GOSHET
GOSHET
GOSHET
F. GONSETH (ZURICH)
¿ Qué es la Realidad?
¿Qué es la Verdad?
¿ Qué son las Matemáticas?
Respuestas de Diccionario
• Ciencia que estudia las propiedades de los números y las relaciones que se establecen entre
ellos.
• Las matemáticas o la matemática es una ciencia formal que, partiendo de axiomas y siguiendo el
razonamiento lógico, estudia las propiedades y relaciones entre entidades abstractas como
números, figuras geométricas, iconos, glifos, o símbolos en general.
• La matemática es la ciencia de la estructura, el orden y los patrones repetitivos que se basa en contar,
medir y describir las formas. Su objeto de estudio son las magnitudes, las cantidades y los cambios de estas
en el tiempo y el espacio.
El origen etimológico del término matemáticas, emana de “mathematicalis”. No obstante, esta palabra
procede del griego, de “mathema”, que puede traducirse como “estudio de un tema”.
La matemática es la ciencia deductiva que se dedica al estudio de las propiedades de los entes abstractos y
de sus relaciones. Esto quiere decir que las matemáticas trabajan con números, símbolos, figuras
geométricas, etc.
A partir de axiomas y siguiendo razonamientos lógicos, las matemáticas analizan estructuras, magnitudes y
vínculos de los entes abstractos. Esto permite, una vez detectados ciertos patrones, formular conjeturas y
establecer definiciones a las que se llegan por deducción.
La matemática es una ciencia lógica deductiva, que utiliza símbolos para generar una teoría exacta de
deducción e inferencia basada en definiciones, axiomas, postulados y reglas que transforman elementos
primitivos en relaciones y teoremas más complejos. Esta ciencia enseña al individuo a pensar de una manera
lógica y por lo tanto a desarrollar habilidades a resolver problemas y tomar decisiones. Las habilidades
numéricas son valoradas por la mayoría de los sectores, se puede decir que en algunos casos son
considerados esenciales.
"Las matemáticas son (...) un juego, un juego maravilloso y poderoso: son lo que tienen que ser. Son el
lenguaje que describe nuestro mundo, son una forma de razonar con lógica y elegancia. Son la forma de
entender nuestro universo.“ (Clara Grima)
¿ Qué es la Realidad?
• Conformidad entre lo que una persona manifiesta y lo que ha experimentado, piensa o siente.
"efectivamente era verdad todo lo que me comentó"
La verdad es la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la realidad. La palabra, como
tal, proviene del latín verĭtas, veritātis.
En este sentido, la verdad supone la concordancia entre aquello que afirmamos con lo que se sabe, se
siente o se piensa.. De allí que el concepto de verdad también abarque valores como la honestidad, la
sinceridad y la franqueza
Por otro lado, como verdad se denomina todo aquel juicio o proposición que no puede ser refutado
racionalmente. En este sentido, la verdad es lo opuesto a la falsedad, a la mentira.
EL RACIONALISMO CIENTÍFICO
Gonseth (1890-1975)
Ciencia y Filosofía
La ciencia como producto Indisociables
de una razón creadora.
La razón misma como
Brunschvicg
(1869-1944)
Piaget (1896-1980)
creación permanente. Raices biológicas y
sicológicas de la ciencia
• Su noción de axiomática, está en la antípoda de aquella que la mayoría de los matemáticos adoptan ahora.
Los axiomas no son los fundamentos, son productos provisionales de una cristalización de la intuición.
• Hay en la filosofía abierta de Gonseth un aspecto "etéreo" que no está equilibrado por el aspecto
"concreto"
• Piaget como en Brunschvicg, quienes, al insistir sobre el carácter constructivo o creador de la actividad
matemática, nos recuerdan las raíces prácticas y biológicas de ésta, y entonces de la verdad matemática
LA VERDAD MATEMÁTICA Y LA REALIDAD ESTÁN MÁS O MENOS PUESTAS EN OPOSICIÓN
Vale más una sola de estas verdades eternas que los resultados de mil experiencias. (Gauss)
Einstein separa en los axiomas de la geometría el lado puramente formal o puramente lógico del contenido intuitivo:
Sólo las relaciones de lógica pura son de la incumbencia de las matemáticas, mientras que el contenido de los
axiomas debe ser vinculado a la física.
