Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Tema 5. La Memoria

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 10

PSICOLOGÍA. TEMA 5.

LA MEMORIA
0. DESCRIPCIÓN GENERAL.

La memoria es uno de los logros más extraordinarios de la evolución mental humana.


Aunque los animales también la poseen, su capacidad no puede compararse con la nuestra.
Si no tuviésemos memoria, el aprendizaje sería inútil; nos resultaría imposible sobrevivir en
un mundo altamente cambiante y ni siquiera tendríamos el sentido de la identidad personal.
En ella también se asientan algunas de las más altas funciones humanas: el lenguaje, el
pensamiento, la capacidad para prever y planificar el futuro, etc.

La memoria humana es la facultad que posee nuestro cerebro para almacenar y


recuperar información. De hecho, la memoria no es sólo un registro que nos permite
recordar sucesos, objetos, emociones y sentimientos pasados, sino que está íntimamente
relacionada con la totalidad de los procesos del pensamiento.

Durante algún tiempo se creyó que la memoria era una entidad singular que se hallaba
localizada en una zona concreta del cerebro. Pero a partir de los años 50, comenzó a
admitirse gradualmente que la memoria está constituida por innumerables componentes, los
cuales se distribuyen a lo largo de redes neuronales que actúan dentro de numerosas
estructuras del cerebro. Por tanto, la memoria no funciona de forma unitaria, ya que está
formada por una serie de sistemas interconectados entre sí gracias a mecanismos aún
desconocidos.

1. ALMACENAMIENTO DE LA INFORMACIÓN. FUNCIONAMIENTO DE LA


MEMORIA.

Las teorías más actuales para explicar la manera en que ocurren estos procesos son el
modelo de almacenamiento y transferencia de Atkinson y Shiffrin y la del modelo de niveles
de procesamiento, de Craik y Lockhart.

1.1. Modelo de Atkinson y Shiffrin.

Según esta teoría poseemos tres tipos de memoria. En primer lugar, la información
procedente del mundo externo o interno atraviesa nuestros sentidos para llegar a la memoria
sensorial (MS). En menos de un segundo esta información desaparece o es transferida a la
memoria a corto plazo (MCP), donde puede permanecer alrededor de 20 segundos. Si no
desaparece en esta etapa, se transfiere a la memoria a largo plazo (MLP), donde puede
permanecer el resto de nuestra vida.

Memoria sensorial (MS)

Es la capacidad de los sentidos para mantener brevemente la impresión, una vez que el
estímulo ha cesado. Permite que las informaciones sensoriales se pongan en correspondencia
con nuestro conocimiento del mundo, con la forma en que las cosas se ven, oyen y sienten.
Ante esta información podemos reaccionar introduciéndola en la memoria o ignorándola y
olvidándola.
La memoria sensorial posee fundamentalmente tres características que la distinguen
de la memoria tal como normalmente utilizamos esta palabra.

1 . Sólo registra los efectos sensoriales del estímulo, sus características físicas, los datos
sensoriales «en bruto».
2. Su capacidad es relativamente grande. En una sola mirada captarnos mucha más
información de la que podríamos usar alguna vez.
3 . Su duración es muy breve. Tiene una duración inferior a un segundo para los
estímulos visuales, e inferior a varios segundos para los estímulos auditivos. En
consecuencia, la pérdida de información en la memoria sensorial es muy rápida.

Hay dos tipos principales de memoria sensorial: la visual o icónica y la auditiva o


ecoica. También tenemos memorias sensoriales para los otros sentidos; pero las memorias
sensoriales más investigadas han sido la visual y la auditiva. Sin la capacidad de retener las
impresiones sensoriales durante períodos más prolongados que su duración física real no
podríamos tener experiencias de tipo auditivo; por ejemplo, no reconoceríamos el habla de las
personas que nos rodean.

