este, suponía adecuar las estructuras políticas,
administrativas y económicas del país al nuevo orden.
17
La fragilidad de la memoria
16
BAUDELAIRE, Charles. Introduce este concepto en The Painter of Modern Life (1863), Phaidon, Oxford,
1964. p.3.
17
Ejemplo de ello, es la utilización de los términos modernismo y modernista, respecto de los cuales hemos
respetado el uso y alcance con que fue usado en Mendoza en este período. Más adelante, en el desarrollo
del trabajo se amplían sus significaciones. Ver el subtítulo: “modernos, modernistas y conservadores”.
18
La fragilidad de la memoria
Nos interesa también develar las estrategias simbólicas de apropiación del espacio
por parte de los diferentes grupos sociales y no sólo de la elite dirigente. De allí que
partimos del supuesto teórico que los textos periodísticos constituyen, ciertamente,
vehículos de representación social. Pero, dada la magnitud del corpus seleccionado,
hemos creído necesario restringir el análisis del discurso, en tanto texto literario, en tanto
unidad en sí misma, no al conjunto del corpus, sino a seleccionados textos, los cuales,
por su alta densidad discursiva, creemos merecen un análisis particular. Mientras que, al
conjunto, lo hemos abordado en tanto estrategias de control de gestión y/o luchas
políticas o luchas de representación social, en referencia a las políticas urbanas
finiseculares.
19
La fragilidad de la memoria
Pero, tomar a los periódicos como fuente documental supone, como hipótesis de
trabajo, aceptar el recorte de la realidad que la misma prensa ha hecho de los distintos
conflictos, desigualdades y/o valores, en un momento dado. Así, aunque por otras
fuentes documentales y/o otros estudios anteriores pudiéramos saber de la aparición de
una norma, de un reglamento o de un censo sobre los que la prensa no daba noticias o
les asignaba escasa o nula importancia. Resulta interesante inferir por qué la prensa,
oficialista u opositora, lo silenciaba, los minimizaba o directamente los ignoraba.
Para conocer las distintas representaciones en juego, tanto fueran de los sectores
dominantes como de los sectores subalternos, hubiera sido deseable contar con medios
periodísticos procedentes de ambas vertientes; pero, ello no siempre ha sido posible
porque sólo han perdurado los testimonios de la prensa de la clase dirigente. En efecto,
en el período en estudio, la prensa mendocina que hay archivada en las hemerotecas
locales es toda de elite. No han perdurado diarios obreros, aunque parece que sí los
hubo. La existencia de discursos alternativos: anarquistas, obreros o socialistas ha
quedado limitado a las citaciones o transcripciones que pueden haber hecho otros
medios periodísticos. Es decir, a partir de las fuentes disponibles, el disenso y/o asenso a
las distintas representaciones sociales en pugna, que se prioriza es el de la clase
dirigente mendocina.
Esta carencia puede explicarse tanto por el hecho de que los sectores populares no
tenían pleno acceso a los medios de comunicación de la cultura hegemónica, porque
pueden no haber alcanzado una manifestación textual o porque esta misma clase
dirigente poco y nada hizo para que estas publicaciones perduraran en las hemerotecas
oficiales. A pesar de ello, partimos del supuesto teórico de que es posible la
20
La fragilidad de la memoria
Tanto sea la prensa oficialista, o el que hacía las veces de tal, o en el periódico
opositor, como puede advertirse en el discurso del diario Los Andes, el más importante
del período estudiado, el interpelante de la reclamación no es el pueblo, quien
presuntamente padece la buena o mala gestión de la elite dominante, sino que el
interlocutor es la misma clase dirigente de la que forman parte, tanto los oficialistas como
los ocasionales opositores. El pueblo, o al menos los sectores populares, aparecen en
este esquema discursivo en una condición de minoridad cívica, a la que habría que
proteger de manera paternalista y ejercer de alguna manera su representación.