“En la medida en que se refieren a la realidad, las proposiciones de las matemáticas no son seguras y, viceversa,
en la medida que son seguras, no se refieren a la realidad”
“ El progreso alcanzado por la axiomática consiste en haber logrado una neta separación entre lo lógico-formal y
su objetivo o contenido intuitivo”
“Por otra parte, es innegable que la matemática, por lo general y la geometría en especial, debe su existencia a la
sentida necesidad de conocer algo acerca de los objetos reales” (Einsten 1921)
De acuerdo con Gonseth estos dos grandes genios no coinciden:
Gauss al parecer pone los resultados abstractos, a los que el matemático accede por
el solo ejercicio de su mente, en el más alto grado de la escala de los valores
científicos.
Una vez que ha despojado a la geometría, y por extensión necesaria al conjunto de las matemáticas,
de toda significación en el orden de lo real, las deja vivir una vida debilitada, como las sombras
elíseas.
En particular, la verdad matemática no puede dar garantía de una realidad en un mundo físico,
ninguna realidad puede ser demostrada por la lógica pura, la idea de verdad se degrada y se ve
expulsada del círculo de las proposiciones esenciales.
Y si uno admite que existe una realidad de tal manera concreta en la que se pueda distinguir sin
equívoco lo que es el contenido de realidad de los axiomas o, en general, de la formulación de un
hecho cualquiera, Einstein, al parecer, tiene razón a su vez.
Gonseth aclara que estas frases no definen con exactitud la posición de Gauss y la de Einstein:
Gauss al lado de sus investigaciones en matemáticas puras, desarrolló trabajos sobre geodésicas;
Sus meditaciones sobre la posibilidad de una geometría no-euclidiana lo condujeron a verificar
experimentalmente el teorema de geometría relativo a la suma de los ángulos de un triángulo.
Por otra parte, sería verdaderamente absurdo querer afirmar que el creador de la teoría de la
relatividad no aprecia en lo que valen los métodos matemáticos.
A pesar de estas circunstancias, no cabe la menor duda sobre la evidente divergencia de las
opiniones; el matemático mantiene su mirada fija en su ideal de verdad, mientras que el físico pone
la realidad física en primer plan, la verdad de las fórmulas que emplea le son, en el fondo,
secundarias.
La casi totalidad de los matemáticos actuales suscribirían todavía sin titubear una afirmación
como la siguiente:
"Las verdades matemáticas son verdades absolutas, que jamás nadie vendrá a desautorizar".
Los matemáticos no dudan que ellos han anclado su ciencia en el terreno de la verdad pura, y
pocos son quienes no ven en ello una cierta preeminencia de su ciencia.
Bosquejar cómo se puede buscar una conciliación, a partir de una posición intermedia, más
próxima, a decir verdad, a Einstein que a Gauss.
La pregunta sobre la relación entre las nociones de verdad y realidad es una pregunta de los filósofos que sólo
interesa a la ciencia de lejos.
A esta objeción, se puede responder simplemente que es imposible de sustraerse a la necesidad de "filosofar".
Lo quiera uno o no, se es prisionero de una cierta filosofía.
Examinemos por ejemplo la noción de verdad. Es una de las nociones primitivas que es en vano querer definir.
Pero no es inútil recordar cómo se ha constituido el sentido que le atribuimos. Nació de la especulación
matemática y a continuación se expresó, se desarrolló y se hizo explícito en la Teoría de las ideas de Platón. Se
transmitió casi inalterado en la tradición matemática.