Memoria a corto plazo (MCP)

La memoria a corto plazo es nuestra memoria de trabajo, nuestra memoria activa que
contiene la información que estamos utilizando en este momento.
Para que tomes conciencia de este tipo de memoria piensa en tu propia experiencia
cuando ves el número de un teléfono en la guía telefónica y lo retienes sólo el tiempo
necesario para marcarlo:
- existe un número limitado de cifras que puedes mantener en la memoria (es posible
conservar siete, quince ya no),

- tu recuerdo de las cifras parece ser pasajero; si no las marcas rápidamente puede ser
que tengas que verlas otra vez en la guía.

- cualquier distracción puede también hacerte volver a la guía, basta que alguien
pronuncie tu nombre o que recite otras cifras para que tu memoria quede, al parecer,
borrada.

- aun cuando esta MCP es transitoria, podernos hacer permanecer el recuerdo por
medio de la repetición.

¿Qué nos dice esto acerca de la memoria a corto plazo?

1.- Que el periodo máximo de retención de este tipo de memoria oscila entre los 15 y 30
segundos. (Se puede decir que la media es de 20 segundos de permanencia).

2.- Que el repaso nos ayuda a retener la información en la MCP. Repasando somos
capaces de mantener la información más tiempo. Cuanto más la repitamos, más la
recordaremos, pero a menos que llevemos la repetición más lejos, hacia la repetición
elaborada, probablemente olvidaremos la información una vez utilizada.
3.- Que la capacidad de la MCP es reducida. Numerosos estudios han demostrado que la
capacidad máxima de recuerdo inmediato tiene un límite. Dicho límite se ha
calculado estadísticamente en torno a 7 unidades de información no significativas (es
decir, letras o números que no posean sentido para nosotros) en un momento
determinado.

Memoria a largo plazo (MLP)

La MLP nos permite recordar grandes cantidades de información durante períodos


considerables: horas, días, semanas, años y en algunos casos siempre. En ella se guardan las
percepciones, los sentimientos y las acciones del pasado. El nombre propio, el sabor de la
comida preferida, las canciones infantiles y el alfabeto son ejemplos de cosas que muy
probablemente están almacenadas en la MLP.
Se considera que la capacidad de almacenar información es prácticamente ilimitada.
Sin embargo, no siempre esa información almacenada es accesible; a veces, no somos capaces
de recordar, pero eso no significa que dicha información se haya borrado, sino que no puede
actualizarse a causa de algunas inhibiciones o porque no se han ejecutado correctamente las
claves para su recuperación. Eso explicaría que muchas personas recuerden de repente
sucesos remotísimos que parecían totalmente olvidados; algunos de ellos sucedidos en la
niñez más lejana.
Se compara la MLP al catálogo de fichas en una biblioteca, a un complicado sistema
de archivo o al índice de un libro.

La información se transvasa desde la MCP a la MLP (y viceversa ya que para volver a


utilizar la información retenida en la memoria a largo plazo debe transferirla a la memoria a
corto plazo) y allí se procede a su estructuración y almacenamiento definitivo. Esta es la
función esencial de la MLP, puesto que cuanto mejor y más estructurada se encuentre la
información, más fácil será su recuperación consciente.
Los neuropsicólogos no conocen todavía cómo se recupera exactamente la
información de la MLP, aunque si saben que su actualización depende de cómo haya sido
codificada.

Para almacenar material en la MLP hace falta algo más que la repetición, que era
suficiente para fijarlo en la MCP. La información debe codificarse.

La codificación por medio de la repetición asociativa consiste en hacer significativo el


material nuevo que queremos almacenar creando asociaciones con cosas que ya sabemos. Si
podemos encontrar un significado al material que queremos almacenar nos será más fácil
mantenerlo a lo largo del tiempo.

Otro tipo de codificación es por medio de la organización. Cuando el material es


presentado de manera organizada es más sencillo almacenarlo que cuando se presenta de
cualquier manera.