En resumen, podríamos decir que, con todas las limitaciones materiales y culturales
de una ciudad provinciana como Mendoza, se puede verificar que, frente al ejercicio
oligárquico, del poder político y a la construcción de una hegemonía política y social,
hubo un control de gestión a las políticas públicas por parte del periodismo local. Esta
función de señalamiento crítico se inscribe en el marco más general de la prensa
modernista de su tiempo y de los valores, conflictos, desigualdades que este período de
la vida argentina imprimió a la vida política y social.
21
La fragilidad de la memoria
Por otro lado, para conocer la representación social que gestó el civitismo18 hemos
incorporado también como fuente documental el Álbum que en homenaje a Emilio Civit se
publicó al fin de su segundo mandato como gobernador (1910). También hemos
incorporado otras fuentes alternativas tales como datos censales y algunos planos de la
ciudad en la época que no fueron publicados por los diarios, y otros particulares del
Parque del Oeste, sin cuya inclusión sería difícil comprender la espacialización del
discurso periodístico.
No obstante, debemos precisar que, a pesar de las muchas bondades que presenta
la fuente prioritaria de consulta, la prensa, y de los recaudos que hemos tomado; como
ésta hace un recorte importante de la información publicada, esto puede producir ciertas
desviaciones en el peso asignado a ciertos temas o problemáticas, o privarnos de la
palabra de algunos sectores que también tenían demandas que formular como es el caso
de la creciente inmigración extranjera. Estos tenían incluso ciertos órganos periodísticos
propios y, sin embargo, pueden parecer ausentes en el discurso, aunque no hayan
estado ausentes de la realidad que se plasmaba en la ciudad.
18
Por civitismo entenderemos a los partidarios de Emilio CIVIT y a los modelos o proyectos que éste impulsó
a lo largo de su trayectoria política.
22
La fragilidad de la memoria
del período sino que, también, se evidencia en la misma ciudad moderna como campo de
significación.
“...el periódico hace con el trabajo sobre la lengua lo que la ciudad hacía con los
espacios públicos tradicionales. No está de más, por eso, leer el periódico como la
representación (en la superficie misma de su forma) de la organización de la
ciudad, con sus calles centrales, burocráticas o comerciales, con sus pequeñas
plazas y parques: lugares de ocio y reencuentro”19
La utilización de una fuente moderna por excelencia para mirar la ciudad, con sus
redes y desarticulaciones, nos ha hecho participar de esa misma fragmentariedad de
códigos y de sistemas de representación con que la prensa abordó la problemática de la
ciudad en los tiempos del modernismo. Como nos advierte Ramos en su estudio sobre
los desencuentros de la modernidad: “... la ciudad no sólo sería un contexto pasivo de la
significación, sino la cristalización de la distribución de los mismos límites, articulaciones,
cursos y aporías que constituyen el campo presupuesto por la significación.”20
Por ello, el propósito de los cronistas que escribían en los periódicos finiseculares
era re-narrativizar la ciudad para re-configurar la unidad que la modernidad disolvía, a
través de sus diversos mecanismos, utilizando, para ello, recursos literarios de
hilvanamiento tales como el paseo. Recomponer el espacio, discursivo y territorial, y
articular la fragmentación, tanto de la crónica periodística como de la ciudad como ámbito
espacial, de Mendoza en tiempos de su incorporación a la modernidad, es también
nuestro propósito.
19
RAMOS, Julio, Desencuentros de la modernidad en América Latina. Literatura y política en el siglo XIX.,
Fondo de Cultura Económica, México, 1989,op. cit., p.124.
20
Ibídem, p.118.
21
MARTI, José. Obras Completas, Tomo IX, p. 303, citado por RAMOS, Julio, op. cit., p.126.
22
RAMOS Julio, op. cit., p.126.
23
La fragilidad de la memoria
23
Nos referimos a nuestra publicación: Mendoza, aquella ciudad de barro. Historia de una ciudad andina
desde el siglo XVI hasta nuestros días. Municipalidad de Mendoza, 1987, 590 p.