Por lo demás, las otras ciencias han también conservado esta herencia: el científico que todavía hoy dice "El fin
último de la ciencia es la búsqueda de la Verdad" hace filosofía platónica
Se puede entonces suponer que:
• Asimismo, la idea de cosa con la que la ciencia ha operado hasta ahora pertenece al ciclo aristotélico.
Una cosa posee por sí misma, de acuerdo a esta idea, ciertas propiedades distintivas (esenciales) por las
que puede ser aprehendida y clasificada.
De la misma manera, uno es, a sabiendas o no, euclidiano por la noción de espacio, cartesiano por la de
razón, newtoniano por la de tiempo, etc. etc.
En una palabra, uno no hace ciencia con independencia de la filosofía.
El espíritu de quien rehúye las discusiones llamadas filosóficas en la actualidad, está vestido con retazos de
la filosofía de la antigüedad.
Es por esto que no dudo en afirmar que la ciencia no puede sustraerse al deber de examinar las nociones
fundamentales que utiliza, de ponerlas en concordancia unas con otras, de buscar cuáles son sus relaciones
recíprocas ... Todo este trabajo de reflexión y de puesta a punto, es el que uno podría llamar especialmente
filosofía de la ciencia.
Es posible bosquejar un conjunto de puntos de vista, que uno puede si se quiere llamar una filosofía, en cuyo
seno las nociones fundamentales, como verdad, realidad, concreto y abstracto, cosa, espacio, tiempo, etc.,
adquieren un sentido adecuado a las necesidades actuales de la ciencia, y en la que, en particular, la oposición de
la que partimos para abordar este tema desaparece.
LA FARSA DE LA VERDAD ABSOLUTA (la infalible seguridad de la especulación matemática)
Yo afirmo que si uno la examina de cerca y sin tomar partido previo, esta infalibilidad aparece más o
menos vacilante.
Como las otras ciencias, las matemáticas pueden ser el teatro de una conmoción que arruine toda una
teoría.
Para hacerlo ver, fijemos primeramente los rasgos esenciales de una revolución de este tipo. Elijamos, por
ejemplo, la relatividad llamada restringida, que está de nuevo en todas las memorias: este ejemplo se ha
vuelto tan clásico que nos serán suficientes unas cuantas palabras.
CINEMÁTICA ORDINARIA
La descripción del movimiento de los cuerpos físicos sin ELECTROMAGNETISMO
considerar las causas que lo originan describe la interacción de partículas
Posteriormente el estudio de la evolución en el tiempo de un cargadas con campos
sistema físico en relación con las causas que provocan o eléctricos y magnéticos. La interacción
conservan el movimiento llevó al desarrollo de la electromagnética es una de las
DINÁMICA. Los principios dinámicos más importantes son cuatro fuerzas fundamentales del universo
la inercia, la cantidad de movimiento, la fuerza y la energía conocido.
mecánica.
(PSEUDO) EUCLIDIANA
TEORÍA DE LA RELATIVIDAD
NO-EUCLIDIANA
TEORÍA DE LA RELATIVIDAD
RESTRINGIDA (1905) Con el fin de incluir la gravedad, Einstein
La teoría es "especial", ya que solo se formuló la RELATIVIDAD GENERAL en
aplica en el caso especial/particular donde 1915. La relatividad general es capaz de
la curvatura del espacio-tiempo producida manejar marcos de referencia acelerados,
por acción de la gravedad es irrelevante, es algo que no era posible con las teorías
decir, en esta teoría Einstein no tuvo en anteriores
cuenta a la gravedad como variable
Reflexión sobre La noción de OBJETO
Sobre la noción del todo ordinaria de cosa material, que posee forma y color y ocupa una cierta posición en el
espacio .
En su primera infancia los niños no saben relacionar y coordinar las impresiones sensoriales que deberían
pertenecer a un solo y mismo objeto.