Algunos especialistas han señalado que el funcionamiento de la MLP implica la


existencia de dos partes diferenciadas. La distinción más conocida es la que estableció
Tulving. Para él, la MLP se divide en:

a) Memoria episódica: Está formada por los sucesos o episodios que nos han ocurrido (o
que hemos imaginado); por lo tanto, se refiere siempre al recuerdo de hechos concretos.
Por ejemplo: el color de un vestido, la canción escuchada en una fiesta, la forma en que
el maestro explicaba Historia en la escuela, etc. Esencialmente es una memoria
descriptiva: recupera información espacio-temporal que se encuentra vinculada a los
hechos episódicos y afectivos de nuestro pasado.

b) Memoria semántica: Es propiamente la memoria abstracta. Su ámbito abarca el


conocimiento racional del mundo y el lenguaje. Se organiza mediante pautas lógicas y
conceptuales. Dicha memoria nos permite realizar inferencias, elaborar abstracciones,
relacionar conceptos, conocer los significados de las palabras o las propias reglas
gramaticales, etc.

1.2. Modelo de niveles de procesamiento de Craik y Lockhart.

E. Craik y R. Lockhart (1972) no están de acuerdo con el modelo de memoria de


almacenamiento y transferencia y piensan que la fijación de los recuerdos depende no de la
existencia de tres estructuras independientes (MS, MCP y MLP) sino de la profundidad con
que procesamos la información. Sólo hay una memoria que procesa el material desde un
nivel superficial hasta otro de gran profundidad. Cuanto más profundo es el procesamiento,
cuanto mejor se codifique la información, más tiempo dura el recuerdo. Esta teoría considera
la memoria como un proceso activo y no como un mero almacén pasivo de información.

- El nivel más superficial de procesamiento incluye las características sensoriales de


las
cosas, es decir, el aspecto que tienen, su sabor o su color, etc.

- El nivel intermedio de procesamiento introduce el reconocimiento de alguna pauta


característica.

- El nivel profundo de procesamiento atribuye significado a las percepciones.

Si tomamos una palabra como ejemplo, en un nivel superficial, nos fijamos en la


forma en que está escrita, por ejemplo si está en mayúsculas o minúsculas. En un nivel
intermedio podemos contrastar si rima con otras palabras o no. En un nivel profundo
reconocemos la categoría a la que pertenece el objeto que designa, es decir, su significado.

Una de las razones de que el nivel de elaboración mejore la memoria se debe a que
aumenta la diferenciación del material recordado, y así es menos probable que se confundan
los recuerdos. Palabras como «mar,,, «par», «dar,,, son muy parecidas en sus sonidos y se
pueden confundir fácilmente en el nivel superficial de procesamiento, pero esas mismas
palabras son muy distintas por su significado y, por tanto, difíciles de confundir a ese nivel de
procesamiento.
Como regla general, cuanto más diferenciada sea la información, es decir, cuanto más
procesada esté, más fácil será su recuerdo.

Como conclusión podemos decir que ninguno de los dos modelos es perfecto, Lo
sensato es utilizar lo mejor de ambas teorías. Es conveniente pensar en la memoria en
términos de memoria a corto y a largo plazo, y al mismo tiempo reconocer que no son
independientes sino que están relacionadas.
2. RECUPERACIÓN DE LA INFORMACIÓN.

Hemos aprendido que recordamos mejor la información significativa bien organizada.


El material que recordamos bien posee otras características.

2.1.-Efectos de primacía y recencia.

Recordamos mejor los elementos que se aprenden en primer lugar (efecto de


primacía) y los que se aprenden en último lugar (efecto de recencia). Cuando estás en un
grupo de ocho o diez personas y te dicen sus nombres, recuerdas mejor los dos primeros y los
dos últimos.
Parece ser que los primeros nombres entran en la MLP y los otros en la MCP, donde el
material es desplazado por la nueva información; por eso recordamos los dos últimos que aún
no han sido reemplazados.

2.2.- Efecto de Von Restorff.

Recordamos mejor los elementos raros. Si uno de los nombres de las personas del
grupo de trabajo que estaban en medio fuera famoso o distinguido, probablemente se
recordaría.

2.3.- Memoria dependiente del estado.