24
La fragilidad de la memoria
cual da amplia cuenta la prensa de la época y, según creemos, ambos pueden ser
decodificados a partir de su análisis en su carácter de representaciones sociales.24
Otros estudios históricos previos sobre Mendoza, con otras fuentes y otros objetos
de estudios dan amplia cuenta de la estructura político-institucional del período. Ellos nos
han permitido conocer, respecto de las políticas públicas en la ciudad, el discurso oficial
definido y expresado por una fracción de la elite dirigente, aquella que manejaba el poder
político y la administración del Estado. Pero, como suele suceder, cuando lo oficial no
coincide con lo real, se hace preciso recurrir a otro tipo de reservorios de información que
nos permitan escuchar otras voces, otras representaciones emitidas desde otros lugares.
Atentos a esta inquietud nos pareció útil interrogar a la prensa cotidiana como fuente
documental. Esta consulta, centrada básicamente en los periódicos locales, nos permite
conocer, complementariamente con las otras fuentes ya conocidas, el consenso y el
disenso que tuvieron las distintas gestiones urbanas del conservadurismo vigente y la
participación, o no, que les cupo a los distintos sectores sociales en la definición de las
políticas públicas instrumentadas en este período.
La prensa local, con medios oficialistas, opositores e inclusive aquellos que solían
ser alternativamente oficialistas u opositores, también nos posibilita ampliar el
conocimiento del discurso de la elite, el hegemónico por otro lado, a partir del cual se
pueden confrontar las distintas voces (de consenso o disenso) que se levantan frente al
discurso oficial. En el discurso que publica la prensa local, aunque a veces seguimos a un
emisor en particular, en general, observamos el comportamiento de todo un grupo social,
el dirigente, para, a partir de sus propuestas o elecciones urbanas, poder develar también
el otro discurso, el de los sectores subalternos respecto de la gestión urbana y de la
sociedad.
24
JODELET, Denise. Les Représentations Sociales, Presses Universitaires de France, Paris, 1989, p.35.
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La fragilidad de la memoria
Por otro lado, si reconocemos al campo cultural como un espacio simbólico donde
también se expresa la tensión social, es válido pensar que en la ciudad, como
representación social, se verifica un proceso de redefinición permanente de fuerzas y de
luchas, políticas y simbólicas. De tal antagonismo fundamental, puede resultar claro que
la ciudad moderna es uno de los terrenos donde también se expresa esta conflictividad
social. Existe un esfuerzo incesante por parte de los sectores dominantes para
desorganizar y reorganizar, a partir de otros criterios valorativos, el hábitat popular y un
esfuerzo de los sectores subalternos por resistir dichos cambios, organizando para ello
distintos tipos de luchas de representaciones, que también supone distintos grados de
creatividad y no sólo ser meros objetos de manipulación social.25
Reconocer las estrategias de apropiación, simbólica o real, del territorio por parte
de los distintos actores sociales en una ciudad provinciana como Mendoza supone
también analizar las distintas relaciones de fuerza que se dan en su seno.26 El espacio
urbano es un producto cultural, históricamente construido, en lo material y en lo social,
también objeto de apropiación de los diferentes grupos sociales y el punto de aplicación
más visible del poder27. Si bien la ciudad es organizada, modelada y definida con relación
a las representaciones sociales de los grupos dominantes, la apropiación del espacio por
25
GARCIA CANCLINI, Néstor. ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular? México, 1983,
p.28.
26
ver SANCHEZ, Juan. Poder y Espacio.En: GeoCrítica. Cuadernos críticos de geografía humana.
Barcelona, setiembre de 1979, p.7 a 11.
27
CIRVINI Silvia. La ciudad argentina de la belle époque a los shoppings center. El caso de Buenos Aires.
En: Argentina del ’80 al ’80. Balance social y cultural de un siglo. ROIG, Arturo, compilador. Univ.
Autónoma de México, México, 1993, p.183.
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La fragilidad de la memoria
parte de los sectores subalternos no es un hecho pasivo, ni la acción del poder sobre el
espacio es simple imposición coercitiva. Descubrir y analizar esta tensión entre dominio y
contra dominio, esta lucha de representaciones, este juego de fuerzas dinámico en torno
del espacio urbano y en el marco de una construcción hegemónica es un propósito
central en nuestra búsqueda.
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