Estas impresiones, que varían cuando el objeto y el niño se desplazan uno en relación al otro, o cuando el objeto
afecta sentidos diferentes, quedan dispersas en la conciencia, aún no asociadas.
El objeto no se reconoce todavía como idéntico a sí mismo bajo estos aspectos diferentes, no está todavía
individualizado, no es percibido como tal.
Hace falta un desarrollo físico y mental bastante largo para que las impresiones táctiles se unan a las visuales
y se superpongan; para que la memoria de los ojos se ponga de acuerdo con la de los labios y los dedos.
El niño entra poco a poco en posesión del mecanismo mental que le va a permitir hacer real la permanencia y
la identidad del objeto bajo la multiplicidad de sensaciones, que le va a permitir concebir la unidad de lugar
bajo la diversidad de imágenes.
Hay entonces, en el desarrollo del niño, un estado en donde no posee todavía la facultad de sujetar las
sensaciones que lo asaltan.
No· tiene todavía a su disposición el sistema de normas; su memoria todavía no ha separado ni fijado los
puntos de referencia que lo harán capaz de comprender el lenguaje de signos que captan sus sentidos.
Estos referentes y estas normas constituyen la sustancia de lo que queremos llamar forma intuitiva.
Las sensaciones sólo devienen objeto por proyección sobre esta forma, en relación al marco de normas y
de referentes.
Estas observaciones claramente ponen a la luz que lo que llamamos un objeto no es mas que un
recorte más o menos esquemático de la realidad.
El objeto no está dado directamente, como una realidad inmediata, en una intuición que lo tome en
posesión de un solo golpe y hasta su esencia. Por el contrario, el objeto sólo es un esquema,
alimentado por un mecanismo mental bastante complicado; es sólo una imagen imperfecta,
podríamos decir que provisoria y superficial; imagen, no de una realidad en sí, sino resultante de las
asociaciones y de las coordinaciones de las que esta realidad nos ha provisto en su momento.
Formación de la Realidad en el Físico Formación de la representación de un objeto en un
individuo
Observaciones numerosas Impresiones sensoriales inmediatas
Estas impresiones (observaciones) llegan a ser realidad Forma Intuitiva
sobre la base de un cierto esquema teórico (C.O ó C. de Referentes y normas
E)
Acto de Interpretación que construye una realidad Acto mental que construye el objeto por la proyección
basado en observaciones y un Esquema teórico de sensaciones sobre el conjunto de referentes intuitivos
En la percepción del más simple de los objetos, se puede ya distinguir los rasgos esenciales de toda investigación
científica de la realidad, y en particular, esta actividad interpretativa que confiere un carácter netamente
esquemático a todo nuestro conocimiento del mundo exterior.
El esquema teórico necesario para la interpretación de la forma intuitiva, en donde se origina la creación
los resultados de la observación pone en relación las mental "objeto", debe contener también las leyes del
diferentes magnitudes físicas tales como la distancia, la objeto, al mismo tiempo que las otras nociones que
masa, la velocidad, el potencial, etc. y sus relaciones intervienen.
son las leyes del dominio en cuestión. ¿Existen realmente leyes de este tipo? Sin duda
la lógica, bajo su forma más primitiva, puede ser concebida como una física del objeto
cualquiera.
Las leyes del objeto nos parecen ya sea de la más elevada evidencia o bien de la más grande banalidad,
porque están inscritas dentro de la forma intuitiva en donde se fundamenta la noción de objeto.
La evidencia es del orden fisiológico, y no tiene nada que ver con el ideal de verdad absoluta. La seguridad
con la cual las leyes de la lógica pueden ser empleadas no es más que la expresión de su eficacia, de la
adecuación de la física del objeto a la realidad a la que apunta.
Ahora que hemos descubierto lo que podrían ser los orígenes empíricos de la lógica, no expondré cómo
ésta se constituye en un esquema abstracto o teórico, cuyo campo de aplicación se aleja cada vez más de su
objeto primitivo.