Recordarnos mejor lo que aprendimos en un estado de ánimo parecido. Cuando nos


sentimos tristes es más fácil recordar pensamientos que surgieron durante otros momentos
tristes de nuestra vida y es más difícil recordar lo que aprendimos en estados de ánimo
agradables. Además, cuando uno está triste es más probable que recuerde experiencias
desgraciadas que no experiencias felices. Conociendo esta tendencia, podemos servirnos de
ella en la vida diaria. Podemos salir de los estados de ánimo depresivos centrándonos
deliberadamente en un recuerdo feliz o pensamiento agradable y dejar que nos lleve a un
estado de ánimo mejor.

2.4.-Recuerdos vívidos.

Recordamos mejor lo que se relaciona con sucesos emocionalmente significativos.


Son recuerdos intensos de lo que se estaba haciendo cuando se tuvo noticia de
acontecimientos muy importantes.
Treinta y tres años después del asesinato de Lincoln, presidente de EE.UU., de 179 personas
preguntadas, 127 fueron capaces de dar una respuesta exacta de lo que estaban haciendo,
dónde se encontraban, qué hora era y quién fue la persona que les dio la noticia.

2.5.- Llenamos los huecos.

En el deseo de que nuestros recuerdos sean coherentes, razonables, tengan sentido,


rellenarnos los huecos de nuestra memoria inventando el material que falta y luego estamos
completamente seguros de que estarnos recordando lo que verdaderamente pasó.
Este hecho se ha investigado utilizando los recuerdos infantiles, la reconstrucción de una
historia que hemos oído o leído, los recuerdos de los padres sobre el crecimiento de sus hijos,
los testigos de delitos o accidentes.
3. PÉRDIDA DE LA INFORMACIÓN.

¿Qué recuerdas de lo que aprendiste durante el curso pasado? ¿Cuántas veces a la


semana olvidas citas, encargos, dónde dejaste una cosa? Es normal que nos olvidemos
constantemente de cosas; además olvidamos de una manera ordenada y según ciertos
principios. Parece ser que olvidarnos por diferentes razones, probablemente cada una de las
siguientes teorías que exponemos a continuación nos indica, al menos en parte, las causas de
nuestro olvido, pero no existe todavía una respuesta definitiva y completa a esta pregunta.

3.1.- La curva del olvido.


Uno de los factores que nos hace perder información que hemos retenido es el paso
del tiempo. El primer investigador de la memoria, Hermann Ebbinghaus nos proporcionó un
gráfico de la curva del olvido que muestra que olvidamos muy rápidamente al principio, pero
que después el olvido se hace marcadamente más lento. Aprendió una lista de 13 sílabas sin
sentido. Luego repetía la lista después de un período de tiempo que variaba desde los 20
minutos a varios días. Alrededor del 47% de las sílabas las olvidaba en 20 minutos, 66% en
un día, 72% en dos días, 75% en seis días 79% en treinta días.
Ebbinghaus encontró que merece la pena dedicar un tiempo a reaprender, a estudiar de
nuevo el material; pues si después de aprender la lista la repasaba 30 veces más, recordaba
mejor las sílabas.

3.2.- Olvido motivado.


El psicoanálisis puso de manifiesto otro factor como causa del olvido: la represión.
Freud, fundador del psicoanálisis, observó que los seres humanos tendemos a olvidar aquellos
recuerdos que nos son particularmente desagradables y nos producen ansiedad. Se dan
muchos casos en la vida corriente que se pueden interpretar como ejemplos triviales de
represión. Es frecuente olvidar el nombre de las personas que no nos caen simpáticas o la cita
con el dentista a la que no queremos acudir.

3.3. - Decaimiento del trazo de la memoria o engrama.