El rasgo esencial de esta extensión consiste en llevar las leyes del objeto a la esfera de los objetos mentales,
de los objetos del pensamiento.
La extensión que se proponía de la cinemática ordinaria más allá de su esfera de eficacia, se enfrentó a
contradicciones insuperables y ha sido necesario renunciar a ella.
Se creyó que a diferencia de la cinemática; si en la Lógica se respeten las reglas, no podrá jamás
enfrentarse a la contradicción.
Pero, los hechos no respetan el esquema teórico de la lógica más que en cualquier otra teoría.
Desde hace tiempo se sabe que si uno pone una cierta obstinación, una cierta rigidez al aplicar las leyes
de nuestra supuestamente infalible lógica, hay ciertas contradicciones que es imposible evitar.
He aquí la forma ingeniosa que se puede dar a una de ellas:
Hay una biblioteca de catálogos y, entre ellos, algunos que se mencionan a sí mismos y otros que no.
Bien parece que las dos propiedades "de mencionarse" y "de no mencionarse“ deben ser
contradictorias en el sentido de la lógica ordinaria. Y sin embargo, si uno imagina "el catálogo de
todos los catálogos que no se mencionan", las cosas no son tan fáciles.
Si uno admite que este nuevo catálogo se menciona, se puede deducir inmediatamente que no se
menciona, y recíprocamente. Las dos hipótesis de las cuales una tendría que ser exacta, conducen
ambas a una contradicción.
Recordemos la Paradoja de Rusell producida por la existencia del:
“Conjunto de todos los conjuntos que no se pertenecen a sí mismos"
𝑀={𝑋/𝑋∉𝑋}
La condición para que X sea elemento de M es “𝑋∉𝑋”
¿𝑀∈𝑀?
Si 𝑀∈𝑀 debe satisfacer la propiedad de los elementos de 𝑀, por lo cual 𝑀∉𝑀
Si 𝑀∉𝑀, está cumpliendo la propiedad de los elementos de 𝑀 , por lo cual 𝑀∈𝑀
Pero el dominio de las matemáticas, aún las elementales, desborda el dominio de la lógica puesto que la
mayor parte de las clases de objetos que considera la matemática son infinitas, como la clase o el conjunto
de los números enteros, o la de los números primos, o aún el conjunto de puntos de una recta o de un
plano, etc.
La teoría de conjuntos infinitos, que se puede considerar como una extensión de la lógica ordinaria a las
clases infinitas, hace aparecer otras paradojas, que no nos será necesario precisar.
Son especialmente estas últimas las que se ocupado fuertemente a los matemáticos, y sobre las que se han
dado discusiones extremadamente vivas, aún en curso, relativas a los fundamentos de las matemáticas y la
lógica.
Según Cantor, un conjunto se define como una colección infinita de objetos que poseen una propiedad
característica, según la cual cada uno de los objetos pertenece al conjunto como elemento.
De acuerdo a esta definición, los elementos de un conjunto son entonces objetos en el sentido
aristotélico:
según el cual los objetos se consideran como poseedores a priori y por sí mismos ciertas propiedades
por las cuales pueden ser aprehendidos y clasificados.
Se revela que esta manera de concebir el elemento del conjunto abre la vía a las contradicciones.
De la misma manera que la hipótesis del tiempo absoluto o newtoniano, tal como interviene en la
cinemática ordinaria, era la causa del desacuerdo con el electromagnetismo, la hipótesis del objeto
aristotélico es la causa del desacuerdo con el resto de la especulación matemática.
Se hace necesaria una nueva noción de objeto: un objeto puramente lógico.
Esta nueva noción está, con los objetos materiales, en la misma relación de abstracción que la recta lo está a sus
referentes físicos, como la trayectoria de un rayo luminoso o el borde de una regla de dibujo.
Estos objetos lógicos no tienen ninguna propiedad a priori. No tienen otra función que entrar en relaciones
lógicas con otros objetos del mismo tipo, y no tienen otras propiedades que aquéllas que les confieren esas
relaciones.
las paradojas son, de manera totalmente natural, arrojadas fuera de la lógica y fuera de las matemáticas al:
a) aceptar las reglas de la física del objeto cualquiera, en lo que concierne al ser y al no-ser, para los
objetos lógicos;
c) decretar, en cuanto a las colecciones de objetos lógicos infinitos, ciertas reglas extremadamente simples
y que no hacen más que expresar la libertad que siempre tenemos de imaginar nuevos objetos y ponerlos, o
no, en relación unos con otros,
Si, sin dejarse detener por la simplicidad de las nociones fundamentales, se lleva la discusión hasta la
esfera de la intuición, se puede poner al descubierto los orígenes empíricos de todo el edificio matemático,
sin exceptuar la lógica.
Objecciones a Gauss y a Einstein
A Gauss: “Vale más una sola de estas verdades eternas que los resultados de mil experiencias”
Al tener la lógica un origen empírico, al estar calcadas sus reglas de las de la física del objeto
cualquiera, las verdades eternas de las que habla Gauss no son muy diferentes, en esencia, de las
verdades experimentales.
A Einstein:
Si la lógica, ella misma, tiene orígenes empíricos, si la lógica posee un contenido apreciable de
realidad, ¿cómo hacer la partición entre lo que es, en las afirmaciones matemáticas, pura lógica y
contenido de realidad?
Es esta una constatación que vendrá a confirmar un análisis más amplio y más profundo, que
abarcará, al mismo tiempo que la lógica, los fundamentos de la aritmética y de la geometría:
No es posible vaciar los axiomas de su contenido intuitivo o de su contenido de realidad.
No existe lógica que pueda tratar los juicios y las proposiciones, los axiomas y los teoremas como
esquemas absolutamente vacíos de sentido.
En el fondo, la idea de una lógica de este tipo es la hermana pequeña de la
noción de verdad absoluta.
Regresamos siempre al mismo punto: lo abstracto y lo concreto, lo ideal y lo real, no tienen una existencia
perfectamente autónoma, se definen uno en relación al otro.
Pero una vez más, ¿cómo habrían de concebirse las modalidades de sus génesis simultáneas?
Los hechos aparentemente muestran que, a pesar de la incomparable solidez del edificio matemático, la
especulación matemática no es esencialmente diferente de cualquier otra especulación teórica, y que la verdad
absoluta no la habita. Aun en el dominio de las matemáticas, la idea de verdad absoluta no es una idea demasiado
simple.
La noción de verdad que existe por sí misma e independientemente de toda circunstancia, tiene su
origen en el prestigio de la deducción matemática.
La manera en la que la aritmética y la geometría se encuentran materializadas en las cosas debió golpear
con fuerza un espíritu todavía inexperto.
El éxito de la teoría racional de la música, sin hablar de las primeras explicaciones del sistema
planetario, debió reforzar poderosamente la creencia de que el estudio de los números y de las figuras
podría develar los últimos misterios.
Esta idea debió perder enseguida su forma específicamente matemática y penetrar más o menos
profundamente en todos los compartimentos del pensamiento.
Las relaciones que se establecen entre verdad y realidad fueron percibidas directamente -al menos así se
creyó- en un lugar particularmente adecuado. Una vez concebida, esta idea sirvió más o menos de
esquema explicativo en un dominio más extendido.
Como base de nuestra discusión, vamos a elegir simplemente la noción de recta tal y como se introduce
en los primeros elementos.
Se le proponen al alumno diferentes ejemplos, donde se le pide percibir la noción por definir: la cima de
un techo, el borde de una regla de dibujo, o, en un último análisis la trayectoria de un rayo luminoso, la
línea de tiro.