Un trazo de memoria o engrama es la huella que deja el aprendizaje en la corteza
cerebral. Si el circuito neuronal correspondiente a un engrama se activa frecuentemente, la
huella de la memoria tiende a hacerse más profunda. En caso contrario va eliminándose poco
a poco. Es decir, si lo aprendido se va dejando de utilizar, el engrama se va debilitando hasta
que se olvida. Muchas personas que siempre hacen sus cálculos con la calculadora reconocen
que van olvidando las operaciones fundamentales; sobre todo multiplicar y dividir. A fuerza
de no practicar se debilitan las huellas de la memoria.

3.4.- Interferencia.
La razón por la cual olvidamos es que otra información, aprendida antes o después,
interfiere o dificulta que recordemos, tanto en la memoria a corto plazo como a largo plazo.
La interferencia es proactiva (IP) cuando lo que se aprendió anteriormente dificulta el
recuerdo de la información nueva . La interferencia es retroactiva (IR) cuando lo que
aprendemos después produce una barrera de memoria que dificulta el recuerdo de lo que
aprendimos anteriormente.

Finalmente, diremos que el olvido es un hecho normal y necesario, porque si


conserváramos en nuestra memoria todas las experiencias vividas resultaría imposible
organizar los recuerdos.
4. ALTERACIONES DE LA MEMORIA.

Existe una amplia variedad de alteraciones de la memoria. Unas son producidas por
lesiones orgánicas en el cerebro e implican un déficit global y permanente de la memoria.
Las más importantes son el síndrome amnésico, como el síndrome de Korsakoff, y las
alteraciones asociadas a la demencia, como el síndrome de Alzheimer. Otras alteraciones se
deben fundamentalmente a factores emocionales. Son las llamadas amnesias funcionales,
como la represión.

4.1. El síndrome amnésico.


El síndrome amnésico produce un déficit global y permanente de memoria sin que existan
otros problemas intelectuales, es decir, el paciente mantiene intacta su capacidad intelectual,
no tiene problemas con el lenguaje, no muestra deterioros perceptivos ni de atención y
conserva las habilidades adquiridas antes de la lesión.

. La amnesia retrógrada.
Se caracteriza por la incapacidad para recordar el pasado. Puede alcanzar a los
minutos anteriores a la conmoción, pero si ésta es muy fuerte puede afectar a los
recuerdos de meses, e incluso de años antes. El síndrome de Korsakoff es un trastorno
ligado al consumo excesivo de alcohol y a una dieta empobrecida. La consecuencia es
una lesión cerebral en el diencéfalo, a menudo acompañada de atrofia del lóbulo
frontal.

. La amnesia anterógrada.
Es la incapacidad para aprender o retener hechos nuevos. Los acontecimientos
cotidianos llegan a resultar un problema, pues el paciente olvida lo que acaba de
suceder. Así, olvida dónde ha dejado las cosas, con quién acaba de hablar. A estos
sujetos les resulta difícil conversar, pues tienden a preguntar las mismas cosas una y
otra vez.

4.2. Amnesia y demencia.

El término «demencia» designa un tipo de trastornos degenerativos del cerebro que


producen un declive gradual de las funciones intelectuales.
La llamada demencia senil afecta, cuanto menos, al 15% de las personas mayores de 65 años.
Los problemas de memoria son el primer síntoma.
La enfermedad de Alzheimer es una de las más frecuentes, sobre todo entre personas de
avanzada edad. Esta enfermedad, que es incurable hoy en día, actúa gradualmente,
comenzando por olvidos ocasionales hasta terminar en una pérdida casi absoluta de la
memoria. Las últimas investigaciones relacionan la enfermedad de Alzheimer con la
desaparición progresiva en el cerebro de un neurotransmisor llamado acetilcolina. Este
descubrimiento abre nuevas vías para posteriores estudios sobre los mecanismos fisiológicos
de la memoria.

La principal diferencia entre la demencia de Alzheimer y el síndrome amnésico es que los


que padecen esta última enfermedad no presentan problemas en la memoria procedimental,
mientras que los primeros presentan problemas en el sistema ejecutivo central.
4.3. Amnesias funcionales.
El estrés y la ansiedad, y en general las emociones negativas, tienen una clara influencia en
los procesos de la memoria. Muchos estudiantes se quedan en blanco durante un examen,
sobre todo si es oral. Igualmente, los actores sufren el miedo escénico y pueden olvidarse de
su papel.