Se le pide abstraer de estos diferentes ejemplos algo que tengan en común, percibir en cada uno de ellos
una cosa ideal, la recta geométrica.
De la misma forma, se le pide imaginar un objeto más y más pequeño, más pequeño todavía que
cualquier objeto que haya imaginado, para conducir su mente a la noción de lugar preciso, de punto
geométrico.
Se le pide de nuevo percibir en los ejemplos propuestos, las primeras propiedades de estos seres
abstractos, las rectas y los puntos.
Destaquemos bien que este pasaje de la noción intuitiva, de la línea de tiro, a la noción ideal, la
recta, es algo que no puede, en lo absoluto, ser descrito.
Una vez que uno lo ha concebido, se le puede evocar. Pero nuestro poder de explicación no va más
lejos. Naturalmente, no es asunto de decir que la recta está en la línea de tiro: se sabe bastante bien
que no hay trayectoria perfectamente recta.
Sin duda son concreciones físicas sugeridas por las nociones geométricas, pero se puede decir
que es gracias a un conocimiento imperfecto de la realidad, a un feliz malentendido, que
hemos aceptado esta sugerencia.
Uno da cuenta, en parte, de estas circunstancias diciendo que la recta es una imagen
esquemática de la realidad. En un esquema, la realidad no está representada en todos sus
detalles, sólo son conservados ciertos rasgos, y evocadas ciertas relaciones.
Es por esto que llamaremos "esquematización axiomática" al proceso mental del cual es
resultado. Axiomática, porque las primeras relaciones que uno percibe entre los elementos de
este esquema son los axiomas de la geometría.
La axiomatización desdobla las nociones que le son sometidas en un abstracto y un concreto relativos uno
al otro.
La noción ideal de recta geométrica ¿no ha sido bien protegida de sus orígenes intuitivos? Se puede hacer
aquí un experimento del pensamiento tan simple como instructivo.
Se pueden dar, de la geometría elemental ( como también de las otras geometrías), modelos bastante
diferentes unos de otros.
Uno de los más simples se obtiene de la manera siguiente: Se llama recta a todo círculo que pasa por un
punto fijo elegido de antemano, y ángulo entre dos rectas al ángulo que forman los círculos que les hemos
hecho corresponder, y así sucesivamente.
Se cambian los nombres de todas las nociones de la geometría y sucede que, si uno ha sabido escoger bien
el disfraz, la geometría así enmascarada imita todos los gestos de la geometría primitiva.
La geometría entera puede ser así transpuesta sin cambiarle una jota.
Se van a considerar las nociones fundamentales, la recta, el punto, etc., bajo un aspecto todavía más
descarnado.
Se va a decir: sólo quiero retener de la recta el hecho de ser un cierto objeto de una cierta categoría, de
la cual no quiero conocer de antemano ninguna propiedad.
De la misma manera para el punto. Cuando una recta A contenga a un punto a, diré que A y a están en
una cierta relación, que no tendrá ninguna significación intuitiva, es decir, una relación puramente
lógica.
Los axiomas indicarán por sí mismos cómo se van a tratar estas relaciones y cómo hay que combinarlas.
La geometría completa es ahora un edificio de relaciones lógicas, donde interviene la relación J que
conesponde a la incidencia de un punto y una recta, la relación P que corresponde al paralelismo de dos
rectas, y así sucesivamente.
Bajo este nuevo aspecto, dos modelos diferentes de nuestra geometría, naturalmente, no pueden
distinguirse uno del otro. Lo que tienen en común es entonces la estructura lógica.
Pero no se si ustedes han observado un parecido bastante sorprendente entre lo que acabo de decir, del
pasaje a las relaciones lógicas, y lo que decía hace poco del pasaje a las nociones de la geometría.
Pedía que tuvieran a bien percibir una misma noción ideal, la recta; piensen en imágenes intuitivas
diferentes, y ahora pido que se perciba una misma relación lógica en relaciones geométricas diferentes,
pido que se tenga a bien hacer abstracción de ciertas diferencias que podemos distinguir para imaginar
una identidad ideal, de un tipo más abstracto todavía.
la introducción de las relaciones lógicas no es otra cosa más que una esquematización axiomática.
Para pasar de la geometría a la lógica, hace falta franquear un nuevo umbral de axiomatización. Hace
poco, la geometría era un abstracto en relación a lo intuitivo. Ahora, es un concreto en relación a la
lógica. Abstracción hace un instante, es ahora una realización de un abstracto más sutil.
En resumen, las nociones geométricas son imágenes ideales apoyadas sobre lo real objetivo,
representaciones esquemáticas cuyo sentido sólo es inteligible teniendo en cuenta las realidades a
las que apuntan.
No hay recta sin el conocimiento preliminar de ciertas materializaciones más o menos burdas; la
idea de recta no puede ser completamente aislada de estas imágenes intuitivas.
La distinción entre abstracto y concreto no es entonces un hecho que existe por sí mismo. Esta
oposición es el resultado de un método de nuestra mente, cuando busca el conocimiento.
Estas nociones pertenecen a lo que uno podría llamar la esfera del objeto, en el mismo sentido que aquéllas
de, por ejemplo, casa o caballo.
¿Es posible distinguir, en la manera como se constituyen, un proceso que recuerde nuestra axiomatización?
La respuesta está ya contenida en lo que he tenido la ocasión de decir de la noción de objeto en los niños
pequeños: es claramente afirmativa.
Todas las explicaciones que di en ese momento concurren a hacer ver que la noción misma de objeto se
abstrae de un concreto, concreto representado por las diversas sensaciones dentro de las que de percibir
una permanencia ideal, la del objeto.
El concepto de casa, que sólo escogimos de entre los otros para fijar ideas, no se define ciertamente en el
sentido aristotélico, enumerando, sin olvidar ninguna, todas las propiedades distintivas que debe poseer la
casa.
No, la enumeración de las cualidades supuestamente distintivas no es la vía por la que se forma el concepto.
Al contrario, se puede admitir que, del conocimiento de tal y tal casa, la mente ha separado, ha abstraído un
cierto tipo, con rasgos más o menos fijos, con una significación más o menos rígida.
Un objeto es reconocido como casa, si es suficientemente coincidente con ese tipo, la apreciación de la
coincidencia puede, por otra parte, variar según las circunstancias.
El tipo es, en la esfera del objeto, la noción ideal, abstracta, y los individuos que han contribuido en al
formación de ese tipo, o que le han sido reconocidos posteriormente como coincidentes, son sus
materializaciones.
Desde este punto de vista, la noción de tipo parece tomar, en las ciencias enumerativas o descriptivas, la
misma posición de principio, la misma virtud explicativa que las nociones geométricas en las ciencias
exactas.
Hemos encuadrado la axiomatización que da origen a las nociones geométricas a partir de dos
axiomatizaciones, una que la precede y que da origen a los conceptos de diferentes objetos, la otra que
la sucede y por la cual las nociones de la lógica se constituyen en objetos autónomos de pensamiento.
En tres etapas diferentes del pensamiento, hemos reconocido que lo que viene a inscribirse en nuestro
conocimiento, no es ciertamente una reproducción directamente fiel del mundo exterior; lo que está
inscrito en nuestra mente es, por el contrario, una sucesión de imágenes esquemáticas, sumarias y
provisorias. En los tres casos, el conocimiento mismo de la realidad toma la vía marcada por las
palabras: abstracción, esquematización y axiomatización.
La formulación de un axioma no es, ni la expresión de una verdad trascendente, ni una definición
arbitraria: es, por el contrario,. una operación que desciende profundamente en la descripción de lo
real y que, aprehendiéndolo, le da la impronta, a la vez ideal y provisoria, que conviene a la
estructura de nuestra mente.