6. MEJORAR LA MEMORIA.

A menudo nos preguntamos si podríamos mejorar nuestra memoria para guardar la


información y recordarla cuando la necesitamos. La respuesta es afirmativa. La memoria a
corto plazo tiene la capacidad natural de organizar la información que maneja, y cuanto mejor
la organicemos mayor dominio tendremos sobre ella. Las técnicas mnemotécnicas están
orientadas a potenciar esa capacidad natural de la MCP para organizar la información.
Las reglas nemotécnicas no son otra cosa que recursos para potenciar la organización de
nuestra experiencia para que pueda ser guardada de forma significativa. Lo que hace la MCP
de forma natural, es decir, recodificar, codificar y asociar, podemos potenciarlo de forma
artificial o voluntaria. Algunas de las reglas mnemotécnicas más conocidas son las siguientes:

6.1. Método de los lugares.


Este recurso ya fue utilizado en la antigua Grecia y fue dado a conocer en Roma por
Cicerón. Funciona asociando lo que se quiere recordar con los lugares de un camino que
recorremos mentalmente.
Supongamos que quieres recordar una lección. Entonces debes escoger una ruta que te
sea familiar, como el camino desde tu casa al ayuntamiento de tu pueblo, y asociar cada lugar
por el que tienes que pasar con una idea importante de la lección. Haz coincidir el orden
espacial de la ruta con el orden lógico de la lección.

6.2. Método de las palabras clave.


Aprende una serie de palabras que se correspondan con los números del 1 al 10 (puede
servirte el cuadro adjunto). Luego inventa una serie de imágenes que te permitan asociar lo
que quieres recordar con las palabras numeradas.
Si quieres recordar a una serie de personas te puedes imaginar a la primera en la cuna, a la
segunda tosiendo, etcétera.

A la una muevo la cuna A las seis cojo un cienpiés

A las dos me da la tos A las síete compro un carrete

A las tres viajo en tren A las ocho tomo un bizcocho

A las cuatro bailo un tango A las nueve anochece y llueve

A las cinco doy un brinco A las diez empiezo otra vez

6.3. Método del encadenamiento narrativo.


En esta técnica inventamos una historia alrededor de lo que queremos recordar.

ACTIVIDADES. TEMA 5

Nº1.- Se presenta a un físico, a un estudiante de sexto de primaria (aficionado a los deportes)


y a un historiador (especializado en Historia del Arte), la siguiente lista de palabras:
“neutrino, tenis, gárgola, quark, arbotante, spín, fútbol, arquivolta, baloncesto”.

La estudian durante dos minutos. Durante los tres minutos siguientes mantienen una
conversación con el experimentador. Terminados esos tres minutos se les pide que escriban
las palabras que recuerden.
Esto fue lo que escribieron cada uno de ellos.

a) El físico: neutrino, quark, spín, baloncesto, fútbol, tenis, arbotante.


b) El estudiante de 6.º de primaria: baloncesto, fútbol, tenis, neutrino.
c) El historiador: gárgola, arquivolta, arbotante, baloncesto, tenis, fútbol, neutrino,

- ¿Qué tipo de memoria se ha estudiado en este experimento?


- ¿Qué procedimiento se ha utilizado para medir el recuerdo?
- ¿Cuál es el objetivo del experimento?
- ¿Crees que la ocupación de cada uno tiene que ver con lo que han recordado?

Nº2. Resumen de las ideas más importantes expresadas en el vídeo.

Nº 3. Lee con detenimiento el siguiente texto:

¿CÓMO LA INVESTIGACION SOBRE LA MEMORIA PUEDE AYUDARLE


A ESTUDIAR MEJOR?

1.- Probablemente, la mejor manera para recordar la información es interiorizarla


personalizando su significado (Craik y Lockhart, 1972). Lleve a cabo tantas asociaciones
con su propia vida y sus propias creencias como le sea posible. Es especialmente fácil
hacerlo en una asignatura como la Psicología, donde hay tantas aplicaciones posibles a su
propia vida. Realice los ejercicios de cada tema. Conteste las encuestas iniciales. En los
temas de otras asignaturas puede que tenga que esforzarse más para establecer conexiones con
su propia vida, pero puede lograrlo utilizando la imaginación. Por ejemplo, al estudiar una
lengua extranjera, imaginase a sí mismo enamorándose en ese idioma. 0 haga revivir la
Historia, entre en una máquina del tiempo y colóquese en la época y lugar que deba estudiar.
Si la asignatura es la Biología, imagínese llevando la vida de una rana.

2.- Concéntrese en la concentración. Muchos olvidos son causados por no prestar la


suficiente atención al principio.

3.- La primera vez que estudie un tema divídalo en trozos «chunks» lo más grandes que sea
posible. Lo recordará mejor que estudiándolo todo un poco cada vez. (Cuando repase el
material antes de un examen espacíe sus períodos de estudio, ya que repasarlo en diversas
ocasiones durante varios días da mejor resultado que hacerlo todo en un día.)
4.- Tome notas, diciendo lo que quiere aprender con sus propias palabras. Este tipo de
codificación ayuda a grabar el material y facilita la retención.

5.- Repase lo aprendido conforme avanza. De cuando en cuando alce la vista y formúlese
preguntas. Recite las cuestiones clave en silencio o en voz alta. Puede serle útil el grabarlo
en una casete, la cual podrá escuchar mientras se viste, conduce o realiza cualquier otra
actividad.
6.- Dése a sí mismo pistas para la recuperación. Use títulos en sus notas e invente frases
personalmente significativas y/o imágenes visuales que pueda asociar con los bloques
temáticos. Un médico con sentido del humor, por ejemplo, enseñó a sus estudiantes de
Medicina la frase: «Nunca lo tiene por qué memorizar: muñeca con huesos» para ayudarles a
recordar los huesos de la muñeca, cuyos nombres empiezan con las primeras letras de las
palabras que forman esta frase [navicular, lunado, triquetrum, pisiforme, multangular mayor,
multangular menor, capital y hamate (Rubenstein, 1983)].

7.- Combine imágenes verbales y visuales siempre que sea posible.

8.- Elimíne cuantas más interferencias mejor. No prepare dos exámenes el mismo día.
Será más productivo planificar su tiempo de manera que estudie una asignatura, vaya a
dormir y se despierte temprano para estudiar la otra. El material de la primera asignatura
estará lo suficientemente integrado y así un tema no inhibirá la retención del otro, ni
aparecerán las interferencias retroactiva y proactiva.

9.- Estudie al principio o al final los temas más importantes o los más difíciles, ya que
los efectos de primacía y de recencia tenderán a hacerle olvidar lo que estudie en el medio.

10.- Seleccione los puntos más importantes, No intente recordar todos los pequeños
detalles.

11.- Dése un tiempo adicional para estudiar los temas difíciles. Ebbinghaus halló que
cuanto más tiempo dedicaba a aprender sus palabras las recordaba mejor. Lo mismo se aplica
a otros estudios y materias.
(Papalia, D. E., y Olds, S. W.: Psicología.Madrid, McGraw-Hill, 1987, págs. 237-238.)

Contesta a las siguientes preguntas:

1. Define los siguientes conceptos: chuncks, interferencia retroactiva, interferencia


proactiva, efecto de primacía y efecto de recencia.

2. ¿Por qué es importante trabajar con imágenes visuales y verbales? ¿Son más evocativas
que las palabras? ¿Fortalecen la memoria y el pensamiento creativo?

3. Señala las tres interferencias que más condicionan tu aprendizaje escolar. ¿Qué
estrategias utilizas para controlarlas?

Nº4. Comentario del texto “La inteligencia creadora” de J.A. Marina.

También podría gustarte